Código de Atenas

Adoptado en 1965 y enmendado en 1968 y 2009, el Código de Atenas es un proyecto de comportamiento

ético por parte de los miembros de la Asociación Internacional de Relaciones Públicas y recomendado a los
profesionales de las relaciones públicas en todo el mundo.

CONSIDERANDO que todos los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas han acordado
acatar su carta que reafirma “su fe en los derechos humanos fundamentales, y en la dignidad y valor de la
persona humana” y que considerando la naturaleza misma de la profesión, los profesionales de las
Relaciones Públicas en estos países deberían comprometerse a determinar y observar los principios que se
establecen en esta Carta;

CONSIDERANDO que, aparte de los “derechos”, los seres humanos no solamente tienen necesidades físicas
y materiales sino también intelectuales, morales y sociales, y que sus derechos son de real beneficio para
ellos solamente en la medida que estas necesidades se satisfagan de manera esencial;

CONSIDERANDO que, en el curso de sus deberes profesionales y dependiendo de cómo estos deberes se
llevan a cabo, los profesionales de las relaciones Públicas pueden ayudar sustancialmente a satisfacer estas
necesidades intelectuales, morales y sociales.

CONSIDERANDO que el uso de las técnicas en constante evolución que les permiten entrar en contacto de
manera simultánea con millones de personas le dan a los profesionales de las Relaciones Públicas un poder
que debe contenerse con el cumplimiento de un código moral estricto;

CONSIDERANDO que los canales de comunicación tales como Internet y otros medios digitales, son canales
en los que se podría difundir ampliamente información errónea o engañosa y permanecer sin contestar, y
por ello exigen una atención especial de los profesionales de las Relaciones Públicas para mantener la
confianza y la credibilidad;

CONSIDERANDO que Internet y los demás medios digitales requieren un cuidado especial con respecto a la
privacidad personal de los individuos, clientes, empleadores y colegas;

En el ejercicio de las Relaciones Públicas, los profesionales deberán:

Esforzarse

1. Para contribuir con el logro de las condiciones morales y culturales que le permitan a los seres humanos
alcanzar su estatura y gozar de los derechos irrevocables a los que tienen derecho a gozar bajo la
“Declaración Universal de Derechos Humanos”.

2. Para establecer patrones y canales de comunicación que promuevan el libre flujo de información esencial,
haciendo de esta manera que cada miembro del grupo se sienta informado. Ser incluido en el flujo de
información le debería hacer tomar conciencia a cada miembro sobre su propia involucración y
responsabilidad, y alentar la solidaridad con otros miembros.

3. Para conducirse a sí mismos siempre y en todas circunstancia de tal manera que merezcan y se aseguren
la confianza de aquellos con quienes el profesional entra en contacto.
4. Recordar que, debido a la relación entre la profesión de las Relaciones Públicas y el público, la conducta
del profesional – incluso en privado – tendrá un impacto en la manera en que se valora la profesión en su
totalidad.

Comprometerse a

5. Observar en los deberes profesionales de los relacionistas públicos, los principios morales y las reglas de
la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”.

6. Prestar la debida atención y defender la dignidad humana y reconocer el derecho de cada individuo a
juzgar por sí mismos.

7. Establecer las condiciones morales, psicológicas e intelectuales para el diálogo en su verdadero sentido, y
reconocer los derechos de estas partes involucradas a presentar su caso y expresar sus puntos de vista.

8. Actuar, en toda circunstancia, de tal manera que se considere los intereses respectivos de las partes
involucradas; tanto los intereses de la organización a la que sirve el profesional y los intereses de los
públicos involucrados.

9. Comunicar para evitar los malos entendidos, y mostrar lealtad e integridad en toda circunstancia de
manera que se mantenga la confianza de los clientes o el empleador, pasados o futuros, y todos los públicos
que se vean afectados por las acciones de los profesionales.

10. Actuar de conformidad con el presente Código, con especial cuidado con respecto a la exactitud y
privacidad cuando se utilice Internet y otros medios digitales como canales de comunicación.

Abstenerse de

11. Subordinar la verdad ante otros requerimientos.

12. Circular información que no se base en hechos establecidos y comprobables.

13. Participar en cualquier empresa o emprendimiento que sea poco ético o deshonesto o capaz de afectar
la dignidad o integridad humana.

14. Utilizar cualquier método o técnica manipuladora diseñada para crear motivaciones subconscientes
sobre las cuales un individuo no tiene control.

Sanciones

Los miembros de IPRA, al ratificar el presente Código de Atenas, deberán acordar acatar y ayudar a hacer
respetar los procedimientos disciplinarios de la Asociación Internacional de Relaciones Públicas con respecto
a cualquier infracción al presente Código.