Sie sind auf Seite 1von 2

14 de mayo de 2019 • 00:43

Dinero, de la queja a la transformación


personal

Es hora de reconocerlo: los argentinos nos la pasamos hablando de dinero todo el día, a toda hora. Lo hacemos con
amigos, en el trabajo, con clientes, en nuestras casas, en todos lados. Que el dólar va a subir, que el dólar se va a
mantener, que el Riesgo País, la inflación, las tasas de los plazos fijos, las Leliqs. Como se ve, el dinero está presente
en nuestra cotidianidad, queramos o no.

La pregunta que nos hacemos aquí ante este dato fáctico es: ¿El lenguaje financiero que tanto usamos es
productivo o está instalado principalmente para la queja, para lamentar los vaivenes que vivimos sin generarnos
ningún beneficio? La intuición me indica que esta última es la respuesta que más se acerca a la realidad de la
mayoría, por lo que recomiendo abandonar ese lugar improductivo, que además nos desgasta, para sacar provecho
de la cultura financiera que vamos adquiriendo.

Si la economía argentina nos obliga a estar alerta e informarnos, ¿por qué no hacer de eso un dato positivo para
nuestra formación personal? Aprendamos a ser capitanes de aguas bravas y capearemos las tormentas con gusto, a
la manera en que el budismo acepta el dolor, pero combate el sufrimiento.

Para comenzar, los invito a repasar una serie de recomendaciones que fui publicando en mi muro de Facebook en los
últimos años:

"Es mentira que en la Argentina no se puede ahorrar. Y, si el mes pasado no pudiste hacerlo, volvé a intentarlo
con más determinación a partir de este".

Los amantes del camino fácil te dirán que en la Argentina, el país de las crisis financieras recurrentes, no tiene
sentido ahorrar, que la inflación y los desbarajustes económicos hacen que cualquier esfuerzo pierda sentido. Pero,
como lo hemos visto en columnas anteriores, poseer hábitos de ahorro es la piedra angular de unas finanzas
personales sanas, y esta máxima se da con independencia del contexto. Que vivamos en un país con inflación no
contradice lo dicho sino que nos fuerza a investigar sobre el doble trabajo de los argentinos, que consiste en ganar
el dinero y luego aprender a conservar su poder adquisitivo utilizando distintas herramientas tanto a nivel local
como internacional. Actuando como si fuese verdad que en la Argentina no se puede ahorrar, lo único que haremos
es ser funcionales a un sistema capitalista que necesita un número creciente de demandantes de capital para colocar
a buenas tasas su dinero excedente.

"Cuando vas a comprar un auto... ¿Confiás ciegamente en el vendedor? Seguro que no. Entonces: ¿Por qué hacés
con tus ahorros lo que el Ejecutivo de Cuenta del banco te indica? Al igual que el vendedor de autos, él tampoco es
tu amigo, ni tu enemigo, solo quiere vender productos del banco. Te va decir que te conviene poner tus ahorros en
un plazo fijo en lugar de comprar cuotapartes de un fondo común de inversión de Leliqs, así el banco toma el
dinero que ponés a plazo y lo invierte a tasas más altas justamente en las Leliqs del Banco Central. Sabelo: la
ignorancia financiera es una de las comodidades más caras que existe.
El que logra ahorrar no tiene todo resuelto, sino más bien un nuevo problema, pero un problema "benigno": debe
invertir su dinero para que el esfuerzo haya valido la pena. Uno de los errores más comunes en este campo es
delegar esa responsabilidad en un tercero, generalmente el ejecutivo de cuenta bancario, quien termina
condicionando las decisiones en perjuicio del ahorrista y en beneficio del banco donde trabaja. El antídoto contra
este mal es capacitarse sobre inversiones y finanzas personales para no caer en la falsa creencia de que otra persona
que posee estudios o trabaja en el mercado nos puede brindar soluciones mágicas.

La buena noticia es que hoy, gracias a la cantidad de libros escritos sobre el tema y la información gratuita disponible
en Internet, es posible convertirse en un autodidacta, tomando las precauciones del caso.

Decís "a mí no me importa el dinero" y trabajás 10 horas por día para pagar las deudas. No veo heroicidad en la
indiferencia ante lo que te somete. Sí veo abandono y, muchas veces, humillación y cobardía.

Habida cuenta de la importancia manifiesta de la cuestión material en nuestra vida diaria, no interesarse por el
dinero es como suicidarse en términos financieros. Sabiendo que casi el 53% de los argentinos tiene deudas en la
actualidad, suena coherente imaginar que, si bien gran parte de la población llega a esa situación apremiada por
una economía que cae en picada, otra parte no menor lo hace por su desinterés en temas de finanzas personales y
por la tendencia a tomar un camino de fuga romántica de la problemática financiera basada en una falsa noción
del dinero, que se lee como algo malo o un tabú. El desenlace suele repetirse: quienes piensan así terminan
entregando sus días a la obtención de dinero para pagar deudas y sobrevivir. Ante este escenario, recomiendo ser
más pragmáticos y no soñar con convertirnos en héroes.

La "pasividad" del término "ingresos pasivos" está mal entendida: no se trata de ganar dinero sin hacer nada, sino
de crear una estructura de flujos de dinero en torno de lo que te apasiona para que te brinde ingresos sin tener
que ponerle el cuerpo todos los días al trabajo. Así, una parte de tus ingresos pasivos pueden ser los ingresos
activos que generan otras personas.

Ganar dinero sin hacer nada o "dinero fácil" es una fantasía que muchos prometen cumplir, pero que suele llevar a
estafas de personas inescrupulosas que no dudan en aprovecharse de la gente con escasa o nula cultura financiera y
una ambición sin límites. Esta visión equivocada de la realidad deriva en la pérdida de oportunidades únicas
vinculadas con los nuevos conocimientos en finanzas personales y la posibilidad de concretar más y mejores
proyectos gracias a los avances de la tecnología. Aunque muchos no lo crean, un contexto de crisis como el actual es
posiblemente el mejor momento para iniciar el camino: la volatilidad de precios genera oportunidades únicas y se
pueden adquirir bienes o copar mercados hoy deprimidos por la ausencia de demanda o la falta de actividad.

"La verdadera independencia financiera no pasa solo por independizarte de tu trabajo en relación de
dependencia, sino por construir un portafolio de Vehículos Automatizados de Ingresos (VAIs) que incluso te
protejan de las crisis financieras del país donde vivís".

El término independencia financiera no remite solamente a la relación de dependencia laboral sino más bien a la
originación de VAIs que nos permitan independizarnos también de los vaivenes económicos de nuestro país de
residencia gracias a la diversificación de las inversiones en términos de naturaleza y moneda. Hoy en día es
totalmente factible crear un VAI Monitoreado (uno de los 4 VAIs existentes; los otros son los Financieros, los
Propietarios y los Patentados) que venda vía Internet sus servicios a clientes de otros países. Además, mediante la
creación de los VAIs Financieros es posible diversificar en términos de moneda, produciendo ingresos en moneda
dura que nos mantengan a salvo de la inercia devaluatoria del peso. Como se ve, las opciones existen y es cuestión
de buscarlas y ponerlas en práctica.

Conclusión
La propuesta de hoy es clara y concisa: dado que invertimos buena parte de nuestro tiempo hablando de dinero,
¿por qué no aprovechamos esa energía y esos conocimientos para brindarnos una mejor calidad de vida? Espero que
esta columna te anime a hacerlo. Es hora de abandonar la cultura de la queja y la obediencia a falsas creencias
financieras. Tu vida puede cambiar. Es cuestión de cambiar el paradigma personal.

Das könnte Ihnen auch gefallen