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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERÍA QUÍMICA E


INDUSTRIAS EXTRACTIVAS

ESTANCIA Y PRÁCTICA PROFESIONAL III

HISTORIA DE LOS HIDROCARBUROS EN MÉXICO

PROFESORES:
Ing. Héctor Valdés Pérez / Ing. Estelio Baltazar Cadena

GRUPO 4PV81

EQUIPO 8
ALUMNOS:
Jordi Alberto Flores Cervantes
Kelli Neri Aguilar
José Eduardo Estrada Morales
Braian Alberto Salazar González

FECHA: 8 de mayo de 2019


México ha sido un país que históricamente ha entregado sus principales recursos
naturales a gobiernos y compañías extranjeras. De los 496 años del periodo que
van de la caída de Tenochtitlán hasta el día de hoy[1], sólo durante 76 años
México había gozado de una libertad relativa para disponer de sus propios
recursos; me refiero a los 76 años del periodo que va desde la nacionalización de
la industria petrolera el 18 de marzo de 1938 hasta la aprobación del último
dictamen de la legislación secundaria de la reforma energética en 2014. A partir de
la aprobación de esta reforma energética, México ha retornado al grupo de países
considerado por las teorías del desarrollo económico como una economía
periférica en vías de desarrollo –grupo del que con tanto trabajo se había luchado
por salir y por mantenerse en la ruta hacia convertirnos en una economía central.
Ese retorno al subdesarrollo periférico es en esta ocasión, a diferencia de en el
pasado, un acto voluntario. La voluntad de ese acto proviene de quienes
encabezan el actual gobierno mexicano.

El grado de dominio de los países desarrollados sobre los recursos


naturales de los países en vías de desarrollo es lo que define el despegue
económico de estos últimos. La historia de México está marcada por ese dominio.
Durante la colonia hubo una extracción de 300 años de nuestros recursos
mineros; durante el México independiente nos quitaron la mitad del territorio, el
cual contenía vastos yacimientos de metales preciosos en California e
hidrocarburos en Texas; el México del porfiriato y de los primeros gobiernos
posrevolucionarios fue un México de creciente despojo de petróleo y gas natural
por parte de empresas extranjeras con la respectiva injerencia de sus gobiernos.
Sin embargo, el 18 de marzo de 1938, México logró arrebatarle a empresas y
gobiernos extranjeros la propiedad y dominio de nuestro sector energético. No
obstante, a partir de 1980 se comenzó a perder nuevamente el control nacional del
sector hasta desembocar en la actual pérdida total de la soberanía energética.

De la colonia al porfiriato
El principio de propiedad y dominio del Estado sobre los recursos del subsuelo
proviene del propio orden colonial. Las Bulas de 1493 del papa Alejandro VI y
después el Tratado de Tordesillas entre España y Portugal proporcionan el
fundamento legal de la propiedad del Estado sobre las riquezas descubiertas en
las colonias, incluyendo los recursos del subsuelo. Las Siete Partidas de Alfonso
el Sabio, las Ordenanzas Mineras de 1563 de Felipe II y las Ordenanzas de
Aranjuez de 1873 definían que la Corona no podía ceder la propiedad sobre estos
recursos, que los propietarios del suelo no lo eran del subsuelo y que sólo la
Corona podía autorizar la explotación de los recursos del subsuelo. Hasta acá,
esta propiedad es estatal pero de una metrópoli extranjera.

La independencia de México, consumada en 1821, traslada la propiedad de


esa riqueza al naciente gobierno mexicano. El Tratado de Córdova, firmado entre
Agustín de Iturbide y Juan O´Donojú unos meses antes de consumarse la
independencia, transmitió del estado español a México todos los derechos de la
corona sobre el hasta entonces Virreinato de la Nueva España, incluyendo los
recursos del subsuelo.

Esta propiedad y dominio de la Nación sobre los recursos del subsuelo


prevaleció a lo largo del siglo XIX, hasta que en 1884 el gobierno de Porfirio Díaz
promulgó el Código de Minas de los Estados Unidos Mexicanos, lo cual inicia el
traslado a particulares de los derechos sobre el subsuelo. En 1892 se profundiza
la privatización del sector energético del país cuando el gobierno de Díaz
promulga el Código de Minero de la Republica Mexicana, que establece que sólo
el dueño del suelo explotará libremente los combustibles minerales –siempre y
cuando cubra el impuesto sobre propiedades federales. En 1901 se expide la
primera Ley del Petróleo, que permite otorgar permisos a empresas y particulares
para explotar terrenos que son propiedad de la nación.

De la Revolución al maximato

En 1911, las compañías extranjeras aprovechan esa Ley del Petróleo e inician una
fuerte expansión en México. Aún con la salida de Porfirio Díaz del poder, ni los
gobiernos de Francisco I. Madero ni de Victoriano Huerta lograron imponerles
exitosamente impuestos a estas compañías. Madero intenta imponerle a las
compañías petroleras un gravamen de veinte centavos por tonelada de petróleo y
les ordena que se registren y declaren el valor y la composición de sus
propiedades. Pero las compañías petroleras reaccionan solicitando la intervención
del gobierno de los EUA. El gobierno cede ante las presiones de los EUA y aplaza
la aplicación de estas disposiciones. Este impasse se sumó a la lesión de los
intereses de los EUA en otras áreas, por lo que se propicia el golpe de Estado de
Victoriano Huerta bajo el apoyo del embajador de los EUA en México Henry Lane
Wilson. El nuevo gobierno de Huerta se ve obligado a enfrentar la falta de
recursos de la hacienda pública con un aumento de 65 centavos de dólar por
tonelada de petróleo. Esto provoca la enemistad de las empresas petroleras y del
gobierno de los EUA; lo cual, combinado con el intento huertista de apoyarse en
Alemania (potencia enemiga de EUA en la Primera Guerra Mundial), provoca que
el gobierno del Presidente Woodrow Wilson le pida la salida pacífica del poder a
Huerta.

Aunque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, en su


artículo 27, restituyó a la Nación la propiedad de las riquezas del subsuelo, los
primeros gobiernos mexicanos postconstitucionales no pudieron hacer efectivo
este artículo a las empresas extranjeras. Las compañías petroleras extranjeras
formaron la Asociación de Productores de Petróleo en México, que usó todas sus
capacidades de cabildeo con el gobierno de los EUA para lograr que en la práctica
el artículo 27 constitucional no se les aplicara. La soberanía sobre nuestras
riquezas del subsuelo, estipulada en nuestra constitución de 1917, primero fue
puesta a prueba en 1918 cuando, siendo presidente de la república Venustiano
Carranza, se les imponen nuevos impuestos a los empresarios petroleros. Estos
impuestos consistían en una renta anual y 5% de regalías sobre todas la tierras
petroleras explotadas por los propietarios de la superficie o sus arrendadores. En
respuesta, la Standard Oil, que en reiteradas ocasiones había recurrido a la
petición de intervención militar de los EUA alegando lesión a sus intereses en
México, financió la rebelión de Manuel Peláez en la Huasteca. Lo anterior tenía el
objetivo de mantener fuera al gobierno mexicano de la región donde se
concentraban las explotaciones de las filiales de la Standard Oil.
Los gobiernos subsecuentes de Adolfo de la Huerta, Álvaro Obregón, Plutarco
Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortíz Rubio y Abelardo Rodríguez también
intentaron sin mucho éxito obtener tributación de las compañías petroleras
extranjeras. Este último si acaso logró crear la Compañía Petróleos de México,
S.A. (PETROMEX), una empresa con participación del gobierno y de
inversionistas privados, con el fin de abastecer la demanda nacional a precios más
accesibles para los mexicanos.

La expropiación
Los grandes avances inician con el gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas del Río,
quien en 1935 formó el Sindicato de Trabajadores Petroleros en la República
Mexicana (STPRM) y en 1937 crea la Administración General del Petróleo
Nacional (AGPN). El STPRM exigió pronto un contrato colectivo del trabajo a fin
de homologar salarios, prestaciones y condiciones laborales entre todas las
compañías petroleras. Luego de una negociación fallida en que las petroleras
alegaban no tener capacidad financiera para cubrir esas demandas, el sindicato
inició una huelga. La Junta de Conciliación y Arbitraje (JCA) intervino por medio de
un peritaje para determinar si las petroleras tenían la capacidad financiera para
responder a esas demandas laborales, desembocando en un laudo que
determinaba que sí tenían la capacidad. Las petroleras no aceptaron el laudo y se
ampararon, pero la Suprema Corte de Justicia confirmó el laudo. El gobierno de
Cárdenas intentó mediar, pero el rechazo de las petroleras continuó. Ante ello, los
trabajadores pidieron ante la JCA, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, que se
cancelaran los contratos entre las petroleras y el sindicato, lo cual se realizó el 18
de marzo de 1938. El Presidente Cárdenas, ese mismo día, decretó la
expropiación de la industria petrolera. Si bien es cierto que el mérito de Lázaro
Cárdenas es extraordinario, el contexto internacional nos jugó a favor. Alemania
llevaba dos años de haber empezado a violar sus compromisos del Tratado de
Versalles. Ello, en la práctica, era una provocación abierta de guerra contra los
países aliados. Justo en marzo de 1938 Alemania eleva el tono de sus amenazas
al llevar a la práctica su Anschlusspolitik (política de anexión, en alemán), por
medio de la cual Alemania se anexa Austria y de ahí continúa anexándose
territorios de Checoslovaquia y Polonia. Esta tensión en Europa hace que el
gobierno de los EUA calcule inapropiado invadir México ante la expropiación de la
industria petrolera; abrir otro frente de batalla habría sido demasiado, incluso para
ellos. Esta es la coyuntura global que aprovechó perfectamente el gobierno
mexicano de aquel entonces.
El gobierno mexicano crea el 7 de junio de 1938 la empresa Petróleos
Mexicanos (Pemex) y su distribuidora, inaugurándose en 1940 la primera refinería
nacional: la refinería de Poza Rica. Seis años después se inaugura la refinería de
Azcapotzalco y cuatro años después las refinerías de Salamanca y Reynosa. Esto
es, se construyeron cuatro refinerías en dos sexenios. En 1965 se crea el Instituto
Mexicano del Petróleo y en 1976 comienza la explotación de depósitos
submarinos en la Sonda de Campeche y la constante exploración submarina da
pie a la conformación del complejo Cantarell.

Las altas tasas de crecimiento económico observadas en México entre 1960 y


1972 hubieran sido imposibles de alcanzar sin el dominio del Estado mexicano
sobre las industrias petrolera y eléctrica.

La sublevación de la OPEP
Sin embargo, ¿dónde comenzó a desacelerarse este tren del desarrollo
económico mexicano, que tanta velocidad había alcanzado? Para responder a
esta interrogante ahora iniciaré explicando el contexto internacional.

En 1973 estalla la crisis internacional del petróleo. Como represalia al apoyo de


EUA y de varios países europeos a Israel en su guerra contra la Liga Árabe, los
países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
–de mayoría árabe- impusieron un embargo de ventas de petróleo a EUA y
Europa. Esa reducción en la oferta mundial de petróleo elevó dramáticamente los
precios internacionales del petróleo. Ante ello, las economías desarrolladas
entraron en una seria crisis energética que comenzó a colapsar sus sistemas
productivos, lo cual llevó a estos países a una dura crisis.
La trampa crediticia
EUA tenía que encontrar una fuente alternativa de abastecimiento de petróleo, y
pues pensaron en México nuevamente como parte importante de su solución. La
primera jugada que hace EUA al respecto es prohibirle a México que se adhiriera
a la OPEP. La segunda jugada consistió en presionar a que México se adhiera a
la Agencia Internacional de Energía (AIE), liderada por los EUA y por varios países
europeos. El compromiso adquirido por México ante la AIE consistió básicamente
en incrementar las exportaciones mexicanas de crudo a cambio de empréstitos
(¡vaya trampa para un subdesarrollado!). Así pues, México tuvo que renunciar a su
estrategia de las décadas previas de aprovechar sus hidrocarburos como palanca
para su desarrollo. Por eso, el sexenio de Luis Echeverría se caracterizó por
fuertes inversiones petroleras (financiadas con créditos del extranjero) orientadas
a la producción de crudo para la exportación a, principalmente, los EUA. Para
finales del sexenio de Echeverría el gobierno mexicano ya se había endeudado a
niveles históricamente irresponsables. De pronto, con el súbito incremento de las
tasas mundiales de interés, el valor de la deuda externa mexicana se disparó a
niveles inmanejables, por lo que finalmente el gobierno de Echeverría, saltando de
la sartén al fuego, recurrió a refinanciamientos con el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Lo anterior sólo agravó más la situación, pues el gobierno mexicano del sexenio
siguiente (José López Portillo) fue entrando cada vez más en apuros para
amortizar y pagar el servicio de la deuda externa, por lo que la presión sobre
nuestros hidrocarburos aumentó: ahora había que sobreexplotar cada vez más los
yacimientos petroleros mexicanos para obtener divisas por exportar ese crudo,
creando un círculo vicioso de agotamiento de yacimientos, exportaciones, pagos
de una deuda externa sin fin, abandono de la estrategia de industrialización del
país y necesidad de explotar nuevos yacimientos.

La paulatina transferencia de negocios a extranjeros


Desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y hasta la reforma energética de
2013, la política petrolera nacional se fue reorientando, cuyas principales
características podríamos resumir en los siguientes puntos:

1. El secuestro del sindicato petrolero, por el cual, hasta hoy, este sindicato opera
en un estado de corrupción y sometimiento permanente. En 1989, al poco tiempo
de llegar a la Presidencia, Carlos Salinas de Gortari metió a la cárcel al líder del
sindicato petrolero Joaquín Hernández Galicia, alias “La Quina”. Con ello elimina
la principal oposición que había ante él para modificar el contrato colectivo de
trabajo, de forma tal que lo flexibilizara y permitiera la contratación de empresas
particulares nacionales y extranjeras para realizar actividades que desde 1938 se
reservaban a Pemex y sus trabajadores. Con ello dio inicio una nueva época
de contratismo de empresas extranjeras sin precedentes desde la expropiación.
2. El control de la producción y comercialización de petroquímicos pasó de
PEMEX a una amalgama de empresas extranjeras (sexenio de Carlos Salinas
de Gortari). Una vez eliminados los obstáculos que eventualmente habría
representado el sindicato petrolero, dio inicio un contratismo desmedido que abrió
las puertas e niveles insospechados de corrupción entre funcionarios y empresas
extranjeras hasta el día de hoy. Esto se basó en la reclasificación de la lista de los
16 productos petroquímicos producidos por PEMEX, reclasificando ocho de ellos
de petroquímicos básicos (reservados para producción exclusiva de PEMEX) a
secundarios (lo cual autorizó que empresas extranjeras los produzcan desde
entonces)[2].
3. Los ingresos de PEMEX se convirtieron en el principal financiador del
gobierno pero no del desarrollo. Una vez renegociada la deuda externa
mexicana y reestructurada por medio de los llamados Bonos Brady, la presión de
la deuda externa fue disminuyendo año con año desde finales de los ochentas. Sin
embargo, los hidrocarburos del país no volvieron a ser usados nunca más como
palanca del desarrollo económico nacional. En su lugar, los hidrocarburos fueron
vistos como “fuentes de divisas” para financiar el presupuesto federal. Esto abrió
la puerta a la desgravación impositiva de las grandes empresas de los amigos de
los dos partidos que desde entonces han estado en el poder: PRI y PAN. Este
Estado se fue desentendiendo de su misión de desarrollador y se dedicó a obtener
dinero fácil de las exportaciones de crudo, dinero que a la postre sabemos que no
se tradujo en inversiones productivas, sino que se destinó predominantemente a
gasto corriente, a despilfarros electorales y a corrupción.
La Reforma Energética de 2013-2014

Finalmente, la Reforma Energética de 2013-2014 consiste en un conjunto de


modificaciones efectuadas a la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos en sus artículos relacionados con el sector energético. Esas
modificaciones, en esencia, consisten en:

1. Se elimina la facultad exclusiva del Estado mexicano en la propiedad, dominio


directo y derecho de explotación integral de los hidrocarburos y de la generación
de electricidad.
2. Estímulos a la participación de empresas privadas nacionales y extranjeras en el
sector energético.
3. Estableció un sistema que estimula el contratismo en materia energética que
desplaza a PEMEX y a CFE, por el cual empresas privadas realizarán las
actividades sustantivas de extracción y explotación integral de los hidrocarburos,
así como la generación, conducción, transformación, distribución y abastecimiento
eléctrico.
4. Aparece la figura de la ocupación temporal y las servidumbres legales, lo que en
esencia legaliza la expulsión por la fuerza de habitantes para la exploración y
producción por parte de empresas particulares nacionales y extranjeras.

[1] En efecto, en 1521 no existía México como tal, pero si observamos el sistema
de administración colonial, ya el Virreinato de la Nueva España deja trazado desde
sus inicios la estructura fundamental sobre la que se erige México (incluyendo
administración pública, crisol racial y lingüístico, asimetrías económicas,
contradicciones de identidad nacional, etc.). Por ello me he tomado la libertad de
unirme al grupo de autores que sostienen la existencia de una continuidad
ontológica de México a partir de ese año.
[2] Pérez García, Alejandro (2008). Pemex petroquímica: situación actual y
perspectivas. En: Pemex, presente y futuro, Suárez Guevara, Sergio,
Petroquímica básica de Pemex: de lo público a lo privado”, Instituto de
Investigaciones Económicas, UNAM.

ENFOQUE A NIVEL MUNDIAL


Modificaciones a la Estructura Orgánica Básica de Petróleos Mexicanos y
sus Empresas Productivas Subsidiarias

Se trata de una administración que tiene claro que la eliminación de los gastos
excesivos e improductivos, también es necesaria para liberar los recursos que
hacen falta para las actividades sustentables de Pemex.
Los cambios a la estructura de Pemex se basa en la reasignación o reagrupación
de las funciones que consideramos repetidas o dispersas; en la compactación o
reubicación de áreas y puestos de trabajo cuyas funciones estimamos que, sin
perder su capacidad técnica y de gestión, pueden realizarse en un nivel jerárquico
inferior y bajo la dirección y línea de mando de otras áreas o puestos que les son
afines o complementarias, así como en la eliminación de aquellas cuyos objetivos
quedaron superados por el cambio de la política energética adoptada por el
gobierno federal que dejaron de tener vigencia.

Objetivo
Optimizar la organización de las áreas del corporativo de Pemex y sus empresas
filiales, mediante la compactación y racionalización de plazas, reduciendo las
líneas de procesos, para hacerlas más agiles y eficientes, y generar ahorros no
solo en los conceptos de sueldos, sino también en los gastos administrativos
ligados a los puestos de mandos superiores como son: oficinas, teléfonos,
mobiliario y equipo, vehículos, personal de apoyo, etc.
En el corporativo de Pemex, aplicar los criterios generales de reorganización,
ajuste y ahorros basados en la nueva política del gobierno federal, que a
continuación se mencionan:
 Por compactación, cancelación de plazas duplicadas y fusiones, se reducen
35 plazas de mandos superiores obteniendo un ahorro de $85.3 millones de
pesos.
 Por eliminar asesores, secretarios particulares y choferes personales, se
reducen 67 ´plazas obteniendo un ahorro de $113 millones de pesos.
 Por eliminar áreas administrativas excesivas se reducen 51 plazas
obteniendo un ahorro de $68.5 millones de pesos.
En total, el corporativo de Pemex se reduce en 153 plazas de estructura con lo
que se obtienen ahorros del orden de $266.8 millones de pesos anuales
adicionales a los conseguidos con el ajuste a los tabuladores de mandos medios y
superiores.
En las empresas productivas subsidiarias; las modificaciones se realizaron a
costos compensados, es decir el recurso que se ahorró al fusionar y compactar
áreas, se utilizó para reforzar otras prioritarias, aunque si se obtuvieron ahorros
por:
 Eliminar asesores, secretarios particulares y choferes personales,
reduciendo 173 plazas y obteniendo un ahorro de $180.8 millones de
pesos.
 Eliminar áreas administrativas excesivas reduciendo 49 plazas, obteniendo
un ahorro de $101.6 millones de pesos.
En total, en las empresas productivas subsidiarias se reducen 222 plazas de
estructura con lo que se obtienen ahorros del orden de $282.4 millones de pesos
anuales adicionales a los conseguidos con el ajuste a los tabuladores de mandos
medios y superiores.
En resumen, la reestructura reduce 375 plazas, con un ahorro estimado de $549.2
millones de pesos anuales.
Actualmente las áreas que apoyan a la dirección general en la conducción
corporativa de Pemex, son las seis direcciones corporativas siguientes:
 Dirección Corporativa de Administración y Servicios
 Dirección Corporativa de Tecnologías de la Información
 Dirección Corporativa de Finanzas
 Dirección Corporativa de Alianzas y Nuevos Negocios
 Dirección Corporativa de Planeación, Coordinación y Desempeño
 Dirección Jurídica
Con la integración de funciones y compactación de plazas, se reducen a las cuatro
direcciones corporativas siguientes:
 Dirección Corporativa de Administración y Servicios
 Dirección Corporativa de Finanzas
 Dirección Corporativa de Planeación, Coordinación y Evaluación Operativa
 Dirección Jurídica

 Por lo anterior, tal como lo observaron en el video, se anuncian las medidas


que se tomarán en forma inmediata en el siguiente Plan Nacional de
Refinación.

 Se rehabilitarán las 6 refinerías.


 1.- El Sistema Nacional de Refinación tiene una capacidad de
procesamiento de 1,540 millones de barriles diarios de crudo y
contamos también con una refinería en Estados Unidos a través de una
alianza con la petrolera Shell. La capacidad de refinación instalada de
Pemex permite cubrir el 70% del consumo nacional, lo que la coloca como
la 16ª compañía de refinación en el ranking mundial.

 Sin embargo, la falta de mantenimiento, falta de inversión y deficiencias


operativas ha tenido como resultado un alto índice de paros no
programados, baja utilización y en consecuencia bajos rendimientos.

 Por ello, Pemex estableció un programa con un adecuado balance de


materia, donde sea capaz de extraer y procesar el petróleo producido,
eliminando las impurezas y los excesos de azufre y con ello abastecer de
carga a las refinerías existentes, cubriendo esta demanda en forma gradual,
conforme se vayan rehabilitando los equipos críticos en cada centro de
trabajo.

 Se tiene el diagnóstico de cada una de ellas y de sus principales equipos,


están listos para ser intervenidos, para ello se ha iniciado como primer paso
el procedimiento de ley para adquirir el refaccionamiento básico, habrá
sustitución en algunos equipos de piezas importantes, mantenimiento de
equipos internos y periféricos, remplazo y sustituciones por equipo nuevo
con tecnología de punta, intervención en sistemas de instrumentación y
control.
 Así como la intervención en equipos dinámicos como compresores,
cambiadores de calor, calentadores, bombas, válvulas, reactores,
regeneradores, sopladores y otros equipos centrales como calderas,
turbogeneradores y torres de enfriamiento.

 La falta de mantenimiento es notoria en el sistema eléctrico de las


instalaciones, razón por la cual en las 6 refinerías se atenderán las
subestaciones eléctricas, tableros, transformadores, edificios y ductos
eléctricos.

 De acuerdo al programa, la Refinería de Salamanca será intervenida en 2


etapas, en la primera se desarrollará el mantenimiento del tren de
proceso para que al final del 2019 sea capaz de producir el 75% de su
capacidad.

 La Refinería de Minatitlán, que recientemente fue reconfigurada, el


programa demanda la atención esencial en este año del cambio de
catalizador y rehabilitar la planta Mina 1 para que aumente la carga a
mediados de año.

 Refinería de Madero, esta es la infraestructura más crítica, tiene más de


un año fuera de operación, sin embargo, se espera el arranque de una
primera etapa el próximo mes de Enero y el tren de refinación número 2
estaremos poniendo en operación en Noviembre.
 Refinería de Cadereyta, la reconfiguración llevada a cabo, arroja el
resultado de un mantenimiento profundo a los equipos dinámicos y en el
segundo periodo de su intervención estará aumentada su capacidad de
procesamiento.

 Refinería de Salina Cruz, derivado de los accidentes e incidentes en sus


instalaciones, se diseñó un programa intenso para reconstruir el sistema de
recibo de crudo y distribución de plantas primarias. Estaremos llevando la
operación en ascendencia en forma paulatina para lograr en diciembre del
2019 una producción de hasta el 70% de su capacidad.

 Refinería de Tula, como parte fundamental se prevé intervenir la planta de


H-Oil que actualmente está abandonada y que es indispensable su
rehabilitación para aumentar la producción de gasolinas, y lograr la
transformación de los residuos de vacío, que hoy son en gran parte
desaprovechados.

 Con estas medidas, en un primer año esperamos disparar la producción en


forma significativa. Y a mediados del 2020 llegar a la meta final de
producción de 600 mil barriles de gasolina por día.

 Como segunda estrategia, se anuncia la construcción de


la Nueva Refinería en Dos Bocas, lo que será la 7º refinería de Pemex,
cuyo objetivo es contribuir a la autosuficiencia energética, maximizar el
beneficio económico y social y detonar el desarrollo en el Sureste.
 Con ello vamos abastecer la demanda nacional del mercado de
combustibles a precios justos, con un sistema de alta eficiencia energética
para producir combustibles limpios cuidando en todo momento el impacto al
medio ambiente.

 Su localización será aquí; en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco. Este es el lugar


ideal debido a que aquí llegan los ductos de petróleo, la materia prima,
proveniente del litoral de Tabasco y de la sonda de Campeche, donde se
extrae el 80% de hidrocarburos en México.

 Se cuenta con la terminal marítima y de almacenamiento de hidrocarburos


más grande del país, infraestructura de Pemex que puede ser aprovechada;
también tiene la gran ventaja de su cercanía con los muelles de carga y
descarga para el despacho de gasolinas hacia todo el país, a través de las
diversas terminales existentes.

 De aquí, podrá salir el producto mediante buques tanques a Puerto


Progreso y satisfacer la demanda en la Península de Yucatán; así mismo,
también podrán salir hacia el Puerto de Tuxpan y de ahí conectar a través
del poliducto hacia el centro de la República, para sumarse al
abastecimiento que cubren las Refinerías de Tula y Salamanca; también
tendrán la opción los barcos de descargar en la terminal de Pajaritos y ahí
conectar al ducto que cruza hacia Salina Cruz, donde se abastece, en gran
parte, al occidente de México.
 Del mismo modo, se tendrá acceso para que se despachen los petrolíferos
por carro tanques, por pipas y por ducto.

 La refinería tendrá una capacidad de procesamiento de 340 mil barriles por


día, manejará un crudo de 22ºAPI, tendrá una tecnología de alta eficiencia
energética. Las 17 plantas de proceso y los 93 tanques y esferas de
almacenamiento estarán edificadas sobre un terreno de 566 hectáreas de
propiedad federal. Cabe señalar que en Pemex ya se cuenta con 7 licencias
de los mejores tecnólogos del mundo; están vigentes y disponibles.

 Esta nueva refinería contará con su sistema de energía eléctrica y servicios


auxiliares, obras de integración de plantas, urbanización, edificios y áreas
verdes.

 Como infraestructura externa se realizará el enlace con la Terminal


Marítima de Dos Bocas, la conexión al gasoducto, se ampliará el acceso
carretero, el alcance a la vía de ferrocarril, así como las obras hidráulicas,
de telecomunicaciones y de saneamiento necesario.

 La organización para la ejecución de la obra, consta de 6 paquetes de


construcción y se contempla seleccionar a las mejores firmas del mundo,
con amplia experiencia en la construcción de refinerías, con las mejores
prácticas de ética, transparencia y profesionalismo.
 Iniciamos este sexenio con la visión de recuperar nuestra posición ante el
mundo, como lo que somos, un gran país; recobrar nuestra autoestima,
nuestro orgullo, y sobre todo estimular el empleo y desarrollo que se ha
rezagado especialmente en la zona Sur-Sureste. Pemex aprovechará sus
valiosos recursos humanos, los activará, capacitará y nuevamente tendrán
un dinamismo profesional para generar escuela de cuadros.

Referencias:
www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/sener-entrega-invitacion-para-licitacion-
de-nueva-refineria-4-empresas
www.pemex.com/ri/Publicaciones/Indicadores%20Petroleros/eimporpetro_esp.pdf
Cuberes, M. 2019. 3 de mayo. «Nanotecnología: actualidad y futuro.».
https://haydychuk.files.wordpress.com/2012/10/nanotecnologc3ada-
actualidad-y-futuro.pdf.
Aldrich, Sigma. 2019. 27 de abril. http://www.sigmaaldrich.com
/catalog/product/aldrich/435465?lang=es&region=MX.
Documento adjunto: bp-energy-outlook-2018.pdf

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