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“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACION NACIONAL”

UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES


FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE FARMACIA Y BIOQUIMICA

TEMA

EL OREGANO

CURSO :

DOCENTE :

INTEGRANTES :

SEMESTRE :

Huancayo - 2018
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DEDICATORIA

A mis padres quienes han sido la guía y el camino

para poder llegar a este punto de mi carrera. Con su

ejemplo, dedicación y palabras de aliento nunca bajaron

los brazos para que nosotros tampoco lo hagamos, los

quiero.
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INDICE

DEDICATORIA ........................................................................................................................ 2
INDICE ...................................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 4
CAPITULO I ............................................................................................................................. 5
BASES PSICOLOGICAS DE LA SEXUALIDAD .................................................................. 5
1.1. El Inicio de la Vida Sexual ........................................................................................... 5
1.2. Generalidades Sobre la Sexualidad ............................................................................. 6
1.3. Generalidades Sobre la Sexualidad ............................................................................. 7
1.4. Dimensión Biológica...................................................................................................... 8
1.5. Actitudes en la sexualidad .......................................................................................... 10
1.6. Fantasias y pensamientos sexuales ............................................................................ 11
1.7. Factores Asociados a su Produccion ......................................................................... 14
1.8. Similitudes y diferencias entre hombres y mujeres ................................................. 15
1.9. Su Papel en el Funcionamiento Sexual...................................................................... 18
1.10. Conducta Sexual Agresiva ...................................................................................... 20
1.11. Pensamientos Sexuales positivos y negativos ........................................................ 20
1.12. La Afectividad ......................................................................................................... 22
1.13. Las Manifestaciones Afectivas ............................................................................... 23
CONCLUSIÓNES ................................................................................................................... 25
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA ......................................................................................... 26
ANEXOS ................................................................................................................................. 27
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INTRODUCCIÓN

En los últimos tiempos, los criterios acerca de la educación sexual para personas que

inician su vida sexual ha cambiado rotundamente, tanto que llegan a desorientar a los

mismos. En los años 50 era comun mantener a los hijos en desconocimiento e ignorancia

de cualquier hecho o circunstancia que tuviera que ver con el acto sexual.

En esos tiempos se prohibia cualquier tendencia a la exploración y al goce del acto

sexual; actualmente de sexo se habla y se escribe en todas partes, diarios, espacios

televisivos; el adolescente por encontrarse en una etapa de transición, muestra una clara

inclinación a unirse en aspectosque se relacionen con su vida sexual.

En tanto, el presente trabajo monografuco “Afectividad, la sexualidad con

responsabilidad y cuidado en las personas, en los conocimientos sobre sexualidad en las

personas que inician su vida coital, en el Peru y el Mundo, tienen como objetivo

determinar la efectividad en la sexualidad y como propósito crear un modelo de

intervención guiado a la prevención de enfermedades sexuales ETS que vulneren la salud

de Las personas. Consta de Capítulo I: Bases Psicologicas De La Sexualidad y las

conclusiones. Finalmente se presente las referencias bibliográficas y anexos.


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CAPITULO I

BASES PSICOLOGICAS DE LA SEXUALIDAD

1.1. El Inicio de la Vida Sexual

La adolescencia es la etapa en que se dan transiciones evolutivas más complejas de la

vida del ser Humano, se abre paso de la niñez a la adultez de los 10 y 12 años hasta los

18 y 22 años de edad.

El adolescente confiere una serie de cambios como son los biológicos o

fisiológicospropios de la niñez hacia la pubertad, evidenciados por el aumento del peso,

de estatura y por el desarrollo de las habilidades psicomotoras, el cuerpo tiende a

aumentar su resistencia y se agudizan las diferencias entre los sexos.

A este conjunto de ca factores es mediado por la maduración y crecimiento rápido de las

glándulas endocrinas que generan un aumento evolutivo de las hormonas gonadales y de

las características sexuales primarias y secundarias propias del niño hacia la

adolescencia.

Conjuntamente surgen los cambios emocionales reflejados por la maduración del

pensamiento concreto al abstracto; la empatía, la formulación de hipótesis, la exploración

de conceptos del bien y del mal pasan a ser in factor importante.

Cuando salen al mundo, los adolescentes adoptan nuevas responsabilidades y funciones,

experimentan nuevas formas de hacer las cosas y reclaman con impaciencia su

independencia, comienzan a cuestionarse a sí mismos y a los demás, empiezan a

reflexionar sobre conceptos de verdad e igualdad, constatando que han surgido cambios

socioculturales porque surgen nuevas relaciones socialesentre jóvenes y adultos dentro y

fuera de la familia mediados por un nuevo comportamiento que varían sólo en razón del
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sexo, sino también del carácter social, cultural, político, económico y físico en el que

vive el niño hacia la adolescencia.

1.2. Generalidades Sobre la Sexualidad

En la actualidad la sexualidad es considerada como una vivencia única, especial, que le

permite al genero humano experimentarse como sujeto, relacionarse con el otro; consiste

en el modo de ser, de juntarse y de vivir como hombre o mujer, es a la vez el elemento

constitutivo de los seres humanos que posibilita una comunicaciónplena, total y

trascendente (OPS, 1997).

El Tema de la sexualidad es comprendidad como el conjunto de condiciones anatómicas,

psicológicas y afectivas que caracterizan a cada sexo, no obstante la constitución de la

sexualidad tiene que ver en su mayor parte con lo cultural y lo social.

Conjuntamente es una serie de condiciones culturales, sociales, emocionales, afectivas,

relacionadas con el sexo que caracteriza de maneradecisiva al ser humano en todas sus

fases de su desarrollo, moldeándose al ritmo de las experiencias de la personas. Se

destacan algunos elementos que se jutan dentro del concepto sobre la sexualidad:

Identidad sexual

Se reconocese, como el actuar como ser sexuado y sexual, comienza a construirse desde

el nacimiento, pero es definido al final de la etapa de la adolescencia ya que se delimitan

los factores personales y social, en ese sentido contribuye al entendimiento de diferentes

elementos, tales como el género, los valores , la orientación sexual, y actitudes, la

conducta sexual y el conocimiento sexual.


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Identidad de género

Se comprende como la convicción que tiende cada ser acerca de su conveniencia hacia

el sexo masculino o femenino de acuerdo a las leyes y normas de la sociedad y roles de

género independientemente de las características cromosómicas o somáticas.

Rol sexual

Se refiere a la expresión de masculinidad o feminidad de una persona, de acuerdo con

las normas de su grupo y sociedad. Orientación sexual Entendido como la atracción

sexual hacia el sexo opuesto o al mismo, que suele aparecer desde la infancia y resulta

ser evidente en la etapa de la adolescencia, esto no es una decisión consciente, sino que

es el sentirse atraído o excitado por el otro, todo esto como respuesta de la producción y

cambios de las hormonas de ambos generos.

Conducta sexual

No solo se enfoca en la relación sexual propiamente dicha, sino que abarca también toda

una gama de comportamientos en sexualidad compuesta por besos, caricias, la

masturbación hasta la información acerca de sexualidad.

compuesta por besos, caricias, la masturbación hasta la información acerca de sexualidad.

1.3. La Sexualidad

La sexualidad prioriza dimensiones básicas del ser humano de forma decisiva en su

desarrollo, biológica, psicológica, social y ética, estas cuatro dimensiones están

íntimamente relacionadas y condicionadas unas por otras por lo que no se puede separar

el cuerpo físico de la mente, de las creencias o de la educación recibida.


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1.4. Dimensión Biológica

Da el elemento anatómico fisiológicosobre el que se desarrollarán los distintos matices

de la sexualidad de ambos generos; siendo crucial en distintos ámbitos de la vida sexual

la procreación, el deseo sexual, la respuesta sexual, entre otros.

Todas esos parametros estan ninfluenciados por la anatomía sexual y por factores

genéticos y hormonales. Así mismo la alteración física o fisiológica(del funcionamiento)

puede acarrear distintos trastornos sexuales o enfermedades que afecten a la vida sexual

de la persona.

Ciertamente las hormonas más directamente implicadas en la sexualidad son la

testosterona, la progesterona, los estrógenos en ambos sexos.

Estos tres tipos de hormonas están presentes tanto en ambos generos del ser humano,

aunque en diferentes cantidades, de modo que los varones poseen principalmente

testosterona (se conoce como hormona masculina) y una pequeña cantidad de estrógenos

y progesterona, por el contrario las mujeres segregan estrógenos y progesterona

(conocidos como hormonas femeninas) y sólo una pequeña cantidad de testosterona.

Estos niveles de hormonas sexuales también varían de una persona a otra y dependiendo

de los momentos de la vida. Otro factor biológico que se relaciona directamente con la

sexualidad es la estructura anatómico-fisiológica de los generos que estos determinan

aspectos de la relación sexual, respuesta sexual, procreación, excitación,.

Se explica tanto la anatomía y fisiología de los genitales masculinos y femeninos, así

como los caracteres sexuales secundarios. Estas caracteristicas influyen en el crecimiento

y desarrollo del adolescente La adolescencia surge con la aparición de los primeros

signos de la transformación puberal.


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Durante el comienzo de este periodo van a ocurrir cambios hormonales que generan el

desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, con la aparicion del dimorfismo sexual,

crecimiento en longitud, cambios en la composición corporal y un cambio a escala en el

desarrollo psicosocial.

Dichos cambios tienen una tiempo programado que no coincide en todos los individuos

y es más tardía en los hombres que en las mujeres.

Cambios hormonales: el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal

Se origina en la activación del eje hipotálamo-hipófisisgonadal y es independiente de él.

Adrenarquia

Incremento de las hormonas secretadas en la capa reticular de la corteza suprarrenal, la

dehidroepindrosterona (DHEA), la dehidroepiandrosterona sulfato (DHEAS) y la

androstendiona. Estas hormonas actúan como precursoras de potentes hormonas, como

la testosterona y la dehidrotestosterona. Las manifestaciones físicas dependientes de esta

secreción hormonal se van a traducir en crecimiento del vello axilar y púbico, desarrollo

de olor corporal e incremento de la secreción sebácea.

En las mujeres también son responsables de una pequeña aceleración del crecimiento

prepuberal y aceleración de la edad ósea. Estos mecanismos de retroalimentación que

persisten durante toda la vida, pero es el cambio de la sensibilidad de las distintas zonas

del eje lo que comporta estas diferencias en las tres etapas importantes del ser humano.

Las hormonas sexuales de la mujer y el vaton reducen la producción de GnRH, FSH y

LH (retroalimentación de asa larga), la LH y FSH inhiben, a su vez, la producción de la

GnRH (retroalimentación de asa corta) y al fin la GnRH actúa negativamente sobre su

propia producción (retroalimentación de asa ultracorta).


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1.5. Actitudes en la sexualidad

La actitud en la sexualidad es una evaluación favorable o desfavorable hacia un

objeto,persona, situación , grupo, etc.; que está vinculada con lo que se cree, se siente y

se actúa definicion de Barreiro y Marcuello, 2003; Myers, 2000; Rodríguez, 2003;

Worchel, Cooper, Goethals y Olson, 2003).

Detalladamente, las actitudes dentro del ámbito sexual son la predisposición a opinar,

sentir y actuar ante objetos sexuales, situaciones, personas diferentes, normas o

costumbres sociales y conductas sexuales definicion por: (López, 2005).

Dichas actitudes, además de su componente personal, están determinadas por el entorno

sociocultural, sus creencias e ideología predominante. Otros autores, entre ellos López y

Fuertes (1989, en Fallas, 2009), han identificado los siguientes tipos de actitud:

conservadora, cuando el sentido de la sexualidad es la procreación y perpetuacion de la

especie; la actitud normativa que considera que todo debe estar bajo el objetivo de la

procreación en el matrimonio; la actitud de dependencia que se observa en sujetos con

educacion cultural baja, les produce miedo la idea de tomar decisiones, toman una actitud

sumisa ante autoridades médicas o morales; el falso naturalismo que analiza la sexualidad

como algo natural, que no necesita ser abordado; la conservadora integral en sujetos que

guardan aspectos tradicionales, que además valoran la sexualidad como una dimensión

positiva dentro de un sistema de relaciones afectivas. Asimismo, la liberal individualista

que rechaza la regulación de la moral sexual; la actitud liberal impositiva que considera

que la revolución debe provocar un cambio de las estructuras de la sociedad; la liberal

abierta que considera la sexualidad, como una dimensión humana positiva, con diversas

posibilidades para el ser humano: placer, comunicación, ternura, procreación, entre otras.
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Además aquellas actitudes derivadas de la parte afectiva de la persona que enfatizan la

importancia de los valores para una vivencia de una sexualidad integral.

Uno de los aspectos más importantes por considerar dentro de las actitudes docentes es

estimular la apertura para hablar de todos los temas que los estudiantes necesitan y que

tienen derecho a conocer acerca de la sexualidad. Muchas veces el docente tiende a

realizar adaptaciones de los contenidos, evitando hablar de ciertos temas polémicos o

limitando los contenidos necesarios (Correa et al., 1972; Milton, 2003; Plaza y Meinardi,

2009).

El contar con maestros con actitudes positivas hacia la sexualidad y la educación sexual

permitirá que se pueda asumir actitudes comprensivas, liberadoras y objetivas en el aula.

Este profesional puede lograr situarse ante su propia experiencia-vivencia, obteniendo

así una apreciación más real de la sexualidad de las personas que lo rodean desde las

diversas etapas evolutivas en que se encuentren (Álvarez, 1998).

Se recalca que el género, la etnia y la sexualidad, entre otros son construcciones sociales

en torno a las cuales se organizan ciertos valores y expectativas de la sociedad, lo que se

traduce en actitudes definicion de (Carrara, Nascimento, Dupe y Tramontano, 2016;

Marsman y Herold, 1986). En Latinoamerica, estas construcciones en gran medida son

responsables de la inequidad entre géneros y etnias definicion de (Therborn, 2016;

Valdés, 2016). Por ello, una educación integral deberá abordar las actitudes de tal manera

que se trabaje sobre prejuicios relacionados con estos temas, tan arraigados en nuestros

países de sudamerica.

1.6. Fantasias y pensamientos sexuales

En ciertos casos, se han planteado definiciones poco consistentes , en las que el

significado sexual de la fantasía es particular y comun. Por lo cual, la fantasía sexual


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“puede ser una historia elaborada, un pensamiento que surge repentinamente o una

mezcla de imágenes que aparecen de manera caótica. El contenido puede ser bizarro o

realista. Puede incluso no ser sexual y provocar excitación.

La fantasía sexual puede ocurrir en el momento menos esperado, puede ser

desencadenada voluntariamente, o generada por otros pensamientos, sentimientos o

información sensorial” según el autor (Wilson, 1978, p. 62). La definición aportada por

Ellis y Symons (1990) destaca que la fantasía sexual es creada por la persona.

Igualmente, Leitenberg y Henning (1995) las definen como “pensamientos que posean

algún significado erótico o sexual para la persona” (p. 470). Ciertamente, otras

definiciones han resaltado la deseabilidad y la excitación sexual como elementos de la

fantasía sexual. Otros autores como, Crepault y Couture (1980) definen las definen como

“representaciones mentales de los deseos eróticos” (p. 565) y, el autor, Plaud y Bigwood

(1997) las describen como una “experiencia privada en que la imaginación de una

actividad sexual deseable con una pareja es sexualmente excitante para el individuo” (p.

222).

Algunos autores destacan en sus definiciones el momento en que se experimentan.

Ejemplo de ello es la definición propuesta por McCauley y Swann (1978) según la cual,

las fantasías sexuales son “pensamientos o ideas durante la actividad sexual” (p. 78). Para

Wilson (1978), las fantasías sexuales propiamente dichas pueden ocurrir durante la

actividad sexual, las actividades autoeróticas o durante el acto sexual con otra pareja.

Esta falta de divergencias ha dado lugar a la ausencia de definiciones claras y precisas en

numerosos estudios de fantasías sexuales, en los que se contrarresta de dar una definición

a las personas que forman parte de un estudio, limitándose a preguntar cuestiones como

“¿Con qué frecuencia tiene fantasías o pensamientos sobre sexo?” (véanse Ellis &
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Symons, 1990; MacDonald & Nail, 2005; Pelletier & Herold, 1988; Seto, Lalumiére,

Harris, & Chivers, 2012).

Laa investigaciónes en fantasías sexuales tienen sus bases sobre los estudios pioneros de

Kinsey, quien ofrece los primeros datos de prevalencias en la sociedad norteamericana

de mediados del siglo pasado. Años más tarde, el principal interés de la investigación se

centró en conocer el contenido específico de las fantasías sexuales en ambis generos, y

en distinguir entre las fantasías “apropiadas” y “desviadas”. De este modo resultaba

necesario contar con instrumentos que permitiesen evaluar de algún modo las fantasías

sexuales. Sobre esta cuestión, y como se describe en la revisión de fantasías sexuales

realizada por Leitenberg y Henning (1995), comúnmente han sido tres los métodos

utilizados para evaluar las fantasías sexuales, y han consistido en:

a) Proporcionar un “checklist” o listado de fantasías y que el participante indique cuál de

ellas ha experimentado, en qué contexto y con qué frecuencia;

b) Preguntas con preguntas abiertas, en las que el participante narra o describe algunas

de sus fantasías (favoritas) o las que experimenta con mayor frecuencia;

c) La utilizacion de diarios o listados, escribir o indicar la fantasía que tiene en un

momento determinado.

En los trabajos de los autores Wilson (1978) y Gosselin y Wilson (1980) en los que

aparece el primer instrumento para evaluar la frecuencia y el contenido de las fantasías

sexuales de un modo preciso: el Wilson Sex Fantasy Questionnaire (WSFQ).

Dicho instrumento nos ofrece un enfoque multidimensional de las fantasías sexuales de

ambos sexos, al distinguir entre cuatro tipos según su contenido: íntimas, exploratorias,

sadomasoquistas e impersonales.
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Las fantasías sexuales están relacionadas con la búsqueda y placer del compromiso

profundo con un número limitado de parejas sexuales e incluyen actividades sexuales

como besar, recibir o dar sexo oral, masturbar a la pareja, etc.; las exploratorias están

referidas a la tendencia a la excitación y variedad sexual e incluyen temas como sexo en

grupo y promiscuidad; las fantasías sadomasoquistas están asociadas con el

sometimiento o provocación de dolor durante la excitación sexual e incluyen tanto

conductas dominantes como sumisas. Finalmente, las fantasías impersonales son las

relacionadas con el interés por fetiches, ropa, películas u otras manifestaciones sexuales

indirectas, dando escaso valor a los sentimientos.

Casi todos los estudios que evalúan las fantasías sexuales con posterioridad hacen uso de

este instrumento, tanto en población general (Santos-Iglesias, Calvillo, & Sierra, 2013;

Sierra, et. al., 2006) como en sujetos con algún tipo de parafilia (Baumgartner, Scalora,

& Huss, 2002). Ciertos estudios han demostrado la debilidad en algunos de sus ítems y

de su estructura factorial tanto en muestras anglosajonas y europeas (Baumgartner, et.

al., 2002; O'Donohue, Letourneau, & Dowling, 1997) , (Sierra, Ortega, Martín-Ortiz, &

Vera-Villaroel, 2004).

1.7. Factores Asociados a su Produccion

Las fantasías sexuales han sido de gran interés por parte de la Psicología evolutiva, al

considerarse éstas una experiencia privada que podría dar información detallada sobre

la naturaleza del genero humano.

En esta perspectiva, diversos factores que podrían influir en su creación y producción

han sido analizados. Los rasgos de personalidad han sido en diversas ocasiones

relacionados con diferentes aspectos de la sexualidad, por considerarse dichas estrategias

adaptivas para la resolución de problemas sociales (Buss, 2009). Sin embargo, los
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estudios que analizan la relacion entre personalidad y las fantasías sexuales. En este

sentido, destacan el estudio realizado en España por Sierra, Álvarez-Castro y Miró (1995)

y, más recientemente, el de Hawley y Hensley (2009).

Los aspectos de carácter sociodemográfico como el sexo, la edad o la religión se han

asociado con las fantasías, se demuestra en general que los hombres tienen más fantasías

sexuales (Baumeister, Catanese, & Vohs, 2001; Sierra, VeraVillarroel, & Martín-Ortiz,

2002), la edad está asociada negativamente con la frecuencia de fantasías sexuales

(Purifoy, Grodsky, & Giambra, 1992), y que quienes se identifican con la religión

cristiana suelen inhibir sus fantasías, reflejándose generalmente en una menor frecuencia

de éstas y una menor frecuencia en determinadas conductas sexuales, siendo así en

diversas culturas y países Europeos, (Ahrold, Farmer, Trapnell, & Meston, 2011), y

países de Latinoamérica (Cañón et al., 2011) Sin embargo, aún hay dudas sobre la

relación que estos elementos mantienen no sólo con la frecuencia general de fantasías,

como también con su contenido en general.

1.8. Similitudes y diferencias entre hombres y mujeres

En las manifestaciones sexuales, probablemente las fantasías sexuales son las que nos

permitan una mejor aproximación al estudio de las diferencias entre hombres y mujeres,

al ser éstas privadas (Ellis & Symons, 1990).

Por lo cual, el debate que se ha generado ha sido extenso, dando lugar a argumentos que

han salido a la luz desde perspectivas esencialistas (e.g. Buss & Schmitt, 2011) hasta

teorías de cohorte social y cultural (e.g. Eagly & Wood, 2011).

Las fuentes sobre las diferencias de sexo encontradas en diversos países han sido con

frecuencia utilizadas como apoyo a la influencia de las raíces evolutivas de ambos

generos. Sin embargo, como apuntan los autores Conley, Moors, Matsick, Ziegler y
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Valentine (2011), “las diferencias de género pueden deberse a menudo a las fuerzas que

ejerce nuestro mundo social actual” (p. 299). Desde la perspectva del autor, la sexualidad

interactúa con otras variables, de modo que tanto las similitudes como las diferencias en

determinados aspectos pueden verse mejor explicadas por los roles sexuales del hombre

y la mujer, más que solo por el sexo biológico (Eagly & Wood, 2011).

El tiempo de intervalo de las fantasías sexuales ha sido ampliamente explorada y

comparada entre ambos sexos. De manera consistente, en la mayoría de culturas, los

varones indican significativamente una mayor frecuencia de pensamientos y fantasías

sexuales en comparación con las mujeres, observándose en países anglosajones como

Los Europeos (Carpenter, Janssen, Graham, Vorst, & Wicherts, 2008; Hicks &

Leitenberg, 2001) o Canadá (Fischtein, Herold, & Desmarais, 2007; Renaud & Byers,

1999), en culturas orientales como Japón (Iwasaki & Wilson, 1983) o China (Chi, Yu, &

Winter, 2012), y países europeos como Inglaterra (Wilson, 1988) o España (Diéguez,

López, & Sueiro, 2002; García-Vega, Fernández, & Rico, 2005; Sierra et al., 2002).

Desde otro punto de vista evolutiva, las fantasías sexuales se han considerado estrategias

que promueven la adaptación a nivel reproductivo. Sin embargo, se han ofrecido otros

argumentos. Por ejemplo, el estudio de Fisher, Moore y Pittenger (2012) revela que los

hombres piensan más en sexo que las mujeres, pero también piensan más en comer y

acostarse a dormir.

Este antecedente indica que los hombres son en mayor medida socializados para prestar

mayor atención a sus necesidades, siendo por tanto más conscientes que las mujeres de

sus este tipo de necesidades básicas (Prentice & Carranza, 2002).

Por lo tanto, el contenido de las fantasías sexuales de los hombres suele incluir una amplia

variedad de fantasias sexuales, suelen ser más explícitos y visuales, e incluir más
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actividades sexuales en grupo, en comparación con las fantasías femeninas (Alfonso,

Allison, & Dunn, 1992; Ellis & Symons, 1990; Leitenberg & Henning, 1995; Meuwissen

& Over, 1991; Sierra et al., 2002; Zurbriggen & Yost, 2004).

Mientras tanto, las fantasías que con mayor frecuencia experimentan las mujeres suelen

estar caracterizadas por contener en ellas una menor variedad de actividad sexual,

involucrar temas íntimos y románticos frecuentemente con un menor número de parejas

sexuales (Ellis & Symons, 1990; Hicks & Leitenberg, 2001).

Asimismo, las fantasías sexuales suelen ser frecuentes en mujeres (Birnbaum, 2007;

Critelli & Bivona, 2008).

En una muestra de hombres y mujeres Europeos, Wilson (1988) encontró que los

primeros reportaron una frecuencia más alta de las cuatro dimensiones de las fantasías

sexuales que las segundas, siendo las diferencias más llamativas para las dimensiones de

fantasías exploratorias e impersonales.

Otros resultados similares se obtuvieron en estudios realizados en Estados Unidos (Plaud

& Bigwood, 1997) y Japón (Iwasaki & Wilson, 1983). En España (Sierra et al., 2002,

2004) y Suecia (Carsltedt, Bood, & Norlander, 2011), los hombres informaron de una

mayor frecuencia de fantasías sexuales en comparación con las mujeres.

Los contenidos más comunes de las fantasías de hombres y mujeres parecen estar

relacionados con estrategias adaptativas. Probablemente, debido a los mayores costes de

la reproducción, las mujeres a menudo son más exigentes en su elección de pareja y

menos interesadas en el sexo fuera de un contexto romántico o de relación (Buss &

Schmitt, 1993).

Los actos sexuales tradicionales de hombres y mujeres son diferentes. Así, mientras en

los hombres tener un papel dominante se ha entendido como señal de fuerza y de valor
18

potencial para el apareamiento (Pawlowski, Atwal, & Dunbar, 2008), en las mujeres sus

pensamientos pasivos y activos se han interpretado desde algunas teorías como un deseo

de resultar irresistibles (Critelli & Bivona, 2008). Por otro lado, según Oliver y Hyde

(1993), el contenido de las fantasías sexuales suele ir de la mano con las normas y roles

que generalmente son reforzados, de modo que mientras los hombres suelen ser

recompensados por mostrarse predispuestos para la actividad sexual, las mujeres suelen

ser recriminadas por ello (Greene & Faulkner, 2005).

En tanto que los hombres son socializados para ser agresivos, asertivos, y competitivos,

de las mujeres se espera que busquen vínculos emocionales y sociales (Rudman & Glick,

2008).

1.9. Su Papel en el Funcionamiento Sexual

En estos tiempos modernos se admite la importancia de las fantasías sexuales en la

sexualidad humana, asumiendo que su presencia es un termometro el cual mide la salud

sexual.

Los Autores Fuertes y López (1997) afirman que la experiencia del deseo sexual es

consecuencia de la interacción entre un estado de activación neurofisiológica, una

disposición cognitivo emocional y la presencia de estímulos sexuales efectivos externos

e internos; por la cual destacan las fantasías sexuales, constituyéndose en un componente

explicativo del deseo.

Las fantasias sexuales, contribuye a un mayor deseo sexual (Zubeidat, Ortega, & Sierra,

2004; SantosIglesias, Calvillo, & Sierra, 2013). Otros estudios ofrecen evidencias de que

las fantasías desempeñan una función estimuladora de comportamientos sexuales

(Diéguez et al., 2002), actuando como un elemento inductor y potenciador de la

excitación sexual, tanto en hombres (Smith & Over, 1987) como en mujeres (Meuwissen
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& Over, 1991). Por su parte, Lentz y Zeiss (1983) señalan que las mujeres que

experimentan un mayor número de fantasías eróticas durante la masturbación, alcanzan

más orgasmos durante sus actos coitales.

Dicha relación entre fantasías sexuales y obtención de orgasmos fue encontrada también

en hombres (Wilson, 1978). Otros estudios han examinado la influencia que tienen las

fantasías sexuales sobre la satisfacción sexual, mostrando que la presencia de fantasías

sexuales incrementa la misma (Covarrubias, 1997; Davison, Bell, LaChina, Holden, &

Davis, 2008; Trudel, 2002), aunque la relación mantenida entre ambas variables no ha

sido claramente identificada por otros autores, observándose incluso una relación

negativa en el caso de los hombres (Alfonso et al., 1992).

La ausencia de fantasías sexuales suele estar asociada a patologias y trastornos del deseo

sexual (Nutter & Condron, 1985; Sierra, Zubeidat, CarreteroDios, & Reina, 2003),

insatisfacción (Renaud & Byers, 1999, 2001) y, en general, peor ajuste sexual (Renaud

& Byers, 2006).

En el contexto de la terapia sexual, resulta importante utilizar las fantasías sexuales como

mecanismo para la reducción de la ansiedad y para la mejora de la vida sexual (Sierra &

Buela-Casal, 2001).

Son pocos los estudios que han examinado la relación entre los subtipos específicos de

las fantasías sexuales según su contenido y el funcionamiento sexual. Los escasos datos

que existen indican que fantasear con la pareja, en comparación a fantasear con otra

persona diferente, se asocia con mayores niveles de excitación sexual subjetiva

(Carvalho, Quinta-Gomes, & Nobre, 2013).

Dicha de otra manera, las fantasías sexuales íntimas fueron asociadas positivamente con

el deseo sexual diádico, pero no con el deseo solitario, las exploratorias con el deseo
20

sexual solitario y diádico, y las fantasías impersonales con el deseo propio (Santos-

Iglesias, Calvillo, & Sierra, 2013). Por su parte, Zubeidat et al. (2004) informaron que

las fantasías sadomasoquistas se relacionaban con el poco deseo sexual en los varones,

pero no en las mujeres.

Otro Autor como lo es Trudel (2002) encontró que los pensamientos extradiádicos

estaban relacionados con menor satisfacción sexual. En general, estos estudios sugieren

que, para entender la relacion entre pensamientos sexuales y el funcionamiento sexual es

importante considerar el contenido de los mismos.

1.10. Conducta Sexual Agresiva

Los estudios sugieren que las personas que cometen agresiones sexuales a menudo

experimentan una mayor frecuencia de fantasías sexuales desviadas que los no agresores,

los autores (Bartels & Gannon, 2011; Baumgartner, et al., 2002; Dandescu & Wolfe,

2003; Maniglio, 2010; Seto & Lalumière, 2010).

Por lo tanto, usando la clasificación del Autor Wilson (1978), se obtiene que los agresores

sexuales tienen más fantasías sexuales de los cuatro tipos – intimas, exploratorias,

sadomasoquistas e impersonales-, en comparación con quienes no han logrado agresiones

sexuales (Smith, Wampler, Jones, & Reifler, 2005).

1.11. Pensamientos Sexuales positivos y negativos

Según los antecedentes previos que permiten comprender mejor el recorrido conceptual

existente entre los términos “fantasía sexual” y “pensamiento sexual”. En este sentido,

existe un amplio número de estudios que han examinado cómo la respuesta emocional

que hombres y mujeres experimentan ante estímulos sexuales en concreto, pensamientos

con contenido sexual- puede alterar diversos aspectos de la respuesta sexual (Desvarieux

et al., & Sierra, 2005; Santos-Iglesias, Sierra, & Vallejo-Medina, 2013; Sierra et al.,
21

2014). Es decir, experimentar un afecto positivo hacia las fantasías o pensamientos

sexuales se asocia con efectos positivos, en tanto que el afecto negativo implica efectos

negativos (Carvalho et al., 2013). Por ejemplo, Koukounas y McCabe (2001) encontraron

que los hombres que experimentan fantasías sexuales con afecto positivo informan de

mayor excitación sexual subjetiva.

Los Autores Rellini y Meston (2007) mostraron que las mujeres que experimentan un

mayor afecto sexual positivo mientras describen sus fantasías sexuales tenían más deseo

sexual; por su parte, el autor Sierra et al. (2014) demuestra que la actitud favorable hacia

las fantasías sexuales constituye un buen aliciente del funcionamiento sexual en mujeres

mayores.

Tambien se ha demostrado que los pensamientos sexuales asociados con afecto negativo

se relacionan con más dificultades y problemas sexuales, tales como problemas de bajo

deseo de excitación sexual, así como estar insatisfechos sexualmente (Carvalho & Nobre,

2011; Nobre & PintoGouveia, 2006; Spiering, Everaerd, & Laan, 2004). Estos resultados

ponen de relieve la importancia del procesamiento emocional de los pensamientos

sexuales en el funcionamiento sexual.

Estos antecedentes que analizan, aunque no fusionan en un mismo constructo, los

pensamientos con contenido sexual y el afecto que les acompañan, se introduce el

constructo de pensamiento sexual. Renaud y Byers (1999) acuñaron el término “sexual

cognition”, en castellano “pensamiento sexual”, distinguiendo entre pensamiento sexual

positivo (PSP) y pensamiento sexual negativo (PSN).

Los PSP incluyen tanto los pensamientos que las personas tienen de manera voluntaria

para favorecer la excitación sexual como los que surgen de manera espontánea en la

mente.
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Los PSP son pensamientos que se experimentan lo aceptable y agradable. Mientra que

los PSN son pensamientos que las personas no desean tener, no quisieran decir o hacer.

Son el tipo de pensamiento que ninguna persona espera tener porque no forman parte de

su vida diaria. De modo que estos pensamientos son inaceptables, molestos y

desagradables. Sin embargo, debido a que tienen contenido sexual, pueden provocar

excitación sexual a pesar de que resulten inaceptables, desagradables y molestos.

Mientras tanto los PSP como los PSN se pueden experimentar durante la masturbación,

el actosexual con una pareja, y durante actividades no sexuales. Además, Renaud y Byers

(2001) encontraron que en comparación con los PSN, los PSP se asociaron con más

afecto positivo, menos afecto negativo, mayor excitación subjetiva tanto fisiológica

como sexual, y con menor malestar estomacal.

Los Autores encontraron que los PSP son experimentados en mayor medida como

deliberados o voluntarios, en compraración con los PSN, y dan lugar a un menor número

de intentos por ser evacudos.

1.12. La Afectividad

En el ambito psicológico, la afectividad es la reacción de un sujeto ante ciertos estímulos

que provienen del medio externo o interno, cuyas principales manifestaciones son los

sentimientos y las emociones. Para Vallejo-Nagera “es el modo en que dichos factores

nos afecta de manera interna, todo aquello que ocurre en nuestro entorno, que provoca

en nuestro interior sensaciones que oscilan entre dos polos opuestos: amordesamor,

alegría-tristeza, aceptación-rechazo” (p. 85).

Según el autor Rojas (citado por Álvarez, 2002) la afectividad está “conformada por un

conjunto de caracteristicas de naturaleza subjetiva, diferentes de lo que es puro

conocimiento, que suelen ser difíciles verbalizar y que provocan un cambio interior que
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se mueve entre dos polos externos: agrado-desagrado, inclinación-rechazo,

aficiónrepulsión" (p. 13).

El Autor, Baron (1996) manifiesta haciendo su concepto de la afectividad, que la “vida

afectiva es el conjunto de estados y tendencias que el individuo vive de forma propia e

inmediata (subjetividad), que influyen en toda su personalidad y conducta

(trascendencia), especialmente en su expresión (comunicatividad), y que por lo general

se distribuyen en términos duales, como placerdolor” (p. 44).

Se conceptua a la afectividad como un conjunto de emociones, sentimientos y pasiones

permanentes que configuran la personalidad de la persona y su capacidad de reacción

ante el mundo exterior. Por lo que la afectividad nos ayuda a tener una autoestima que

determinará la forma de enfrentar las situaciones de nuestra vida cotidiana, nos ayuda a

dar sentido a lo que hacemos, a encauzar nuestros intereses, sobreponernos a dificultades

y buscar espacios de realización dentro de la comunidad.

La afectividad guarda relación con el amar y sentirse amado, con las emociones,

sentimientos y pasiones que despiertan la voluntad de comprometernos de manera

particular con otras personas, con disciplinas, contenidos y valores, lo que nos lleva a

encausar nuestras vidas hacia lo que consideramos adecuado.

1.13. Las Manifestaciones Afectivas

Las emociones

Son fenómenos psicofisiológicos que representan etapas de adaptación a ciertos

estímulos ambientales o de uno mismo. Psicológicamente, las emociones alteran la

atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del individuo y

activan redes asociativas inportantes en la memoria.


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Las emociones planifican rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos,

incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del sistema nervioso

autónomo y la del sistema endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el

comportamiento más efectivo.

Los autores Morris y Moisto (2005) mencionan que las emociones sirven para establecer

nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas,

objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros. Por lo que las emociones actúan también

como depósito de influencias innatas y aprendidas, y poseen ciertas características

invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas.

Las emociones pueden ser de dos tipos: asténicas o pasivas, caracterizadas por la

inhibición o disminución de la actividad del sujeto; y esténicas o activas, que producen

un incremento de la actividad y excitación por parte del sujeto.

Entre las características de las emociones podemos encontrar que son de poca duración

y mucha intensidad, que generan cambios fisiológicos significativos, que aparecen por

un estímulo en un contexto específico y que son frecuentes en el hombre y al animal.


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CONCLUSIÓNES

 Las bases Psicologicas en la sexualidad son muy importantes ya que permitira al

individuo una adecuada conducta en su vida sexual desde el comienzo que es en la

adolescencia hasta la adultez y posteriormente en la vejez o senectud.

 Todas las personas tienen diversos tipos de fantasias, los cuales son positivas y

negativas, a traves de la psicologia se conocera si dichas fantasias sexuales son

patalogicas o normales para un correcta y sana vida sexual en las personas de ambo

sexos.

 La afectividad es importante dentro de la vida sexual de un individuo ya que mejorara

o empereora la autoestima, por eso es importante sentirse querido y amado dentro de la

vida sexual.
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REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

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disponible en: http://www.ilustrados.com/tema/12983/Promocion-Salud-

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AUXILIADORA;1991, Proyecto de atención integral al adolescente EDUCACIÓN

SEXUAL PARAADOLESCENTES, Guía básica para el docente, Lima-Perú

 IES; 1999, Sexualidad, Guía para el fortalecimiento de los recursos emocionales de

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 BUNGE, Mario 1985, “La Investigación Científica” Ed. Ariel S.A. España

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al comportamiento sexual y reproductivo de jóvenes varones sexualmente activos.

Resúmenes IV Congreso Chileno de Obstetricia y Ginecología Infanto-juvenil 2002;

13.
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ANEXOS
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