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Registro: 2010301
Materia(s): Civil
Página: 3896
El artículo 954 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco define a la jurisdicción
voluntaria, como la vía que permite tramitar ante una autoridad judicial, los actos que por
disposición de la ley o por solicitud de los interesados, requieran la intervención del Juez o del
notario público; sin que se haya promovido ni se promueva cuestión alguna entre partes
determinadas (es decir, que no exista un juicio o controversia), se exceptúan los actos de posesión
en los que sólo intervendrá el Juez o el auxiliar autorizado, cuando así lo exija la ejecución de una
sentencia o en los demás casos en que la ley expresamente lo autorice o disponga; tal es el caso de
las informaciones ad perpetuam o el apeo y deslinde, contempladas en los artículos 1051 y 1058
del referido código. En el entendido de que la salvedad que permite abordar cuestiones sobre
posesión en vía de jurisdicción voluntaria, se limita a los trámites legalmente previstos y de
ninguna forma autoriza a dilucidar una controversia sobre posesión o propiedad en esa vía
existiendo de por medio derechos de terceros pues, en términos de los artículos 959 y 960 del
Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, en caso de oposición de parte legitimada, lo
procedente es dar por concluido el procedimiento dejando a salvo los derechos del promovente,
para ventilarlos en la vía contenciosa que corresponda; además de que las resoluciones que se
emitan en esa vía, no pueden alterar lo resuelto en un diverso juicio pues, dada su naturaleza,
carecen de carácter definitivo, al ser susceptibles de variar o ser modificadas por el Juez que las
dictó; de ahí que en una jurisdicción voluntaria no sea factible definir algún derecho de posesión o
propiedad, ni tampoco ordenar que se inscriba en el Registro Público de la Propiedad. En cambio,
mediante un juicio contencioso, sí es dable obtener el reconocimiento o declaración de un derecho
de propiedad o posesión, siendo ésta la vía indicada para acreditar que se tiene la posesión a título
de propietario y que ese derecho se inscriba en el Registro Público de la Propiedad; pues sólo así,
se garantizaría a las partes la observancia de las formalidades esenciales del procedimiento, así
como el respeto a sus derechos de audiencia y defensa, bajo el principio de contradicción, a fin de
darles la oportunidad de imponerse del material probatorio y exponer en su defensa, con miras a
refutar las probanzas del contrario para lograr satisfacer su pretensión. Por tanto, la jurisdicción
voluntaria no puede servir de base para tramitar unas diligencias de información testimonial, con
el fin de acreditar la posesión en calidad de propietario de un inmueble mediante la declaración de
testigos ante la autoridad judicial e inscribir tal posesión en el Registro Público de la Propiedad, al
estar de por medio el derecho de terceros a quienes se les dejaría en estado de indefensión.
Amparo en revisión 182/2014. Sergio Ávila Medrano y otra. 12 de junio de 2014. Unanimidad de
votos. Ponente: Víctor Manuel Flores Jiménez. Secretario: Alberto Carrillo Ruvalcaba.
Esta tesis se publicó el viernes 23 de octubre de 2015 a las 10:05 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
Registro: 2004141
Materia(s): Civil
Página: 1518
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL DÉCIMO SEXTO CIRCUITO.
Amparo directo 1281/2012. Juan Gerardo Franco García. 30 de mayo de 2013. Unanimidad de
votos. Ponente: Juan Manuel Arredondo Elías. Secretario: Arturo García Aldaz.
Registro: 160655
Materia(s): Administrativa
Página: 206
Amparo directo en revisión 1669/2011. Candelaria Leura Loredo. 30 de septiembre de 2011. Cinco
votos. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.
El Director del Registro Público podrá allegarse información de otras autoridades administrativas.
dominio.
Que en la vía ordinaria civil, vengo a ejercitar la acción que me concede el art.
3047 del Código Civil, y fundándome en las siguientes consideraciones:
HECHOS
4º Mi posesión es apta para prescribir porque reúne todos los requisitos que
exigen los arts. 1151 y 1152 del Código Civil, en la inteligencia de que comencé a
poseer el inmueble desde el año de --------------- y mi posesión ha sido continua
desde entonces;
5º Por carecer de título (o por serlo éste defectuoso), que acredite el derecho de
propiedad que he adquirido por virtud de la prescripción, vengo a ejercitar la
acción declarativa que me otorga el art. 3047 del mencionado Código;
---------------------------------------------
Registro: 2017366
Materia(s): Civil
Página: 1577
La acción de prescripción adquisitiva atiende a la calidad de la posesión, toda vez que la finalidad
perseguida por quien pretende usucapir es convertirse en propietario a partir de su posesión
calificada. Así, la detentación directa de la cosa que se tiene físicamente, si bien se posee por ser
propietario, lo cierto es que puede suceder que éste transmita contractualmente la posesión,
conservando la posesión originaria. Asimismo, también puede poseerse sin tener derecho, como
en el caso del apoderamiento en forma ilícita; y en otras ocasiones, hay quien está poseyendo por
encargo del propietario y quien posee porque cree que le transmitieron el derecho, pero quien lo
hizo no estaba legitimado para ello. El mero detentador es aquel quien posee a nombre de otro o
por encargo, como el depositario judicial. Si se parte de estas premisas, la posesión puede ser de
buena y de mala fe, la primera cuando el poseedor estima tener derecho a la posesión de que
disfruta pero se basa en un error, es decir, el que ignora que en un título o modo de adquirir exista
un vicio que lo invalide; mientras que la segunda se refiere al poseedor que conoce o sabe que
posee indebidamente. Luego, los poseedores de buena fe pueden ser de dos tipos: a) los que
tienen un título suficiente o bien uno viciado y lo ignoran; y, b) los que no tienen título pero
fundadamente creen tenerlo. En cuanto a los poseedores de mala fe, también pueden ser de dos
tipos: a) los que poseen con título viciado y lo saben y b) los que poseen sin título y lo saben. Pero,
además, para los poseedores de mala fe, establece una subclasificación: 1) poseedores que poseen
en forma delictuosa y 2) poseedores que no poseen en forma delictuosa. Así, encontramos que la
ley regula dichas situaciones en las cuales, sin que alguien tenga la cosa físicamente en su poder, se
le considera poseedor de ella y, por el contrario, hay quien, de hecho la tiene, pero carece del
carácter de poseedor, de acuerdo con la ley. Lo anterior, se basa en los artículos 806 y 807, ambos
del Código Civil para el Distrito Federal, aplicable para la Ciudad de México. En ese orden de ideas,
se advierte que el legislador estableció en favor del adquirente que ignora los vicios de su título
que le impiden poseer con derecho, una presunción iuris tantum, pues lo considera poseedor de
buena fe, hasta el momento en que existan actos que acrediten que adquiere el conocimiento de
que posee la cosa indebidamente. En consecuencia, cuando esa presunción se destruye, al
acreditarse que quien la tiene en su favor conoce los vicios de su título, la posesión, aun adquirida
inicialmente de buena fe, bajo el supuesto de ignorancia, deja de tener esa calidad, para
convertirse en posesión de mala fe. Esto deja claro que la posesión considerada de buena fe, por
actualizarse la presunción derivada de la ignorancia de los vicios de un título, no confiere de
manera indefinida al poseedor que se beneficia de ella, un reconocimiento legal irrevocable de
buena fe, pues su permanencia está condicionada, precisamente, a que persista la de ignorancia
sobre los vicios de su título.
Amparo directo 486/2017. 12 de julio de 2017. Unanimidad de votos. Ponente: Paula María García
Villegas Sánchez Cordero. Secretaria: Cinthia Monserrat Ortega Mondragón.
Esta tesis se publicó el viernes 06 de julio de 2018 a las 10:13 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Registro: 2014491
Materia(s): Civil
Página: 3049
USUCAPIÓN. EL SIMPLE DETENTADOR DEL BIEN O POSEEDOR DERIVADO, AUN CUANDO TENGA UN
TÍTULO EN EL QUE SE LE HAYAN CEDIDO LOS DERECHOS DE POSESIÓN, NO CONSTITUYE UN JUSTO
TÍTULO PARA OBTENER SU PROPIEDAD MEDIANTE AQUELLA FIGURA (SEGUNDA HIPÓTESIS
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 1794 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL ESTADO DE QUINTANA ROO).
El artículo citado establece: "Es justo título el que es o fundadamente se cree bastante para
transferir el dominio o los derechos distintos de la propiedad."; de donde se advierte que, por
justo título debe entenderse: a) El título que es bastante para transferir el dominio; y, b) Aquel
-título- que fundadamente se cree bastante para transferir el dominio o los derechos distintos de la
propiedad. Es decir, el propio código dispone que debe entenderse por justo título aquel que
fundadamente se cree bastante para transferir los "derechos distintos de la propiedad", sin
precisar qué debe entenderse por este último término, razón por la cual, debe considerarse lo
previsto en el artículo 1855 del código a comento, del que se advierte que los atributos de la
propiedad son el uso, disfrute y disposición del bien. Luego, el término "derechos distintos de la
propiedad", a que alude el numeral 1794 citado, en concordancia con el diverso 1855, debe
entenderse referido a los atributos señalados, pero con la acotación que los derechos de uso,
disfrute y disposición de la cosa, deben ser originarios. En ese sentido, deberá considerarse justo
título, aquel que fundadamente se cree bastante para transferir los derechos distintos de la
propiedad, como son el uso, disfrute y disposición del bien, en específico el derecho de posesión,
pero de forma originaria, esto es, porque le fue transmitido dicho derecho con el ánimo o la
intención de trasladarle la propiedad. Por el contrario, el simple detentador del bien o poseedor
derivado, aun cuando tenga un título en el que le han sido cedidos derechos de posesión sobre un
determinado bien, si éstos no le fueron otorgados con el propósito de trasladar el dominio de la
cosa, no podrá considerársele justo título para obtener la propiedad de la cosa por usucapión.
Amparo directo 600/2016. Blanca Estela Parada Muñoz o Blanca Estela Parada Muños. 9 de marzo
de 2017. Unanimidad de votos. Ponente: Gerardo Dávila Gaona. Secretaria: Karla Luz Eduwiges
Luna Rodríguez.
Esta tesis se publicó el viernes 09 de junio de 2017 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Registro: 162032
Materia(s): Civil
Página: 101
Tesis de jurisprudencia 125/2010. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veinticuatro de noviembre de dos mil diez.
Registro: 2013038
Materia(s): Común
Página: 2471
El artículo 791 del Código Civil para el Distrito Federal, aplicable en la Ciudad de México, prevé que
cuando el propietario entrega a otro una cosa, concediéndole el derecho de retenerla
temporalmente, los dos son poseedores, pues el propietario mantiene una posesión originaria y el
otro una derivada. A partir de ello, la posesión originaria constituye uno de los bienes protegidos
por el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; consecuentemente,
si en el juicio de amparo el quejoso comparece como tercero extraño a un procedimiento en
donde se disputa un bien, del que afirma es propietario, y acredita su interés jurídico con un
contrato privado de compraventa de fecha cierta, ello es suficiente para respetarle el derecho de
posesión originaria del cual es titular, por virtud de la misma propiedad de la que dispone y sin que
sea necesario exigirle prueba diversa tendiente a demostrar la detentación material del bien, toda
vez que no existe disposición legal que condicione el reconocimiento de esa clase de posesión a
una situación de hecho, como lo es la tenencia física del bien. Estimar lo contrario, generaría una
violación al derecho de posesión que tutela el citado artículo 14 constitucional, al condicionar su
protección a un requisito sin sustento alguno.
Amparo en revisión 148/2016. Julia Ramírez Muñoz vda. de López, su sucesión. 11 de agosto de
2016. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Manuel Padilla Pérez Vertti. Secretario: Alberto
Mendoza Macías.
Nota: Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 110/2018, pendiente
de resolverse por la Primera Sala.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de noviembre de 2016 a las 10:22 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Registro: 162034
Materia(s): Civil
Tesis: I.8o.C.302 C
Página: 1257
Entre los requisitos de la posesión originaria para prescribir ciertamente es necesario distinguir un
elemento esencial como condición sine qua non. El artículo 826 del Código Civil vigente estatuye
que: "Sólo la posesión que se adquiere y disfruta en concepto de dueño de la cosa poseída puede
producir la prescripción.", de donde se colige que para la prescripción adquisitiva es requisito
poseer animus dominii; poseer, como dice el código vigente, en concepto de dueño, como se
conoce a la posesión originaria. La posesión en concepto de dueño es elemento esencial porque
constituye una condición indispensable para adquirir el dominio; un elemento de definición de la
misma prescripción, pues faltando el concepto de dueño se tratará de una posesión derivada que
no produce la prescripción. Ahora bien, el título que es apto para la usucapión, puede ser objetivo
o subjetivo. El objetivo es aquel que reúne todos los requisitos que el derecho exige para la
adquisición del dominio y para la transmisión del mismo. Éste es el título perfecto para que la
posesión sea apta para prescribir; pero al mismo tiempo no tiene aplicación práctica, porque si el
título es objetivamente válido no habrá, generalmente, necesidad de recurrir a la prescripción para
consolidar el dominio; en esa hipótesis, la propiedad se ha obtenido válidamente y, en
consecuencia, ya no se necesita poseer durante cierto tiempo para adquirir el dominio, mismo que
por virtud del título ya se ha transmitido legalmente. En cuanto al título subjetivamente válido, se
considera como tal a aquel que se cree fundadamente suficiente para adquirir el dominio, aunque
en realidad no sea bastante para esa adquisición. Esta creencia del poseedor debe ser seria y
descansar en un error que en concepto del Juez sea fundado; que sea un error que en cualquier
persona pueda haber provocado una creencia seria respecto de la validez del título. En tal
supuesto, aunque el título no sea en sí mismo suficiente para convertir al comprador en
propietario, como sucede si se trata de una adquisición a non domino, sí es apto para poner de
manifiesto el carácter originario de la posesión y, en ese caso, la adquisición del dominio puede
producirse no por virtud del título viciado sino por el transcurso del tiempo y con las condiciones
fijadas por la ley; luego, es inexacto que por la sola circunstancia de tratarse de un título nulo,
carezca el interesado de título para efectos de la usucapión, pues aquella circunstancia sólo implica
que no se esté en presencia de un título objetivamente válido.
Amparo directo 468/2010. Carlos Santos Ortiz y otra. 27 de octubre de 2010. Unanimidad de
votos. Ponente: Abraham S. Marcos Valdés. Secretaria: María Teresa Lobo Sáenz.
Nota: Por ejecutoria del 22 de enero de 2014, la Primera Sala declaró inexistente la contradicción
de tesis 187/2013 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis,
al estimarse que no son discrepantes los criterios materia de la denuncia respectiva.
Por ejecutoria del 11 de abril de 2018, la Primera Sala declaró inexistente la contradicción de tesis
346/2017 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis, al
estimarse que no son discrepantes los criterios materia de la denuncia respectiva.
Registro: 162034
Materia(s): Civil
Tesis: I.8o.C.302 C
Página: 1257
Entre los requisitos de la posesión originaria para prescribir ciertamente es necesario distinguir un
elemento esencial como condición sine qua non. El artículo 826 del Código Civil vigente estatuye
que: "Sólo la posesión que se adquiere y disfruta en concepto de dueño de la cosa poseída puede
producir la prescripción.", de donde se colige que para la prescripción adquisitiva es requisito
poseer animus dominii; poseer, como dice el código vigente, en concepto de dueño, como se
conoce a la posesión originaria. La posesión en concepto de dueño es elemento esencial porque
constituye una condición indispensable para adquirir el dominio; un elemento de definición de la
misma prescripción, pues faltando el concepto de dueño se tratará de una posesión derivada que
no produce la prescripción. Ahora bien, el título que es apto para la usucapión, puede ser objetivo
o subjetivo. El objetivo es aquel que reúne todos los requisitos que el derecho exige para la
adquisición del dominio y para la transmisión del mismo. Éste es el título perfecto para que la
posesión sea apta para prescribir; pero al mismo tiempo no tiene aplicación práctica, porque si el
título es objetivamente válido no habrá, generalmente, necesidad de recurrir a la prescripción para
consolidar el dominio; en esa hipótesis, la propiedad se ha obtenido válidamente y, en
consecuencia, ya no se necesita poseer durante cierto tiempo para adquirir el dominio, mismo que
por virtud del título ya se ha transmitido legalmente. En cuanto al título subjetivamente válido, se
considera como tal a aquel que se cree fundadamente suficiente para adquirir el dominio, aunque
en realidad no sea bastante para esa adquisición. Esta creencia del poseedor debe ser seria y
descansar en un error que en concepto del Juez sea fundado; que sea un error que en cualquier
persona pueda haber provocado una creencia seria respecto de la validez del título. En tal
supuesto, aunque el título no sea en sí mismo suficiente para convertir al comprador en
propietario, como sucede si se trata de una adquisición a non domino, sí es apto para poner de
manifiesto el carácter originario de la posesión y, en ese caso, la adquisición del dominio puede
producirse no por virtud del título viciado sino por el transcurso del tiempo y con las condiciones
fijadas por la ley; luego, es inexacto que por la sola circunstancia de tratarse de un título nulo,
carezca el interesado de título para efectos de la usucapión, pues aquella circunstancia sólo implica
que no se esté en presencia de un título objetivamente válido.
Nota: Por ejecutoria del 22 de enero de 2014, la Primera Sala declaró inexistente la contradicción
de tesis 187/2013 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis,
al estimarse que no son discrepantes los criterios materia de la denuncia respectiva.
Por ejecutoria del 11 de abril de 2018, la Primera Sala declaró inexistente la contradicción de tesis
346/2017 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis, al
estimarse que no son discrepantes los criterios materia de la denuncia respectiva.
Registro: 172709
Materia(s): Civil
Página: 312
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE INMUEBLES CUYA POSESIÓN SEA POR MÁS DE VEINTE AÑOS, PARA
QUE PROCEDA, NO ES NECESARIO ACREDITAR UN JUSTO TÍTULO NI LA CAUSA GENERADORA DE LA
POSESIÓN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE GUANAJUATO).
De los artículos 1037, 1039, 1044, 1054, 1055, 1074, 1246, 1248, 1250 y 1251 del Código Civil para
el Estado de Guanajuato, se desprende que la regla general para que opere la prescripción de
bienes inmuebles en la entidad, se requiere que la posesión sea civil, pacífica, continua y pública, y
con base en estos elementos, prescribirán, en cinco años cuando se posean con justo título y con
buena fe y en diez años cuando se posean con justo título y de mala fe, y toda vez que la posesión
civil es aquella que se tiene a título de propietario, debe acreditarse la causa generadora o el justo
título que legitime esa posesión. Sin embargo, esta regla no aplica en su totalidad, tratándose de
aquellos inmuebles cuya posesión sea por más de veinte años, porque en estos casos, el Código
Civil Estatal, no exige que deba demostrarse o acreditarse un justo título ni la causa generadora de
la posesión; por lo que para usucapir este tipo de bienes, basta con que la posesión se ejerza a
nombre propio, como dueño, esto es, que no se posea precariamente o a nombre de otro,
mediante la exteriorización del dominio sobre el inmueble a través de la ejecución de actos que
revelen que el poseedor es el dominador, el que manda en él y lo disfruta para sí, como dueño en
sentido económico, para hacer suya la propiedad desde el punto de vista de los hechos, para tener
por acreditado que dicho bien se posee de manera civil, sin que sea menester acreditar un justo
título ni la causa generadora de la posesión, además de demostrarse que ha sido pacífica, continua
y pública.
Contradicción de tesis 115/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil, Tribunal Colegiado en Materia Penal y Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil,
todos del Décimo Sexto Circuito (antes Segundo, Tercero y Cuarto Tribunales Colegiados del citado
circuito). 18 de octubre de 2006. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Martín
Adolfo Santos Pérez.
Tesis de jurisprudencia 19/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha treinta y uno de enero de dos mil siete.