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Buen día en el Señor

Hace muchos años escribiendo, con una esperanza cada vez que doy el click a ENVIAR: que sea
una pequeña voz que anime en este caminar.
Hoy quisiera que esto que escribo lo lean muchas personas, porque es un gran regalo de Dios
del cual soy testigo, así como Rosario, la mamá y Andrea, hermana menor de Agustín, Agustín
(niño de 8 años fallecido hace algunos meses), y Jahir; una hermosa y gran manifestación del
amor de Dios para con nosotros.
En este tiempo, en medio de mis tareas, he asumido como tarea efectiva el visitar a Elena, la
mamá de Jahir, una vez por semana. Lo que te contaré ocurrió algunas horas luego de la
muerte de Jahir, niño de 13 años al que acompañe en esta última etapa de su vida.
Rosario hace algunos meses pidió oración por Agustín, ella compartía con la mamá de Agustín
en un grupo de oración en su parroquia.
La noche que falleció Jahir, Rosario me escribió por whatsapp para decirme que la acababa de
llamar la mamá de Agustín para decirle que su hija se le había acercado para decirle que
Agustín le pidió que nos avisara que Jahir está con él, junto a Jesús.
Leí esto que me contó y no supe como tomarlo, no le pregunté nada a Rosario, pensé que
quizá la mamá de Agustín en algún momento había orado por Jahir y Andrea pudo haberla
escuchado y, en un momento de ternura infantil, le dio aquel mensaje a su mamá (aunque
reflexionando, no creo que la mamá le hubiera dicho a Andrea que Jahir había muerto, si
tenían tan cercana la muerte de su hermano, entonces ¿qué pasó?).
Al día siguiente, en el camino al velorio de Jahir, le escribí a Rosario. Quería contarles a los
papás de Jahir lo que Rosario me había escrito, sin embargo, tenía dudas y no quería transmitir
un mensaje consolador pero falso. Le escribí a Rosario, para que me confirme lo que me había
escrito y ella no solo me lo confirmó si no me dio más razones que demostraban que aquello
no fue una ilusión infantil sino una hermosa realidad que nos confirmó la existencia de un
mundo espiritual, en el que creemos por fe, Dios nos regaló una evidencia real.
Rosario me confirmo la veracidad de lo escrito, a ella le sorprendió la llamada que recibió de la
mamá de Agustín porque no es cercana a ella, como para llamarla de un momento a otro, y
por otro lado, dado el proceso que están pasando ellos por la muerte de Agustín, la mamá
nunca le mencionó a Andrea el nombre de Jahir, ella no sabía nada sobre Jahir.
Con esa confirmación, hablé con los papás de Jahir para darles el consuelo de saber que su hijo
estaba en el cielo, con Agustín, con Jesús. En medio del dolor que experimentaban, asumimos
con alegría esta hermosa verdad, Jahir ya está en el cielo, confirmado por otro niño que
también goza con él de la presencia de Jesús, quién no quisiera tener esa confirmación de
saber que su ser querido vive la vida eterna en el cielo.
Este hecho ha sido un gran regalo de Dios, para los padres de Agustín y los de Jahir y para todo
aquel que lo lea. Te envío en el adjunto, el texto que compartí con Rosario.
Damos gracias a Dios por regalarnos esta confirmación queridos hermanos y hermanas, somos
peregrinos en este mundo, el cielo es la meta.
Que tengas siempre sonrisas que dar y recibir, signo del amor de Dios en ti para los demás.
Katya – El Pequeño Servicio

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