Servicio al cliente: Este tiene lugar en el departamento de ventas mediante la
determinación de las necesidades de los consumidores en relación con el servicio logístico tras la respuesta del cliente al servicio ofrecido. Transporte: Planificación y establecimiento de las rutas de transporte más adecuadas y eficaces, el modo y el medio por el cual se distribuirán los productos. Control de inventarios: Gestión de almacenamiento tanto de las materias primas como de los productos finales, teniendo en cuenta las posibles ventas a corto plazo y, por consiguiente, el tamaño y localización de los puntos de almacenamiento. Además, es importante llevar el control de entrada y de salida de productos del almacén para conocer en todo momento la cantidad de mercancías de las que se dispone. Procesamiento de pedidos: Interacción entre la función de gestión de pedidos y la de inventarios mediante la transmisión de información para confeccionar los pedidos y satisfacer las solicitudes de los demandantes y consumidores. Gestión de información: Recogida y análisis de la información extraída de los procedimientos de control de cada uno de los procesos para optimizar el rendimiento.