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RUTAS DE APRENDIZAJE
COMPRENSIÓN
COMPRENSIÓN YY PRODUCCIÓN
PRODUCCIÓN DE
DE TEXTOS
TEXTOS
ESCRITOS
ESCRITOS
Muchos de nosotros, maestros y maestras, nos hemos encontrado en situaciones similares, en las que optamos por
proponer a los estudiantes que lean y luego escriban sus propios textos. En suma, se trata de leer para escribir. Para
entender mejor esta aseveración, vamos a referirnos primero a lo que entendemos por cada una de estas dos
competencias: Comprensión de textos y Producción de textos.
Para Stella y Arciniegas (2004), la comprensión de la lectura debe entenderse como un proceso gradual y estratégico de
creación de sentido, a partir de la interacción del lector con el texto en un contexto particular, la cual se encuentra
mediada por su propósito de lectura, sus expectativas y su conocimiento previo. Esta interacción lleva al lector a
involucrarse en una serie de procesos inferenciales necesarios para ir construyendo, a medida que va leyendo, una
representación o interpretación de lo que el texto describe.
En el gráfico se muestran los factores que intervienen en el proceso lector:
Derivados del emisor (de la Que van desde los físicos y Tanto cercano (familia,
persona que escribe). fisiológicos hasta los escuela, comunidad) como
conocimientos previos y la factores de contexto de
mediación de otras personas. carácter más estructural, de
transformaciones culturales,
políticas y económicas.
La
La religión
religión incaica
incaica
En
En el
el Tahuantinsuyo
Tahuantinsuyo existió
existió un
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de divinidades;
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que
que consistían
consistían en
en hojas
hojas de
de coca,
coca, maíz,
maíz, papa
papa yy sacrificio
sacrificio de
de animales.
animales.
Si bien es un texto corto, aquí lo usaremos con fines ilustrativos. En efecto, los estudiantes del VI ciclo de Educación
Secundaria, partiendo de la identificación o deducción del tema y de las ideas del texto, deben estar en condiciones de
interactuar con el contexto al que se alude en el escrito y de emitir opiniones haciendo comparaciones de ambos
contextos, el suyo y el del texto, a partir de su conocimiento y experiencia. Es decir, según el texto presentado, el
estudiante extrae de su lectura un nuevo conocimiento sobre la religión, la fe o las creencias que tenían los incas, y al
relacionarlo con su experiencia o conocimiento sobre la religión, la fe o las creencias que se tienen hoy en día, irá
interactuando con el contexto sociocultural al que hace referencia el texto leído, como el “gran número de divinidades”
frente al monoteísmo de la religión actual, por ejemplo.
En el siguiente gráfico (Hernández y Quintero, 2007) podemos apreciar algunos puntos que acabamos de mencionar
con relación a qué es y qué implica la comprensión lectora:
En ese sentido, la comprensión de textos es una competencia que implica un saber actuar en un contexto particular, en
función de un objetivo o de la solución de un problema, en el que se selecciona y moviliza una diversidad de
capacidades, saberes propios o recursos del entorno.
¿Qué deben desarrollar los estudiantes del VI ciclo de Educación Secundaria en comprensión de textos?
Los estudiantes que concluyen Educación Primaria ya han desarrollado capacidades lectoras a partir de textos de
estructura sencilla con algunos elementos complejos. Por ejemplo: identifican y extraen información que está en
distintas partes del texto; infieren el significado de este, deduciendo el tema, los subtemas, las ideas, el propósito,
algunas relaciones causales y de comparación, y reflexionan sobre el contenido dando opiniones acerca de los distintos
mensajes que se pueden extraer. En este VI ciclo debemos continuar desarrollando estas capacidades, pero a partir de
la lectura de textos estructuralmente complejos. Así, los estudiantes se encontrarán preparados para el próximo ciclo,
donde no solo leerán textos con estructuras complejas, sino también sobre temas especializados. De igual modo, serán
capaces de juzgar o enjuiciar los argumentos y los recursos textuales no solo a partir de su conocimiento, sino desde el
contexto sociocultural en el que fue escrito dicho texto o el contexto al que se hace referencia en él.
A continuación, abordaremos la siguiente competencia que da lugar a que el estudiante desarrolle sus capacidades
como productor de sus propios escritos.
Confieso que me gusta escribir y que me la paso escribiendo, me resisto a creer que nací con este don
especial. Al contrario, me gusta creer que he aprendido a usar la escritura y divertirme escribiendo; que yo
mismo he configurado mis gustos. La letra impresa ha sido un compañero de viaje que me ha seguido en
circunstancias muy distintas. Poco a poco he cultivado mi sensibilidad escrita, desde que llevaba pañales,
cuando veía a mis padres y hermanos jugando con letras, hasta la actualidad.
Cuando era un adolescente escribía poemas y cuentos para analizar mis sentimientos, sobre todo en
momentos delicados. En la escuela y en la universidad, me harté de tomar apuntes, resumir y anotar lo que
tenía que retener para repasar más tarde; también escribí para aprender (reseñas, comentarios, trabajos) y
para demostrar que sabía (exámenes). Todavía hoy, cuando tengo que entender un texto o una tesis
complejos, hago un esquema o un resumen escrito.
Para responder a la pregunta del subtítulo, citaremos las definiciones que nos dan algunos autores reconocidos.
Según Niño (2012), escribir es un acto de creación mental en el que un sujeto escritor, con un propósito comunicativo,
concibe y elabora un significado global, y lo comunica a un lector mediante la composición de un texto con ideas
organizadas y elaboradas.
Cassany (1997) nos dice que el “escritor competente es el que ha adquirido satisfactoriamente el código, y que ha
desarrollado procesos eficientes de composición del texto. Estos conocimientos y estrategias le permiten resolver con
éxito las situaciones de comunicación escrita en que participa”.
Finalmente, Milian (1994) señala, en primer lugar, los tipos de conocimiento que el sujeto precisa para saber escribir en
el sentido amplio del término. Estos son:
Los
Losconocimientos
conocimientosde
detipo
tipodeclarativo
declarativosobre
sobreelellenguaje,
lenguaje,sus
sususos
usosyyconvenciones.
convenciones.
Los
Losconocimientos
conocimientosde
detipo
tipoprocedimental,
procedimental,como
comosabersaberbuscar,
buscar,seleccionar
seleccionaryyorganizar
organizarlalainformación
informaciónsobre
sobre
un tema.
un tema.
Los
Losconocimientos
conocimientoscondicionales
condicionalesoode decontrol
controlenenfunción
funciónde
delos
losobjetivos
objetivosplanteados.
planteados.
En segundo lugar, afirma que el tipo de factores tiene que ver con el orden de aplicación de dichos conocimientos. Aquí
radica parte de la complejidad del proceso de escritura, al existir evidencias de que todos ellos se aplican
simultáneamente; es decir, el escritor eficiente hace uso a la vez de todos los conocimientos mencionados.
Si consideramos que escribir es un acto de creación mental en el que un sujeto escribe con un propósito comunicativo,
entonces no se le podrían hacer cortes a ese proceso dinámico y estratégico, ni cabría considerar etapas. Sin embargo,
desde el punto de vista práctico y metodológico, es muy conveniente distinguir los procesos, pero no como etapas en el
tiempo, sino más bien como grandes tareas indisolublemente articuladas al acto de creación textual: la mente del
escritor concibe, genera, elabora, organiza, compone, redacta, revisa y reelabora sin divisiones tajantes en el tiempo.
En ese sentido, la producción de textos también es una competencia que implica un saber actuar en un contexto
particular, en función de un objetivo o de la solución de un problema, en el que se selecciona y moviliza una diversidad
de capacidades, saberes propios o recursos del entorno.
¿Qué deben desarrollar los estudiantes del VI ciclo de Educación Secundaria en producción de textos?
Los estudiantes que concluyen Primaria ingresan a Secundaria habiendo adquirido aprendizajes relacionados con la
producción de textos; es decir, han desarrollado capacidades para la escritura. Por ejemplo, planifican la producción de
su texto al proponer un plan de escritura (destinatario, tema, tipo de texto, recursos textuales, registro); saben
textualizar, o sea, componen textos que tienen estructura sencilla con algunos elementos complejos, y mantienen el hilo
temático, establecen secuencias, relacionan las ideas mediante algunos conectores, usan algunos recursos ortográficos
y un vocabulario apropiado a los campos del saber. Asimismo, reflexionan constantemente durante el proceso que
implica la producción de textos.
Al VI ciclo le corresponde continuar desarrollando estas capacidades, pero escribiendo textos de estructuras complejas,
y no solo a partir de sus conocimientos previos, sino también de otras fuentes de información complementaria. De esta
manera, los estudiantes se encontrarán preparados para el próximo ciclo, donde no solo tendrán que escribir textos con
estructuras complejas y temas especializados, sino que, además, deberán ser capaces de asociar el contenido de sus
textos con su entorno local, cada vez más globalizante.
Sabiendo ya a qué nos referimos con comprensión lectora y producción de textos, podemos dar respuesta a la siguiente
pregunta:
Para saber si es eficaz el planteamiento de que para escribir es necesario leer, es imperativo tener en cuenta que la
interacción entre estas dos competencias no debe entenderse estrictamente como una relación de causa-efecto. Es
decir, la enseñanza de la lectura no mejora necesariamente la escritura, al igual que la enseñanza de esta última no
redunda siempre en el desarrollo de la comprensión lectora; salvo que en las diversas actividades que se planteen en el
aula se den situaciones de enseñanza y aprendizaje en las que la integración real de la lectura y la escritura sea un
hecho explícito y consciente en los estudiantes.
La siguiente figura (Hernández y Quintero, 2007) muestra que la escritura y la lectura se hallan correlacionadas y
necesariamente complementadas. Desde la perspectiva de la competencia de producción de textos que se concreta en
los actos de escribir, vemos que el sujeto, al practicar su saber en la creación textual, recorre los procesos de
planeación y preparación, de composición textual y de la revisión del escrito. Una vez producido el texto, este tiene una
forma externa de presentación que por algún medio, ya sea impreso o digital, llegará finalmente al lector, su
destinatario.
Leer
COMPETENCIA
ESCRITURA LECTURA
Presentación Edición
Cuando los estudiantes pasan a la secundaria se enfrentan a una realidad diferente a la que
estaban acostumbrados: la polidocencia, los nuevos estilos de enseñanza y aprendizaje, las
formas de evaluación, entre otras exigencias del nivel secundario. Nuestra prioridad debe ser
ayudar a los estudiantes a adaptarse a su nuevo nivel educativo, acompañándolos de manera
sostenida, efectiva y empática. Las dos situaciones que te presentamos a continuación te
permitirán observar los desafíos y exigencias que podrías afrontar al desarrollar las competencias
comunicativas orales en tus alumnos.
Soy Isabel y me
gusta hacer figuras
de papel.
La Profesora les dio dos minutos Para crear sus rimas. Al cabo de ese tiempo los niños fueron Presentándose
indistintamente.
Asì sucesivamente cada uno de Su respuesta causó gracia en sus compañeros. la maestra
los niños fue Presentándose. se quedó un tanto desconcertada y se molestó Por el
cuando le tocó a Juan, Él dijo: desorden provocado. La profesora le Pidió a Juan que
explicara que significaba mitayear, monte y Peque-Peque.
Juan, repite la
rima; pero esta
vez ten cuidado
con tu expresión.
En la comunicación oral importa qué palabras se dicen, pero también importa cómo se dicen,
esto es, los gestos, los tonos de la voz y las posturas corporales que acompañan a nuestra
comunicación verbal. Importan también nuestros saberes y experiencias, así como la empatía,
cortesía y colaboración.
A partir del caso presentado, observamos que pese a los esfuerzos de la docente por crear un
clima de integración en el aula, se produce un malentendido con consecuencias afectivas y de
aprendizaje. Desde que Juan ingresa a la escuela, su hablar particular llama la atención, su
repertorio lingüístico es distinto del resto y esto es motivo de discriminación social y lingüística.
Juan se siente atemorizado por la reacción de algunos de sus compañeros. Teme equivocarse
de nuevo y sentirse afectado emocionalmente.
Además, se muestra más preocupada por la formulación de la rima antes que por la
socialización de Juan, por eso le pide que repita la rima.
Revisemos lo ocurrido. Juan construye su respuesta a partir de sus saberes previos. Entiende
la consigna de las rimas de manera distinta. Él cree que debe decir lo que le gusta sin
considerar la coincidencia de los sonidos finales que caracteriza a toda rima, hecho al que sí
están acostumbrados los otros estudiantes.
Es interesante advertir que algunos de esos estudiantes manifiestan una mayor preocupación
por la forma que por el contenido, lo que los desvincula del propósito pedagógico inicial. Por
ejemplo: “Yo me apellido Pereda y camino siempre por la vereda”. Esta respuesta evidencia
esta práctica social del lenguaje oral en que la forma es importante.
Este escenario nos demanda poner mayor atención a las “Competencia comunicativa (…)
expresiones y modos de comunicarse entre los estudiantes. Incluye tanto el conocimiento como las
Su repertorio lingüístico puede señalarnos la profundidad y expectativas respecto a quién puede o
no puede hablar en determinados
amplitud de sus saberes y de su competencia comunicativa. contextos, cuándo hay que hablar y
Lejos de cuestionar y desaprobar estas formas de expresión, cuándo hay que guardar silencio, a
debemos valorarlas como una manifestación de su cultura e quién se puede hablar, cómo se puede
identidad. A partir de estas expresiones, nosotros debemos hablar a personas de diferentes
estatus y roles, cuáles son los
orientar el desarrollo de la competencia comunicativa. comportamientos no verbales
adecuados en diferentes contextos,
Por lo tanto, desde una propuesta intercultural y diversa, la cuáles son las rutinas para tomar la
escuela debe cumplir un papel importante en la reducción de palabra en una conversación, cómo
los conflictos lingüísticos, limando las dificultades preguntar y proveer información, cómo
pedir, cómo ofrecer o declinar ayuda o
comunicativas que se presentan en los interlocutores de cooperación, cómo dar órdenes (…)
diferentes contextos, y legitimando las diversas formas de todo aquello que implica el uso
expresión lingüística. Según Saville-Troike (citada por lingüístico en un contexto social
Calsamiglia y Tusón 2008), el contexto social, y todo lo que determinado”. (Saville-Troike, citada
por Calsamiglia y Tusón 2008: 31).
implica, tiene que ser tomado en cuenta en las interacciones
y las interpretaciones con nuestros estudiantes.
Requiere que estemos atentos a sus características lingüísticas y culturales; reconocerlos y
valorarlos en su diversidad de saberes, de tradiciones, prácticas lingüísticas y sociales, a fin
de integrarlos y convivir con ellos de manera más respetuosa y tolerante.
Para lograr que nuestros estudiantes desarrollen estas competencias orales en la escuela,
debemos ser conscientes de los cambios constantes en los hábitos de la sociedad y en los
medios de comunicación, que vienen revolucionando nuestra vida cotidiana, especialmente en
el ámbito urbano. por ejemplo, en vez del relato familiar y la charla durante las comidas, las
voces y las imágenes de la televisión reemplazan el diálogo; abundan los programas de radio
y televisión donde todos los invitados hablan al mismo tiempo y gritan para imponer su turno
de habla.
Estos cambios nos exigen una mirada atenta al contexto del estudiante. Incorporar las
diversas prácticas sociales del lenguaje (nos referimos a las prácticas positivas) en nuestras
actividades didácticas hará que nuestras propuestas sean más cercanas y significativas.
además, el análisis, la reflexión y la crítica deben acompañar estos procesos si queremos
desarrollar en los estudiantes una actitud más observadora e integradora, más dialógica e
intercultural.
La situación comunicativa
Para desarrollar las competencias orales, las actividades didácticas deben ser propuestas
dentro de un marco comunicativo social (una salida de campo, el aniversario de la institución
educativa, la visita de un personaje importante, las actividades comunales, un incidente
climatológico, entre otras), o de un marco comunicativo escolar académico (una exposición de
ciencias, un debate en la clase de Historia, una entrevista a un personaje literario o al autor de
la obra, entre otras).
Una situación comunicativa es el contexto en el que se realiza la comunicación, es decir, el
momento en que se produce un intercambio informativo entre los participantes de este acto
comunicativo. En este intercambio están presentes los interlocutores, las circunstancias, la
intención comunicativa y el tema o asunto. no olvidemos que las propiedades específicas de
los participantes (edad, sexo, región, cultura, roles, función, identidad, el tipo de registro
lingüístico que usan, el nivel de conocimiento sobre el tema, la forma de interactuar, etcétera)
serán determinantes para realizar las interpretaciones del sentido. ayudemos a nuestros
estudiantes a ser más conscientes de estos elementos preguntándoles sobre ¿Quién/es
habla/n? ¿Por qué? ¿a quién/es se dirige? ¿en qué circunstancias?¿para qué?
Hay
Grado de
Distancia conocimiento
Interlocutores Social No
Hay
Grado de
Jerarquía Superioridad Igualdad
Inferioridad
Distancia
Física Comparten
espacio
No Comparten
Espacio
Indirecta
Teléfono Televisión Radio
Canal
Situación
Comunicativa
Directa
Informar
Intención Persuadir
comunicativa
Instruir
Suscitar
emociones
Otros
Cotidiano
Tema
Específico
Especializado
La comunicación oral es compleja. En una interacción no solo las palabras comunican los
significados, también los elementos no verbales. Estos elementos juegan un papel importante
en la comprensión e interpretación de los interlocutores porque matizan y complementan los
sentidos que se comunican. Por ejemplo, los gestos, las posturas, la distancia entre las
personas, sus formas de vestir, etcétera. La siguiente clasificación ha sido tomada de Palou y
Bosch (2005).
Prosódico La entonación
La voz
Paralingüísticos La intensidad o volumen de voz
Las vocalizaciones
El ritmo
La mirada
Cinéticos El movimiento de las manos
La forma de caminar
La forma de saludar
a. Elementos lingüísticos:
Los hablantes utilizamos el lenguaje de una manera particular y nos servimos de distintos
recursos expresivos como la metáfora, la alegoría, la hipérbole, la comparación, entre
otros, para crear efectos emotivos en los receptores. además usamos el léxico, los sonidos
del idioma, o una forma de construcción de oraciones con un propósito comunicativo
específico.
b. Elemento prosódico:
La entonación: Se llama así al conjunto de variaciones que se presentan en los tonos con
que se pronuncian los sonidos. Muestra la actitud que tiene el hablante, porque con los
cambios de tono da más relieve a unos enunciados que a otros. Los tonos puede ser de
burla, solemnes, distantes, entre otros.
d. Elementos cinésicos:
Remiten al lenguaje del cuerpo, a los movimientos corporales que forman parte de la
comunicación no verbal. su interpretación se hace de acuerdo con la cultura. las miradas,
por ejemplo, tienen un papel importante en la relación entre los hablantes. en algunos
contextos, si un estudiante durante una exposición mira al público, indica seguridad;
mientras que si no lo mira, connota inseguridad. si le gusta alguien, lo mirará a los ojos.
También forman parte de estos elementos cinésicos las diversas formas de saludarse en
diferentes culturas y grupos sociales: estrecharse las manos, las diferentes intensidades
en hacerlo, las palmadas en la espalda o el hombro, los besos en la mejilla, los golpes que
se dan los más jóvenes como saludo, inclinarse como saludo, etcétera. son algunos
ejemplos de la enorme presencia de estos elementos en nuestras interacciones cotidianas
y en todas las culturas.
e. Elementos proxémicos:
Aprendemos la
estructura sonora
Reconocemos
La situamos en la la palabra
memoria a largo plazo ASOCIAMOS
SONIDOS Y
SIGNIFICADOS
Chomsky (tomado de Gómez Flores 2010: 34) ha demostrado que los seres humanos
poseemos disposiciones innatas que nos permiten adquirir y desarrollar una modalidad oral
del lenguaje. Desde niños aprendemos a hablar por contacto social. En la medida que
vamos adquiriendo las palabras, vamos construyendo la gramática de la lengua. Es decir,
pasamos por el proceso de construcción de palabras, a frases y luego a oraciones.
Aprendemos a ordenar las palabras en la estructura sintáctica del idioma que adquirimos.
Toda variedad de habla, incluida la más alejada de las prácticas orales escolares, entraña
una extraordinaria complejidad de la que no siempre somos conscientes.
Pedagógicamente es necesario ayudar a nuestro estudiante a caer en la cuenta de sus
saberes lingüísticos cuando habla: qué dice, con qué sentido lo dice, para qué lo dice y por
qué lo dice. De esta manera podrá mejorar la coherencia y la cohesión de sus expresiones
para formar un texto más planificado, más formal. También requerimos orientarlo en saber
cuándo y cómo expresarse, a decir lo que siente, sabe y piensa de manera adecuada y
pertinente al contexto y a las necesidades del interlocutor.
Los desafíos son los retos y tareas que debemos asumir si queremos lograr un propósito. En
la enseñanza de las competencias orales, nuestros desafíos no son solo las capacidades
orales de los estudiantes, sino sus posibilidades para la convivencia, el respeto mutuo y el
entendimiento, necesarios para crear una cultura democrática e intercultural. A continuación, te
planteamos algunos de ellos:
Trabajar las
interacciones como eje
de desarrollo de las
competencias orales
Orientar las
Tomar Desafíos en la prácticas orales
conciencia enseñanza de las desde una
de las competencias orales perspectiva
necesidades sociocultural e
orales intercultural
Partir de
prácticas
del lenguaje
de nuestros
estudiantes
1.3.1 Trabajar las interacciones como eje de desarrollo de las competencias orales
Cuando planificamos y proponemos actividades para los estudiantes, lo hacemos con la
finalidad de desarrollar sus competencias básicas. Pero las actividades en sí mismas no
son suficientes para alcanzar los aprendizajes.
Para ello debemos crear una dinámica distinta en las
relaciones con y entre los estudiantes. Según Edwards y
Mercer (citados por De la Mata Benítez 1993: 24) los
estudiantes, además de experimentar el aprendizaje,
necesitan interpretar esta experiencia, y lo hacen cuando
hablan de ella. A partir del intercambio oral se va generando
un conocimiento compartido y se construye el aprendizaje
que se produce al hablar de esta experiencia o actividad.
Trabajar la interacción en el aula requiere de apertura de parte del docente para dejar de ser el
centro de expresiones en el aula. Debemos hablar menos para que los estudiantes hablen más.
1.3.2 Orientar las prácticas orales desde una perspectiva sociocultural e intercultural.
Como bien señala Rodríguez (1995) “El habla es la carta de presentación que abre y cierra
puertas”. Por eso en el ámbito escolar y social, no manejar registros lingüísticos variados
limitará la actuación social de nuestros estudiantes y a su vez afectará su aprendizaje.
Además de eso, se exponen a ser discriminados socialmente, dentro y fuera del colegio.
Por eso, sin desmerecer sus formas propias de expresión, nuestra tarea consistirá en
ayudarlos a desarrollar diversos formatos orales para satisfacer sus diferentes necesidades
de comunicación dentro y fuera de la escuela.
Para ello es necesario promover desde el aula la capacidad de reflexión sobre el manejo
del lenguaje como una “forma de actuación social” (Rodríguez 2005b: 4) para mejorar los
usos orales del lenguaje y orientarlo en lo que es adecuado y lo que no lo es, según el
contexto de comunicación en el que se ubique.
Por todo ello, se requiere de un trabajo didáctico más sistematizado, intercultural que tome
en cuenta esta diversidad lingüística y cultural de nuestros estudiantes.
Inculcar la idea de que nuestra lengua y nuestra “La variedad estándar es la variedad
cultura no son las únicas ni las mejores; que hay del castellano que está asociada a
otras lenguas y culturas diferentes en nuestro los grupos sociales y familias con
país, que nos hacen ser lo que somos como más acceso al lenguaje escrito y/o a
nación. Por eso todos los usos comunicativos un contexto de comunicación
como expresión cultural son válidos. específico propio de la formalidad
Fomentar la investigación, el análisis y la reflexión académica. (…) No se aprende
en diferentes situaciones comunicativas que se espontáneamente en el entorno
presentan en los diversos canales de familiar. (…) debe aprenderse en la
comunicación (televisión, radio, prensa, escuela, y para que el niño pueda
publicidad, internet, música, videoclips) para conocerla y dominarla necesita
erradicar los prejuicios y estereotipos infundados, apropiarse del sistema de escritura,
basados en la escasa o errónea información necesita participar del mundo letrado
sobre las expresiones lingüísticas y culturales. En oficial proporcionado por la
esta dinámica, orientar el respeto por la escolaridad”. (Coral y otros. 2013: 9).
diversidad, la comprensión y tolerancia frente a
otros puntos de vista.
Desarrollar un repertorio de registros y usos lingüísticos, en situaciones formales e
informales de comunicación, y su adecuación a cada situación, para ampliar las
posibilidades comunicativas de nuestros estudiantes.
1.3.3 Tomar conciencia de las necesidades orales
En este nuevo escenario de la didáctica oral, nuestra tarea docente consistirá en hacer que
los estudiantes, a partir de procesos reflexivos y metalingüísticos, tomen conciencia de sus
necesidades orales. Debemos generar en ellos la necesidad de buscar expresarse con
más coherencia, cohesión, pertinencia y adecuación en diferentes situaciones.
Por último, este desafío no solo nos demanda ayudarles a tomar conciencia de sus
necesidades de expresión sino también debemos reparar en nuestras propias necesidades
orales. Reflexionemos: ¿Utilizamos un vocabulario variado?, ¿demostramos actitudes
dialogantes, empáticas y asertivas?, ¿hablamos con claridad y coherencia?,
¿demostramos apertura a escuchar y comprender?, ¿promovemos el diálogo y el
consenso?. Estas preguntas nos ayudarán a evaluarnos como modelos comunicativos.
Nuestra responsabilidad en el desarrollo de sus competencias orales exige que tengamos
mayor conciencia de nuestro propio desempeño lingüístico. ¿Qué podemos hacer?
Observar con nuestros estudiantes modelos comunicativos, por ejemplo oradores
conocidos, para reparar en los recursos que emplean, cómo hilvanan sus ideas, lo que
nos gusta o no de su discurso, cómo captan al público, cómo se mueven, entre otros.
Grabar a nuestros estudiantes interviniendo o participando (lo que también puede servir
para nosotros mismos), y reflexionar sobre su actuación lingüística.
Utilizar un instrumento de evaluación para ayudarlos a reparar en el manejo del
escenario, los recursos lingüísticos, los recursos no lingüísticos y paraverbales que
ponen en juego durante las interacciones.
Realizar la retroalimentación sobre nuestra intervención en el aula, nos ayudará a ser
más conscientes de nuestras competencias orales y creará un clima de confianza para
la auto y coevaluación de los estudiantes.