Sie sind auf Seite 1von 10

CARACTERISTICAS Y MORFOLOGIA DE LOS ACAROS:

los ácaros constituyen dentro de los artrópodos un grupo relativamente


homogéneo desde el punto de vista anatómico, pero dotados de gran
diversidad biológica, que les permite rivalizar con los insectos en multitud de
ambientes, explotando una gran cantidad de recursos alimenticios.

Forman la subclase Acarina, dentro de la clase Arachnida, con un número


aproximado de 50.000 especies descritas, aunque quedan todavía muchas
por describir. Los artrópodos que forman la clase Arachnida tienen como
principales características el tener 8 patas, no presentar antenas, sus ojos
(cuando los tienen) son sencillos, y tener el cuerpo dividido en dos regiones:
cefalotórax y abdomen.

Los ácaros propiamente dichos son de pequeño tamaño, con dimensiones


que oscilan entre 0,1 y 10 mm. Poseen los cuatro pares de patas
característicos (hay un grupo que es una excepción a esta regla), aunque el
inmaduro recién salido del huevo (llamado larva) tiene tres pares de patas.
Su cuerpo no presenta las divisiones externas en segmentos que se pueden
apreciar en los insectos, aunque algunos grupos mantienen aún una
segmentación muy básica. Los ácaros, a diferencia de los insectos, nunca
han presentado mandíbulas, por lo que la mayoría de las especies no pueden
ingerir sustancias sólidas, sino solamente líquidas o semilíquidas.

Figura 1. Diversos tipos de arácnidos. (a) subclase Scorpiones; (b) subclase


Pseudoescorpiones; (c) subclase Amblypygi; (d) subclase
Opiliones; (e) subclase Araneae; (f) subclase Acari. Las figuras no están a
escala (Liñán, 1998).

Los ácaros se encuentran en casi todos los ambientes. La mayoría tienen


vida libre, es decir, buscan su alimento en muy diferentes hábitats, aunque
también los hay que parasitan a otros seres (hombre, animales, vertebrados,
artrópodos). Los ácaros se encuentran en ambientes terrestres, tanto en el
suelo como en la parte aérea y en ambientes acuáticos (dulceacuícolas y
marinos), y su alimentación es extremadamente variada: los hay fitófagos,
hay también una amplia variedad de depredadores de otros artrópodos,
también pueden alimentarse de la sangre de animales, o pueden ser
saprófagos, polenófagos, micófagos, o necrófagos.

Existen varias formas de dividir el cuerpo de los ácaros, pero aquí vamos a
considerar aquella que considera dos regiones: gnatosoma e idiosoma

Figura 2. Aspecto general de un ácaro, mostrando las partes principales de


su cuerpo (García Marí et al. 1994b).
EL GNATOSOMA : Es una estructura compacta en forma de tubo donde se
encuentran las piezas bucales, que en los ácaros y arácnidos en general se
denominan quelíceros, y los palpos. La función de esta parte del cuerpo de
los ácaros es sensorial y sobre todo dedicada a la manipulación e ingestión
de los alimentos, algo similar a las funciones de la cabeza de los insectos.

Los quelíceros están formados por 3 segmentos en el modelo general,


aunque luego se producen algunas variaciones. Sirven para tomar el
alimento, en algunos casos para trocearlo, y llevarlo hasta el comienzo del
tubo digestivo. Existen dos modelos generalizados de quelíceros, adaptados
a la manipulación e ingestión de alimentos:

quelados-dentados. Es el más generalizado entre los ácaros, caracterizado


por poseer tres segmentos: uno de ellos forma la base del quelícero, mientras
que los otros dos forman los dos dedos de una pinza , en muchos casos
dentada, con los que sujetan y manipulan el alimento.

Figura 3. Aspecto del gnatosoma provisto de quelíceros quelado-dentados,


en este caso de un Gamasida. A, vista ventral del gnatosoma: BG, base del
gnatosoma; Ch, quelíceros; CH, canal del hipostoma; PP palpo; B, corte
transversal esquemático del mismo gnatosoma: bg, base del gnatosoma;
chel, quelícero quelado-dentado; hyp, hipostoma; lab, labro; ph, faringe
(García Marí et al., 1994b).
estiliformes. Es el otro modelo presente en muchos ácaros. Los quelíceros se
han transformado en dos estiletes largos y huecos que el ácaro introduce en
el tejido animal o vegetal, y en una base retráctil, llamada estilóforo.

Figura 4. Aspecto del gnatosoma provisto de quelíceros estiliformes, en este


caso de un Actinedida (familia de los Tetraníquidos). A, vista dorsal; B, vista
transversal; C, vista frontal. ch, quelíceros o estiletes; pp, palpo; pt, peritremo;
r, rostro; sf, estilóforo; sg, estigma (García Marí et al., 1994b).

Los ácaros depredadores y saprófagos suelen tener quelíceros quelado-


dentados con los que sujetan y trocean al alimento. Estos quelíceros no
pueden ingerir directamente el alimento, puesto que no comunican con el
tubo digestivo, por lo que muchos de estos ácaros tienen además unos
pequeños estiletes que atraviesan los tejidos de las presas y ayudan a llevar
los líquidos alimenticios al interior del tubo digestivo. Los
ácaros fitófagos suelen tener quelíceros estiliformes. Se alimentan
generalmente de células epidérmicas y subepidérmicas que vacían total o
parcialmente. Emplean sus estiletes para atravesar la pared celular, y luego
aplican la base del rostro para absorber los fluidos que salen.

Tanto las especies con quelíceros quelado-dentados como aquellas que los
tienen estiliformes inyectan previamente una saliva rica en enzimas
digestivos que realiza una predigestión de alimento.

Los palpos de los ácaros son apéndices sensoriales, y en algunos casos


pueden ayudar a manipular e ingerir el alimento. Están segmentados (con
hasta seis segmentos) y se utilizan en taxonomia. En algunas especies de
ácaros en su interior se encuentra una glándula productora de seda.

El gnatosoma se conecta con el resto del cuerpo mediante una membrana, y


a veces puede retraerse dentro de una invaginación del idiosoma.

EL IDIOSOMA: Es el resto del cuerpo del ácaro. Tiene forma de saco, y en él


se encuentran las patas y todos los órganos internos. En su superficie puede
presentarse el surco seyugal, segmentación externa que mantienen algunos
ácaros, entre el 2º y 3er par de patas. En algunos grupos de ácaros también
tienen un par de ojos simples. Aquí se encuentran también los estigmas
(generalmente un solo par), aunque hay grupos de ácaros que no presentan.

Las patas de los ácaros consta de seis segmentos: coxa, trocánter, fémur,
genu, tibia y tarso, y en este último se encuentra el ambulacro o pretarso de
los ácaros. De los cuatro pares de patas, el primer par de patas puede
adoptar funciones sensoriales, y el ácaro las emplea para palpar y prospectar
delante de él a medida que se va moviendo, de la misma manera que lo hacen
las antenas de los insectos.

En la parte ventral se encuentran los orificios anal (en posición subterminal)


y genital (éste normalmente entre el 4º par de patas), así como una serie de
placas esclerotizadas en número y disposición variable. En la parte dorsal
también puede haber algunas placas. En todo el idiosoma se encuentran gran
cantidad de quetas.

TEGUMENTOS

El tegumento de los ácaros es similar al de otros artrópodos. Tiene la misma


estructura que en el caso de los insectos: una capa interna de células vivas,
la epidermis, la cual segrega la capa no celular o cutícula, que también está
formada por endo, exo y epicutícula, y que es la porción externa en contacto
con el exterior.

Asociadas al tegumento existen una serie de estructuras, los procesos


tegumentarios. Muchos de esto procesos, al igual que en los insectos, son de
carácter sensorial. Las más importantes son las quetas o setas, que son
producidas por células especiales de la epidermis, y que presentan gran
variedad de formas y estructuras. Sus funciones son principalmente táctiles
o quimiosensoriales.

En la mayoría de los ácaros las quetas situadas en la superficie dorsal del


idiosoma forman un patrón característico, y la forma, tamaño y posición
relativa de cada una de estas quetas (lo que se conoce como quetotaxia) son
caracteres muy importantes en la taxonomía de los ácaros.

Otra formación sensorial asociada a la cutícula son los ojos, que se localizan
en la parte delantea del idiosoma, y constan de una sola lente (no son
compuestos como los de los insectos). Su número es de 1 a 3 pares en la
mayoría de ácaros, aunque hay un grupo importante, los Gamasida, que no
tienen.

El tegumento del idiosoma presenta muchas veces una o varias placas más
esclerotizadas, que destacan sobre el resto de la cutícula. Sirven como
inserción de algunos múculos o para proteger al ácaro de la depredación.
También se usan en taxonomía.

CARACTERISTICAS Y MORFOLOGIA DE LAS GARRAPATAS:

Las garrapatas son artrópodos medianos (3-8 mm), aunque las hembras
alimentadas pueden adquirir grandes tamaños (hasta 1 cm), biológicamente
cercanos a las arañas y a los escorpiones (son arácnidos con 4 pares de
patas), que pertenecen al orden Acarina, con el cefalotórax y el abdomen
fusionados, sin antenas, con un par de palpos libres y un aparato bucal,
denominado hipostoma, adaptado a la sujeción y la succión.

El ciclo de vida de estos artrópodos comprende 4


fases: huevos, larvas, ninfas y adultos. Las ninfas son morfológicamente
similares a los adultos (aunque sin desarrollo sexual); las larvas en cambio,
característicamente tienen 3 pares de patas lo que puede inducir a error en
su caracterización.
Este grupo de artrópodos se divide básicamente en dos subfamilias,
diferentes en cuanto a su morfología o a sus hábitos:

 Garrapatas duras: con escudo dorsal y palpos e hipostoma terminal,


lo que significa que se aprecian perfectamente en vista dorsal de la
garrapata. Ixódidos.
 Garrapatas blandas: sin escudo dorsal y palpos e hipostoma
subterminal o ventral, por lo que no se aprecien desde la visión
dorsal. Argásidos.

1. Garrapatas duras (familia Ixodidae):

Tienen un escudo protector duro en la parte dorsal del cuerpo y la parte


anterior (palpos e hipostoma) por la que se alimentan, está a la vista.
Por ello, para distinguirlas, se pueden ver todas sus partes observándola
desde la posición dorsal o superior.
En general están más tiempo unidas al hospedador que las garrapatas
blandas, pudiendo alimentarse durante varios días, hasta que se
desprenden para pasar al estadío siguiente.

Se pueden clasificar en función de la cantidad de hospedadores de los que se


alimenta en su vida en:
CUADRO 1 : tipos y características de ixiodide

2. Garrapatas blandas (familia Argasidae):

Carecen de escudo protector, por esa razón se denominan "blandas", y


tienen la parte anterior (palpos e hipostoma) por la que se alimentan,
situada en la parte ventral o inferior del cuerpo.
Por ello, para distinguirlas, se pueden ver todas sus partes observándola
desde su parte inferior.
En general, tienen más estadíos de ninfa que las garrapatas duras y en
cada uno de ellos se alimentará de un hospedador distinto, en el que sólo
permanecen el tiempo que dura la alimentación. Por esta razón, las
garrapatas duras pican a múltiples hospedadores a lo largo de su vida.
CUADRO 2: tipos y características de argaside

Todas las garrapatas son hematófagas (se alimentan de sangre), cubren


sus necesidades nutricionales sobre vertebrados de sangre caliente (aves y
mamíferos), pero también lo pueden hacer sobre vertebradas de sangre fría
como anfibios o reptiles.

Los hábitos hematófagos diferencian claramente a los dos grupos de


garrapatas:

 Las garrapatas duras suelen quedarse en el hospedador


succionando sangre hasta que se produce la muda, es decir, el
crecimiento del artrópodo de un estadio a otro, en ese momento se
sueltan, pero inmediatamente buscarían otro; hay alguna especie
que permanece en el mismo durante toda su vida. En una palabra,
los ixódidos se alimentan de la sangre de su hospedador de forma
continua y desde que salen de los huevos como larvas hasta que se
desprenden definitivamente fértiles.
 Las garrapatas blandas, únicamente permanecen en el hospedador
el tiempo necesario para cubrir sus necesidades de alimento, sus
hábitos hematofágicos son, por tanto, discontinuos; esta
característica biológica hace que las garrapatas blandas tengan una
gran incidencia como vectores de agentes patógenos.

De forma general las especies de garrapatas están asociadas a un tipo de


hospedador, aunque pueden ser flexibles en estas preferencias.
En cualquier caso, para poder alimentarse las garrapatas necesitan
introducir su aparato bucal en la piel del hospedador. Para asegurar este
proceso, las garrapatas se aseguran a la piel gracias a los dientes
retrógrados que presentan en el hipostoma, que, a modo de anclas, impiden
el retroceso del sistema suctor y aseguran la alimentación y de la secreción
de un cemento que asegura esta pieza bucal dentro de la piel del
hospedador.

El proceso de hemosucción es muy visible en garrapatas blandas, ya que


rápidamente abandonarán al hospedador. En garrapatas duras es mucho
menos aparente y lento.

BIBLIOGRAFIA:

 Baker, E.W. & Wharton, G.W. 1952. An introduction to acarology. The


Macmillan Company. New York.
 Barnes, R.D. 1984. Zoología de los invertebrados. Editorial
Interamericana, México.
 Cordero. D.C.2002. parasitología veterinaria. México: Mc Graw-Hill
interamericana
 Fernández-Rubio, F. 1997. Artrópodos y salud humana. Boletín S.E.A.
 García-Marí, F., Llórens J.M, Costa-Comelles, J. & Ferragut, F.
1991. Ácaros de las plantas cultivadas y su control biológico.
 P. Fernández-Soto (2003 )Garrapatas que parasitan a las personas en
Castilla y León, determinación por serología de su parasitismo y
detección molecular de los patógenos que albergan
 Rodríguez,V. R. Rosado, A.A. et al. 2006. Manual técnico para el control
de garrapatas en el ganado bovino.

Das könnte Ihnen auch gefallen