Dentro los rangos, no grados, que existen en el foro jurídico judicial, es no de
todos, el nivel de síndico procurador municipal, dado que en su competencia cívico administrativa, puede oponerse a matrimonios e incluso iniciar demandas de nulidad de los mismos, y en lo administrativo ser un factor de contención administrativa y financiera, sin el ejercicio de la jurisdicción o de la oficina de requerimiento, (Sindicaturas) también ejercer la comunicación social jurídica, vinculada con la impotencia de ejercicio profesional que suelen tener los contadores públicos y licenciados de la administración. El código civil sin facilitar por título ni libros, sino dentro de todo su entramado normativo siempre da competencias a los síndicos procuradores municipales, especiales de coacción y prevención de delitos penales. No obstante para ejercer en garantísmo tales funciones, el abogado debe necesariamente conocer sus propias máximas de experiencia, y tener capacidad emocional por sus propias vivencias o covivencias de derecho. Describir y vivificar los derechos, para que el pueblo, los administrados y justiciables, asimilen la realidad de las relaciones humanas, no siendo impericia, negligencia menos impotencia jurídica, es actividad informativa de un togado licenciado en derecho con nivel de síndico procurador, para atacar la obstrucciones sociales que producen el subdesarrollo del país, supone esta actividad abandonar placeres de la carne, amigos o lo que son seudocovivientes. Los delitos penales de simulación de hechos punibles y calumnia son en el primer caso la inexistencia del hecho material, pero que teje un repudio social de la víctima, y no es posible materializar una acusación, y en el delito de calumnia es la atribución de un hecho punible a determinada persona inocente frente a una autoridad para iniciar un procedimiento. En los delitos de instancia privada surge en muchos casos, la mixtura con la justicia sociológica por empresas promotoras con impericia por intentar materializar ambos delitos con sustrato en convencionalismos sociales, cantones, y legislación religiosa, por ejemplo los 10 mandamientos, los cuales tienen por destinatarios los covivientes en el universo jurídico, no los amigos que son una oportunidad de conciencia de todo individuo.