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Según una revista cristiana brasileña llamada “Mensageiro da Paz”, publicó un reporte
especial donde destaca que los pentecostales son el segmento más grande de los
protestantes. Según su informe, las personas pentecostales en el mundo son 630
millones, y se encuentran dispersos por los cuatro rincones de la tierra, es decir, el
70% de los 900 millones de protestantes que existen en el mundo.
Los evangélicos en Brasil son más de 22,2%, el 13,3%, son iglesias pentecostales
que representan más de 25 millones de miembros que provienen de las
denominaciones: Asambleas de Dios, Dios es Amor, Brasil para Cristo, Congregación
Cristiana de Brasil, Iglesia Cuadrangular, la Iglesia Nueva Vida y otras.
Un informe del periódico mensual publicado por Casa Publicadora de las Asambleas
de Dios, mostró una estimación realizada por el Instituto Hartford para la Investigación
de la Religión, publicado en enero del 2006, señalando el crecimiento de los
pentecostales en el mundo.
El estudio dice que en el 2025 los pentecostales serán más de mil millones en todo el
mundo, lo que representará el 45% de todos los cristianos – incluyendo católicos,
ortodoxos y protestantes en general.
Sin embargo, un reciente informe del cristianismo en el mundo, realizado por El centro
de Investigaciones Pew, asegura que 305 millones de fieles son pentecostales.
Es interesante notar algo aquí que es muy importante. La palabra “pentecostal” deriva
de la fiesta judía de “pentecostés” que conmemora el nacimiento de la Iglesia pero a la
vez el glorioso advenimiento del Espíritu Santo. Es curioso entonces, que un gran
sector del grupo evangélico se interese, y aún más “oren a Dios pidiendo un nuevo
derramamiento del Espíritu Santo” o “un nuevo pentecostés” algo que es
absolutamente erróneo escrituralmente.
I. La gloria de Pentecostés:
a) El día de Pentecostés:
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.” (v. 1)
- El día de Pentecostés era una festividad judía que se celebraba a los cincuenta
días después de la pascua judía, de allí se deriva su nombre griego (pentekoste
= quincuagésimo).
3. Lenguas como de fuego: Dice la Biblia que era “como de fuego”. No era
“Fuego”. El fuego es también un símbolo del Espíritu Santo como espíritu
purificador de parte de Dios. Nada tiene que ver este fuego espiritual con el
fuego del juicio a los pecadores (Mt. 3:11 “Yo a la verdad os bautizo en agua
para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno
de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y
fuego.”)
- Dios usó de estas tres manifestaciones para que sirviera de Señal para todos
los judíos que oyeron. Era una manera de llamarles para que se acerquen a
escuchar luego el primer sermón evangélico (v. 6 “Y hecho este estruendo, se
juntó la multitud;”)
- Y está prestó a llenar al creyente: Ser lleno del Espíritu Santo es manifestar los
frutos del Espíritu en tu vida. NO DEBEMOS ORAR PIDIENDO SER LLENOS
DEL ESPIRITU SINO QUE DEBEMOS VIVIR SUJETOS AL ESPÍRITU PARA
SER INMEDIATAMENTE LLENOS POR ÉL. Ser lleno del Espíritu Santo no es
una petición que va a ser cumplida, sino una actitud que producirá
inmediatamente efectos en nuestra vida.
- Las lenguas eran una señal objetiva para los judíos incrédulos: “11 porque en
lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales él
dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no
quisieron oír.” Is. 28:11-12
- En Babel Dios puso barreras al idioma de los hombres: Gn. 11:9 “Por esto fue
llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de
toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.”
- En Pentecostés Dios difuminó las barreras del idioma de los hombres: Hch. 2:8
“¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que
hemos nacido?”
- En Babel Dios esparció a los hombres por todo el mundo: Gn. 11:9 “Por esto fue
llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de
toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.”
- En Pentecostés Dios juntó a los hombres dentro de la Iglesia: Ef. 1:10 “de reunir
todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos,
así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.”
- En el nacimiento de Israel morían tres mil personas: Ex. 32:28 “Y los hijos de
Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día
como tres mil hombres.”
- En el nacimiento de la Iglesia nacían tres mil personas: Hch. 2:41 “Así que, los
que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres
mil personas.”
- Pedro no dijo que Pentecostés sea el cumplimiento de Joel 2:28-32. Hch. 2:14-
18 “14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló
diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea
notorio, y oíd mis palabras. 15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros
suponéis, puesto que es la hora tercera del día. 16 Mas esto es lo dicho por el
profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu
sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros
jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto
sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu,
y profetizarán.”
- La iglesia ha disfrutado en Pentecostés lo que Dios hará con los judíos durante
el milenio.
- Por eso Pentecostés no podría repetirse, así como Belén no podría repetirse.
Por lo tanto es erróneo orar para que ocurra otro pentecostés, sería como orar
que los pastores que visitaron a Jesús en su nacimiento o los magos de oriente
volvieran a aparecer. Los acontecimientos del nacimiento de Jesús como de
Pentecostés ya han quedado en el pasado.
- Es interesante recalcar que se pueden fingir las lenguas, pero el viento recio y
las lenguas como de fuego, no. Es por ello que en los supuestos
“derramamientos del Espíritu” en las iglesias pentecostales, hay lenguas, pero
NUNCA viento recio, ni lenguas como de fuego.
- Orar por un nuevo pentecostés, un nuevo derramamiento del Espíritu Santo, o
por el bautismo en el Espíritu Santo, es un falsa enseñanza, una doctrina
mentirosa, y un engaño de hombres que no conocen las Escrituras.
Conclusión: Amados hermanos, cuando vemos que en las Sagradas Escrituras como
Dios demostró su poder en Pentecostés debemos ser motivados a orar para que así
como en ese día 3000 hombres se convirtieron, hoy se conviertan muchos más con el
mover de su Espíritu en nuestras predicaciones. No oremos por otro pentecostés
porque es imposible que suceda, eso ya quedó en el pasado, oremos para que hoy
como en pentecostés multitudes de almas vengan a los pies del Señor.