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Introducción
El árbol que canta es un libro para los niños del Ecuador, que podrían, no
obstante, leer y disfrutar los de cualquier parte del mundo: hay tan poca poesía a
su alcance, y entre la que por casualidad ha logrado editarse y llegar a sus manos,
existe tanta basurilla con pretensiones literarias, que el horizonte infantil se torna
un campo yermo en el que, a falta de pan se convierten en buenas las tortas de
toda índole que le brinda, a raudales, nuestra sociedad pragmática, falsificadora y
consumista.
A pesar de estos y otros alegatos en pro de aquello que es esencial para la vida -
pero que, como diría el Principito, es invisible a los ojos-, vivimos en un mundo en
el que ciertos ideales, valores, ilusiones, utopías son raras especies en vías de
extinción. Por eso nuestra civilización se asemeja a una ciudad de rascacielos
construida sobre el pantano.
1
No es esta una antología, sino una selección arbitraria, acorde con los criterios
personalísimos del recopilador. Quizá falten y sobren algunos autores. Pero ese
es el riesgo que se asume al emprender una tarea de esta índole. Hay poemas –
solo unos pocos- que no son, en rigor, para niños, y se los ha incluido, sin
embargo, en atención a otras consideraciones: su temática próxima a la niñez, la
predilección de algunos niños por ellos, o la recomendación de algunos
especialistas. Y aquí debo agradecer las sugerencias de amigos que leyeron los
originales y contribuyeron a mejorarlos o completarlos: Edgar Freire y Hernán
Rodríguez Castelo, entre otros.
INDICE
2
Autora: Zoila E. Palacio
CANTA
3
Autora: Teresa León
NIÑO INDIO ECUATORIANO
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Autor: Renán De la Torre
DIENTÓN
LO QUE ES EL CARACOL
Caracol:
mínima cinta métrica
con que mide el campo Dios.
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GUACAMAYO
El trópico le remienda
con candelas y oros su manto
hecho de todas las banderas
GRANO DE MAÍZ
Todas las madrugadas
en el buche del gallo
se vuelve cada grano de maíz
una mazorca de cantos
VIDA PERFECTA
¡Conejo, hermano tímido, mi maestro y filósofo!
Tu vida me ha enseñado la lección del silencio.
Como en la soledad hallas tu mina de oro,
no te importa la eterna marcha del Universo.
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con sus pintadas muletas.
Juguemos a la gallina,
al sin que te roce, ¡ya!
Niño, por más que te escondas,
tu sombra te encontrará.
Un muchacho la persigue
fingiéndose gavilán.
Yo tengo no sé qué cosa,
¡cómo quisiera llorar!
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TUS JUGUETES
Los dedos en la boca
como un rondín de silbos
y la corneta rosada
del grito.
Y el ratoncito tierno,
cogido anoche, vivo,
que corre, aunque sin cuerda,
como un carrito.
MI PRIMERA CARTA
Si tuviera una pluma
con un pico de estrella,
te escribiera una carta,
Madre.
Si tuviera un papel
tan fino como el aire,
te escribiera una carta,
Madre.
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LA COMETA
Grito de colores
Colgado del cielo.
Manos en bandadas
Por el aire vuelan.
Musiquilla verde
Del grillo y del trébol.
La cometa sube
Como un niño ciego.
¿O será un torito
que embiste en el ruedo,
con sus dos cuernitos
azules, de viento?
Loca bailarina
Sobre la hebra floja
De un silbo, da vueltas
Con traje de cola.
Campanita roja
Que en los ojos suena:
En tus pies desnudos
La tarde se quema.
En el aire limpio,
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Flores de candela,
La danza recorta
Con doble tijera.
Loca mariposa,
Pájaro de fuego.
Se la tragó el sapo
Tonto de un lucero.
EL CORAZÓN DE MI MADRE
Cofre que guarda un tesoro
de valor incalculable,
amor de madre, entre amores
el único verdadero;
copa llena que desborda
desvelos y sacrificios,
anhelos y venturanzas,
abnegacióny caricias.
¡Corazón todo bondades!
¡Corazón todo ternuras!
El corazón de mi madre...
EL AGUA
Agua sin mancha, agüita,
agua de la montaña,
fresca, sana, limpita,
canción de la cabaña.
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Agua milagro, agüita
de pila bautismal;
borra y deja limpita
la mancha original.
EL CABALLO
Patitas como palancas
mueven la tierra debajo;
no hay monte, río ni cima
que detengan su carrera.
Caballito saltador,
devorador de distancias:
¿quién pudiera en él saltar
la tranquera de las penas?
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Autor: ZOILA ESPERANZA PALACIO
CANTA
Si "cantar es pensar", no pierdas tiempo.
Canta al amanecer, cuando la brisa
también saluda a Dios. Da tú el ejemplo,
canta sin preguntar a nadie nada.
LOS CONEJITOS
Por el monte arriba,
en la verde fronda,
muchos conejitos,
juegan a la ronda.
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a las escondidas.
Marchóse a la orilla
de un charco cercano,
lugar frecuentado
cuando entra el verano.
Allí veraneaban
las ranas bañistas
carmín y menjurjes
y dengues de artistas.
Y en danzas y brindis
y muchas canciones
pasaron los días
de las vacaciones.
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Autor: FLORENCIO DELGADO ORDÓÑEZ
Duérmete mi vida,
duérmete nomás,
que mañana tienes
conchitas del mar.
Angel de la Guarda
acuéstate aquí,
porque niños y ángeles
tienen que dormir...
LA ABUELITA
¡Lo dulce que es la abuelita
cuando se pone a contar
que calzó la Cenicienta
su zapato de cristal!
Cuenta La Caperucita
y se siente estremecer,
cuando se come a la abuela
el terrible lobo aquel...
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de Pulgarcito, de algún
dragón que mató con lanza
el bravo Príncipe azul...
No te escondás, mi negrito,
que ya te voy a buscá
y si la tunda te encuentra,
la tunda te va a entundá.
Y no te dejés de naide,
respétame solo a mí,
porque ya viene la tunda,
la tunda ya va a vení.
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¡La tunda ya va a llegá!
Si el río te va a tragá,
dale que dale y más dale
y no dejes de bogá;
bogá muy duro nomá,
bogá muy duro nomá.
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y de la orografía del tejado.
Después, no sé...
Y cuando esté ya muerto, baja a verme.
Picotea en mi lengua sin cuidado.
Encontrarás en ella las palabras
de amor que ahora se me escapan
y las letras de un nombre amado: Laura.
BARQUITOS DE PAPEL
¡Se van! Se van los barquitos
de blanco, frágil papel;
livianos y pequeñitos,
sin rueda ni timonel.
PATITOS
Ya vienen, como las góndolas,
los patos a la distancia.
Signos de interrogación
sus largos cuellos al agua...
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El paisaje en la corriente
desdobla su bella capa.
QUIERO COMPRAR
Yo tengo cinco centavos
y quiero comprar el sol,
con un pedazo de cielo
muy azul, azul, azul...
LUCIÉRNAGA
En el pizarrón de la noche
escribes tu alfabeto de luz.
MORA
Redonda y arrugada,
en su entraña agridulce
la miel está enojada.
DOÑA COL
Doña col se fue al mercado
con su alegre repollón
a vender sus enagüitas
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y su verde camisón.
LA CEBOLLA
¡Qué elegante la cebolla,
vestida de celofán!,
pero no sé por qué llora,
ni por qué me hace llorar.
Tiempo de vacaciones
Pajarito de papel,
mi cometa sube y sube,
a lo lejos me saluda
cuando se prende en la nube.
Pajarito de papel
que va a posarse en el monte,
se tiñe de plata y oro,
se engasta en el horizonte.
En su cordel yo le envío
un secreto telegrama,
pajarito que se escapa
por encima de la rama.
EL GALLO ES UN GENERAL
Con charreteras doradas
el gallo es un general,
vestido de azul y rojo,
vestido de cielo y miel.
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Gallito de azul y rojo,
general en su cuartel,
ningún general le iguala,
gallito de cielo y miel.
A la ronda ronda,
que la madrugada
dejará un lucero
temblando en tu almohada.
A la ronda ronda,
ya sale la luna,
mi canto esta noche
rondará tu cuna.
Cuando salta,
salta largo,
se le cae
el pantalón.
SE MURIÓ LA BRUJA
Pataplún,
bum,bum,
ya la bruja
se acabó.
¿Cómo se acabó
la bruja?
Cuéntame amiguito,tú.
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Se cayó en una burbuja
porque el gato
la empujó.
RONDA
Para mi hijo Iñigo
A contar estrellas
con loco croar
aprenden las ranas
en el totoral.
El rocío danza
uno, dos y tres,
con pasos de azúcar,
cuatro, cinco y seis.
La luna redonda
se ha puesto a rodar
y semeja el cero
que quiere jugar.
Y el búho maestro
cansado de hablar
se durmió en el árbol
para terminar.
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Autor: LUIS FALCONÍ HIDALGO
LUCIÈRNAGA
Caminante
de la noche,
la luciérnaga
parece
una estrellita
volante.
Una linterna,
un farol,
un avión
de luces blancas
que va a dormir
en la flor.
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odio la guerra,
busco la paz...
EL COLIBRI
Barrilito de colores,
repleto de rubia miel;
rubricas en las corolas
con nacarado pincel.
Helicóptero de plumas,
suspendido del jazmín;
tu territorio de vuelo
comprende todo el jardín.
LA ABUELA
Una cosecha de ternura crecía en sus pupilas.
Mi abuela tenía un silencio de estrella
y una canción guardada en su palabra.
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camina por las noches en los bosques del cielo
y que de tarde en tarde nos deja en el viento
el idioma de los astros.
CARACOLITA EN MI MANO
Caracolita en mi mano,
verde, rosada y zafir,
caracolita preciosa
que en la playa recogí.
Caracolita en mi mano,
flor de cielo,
flor de mar;
estrellita de la playa,
florecita de azahar.
Caracolita en mi mano,
contigo voy a jugar;
danzaremos en la playa,
nos pondremos a cantar.
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AUTORA: DIGNA DE LABASTIDA
ARRIBA Y ABAJO
Mi lindo columpio
meciéndome está,
arriba y abajo
me empuja mamá.
En el sube y baja
me quiero quedar,
arriba y abajo,
¡qué lindo es jugar!
SIANNA Y LA ARAÑA
Para Sianna, naturalmente
Había una vez una señora araña
que para evitar visitas importunas
tejió a la puerta de su casa
con hilos de cristal y niebla
una tela de araña.
2
Y sucedió que subieron al monte
donde la señora araña moraba,
ingenuos, alegres, juguetones, expedicionarios,
y entre ellos iba Sianna.
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con caballos que hablaban.
Gustaba todavía de muñecas
y adoraba a su oso. Pero nada la alegraba
tanto como acariciar la testuz de un ternerito,
amaestrar a sus perros y saltar de la cama
para ver si habían dormido bien los pájaros.
Pero he aquí que nuestra Sianna
que con tanta ternura quería a sus animalitos,
tenía miedo y horror de muchas alimañas.
3
Sianna, atenta a cuanto se movía,
vio, claro, el hoyo de la araña
abierto al borde del empinado senderillo
y velado con su velo de plata
que, para evitar visitas importunas,
había tejido la prudente anciana.
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Sianna no vio nada,
pero escuchó la voz que venía del hoyo
y que severa y grave la increpaba:
“Pequeña: que una niña tan bella,
tan fina, buena y preocupada
por el ternero y el cusumbo y los ratoncitos
y los perros, escritora de historias y fábulas...”
“Y tú cómo lo sabes?”
“No me interrumpas –dijo la araña-,
que tú, tan sensible y dulce,
hayas querido destruir mi casa
o romper el cortinaje doble
con el que protegí su entrada...
o, peor, si intentabas matarme
a mí, pobre e indefensa ciudadana!”
5
Sianna se arrodilló en la tierra
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y acercó su rostro a la entrada.
Con dedo trémulo apartó jirones de cortina,
cristalillos y gasas
y aprendió más secretos en un día
que aprendiera en semanas.
LA PALMERA
Jirafa que buscas nubes
para alcanzar un jirón
del cielo marino y puro,
de la marina extensión.
Puntero de la distancia
que señalas el lugar
en donde mueren las olas
cansadas de navegar.
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Eres escala viajera
que sube a la inmensidad,
almena del nuevo día
y faro de claridad.
LA COMETA
Mi pompita de jabón,
mostrando su tez lozana,
se ha asomado a la ventana
para mirarse en el sol:
ha querido ver el cielo,
vestida de terciopelo,
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con timidez y arrebol.
Mi pompita de jabón
se desliza y desvanece
en el rayo matinal,
y en ese fugaz segundo,
lentamente se diluye
su figura de cristal:
poco, poco me duró
mi pompita de cristal...
ARAÑITA TEJEDORA
Textil y mansamente
doña araña camina
costureando el medio ambiente
con el telar de su espina.
Ovillo de violetas,
bailarina del tumbado,
escalofrío en muletas
bigote de Rey asustado.
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tizón
LA COLIFLOR
Coliflor:
¿por qué te pones
peluca blanca
y rizada?
EL BORRICO PREGUNTO
Campanas nuevas de Oriente
anunciaron Navidad.
Y para los niños pobres
¿qué campanas sonarán?
PASEO GATUNO
El gato pasea en la noche
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sus intenciones hambrientas,
anda buscando residuos
y una gata compañera.
En eso se le aparece
esa linda gata negra
y le maúlla corazones
bajo la luna lunera.
Se retiran satisfechos
por la riquísima cena,
a continuar su paseo
bajo la luna lunera...
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Autor: RAÚL ARIAS
LA RANA LEONORA
La amiga ranita
repica y repica
muy de mañanita.
La rana Leonora
retoca y retoca
como en la tambora.
Otea y otea
desde su azotea.
La rana Leonora
es una inventora,
toca, toca, toca
por un cuarto de hora
sextetos, tercetos,
versificadora.
Y en esa azotea
desde donde otea
inventa e inventa
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sonoros poemas.
La rana Leonora
y los niños pueden
crear, recrear
ese inmenso verso
que en el universo
corre, suena, vuela.
LA GAVIOTA
La gaviota ondea
sus alas de plata
en el ancho cielo
de tul y escarlata.
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como centinelas
de un barco de azahar.
DIENTÓN
La chiquita tin
tiene un diente ton.
¡Oh qué diente tin,
chiqui chiqui ton!
Yo te contesto mamá,
la sopa de caramelo...
VAMOS A VER
Vamos a ver
qué puedo yo con la mano hacer:
un conejo, una araña
y y una tienda de campaña.
Vamos a ver
qué puedes tú con la mano hacer...
USA LA IMAGINACIÓN
Una vara laaarga y fea,
sin alma ni corazón,
en un abrir y cerrar de ojos
puede transformarse en regla,
en escopeta o bastón.
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También puede convertirse en remo,
en espada o bandolón.
NUESTROS NIÑOS
Los niños esmeraldeños
son chocolate
en la piel,
con dentadura
de coco,
su sonrisa
es cascabel.
Estos niños,
mar y brisa
son de un profundo querer,
con un alma
siempre pura,
chocolate, coco y miel.
EL LORO
Allá en lo alto de un árbol
estaba un loro glotón,
lirín, lirón,
comiendo guayabas verdes,
verdes como su color,
verdín, verdón.
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EL ZANCUDO
Un zancudo patilargo
tocando está su corneta,
un zancudo patilargo
que no monta en bicicleta,
un zancudo patilargo
de gorrita y pantalón,
un zancudo patilargo
largo, larguín y largón.
El río se va corriendo
por entre sauces y olivos
y las flores le comentan
mil cositas al oído.
I
LOS SUEÑOS DE NATALIA
De tanto jugar, cansada,
aunque plácida y risueña
Natalia sueña que sueña
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mientras navega en su almohada.
Ha encontrado la manzana
por la que el niño lloraba
y al devolvérsela, acaba
su llanto y el de Santa Ana.
Después va a la dulcería
con dos niños en un coche:
uno ha nacido de noche,
otro ha nacido de día.
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II
Se despierta, temblorosa,
y piensa: “Fue solo un sueño”...
Se cobija y, con empeño,
vuelve a dormir, presurosa.
El País de Maravillas
tiene de inocencia un manto
y el serenísimo encanto
de las cosas más sencillas:
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De tanto contarle cuentos
se cansa y bosteza el hada:
ya no se le ocurre nada,
¡se agotaron sus inventos!
PARODIA
Estos son los versos que escribe la abuela.
Esta es la caja de madera donde esconde los versos que escribe la abuela.
Esta es la clave que abre la caja de madera donde esconde los versos que escribe
la abuela.
Esta es la llave que entra en la clave y abre la caja de madera donde esconde los
versos que escribe la abuela.
Este es el bolsillo que guarda la llave que entra en la clave y que abre la caja de
madera donde esconde los versos que escribe la abuela.
Y éste es el niño David:
que encuentra el bolsillo que guarda la llave que entra en la clave y que abre la
caja de madera donde esconde los versos que escribe la abuela.
SUSI, LA SERPIENTE
A Susi serpiente le duele la muela.
Su mami le dice: no irás a la escuela.
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Susi, la serpiente, ha ido al dentista,
de vuelta a la escuela ya se encuentra lista.
MI CASA
Mi casa es violeta como una mañana,
con ladrillos rojos de almíbar pintados;
se acurruca el sol contra sus ventanas
y duerme la siesta entre las almohadas.
NANA
Duérmete mi niña,
carita de cielo:
duérmete pensando
que tu sueño velo.
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no quieren dormir:
¿acaso prefieres
canciones oír?
Duerme ya chiquita,
en la cuna de oro:
tu madre, de cerca,
vela su tesoro.
Duerme ya muñeca,
ricitos de seda:
duerme; tu camita
ansiosa te espera.
Durmióse mi niña
mirando la luna,
mientras yo mecía,
riendo, la cuna.
Durmióse mi niña,
Mi hija adorada;
mi amor, mi locura,
mi ser más amado.
Sus ojitos negros
ya no me miraban:
dormía mi niña,
conmigo soñaba...
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Las vacas se preocuparon
de suceso tan notable
y sacaron un acuerdo
en pro del agua potable.
LA TRAVESÍA
Travieso o tramposo
trepé al triqui traca
de un tren.
¡Qué trasto,
qué trasnoche!
Trepidaba
a troche y moche,
como trueno
que tritura.
En un trecho,
¡qué tristura!,
tres traidores
me trincaron
y tras tramar
su tropelía
(tributo a mi travesía),
como a truhán
me trasquilaron.
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MI CABALLO BAYO
Orilla el llano mi caballo bayo,
su cabello hollado de estrellas
brilla en el valle vallado.
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