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Director
Docente – Investigadora
Facultad de Economía
2019.
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Contenido
pág.
Introducción .................................................................................................................................... 4
6. Estimación del costo fiscal de las exenciones tributarias existentes en la vigencia 2011 ........ 24
9. Costo fiscal de los proyectos de acuerdo sancionados en la vigencia fiscal 2011 .................... 26
Lista de figuras
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Introducción
ajuste de los desbalances agregados que se derivaron de la caída de los precios del petróleo. Este
ajuste le ha permitido a la economía consolidar las bases para un crecimiento sostenido. Al finalizar
2018, Colombia habrá corregido su déficit de cuenta corriente a un número inferior al 3%. De
manera similar el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) se habrá reducido a 3,1%
del PIB y a 2,1%, para el Gobierno General, que consolida también las finanzas públicas de las
planteada por el Banco de la República y, en el segundo semestre del año, la economía volverá a
Después de varios años de auge petrolero, entre 2014 y 2018, Colombia resistió y se adaptó a la
caída de los precios del petróleo, la cual trajo consigo una desaceleración en la tasa de crecimiento
de la economía y una contracción en los ingresos del gobierno. Esta coyuntura puso a prueba el
difíciles. Dos choques adicionales hicieron la situación aún más compleja. A la caída de los precios
del petróleo se sumaron la volatilidad de los mercados financieros internacionales, que se derivó
Desde el frente fiscal, la estrategia de política para enfrentar los choques y promover la
contraciclicidad y sostenibilidad, dicha política, utilizó los tres instrumentos de la política fiscal:
disminución del gasto público sin afectar el gasto social ni la inversión estratégica de la Nación,
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generación de empleo, e incremento controlado del déficit fiscal bajo los estrictos lineamientos de
la Regla Fiscal.
En el 2018 se espera que el crecimiento mundial y el precio del petróleo aumenten, con
respecto al año anterior; la economía colombiana mostro un alza directamente relacionada con el
crecimiento mundial y la variación sustantiva del precio del petróleo. Se estima que para el resto
del 2018 la oferta de petróleo supere su demanda en 600KBPD además la caída en los precios en
el Brent está relacionada con las constantes presiones de la producción de EE.UU, el incremento
de las tensiones geopolíticas que se han evidenciado entre EE.UU. e Irán, y la continua
para la canasta colombiana será de 59,5 USD/barril en 2018 el Así, en estos dos años, Colombia
el precio promedio del Brent se ubicaría en 67 USD/barril en 2018, con un diferencial con
respecto al Brent de 7,5 USD/barril, para un precio de la de la canasta colombiana de
59,5 USD/barril.
a nivel mundial se proyecta que para el resto de 2018 la oferta de petróleo supere la
demanda en 600 KBPD, pese al sobrecumplimiento observado del acuerdo por parte de
la OPEP y los demás países vinculados al acuerdo. Estos países cumplieron su meta de
recortar los inventarios mundiales hasta el promedio de los últimos 5 años en abril, por
lo que la OPEP en su último informe oficial mencionó que el fin definitivo de los acuerdos
será a finales de 2018, lo que generará presiones adicionales a la baja. No obstante, se
espera que a mediados de junio los países vinculados al OPEP se reúnan y disminuyan
su meta de recorte de producción o pongan fin anticipado a los acuerdos. Lo anterior,
La caída en los precios en el Brent está relacionada con las constantes presiones de la
producción de EE.UU, el incremento de las tensiones geopolíticas que se han
evidenciado entre EE.UU. e Irán, y la continua disminución de la producción de
Venezuela.
En la construcción de perspectivas para 2018, es necesario considerar el estímulo fiscal
de corto plazo que se espera por parte de la reforma tributaria del gobierno de Donald
Trump. Dicha reforma busca dar impulso al sector industrial y a la inversión por medio
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que por sexto año consecutivo la tasa de desempleo se ubique en niveles de un solo
dígito, preservando de esta manera uno de los principales logros de esta
administración en cuanto a mejorar la eficiencia del mercado laboral.
A manera de conclusión, el balance del mercado laboral en estos ocho años ha sido
positivo, ya que se han logrado avances significativos en mejorar su eficiencia. Tanto
el desempleo como la informalidad han disminuido. La población más beneficiada fue
la población joven, sin educación superior, especialmente en relación a la reducción
del desempleo, aunque también se vieron particularmente beneficiados en términos
de reducción de la informalidad. Igualmente, se han presentado disminuciones en los
meses promedio de búsqueda de empleo. La brecha en desempleo e informalidad
por género y por edades, particularmente para los más jóvenes, aunque se han
reducido, siguen siendo amplias. Se deben continuar proponiendo medidas para que
estos logros perduren en el tiempo y afiancen los esfuerzos realizados en términos
de política pública con el fin de lograr un cierre de brechas. Igualmente, dentro de los
países de América Latina, el desempleo de Colombia es uno de los más altos, solo
superado por Brasil (11,6%), mientras que países como Perú, Chile, y Ecuador tienen
tasas de desempleo del orden del 6,7%, 6,2% y 4,3% respectivamente. Esto nos debe
llevar a buscar nuevas herramientas de política pública que incentiven una mayor
eficiencia en el mercado laboral colombiano, que construya sobre los avances
logrados en los últimos siete años.
Problemática Venezuela
El Gobierno Nacional, en conjunto con las administraciones regionales y locales y las
organizaciones privadas nacionales e internacionales, ha venido adoptando una serie
de medidas con el fin de manejar ordenadamente la situación de migrantes
venezolanos en el país; y se están implementando otras más de carácter integral y
multisectorial. Sin embargo, el Gobierno reconoce la complejidad y la magnitud de la
situación migratoria con Venezuela. Por estos motivos, la presente sección presenta
un resumen ejecutivo de la situación actual en los sectores de la economía que han
sido afectados con mayor intensidad por el choque migratorio; así como los riesgos
que enfrenta la institucionalidad y capacidad de Gobierno General para atender las
necesidades de dicha población:
Salud
Retos de corto y mediano plazo: Enfrentar el impacto de brindar un servicio de
salud integral y universal a la población migrante. Detener la difusión de
enfermedades altamente infecciosas que han sido diagnosticadas en pacientes
venezolanos. A la fecha, se han confirmado 25 casos de sarampión y dos casos de
difteria. Obtener recursos para: i) abastecer el Plan Básico de Atención de
Población Migrante (control prenatal, vacunación, atención de niños, acciones de
promoción y prevención); ii) atender enfermedades de alto costo (e.g. sida,
tuberculosis, enfermedades transmitidas por vectores ETV, hemofilia, asma); iii)
cubrir costos adicionales de atenciones en urgencias
Educación
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Inflación
Entre 2010 y 2018 pueden identificarse dos períodos característicos para el
comportamiento de la inflación. En el primero de ellos, de 2010 a 2014, la inflación se
ubicó consistentemente por debajo del límite superior del rango objetivo (4%),
producto de la política de inflación objetivo y una moneda apreciada. En contraste,
durante el segundo cuatrienio, después del choque que representó la caída en los
precios internacionales del petróleo, la variación de precios presentó una mayor
volatilidad, lo que requirió la acción del Banco de la República con el objetivo de
minimizar el impacto sobre el poder adquisitivo de los colombianos y evitar el
distanciamiento de la inflación de su rango meta
la inflación se ha ubicado en promedio en 4,78% desde inicios del 2014 hasta mayo
del 2018, 0,8pps por encima del límite superior del rango objetivo. Lo anterior, gracias
a la adecuada respuesta de política monetaria llevada a cabo por el Banco de la
República, que elevó su tasa de interés hasta 7,75%, medida fundamental para anclar
las expectativas de inflación y garantizar su convergencia hacia el rango objetivo.
En lo corrido del 2018 la inflación se ha ubicado consistentemente dentro del rango
objetivo del Banco Central. En mayo, se registró una inflación anual de 3,16%, apenas
3pb por encima del dato registrado en el mes de abril, lo cual interrumpe la tendencia
decreciente que venía presentando durante el año. El comportamiento de la inflación
ha obedecido, entre otros aspectos, a la apreciación del peso, que ha aliviado las
cargas en los precios de los transables, cuya inflación ha presentado una tendencia
decreciente desde noviembre 2017, adicional al menor efecto indexación sobre no
transables. Respecto a los últimos, la inflación continúa ubicándose por encima del
límite superior del rango meta (4,85% en promedio en lo corrido de 2018), a pesar de
que su tendencia ha sido a la baja y de que el dato a mayo, de 4,57%, es el menor
desde enero de 2016. Por su parte, el componente de regulados mantiene presiones
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alcistas, con una inflación anual de 5,79% en mayo y con los combustibles como el
componente que ha registrado mayores aumentos en lo corrido del 2018 (7,64% en
promedio), en línea con el incremento en el precio del petróleo
En 2017 el Gobierno Nacional Central (GNC) presentó un déficit de 3,6% del PIB,
consistente con un balance estructural de -1,9% del PIB y un balance cíclico definido por
el Comité Consultivo para la Regla Fiscal (en adelante CCRF) de -1,7% del PIB. El
balance cíclico es negativo debido a que el PIB real observado se ubica en niveles
inferiores a su potencial y a que el precio del petróleo en la vigencia 2016 fue menor al
nivel de largo plazo. El balance estructural reportado es inferior al registrado en 2016
(2,2%), con lo cual se da estricto cumplimiento de la Regla Fiscal, en la medida que se
mantiene la senda decreciente a la que obliga la norma (Ley 1473 de 2011). Para la
vigencia fiscal 2018, se estima que el SPC presente una mejora en su balance de 0,2pp
del PIB, ubicándose en un déficit de 2,2% del PIB. Este resultado es consistente con un
mejoramiento del balance del Sector Público No Financiero (SPNF) de 0,2pp del PIB,
obteniendo un déficit de 2,4% del PIB, el cual incluye el déficit total del GNC de 3,1% del
PIB y el superávit del sector descentralizado de 0,6% del PIB. Producto de lo anterior y
un escenario macroeconómico estable, se estima que la deuda neta de activos
financieros totales del SPNF cierre 2018 en 33,4% del PIB. Asimismo, se proyecta un
superávit primario del Sector Público No Financiero de 0,6% del PIB. En cuanto al
Gobierno General, se estima que cierre la presenta vigencia fiscal con un balance
deficitario de 2,1% del PIB, mejorando 0,3 pp en relación con el resultado registrado en
2017.
El balance estimado para el cierre de la vigencia fiscal 2018 para el SPC es de -2,2% del
PIB, disminuyendo en 0,2pp el déficit. Esto producto de un mejoramiento del resultado
del SPNF en 0,2pp del PIB y un comportamiento constante del SPF. Lo anterior es
consistente con un nivel de deuda neta de activos financieros del SPNF estimada para
2018 de 33,4% del PIB
Para el 2018, se proyecta un cierre fiscal del GG deficitario en 2,1% del PIB, presentando
una mejora de 0,3pp del PIB, motivado principalmente por el ajuste del GNC al pasar de
un déficit total de 3,6% a 3,1% del PIB, contrapuesto parcialmente por el deterioro del
superávit del resto del GG en 0,3pp del PIB, explicado por las mencionadas dinámicas
de los sectores de Seguridad social y Regionales y locales, así como un deterioro del
balance de la muestra de establecimientos públicos, y comportamientos estables de la
ANH y el FAEP
En contraste, el ciclo económico se amplió al aumentar la brecha del producto frente al
escenario de MFMP 2017. En particular, se espera que en 2018 la economía colombiana
continúe su proceso de aceleración y crezca 2,7%, en línea con las proyecciones del
consenso de los analistas. Sin embargo, este pronóstico supone una revisión a la baja
frente al 3,5% de crecimiento esperado para 2018 hace un año. En el cálculo del ciclo
económico, la recisión del crecimiento esperado se vio levemente contrarrestado por una
menor senda esperada de crecimiento potencial. De esta forma, el espacio adicional por
ciclo económico para 2018 es de 0,5% del PIB, aumentando en 0,1pp frente al 0,4%
estimado en MFMP 2017.
La proyección de ingresos totales del GNC para 2018 es $150.241 mm, que representan
15,1% del PIB. Frente a 2017, esto implica un incremento anual de 4,3% y una
disminución de 0,5pp del PIB. La disminución de los ingresos como porcentaje del PIB
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Como ha sido la constante desde que se inició con la formulación del Marco Fiscal
de Mediano Plazo, todas las proyecciones fiscales contenidas en este instrumento
respetan las normas de disciplina fiscal emanadas después de la Constitución de
1991. Por una parte, para el caso del Sector Público No Financiero (SPNF), la Ley
819 de 2003 obliga al Gobierno Nacional a determinar una meta de superávit primario
para este nivel, buscando garantizar la sostenibilidad de la deuda y el crecimiento
económico. Por otra parte, en el caso del Gobierno Nacional Central (GNC), la Ley
1473 de 2011 estipula una meta cuantitativa de carácter decreciente para el déficit
estructural del GNC. Esta normatividad limita los niveles de déficit para esos niveles
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para ello se supuso que el saldo de Repos del Banco como porcentaje de la base
monetaria se mantiene en 12% en promedio durante el periodo. Es importante aclarar
que la proyección de tasa de rendimientos debe estar por encima de 2,0%
4. Estrategia fiscal
Los fundamentales macroeconómicos observados durante los últimos dos años, como
los menores precios del petróleo, la depreciación nominal y el menor crecimiento
económico, han tenido fuertes repercusiones sobre los ingresos y gastos de la Nación.
Sin embargo, el comportamiento reciente de la economía sugiere que estos choques
adversos se están disipando, lo que en términos prácticos se traducirá en mayores
ingresos fiscales en el futuro, pero a su vez en un menor ciclo permitido de mantenerse
estas tendencias. Es una realidad que Colombia continúa siendo un país con múltiples
necesidades de gasto social e inversión pública. Sin embargo, el contexto económico y
el marco legal establecen una senda clara y responsable sobre la cual deberá situarse
el balance total en los próximos años. Por esta razón, el Gobierno debe llevar a cabo su
política económica en un contexto de responsabilidad y sostenibilidad fiscal, consistente
con la senda de déficit establecida por la Regla Fiscal
El Gobierno recibió estas recomendaciones y junto con otros documentos técnicos como
el de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se
encargó de estructurar una reforma tributaria que permitiera un estatuto tributario simple,
equitativo y progresivo y que velara por la competitividad de la nación para aportar al
repunte de la economía. Dichos efectos ya se están reflejando en la disminución de la
carga tributaria para el sector privado en 2018, alivios que serán aún mayores en 2019,
de la mano de la desaparición de la sobretasa de renta y la disminución de la tarifa.
Adicionalmente, las medidas que se introdujeron con esta reforma (factura electrónica,
normalización de las ESAL, penalización a la evasión, tratados internacionales de
cooperación tributaria) de la mano de una mayor gestión administrativa por parte de la
DIAN, garantizarán una reducción de la evasión, al tiempo que se incentiva la inversión
y generación de empleos formales por parte del sector productivo.
Como se mencionó en los capítulos previos, el balance estimado del Sector Público
Consolidado (SPC) para 2018 mejora en 0,2pp del PIB, producto de un mejor balance
del SPNF y un balance del SPF constante. Se espera que el GNC presente un ajuste de
0,5pp del PIB, mientras que el sector descentralizado se deteriore en 0,4pp del PIB. Lo
anterior considerando el deterioro de 0,2pp del PIB del sector Empresas del nivel
nacional fundamentalmente motivado por un mayor déficit del Fondo de Estabilización
de Precios de Combustibles (FEPC9, y un desmejoramiento del balance del sector
Regionales y locales en 0,2pp del PIB, por el aumento de la ejecución de los gastos de
inversión de las administraciones locales actuales que se espera, considerando que la
presente vigencia fiscal es el tercer año de gobierno de las mismas.
La estrategia fiscal de mediano plazo que se presenta para el Gobierno Nacional Central
es consistente con supuestos macroeconómicos y petroleros proyectados, que reflejan
la visión actual sobre la situación de la economía nacional y las expectativas del mercado
petrolero. Es consistente con la senda de déficit total permitida por la Regla Fiscal, que
establece un déficit de 3,1% en 2018 y obliga a un ajuste de 2,1% del PIB al año 2027,
cuando el balance total debe equipararse al estructural en su nivel mínimo, 1,0% del PIB
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Con respecto a los ingresos de capital de mediano plazo, se prevén mayores excedentes
financieros, principalmente provenientes del sector petrolero. Adicional a esto, se
contempla la necesidad de ejecutar un programa de enajenaciones de activos públicos,
necesarias para el cumplimiento de las metas exigidas por la Regla Fiscal.
La estrategia fiscal de mediano plazo para el Gobierno Nacional incorpora una senda de
gasto que se deriva del comportamiento esperado de los ingresos y el estricto
cumplimiento de la senda de déficit fiscal estipulado por la Regla Fiscal, la cual es
determinada por el Comité Consultivo.
De esta forma, se observa que la mayor parte del ajuste del gasto se dará en 2018, y en
menor medida en 2019, hacia adelante se requerirán ajustes más graduales. Sin
embargo, mantener un ritmo crecimiento del gasto cercano al crecimiento nominal de la
economía supone retos en varios frentes. Para esto, como insumo fundamental, se
podrán evaluar las recomendaciones de la Comisión de Estudios del Gasto Público y la
Inversión, entregadas al Gobierno el pasado diciembre de 2017.
los aumentos de la deuda del Gobierno General para los periodos analizados han sido
resultado de choques externos, asociados a los precios de los commodities, así como de
presiones inflacionarias relacionadas con choques de oferta. Sin embargo, el manejo
responsable de las finanzas públicas del país por parte del Gobierno Nacional Central,
expresada principalmente por el cumplimiento de la Ley 1473 de 2011, han permitido un
ajuste ordenado, que facilitaría la consolidación fiscal en el mediano plazo.
el compromiso del gobierno con la reducción del déficit fiscal en el mediano plazo se
refleja en la senda decreciente y sostenible de la deuda del Gobierno General,
contribuyendo así con la estabilidad macroeconómica del país.
Hasta el 31 de mayo de 2018, el precio promedio del Brent se ha ubicado en 70,22
USD/barril. Con base en este comportamiento observado y las expectativas del mercado
internacional, se espera un precio Brent para 2018 de 67 USD/barril y 65 USD/barril para
2019 y 2020 –conservador frente los principales analistas-, y un precio que oscila entre
USD 66-68/barril entre 2021 y 2029
la producción nacional, se espera que esta se ubique en 844 KBPD en 2018, 872 KBPD
en 2019 y 936 KBPD en 2020. Esta última obedece a la mayor producción de reservas
contingentes como resultado de la implementación de estrategias de recobro mejorado
a través del desarrollo de tecnologías que hacen posible extraer más crudo de los
yacimientos ya descubiertos y en desarrollo. Adicionalmente, se espera que el retorno
de los incentivos a la inversión en exploración (CERT) se materialice en la senda de
producción proyectada. Del año 2021 en adelante, se espera una caída de la producción,
hasta ubicarse ligeramente por encima de los 600 KBPD en 2029. La proyección de
producción incorpora los supuestos de reservas contingentes y reservas posibles
consistentes con el Informe de Recursos y Reservas de 2016 producido por la Agencia
Nacional de Hidrocarburos (ANH).
5. Programa Macroeconómico Plurianual
El capítulo está dividido en tres partes, en la primera, se analizan los factores externos
que afectarán al país durante los próximos años. Éstas variables son exógenas, teniendo
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paz
Mediante el Acto Legislativo No. 5 de 2011 se dio origen al SGR, con el fin de promover
la equidad en la distribución de los recursos y una mayor eficiencia en el gasto de
inversión con regalías, y así garantizar un mecanismo de redistribución del ingreso. Con
este Sistema se ha promovido el carácter contracíclico de la política económica gracias
a la existencia de los fondos de ahorro, que además permiten mantener el gasto público
de las entidades territoriales a través del tiempo, incluso en épocas de escasez de
recursos por menores ingresos asociados a la volatilidad de los precios de los
hidrocarburos y minerales. La ejecución de los recursos se lleva a cabo por medio de la
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10. Conclusiones
La ley 819 del 2003 sobre Responsabilidad y Transparencia Fiscal que, entre otras, fue
firmada por el exministro Carrasquilla cuando se desempeñaba como Ministro de
Hacienda de la Administración Uribe, estableció la obligación al Ministerio de Hacienda
de elaborar y presentar al Congreso anualmente un MFMP, con un plan financiero del
sector público, un programa macroeconómico plurianual, un informe de resultados
macroeconómicos y fiscales, una evaluación de las principales actividades cuasi-fiscales
realizadas por el sector público, una estimación del costo fiscal de las exenciones
tributarias existentes, una relación de los pasivos contingentes que pueden afectar la
situación financiera de la Nación, así como el costo fiscal de las leyes sancionadas en la
vigencia fiscal anterior.
Entre los aspectos que sobresalen en el Marco Fiscal del 2018, que seguramente serán
materia de escrutinio en el empalme, se encuentran las perspectivas de crecimiento de
la economía y las fiscales. En términos de crecimiento del PIB, el MFMP estima que será
de 2,7% en el año en curso y que si bien la construcción de vivienda y la minería
registrarán crecimiento negativo, el crecimiento de la industria manufacturera y de las
obras civiles de infraestructura vial de 4G será positivo, al tiempo que las actividades
financieras, el comercio y los servicios jalonarán la activad económica.
En lo que hace a las finanzas públicas y sus perspectivas, se presenta el balance fiscal
del gobierno nacional y del sector público consolidado en los últimos años, el balance
primario del gobierno nacional y la situación de la deuda pública. Asimismo, las
proyecciones fiscales y la estrategia fiscal para los próximos diez años que es una de las
exigencias del MFMP.
Respecto a la senda del déficit fiscal que establece la regla fiscal se explica que, según
lo establecido por el Comité, del 2018 en adelante, la regla fiscal obliga al Gobierno a
reducir el déficit total hasta coincidir con el estructural en 2027 que es de 1,0% del PIB y
concluye que, aunque la recuperación de los precios del petróleo contribuirá a facilitar su
cumplimiento, para lograr las metas de déficit, y así conservar la credibilidad de Colombia
a los ojos de los mercados, el Gobierno deberá continuar en el proceso de consolidación
estructural de las cuentas fiscales de la Nación y plantear la reducción del gasto en el
mediano plazo.
Esto exigirá entre 2018-2022 elevar los ingresos tributarios del Gobierno nacional del
15,1% del PIB al 16,4%, al tiempo que los gastos deberán reducirse del 18,1% del PIB
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al 17,8%, o sea un ajuste total del 1,6% del PIB. Tales proyecciones ratifican que, para
cumplir con la regla fiscal, será necesario emprender por parte de la Administración
Duque tanto una reforma tributaria, como del gasto público. Veremos que opina el nuevo
Primer Mandatario y su equipo económico.
La semana pasada el Ministro de Hacienda presentó el Marco Fiscal Mediano Plazo, tal
y como lo exige la ley. Se trata de una radiografía muy detallada del estado actual de las
finanzas públicas, que propone también un derrotero de los escenarios fiscales tanto en
el corto como en el mediano plazo y la estrategia para alcanzarlos. Es una bitácora
cuidadosa que seguramente será muy útil en las discusiones de empalme para el
próximo gobierno.
La economía colombiana, por su parte, también tuvo un mal primer semestre en 2017,
pero se recupera desde entonces y se pronostica un mejor 2018, con un crecimiento de
2,7% en relación con el año anterior. El mayor crecimiento económico estaría explicado
por el comportamiento de los componentes de la demanda, en especial de la
recuperación del consumo de los hogares, pero también por una aceleración de la
inversión. Al tiempo, se da un buen dinamismo de las exportaciones debido a la mayor
demanda externa y al aprovechamiento de los niveles más depreciados que ha tenido el
tipo de cambio desde 2014. En esas condiciones se pudo reducir el déficit de la cuenta
corriente que pasó de 4,2% en 2016 a 3,3% en 2017.
Según el documento, las cuentas del Estado son hoy mejores que en 2014 cuando se
desplomó el precio del petróleo. Por esa circunstancia se dio una caída significativa de
los ingresos del gobierno, que debió ajustar sus gastos y buscar ingresos alternativos
para cumplir la regla fiscal y asegurar la estabilidad macroeconómica. Lo anterior
posibilitó que se pudiera definir una reducción del déficit del gobierno central de 3,6% (en
relación con el PIB) en 2017 a 3,1% en 2018 y 2,4% en 2019, según las proyecciones
del Ministerio.
Estas cuentas son muy sensibles a los supuestos que se hacen. El Ministerio proyecta
una inflación de 3,3% para 2018 y de 3,0% para 2019. Se estima una tasa de cambio
promedio de $2.874 por dólar para 2018 y de $3.001 por dólar para 2019.
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Los más controversiales son la senda de precios para la cotización Brent (67 dólares por
barril en 2018 y 65 en 2019) y los pronósticos acerca del comportamiento de la demanda
externa e interna que permitan alcanzar el déficit de cuenta corriente de 2,8% proyectado
para 2018.
Las cuentas fiscales son frágiles y pueden descuadrarse si el precio promedio del
petróleo cae por debajo de la senda proyectada, igual puede darse si las exportaciones
no tradicionales reducen su dinámica. Estos son riesgos reales en un momento
convulsionado por los llamados a aumentar la producción por parte de algunos miembros
de la OPEP y al ascenso del proteccionismo. En esas condiciones, la necesidad de una
nueva reforma fiscal es apremiante como lo está planteando el gobierno entrante.
A lo largo de la última década, la economía colombiana experimentó una importante
integración financiera y comercial con el resto del mundo.
Pese a haber experimentado un fuerte choque de términos de intercambio, que redujo la
disponibilidad de divisas de la economía, el país logró atraer la inversión requerida para
financiar su desbalance externo y una importante adquisición de activos externos, que
permite apalancar un endeudamiento sostenible con el resto del mundo. Hacia adelante,
las perspectivas externas son favorables. La economía ha logrado diversificar las fuentes
de divisas, gracias a la recuperación de las exportaciones no tradicionales, mayores
ingresos por remesas y el crecimiento de la inversión directa de colombianos en el
exterior. Adicionalmente, cuenta con una posición de activos externos que permite calzar
en parte la posición deudora del país frente al resto del mundo. De esta forma, el país se
encuentra hoy menos expuesto y mejor preparado para enfrentar la volatilidad externa y
posibles choques futuros.
Referencias Bibliográficas