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Carla Narbaiza
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Revisar alguno de los trabajos de Panikkar, Raimon. Ecosofia: la nuova saggezza per una
spiritualità della terra. En castellano: Ecosofía: para una espiritualidad de la Tierra. Traducción de:
Ezequiel Varona Valdivielso. Madrid: San Pablo, 1994; L’incontro indispensabile: Diálogo delle
religioni. En español: El diálogo indispensable. Paz entre las religiones. Traducción de Germán
Ancochea Soto. Barcelona: Peninsula, 2003; también los trabajos de Fornet Betancour, Raúl. Crítica
intercultural de la Filosofía Latinoamericana actual. Madrid: Trota, 2004; La interculturalidad a prueba.
(Vol. 43), Mainz, 2006. de Sousa Santos, Boaventura. Descolonizar el saber, reinventar el poder.
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responde a una discusión vigente, pues son muchos investigadores que están
presentando diferentes visiones desde distintos frentes, por lo menos desde mediados
del siglo XX. Aunque estas discusiones se han ido dando, sobre todo, de manera
bilateral: Ciencia y Naturaleza, Ciencia y Religión; y Religión y Naturaleza. Desde las
Ciencias Naturales propiamente nombradas, la lista de autores sería interminable, ya
que cuentan con una larga trayectoria en avances científicos y descubrimientos. Los
problemas ambientales que surgen dentro de estas nuevas visiones son presentados, a
modo de un buen diagnostico de la situación de “Lo que está pasando en nuestra casa”,
tanto a nivel ecológico como a nivel social, político y cultural, en el capitulo primero de
Laudato Si.2
Montevideo: Trilce, 2010. Picotti, Dina. Diversidad cultural e interculturalidad. En: Ameigeiras, Aldo y
Jure, Elisa (ed.). Buenos Aires: Prometeo, 2006, pp. 19-26. Leff, Enrique. Racionalidad ambiental: La
reapropiación social de la naturaleza, México: Siglo XXI, 2004; Leff, Enrique (Coord). Ética, vida y
sustentabilidad, México: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2002.
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Laudato Si, capitulo I “Lo que está pasando en nuestra casa” en este se presentan desde las
problemáticas de contaminación, basura y cambio climático, pasando por la importancia del agua para la
vida y la pérdida de biodiversidad; como consecuencia los derivados impactos en el funcionamiento de
los ecosistemas y la pérdida de recursos valiosos; la fragmentación del hábitat, remarcando que los daños
ambientales superan en costos a los beneficios enconómicos. Luego presenta el deterioro de la calidad de
vida humana y la degradación social en estrecha relación con los mencionados problemas ambientales.
Para esto hace mención a los medios masivos de comunicación y la generación de relaciones artificiales
entre personas y con la naturaleza.
2
absolutismo del saber; así mismo llama a las religiones a entrar en un diálogo, que se
oriente al cuidado de la naturaleza y a la construcción de redes de respeto y fraternidad
(LS:201).
3
Fornet Betancour, Raúl. Teoría y praxis de la filosofía intercultural. En Revista de teología:
SIWÔ. 1(2008), p. 9-42.
4
Fornet Betancour, Raúl. La interculturalidad a prueba. (Vol. 43), Mainz, 2006.
3
visión ecosistémica a partir del uso y aprovechamiento racional de los recursos naturales
y del ambiente. Estas perspectivas afectarán el uso de las categorías utilizadas.
5
Banco Mundial. Prefacio, IX. En Informe sobre desarrollo mundial 2003. Desarrollo sostenible
en un mundo dinámico, transformaciones de instituciones, crecimiento y calidad de vida. s.l., Mundi
prense libros y Alfaomega, (2003).
6
Fornet Betancour, Raúl. Teoría y praxis de la filosofía intercultural. En Revista de teología:
SIWÔ. 1(2008), p. 9-42.
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Reátegui Lozano, Rolando. Fundamentos Del Desarrollo Sostenible. En: Revista del Instituto
de Investigaciones de la Facultad de Geología, Minas, Metalurgia y Ciencias Geográficas. Vol.6, Núm.
12 (2003), p. 67-80.
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En contraposición al tratamiento economicista, se encuentra el desarrollo
orientado al ser humano, el desarrollo a escala humana, el cual depende de los países y
culturas, capaces de ser coherentes consigo mismas, considerando sus potencialidades y
enfrentando sus debilidades. En esta línea, Max Neff presenta tres pilares básicos que
son, las necesidades humanas, la autodependencia y las articulaciones orgánicas8. La
satisfacción de las necesidades fundamentales de las personas, y la autodependencia
como un elemento constitutivo de la articulación orgánica, deberían darse sobre una
base sólida de participación que considere a la persona como un sujeto de desarrollo. En
la encíclica (LS:144), se le da especial atención a la incorporación de la perspectiva de
los derechos de los pueblos y las culturas, para entender que el desarrollo de un grupo
social supone un proceso histórico dentro de un proceso cultural y requiere del
continuado protagonismo de los actores sociales desde su propia cultura.
Por otro lado, Amartya Sen presenta una propuesta alternativa a la teoría original
de desarrollo, centrándose en el individuo y su bienestar9. Sen postula que una de las
realizaciones personales más importantes de estos individuos en el proceso de
desarrollo, es la capacidad de elegir; en otras palabras, tener la libertad de elegir el tipo
de vida que queremos llevar (independientemente de sus características) y la capacidad
para valorarlo. En síntesis, el autor concibe a la libertad como “procesos que hacen
posible la libertad de acción y de decisión como las oportunidades reales que tienen los
individuos, dadas sus circunstancias personales y sociales”10. En tanto una persona no
goce de una o unas de estas libertades, no podrá alcanzar el desarrollo en su máxima
8
A diferencia de lo que se dice y escribe comúnmente, las necesidades humanas son limitadas
según Max Neff, aunque generalmente se las confunde con los satisfactores. Para profundizar esta
temática ver Max-Neef, Manfred, et al. Desarrollo a escala humana: una opción para el futuro. Segunda
Parte. Madrid: Biblioteca CF+S, 2010.
9
“La gente valora su capacidad de hacer determinadas cosas y de obtener ciertos tipos de
condiciones (como estar bien alimentada, estar libres de enfermedades previsibles, tener libertad de
movimiento, y así sucesivamente). Estos “haceres” y “estares” pueden llamarse genéricamente las
“realizaciones” de una persona. El bienestar de una persona puede ser visto como una evaluación de las
realizaciones logradas por esa persona”. Sen, Amartya. The Concept of Development. En: Handbook of
Development Economics - Volume I, Hollis Chenery y T.N. Srinivasan (Ed.), 1988. En castellano: El
concepto de desarrollo. Traducción del Capítulo 1.
En:http://www.evirtual.edu.pe/evirtual/files/lecturas_complementarias/modulo_1/El_concepto_de_Desarr
ollo.pdf. (Recuperado 15/04/2015).
10
Sen, Amartya. Introducción: El desarrollo como libertad. En: Desarrollo y Libertad.
Traducción de Esther Tabasco y Luis Toharia. Buenos Aires: Planeta, 2000, p.19-28.
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expresión, y por lo tanto, como ser social inserto en una sociedad mayor, ésta tampoco
será cien por ciento desarrollada.
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La interculturalidad no debe ser sólo motivo y ocasión para que las culturas aprendan a rehacer
el mapa de las fronteras (diferencias) que las identifican como tales, sino también para que, apoyándose
en ese intercambio, revisen igualmente el ordenamiento establecido en su propia casa Fornet Betancour,
Raúl. Teoría y praxis de la filosofía intercultural. En: Revista de teología: SIWÔ. 1(2008), p. 9-42.
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Comisión de Desarrollo y Medio Ambiente de América Latina y el Caribe. Nuestra propia
Agenda sobre desarrollo y medio ambiente. México D.F: Fondo de Cultura Económica, 1991.
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Adaro, Roberto, sostiene que estamos frente a una nueva crisis, económica, de ideas y de
paradigmas. El documento resultante de Río +20, conocido como “El Futuro que Queremos” estableció
un proceso intergubernamental para establecer “Metas de Desarrollo Sustentable” que complementan
otras iniciativas de la ONU como las Metas de Desarrollo del Milenio. Ambas iniciativas reconocen la
vinculación de lo “humano” y lo “natural” en el desarrollo y enfatizan tanto la pobreza como la
conservación ambiental. Entre otras cosas el análisis de Adaro, muestra que las empresas transnacionales
son los mayores beneficiarios de la propuesta de economía verde; que el concepto de economía concibe la
forma de ver el desarrollo de las Naciones Unidas; y que alternativas impulsadas por movimientos
sociales del Foro Social Mundial y la Cumbre de los Pueblos no fueron consideradas en Río + 20. Adaro,
6
debilidad de las reacciones, está en sintonía con la anterior crítica, ya que afirma que las
cumbres han sido un fracaso (LS:54).
Roberto. Prologo: Reflexiones al paso luego de “Río +20”. En: Río +20. El futuro que queríamos y aún
queremos. Serie: Documentos de trabajo Nº5 – Agosto 2013. Universidad Nacional de La Plata, Facultad
de Ciencias Jurídicas y Sociales, Instituto de Relaciones Internacionales, p. 3-4.
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consecuencias cosmológicas. La interculturalidad propone por eso recuperar los mitos,
las leyendas en que las culturas narran sus secretos invitando a retener lo que funda
sentido y difunde equilibrio14.
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Betancour, afirma que la tecnología moderna genera violencia epistemología en el diálogo entre
culturas. Propone contraponer al discurso hegemónico tecnológico un discurso meditativo que irrumpa y
abra espacios de silencio que desocupen el mundo y nuestros cuerpos. Betancourt Fornet, Raúl. La
pluralidad de conocimientos en el diálogo intercultural. En: La interculturalidad a prueba. (Vol. 43),
Mainz, 2006, p.47-53.
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Narbaiza, Carla. Patagonia Sur en prospectiva: actividades primarias y el desarrollo territorial
sostenible. Alemania: Editorial Académica Española, 2012.
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Para diseñar escenarios prospectivos contrastantes se hace necesaria la revisión de la ordenación
clásica del territorio, que permita adaptarse a las realidades cambiantes y crear nuevas estrategias. La
prospectiva invita a considerar el futuro como algo múltiple y abierto, algo que se tiene que construir. El
futuro es fruto de nuestro esfuerzo y de nuestro sacrificio y nuestra voluntad. Gabiña, Juan José.
Prospectiva y planificación territorial. Hacia un proyecto de futuro. México D.F.: Alfaomega, 1999.
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Robirosa et al., sostienen que actor social puede ser un individuo, un grupo, una organización o
institución de cualquier tipo, un organismo de gobierno o una organización de la comunidad, y se lo
caracteriza o identifica por su posición particular, por el papel o rol, lo que hace o podría hacer respecto
del escenario en el que se encuentra. Robirosa, (et al.) (1990). En, Andrade, Larry. Otoño en la estepa.
Ambiente, ganadería y vínculos en la Patagonia Austral. Buenos Aires: La colmena, 2010.
8
La noción de territorio, en este contexto, debe trascender lo espacial y ser
considerado como un producto social e histórico y como resultado de relaciones
complejas entre factores naturales, económicos, sociales, culturales y técnicos, formas
de producción y una red de instituciones18. El territorio es el escenario donde acontecen
todas las relaciones sociales. Por consiguiente, existe una estrecha relación entre un
territorio y su historia, que plasma cómo ha evolucionado cada sociedad en su medio. A
su vez, la región cobra sentido como territorio socialmente significativo, desde la idea
de identificación social como ámbito de identidad colectiva. En la encíclica el Papa
Francisco afirma que, junto al patrimonio natural, existe un patrimonio histórico,
artístico y cultural, igualmente amenazado y que forma parte de la identidad de un
lugar; ésta es la base para construir manteniendo la identidad original. El Papa reclama
prestar atención a las culturas locales a la hora de analizar cuestiones ambientales,
poniendo en diálogo el lenguaje científico-técnico con el lenguaje popular, ya que es la
cultura especialmente en su sentido vivo, dinámico y participativo la que no puede
excluirse a la hora de repensar la relación del ser humano con la naturaleza (LS:143).
Por ello, es interesante tener en cuenta cómo las regiones se han construido socialmente,
y cómo han adquirido sus límites, sus símbolos y su identidad. Para esto es necesario
partir de una lectura crítica de la historia que permita mostrar las diferentes voces de
esta historia y así comprender una realidad presente compleja e intercultural.
18
Para una lectura mas profunda se pueden revisar los trabajos de: Troitiño, Miguel Angel.
Ordenación del territorio y desarrollo territorial: La construcción de las geografías del futuro. Geocalli:
cuadernos de Geografia. 7(14), 2006, p.17-68.; Sepúlveda et. al. El enfoque territorial del desarrollo
rural. San José de Costa Rica: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, 2003.
19
Narbaiza, Carla y Schweitzer, Alejandro. Alternativas de planificación de las actividades
productivas primarias en el marco del desarrollo territorial sostenible en la Patagonia Sur argentina.
Perspectiva Geográfica. Vol. 15, 2010, p. 203-226.
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En el transcurso de la historia patagónica se pueden nombrar algunos hitos que
determinan cambios importantes en la ocupación del territorio y tienen relación directa
con la interpretación que tuvieron de este territorio quienes los fueron ocupando. Existe
un período anterior a la colonización o a la llegada del europeo a las tierras patagónicas
alrededor del año 1520 cuando Hernando de Magallanes avista por primera vez las
costas del archipiélago fueguino y da nombre a la “Tierra del Fuego” tras notar la
presencia de hogueras que los indígenas encendían para avisarse entre ellos sobre la
llegada de intrusos.
Las poblaciones de la Isla de Tierra del Fuego, que habitaban el territorio desde
hacía unos 9000 años, eran cazadoras-recolectoras pedestres o canoeras adaptados al
litoral. Los cazadores pedestres de guanacos eran los Shelk´nam, que vivían entre el
estrecho de Magallanes y la cordillera fueguina, y los Haush que habitaban el extremo
este de la Isla, hoy península Mitre. Los canoeros cazadores de pinnípedos y
recolectores intensivos de mariscos eran los Yámana y los Alacaluf, que ocupaban los
archipiélagos que rodean la Isla Grande de Tierra del Fuego20.
20
Orquera, Luis Abel, et al. Diez mil años de fuegos. Arqueología y etnografía del fin del mundo,
Buenos Aires: Dunken, 2012.
21
Alonso Marchante, José Luis. Menendez, Rey de la patagonia, Buenos Aires: Losada, 2014.
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2.2. Memorias culturales
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Se puede profundizar la lectura de los aspectos antropológicos de la vida cotidiana y espiritual
de estos pueblos en, Chapman, Ann. Fin de un mundo. Los Selknam de Tierra del Fuego. 2da. Ed.
Santiago de Chile: Taller experimental Cuerpos Pintados, 2002.
23
Maldonado, Margarita Angélica. Entre dos mundos: Pasado y presente de los habitantes
Selk’nam – Haus de Tierra del Fuego”. Ushuaia: Viento de hojas; Editora cultural Tierra del Fuego,
2014.
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este lugar de la Madre Tierra. Pero una vez convencida del camino que debía
seguir comprendí que la práctica, como vehículo de difusión de esa herencia, era
lo más importante que podía ofrecer dentro de lo cotidiano de nuestras vidas. El
objetivo de este trabajo es entregar elementos de la cultura milenaria de
Karukinka- tierra del fuego a través de los medios necesarios que hoy existen, de
tal forma de reforzar mi identidad y la de muchas personas que han perdido su
relación armónica con el cosmos natural al que pertenecemos desde tiempos
inmemoriales. Mi trabajo es el resultado de un arduo y amplio trabajo de
investigación, análisis y recopilación de información en libros, videos y narración
oral de nuestra cultura, incluyendo en ello a mi familia.24
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recursos de la Región y por las facilidades para poblarla. Otro proceso migratorio se dio
con la determinación política de poblar la Isla de Tierra del Fuego, con la Ley de
Promoción Industrial (Ley Nº19.640). Si bien logró su objetivo atrayendo población,
esta no ha logrado consolidarse en una población arraigada y con identidad cultural
hacia la Región, pues tal determinación no fue pensada desde las particularidades de la
región. Por eso esta corriente poblacional no ha logrado un vínculo fuerte de identidad
con el particular ambiente patagónico.
Por lo tanto, en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico
Sur (AeIAS) se presenta un escenario social donde confluyen múltiples identidades
culturales, provenientes de distintos puntos del país, en un diálogo casi inexistente,
donde las culturas originarias difícilmente son visibilizadas como parte constituyente de
la realidad social actual.
26
Narbaiza, Carla y Schweitzer, Alejandro. Alternativas de planificación de las actividades
productivas primarias en el marco del desarrollo territorial sostenible en la Patagonia Sur argentina.
Perspectiva Geográfica. Vol. 15, 2010, p. 203-226.
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En Narbaiza, Carla. Patagonia Sur en prospectiva: actividades primarias y el desarrollo
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sociedad en comunión con su territorio. Según el trabajo de investigación citado, las
variables de tipo social que están influyendo fuertemente el tipo de desarrollo que se da
en la Región son la “Ética”, la “Valoración del recurso”, el “Capital cultural” y la
“Valoración del territorio”, por lo que habrá que ejercer la presión de cambio sobre las
mismas para lograr el escenario deseado sobre el territorio.
Por el contrario, resulta mucho más utópico pensar que teniendo intereses
individuales y no tomando conciencia de la situación a la que conduce esta actitud, se
pueda lograr un bienestar social. Ya que nunca se logrará aumentar la calidad de vida de
la sociedad planteando un desarrollo materialista falto de solidaridad28.
territorial sostenible. Alemania: Editorial Académica Española, 2012, planteé escenarios posibles y
alternativos basados en mas de 70 variables. Dos de los escenarios posibles presentan una situación
futura muy poco alentadora para la Región. Para evitar la situación negativa a la que se dirige la región y
provocar el cambio a través del escenario alternativo es fundamental articular solidariamente las
diferentes acciones.
28
Ib id.
14
Pero…¿Qué significa ejercer presión de cambio? ¿En qué medida uno puede
ejercer un cambio sobre las valoraciones que se hacen de los recursos naturales y sobre
el territorio, en la Patagonia Sur? Esta problemática de la región, como ya lo mencioné
anteriormente, está inmersa en una lógica más amplia, determinada por una racionalidad
económica, dentro del sistema capitalista global de consumo y de producción de
conocimiento para tal fin. Por eso, cualquier planteo de un cambio a nivel regional que
realmente sea una alternativa, debe comprender el cambio de una forma más profunda,
comprender temporalidades alternativas y comenzar por uno mismo, como la
experiencia de Margarita.
Como proponía al principio, considero que para entablar un diálogo real que
permita una comunicación desde la necesidad de aunar esfuerzos en una causa común,
es imprescindible establecer puntos de encuentro antes que diferencias. Considero
además, que siempre han existido estos puntos en común en las diferentes religiones,
culturas y en los diferentes tiempos. En relación con ello, seria apropiado realizar un
análisis mas acabado de los símbolos utilizados por las diferentes religiones y creencias
espirituales para comunicarse con la naturaleza y la espiritualidad, y para encontrar
respuestas a los cuestionamientos del momento, lo cual excede el objeto del presente
trabajo. Se podría acordar, sin embargo, que la meditación, el retiro o el aislamiento,
han sido el método utilizado por aquellos iluminados, elegidos o sabios, para poder
conectarse con lo interior, con lo superior o la divinidad. Es decir, es necesario
comenzar por uno mismo el camino del cambio.
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hermana…(LS:11) “todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el
cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus
capacidades” (LS: 14).
Estamos todos en el mismo camino hacia el encuentro con Dios, (L.S:83) con la
energía universal o Kundalini, (podemos nombrarlo de diferentes formas y tendrían el
mismo sentido en esta discusión) hacia la perfecta armonía con uno y con el entorno, lo
que también podríamos llamar “evolución”. En la encíclica se afirma que el ser humano
también supone procesos evolutivos, cada uno de nosotros tiene en sí una identidad
personal, capaz de entrar en diálogo con los demás y con el mismo Dios. La capacidad
de reflexión, la argumentación, la creatividad, la interpretación, la elaboración artística,
muestran singularidades que trascienden el ámbito físico y biológico (LS:81). La
ciencia, a través de la razón y del método científico, también intenta dar explicación al
entorno y al modo en que la humanidad debe realizar ese camino evolutivo. En la
realidad, aunque muchos se han esmerado por separarlas, nunca lo han logrado, razón y
espíritu existen en simultáneo. Aquello que puede experimentarse a través del método
científico y la razón, y lo que no puede experimentarse; considerar lo interno y lo
externo, es un ejercicio de atención y percepción de lo que somos y del lugar que
habitamos, si es que asumimos que pensar la naturaleza es más que conocer su
comportamiento29. Entonces resulta interesante complementarlos, aceptar y respetar el
camino que cada uno elija para no estorbar e incluso mejor, cooperar con el resto de la
creación, naturaleza, universo, llámese hermano humano, hermano pájaro, hermano
suelo, como nos cuenta el Papa Francisco en la encíclica que los llamaba San Francisco
de Asís, abriéndonos así a un lenguaje de fraternidad y de la belleza, promoviendo un
sentimiento de unión en todo lo que existe, sosteniendo que la sobriedad y el cuidado
brotaran de modo espontáneo (LS:11).
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Canadell, Angles. Pensar la tierra. En: Raúl Fornet Betancour (Ed.) El Lugar de la tierra en las
culturas. Un diálogo de cosmología ante el desafío ecológico. (Vol. 29), Mainz, 2009.
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ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y
colocarla al servicio de otro tipo de progreso mas sano, mas humano, mas social, mas
integral” (LS:112). De este modo se vuelve a aumentar la escala, para proponer una
solución desde lo más local posible, nuestra propia interioridad, nuestro espíritu; con
unicidad, con totalidad. Debemos recuperar la conciencia de esta unicidad en la que
cada uno se descubre tal como es. Así, la interioridad dejará de estar en posición
dialéctica con la exterioridad30. Podreamos hablar de una espiritualidad global.
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Panikkar, Raimon. Ecosofía. Para una espiritualidad de la Tierra. Madrid, San Pablo, 1994.
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