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TEMA
EL OREGANO
CURSO :
DOCENTE :
INTEGRANTES :
SEMESTRE :
Huancayo - 2018
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DEDICATORIA
quiero.
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INDICE
DEDICATORIA ........................................................................................................................ 2
INDICE ...................................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 4
CAPITULO I ............................................................................................................................. 5
BASES PSICOLOGICAS DE LA SEXUALIDAD .................................................................. 5
1.1. El Inicio de la Vida Sexual ........................................................................................... 5
1.2. Generalidades Sobre la Sexualidad ............................................................................. 6
1.3. Generalidades Sobre la Sexualidad ............................................................................. 7
1.4. Dimensión Biológica...................................................................................................... 8
1.5. Actitudes en la sexualidad .......................................................................................... 10
1.6. Fantasias y pensamientos sexuales ............................................................................ 11
1.7. Factores Asociados a su Produccion ......................................................................... 14
1.8. Similitudes y diferencias entre hombres y mujeres ................................................. 15
1.9. Su Papel en el Funcionamiento Sexual...................................................................... 18
1.10. Conducta Sexual Agresiva ...................................................................................... 20
1.11. Pensamientos Sexuales positivos y negativos ........................................................ 20
1.12. La Afectividad ......................................................................................................... 22
1.13. Las Manifestaciones Afectivas ............................................................................... 23
CONCLUSIÓNES ................................................................................................................... 25
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA ......................................................................................... 26
ANEXOS ................................................................................................................................. 27
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INTRODUCCIÓN
En los últimos tiempos, los criterios acerca de la educación sexual para personas que
inician su vida sexual ha cambiado rotundamente, tanto que llegan a desorientar a los
mismos. En los años 50 era comun mantener a los hijos en desconocimiento e ignorancia
de cualquier hecho o circunstancia que tuviera que ver con el acto sexual.
televisivos; el adolescente por encontrarse en una etapa de transición, muestra una clara
personas que inician su vida coital, en el Peru y el Mundo, tienen como objetivo
CAPITULO I
vida del ser Humano, se abre paso de la niñez a la adultez de los 10 y 12 años hasta los
18 y 22 años de edad.
adolescencia.
reflexionar sobre conceptos de verdad e igualdad, constatando que han surgido cambios
fuera de la familia mediados por un nuevo comportamiento que varían sólo en razón del
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sexo, sino también del carácter social, cultural, político, económico y físico en el que
permite al genero humano experimentarse como sujeto, relacionarse con el otro; consiste
relacionadas con el sexo que caracteriza de maneradecisiva al ser humano en todas sus
destacan algunos elementos que se jutan dentro del concepto sobre la sexualidad:
Identidad sexual
Se reconocese, como el actuar como ser sexuado y sexual, comienza a construirse desde
Identidad de género
Se comprende como la convicción que tiende cada ser acerca de su conveniencia hacia
Rol sexual
sexual hacia el sexo opuesto o al mismo, que suele aparecer desde la infancia y resulta
ser evidente en la etapa de la adolescencia, esto no es una decisión consciente, sino que
es el sentirse atraído o excitado por el otro, todo esto como respuesta de la producción y
Conducta sexual
No solo se enfoca en la relación sexual propiamente dicha, sino que abarca también toda
1.3. La Sexualidad
íntimamente relacionadas y condicionadas unas por otras por lo que no se puede separar
Todas esos parametros estan ninfluenciados por la anatomía sexual y por factores
puede acarrear distintos trastornos sexuales o enfermedades que afecten a la vida sexual
de la persona.
Estos tres tipos de hormonas están presentes tanto en ambos generos del ser humano,
testosterona (se conoce como hormona masculina) y una pequeña cantidad de estrógenos
Estos niveles de hormonas sexuales también varían de una persona a otra y dependiendo
de los momentos de la vida. Otro factor biológico que se relaciona directamente con la
Durante el comienzo de este periodo van a ocurrir cambios hormonales que generan el
desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, con la aparicion del dimorfismo sexual,
desarrollo psicosocial.
Dichos cambios tienen una tiempo programado que no coincide en todos los individuos
Adrenarquia
secreción hormonal se van a traducir en crecimiento del vello axilar y púbico, desarrollo
En las mujeres también son responsables de una pequeña aceleración del crecimiento
persisten durante toda la vida, pero es el cambio de la sensibilidad de las distintas zonas
del eje lo que comporta estas diferencias en las tres etapas importantes del ser humano.
objeto,persona, situación , grupo, etc.; que está vinculada con lo que se cree, se siente y
Detalladamente, las actitudes dentro del ámbito sexual son la predisposición a opinar,
sociocultural, sus creencias e ideología predominante. Otros autores, entre ellos López y
Fuertes (1989, en Fallas, 2009), han identificado los siguientes tipos de actitud:
especie; la actitud normativa que considera que todo debe estar bajo el objetivo de la
educacion cultural baja, les produce miedo la idea de tomar decisiones, toman una actitud
sumisa ante autoridades médicas o morales; el falso naturalismo que analiza la sexualidad
como algo natural, que no necesita ser abordado; la conservadora integral en sujetos que
guardan aspectos tradicionales, que además valoran la sexualidad como una dimensión
que rechaza la regulación de la moral sexual; la actitud liberal impositiva que considera
abierta que considera la sexualidad, como una dimensión humana positiva, con diversas
posibilidades para el ser humano: placer, comunicación, ternura, procreación, entre otras.
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Uno de los aspectos más importantes por considerar dentro de las actitudes docentes es
estimular la apertura para hablar de todos los temas que los estudiantes necesitan y que
limitando los contenidos necesarios (Correa et al., 1972; Milton, 2003; Plaza y Meinardi,
2009).
El contar con maestros con actitudes positivas hacia la sexualidad y la educación sexual
así una apreciación más real de la sexualidad de las personas que lo rodean desde las
Se recalca que el género, la etnia y la sexualidad, entre otros son construcciones sociales
Valdés, 2016). Por ello, una educación integral deberá abordar las actitudes de tal manera
que se trabaje sobre prejuicios relacionados con estos temas, tan arraigados en nuestros
países de sudamerica.
“puede ser una historia elaborada, un pensamiento que surge repentinamente o una
mezcla de imágenes que aparecen de manera caótica. El contenido puede ser bizarro o
información sensorial” según el autor (Wilson, 1978, p. 62). La definición aportada por
Ellis y Symons (1990) destaca que la fantasía sexual es creada por la persona.
Igualmente, Leitenberg y Henning (1995) las definen como “pensamientos que posean
algún significado erótico o sexual para la persona” (p. 470). Ciertamente, otras
fantasía sexual. Otros autores como, Crepault y Couture (1980) definen las definen como
“representaciones mentales de los deseos eróticos” (p. 565) y, el autor, Plaud y Bigwood
(1997) las describen como una “experiencia privada en que la imaginación de una
actividad sexual deseable con una pareja es sexualmente excitante para el individuo” (p.
222).
Ejemplo de ello es la definición propuesta por McCauley y Swann (1978) según la cual,
las fantasías sexuales son “pensamientos o ideas durante la actividad sexual” (p. 78). Para
Wilson (1978), las fantasías sexuales propiamente dichas pueden ocurrir durante la
actividad sexual, las actividades autoeróticas o durante el acto sexual con otra pareja.
numerosos estudios de fantasías sexuales, en los que se contrarresta de dar una definición
a las personas que forman parte de un estudio, limitándose a preguntar cuestiones como
“¿Con qué frecuencia tiene fantasías o pensamientos sobre sexo?” (véanse Ellis &
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Symons, 1990; MacDonald & Nail, 2005; Pelletier & Herold, 1988; Seto, Lalumiére,
Laa investigaciónes en fantasías sexuales tienen sus bases sobre los estudios pioneros de
de mediados del siglo pasado. Años más tarde, el principal interés de la investigación se
necesario contar con instrumentos que permitiesen evaluar de algún modo las fantasías
realizada por Leitenberg y Henning (1995), comúnmente han sido tres los métodos
b) Preguntas con preguntas abiertas, en las que el participante narra o describe algunas
momento determinado.
En los trabajos de los autores Wilson (1978) y Gosselin y Wilson (1980) en los que
ambos sexos, al distinguir entre cuatro tipos según su contenido: íntimas, exploratorias,
sadomasoquistas e impersonales.
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Las fantasías sexuales están relacionadas con la búsqueda y placer del compromiso
como besar, recibir o dar sexo oral, masturbar a la pareja, etc.; las exploratorias están
conductas dominantes como sumisas. Finalmente, las fantasías impersonales son las
relacionadas con el interés por fetiches, ropa, películas u otras manifestaciones sexuales
Casi todos los estudios que evalúan las fantasías sexuales con posterioridad hacen uso de
este instrumento, tanto en población general (Santos-Iglesias, Calvillo, & Sierra, 2013;
Sierra, et. al., 2006) como en sujetos con algún tipo de parafilia (Baumgartner, Scalora,
& Huss, 2002). Ciertos estudios han demostrado la debilidad en algunos de sus ítems y
al., 2002; O'Donohue, Letourneau, & Dowling, 1997) , (Sierra, Ortega, Martín-Ortiz, &
Vera-Villaroel, 2004).
Las fantasías sexuales han sido de gran interés por parte de la Psicología evolutiva, al
considerarse éstas una experiencia privada que podría dar información detallada sobre
han sido analizados. Los rasgos de personalidad han sido en diversas ocasiones
adaptivas para la resolución de problemas sociales (Buss, 2009). Sin embargo, los
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estudios que analizan la relacion entre personalidad y las fantasías sexuales. En este
sentido, destacan el estudio realizado en España por Sierra, Álvarez-Castro y Miró (1995)
asociado con las fantasías, se demuestra en general que los hombres tienen más fantasías
sexuales (Baumeister, Catanese, & Vohs, 2001; Sierra, VeraVillarroel, & Martín-Ortiz,
(Purifoy, Grodsky, & Giambra, 1992), y que quienes se identifican con la religión
cristiana suelen inhibir sus fantasías, reflejándose generalmente en una menor frecuencia
diversas culturas y países Europeos, (Ahrold, Farmer, Trapnell, & Meston, 2011), y
países de Latinoamérica (Cañón et al., 2011) Sin embargo, aún hay dudas sobre la
relación que estos elementos mantienen no sólo con la frecuencia general de fantasías,
En las manifestaciones sexuales, probablemente las fantasías sexuales son las que nos
permitan una mejor aproximación al estudio de las diferencias entre hombres y mujeres,
Por lo cual, el debate que se ha generado ha sido extenso, dando lugar a argumentos que
han salido a la luz desde perspectivas esencialistas (e.g. Buss & Schmitt, 2011) hasta
Las fuentes sobre las diferencias de sexo encontradas en diversos países han sido con
generos. Sin embargo, como apuntan los autores Conley, Moors, Matsick, Ziegler y
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Valentine (2011), “las diferencias de género pueden deberse a menudo a las fuerzas que
ejerce nuestro mundo social actual” (p. 299). Desde la perspectva del autor, la sexualidad
interactúa con otras variables, de modo que tanto las similitudes como las diferencias en
determinados aspectos pueden verse mejor explicadas por los roles sexuales del hombre
y la mujer, más que solo por el sexo biológico (Eagly & Wood, 2011).
Los Europeos (Carpenter, Janssen, Graham, Vorst, & Wicherts, 2008; Hicks &
Leitenberg, 2001) o Canadá (Fischtein, Herold, & Desmarais, 2007; Renaud & Byers,
1999), en culturas orientales como Japón (Iwasaki & Wilson, 1983) o China (Chi, Yu, &
Winter, 2012), y países europeos como Inglaterra (Wilson, 1988) o España (Diéguez,
López, & Sueiro, 2002; García-Vega, Fernández, & Rico, 2005; Sierra et al., 2002).
Desde otro punto de vista evolutiva, las fantasías sexuales se han considerado estrategias
que promueven la adaptación a nivel reproductivo. Sin embargo, se han ofrecido otros
argumentos. Por ejemplo, el estudio de Fisher, Moore y Pittenger (2012) revela que los
hombres piensan más en sexo que las mujeres, pero también piensan más en comer y
acostarse a dormir.
Este antecedente indica que los hombres son en mayor medida socializados para prestar
mayor atención a sus necesidades, siendo por tanto más conscientes que las mujeres de
Por lo tanto, el contenido de las fantasías sexuales de los hombres suele incluir una amplia
variedad de fantasias sexuales, suelen ser más explícitos y visuales, e incluir más
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Allison, & Dunn, 1992; Ellis & Symons, 1990; Leitenberg & Henning, 1995; Meuwissen
& Over, 1991; Sierra et al., 2002; Zurbriggen & Yost, 2004).
Mientras tanto, las fantasías que con mayor frecuencia experimentan las mujeres suelen
estar caracterizadas por contener en ellas una menor variedad de actividad sexual,
Asimismo, las fantasías sexuales suelen ser frecuentes en mujeres (Birnbaum, 2007;
En una muestra de hombres y mujeres Europeos, Wilson (1988) encontró que los
primeros reportaron una frecuencia más alta de las cuatro dimensiones de las fantasías
sexuales que las segundas, siendo las diferencias más llamativas para las dimensiones de
& Bigwood, 1997) y Japón (Iwasaki & Wilson, 1983). En España (Sierra et al., 2002,
2004) y Suecia (Carsltedt, Bood, & Norlander, 2011), los hombres informaron de una
Los contenidos más comunes de las fantasías de hombres y mujeres parecen estar
Schmitt, 1993).
Los actos sexuales tradicionales de hombres y mujeres son diferentes. Así, mientras en
los hombres tener un papel dominante se ha entendido como señal de fuerza y de valor
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potencial para el apareamiento (Pawlowski, Atwal, & Dunbar, 2008), en las mujeres sus
pensamientos pasivos y activos se han interpretado desde algunas teorías como un deseo
de resultar irresistibles (Critelli & Bivona, 2008). Por otro lado, según Oliver y Hyde
(1993), el contenido de las fantasías sexuales suele ir de la mano con las normas y roles
que generalmente son reforzados, de modo que mientras los hombres suelen ser
recompensados por mostrarse predispuestos para la actividad sexual, las mujeres suelen
En tanto que los hombres son socializados para ser agresivos, asertivos, y competitivos,
de las mujeres se espera que busquen vínculos emocionales y sociales (Rudman & Glick,
2008).
sexual.
Los Autores Fuertes y López (1997) afirman que la experiencia del deseo sexual es
Las fantasias sexuales, contribuye a un mayor deseo sexual (Zubeidat, Ortega, & Sierra,
2004; SantosIglesias, Calvillo, & Sierra, 2013). Otros estudios ofrecen evidencias de que
excitación sexual, tanto en hombres (Smith & Over, 1987) como en mujeres (Meuwissen
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& Over, 1991). Por su parte, Lentz y Zeiss (1983) señalan que las mujeres que
Dicha relación entre fantasías sexuales y obtención de orgasmos fue encontrada también
en hombres (Wilson, 1978). Otros estudios han examinado la influencia que tienen las
sexuales incrementa la misma (Covarrubias, 1997; Davison, Bell, LaChina, Holden, &
Davis, 2008; Trudel, 2002), aunque la relación mantenida entre ambas variables no ha
sido claramente identificada por otros autores, observándose incluso una relación
La ausencia de fantasías sexuales suele estar asociada a patologias y trastornos del deseo
sexual (Nutter & Condron, 1985; Sierra, Zubeidat, CarreteroDios, & Reina, 2003),
insatisfacción (Renaud & Byers, 1999, 2001) y, en general, peor ajuste sexual (Renaud
En el contexto de la terapia sexual, resulta importante utilizar las fantasías sexuales como
mecanismo para la reducción de la ansiedad y para la mejora de la vida sexual (Sierra &
Buela-Casal, 2001).
Son pocos los estudios que han examinado la relación entre los subtipos específicos de
las fantasías sexuales según su contenido y el funcionamiento sexual. Los escasos datos
que existen indican que fantasear con la pareja, en comparación a fantasear con otra
Dicha de otra manera, las fantasías sexuales íntimas fueron asociadas positivamente con
el deseo sexual diádico, pero no con el deseo solitario, las exploratorias con el deseo
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sexual solitario y diádico, y las fantasías impersonales con el deseo propio (Santos-
Iglesias, Calvillo, & Sierra, 2013). Por su parte, Zubeidat et al. (2004) informaron que
las fantasías sadomasoquistas se relacionaban con el poco deseo sexual en los varones,
Otro Autor como lo es Trudel (2002) encontró que los pensamientos extradiádicos
estaban relacionados con menor satisfacción sexual. En general, estos estudios sugieren
Los estudios sugieren que las personas que cometen agresiones sexuales a menudo
experimentan una mayor frecuencia de fantasías sexuales desviadas que los no agresores,
los autores (Bartels & Gannon, 2011; Baumgartner, et al., 2002; Dandescu & Wolfe,
Por lo tanto, usando la clasificación del Autor Wilson (1978), se obtiene que los agresores
sexuales tienen más fantasías sexuales de los cuatro tipos – intimas, exploratorias,
Según los antecedentes previos que permiten comprender mejor el recorrido conceptual
existente entre los términos “fantasía sexual” y “pensamiento sexual”. En este sentido,
existe un amplio número de estudios que han examinado cómo la respuesta emocional
con contenido sexual- puede alterar diversos aspectos de la respuesta sexual (Desvarieux
et al., & Sierra, 2005; Santos-Iglesias, Sierra, & Vallejo-Medina, 2013; Sierra et al.,
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sexuales se asocia con efectos positivos, en tanto que el afecto negativo implica efectos
negativos (Carvalho et al., 2013). Por ejemplo, Koukounas y McCabe (2001) encontraron
que los hombres que experimentan fantasías sexuales con afecto positivo informan de
Los Autores Rellini y Meston (2007) mostraron que las mujeres que experimentan un
mayor afecto sexual positivo mientras describen sus fantasías sexuales tenían más deseo
sexual; por su parte, el autor Sierra et al. (2014) demuestra que la actitud favorable hacia
las fantasías sexuales constituye un buen aliciente del funcionamiento sexual en mujeres
mayores.
Tambien se ha demostrado que los pensamientos sexuales asociados con afecto negativo
se relacionan con más dificultades y problemas sexuales, tales como problemas de bajo
deseo de excitación sexual, así como estar insatisfechos sexualmente (Carvalho & Nobre,
2011; Nobre & PintoGouveia, 2006; Spiering, Everaerd, & Laan, 2004). Estos resultados
Los PSP incluyen tanto los pensamientos que las personas tienen de manera voluntaria
para favorecer la excitación sexual como los que surgen de manera espontánea en la
mente.
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Los PSP son pensamientos que se experimentan lo aceptable y agradable. Mientra que
los PSN son pensamientos que las personas no desean tener, no quisieran decir o hacer.
Son el tipo de pensamiento que ninguna persona espera tener porque no forman parte de
desagradables. Sin embargo, debido a que tienen contenido sexual, pueden provocar
Mientras tanto los PSP como los PSN se pueden experimentar durante la masturbación,
el actosexual con una pareja, y durante actividades no sexuales. Además, Renaud y Byers
(2001) encontraron que en comparación con los PSN, los PSP se asociaron con más
afecto positivo, menos afecto negativo, mayor excitación subjetiva tanto fisiológica
Los Autores encontraron que los PSP son experimentados en mayor medida como
deliberados o voluntarios, en compraración con los PSN, y dan lugar a un menor número
1.12. La Afectividad
que provienen del medio externo o interno, cuyas principales manifestaciones son los
sentimientos y las emociones. Para Vallejo-Nagera “es el modo en que dichos factores
nos afecta de manera interna, todo aquello que ocurre en nuestro entorno, que provoca
en nuestro interior sensaciones que oscilan entre dos polos opuestos: amordesamor,
Según el autor Rojas (citado por Álvarez, 2002) la afectividad está “conformada por un
conocimiento, que suelen ser difíciles verbalizar y que provocan un cambio interior que
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ante el mundo exterior. Por lo que la afectividad nos ayuda a tener una autoestima que
determinará la forma de enfrentar las situaciones de nuestra vida cotidiana, nos ayuda a
La afectividad guarda relación con el amar y sentirse amado, con las emociones,
particular con otras personas, con disciplinas, contenidos y valores, lo que nos lleva a
Las emociones
atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del individuo y
incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del sistema nervioso
autónomo y la del sistema endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el
Los autores Morris y Moisto (2005) mencionan que las emociones sirven para establecer
nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas,
objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros. Por lo que las emociones actúan también
invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas.
Las emociones pueden ser de dos tipos: asténicas o pasivas, caracterizadas por la
Entre las características de las emociones podemos encontrar que son de poca duración
y mucha intensidad, que generan cambios fisiológicos significativos, que aparecen por
CONCLUSIÓNES
Todas las personas tienen diversos tipos de fantasias, los cuales son positivas y
patalogicas o normales para un correcta y sana vida sexual en las personas de ambo
sexos.
vida sexual.
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REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
PrevencionImportancia-reorientar-practica.html
http://www.unicef.org/peru/spanish/children_3789.htm
Familiar 1996-2000
BUNGE, Mario 1985, “La Investigación Científica” Ed. Ariel S.A. España
Rangel J., Valcrio L., Patiño J., et al. Funcionalidad familiar en la adolescente
González E., Molina T., Caba F., et al. Variables personales y familiares que se asocian
13.
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ANEXOS
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