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CAPITULO I

DERECHOS DE
AUTOR
INTRODUCCION

No hay antecedente romano directo del derecho


sobre la creación humana, sino manifestaciones
aisladas que con buena voluntad, nos aportan
indicios de la propiedad intelectual.

Su fundamento es la necesidad de todos los


hombres de tener acceso y disfrutar de los
frutos del saber humano y la necesidad
correlativa que existe de estimular la
investigación y el ingenio recompensando por
ello a los investigadores, escritores, artistas,
inventores, etc.

Por lo tanto, el derecho de autor es reconocido


como uno de los derechos básicos de la
persona en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos adoptada en 1948 por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en
el artículo 27 de tal Declaración dice:

“Toda persona tiene derecho a tomar parte


libremente en la comunidad, a gozar de las
artes y a participar en el progreso científico y en
los beneficios que de él resulten”.
“Toda persona tiene derecho a la protección de
los intereses morales y materiales que le
correspondan por razón de las producciones
científicas, literarias o artísticas de que sea
autora”.

Teniendo esto claro, podemos definir al derecho


de autor como un conjunto de normas de
derecho social, que protegen el privilegio que el
Estado otorga como una facultad exclusiva
intelectual para explotar por determinado tiempo
a la actividad creadora de autores y artistas, ya
sea por sí o por terceros, ampliando sus efectos
en beneficio de intérpretes y ejecutantes.

ANTECEDENTES

No obstante que el hombre empezó a


crear desde la época de la pintura
Rupestre, su calidad de autor y los
beneficios que ésta podía darle, no fue
reconocida sino hasta hace apenas poco
menos de tres décadas.

Fue Inglaterra, en 1710, el primer país que


legisló al respecto; siguió Francia en 1716;
después Estados Unidos de Norteamérica
en 1790 y, en 1824, México empezó a
ocuparse del tema dentro de la
Constitución de ese año, posteriormente,
en 1846, se consolidó esta primera
intención.

En 1886, se formalizó una reunión de


intelectuales con el fin de crear un
instrumento legal para proteger las obras
literarias y artísticas. El Convenio de
Berna (9 de septiembre de 1886), es el
punto de partida y a lo largo de más de un
siglo, ha contado con otras reuniones
igualmente importantes como la
Convención Universal y el Convenio de
Roma, por citar algunas, para sentar
bases de protección para los creativos
intelectuales.

Cabe mencionar que existe un organismo


especializado de las Naciones Unidas
(ONU), que apoya y agrupa a más de cien
países, y cuya misión es la salvaguarda
del que hacer intelectual, su nombre es
Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual (OMPI) y su sede se encuentra
en Ginebra, Suiza.

El Derecho de Autor en México

La Constitución de 1824, en su Título III,


Sección Quinta del Poder Legislativo,
artículo 50, previó entre las facultades del
Congreso: "Promover la ilustración,
asegurando por tiempo limitado derechos
exclusivos a los autores por sus
respectivas obras".
En 1846, se publicó el Decreto sobre
Propiedad Literaria. Este instrumento legal
constó de 18 artículos y asimiló el Derecho
de Autor al derecho de propiedad. Este
Decreto se incorporó el 8 de diciembre de
1870, al Código Civil de ese año.
El Código Civil de 1884, introdujo ligeros
cambios en lo ya legislado, sin embargo
no hubo nada sustancial ya que, al igual
que el Código Civil de 1870, se considera
al Derecho de Autor como un derecho real
de propiedad, de acuerdo a los criterios
del siglo XIX.

La Constitución de 1917, incorporó el


Derecho de Autor en su artículo 28.

El Código Civil de 1928, en tres capítulos


(artículos del 1181 al 1280 inclusive)
reguló todo lo concerniente a la disciplina
autoral.

México participó, al igual que 20 países


más de América, en la Conferencia
Interamericana de Expertos para la
Protección de los Derechos de Autor,
Unión Panamericana, celebrada del 1 al
22 de junio de 1946, en Washington, D.C.
En este evento se firmó la Convención
Interamericana sobre el Derecho de Autor
de obras Literarias, Científicas y Artísticas.
Para concordar el Derecho de Autor
mexicano, con los compromisos
adquiridos en esta Convención, se expidió
el 31 de diciembre de 1947 la primera Ley
Federal del Derecho de Autor, misma fue
publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 14 de enero de 1948.

El 29 de diciembre de 1956, se expidió la


segunda Ley sobre la materia, que trató de
corregir errores y llenar lagunas de su
antecesora; cabe mencionar que bajo esta
Ley se crea la Dirección General del
Derecho de Autor.

El 24 de diciembre de 1996, aparece la


nueva Ley del Derecho de Autor, entrando
en vigor el 24 de marzo de 1997. Ésta
nueva Ley da nacimiento al INSTITUTO
NACIONAL DEL DERECHO DE AUTOR
(INDAUTOR), como un organismo
desconcentrado de la Secretaría de
Educación Pública.

CONCEPTO DE DERECHOS DE AUTOR

La Ley Federal del Derecho de Autor, define a


los Derechos de Autor, de la siguiente manera:
Artículo 11.- El derecho de autor es el
reconocimiento que hace el Estado en favor de
todo creador de obras literarias y artísticas
previstas en el artículo 13 de esta Ley, en virtud
del cual otorga su protección para que el autor
goce de prerrogativas y privilegios exclusivos de
carácter personal y patrimonial. Los primeros
integran el llamado derecho moral y los
segundos, el patrimonial.

Para poder acercarnos a la naturaleza de los


Derechos de Autor, conviene destacar la
definición legal por los elementos que la
conforman:

El derecho de autor es el reconocimiento que


hace el Estado en favor de todo creador de
obras literarias y artísticas.

El derecho de autor es un monopolio legal, de


carácter temporal que el Estado otorga a los
autores para la explotación de sus obras. Este
derecho tiene contenido moral y patrimonial.

La obra intelectual es la "expresión personal


perceptible, original y novedosa de la
inteligencia, resultado de la actividad del
espíritu, que tenga individualidad, que sea
completa y unitaria; que represente o signifique
algo, que sea una creación integral susceptible
de ser divulgada o reproducida por cualquier
medio o procedimiento."

Que se encuentren previstas en el artículo 13


de esta Ley.

Al efecto, el artículo 13 de la Ley dice:

Artículo 13.- Los derechos de autor a que se


refiere esta Ley se reconocen respecto de las
obras de las siguientes ramas:

I. Literaria, que comprende; libros, folletos y


otros escritos;
II. Musical, con o sin letra, con o sin letra;

III. Dramática;

IV. Danza, coreográfica y pantomímica;

V. Pictórica o de dibujo;

VI. Escultórica y de carácter plástico;

VII. Caricaturas e historietas;

VIII. Arquitectónica;

IX. Cinematográfica y demás obras


audiovisuales;

X. Programas de radio y televisión;

XI. Programas de cómputo;

XII. Fotográfica; u obra gráfica en serie;

XIII. Obras de arte aplicado que incluyen el De


diseño gráfico o textil, y

XIV. De compilación, integrada por las


colecciones de obras, tales como las
enciclopedias, las antologías, y de obras u otros
elementos como las bases de datos, siempre
que dichas colecciones, por su selección o la
disposición de su contenido o materias,
constituyan una creación intelectual.

Las demás obras que por analogía puedan


considerarse obras literarias intelectuales o
artísticas se incluirán en la rama que les sea
más afín a su naturaleza.

El Derecho de Autor es reconocido como uno


de los derechos básicos de la persona en la
Declaración Universal de los Derechos
Humanos, que en su artículo 27 establece que:
"Toda persona tiene derecho a formar parte
libremente en la cultura de la comunidad, a
gozar de las artes y a participar en el progreso
científico y en los beneficios que de él resulten.
Toda persona tiene derecho a la protección de
los intereses morales y patrimoniales que le
correspondan por razón de las producciones
científicas, literarias o artísticas de que sea
autora".

Estos derechos son precisados en el texto de la


Ley. En este sentido, el artículo 1°, parágrafo 1,
del Convenio de Berna:

Artículo Primero. Los términos "obras literarias y


artísticas" comprenden todas las producciones
en el campo literario, científico y artístico,
cualquiera que sea el modo o forma de
expresión, tales como los libros, folletos y otros
escritos; las conferencias, alocuciones,
sermones y otras obras de la misma naturaleza;
las obras dramáticas o dramático-musicales; las
obras coreográficas y las pantomimas; las
composiciones musicales con o sin letra; las
obras cinematográficas, a las cuales se asimilan
las obras expresadas pro procedimiento
análogo a la cinematografía; las obras de
dibujo, pintura, arquitectura, escultura, grabado,
litografía; las obras fotográficas a las cuales se
asimilan las expresadas por procedimiento
análogo a la fotografía, las obras de artes
aplicadas; las ilustraciones, mapas, planos,
croquis y obras plásticas relativos a la
geografía, a la topografía, a la arquitectura o a
las ciencias...

La enunciación que se hace de los tipos de


obras, en el artículo 13 de la Ley Federal del
Derecho de Autor, no es de ningún modo
limitativa, pues contravendría el principio de
protección universal de las obras del ingenio
humano que se consagra en los instrumentos
internacionales de los que México es parte.
Esta relación se amplía en la medida que
existen nuevas producciones intelectuales que
combinan medios, o que se expresan en formas
novedosas, pero que comparten esencialmente
las características de ser obras originales - o
derivadas - que conforman la creación y la
fijación en un medio material que impacte los
sentidos del hombre.

La existencia de dos regímenes de


prerrogativas y privilegios exclusivos unos de
carácter personal y otros de carácter
patrimonial.

Existiendo una liga indisoluble, de carácter


personalísimo, entre el autor y su obra, el
Estado otorga la protección jurídica para que el
sujeto disfrute de prerrogativas y privilegios
exclusivos, los personales de carácter perpetuo,
y los patrimoniales con limitaciones temporales.

El uso del término "privilegio", obedece a varias


causas, por un lado a la tradición jurídica que
parte del Estatuto de la Reina Ana, y por otro
lado, al lenguaje constitucional. Existe, dentro
de la doctrina, una discusión en torno a la
validez y actualidad del término; que procede,
por lo menos en parte, de su naturaleza
jurídica.

Algunos autores, como Leopoldo Aguilar,


suponen que el derecho de autor corresponde a
la naturaleza de los derechos reales; parte de la
idea que de no existir relación de acreedor y
deudor en el derecho autoral, se desprende la
característica del derecho real que corresponde
al beneficio patrimonial que obtiene el autor
sobre un bien que tiene en propiedad, es decir,
su propia obra. Diversas objeciones se
presentan al respecto; primero, la dudosa
existencia de la propiedad sobre un bien
intangible como es la relación entre autor y
obra, es claro que no se reduce a la posesión
de un derecho, sino a una relación sui generis
entre creador y obra creada, segundo, la
disposición constitucional que señala al derecho
de autor como un privilegio - que desde la
óptica de su pertenencia al derecho público y al
acto del Estado de protección - excede con
mucho el simple ámbito de los derechos reales,
y por último, la imprescriptibilidad y perpetuidad
que liga al autor con su obra, fenómeno
incompatible con el simple derecho de
propiedad o posesión.

En realidad, el derecho de autor posee una


naturaleza jurídica peculiar, en palabras de
Gutiérrez y González, "el derecho de autor no
es derecho real, ni tampoco personal. Es lisa y
llanamente lo que su nombre indica "derecho de
autor", o "privilegio" como lo designa la
Constitución y su naturaleza jurídica es propia y
diferente a la de los otros derechos..."

La naturaleza jurídica de los derechos de autor,


obedece a un elemento sustancial, que es la
relación que guarda el autor con su obra, que
no puede ser transferida, es perpetua,
inalienable, indestructible e imprescriptible.

¿PARA QUIÉN APLICAN LOS DERECHOS


DE AUTOR?

Escritores
Pintores
Arquitectos
Músicos
Dramaturgos
Intérpretes
Compositores
Diseñadores
Caricaturistas
Escultores
Fotógrafos
Coreógrafos
Cineastas
Artistas en general
Programadores
Radiodifusores
Televisoras
Publicadores de paginas Web en Internet.
Editores de periódicos y revistas
Publicistas

¿QUE ES UNA OBRA?

El objeto de la protección del derecho de


autor es la obra. Para el derecho de autor,
obra es la expresión personal de la
inteligencia que desarrolla un
pensamiento que se manifiesta bajo una
forma perceptible, tiene originalidad o
individualidad suficiente, y es apta para
ser difundida y reproducida.

¿Que obras se protegen?

El artículo 13 de la Ley Federal del


Derecho de Autor cataloga las clases de
obras que son objeto de protección, a
continuación el listado:
· Literaria;
· Musical, con o sin letra;
· Dramática;
· Danza;
· Pictórica o de dibujo;
· Escultórica y de carácter plástico;
· Caricatura e historieta;
· Arquitectónica;
· Cinematográfica y demás obras
audiovisuales;
· Programas de radio y televisión;
· Programas de cómputo;
· Fotográfica;
· Obras de arte aplicado que incluyen el
diseño gráfico o textil, y
· De compilación, integrada por las
colecciones de obras, tales como las
enciclopedias, las antologías, y de obras u
otros elementos como las bases de datos,
siempre que dichas colecciones, por su
selección o la disposición de su contenido
o materias, constituyan una creación
intelectual.
Las demás obras que por analogía puedan
considerarse obras literarias o artísticas
se incluirán en la rama que les sea más
afín a su naturaleza.
¿COMO PROTEJO MIS OBRAS?

La protección se obtiene en el momento en


que las ideas son plasmadas en un soporte
material susceptible de ser reproducido,
independientemente del merito o destino de
las mismas, pero a través de nuestra
experiencia, recomendamos ampliamente el
registro en el Instituto Nacional del Derecho
de Autor, ya que el certificado de registro, es
una documental pública que en caso de litigio
se convierte en la base de la acción para
iniciar acción civil o penal.
¿COMO REGISTRO UNA OBRA?

El tramite se realiza ante el departamento de


registro del Instituto Nacional del Derecho
de Autor, se llena el formato Indautor 001, se
pagan derechos por la inscripción, y en un
termino de treinta (30) días hábiles se le
regresa el certificado de registro
correspondiente.

¿QUÉ TRÁMITE SE REALIZA PARA EL


REGISTRO DE UNA OBRA?

Con relación al trámite de solicitud de registro


de obra a realizar se deben cumplir con los
requisitos que a continuación se enumeran:

1.- Llenar el formato RPDA-01 (solicitud de


registro de obra), identificado con la homoclave
INDAUTOR-00-001, por duplicado.

2.- Presentar dos ejemplares de la obra.

3.- Efectuar el pago (único) de derechos a través


del formato 5 (SAT), por la cantidad de $131.00
(ciento treinta y un pesos 00/100 M. N.), en
cualquier Institución bancaria.

¿CUANTO DURA LA PROTECCIÓN DEL


DERECHO DE AUTOR?

La protección que otorga la Ley Federal del


Derecho de Autor a las obras es la vida del
autor y setenta y cinco años después de su
muerte, en caso de coautoría, este termino se
computa a partir de la muerte del último
autor.

CAPITULO II
DERECHOS DE
AUTOR EN INTERNET
INTRODUCCION

Internet es un complejo sistema de


intercomunicación de computadoras y
redes de computadores con alcance
mundial que ofrece una indeterminada
cantidad de servicios proporcionados por
proveedores de conexión. Entre los
servicios de que nos ocuparemos en el
presente estudio, podemos destacar el
correo electrónico o e-mail y el World
Wide Web (o Web) que es el medio para
buscar la información en modo texto,
audio o video.

La Red de Redes forma parte de una


comunidad real, llamada también
Ciberespacio, conformada por personas
que pueden interactuar entre ellas a
voluntad, computador de por medio, y en
tiempo real sin importar la distancia física
que las separe. Internet se encuentra
realmente abierta a cualquier persona que
quiera ingresar sin importar orígenes,
nacionalidad, limitaciones físicas y
geográficas.

Pero no todo es color de rosa en el mundo


virtual. Descontando los innumerables
beneficios que proporciona el acceso
inmediato a toda la información que
circula en la red, no podemos negar que
este medio global, descentralizado y sin
fronteras ocasiona una pérdida inevitable
(por lo menos por ahora) de control sobre
el uso de una gran cantidad de creaciones
inmateriales protegidas por legislación
nacional e internacional, tales como son
las tuteladas por los derechos
intelectuales.

LAS CREACIONES PROTEGIDAS Y NO PROTEGIDAS EN EL


CIBERESPACIO
Una “web site” posee varios elementos susceptibles de
ser protegidos mediante el derecho de autor

Obras protegidas que habitualmente se encuentran en


algún sitio web

OBRAS LITERARIAS: El contenido de la mayoría de las


páginas en Internet presentan aportes catalogados como
obras literarias. El Glosario de la OMPI define a las obras
literarias como “un escrito de gran valor desde la
perspectiva de la belleza y efecto emocional”, en tanto
desde el punto de vista del derecho de autor, se entiende
como “obra literaria” a todas las formas de obras escritas
originales, sean de carácter literario, científico, técnico o
meramente práctico, prescindiendo de su valor y
finalidad. A título de ejemplo podemos enumerar las
creaciones literarias clásicas (libros de texto, poemas,
ensayos, novelas, etc) y las no clásicas (recetas,
prospectos farmacéuticos, almanaques, etc).

En un sitio podremos encontrar múltiple información


escrita, memorias descriptivas, modelos de escritos, el
índice, comentarios, instrucciones para navegar en el
sitio, los cuales representan, en la medida que resulten
aportes originales, obras literarias protegidas por el
derecho de autor.

Con respecto a las obras literarias tradicionales desde


hace poco tiempo se posibilitó el acceso vía Internet de
novelas enteras de autores reconocidos mundialmente,
ya sea en forma gratuita o con el pago de un precio
mediante la utilización de una tarjeta de crédito. En el
ámbito jurídico cada vez existen más portales con una
gran cantidad de colaboraciones doctrinales,
comentarios a fallos, recopilaciones de diversa
información donde recurren cada vez más los profesiones
del derecho.
PROGRAMAS DE COMPUTACIÓN: Desde la sanción de la
ley 25.036 quedó finalmente incorporado a la
enumeración no taxativa del art. 1 de la ley 11.723 “...los
programas de computación fuente y objeto; las
compilaciones de datos o de otros materiales...”,. Los
programas de ordenador son la estructura principal de
Internet y el uso de ellos es indispensable para ejecutar,
reproducir, registrar una gran cantidad de otras obras
protegidas, tales como videos, obras musicales,
multimedia, etc. Por otro lado, la oferta por la red de
“software” es enorme, desde programas antivirus y sus
actualizaciones hasta programas operativos.

BASE DE DATOS: Se trata de compilaciones sistemáticas


de cualesquier elementos, sean protegidos o no por el
derecho de autor, donde la originalidad radica en el
método de selección. Con los términos “bancos de datos”
y “base de datos” se describen los depósitos electrónicos
de datos y de información; un sistema de manejo de base
de datos; un control que permite a los usuarios ingresar a
él de acuerdo a sus derechos de acceso; una
administración o manejo de los datos; un diseño de la
base de datos y de su estructura, como la selección e
implementación del software que permite operarlo. Para
la ejecución de esta obra es necesario un software
específico que organiza y recupera los datos
almacenados, lo que facilita al usuario el acceso. El
artículo 1, inc. “b” del Decreto 165/94 del Poder
Ejecutivo Nacional define a las obras de bases de datos
como las “producciones constituidas por un conjunto
organizado de datos interrelacionados, compilado con
miras a su almacenamiento, procesamiento y
recuperación mediante técnicas y sistemas informáticos”

OBRAS AUDIOVISUALES: Según una definición, obra


audiovisual es toda creación expresada mediante una
serie de imágenes asociadas, con o sin sonorización
incorporada, que esta destinada esencialmente a ser
mostrada a través de aparatos de proyección o cualquier
otro medio de comunicación de la imagen y del sonido,
independientemente del soporte material que la
contiene. Podemos incluir dentro de esta categoría a las
obras cinematográficas (reguladas en los Arts. 1, 20, 21 y
22 de la ley 11.723), mensajes publicitarios, “video clips”,
y toda imagen en movimiento.

CREACIONES MULTIMEDIA: Son definidas como todo


soporte en el que hayan sido almacenados, en lenguaje
digital y en número no inferior a dos de diversos géneros,
textos, sonidos, imágenes fijas y en movimiento, que
pueden constituir la expresión de obras literarias,
musicales, “visuales” (de las artes plásticas y fotográfica)
y audiovisuales, preexistentes o creadas para su
explotación a partir de tales soportes, cuya estructura y
acceso están gobernados por un programa de ordenador
que permite la interactividad de dichos elementos. Esta
noción es aplicable a los videojuegos, métodos de
aprendizaje de idiomas, enciclopedias interactivas,
diccionarios digitales, etc.

FOTOGRAFÍAS: Las obras fotográficas encuentran su


regulación desde la óptica de la creación del registro
estático de los elementos que nos rodean (arts. 1 y 34 ley
11.723) y desde el derecho a la imagen de la persona
retratada (arts. 31, 33 y 35 de la misma ley). Estos
supuestos comprenden desde las vistas fotográfica
individual hasta los bancos de imágenes administrados
por empresas que administra licencias para su uso.

EL CORREO ELECTRÓNICO (e-mail): La ley de derechos de


autor establece la protección en cabeza del autor de la
publicación de las misivas en los artículos 32 y 34 del
mismo cuerpo normativo.
Obras protegidas por los derechos conexos al derecho de
autor

DERECHO DE LOS INTÉRPRETES: Artistas, intérpretes o


ejecutantes son todos los actores, cantantes, músicos,
bailarines u otras personas que representen un papel,
canten, reciten, declamen, interpreten o ejecuten en
cualquier forma obras artísticas o expresiones del
folclore (art. 2, inc. “a” convenio OMPI sobre
Interpretación o Ejecución y Fonogramas)

DERECHO DE LOS PRODUCTORES DE FONOGRAMAS: El


productor de fonogramas es la persona natural o jurídica
que toma la iniciativa y tiene la responsabilidad de la
primera fijación de los sonidos de una ejecución o
interpretación u otros sonidos o las representaciones de
otros sonidos. El derecho del productor de fonogramas
incluye un beneficio económico por los usos secundarios
del fonograma (Art. 1 de la ley 11.723) y el a recaudar, en
virtud del decreto 1641/74, derechos por la ejecución
pública de sus fonogramas.

Actividades no protegidas por los derechos de autor:

-LAS NOTICIAS DE INTERÉS GENERAL: Las noticias de


interés general podrán ser utilizadas, transmitidas o
retransmitidas; pero cuando se publiquen en su versión
original será necesario expresar la fuente de ellas (Art. 28
in fine ley 11.723). Prácticamente todos los periódicos y
noticieros tanto televisivos como radiales cuyos
ejemplares se distribuyen en tradicional soporte de papel
cuentan hoy en día con su versión en la red en forma de
portal , tanto los nacionales (Ej. www.clarin.com.ar,
www.nalacion.com.ar, www.pagina12.com.ar,), como los
internacionales (Ej., www.cnn.com,
www.cnnenespanol.com ) donde es posible acceder a
una gran cantidad de información periodística. Es bueno
aclarar sobre este particular que la licencia otorgada por
la ley es aplicable en tanto y en cuanto la noticia sea un
objetivo relato de un hecho sucedido en el pasado, ya
que si pretendemos hacer uso de una crónica periodística
elaborada por un columnista, la noticia se trasforma en
obra literaria y es necesario recurrir a la autorización del
titular del derecho para su publicación.

-LAS LEYES (leyes propiamente dichas, ordenanzas,


decretos, resoluciones, sentencias judiciales etc). En el
derecho comparado autoral se ha privado de protección
a prácticamente todas las normas. El fundamento de
dicha limitación radica en el carácter público que poseen
los textos oficiales. La necesidad de que sean conocidos
por todos provoca que en principio los textos oficiales
carezcan de la tutela que otorga el derecho de autor.
Dicho de otra manera, si se otorgaran derechos
exclusivos sobre las normas, no se podría exigir su
conocimiento . Sin embargo, esta virtualidad no impide
otorgarle protección a los que editan códigos, recopilan y
sistematizan textos legales. En Internet podemos
encontrar numerosos sitios libres o con acceso
codificado.

Por último, existen actividades intelectuales, tales como


las ideas, puestas en práctica, métodos, sobre
explotación cuya el derecho tampoco reconoce
exclusividad (Art. 1, in fine de la ley 11.723)

La Ley Federal de Derechos de Autor establece los mecanismos procedimentales a


través de los cuales podrán ser reclamados, por los autores o por los ejecutores
de música, los derechos que les otorga ese ordenamiento y en lo conducente, es
menester remitirse a lo que prevé el artículo 79 de la Ley en cita, que contempla
dos supuestos, uno cuando existe convenio y los autores y ejecutantes
de música pueden reclamar sus derechos conforme a los términos del convenio
preexistente; y otro que a falta de ese pacto, podrán reclamarse de la usufructuaria
de las obras, el pago de la regulación por tarifa que expide la Secretaría de
Educación Pública con motivo de la realización de ejecuciones, representaciones o
proyecciones, con fines de lucro que indebidamente efectúe la empresa
demandada, conforme al artículo primero de la citada Ley y sin desconocer su
naturaleza jurídica, el bien tutelado y la protección a los derechos de autor, quedan
salvaguardados esos derechos por el legislador; los cuales les asisten a los
ejecutantes de música en contra de quien indebidamente pueda usufructuar sus
ejecuciones grabadas, ni queden sin posibilidad de reclamación de ellos, frente a la
empresa renuente en celebrar un convenio con la parte quejosa: Así entonces los
preceptos 1o., 2o., 74, 86 y 158 de la Ley Federal de Derechos de Autor, no otorgan
procedencia a la acción coactiva de celebración del convenio que pretendieron los
afectados, ni tampoco les favorece la circunstancia de que el Estado tenga la
obligación de proteger las obras autorales como acervo cultural de la Nación, ya
que esa protección se da cuando el particular, sea autor o bien, ejecutante
de música, utiliza la pretensión adecuada y que le concede la ley, frente al uso
abusivo de las obras plasmadas en las ejecuciones musicales.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

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