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Universidad técnica de Babahoyo

Facultad de ciencias jurídicas, sociales y de la educación


Escuela de Psicología

TEMA

“DROGAS DEPRESORAS”

AUTORES:

Evelyn Simone Aguilar segura

Lilibeth Stephania Burgos Pérez

Karen Liseth Chuchuca Espinoza

María Eugenia Cordero Contreras

Imaya Maite De Lucca Campelo

Israel Isaac Díaz Medina

María Eugenia Macías López

Lady Tatiana Peña Zapata

Lidia Esther Sinaluisa Tene

CURSO:

6to Semestre “A”

TUTOR:

Dr. Joselo Albán

BABAHOYO-ECUADOR

2018-2019
RESUMEN

El presente trabajo pretende contribuir a los estudiantes de 6to “A” de Psicología Clínica
adquirir información acerca de las drogas depresoras las cuales son sustancias que hacen más
lenta la conducta o los procesos cognoscitivos y afectan al sistema nervioso central, el problema
de la existencia de este tipo de drogas, es la utilización ilícita que le dan algunas personas; estas
personas utilizan este tipo de drogas para conseguir algún beneficio que les de tranquilidad y les
haga evadir los problemas de su día a día, estas drogan son parte de los malestares sociales
;existen varias formas de consumir estas drogas así mismo varias vías de administración que es
el modo en que la droga entra en el organismo, cada una de las diferentes sustancias depresoras
presenta efectos diferentes por lo tanto, tienden a tener ciertas variaciones en los mismos;
tenemos efectos neurológicos la mayoría de los depresores actúan sobre el cerebro afectando al
neurotransmisor ácido gamma-aminobutírico (GABA) y los efectos biosicosociales,
transformando la vida de quienes sufren la adicción y afecta su relación familiar, escolar, laboral
y social.

Palabras Claves:
Depresores
Consumo
Administración
Causas
Consecuencias
Introducción

El presente trabajo se refiere al tema Drogas Depresoras que se puede definir como las
sustancias que hacen más lenta la conducta o los procesos cognoscitivos, afectan al sistema
nervioso central ya que pueden disminuir la función normal del cerebro afectando el
neurotransmisor ácido gamma aminobutírico (GABA). Los neurotransmisores son
sustancias químicas cerebrales que facilitan la comunicación entre las células cerebrales.
(J.Gerrig, 2004)
Se realizó el presente trabajo con el interés de conocer todo lo referente a las drogas
depresoras haciendo un énfasis en lo que nos interesa como futuros Psicólogos teniendo claro
qué partes afectan estas sustancias, las drogas depresoras del Sistema Nervioso Central tienen la
capacidad de entorpecer el normal funcionamiento del cerebro, de reducir los reflejos y provocar
somnolencia. Estos agentes en dosis bajas, producen sedación o adormecimiento y disminuyen la
ansiedad por esta razón los fármacos depresores se utilizan para tratar el insomnio, la ansiedad y
el dolor. En dosis elevadas, los fármacos depresores producen un coma o la muerte.
Las drogas que están en este grupo son: opio y derivados, Benzodiacepinas, Barbitúricos,
Escopolamina, Alcohol Etílico. Estas drogas la encontramos con diferentes características y así
mismo varían sus compuestos y sus principales vías de administración que se utilizan para
consumir dichas sustancias son: inyectada, inhalada, fumada, oral, rectal o vaginal, sublingual.
A continuación consideramos importante mencionar los factores de riesgo tanto individuales,
familiares, socioculturales, biológicos y psicológicos se encuentran relacionados y en constante
interacción; ya que dichos factores provocan que una persona sea más vulnerable al uso indebido
de drogas, son varios los factores que inciden para que una persona decida consumir drogas. Así
mismo son varios efectos que producen estos depresores tenemos las consecuencias a corto y
largo plazo todas desembocan en una grave afectación tanto desde lo neurológico hasta lo
biopsicosocial.
Para concluir los autores realizan una propuesta que permitirá dar a conocer todo lo referente
a las drogas depresoras y como están afecta al desarrollo del individuo.
Marco Teórico
Drogas depresoras
Las sustancias depresoras son sustancias que hacen más lenta la conducta o los procesos
cognoscitivos, afectan al sistema nervioso central ya que pueden disminuir la función normal del
cerebro afectando el neurotransmisor ácido gammaaminobutirico (GABA). Los
neurotransmisores son sustancias químicas cerebrales que facilitan la comunicación entre
las células cerebrales. (Richard J.Gerrig, 2004).
Los orígenes exactos de este tipo de drogas no están puestos en un periodo temporal en
específico. Se conoce que desde la antigüedad el uso de la hoja de la marihuana y demás drogas
extraídas de la naturaleza eran incluidas en diversos rituales de carácter mágico o medicinal.
Algunas personas utilizan este tipo de drogas para conseguir algún beneficio que les de
tranquilidad y les haga evadir los problemas de su día a día, en otras instancias el fin de su
creación fue poder brindarle a los pacientes en estado de salud grave la reducción de dolor y
sufrimientos causados por distintas enfermedades.
Ya que conoces los términos “droga” y “depresor”, procedemos a explicarte qué son las
drogas depresoras: este tipo de sustancias están relacionadas directamente a las funciones del
sistema nervioso. Este tipo de drogas es suministrada de manera legal por psicólogos, psiquiatras
y demás profesionales de la salud para reducir los efectos de la depresión y ansiedad, en algunas
ocasiones el paciente tiene las facultades de auto medicarse, sin embargo siguen teniendo
supervisión médica regular.
El problema de la existencia de este tipo de drogas, es la utilización ilícita que le dan algunas
personas bien sea para el enriquecimiento del mismo o para consumo constante.
Las drogas depresoras son parte de los malestares sociales, si bien es cierto que la
contemporaneidad ha dado aportes gigantes al mundo de la medicina, sin embargo, ha traído
como consecuencia que las personas de malos procederes tengan acceso al consumo de este tipo
de estupefacientes.
Aunque no todos los tipos de depresores causan los mismos síntomas, como por ejemplo el
alcohol que no comparte los mismos caracteres que la heroína o marihuana, sí que disminuye la
actividad cerebral del adicto.
Drogas depresoras del Sistema Nervioso Central (SNC): Tienen la capacidad de entorpecer el
normal funcionamiento del cerebro, de reducir los reflejos y provocar somnolencia, así como
reacciones que pueden ir desde la desinhibición hasta el coma (Pascual et al., 2003).
Existen muchas drogas que afectan la mente o el comportamiento, y pueden ser legales e
ilegales. Las drogas legales son aquellas cuya venta ha sido aprobada mediante recetas o
directamente en el mostrador. El alcohol, que puede consumirse legalmente en las bebidas
excepto por los menores de cierta edad, es una droga. Las drogas ilegales son aquellas cuya
fabricación, venta, compra con fines de venta o posesión están prohibidas por las leyes. Se
incluyen en esta categoría drogas como la marihuana, la cocaína, el PCP y la heroína, o aquellas
aprobadas pero que se han obtenido por medios ilícitos y usadas para propósitos ilícitos.
Las drogas que se expenden con receta son aquellas que se ha determinado que son inocuas,
eficaces y legales sólo cuando se administran bajo la dirección de un médico licenciado. La
fabricación y el expendio de estas drogas están reglamentados por leyes cuya aplicación está
controlada por la Administración de Alimentos y Drogas (Food and Drug Administration),
la Administración de Aplicación de las Normas sobre Drogas (Drug Enforcement
Administration) y los gobiernos estatales. Si se consumen en forma inapropiada, algunas
personas pueden volverse físicamente dependientes del uso de ciertas drogas que se expenden
con receta (por ejemplo, la morfina y el Valium).
Las drogas ilegales se venden y se usan en contravención de las leyes. Pueden perjudicar a
quienes las usan, no sólo en términos del daño físico y emocional directo que originan, sino en
términos de las consecuencias criminales y financieras que ocasionan. Muchas drogas ilegales se
fabrican en laboratorios ilegales clandestinos en los Estados Unidos.
Algunas otras drogas muy utilizadas pero que no encajan en ninguna de las cuatro categorías
principales, ya citadas. Entre estas se encuentran el Cannabis, las hojas secas de esta planta se
denominan marihuana, y la resina se conoce como hashis. La Cannabis parece actuar en cierto
modo como depresivo pero también se le atribuyen efectos alucinógenos.
Presentación de las sustancias.
Alcohol.
El alcohol ha estado ligado a la cultura humana desde hace más de 10.000 años. En un
principio, como casi todas las drogas, tuvo una utilización místico-religiosa.
Aunque aparentemente estimulante, tiene un efecto depresor sobre el sistema nervioso
central. Inicialmente, y no a dosis altas, produciendo sensaciones de euforia, optimismo,
desinhibición, además una sensación de mayor habilidad corporal y verbal, minimizando niveles
de autocontrol y autocrítica. Cuando la ingestión es desmedida podría producir reacciones
violentas, peleas, llantos y vómitos. (Vega, 2007).
La sensación de excitación se debe precisamente a que al deprimirse algunos centros
cerebrales, se reducen las tensiones, las inhibiciones y la persona experimenta sensaciones de
sociabilidad o euforia, continua afectando partes del cerebro que controlan el comportamiento y
las emociones: la memoria, concentración y coordinación (Diez 2006).
Opiáceos.
Los opiáceos constituyen una amplia familia de productos derivados directamente de la
adormidera o Papaver somniferum. La utilización del opio como analgésico y somnífero se
remonta ya al año 1500 A.C. A mediados del siglo XIX se descubrió el principio activo del opio,
la morfina, cuyo consumo se puso muy de moda a finales del XIX, siendo signo de elegancia y
riqueza en todo el mundo occidental. Para evitar la dependencia a la morfina se comercializó
a finales del siglo XIX la heroína, producto consumido por la mayoría de los toxicómanos de
opiáceos. (PEÑA, E. 2000).
Son las drogas con mayor poder adictivo, debido a entran en el cerebro rápidamente. Entre los
efectos que producen estas drogas están el de analgesia, somnolencia, cambios del estado de
ánimo, depresión respiratoria, nausea, vómito, "miosis" (constricción pupilar) y disminución de
la motilidad del tubo digestivo (Curtis, 2000).
La heroína es el analgésico de origen natural más poderoso que se conoce, es de 5 a 8 veces
más fuerte que la morfina siendo también mucho más adictiva que ella, aunque sus efectos son
más cortos, lo que la convierte en una sustancia altamente peligrosa; la morfina, potente droga
opiácea usada frecuentemente en medicina como analgésico. También es considerado como un
narcótico pero con bajos niveles de adicción. Puede presentarse en forma de cristales inodoros e
incoloros o bien como un polvo cristalino blanco (PEÑA, E. 2000).
Se absorbe tanto por el tracto digestivo (ingiriendo la droga) como por la mucosa nasal y los
pulmones (inhalada), siendo mayor la absorción si es por vía parenteral
y máxima por vía intranasal. En el sistema nervioso central atraviesa la barrera hemato
encefálica. La mayor cantidad se elimina a las seis horas y a las 48 se puede decir que no
queda prácticamente nada (Abel, 1986).
Hipnóticos.
Los barbitúricos y Tranquilizantes Se utilizan principalmente como anestésicos por la corta
duración de su acción (2 a 4 horas de media) aunque rápidamente se extendió su uso como
hipnóticos (por la inducción rápida al sueño). Sin embargo, el desarrollo de tolerancia que se
producía con estos, comenzó a hacer evidentes los riesgos de depresión del SNC con efectos
parecidos a los de la sobredosis de heroína (parada respiratoria y muerte) por estas razones, su
uso ha declinado en los últimos años (J val, Guía de Drogas, 2007).
Su uso prolongado causa dependencia física y psíquica, y si se corta bruscamente la
administración, o se reduce, se produce un síndrome de abstinencia serio; Se consumen por vía
oral aunque algunos consumidores disuelven el polvo en agua y se lo inyectan (Alfonso Velasco
Martin, 1998).
Según PEÑA, E. (2000) en dosis pequeñas, los barbitúricos proporcionan alivio al insomnio,
la ansiedad y la tensión a corto plazo. Al enlentecer el funcionamiento del sistema nervioso
central, los barbitúricos provocan tres efectos principales en el organismo: reducen el ritmo
cardiaco, hacen más lenta y superficial la respiración y bajan la tensión.
Los tranquilizantes, son un grupo de sustancias empleadas en el tratamiento de la ansiedad y
el insomnio, en sustitución de los barbitúricos que se revelaron mucho más peligrosos y adictivos
de lo que se pensaba inicialmente. Han sido una de las drogas que más difusión han tenido en la
época moderna, recetándose libremente en las décadas de los cincuenta y setenta.
Tradicionalmente se ha indicado una tendencia al mayor consumo por parte de la mujer en la
edad media de vida, seguramente en relación con la mayor frecuencia en ellas de síntomas de
ansiedad. Un consumo continuado de estas sustancias no debe interrumpirse bruscamente, dada
la gravedad que su síndrome de abstinencia puede provocar. Los podemos encontrar en forma de
comprimidos, cápsulas, grageas, gotas, ampollas, supositorios o inyectables dependiendo de cuál
sea la sustancia concreta de que se trate; Su administración puede ser oral, intravenosa o rectal.
(Mario Martínez Ruiz, 2002)
Tabla 1
Absorción de Drogas
ABSORCIÓN DE DROGAS POR VARIAS VÍAS
Vía Rapidez de absorción Barreras de absorción

Intravenosa +++++ No hay absorción


completa.
Inhalatoria ++++
No inhalar en fumadores
Esnifado +++ (se desactiva)
Oral + Retención en el moco.
Inestabilidad química.
Degradación bacteriana
Diferentes vías que se pueden consumir drogas, su rapidez y barreras de absorción.
Epidemiologia
Epidemiologia a nivel mundial.
Este informe presenta un panorama epidemiológico del consumo de drogas en las Américas y
ofrece información básica acerca de las consecuencias para la salud y los trastornos causados por
el uso de drogas ilegales y el uso no médico de medicamentos psicotrópicos de venta con receta.
(El tabaco y el alcohol son temas tratados en otros informes publicados por la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) y no se abordan aquí.)
Si bien la mayoría de los estudios mencionados en el informe incluyen datos de los Estados
Unidos de América y Canadá, este informe se concentra principalmente en los países de América
Latina y el Caribe. Son escasos los estudios sobre el uso de drogas en la Región y los métodos
empleados para recolectar los datos no son homogéneos. Sin embargo, varios hechos claves
permiten llegar a una conclusión clara: el uso indebido de drogas representa un problema vital de
salud pública que requiere atención inmediata.
Por lo menos 4,4 millones de hombres y 1,2 millones de mujeres de América Latina y el
Caribe sufren trastornos causados por el uso de drogas —como dependencia y otros
padecimientos— en algún momento de su vida. Anualmente, son afectados 1,7 millones de
hombres y 400.000 mujeres. Los trastornos debido al uso de drogas tienen considerables
repercusiones en los sistemas asistenciales de muchos países de la Región, así como en la salud y
en el tipo de discapacidad de las personas en los años más productivos de sus vidas. Si bien los
trastornos relacionados al uso de drogas son más frecuentes en los países desarrollados de las
Américas, la carga para la salud recae en forma desproporcionada en los países de ingresos bajos
y medios, donde no existen o no son asequibles los programas de tratamiento y prevención.
Hay tres factores que explican el problema: la desigualdad en el desarrollo, la falta de acceso
a servicios de salud y la exclusión social que sufren algunos sectores de la población. En
consecuencia, un enfoque de salud pública debe concentrarse en las siguientes líneas de acción:
• El desarrollo sostenible
• El suministro de atención de salud como un derecho básico del ser humano
• La promoción de programas de inclusión social para los grupos marginados expuestos a un
consumo de alto riesgo y dependencia de las drogas.
Las consecuencias sociales y para la salud del uso de drogas son importantes y deben ser
abordadas sin demora. Este informe ofrece recomendaciones para mejorar la calidad de las
investigaciones —que constituyen los pilares esenciales de las políticas bien fundamentadas y los
programas eficaces— y aboga por la instauración de medidas de salud pública que reducirían la
carga de morbilidad resultante del uso de drogas.

Salud mental.
El uso prolongado de una sustancia psicoactiva puede provocar dependencia, que constituye
un problema de salud mental, y puede exacerbar otros trastornos mentales, como la depresión, la
ansiedad y la esquizofrenia, con una tasa elevada de comorbilidad. La dependencia de drogas
también puede disuadir de buscar tratamiento a las personas con problemas de salud mental,
porque a menudo los profesionales exigen abstinencia antes del tratamiento, lo cual empeora los
probables resultados.
Epidemiologia a nivel nacional
Alcohol.
El 51,5% de los estudiantes consumió alcohol al menos una vez durante los últimos 30 días, de
los cuales el 58,1% son hombres y el 45,5% son mujeres. Las diferencias entre ambos sexos son
estadísticamente significativas. Con relación a la edad, la mayor prevalencia de último mes se
registra entre los 23 a 24 años con el 58,8%. Existe una clara manifestación de menor uso en el
grupo de estudiantes de 18 años y menos con una tasa del 42%. La edad promedio y la mediana
de inicio de consumo de alcohol son de 17 años, pero de 16 años en el caso de los hombres. 15 Se
observa que el 33,1%, es decir, un tercio de los estudiantes que declararon uso de alcohol en el
último año califican en uso riesgoso lo perjudicial, con una significativa mayor proporción entre
los hombres que entre las mujeres, 40,9% y 24,9%, respectivamente. Entre los consumidores de
alcohol de último año un 12,7% de ellos presentan signos de dependencia, cifra que es 17,9% entre
los hombres y un 7,3% entre las mujeres, con diferencias estadísticamente significativas entre
ambos grupos. Considerando la prevalencia de último mes, esta presentó un aumento desde 38%
en 2009 a 50,8% en 2012, para volver a aumentar levemente a 51,5% en 2016. Este aumento está
influenciado por el aumento del consumo de alcohol en las mujeres, desde 42,3% en 2012 a 45,5%
en 2016. En el caso de los hombres el consumo desciende desde 60,2% en 2012 a 58,1% en 2016.
En cuanto al análisis según grupos etarios, el consumo actual de alcohol registra un aumento
estadísticamente significativo entre 2009 y 2012 el que se mantiene hacia el 2016 en los
universitarios de todos los grupos etarios. Con relación a las tasas de consumo riesgoso o
perjudicial de alcohol, la cual se obtuvo a partir de los consumidores de alcohol en el último año,
se registró una disminución entre los años 2012 y 2016, con tasas de 36,9% y 33,1%
respectivamente. Tal disminución se produce tanto en el caso de los estudiantes hombres como en
mujeres, sin embargo, en ninguno de ellos la disminución es estadísticamente significativa.
El porcentaje de estudiantes con signos de dependencia al alcohol tuvo un descenso desde
15,5% en 2012 a 12,7% en 2016. Tales descensos no son estadísticamente significativos, ni en
hombres ni en mujeres. Sin embargo, una buena noticia es que la disminución de los registros de
signos de dependencia alcohólica en 2016 si es estadísticamente significativa con relación a 2009:
15,9% y 12,7% respectivamente. Combinación de alcohol y bebidas energizantes
Atendiendo a los riesgos para la salud evidenciados con el uso simultáneo de alcohol y bebidas
energizantes, este estudio quiso indagar sobre el uso combinado, en la misma ocasión, de ambos
productos. El 70,9% de los estudiantes que declaran haber consumido alcohol alguna vez en el
último año, nunca lo usaron simultáneamente con alguna bebida energizante. Sin embargo, cerca
del 1,2% reconoce que siempre o casi siempre consume en la misma ocasión alcohol y bebidas
energizantes.
Tranquilizantes como valium, clonazepam, alprazolam u otros.
En el caso de los tranquilizantes la pregunta general incluyó algunas benzodiacepinas, u otros
fármacos, para calmar la ansiedad o controlar el insomnio, obtenidos mediante prescripción
médica o sin ella. Se pudo observar que el 10,3% de los estudiantes declararon haber usado al
menos uno de ellos alguna vez en la vida. Por su parte, prácticamente el 3,6% consumió alguna
vez en la vida algún tipo de tranquilizante sin prescripción médica.
Epidemiologia a nivel local
En este estudio se han obtenido reportes de consumo de tabaco, alcohol y otras drogas como
marihuana, cocaína y pasta base. El presente informe sólo considera los principales resultados
acerca de la evolución de las prevalencias y de algunas variables asociadas al uso de sustancias.
El análisis toma como referencia las prevalencias del último año de todas las drogas consultadas
(proporción que ha consumido al menos una vez en los últimos 12 meses), excepto para alcohol
en que la medida de referencia es el último mes (proporción que ha consumido alcohol al menos
una vez en los últimos 30 días) y tabaco, donde se toma como referencia la prevalencia diaria
(proporción que ha fumado al menos un cigarrillo por 20 o más días en el último mes). El análisis
por cursos a nivel regional se realiza agrupando a octavos básicos y primeros medios en un grupo,
y de segundos a cuartos medios en otro, lo anterior obedece a un criterio de magnitud muestral en
todas las regiones para tener estimaciones más precisas para prevalencias bajas.
Consumo de Alcohol.
Las declaraciones de uso de alcohol en el último mes en la región se ubican por encima del
promedio nacional con 37,8%. La prevalencia pasó de 36,8% en 2011 a 37,8% en 2013, variación
que no es estadísticamente significativa.
La prevalencia de consumo de alcohol no varía entre hombres (37,9%) y mujeres (38,0%) en
2013. En hombres se produce un aumento de 6,4 puntos porcentuales respecto al estudio anterior,
mientras que en mujeres la prevalencia varía de 43,1% a 38,0%, ninguna de estas variaciones son
estadísticamente significativas. Por cursos, se observaron diferencias significativas entre los dos
grupos de cursos analizados (28,7% en el grupo entre 8° básico a 1° medio frente a 45,0%, del
grupo entre 2° a 4° medio) y ninguna de las diferencias observadas respecto al estudio anterior es
significativa.
Causas del consumo
Causas del consumo factores biológicos, neurológicos, factores de riesgos y de protección.
La dependencia y la adicción tienen muchas y diversas causas. Se desarrollan por la interacción
de diferentes factores, como por ejemplo:
 La clase de droga
 La personalidad del dependiente
 La biografía personal
 El entorno social
 Las influencias genéticas
Es decir, existe una combinación de diversos factores de riesgo y causas que propician una
dependencia o adicción. A menú se aprenden a consumir drogas como el alcohol por sus propios
padres, ya que lo viven como sinónimo de libertad y ven que se utiliza para solucionar problemas,
con lo que frecuentemente terminan por adoptar ese mismo comportamiento, pero también la
influencia de otros. En cuanto a un mal uso de los medicamentos, suele referirse a dolores físicos
y trastornos psicosomáticos (miedo, ansiedad, enfermedad maniacodepresiva). Estos trastornos
son frecuentes ante situaciones laborales o personales como la presión de tiempo, la carga emotiva
y el aislamiento, que terminan provocando conflictos y tensiones. Para paliar estos síntomas, el
enfermo toma por cuenta propia o por prescripción facultativa los medicamentos de una forma
incontrolada de manera que termina apareciendo una dependencia a los mismos.
Para poder hablar del desarrollo de una dependencia hay que tener en cuenta determinadas
características de la droga, entre otras cosas. Por un lado, es determinante la facilidad con que se
puede obtener una determinada sustancia. El hecho de que la mayoría de los alcohólicos lo sean
depende en gran medida de la facilidad con la que en España se accede al alcohol. Por otro lado,
la seducción de lo prohibido es extremadamente atractiva, sobre todo cuando la sustancia resulta
difícil de obtener. Además, no podemos olvidar el importante papel del efecto mismo de la
sustancia.
Otra característica muy influyente es su potencial de adicción, porque son sustancias que
rápidamente conducen a una dependencia física o psíquica.
También existen determinadas circunstancias personales y entornos sociales que pueden
favorecerla. Por ejemplo, en nuestra sociedad el consumo de alcohol no solo se tolera sino que
prácticamente forma parte del día a día. Así lo observamos en diferentes grupos (asociaciones, por
ejemplo) en la que existen determinados rituales de bebidas y en los que la abstinencia es mal vista
mientras que la celebración a la bebida se alaba. También tienen un importante papel los factores
ideológicos; en el movimiento hippie el hachís era parte de su cultura vital. La adicción a las drogas
es un estado de alteración, a veces de intoxicación, provocado por la ingestión de una o varias
drogas. La Toxicomanía es la intoxicación causada por distintos agentes como el alcohol, el tabaco
o los alcaloides que perturban la vida y pueden llegar a destruirla.
Los motivos principales de todas las toxicomanías son el miedo al dolor y el ansia de bienestar.
Todas las drogas que causan dependencia son nocivas para la salud y conducen a trastornos que se
manifiestan por dolores internos, pérdidas del conocimiento y perturbaciones nerviosas cada vez
más graves que terminan en crisis de alucinaciones y delirios, semejantes a los de la esquizofrenia.
Las bases neurológicas de la dependencia a las drogas están casi comprobadas. Se habla de una
alteración en los niveles de dopamina en determinadas áreas cerebrales como principal causante
de adicción. Las drogas adictivas pueden cambiar el cerebro de modos fundamentales, a
predisposición a la adicción a la heroína o a cualquier otro opiáceo puede ser hereditaria: se ha
encontrado en varios adictos un gen que codifica un gen de dopamina en el cerebro. Por años los
científicos han tratado de profundizar en esta hipótesis pero no tenían las herramientas necesarias
para hacerlo. Ahora son varios los genes de dopamina que se han relacionado tentativamente al
abuso de las drogas y el alcohol (especialmente D2 y D4). Variaciones hereditarias en estos genes
modifican la eficacia con la que las neuronas procesan dopamina. A consecuencia los científicos
especulan acerca de la posibilidad de que un gen supe eficiente transportador de dopamina "limpie"
la dopamina de la sinapsis de manera extremadamente rápida puede ser este un factor que
predispondría a algunos individuos al consumo de sustancias.
Neurobiología de la adicción a las drogas.
La adicción es el resultado de los cambios neurobiológicos asociados con alteraciones crónicas
e intermitentes de los sistemas dopaminérgicos. Una persona adicta se vuelve cada vez más
sensible a los picos de dopamina, ya que experimentan incrementos bruscos. También se dan
cambios a nivel del glutamato, el GABA, la serotonina o los opiáceos. Estos cambios alteran el
funcionamiento de ciertos circuitos cerebrales, y es por esto que las personas adictas tienen una
conducta compulsiva y desinhibición.

Factores de Riesgo y protección


Las investigaciones realizadas durante las últimas dos décadas han tratado de determinar cómo
comienza y cómo progresa el abuso de las drogas. Hay muchos factores que pueden aumentar el
riesgo de una persona para el abuso de drogas. Los factores de riesgo pueden aumentar las
posibilidades de que una persona abuse de las drogas mientras que los factores de protección
pueden disminuir este riesgo. Es importante notar, sin embargo, que la mayoría de las personas
que tienen un riesgo para el abuso de las drogas no comienzan a usarlas ni se hacen adictos.
Además, lo que constituye un factor de riesgo para una persona, puede no serlo para otra.
Los factores de riesgo y de protección pueden afectar a un individuo durante diferentes etapas
de sus vidas. En cada etapa, ocurren riesgos que se pueden cambiar a través de una intervención
preventiva. Se pueden cambiar o prevenir los riesgos, tales como una conducta agresiva, con
intervenciones familiares, escolares ,laborales , y comunitarias dirigidas a ayudar a que las
personas desarrollen conductas positivas apropiadas. Si no son tratados, los comportamientos
negativos pueden llevar a riesgos adicionales, tales como el fracaso académico y dificultades
sociales, que aumentan el riesgo para el abuso de drogas en el futuro.
Apariencia, características o formas de presentación.
Los depresores se clasifican en: tranquilizantes, alcohol, opiáceos, barbitúricos e inhalables.
Tranquilizantes:

Valium, Lexotán, Ativán, Rohypnol, Rivotri. (Pingas, pastas, chochos).

•Forma de usarse: Oral.

• Cómo es su apariencia: Pastillas y tabletas.


Alcohol:

Cerveza, vino, tequila, licor.

• Forma de usarse: Bebido.

• Cómo es su apariencia: Líquido.

Opiáceos (narcóticos) de origen natural:

Heroína (chiva, heroica).

• Forma de usarse: Inyección: subcutánea, intravenosa, intramuscular. Fumada, inhalada.

• Cómo es su apariencia: Piedra o polvo café amarillento o blancos.

Opiáceos (narcóticos) de origen sintético y análogo:

Codeína, Nuvaín, Darvón, Temgesic, Demerol, Fentanil.

• Forma de usarse: Oral, intravenosa.

• Cómo es su apariencia: Jarabes, pastillas, cápsulas, soluciones inyectables.

Barbitúricos.

Pentobarbital, Secobarbital. (Pastas, nembus, muñecas, barbas).

•Forma de usarse: Oral.

• Cómo es su apariencia: Cápsulas de color rojo, amarillo o azul.

Inhalables.
Tonsol (toncho), Thinner, Resistol (chemo, pegue, FZ-10, flan, activo, vainilla). Gasolina.
Nitrito de amilo (poopers, rush).
•Forma de usarse: Inhalado.
• Cómo es su apariencia: Líquido transparente de olor penetrante. Pegamento amarillo.
Escopolamina.

Burundanga, droga zombi.

• Forma de usarse: inhalación, mezcla en bebida, puede ser esparcido sobre cualquier
substancia sólida, incluyendo chicles, chocolates, dulces o dentro de papel, billetes o
periódicos,

• Cómo es su apariencia: polvo fino, cristalino, de color blanco y su sabor es amargo.

Acción Farmacológica.

a) Composición química de las drogas.

b) Mecanismo de acción de cada uno.

Acción Farmacológica Barbitúricos.


Causa la depresión del sistema nervioso central en primer lugar, los barbitúricos destacan por
unirse al receptor gamma-aminobutico (GABA), el principal neurotransmisor inhibitorio del
cerebro. Cuando se acopla a dichos receptores, los barbitúricos producen una entrada de calcio que
híper-polariza la neurona y bloquea el impulso nervioso.
Barbitúricos composición química.
El ácido barbitúrico, es una 2.4.6-trioxohexahidropirimidina. El compuesto carece de actividad
depresora central, pero la presencia de grupos alquilo o arilo en la posición 5 le confiere actividades
sedantes-hipnóticas y en ocasiones otras actividades. El grupo carbonilo en la posición 2 toma un
carácter ácido a raíz de la automerización del lactamo ("ceto") - lactimo ("enol") favorecida por su
localización entre los dos nitrógenos amino electronegativo.
Mecanismo de acción
Tras ser administrados, los barbitúricos se introducen en el cerebro desencadenando las
siguientes reacciones:
 Impide el flujo de iones de sodio entre las neuronas.
 Favorecer el flujo de iones de cloruro.
 Unirse al receptor GABA, principal neurotransmisor inhibitorio del cerebro.
 Incrementar la conducción del cloruro.
 Reducir la sensibilidad de la membrana neuronal postsináptica a los neurotransmisores
excitatorios.
 Obstaculizar los potenciales de acción de las neuronas.
De este modo, estos medicamentos actúan como depresores del sistema nervioso central,
produciendo efectos sedantes, ansiolíticos, hipnóticos y anticonvulsivos.
Efecto de la droga.
Los efectos secundarios que provoca el consumo de barbitúricos suelen ser amplios y graves.
Estos medicamentos suelen producir mareo, pérdida de conciencia, disartria, ataxia, estimulación
paradójica por desinhibición de la conducta, y depresión de sistema nervioso, de la función
respiratoria y del sistema cardiovascular.
Acción Farmacológica Escopolamina.
Escopolamina N-butil bromuro ejerce una acción espasmolítica sobre el músculo liso de los
tractos gastrointestinal, biliar y génito-urinario. Debido a su estructura de derivado de amonio
cuaternario, el N-butilbromuro de hioscina no pasa al sistema nervioso central y en consecuencia
no se presentan efectos secundarios anticolinérgicos a nivel del sistema nervioso central. Puede
aparecer una acción anticolinérgica periférica como resultado de una acción bloqueadora
ganglionar a nivel de la pared visceral así como de una actividad anti-muscarínica.
Composición química de la Escopolamina.
Su fórmula química es C17H21NO4 y difiere de la atropina sólo en que tiene un puente de
oxígeno entre los átomos de carbono 6 y 7 lo cual, le permite penetrar la barrera hematoencefálica
más fácilmente y causar alteración del sistema nervioso central.

Mecanismo de acción.
Antagonista competitivo de receptores colinérgicos muscarínicos tanto en células con
inervación colinérgica como en las que no.
Acción Farmacológica del Alcohol Etílico
En cuanto a las acciones farmacológicas, el etanol produce un fenómeno de inhibición de
inhibiciones con euforia, elevación del tono vital, mejoría superficial de la asociación de ideas,
disminución del autocontrol y de la autocrítica, reducción de la visión, incoordinación muscular y
alteraciones de los reflejos, disminución de la sensación de fatiga, disminución del umbral
convulsivo. Potenciación de fármacos depresores centrales, cierto efecto hipnótico y analgésico,
dosis más altas producen depresión del Sistema Nervioso Central que pueden llegar al coma y
depresión respiratoria.
Composición química.
La fórmula química del alcohol etílico es C2H5OH y su fórmula extendida es CH3CH2OH.
También se escribe como EtOH y el nombre IUPAC es etanol. Por tanto, sus componentes
químicos son el carbono, el hidrógeno y el oxígeno. La molécula está formada por una cadena de
dos carbonos (etano), en la que un H ha sido sustituido por un grupo hidroxilo (-OH).
Mecanismo de acción.
Mecanismo de acción y de acciones farmacológicas del etanol.- El etanol es un fármaco
depresor no selectivo del Sistema Nervioso Central, prácticamente se comporta como un
anestésico general inhalatorio, produce el fenómeno de la parálisis descendente de acuerdo con la
ley de Hughlings-Jackson, como es una sustancia mucho más hidrosoluble que los anestésicos
inhalatorios, el periodo de inducción de la narcosis se prolonga mucho y el periodo quirúrgico
propiamente dicho prácticamente coincide con la fase de parálisis respiratoria, por ello el etanol
no se ha utilizado como fármaco anestésico.
El etanol es el fármaco estabilizador de membrana, disolviéndose en un componente lipoideo,
inhibe el transporte activo de sodio, potasio, aminoácidos, catecolaminas, etc.; además disminuye
la actividad ATP-asa de membrana sodio-potasio dependiente, disminuye la utilización de ATP y
el consumo de oxígeno. Al igual que otros depresores no selectivos del Sistema Nervioso Central
como barbitúricos y la fenitoína, el etanol potencia los efectos inhibitorios del ácido gamma amino
butírico (GABA) en el Sistema Nervioso Central e inhibe al receptor NMDA de aspartato-
glutamato y reduce por lo tanto la actividad glutamatérgica, las interacciones con otros
neurotransmisores como serotonina, catecolaminas y péptidos están menos estudiadas.
Efecto de la droga
En cuanto al aparato cardiovascular, el etanol es un fármaco vasodilatador por favorecer la
liberación de histamina, aunque este efecto ocurre con dosis altas y por vía parenteral. La
disminución del dolor anginoso se debe más a su efecto euforizante y analgésico que a su efecto
vasodilatador coronario, a dosis altas es un depresor cardíaco. El etanol produce vasodilatación
cutánea, lo que puede favorecer la termólisis y la disminución de la temperatura corporal, a dosis
bajas o moderadas el alcohol etílico es antiagregante plaquetario, reduce la concentración
plasmática de lipoproteínas de baja densidad (LDL) e incrementa la concentración plasmática de
lipoproteínas de densidad elevada (HDL), es pues antiaterogénico, a concentraciones superiores,
sin embargo, es aterogénico y empeora la hipertensión arterial actuando sobre el sistema renina-
angiotensina-aldosterona.

Acción farmacológica
Composición química del opio.
10-20% de alcaloides, 5-6% de materias minerales, 20% de azúcares y ácidos orgánicos
(lácticos, fumárico, mecónico).
• Semillas: No contienen alcaloides.
• Capsulas y opios: Contienen ácidos mecónico (marcados de identidad para evitar
falsificaciones de la droga).
Los alcaloides presentes son Isoquinoleínicos, derivados de la tirosina con un núcleo
bencilisoquinoleínico (papaverina) o morfinano (morfina, codeína, tebaína).
Mecanismo de acción.
Sedación. En general, los agonistas puros producen sedación, que se expresará más o menos
dependiendo del estado del paciente (grado de dolor e insomnio). A dosis mayores, producen
estupor, sueño profundo y coma. Empeoran, por tanto, el rendimiento psicomotor. Si se
administran dosis muy elevadas pueden aparecer convulsiones.
Euforia. Producen euforia, placer y sensación de bienestar, con reducción de la ansiedad. Este
efecto es muy intenso por vía intravenosa y, menos por vía fumada o inhalada.
Analgesia. El dolor posee componentes sensoriales y afectivos (emocionales). Los opioides
reducen ambos componentes. Alivian o suprimen dolores de gran intensidad (agudos o crónicos)
y de cualquier localización.
Depresión respiratoria. Deprimen la actividad del centro respiratorio bulboprotuberancial.
Disminuyen el volumen minuto respiratorio, afectando sobre todo a la frecuencia más que a la
amplitud.
Supresión de la tos. Suprimen el reflejo de la tos, posiblemente al afectar al conjunto de
neuronas respiratorias que integran y dirigen los movimientos convulsivos de la tos.
Miosis. La contricción pupilar es un efecto típico de casi todos los opioides. La miosis no
presenta tolerancia y por ello, es útil para predecir el uso reciente de opioides y la intoxicación
aguda. En casos de hipoxia grave, la miosis se convierte en midriasis paralítica.
Náuseas y vómitos. Se observan más frecuentemente tras las primeras administraciones.
Acciones neuroendocrinas. Por su acción sobre el hipotálamo y la hipófisis, estimulan la
secreción de ACTH, la hormona del crecimiento y la hormona antidiurética, e inhiben la secreción
de la TSH y las gonadotropinas.(LH y FSH).
Los primeros efectos se dejan notar como cansancio y somnolencia, a medida que crece el
efecto se sienten hormigueo y picores en todo el cuerpo, se deja de sentir dolor, si se padecía, y
se aumenta la sensación táctil, a medida que se cae en los efectos narcóticos se empieza a soñar en
duermevela, junto con alucinaciones, náuseas y vómitos.
Composición química de la heroína.
El componente principal de la heroína es la diacetilmorfina y es el que le confiere su carácter
de opiáceo. Se obtiene por medio del proceso de acetilación de la morfina que tiene lugar a partir
de anhídrido acético o cloruro de acetilo.
A partir de ahí, se une el cloruro de hidrógeno con el nitrógeno, se retira la mezcla de gas y se
obtienen los derivados diacetil. El resultado es acetato de diacetilmorfina, que será purificado por
medio de la recristalización de anhidro del etanol con la correspondiente adición de carbón
activado.

Mecanismo de acción
El mecanismo de acción de la heroína es en gran parte determinado por el perfil de la morfina
como típico (estándar) en un opioide, teniendo una alta afinidad a los receptores opiáceos. El
diacetilmorfina en sí tiene una afinidad relativamente baja para los receptores opiáceos. Sin
embargo, cuando se administra por vía intravenosa, en contraste con la hidromorfona y
oksimorfina, el diacetilmorfina es una versión más fuerte de la histamina, que causa un
pronunciado sentido más de elevación, y en algunos casos también la sensación de picor. Los
receptores opioide en los mamíferos están disponibles en el cerebro y la médula espinal, así como
en el intestino. En el cerebro se concentran en la materia gris del cerebro, en el bulbo olfatorio y
algunas capas de la corteza del encéfalo, así como en algunos núcleos de las neuronas y en la
amígdala. Los receptores representan un mecanismo metabotrópico GPCR - los receptores
asociados a proteínas G, que normalmente activan las endorfinas. Las endorfinas son parte del
sistema de analgésicos diseñado para controlar el nivel de dolor. Los metabolitos de la heroína se
unen a los receptores opioides.
Composición química de la morfina
La morfina es una sustancia controlada, opiácea agonista utilizada en premedicación, anestesia,
analgesia, tratamiento del dolor asociado a la isquemia miocárdica y para la disnea asociada al
fracaso ventricular izquierdo agudo y edema pulmonar. Es un polvo blanco, cristalino, inodoro y
soluble en agua.
Mecanismo de acción.
La morfina es un potente agonista de los receptores opiáceos. Los receptores opiáceos incluyen
los (mu), k (kappa), y d (delta), todos ellos acoplados a los receptores para la proteína G y actuando
como moduladores, tanto positivos como negativos de la transmisión sináptica que tiene lugar a
través de estas proteínas.
Los opioides actúan como agonistas de los receptores k cerrando los canales de potasio voltaje-
dependientes y abriendo los canales de potasio calcio-dependientes lo que ocasiona una
hiperpolarización y una reducción de la excitabilidad de la neurona. La unión de los opiáceos a sus
receptores estimula el intercambio de guanosina trifosfato (GPT) del complejo de la proteína G,
liberándose una subunidad de dicho complejo que actúa sobre el sistema efector. En el caso de la
analgesia inducida por los opioides, el sistema efector es la adenilato ciclasa y el AMP-cíclico
localizado en la parte interna de la membrana plasmática neuronal. De esta forma, los opioides
disminuyen el AMP-cíclico intracelular inhibiendo la adenilato ciclasa, una enzima que modula la
liberación de neurotransmisores nociceptivos como la sustancia P, el GABA o la dopamina.
Composición química de los benzodiacepinas
Las BDZ poseen tres anillos; el anillo A es benzénico; el anillo B, es diazepínico, tiene siete
miembros, hay dos átomos de N que en la mayoría se encuentran en las posiciones 1 y 4, son las
1,4-benzodiazepinas, existe un grupo menor donde los átomos de N se encuentran en las posiciones
1 y 5, son las 1,5-benzodiazepinas, representadas por el clobazam; el anillo C es 5-arilo (Harvey
S. 1986).
Mecanismo de acción.
Los mecanismos de acción hacen referencia al método mediante el cual las benzodiacepinas
actúan cuando llegan al cerebro y consiguen realizar modificaciones en el funcionamiento
psicológico.
Las benzodiacepinas actúan directamente sobre un neurotransmisor inhibitorio del cerebro
conocido como ácido gamma animo butírico (GABA), uniéndose a receptores específicos de este
neurotransmisor y actuando como agonista de GABA.
Esto quiere decir que cuando las benzodiacepinas llegan a las regiones cerebrales, incrementan
la actividad del GABA y, por lo tanto, se aumentan los potenciales postsinápitcos inhibidores.
La principal ventaja que presentan las benzodiacepinas es que cuando estas actúan sobre el
GABA incrementan la frecuencia de apertura del canal de cloro.
Así pues, estos medicamentos no son capaces de proporcionar una activación mayor a la que
lograría realizar el GABA por sí solo, por lo que los riesgos de su consumo son bajos.
Los receptores de GABA actúan como dianas farmacológicas de distintos compuestos de
utilidad clínica. Consta de un receptor de canales iónicos que se forman a través de combinaciones
proteicas.
Vías Administración
La vía de administración es el modo en que la droga entra en el organismo. Tienen una gran
importancia porque condicionan la velocidad con que la droga llega al cerebro, y por tanto, produce
su efecto.
Las principales vías o rutas de administración que se utilizan para consumir diferentes
sustancias psicoactivas son:
Inyectada Es la más peligrosa ya que cada vez que se rompe la barrera protectora de la piel, se
abre la puerta a patógenos externos al organismo que pueden provocar infecciones, abscesos,
coágulos y otras complicaciones fisiológicas. Además, es la ruta de consumo más vinculada con
la muerte por sobredosis. Es necesario siempre usar equipo estéril y cuidar mucho la limpieza
utilizando algodón con alcohol para limpiar la zona donde se aplicará la inyección antes y después.
Ejemplo opio y sus derivados (heroína, morfina, codeína)
Barbitúricos (anticonvulsivantes)
A continuación se presenta una clasificación de acuerdo al lugar en el que se libera la dosis
inyectada:
Subcutánea: es la menos común y consiste en utilizar una aguja muy delgada para atravesar
únicamente las capas superiores de la piel y liberar la sustancia en la capa de tejido graso que se
encuentra debajo de la piel pero por encima del músculo. No hay mucha irrigación sanguínea así
que se absorbe lentamente. Sin embargo no se pueden utilizar volúmenes grandes ni líquidos muy
viscosos.
Intramuscular: se utiliza una aguja mucho más gruesa y larga para atravesar todas las capas
de la piel y el tejido graso y entrar en el músculo. También tiene una absorción lenta pero se puede
introducir un mayor volumen, el líquido inyectado puede ser más denso y el movimiento del
músculo puede ayudar a que se absorba más rápido.
Intravenosa: se trata del tipo de inyección más riesgoso tanto por el impacto de la sustancia
como por la velocidad de su efecto. Para lograr una inyección intravenosa se utilizan agujas muy
delgadas (generalmente de insulina) para perforar la pared de una vena e introducir la sustancia
directamente en el torrente sanguíneo. Para ello, es necesario filtrar muy bien el líquido y tener
mucho cuidado con la dosis ya que esta es la vía que logra llevar la sustancia al cerebro en el menor
tiempo.
Inhalada .Consiste en aspirar o inhalar la sustancia, ya sea en polvo o gas, para aprovechar así
la membrana de las paredes nasales en su absorción y paso al torrente sanguíneo. Inhalar una
sustancia implica un riesgo relativamente menor a inyectarla debido a que la droga logra entrar en
menor cantidad y con menor velocidad.
Fumada Para consumir una sustancia fumada es necesario calentarla en una pipa, cigarro u otro
dispositivo (pipa de filtro de agua o “Bong”, papel aluminio, antena de coche, fruta, etc.) donde se
le pueda aplicar fuego o calor y lograr inhalar por la boca el humo de la combustión.
Vía oral: Es la vía que más tarda en hacer efecto (Vía + lenta).
Al consumir la droga vía oral, ésta atraviesa el esófago y llega al estómago, donde se produce la
digestión y luego pasa a los intestinos para llegar a la sangre. Ejemplo benzocepinas Barbitúricos
(anticonvulsivantes). Alcohol etílico. Escopolamina (burundanga). El opio se suele consumir por
vía oral, fumada, o por vía rectal.)
Transdérmica También llamada transcutánea, esta vía consiste en aprovechar la permeabilidad
de la piel para absorber la sustancia simplemente por frotarla en la superficie de esta. El uso del
LSD de esta manera puede ser peligroso porque es fácilmente absorbido y es altamente activo
desde dosis muy pequeñas (30 microgramos). Esta ruta también se utiliza para tratamientos
hormonales con cremas con esteroides y otras hormonas.
Rectal o vaginal Con esta ruta se aprovechan las membranas y los vasos sanguíneos del interior
de estas zonas. Quien consume la sustancia introduce la dosis al interior del recto o de la vagina y
espera alrededor de 45-60 minutos para que se absorba completamente. Esta vía de administración
es similar en tiempo a la ingesta, pero al no haber jugos gástricos presentes, la sustancia no se
descompone ni se reduce su concentración por lo que el efecto puede ser más intenso. Sin embargo
muchas sustancias provocan irritaciones y en ciertos casos pueden llegar a presentarse infecciones
vaginales o en las vías urinarias.
Sublingual Que consiste en colocar la sustancia debajo de la lengua y dejar que se absorba. En
este lugar existen vías que transportan directamente la sustancia absorbida al torrente sanguíneo
por lo que su utilización es común para diversos medicamentos pero también para usos
tradicionales como el de la hoja de coca y el tabaco mascado.
Consecuencias- Efectos de las drogas depresoras
Cada una de las diferentes sustancias depresoras presenta efectos diferentes por lo tanto, tienden
a tener ciertas variaciones en los mismos, sin embargo pueden compartir algunos efectos
secundarios entre sí. En todas las ocasiones el funcionamiento del cerebro se ve afectado
directamente por el consumo de estupefacientes depresores además de la adicción fuerte que
padece la persona con respecto a las drogas depresoras, existen otros efectos secundarios que se
manifiestan tanto a largo como a corto plazo tales como:
A corto plazo.
El principal efecto que producen las drogas depresoras es la lentitud de la función cerebral y
este mismo factor es el que disminuye el estímulo del sistema nervioso central del adicto la
imposibilidad de hablar correctamente es evidente dentro de los efectos posteriores a las drogas.
Cuando las dosis consumidas son muy elevadas, las drogas depresoras pueden causar deterioro
de la memoria, el juicio y la coordinación, irritabilidad, paranoia, alteraciones visuales y
pensamientos suicidas así también con la dosis alta pueden provocar síntomas como la fatiga,
mareos y disminución de la atención., cabe destacar que estas sustancias, tanto si se utilizan con
fines recreacionales como si se usan con finalidades terapéuticas, tienen un elevado potencial
adictivo. Entre los signos de que una persona está bajo los efectos de un depresor del sistema
nervioso, se incluyen los siguientes:
 somnolencia (hasta llegar a quedarse dormido en el trabajo o en el centro de estudios)
 confusión
 dolor de cabeza
 falta de autocontrol
 mareo
 arrastrar las palabras y visión borrosa
 deterioro del sentido del juicio y de la función mental
 náuseas y vómitos
 pérdida de la memoria (los depresores pueden hacer que sus consumidores no recuerden lo
ocurrido mientras estaban bajo sus efectos)

A largo plazo.
Estos son los que tienen más repercusión en la salud de las personas, los efectos a largo plazo
pueden impedir una vida plena a los adictos de las drogas depresoras; la dependencia a las mismas
tiene múltiples efectos que pueden permanecer en el tiempo inclusive siendo tratados.
Los efectos a largo plazo de las drogas depresoras son muy dispares y pueden variar
notablemente en función de cada sustancia. No obstante, como se ha comentado anteriormente,
uno de los efectos que comparten todas ellas es la adicción. Con el consumo prolongado de estas
sustancias se puede desarrollar, de forma relativamente sencilla, tolerancia a la droga, un estudio
reciente publicó como el consumo prolongado de drogas depresoras puede aumentar el riesgo de
concentración elevada de azúcar en sangre, diabetes y aumento de peso.
Efectos a largo plazo son los siguientes:
 deterioro de la función sexual
 insomnio y otros problemas relacionados con el sueño
 problemas respiratorios
 convulsiones (parecidas a los ataques epilépticos)
 depresión y otros problemas de salud mental

Efectos – Consecuencias Neurológicas.


La mayoría de los depresores actúan sobre el cerebro afectando al neurotransmisor ácido
gamma-amino butírico (GABA). Los neurotransmisores son sustancias químicas en el cerebro que
facilitan la comunicación entre las células del cerebro. A pesar de que las diferentes clases de
depresores del Sistema Nervioso Central trabajan en maneras únicas, es a través de su capacidad
para aumentar el GABA, y así inhibir la actividad cerebral, que producen un efecto de somnolencia
o calma que es beneficioso para aquellos que sufren de trastornos de ansiedad o del sueño.
Efectos - consecuencia Biopsicosociales.
Transforma la vida de quienes sufren la adicción y afecta su relación familiar, escolar, laboral
y social.
Aislamiento: la adicción les termina dominando y sólo viven para esa adicción, por lo que les
resulta complicado mantener relaciones sociales y de amistad.
Problemas laborales: tendrá un bajo rendimiento en el trabajo o en los estudios; ya que tendrá
problemas de concentración.
Problemas económicos: el adicto suele tener problemas económicos ya que ocupa su dinero
para abastecerte de estas drogas depresoras en grandes cantidades y sin ningún control.
Efectos psicológicos: y si las consecuencias físicas son muy serias; porque afectan al sistema
nervioso central, y éste es el motor de casi todo, las consecuencias psicológicas no son menos
importantes. Entre ellas podemos nombrar algunas como: alucinaciones, depresión e ideas
paranoides. De hecho, se puede llegar a desarrollar un tipo de esquizofrenia por consumo de
sustancias y la esquizofrenia es una enfermedad irreversible. Se puede sufrir también de ansiedad
y ataques de pánico. Los depresores afectan también a la memoria, a la concentración y al
aprendizaje. La adicción produce angustia, por lo general son inestables, inmaduros, no quieren
tener responsabilidades, están atormentados por problemas internos y externos, y mientras más
avanza su adicción se van centrando más en el “solo yo”.

Argot popular de las drogas depresoras


Heroína: Caballo, Brown Sugar, Jaco, Potro, White Lady, Reina, (H)
Opiáceos: Narcóticos
Barbitúricos: Barbs, Caramelos, Goodballs, Peanuts. Demonio azules amarillos, bajones.
Benzodiazepinas: Downs, Tranks, Roches (Rohipnol), Jaimitos (Rohipnol)
Ativán, Xanax, Valium llamadas también pepas o roches
Escopolamina En el argot popular se la conoce como burundanga o droga loca o "a hierba
loca".
Alcohol: Trago o Chorro
CONCLUSIONES

Hemos concluido que las drogas depresoras son sustancias que hacen más lenta la conducta y
los procesos cognoscitivos a su vez afectan el sistema nervioso central que pueden ir desde la
desinhibición hasta el coma o la muerte.

Un agente que inciden para que una persona decida consumir drogas son los factores de riesgo
tanto individuales, familiares, socioculturales, biológicos y psicológicos que se encuentran
relacionados y en constante interacción; ya que dichos factores provocan que una persona sea
más vulnerable al uso indebido de drogas.

Se conoce que en nuestra sociedad el consumo de alcohol etílico es muy común, que tiene un
efecto depresor en el sistema nervioso central; un consumo excesivo puede producir reacciones
violentas, llantos y vómitos lo que hace que la persona pierda la memoria y concentración.

RECOMENDACIONES
Consumir un depresor hace más lenta la conducta y los procesos cognoscitivos así como
también afecta el sistema nervioso central, el depresor enlentecerá la función cardíaca y
respiratoria hasta tal punto de que el consumidor pueda llegar a morir.

Tener en cuenta que los factores de consumo son varios por lo cual el individuo es vulnerable
en distintos aspectos y situaciones, por lo se debe convertir estos factores de riesgo es positivos
para generar un ambiente de confianza y seguridad para poder tener resultados positivos en la
rehabilitación de un individuo con problemas de consumo.

Instruir a nuestra sociedad a que el consume excesivo de alcohol etílico trae consigo
consecuencias deplorables como reacciones violentas, llantos y vómitos lo que hace que la
persona pierda la memoria y concentración.

Bibliografía
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