Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Licenciatura en Ciencias de la Comunicación
Periodismo especializado

Alumno Iván Juárez Torrijos

Octubre 03 de 2015

Entrevista al deportista discapacitado Jesús Alejandro, de 27 años de edad, Atleta

paralímpico deporte Powerlifting. Su discapacidad está relacionada a una lesión
medular que le resta movilidad y sensibilidad en la parte inferior de su cuerpo,
llevándole a utilizar silla de ruedas al no poder mover los pies.

Maquinaria pesada en la ciudad

El «tren superior», como una máquina con gran fuerza concibe Jesús Alejandro sus brazos,
hombros, biceps o tríceps. A nuestro encuentro el día de la entrevista sale por la puerta de
peatones del Centro Paralímpico Mexicano de la Comisión Nacional del Deporte
(CONADE), donde es atleta dentro del deporte powerlifting: «levantamiento de poder».

Su discapacidad está relacionada a una lesión medular que le resta movilidad en la parte
inferior del cuerpo. Es por esa razón que poco antes de entrevistarlo Jesús atraviesa la
puerta de peatones desplazándose en una silla de ruedas y no a pie. Sin embargo, tal
situación física no le es impedimento para ser alguien ejemplar, por el contrario, le permite
concentrarse en la parte superior de su cuerpo, haciéndole tener una extraordinaria
capacidad para levantar pesas con cientos de kilos, deporte de alto rendimiento que le ha
hecho acumular hasta 5 premios a nivel nacional.

A Jesús no le molestan los términos de discapacidad o capacidades diferentes, los que le

molestan realmente son los de invalido o minusválido porque le señalan como una persona
inferior. "Las personas se fijan más en el aspecto físico que en las capacidades que puedas
tener". Para él, muchas personas se predisponen al ver a una persona con discapacidad, por

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pensar que le tienen que ayudar. Entonces, las personas con discapacidad se convierten
desde ahí en un carga. "Yo conozco mucha gente que aun teniendo todas sus capacidades
hacen la mitad de cosas que yo. Entonces, pues sí me molesta el término minusválido, es
muy frecuente que lo oigas en televisión o en Radio, eso demuestra el nivel de ignorancia
en la gente", nos dice.

Desde su silla de ruedas Jesús es espectador de una sociedad convencional que carece de
visión para respetar espacios públicos destinados a personas como él. Comenta que ha visto
en los centros comerciales "carros de medio millón o un millón" estacionados en lugares
exclusivos para gente con discapacidad, por ese nivel económico deberían tener los
conductores algo de educación, o al menos sentido común, agrega.

Jesús considera por otro lado que en la Ciudad de México la infraestructura ha mejorado,
por ejemplo, con el metrobus, que le permite desplazarse por la ciudad de forma accesible y
gratuita. Más que un cambio del gobierno piensa que se trata de un cambio de mentalidad
de la sociedad, cambio social que también se va dando.

Jesús estaría dispuesto a poner su fotografía montado en su silla de ruedas en los espacios
públicos para discapacitados, a fin de que las personas "con más capacidades, o con sus
capacidades al cien por ciento (aunque lo único que no les funcione sea el cerebro)",
pudieran ver que las personas con discapacidad realmente existen, más allá de simple
iconografía en autobuses o estacionamientos. Por su parte, el lugar donde más podríamos
ver a Jesús es en canchas de juegos paralímpicos en la ciudad de México, levantando
pesados trofeos.