Sie sind auf Seite 1von 7

La computadora del Siglo XXI

Mark Weiser

Las tecnologías más profundas son aquellas que desaparecen. Se tejen entre ellas en el tejido de la vida del
día a día, hasta que no sean distinguibles de él.

Consideremos la escritura como quizás la primera tecnología de la información: la habilidad de capturar una
representación simbólica del lenguaje hablado de gran y libre almacenamiento de la información desde los
límites de la memoria individual. Hoy en día, esta tecnología es ubicua en países industrializados. No
solamente fabrican libros, revistas y diarios que transportan información escrita, sino que también hay
carteles en las calles, vallas, carteles en las tiendas e incluso grafiti. Los papeles de los caramelos están
cubiertos con escritura. La constante presencia de fondo de estos productos de “tecnología de la
alfabetización”, no requiere una activa atención, pero la información a ser transportada esta lista a la vista.
Es difícil imaginarse la vida moderna de otra manera.

La tecnología basada en el silicio, en contraste, está lejos de convertirse en parte del ambiente. Más de 50
millones de computadoras personales se han vendido, y sin embargo la computadora permanece en gran
parte en el mundo por sí misma. Es accesible solo a través de la compleja jerga que no tiene nada que ver
con las tareas, las cuales la gente actualmente usa la computadora. El estado del arte es quizás análogo al
período cuando el escribiente tenía que saber tanto como de tinta como de hornear arcilla así como saber de
escritura.

El aura secreta que rodea las computadoras personales no es solo un problema de “interfaz de usuario”. Mis
colegas y yo en PARC pensamos que la idea de la computadora “personal” en si misma esta fuera de lugar, y
que la visión de las notebooks, dynabooks y “navegadores de conocimiento” (“Knowledge Navigator”), es
solo un paso de transición hacia alcanzar el real potencial de la tecnología de la información. Tales maquinas
no pueden realmente hacer de la computación, una parte integral e invisible de la forma en que las personas
viven sus vidas. Por lo tanto estamos tratando de concebir una nueva forma de pensar las computadoras en
el mundo, una manera de pensar que tome en cuenta el ambiente natural de los humanos y que permita a
las computadoras en sí mismas esfumarse en el fondo.

Tal desaparición es una fundamental consecuencia no de la tecnología, sino de la psicología del ser humano.
Siempre que las personas aprenden algo lo suficientemente bien, dejan de ser conscientes de ello. Cuando
ven carteles en la calle, por ejemplo, absorben la información sin ser conscientes del acto de leer. El
científico de la informática, economista y novelista, Herb Simon, llama este fenómeno “compilar”; el filósofo
Michael Polanyi lo llama “dimensión tacita”; el psicólogo TK Gibson lo llama “invariantes visuales”; los
filósofos Georg Gadamer y Martin Heidegger lo llama “el horizonte” y “listo para entregar”, John Seely Brown
en PARC lo llama “periferia”. Todos dicen, en esencia, que solo cuando las cosas desaparecen en esta forma
somos libres de usarlas sin pensar y así poder enfocarnos en nuevos objetivos.

La idea de la integración de las computadoras a la perfección en el mundo en general, va en contra de una


serie de tendencias actuales. La “computación ubicua” en este contexto no solo significa computadoras que
puedan ser llevadas a la plaza, jungla o aeropuerto. Hasta la computadora portable más poderosa con acceso
a la red de información mundial, aun enfoca la atención en una caja. Análogo a la escritura, transportar una
super-laptop es como tener solo un libro importante. Personalizar este libro, incluso escribir millones de otros
libros, no empieza a capturar el real poder del alfabetismo.

Además, aunque las computadoras ubicuas puedan emplear sonido y video, sumado al texto y gráficos, no
las hace “computadoras multimedia”. Las computadoras multimedia hacen las pantallas de las
computadoras aún más llamativas en vez de hacerlas desvanecerse con el fondo.

Quizás lo más dramática oposición a nuestra visión, es la noción de “realidad virtual” en donde se atenta a
hacer un mundo dentro de una computadora. Los usuarios usan gafas especiales, que proyectan una escena
artificial en sus ojos; usan guantes o incluso trajes de cuerpo entero que sienten sus movimientos y gestos
para que puedan moverse y manipular objetos virtuales. De todas maneras, puede tener su propósito en
permitir a la gente explorar reinos inaccesibles de otra manera, el interior de una célula, la superficie de un
planeta lejano, la información web de una base de datos compleja. La realidad virtual es solo un mapa, no es
un territorio. Excluye escritorios, oficinas, otras personas usando gafas y trajes de cuerpo entero, clima,
pasto, arboles, caminatas, encuentros casuales y en general la rica infinidad del universo. La realidad virtual
se enfoca en el enorme aparato simulador de mundo, en vez de invisiblemente mejorar el mundo que ya
existe.

En efecto, la oposición entre la noción de realidad virtual y la ubicuidad, la computación ubicua es tan fuerte
que algunos de nosotros usamos el término “virtualidad incorporada” para referirse al proceso de dibujar por
fuera de las jaulas electrónicas de las computadoras. La “virtualidad” de los datos legibles de la
computadora, todas las diferentes formas en que puede ser alterado, procesado y analizado, es traída al
mundo físico.

¿Cómo desaparecen las tecnologías en el fondo? El desvanecimiento de los motores eléctricos puede servir
como un ejemplo instructivo: en el cambio de siglo, un típico taller o fábrica contenía un solo motor que
manejaba decenas o cientos de máquinas diferentes a través de sistemas de ejes y poleas. Motores
eléctricos baratos, eficientes e inteligentes lo hicieron posible al principio para darle a cada máquina o
herramienta su propia fuente de fuerza motriz, luego para poner varios motores en una sola máquina.

Un vistazo a través de un típico manual de un automóvil, por ejemplo, revela 22 motores y 25 solenoides
más. Arrancan el motor, limpian el parabrisas, bloquean y desbloquean las puertas, y así sucesivamente.
Prestando mucha atención, es posible saber cuándo se activa el motor, pero no hay ningún objetivo en eso.

La mayoría de las computadoras que participan en la virtualidad incorporada, serán invisible de hecho así
como en la metáfora. Ya las computadoras en interruptores de luz, termostatos, equipos de música y hornos,
ayudan a activar el mundo. Estas máquinas y más, estarán interconectadas en una red ubicua. Como
científicos de la computación, de todos modos, mis colegas y yo nos enfocamos en dispositivos que
trasmiten y muestran información más directamente. Encontramos dos problemas de importancia crucial:
ubicación y escala. Lo más pequeño es más fácil de percibir para el humano, que lo que esta físicamente
yuxtapuesto y las computadoras ubicuas deben saber dónde están. (Las computadoras de hoy en día, en
contraste, no tienen idea donde se cuentan ni de que están rodeados.) Si una computadora apenas supiera la
habitación en donde se encuentra, adaptaría su comportamiento en significantes maneras sin siquiera
requerir una gota de inteligencia artificial.

Las computadoras ubicuas vendrán en diferentes tamaños, cada una dotada de una tarea particular. Mis
colegas y yo construimos lo que llamamos tabs (pestañas), pads (block de notas) y boards (pizarras):
máquinas de una pulgada que se aproximan a una nota Post It, algunos en escala de un pie, que se
comportan como un pedazo de papel (o libro o revista), y pantallas en escalas de 1 yarda equivalentes a una
pizarra o tablón de anuncios.

¿Cuántos tabs, pads y boards para escribir y visualizar, hay en cada típica habitación? Mira alrededor tuyo:
en la escala de 1 pulgada hay notas en las paredes, títulos en los lomos de los libros, etiquetas en los
controles, termostatos y relojes, así como pequeños trozos de papel. Dependiendo de la habitación, veras
más o menos 100 tabs, 10 o 20 pads y 1 o 2 boards. Esto nos lleva a nuestro objetivo del despliegue inicial
del hardware de la virtualidad incorporada: cientos de computadoras por habitación.

Cientos de computadoras en una habitación pueden resultar intimidantes al principio, así como cientos de
voltios corriendo a través de cables en la pared lo fue en algún tiempo. Pero como los cables en la pared,
estos cientos de computadoras se volverán invisibles a la conciencia común. La gente las usará
inconscientemente para cumplir las tareas de cada día.

Los Tabs son los componentes más pequeños de la virtualidad incorporada. Al estar interconectadas, los tabs
se expandirán en el uso de la computadora existentes de 1 pulgada como las calculadoras y organizadores
de bolsillo. Los Tabs tomaran funciones que hoy en día no toman las computadoras. Por ejemplo, Olivetti
Cambridge Reserche Labs, pionero en credenciales activas y ahora en ciencias informáticas en PARC y otras
investigaciones de laboratorio alrededor del mundo, están trabajando en estas computadoras clip-on
aproximadamente del tamaño de una credencial ID de un empleado. Estas credenciales pueden identificar a
los que la llevan a través del edificio, haciendo posible mantener el rastro de las personas u objetos quienes
porten la credencial.

En nuestra experimental virtualidad incorporada, las puertas se abren solo con la portación de la credencial
correcta, las habitaciones saludan a las personas por su nombre, las llamadas telefónicas pueden ser
automáticamente remitidas a quien sea el remitente, los recepcionistas saben dónde está la gente, las
terminales de las computadoras recuperan las preferencias de quien este sentado allí, las citas de las
agendas se escriben por sí mismas. No es necesaria una revolución en la inteligencia artificial, solo la
incorporación apropiada de las computadoras en el día a día del mundo. La agenda automática muestra
como algo tan simple como saber dónde está la gente puede mostrar resultados: las reuniones, por ejemplo,
consiste en varias personas empleando tiempo en la misma habitación, y el tema de la reunión se centra en
la visualización en pantalla mientras la gente se encuentra allí.

Mi colega Roy Want, diseño un tab incorporando un pequeño visualizador que sirve simultáneamente como
una credencial activa, calendario y agenda. También funciona como una extensión de la pantalla de las
computadoras: en vez de minimizar la ventana de un programa a un icono más pequeño en la pantalla, por
ejemplo, un usuario podrá contraer la ventana en un visualizador tab. Esto dejara la pantalla libre de
información y también permitirá reorganizar a las personas sus proyectos basados en la computadora en el
área alrededor de sus terminales, así como reorganizan proyectos de papeles en pilas sobre el escritorio y
mesas. Llevar un proyecto a una oficina diferente para debatirlo es tan simple como recoger la tab; los
programas y archivos asociados pueden ser llamados desde cualquier terminal.
El próximo paso en tamaño es el pad, es algo entre una hoja de papel y una notebook y palmtop. Bob
Krivacic en PARC ha construido un prototipo de pad que usa 2 microprocesadores, un visualizador del tamaño
de una estación de trabajo, un stylus de múltiples botones, una red de radio que puede potencialmente
manejar cientos de dispositivos por persona por habitación.

Los Pads difieren de la convencional computadora portable en una forma crucial. Mientras que las
computadoras portables van a todos lados con sus dueños, el pad que debe ser llevado de un lugar a otro es
un fracaso. Los Pads tienen la intención de ser “computadoras de desecho” (análogo a papel de desecho),
que puede ser agarrado y usado en cualquier lado; no tienen identidad individualizada o importancia.

Una manera de pensar los pads, es como un antídoto a las ventanas. Las ventanas fueron inventadas por
PARC y popularizada por Apple en Macintosh como una manera de encajar en diversas y diferentes
actividades en pequeños espacios de la pantalla de la computadora al mismo tiempo. En 20 años, las
pantallas de las computadoras no han crecido mucho. El sistema de ventanas de las computadoras
usualmente se dice que está basado en la metáfora de escritorio, pero ¿quién usaría un escritorio cuya
superficie es solo 9 pulgadas x 11 pulgadas?

Los Pads, en contraste, usan un escritorio real. Los pads electrónicos se desparraman alrededor del escritorio,
así como se desparraman papeles. Los pads sirven de recordatorio para realizar las tareas pendientes. Va
más allá de los cajones, estantes, mesas de café. Extender las muchas partes de las muchas tareas del día
en frente suyo para adaptarse tanto a la tarea y el alcance de sus brazos y ojos, en lugar de adaptarse a las
limitaciones del vidrio del tubo de rayos catódico. Algún día, los pads pueden llegar a ser tan pequeños y
livianos como un papel actual, pero por el momento, ellos pueden cumplir muchas más tareas de los papeles
de las que puede la pantalla de la computadora.

Los displays tamaño yarda (boards) sirven para un número de propósitos: en la casa, pantallas de video y
tableros de anuncios; en la oficina, tableros de boletín, pizarrones o rotafolios. Un board también puede servir
como una biblioteca electrónica de donde se descargan textos al pad o tab. Por el momento, la habilidad de
tomar un libro y colocarlo confortablemente en nuestro regazo nos recuerda lo atractivo que es el papel. Hay
objeciones similares que se aplican al uso de los boards como un escritorio; la gente se va a tener que
acostumbrar a usar pads y tabs como un adjunto a las pantallas de las computadoras, antes de llevar la
virtualidad incorporada aún más lejos.

Los boards construidos por Richard Bruce y Scott Elreod en PARC, actualmente miden 40 x 60 pulgadas y
muestran 1024 x 768 pixeles en blanco y negro. Para manipular el visualizador, los usuarios toman una pieza
de “tiza” electrónica inalámbrica que puede funcionar tanto en contacto con la superficie como a distancia.
Algunas investigaciones, utilizándose a ellos mismos o colegas como conejillos de indias, pueden mantener
reuniones mediadas electrónicamente o participar en otras formas de colaboración alrededor del pizarrón
interactivo (liveboard). Otros usuarios usan los boards como bancos de prueba para hardware mejorado de
visualización en pantalla, nueva “tiza” y software interactivo.

Por obvias y sutiles razones, el software de la pantalla compartida y su tiza electrónica, no es el mismo que el
de la estación de trabajo. Cambiando ida y vuelta entre la tiza y el teclado puede involucrar caminar varios
pasos, entonces el acto es cualitativamente diferente que usar el teclado y el mouse. Además, el tamaño del
cuerpo es un inconveniente, no todos pueden llegar a la parte superior del board, por lo que barra de menú
de una Macintosh no parece ser una buena idea.

Hemos construido suficientes pizarrones interactivos (liveboard) para permitir su uso casual: han sido
colocados en habitaciones de conferencias ordinarias y áreas abiertas, y nadie tiene que iniciar sesión o dar
aviso anticipado antes de usarlo. Construyendo y usando estos boards, los investigadores comenzaron a
experimentar y entender un mundo en donde la interacción con la computadora casualmente realza cada
habitación. Los pizarrones interactivos (liveboards) pueden compartirse útilmente a través de las
habitaciones, así como dentro de ellas. En experimentos investigados por Paul Dourish de EuroPARC y Sara
Bly y Frank Halasz de PARC, grupos distantes se reunieron alrededor de los boards, cada uno mostrando la
misma imagen, y en conjunto compusieron imágenes y dibujos. Incluso compartieron dos boards a través del
Atlántico.

Las pizarras interactivas (liveboards) pueden ser usadas como tableros de anuncios. Hay mucha información
para leer y comprender en su totalidad, entonces Marvin Theimer y David Nichols en PARC construyeron un
sistema prototipo que sintoniza su información pública a las personas que están leyéndola. Su “marcadores
de puntaje” requiere una pequeña o ninguna interacción de parte del usuario, aparte de mirar y usar una
credencial activa.

Los prototipos de tabs, pads y boards son el inicio de la computación ubicua. El real poder del concepto viene
no solo de uno de estos dispositivos; emerge de una interacción entre todos ellos. Los cientos de
procesadores y visualizadores no son una “interfaz de usuario” como un ratón y una ventana, solo un
efectivo y placentero “lugar” donde hacer las cosas.
Qué sería más placentero y efectivo, si esos tabs pueden animar objetos inertes, si ellos pueden pitar para
ayudar a localizar papeles extraviados, libros y otros artículos. Los archivadores pueden abrirse y mostrar la
carpeta deseada, sin búsqueda. Los Tabs en catálogos de librerías, pueden hacer mapas activos de cualquier
libro y guiar búsquedas en él, incluso si esta fuera del estante y en una mesa donde lo dejo el último lector.

En las presentaciones, el tamaño del texto en las transparencias, el volumen de la voz amplificada, incluso la
cantidad de luz en el ambiente, puede ser determinado no por accidente sino adivinando los deseos de los
oyentes en la habitación en el momento. Las herramientas de software para votos instantáneos y
comprobación de consenso, están en uso especializado en habitaciones electrónicas donde se realizan
reuniones de grandes empresas; las tabs puede ampliarlas.

La tecnología requerida para la computación ubicua proviene en tres partes: computadoras económicas de
baja potencia que incluye pantallas de visualización convenientes, una red que una todo y un sistema de
software implementando las aplicaciones ubicuas. Las actuales tendencias sugieren que el primer
requerimiento será fácilmente conocido. Los paneles de visualización chatos conteniendo 640 x480 pixeles
en blanco y negro, son ahora comunes. Este es el tamaño normal de una PC y también de televisión. En
cuanto las laptops, palmtop y notebook sigan creciendo en popularidad, el precio de los visualizadores caerá
y la resolución y la calidad aumentara. Para el final de la década, un visualizador de 1000 x 800 pixeles de
alto contraste será una fracción de cm de espesor y pesara quizás 100 gramos. Una pequeña batería
proveerá muchos días de uso.

Los grandes visualizadores son un tema aparte. Si una pantalla interactiva se hace para que coincida con una
pizarra en uso, debe ser visible desde un brazo de distancia, así como de toda una habitación. Para vistas de
cerca, la densidad de los elementos en pantalla no deberían ser inferiores que los de una computadora
común, 80 por pulgada. Manteniendo una densidad de 80 pixeles por pulgada sobre un área varios pies a un
lado, implica disponer decenas de millones de pixeles. La pantalla de computadora más grande hecha hoy,
tiene aproximadamente un cuarto de esta capacidad. Tan gran visualizador probablemente será caro, pero
accesible.

Las velocidad de unidad central de procesamiento, mientras tanto, alcanzo un millón de instrucciones por
segundo en 1986 y continua duplicándolo cada año. Algunas observaciones de las empresas, creen que este
crecimiento exponencial en velocidades de chips crudos, puede nivelarse en 1994, pero otras medidas de
desempeño, incluyendo el poder de consumo y funciones auxiliares, mejoraran. El panel visualizador plano
de 100 gramos, puede ser corrido por un solo chip procesador que ejecuta un billón de operaciones por
segundo y contiene 16 megabytes de memoria interna junto con sonido, video e interfaces de redes. Tal
procesador correría, en promedio, un poco porcentaje del poder requerido por el visualizador.

Los dispositivos de almacenamiento auxiliar aumentaran la capacidad de la memoria. La extrapolación


conservativa de la tecnología de hoy en día, sugiere que discos desmontables del tamaño de un libro (o el
equivalente a chips de memoria no volátiles), almacenaran 60 megabytes cada uno. Discos más grandes
conteniendo varios gigabytes de información, serán estándar y el almacenamiento terabyte,
(aproximadamente la capacidad de la librería del congreso), será común. Tales enormes almacenamientos,
no tienen necesariamente que ser llenados con información útil. Este espacio abundante, de todas maneras,
permite estrategias de manejo de información radicalmente diferentes. Un terabyte de espacio hace que
borrar archivos viejos sea virtualmente innecesario, por ejemplo.

Aunque, los procesadores y visualizadores deben ser capaces de ofrecer computación ubicua al final de la
década, las tendencias en software y tecnologías de redes son más problemáticas. Los sistemas de software
hoy en día apenas toman ventaja de las redes de la computadora. Las tendencias en “computadora
distribuida” son para hacer a las redes parecer como discos, memorias u otro dispositivo de redes, en vez de
explotar la única capacidad de dispersión física. Los desafíos aparecen en el diseño del sistema operativo y
sistema de ventanas.

Los sistemas operativos de hoy en día, como DOS y Unix, asumen una configuración relativamente fija del
hardware y software en su núcleo. Esto tiene sentido para computadoras centrales como personales, porque
el hardware o el software del sistema operativo no pueden razonablemente ser agregados sin apagar la
computadora. Pero en la virtualidad incorporada, los dispositivos locales vienen y van, y dependerán de la
habitación y de gente dentro de ella. En algún momento se van a necesitar un nuevo software para los
nuevos dispositivos y podrás apagar todo en la habitación de una vez. El sistema operativo experimental
“micro-nucleo”, tales como los desarrollados por Rick Rashid en la Universidad de Carnegie-Mellon y Andy
Tanenbaum en la Universidad de Vrije en Amsterdan, ofrecen una solución. Los sistemas operativos futuros
basados en pequeños núcleos funcionales, pueden automáticamente reducir y crecer para adaptarse a las
necesidades cambiantes de forma dinámica de la computación ubicua.

Los sistemas operativos de hoy en día, como Windows 3.0 y el sistema de ventanas X, asumen una
computadora fija en la cual la información puede ser visualizada. Aunque pueden manejar varias pantallas,
no lo hacen bien con aplicaciones que comienzan en un lugar (pantalla, computadora o habitación) y luego
se mueven a otra. Para un funcionamiento superior, asumen una pantalla fija y modo de entrada, y usa la
computadora local para almacenar la información sobre la aplicación – si alguno de esto cambia, el sistema
operativo deja de funcionar para esa aplicación. Incluso sistemas de ventanas como X, que fue diseñado para
usarlo en redes tienen este problema – X asume que un aplicación una vez que comenzó debe permanecer
andando. La solución a este problema está en su infancia. Sistemas de ventanas compartidas, tales como los
de la Universidad de Brown y Hewlett-Packard Corporation, ayudan con ventanas, pero tienen problemas de
rendimiento y no funcionan para todas las aplicaciones. No hay sistemas que se desempeñen bien debido a
la diversidad de dispositivos de entrada por descubrir en la virtualidad incorporada. Una solución general
requeriría cambios en los tipos de protocolos por la cual cada aplicación y ventana interactúa.

La red que conecta estas computadoras tiene sus propios desafíos. Por un lado, las tasas de transmisión de
datos para ambos cables y redes inalámbricas se incrementan rápidamente. El acceso a redes por cables de
1 gigabit por segundo es posible, aunque caro, y se hará más económico con el tiempo. (Las redes gigabit
raramente dedicaran todo su ancho de banda a un solo flujo de datos; en cambio, permitirán un enorme
número de baja velocidad de transmisión para proceder en simultaneo). Pequeñas redes inalámbricas,
basadas en principios de telefonía digital, actualmente ofrecen tazas de datos entre 2 y 10 megabits por
segundo sobre un rango de unos 100 metros. Las redes inalámbricas de baja potencia transmitiendo 250.000
bits por segundo a cada estación eventualmente están disponibles comercialmente.

Por otra mano, la vinculación transparente del cableado y redes inalámbricas es un problema sin resolver.
Aunque algunos métodos de brechas de parada han sido desarrollados, los ingenieros deben desarrollar
protocolos de comunicación que reconozcan explícitamente el concepto de máquinas que se mueven en el
espacio físico. Además el número de canales previstos en la mayoría de los esquemas de redes inalámbricas
es aún muy pequeño, y el rango largo (50-100 metros), de modo que el número total de dispositivos móviles
es severamente limitado. La habilidad de tal sistema de soportar cientos de máquinas en cada habitación
esta fuera de cuestionamiento. Redes de una sola habitación basados en tecnologías infrarrojas o
electromagnéticas más nuevas tiene suficientes capacidad de canales para la computación ubicua, pero solo
funcionan en interiores.

Las tecnologías actuales requerirán un dispositivo móvil que tendrá 3 conexiones de redes diferentes:
pequeño rango inalámbrico, gran rango inalámbrico y muy altas velocidades por cable. Un solo tipo de
conexión de red, que de alguna manera pueda servir a las 3 funciones, todavía no ha sido inventado.

Ni una explicación de los principios de la computación ubicua, ni una lista de las tecnologías involucradas
realmente da una idea de lo que sería como vivir en un mundo lleno de widgets invisibles. Para extrapolar a
partir de fragmentos rudimentarias de hoy de la virtualidad incorporada se asemeja a un intento de predecir
la publicación de Finnegans Wake después de haber inventado la escritura en tablillas de arcilla. Sin
embargo, el esfuerzo probablemente vale la pena:

Sal se despierta: huele café. Hace pocos minutos la alarma de su reloj, alertado por la inquietud de Sal antes
de despertar, había preguntado ¿“café”? y ella había murmurado “si”. “Si” y “No” son las únicas palabras
que conoce el reloj.

Sal mira a través de sus ventanas al vecindario. La luz del sol y una cerca se ven a través de un una, pero a
través de otras ella ve rastros electrónicos que se han mantenido para ella de los vecinos que vienen y van
durante la mañana. Las convenciones de privacidad y datos prácticos de velocidad impiden visualizar
imágenes de video, pero los marcadores de tiempo y pistas electrónicas en el mapa del vecindario le
permiten a Sal sentirse cómoda en su calle.

Echando un vistazo a las ventanas de las habitaciones de sus hijos, puede ver que se levantaron hace 15 y
20 minutos y ya están en la cocina. Al darse cuenta de que ella está levantada, empiezan a hacer más ruido.

En el desayuno Sal lee las noticias. Ella todavía prefiere la versión en papel, al igual que la mayoría de la
gente. Ella encuentra una cita interesante de un columnista en la sección de negocios. Ella limpia su lapicera
sobre el nombre, la fecha, la sección y el número de la página del periódico y luego remarca la cita. La
lapicera envía un mensaje al papel, que transmite la cita a su oficina.

Llega el correo electrónico de la empresa que hizo abrir las puertas de su garaje. Ella perdió el manual de
instrucciones, y les pidió ayuda. Ellos la han enviado un nuevo manual y también algo inesperado - una
manera de encontrar el antiguo. Según la nota, puede pulsar un código en el abridor y el manual
desaparecido se encontrará a sí mismo. En el garaje, ella rastrea un pitido a donde el manual manchado de
aceite había caído detrás de unas cajas. Efectivamente, existe una pestaña pequeña que el fabricante había
colocado en la cubierta del manual para tratar de evitar las solicitudes de correo electrónico como la suya.

En el camino al trabajo, Sal mira en el espejo retrovisor para comprobar el tráfico. Ella ve una desaceleración
por delante y nota en el retrovisor el indicador verde de un negocio de comida a un costado de la calle y otro
a su lado. Decide tomar la siguiente salida, tomar una taza de café y evitar el atasco.

Una vez que Sal llega al trabajo, el espejo retrovisor la ayuda a encontrar rápidamente un lugar para
estacionar. Mientras entra al edificio, las máquinas en su oficina se preparan para recibirla, pero no
completan la secuencia hasta que realmente entra en su oficina. En su camino, se detiene por las oficinas de
cuatro o cinco colegas para intercambiar saludos y noticias.

Sal mira por las ventanas: un día gris en Silicon Valley, 75 por ciento de humedad y un 40 por ciento de
probabilidades de lluvias por la tarde; por su parte, ha sido una mañana tranquila en la oficina de la Costa
Este. Por lo general, el indicador de actividad muestra al menos una espontánea urgente reunión por ahora.
En su oficinal ella decide no cambiar la ventana de su casa por 3 horas – demasiada oportunidad de ser
tomada por sorpresa. Sabe que otros que lo hacen, por lo general personas que nunca reciben una llamada
del Este, pero sólo quieren sentirse involucrados.

El indicador de la puerta que Sal programo su primer día en el trabajo está parpadeando: café recién hecho.
Ella se dirige a la máquina de café.

Volviendo a su oficina, Sal recoge una tab y "la olea" a su amigo Joe en el grupo de diseño, con quien está
compartiendo una oficina virtual por un par de semanas. Tienen una misión conjunta en el último proyecto de
Sal. Compartir la oficina virtual puede tomar muchas formas – en este caso, los dos se han dado unos a otros
el acceso a sus detectores de ubicación y al contenido de la pantalla de cada uno y la ubicación. Sal opta por
mantener versiones en miniatura de todas las tabs y pads de Joe a la vista y 3 – dimensionalmente correcta
en un pequeño conjunto de tabs en la esquina trasera de su escritorio. Ella no puede ver lo que dice, pero se
siente más en contacto con su trabajo al notar que las pantallas cambian por el rabillo del ojo, y ella puede
ampliar fácilmente cualquier cosa si es necesario.

Una tab en blanco sobre la mesa de Sal emite un pitido y muestra la palabra "Joe" en él. Ella lo toma y hace
un gesto con el hacia su LiveBoard. Joe quiere discutir un documento con ella y ahora aparece en la pared
mientras se escucha la voz de Joe:

"He estado luchando con este párrafo tercero durante toda la mañana y todavía tiene el tono equivocado. ¿Te
importaría leerlo?"

"No hay problema."

Sentándose y leyendo el párrafo, Sal quiere señalar a una palabra. Hace un gesto de nuevo con la tab de
"Joe" en un pad cercano y luego utiliza el lápiz óptico para rodear la palabra que quiere:

"Creo que es este término “ubicuo”. Su uso no es lo bastante común y hace que todo suene un poco formal.
¿Podemos reformular la frase para quitarlo?"

"Voy a intentarlo. Por cierto Sal, ¿alguna vez oíste de Mary Hausdorf?"

"No. ¿Quién es ella?"

"Te acuerdas, ella estaba en la reunión la semana pasada. Me dijo que iba a contactarte."

Sal no se acuerda de Mary, pero recuerda vagamente la reunión. Rápidamente comienza a buscar reuniones
en las últimas dos semanas últimas con más de 6 personas que no hayan tenido reuniones con ella
anteriormente, y encuentra una. El nombre de los asistentes sobresalta y la ve a Mary. Como es común en las
reuniones, Mary realizó información biográfica sobre si misma disponible para otros asistentes, y Sal ve algo
en común. Ella le enviará a Mary una nota y verá que quiere. Sal esta agradecida que Mary no haya tenido su
biografía disponible solo durante el tiempo de la reunión, como la mayoría de la gente hace…

Además de mostrar algunos de los caminos en los que las computadoras pueden ser invisibles en la vida de
las personas, la especulación señala algunos problemas sociales que la virtualidad incorporada engendrará.
Tal vez la clave entre ellos es la privacidad: cientos de computadoras en cada habitación, todas capaces de
censar personar cerca de ellos y vincularlas por redes de alta velocidad, tienen el potencial de hacer que el
totalitarismo hasta ahora, parezca como la anarquía más pura. Así como una estación de trabajo en una red
de área local puede ser programada para interceptar mensajes intencionados para otras personas, una
pequeña tab en la habitación en la habitación puede potencialmente grabar cualquier cosa que suceda.

Incluso hoy en día, aunque las credenciales activas y diarios de citas que se escriben a sí mismos ofrecen
todo tipo de comodidades, en las manos equivocadas su información podría ser sofocante. No solo los
superiores y subordinados corporativos, sino los funcionarios del gobierno e incluso empresas de marketing
pueden hacer un mal uso de la misma información que hacen las computadoras invisibles tan convenientes.

Afortunadamente, ya existen técnicas criptográficas para proteger los mensajes de una computadora ubicua
a otra y resguardar la información privada almacenada en redes del sistema. Si se diseñan en los sistemas
desde el principio, estas técnicas pueden asegurar que los datos privados no se hagan públicos. Una buena
versión implementada de la computación ubicua, incluso podría permitir una mejor protección de la
privacidad de la que existe hoy en día. Por ejemplo, esquemas basados en “seudónimos digitales” podrían
eliminar la necesidad de dar a conocer elementos de información personal que son confiados rutinariamente
a los cables de hoy en día, como números de la tarjeta de crédito, número de seguro social y dirección. Jim
Morris de la Universidad de Carnegie-Mellon ha propuesto un atractivo método para abordar estas
cuestiones: construir sistemas informáticos que tengan la misma protección de la privacidad que el mundo
real, pero no más, que las convenciones éticas se aplicarían independientemente del ajuste. En el mundo
físico, por ejemplo, los ladrones pueden entrar por una puerta cerrada, pero dejan evidencia. Las
computadoras construidas acorde a las reglas de Morris no intentan ser completamente a prueba de
rajaduras, pero sería imposible entrar sin dejar el equivalente a una huella dactilar.

Empujando las computadoras hacia el fondo, la virtualidad incorporada hará que los individuos sean más
conscientes de la gente del otro lado de los vínculos informáticos. Este desarrollo trae el potencial de revertir
las fuerzas centrípetas no saludables que las computadoras personales convencionales han introducido en la
vida y en la estación de trabajo.

Incluso hoy en día, la gente se refugia en oficinas sin ventanas delante de pantallas resplandecientes y
pueden no ver a sus compañeros durante la mayor parte del día. Y en la realidad virtual, el mundo exterior y
todos sus habitantes dejan de existir. Las computadoras ubicuas, en contraste, se encuentran en el mundo
de los humanos y no presenta barreras para las interacciones personales. En todo caso, las conexiones
transparentes que ofrecen entre las diferentes ubicaciones y tiempos pueden tender a unir a las
comunidades.

Mis colegas y yo en PARC creemos que lo que llamamos computación ubicua gradualmente emergerá como
el modo dominante del acceso a la computadora los próximos veinte años. Al igual que la computadora
personal, la computación ubicua no permitirá nada fundamentalmente nuevo, pero al realizar todo más
rápido y fácil, con menos tensión y gimnasia mental, se transformara en lo que es aparentemente posible.
Escribir en una máquina de escribir, por ejemplo, no es diferente a escribir en una computadora, la cual
data a mediados de 1960 por lo menos. Pero la facilidad de uso hace una enorme diferencia.

Cuando casi todos los objetos o bien contienen una computadora o pueden tener una tab adjunta a ella,
obtienen información que será trivial: “¿Quién hizo ese vestido? ¿Hay más en la tienda? ¿Cuál es el nombre
del diseñador de ese traje que me gusto la semana pasada?” El entorno informático sabe el traje que viste
durante un largo rato la semana pasada porque sabe tus ubicaciones y puede retroactivamente encontrar el
nombre de ese diseñador incluso si no te interesaba en ese momento.

Sociológicamente, la computación ubicua puede significar la disminución del adicto a la computadora. En


los años 1910 y 1920 muchas personas “hackearon” conjuntos de cristales para tomar ventaja del nuevo
mundo de alta tecnología de radio. Ahora los receptores de cristal “bigote de gato” son raros, porque las
radios son ubicuas (véase Radio a Galena). Además, la virtualidad incorporada traerá computadoras a los
presidentes de las industrias y países durante casi la el primer tiempo. El acceso a la computadora penetrara
en todos los grupos de la sociedad.

Lo más importante es que la computadora ubicua ayudara a superar el problema de sobrecarga de


información. Hay más información disponible en nuestros dedos durante una caminata en el bosque que en
cualquier sistema informático, sin embargo las personas encuentran una caminata entre los arboles relajante
y las computadoras frustrante. Maquinas que se ajustan al ambiente humano en lugar de forzar a los
humanos a entrar al suyo, nos hará usar las computadoras tan refrescantemente como una caminata en el
bosque.

Das könnte Ihnen auch gefallen