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Historia del Norte Argentino

Desde los antiguos pobladores hasta los actuales años, el Norte


Argentino ha sido testigo de numerosos hechos que marcaron la historia
de Argentina.

La actual región del Norte Argentino estuvo antiguamente ocupada por


diversos grupos indígenas. Entre estos grupos se destacan los Diaguitas que
obtuvieron el mayor desarrollo tecnológico alcanzado por cualquier pueblo
indígena dentro del actual territorio argentino. Este pueblo habitaba la zona
Occidental y montañosa de la región. Los indios de las llanuras pertenecían a
diferentes etnias que interactuaban entre sí. Ninguno de estos pueblos, con
fuerte influencia amazónica logra el desarrollo tecnológico de los pueblos
andinos aunque sus trabajos en alfarería y cestería alcanzan niveles
destacables.

A finales del siglo XV los Incas comienzaron su expansión hacia el Sur y


dominaron buena parte de las regiones montañosas del Noroeste pero sus
intentos por dominar a los belicosos pueblos de la llanura fueron infructuosos.
Evidencias de esta dominación se pueden encontrar en toda la zona andina:
fuertes y pucaras de fina construcción y monumentales dimensiones están
dispersados en las diferentes provincias.

La conquista por los españoles fue un proceso lento y penoso que alternaron
guerras y convivencias pacíficas con los aborígenes despojados de sus
posesiones.El primer español en ingresar al Norte de Argentina fue Diego de
Almagro en 1536 proveniente de Cuzco. Juan Núñez de Prado, proveniente de
Chile, fundó la primera ciudad de la región denominada "Del Barco", la cual
desapareció sin dejar rastros.
Santiago del Estero, la primera ciudad sobreviviente de la colonización fue
fundada en 1553, convirtiéndose en la Madre de Ciudades de la Argentina.
Desde esta ciudad se fundaron las restantes ciudades del Norte Argentino con
fines estratégicos: debía protegerse las ciudades de las invasiones de
aborígenes para lo cual se formó una red de ciudades que colaboraban
mutuamente en sus luchas y había que asegurar el tránsito desde el Alto Perú.

Posteriormente, cuando el comercio desde Buenos Aires cobró mayor


importancia este objetivo fue más importante aún. Por todo esto, Diego de
Villaroel fundó la ciudad de San Miguel de Tucumán en 1565. En 1573, Luis
de Cabrera proveniente del Paraguay instaló la Ciudad de Córdoba del
Tucumán y Hernando de Lerma fundó en 1582 la ciudad de San Felipe de
Lerma, en el valle de Salta.

El período Colonial transcurrió entre batallas contra los indios calchaquíes que
se sublevaron hasta que fueron violentamente derrotados y los sobrevivientes
(mayoritariamente del pueblo de Quilmes) fueron enviados a Buenos
Aires donde murieron lentamente sin dejar más rastro que el nombre de la
localidad. Otro fuente de batallas fue el Chaco ya que los Mocovíes,
provenientes del Paraguay y del Sur de Brasil repetidamente incursionaban en
las ciudades matando a todos los pobladores y llevándose el escaso botín.

Pacificados los aborígenes, un nuevo frente de inestabilidad se abrió en


el Norte Argentino: el primer gobierno patrio, establecido en 1810 mandó al
“Ejército del Norte”, sucesivamente al mando de Juan Ramón Balcarce, Juan
Martín de Pueyrredón, José de San Martín, José Rondeau, el General Alvear y
Manuel Belgrano a acallar el foco realista del Alto Perú. La región fue escenario
de interminables batallas con suerte diversa.

En 1812, el Ejército del Norte dirigido por Manuel Belgrano tiene órdenes de
replegarse hasta Córdoba por lo que se realiza el famoso Éxodo Jujeño. Sin
embargo, los Patricios tucumanos solicitan al General Belgrano que libre una
batalla para protegerlos de los realistas.

El 24 de Septiembre, día de la Virgen de la Merced, el General Belgrano


derrota a los realistas en Tucumán y nombra a la Virgen generala del Ejército.

El 20 de Febrero del año siguiente, otra resonante victoria del Ejército del
Norte, esta vez en Salta, permite el avance de los patriotas. Este avance no
habría sido sostenible sin la presencia de Güemes y sus valerosos gauchos
que con pequeñas escaramuzas aseguran la independencia nacional que es
declarada en la ciudad de San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1816.
A partir de este momento, las guerras de la región responden a la división del
país en diferentes facciones: unitarios y federales producen una guerra que
ensangrienta a toda la región. La gran Provincia de Tucumán, que abarca los
territorios de Salta, Santiago del Estero, Tucumán y Catamarca se
desmiembra a partir de guerras entre caudillos locales. A nivel nacional, Marco
Avellaneda, gobernador de Tucumán forma la Ligadel Norte, de color Unitario
en oposición al caudillo nacional Rosas. Sin embargo, Marco Avellaneda, padre
del que años más tarde sería Presidente de Argentina, es decapitado para
escarmiento de todos los unitarios. A partir de ese momento, la región pasará a
estar dominada por delegados del poder central.

Con la firma de la Constitución Nacional en 1853, el país se pacifica y la región


comienza a desarrollarse económicamente a partir de la llegada del ferrocarril
en 1876 y la organización de la industria azucarera.

A comienzos del siglo XX el Dr. Juan B. Terán funda


en Tucumán la Universidad Nacional de Tucumán, que, a pesar de su
nombre, se constituye en un faro de conocimientos e ideas de toda la región.
La economía regional alterna retracciones con crecimientos.

Sin embargo, el Norte Argentino demuestra una gran capacidad de adaptarse


a tiempos de cambio para lo cual diversifica la actividad productiva. En este
sentido, Salta, por ejemplo es el ejemplo a seguir en el desarrollo de la
actividad turística como fuente genuina de recursos no sólo para la provincia
sino para toda la región.

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