PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA. Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE). Cátedra: Competencia Comunicativa. Prof. (a): Gisela Reyes.
Competencia Comunicativa, Gramática o
Lingüística.
Presentado por: Carlos Soto; C.I: 27.104.197.
MARACAIBO, 14 DE MAYO DEL 2019.
1. Definir: Competencia Comunicativa. La competencia comunicativa es la capacidad de una persona para comportarse de manera eficaz y adecuada en una determinada comunidad de habla; ello implica respetar un conjunto de reglas que incluye tanto las de la gramática y los otros niveles de la descripción lingüística (léxico, fonética, semántica) como las reglas de uso de la lengua, relacionadas con el contexto socio-histórico y cultural en el que tiene lugar la comunicación. En palabras de D. Hymes, la competencia comunicativa se relaciona con saber «cuándo hablar, cuándo no, y de qué hablar, con quién, cuándo, dónde, en qué forma»; es decir, se trata de la capacidad de formar enunciados que no solo sean gramaticalmente correctos sino también socialmente apropiados. 2. Explique en que consiste la Competencia Gramatical o Lingüística. La competencia gramatical (también llamada competencia lingüística) es la capacidad de una persona para producir enunciados gramaticales en una lengua, es decir, enunciados que respeten las reglas de la gramática de dicha lengua en todos sus niveles (vocabulario, formación de palabras y oraciones, pronunciación y semántica). Se define como el conocimiento implícito que un hablante posee sobre su propia lengua, el cual le permite no sólo codificar mensajes que respeten las reglas de la gramática, sino también comprenderlos y emitir juicios sobre su gramaticalidad. El concepto de competencia gramatical fue propuesto por N. Chomsky en la obra Estructuras sintácticas (1957), y constituye un concepto fundamental en la tradición de la llamada Gramática Generativa, que se propone como fin último hacer explícito el conocimiento implícito sobre la propia lengua que tienen los hablantes. 3. Establece el uso de cada signo de puntuación. La coma (,): Es aquella que indica las pausas cortas en los textos. Se emplea para separar frases que tengan la misma idea, así como listas y enumeraciones. Exceptuando las conjunciones y, ni, o. Para separar elementos independientes de la oración, teniendo o no una conjunción entre las mismas. Insertar una cláusula o conjunciones explicativas, es decir a manera de explicación o ampliación del contexto en una oración. Luego de agregar palabras transitivas o adverbiales, bien sea al principio o en medio de la oración, vienen precedidas y seguidas de una coma. Aquellas palabras como: no obstante, sin embargo, es por ello, además, es decir, de acuerdo, entre otras. Si un vocativo se encuentra al principio de una frase vienes seguido de una coma, si el vocativo se encuentra al final vendrá precedido por una coma y entre comas si se encuentra en medio. Punto y coma (;): No tiene la misma función que la coma. Se utiliza para oraciones compuestas, donde se encuentre más de un verbo o enumeraciones complejas donde ya existan comas. También se emplea para antes de conjunciones como más, pero, aunque, sin embargo no obstante, entre otras. El punto (.): Se utiliza para realizar una pausa larga al final de cada frase u oración. Así mismo es utilizado para delimitar las abreviaturas. Este signo se coloca siempre junto a la palabra o número que lo precede, así mismo es separado por un espacio de los que le siguen. De igual forma este se conforma por tres tipos de puntos: Punto y seguido: Es utilizado para separar oraciones que conforman un mismo párrafo. Punto y aparte: Se utiliza para separar párrafos distintos que se encuentran dentro de un mismo contexto de ideas. Punto y final: Su función es para cerrar todo un contexto de ideas. Dos puntos (:): Tiene diversos usos y su pausa es mayor que la de la coma y menor a la del punto. Se usa para dar paso a una enumeración, luego de saludos de cortesía en cartas, antes de citas textuales y en diálogos. Puntos suspensivos (…): Son utilizados para dar una interrupción inesperada de la oración o para dar un final inexacto. Los tres puntos y deben ser usados de esa misma forma junto a la palabra o signo que los anticipa. Son un sinónimo para etc. y también se usa para omitir frases en una cita textual. Signos de interrogación (¿?): Estos son utilizados para realizar enunciados interrogativos. Son signos dobles de apertura y de cierre. Se usan al hacer una pregunta o para expresiones de incertidumbre. Signos de exclamación (¡!): Al igual que los de interrogación son signos dobles y deben usarse de esa manera. Se utilizan para señalar júbilo o expresiones imperativas o de sorpresa. Los paréntesis (()): Son signos dobles, uno de apertura y otro de cierre y se utiliza mayormente para acotar oraciones dentro de otras que estén relacionadas. Es utilizado en incisos para explicar una parte específica de la oración y para acentuar datos específicos como fechas. Las frases que van entre los paréntesis no se separa y van pegados a los signos correspondientes. La raya (—): Es un pequeño signo horizontal que se usa para agregar aclaraciones en un texto (al igual que los paréntesis) o para presentar un personaje en un diálogo. Las comillas («»): Son utilizadas para realizar citas textuales no mayor a un párrafo, para indicar ironía o sarcasmo, para indicar un alias o resaltar una frase. En la lengua española se utilizan tres tipos de comillas: las españolas (« »), las inglesas (“ ”), y las simples (»). Signos auxiliares de puntuación: Paréntesis (()): Se emplean para aclarar oraciones, insertar datos y realizar incisos. Guion bajo (_): También se usa para realizar incisos, señalar intervenciones o comenzar diálogos. Guion (–): Es usado para realizar divisiones entre palabras. Su trazo es de menor longitud que la raya. Comillas (“”): Son utilizadas para destacar palabras con ironía o un alias, además de realizar citas en un texto. Diéresis (´): Es un signo diminuto que se coloca en la parte superior de las vocales para distinguir pronunciaciones como gue, gui, etc. Así mismo se utiliza en obras literarias para deshacer un diptongo. Asterisco (*): Posee varios usos como en libros y obras literarias para destacar palabras desconocidas o notas de pie al margen de la página. Se antepone sobre palabra para indicar que una palabra está errada o se escribe de una manera diferente. Llave ({}): Su uso se limita para realizar esquemas o para encerrar enunciados destacados. Corchete ([]): Son parecidos al paréntesis y se utilizan para realizar una aclaración en frases y destacar información específica. 4. Defina: - Antónimo. Las palabras antónimas son aquellas que tienen significados opuestos. Ejemplos: Está siempre callado. Está siempre hablando. - Sinónimo. Las palabras sinónimas son las que tienen el mismo significado. Ejemplos: Mi hermana me deja su ropa. Mi hermana me presta su ropa. 5. Explique la conjugación de los verbos en castellano. En español se pueden combinar los distintos morfemas para formar verbos conjugados por modo gramatical, tiempo, número, persona gramatical, aspecto gramatical; en lenguas clásicas (latín y griego) también por voz pasiva, media en griego, y activa; otras lenguas, como el inglés, tienen una conjugación muy simple. Todos los verbos en español se pueden conjugar en tres tiempos: pasado, presente y futuro. Algunos verbos son defectivos y no admiten ciertos modos verbales, por ejemplo, querer y parecer no admiten imperativo por razones semánticas. Ej.: en el verbo conjugado "corríamos" se ve la conjugación de: Modo (indicativo) Tiempo (pretérito imperfecto o copretérito) Número (plural) y (singular) Persona (primera persona) El verbo conjugado "corríamos" estaría formado de la raíz correr más sus morfemas flexivos verbales -íamos que se llama desinencia. Formas personales y no personales. Formas personales del verbo: Las formas personales del verbo son aquellas que incluyen persona gramatical (1ª, 2ª o 3ª) y en español coinciden con las formas finitas, es decir, las que tienen tiempo gramatical. En español todas las formas del paradigma verbal son personales salvo el infinitivo, el gerundio y el participio. Formas no personales del verbo: Las formas no personales, que en español y otras lenguas coinciden con las formas no finitas, son formas del paradigma que no incluyen la categoría de persona, es decir, en las que la categoría de persona no es relevante para su conjugación debido a que no requieren un sujeto (ni implícito ni explícito). En muchas lenguas se clasifican estas formas en tres grupos según su valor funcional: Infinitivos: Generalmente tienen un valor nominal, es decir, cuando funcionan dentro de la oración. Los infinitivos también pueden aparecer como parte del sintagma verbal. En español el infinitivo se reconoce por las terminaciones -ar, -er, -ir. Gerundios: Que tiene valores adverbiales; en español tienen la terminación -ndo. Participios: Que tienen valores adjetivales, en español flexionan por género y número como cualquier adjetivo y sus terminaciones son -ado, -ido en masculino singular. Variantes regionales. Las variantes regionales que afectan a la conjugación del verbo en español siempre están relacionadas con la segunda persona gramatical: El Voseo consiste en el uso del pronombre vos y sus formas verbales y pronominales asociadas para referenciar la segunda persona singular. Contrasta con el uso del pronombre tú y sus formas asociadas. El pronombre vos y sus formas verbales originalmente afectaban en español antiguo a la segunda persona del plural, y no del singular. El voseo es común en varios países y regiones de la América hispanohablante y tiene diversas variaciones según cada zona. El uso de vosotros y sus formas verbales y pronominales asociadas, hoy en día exclusivo de la España peninsular; en todos los restantes países no hay formas propias de segunda persona del plural, sino que lo que se usa para dirigirse a varios oyentes es solo el pronombre ustedes y sus formas de tercera persona. 6. Explique la estructura de la oración: - Simple. Las oraciones simples son las que sólo tienen un verbo en forma personal, y por lo tanto, un sujeto y un predicado. Los vendedores del mercado son muy amables. Los pajarillos cantan muy bien en primavera. Estas dos oraciones son simples, pues sólo tienen un verbo. El análisis morfosintáctico de una oración simple. Cojamos la oración: Todos los niños estudian la lección en el colegio. 1.- En primer lugar debemos identificar el verbo de la oración. Hemos de averiguar si se trata de un verbo copulativo o predicativo. En este ejemplo, el verbo es estudian, y se trata de un verbo predicativo, pues no es ni ser, ni estar, ni parecer. 2.- Preguntamos al verbo quién realiza la acción para saber quién es el sujeto. ¿Quiénes estudian? Todos los niños. 3.- Todo lo que no sea sujeto, será el predicado; es decir, en este caso el predicado será: estudian la lección en el colegio. Será un Predicado verbal, pues como hemos visto anteriormente, se trata de un verbo Predicativo. 4.- Una vez identificados el sujeto y el predicado, se procede al análisis de las funciones dentro del sujeto y dentro del predicado, es decir, se hace un estudio de la estructura del sujeto y del predicado. - Compuesta. Las oraciones compuestas tienen más de un verbo en forma personal, y por lo tanto, tiene tantos predicados como verbos presentan. A cada una de las oraciones que se unen para formar la oración compuesta, se les llama proposición. María canta y José baila. Observamos cómo esta oración presenta dos proposiciones unidas mediante enlace. Es una oración compuesta. Las proposiciones coordinadas: Una oración compuesta por coordinación es la unión de dos proposiciones mediante una conjunción coordinante (véase tema de las conjunciones). Estas dos proposiciones, aunque queden unidas, son sintácticamente independientes. Esto es: dos o más proposiciones unidas por un enlace, pero que si las descomponemos, mantienen un sentido completo. Los futbolistas juegan y los obreros trabajan. Si separamos las dos oraciones, continúan teniendo sentido completo: Los futbolistas juegan. Los obreros trabajan. Las proposiciones subordinadas: Son dos o más proposiciones que se unen mediante un enlace subordinante. Una proposición (la subordinada) queda sintácticamente dependiente de la otra (la principal). La proposición subordinada realiza una función sintáctica (sujeto o complemento) en relación con el verbo de la principal. Te digo que vengas. En esta oración, que vengas, que es la proposición subordinada, realiza la función de complemento directo del verbo de la proposición principal digo. Las proposiciones yuxtapuestas: Las proposiciones yuxtapuestas son aquellas que se unen sin ningún nexo. Van una al lado de otra. Es decir, son oraciones compuestas (coordinadas o subordinadas) que no llevan ningún enlace de unión (conjunción o locución conjuntiva). BIBLIOGRAFÍA https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/competen ciacomunicativa.htm https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/competen ciagramatical.htm https://signodeinterrogacion.com/los-signos-de-puntuacion/ https://www.salonhogar.net/Salones/Espanol/1-3/sinonimos_antonimos.htm https://es.wikipedia.org/wiki/Conjugaci%C3%B3n#El_verbo_en_espa%C3%B1ol http://www.salonhogar.net/Enciclopedia_Ilustrada/Partes_de_la_oracion/Estructura 2.htm