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DEVOCIONAL SEMANA 4: LA VIDA ES UNA BATALLA.

DIA 22: EL ENEMIGO.

Y estas señales seguirá a los que creen: en mi nombre echará fuera demonios; hablaran nuevas
lenguas; tomarán de las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no le hará daño; sobre los
enfermos pondrán sus manos y sanaran. (Marcos 16: 17-18).

En este pasaje Jesús dejo instrucciones a Sus discípulos antes de ascender a los cielos; les dijo
que deberían echar fuera demonios en Su nombre, Queramos o no, estamos en guerra y nuestra
responsabilidad como cristianos es luchar en ella.

La artimaña del adversario es pasar desapercibido, hacer que las personas perciban el pecado
como algo leve, que no es malo, y los enreda de tal forma que no tengan salida. El quiere que no
entiendas ni percibas su forma de destruir tu vida.

¿QUIEN ES NUESTRO ENEMIGO? Es un ser espiritual creado por Dios y su propósito es sacar a
Dios del Corazón del hombre y bloquear su mente para que el mensaje de salvación no sea
predicado ni aceptado en el mundo. Era un querubín que dirigía la alabanza en el Reino Celestial,
tenía autoridad por su vida de santidad. Pero dio lugar al orgullo, y en su altivez, quiso derrocar a
Dios para tener un control sobre todo. Su ambición se convirtió en la peor frustración y derrota, y
perdió todos sus privilegios, fue expulsado del Reino de Dios y se convirtió en un enemigo oculto
de Su obra.

¿Cómo ACTUA? Cuando las personas pecan, el enemigo adquiere un derecho legal sobre sus
vidas para afligirlos. El adversario está organizado por rangos y poder: principados, potestades,
gobernadores de las tiniebla y huestes de maldad en las regiones celestes, que actúan bajo sus
órdenes con el propósito principal de destruir al hombre (Efesios 6:12). Debes entender que el
enemigo lucha con todas sus fuerzas para desviarnos del camino. Jesús dijo: El ladrón no viene
sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en
abundancia. (Juan 10:10). Constantemente en el Reino Espiritual se libra una guerra y nos guste o
no, somos parte de ella. Desde hoy determina ver el pecado como Dios lo ve, no como algo ligero
e insignificante.

Jesús vino al mundo para deshacer todas las obras del diablo, ya que el pecado le había dado
autoridad sobre nuestras vidas, pero Jesús quitó nuestro pecado para hacernos libres, anulando el
acta de los decretos (derecho legal del enemigo sobre nosotros a causa del pecado) que nos era
contraria, la quitó de en medio y la clavó en la cruz y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:14-
15).Cuando recibimos el perdón de pecados, el enemigo deja de tener autoridad sobre nuestras
vidas y somos libres de opresión. Jesús no solo quito nuestro pecado, sino que también derroto a
nuestro enemigo, obtuvo una victoria enorme, aplastante y eterna.

I. VIVE LA LECCIÓN.

a) Escribe los Versos: Colosenses 2:14; Apocalipsis 12:11; Lucas 10:19.

II. RECUERDA LA LECCIÓN.

Jesús ya triunfó sobre adversario en la Cruz del Calvario.

III. ESTUDIA LA PALABRA

Hechos 8 Salmos 38 Salmos 39 Proverbios 22

Autor: Pastor Cesar Castellanos


DÍA 23: UNA VIDA DE CONQUISTA

O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque el fruto
malo; porque por el fruto se conoce el árbol. (Mateo 12:33)

Tus palabras, que son las semillas, contienen y sostienen la promesa del mañana o futuro. La vida
que estas viviendo ahora es el resultado de las palabras que hablaste en el pasado. Tom Brown.

Una vida de integridad. El enemigo busca que los cristianos no tengan una vida de santidad. El
Señor compara nuestras vidas como árboles, y dice que un buen árbol tiene que dar buen fruto
(Mateo 12:33). Cuando Satanás se aparta de una persona, el mal que había dentro de esa vida
sale, esto es un milagro, porque cuando somos libres de la maldad, Dios reemplaza nuestra vieja
vida por una vida de bienes en Cristo. Si eres de Cristo, el fruto que des debe ser fruto de
integridad, justicia y verdad. Ir a la iglesia no es garantía de salvación, vamos a la iglesia porque
somos árboles nuevos que dan buen fruto, personas diferentes que anhelan expresar profunda
adoración y gratitud a Dios en Su casa. La vida de Dios en ti se demuestra por el tipo de fruto que
das, tu vida debe ser un reflejo de la Palabra de Dios.

Tus palabras determinan tu fruto. (Mateo 12:34b-35) Lo que hay en tu corazón es expresado a
través de tus palabras. Cuando una persona se queja, reniega, maldice; habla negativamente,
cuando todo lo duda y lo cuestiona su fruto es malo; pero cuando una persona esta llena de Dios,
sus palabras siempre son de FE, llenas de esperanza y de optimismo, son palabras que conducen
al éxito, que dan ánimo a los que están caídos, y que no se dejan influenciar por las circunstancias
y siempre son pronunciadas conforme a la Palabra de Dios. Tu vida tiene que ser un reflejo de
Cristo. Él debe estar presente no solo en tus acciones, sino en cada parte de ti, tus actitudes,
pensamientos, y palabras, tienen que estar alineadas con Dios. Para poder ser un conquistador,
todo cristiano debe cuidar su estilo de vida y practique una vida de arrepentimiento, fe, oración, y
ayuno.

Arrepentimiento: El pecado le da al enemigo derechos legales sobre nuestra vida. No podemos


derrotarlo si nuestra vida le pertenece. Arrepentimiento es cuando dejas de hacer lo malo, lo que
antes hacías.

Fe: es uno de los frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5: 22).La fe nos relaciona con Dios y sin ella es
imposible agradarle (Hebreos 11:6) Se desarrolla a través del contacto diario con la palabra de Dios
(Romanos 10:17).

Oración: es el canal que Dios estableció para comunicarse con Sus hijos. En ella podemos
expresarle nuestros sentimientos, deseos y peticiones; y recibir dirección, consuelo, y conquistar
en el reino espiritual la bendición que necesitamos (Mateo 21:22), Ayuno: es un arma espiritual
poderosa que el Señor nos dio para mover Su mano de forma sobrenatural para conquistar lo
imposible. El ayuno activa el reino espiritual a nuestro favor, por eso es necesario que lo
practiquemos y lo hagamos parte de nuestros hábitos espirituales (Mateo 6:16-18).

I. VIVE LA LECCIÓN: El ayuno es abstenerse de comer por un período de tiempo con un propósito
espiritual definido. Piensa en una situación de tu vida que necesites conquistar y ayuna con ese
propósito. Según tu condición física y de tus actividades diarias, puedes ayunar hasta el medio día.
Hazlo por tres días y utiliza el tiempo de la comidas para leer la biblia y orar por tu necesidad
especifica.

II. RECUERDA LA LECCIÓN. Para ser un conquistador debes ser un árbol que da buen fruto.

III. ESTUDIA LA PALABRA. Salmos 40. Salmos 41 Proverbios 23 Hechos 9.

Autor: Pastor Cesar Castellanos


DIA 24: EL ARMA SECRETA.

Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos; y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte. (Apocalipsis 12:11)

El mundo vivió la guerra más violenta donde perdieron la vida aproximadamente 50 millones de
personas. El dictador Alemán, Adolf Hitler, quería exterminar al pueblo judío y estableció
campamentos de muerte y de esclavitud para contener a todos los judíos, cerró sus negocios y
quemó toda su literatura, con el fin de borrar a este pueblo del mundo. En esta guerra estaba un
alemán llamado Oskar Schindler, quien trabajo como espía para el partido Nazi, pero cuando
descubrió lo que hacían con los judíos, se dedicó a salvar a miles de la muerte y escondió a
muchos más en su fábrica, usando sus propios recursos, y exponiendo su vida, pagó por la
liberación de muchos. Este espía se convirtió, de alguna manera, en el arma secreta del pueblo
judío para sobrevivir a la guerra. No existe un arma más excelente ni perfecta que la que Dios les
ha otorgado a Sus hijos para vencer al enemigo y obtener la victoria en todas las áreas de su vida:
la Sangre de Jesús. Hay un velo que cae de la mente de los creyentes cuando comprenden la obra
redentora de Jesús en la Cruz.

Cuando el pueblo de Israel se encontraba en esclavitud en Egipto, Dios envió a Moisés a liberarlo
con mano fuerte y poderosa. Los egipcios no querían dejarlo salir, así que Dios envió juicio de diez
plagas en su contra (Éxodo 11 y 12). Antes de que viniera la última plaga, el Señor dio
instrucciones específicas a Su pueblo: Cada padre de familia sacrificara un cordero cuya sangre
debía ser depositada en un recipiente; y el padre debía tomar un hisopo (especie de arbusto de
esas regiones) e introducirlo en el recipiente para mojarlo con la sangre del cordero y rociarla en
los dinteles, postes y paredes de la casa. Si el padre tomaba el recipiente y no usaba el hisopo
para aplicar la sangre, este acto carecería de valor. La sangre de este sacrificio es el prototipo de la
Sangre de Jesús, y el hisopo es prototipo de la confesión del cristiano, confesar todo lo que la
Sangre de Jesús hace por nosotros tiene poder.

Al diseñar el plan de salvación para el hombre. Dios incluyó la redención, el perdón de pecados, la
regeneración, la justificación y la santificación de Sus hijos. De esta manera la obra de la Cruz
sería una obra completa y perfecta. Redención(Efesios 1:7a)significa “rescatar o sacar de
esclavitud al cautivo mediante un precio”. El pecado esclavizo a la humanidad y para redimirla,
debía pagarse un precio muy alto; no con dinero, ni con buenas obras, lo único que podía cubrir el
costo de la redención de la humanidad era la Sangre de Jesús. Ninguna persona puede redimir a
otra, ni dar a Dios el precio de su rescate para que sea perdonado (Salmos 49:7-8). Para poder
rescatarnos, Dios hizo que Su propio Hijo, Santo y sin mancha, dejara Su vida en la Cruz. La
muerte de Jesús fue nuestra muerte al pecado. El castigo que recibió fue el que nosotros
merecíamos, y solamente por creer en Él, somos libres de toda condenación y toda culpabilidad
(Romanos 8:1). Cuando entedendemos el poder de Su Sangre y lo proclamamos con todo nuestro
corazón, es oída por Dios y por los ángeles, pero también por el diablo y los demonios. Cuando
confesamos la Sangre de Jesús se hace evidente para todos que hemos aceptado Sus beneficios.

I. VIVE LA LECCIÓN:

a) Confiesa: Por la sangre de Jesús he sido redimido del poder del enemigo. Satanás no tiene
poder sobre mi vida porque he sido trasladado al Reino de Jesucristo.

b) Escribe el verso bíblico de Efesios 1:7 a; luego memorízalo.

II. RECUERDA LA LECCIÓN. La sangre de Jesús nos ha redimido

III. ESTUDIA LA PALABRA. Salmos 42 Salmos 43 Proverbios 24 Hechos 10

Autor: Pastor Cesar Castellanos


DÍA 25: TODOS MIS PECADOS SON PERDONADOS.

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el
corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. (Ezequiel 36:26)

Estas fueron las palabras que Jesús le dijo al paralítico, tus pecados te son perdonados (Marcos
2:5b).Al escuchar esto, los fariseos estaban desconcertados, porque de acuerdo con su doctrina, el
único que podía perdonar pecados era Dios. Ellos pensaban que Jesús estaba blasfemando.

El Señor les hizo una pregunta: ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: tus pecados te son
perdonados, o decirle: Levántate, torna tu lecho y anda? (Marcos 2:9). Las personas buscan
primero lo que Jesús puede hacer para solucionar sus necesidades, pero lo más importante es
recibir el perdón de nuestros pecados, porque éste trae libertad en todas las áreas. Cuando
recibimos el perdón de Jesús, todo lo demás empieza a cambiar, pues desaparecen los
argumentos que había en nuestra contra.

“El perdón es la forma definitiva del amor”(Reinhold Niebuhr) Se entiende que perdonar es la
máxima expresión de amor que una persona puede dar a otra. Solo hay una manera de recibir el
perdón de nuestros pecados: aceptando el amor de Jesús expresado por medio de Su sangre.
Pablo dijo: "Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y
en vuestro espíritu, los cuales sonde Dios" (1 Corintios 6:20).

¿Por qué la Sangre de Jesús se convirtió en el único precio y el único medio que puede limpiar el
pecado?

Cuando Dios creó a Adán, le dio sangre pura, no contaminada, y lo puso en el huerto del Edén
para que lo labrara, pero allí se encontraba el árbol de la ciencia del bien y del mal y Dios le advirtió
que de ese fruto no debía comer, pues al hacerlo moriría. Pero Adán desobedeció y comió. Por
causa de esto, entró el pecado en la humanidad y su sangre fue contaminada, lo cual afectó a toda
su descendencia. Se requería de otra sangre que no hubiese sido manchada por el pecado para
que la redención de la humanidad. Esa fue la Sangre de Jesús.

Una estrategia del adversario es hacernos creer que algunos de nuestros pecados aún no han sido
perdonados; lo hace para mantener el control sobre nuestra vida. Pero si confiesas que realmente
fueron perdonados con plena certeza y creyéndolo, podrás experimentar una completa victoria.

I. VIVE LA LECCIÓN:

1. Confiesa: Por la Sangre de Jesús todos mis pecados han sido perdonados.

2. Escribe el verso bíblico de Efesios 1:7b: luego, memorízalo.

II. RECUERDA LA LECCIÓN.

La Sangre de Jesús hace que no haya pecado que Dios no pueda perdonar.

III. ESTUDIA LA PALABRA.

Salmos 44 1 Salmos 45, Proverbios 25, Hechos 11.

Autor: Pastor Cesar Castellanos


DIA 26. MÁS BLANCOS QUE LA NIEVE.

Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve (Salmos 51:7).

La palabra "puro" viene del latín 'purus" y del griego "pyros", que significa "fuego". En un principio,
la palabra se refería al sacrificio en el fuego, el cual era asociado con la limpieza y la renovación
del objeto o ser que se sacrificaba. Con el tiempo prevaleció el significado que se refiere a la
limpieza y descontaminación de algo.

Hay muchos procesos por medio de los cuales los objetos llegan a ser purificados, tales como el
lavado con agua o el sometimiento a altas temperaturas, como los metales preciosos. Así como en
lo natural es en lo espiritual, Dios diseñó un proceso de purificación para Sus hijos: la cobertura del
pacto de la Sangre derramada por Jesús. Este proceso está directamente relacionado con
sacrificio, el sacrificio del Hijo de Dios, perfecto y sin mancha.

Dios libró al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto con señales y prodigios La última plaga, la
más terrible, fue la muerte de todos los primogénitos de Egipto. Para proteger las vidas de los hijos
de los israelitas, el Señor instituyó la pascua, que es un prototipo del sacrificio de Jesús, el Cordero
de Dios en la Cruz del calvario. Fue la sangre que aplicaron los padres de familia en los postes y
dinteles de su casa la que selló la liberación del pueblo de Israel. (Exodo12:7)

Lo mismo que sucedió en ese tiempo, es ahora, es la Sangre de Jesús la que nos libera de la
esclavitud del pecado. Y esa libertad es para siempre. Debemos aplicar la Sangre de Jesús de una
manera continua sobre nuestras vidas: Pero si andamos en luz, corno él está en luz, tenemos
comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.(1 Juan 1:7).

Podemos notar que todos los verbos en este verso está en presente: pero si andamos en luz
(ahora) y tenemos comunión (ahora), "la Sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia (nos está
limpiando ahora) de todo pecado". Es como si dijera: "La Sangre de Jesús me limpia ahora y me
sigue limpiando continuamente de todo pecado". Vivimos en un mundo donde la inmundicia del
infierno quiere salpicar nuestra vida; pero al andar en luz y tener comunión con otros cristianos, la
Sangre de Jesús mantiene un proceso de purificación y santificación en nosotros que impide que la
mancha del pecado toque nuestro corazón. Él mantendrá nuestras vestiduras limpias, conforme a
lo que dice Eclesiastés: "En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu
cabeza" (Eclesiastés 9:8).

la Sangre de Jesús nos mantendrá en completa pureza siempre, pero esto será el resultado de
andar en la luz y en obediencia a Su Palabra. Si tenemos comunión o armonía con nuestros
hermanos.

I. VIVE LA LECCIÓN:

1. Confiesa: “Porque ando en luz y tengo comunión con mis hermanos, la Sangre de Jesús me esta
limpiando ahora y continuamente de todo pecado.

2. Escribe el verso bíblico de 1 Juan 1:7; luego, memorízalo,

II. RECUERDA LA LECCIÓN.

La Sangre de Jesús me limpia continuamente de mis pecados.

III. ESTUDIA LA PALABRA.

Salmos 46, Salmos 47, Salmos 48, Salmos 49, Proverbios 26, Hechos12

Autor: Pastor Cesar Castellanos


DIA 27: COMO SI NUNCA HUBIERA PECADO.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
(Romanos 5:8-9)

En una ciudad de Massachusetts, Estados Unidos, una familia tenía nueve hijos, cuya situación no
era la ideal, no había figura paterna, la madre era negligente, y como resultado, los niños carecían
de disciplina y corrían haciendo travesuras por el vecindario. Así, crecieron Betly Anne Waters y su
hermano Kenny Waters, eran inseparables y muchas veces se encontraron en manos de la policía
por robar dulces o salir del colegio sin permiso. Al tiempo un día, la policía llegó a la casa para
arrestar a Kenny por homicidio y aunque dio evidencia de haber estado trabajando toda la noche;
insistían que era culpable y el record que tenia no le ayudaba en nada en cuestión de credibilidad.
De inmediato Betty comenzó a trabajar en la defensa de su hermano pero la situación era muy
difícil, y lo condenaron por el resto de su vida. Betty dejó su trabajo, comenzó a estudiar y se
graduó de bachillerato, y decidió ser abogada para luchar en defensa de su hermano. Buscaba
cualquier ley que le ayudara a liberar a su hermano. Después de 18 años, encontró unos abogados
que estudiaban el ADN en casos de homicidio, era una ciencia nueva. Se unió a este grupo de
abogados, y el estudio de ADN comprobó que Kenny era inocente, salió de la cárcel. Después de
eso Betly no siguio como abogada, su misión había sido simplemente ver a Kenny como un
hombre libre. Ella entregó la mayor parte de su vida por la causa de su hermano, por amor a él.

Muchos dicen amar, pero el verdadero amor tiene precio y requiere de sacrificio y entrega. Así
como esta mujer se entregó sin reservas por la liberación de su hermano, a pesar de su mala
conducta; Jesús se entregó a sí mismo por completo para conquistar nuestra liberación. Sin
embargo, muchas veces no cuidamos con determinación esta libertad y terminamos siendo
víctimas de nuestros propios descuidos. Algunos cristianos se sienten muy confiados conviviendo
con su vieja naturaleza, no se dan cuenta de que aunque traten de ejercer control sobre sus
propios deseos e intenten llevar una vida correcta, sin embargo, en el momento menos esperado la
naturaleza carnal puede sublevarse y destruirlos.

Sólo hay una forma de tratar esta naturaleza y es dándole muerte. Jesús, en su infinito amor, tomó
nuestro lugar y nos dio su vida para que la naturaleza de pecado fuera destruida. Un intercambio
divino se llevó a cabo en la Cruz; Dios tomó a Su hijo Jesús, que no conoció pecado, y lo entregó
para recibir el castigo que nosotros merecíamos. El llevó sobre sí todos nuestros pecados y a
cambio nos dio Su justicia. Aunque Él no conoció pecado, fue juzgado como si hubiese cometido
los pecados más atroces, y recibió la condenación que se le daba a los delincuentes. Al que no
conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios
en Él" (2 Corintios 5:21).

Lo que el Señor ahora pide de nosotros es que creamos, para que por nuestra Fe, recibamos todas
Sus bendiciones. Jesús tomó todo lo malo que éramos nosotros y a cambio nos dio todo lo bueno
que es Él. Al hacerlo así, Dios ya no nos ve como éramos en nuestra condición pecaminosa, sino
como ve a Su Hijo: sin mancha ni pecado Al confesar lo que Su Sangre hizo, reprendemos el
espíritu acusador, que trae culpabilidad y condenación.

I. VIVE LA LECCIÓN:

1. Confiesa: “Por la Sangre de Jesús, yo he sido justificado y Dios me ve como si nunca hubiese
pecado. 2. Escribe los versos bíblicos de Romanos 5:8-9: luego, memorízalos.

II. RECUERDA LA LECCIÓN. La Sangre de Jesús te justifica.

III. ESTUDIA LA PALABRA. Salmos 50, Proverbios 27 Hechos 13

Autor: Pastor Cesar Castellanos


DÍA 28: SEPARADOS PARA DIOS.

Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta".
(Hebreos 13:12).

En el año 2009, la película The Blind Side (Un sueño posible) cuenta la historia de un chico afroamericano
que pasó su niñez en muchas casas sustitutas por descuido de su madre drogadicta, y al abandono de su
padre Aunque creció en una parte peligrosas y pobre de la ciudad, por distintas circunstancias pudo estudiar
en una escuela cristiana alejada, allí tuvo un encuentro con la que después sería su familia, quien lo adoptó
y le dio la posibilidad de estudiar en una universidad muy prestigiosa, donde se convirtió en uno de los
mejores jugadores de fútbol americano del país. La vida de este joven hubiera sido muy distinta si no se
hubiese apartado de las circunstancias adversas que lo rodeaban, para ser parte de una familia en la cual
pudo desarrollarse como persona y como profesional.

De la misma manera en que este joven halló gracia delante de esta familia para ser hecho su hijo, los que
hemos creído en Jesús hemos hallado gracia delante de nuestro Padre celestial para ser hechos hijos
Suyos y ser todo aquello para lo que fuimos creados en la comunión intima con Él. Dios se fijó en nosotros
para apartarnos del mal, limpiarnos y santificamos conforme a Su bondad. Nos arrancó de la potestad del
maligno y nos dio vida en abundancia por medio del sacrificio de Su Hijo, Jesús.

Esto mismo fue lo que experimentó el pueblo judío la noche en la que la última de las plagas llegó a Egipto.
Los Israelitas habían visto el poder de Dios manifestado a través de las plagas que el Señor había enviado a
los egipcios. Cuando les llegó la confirmación de que sería la muerte de los primogénitos, algunos les
preguntaron a los hebreos cuál era la manera que ellos podrían proteger a sus hijos, y la única respuesta
era celebrar la pascua. En el pueblo de Israel, en cambio, había paz, todos los hogares se unieron para
celebrar la pascua. Cada padre de familia, juntamente con su esposa y sus hijos, les decía, "hoy nadie
puede salir de casa; esta noche el ángel de la muerte herirá a los primogénitos de los egipcios, más no
podrá entrar en nuestras casas". Al tomar la sangre del cordero que acababa de sacrificar en un recipiente,
y mientras aplicaba esa sangre sobre los dinteles y postes de la casa, les decía que ésta era la señal de la
protección de Dios. A la media noche empezaron a escuchar lamentos provenientes de las casas de los
egipcios, el terror de la muerte rondaba por toda la nación.

Lo que ocurrió aquella noche se convirtió en una celebración importante para el pueblo de Israel. Ninguno
se atrevió a salir de su casa esa noche, pero la escritura nos enseña que hubo uno que "padeció fuera de la
puerta", Jesús (Hebreos 13:12). Aunque la muerte lo hirió, Su Sangre derramada se convirtió en nuestra
mayor protección; sangre que nos redime, y nos santifica, que fuimos separados para Dios. Si confiesas con
Fe los beneficios de la Sangre, la atmósfera y las circunstancias cambian, los cielos se despejan y el infierno
retrocede. Si confiesas lo que la Sangre de Jesús hace por tu vida, ésta hablará a tu favor. Frente a
cualquier ataque del enemigo, utiliza las armas poderosas que están a tu alcance: la Sangre del Cordero y
la confesión de la Palabra.

I. VIVE LA LECCIÓN: Busca un lugar donde tengas privacidad. Luego, de manera audible, confiesa lo que
la Sangre de Jesús ha hecho por tu vida: 1ERO. “Por la Sangre de Jesús he sido redimido del poder del
enemigo. Satanás no tiene poder sobre mi vida porque he sido trasladado al Reino de Jesucristo” .2DO.
“Por la Sangre de Jesús, todos mis pecados han sido perdonados” 3ERO. “Porque camino en la luz y tengo
comunión con los hermanos, la Sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios, me limpia y de una manera continua
de todo pecado”. 4TO.“Por la Sangre de Jesús, yo he sido justificado y Dios me ve como si nunca hubiese
pecado". 5TO. “Por la Sangre de Cristo soy santificado y separado para Dios”.

II. RECUERDA LA LECCIÓN. Fuiste separado para Servir a Jesús.

III. ESTUDIA LA PALABRA. Salmo 51, Proverbios 28, Hechos 14 y Hechos 15.

Autor: Pastor Cesar Castellanos

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