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Laudato Si.

Una lectura relacional:


aceptando la relevancia de la invitación al diálogo

Carla Narbaiza

En este escrito me propongo establecer un diálogo interdisciplinar con la


Encíclica: Laudato Si (LS). El presente escrito está motivado en la importancia que
considero que tiene, como aporte del Papa Francisco, la invitación al diálogo (LS: 14) y
se hará hincapié en este punto reiteradas veces a lo largo del mismo. Pues si bien ha
existido desde antaño un intercambio entre la Iglesia y la Ciencia, éste ha sido en la
mayoría de las veces, generador de tensiones, ya que sus visiones no han sido siempre
compartidas. Por tal motivo es relevante rescatar el trabajo de síntesis que ha realizado
el Papa Francisco en este momento de la historia de la humanidad, donde la crisis
ambiental nos pone de cara a un impostergable diálogo.

Este trabajo asume el desafío de generar una modesta lectura relacional de


Laudato Si. Cabe aclarar que mi formación académica no proviene de la teología, sino
de las ciencias Exactas y Naturales, en primer lugar, y de la Geografía. Por eso,
propongo una lectura de la encíclica desde un enfoque ambiental con un interés
espiritual y convencido de que la forma de cambiar el mundo empieza por uno mismo.
Justamente por eso tampoco partiré de una perspectiva religiosa en particular.

Considero necesario acercarme a esta interpretación de la encíclica a partir de


un enfoque interdisciplinar, transdiciplinar e intercultural, con el fin de aunar esfuerzos
y aportar al diálogo sano propuesto por el Papa Francisco y también por varios autores
desde las Ciencias exactas y naturales, sociales, la filosofía, la teología y las diferentes
culturas y religiones1.La propuesta de diálogo entre Ciencia, Religión y Naturaleza,

1
Revisar alguno de los trabajos de Panikkar, Raimon. Ecosofia: la nuova saggezza per una
spiritualità della terra. En castellano: Ecosofía: para una espiritualidad de la Tierra. Traducción de:
Ezequiel Varona Valdivielso. Madrid: San Pablo, 1994; L’incontro indispensabile: Diálogo delle
religioni. En español: El diálogo indispensable. Paz entre las religiones. Traducción de Germán
Ancochea Soto. Barcelona: Peninsula, 2003; también los trabajos de Fornet Betancour, Raúl. Crítica
intercultural de la Filosofía Latinoamericana actual. Madrid: Trota, 2004; La interculturalidad a prueba.
(Vol. 43), Mainz, 2006. de Sousa Santos, Boaventura. Descolonizar el saber, reinventar el poder.

1
responde a una discusión vigente, pues son muchos investigadores que están
presentando diferentes visiones desde distintos frentes, por lo menos desde mediados
del siglo XX. Aunque estas discusiones se han ido dando, sobre todo, de manera
bilateral: Ciencia y Naturaleza, Ciencia y Religión; y Religión y Naturaleza. Desde las
Ciencias Naturales propiamente nombradas, la lista de autores sería interminable, ya
que cuentan con una larga trayectoria en avances científicos y descubrimientos. Los
problemas ambientales que surgen dentro de estas nuevas visiones son presentados, a
modo de un buen diagnostico de la situación de “Lo que está pasando en nuestra casa”,
tanto a nivel ecológico como a nivel social, político y cultural, en el capitulo primero de
Laudato Si.2

Mientras, Ciencia y Religión han estado generalmente enfrentadas y el diálogo


cooperativo ha sido mas esquivo. Sin embargo, el Papa Francisco afirma que “la ciencia
y la religión, que aportan diferentes aproximaciones a la realidad, pueden entrar en un
diálogo productivo e intenso para ambas” (LS:62). Es interesante el rescate de la
espiritualidad para enfrentar la complejidad de la crisis ecológica y sus múltiples causas,
“es necesario acudir a las diversas riquezas culturales de los pueblos, al arte y a la
poesía, a la vida interior y a la espiritualidad” (LS: 63). A este tema le dedica el Papa
Francisco, en la Encíclica, el inciso V del capitulo quinto “Las religiones en diálogo con
las ciencias” (LS: 199-201). Allí considera que las ciencias empíricas no pueden
explicar la vida en su completitud y que por lo tanto Ciencia y Religión deben
complementarse, y resalta que el lenguaje religioso no le quita valor en el debate
público. La complementación debe darse para que no desaparezca la sensibilidad
estética, la poesía e incluso la capacidad de la razón para percibir el sentido y la
finalidad de las cosas (LS:199). Llama entonces a un diálogo entre las ciencias para que
puedan afrontar los problemas ambientales complejos y evitar el aislamiento y el

Montevideo: Trilce, 2010. Picotti, Dina. Diversidad cultural e interculturalidad. En: Ameigeiras, Aldo y
Jure, Elisa (ed.). Buenos Aires: Prometeo, 2006, pp. 19-26. Leff, Enrique. Racionalidad ambiental: La
reapropiación social de la naturaleza, México: Siglo XXI, 2004; Leff, Enrique (Coord). Ética, vida y
sustentabilidad, México: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2002.
2
Laudato Si, capitulo I “Lo que está pasando en nuestra casa” en este se presentan desde las
problemáticas de contaminación, basura y cambio climático, pasando por la importancia del agua para la
vida y la pérdida de biodiversidad; como consecuencia los derivados impactos en el funcionamiento de
los ecosistemas y la pérdida de recursos valiosos; la fragmentación del hábitat, remarcando que los daños
ambientales superan en costos a los beneficios enconómicos. Luego presenta el deterioro de la calidad de
vida humana y la degradación social en estrecha relación con los mencionados problemas ambientales.
Para esto hace mención a los medios masivos de comunicación y la generación de relaciones artificiales
entre personas y con la naturaleza.

2
absolutismo del saber; así mismo llama a las religiones a entrar en un diálogo, que se
oriente al cuidado de la naturaleza y a la construcción de redes de respeto y fraternidad
(LS:201).

En este contexto, este aporte parte de un trabajo de investigación que realicé en


la Patagonia Austral Argentina, en el cual intenté imaginar y proponer futuros posibles
y deseables de desarrollo territorial sostenible. Entrelazado en este futuro deseable, se
pone al descubierto hoy, a través de la vivencia de una integrante de la comunidad
indígena Shelk´nam, la “historia” de este pueblo que clama por recuperar sus
“memorias culturales” que forman parte de este territorio. Es necesario un diálogo entre
tiempos y entre culturas para superar el paradigma de la historia 3 , este diálogo
intercultural debe ser capaz de comprender estos diferentes tiempos para proponer un
desarrollo que incluya realmente estos saberes ancestrales, un desarrollo con memoria
antropológica4 que comprenda al territorio en su conjunto, acorde con los intereses
locales.

En la encíclica Laudato Si, en su capítulo quinto “Algunas líneas de orientación


y acción”, se presentan propuestas o mejor dicho urgencias de diálogo entre quienes
son parte del problema ambiental mundial, para procurar principalmente que las
soluciones que se propongan sean desde una perspectiva global y no sólo para los
intereses de algunos países (LS:164).

1. Desarrollo ¿Una espiritualidad global?

Presentaré en este apartado los tres términos que aparecen en el subtítulo –


desarrollo, espritualidad y global -, para luego analizarlos relacionalmente y en clave de
diálogo con la Encíclica.

A lo largo de la historia, la idea de desarrollo ha recorrido variados caminos. Se


pueden encontrar aproximaciones desde el punto de vista económico, el que ha
predominado en su tratamiento; también desde el punto de vista humano, y desde una

3
Fornet Betancour, Raúl. Teoría y praxis de la filosofía intercultural. En Revista de teología:
SIWÔ. 1(2008), p. 9-42.
4
Fornet Betancour, Raúl. La interculturalidad a prueba. (Vol. 43), Mainz, 2006.

3
visión ecosistémica a partir del uso y aprovechamiento racional de los recursos naturales
y del ambiente. Estas perspectivas afectarán el uso de las categorías utilizadas.

Desde un tratamiento netamente economicista, desarrollo es sinónimo de


crecimiento económico; donde no se distingue para quién son los beneficios del
crecimiento. En Latinoamérica, han dominado fundamentalmente los proyectos de
desarrollo de este tipo, planteando la necesidad de crecimiento económico para reducir
la denominada pobreza existente en los países, llamados subdesarrollados. Estos
proyectos en el tercer mundo han sido financiados por los organismos internacionales
como el Banco Mundial, el Fondo Monetario internacional, y el Banco Iberoamericano
de Desarrollo en su mayoría. A pesar de que plantean “eliminar la pobreza de un modo
que sea ambiental y socialmente sostenible”5, la realidad muestra que no han hecho más
que incrementar la pobreza y la dilapidación de los recursos como consecuencia. El
Papa Francisco lo menciona en el capitulo primero apartado VI como, “La debilidad de
las reacciones”, para llamar la atención a la política internacional, ya que el interés
económico llega a prevalecer sobre el bien común. Además se llega a manipular
información para que los proyectos de las potencias internacionales no se vean
afectados, pues en los mismos prima la alianza entre la economía y la tecnología, que
termina dejando fuera lo que no forme parte de sus intereses inmediatos (LS: 54). Esta
situación surge, a su vez, de la violencia ontológica y del logos que se prolonga en los
proyectos y programas de desarrollo y en los modelos de vida occidentales que no
comprenden temporalidades alternativas6. Profundizaremos en esto mas adelante.

Reátegui, afirma que desarrollo es más que la ausencia de subdesarrollo y más


que la aspiración de crecimiento como un fin. Este autor sostiene que al desarrollo hay
que entenderlo como proceso de cambios cualitativos y transformaciones de las
estructuras económicas, sociales y políticas, en armonía con los sistemas naturales7.

5
Banco Mundial. Prefacio, IX. En Informe sobre desarrollo mundial 2003. Desarrollo sostenible
en un mundo dinámico, transformaciones de instituciones, crecimiento y calidad de vida. s.l., Mundi
prense libros y Alfaomega, (2003).
6
Fornet Betancour, Raúl. Teoría y praxis de la filosofía intercultural. En Revista de teología:
SIWÔ. 1(2008), p. 9-42.
7
Reátegui Lozano, Rolando. Fundamentos Del Desarrollo Sostenible. En: Revista del Instituto
de Investigaciones de la Facultad de Geología, Minas, Metalurgia y Ciencias Geográficas. Vol.6, Núm.
12 (2003), p. 67-80.

4
En contraposición al tratamiento economicista, se encuentra el desarrollo
orientado al ser humano, el desarrollo a escala humana, el cual depende de los países y
culturas, capaces de ser coherentes consigo mismas, considerando sus potencialidades y
enfrentando sus debilidades. En esta línea, Max Neff presenta tres pilares básicos que
son, las necesidades humanas, la autodependencia y las articulaciones orgánicas8. La
satisfacción de las necesidades fundamentales de las personas, y la autodependencia
como un elemento constitutivo de la articulación orgánica, deberían darse sobre una
base sólida de participación que considere a la persona como un sujeto de desarrollo. En
la encíclica (LS:144), se le da especial atención a la incorporación de la perspectiva de
los derechos de los pueblos y las culturas, para entender que el desarrollo de un grupo
social supone un proceso histórico dentro de un proceso cultural y requiere del
continuado protagonismo de los actores sociales desde su propia cultura.

Por otro lado, Amartya Sen presenta una propuesta alternativa a la teoría original
de desarrollo, centrándose en el individuo y su bienestar9. Sen postula que una de las
realizaciones personales más importantes de estos individuos en el proceso de
desarrollo, es la capacidad de elegir; en otras palabras, tener la libertad de elegir el tipo
de vida que queremos llevar (independientemente de sus características) y la capacidad
para valorarlo. En síntesis, el autor concibe a la libertad como “procesos que hacen
posible la libertad de acción y de decisión como las oportunidades reales que tienen los
individuos, dadas sus circunstancias personales y sociales”10. En tanto una persona no
goce de una o unas de estas libertades, no podrá alcanzar el desarrollo en su máxima

8
A diferencia de lo que se dice y escribe comúnmente, las necesidades humanas son limitadas
según Max Neff, aunque generalmente se las confunde con los satisfactores. Para profundizar esta
temática ver Max-Neef, Manfred, et al. Desarrollo a escala humana: una opción para el futuro. Segunda
Parte. Madrid: Biblioteca CF+S, 2010.
9
“La gente valora su capacidad de hacer determinadas cosas y de obtener ciertos tipos de
condiciones (como estar bien alimentada, estar libres de enfermedades previsibles, tener libertad de
movimiento, y así sucesivamente). Estos “haceres” y “estares” pueden llamarse genéricamente las
“realizaciones” de una persona. El bienestar de una persona puede ser visto como una evaluación de las
realizaciones logradas por esa persona”. Sen, Amartya. The Concept of Development. En: Handbook of
Development Economics - Volume I, Hollis Chenery y T.N. Srinivasan (Ed.), 1988. En castellano: El
concepto de desarrollo. Traducción del Capítulo 1.
En:http://www.evirtual.edu.pe/evirtual/files/lecturas_complementarias/modulo_1/El_concepto_de_Desarr
ollo.pdf. (Recuperado 15/04/2015).
10
Sen, Amartya. Introducción: El desarrollo como libertad. En: Desarrollo y Libertad.
Traducción de Esther Tabasco y Luis Toharia. Buenos Aires: Planeta, 2000, p.19-28.

5
expresión, y por lo tanto, como ser social inserto en una sociedad mayor, ésta tampoco
será cien por ciento desarrollada.

Sin embargo, en este proceso de descubrimiento de libertades tiene fundamental


importancia el planteamiento por el cual las culturas pueden abrirse a las posibilidades
que ellas mismas han marginado en su configuración real y descubrir así que hay
también una diversidad “interior” por descubrir, es decir, lo que Betancour llama la
“crítica intracultural”11 real.

Continuando con la definición de desarrollo, la categoría sostenible


acompañando a la palabra desarrollo aparece con el descubrimiento de los problemas
ambientales y con la transfronterización de los mismos, como sostiene el Informe
Brundltland de 1987 titulado “Nuestro futuro común”. La mejor expresión de
sostenibilidad en América Latina es la presentada por “Nuestra propia agenda sobre
desarrollo y medio ambiente”12 donde el reto fue diseñar una estrategia de desarrollo en
armonía con la naturaleza y con las necesidades de las futuras generaciones.

Transcurridos veinte años de aquellos logros, si bien actualmente el concepto de


desarrollo sustentable está fuertemente instalado en la agenda local, nacional e
internacional, en el último encuentro mundial que tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil,
en junio de 2012, que se denominó Río +20, los logros fueron mucho menores a los
obtenidos veinte años antes, tanto a nivel político como a nivel social y ambiental. En
este sentido, puede afirmarse que, aquellos que en algún momento mantuvimos
esperanzas de que bajo una concepción de “desarrollo sostenible” el desarrollo cambiara
de lógica, estuvimos errados13. El Papa Francisco cuando considera en la Encíclica la

11
La interculturalidad no debe ser sólo motivo y ocasión para que las culturas aprendan a rehacer
el mapa de las fronteras (diferencias) que las identifican como tales, sino también para que, apoyándose
en ese intercambio, revisen igualmente el ordenamiento establecido en su propia casa Fornet Betancour,
Raúl. Teoría y praxis de la filosofía intercultural. En: Revista de teología: SIWÔ. 1(2008), p. 9-42.
12
Comisión de Desarrollo y Medio Ambiente de América Latina y el Caribe. Nuestra propia
Agenda sobre desarrollo y medio ambiente. México D.F: Fondo de Cultura Económica, 1991.
13
Adaro, Roberto, sostiene que estamos frente a una nueva crisis, económica, de ideas y de
paradigmas. El documento resultante de Río +20, conocido como “El Futuro que Queremos” estableció
un proceso intergubernamental para establecer “Metas de Desarrollo Sustentable” que complementan
otras iniciativas de la ONU como las Metas de Desarrollo del Milenio. Ambas iniciativas reconocen la
vinculación de lo “humano” y lo “natural” en el desarrollo y enfatizan tanto la pobreza como la
conservación ambiental. Entre otras cosas el análisis de Adaro, muestra que las empresas transnacionales
son los mayores beneficiarios de la propuesta de economía verde; que el concepto de economía concibe la
forma de ver el desarrollo de las Naciones Unidas; y que alternativas impulsadas por movimientos
sociales del Foro Social Mundial y la Cumbre de los Pueblos no fueron consideradas en Río + 20. Adaro,

6
debilidad de las reacciones, está en sintonía con la anterior crítica, ya que afirma que las
cumbres han sido un fracaso (LS:54).

Es necesario repensar la cuestión de las libertades necesarias propuestas por Sen


para alcanzar un desarrollo compatible con la cultura y su gente. En este sentido,
recuerda el Papa Francisco, que la libertad del ser humano también enfrenta otras
cuestiones y “se enferma cuando se entrega a las fuerzas ciegas del inconsciente, de las
necesidades inmediatas, del egoísmo, de la violencia”. Por lo tanto, tenemos escasa
autoconciencia de nuestros propios límites, y necesitamos una ética sólida, una cultura y
una espiritualidad que nos limite (LS:105). Aquí es donde podemos avistar las
diferentes escalas del desarrollo.

El modelo vigente de desarrollo, que junto con la tecnología, ha asumido un


paradigma homogéneo y unidimensional, ha adquirido una escala global. Si bien la
creatividad del ser humano ha llevado a que, a través de la ciencia y la tecnología se
hayan producido descubrimientos, técnicas y soluciones a diversas problemáticas, y en
ciertos casos a mejorar la calidad de vida de algunas sociedades, no podemos expresar
esto globalmente, ni mucho menos equitativamente. El antropocentrismo moderno ha
colocado la razón técnica por sobre la realidad, por lo que “este ser humano no siente la
naturaleza como norma válida, ni menos aún como refugio viviente”, debilitando el
valor que tiene el mundo en sí mismo (LS:115). Pero no nos resignemos y no
renunciemos a preguntarnos por el sentido de todo, tenemos la urgencia de avanzar
hacia una valiente revolución cultural (LS:114). Betancourt, en este sentido, pone
énfasis en la importancia de la filosofía para recuperar y reactivar la memoria
subversiva de los tiempos sometidos a la cronología occidental, para poder detenerse,
aminorar la marcha (LS: 114) impuesta por este sistema global transmitido a través de
su “espíritu”, el que proyecta la comprensión del ser humano a partir del mercado, que
ordena sus relaciones con otros seres humanos, otros pueblos, consigo mismo y con su
naturaleza. Con este espíritu, el ser humano cambia su relación con el tiempo, y lleva el
ritmo que dictan las estrategias de globalización neoliberal, “pierde el tiempo vital” el
de la duración de las experiencias existenciales. Esta inversión antropológica tiene

Roberto. Prologo: Reflexiones al paso luego de “Río +20”. En: Río +20. El futuro que queríamos y aún
queremos. Serie: Documentos de trabajo Nº5 – Agosto 2013. Universidad Nacional de La Plata, Facultad
de Ciencias Jurídicas y Sociales, Instituto de Relaciones Internacionales, p. 3-4.

7
consecuencias cosmológicas. La interculturalidad propone por eso recuperar los mitos,
las leyendas en que las culturas narran sus secretos invitando a retener lo que funda
sentido y difunde equilibrio14.

2. Una propuesta de Desarrollo Territorial Sostenible como ejemplo de la


necesidad de retornar a la espiritualidad, la solidaridad y el diálogo

A partir de las interpretaciones presentadas sobre el desarrollo, y del mito del


progreso, “la reflexión debiera identificar posibles escenarios futuros, porque no hay un
solo camino de solución” (LS: 60). Entonces aparece nuevamente la idea de futuro
como algo deseable, ante lo que debemos por lo menos hacer una parada y reflexionar.
Este es el sentido que guió mi trabajo “Patagonia Austral en Prospectiva” 15 ,
considerando que dentro del concepto del desarrollo territorial sostenible, adquiere
importancia la idea de futuro, ya que el desarrollo sostenible es una idea a largo plazo.
La incertidumbre, que da la idea de futuro a largo plazo, nos sugiere prever con
prudencia, imaginación, creatividad y audacia lo que puede suceder. Es así que el
desarrollo y la articulación de la prospectiva territorial 16 permite a los actores 17
prepararse para el cambio y provocarlo.

2.1. Territorio e Historia

14
Betancour, afirma que la tecnología moderna genera violencia epistemología en el diálogo entre
culturas. Propone contraponer al discurso hegemónico tecnológico un discurso meditativo que irrumpa y
abra espacios de silencio que desocupen el mundo y nuestros cuerpos. Betancourt Fornet, Raúl. La
pluralidad de conocimientos en el diálogo intercultural. En: La interculturalidad a prueba. (Vol. 43),
Mainz, 2006, p.47-53.
15
Narbaiza, Carla. Patagonia Sur en prospectiva: actividades primarias y el desarrollo territorial
sostenible. Alemania: Editorial Académica Española, 2012.
16
Para diseñar escenarios prospectivos contrastantes se hace necesaria la revisión de la ordenación
clásica del territorio, que permita adaptarse a las realidades cambiantes y crear nuevas estrategias. La
prospectiva invita a considerar el futuro como algo múltiple y abierto, algo que se tiene que construir. El
futuro es fruto de nuestro esfuerzo y de nuestro sacrificio y nuestra voluntad. Gabiña, Juan José.
Prospectiva y planificación territorial. Hacia un proyecto de futuro. México D.F.: Alfaomega, 1999.
17
Robirosa et al., sostienen que actor social puede ser un individuo, un grupo, una organización o
institución de cualquier tipo, un organismo de gobierno o una organización de la comunidad, y se lo
caracteriza o identifica por su posición particular, por el papel o rol, lo que hace o podría hacer respecto
del escenario en el que se encuentra. Robirosa, (et al.) (1990). En, Andrade, Larry. Otoño en la estepa.
Ambiente, ganadería y vínculos en la Patagonia Austral. Buenos Aires: La colmena, 2010.

8
La noción de territorio, en este contexto, debe trascender lo espacial y ser
considerado como un producto social e histórico y como resultado de relaciones
complejas entre factores naturales, económicos, sociales, culturales y técnicos, formas
de producción y una red de instituciones18. El territorio es el escenario donde acontecen
todas las relaciones sociales. Por consiguiente, existe una estrecha relación entre un
territorio y su historia, que plasma cómo ha evolucionado cada sociedad en su medio. A
su vez, la región cobra sentido como territorio socialmente significativo, desde la idea
de identificación social como ámbito de identidad colectiva. En la encíclica el Papa
Francisco afirma que, junto al patrimonio natural, existe un patrimonio histórico,
artístico y cultural, igualmente amenazado y que forma parte de la identidad de un
lugar; ésta es la base para construir manteniendo la identidad original. El Papa reclama
prestar atención a las culturas locales a la hora de analizar cuestiones ambientales,
poniendo en diálogo el lenguaje científico-técnico con el lenguaje popular, ya que es la
cultura especialmente en su sentido vivo, dinámico y participativo la que no puede
excluirse a la hora de repensar la relación del ser humano con la naturaleza (LS:143).
Por ello, es interesante tener en cuenta cómo las regiones se han construido socialmente,
y cómo han adquirido sus límites, sus símbolos y su identidad. Para esto es necesario
partir de una lectura crítica de la historia que permita mostrar las diferentes voces de
esta historia y así comprender una realidad presente compleja e intercultural.

Nos referiremos aquí a la región de la Patagonia Sur, que se encuentra ubicada


en el extremo sur del continente americano, y es compartida por Chile y Argentina. Del
lado argentino, abarca a las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e
Islas del Atlántico Sur. A lo largo de la historia se puede analizar cómo se ha
establecido la relación entre el hombre y el medio natural que lo rodea. La comprensión
de estos procesos es parte imprescindible, para entender la configuración actual del
territorio patagónico19. Por tal motivo, presentaré una breve aproximación histórica de
cómo ha sido el proceso de poblamiento de esta región.

18
Para una lectura mas profunda se pueden revisar los trabajos de: Troitiño, Miguel Angel.
Ordenación del territorio y desarrollo territorial: La construcción de las geografías del futuro. Geocalli:
cuadernos de Geografia. 7(14), 2006, p.17-68.; Sepúlveda et. al. El enfoque territorial del desarrollo
rural. San José de Costa Rica: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, 2003.
19
Narbaiza, Carla y Schweitzer, Alejandro. Alternativas de planificación de las actividades
productivas primarias en el marco del desarrollo territorial sostenible en la Patagonia Sur argentina.
Perspectiva Geográfica. Vol. 15, 2010, p. 203-226.

9
En el transcurso de la historia patagónica se pueden nombrar algunos hitos que
determinan cambios importantes en la ocupación del territorio y tienen relación directa
con la interpretación que tuvieron de este territorio quienes los fueron ocupando. Existe
un período anterior a la colonización o a la llegada del europeo a las tierras patagónicas
alrededor del año 1520 cuando Hernando de Magallanes avista por primera vez las
costas del archipiélago fueguino y da nombre a la “Tierra del Fuego” tras notar la
presencia de hogueras que los indígenas encendían para avisarse entre ellos sobre la
llegada de intrusos.

Las poblaciones de la Isla de Tierra del Fuego, que habitaban el territorio desde
hacía unos 9000 años, eran cazadoras-recolectoras pedestres o canoeras adaptados al
litoral. Los cazadores pedestres de guanacos eran los Shelk´nam, que vivían entre el
estrecho de Magallanes y la cordillera fueguina, y los Haush que habitaban el extremo
este de la Isla, hoy península Mitre. Los canoeros cazadores de pinnípedos y
recolectores intensivos de mariscos eran los Yámana y los Alacaluf, que ocupaban los
archipiélagos que rodean la Isla Grande de Tierra del Fuego20.

En 1869, cuando se instala el primer asentamiento europeo permanente con la


fundación Anglicana, en lo que hoy es la ciudad de Ushuaia, las relaciones entre los
pobladores nativos y aquellos que comenzaban a “colonizar” las tierras más lejanas del
continente, se vuelven más habituales. Esta colonización se dio rápidamente y en menos
de cincuenta años, de una población que se calculaba en unas cuatro mil personas, sólo
quedaban un centenar de nativos isleños. Rápidamente se dio la repartición de las
tierras, proceso que llegó aproximadamente hasta 1920, para incorporarlas a la actividad
productiva de la época, dominada principalmente por la ganadería ovina. Este proceso
benefició a un muy pequeño grupo de acaudalados ganaderos entre los que se destacó el
asturiano José Menéndez, adquiriendo y transformando el territorio fueguino, tanto en
Chile como Argentina, en una próspera empresa ganadera ovina, cada vez con menos
guanacos y menos indígenas21.

20
Orquera, Luis Abel, et al. Diez mil años de fuegos. Arqueología y etnografía del fin del mundo,
Buenos Aires: Dunken, 2012.
21
Alonso Marchante, José Luis. Menendez, Rey de la patagonia, Buenos Aires: Losada, 2014.

10
2.2. Memorias culturales

En esta genealogía de la Patagonia, las culturas fueguinas fueron consideradas


como recuerdos de museo, lo cual condujo a la invisibilidad de las generaciones
posteriores. En la actualidad existen dos comunidades organizadas de descendientes de
pueblos originarios de la región, que trabajan activamente para reivindicar los derechos
heredados de sus ancestros, así como para fomentar la transmisión de la cultura
originaria. Se considera preponderante el rol que han desempeñado las mujeres
originarias y mujeres descendientes en la transmisión ancestral de su cultura. Esto se
observa desde la recuperación de los trabajos de Ann Chapman con Angela Loij y Lola
Kiepja,22 en la década del sesenta y hasta la actualidad en el trayecto recorrido por
Margarita Maldonado, autora de "Entre dos mundos" 23 , descendiente de cuarta
generación del pueblo Selk´nam.

Quiero rescatar especialmente el trabajo de Margarita Maldonado y sus


experiencias ya que ella misma representa la memoria antropológica de toda su cultura
Selk´nam. Memorias que han sido tapadas, ocultadas, por la cultura occidental en esta
inversión del tipo antropológico, que ha dominado este territorio y enviado a las
culturas fueguinas a los Museos locales y del mundo. Margarita enfrenta el desafío que
representa para un ser humano desarrollarse como persona en el marco de una sociedad
capitalista, consumista, patriarcal e individualista y confirma la vigencia de su cultura
en la historicidad corporal de su propia experiencia.

A los 36 años tomé conciencia de mis raíces, de mi identidad; no fue fácil


reconocerlo, pero mucho más duro resultó luchar para descubrir el real sentido
en mi postura por fortalecer ese origen. Mi interés fue desde el primer momento
lograr instalar a mis ancestros y a cada clan o comunidad en el lugar de honor
que les corresponde por derecho adquirido y cumpliendo un designio propio de

22
Se puede profundizar la lectura de los aspectos antropológicos de la vida cotidiana y espiritual
de estos pueblos en, Chapman, Ann. Fin de un mundo. Los Selknam de Tierra del Fuego. 2da. Ed.
Santiago de Chile: Taller experimental Cuerpos Pintados, 2002.
23
Maldonado, Margarita Angélica. Entre dos mundos: Pasado y presente de los habitantes
Selk’nam – Haus de Tierra del Fuego”. Ushuaia: Viento de hojas; Editora cultural Tierra del Fuego,
2014.

11
este lugar de la Madre Tierra. Pero una vez convencida del camino que debía
seguir comprendí que la práctica, como vehículo de difusión de esa herencia, era
lo más importante que podía ofrecer dentro de lo cotidiano de nuestras vidas. El
objetivo de este trabajo es entregar elementos de la cultura milenaria de
Karukinka- tierra del fuego a través de los medios necesarios que hoy existen, de
tal forma de reforzar mi identidad y la de muchas personas que han perdido su
relación armónica con el cosmos natural al que pertenecemos desde tiempos
inmemoriales. Mi trabajo es el resultado de un arduo y amplio trabajo de
investigación, análisis y recopilación de información en libros, videos y narración
oral de nuestra cultura, incluyendo en ello a mi familia.24

De esta manera pone en práctica, a través de su trabajo, el educar desde la


memoria, lo que para ella significó activar diferentes tiempos biográficos que fueron
marcando su propia vida, y tuvo que aprender a leer estas biografías desde lo mas
profundo de su espiritualidad, lo cual le permitió, en primer lugar, tomar conciencia de
sus raíces, estudiarlas y ahora reproducirlas. Un vivo ejemplo de la lucha contra el
analfabetismo biográfico y conceptual, que recupera los saberes situados que se generan
como manera de saber vivir y convivir en un espacio o lugar determinado, como lucha
por lograr ese otro mundo posible que nos indica la memoria de pueblos25.

2.3. Desarrollo y progreso

Así se desarrolló, y para algunos progresó, el territorio de la Patagonia Sur. Se


puede afirmar entonces que se trata de una región con una población occidental en
general reciente, con una historia particular de poblamiento incentivado desde el Estado
Nacional, con un flujo de inmigración tanto del mismo país, como particularmente de
los países nórdicos europeos, ingleses y escoceses, quienes con su cultura le dieron su
impronta ganadera a la región a mediados del siglo XIX. Luego, a comienzos del siglo
XX, una corriente poblacional fue atraída por la explotación de hidrocarburos dándole
otro matiz productivo a la región. Estas corrientes migratorias fueron atraídas por los
24
margarita-maldonado.blogspot.de. Margarita Maldonado. Cultura del pueblo Selk´nam- Tierra
del Fuego, Abya Yala Pachamapu- América.
25
Fornet-Betancourt, Raúl. Filosofía y espiritualidad en diálogo.(Vol. 68). Mainz, 2016.

12
recursos de la Región y por las facilidades para poblarla. Otro proceso migratorio se dio
con la determinación política de poblar la Isla de Tierra del Fuego, con la Ley de
Promoción Industrial (Ley Nº19.640). Si bien logró su objetivo atrayendo población,
esta no ha logrado consolidarse en una población arraigada y con identidad cultural
hacia la Región, pues tal determinación no fue pensada desde las particularidades de la
región. Por eso esta corriente poblacional no ha logrado un vínculo fuerte de identidad
con el particular ambiente patagónico.

Por lo tanto, en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico
Sur (AeIAS) se presenta un escenario social donde confluyen múltiples identidades
culturales, provenientes de distintos puntos del país, en un diálogo casi inexistente,
donde las culturas originarias difícilmente son visibilizadas como parte constituyente de
la realidad social actual.

Además los problemas ambientales en la región Patagonia Sur surgen como


consecuencia de la falta de adaptabilidad al ambiente en que se insertan las actividades
humanas. Las consecuencias que esta falta de adaptabilidad del hombre y sus
actividades producen en el medio natural no permiten un desarrollo regional sostenible
en un marco de equilibrio humano-naturaleza26.

2.4. ¿Como sería un escenario futuro deseable?

En el contexto social, ambiental, cultural y epistemológico descripto, es posible


proyectar un escenario futuro de desarrollo territorial sostenible deseable para la Región
Patagonia Austral Argentina, que permita mejorar la calidad de vida, potenciar el capital
cultural latente y en continua superación, que de lugar a una sociedad independiente, en
cumplimento de sus deberes y en pleno goce de sus derechos. Una sociedad libre, que
dialoga con su historia en una experiencia cosmológica de los tiempos. Aunque así
planteado, este escenario pareciera utópico, dadas las potencialidades con la que cuenta
la Región27, es totalmente alcanzable si se aúnan intereses que permitan pensar una

26
Narbaiza, Carla y Schweitzer, Alejandro. Alternativas de planificación de las actividades
productivas primarias en el marco del desarrollo territorial sostenible en la Patagonia Sur argentina.
Perspectiva Geográfica. Vol. 15, 2010, p. 203-226.
27
En Narbaiza, Carla. Patagonia Sur en prospectiva: actividades primarias y el desarrollo

13
sociedad en comunión con su territorio. Según el trabajo de investigación citado, las
variables de tipo social que están influyendo fuertemente el tipo de desarrollo que se da
en la Región son la “Ética”, la “Valoración del recurso”, el “Capital cultural” y la
“Valoración del territorio”, por lo que habrá que ejercer la presión de cambio sobre las
mismas para lograr el escenario deseado sobre el territorio.

En palabras del Papa Francisco:

El cuidado de la naturaleza es parte de un estilo de vida que implica capacidad


de convivencia y de comunión… El amor fraterno sólo puede ser gratuito, nunca
puede ser un pago por lo que otro realice ni un anticipo por lo que esperamos
que haga… Esta misma gratuidad nos lleva a amar y aceptar el viento, el sol o
las nubes, aunque no se sometan a nuestro control. Por eso podemos hablar de
una fraternidad universal.(LS:228).
Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una
responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y
honestos. Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de
la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que
esa alegre superficialidad nos ha servido de poco. Esa destrucción de todo
fundamento de la vida social termina enfrentándonos unos con otros para
preservar los propios intereses, provoca el surgimiento de nuevas formas de
violencia y crueldad e impide el desarrollo de una verdadera cultura del
cuidado del ambiente. (LS:229).

Por el contrario, resulta mucho más utópico pensar que teniendo intereses
individuales y no tomando conciencia de la situación a la que conduce esta actitud, se
pueda lograr un bienestar social. Ya que nunca se logrará aumentar la calidad de vida de
la sociedad planteando un desarrollo materialista falto de solidaridad28.

territorial sostenible. Alemania: Editorial Académica Española, 2012, planteé escenarios posibles y
alternativos basados en mas de 70 variables. Dos de los escenarios posibles presentan una situación
futura muy poco alentadora para la Región. Para evitar la situación negativa a la que se dirige la región y
provocar el cambio a través del escenario alternativo es fundamental articular solidariamente las
diferentes acciones.
28
Ib id.

14
Pero…¿Qué significa ejercer presión de cambio? ¿En qué medida uno puede
ejercer un cambio sobre las valoraciones que se hacen de los recursos naturales y sobre
el territorio, en la Patagonia Sur? Esta problemática de la región, como ya lo mencioné
anteriormente, está inmersa en una lógica más amplia, determinada por una racionalidad
económica, dentro del sistema capitalista global de consumo y de producción de
conocimiento para tal fin. Por eso, cualquier planteo de un cambio a nivel regional que
realmente sea una alternativa, debe comprender el cambio de una forma más profunda,
comprender temporalidades alternativas y comenzar por uno mismo, como la
experiencia de Margarita.

3. Breve reflexión: Encontrando elementos en común

Como proponía al principio, considero que para entablar un diálogo real que
permita una comunicación desde la necesidad de aunar esfuerzos en una causa común,
es imprescindible establecer puntos de encuentro antes que diferencias. Considero
además, que siempre han existido estos puntos en común en las diferentes religiones,
culturas y en los diferentes tiempos. En relación con ello, seria apropiado realizar un
análisis mas acabado de los símbolos utilizados por las diferentes religiones y creencias
espirituales para comunicarse con la naturaleza y la espiritualidad, y para encontrar
respuestas a los cuestionamientos del momento, lo cual excede el objeto del presente
trabajo. Se podría acordar, sin embargo, que la meditación, el retiro o el aislamiento,
han sido el método utilizado por aquellos iluminados, elegidos o sabios, para poder
conectarse con lo interior, con lo superior o la divinidad. Es decir, es necesario
comenzar por uno mismo el camino del cambio.

En la encíclica Laudato Si, el Papa Francisco nos propone la inspiración en el


modo de vida de San Francisco de Asís (LS:10), reconociendo que “en él se advierte
hasta qué punto son inseparables, la preocupación por la naturaleza, la justicia con los
pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”. San Francisco de Asís realiza
una apertura a otras categorías fuera de la ciencia y la razón. Él lograba entrar en
comunicación con todo lo creado, por lo que su reacción era mucho mas que una
valoración intelectual o un cálculo económico porque para él cada criatura era una

15
hermana…(LS:11) “todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el
cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus
capacidades” (LS: 14).

Estamos todos en el mismo camino hacia el encuentro con Dios, (L.S:83) con la
energía universal o Kundalini, (podemos nombrarlo de diferentes formas y tendrían el
mismo sentido en esta discusión) hacia la perfecta armonía con uno y con el entorno, lo
que también podríamos llamar “evolución”. En la encíclica se afirma que el ser humano
también supone procesos evolutivos, cada uno de nosotros tiene en sí una identidad
personal, capaz de entrar en diálogo con los demás y con el mismo Dios. La capacidad
de reflexión, la argumentación, la creatividad, la interpretación, la elaboración artística,
muestran singularidades que trascienden el ámbito físico y biológico (LS:81). La
ciencia, a través de la razón y del método científico, también intenta dar explicación al
entorno y al modo en que la humanidad debe realizar ese camino evolutivo. En la
realidad, aunque muchos se han esmerado por separarlas, nunca lo han logrado, razón y
espíritu existen en simultáneo. Aquello que puede experimentarse a través del método
científico y la razón, y lo que no puede experimentarse; considerar lo interno y lo
externo, es un ejercicio de atención y percepción de lo que somos y del lugar que
habitamos, si es que asumimos que pensar la naturaleza es más que conocer su
comportamiento29. Entonces resulta interesante complementarlos, aceptar y respetar el
camino que cada uno elija para no estorbar e incluso mejor, cooperar con el resto de la
creación, naturaleza, universo, llámese hermano humano, hermano pájaro, hermano
suelo, como nos cuenta el Papa Francisco en la encíclica que los llamaba San Francisco
de Asís, abriéndonos así a un lenguaje de fraternidad y de la belleza, promoviendo un
sentimiento de unión en todo lo que existe, sosteniendo que la sobriedad y el cuidado
brotaran de modo espontáneo (LS:11).

Para articular el proceso de globalización con la la necesidad de poner límite a


las libertades del ser humano, es necesario cambiar de escala para poder comenzar por
lo posible, es preciso remitirse “al otro lado de la globalidad”: la espiritualidad. Nada
más íntimo, mas interno, mas libre del ser humano que su espiritualidad, y a ella
debemos retornar para llamar nuestra atención ante esta situación. “Es posible volver a

29
Canadell, Angles. Pensar la tierra. En: Raúl Fornet Betancour (Ed.) El Lugar de la tierra en las
culturas. Un diálogo de cosmología ante el desafío ecológico. (Vol. 29), Mainz, 2009.

16
ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y
colocarla al servicio de otro tipo de progreso mas sano, mas humano, mas social, mas
integral” (LS:112). De este modo se vuelve a aumentar la escala, para proponer una
solución desde lo más local posible, nuestra propia interioridad, nuestro espíritu; con
unicidad, con totalidad. Debemos recuperar la conciencia de esta unicidad en la que
cada uno se descubre tal como es. Así, la interioridad dejará de estar en posición
dialéctica con la exterioridad30. Podreamos hablar de una espiritualidad global.

30
Panikkar, Raimon. Ecosofía. Para una espiritualidad de la Tierra. Madrid, San Pablo, 1994.

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