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UNA VISIÓN A TRAVÉS DEL FÚTBOL

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IÑAKI BENI

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AGRADECIMIENTOS

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

PARTE 1

LA PRAXIOLOGÍA. CONCEPTOS

CAPÍTULO 1 LA PRAXIOLOGÍA DEL DEPORTE

1.1. Aproximación al porqué de la praxiología

1.2. La praxiología motriz: conceptualización

1.3. Objeto de estudio: la acción motriz

1.4. Acción motriz y situación motriz

1.5. La acción motriz y la acción de juego

1.5.1. Mecanismo de percepción

1.5.2. Mecanismo de decisión

1.5.3. Mecanismo de ejecución

1.5.4. Conducta y comportamiento motriz

1.6. La acción de juego y la lógica interna

1.6.1. La lógica interna y la incertidumbre

1.6.2. La incertidumbre y la inteligencia motriz

1.7. Relación entre el acto motor y la acción de juego

1.8. Resumen conceptual de la praxiología motriz

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1.9. Preguntas de autoevaluación

1.10. Tareas prácticas

PARTE 2

LA ACCIÓN DE JUEGO

CAPÍTULO 2 PERCEPCIÓN: VISIÓN DEPORTIVA

2.1. ¿Es exclusivo el sistema perceptivo-visual en los deportes?

2.2. Visión deportiva: bases fisiológicas

2.3. Visión deportiva: determinantes perceptivos

2.3.1. Determinantes perceptivos relacionados con el ambiente

2.3.2. Determinantes perceptivos relacionados con el individuo

2.3.3. Determinantes perceptivos relacionados con la tarea

2.3.4. Determinantes perceptivos relacionados con el sistema visual

2.3.5. Zonas de procesamiento cerebral

2.3.6. Control visual y motriz, de la conducta al comportamiento

2.4. Entrenamiento perceptivo y éxito: presente y futuro

2.5. Preguntas de autoevaluación

CAPÍTULO 3 DECISIÓN: INTELIGENCIA MOTRIZ O PENSAMIENTO TÁCTICO

3.1. Selección de información o atención visual

3.1.1. Selección de información inconsciente o ascendente

3.1.2. Selección de información consciente o descendente

3.2. Elaboración de la decisión

3.2.1. La asociación motriz en la toma de decisión

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3.2.2. Asociaciones motrices en función de situaciones motrices

3.2.3. Modelo de Reconocimiento Primario para la Toma de Decisión (RPTD) de Klein

3.2.4. Caso práctico en la toma de decisión: ¿Dónde tiro el penalti?

3.2.5. El papel de la experiencia: Toma de decisión táctica

3.2.6. El papel de la experiencia en la selección de información y en la toma de decisión:


presente y futuro

3.3. Preguntas de autoevaluación

CAPÍTULO 4 EJECUCIÓN: LA TÉCNICA

4.1. Técnica y coordinación

4.1.1. Necesidad del trabajo coordinativo

4.1.2. Coordinación y edad

4.1.3. La coordinación: una parte importante del entrenamiento

4.1.4. Coordinación dinámica general

4.1.5. Coordinación específica

4.1.6. Coordinación, resistencia aeróbica y fútbol.- aeróbic futbolístico o "ballkorobics"

4.2. Técnica y equilibrio

4.2.1. Reflejo miotático

4.2.2. Reflejos tónicos

4.2.3. Información propioceptiva

4.2.4. Sistema vestibular

4.2.5. Sistema reticular

4.2.6. Tipos de equilibrio

4.2.7. Eficacia técnica: el equilibrio

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4.3. Técnica y lateralidad

4.4. Técnica, habilidad y estilo

4.4.1. Técnica, estilo y habilidad: el modelo

4.4.2. La habilidad: el factor hereditario

4.4.3. La habilidad: tipos

4.5. Técnica en el fútbol: roles y subroles

4.5.1. Roles estrictamente reglamentarios

4.5.2. Roles en función de la situación de juego

4.5.3. Clasificación de la técnica ofensiva y defensiva

4.6. Reflexiones sobre técnica de un campeón del mundo: Zinedine Zidane

4.7. Preguntas de autoevaluación

PARTE 3

DEPORTE: ESTRUCTURA Y CLASIFICACIÓN

CAPÍTULO 5 TÉCNICA, TÁCTICA Y ESTRATEGIA: FACTORES


ESTRUCTURALES DE LOS DEPORTES

5.1. La lógica interna y externa

5.2. Factores estructurales: definición de la lógica interna de los deportes

5.2.1. La técnica

5.2.2. La táctica

5.3. La estrategia

5.4. Relaciones entre técnica, táctica y estrategia

5.4.1. La comunicación

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5.4.2. Espacio

5.4.3. Tiempo

5.4.4. Reglamento

5.5. Preguntas de autoevaluación

CAPÍTULO 6 DEPORTES: CLASIFICACIÓN SEGÚN SU ESTRUCTURA


FUNCIONAL

6.1. Tipo de inteligencia en la acción de juego

6.2. Utilización del espacio-participación

6.3. Clasificación funcional de los deportes: la interacción

6.4. Los deportes individuales (-0-, 1)

6.4.1. Clasificación de los deportes individuales

6.4.2. Características propias de los deportes individuales

6.4.3. Preparación estratégica en los deportes individuales

6.5. Deportes de oposición (A, Al)

6.5.1. Características propias de los deportes de oposición

6.5.2. Preparación estratégico-didáctica

6.5.3. Preparación estratégica

6.5.4. Evaluación del plan estratégico

6.6. Deportes de colaboración (C, CI)

6.6.1. Características propias de los deportes de colaboración

6.6.2. Preparación estratégica

6.7. Los deportes de colaboración-oposición (CA, CAI)

6.7.1. El reglamento

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6.7.2. La técnica

6.7.3. El espacio

6.7.4. El tiempo

6.7.5. La comunicación

6.7.6. La estrategia: preparación estratégica

6.8. Preguntas de autoevaluación

PARTE 4

EL FÚTBOL: DEPORTE Y APLICACIÓN EDUCATIVA

CAPÍTULO 7 EL FÚTBOL COMO DEPORTE DE EQUIPO

7.1. El espacio

7.1.1. Espacio formal

7.1.2. Espacio de interacción o sociomotor

7.1.3. Espacio estratégico

7.2. El tiempo

7.2.1. Tiempo reglamentado

7.2.2. Tiempo dinámico de la situación praxiomotriz

7.2.3. Ritmo o tempo de juego

7.2.4. Velocidad en el juego

7.2.5. Anticipación

7.3. El reglamento

7.3.1. El reglamento, esencia del deporte

7.3.2. El reglamento en el fútbol

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7.3.3. Reglamento y creatividad

7.3.4. Reglamento y estrategia deportiva

7.4. La comunicación

7.4.1. Redes de comunicación motriz

7.4.2. Comunicación y estrategia

7.5. Condición física

7.5.1. De la competición al entrenamiento

7.5.2. Del entrenamiento a la competición

7.6. Preguntas de autoevaluación

CAPÍTULO 8 ASPECTOS TÉCNICO-TÁCTICOS DEL FÚTBOL: ATAQUE,


DEFENSA Y TRANSICIÓN

8.1. Fundamentos ofensivos

8.1.1. Fundamentos individuales

8.1.2. El regate como recurso

8.1.3. Pase y apoyo: "toco y voy" y "toco y me voy"

8.1.4. El control de balón

8.1.5. El tiro

8.1.6. Fundamentos colectivos

8.1.7. Combinar para progresar: objetivo inicial

8.1.8. Movimientos ofensivos básicos sin balón

8.1.9. Llegar para finalizar: objetivo final

8.2. Fundamentos defensivos

8.2.1. Conceptos defensivos básicos

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8.2.2. Principios defensivos básicos

8.2.3. Fundamentos individuales

8.2.4. La entrada

8.2.5. La presión

8.2.6. El marcaje

8.2.7. La vigilancia

8.2.8. Fundamentos colectivos

8.3. Fundamentos de transición ataque-defensa

8.3.1. Presión tras pérdida

8.3.2. Repliegue

8.4. Fundamentos de transición defensa-ataque

8.4.1. Robo y toco

8.4.2. Anticipo y no pierdo de salida

8.5. Fundamentos en el reinicio del juego

8.5.1. Rapidez

8.5.2. Superioridad numérica y posicional

8.6. Fundamentos de táctica fija

8.7. Preguntas de autoevaluación

CAPÍTULO 9 PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN EL FÚTBOL

9.1. Intervención Didáctica (ID)

9.1.1. ID en el entrenamiento

9.1.2. ID en la competición

9.1.3. Las escuelas y sus medios para la ID

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9.2. Proceso metodológico de la escuela americana

9.2.1. Estilos tradicionales

9.2.2. Estilo individualizado

9.2.3. Estilos participativos

9.2.4. Estilo Socializador (ES)

9.2.5. Estilos cognitivos

9.3. Proceso metodológico de la escuela europea

9.3.1. Tareas definidas

9.3.2. Tareas semidefinidas

9.3.3. Tareas no definidas

9.4. Técnica de Enseñanza (TE)

9.4.1. Instrucción directa o Reproducción de Modelos (RM)

9.4.2. Enseñanza mediante la Búsqueda o por indagación (EB)

9.4.3. Enseñanza sin modelo previo (NRM)

9.5. Aplicaciones prácticas de las TE al fútbol

9.5.1. Aplicación Analítica (AA)

9.5.2. Aplicación Global (AG)

9.5.3. Aplicación Estructurada (AE)

9.6. Tipos de tareas en el fútbol

9.6.1. Formas no jugadas sin orientación espacial

9.6.2. Formas no jugadas con orientación espacial

9.6.3. Formas jugadas sin orientación espacial

9.6.4. Formas jugadas con orientación espacial

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9.7. Preguntas de autoevaluación

9.8. Tareas prácticas

CAPÍTULO 1O ELABORACIÓN DE TAREAS DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

10.1. Establecimiento de objetivos: ¿Qué se quiere conseguir?

10.2. Camino a los objetivos: ¿Cómo se quiere conseguir?

10.2.1. Proceso metodológico

10.2.2. Técnica de enseñanza y su aplicación práctica

10.2.3. Selección del tipo de tarea

10.2.4. Manejo de los factores estructurales de la tarea

10.2.5. La dificultad de la tarea

10.2.6. Las fases sensibles

10.2.7. El feedback y el conocimiento de resultados (CR)

10.2.8. La sesión como conjunto de tareas

10.2.9. Cómo favorecer la creatividad., enseñar a crear

10.3. Preguntas de autoevaluación

10.4. Tareas prácticas

CAPÍTULO 11 ENSEÑANZA A DECIDIR PARA COMPETIR: EL PENSAMIENTO


TÁCTICO

11.1. Bases del entrenamiento cognitivo o del pensamiento táctico

11.2. Fases en el Entrenamiento Cognitivo (EC)

11.2.1. Escoger la decisión que se va a entrenar

11.2.2. Diseño de ejercicios con indicadores de actividad cognitiva

11.2.3. Utilización de los instrumentos del ED para entrenar la decisión

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11.3. Ejemplo práctico de EC en el fútbol: pase y apoyo

11.4. Criterios sobre la corrección en la decisión

11.4.1. Jerarquía de criterios de acción en función del balón y la ventaja

11.4.2. Aplicación de los criterios ofensivos al juego

11.4.3. Aplicación de los criterios defensivos al juego

11.4.4. Criterios de decisión según la acción táctica ofensiva

11.4.5. Criterios de decisión según la acción táctica defensiva

11.5. Preguntas de autoevaluación

11.6. Tareas prácticas

CAPÍTULO 12 SELECCIÓN DE TALENTOS

12.1. El talento en un deporte de equipo como el fútbol

12.2. Identificación objetiva de las capacidades técnico-tácticas del futbolista

12.2.2. ¿Qué se valora en los jugadores?

12.2.3. ¿Cómo se observan estos ítems?

12.3. Valoración de los aspectos psicológicos del deportista

12.3.2. La personalidad del futbolista

12.3.3. Capacidad de superación personal

12.3.4. Alto grado de inteligencia motriz

12.3.5. Alto grado de inteligencia emocional

12.3.6. Autocontrol en el entorno social

12.3.7. Autocontrol en el entorno competitivo

12.4. Medición de aspectos físicos en el fútbol

12.4.1. ¿Cómo se miden estas cualidades físicas?

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12.5. Aspectos antropométricos

12.6. Preguntas de autoevaluación

BIBLIOGRAFÍA

ÍNDICE DE SIGLAS

LEYENDA DE MOVIMIENTOS EN LAS REPRESENTACIONES GRÁFICAS

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Un amigo mío dice que para sentirse pleno en la vida no te puedes ir de ella sin tener un
hijo, plantar un árbol y escribir un libro. De momento me faltan dos cosas y aunque ya
tengo el arbolito comprado para ir a plantarlo, Quique...hoy me siento pleno. Este
sentimiento de alegría me colma porque tengo mucha gente a la que agradecer cosas y
eso es porque muchos han querido que me sienta así:

•A mis padres, mi hermano y mi mujer, que son el inicio de mi viaje. Os debo todo lo
que he sido, soy y seré. Gracias.

•A Javier Sampedro, por confiar en la cantera y ponerme este reto. Gracias.

•A los que habéis participado directa o indirectamente en la labor de este libro. Sois la
fuerza de estas líneas personificada en familiares, amigos, profesores, compañeros e
incluso en mis ídolos deportivos: Míchel y Zidane. Gracias.

•A todos los que os prestasteis a dejar escritas letras muy valiosas en este manual,
porque hoy puedo celebrar que escribí mi libro con la letra de vuestro conocimiento
y la tinta de mis convicciones. Gracias.

•A "Los doce" y a mis compañeros en el banquillo durante estos años, por ayudarme
también a crecer como entrenador de fútbol: Sebastián Parrilla, Fermín Pérez,
Antonio Gaspar, Cherna Moreno y Dmitry Cherishev. Gracias.

•Y en especial a la Amona, a las tías Maruja y Mila y a los tíos Alfonso y Javier. No
sé si cumpliríais las tres cosas antes de ¡ros, pero si no os nombro ya coautores y os
planto el árbol mañana. Os lo merecéis porque lo de los niños lo hicisteis muy bien.

Esto es por vosotros.

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Un bien libro es aquel que se abre con expectación y se cierra con fruto.

A.B.Alcott. Table-Talk. 1. Learning-Books

Con el necesario cuidado y respeto que hay que tomar cuando te solicitan realizar el
prólogo de un libro, esta vez lo hago con placer e interés dado que, como una de las
pretensiones a cumplir por todo alumno es superar a sus maestros en la mejora del
conocimiento, esta vez el autor lleva camino de conseguirlo. Con su ejercicio académico
y profesional como principal contraste, Iñaki orienta a los lectores desde el sentido más
teórico y estructural, con base en la praxiología del deporte, hacia la aplicación práctica y
docente en los deportes de colaboración/oposición, favoreciendo la comprensión de los
conceptos y procesos que se dan en la práctica diaria del deporte colectivo.

La praxiología deportiva, cuya denominación debe entenderse en este libro


diferenciada de la praxiología motriz acuñada por otros autores, es una ciencia emergente
que nos ayuda claramente como herramienta para situar y definir tanto el deporte como
su Acción de Juego (en adelante AJ) en su posición estable y correcta, y nos pone en
situación de ordenar el conocimiento sobre la estructura y los componentes de ésta.

Creo que es momento de hacer un reconocimiento a autores precedentes tales como


P.Parlebas, padre de esta área del conocimiento, Hernández Moreno J., pionero en
España, y el Grupo de Lleida; todos ellos han sido el patrón y muestra para muchos otros
que han continuado por este sustancioso camino de la praxiología.

Este manual abarca un completo panorama. La primera parte es introductoria y


necesaria para el establecimiento de las bases que faciliten la comprensión del resto de los
capítulos. La perspectiva de F.Malho, un autor clásico, estructura la AJ separada por
fases de forma que nos permiten analizarla y entenderla en la práctica como una acción
global y sistémica.

Esta perspectiva se completa con un estudio y análisis exhaustivo de la lógica interna


y del factor incertidumbre que indudablemente ayudan a entender el deporte desde su
cara interna. La explicación de todos estos conceptos no tendría sentido si no se realizara
su aplicación mediante una enseñanza-aprendizaje y es en este aspecto donde el autor de
esta obra demuestra que su conocimiento viene de abajo arriba, es decir, de la práctica a
la teoría.

A través del fútbol, verdadero objeto de estudio y asignatura pendiente sobre todo en
los deportes de contenido y caracteres complejos, se analiza y se hace comprensible que

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la AJ se desarrolla desde una perspectiva no lineal en la que se utilizan los sistemas
dinámicos y las series temporales, si no de una forma exclusiva, sí al menos de forma
parcial.

A través del desarrollo de este libro, su autor se para en el aspecto más complicado y
difícil, hacer pensar y desarrollar en los jugadores su formación inteligente mediante una
propuesta práctica adecuando los niveles de la habilidad del jugador con el de las tareas
propuestas.

El último capítulo, dedicado a la selección de talento, cubre un completo campo de


contenidos abordados de forma más teórica que práctica, y es por ello por lo que la
integración y combinación de teoría y práctica le dan a esta obra un completo carácter de
verdadero manual. No dudo de que será de necesaria consulta por todo aquel que quiera
instruirse en el verdadero saber de los deportes de colaboración/oposición y del fútbol
como medio educativo de aprendizaje/enseñanza.

Javier Sampedro Molinuevo Decano y profesor de la FCCAFyD-INEF Majadahonda.


Madrid

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Solo sé que nada sé.

Sócrates

Sócrates, consciente de la ignorancia propia y ajena, resume en esta frase su pensamiento


al conversar con artistas, filósofos y oradores de la la Grecia antigua que se consideraban
poseedores de todo el saber de entonces. Pretendía mostrarles sus limitaciones
cuestionando su aparente conocimiento, desde un punto de vista humilde e irónicamente
ignorante, que fue el inicio de la mayéutica o método inductivo. Entonces y ahora, este
método lleva a los alumnos a resolver situaciones mediante preguntas minuciosamente
preparadas para que sólo puedan ser respondidas con la brillantez de la lógica.

El objetivo de este libro, aparte de servir de manual de consulta a estudiantes,


profesores, entrenadores, etc., también pretende incentivar para que las respuestas que el
lector encuentre tras su revisión generen inquietudes y deseos de querer saber más para
una aplicación mejor. Eso significaría que la intención del autor, que el jugador acabe
pensando de modo autónomo con base en una lógica, surte efecto.

En cada capítulo se desarrollan contenidos diversos que hoy responden a cuestiones


que surgieron en su día como inquietudes del autor al acercarse al mundo del deporte
como futbolista, estudiante, profesor y entrenador. Estos contenidos han sido
contrastados con las fuentes bibliográficas, pero principalmente con la experiencia del
autor en el campo del deporte. Este conocimiento fue posible gracias a la formación
teórica y práctica recibida durante su vida académica y profesional por parte de varias
personas que son consideradas por el autor como su "grupo de expertos", y que está
formado por profesores, compañeros, deportistas, entrenadores, etc. que posibilitan el
contraste óptimo de información para estar al día en su labor profesional.

A este grupo de expertos le avala la experiencia que otorga pertenecer o haber


pertenecido a instituciones en las que la elaboración o utilización del conocimiento
deportivo de un modo riguroso es el principal objetivo de su día a día. Así, cada capítulo
es introducido por voces expertas en la temática desarrollada, que muestran su visión
sobre la relevancia e interés que suscita en la actualidad.

Los contenidos han sido distribuidos en partes y capítulos, de forma convergente. Se


va desde la generalidad de la acción motriz como objeto de estudio de la praxiología,
hasta su aplicación concreta en la selección de talentos en un deporte de equipo como el
fútbol.

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El objetivo de la primera parte es explicar, relacionar e introducir, a través de su
capítulo 1, los conceptos relacionados con la ciencia de la acción motriz: la praxiología.
Una vez analizados y relacionados los conceptos de acción motriz, situación motriz y
acción de juego, se diferencian y explican las fases de esta última: percepción, decisión y
ejecución. La interacción de estas fases genera a su vez otros conceptos como conducta
motriz, comportamiento motriz, inteligencia motriz, incertidumbre, etc., que se exponen
y desarrollan formando a su vez un núcleo terminológico de asociaciones que parten de
un común denominador: la acción motriz.

La segunda parte profundiza en las fases de la acción de juego introducidas en el


capítulo 1 desarrollándolas en los capítulos 2, 3 y 4. Se explica en tres fases distintas para
su mejor comprensión, pero se debe entender en todo caso como un proceso que sucede
simultáneamente.

El capítulo 2 hace referencia a la primera fase: la percepción o visión deportiva,


analizando en primer lugar las bases fisiológicas de la visión y los determinantes
perceptivos que tienen lugar en el ámbito deportivo. El entendimiento a posteriori de las
zonas de procesamiento cerebral ayuda al lector a comprender la funcionalidad del
control visual como parte del proceso deportivo.

El capítulo 3 incide en la segunda parte de la acción de juego: la decisión, que se


entiende como inteligencia motriz o pensamiento táctico. Se expone en principio el
proceso de selección de información y sus condicionantes para la elaboración de la
decisión como resultado de asociaciones motrices. Al final se expone un caso práctico y
se explica el factor experiencia y su relevancia en este proceso de toma de decisión.

El capítulo 4 desarrolla la ejecución o técnica, como fase final de la acción de juego.


Se resaltan y explican cualidades importantes relacionadas con esta fase como son la
coordinación, el equilibrio, la lateralidad, la habilidad y el estilo. Finalmente se
ejemplifican a través del fútbol los diferentes roles y subroles que se pueden dar en
función de la técnica: reglamentarios o relacionados con la situación de juego.

La tercera parte diferencia y clasifica el ámbito deportivo de acuerdo a parámetros


estructurales y funcionales en los capítulos 5 y 6 respectivamente, que explican la
naturaleza y la lógica a través de la cual se desarrollan los deportes.

En el capítulo 5 se atiende a los conceptos de lógica interna y -lógica externa, para


entender la naturaleza de los deportes. Posteriormente se subrayan y relacionan la
técnica, la táctica y la estrategia como factores estructurales destacables dentro del
deporte. A su vez se explican factores también importantes como la comunicación, el
espacio, el tiempo y el reglamento.

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El capítulo 6 diferencia y analiza las características de los deportes, según su
estructura funcional: individuales, de oposición, de colaboración y de
colaboraciónoposición. Posteriormente se analizan con mayor profundidad los factores
estructurales de los deportes de colaboración-oposición.

El objetivo del libro en su parte final es llegar al fútbol tras el estudio y análisis del
origen praxiológico, estructural y funcional de los deportes. En la cuarta parte, del
capítulo 7 al 12, se desarrolla en profundidad el fútbol desde su comprensión estructural
como deporte para entender su didáctica, su finalidad principal: crear talentos y saber
seleccionarlos.

El capítulo 7 expone los factores estructurales aplicados al fútbol. Se determina una


explicación específica del fútbol como un deporte de colaboración-oposición
caracterizado por factores propios como su espacio, su tiempo, su reglamento, su
comunicación y sus requerimientos físicos.

En el capítulo 8 se profundiza en los aspectos técnico-tácticos del fútbol en las tres


fases que se pueden dar en su acción de juego: ataque, defensa y transición. Las dos
primeras se contemplan desde una perspectiva individual y colectiva. La de transición se
explica tanto para la situación de recuperación de balón como para la de pérdida.
Finalmente se toman en cuenta fundamentos para el reinicio del juego y la táctica fija.

El capítulo 9 introduce la aplicación didáctica al fútbol. Se explica y desarrolla


terminología relacionada con el proceso de enseñanza-aprendizaje como: intervención
didáctica, técnica de enseñanza, aplicación de la técnica y tipos de tareas. Esta
terminología se hace comprensible a través de ejemplos y su objetivo es la búsqueda de
aplicabilidad en la enseñanza del fútbol.

El capítulo 10 enseña a aplicar lo aprendido en el capítulo 9 de un modo lógico,


progresivo y efectivo. Se trata de conseguir optimizar la intervención didáctica no sólo
teniendo en cuenta las técnicas, la metodología o los tipos de tarea, sino también
prestando atención a otros aspectos como el manejo de los factores estructurales de las
tareas, la dificultad de las mismas, las fases sensibles, la aplicación del feedback, la sesión
como conjunto de tareas y el desarrollo de la creatividad.

El capítulo 11 hace referencia al pensamiento táctico y su entrenamiento para la


mejora del rendimiento en competición. Se establecen las bases del entrenamiento
cognitivo y las fases en que éste se debe tratar y para hacer más comprensible su
aplicación se ejemplifica a través de un ejercicio cognitivo de pase y apoyo. Finalmente
se exponen criterios que establecen si las decisiones que toman los jugadores son
correctas o no en función de la posesión del balón y la situación de ventaja.

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El capítulo 12 resulta como consecuencia del resto de capítulos. El objetivo educativo
que se persigue en cualquier intervención didáctica, sea en deportes individuales o
colectivos, es conseguir talentos a través de su detección, de su creación o de ambas. En
este capítulo se distinguen e identifican cualidades en un deporte como el fútbol. Estas
cualidades integrales del futbolista son físicas, técnicas, tácticas y psicológicas. En este
caso se presta especial atención al factor psicológico como parte clave en la detección y
desarrollo del talento deportivo del deporte en general y del fútbol en particular.

Sócrates encontró en los libros muchas respuestas a sus preguntas, pero cuanto más
conocía, más preguntas le surgían. Tantas preguntas le llevaron a plantearse si el fruto al
que A.B.Alcott hacía referencia en el prólogo de Javier Sampedro era la propia
ignorancia.

Si algo ha demostrado la experiencia al autor es que no hay mayor ignorante que el


que ya, de entrada, se considera sabio. Si un día cree saberlo todo, puede que al final del
día la vanidad llame a su puerta. Si la lectura de este libro consigue hacer un poco menos
ignorante al lector, se habrá logrado lo que se pretendía.

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La planificación del entrenamiento deportivo ha discurrido históricamente
entre dos planos bien distintos: los "principios científicos" y el "arte de
entrenamiento". En el ámbito del entrenamiento de deportes de equipo, han
sido múltiples los modelos que han intentando explicar la naturaleza del
deporte. Desde modelos ergogénicos, basados en aspectos fisiológicos y
biomecánicos que escasamente pueden explicar la globalidad del deporte
colectivo, hasta modelos funcionales, que buscan conocer las relaciones de los
jugadores en el juego.

Estos modelos, basados en concepciones praxiológicas, se acercan mucho más


a la verdadera naturaleza de los deportes de equipo, valorando los aspectos
estructurales y funcionales de las acciones de juego. Sin lugar a dudas, la
praxiología ha dado un paso decisivo en el análisis de estos deportes,
cambiando la conceptualización del rendimiento.

Ignacio Refoyo Profesor del Inef de Madrid Entrenador categorías inferiores del
Real Madrid CF de Baloncesto

Hace tiempo que la expresión "fútbol es fútbol" ha quedado anticuada. En la


actualidad la ciencia busca, no sólo los "qués", sino también los "cómos" y los
11 paraqués", y es ahí donde entra en juego la praxiología del deporte.

Cuando un entrenador o un jugador de fútbol comprende cómo se producen


los procesos deportivos está más cerca de la excelencia. Al igual que un solo
jugador no puede ganar un campeonato, ya que depende de un equipo, es
imposible entender el fútbol por "departamentos estancos". Lo técnico, lo
táctico, lo físico y lo psicológico no pueden ir separados, sino que forman
parte de un todo.

La visión holística de la vida y del deporte es fundamental para poder


profundizar y saber las causas y efectos de las acciones.

Diego Gutiérrez Profesor de la Universidad Camilo José Cela Preparador Físico


Atlético de Madrid C

La praxiología como ciencia otorga pertinencia a todo lo que pueda ser causa o

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consecuencia de la acción motriz. Su campo de aplicación es muy amplio, pues
comprende cualquier acto en el que se produzca movimiento, estudiando el porqué y las
consecuencias de este movimiento. En el ámbito deportivo, esta ciencia explica el
movimiento de los desarrollos técnicos y tácticos que la acción motriz genera en el juego.
En sí constituye un elemento de gran valor para los profesionales del deporte ya que
facilita la comprensión de todos los procesos deportivos mediante el entendimiento previo
de su conjunto de conceptos praxiológicos. Es pues objeto de este capítulo hacer
comprensibles los diferentes conceptos que constituyen la praxiología del deporte para
observar y entender después con mayor rigor la naturaleza deportiva.

1.1. Aproximación al porqué de la praxiología

En la actualidad, la difusión mediática de competiciones deportivas hace replantearse los


valores principales del deporte: la competición y el juego.

Si echamos la vista atrás, a Olimpia y el origen de los Juegos Olímpicos, donde el


"Citius, Altius, Fortius" imperaba, nadie podía advertir que estos juegos tendrían hoy en
día unas consecuencias extradeportivas tan beneficiosas. Por ejemplo, para la sede de los
Juegos supone la remodelación de la ciudad, el márketing de marcas e iconos deportivos
aumenta asombrosamente y gran parte de las tendencias sociales se ven influenciadas por
estas actividades.

Estos sucesos acompañan a la evolución del deporte y actualmente en ciertas


ocasiones incluso eclipsan los valores iniciales del mismo.

La presencia de diversos sectores aledaños al deporte es constante y sigue creciendo,


ya que posee valores económicos, mediáticos, sociales e incluso políticos que hacen del
propio deporte motivo de desarrollo en ámbitos que originariamente nada tenían que ver
con el campo deportivo. De ahí la aparición del adjetivo "deportiva" en diferentes
disciplinas como la medicina, la psicología, la sociología, la legislación o la prensa.

En el caso del fútbol, su competitividad y su juego provocan que este deporte no


tenga una orientación exclusiva hacia el conocimiento de cómo jugar o ejercitarse
físicamente a través de él. La mayoría de personas que viven de él no son ni jugadores,
ni entrenadores ni preparadores físicos. Son agentes, directivos, médicos, psicólogos,
representantes, periodistas, empresarios, etc.

Por otro lado, el verdadero causante de que el fútbol interese es su propia demanda.
El aficionado que, practicante o no, acude al estadio o compra el partido por la televisión
indirectamente proporciona grandes vías de desarrollo al mundo anexo al fútbol. Uno de
los problemas del fútbol es que este aficionado, como "observador" semanal de fútbol,

37
puede incorporar cierta experiencia, pero nunca de naturaleza científica. Esta experiencia
le permitirá opinar, e incluso divulgar, pero nunca hacer afirmaciones con rigurosidad
científica.

Por tanto, dado que el deporte en general y el fútbol en particular interesan, la ciencia,
a través de sus diferentes campos, también lo comienza a incorporar a sus estudios, con
el fin de responder de modo efectivo a problemas suscitados. Objetos del trabajo
científico como pueden ser las lesiones en el fútbol, a través de la medicina deportiva, o
la eficacia de los gestos técnicos, a través de la biomecánica, comienzan a formar parte
de los estudios sobre el deporte desde un prisma más sólido que el divulgativo.

Pero el principal problema que surge en este punto es la falta de especificidad en


cuanto al ámbito científico-deportivo se refiere, debido a la gran cantidad de disciplinas
científicas que se suman al estudio del deporte. Se puede entender como cuando un
equipo de fútbol trata de atacar de forma individualista y descoordinada. Cada jugador
(disciplina) intenta defender (estudiar el deporte) desde su perspectiva individual sin tener
en cuenta al conjunto del equipo (praxiología del deporte), con lo que al final se puede
defender, pero de forma desorganizada. En cambio habrá un momento en que el
entrenador, para ejercer una mejor defensa, intentará conseguir un equipo, y no unas
individualidades. Este papel unificador de criterios en cuanto al estudio del deporte
corresponde a la praxiología.

De este modo el estudio científico en el deporte ha ido respondiendo a necesidades


específicas, que requerían de disciplinas concretas para su desarrollo, lo cual no sólo
causaba confusión organizativa, sino también conceptual, ya que los mismos problemas
se trataban desde diferentes áreas, pero con nombres distintos. Por ejemplo, una
torcedura de tobillo desde la anatomía se puede denominar esguince de grado 1 con
distensión del ligamento deltoideo, mientras que para la fisiología es una disfunción
articular con laxitud del tejido ligamentoso del tobillo. En ambos se ve que es difícil
entender la terminología si no tenemos relación directa con las especialidades y que
realmente se está hablando de lo mismo.

Es por tanto una evidencia que la ciencia queda restringida a unos pocos, en difusión
y en investigación. La información científica que llega al ciudadano lo hace como
resultado de las investigaciones, pero no explica el proceso y está mermada debido a los
filtros que supera para hacerse entendible.

Pero si pensamos en cuál es el verdadero origen deportivo, el valor inicial de


competición y juego, ¿cuál debería ser la prioridad en el estudio científico del deporte?
Hay varias respuestas según el punto de vista que se adopte, pero desde la perspectiva
lúdica el origen del estudio deportivo reside en el análisis del juego y el modo de jugar

38
para conseguir ganar.

Este tipo de estudio y análisis del juego corresponde a la praxiología motriz.

1.2. La praxiología motriz: conceptualización

Para aprender a jugar, antes de que la ciencia mirase hacia el deporte, los aprendices se
acercaban a los jugadores expertos para entender el juego. El fundamento principal para
aprender era la experiencia, aunque ésta no estuviera procesada a través del método
científico. Hoy en día aún existen los entrenadores escépticos cuando se les pregunta por
la praxiología. Ignoran sus significados y sus porqués, prefiriendo ir al resultado más que
al proceso, ya que de momento les sirve. Si nunca nos hemos preguntado al teclear un
ordenador cómo funciona en su interior, o al conducir un coche qué piezas lo componen,
probablemente podremos ser excelentes mecanógrafos o expertos conductores, pero
siempre tendremos que acudir al informático o al mecánico para que nos arreglen
nuestras "máquinas de procesar".

La praxiología motriz "procesa" todas las acciones de juego que se puedan desarrollar
en un ámbito deportivo o recreativo, dando respuesta a cómo se producen esas acciones,
para dar sentido y pertinencia al fenómeno deportivo-recreativo.

Obviamente, seguirán existiendo aquellos que prefieran ignorar el cómo, siempre y


cuando el qué les siga dando rendimiento. Para qué voy a pensar si "Pepe" mete bien o
mal los goles, si los sigue metiendo. Ésa es una opción; la otra es pensar que si se
estudian todas las acciones de juego donde "Pepe" tira a gol, probablemente se pueda
aumentar la efectividad, la precisión o la selección de tiro. Es por ello que la praxiología
se introduce "de puntillas" en la labor de entrenadores, docentes, preparadores físicos y
estudiosos del deporte en general, con el fin de proporcionar significado, terminología y
estudio a los procesos deportivos. De este modo aquel que lo acepta podrá encontrar una
guía fundamental hacia el entendimiento de su propio deporte, con una naturaleza
científica.

La figura 1.1 indica que el objetivo de la praxiología en el mundo de la actividad física


y el deporte es canalizar las diferentes manifestaciones de actividades lúdicas (actividades
físicas, ejercicios físicos, deportes o juegos) a través de un filtro que las explique y
clasifique, atendiendo a su lógica interna. La lógica interna distribuye estas
manifestaciones en función de su estructura, dándoles sentido, pertinencia y
terminología, para ser analizadas desde un punto de vista científico. Una vez canalizadas
las actividades, se podrán llevar a cabo en contextos de gestión deportiva, educación
física, entrenamiento o recreación. Cualquiera de estas actividades en los diferentes
contextos tiene su análisis praxiológico. La praxiología a su vez se ve "alumbrada" por el

39
resto de ciencias cercanas al deporte y se sirve de ellas para explicar las características de
las actividades. Anteriormente a la aparición de la praxiología, las demás ciencias
explicaban de modo confuso y aislado algunos parámetros deportivos. Actualmente, la
praxiología identifica y define la esencia de las manifestaciones motrices.

Pero, ¿cómo explica la praxiología las manifestaciones y conductas motrices?

Pierre Parlebas, padre de esta ciencia, buscó una referencia como punto de partida
para sus estudios. El objeto de estudio inicial era la acción motriz y fue el comienzo de
un amplio mapa terminológico. La comprensión de dicho mapa pasa por entender el
origen y las relaciones entre los diferentes términos.

1.3. Objeto de estudio: la acción motriz

La acción motriz se considera como la materia prima fundamental para que la praxiología
pueda explicar la naturaleza de los deportes. En el símil de la "autopista de la
praxiología", se correspondería con los diferentes componentes de los vehículos. No
puede haber un coche sin ruedas, motor o volante. Todo ese conjunto que compone el
coche es el conjunto de acciones motrices a analizar dentro de los diferentes deportes
(vehículos) que pretendamos explicar. El modo de unión de estas piezas, es decir, la
unión lógica de las mismas que da sentido a su configuración, se denominaría lógica
interna.

Si nos montamos en el "vehículo fútbol" y entramos en la "autopista praxiológica",


viajaremos en un deporte cuyas acciones motrices se disponen bajo una lógica interna
definida particularmente para este deporte. La reglamentación, el tiempo, el espacio, etc.
son factores que definen la lógica interna de los deportes y en el caso del fútbol vienen
determinados por acciones motrices específicas (en este caso técnicas) como pueden ser
el tiro, el regate o la conducción.

Si avanzamos por dicha autopista, veremos cuatro destinos o contextos (véase figura
1.1). Si tomamos la salida entrenamiento, el coche sufrirá unas condiciones diferentes a
si tomamos la salida recreación. Por un lado llueve y el camino es más largo, mientras
que por el otro, el camino es soleado y corto. Es decir, los contextos del deporte fútbol
variarán las acciones motrices que se den. Jugar un partido de copa de Europa no
demandará las mismas acciones motrices que un partido con los amigos. En cambio, los
componentes de la lógica interna serán los mismos: seguirá habiendo un campo de fútbol,
dos equipos uno contra otro, etc.

40
41
FIGURA 1.1. "Autopista praxiológica".

Gracias a la praxiología, los coches llegarán a un destino final sin atascos. Como ya se
indicaba antes con el ejemplo del tiro de "Pepe", campo a través también se puede llegar.
El problema está en la posibilidad de que el coche sufra pinchazos, con lo que no se
tendrá en cuenta el análisis de las acciones motrices, solo importará llegar
independientemente del cómo.

1.4. Acción motriz y situación motriz

La acción motriz indica siempre un hecho, una acción. La acción se define como la más
pequeña pero también la más compleja unidad de actividad dirigida por la voluntad. Esta
voluntad requiere una decisión, y la correcta se ha de tomar en determinadas situaciones
motrices.

Las situaciones motrices son aquellas que adquieren sentido por el movimiento, y la
elección de dicha situación para ejecutar determinada acción motriz confiere a la misma
un grado de importancia suficiente para su estudio.

Un ejemplo de situación motriz es el momento exacto del pase hacia un compañero


que está al borde del fuera de juego. Dicha situación motriz es digna de estudiar y
entrenar puesto que se va a repetir muchas veces. De la buena elección de las situaciones
motrices que se deben estudiar y entrenar depende en muchos casos el éxito de los
equipos y la economía de tiempo de los entrenadores con sus jugadores.

Por tanto se puede decir que el hecho de salir al fuera de juego en el Milán de Arrigo
Sacchi dotaba al equipo de una seguridad defensiva muy sólida debida a la gran
coordinación de la línea de 4 en esa determinada situación motriz. En cambio otros
equipos que emplearon menos tiempo en su entrenamiento y la elegían como estrategia
defensiva no fueron tan eficaces, recibiendo goles inocentes. En esta situación motriz, la
coordinación entre defensas debe ser perfecta si no se quiere recibir jugada de gol.

La acción motriz viene referida al qué, quién, dónde, cuándo y cómo de la actuación
en sí, tomando en cuenta los sujetos que realizan la acción, el lugar, el momento, el
objetivo y el contexto con el que toma sentido.

Cada situación motriz contiene a su vez acciones motrices similares o diferentes en


función del espacio y el tiempo.

En la figura 1.2 observamos dos situaciones motrices de un partido de fútbol


correspondientes a una defensa, con la estrategia del fuera de juego mal ejecutada, ante

42
amenaza de pase del jugador n.° 6.

•Componentes de la situación motriz A en defensa:

-Qué: Salida al fuera de juego

-Quién: Los cuatro defensas

-Dónde: Entre la frontal del área y 3/4 de campo

-Cuándo: Momento A

-Cómo: Descoordinados

43
FIGURA 1.2. Situaciones motrices para la salida al fuera de juego (1).

•Componentes de la situación motriz B en defensa:

-Qué: Desequilibrio defensivo

-Quién: El jugador n.° 5

-Dónde: Entre la frontal del área y 3/4 de campo

-Cuándo: Momento B

-Cómo: Tres defensas coordinados y uno que rompe el fuera de juego

Tras este primer análisis podemos observar que en la situación motriz A hay cinco
acciones motrices de desplazamiento (flechas discontinuas). Tres acciones de des
plazamiento son de los defensas que se deciden a salir en el momento que el jugador n.°
6 levanta la cabeza para dar el pase. Esa acción motriz del jugador n°6 al levantar la
cabeza genera en la defensa una interpretación de situación motriz (situación de salida al
fuera de juego) ante la cual han de responder con otra acción motriz de desplazamiento
coordinado hacia delante. El jugador n.° 5 duda y no ejerce acción motriz alguna, con lo
que habilita al jugador n.° 10.

44
El análisis defensivo de una situación motriz puede presentar el siguiente formato:

CUADRO 1.1

Identificación de acciones motrices en una situación motriz

De este modo describimos jugador por jugador sus acciones motrices, el espacio en
que se producen, el objetivo de la acción motriz, el tiempo en que ocurre y el contexto
general de dicha situación motriz. En el objetivo se puede incluir si fue error o acierto y
en el contexto se puede incluso concretar más: aparte del contexto general se puede
introducir el particular del jugador en su zona, es decir, el jugador n.° 5 se encuentra en
la situación A en un 1:1 (uno contra uno) en su zona, debido a su duda en la salida.

Para establecer las áreas del campo en las que se dan las acciones, éste se subdivide
en 12 zonas para ubicar los espacios de acción:

45
FIGURA 1.3. División espacial del campo de fútbol para el análisis.

En amplitud se diferencian:

•Banda izquierda

•Pasillo central

•Banda derecha

En profundidad se diferencian:

•1/4 de campo o área propia

•2/4 de campo

•3/4 de campo

•4/4 de campo o área contraria

46
1.5. La acción motriz y la acción de juego

La acción motriz que se desarrolla en un juego reglado, con el objetivo de conseguir


beneficio en el propio juego, se considera acción de juego. Las acciones de juego, como
acciones motrices que son, se producen dentro de situaciones motrices. Al existir
intencionalidad directa en la obtención de beneficio en el juego, la situación motriz
también será una situación de juego.

Por ejemplo: previamente a un partido, los jugadores efectúan movimientos de


calentamiento para afrontar debidamente la competición. Estos movimientos se con
sideran acciones motrices, pero no tienen una intención directa sobre el juego, la
intención es prepararse para éste.

En cambio, una vez comenzado el partido, intentar arrebatar un balón tiene una
intención directa sobre el juego. La intención es pasar de defensa a ataque. Esa acción
motriz es una acción de juego en una situación de juego.

Obviamente las acciones de juego varían de unos deportes a otros, fundamentalmente


por las situaciones de juego que requieran. Éstas podrán ser más fáciles o difíciles de
resolver por parte de los jugadores. Esa dificultad se centra en decidir qué acción ejecutar
en función de qué situación de juego.

Los mecanismos para resolver esas situaciones de juego fueron organizados en tres
fases por Mahlo, F. (1969): percepción, inteligencia motriz y acción técnica.
Posteriormente Marteniuk (1971) se refería a estas fases como percepción, decisión y
ejecución. El hecho de separar la acción de juego por fases mejora su comprensión pero
han de entenderse como un proceso conjunto y sistémico.

1.5.1. Mecanismo de percepción

La percepción es el contraste entre las sensaciones del exterior y las experiencias previas.
La percepción dota a la sensación de significado mientras que la sensación por sí misma
es sólo sensación.

Las sensaciones se captan a través de los sentidos en forma de estímulos visuales,


táctiles, olfativos, gustativos, auditivos o cinestésicos. Estos últimos son los que informan
sobre la situación del cuerpo y los segmentos corporales en relación con el espacio
circundante; es decir, saber si estamos de pie, sentados o con la mano levantada es una
información cinestésica.

En función de la acción de juego, el mecanismo perceptivo podrá atender a los

47
estímulos presentes, las relaciones espaciales (situación propia en el campo, de los
compañeros, distancias de los jugadores, etc.) y temporales (sucesión de
acontecimientos, la duración de los mismos, el ritmo, etc.).

1.52 Mecanismo de decisión

Una vez que se da la presencia de las percepciones, el sujeto ha de procesar la


información de acuerdo con la situación de juego. Se le plantean diversas opciones
motrices ante una percepción concreta, que ha de resolver. Esa capacidad de elección
viene determinada por la incertidumbre que dicha situación le suponga.

La decisión como tal se expresará a través de un comportamiento motor que intentará


resolver la situación motriz.

Durante el mecanismo de decisión, el jugador tendrá que plantearse qué es lo que va


a hacer, analizando la situación, concibiendo y escogiendo una solución. Por ello es
importante que los jugadores tengan desarrollada la inteligencia de juego median te la
capacidad de establecer estrategias motoras y su puesta en práctica a través de la táctica
individual y colectiva.

1.5.3. Mecanismo de ejecución

Cuando ya se ha establecido mentalmente la solución motriz, ésta se va a dar en forma


de comportamiento motriz. Ese comportamiento es el movimiento o conjunto de
movimientos que el sujeto realiza y que es observable por los demás. La finalidad de
estos movimientos es conseguir resolver la situación de juego en su fase final.

Por tanto, el mecanismo de ejecución proporciona la respuesta motriz de cómo hacer


lo procesado previamente, resolviendo la situación de juego. Para esto es necesario tener
desarrolladas las capacidades físicas (fuerza, resistencia, velocidad, etc.) y habilidades
técnicas (golpeo, regate, entrada, interceptación, etc.).

Los mecanismos de percepción y decisión se asocian a acciones de tipo táctico


mientras que el mecanismo de ejecución se relaciona con las acciones de tipo técnico.

La acción táctica es aquella en la que el jugador percibe una situación y tiene que
elegir entre diferentes recursos técnicos para salvar la oposición del contrario. El modo de
realizarlo y decidir cuál de las posibles opciones puede ser la correcta es cometido
exclusivo del jugador.

La acción técnica es la realización de una acción motriz de acuerdo con unas pautas

48
de eficacia con respecto al objetivo perseguido, que se rige por las leyes de la
biomecánica. Si se desarrolla la acción técnica aislada del juego, sin ningún condicionante
externo que dificulte su ejecución, se estaría perfeccionando esta ejecución para
posteriormente aplicarla al juego. En el caso de deportes individuales, eminentemente
técnicos y donde la incertidumbre es muy baja, la acción táctica no existe o apenas
aparece en juego, por lo que el éxito depende casi exclusivamente del perfeccionamiento
técnico.

Por ejemplo, los gimnastas basan su preparación en asemejar los gestos técnicos al
patrón de eficacia biomecánica, mientras que los futbolistas desarrollan su técnica
aisladamente para poder aplicarla posteriormente al juego.

Uno de los puntos importantes del trabajo del entrenador es la interpretación de estos
mecanismos en sus jugadores en función de las situaciones de juego, para entender la
dinámica de los mismos en cada jugador. Para el análisis de las situaciones de juego
siempre se analiza el proceso entre dos situaciones indicando en la tabla de análisis sólo la
situación motriz inicial. En el cuadro 1.2 se analiza la situación motriz A para la
percepción y la decisión en el ejemplo de la figura 1.4. En cambio la ejecución sólo la
podremos indicar si miramos a la situación B.El momento AB nos indica la transición
entre ambas situaciones. De este modo se ve también si hay coordinación entre lo
decidido y lo ejecutado, ejercicio que se realizará posteriormente. Se puede seguir el
siguiente formato:

49
50
FIGURA 1.4. Situaciones motrices para la salida al fuera de juego (2).

En este caso no se valora si la decisión es correcta o no, ni si es acorde con la


ejecución, sólo se describe lo sucedido en el procesamiento de información de los
jugadores.

En este punto, el entrenador sólo puede observar comportamientos, que es lo que le


podrá dar datos indicativos de las posibles conductas del individuo.

CUADRO 1.2

Análisis de la acción de juego

51
1.5.4. Conducta y comportamiento motriz

Como se venía apuntando, mientras que el comportamiento se identifica como un rasgo


observable y externo, la conducta se entiende como un rasgo interno del individuo y por
tanto no observable.

El comportamiento motriz se define como el conjunto de manifestaciones motrices


observables en un sujeto que actúa. Lo define el observador desde el exterior, que le
confiere un grado de objetividad a la acción según lo observado.

Por ejemplo, si observamos un jugador que tira a puerta y mete gol con la pierna
derecha, observamos objetivamente un gol con la pierna derecha.

La conducta motriz se define como el significado previo del comportamiento motor


que puede resultar acorde o no con la conducta misma.

Por ejemplo, un jugador centra al área, pero el pase se convierte en un tiro a puerta
que es un golazo. Su intención o conducta motriz era centrar, pero su comportamiento
motriz es aparentemente un tiro, lo cual nos puede confundir como observadores, ya que
nunca sabremos si quiso marcar o centrar.

En relación con ambos términos se entiende por tanto que la organización significativa

52
de las acciones y reacciones de una persona que actúa sólo puede ser observada
parcialmente. Se manifiesta exteriormente mediante un comportamiento motor cuyos
datos observables están dotados de un sentido para el observador, pero que puede ser
vivido de forma distinta por la persona que actúa, ya sea conscientemente (quiso tirar) o
inconscientemente (en realidad quiso centrar). De este modo, y debido a que toda
secuencia motriz que se dé resulta en un comportamiento motor, se puede caer en el
error de pensar que todo es conducta motriz. Como se ve, lo que se observa de los
demás son sus comportamientos, mientras que lo que se trata de adivinar es cómo los
demás viven esos comportamientos interiormente, cuáles son sus intenciones, cuáles son
en definitiva sus conductas.

FIGURA 1.5. Diferencia entre conducta y comportamiento.

Para observar si la relación entre conducta y comportamiento es coordinada o no, se


interpretan los momentos entre dos situaciones motrices. De este modo se pueden
identificar errores en el procesamiento de información por parte de los jugadores.

En este caso, el error puede proceder:

53
•De una mala interpretación de la estrategia previamente fijada por el entrenador
respecto al fuera de juego.

•De una descoordinación entre los jugadores a la hora de salir.

•De una falta de atención del jugador n.° 5 al seleccionar el estímulo de salida.

54
FIGURA 1.6. Situaciones motrices para la salida al fuera de juego (3).

1.6. La acción de juego y la lógica interna

El desarrollo de la acción de juego en cualquier actividad deportiva está condicionado a


las características propias de esta actividad, o lo que es lo mismo, a su lógica interna.
Hernández Moreno (1994) determinó que las dimensiones para el análisis comparativo de
los deportes de equipo eran:

•El espacio praxiomotor

•La gestualidad praxiomotriz

•El tiempo praxiomotor

•La comunicación praxiomotriz

•La equilibración praxiomotriz

CUADRO 1.3

55
Análisis de la acción de juego: Correspondencia entre comportamiento y conducta

Estas dimensiones comportan en sí la lógica interna de los deportes de equipo y


vienen completadas a su vez por Sampedro (1999), quien relaciona los conceptos de
acción de juego y lógica interna proponiendo un diseño de investigación que presente los
elementos y capacidades que relacionan al jugador, como actor en la acción de juego,
con el propio juego y los factores que definen su lógica interna.

CUADRO 1.4

Jugador y juego: Acción de juego y lógica interna

El reglamento define un lugar de acción que puede estar en plena naturaleza o ser un
medio artificial más o menos acondicionado (un estadio). Este reglamento establece
modos de interacción precisos como el cuerpo a cuerpo, contacto simple o a distancia, o
con la mediación de un balón, florete u otro instrumento.

56
Por otra parte, el reglamento organiza también las redes de comunicación y
contracomunicación motrices y asocia los jugadores con los roles que desempeñarán en
el terreno de juego, los objetivos y el sistema de puntuación.

En el caso del fútbol, la estructura de comunicación que opone a dos equipos


comprende dos características importantes: la utilización del espacio en profundidad y
amplitud de cara a marcar en la portería contraria y la posibilidad del contacto entre los
jugadores dentro de la legalidad. Estas características determinan la lógica interna de un
deporte colectivo muy alejada de la lógica de otro como el tenis en la modalidad de
dobles, con presencia de red, campos separados e inviolables, falta de contacto entre los
contrarios, duración del partido en función del marcador, etc.

El factor marcador se entiende como componente de la lógica externa que, según


Sampedro (1999), retroalimenta a la lógica interna en su relación con la acción de juego.
Algunos otros factores de lógica externa que, según este autor, inciden en la relación
jugador-juego son:

•El entrenador.

•Los jugadores reservas.

•El árbitro.

•El público.

1.6.1. La lógica interna y la incertidumbre

La incertidumbre es el grado de imprevisión ligado a ciertos elementos de una situación.


Todos los factores de la lógica interna vienen condicionados a su vez por ésta,
determinando por tanto la capacidad de decisión motriz. Según si la incertidumbre
procede del entorno, de la interacción con los demás o de ambos, el análisis de decisión
de los jugadores es más o menos complicado. Obviamente, se entiende que a mayor
grado de incertidumbre, mayor dificultad tendrá el jugador en la toma de decisión.

Parlebas (2001) diferencia tres tipos de incertidumbre:

•Asociada al medio físico:

-La información suministrada por la situación motriz durante la realización de la


tarea es casi nula, con lo que no hay apenas incertidumbre o tiende a desaparecer
(p. ej., gimnasia deportiva).

57
-La información suministrada por la situación motriz es abundante y se asocia a
actividades en plena naturaleza donde se presentan situaciones de incertidumbre
muy marcada (p. ej., windsurfing).

•Asociada a los demás: Todo tipo de deporte en que se den situaciones de


acciónreacción en respuesta a las acciones de los adversarios y compañeros en
medio estable (p. ej., baloncesto).

•Asociada al medio físico y a los demás: Deportes o actividades en los que se presenta
el mayor grado de incertidumbre debido a las acciones del individuo ante estímulos
psicomotores y sociomotores de compañeros, adversarios y entorno físico (p. ej.,
traineras en mar abierto).

Cuando las situaciones psicomotrices no presentan incertidumbre, ni del medio ni de


los demás, se dan conductas en las que la capacidad de elección está prácticamente
excluida. En cambio, en las situaciones motrices con incertidumbre, el individuo que
actúa es quien decide.

Si la referencia viene dada por la incertidumbre procedente de los demás, las formas
de comunicación y contacto y las posibilidades de cambio de roles manifiestan una
amplia variedad de opciones. El hecho de que un jugador disponga de una serie de
automatismos puede enriquecer, en determinadas condiciones, su capacidad de decisión.

1.6.2. La incertidumbre y la inteligencia motriz

En relación con las prácticas motrices, la inteligencia motriz es el factor esencial de


decisión que marca la acción motriz que se debe llevar a cabo en cualquier proceso
motriz. Esta inteligencia motriz se puede desarrollar en dos sentidos:

•Inteligencia psicomotriz

•Inteligencia sociomotriz

Según Parlebas (2001), la inteligencia psicomotriz se relaciona con el individuo que


actúa como único agente capaz de interpretar significados, detectar indicios y elaborar
decisiones en su propia práctica.

Esta inteligencia se pone a prueba de un modo u otro en función de si la práctica se


da o no en un medio doméstico, con la consecuente incertidumbre de grado menor en
caso afirmativo, ya que se limita a la reproducción de un estereotipo motor (p. ej.,
Patinaje artístico). Aquella práctica que se realiza en un medio salvaje atenderá a un
componente de gran incertidumbre y por tanto el individuo tendrá que descubrir indicios

58
en su entorno físico que le lleven a actuar de una forma u otra, según sus convicciones
subjetivas (p. ej., slaloms en esquí).

En el caso de la inteligencia sociomotriz, la principal característica es la utilización de


las capacidades cognitivas para la descodificación de las diferentes interacciones entre los
individuos. De este modo, el sujeto ha de ser capaz de adivinar las intenciones de sus
compañeros y adversarios a través de los comportamientos que observa en ellos y que
anuncian su acción inmediata. En este tipo de interacción en que domina la
incertidumbre, el factor decisión se vuelve extremadamente importante y complejo (p.
ej., fútbol).

1.7. Relación entre el acto motor y la acción de juego

En cuanto a las relaciones entre estos dos conceptos, su procedencia está en el esquema
de comportamiento de Tolman, en Ruiz Pérez y cols. (1999) (figura 1.7): la estimulación
viene del medio, productor de estímulos de un organismo. Este organismo, de acuerdo
con una serie de unidades específicas de procesamiento, elabora una respuesta que
ejecuta. Una vez que la ejecución de la respuesta se expone al medio, regresa al
organismo como una nueva unidad de información a modo de feedback o información de
resultados.

59
FIGURA 1.7. Esquema del comportamiento de Toman (tomado de Ruiz Pérez y cols.,
1999).

En el momento de procesar la información interactúan diferentes parámetros como


son:

•Atención. La capacidad para seleccionar estímulos dentro de un conjunto de


estímulos.

•Sensación. Es la recepción de estímulos sin transferencia de significado.

•Percepción. Es la transformación de sensaciones en percepciones porque se otorga


significado a los estímulos.

•Memoria. Se contrasta con la memoria si hay experiencias previas que faciliten la


interpretación del medio.

•Programación. Una vez que se tiene una solución mental, se establece una
programación de procedimientos para llevar a cabo.

•Emoción. Los estados de ánimo pueden alterar el desarrollo del proceso acelerándolo
(p. ej., motivación) o inhibiéndolo (p. ej., ansiedad).

Una vez desarrollada la programación y si el estado de ánimo no limita la ejecución de


la respuesta, se produce una salida respuesta que de forma cíclica volverá en forma de
feedback como experiencia para dar lugar a una nueva entrada.

En este sentido, las fases en el desarrollo de cualquier actividad motriz, como puede
ser la acción de juego, responden a este esquema de comportamiento. En el caso de
Mahlo (1969), en cualquier acción de juego se sintetizan tres mecanismos consecuentes,
previo contraste con la memoria: la percepción, la inteligencia motriz y la acción técnica.
Como se observa en la figura 1.8, el resultado de la acción técnica genera una
retroalimentación o feedback que descarga nuevas experiencias vividas en la memoria
para futuras acciones.

60
FIGURA 1.8. Fases de la acción de juego según Mahlo (1969).

Estas fases son interpretadas posteriormente bajo otros términos por Marteniuk
(1971), quien equipara la inteligencia motriz con la decisión, y la acción técnica con la
ejecución. A la hora de relacionar el esquema de comportamiento con los mecanismos de
realización de las acciones motrices, es donde se establece la relación entre acto motor y
acción de juego, dando lugar al esquema del comportamiento de la acción motriz en el
deporte e identificándose las fases de la acción de juego con sus procesos
correspondientes de comportamiento (figura 1.9).

Por otro lado y en consonancia con los objetivos del libro, el acto motor y la acción
de juego se constituyen como las acciones parciales de lo que se considera técnica y
táctica en relación con la intención de juego. Así, se pueden simplificar las partes de la
acción de juego en función de la intencionalidad, ya sea técnica o táctica.

De forma que, según el esquema de comportamiento o las fases de la acción de juego


respectivamente, se identifican los procesos de entrada o percepción junto con los de
procesamiento o inteligencia motriz como acciones de intencionalidad táctica, y la salida
o acción técnica obviamente como acciones de intencionalidad técnica (figura 1.10).

61
FIGURA 1.9. Relación entre acto motor y acción de juego.

Por consiguiente, en las fases que se dan en la acción de juego de intencionalidad


táctica se requiere una percepción y decisión casi simultánea para dar lugar a una
intencionalidad técnica meramente ejecutiva que se ha de simultanear a su vez con la
táctica para conseguir una intención común y sistémica, la intención de juego.

1.8. Resumen conceptual de la praxiología motriz

Como se puede observar en la figura 1.11, la red conceptual que parte de la praxiología
es compleja de entender inicialmente, pero estableciendo y observando gráficamente las
relaciones su comprensión puede ser más sencilla. La finalidad es comprender que los

62
conceptos ya desarrollados se relacionan entre ellos para dar aun más sentido y
pertinencia a un todo, y ese todo es la praxiología motriz.

FIGURA 1.10. Intencionalidades técnica y táctica en la acción de juego. Intención de


juego.

El concepto central es el de acción, el cual presenta diversas relaciones:

•La acción en relación con la motricidad, bajo un código motriz, es acción motriz,
objeto de estudio de la praxiología.

63
•La acción en relación con los componentes básicos del juego es acción de juego.

Uno de los componentes de la acción de juego es la estrategia, de carácter externo al


juego, cuyo desarrollo corresponde al docente o al entrenador. En el rol de jugador y
según la intencionalidad de su acción, se define como acción táctica si la asociación es
con el mecanismo de percepción y decisión o como acción técnica si lo es con el
mecanismo de ejecución. El mecanismo de decisión de la acción táctica comporta a su
vez el concepto de pensamiento táctico o inteligencia motriz. Esta acción se puede dar en
diversos contextos: educación física, actividades físicas, ejercicios físicos o en el que es
el objetivo de nuestro estudio, el deporte. Todo deporte posee una lógica interna que
define su incertidumbre. El grado de incertidumbre asociado al deporte define un tipo de
inteligencia para ese deporte, bien sociomotriz, bien psicomotriz. Cada tipo de inteligencia
viene definido por un tipo de pensamiento más relacionado con lo táctico o con los
patrones motores. El primero está más asociado a deportes colectivos mientras que el
segundo a deportes individuales.

64
FIGURA 1.11. Mapa conceptual de la praxiología motriz.

Cualquiera de los pensamientos, psicomotriz o sociomotriz, sólo se pueden advertir


mediante los comportamientos observables. Si bien el pensamiento táctico comprende un
componente de conducta por su necesidad de decisión, el pensamiento psicomotor tiende
a asemejar lo más posible sus acciones motrices a patrones motores y neuromusculares,
donde la toma de decisión es menos frecuente.

65
Por otro lado, la inteligencia en el sentido emocional corresponde a ámbitos de la
conducta tales como la personalidad, la creatividad y el talento.

1.9. Preguntas de autoevaluación

1.¿Cuál es el objeto de estudio de la praxiología? Razónalo.

2.Partiendo del término "acción", conceptualiza, relaciona y ordena los términos


"decisión", "motricidad" y "acción táctica".

3.Relaciona el esquema comportamental de Tolman (acción motriz) con los mecanismos


de acción definidos por Mateniuk.

4.Explica la diferencia entre conducta y comportamiento motriz.

5.En relación con la acción de juego, ¿a qué términos podríamos asociar conducta y
comportamiento respectivamente?

6.Asocia los conceptos de lógica interna e incertidumbre, en relación con los deportes,
según sean socio o psicomotrices.

7.¿En qué afecta el grado de incertidumbre de una práctica deportiva al tipo de


inteligencia motriz requerida para dicha práctica?

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lñaki Beni resume en este capítulo, de manera sencilla y concreta, las
características del proceso perceptivo de los jugadores de fútbol. Éste es el
punto de partida básico que todo técnico, no sólo del fútbol sino de cualquier
otro deporte, debe tener para afrontar de manera exitosa la integración del
entrenamiento perceptivo en el proceso general de entrenamiento del futbolista
profesional.

Felicito al autor por el trabajo realizado en este libro y le animo a que siga
profundizando en el tema en un futuro, aportando más información,
investigación y conocimiento sobre el mundo de la percepción visual y su
entrenamiento.

Manuel Sillero Diplomado en óptica y Optometría Profesor del Inef de Madrid


Experto en Salud Visual y Deporte

Cada persona está constantemente sometida a un bombardeo de estímulos que


le llegan por diferentes vías. Sin embargo, cada uno interpreta de diferente
manera esas sensaciones que le rodean.

La capacidad de percibir lo que sucede a nuestro alrededor es un factor


fundamental para alcanzar el éxito deportivo. Por ello, resulta de vital
importancia conocer lo mejor posible el funcionamiento y los elementos que
determinan dicho proceso tan complejo. De esta forma, se podrá tratar de
mejorar el mecanismo de percepción del deportista y con ello su nivel de
rendimiento.

Sin lugar a dudas, el autor nos explica en profundidad y de forma clara todo
aquello que rodea al proceso de percepción a lo largo del siguiente capítulo.

Pablo J.Borrás Entrenador categorías inferiores del MMT Estudiantes de


Baloncesto

En el primer capítulo, se desarrolló inicialmente el concepto de acción motriz y, en su


aplicación al juego, se identificó como acción de juego. Los mecanismos que componen
esta acción de juego, de percepción, decisión y ejecución, se exponen en los próximos
capítulos en un análisis pormenorizado.

80
La percepción es la protagonista inicial de la acción de juego. En cualquier
competición o práctica deportiva van a suceder numerosos estímulos que nuestros
diferentes sistemas perceptivos pueden captar. Estos estímulos, denominados
sensaciones, están en el ambiente en forma de luz, sonido, sabor, etc. La misión de
nuestros sentidos, en primer lugar, es la de captar esa información sensorial para luego
percibirla.

Percibir es identificar e interpretar cambios en formas de energía que están en nuestro


entorno. La percepción es una traducción de las sensaciones que nos rodean, una
interpretación del ambiente. En este sentido, la sensación de frío a 5° C en un equipo
ruso y un equipo brasileño va a ser la misma, pero en función de sus adaptaciones
climatológicas, su forma de percibir esos 5° C es muy distinta, pues su interpretación de
los estímulos sensoriales serán de frío en el caso de los brasileños y de temperatura
agradable para jugar al fútbol en el caso de los rusos.

En el caso del deporte, estos cambios en el ambiente son percibidos en un espacio y


en un tiempo concretos por los deportistas, quienes necesitan interpretar correctamente
sus estímulos y coordinarlos exitosamente con el sistema neuromotor.

Por ejemplo, en el proceso perceptivo, un portero de fútbol que salta para atrapar un
balón lateral tiene que interpretar la luz que se refleja en el balón y que registra su retina
para organizar y coordinar el movimiento de sus manos con el balón y con su salto. Para
coordinar estos gestos con el balón necesita información espaciotemporal del balón, es
decir, cuándo y dónde está el balón en todo momento.

Esta información espacio-temporal se debe obtener lo más rápido posible para que las
partes implicadas del aparato locomotor en el gesto general (músculos y articulaciones de
piernas, brazos y tronco) se coordinen con la llegada del balón.

Por otro lado, esta percepción visual ayuda al mantenimiento del equilibrio y control
postural del gesto (sistema cinestésico) necesario para saltar y atrapar el balón.

Además, el sistema perceptivo visual permite a los jugadores expertos reconocer la


disposición de los adversarios en el terreno, enlazar con la siguiente jugada e iniciar un
contraataque. Por tanto, la acción inicial de atrapar el balón va a tener finalmente un
sentido táctico al ser incorporado a una jugada del partido. En este caso, el sistema
perceptivo visual se constituye en un componente de anticipación perceptiva asociado a
la experiencia.

En relación con la anticipación, si por ejemplo introducimos en un campo de fútbol a


un jugador inexperto y a otro experto, tendrán las mismas sensaciones ante las diferentes
jugadas que se vayan sucediendo, pero su interpretación, y por tanto, su percepción de

81
las mismas será muy distinta. La coordinación entre lo interpretado en el ambiente y la
activación neuromotora será anticipada en el experto, con el correspondiente éxito táctico
en las diferentes jugadas, mientras que el jugador inexperto tendrá dificultad en
interpretar sus sensaciones (percibir), con lo que tardará más tiempo en resolver las
jugadas.

2.1. ¿Es exclusivo el sistema perceptivo-visual en los deportes?

Si se responde afirmativamente a esta cuestión se caería en un grave error, pero sí se


puede asegurar que en el proceso motriz de los deportes es el más utilizado. Las
sensaciones percibidas por otros sistemas perceptivos, como el auditivo, también son
importantes, pero la dependencia del sistema visual en el uso deportivo es mayor que de
cualquiera de los demás.

Por ejemplo, si en un hipotético partido de fútbol se eliminan los sonidos procedentes


de compañeros, adversarios, árbitro, etc., el flujo informativo por la vía auditiva se
perdería y muchas jugadas serían poco eficaces en su resolución, pero aún así se podrían
realizar. En cambio, si se elimina la luz del estadio, el partido no se puede continuar. En
el caso extremo del fútbol para ciegos, el estímulo visual se elimina y se juega
aumentando y haciendo exclusiva la percepción auditiva. La cuestión es que la lógica
interna del juego cambia, puesto que la coordinación espacio-temporal entre el aparato
locomotor de los jugadores y el balón será diferente.

Por tanto, el sistema visual engloba la mayor parte de los estímulos atribuidos al
deporte y, en muchos casos, el término percepción se designa como visión deportiva.

2.2. Visión deportiva: bases fisiológicas

El sistema visual se compone de diferentes partes que transforman los estímulos


luminosos procedentes del entorno en imágenes. El cerebro procesa los captados por
ambos ojos a través de un sistema complejo de tejidos nerviosos que convierte estos
estímulos, como el reflejo de la luz en los objetos del entorno, en información gráfica
para elaborar una decisión.

La figura 2.1 muestra una vista lateral del proceso de transformación de la luz en
imágenes. El sujeto está observando una portería de frente. La luz que entra en el ojo es
el reflejo de la luz del sol en la portería. La luz entra a través de la pupila, que es un
orificio en el iris. La pupila se abre o se cierra en función de la cantidad de luz que exista,
dilatándose o cerrándose con poca o mucha luz respectivamente. Otro elemento, la lente,
es ajustable, pero la córnea, que es la superficie externa transparente del ojo, no se
ajusta. La córnea inicialmente y la lente al final invierten la luz que entra por la pupila, la

82
cual va a dar a la fóvea, que es un área de la retina que está en la parte de atrás del ojo,
responsable de la agudeza visual. Se observa cómo la imagen de la portería está invertida
en la fóvea.

La retina convierte la luz en energía que activa la vía neural. En la retina se alinean
dos tipos de receptores, los conos y los bastones. Los primeros se localizan en la fóvea y
detectan la luz, el color y enfocan los objetos. Los bastones se localizan en su mayoría
en la periferia de la retina y detectan la luz de baja intensidad y el movimiento. Si se
quiere ver la portería con agudeza, la línea de la mirada (véase figura 2.2) debe alinearse
con la fóvea, ya que al ser muy pequeña el área que ocupa en la retina, el ángulo de
incidencia de la luz sobre la fóvea es muy reducido. De este modo, muchas veces se
debe ajustar la mirada para poder enfocar los objetos.

FIGURA 2.1. Visión lateral del proceso de transformación de la luz en imágenes.

En la figura 2.2 se muestra una vista superior del sistema visual. La portería está
dentro del campo visual, el cual se define como la cantidad total de luz que estimula los
ojos en cualquier momento. La línea de la mirada que se origina en cada ojo confluye en
un punto por delante. Esta línea se define como la posición absoluta de los ojos en el
espacio, dependiendo de la posición de los ojos en sus órbitas y de la posición espacial de
la cabeza.

Para dirigir la línea de la mirada hacia un punto determinado, se requiere del control

83
visual. Éste se define como la capacidad de dirigir la mirada a objetos o sucesos en
secuencias de tiempo reales con el fin de percibir, decidir y ejecutar.

Como se observa en la figura 2.2, la información lumínica de los campos visuales


derecho e izquierdo es enfocada por las fóveas derecha e izquierda y transformada por
las respectivas retinas en energía que pasa a la vía neural a través del nervio óptico.
Ambas informaciones se entrelazan en el quiasma óptico, con lo que en el tracto óptico
derecho habrá información de la parte interior del ojo izquierdo y de la parte exterior del
ojo derecho. En el tracto óptico derecho será al revés. La información pasa por el núcleo
geniculado lateral y llega a través de las radiaciones ópticas al córtex visual primario o
región occipital. Cada lado del córtex visual recibe una información diferente. La parte
derecha, por ejemplo, recibe una imagen inversa de la portería, faltándole información de
la parte exterior del ojo izquierdo y de la parte interior del derecho. En el lado izquierdo
pasa lo contrario.

El cerebro posteriormente asocia ambas informaciones para recibir y procesar una


imagen binocular, es decir, fusionada de los dos lados.

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FIGURA 2.2. Vista superior del proceso de transformación de la luz en imágenes.

2.3. Visión deportiva: determinantes perceptivos

En el apartado anterior se explica el proceso perceptivo desde un punto de vista


anatómico-fisiológico. Según Vickers (2007), estas estructuras anatómico-funcionales
dependen a su vez de diferentes características relacionadas con:

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•El ambiente

•La tarea

•El individuo

•El sistema visual

Estos factores van a determinar el procesamiento de la información procedente del


exterior.

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FIGURA 2.3, Determinantes perceptivos de la visión deportiva.

2.3.1. Determinantes perceptivos relacionados con el ambiente

El ambiente se relaciona con aspectos externos al individuo. Si el individuo se adapta al


entorno, la eficacia en la tarea deportiva tiende a ser óptima. Esta adaptación depende de
la capacidad del individuo para soportar las características que definen el entorno de la

87
práctica deportiva en su sentido físico, tales como:

•La gravedad

•La temperatura

•La luz

La importancia del estudio perceptivo en función del ambiente parte de la necesidad


de investigar in situ las prácticas deportivas. El hecho es que la naturaleza ambiental
confiere realismo a la investigación deportiva, ya que muchos trabajos científicos, en su
intento por controlar el método, aíslan el deporte de su entorno físico, por lo que pueden
llegar a conclusiones controladas, pero no realistas.

En este sentido, existen dos vías de aproximación a la realidad deportiva desde el


punto de vista científico:

•La estrategia de búsqueda visual (Williams y cols., 1999)

•La visión en acción (Vickers, 2007)

A) Estrategia de búsqueda visual

La ventaja de este método es que enseña el mismo estímulo a los individuos por
medio de grabaciones de vídeo proyectadas en una pantalla.

La limitación principal estriba en que la mitad del proceso de la acción de juego no se


registra, ya que la ejecución se limita a respuestas motoras como mover una palanca
asociada a un software o presionar un botón.

Por tanto, este método, si bien trata de acercarse inicialmente a la realidad deportiva,
sólo explica en parte la relación entre el control visual y el comportamiento motor en
dicha realidad.

B) Visión en acción

Como respuesta a la falta de realidad reflejada en el estudio deportivo del método


anterior, se diseña "la visión en acción". Con este método se registra la visión de los
deportistas mientras juegan en contextos similares a los que se dan en la competición
real.

Este modo de registro recoge la relación visión-comportamiento motor a la vez, con lo

88
que se obtienen con mayor objetividad las características que confieren éxito o fracaso a
la ya citada relación.

2.32 Determinantes perceptivos relacionados con el individuo

Previamente se exponían características sobre la organización y procesamiento de la


información del sistema visual, que son comunes a todos los individuos.

En cambio hay factores que diferencian a unos individuos de otros a la hora de


valorar su eficacia perceptiva, independientemente de su sistema visual, como son
(Williams, 1993):

•El peso corporal

•La altura

•El biotipo

•El estado de maduración

•El nivel de habilidad:

-Profesional/Experto

-Amateur/No experto

En este último factor, la principal diferencia entre unos y otros es que, manteniendo
condiciones similares de tarea y en posesión de las características biotípicas y fisiológicas
necesarias para competir a un determinado nivel, los deportistas expertos destacan sobre
los no expertos. Una de las diferencias principales en cuanto al nivel de habilidad entre
los diferentes deportistas reside en la capacidad de anticipación que manifiestan en la
competición y que desarrollan en el entrenamiento.

A) La anticipación perceptiva y reactiva

En toda acción se toman medidas previas para intervenir eficazmente en el momento


y lugar más oportunos (p. ej., la salida de los centrales al fuera de juego ante el estímulo
de posible pase del contrario) o también, el hecho de frenar una primera reacción a favor
de una acto más conveniente que se hará inmediatamente después (p. ej., finta de
recepción previa de un jugador para recibir un balón).

Por ejemplo, en el ámbito del balonmano se asume que el comportamiento eficaz del

89
portero debe pasar, ineludiblemente, por anticiparse al momento de lanzamiento, ya que
retrasar la respuesta hasta que el jugador haya perdido el contacto con el balón implicará
disponer de muy poco tiempo para poder detener ese balón.

En este sentido, la capacidad de anticipación se entiende como una previsión de


indicios que se van a dar en la acción de juego, y que permite recibir información con el
tiempo suficiente, a partir de sucesos parciales. Esta información le permite al individuo,
capaz de anticipar, comprender la totalidad de la acción antes que los demás, y por tanto
lograr una capacidad de respuesta que provoque el éxito en el final de la acción motriz.

En los deportes con poca incertidumbre, que se limitan a la reproducción de


estereotipos motores, la anticipación se basa en la realización de anticipaciones
programadas con anterioridad.

En cambio, en los deportes de alta incertidumbre, como es el caso del fútbol, la


anticipación se refiere a procesos de percepción y movimiento, apoyándose en
fenómenos cognitivos de percepción y decisión en el propio juego, es decir, fenómenos
tácticos. La manifestación de estas anticipaciones se realiza mediante comportamientos
motores que se producen antes de sucesos que tendrán lugar más tarde. Por ejemplo, en
el fútbol un caso claro es el juego sin balón, en el cual se aprecia el verdadero valor
anticipatorio del jugador y su capacidad para aportar soluciones al juego directo sin
balón.

Por tanto, la habilidad del jugador a la hora de utilizar los indicadores posturales del
contrario para adivinar su intención es realmente importante en los deportes en los que la
velocidad del elemento móvil es alta y las decisiones han de tomarse antes que la propia
acción.

En este sentido, los análisis con cámaras de alta velocidad indican que los jugadores
que sólo reaccionan al movimiento del balón, como respuesta para anticipar su destino
final, es poco probable que tengan éxito. De este modo, se puede decir que el jugador
experto se anticipa si sabe seleccionar adecuadamente los estímulos, para procesar a
posteriori la información en la toma de decisión.

B) La anticipación y su relación con el proceso de toma de decisión

Cuando estudiamos el grado de anticipación de unos individuos en relación con otros,


habitualmente se comparan deportistas expertos con no expertos. Los aspectos que se
suelen observan son datos sensoriales de tiempo de reacción, agudeza visual, percepción
de profundidad, visión en color y campo visual. Son varias las corrientes que han
estudiado estos aspectos del comportamiento:

90
1.Desde la psicología cognitiva se indica que la anticipación y la toma de decisión
reside en las estructuras del conocimiento que están en la memoria. Se sugiere
desde esta corriente que los expertos poseen un conocimiento específico de la tarea
más desarrollado que los no expertos.

2.Desde el punto de vista del comportamiento motor se afirma que los expertos:

a)Reconocen patrones específicos del juego más rápido que los no expertos, por lo
que anticipan más y mejor.

b)Son capaces de localizar y seleccionar la información visual relevante, detectando


y localizando objetos como el balón, y eliminando distracciones dentro del campo
visual más rápidamente que los no expertos. De este modo reducen el tiempo de
respuesta.

c)Utilizan información disponible del contexto de juego, previa a las jugadas, que
facilitan su anticipación.

d)Deciden mejor que los no expertos debido más al conocimiento del rendimiento
deportivo en el deporte que al producto de la experiencia.

Por tanto, desde ambos puntos de vista se establecen diferencias en la naturaleza del
conocimiento de modo que se rinde más si se utilizan sistemas cognitivos más eficaces
como son los de los expertos.

C) La anticipación y el tiempo de reacción visual

Elferink-Gemser y cols. (2004) consideran este aspecto como clave para el rendimiento.
Se define como tiempo de reacción visual la velocidad con la que el individuo reacciona a
un determinado estímulo lumínico. Esta habilidad presenta dos componentes:

•Visual o tiempo que tarda el sistema visual en distinguir el estímulo.

•Motor o tiempo que tarda en responder el sistema motriz tras la recepción del
estímulo por parte del sistema visual.

Este concepto se encuentra íntimamente ligado al de anticipación ya que, lógicamente,


una vez conseguida una buena anticipación el tiempo de reacción al estímulo, bien se
anticipa o bien se acorta al propio estímulo.

La velocidad del balón determinará el intervalo de tiempo del que dispone un jugador
para interceptar el balón, de tal manera que si ese intervalo temporal es excesivamente

91
reducido, el deportista deberá iniciar su movimiento antes de la salida del balón,
anticipándose a ésta. Así, cuando un portero pretende detener un lanzamiento tendrá que
considerar el tiempo de reacción al estímulo y el tiempo de movimiento para realizar su
respuesta. Si la suma de estos dos valores supera el tiempo de vuelo del balón,
inevitablemente deberá anticiparse para interceptar el mismo.

2.3.3. Determinantes perceptivos relacionados con la tarea

Cuando se diseña o realiza una tarea específica, son varios los interrogantes perceptivos
que se establecen a partir de la tarea en cuestión:

•¿Cuál es el objetivo perceptivo de la tarea?

•¿Qué reglas condicionan la tarea?

•¿Cuales son los materiales o implementos necesarios para la tarea?

A) Objetivo de la tarea

En primer lugar, el objetivo de cada deporte determina el modo de percibir para lograr
éxito en su rendimiento. Son tres los tipos de tareas en función del objetivo perceptivo:

1.De precisión. En este tipo de práctica se dirige la mirada a una localización


determinada:

a)A un objetivo determinado en el espacio (p. ej., apuntar a la escuadra en un libre


directo).

b)A un objetivo abstracto en el espacio (p. ej., colocar el balón en el segundo palo
ante la salida del portero).

c)A objetivos en movimiento en el espacio (p. ej., un pase a un compañero que se


está desmarcando).

2.De precisión alterna. En este caso, la dirección de la mirada se orienta a un objeto


que se acerca al sujeto que percibe. La dirección del objeto puede ser:

a)Previsible sin cambios de dirección (p. ej., un saque de banda).

b)No previsible con posibles cambios de dirección (p. ej., el portero ante un tiro con
jugadores entre el balón y su posición).

92
3.Tácticas. En las formas de práctica global, la mirada se dirige hacia objetos en
movimiento que nos revelan posibles acciones y objetivos para llevar a cabo:

a)La mirada busca objetos antes que localizaciones, es decir, constantemente tiene
referencia del balón y luego del espacio.

b)La mirada busca los jugadores compañeros y adversarios para determinar su


programa ofensivo o defensivo.

B) Reglas de la tarea

Las reglas de cada deporte determinan un tipo u otro de percepción. De este modo,
según las reglas de cada deporte, se establecen unos objetivos u otros. En el fútbol el
objetivo principal es marcar más goles en la portería contraria que el equipo rival, el cual
está en interacción con el equipo propio. Por tanto, esta interacción hace que,
perceptivamente, el fútbol tenga un componente táctico que en otra disciplina, como por
ejemplo el tiro al plato, no se va a producir. En el tiro al plato, la reglamentación
determina tareas de puntería desde el punto de vista perceptivo, sin objetivos tácticos, ya
que no hay interacción entre los tiradores en el espacio. Esta disposición viene
concretada por la reglamentación.

C) Material o implementos necesarios para la práctica

Los implementos utilizados en determinados deportes se tienen que mantener en el


estudio perceptivo de estos deportes, ya que sin ellos, la investigación de la práctica
deportiva no tendría sentido y no sería real.

En el fútbol, las investigaciones en el calzado no generan grandes diferencias a la hora


de percibir el balón visualmente, pero sí lo hace en la percepción cinestésica o en la táctil.

En otros deportes como el ciclismo, la bicicleta es esencial en el estudio de las tareas


perceptivas. Por ejemplo, para desarrollar la aerodinámica del binomio ciclista-bicicleta
en una contrarreloj, es necesario prestar atención al campo visual óptimo del ciclista en
favor de la aerodinámica. Así, se debe conseguir de la nueva posición un rendimiento
máximo en conducción y rodaje, sin perder eficacia en la visión de las curvas de la
carretera a alta velocidad.

2.3.4. Determinantes perceptivos relacionados con el sistema visual

Son varios los aspectos que se deben contemplar en el sistema visual que pueden
condicionar la percepción de las imágenes provenientes del exterior. Se destacan y

93
explican a continuación:

•La motilidad ocular

•El sistema focal o área retiniana de la fóvea

•La relación ojos-cabeza

•El reflejo vestibular ocular

•El ángulo visual

•La percepción de profundidad

A) Motilidad ocular y control visual

Durante el desarrollo de un partido de fútbol, los ojos no se mantienen fijos. La


mirada no se estabiliza en ciertos objetos durante mucho tiempo y busca referencias
rápidamente ante determinadas acciones.

1. Referencias dentro del campo visual

Si, por ejemplo, somos un defensa que observa desde atrás cómo nuestro
delantero se dirige hacia el portero para meter gol, se produce un seguimiento ocular
en el que la mirada y el campo visual permiten que se dé el tiempo suficiente para
estabilizar la mirada en el delantero. Este fenómeno de estabilización de la mirada se
denomina fijación ocular. Esta fijación ocurre cuando el objeto se encuentra dentro
del ángulo reflectado en la fóvea (3°) durante más de 100 milisegundos, por lo que
el cerebro lo puede procesar.

Para iniciar un movimiento (acción-reacción), como levantar los brazos si es gol,


el umbral de tiempo requerido será de 180 milisegundos.

2. Referencias fuera del campo visual

Cuando un jugador de medio campo va a recibir de espaldas al defensa y sale a


por el balón, ha de mirar rápidamente atrás antes de recibir el balón para tener
información de por dónde viene el defensa. En este caso el jugador pierde la
referencia del balón para, rápidamente, buscar al defensa, y de nuevo al balón.
Estos movimientos rápidos tanto del ojo como de la cabeza tratan de conseguir
fijaciones oculares para poder producir información. Según Williams y otros (1993),
en un segundo se pueden producir aproximadamente 3 cambios de referencia

94
(movimiento de ojo y cabeza) con un "tiempo intercambio" de 60 a 100
milisegundos.

Durante estos cambios de referencia no se procesa la información, se mantiene


la fijada previamente al cambio de referencia.

Por tanto, si un jugador está en el proceso de recibir el balón, ha de fijar la


imagen del balón que se aproxima junto con su distancia. Esa información
permanece hasta la siguiente fijación, que será en el defensa acercándose. Entre el
cambio de referencia de la fijación en el balón y en el defensa se puede producir
otro tipo de suceso, como que aparezca un compañero que busca apoyar la salida
del balón. Este nuevo jugador no es procesado por el sistema visual, a pesar de
estar dentro del campo visual, ya que la información entre cambios de referencia no
se procesa.

En la figura 2.4 se puede observar cómo el jugador más alejado, al cual se dirige el
balón, ha fijado éste y se dispone a hacer un cambio de referencia visual para fijar el
jugador blanco del equipo contrario que intenta anticiparse. Entre estas dos fijaciones, la
información de otros jugadores compañeros o adversarios, como el más cercano en la
figura, aún no es procesada. Para que esta información se procese tendría que hacer una
nueva fijación.

95
FIGURA 2.4. Referencias visuales en la acción de juego.

B) Área retiniana de la fóvea y el sistema no focal (retina periférica)

Como ya se explicó, la fóvea se encargaba de enfocar la imagen proveniente de los


objetos, mientras que la retina se encargaba de registrar el movimiento, de la detección
rápida de la información y de la percepción en condiciones de luz de baja intensidad.

Este sistema retiniano que no comprende la fóvea se denomina sistema no focal, y es


básico para detectar cambios de dirección en los objetos que se salen de nuestras
fijaciones oculares. Lo que habitualmente llamamos "ver por el rabillo del ojo" no es más
que una adaptación del sistema no focal que activa reacciones motoras antes de que se
produzca un nuevo cambio de referencia para fijar.

En el caso de un portero que recibe un tiro a puerta desviado sin querer por un
defensa, que cambia su trayectoria, el balón sale del área focal (fóvea) para reflejarse en
el área retiniana no focal. El balón está tan cerca para el portero que no tiene tiempo de
fijarlo nuevamente, pero sí se produce una reacción de su mano que detiene el balón,

96
aunque sin blocarlo. Esto es debido a que la información del sistema no focal percibe
aproximadamente la situación del balón para detenerlo, pero no tiene la exactitud en la
acción que permitiría blocarlo.

El problema del sistema no focal es que sólo es útil para movimientos rápidos de las
extremidades y no para movimientos lentos o aprendizajes motores nuevos.

La sensibilidad al contraste, o habilidad para discriminar detalles u objetos dentro del


campo visual, y la visión del color, o habilidad para reconocer colores dentro de dicho
campo, dependen de la cantidad de luz que entra por la córnea y se refleja en la retina.

C) Relación ojos-cabeza

Cuando un defensa va a dejar salir el balón por la línea de fondo y aparece otro
jugador contrario, el portero le avisa: ¡Cuidado! En ese momento el defensa busca al otro
jugador desesperadamente con la mirada. Esta búsqueda de la mirada comienza por un
movimiento de los ojos previo al de la cabeza. Los ojos tratan de identificar el objetivo
que se debe enfocar y la cabeza tarda más, puesto que es mayor y tiene diferente inercia
al girar.

Estos movimientos de ojos y cabeza suelen ser suaves, procesando la información


dentro de los 100 milisegundos necesarios.

D) Reflejo vestibular ocular

Un jugador va corriendo con el balón mientras observa el movimiento de desmarque


de un compañero. Sus ojos siguen el movimiento del compañero mientras la cabeza se
dirige hacia el lado opuesto. Esa posibilidad de independencia del movimiento de la
cabeza respecto a los ojos es posible gracias al reflejo vestibular ocular.

E) Ángulo visual

Es el reflejo del ángulo proyectado del objeto sobre la retina. Cuanto más lejos esté el
objeto, menor ángulo de proyección se producirá sobre la retina, por lo que la imagen se
verá más nítidamente al entrar en el área focal o área de la fóvea.

En cambio, si el objeto está muy cerca, el ángulo de proyección será mayor, por lo
que parte del objeto proyectado quedará fuera del área focal y se verá con menor nitidez.
La nitidez con la que se ven los objetos viene definida por el concepto de agudeza visual,
que puede ser estática o dinámica:

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•La agudeza visual estática es la nitidez con la que se ven diferentes objetos a
diferentes distancias en estático. Está asociada al ángulo visual.

•La agudeza visual dinámica es la nitidez con la que se perciben los objetos en
movimiento a diferentes distancias. Obviamente depende también del ángulo visual.

FIGURA 2.5. Ángulo de proyección de los objetos sobre la retina.

F) Percepción de profundidad

Como se explicó con anterioridad, la información lumínica llega al córtex visual


primario (V1) por la vía derecha y por la vía izquierda. Ambas imágenes son diferentes,
pero el cerebro las fusiona en una sola que es la que se percibe. Las diferencias entre las
dos imágenes procedentes de las dos vías son las que confieren a la imagen final sentido
de profundidad, con tres dimensiones.

2.3.5. Zonas de procesamiento cerebral

En el cerebro se diferencian diferentes partes o lóbulos con funciones diferentes para la


distribución de la información.

98
FIGURA 2.6. Vías de procesamiento cerebral.

•Lóbulo occipital. En éste se diferencian a su vez varias zonas:

-V1. Es el distribuidor de las imágenes procedentes del núcleo geniculado lateral al


resto de áreas corticales. En V1 las neuronas reconocen estímulos de
movimiento, sentido de la orientación, color, contrastes, formas y dominancia
ocular.

-V1-V2. Entre estas zonas se detectan las formas y el movimiento.

-V1-V2-V5. Estas zonas se corresponden con la percepción de la profundidad.

-V3A-V5. Comprenden el camino de la vía dorsal del cerebro, que conduce la señal
del lóbulo occipital al parietal. La vía dorsal del cerebro se denomina zona del
dónde. Es una zona de procesamiento rápido de la información donde se modula
la información de la orientación de la mirada al localizar la atención en una zona
determinada y la orientación del individuo en función del espacio.

-V3-V4. Es el origen de la vía ventral y comunica el lóbulo occipital con el


temporal. Esta vía ventral del cerebro se denomina zona del qué. Es una zona de
procesamiento más lento que la dorsal y en ella se trata la parte cognitiva de la
información, asigna significado a sucesos y objetos. Esta zona se encuentra

99
asociada también a los procesos anticipatorios de pensamiento.

-Córtex somato-sensorial. Entre la vía ventral y la vía dorsal se encuentra esta zona,
cuya función es canalizar las sensaciones de tacto, presión y textura.

•Lóbulo parietal. Es atravesado por la vía dorsal o vía rápida, que lleva la información
del dónde desde el lóbulo occipital hasta el frontal.

•Lóbulo temporal. Este lóbulo es cruzado en este caso por la vía ventral o vía lenta,
que lleva la información del qué, o cognitiva, desde su origen occipital en V3-V4
hasta el lóbulo frontal.

•Lóbulo frontal. Es el final de las vías dorsal y ventral. En este lóbulo se van a llevar a
cabo los planes de acción en función de las informaciones del dónde y el qué
provenientes de ambas vías.

CUADRO 2.1

Zonas cerebrales en la acción de juego

2.3.6. Control visual y motriz, de la conducta al comportamiento

Tanto Vickers (2007) como Williams (1999) nos indican cómo una vez que se produce la
ejecución cerebral comienza el proceso por medio del cual se da la respuesta motriz. Es
entonces cuando la conducta motriz del individuo pasa a ser comportamiento motriz, ya
que es observable. Este paso, que a priori es tan rápido, se divide en diferentes fases que
resultan en una respuesta motora. Por ejemplo, un portero de fútbol que se dispone a
detener un balón experimenta una conducta motriz que le lleva a manifestar un
comportamiento motor después de las siguientes fases:

100
1.La información visual del balón acercándose pasa a través de la retina directamente
hasta los occipitales. Esta fase de llegada informativa al occipital tarda
aproximadamente 30-50 milisegundos.

2.Se produce la localización del balón en el aire a medida que se va acercando. Esta
localización se produce en la zona del dónde o vía dorsal, procesándose
rápidamente hacia el lóbulo frontal. Se observan la forma, el tamaño y la distancia
del balón.

3.A la vez que sucede el procesamiento de información de la vía dorsal, se produce el


procesamiento en la vía ventral o zona del qué, pero de un modo más lento,
también hacia el lóbulo frontal.

4.La información visual coincide en el córtex somato-sensorial. La llegada de las


informaciones visuales de qué y cómo al lóbulo frontal tarda aproximadamente 70-
100 milisegundos.

5.Una vez que llega la información procesada al área de control motor pasa por tres
sub-fases donde se plantean diferentes cuestiones:

a)Córtex prefrontal: ¿Cómo atrapo el balón? El portero compara con experiencias


anteriores. Es aquí donde se establecen las mayores diferencias en efectividad
entre sujetos entrenados y no entrenados.

b)Córtex promotor: ¿Cómo inicio el movimiento? El portero organiza la secuencia


del movimiento para atrapar el balón coordinando gestos de grandes grupos como
son brazos-manos, piernas-pies y tronco.

c)Córtex motor: ¿Cómo finalizo el movimiento? El portero organiza las secuencias


para finalizar el movimiento programado coordinando habilidades finas como la
prensión de los dedos de las manos para atrapar el balón.

6.El mensaje motor sale de las áreas corticales motoras del cerebro y baja por la
espina dorsal a las manos, antebrazos, brazos, hombros, etc. Desde que se inicia el
primer estímulo visual hasta que se observa el primer movimiento transcurren 180-
190 milisegundos.

7.Los receptores de la mano reciben información sensorial del tacto del balón. Esta
información vuelve en modo de feedback al cerebro a través de la espina dorsal.

8.Cuando el balón es finalmente atrapado, el ganglio basal y el cerebelo modulan el


que el balón esté correctamente atrapado. Si, por ejemplo, el balón se resbala, se

101
llevan a cabo correcciones en el movimiento tras haber sido efectuado.

2.4. Entrenamiento perceptivo y éxito: presente y futuro

Manuel Sillero, como profesor en el curso de Experto en Salud Visual y Deporte de la


Escuela Universitaria de Óptica de la Universidad Complutense de Madrid, considera
necesario que el entrenamiento físico tradicional se complemente con el entrenamiento
perceptivo como vía para incrementar no sólo la carga cuantitativa del entrenamiento,
sino también la cualitativa.

Los niveles actuales de exigencia requeridos de los entrenamientos


encaminados a la realización de la práctica deportiva profesional son máximos,
incluyendo, en el caso de algunos deportes, dobles y triples sesiones de
entrenamiento en un mismo día. Se está llegando a un punto en el que el
deportista profesional no puede realizar más volumen de trabajo, pues todos sus
sistemas correrían el riesgo de colapsarse debido a la elevada carga de trabajo
físico. Una vez que se ha conseguido un volumen adecuado de trabajo físico, el
incremento de la carga de trabajo del deportista se debe hacer con tareas de la
máxima especificidad, encaminadas a mejorar las habilidades perceptivas
concretas que precisa el jugador.

En este sentido, Sillero considera que el entrenamiento perceptivo es un complemento


no sólo del entrenamiento físico, sino también del entrenamiento técnicotáctico en la
mejora integral del rendimiento:

La mejora en los procesos de entrenamiento en un futuro pasará por la


integración de programas de entrenamiento perceptivo en los programas de
entrenamiento físico, técnicos y tácticos de los jugadores, mediante la realización
de tareas perceptivas que mejoren las habilidades visuales de manera específica y
colaboren en la mejora de los procesos perceptivos del jugador.

Según este experto en visión deportiva, los estudios muestran que el entrenamiento
deportivo como tal mejora de forma indirecta el proceso perceptivo, pero que en la
actualidad la implantación de un sistema de entrenamiento específico perceptivo de
forma controlada mejoraría de forma ostensible este proceso:

Bien es cierto que, en muchos casos, las tareas que se realizan normalmente
en los entrenamientos mejoran, de manera inconsciente, los sistemas perceptivos
del jugador. Es por ello que la mayor parte de los estudios descriptivos de la
bibliografía científica concluyen unas mejores habilidades perceptivas en los
deportistas comparados con sujetos sedentarios. Sin embargo, en el
entrenamiento moderno se debería implantar la programación consciente y

102
directa de tareas encaminadas a mejorar los diferentes componentes del proceso
perceptivo.

El problema surge a la hora de encontrar expertos en entrenamiento técnico-táctico,


físico y perceptivo. Así, Sillero propone como solución de futuro la incorporación de
técnicos especializados en la percepción como forma de incrementar el rendimiento de
los deportistas:

Hay que tener en cuenta que este entrenamiento perceptivo requiere de un


amplio conocimiento del proceso de percepción que, debido a lo específico y
complejo del mismo, es prácticamente imposible que lo pueda tener un
entrenador o cualquier otro técnico deportivo; por tanto, se impone la
colaboración con diferentes profesionales de la visión para desarrollar este punto.

En la actualidad esa realidad no existe en nuestro país, aunque se está generando una
tendencia hacia la incorporación de profesionales de la visión deportiva:

En España y en la mayoría de los países desarrollados, es difícil encontrar un


experto en visión deportiva que colabore con un equipo profesional. Sin embargo,
en la actualidad, se están generando programas de formación específicos en
visión deportiva y entrenamiento de la percepción visual que harán, en breve,
cambiar el escenario para llegar a una situación similar a la de los Estados
Unidos, en donde incluso existe una rama de la Asociación Americana de
Optometría (http://www.aoa.org/ sports-vision.xml), compuesta por profesionales
que se dedican en exclusiva al entrenamiento visual de deportistas.

2.5. Preguntas de autoevaluación

•¿Qué es percibir? Explica la diferencia entre sensación y percepción.

•¿Es exclusivo el sistema perceptivo-visual en los deportes?

•¿Cuáles son los pasos de la transformación de la luz en imágenes?

•¿Cuáles son los principales determinantes perceptivos de los que depende la visión
deportiva?

•Explica qué son la estrategia de búsqueda visual y la "visión en acción".

•Explica el fenómeno de la anticipación perceptiva y reactiva y su relación con la


toma de decisión y el tiempo de reacción visual.

•Determina y explica los tipos de tarea en función de su objetivo perceptivo.

103
•Explica algunos determinantes perceptivos en relación con el sistema visual.

•Describe los pasos en el proceso de control visual y motriz en un remate de cabeza


en fútbol, un remate de voleibol, un bateo en béisbol o un putt de golf.

104
105
Al igual que la importancia de la calidad en la percepción por encima de la
cantidad, como necesidad previa en una toma de decisión exitosa, el proceso
de entrenamiento del futbolista debe basarse en similares condicionantes en su
formación hacia el éxito. La importancia de la experiencia y su relación con
términos como atención selectiva, estímulos relevantes, interpretación o
inteligencia son relacionados en este capítulo de manera singular, y nos
acercan a una terminología cada vez más familiar. Esperemos que este
acercamiento sea un punto de partida y de apoyo para los formadores y
entrenadores de nuestro deporte.

Roberto Ovejero Preparador físico categorías inferiores del Real Madrid CF


Exprofesor de fútbol en el Inef de Madrid

La toma de decisión es uno de los procesos más característicos y


determinantes del deporte actual. Este capítulo desarrolla desde una visión
novedosa las características más significativas de la toma de decisión en el
fútbol, lo que convierte a este texto en una herramienta de trabajo
imprescindible para todos los profesionales del deporte. Iñaki aborda esta
cuestión en toda su amplitud, conceptual y aplicada al terreno de juego, con un
objetivo principal: provocar la reflexión del lector para que pueda desarrollar
su propia perspectiva sobre el tema.

Víctor Paredes Preparador físico readaptador del Rayo Vallecano SAD Profesor de
fútbol en la UAX

La toma de decisión es la segunda de las fases de la acción de juego y depende


fundamentalmente de cómo se haya percibido previamente. Una percepción de calidad
permitirá llevar a cabo una toma de decisión más rápida y sencilla mientras que una
percepción en cantidad probablemente retarde esta toma de decisión.

En los deportes colectivos y en aquellos donde la incertidumbre se asocia


fundamentalmente al medio físico, el individuo que está en acción vive en el permanente
intento de comunicarse mientras descifra, descodifica e interpreta las diferentes

106
interacciones que percibe. Cuanto más sencilla sea esa interpretación de las interacciones,
mejor será la toma de decisión, por lo que el paso previo de la percepción resulta
fundamental.

Muchas veces los entrenadores no son capaces de disociar la fase perceptiva de la


cognitiva o de decisión, y entienden que el jugador toma malas decisiones en el juego sin
atender a un porqué. En otros casos se habla de lo listo que es un jugador ya que "ve las
cosas antes que los demás".

Hay que comprender que el desarrollo exitoso de una actividad deportiva en la que
hay tantas interacciones va a depender de las operaciones mentales que convergen en lo
que se denomina inteligencia. La inteligencia con la que el individuo modula su
motricidad es la que organiza su acción motriz y determina su aprendizaje.

Esa organización de la acción motriz es la que marca que el proceso de entendimiento


de la acción de juego por parte del deportista pase por unos filtros que tienen una
secuencia determinada. Cuanta mayor cantidad de información se procese de forma
eficaz en el menor tiempo posible, mejor será el procesamiento en la siguiente fase. De
este modo, el proceso perceptivo se ha de entrenar y enseñar para que en la fase de toma
de decisión el deportista disponga de la información suficiente. Para que esta información
sea la óptima, el proceso de toma de decisión necesita una elaboración que requiere de:

•Selección de información o atención visual

•Elaboración de la decisión

3.1. Selección de información o atención visual

La atención se define como la toma de posesión de las acciones del individuo por la
mente, cuyos factores esenciales son la focalización, la concentración y la consciencia.
Lo contrario sería el estado mental de distorsión o distracción.

En este sentido, la atención visual es el proceso por el cual, al llevar a cabo una tarea
motriz, de toda la cantidad de información visual disponible en el ambiente, se ignora la
información no útil en favor del procesamiento de información específica y relevante.

El ser humano posee una capacidad de atención limitada que sólo le permite
concentrarse en pequeñas cantidades de información por unidad de tiempo. Por esta
razón, los deportistas de alto rendimiento han aprendido a controlar la mirada de modo
que la información que perciban sea la óptima.

Según la teoría de Treisman, en Williams (1999), cuando se hace una fijación

107
perceptiva sobre un objeto, las propiedades de los estímulos visuales se canalizan a
través de vías neurales distintas:

•Vía del color

•Vía de la orientación

•Vía del tamaño

•Vía de la distancia

Estas cuatro vías se integran en una común, que se determina como el centro de
atención, zona que permitirá la identificación de los procesos integrados previamente en
la memoria.

El procesamiento selectivo de la información que confluye en el centro de atención


puede ser inconsciente y consciente.

3.1.1. Selección de información inconsciente o ascendente

La información que no requiere feedback por parte de los centros superiores de


procesamiento es aquella que procede del subconsciente. Esta información contiene las
características y los detalles de los objetos: el color, las texturas, el movimiento o las
formas. Dicha información sigue una dirección que conlleva la recepción sensitiva, el
análisis perceptivo y la respuesta motora sin hacer un esfuerzo voluntario. En este
proceso inconsciente, hay un aspecto destacable que es la percepción de detalles
llamativos que en determinados contextos afectan a la orientación de la atención. Cuando
estos detalles surgen de modo inusual, captan la atención inmediata de los sujetos. En el
fútbol, un detalle inusual podría ser el efecto que toma la pelota cuando se ejecuta un
libre directo que, desde el punto de vista del portero, le puede sorprender, por lo que
capta su atención inmediatamente para tratar de reaccionar. Otro ejemplo son los balones
de colores llamativos, captadores de atención en partidos donde las dificultades de visión
por niebla, humo o cualquier otro motivo de distorsión perceptiva pueden perjudicar al
juego.

La figura 3.1 corresponde a la visión de un jugador en el momento de la explicación


de un ejercicio por parte de sus entrenadores. En este caso, en el campo visual del
jugador existen multitud de estímulos que se procesan de forma inconsciente:

•El entrenador de la izquierda

•Los entrenadores del fondo con el otro grupo de jugadores

108
•La fotógrafa con la cámara

•Los entrenadores que se disponen a darle la información

En este caso, el estímulo inconsciente o detalle llamativo que puede atrapar la


atención de los jugadores es la presencia de una fotógrafa con una cámara.

En esta situación, el procesamiento del individuo ante los estímulos que se le


presentan podría ser el siguiente.

FIGURA 3.1. Vista del jugador en la explicación del ejercicio.

En primer lugar, identifica los diferentes estímulos visuales:

•Entrenador de la izquierda

-Orientación: Se encuentra orientado hacia otro grupo de chicos, no se orienta hacia


mí.

109
-Tamaño: Estamos los dos de pie y aprecio que es de mi mismo tamaño.

-Color: Lleva camiseta blanca y pantalón negro.

-Distancia: Está a una distancia de 15 metros, suficiente para poder escuchar una
posible explicación.

•Entrenadores del fondo

-Orientación: Están orientados hacia mí, pero se dirigen a otro grupo de jugadores.

-Tamaño: Los percibo pequeños debido a la distancia, pero en relación con sus
referencias próximas deben de ser de tamaño normal.

-Color: Llevan camiseta azul, luego son entrenadores.

-Distancia: Están a unos 40 metros, con lo que difícilmente les puedo escuchar si no
gritan.

•Fotógrafa

-Orientación: Está orientada hacia la derecha, por lo que no me va a sacar ninguna


foto.

-Tamaño: Es una mujer de tamaño normal.

-Color: Lleva una camiseta blanca.

-Distancia: Está a unos 15 metros, por lo que puedo ser objeto de su atención.

•Mis entrenadores

-Orientación: Están orientados hacia mí, por lo que se pueden dirigir a mí en


cualquier momento.

-Tamaño: Están de pie como yo, aprecio en esta referencia que uno es más
pequeño que el otro.

-Color: Llevan una camiseta azul, diferente a la nuestra, luego son entrenadores.

-Distancia: Están cerca de mí, por lo que se pueden dirigir a mí en cualquier


momento.

Posteriormente recurre a su memoria para encontrar situaciones similares en las que

110
entrenadores o profesores se disponían a darle información:

•Situación en el colegio: En clase de lengua me pidieron que continuara la lectura y


me había perdido porque estaba mirando por la ventana, así que mis compañeros se
rieron de mi.

•Situación en el entrenamiento de ayer: Mis entrenadores me explicaron un ejercicio


en el que me tenía que colocar de delantero pero me puse de portero porque
mientras me explicaban lo que tenía que hacer estaba distraído pendiente de si la
fotógrafa me hacía una fotografía. El entrenador me reprendió y todo el equipo se
rió de mí.

Por tanto, ante este miedo a ser reprendido de nuevo con las consecuentes bromas
del equipo, opta por focalizar y centrar la atención voluntariamente y de forma
consciente hacia los entrenadores.

3.1.2. Selección de información consciente o descendente

El procesamiento de la información se origina en las áreas corticales del cerebro, en el


lóbulo frontal, tras el procesamiento perceptivo previo.

El flujo de información se combina con el conocimiento procedente de experiencias


previas en lugar de ser tan sólo a través de estímulos sensoriales. La infor mación se
procesa muy rápidamente y se relaciona con el grado de experiencia que el deportista
posee en su deporte. Esta información descendente se ve condicionada por nuestros
recuerdos, objetivos y expectativas.

En la práctica, el deportista de élite aprende a ignorar muchos estímulos de tipo


ascendente, como pueden ser los gritos del público en contra, manteniendo
conscientemente la concentración en el juego. En cambio, los deportistas inexpertos
tienden a procesar de forma consciente todos los estímulos o ninguno, con lo que pierden
mucho tiempo en la selección de la información, lo cual puede afectar a sus decisiones
sobre el juego.

Como caso relevante en la selección de información visual, la figura 3.2 corresponde


al procesamiento selectivo de un juez de línea en un partido de fútbol 7. En este caso, el
grado de experiencia influye mucho, ya que aislar los estímulos externos de los propios
del juego resulta totalmente necesario para que el juego se desarrolle sin incidencias.

En la imagen, el juez de línea se encuentra en la jugada con diferentes estímulos


como son:

111
•El defensor de color gris

•El atacante que vuelve del fuera de juego

FIGURA 3.2. Procesamiento de la información de un juez de línea.

•El portero

•La línea de fuera de juego del fútbol 7

•El público

Dada la situación, el juez de línea subconscientemente recibe varios estímulos, de los


que tiene que seleccionar conscientemente los cuatro primeros para interpretar
correctamente el reglamento. En este caso identifica los siguientes estímulos:

•Defensor de gris

-Orientación: Está volviendo hacia su portería y se encuentra a mi izquierda.

112
-Tamaño: Es un chico de tamaño grande en relación con sus referencias, pero debe
de estar lejos, ya que lo veo pequeño.

-Color: Lleva camiseta roja, por lo que pertenece al equipo rojo.

-Distancia: Está a unos 35 metros.

•Atacante de blanco

-Orientación: Está volviendo hacia su portería, y se encuentra enfrente de mí,


dentro de la zona de fuera de juego, por lo que se encuentra en posición de fuera
de juego.

-Tamaño: Es un chico de tamaño normal en relación con sus referencias, pero debe
de estar lejos, ya que lo veo pequeño.

-Color: Lleva camiseta amarilla, por lo que pertenece al equipo amarillo.

-Distancia: Unos 35 metros.

•Portero:

-Orientación: Está orientado hacia portería contraria.

-Tamaño: Es un chico de tamaño normal en relación con sus referencias, pero debe
de estar lejos, ya que lo veo pequeño.

-Color: Camiseta gris, identificado con el equipo rojo.

-Distancia: Unos 40 metros.

•Línea de fuera de juego del fútbol 7:

-Orientación: Me encuentro alineado con el atacante, que se encuentra dentro de la


zona de fuera de juego, y detrás del penúltimo defensor.

-Tamaño: La línea delimita una zona de fuera de juego bastante grande.

-Color: El color blanco de la línea contrasta con el color verde del campo.

-Distancia: La línea tiene una longitud de 50 metros aproximadamente.

•El público:

113
-Orientación: Está a mi derecha, enfrente y detrás.

-Tamaño: El campo está lleno.

-Color: Se distinguen diferentes colores.

-Distancia: Los de mi derecha, que son los que tengo más cerca, están a unos 20
metros.

Una vez identificados los estímulos, el juez de línea busca en la memoria la situación
reglamentaria y situaciones previas de éxito en la interpretación de dicho reglamento ante
ocasiones similares:

•Situación reglamentaria

Posición Fuera de juego: El hecho de estar en una posición de fuera de juego


no constituye una infracción en sí. Un jugador estará en posición de fuera de
juego si se encuentra más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el
penúltimo adversario. Un jugador no estará en posición de fuera de juego si se
encuentra en su propia mitad de campo o está a la misma altura que el penúltimo
adversario o a la misma altura que los dos últimos adversarios. Un jugador en
posición de fuera de juego será sancionado solamente si en el momento en que el
balón toca o es jugado por uno de sus compañeros se encuentra, a juicio del
árbitro, implicado en el juego activo: interfiriendo en el juego o en un adversario
o ganando ventaja de dicha posición.

(Fuente: Reglas de Juego IFAB, International Football Association Board).

•Situaciones previas al éxito

-Situación: Siempre hay que ponerse en línea con el penúltimo jugador en relación
con la línea de fondo, sea atacante o defensor.

-Situación: En fútbol 7 sólo existe fuera de juego a partir de la línea de fuera de


juego, por lo que sólo me tengo que desplazar por esta zona.

-Situación: Siempre que vuelve un jugador atacante desde posición de fuera de


juego se debe prestar atención, y en este orden:

1.Al jugador que vuelve.

2.Al balón.

114
3.Al penúltimo defensor.

4.A si el portero ha salido (poco probable).

Por tanto, la acción en cuanto a selección de información que realiza el árbitro, al


contrastar los estímulos con la memoria, es centrar inicialmente la atención en el atacante
amarillo para posteriormente realizar fijaciones en el balón, en el penúltimo defensor y
así sucesivamente. Se recuerda que el cambio de referencia o fijaciones necesita un
tiempo mínimo de procesamiento y que en un segundo no se pueden procesar más de
tres, por lo que el juez de línea debe estar muy entrenado en este aspecto.

3.2. Elaboración de la decisión

El pensamiento cognitivo humano se basa en determinados grupos de acciones


relacionadas con situaciones que denominamos asociaciones. En el deporte, estas
asociacio nes se producen entre situaciones y acciones motrices y son responsables de
iniciar las acciones concretas para determinadas situaciones, denominándose entonces
asociaciones motrices.

En el lanzamiento de un penalti, la situación demanda la búsqueda de determinados


preíndices perceptivos, tanto para el lanzador como para el portero. En ambos casos, si
los elementos que se asocian a esta situación están en la memoria de procesamiento, la
acción se inicia de forma adecuada. Las asociaciones perceptivas responden a la
condición: "Si percibo X, entonces ejecuto Y", obteniendo la asociación motriz XY. En
este caso, si el lanzador del penalti percibe en su carrera hacia el balón que el portero
inicia su acción motriz para detenerlo hacia uno de los lados, entonces puede optar por
ejecutar la acción de forma que el balón vaya al lado contrario.

3.2.1. La asociación motriz en la toma de decisión

Una asociación motriz mediante el control activo de pensamiento incumbe tres tipos
diferentes de memoria:

•Declarativa

•Productiva

•De procesamiento

La memoria declarativa, cuando se procesa una asociación, está relacionada con el


"qué", mientras que la memoria productiva conlleva el "cómo" se resuelve dicha
asociación.

115
La memoria de procesamiento contiene la información actualizada, que se recupera
de la memoria declarativa a largo plazo, así como también la información temporal
registrada tras la descodificación e interpretación de los estímulos.

Como se observa en la figura 3.3, el deportista que está elaborando la decisión tiene
dos nexos con el mundo externo: la descodificación de estímulos y las ejecuciones o
comportamientos motores.

Los procesos de descodificación interpretan la información sensorial transfiriéndola


desde el mundo externo a la memoria de procesamiento, mientras que la ejecución o
comportamiento motor transforma las órdenes que llegan a la memoria de procesamiento
en acciones o comportamientos motores.

La memoria de procesamiento a su vez se conecta con la memoria declarativa a


través de los procesos de almacenamiento y recuperación de información:

-El proceso de almacenamiento crea nuevos registros de contenidos de la memoria de


procesamiento y afianza el valor de los registros ya existentes en la memoria
declarativa.

-El proceso de recuperación recupera información de la memoria declarativa. La


identificación selectiva destaca e informa sobre las coincidencias de la acción motriz
que se va a llevar a cabo con las que fueron exitosas previamente y que se
recuperaron de la memoria declarativa a la memoria de procesamiento. El proceso
de ejecución cerebral consiste en la transferencia de las órdenes apropiadas para
llevar a cabo la asociación de la forma adecuada.

116
FIGURA 3.3. Procesamiento cognitivo en la elaboración de la decisión.

El término "aplicación de la memoria productiva" se refiere al hecho de que se


aprenden nuevas asociaciones cuando se estudia la aplicación de dichas asociaciones en
el mundo exterior, con lo que la memoria productiva se enriquece.

3.22 Asociaciones motrices en función de situaciones motrices

Como se indica más adelante, en el apartado 11.2, existen diversos tipos de situaciones a
la hora de focalizar la atención visual en el deporte: con un objetivo visual determinado,
con un objetivo visual intermitente y tácticas donde se requiere el control de la atención
visual sobre distintos puntos espaciales del campo visual.

La atención ya se definió como la habilidad para seleccionar el estímulo correcto de


aquellos que presenta la acción de juego justo antes del momento de la actuación. Pues
bien, en las situaciones tácticas los deportistas deben saber dónde dirigir la mirada para
capturar los estímulos más relevantes en su acción de juego.

Diversos estudios sobre el control de la atención muestran que los deportistas de élite

117
mantienen la atención perceptiva fijando la mirada en un estímulo determinado situado
en el centro de la situación observada. De este modo, el resto de estímu los periféricos se
perciben en forma de grandes agrupaciones de información. Estas agrupaciones se
producen en la memoria cuando partes simples de información se consolidan en un grupo
con un criterio o significado conceptual, ya sea información visual, sonora, cinestésica,
etc. De este modo, los deportistas expertos desarrollan estructuras cognitivas con un
sentido o un criterio que les permite organizar la percepción de sus estímulos de un modo
eficiente para la tarea.

En cambio, los deportistas novatos difieren de los expertos en que no son capaces de
dirigir la mirada a un estímulo determinado de los que se pueden presentar en la acción
de juego, ya que no poseen un criterio de agrupación de los estímulos periféricos que les
permita orientar la mirada al estímulo relevante. Así, es característico observar en los
registros visuales de los deportistas novatos cómo orientan la mirada hacia varios sitios de
su campo visual sin concretar en ninguno, por lo que se entiende que no pueden
encontrar el estímulo clave para desencadenar el pensamiento táctico.

Se puede establecer una analogía con la organización de los apuntes de los estudiantes
durante la carrera. Los hay que organizan sus carpetas por materias de modo que según
van recibiendo información aplican el criterio "materia" para agrupar sus apuntes. En
cambio, existen otros estudiantes que van acumulando información sin clasificar en una
carpeta, y a la hora de buscar una hoja determinada pierden mucho tiempo para
encontrarla. Este ejemplo ocurre de igual manera en las estructuras cognitivas de
deportistas expertos y novatos respectivamente.

En las figuras 3.4 y 3.5 se observan las diferencias entre un portero experto y un
jugador novato a la hora de procesar perceptivamente una situación de táctica fija como
es el lanzamiento de un penalti. Este procesamiento se realiza en función de la memoria a
largo plazo, de modo que mientras el experto procesa un mayor número de estímulos
según su experiencia, el novato va de uno en uno intentando conseguir un criterio de
búsqueda. El experto se basa en la estrategia de control del contexto, que consiste en una
búsqueda visual que se lleva a cabo a través de desencadenantes de la acción que se
controlan en la memoria y que son detectados con mucha rapidez en función de la
experiencia, mientras que los demás estímulos se agrupan de forma complementaria a la
situación. El novato se basa en una estrategia de control de objetivos discretos, de modo
que busca de uno en uno el estímulo clave, realizando diferentes fijaciones hasta que
encuentra el desencadenante de su acción en su escasa memoria a largo plazo.

En el ejemplo-de-la figura 3.4 se observa cómo el portero experto utiliza la estrategia


de control del contexto mediante la cual realiza una búsqueda visual con la mirada (líneas
blancas) con la que reconoce, basándose en su experiencia, los estímulos en los que tiene

118
que controlar la atención mediante fijaciones oculares (líneas negras: F, que son el pie de
apoyo del lanzador, F1, y el balón, F2). El resto de estímulos están presentes en el
campo visual periférico y han sido agrupados con unos criterios: la agrupación A son
estímulos positivos procedentes de los entrenadores, la agrupación B son estímulos
negativos del equipo contrario y la agrupación C son estímulos positivos procedentes de
los compañeros de equipo. Así, el portero está controlando un total de 11 estímulos
divididos en fijaciones F1 y F2 (estímulos clave reconocidos) que se hacen debido a la
experiencia y agrupaciones A, B y C (estímulos complementarios) que controlan 2, 5 y 2
estímulos respectivamente mediante la visión periférica.

FIGURA 3.4. Control de la atención de un portero "experto".

119
FIGURA 3.5. Control de la atención de un lanzador "novato".

En la figura 3.5 se observa cómo el lanzador novato utiliza la estrategia de control de


objetivos discretos, de modo que tiene presentes 6 localizaciones discretas en las que fija
la mirada antes de golpear el balón (líneas blancas). Así, va de una en una (líneas negras)
tratando de reconocer un estímulo que pueda contrastar con su memoria a largo plazo
inexperta, que desencadene su acción, pero sin controlar otro estímulo más que aquel en
el que fija la atención en cada momento. Por esta razón no puede atender a estímulos del
contexto ni agruparlos, ya que su visión periférica no está trabajando. Con el
entrenamiento y la enseñanza irá dándose cuenta de que de las 6 fijaciones que hizo,
ninguna es relevante, ya que donde hay que fijar la atención es en el balón y en el
posicionamiento del portero. Éstos serán los estímulos que buscará en el futuro, tras
cuyo reconocimiento desencadenará las fijaciones relevantes. El marco de la portería se
debería procesar a través del sistema de visión periférica.

3.2.3. Modelo de Reconocimiento Primario para la Toma de Decisión (RPTD) de Klein

Para desencadenar el comienzo de la elaboración de una respuesta se deben reconocer


inicios claves en la acción de juego que me permitan focalizar la atención sólo en ellos.
Por este motivo se considera tan importante el término reconocimiento. Reconocer indica
volver a conocer, ya que se recupera información de la memoria refrescada por una

120
imagen que nos ofrece una situación de juego.

El modelo de Reconocimiento Primario para la Toma de Decisión (RPTD en


adelante) muestra los patrones de procesamiento y las cualidades que los expertos en
toma de decisión llevan a cabo en contextos de alto estrés.

Existen tres protocolos de procesamiento de la información que van desde el más


sencillo (A) al más complejo (C):

A) RPTD A: si percibo X hago Y.

Este modelo es el más simple y en él se produce el reconocimiento de un estímulo


que resulta familiar (X) lo cual desencadena la autorización para realizar una acción
conocida con anterioridad (Y).

Como se observa en la figura 3.6, cuando se experimenta una situación deportiva


como un 1:1 en defensa y en banda, dentro de la cual se reconoce el estímulo "balón a
más de un metro del atacante" como familiar, este reconocimiento involucra:

•La identificación de unos estímulos relevantes dentro de un conjunto de estímulos.


En este caso se reconoce que en un 1:1 defensivo, tras el control del balón del
atacante, el balón ha salido de su zona de acción. El estímulo es la pérdida: "balón a
más de un metro del atacante".

•Una vez que se reconocen los estímulos claves se autorizan los objetivos para la
realización de una acción conocida, en este caso la entrada.

•Se van a dar por tanto unas expectativas ante una acción conocida ya realizada con
anterioridad, que en este caso constituyen el robo de balón.

121
FIGURA 3.6. Si percibo X (balón a más de un metro tras el control del atacante), hago Y
(realización de la entrada).

Una vez tomada la decisión de llevar a cabo la acción, se pone en práctica, realizando
la entrada ante el semifallo en el control del atacante.

B) RPTD B: si percibo ¿XX?, hago Y

En este modelo los estímulos que se perciben no son del todo reconocidos, sino que
son más bien conocidos por primera vez, pero su parecido o similitud con otros estímulos
ya procesados permiten codificarlos como estímulos no interpretados pero que pueden
tener una respuesta en una acción conocida.

Como se observa en la figura 3.7, en una situación inusual para un defensa como es
encontrarse delante de un portero con el balón botando (estímulo no conocido), adapta
dicho estímulo a otros de situaciones vividas con anterioridad como en los juegos de
entrenamiento del fútbol-tenis para tratar de encontrar una respuesta motora válida a

122
dicho estímulo.

Si el proceso es positivo, se adapta el estímulo como si fuera familiar para poner en


práctica la acción conocida "tirar con el interior del pie por encima de la red de tenis en
fútbol-tenis". Si durante la codificación o reconocimiento del estímulo adaptado se
produce un error, se debe volver a buscar en la memoria situaciones parecidas para
próximas situaciones en que esto pueda ocurrir.

123
FIGURA 3.7. RPTD B: Si percibo XX (portero adelantado y balón botando), hago Y
(pasar el balón por encima de la red en fútbol-tenis).

C) RPTD C: si percibo X, ¿hago YY?

Al contrario que en el modelo anterior, en éste los estímulos son conocidos, pero la
respuesta más adecuada no está determinada, e incluso puede ser nueva. Es un modelo
cuyas situaciones pueden desencadenar procesos nuevos e innovadores en los jugadores,
ya que les hace valorar diferentes formas de llegar al mismo fin. En el ejemplo de la
figura 3.8 se percibe un estímulo conocido X "balón que se va por línea de fondo con
compañero que está solo frente a portería", que desencadena un objetivo autorizado de
"centrar el balón", con la expectativa de que el balón llegue en buenas condiciones al
compañero. A partir de aquí, la situación determina diferentes formas de conseguir que el
balón llegue al compañero según las características del jugador que va a centrar y del
movimiento del balón. Por tanto, se produce una evaluación de la acción que demanda
eficacia, es decir, ser capaz de lograr el efecto que se desea: que el balón llegue al destino
especificado. Si se escoge centrar con la pierna derecha, el balón acabará saliendo, con lo
que se deberá buscar otra acción conocida. Si se escoge la "rabona" (recurso técnico
mediante el cual se golpea el balón cruzando el pie que golpea por detrás del pie de
apoyo), se puede llegar al balón, pero las probabilidades de que éste llegue con precisión
son pocas, por lo que se debe reevaluar la acción para conseguir más precisión. En este
caso, el jugador ha de innovar en su repertorio de recursos intentando centrar con la
pierna no dominante para llegar al balón y darle precisión al centro.

124
FIGURA 3.8. RPTD C: Si percibo X (balón y compañero frente a la portería), ¿hago
YY? (¿Centrar con derecha, centrar de "rabona" o centrar con izquierda?),

Una vez que se ha decidido que la acción que se debe llevar a cabo es centrar con la
izquierda, se pone en práctica dicha acción, que será la que mayores probabilidades tenga
de conseguir que el balón llegue al jugador destino.

125
Este modelo es el que se suele dar en los deportes colectivos, ya que las situaciones
tácticas derivan en estímulos a menudo conocidos que requieren decisiones entre
acciones entrenadas y, a veces, acciones innovadoras y creativas.

3.2.4. Caso práctico en la toma de decisión: ¿Dónde tiro el penalti?

En relación con los ejemplos anteriores, ahora se analiza cómo podría realizarse la
elaboración en la toma de decisión de un jugador que se dispone a tirar un penalti:

1. Selección de información

El caso del penalti es muy sencillo desde el punto de vista perceptivo, puesto
que tan sólo se tienen que tener en cuenta los estímulos de la portería y el portero.
La realidad es bien distinta ya que, en este caso, dependiendo de la trascendencia
del penalti, pueden aparecer otros estímulos de tipo psicofísico, como ansiedad o
nerviosismo, que pueden distorsionar e incluso anular una selección de información
que a priori es muy sencilla.

2. Elaboración de la decisión

Según se va acercando el jugador al balón para efectuar el golpeo puede haber


tomado ya la decisión de tirar a un lado o no. Los jugadores expertos deciden el
lado al que van a tirar en función de los "indicios motrices" que les marca el portero
justo antes de tirar.

Una vez centrada la atención en portero y portería, el jugador descodifica los


estímulos inestables del portero y los estables de la portería transfiriéndolos a la memoria
de procesamiento. En dicha memoria se procesa la información temporal descodificada
de los estímulos del momento: el portero mueve hacia a la izquierda, por lo que quedan
aproximadamente 3,5 x 2,44 m2 a la derecha para introducir el balón en la portería.

126
FIGURA 3.9. ¿Dónde tiro el penalti?

Esa información temporal se va a contrastar y almacenar en la memoria declarativa o


memoria del "qué", donde se buscan situaciones previas similares a la actual en las que se
haya obtenido éxito. Se encuentran situaciones de partidos y entrenamientos anteriores
con la misma situación en las que el portero tendía a irse a su derecha. Esta información
es recuperada por la memoria de procesamiento, que ha de buscar cómo solucionar la
cuestión en función de lo procesado. Para ello se identifica y selecciona cómo resolver
esta situación a través de la memoria del cómo, que indica que el eje pie-rodilla-cadera
que lanza tiene que orientarse hacia la derecha. Dicha resolución se ejecuta en forma de
orden o ejecución cerebral que vuelve a la memoria de procesamiento.

Una vez que la decisión está lista para ser ejecutada, la memoria de procesamiento la
exporta al exterior en forma de ejecución o comportamiento motor. La relación entre
decisión y ejecución será mas estrecha cuanto mayor sea el grado de entrenamiento y
experiencia del individuo.

3.2.5. El papel de la experiencia: toma de decisión táctica

127
La habilidad del experto para descodificar estímulos del ambiente y recuperar
información de forma eficiente y precisa en comparación con los no expertos se basa en
tres puntos:

•Los expertos son capaces de seleccionar la información más relevante de una jugada
a través de un procesamiento perceptivo o selección de información más efectiva

•Los expertos tienen un mayor repertorio de posibles variables y posibles acciones


almacenadas en la memoria de procesamiento a largo plazo, que les confiere una
mejor toma de decisión según las probabilidades de éxito y riesgos que se den en el
momento.

•Los expertos desarrollan relaciones entre el reconocimiento de indicios, la formación


de hipótesis y las decisiones tomadas, que con el paso del tiempo son cada vez más
afianzadas.

En este desarrollo de la experiencia desempeña un papel fundamental el


entrenamiento, que consigue una mayor solidez en la relación entre la estructura de
descodificación de estímulos, la estructura de recuperación de información y la
recuperación de indicios relevantes. Todo ello resulta en decisiones más rápidas y más
precisas.

3.2.6. El papel de la experiencia en la selección de información y en la toma de decisión:


presente y futuro

Los expertos son aquellos que desarrollan en mayor medida el camino de ida y vuelta
entre la memoria declarativa y la memoria de procesamiento.

Según las investigaciones actuales, los expertos, a la hora de seleccionar información


y elaborar una decisión:

•Son más rápidos y tienen mayor precisión al reconocer patrones de juego que los no
expertos.

•Son capaces de detectar y localizar objetos relevantes en el campo visual de forma


rápida y precisa.

•Anticipan las acciones de sus oponentes basándose en preíndices o indicios visuales.

•Tienen un conocimiento más avanzado que los no expertos en cuanto a la


probabilidad de que se produzca o no una situación motriz.

128
•Son capaces de tomar mejores decisiones tácticas.

•Poseen un conocimiento más estructurado del qué y del cómo se pueden dar las
situaciones motrices.

Estas conclusiones responden a la demanda actual sobre cómo los deportistas


seleccionan la información y elaboran las decisiones.

La principal crítica consiste en que estas conclusiones sobre el dilema expertono


experto derivan de estudios que aíslan a los deportistas en muchas ocasiones del contexto
deportivo. En la investigación futura, los científicos del deporte deberían desarrollar
paradigmas que reprodujeran de un modo más adecuado las demandas reales de los
deportistas, utilizando estímulos más cercanos al contexto deportivo que al laboratorio.

La aplicación de tecnologías avanzadas para la medida de estos procesos, como


pueden ser el análisis del movimiento en tres dimensiones, los transformadores de fuerza,
el vídeo de alta velocidad, los sistemas de registro de los movimientos oculares o las
gafas de oclusión de cristal líquido, aproximan la investigación al entorno deportivo sin
perder el control experimental.

A pesar de que estos avances puedan acercar más la investigación en este sentido al
entorno deportivo, no se debe olvidar que el empleo de técnicas cualitativas, como la
entrevista, pueden enriquecer las conclusiones originales procedentes de las técnicas
cuantitativas.

3.3. Preguntas de autoevaluación

•Selección de información: Escoge cualquier fotografía de una acción de juego en un


deporte colectivo y diferencia los estímulos que procesa en la selección de
información uno de los jugadores. ¿Qué estímulos se procesan de forma
ascendente? ¿Cuáles de forma descendente?

•Identifica dentro de esos estímulos visuales las vías neurales (color, orientación, etc.)
de los estímulos ascendentes y los descendentes.

•Elaboración de la decisión:¿Qué es una asociación motriz? Explica los diferentes


tipos de memoria que se producen y sus relaciones.

•Diferencia, explica y pon un ejemplo de cada tipo de asociación motriz según el


modelo RPTD de Klein.

•Escoge una acción de juego y explica cómo se realizaría la toma de decisión.

129
•Resume y explica qué papel desempeña la experiencia en la toma de decisión.

130
131
Se puede decir que un jugador domina la técnica cuando es capaz de controlar
el balón, parado o en movimiento, en el aire o en el suelo, con el objetivo de
lograr una buena utilización en el juego. En este capítulo Iñaki aborda estos
pensamientos desde la perspectiva de sus experiencias como entrenador,
resaltando factores importantes en el trabajo técnico como son la
coordinación, el equilibrio, la lateralidad, etc., cuyo desarrollo y
perfeccionamiento se hace esencial para el uso técnico en el juego.

Zinedine Zidane

Cuando los entrenadores expertos en iniciación ven un mal pase o un mal regate, en vez
de enfadarse, pueden decir: "buena idea". Esta afirmación manifiesta que el
procesamiento previo de la información por parte del jugador, es decir, su percepción y
decisión, fue el correcto. En cambio, su acción final no se correspondió con su ejecución
cerebral, por lo que se perdió un balón que pudo llegar a un buen destino.

Esa acción final tras el pensamiento táctico, que es la "puesta en escena" de las ideas
de los deportistas, se denomina técnica, y desde el punto de vista de la acción de juego
corresponde a la fase de ejecución motriz.

En este sentido, la técnica se define como resultado de la percepción y toma de


decisión relacionándose con el tipo de inteligencia motriz y el nivel de condición física
que demanda el tipo de deporte que practique el sujeto.

Así, según la estructura de los diferentes deportes, esta técnica tiene mayor o menor
importancia en el desarrollo de la acción de juego, diferenciándose dos tipos de técnica
en función de las acciones que se produzcan en los deportes: la técnica regular en los
deportes cíclicos y la técnica variable en los acíclicos.

•Los deportes cíclicos requieren un tipo de acción técnica que se repite sucesivamente
en el tiempo, denominada técnica regular. Tienden a utilizar una metodología
analítica de entrenamiento y se regulan desde un plano sensorio-motriz.

•Los deportes acíclicos poseen una estructura abierta y son poco previsibles, con lo
que requieren ajustes constantes, o acciones tácticas, para adaptarse a las nuevas

132
situaciones. Utilizan, por tanto, una técnica al servicio de la táctica denominada
técnica variable. La metodología que emplean en su entrenamiento tiende a ir de lo
analítico a lo global y su regulación se realiza desde un plano perceptivo-creativo.

CUADRO 4.1

Diferencia entre los deportes cíclicos y acíclicos

Como se viene indicando, en los deportes colectivos de tipo acíclico, la puesta en


práctica de la técnica se refleja en la ejecución de gestos en un contexto cambiante que,
pudiendo ser incorrectos en relación con patrones motores ideales, pueden tener un
resultado exitoso. En este sentido se afirma que la técnica, más que exacta, debe ser
eficaz, por lo que el término eficacia surge relacionando los conceptos de técnica y
táctica.

Por eso, cuando se dice: "Ese jugador tiene buenas ideas, pero es malo", seguramente
se estará observando una competición de un deporte colectivo en el que se subraya el
buen sentido táctico del jugador para interpretar lo que sucede a su alrededor, pero sus
gestos técnicos no son lo suficientemente eficaces como para resolver las jugadas.

Obviamente, lo ideal en los deportes colectivos es que el sentido táctico se


compenetre con la técnica a medida que el deportista crece para que el desfase entre
táctica y técnica sea mínimo ya que dichos deportes se fundamentan en la interacción
entre los participantes dentro de un espacio y un tiempo.

La compenetración entre lo decidido internamente (inteligencia motriz) y lo


manifestado externamente en forma de comportamiento motor se denomina
coordinación.

En el deporte colectivo, el grado de correspondencia entre el pensamiento táctico que


genera un deporte en particular y las ejecuciones que permite su reglamento se denomina
coordinación específica.

Obviamente, a mayor grado de coordinación especifica, mayor será el número de


situaciones que pueda resolver el jugador en un entorno de oposición. En cambio, el

133
desarrollo aislado de la técnica por un lado, o de la táctica por otro, no tendrá aplicación
al juego si no se complementan. Si un jugador eminentemente técnico se introduce en un
entorno con oposición, difícilmente resolverá la situación motriz si no es capaz de
interpretar los estímulos de su entorno.

4.1. Técnica y coordinación

La coordinación se define como la acción combinada del sistema nervioso central y de la


musculatura esquelética con el objetivo de llevar a cabo un movimiento previamente
organizado.

En muchas planificaciones de entrenadores y preparadores físicos, el término


coordinación no aparece, y esto es debido a que su desarrollo se asume como integrado a
tareas donde el fútbol se hace patente. Éste es un error muy frecuente, que relega el
trabajo de coordinación a un segundo plano no sólo en el fútbol profesional, sino también
en el fútbol de iniciación.

En el apartado anterior se ensalzaba la posibilidad ideal de aunar las mejores


capacidades técnicas como respuesta a las grandes condiciones tácticas para maximizar el
rendimiento de los jugadores. Obviamente, para leer el juego y reaccionar de manera
efectiva, es importante tener un toque de balón depurado, pero la atención no sólo se
debe centrar en los movimientos con balón, sino también en los movimientos sin éste.

De este modo, muchos entrenadores de alto rendimiento se quejan de cuestiones


relacionadas con el balón, como las imprecisiones en los pases, la falta de efectividad de
cara a puerta, etc., pero pocos identifican fallos en la forma de correr de sus futbolistas o
atribuyen al factor físico condicional problemas como el típico "mis jugadores no llegan
al final de los partidos".

4.1.1. Necesidad del trabajo coordinativo

En principio, toda esta serie de problemas pueden tener un origen en la iniciación


deportiva y en el déficit del entrenamiento de la coordinación.

Cuando se hace referencia al entrenamiento técnico, se suele pensar en un


entrenamiento repetitivo del jugador con el balón dando pases contra la pared, y ésa es
sólo una de las partes del entrenamiento. La práctica relacionada con el balón incumbe en
su mayor parte aspectos relacionados con la coordinación específica, mientras que la
práctica sin balón, que supone el 99% del movimiento del jugador durante el partido,
atiende a movimientos más globales y que se relacionan con la coordinación general.

134
En la actualidad, las experiencias fundamentales del movimiento, como correr, saltar,
escalar etc., se realizan con menos frecuencia que en generaciones anteriores,
presentando a menudo falta de movimiento con un gran déficit de coordinación. Es una
necesidad que el trabajo de coordinación dinámica general se integre en las prácticas
iniciales de los jugadores en modo de predeporte o iniciación deportiva.

Este diagnóstico del rendimiento de los futbolistas durante los partidos de fútbol
pretende que el trabajo coordinativo esté más presente en las etapas iniciales, a través de
los profesores en el colegio y los entrenadores de fútbol con ejercicios suplementarios de
coordinación.

4.1.2. Coordinación y edad

La coordinación dinámica general es la base para la formación motriz de los jóvenes


futbolistas, pero la necesidad de un entrenamiento suplementario de coordinación se hace
extensivo a todos los niveles y edades. En función del nivel y la edad varían los objetivos
de este tipo de entrenamiento.

Desde la lógica se entiende que, mientras los niños requieren ejercicios de


movimientos de coordinación general, los futbolistas profesionales requieren ejercicios de
coordinación específica del fútbol más cercanos a las condiciones de competición.

Para realizar movimientos rápidos, con fuerza y resistencia, se requiere un gran


número de músculos, que deben ser controlados por un sistema nervioso muy
desarrollado. Este desarrollo debe originarse en las primeras etapas, mediante trabajos
muy variados que los niños son capaces de asimilar de un modo más afianzado e
inconsciente que los mayores.

El aprendizaje, la conducción y la adaptación de estos procesos coordinativos son


más sencillos cuanto más joven es el deportista. La coordinación del movimiento
contiene un gran componente imaginativo, así como de concentración.

El entrenamiento coordinativo del niño debe incorporar el aprendizaje, lo antes


posible, de la motricidad corporal con precisión. Este entrenamiento no debe limitarse a
una repetición estereotipada, aislada y sin sentido de los movimientos, sino que debe ser
una actividad analítico-global, muy variada y con un grado alto de motivación. Cuanto
más variados sean los trabajos motrices en la niñez, mejor podrán controlar su
musculatura a través del sistema nervioso.

En este sentido, el futbolista debería tener la capacidad de aprender rápidamente las


nuevas técnicas para utilizarlas de un modo preciso y eficaz en función de las situaciones

135
que se le presenten en el partido. Los jugadores coordinados dominan mejor las
situaciones en las que se sienten presionados por el contrario o por el espacio reducido.

Por otro lado, una vez evolucionado el trabajo coordinativo con el niño hacia el
entrenamiento coordinativo con el futbolista maduro, la relación de trabajo general con él
de coordinación específica ha de orientarse y extenderse cada vez más hacia el segundo
sin perder de vista el primero. En este caso, un entrenamiento coordinativo general se
puede completar con un entrenamiento de coordinación con movimientos específicos de
fútbol (técnicas) en situaciones con dificultad creciente.

4.1.3. La coordinación: una parte importante del entrenamiento

Como se enunciaba antes, las capacidades de coordinación no deben excluirse por pensar
que ya van integradas dentro de los trabajos globales del fútbol, ni tampoco han de
separarse de los requisitos y exigencias que completan el entrenamiento de una
modalidad deportiva.

En el caso del fútbol, como deporte colectivo, existen diferentes concepciones


relacionadas con la coordinación:

•Espacial. El jugador comprende su situación en el espacio y en relación con


compañeros y adversarios (p. ej., estoy en un contraataque en tres cuartos de
campo en un 2:1 con el balón).

•Cinestésica. El jugador es consciente de la longitud de sus segmentos corporales y de


cómo puede hacer para realizar movimientos eficaces (p. ej., un control orientado).

•Del equilibrio. El jugador es conciente de que su cuerpo es estable estática y


dinámicamente (p. ej., equilibrio tras un salto de cabeza).

•De reacción. El jugador reacciona ante estímulos (p. ej., el central se anticipa al
balón ante de la salida del pase).

•Del ritmo. El jugador ha de mantener el ritmo que marca la competición (p. ej.,
pierdo el balón y me repliego rápidamente a la zona de inicio).

Estas concepciones forman un complejo en el que la coordinación emerge como


cualidad física primordial para que el resto de cualidades físicas lleguen al máximo
rendimiento. Se puede afirmar que sólo los futbolistas con un buen desarrollo
coordinativo pueden llegar a óptimas capacidades de condición física para rendir al
máximo de sus posibilidades.

136
De entre las capacidades dependientes de la coordinación se derivan:

•La técnica de carrera

•La fuerza

•La resistencia

A) La coordinación y la técnica de carrera

Como se indicaba en apartados anteriores, en el fútbol actual las acciones con balón
suponen un 1% del total de acciones del partido. En el global de acciones motrices de un
partido se dan cambios de dirección, aceleraciones, transiciones de ataque a defensa y de
defensa a ataque, etc.

Estas exigencias conllevan no sólo requerimientos de tipo fisiológico, sino que también
requieren un aprendizaje de la coordinación para acelerar, correr, llevar el ritmo sin
perder frecuencia y frenar.

Inicialmente, el modelo técnico en cuanto a la carrera lo marca el atletismo, pero para


el rendimiento en fútbol, la carrera es bastante diferente. Los saltos, cambios de
dirección, giros y acciones en los que está presente el balón exigen una adaptación
constante de la frecuencia y distancia de los pasos en las diferentes situaciones de juego.

Para el trabajo de la técnica de carrera el punto fundamental es el trabajo rápido de


los pies, y en conjunto de los nervios y la musculatura de los pies. El paso corto y rápido
sirve para que el jugador asegure el control del balón y elija posteriormente hacia dónde
dirige su movimiento.

Por tanto, las variables de las que depende el jugador para adaptar la velocidad de la
carrera a las situaciones que se le presentan en el juego son la longitud y la frecuencia de
los pasos.

Con este trabajo se pretende que el jugador pueda salir de cualquier enfrentamiento
directo acelerando con pasos cortos de frecuencia alta para pasar a pasos largos de
menor frecuencia.

B) La coordinación y la fuerza

En la competición de fútbol se constata la importancia del binomio salto-carrera


dentro del entrenamiento coordinativo general. Los jugadores de fútbol deben poder
llevar a cabo ambos gestos indistintamente sin sufrir caídas.

137
La fuerza es clave en muchas acciones del fútbol, muchos gestos de disputa se ganan
si el jugador es capaz de transferir toda su ejecución cerebral al aparato locomotor. Para
que esta transferencia se pueda producir, el jugador requiere tener un máximo potencial
de coordinación intra e intermuscular:

-La coordinación intramuscular se refiere a que todas las unidades que componen la
unidad muscular estén bien sincronizadas, de modo que puedan desarrollar
completamente su potencia muscular en los gestos, y así ganar las acciones que se
presenten.

La coordinación intermuscular es la capacidad de que los músculos se coordinen en


estados de tensión-relajación cuando se ven implicados en la ejecución de un gesto.
Durante una acción motriz hay músculos que se contraen, denominados agonistas,
y los inmediatamente contrarios, que se tienen que relajar, denominados
antagonistas.

El entrenamiento consigue que ambas coordinaciones trabajen de forma eficaz, por lo


que no hay pérdidas de energía, ni problemas de lesión. Dicho entrenamiento determina
que el futbolista pueda llevar a cabo sus acciones de un modo óptimo, con la posibilidad
de rendir a su máximo nivel.

C) La coordinación y la resistencia

Cuando se ejecuta un gesto, la coordinación óptima entre los músculos y la


sincronización eficiente de las unidades que componen el propio músculo consiguen una
utilización económica de los sustratos energéticos.

Si se piensa en los corredores de maratón, sus movimientos dentro del gesto han de
ser sumamente eficaces, ya que cualquier movimiento no necesario, como el balanceo de
la cabeza, supone un gasto energético extra que a largo plazo es mucha energía
desperdiciada.

Por tanto, cuando se mejora la coordinación inter e intramuscular, se está incidiendo


en la mejora de la resistencia.

4.1.4. Coordinación dinámica general

En el trabajo de coordinación dinámica general, la coordinación no busca gestos


específicos, sino que intenta desarrollar un sistema nervioso potente en cuanto a
diversificación de órdenes. Se ha de intentar hacer trabajar al cerebro mediante multitud
de ejecuciones cerebrales, con un trabajo variado en el que se manejen los diferentes

138
segmentos corporales para multitud de acciones. Inicialmente este trabajo se basa en la
coordinación de brazos y piernas así como la técnica de carrera.

A) Brazos y piernas

Hay dificultad en muchos niños y adultos a la hora de dirigir a la vez los movimientos
de brazos y piernas, y más aún cuando no se dan de modo sincrónico.

Un ejemplo para este trabajo son los denominados "jumping jacks" de la figura 4.1, o
movimientos cíclicos que parten de un origen en bipedestación con brazos y piernas
alineados en la línea media del cuerpo, y que acaban en diversas formas segmentarias.

139
FIGURA 4.l. Jumping Jack.

B) Técnica de carrera

Como se indicaba en apartados anteriores, una mala técnica de carrera puede


ocasionar un derroche de energía por la ejecución de movimientos extras a los
meramente necesarios para el gesto de carrera. Hay movimientos innecesarios de la
cabeza, los hombros, el tronco, etc.

El entrenamiento para la carrera en los futbolistas requiere la combinación de la


frecuencia y la longitud de los pasos mediante la variación de la distancia y la altura de
las vallas. A menor distancia entre vallas se conseguirá mayor frecuencia en los pasos,
mientras que si se marca mayor distancia entre vallas, se buscará una mayor longitud en
los pasos. La modificación en la altura de la valla generará el que se tenga una mayor o
menor elevación en la articulación de la rodilla.

C) Saltos y carreras

Para este trabajo se combinan diferentes circuitos, donde es necesario la utilización de


material como pueden ser picas, conos, aros, etc.

La disposición de este material en el espacio puede ser de muchas maneras y si se


hace con un sentido lógico y creativo se conseguirá que el trabajo resulte divertido.

4.1.5. Coordinación específica

El entrenamiento coordinativo específico del fútbol está basado en el aprendizaje de las


técnicas necesarias del fútbol para resolver de manera económica y eficaz las situaciones
que se plantean a partir del reglamento.

Las capacidades coordinativas específicas deben ser sometidas a entrenamiento para


que el jugador pueda dominar los movimientos propios del fútbol y ajustarse a las
posibles dificultades que se le presenten. En este sentido, algunos de los movimientos
propios del fútbol pueden ser:

•Saltos y salidas

•Aceleraciones con balón

•Frenadas

•Aceleraciones con frenadas agudas

140
•Cambios de dirección, etc.

FIGURA 42. Cambio de dirección del jugador con balón. Aceleración y frenada del
jugador sin balón (desmarque de apoyo).

En el fútbol los movimientos específicos se originan a partir de lo que marca el


reglamento, derivando en factores que ha de soportar el jugador tales como:

•La velocidad de ejecución

•El cuerpo a cuerpo

•La incertidumbre

•La precisión

•La simultaneidad

A) La velocidad de ejecución

El empleo de las técnicas se ha de realizar a la mayor velocidad posible. Si la memoria


declarativa y la de procesamiento están llenas de experiencias, se facilitará que el jugador
anticipe con rapidez y ejecute con mayor velocidad sus gestos.

B) Cuerpo a cuerpo

El hecho de que el fútbol sea un deporte de colaboración-oposición conlleva que se


den situaciones de enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Esto genera un estrés tanto físico

141
como psíquico en el jugador, que le puede llevar a sufrir cansancio o miedo en
determinados momentos, influyendo decisivamente en la eficacia coordinativa de sus
movimientos.

C) La incertidumbre

El jugador recibe exigencias coordinativas ante las que en muchos casos ha de


improvisar, ya que debe reaccionar a estímulos muy variables asociados al juego.

D) La precisión

El buen manejo del espacio por parte del jugador puede hacerle "ganar tiempo" para
precisar las respuestas motrices ante estímulos determinados. El hecho de que sea capaz
de dominar el balón y saber qué hacer en situaciones donde el espacio puede variar muy
rápidamente va a favorecer la gestión económica de su esfuerzo en función de su
coordinación.

E) La simultaneidad

En el fútbol muchos movimientos se deben coordinar a la vez para alcanzar el éxito


en la acción de juego. Cuando un jugador va a controlar el balón y ve un espa cio por
detrás, ha de coordinar el gesto de recepción del balón con el pie con el giro del cuello
para ver el espacio. Estas necesidades coordinativas se van sucediendo unas detrás de
otras. De su asimilación rápida depende que el jugador pueda competir en las situaciones
que se le presentan.

Por tanto, en el fútbol, el entrenamiento coordinativo dirigido a la técnica es aquel que


marca la presencia del balón en sus tareas, antes, durante o después de la tarea
coordinativa.

En el entrenamiento específico también existen modalidades que, lejos del juego real,
se acercan a la naturaleza del fútbol mediante el entrenamiento coordinativo de
resistencia aeróbico: el "ballkorobics".

4.1.6. Coordinación, resistencia aeróbica y fútbol: aeróbic futbolístico o "ballkorobics"

Aunque muchos sectores masculinos se "llevan las manos a la cabeza", el fútbol se ha


asociado con una disciplina popularmente femenina como es el aeróbic para llevar a cabo
un entrenamiento coordinativo específico en el que el metabolismo aeróbico es el
protagonista energético y la música el rítmico que ayuda a la coordinación.

142
En esta disciplina que desarrolló Schreiner (2002), se utiliza la música asociada a las
técnicas de fútbol con una finalidad físico-condicional para la mejora de la resistencia y
de la coordinación en cualquier edad y nivel de ejecución.

Inicialmente se ha de aprender a escuchar el ritmo de la música para transferirla al


movimiento. En este caso, esta transferencia se hace a través de ejercicios en los que los
jugadores tocan y mueven el balón con los pies con y sin saltos. Cuando los jugadores
afianzan los primeros movimientos con pies y piernas se suman los movimientos de
brazos y con balón que favorecen el entrenamiento conjunto de ambos segmentos.

Este tipo de entrenamiento es válido tanto para puntos claves de la sesión donde se
busca una intensidad baja como para fortalecer el grado de condición física mediante un
mayor empleo de los saltos.

4.2. Técnica y equilibrio

El equilibrio se define como el conjunto de reacciones del individuo a la fuerza de la


gravedad cuando su centro de gravedad se sale de la base de sustentación.

El cuerpo humano se mantiene en una bipedestación adecuada gracias al control


voluntario de unos sistemas denominados piramidales que consiguen una contracción
permanente y económica en cuanto a gasto energético, para contrarrestar los efectos de
la fuerza de la gravedad.

La postura erecta es consecuencia de varias causas de regulación inconsciente, como


son el reflejo miotático, los reflejos tónicos posturales, así como la información
propioceptiva, vestibular, reticular y visual. Por otro lado, las causas de regulación
consciente son todas las acciones motrices voluntarias que provocan informaciones
inconscientes.

4.2.1. Reflejo miotático

Los músculos tienen unos receptores informativos del grado de tensión-relajación que
soporta la estructura en los movimientos. Si el músculo se estira en exceso, estos
receptores envían el estado del músculo a la médula espinal, la cual devuelve una orden
de contracción inmediata. Todo este proceso es una forma de proteger automáticamente
el músculo ante una posible lesión. Se denomina reflejo porque se produce de manera
involuntaria, ya que no es controlado por el cerebro.

4.2.2. Reflejos tónicos

143
Son el conjunto de reflejos procedentes del tronco del encéfalo (debajo del cerebro) y
que integran información vestibular e información de los reflejos cervicales para
conseguir la postura erecta de cabeza y cuerpo en el plano vertical. Los reflejos
cervicales indican si el cuello esta en rotación, flexión, etc. La información vestibular
marca la situación de la cabeza en el espacio.

4.2.3. Información propioceptiva

Es aquella que indica al sujeto la posición de sus músculos en el espacio a través de unos
receptores denominados husos musculares. De este modo, el organismo sabe si se está
moviendo o la situación de unos segmentos corporales respecto a otros.

4.2.4. Sistema vestibular

Es un "peaje" por el que tienen que pasar todas las sensaciones para tener sentido y
tomar significado. Esta información es la que regula constantemente el equilibrio y la
postura, de modo que movimientos suaves pueden causarnos relajación, debido a la
lentitud en los cambios de referencia sensorial, y movimientos bruscos provocan mareos
por lo contrario.

4.2.5. Sistema reticular

Relaciona la información de los nervios espinales y craneanos con la corteza cerebral,


tronco del encéfalo y cerebelo. A nivel muscular controla inconscientemente la actividad
de la musculatura estriada, manteniendo el tono muscular y regulando la musculatura
respiratoria.

4.2.6. Tipos de equilibrio

En función de si el cuerpo se encuentra o no en movimiento, se distinguen el equilibro


dinámico y estático respectivamente:

-Estático es el que mantiene la postura erecta en bipedestación a pesar de las fuerzas


externas como la gravedad.

-Dinámico es el que mantiene la postura erecta en bipedestación de nuevo tras un


desequilibrio debido a la salida del centro de gravedad de la base de sustentación.
Ésta se considera uno de los factores importantes en el mantenimiento del
equilibrio.

4.2.7. Eficacia técnica: el equilibrio

144
El trabajo técnico se desarrolla a partir de gestos en los que el equilibrio proporciona que
los gestos sean económicos y eficaces. Por lo general, la mayoría de los gestos técnicos
del fútbol requieren una interacción constante entre el equilibrio dinámico y el estático.
En el proceso de asimilación técnica, la correcta aplicación biomecánica de los apoyos a
la hora de golpear un balón o de realizar una carga se relaciona directamente con la
aplicación constante del centro de gravedad a la zona de la base de sustentación. Así los
gestos serán equilibrados y energéticamente eficaces.

A) La base de sustentación

Es la superficie de contacto del cuerpo con el suelo y que puede ser mayor o menor
en función de los apoyos que empleemos. Normalmente el ser humano está en
bipedestación, por lo que utiliza dos apoyos. En el deporte, en muchos gestos se produce
el empleo de variadas superficies de apoyo que van de muy estables, como un blocaje
del portero en el suelo en tendido prono (boca abajo), a muy inestables, como la
recepción en el suelo con un pie tras un salto de cabeza a balón dividido en el que el
futbolista queda desequilibrado.

B) El centro de gravedad

Es el núcleo central de todas las fuerzas que confluyen en el individuo y debe


encontrarse sobre la base de sustentación para conseguir un equilibrio postural.

En la figura 4.3 se observa cómo el jugador que va a recibir el balón en el saque de


banda, ante la marca del defensa, flexiona las rodillas para bajar el centro de gravedad y
situarlo dentro de la base de sustentación, consiguiendo una postura equilibrada y estable.
El defensa, con su acción, provoca desequilibrios en el atacante, que ha de ir reajustando
su postura.

C) La visión

La pérdida de la información visual provoca desorientación en el espacio, por lo que


la información propioceptiva se convierte en protagonista. La propiocepción está
asociada al sentido del equilibrio, mientras que la cinestesia sólo se asocia a la posición de
las articulaciones en el espacio. Por tanto, un problema en el oído interno haría que el
mantenimiento del equilibrio se ejecutara exclusivamente a través de la información
visual. No habría problemas en el sentido cinestésico, pero sí en el propioceptivo.

145
FIGURA 4.3. Centro de gravedad y base de sustentación en un desequilibrio provocado
por la marca del defensa.

4.3. Técnica y lateralidad

La lateralidad se corresponde con la dominancia en cuanto a funcionalidad de un


hemicuerpo sobre el otro, de modo que se selecciona un lado dominante a nivel ocular,
auditivo o segmentario (mano o pie) a la hora de llevar a cabo ciertas acciones motrices.

A pesar de que los dos hemisferios cerebrales son simétricos, en el proceso de


dominio lateral, el sistema neurológico se organiza de manera que el hemisferio cerebral
receptor de un mayor número de estímulos es el que organiza a su vez mayor número de
respuestas.

Si se quiere determinar cuál es la lateralidad de un sujeto se deben observar diferentes


casos:

•Diestro. Predomina en sus acciones el lado derecho en ojos, oídos, pies y manos.

• Zurdo. Predomina en sus acciones el lado izquierdo en ojos, oídos, pies y manos.

146
•Ambidiestro. No hay predominio de ninguno de los lados, utilizando ambos
indistintamente.

•Lateralidad invertida. Se ha obligado al sujeto a modificar su lado dominante


mediante aprendizajes forzados.

•Lateralidad mixta. Se manifiesta dominancia lateral en un segmento corporal y la


contraria en otro.

La recepción de estímulos en uno de los hemisferios cerebrales procede del


hemicuerpo contrario, de modo que un sujeto de dominancia lateral diestra organiza sus
respuestas motoras en el hemisferio izquierdo.

Para ser eficaz en los deportes colectivos de colaboración-oposición, la utilización de


ambos lados en la práctica es fundamental. Sin embargo, el uso exclusivo de uno de los
lados corporales suele ser habitual en los deportistas. El hecho de manejar los dos
hemicuerpos de modo similar, es decir, ser ambidiestro, eleva las posibilidades de éxito
del jugador en sus acciones. En el caso específico del fútbol, la posibilidad de utilizar
ambas piernas en la ejecución de los gestos permite al jugador optar a un mayor número
de salidas en las situaciones motrices que se le planteen.

En el trabajo técnico que se desarrolla inicialmente con los jugadores jóvenes es


importante incluir ambos lados en la ejecución de los gestos, para que el sistema
neurológico se organice lo antes posible en ambos sentidos. De este modo, el niño será
capaz de reconocer los dos lados corporales precozmente, así como de obtener una
percepción espacial adecuada por ambos lados para conseguir una mejor coordinación.

Este aprendizaje será más lento cuánto más tarde se inicie, de modo que los
entrenadores de niños a partir de ocho años deberían incluir siempre ambos lados en sus
sesiones de entrenamiento.

4.4. Técnica, habilidad y estilo

Estos tres conceptos se han de diferenciar, ya que en muchas ocasiones se tiende a


indicarlos como similares cuando no lo son. El hecho de que un jugador posea una
técnica eficaz no conlleva que sea habilidoso. Pese a que un jugador ejecute el golpeo a
puerta perfectamente desde el punto de vista técnico, ajustándose al modelo
biomecánico, puede ser totalmente ineficaz si no consigue la precisión necesaria para
evitar al portero y marcar gol. Por tanto, un jugador puede ser muy habilidoso y no
ajustarse al modelo técnico de ejecución.

En ciertos deportes, como el patinaje artístico, el rendimiento es meramente estético,

147
y ser estético es ajustarse a unos estereotipos motores indicados por la técnica de dicho
deporte. El movimiento siempre implica una técnica apropiada, que se ajusta y estudia a
través de la biomecánica.

El estilo consiste en cómo "lleva a escena" un deportista determinada habilidad. En los


deportes colectivos el entrenador se encuentra ante muchos dilemas que englo ban estos
tres conceptos. Por esta razón debe saber qué es lo fundamental desde el punto de vista
técnico, respetando la eficacia de la habilidad y el modo en que el jugador interpreta
dicha habilidad (estilo) para individualizar su entrenamiento y hacer exitosas sus
ejecuciones motrices.

4.4.1. Técnica, estilo y habilidad: el modelo

El entrenador, en el inicio del trabajo con los jugadores jóvenes, debe conocer el modelo
técnico de ejecución de los gestos. En muchos casos, los entrenadores no acuden a los
estudios científicos para imitar los modelos de ejecución, sino que observan a los
jugadores profesionales en la competición, de los que sacan la materia prima para sus
sesiones. Éste suele ser un caso de imitación de estilos, más que de modelos técnicos,
con lo que es frecuente ver jugadores poco eficaces pero muy buenos imitadores de
gestos de jugadores profesionales.

En los deportes colectivos de colaboración-oposición hay que procurar que, en


iniciación, el trabajo analítico siga modelos biomecánicos para que, una vez asimilados, el
niño perfile su estilo por medio del juego según la eficacia que encuentre como resultado
de la aplicación de sus habilidades a las situaciones motrices.

4.4.2. La habilidad: el factor hereditario

Muchas veces, al seguir una competición se escucha en la radio o en la televisión la


expresión: "hace fácil lo difícil". Cuando un deportista consigue que una habilidad técnica
compleja parezca fácil incita a los más jóvenes a imitarla. En este caso, debemos saber
que no es tan fácil imitar dichos gestos y que existe un factor hereditario que
potencialmente ayuda al desarrollo mediante la práctica de dichos gestos técnicos.

En este sentido también, se puede tener la semilla, pero hay que regarla para que
nazca el árbol. La propia naturaleza del sujeto no es un factor suficiente para que se den
dichos gestos, sino que serán consecuencia de una práctica sistemática y correctamente
guiada.

4.4.3. La habilidad: tipos

148
Las habilidades se clasifican en:

•Cerradas. Son habilidades motoras o sensoriales asociadas a la reproducción


sistemática de estereotipos motores con un grado de control consciente mínimo.

•Abiertas. Son habilidades motoras y perceptivas en las que los movimientos se


regulan en función de los cambios del entorno. Son habilidades propias de los
deportes de colaboración-oposición.

4.5. Técnica en el fútbol: roles y subroles

Originalmente se conceptúa como rol sociomotor el conjunto de derechos y deberes que


el reglamento describe para cada jugador.

Aparte del rol reglamentario se incorpora al deporte la lógica interna por la que se
atiende a otro tipo de rol: en función de la situación de juego.

Por tanto, se establece una diferenciación entre roles estrictamente reglamentarios y


roles en función de la situación de juego.

4.5.1. Roles estrictamente reglamentarios

Se establecen dos roles claramente diferenciados y con características técnicas propias:


jugador de campo o portero.

149
FIGURA 4.4. Roles y subroles en los deportes de equipo.

4.5.2. Roles en función de la situación de juego

Se definen 5 de acuerdo con las fases ofensivas, defensivas y reglamentarias:

•Atacante. Cualquier jugador con balón

•Compañero. Cualquier atacante sin balón

150
•Defensor. Defensor del atacante sin balón

•Ayudante. Cualquier defensor del atacante sin balón

•Portero. Rol específico definido por el reglamento que puede cumplir cualquiera de
los anteriores

Este sistema de roles, tanto reglamentarios como relacionados con la situación de


juego, comprenden una serie de comportamientos motores tras decisiones tácticas y/o
estratégicas que el jugador puede asumir y realizar durante el desarrollo del juego.

Estos comportamientos motores se denominan subroles y son por tanto respuestas de


tipo técnico a procesos del comportamiento, más asociados a la decisión o al
procesamiento de la información, es decir, a la táctica.

4.5.3. Clasificación de la técnica ofensiva y defensiva

En los cuadros 4.2 y 4.3 se establecen las clasificaciones de los principales aspectos
técnicos ofensivos y defensivos que se pueden dar en el fútbol:

CUADRO 4.2

Clasificación de técnicas ofensivas del fútbol en relación con el móvil, el portero y los
desplazamientos

151
CUADRO 4.3

Clasificación de técnicas defensivas del fútbol en relación con el móvil, el portero, los
desplazamientos y el robo

Además de las clasificaciones anteriores, se ha de considerar el aspecto individual o


colectivo con respecto a la técnica. Mientras la técnica individual se considera el conjunto
de acciones técnicas que se realizan durante una competición en beneficio de un solo
jugador, la técnica colectiva se considera como aquellas ejecuciones en las que la
colaboración entre dos o más deportistas permite alcanzar el objetivo común.

4.6. Reflexiones sobre técnica de un campeón del mundo: Zinedine Zidane

Cualquier entrenador de fútbol, en su intento por tratar de explicar algún aspecto técnico
a sus jugadores en formación, ha recurrido alguna vez a los gestos de Zidane. Es un
orgullo para el autor poder recoger a continuación pensamientos de este referente
mundial del fútbol sobre el aspecto técnico como parte importante del desarrollo integral
del futbolista:

El entrenamiento de un jugador de fútbol consta de cuatro partes: técnica


(apoyos), táctica, aspecto físico y actitud mental. La técnica (apoyos) y el
aspecto mental son los dos elementos fundamentales que necesita un jugador de
fútbol para expresarse y realizarse tanto durante su fase de formación como en su
carrera profesional. Si no domina la técnica y los buenos apoyos, el jugador no

152
puede trabajar correctamente la táctica y el trabajo físico resulta inútil o
insuficiente para alcanzar el más alto nivel.

¿En qué consiste la técnica del jugador de fútbol?

-Es el arte de controlar el balón, parado o en movimiento, en el aire o en el


suelo, con el objetivo de lograr una buena utilización en el juego.

-Es el talento gestual del jugador derivado de sus cualidades naturales y/o
cultivadas: habilidad, flexibilidad, toque de balón, buena motricidad de los
miembros inferiores que facilita tener buenos apoyos y un buen tirning para
el juego de cabeza.

Las evoluciones del fútbol de las que forman parte los apoyos con o sin balón
constituyen la técnica. Se traduce por tanto en la realización de gestos o
encadenamientos tales como: apoyos respecto al balón, controles (pies, muslos,
pecho, etc.), pases, disparos y juego de cabeza. Para trabajar y mantener la
técnica, hay que repetir con regularidad las evoluciones y los encadenamientos
antes de aplicarlos en el juego y el partido.

Por tanto, es necesario trabajar los gestos fundamentales de forma analítica y


específica, ya sea para pulir su técnica o para fundirse con el toque de balón, los
buenos apoyos y gestos con o sin balón que facilitan el restablecimiento de los
circuitos nerviosos.

Los gestos técnicos no se aprenden o se vuelven a asimilar con la mera


participación en partidos. Deben trabajarse de manera analítica para ser
asimilados o nuevamente asimilados, dominados o nuevamente dominados, antes
de ser aplicados en el juego y el partido.

4.7. Preguntas de autoevaluación

•Relaciona los conceptos de técnica y coordinación de acuerdo con la técnica de


carrera, el desarrollo de la fuerza y de la resistencia.

•Diferencia entre coordinación dinámica general y específica.

•Enumera y explica los diferentes factores que implican el desarrollo del equilibrio en
relación con la técnica.

•¿Qué es la eficacia técnica asociada al equilibrio? Enumera y explica los factores más
importantes.

153
•¿Qué es la eficacia técnica asociada a la lateralidad? Enumera y explica los tipos de
lateralidad existentes.

•Diferencia entre los conceptos de técnica, habilidad y estilo.

•¿Cuáles son los roles reglamentarios del fútbol?¿Y los subroles?

•¿Cuáles son lo roles en función de la situación de juego del fútbol?

•Identifica los roles reglamentarios y los relacionados con la acción de juego de otro
deporte de equipo como el baloncesto, el voleibol, el béisbol, el balonmano, etc.

154
155
156
157
Con la evolución de la metodología del entrenamiento y la creciente
capacitación de los profesionales de este ámbito, se ha llegado a la conclusión
de que el proceso de enseñanza-aprendizaje de un deporte debe estar basado
en el análisis y conocimiento del mismo.

En este capítulo el autor disecciona, de manera clara y concisa, los factores


estructurales de los deportes: técnica, táctica y estrategia, determinando que
estos elementos deben ser considerados como un conjunto, dada su inevitable
interrelación en la competición.

La información aportada debe hacernos reflexionar, analizando el modo de


planificar y entendiendo que la separación de estos factores nos alejará de la
realidad del juego.

Sin más, agradecer al autor el esfuerzo por seguir avanzando en el


conocimiento con la elaboración de este libro, fruto de la constancia en el
trabajo, una de las características que define con mayor exactitud a Iñaki Beni.

José Manuel Gil Entrenador categorías inferiores del Real Madrid CF Coordinador
de técnicos de actividades internacionales del Real Madrid CF

La estrategia es anterior al juego. Es el entrenador el que dice qué es lo que hay que
hacer y los jugadores son los que lo intentan aplicar en el campo en función de los
estímulos que se presenten (táctica).

Dentro del propio juego, donde interviene la táctica y la técnica, se ha de entender


que, según qué deporte, intervendrá un tipo de táctica u otro.

Por ejemplo en un 1:1 de boxeo existen muchas técnicas para golpear al contrario y es
el propio desarrollo del juego el que hace que se utilice una u otra (táctica). En este
sentido se puede hablar de táctica:

•Individual. Relación 1:1

158
•Grupal. Hay un número intermedio de participantes

•Colectiva. Todos participan

En el caso de los deportes de equipo el juego se compone de ataque y defensa, de


forma que los principios fundamentales para atacar o defender, según C.Bayer (1986),
son:

•Ataque:

-Tener, conservar el móvil

-Avanzar móvil o jugador

-Conseguir tanto

•Defensa:

-Recuperar el móvil

-Impedir el avance

-Evitar que marquen

Como se ve, el jugador en el campo tiene un rol de ataque y otro de defensa


dependiendo de si tiene o no el móvil, respectivamente.

En este sentido, tanto los principios de ataque y defensa como los tipos de técnica,
táctica o estrategia que se aplican a los deportes dependen fundamentalmente de qué
deportes sean, o lo que es lo mismo, de la estructura que tienen. Los elementos que,
relacionados con la acción de juego, definen a los deportes en función de su lógica
interna son los factores estructurales.

5.1. La lógica interna y externa

Muchas veces se piensa en los deportes como algo genérico, como una actividad donde
el objetivo es ganar sin más. Pero, en cambio, las diferencias entre unos y otros no se
advierte tan a menudo.

Lo que caracteriza y diferencia a los deportes, la esencia que nos permite hablar de
fútbol y no de judo, el porqué se actúa de un modo u otro en función del deporte que se
practique, se denomina lógica interna del deporte y viene determinado por unos factores
que definen la estructura, y por tanto el modo motriz de proceder según dicha estructura.

159
Todo aquello que sea esencial, operativo, propio, interno, corresponde a la lógica
interna. La acción de juego realizada por los jugadores está dentro de la lógica interna, ya
que no hay juego sin jugador, pues el juego es para jugar. Para estudiar la acción de
juego tenemos que estudiar la estructura además de la función.

Existe también una lógica externa o aquellos aspectos que, sin formar parte directa de
la acción de juego, retroalimentan la lógica interna del deporte. Factores de lógi ca
externa como el clima, el árbitro o el campo pueden incidir sobre el/los jugadores como
elementos constitutivos del juego.

5.2. Factores estructurales: definición de la lógica interna de los deportes

Los aspectos estructurales que definen la esencia de los deportes y que a su vez se
definen como universales son:

•La técnica

•La táctica

•La estrategia

•La comunicación

•El espacio

•El tiempo

•El reglamento

En los capítulos anteriores se han ido desarrollando los diferentes conceptos de la


acción de juego como son percepción o visión deportiva, decisión o pensamiento táctico
y ejecución o técnica. En este último capítulo se profundizó tanto conceptualmente como
en el entendimiento de la importancia de los procesos de coordinación, equilibrio y
lateralidad en el trabajo técnico.

Con respecto a la concepción de la táctica, se identificó con los procesos de


percepción y decisión en la acción de juego en el primer capítulo, pero la noción de
estrategia, junto con su asociación a la táctica, no se ha abordado aún.

Es fundamental hacer entender que el concepto táctica se diferencia claramente del de


estrategia, a causa de los muchos errores semánticos que se cometen en su utilización. A
su vez ambos se relacionarán con el concepto anteriormente expuesto de técnica.

160
Una vez abordados dichos conceptos y relacionados con sus términos más próximos,
el segundo objetivo del presente capítulo es analizar los factores estructurales de los
diferentes deportes en función de su lógica interna, formando parte esencial de ellos el
complejo técnico-táctico-estratégico.

5.2.1. La técnica

La técnica como factor estructural en los deportes colectivos se define como un medio
para el desarrollo táctico en función de factores físico-motrices como son la
coordinación, el equilibrio y la lateralidad.

Como ya se expuso en el anterior capítulo, la técnica constituye un papel definidor


tanto de los roles reglamentarios como de los roles en función de la situación de juego.
Según el reglamento, se suponen técnicas ejecutorias distintas si el deporte en cuestión
presenta la diferencia entre portero y jugador, aunque a veces el portero sí actúa cómo
jugador. En relación con la situación de juego, la técnica se asocia a la tác tica para
definir cómo actuar ante la presencia o no del balón, es decir, si hay que atacar, hay que
defender o si se pasa de una fase a otra indistintamente. Este campo técnico desarrolla
formas de actuación diferentes que constituyen un factor estructural asociado al táctico.

5.2.2. La táctica

Hay una gran confusión en lo que al concepto de táctica se refiere, con multitud de
referencias conceptuales atribuibles al significado propio de la estrategia y creando, por
tanto, una distorsión en su entendimiento.

La principal diferencia radica en que mientras la estrategia es un plan de acción previo


a la competición en el que los protagonistas pasivos son los jugadores y el entrenador es
el actor activo que la diseña, la táctica se genera como una lucha dentro de la
competición en el que el entrenador es pasivo y los jugadores son sujetos activos con sus
decisiones durante el encuentro.

Según el diccionario de Ciencias del Deporte de Arquesolo Vegas (1992), en el


deporte, la táctica designa un sistema de planes de acción y de alternativas de decisión
que permite regular a corto plazo una sucesión lógica de acciones sujeta a una
representación bien delimitada de su objetivo, de forma que sea posible un éxito
deportivo frente a los adversarios.

Es decir, estos planes de acción reducen las alternativas de decisión del jugador, para
conseguir un objetivo parcial, ganar esa acción concreta que se limita por la
incertidumbre espacial y temporal de ese lugar y de ese momento.

161
FIGURA 5.1. Lucha táctica en una acción a balón parado. El entrenador no influye en la
acción de juego.

Por ejemplo, antes del partido se indica que en una situación de acción a balón parado
en falta lateral cuatro jugadores tienen que entrar a rematar, de modo que el mejor
rematador vaya al primer palo consiguiendo arrastrar a varios defensores y liberar el
segundo palo, adonde se dirigirán los otros tres atacantes. Estas indicaciones estratégicas
previas al partido pueden diferir mucho de la realidad, y la lucha táctica en la acción en sí
puede determinar que los jugadores tomen otras alternativas al plan preconcebido para
conseguir el objetivo estratégico de ganar. En la figura 5.1 se observa cómo el entrenador
no va a intervenir en esta lucha táctica, puesto que no forma parte del objetivo inmediato
del juego.

El ejemplo anterior muestra por qué es habitual confundir estrategia con acción a
balón parado. Todas las acciones que se indican fuera de la competición son estrategias,
y entre ellas se pueden encontrar las acciones a balón parado. Por tanto, las estrategias
no son sólo acciones a balón parado, sino que pueden ser también indicaciones o planes
de acción ante otro tipo de situación motriz.

Por ejemplo, ante una situación motriz de transición ataque-defensa se indica que los
jugadores tienen que replegarse por detrás del balón excepto el más cercano, que queda

162
temporizando defensivamente presionando sobre el poseedor del balón. Esta indicación
es estratégica. Cuando esta situación suceda durante el partido, los jugadores ya tendrán
un plan de acción que llevar a cabo, pero para ganar esa acción deberán actuar rápido
para replegar (ir atrás en el espacio), tardando menos que el contrario para reorganizarse
(tiempo). Este comportamiento de los jugadores se define como táctico.

El comportamiento táctico según Arquesolo Vegas consiste en ser capaz de llevar a


cabo el propio proyecto de competición frente al del adversario, disimulando el plan de
acción, corriendo riesgos calculados para lograr el éxito.

Los términos clave a la hora de entender la táctica son:

•Parcialidad. Los objetivos que indica la táctica son parciales, tratan de conseguir el
éxito en las situaciones motrices que se dan en la competición para conseguir un
objetivo total indicado por la estrategia.

•Lucha. El desarrollo del juego marca decisiones que el jugador ha de tomar en


función de lo percibido, por lo que ha de improvisar en la consecución de sus
objetivos parciales para conseguir lo planificado estratégicamente.

•Adversario. El modo de proceder del contrario condiciona la actuación propia, por lo


que la anticipación a sus acciones en función de la experiencia consigue mejorar los
resultados parciales. Hay que tener cuidado con la atención que se muestra al
adversario, ya que muchas veces puede dar lugar al olvido del objetivo estratégico.

Por otro lado, hay que diferenciar entre táctica individual y colectiva:

-La individual se basa esencialmente en los enfrentamientos 1:1, en los que el jugador
interactúa con tres elementos cambiantes como son el oponente, el balón y consigo
mismo, valorando los efectos de las diferentes alternativas tácticas, eligiendo la que
cree que se adapta mejor a la situación para el éxito de la acción y ejecutando la
acción técnica escogida.

-La colectiva se basa en enfrentamientos n:n en los que cada miembro del equipo
junto con el resto, en conjunto, interactúan con los oponentes, el balón, los
compañeros y consigo mismo, valorando los efectos de las diferentes alternativas
tácticas, eligiendo la mejor y ejecutando técnicas colectivas.

5.3. La estrategia

La estrategia comprende un aspecto global dentro de los deportes. Se establece siempre


una planificación previa, a corto, medio o largo plazo, de lo que se debe hacer en función

163
de qué circunstancias, tras un análisis.

Según Parlebas (2001), es "la aplicación sobre el terreno de un plan de acción


individual o colectivo, con la finalidad de resolver la tarea propuesta por una situación
motriz determinada".

En este sentido se identifican diferentes tipos de estrategia en función del número de


participantes o del tiempo de planificación de dicha estrategia.

En los deportes de colaboración-oposición la estrategia para conseguir la victoria es


siempre colectiva, pero cabe también la posibilidad de que el jugador establezca su propia
estrategia individual. Ésta debería estar siempre en consonancia y supeditada a la
colectiva.

A su vez, estas estrategias vienen determinadas por la periodicidad de las


competiciones. En los deportes colectivos como el fútbol, la presencia de competiciones
cada semana obliga a establecer estrategias a corto plazo (microciclos), a medio plazo
(mesociclos) y a largo plazo (macrociclos).

FIGURA 5.2. Indicaciones estratégicas en el descanso. El entrenador influye en el


objetivo estratégico.

164
De acuerdo con lo expresado anteriormente, y para designar las características propias
de la estrategia, se establecen tres rasgos fundamentales:

•Totalidad. El objetivo estratégico es aquel por medio del cual los jugadores tratan de
conseguir sus objetivos parciales o tácticos. Se puede pensar que sólo consiste en
conseguir más goles que el contrario, pero a veces en ciertas competiciones no se
trata siempre de ganar o quedar en primer lugar, ya que se puede conseguir la
clasificación aunque se pierda o empate por el valor de los goles en campo
contrario.

•Globalidad. La estrategia comprende todos los aspectos que pueda contemplar la


posibilidad de actuación, tanto dentro de la competición como fuera. Se pueden
definir como casos estratégicos globales la nutrición, los viajes, los protocolos de
emergencia ante enfermedades, etc.

•Planificación. La estrategia ha de prever qué es lo que se debe hacer antes de la


competición en función de los posibles inconvenientes que tanto el juego como la
temporada puedan presentar.

Estos elementos de la acción de juego vienen definidos casi exclusivamente por el


entrenador y se realizan en acciones estratégicas, como en los siguientes ejemplos: mojar
el terreno de juego antes del partido, reducir o ampliar el campo dentro de los límites
permitidos, meter un jugador fresco durante el partido en función del resultado o cambiar
la posición o el cometido de los jugadores durante un partido.

El entrenador, por tanto, desempeña una posición básica en el establecimiento de


estrategias competitivas, pero si éstas no funcionan a lo largo de un partido, el jugador ha
de ser lo suficientemente autónomo para elaborar estrategias individuales, esto es,
planteamientos estratégicos a corto plazo que tengan en cuenta el resultado en ese
momento, el cansancio propio o del oponente o las condiciones climatológicas. En este
sentido, el capitán del equipo acostumbra ser un elemento muy importante, y se suele
decir que ha de ser una prolongación en el campo del entrenador.

Pero este tipo de acciones estratégicas relacionadas directamente con la acción de


juego no contempla el total de ellas. En varios casos, los directores técnicos y la directiva
de los equipos formulan estrategias no relacionadas directamente con la acción de juego,
como pueden ser el crecimiento económico del equipo en función de los resultados, el
márketing que se debe desarrollar en un año, la cartera de fichajes ante posibles
complicaciones u otros sí relacionados y que no son competencia directa del entrenador,
como establecer que los equipos de las categorías inferiores utilicen el mismo estilo de
juego que el primer equipo.

165
5.4. Relaciones entre técnica, táctica y estrategia

Son muchos los nexos de unión entre los componentes del juego, pero en muchas
circunstancias se confunden. Para su entendimiento se exponen las conexiones entre
éstos para diferenciar sus funciones y relaciones, según los esquemas del
comportamiento humano y la intencionalidad de las acciones.

Técnica y táctica poseen funciones similares, puesto que pertenecen a fases de un


mismo proceso, la acción de juego. El establecer dichas similitudes conlleva la aparición
de sus diferencias según se atienda a las fases que intervienen en el desarrollo del juego.

De este modo se determinan, en función de la colaboración o la oposición, las


asociaciones entre técnica y táctica en el proceso de la acción de juego.

CUADRO 5.1

Táctica y técnica en función de la oposición y la colaboración según Riera

Riera (1995) establece las diferentes correspondencias entre estos dos componentes:

•Táctica individual-técnica individual. Cada situación táctica tiene diferentes


alternativas técnicas y la elección de la más adecuada (táctica individual) requiere
que el deportista sea capaz de realizarla (técnica individual).

•Táctica colectiva-técnica colectiva. Para cada situación táctica de equipo existen


varias alternativas técnicas, la elección de la más adecuada por parte del equipo
(táctica colectiva) requiere que el equipo pueda realizarla (técnica colectiva).

•Técnica-táctica-estrategia. Los recursos técnicos disponibles de cada jugador o

166
equipo deben estar contemplados en las alternativas tácticas y en el plan estratégico.

La ejecución técnica por tanto, como se indicaba en el capítulo 4, no sólo ha de estar


supeditada a los objetivos tácticos, sino también a los estratégicos.

5.4.1. La comunicación

Hay distintas formas de comunicación: oral, gestual, musical, etc. En las primeras edades
hay un exceso de comunicación no interpretada, ya que el niño no es capaz de comunicar
ni de entender práxicamente, es decir, a través de su cuerpo. Es lo que se debe enseñar:
la comunicación motriz. Dicha comunicación debe tener un significado propio del
deporte, y se adquiere con la experiencia.

A) Los sistemas de juego

En este sentido, los sistemas de juego son un ejemplo de comunicación motriz.


Sistema de juego se entiende como la forma en la que se va a actuar como equipo para
atacar y defender.

En el sistema de juego se establece una atribución de funciones en el campo de


acuerdo con la posición, con lo que indirectamente se comunican las acciones más o
menos específicas que se pueden llevar a cabo, en función de dicha posición.

Este proceso de especialización es el verdadero enemigo de los deportes de equipo en


la fase de iniciación, ya que se ha de procurar que los niños no comuniquen siempre lo
mismo, que no se encasillen en una posición, para que así consigan un mayor bagaje de
acciones motrices.

Por tanto, e independientemente de la especialización, el sistema de juego, el grado de


organización estratégica en función de las posiciones, se va a relacionar con un sistema
de distribución según se ataque o se defienda denominado funcionalidad del sistema de
juego. Ésta es fruto de la interacción entre los jugadores en el campo, de modo que
según se distribuya a unos y a otros desarrollarán más o menos funciones específicas de
ataque o de defensa. Lo ideal en iniciación es conseguir un equilibrio responsable. Así no
se perderán funciones innatas, bien sean ofensivas o defensivas, en algunos jugadores
que, por su especialización precoz, tienden a manifestar grandes carencias defensivas u
ofensivas en etapas posteriores.

Suele ser común que jugadores eminentemente ofensivos tiendan a retrasar su


posición por su buen manejo del balón durante su carrera deportiva si se encuentran
mejores jugadores para posiciones más avanzadas.

167
B) La interacción o comunicación motriz

La interacción motriz entre jugadores puede ser:

•Directa

-Comunicación positiva: la que se da entre los miembros de un mismo equipo.

-Contracomunicación (comunicación negativa): la que se hace al equipo contrario


para aumentar su grado de incertidumbre.

•Indirecta

-Gestema: es una acción motriz que posee un significado para mi compañero a


través de un gesto con un significado universal como, por ejemplo, indi car al
árbitro que va a haber un cambio, o privado, como marcar una jugada levantando
la mano.

-Praxema: es una acción que cobra significado entre dos jugadores que se asocian y
señala el comienzo de una acción táctica o estratégica (p. ej., el inicio del
desmarque de apoyo de un punta puede marcar el inicio del desmarque de
ruptura del otro).

168
FIGURA 5.3. Comunicación indirecta: Gestema "queremos cambio".

Estas formas de comunicación son redes exclusivas que indican el "ser" de un equipo
o de otro. Los sistemas de juego son una forma de comunicación de los jugadores de un
equipo según un patrón de juego que tiene en cuenta al adversario. Es decir, los sistemas
de juego ponen reglas a esa comunicación, organizándose en función del adversario,
surgiendo entonces la funcionalidad, es decir, para qué sirve ese sistema de ataque-
defensa y cómo se organiza según los principios de ataque-defensa de C.Bayer (1986).

C) Funcionalidad de los sistemas de juego

Es el modo de aplicación táctica de la estrategia planteada en función de las


circunstancias de la acción de juego. Así se diferencian:

•Sistemas de juego en ataque

169
-Contraataque: consiste en conseguir ventaja por superioridad numérica

-Transición: consiste en conseguir ventaja posicionalo temporal en un cambio


ataque-defensa o defensa-ataque

-Ataque posicional: sistema de juego con igualdad numérica y sin imperativo de


tiempo

-Salida de presión: romper la defensa agresiva, próxima

•Sistemas de juego en defensa

-Individual: pares individuales

-Zonal

-Mixto y alternativo (cada cierto tiempo se cambia)

D) La comunicación y la estrategia: los sistemas de juego

Al unir la comunicación con la estrategia se comienza a diseñar el sistema de juego,


para cuyo diseño se debe tener en cuenta:

•Las características de los jugadores, en función de sus potencialidades.

•La continuidad en la decisión. Hay que tener una posibilidad en el espacio y el


tiempo de continuar si una de las opciones tácticas no se puede realizar. El sistema
de juego debe tener varias opciones. Por ejemplo, si un atacante no puede
progresar, debe tener opción de jugar atrás para continuar (menos en campo atrás
en baloncesto).

•Coordinación en el espacio y en el tiempo: el timing. El jugador debe saber en todo


momento lo que hacen sus compañeros para ajustar los pases a la situación de los
mismos. Cuando se dice que "ese equipo juega de memoria" se hace referencia a
que tiene un concepto claro de las posiciones y movimientos de los jugadores en
función de la situación del balón. Por ejemplo, un interior que avanza hacia dentro
con balón sabe que el lateral sube por la banda para darle opción de 2:1, por lo que
ha de fijar a su defensor para pasar al lateral justo en ese timing y dejarlo en
superioridad.

•Esquema básico, estructura de juego. Si un jugador "se pierde" recurre a las


referencias originales.

170
•Todo sistema debe tener un margen de error. A lo mejor no es problema del sistema,
sino del jugador. En el deporte de iniciación el margen de error debe ser mayor.

•En los sistemas de juego hay unos puestos específicos, unos roles y unos subroles.
Los jugadores deben adaptarse a los diferentes puestos en lugar de especializarse.

Un equipo debería aplicar más de un sistema para adaptar al jugador a diferentes


posibilidades de juego en función del contrario. Según la categoría y nivel se ten drán
más o menos sistemas; así, a mayor categoría y nivel, mayores posibilidades de
actuación.

Como ya se apuntó con anterioridad, el sistema debe ser equilibrado, sobre todo en
formación, por lo que los objetivos del sistema de juego son:

•Todos deben saber trabajar en todas las posiciones

•Aprovechamiento de las opciones y variantes

•Validez del sistema: hay que convencerles de su eficacia y su beneficio

Para elaborar el sistema, se debe atender a unas indicaciones estratégicas. Esta


estrategia presenta diferentes tendencias según el grupo de trabajo y el entrenador. Las
tendencias de la estrategia son:

•Imperativa. En esta postura, se hace lo que el entrenador dice, ya que éste confía
más en su experiencia que en las aportaciones de sus jugadores, con lo que no
genera creatividad. Este modo de proceder ofrece rendimiento a corto plazo, pero
no a largo plazo, ya que siempre se hace lo mismo y no se confía en los jugadores.

•Democrática. Se trata de dar responsabilidad a los jugadores, lo que revierte en un


juego imprevisible, con muchas salidas que desarrollan mucha creatividad pero que
a su vez requiere gran disciplina para no caer en un proceso anárquico. Hay mucha
riqueza, pero cuesta más llegar a los objetivos propuestos.

•Mixta. Es una posición intermedia y es probablemente la que mejor resultado da, ya


que está supervisada tanto por el entrenador como por los jugadores.

5.4.2. Espacio

Las interpretaciones son diferentes según el punto de vista social. El espacio es el


territorio propio, algo que siempre está presente en la Historia, y que ha sido causa de
conflictos bélicos. En cada cultura es diferente pero, desde luego, la lucha por el espacio

171
siempre ha sido vital.

En el plano deportivo, en deportes de combate como la esgrima o el judo, la lucha por


el espacio queda patente. Es fundamental para realizar una acción motriz efectiva ganar
espacio al contrario. De este modo, el espacio se debe ocupar en función de las
habilidades de los jugadores, de la estrategia que se debe seguir.

Atendiendo a esta ganancia o pérdida del espacio se establecen diferentes tipos de


espacio de enfrentamiento entre jugadores (espacio interactivo):

•Espacio próximo. Es el más importante, ya que no hay desplazamiento de


miembrossuperiores o inferiores y se basa en juegos de interacción de uno contra
uno. En los deportes colectivos también existen fases con espacios próximos.

FIGURA 5.4. Espacio próximo en fútbol americano.

•Espacio medio. Es el que permite mover las extremidades superiores o inferiores.

172
FIGURA 5.5. Espacio medio en fútbol.

•Espacio lejano. En este espacio se toman otras referencias, como la del lugar donde
se marca, nuestro objetivo, en lugar del adversario. El golf o los deportes colectivos
donde hay interacción de marca son buenos ejemplos de espacios lejanos.

173
FIGURA 5.6. Espacio lejano en béisbol.

La importancia del espacio se determina en función de la referencia que se tome, y


según el tipo de deporte, el espacio se estudiará con una referencia u otra.

Existen otros tipos de espacio que también merecen su estudio:

•Espacio-transición. Es el que se utiliza para pasar de un espacio a otro.

•Espacio-formal. Es aquel reglamentado, no salvaje.

•Espacio-físico. Es el espacio tal cual, si le añadimos unas líneas se convierte en el


anterior.

•Espacio-doméstico. Es aquel que no necesita de la percepción para realizar una


acción motriz.

•Espacio-salvaje. Es aquel que necesita de la percepción para realizar una acción


motriz.

•Espacio socio-motor. Es aquel donde encontramos una comunicación y una


contracomunicación.

•Espacio de riesgo. Hay espacio de mucho riesgo y de poco riesgo según la cercanía o
lejanía de mi portería.

•Espacio óptimo. Espacio que me permite realizar mi acción para conseguir marcar.
Por ejemplo, cuanto más cerca esté de la meta del equipo contrario en fútbol
americano.

•Espacio reglamentario:

-Espacios prohibidos para determinados jugadores, por ejemplo, en fútbol el portero


no puede tocar el balón fuera del área.

-Espacios prohibidos temporalmente, por ejemplo, en baloncesto el tiempo del


atacante en la zona.

-Espacios prohibidos en función de la posición del contrario, por ejemplo, el fuera


de juego en fútbol.

5.4.3. Tiempo

174
El tiempo es fundamental como factor estructural unido al espacio. El timing que se
asocia al tiempo se entiende como el movimiento coordinado en el momento justo.

Hay que distinguir los momentos de juego: juego real o tiempo efectivo de juego
frente a momentos de juego no efectivo. Ambos tiempos suponen el tiempo total de
juego reglamentario. Por tanto se distinguen:

•Tiempo real. Lo que se está jugando con el balón en juego. Por ejemplo, en
baloncesto se juega parando el cronómetro cada vez que el balón no está en juego,
lo que da lugar a balón vivo y balón muerto.

•Tiempo reglamentario. Es el tiempo que se juega a "reloj corrido", es decir, con el


cronómetro en marcha se juegue o no. Por ejemplo, en fútbol, el tiempo
reglamentario son 90 minutos, el tiempo real aproximadamente 55. El resto del
tiempo, el árbitro ha pitado una falta, el balón está fuera... y no se para el crono.

Se ha de considerar la relación tiempo real-tiempo reglamentario para valorar el


aspecto cualitativo del tiempo. En función del tiempo de pausa y el tiempo de actuación,
se define el tipo de deporte y las exigencias tanto técnico-tácticas como
físicocondicionales (velocidad, resistencia, fuerza, etc.).

5.4.4. Reglamento

Puede ser el factor que más condiciona el juego y en él se detalla:

•La definición del deporte, en qué consiste.

•El desarrollo en reglas del propio juego.

•Las sanciones y bases de la competición (normativa por la que se desarrolla la liga,


que son específicas en cada deporte y categoría).

Con cualquier cambio del reglamento, la funcionalidad del juego varía, pues deberá
haber un cambio de la técnica, la táctica y la estrategia.

• El arbitraje: la lógica interna influye en la lógica externa

El árbitro es parte de la lógica externa, aunque una decisión suya pueda influir en
el resultado. El arbitraje es difícil porque la lógica interna es complicada y puede
influir en las decisiones del árbitro, luego las acciones del juego (lógica interna)
dificultan el arbitraje.

175
• El arbitraje: la lógica externa influye en la lógica externa

Los árbitros se dividen su campo de observación, requiere una coordinación


entre ellos. El público, entrenadores, medios de comunicación influyen, así como la
capacidad de percepción y también la forma física.

•Factores que determinan las infracciones

Según donde se realicen estas infracciones, la gravedad, la dureza e intensidad,


la reiteración de la infracción, la intencionalidad o si se toma ventaja o no, se
determinará la sanción que se debe aplicar.

•Factores externos que influyen en el reglamento

-la publicidad

-el márketing

-la evolución del propio reglamento, que busca:

-la seguridad de los participantes

-la propia estética del juego

-aumentar el grado de incertidumbre en el resultado final

-favorecer el juego de ataque

•Reglamento y estrategia deportiva: los sistemas de juego se ponen en marcha en


función del reglamento. Si los árbitros son permisivos, los entrenadores pueden
disponer un juego más duro, por lo que se establece una relación muy importante
entre el árbitro y la estrategia (tanto en ataque como en defensa). También hay
relación con el reglamento, ya que permite un campo con unas dimensiones u otras,
lo cual condiciona el planteamiento de una estrategia u otra. El reglamento tienen
que sabérselo no sólo los entrenadores, sino también los jugadores, ya que esta
relación también se produce con la táctica y la técnica. Por ejemplo, si un equipo
marca un gol y lo celebran todos juntos en campo propio, el equipo rival puede
reiniciar el partido con el permiso del árbitro mientras se celebra el gol, pudiendo
marcar un gol sin apenas oposición.

5.5. Preguntas de autoevaluación

176
•Explica qué es lógica interna y lógica externa y diferencia los conceptos.

•Diferencia y relaciona los conceptos de técnica, táctica y estrategia. ¿Es lo mismo


táctica y estrategia? Razona la respuesta con ejemplos.

•Enumera y explica los diferentes factores estructurales de los deportes.

177
178
Identificar y conceptualizar los hechos es un objetivo básico que perseguimos
desde el comienzo de los procesos de investigación. Los deportes han ido
caminando de la mano de una clasificación básicamente numérica y de
confrontación, en la que muchas veces nos ha faltado el análisis exhaustivo y
detallado de la esencia que los define. En este sentido, tengo que destacar el
esmero, trabajo y dedicación que Iñaki hace en este capítulo para identificar
esa "entraña" que determina a los deportes. Acepciones y términos como plan
estratégico, percepción y análisis de la situación, espacios de interacción,
comunicación motora, etc., que con tanta destreza y conocimiento utiliza
Iñaki, se convertirán en un lenguaje técnico habitual entre los profesionales del
deporte.

Juan Carlos Martínez Castrejo Director del Departamento de Preparación Física:


categorías inferiores de la Real Federación Española de Fútbol Profesor de la
Universidad Autónoma de Madrid

En el capítulo 5 se determinaban los factores estructurales que dan funcionalidad e


identifican los deportes a través de su lógica interna. Ésta clasifica los deportes a través
de dos filtros: el tipo de inteligencia en la acción de juego y el uso del
espacioparticipación. Ambos filtros van a converger finalmente en la clasificación de los
deportes en función de su interacción.

6.1. Tipo de inteligencia en la acción de juego

El individuo que actúa solo, siendo el único que puede reaccionar ante los estímulos que
le presenta la acción de juego del deporte que practica, se encuentra formando parte de
un deporte cuya inteligencia motriz requerida es de tipo psicomotriz.

En cambio, el sujeto que actúa utilizando sus capacidades cognitivas para descodificar
estímulos, de forma que interpreta intenciones de compañeros, adversarios o ambos,
para dar una respuesta motriz, se encuentra formando parte de un deporte que necesita
una inteligencia motriz de tipo sociomotriz.

179
6.2. Utilización del espacio-participación

El espacio que viene definido por el reglamento puede ser separado o común.

El espacio de juego separado se refiere a un espacio donde cada practicante desarrolla


su acción de juego independientemente de los demás, como puede darse en los 100
metros vallas de atletismo, o en el voleibol.

El espacio común es aquél donde los participantes desarrollan su práctica en un


núcleo en el que pueden interaccionar unos con otros, sin límites espaciales, como puede
darse en el judo o el fútbol.

Por otro lado, la participación en los deportes puede ser alterna, como es el caso del
tenis o el ping pong, o simultánea como en el baloncesto o el rugby.

6.3. Clasificación funcional de los deportes: la interacción

El término interacción motriz hace referencia a cuando, en una práctica deportiva, un


individuo ejerce una acción motriz que influye en el comportamiento motor de otro u
otros individuos. Éstos pueden ser compañeros (C) o adversarios (A) que comparten una
práctica donde puede haber mayor o menor incertidumbre (1) en función de la lógica
interna del deporte.

Entre los compañeros se producirá una comunicación positiva para poder llevar a
cabo los objetivos planteados, mientras que con los adversarios se realizará una
comunicación negativa o contracomunicación que oculte nuestras intenciones y eleve el
grado de incertidumbre del adversario.

De las diferentes interacciones entre C, A e 1 surge la clasificación funcional de los


deportes, que comprende 2 categorías para los deportes psicomotrices y 6 para los
sociomotrices.

Las ocho categorías de la figura 6.1 se clasifican en función de su grado de


interacción e incertidumbre. Se van a resumir en 4 tipos de deporte que se explican por la
forma en que su estructura funcional define su lógica interna. Éstos son los deportes:

CUADRO 6.1

180
Clasificación funcional de los deportes

181
182
FIGURA 6.1. Relación de interacción e incertidumbre de los diferentes deportes en
función de su estructura funcional.

FIGURA 6.2. Situación funcional de los deportes individuales en el conjunto de deportes


según el grado de incertidumbre e interacción.

183
6.4. Los deportes individuales (-0-,1)

Los deportes individuales son los denominados psicomotrices, en los que el individuo
actúa solo. En esta clasificación se contemplan dos posibilidades: el deporte individual sin
incertidumbre o con incertidumbre asociada al medio.

6.4.1. Clasificación de los deportes individuales

La clasificación se realiza en función de la participación y el espacio.

FIGURA 6.3. Clasificación de los deportes individuales en función de la participación y el


espacio.

6.4.2. Características propias de los deportes individuales

Las características que definen a los deportes individuales son:

•Carácter cíclico. Los gestos que se realizan en estos deportes se repiten


continuamente.

•Alta organización y autorregulación. Tanto el entrenador como el deportista saben


cómo va a ser la competición y el modo de prepararla, por lo que se deja muy poco

184
al azar.

•Bioenergéticos. Están fundamentados en la capacidad biológica de los sujetos.

•En general comportan un bajo nivel de exigencia en pensamiento táctico y


creatividad. Requieren de un estado de forma óptimo que va unido al estado
bioenergético. En este tipo de deporte, está determinado cuándo se deben dar los
picos máximos de rendimiento. Las características de ese estado de forma son muy
importantes.

•Distribución de la energía en competición. Hay que tener sentido del ritmo para
distribuir la energía.

•Modelos para reproducir en la didáctica. Necesitan conocer la técnica de ejecución a


la perfección.

•Capacidad individual de sufrimiento. El deportista debe desarrollar la capacidad de


resistir mentalmente a los entrenamientos, con lo que aumenta su propia capacidad
de superación.

6.4.3. Preparación estratégica en los deportes individuales

La preparación estratégica es fundamental antes de una competición individual. Todo lo


que sucede en este tipo de competiciones se debe a la reproducción de un planteamiento
estratégico previamente entrenado.

A) Plan estratégico

El objetivo del entrenamiento en los deportes individuales está basado en la


realización de un modelo concreto que ya está preparado de antemano. El objetivo
estratégico estudia las opciones con adversarios específicos para ofrecer distintas
respuestas durante la competición ya que, aunque la interacción no es operativa, puede
influir la actuación del adversario.

El plan estratégico depende de ciertos factores:

•Objetivo estratégico de la competición, que no siempre consiste en ganar, también


puede ser suficiente clasificarse para la siguiente ronda con una marca discreta o
simplemente acabar una carrera.

•Sentido del ritmo durante la competición. Es fundamental compaginar equilibrio


interno y externo:

185
-Energía. Hay que saber usar y distribuir la energía en la competición, por lo que se
requiere una buena coordinación en el espacio y en el tiempo. Un síntoma de
buena distribución energética es saber la marca que se va a hacer sin verla.

-Sentido del tiempo. Aparece como consecuencia de los impulsos rítmicos de los
propios receptores de los músculos y tendones que se repiten cada cierto tiempo
(intervalo).

•Estado de forma del deportista. El número de competiciones realizadas previamente


a una gran cita puede implicar un descenso del rendimiento en ésta, por ejemplo,
unos Juegos Olímpicos, ya que a veces se prefiere participar en muchas para ganar
más dinero.

•Resolución de problemas imprevistos. Para ello resulta fundamental la experiencia y


el conocimiento sobre:

-El reglamento

-Las características del contrario

-Las características de la competición

En la alta competición se necesita un consenso entre el deportista y el entrenador. Se


observa que ciertos atletas tienen el estilo de un determinado entrenador.

B) Evaluación

Después de la competición, llega el momento de interpretar lo sucedido. Muchas


veces se relaciona ganar con "bien" y perder con "mal", lo cual viene a ser una
interpretación incorrecta como primera impresión. Esta evaluación se ha de sistematizar
para competiciones futuras.

Los atletas requieren una ayuda psicológica para que puedan descender sus estados
de ansiedad, fruto de fracasos anteriores. En estos casos la visualización previa a la
competición es importante.

CUADRO 6.2

Clasificación y características principales de los deportes individuales en función de sus


ciclos de acción

186
Ejemplos de los diferentes deportes individuales pueden ser:

•Cíclico: 100 metros lisos

•De un solo ciclo: lanzamiento de jabalina. En la acción motriz se experimentan


cambios de la velocidad lineal a la vertical

•Artístico: gimnasia rítmica. Es una situación más abierta

6.5. Deportes de oposición (A, Al)

Los deportes de oposición o combate con adversario directo son aquellos en los cuales su
acción motriz se realiza ante un adversario sin posibilidad de colaboración.

187
FIGURA 6.4. Situación funcional de los deportes de oposición en el conjunto de deportes
según el grado de incertidumbre e interacción.

6.5.1. Características propias de los deportes de oposición

Las características que definen a los deportes de oposición son:

•Hay baja organización ya que la acción del contrario no está reglada. El binomio
duelo-desafío es similar al uno contra uno de los deportes colectivos.

•Son deportes abiertos en los que la acción motriz del deportista no se sabe cómo va a
ser, pero normalmente está en función del adversario.

•Precisión en la ejecución. La técnica y la táctica han de ser adaptadas con mucha


precisión al adversario.

•Juego intencional, inteligente. Es un juego de engaños y fintas, de acción-reacción en


el que hay que racionalizar lo que sucede, ver qué ocurre.

•La interacción de marca u objetivo de la comunicación entre los jugadores no se


dirige al espacio ni al tiempo, sino a inutilizar al adversario. Si esto no se consigue
directamente, la valoración puede ser por puntos.

•La agresividad es necesaria, dentro de parámetros reglamentarios. Debe ser

188
conducida.

•Elementos comunes en deportes de combate:

-Enfrentamientos de uno contra uno.

-Espacios próximos-medios (con invasiones en las que la acción de uno y otro


deportista se enfrentan), luego el espacio y el tiempo son fundamentales. Es una
lucha permanente por el espacio.

-Interacción de marca a tiempo limitado. Puede ser más o menos corto (no en
deportes de raqueta).

-Desarrollo del espacio-temporal.

-El objetivo es desequilibrar al contrario, que se caiga o que toque el suelo.

•En cuanto a las fases de acción de juego, se puede asegurar que son deportes
eminentemente perceptivos:

-Percepción y análisis de la situación. Los canales de información son muy


importantes y la percepción resulta fundamental.

-Toma de decisión (pensamiento táctico). Son decisiones que dependen del tiempo,
si se piensa muy tarde puede conllevar un k. o.

-Calidad del pensamiento táctico. Se precisa escoger la mejor respuesta en el menor


tiempo posible.

-Solución o ejecución motriz. El repertorio de elementos técnicos puede constar de


muchos improvisados o pocos automáticos.

En este tipo de deportes no es suficiente responder simplemente a los estímulos, sino


que dichas respuestas deben ser rápidas y de calidad. Así, el que toma la iniciativa en la
etapa de acción entra en fase de ataque y ha de tomar la decisión de cómo llevarlo a cabo
mientras intuye las posibles respuestas del contrario. Esta característica común de los
deportes de oposición sigue siéndolo en dos tipos de deportes que se diferencian dentro
de este grupo; de combate y de raqueta.

CUADRO 6.3

Diferencia entre los deportes de combate y los de raqueta

189
Ambos tipos de deporte son de oposición, pero la principal diferencia se establece en
su interacción de marca. La interacción de marca es el modo de contracomunicación
(comunicación negativa) que se establece entre los dos participantes para llegar al
objetivo de marca designado por el reglamento. Mientras en los deportes de combate la
interacción se produce en un espacio próximo donde el objetivo es dejar k. o. al
contrario, en los deportes de raqueta el espacio de participación, aunque es común, no
permite una interacción espacial, por lo que nunca habrá un cuerpo a cuerpo. En este
caso, el objetivo del juego es conseguir alejar el móvil del alcance del contrario.

6.52 Preparación estratégico-didáctica

En la preparación para la enseñanza de un deporte de oposición surge el dilema a la hora


de priorizar el aspecto técnico o el táctico. De este modo, si se establece un método que
prefiera unos aspectos a otros se puede escoger entre:

•Método deductivo, que consiste en la imitación de modelos técnicos.

•Método inductivo, fundamentado en la resolución de problemas o situaciones de


combate tácticos. Esto se puede realizar mediante una búsqueda libre o más o
menos inducida.

Es entonces interesante que, antes de comenzar a enseñar un deporte de combate, se


tenga en cuenta la diferencia entre técnica y táctica en cuanto a su aplicación en un
deporte de oposición, para posteriormente pensar en cómo proceder en la enseñanza de
la técnica y la táctica y converger en su utilización común.

190
FIGURA 6.5. Diferencia en la aplicación de oposición según el objetivo de la tarea sea
técnico o táctico.

6.53. Preparación estratégica

Los aspectos técnicos que se deben emplear se relacionan con los modos de actuación
durante el combate, como son:

•Observación del juego del adversario.

•Análisis racionalizado de sus reacciones, puntos fuertes y débiles. No atacar sin saber
la dominancia lateral del adversario.

•Adaptación y realización de la acción apropiada.

Los aspectos tácticos que, en relación con los aspectos técnicos, deben tenerse en
cuenta en la preparación del juego son:

•La distancia. Se fundamentan en juegos de invasión de espacio donde se da incluso


la distancia cero (p. ej., inmovilizaciones en judo).

•El tiempo de combate. Según marque el reglamento la duración del tiempo total, la
distribución de la energía se debe dosificar porque las acciones son de intensidad
alta.

•Segunda intención y sucesivas. El ataque siempre viene seguido por una reacción
ante la que se ejerce un contraataque. Se produce una permanente lectura de
segundas intenciones.

•Aspectos volitivos. Para aguantar las competiciones y los entrenamientos en este tipo
de deportes, el deportista requiere una capacidad de superación y de lucha basada
en la constancia y la voluntad.

191
•Aspectos psicológicos de intención. Principalmente antes de encadenar una secuencia
de acciones y reacciones, se produce un juego de falsas intenciones con el que se
pretende no revelar la iniciativa. Es crucial la observación de los adversarios y el
reconocimiento de sus puntos fuertes y débiles.

6.5.4. Evaluación del plan estratégico

El deportista, una vez contemplados los aspectos técnico-tácticos previos a la


competición y ya dispuesto a competir, ha de realizar un análisis de la situación
(nosotros, adversarios, competición) para diseñar un plan de acción o plan estratégico
que se desarrolla y evalúa junto con el entrenador. Este plan estratégico de actuación
durante el combate puede ser:

•Ofensivo. Se intenta llevar la iniciativa.

•Defensivo. La acción defensiva consiste en repeler la iniciativa del contrario, por lo


que estoy a la expectativa.

•Pasivo. No hay iniciativa.

•Contraataque. Se busca repeler la iniciativa y atacar.

•De segunda intención (sucesiva). Son acciones encadenadas en las que yo ataco en
un frente buscando una reacción que me permita atacar en otro (segunda intención).

El modelo de planteamiento táctico en la lucha deportiva de la figura 6.6 contempla la


preparación de acuerdo con un estudio previo del contrario para definir una estrategia
teórica de lucha contra el adversario. Según este planteamiento, una vez establecido el
adversario y tras la recogida de información suficiente, se plantea un modelo mental
sobre cómo actuar en función de diversas situaciones de ataque y defensa que puedan
surgir frente a dicho adversario. De este modo, se está desarrollando una estrategia de
lucha que se ha de aplicar en entrenamiento contra un adversario que se asemeje lo más
posible al de la competición real. Tras el entrenamiento, y una vez resuelta la
competición, se ha de repetir el proceso con un nuevo adversario.

192
FIGURA 6.6. Planteamiento táctico de Petrov (1977).

6.6. Deportes de colaboración (C, CI)

En los deportes de colaboración, la acción de juego tiene lugar con dos o más
participantes de forma conjunta de modo que los deportistas no tienen interacción de
oponentes directos, pero sí de compañeros.

193
FIGURA 6.7. Situación funcional de los deportes de colaboración en el conjunto de
deportes según el grado de incertidumbre e interacción.

FIGURA 6.8. Clasificación de los deportes de colaboración.

Como se observa en la figura 6.8, los deportes de colaboración se clasifican en


función del espacio (separado o común) y la participación (simultánea o alternativa), de
modo que existen disciplinas con:

•Incertidumbre del medio e interacción simultánea

194
-Escalada en cordada

-Algunas especialidades de vela

•Sin incertidumbre del medio y con participación alternativa de los equipos

-Gimnasia rítmica por equipos (según la prueba)

-Remo (según la prueba)

•Sin incertidumbre del medio y con participación alternativa de compañeros

-Relevos

6.6.1. Características propias de los deportes de colaboración

Las características que definen a los deportes de colaboración son:

•El espacio en el que se desarrolla el juego es un espacio sociomotor en el cual se


manifiestan las comunicaciones positivas entre los integrantes del equipo.

•El espacio en la mayoría de los casos es común, así como la participación de forma
simultánea de los equipos. A su vez, el desarrollo de la acción de juego puede ser
portadora de incertidumbre asociada al medio.

•El tiempo, que está relacionado con los siguientes elementos:

-El reglamento (tiempo de actuación).

-El ritmo de competición (cadencia).

-El timing o coordinación con los compañeros en un tiempo concreto para conseguir
el éxito en la acción motriz.

•El reglamento, que regula los siguientes aspectos:

-El espacio y los artefactos (si los hubiera).

-La intervención de los participantes (ejercicios libres, por parejas, etc.).

-La relación con el compañero.

-La red de marca, es decir, cómo se asigna el sistema de puntuaciones y la finalidad

195
del deporte asociada a la estrategia, que no siempre es ganar (p. ej., conseguir
ciertos puestos, tiempos, etc.).

-Las penalizaciones. El tiempo es la penalización más objetiva cuando se cometen


fallos en las acciones deportivas, pero cuando no es el elemento determinante,
será muy difícil asignar penalizaciones, ya que siempre puede existir un error de
los jueces (p. ej., gimnasia rítmica).

-El sistema de competición, que puede ser clasificatorio, por puestos, por tiempos,
etc.

•La comunicación motriz presenta los siguientes rasgos:

-La interacción operativa, práxica, directa y esencial. Los integrantes del equipo se
comunican para conseguir un fin, la interacción de marca es esencial porque
individualmente es mucho más difícil conseguir objetivos.

-En la red de comunicación hay solidaridad positiva y no hay contracomunicación.

-La realización de las acciones motrices favorecen al equipo y hay que ser
consciente de que la acción propia modifica la del compañero.

6.62 Preparación estratégica

En cuanto a la preparación estratégica, hay que destacar que los deportes de colaboración
son eminentemente técnicos y presentan ciertas peculiaridades en su preparación:

•Hay predominio de modelos cerrados, excepto en las disciplinas en las que existe la
incertidumbre en el medio, que son fundamentalmente perceptivos. (p. ej., escalada
en cordada).

•Los tipos de acción motriz más utilizados se relacionan con el equilibrio, como el
apoyo, los giros, los saltos.

•Destaca el valor expresivo y estético, lo cual dificulta su puntuación. Es también una


forma de comunicación donde la creatividad resulta importante.

•La participación en la elaboración del ejercicio puede ser obligatoria, si se sabe de


antemano lo que se va a hacer, o libre, si las características del sujeto se adaptan al
ejercicio durante el transcurso de la prueba (táctico).

En este sentido, la estrategia de los deportes de colaboración viene marcada por la

196
cooperación entre los integrantes de la pareja o equipo. En las primeras edades, el
entrenador tiene más importancia. Con la experiencia, son los propios jugadores los que
van cobrando dicha importancia. Así, el sentido estratégico en estos deportes establece:

•La distribución de los roles del equipo.

•Los subroles, que según cada modalidad deportiva serán diferentes (saltos, giros,
rodamientos, elevación de uno al otro, inmovilidad, etc.).

•La estrategia externa, es decir, la ropa, la expresión facial (siempre se sonríe), el


maquillaje, la música (sugiere un tipo de ejecución, un determinado ritmo), etc.

6.7. Los deportes de colaboración-oposición (CA, CAI)

En este tipo de deportes la acción de juego depende de las interacciones entre los
jugadores de modo que éstos interaccionan colaborando y cooperando para oponerse al
equipo contrario.

FIGURA 6.9. Situación funcional de los deportes de colaboración-oposición en el


conjunto de deportes según el grado de incertidumbre e interacción.

Los deportes de colaboración-oposición se distribuyen en función de dos variables: el


espacio y la participación.

En el espacio se puede producir presencia o ausencia de incertidumbre (CAl y CA

197
respectivamente) y la participación de los deportistas puede ser simultánea o alternativa.
A su vez, dentro de los deportes de espacio estable, la otra variable por la que se
distribuyen este grupo específico de deportes es si los espacios de interacción son
separados o comunes para los jugadores.

FIGURA 6.10. Distribución de los deportes de colaboración-oposición (CAI) según el


espacio y la participación.

Como aspectos constituyentes de la lógica interna (véase el apartado 5.2), en los


deportes de colaboración/oposición, la técnica, la estrategia, el reglamento, el espacio, el
tiempo y la comunicación van a marcar el modo de interacción de los jugadores, dotando
a este tipo de deportes de una esencia y pertinencia entre las que la comunicación y la
estrategia sobresalen como elementos diferenciadores de la acción de juego.

6.7.1. El reglamento

El reglamento en estos deportes se subdivide en dos versiones: la formal y la práxica.

En el reglamento formal se indican datos como:

•Las dimensiones del terreno de práctica deportiva.

•Medidas, peso y características del móvil.

•Número de jugadores.

•Tiempo de juego.

198
En el reglamento práxico se indica:

•Cómo jugar el móvil (con los pies, con las manos, con la raqueta, etc.).

•Cómo asociarse con compañeros y adversarios en función del móvil sin incurrir en
sanciones ni cometer infracciones (faltas, fuera de juego, etc.).

•Cómo utilizar el espacio (zonas prohibidas, zonas de lanzamiento con mayor


puntuación, etc.).

•El valor de los tantos (canastas de tres, valor doble de los goles en caso de empate,
etc.).

6.7.2. La técnica

Los modelos de ejecución en los deportes de colaboración-oposición son necesarios para


conseguir eficacia en el final de la acción de juego, pero de ellos no depende
exclusivamente el éxito de las acciones motrices.

Se resalta por tanto el papel importante de la técnica, pero siempre en función de la


táctica o decisión, que se ha de tomar según el contexto percibido. La acción técnica
obviamente será la manifestación motriz que porta sentido y significado, tanto para
compañeros como para adversarios, de cuáles son mis intenciones (véase página 37).

De este modo se entiende que la técnica sólo tiene lógica si se atiende a ella dentro del
contexto de la acción de juego que delimita el reglamento del deporte en cuestión. Dentro
de este contexto, la técnica va asociada constantemente a la localización del móvil, por lo
que se subdivide en técnica ofensiva o defensiva en función de si el equipo está o no en
posición del móvil respectivamente.

Así, se puede observar que en los deportes de colaboración-oposición prevalece el


sentido estratégico y comunicativo de la técnica más que el ajuste al modelo biomecánico
de ejecución. Por eso se entiende que la distribución de las acciones técnicas debe
enmarcarse en tres tipos de situaciones:

•jugador con el móvil.

•Jugadores sin el móvil del equipo poseedor de éste.

•Jugadores sin el móvil del equipo no poseedor de éste.

Se puede afirmar, por tanto, que cada situación genera un conjunto de gestos técnicos

199
particulares y que todos ellos a la vez definen la técnica como un repertorio de gestos
esenciales del deporte en general y que caracterizan a ese deporte en particular. Por
ejemplo, la técnica en los tiros libres es característica del baloncesto y la técnica del
saque flotante lo es del voleibol.

6.7.3. El espacio

Como se vio con anterioridad, el espacio puede ser inestable o estable, con la
consecuente existencia o no de incertidumbre ligada al medio. En los deportes de equipo
con mayor participación, el medio no suele presentar un alto grado de incertidumbre
puesto que se juega en espacios estándar definidos por el reglamento como los campos
de fútbol, las canchas de baloncesto, las pistas de tenis, etc. En estos casos la
incertidumbre se ve ligada principalmente a la dinámica de la acción de juego, con la
presencia de móvil, compañeros y adversarios cuyas respuestas nunca son iguales de una
acción a la siguiente (CA). En algunos casos como el fútbol o el hockey, se puede dar
cierta incertidumbre asociada el medio, ya que se juegan en estadios abiertos donde las
inclemencias meteorológicas pueden afectar al juego, pero siempre en terrenos estándar
según el reglamento.

A su vez este espacio estable asume diferentes tipos de espacio de acuerdo con su
funcionalidad:

•Espacio como medida métrica

•Espacios y áreas reglamentarias

•Funcionalidad de las zonas

•Espacio objetivo

•Espacio interactivo

•Espacio estratégico

A) Espacio como medida métrica

El jugador ha de atenerse a unas medidas fijas en donde tiene que llevar a cabo sus
acciones motrices para conseguir tantos en espacios concretos. Por ejemplo, en el saque
de tenis el tenista debe hacer botar la pelota en un rectángulo preestablecido y en hockey
el jugador ha de marcar gol en una portería con medidas reglamentarias.

Otros deportes como el baloncesto premian la consecución de tantos desde mayor

200
distancia, como el lanzamiento de tres puntos.

B) Espacios y áreas reglamentarias

Es habitual encontrar en todos los deportes de equipo ciertas zonas delimitadas donde
el reglamento establece características determinadas de utilización. Así, encontramos
zonas de saque para el dobles de bádminton, área de meta en el fútbol-sala, zona de
lanzamiento para el pitcher en béisbol, etc. Estas características reglamentarias se marcan
en el suelo en dos dimensiones, pero pueden requerir el empleo de una tercera
dimensión, como en el baloncesto, donde el balón no se considerará fuera del terreno de
juego si el jugador no está pisando el exterior del mismo o, aun estando fuera, se
encuentra en el aire.

A su vez, los elementos técnico-tácticos ofensivos y defensivos se ven condicionados


por estas subzonas, ya que en función de que se esté en una situación ofensiva o
defensiva puede aparecer una subzona reglamentaria nueva, como el fuera de juego en
fútbol o el campo atrás en baloncesto.

C) Funcionalidad de las zonas

La subdivisión del espacio de juego en zonas con motivos reglamentarios confiere


funciones especiales a algunas de estas áreas:

•Zonas espaciales de prohibición continua. En el caso del fútbol-sala no se puede


tocar el balón con la mano dentro del área de meta a excepción del portero.

•Zonas espaciales de prohibición variable. En el caso del fútbol, el área variable


comprendida entre el penúltimo jugador del equipo defensor y la línea de fondo
determina la superficie de fuera de juego. Es variable, puesto que el penúltimo
defensor no es un elemento fijo.

•Zonas espaciales de prohibición temporal. En el caso del baloncesto, los tres


segundos en la zona.

•Zonas espaciales objetivo. En el caso del rugby, la zona de marca tras la línea de
fondo, o en el caso del balonmano, el espacio comprendido entre los postes de la
portería que debe atravesar el móvil.

D) Espacio objetivo

La finalidad de todos los deportes es competir para ganar, y para ganar se necesita

201
conseguir tantos. Éstos se marcan según lo que indique el reglamento como consecución
de tanto. Por ejemplo, en el fútbol americano se puede marcar consiguiendo el
denominado "touchdown", es decir, recibir el móvil detrás de la línea de fondo
("endzone") del contrario o patear el móvil entre unos palos ("goal") situados a cierta
altura del suelo, denominado "fieldgoal". Mientras el "touchdown° suma 6 puntos, el
"fieldgoal" suma un punto si es tras "touchdown" o tres si se hace como finalización de la
jugada de ataque. Con este ejemplo se pueden observar dos espacios objetivos de marca,
uno espacial en dos dimensiones sobre el suelo como es la "endzone" y otro espacial en
tres dimensiones que parte del plano vertical como es el "goal". En otros deportes, el
tanto significa introducir el móvil en una portería, en una canasta o hacerlo botar dentro
de unos límites determinados. En todos ellos se consideran esos espacios delimitados por
unos palos, una cesta o unas líneas como espacios objetivo.

E) Espacio interactivo

En este espacio, donde se desarrolla la interacción de los jugadores, se tiene en cuenta


la proximidad atacante-defensor y el espacio propio de acción del individuo. Cuando se
habla de proximidad, se hace referencia a cómo suelen ser de próximas las acciones
motrices entre dos jugadores de diferente equipo durante una competición. Estas
proximidades vienen definidas por la lógica interna del deporte de acuerdo con su
reglamento. En ciertos deportes como el rugby, el continuo reinicio de las acciones por
medio de la "melé" determina que la proximidad sea máxima, por lo que la mayoría de
las acciones se realizan en un espacio próximo (véase página 130). El ejemplo contrario
lo tenemos en el voleibol, donde la única vez que puede haber un espacio próximo es en
el bloqueo en la red, mientras que el resto de la acción de juego sólo se puede dar en
espacios lejanos, ya que cada equipo se sitúa en un espacio separado por la red.

Al hablar del espacio propio de acción del individuo se manifiesta a través de un


cálculo matemático, la distribución media en metros cuadrados para cada jugador en
función de las medidas del campo y del número de jugadores. Así, se puede observar en
el cuadro 6.4 que el deporte que presenta teóricamente menor espacio propio de acción
es el voleibol mientras que el que más es el rugby. Estas medidas son orientativas, puesto
que en algunos casos como el fútbol, la medida de los campos difiere de unos a otros ya
que el reglamento propone intervalos de medida en vez de medidas exactas.

CUADRO 6.4

Distribución del espacio propio de acción de un jugador según el deporte de


colaboración-oposición que se practique

202
F) Espacio estratégico

El desarrollo estratégico y táctico de entrenadores y jugadores respectivamente


descansa sobre el esquema que se vaya a emplear ya que, según se utilice uno u otro, se
ocuparán con mayor o menor densidad de jugadores espacios concretos del campo. Por
ejemplo, si un entrenador de fútbol sale con el portero, cinco defensas, cuatro
mediocampistas y un delantero conseguirá una mayor densidad de jugadores en espacios
próximos a su propia portería, por lo que para atacar deberá temporizar ofensivamente
para esperar la llegada de jugadores de atrás hacia delante.

En este sentido, si se distingue entre ataque y defensa respectivamente se puede


hablar de zonas de:

•Inicio o crítica. Inicio porque es donde se originan las jugadas de ataque y zona
crítica porque es donde se está en situación desfavorable si se pierde la posesión del
móvil, ya que se está muy cerca de la zona propia de marca.

•Creación o transición. Zona donde, una vez superada la de inicio, se buscan


posibilidades de superioridad numérica para avanzar hacia la siguiente zona,
denominada de transición, ya que en caso de pérdida aún hay tiempo para que el
móvil no entre en zona crítica y se ha de buscar la colocación rápida del mayor
número de jugadores posible detrás de la línea de balón.

•Finalización o presión. Zona donde se ha de tratar de crear espacios mediante


movimientos que lleven a ingresar el móvil dentro de la zona de marca o de presión
si en caso de pérdida se ha de realizar una temporización defensiva que dificulte el

203
avance del contrario.

En los deportes con participación alterna en espacios separados, los espacios


estratégicos se distribuyen de forma distinta, ya que el espacio de marca se sitúa en toda
la superficie del suelo que esté dentro de los límites reglamentarios. Esto determina que la
diferenciación entre espacios de inicio, creación y finalización no se distribuyan de igual
modo que en el resto de los deportes, puesto que el ataque o la defensa a su vez también
se distribuye de forma distinta. Un tenista supuestamente está atacando siempre que la
pelota llega a su campo y la devuelve hacia el otro por encima de la red y se defiende
cuando espera la devolución del golpe del otro tenista. En realidad se habla de iniciativa o
expectativa, es decir, si el tenista lleva la iniciativa del punto debido a un gran saque que
desorganiza al rival y le obliga a estar a la expectativa en el punto. En otros casos como
el voleibol, un mal saque puede provocar una buena organización del equipo contrario en
la recepción, colocación y remate de la pelota, con la consecuente iniciativa en el punto.

6.7.4. El tiempo

En estos deportes el tiempo viene definido exclusivamente por el reglamento, a excepción


de aquellos con participación alterna en espacios separados cuya duración depende de la
consecución de los tantos y no del tiempo reglamentario.

La principal diferencia en cuanto a tiempo reglamentario es que mientras algunos


deportes como el fútbol supeditan su actuación a un tiempo determinado a "reloj
corrido", en otros como el fútbol sala o el baloncesto el reloj se para cada vez que el
balón no está en juego.

De este modo los intervalos de participación y pausa que se producen en las


competiciones van a marcar el modo de entrenar y competir para los entrenadores en sus
intervenciones estratégicas.

6.7.5. La comunicación

Este aspecto se convierte en fundamental junto con la estrategia en los deportes de


colaboración-oposición. El alto grado de incertidumbre asociado a la acción de juego,
debido a la presencia de compañeros y adversarios sobre el terreno de juego, requiere
que la comunicación entre los miembros de un mismo equipo sea eficaz y que la
contracomunicación dirigida al equipo contrario se traduzca en una disminución de la
previsibilidad de las acciones.

En toda situación sociomotriz se van a producir comunicaciones asociadas a la acción


de juego de tipo directo o indirecto. Las primeras se relacionan con los sistemas de

204
comunicación y contracomunicación, mientras que las segundas hacen referencia a los
gestemas y praxemas.

La comunicación positiva es la interacción de cooperación entre los compañeros de


un mismo equipo para conseguir transferir un móvil en un espacio de interacción hacia
un espacio objetivo o robarlo atendiendo a si los jugadores están o no en posesión del
móvil en ese instante.

La contracomunicación o comunicación negativa es la interacción de oposición entre


los compañeros de un mismo equipo para tratar de ocultar o engañar al contrario sobre
las intenciones concertadas a la hora de transferir el móvil hacia el espacio objetivo o
robar el móvil si lo han perdido.

Los praxemas son comunicaciones indirectas entre jugadores de un mismo equipo con
un significado motriz. En los deportes de equipo hay multitud de praxemas, como los
desmarques de apoyo para dar una salida al poseedor del móvil con el significado de
"estoy aquí por si quieres pasar el balón". La función de los praxemas es la de reducir la
posible incertidumbre que se puede asociar a jugadores de un mismo equipo y a la vez
aumentar la que pueden sufrir los adversarios. Mediante los praxemas los jugadores se
convierten en "mentirosos motrices" hacia el contrario, ya que se trata de engañar al
adversario mediante movimientos corporales. El ejemplo del pase "mirando al tendido"
que hacen futbolistas o baloncestistas, y que tanto gusta al público, es realmente un
praxema de engaño que interpretan pasador y receptor como asistencia al lado contrario
del que espera el adversario.

Los gestemas son asociaciones entre señas y acciones que se van a realizar, de modo
que un base en baloncesto puede indicar con la mano el número "2", que significa una
jugada en la que el pívot ha de bloquear al defensor del alero cuando entre al poste bajo
en posesión del balón. Estas señas son una expresión de comunicación práxica con la que
se producen movimientos de táctica fija, es decir, preestablecidos para todo el equipo, y
que aumentan el grado de incertidumbre del contrario, aunque si el adversario es capaz
de interpretar el significado del gestema inmediatamente, prevé lo que va acontecer y se
puede anticipar a las intenciones del contrario. Otro tipo de gestemas cuyo conocimiento
es obligado para los jugadores, debido al reglamento, son las señales de los árbitros. Un
jugador de fútbol-sala debe saber que si le sacan una tarjeta azul ha de abandonar el
campo con la posibilidad de cambio, mientras que un baloncestista debe comprender que
la disposición de las palmas de las manos en perpendicular por parte del árbitro indica
"tiempo muerto".

Ante tal cúmulo de mensajes comunicativos directos e indirectos, el jugador debe


entrenar para ser capaz de descifrar los códigos que rigen las diferentes acciones, tanto

205
dentro de su propio equipo como en el enfrentamiento con los adversarios. Es entendible
por tanto que el ajuste a modelos técnicos de ejecución no sea la prioridad en este tipo de
deportes y que la técnica deba supeditarse a una buena lectura de lo que acontece en el
terreno de juego próximo y lejano. De este modo el entre namiento en la toma de
decisiones y la experimentación con base en el entrenamiento y la competición se
configuran como elementos esenciales del trabajo en los deportes de equipo.

6.7.6. La estrategia: Preparación estratégica

La estrategia en los deportes de equipo viene definida por las características definidas por
su reglamento, aspectos referentes a la lógica interna del propio deporte que siempre
están presentes mientras no se cambie su reglamentación. Estas características las
podemos definir como invariables, o también denominadas universales, y vienen
impuestas por el reglamento, luego son cerradas y sin incertidumbre.

En cambio, a la vez se encuentran unas características variables que bajo todos estos
condicionantes otorgan a jugador y entrenador la posibilidad de percibir, decidir y
ejecutar en función de las acciones de juego que permitan esos universales. Estas
características son las que los entrenadores pretenden prever para disminuir la
incertidumbre e intentar encontrar indicios que adelanten lo que puede pasar. De hecho,
la mayoría de estudios científicos en los deportes de equipo sobre la acción de juego
buscan preíndices con los que configurar paradigmas que marquen tendencias de
probabilidad en cuanto a los acontecimientos del juego pero que difícilmente aseveran
categóricamente sus realidades. Esto se debe a que las características no universales son
abiertas y confieren a la acción de juego el hecho de que pocas veces se sucedan
acciones similares.

Como se observa en la figura 6.11, las características universales son perennes e


inmutables en el tiempo. En baloncesto, por ejemplo, hasta que no haya modificaciones
en el reglamento, siempre se jugará 5 contra 5 marcando puntos al introducir el balón en
la canasta contraria con valor de tres puntos si se tira por detrás de la línea de 6,25, de
dos en los demás casos o de uno si es un tiro libre. El equipo que ataca será el que tenga
la posesión del balón y el que defiende será el que no lo posea, así como también se dan
gestemas oficiales, como la señal de dobles.

Por otro lado, las características variables en cuanto a estrategia son abiertas y poseen
incertidumbre determinada por la acción de juego en cualquiera de sus fases: percepción,
decisión y ejecución, por la actuación en el espacio y en el tiempo y por el proceso de
comunicación-contracomunicación. La incertidumbre la negocian de forma distinta
jugador y entrenador. El primero ha de prepararse en el entrenamiento para resolver de la
forma más eficaz posible el período de duda (pensamiento táctico) que le pueda surgir en

206
la competición, y el segundo ha de prever las posibles situaciones que puedan aparecer
en la competición para disponer estratégicamente tareas que aseguren la asimilación de
un plan de actuación (estrategia) que responda a las situaciones que puedan aparecer. Por
ejemplo, si se está en un 2:1 y el compañero se desmarca, se plantea el dilema de tirar o
pasar. El plan de actuación estratégico previo del entrenador indicaría que la decisión más
correcta sería fijar al defensor para dejar una mejor selección de tiro al compañero, que
se quedaría sin oposición.

207
FIGURA 6.11. Características variables e invariables en la estrategia de los deportes de
colaboración-oposición.

A) Plan estratégico de actuación según la dinámica del juego

Desde el punto de vista del jugador, la referencia que impera en la dinámica del juego
es el rol socio-motor que se desarrolla en el propio juego.

Como se puede observar en la figura 6.12, el factor a partir del cual se determinan las
estrategias de cooperación/oposición es la posesión o no del móvil. De este modo se
configuran los diferentes roles, que pueden ser los específicamente reglamentarios del
deporte o los sociomotores que se producen en todos los deportes de
colaboración/oposición.

208
FIGURA 6.12. Ejemplo de estrategia de colaboración u oposición en función del balón,
los compañeros y adversarios en fútbol.

B) Roles y subroles en los deportes de colaboración/oposición

Los roles en los deportes de colaboración/oposición pueden ser reglamentarios o


sociomotores, como se observa en la figura 6.13.

209
FIGURA 6.13. Ejemplo de estrategia de colaboración u oposición en función del balón,
los compañeros y adversarios en fútbol.

En el caso del fútbol, los roles reglamentarios se corresponden con el hecho de ser
portero o jugador de campo. En el caso de los roles sociomotores se definen los
siguientes:

210
•Jugador con balón (atacante).

•Jugador sin balón de equipo en cooperación (compañero).

•Jugador de equipo contrario en oposición directa (defensor).

•Jugador de equipo contrario en oposición indirecta (ayudante).

Cada rol sociomotor define a su vez una serie de subroles que son particulares del
mismo.

6.8. Preguntas de autoevaluación

•Explica la clasificación final de los deportes en función del tipo de inteligencia motriz
asociada y del tipo de interacción que se produce.

•Explica las características principales de los deportes individuales tras clasificarlos en


función de la participación y el espacio.

•¿Cómo orientarías y evaluarías el entrenamiento de un deportista individual? Razona


tu respuesta.

•Diferencia los deportes de combate y los de raqueta tras resumir las características
principales de los deportes de oposición.

•¿Cómo orientarías y evaluarías el entrenamiento de un deporte de oposición? Razona


tu respuesta.

•Explica las características principales de los deportes de colaboración tras clasificarlos


en función de la participación y el espacio.

•¿Cómo orientarías y evaluarías el entrenamiento de un deporte de colaboración?


Razona tu respuesta.

•Clasifica en función del espacio y la participación los deportes de colaboración-


oposición y resume sus factores estructurales.

•Diferencia entre las características variables e invariables en la estrategia de los


deportes de colaboración-oposición.

•Establece un ejemplo de estrategia de colaboración-oposición en función del balón,


los compañeros y los adversarios en un deporte que no sea el fútbol y determina los
subroles que se manifiestan a partir de los roles sociomotores.

211
212
213
214
215
Cada vez que a Alfredo Di Stéfano le hacen referencia a alguno de sus éxitos
responde de la misma manera: "No podría haber logrado nada sin el esfuerzo
de mis compañeros. Yo no era un boxeador. Era un jugador de equipo. Lo mío
siempre ha sido tarea de muchos". Este deporte no se entiende sin la acción
cooperativa del grupo. Cada jugador, para triunfar, debe ser muy capaz, pero
sólo puede alcanzar el objetivo si actúa de forma cooperativa como miembro
de un equipo. Necesita de la interacción de varios, ya que cada acción
depende de una casi infinita combinación de otras acciones.

Iñaki en este capítulo desgrana esa idea, desmontando pieza a pieza este
deporte maravilloso. En este análisis nada queda sin revisión, cada parte se
examina a conciencia no dejando nada sin explorar. Su reflexión nos ayuda a
seguir aprendiendo y a redescubrirlo en profundidad. Pero después de
desmontarlo, hay que volver a montarlo, y al final siempre nos queda el
mismo juego de ayer, de hoy y de siempre, ese sorprendente deporte que nos
tiene hipnotizados permanentemente.

Alberto Giráldez Director de categorías inferiores del Real Madrid CF

El análisis del fútbol desde la perspectiva de la acción de juego hace que todo tipo de
investigación con un criterio definido cobre vital importancia para aquellos que estudian y
entrenan este deporte. Este conjunto de personas que tratan de percibir y clasificar el
fútbol como deporte de equipo tienen un común denominador, la búsqueda de indicios en
las acciones que llevan al éxito.

De acuerdo con la clasificación funcional de los deportes del apartado 6.3, se


conviene en que el fútbol es un deporte sociomotor con presencia de interacción motriz,
dentro del cual se da la presencia de compañeros y adversarios sin incertidumbre del
medio pero con interacción de comunicación positiva y negativa (incertidumbre de los
demás), quedando clasificado dentro de los deportes de colaboración-oposición. El fútbol
se clasifica en función de su espacio de juego y el tipo de participación de los jugadores,
desarrollándose por tanto su acción dentro de un espacio común y con la participación
simultánea de los mismos.

Refoyo Román (2001) establece una diferenciación entre varios modelos de estudio

216
de los deportes colectivos:

•Estructural. Constata que las similitudes entre los deportes colectivos son el móvil, el
terreno, las zonas de marca, las reglas, los compañeros y los adversarios.

•Praxiológico. Afirma que el modelo anterior sólo realiza un análisis estructural, y que
se deben analizar las relaciones entre los jugadores.

•Ergogénico. Confirma que en este tipo de deportes destacan las necesidades


fisiológicas en relación con el aporte energético.

Previamente a la disposición de estos modelos para el estudio de los deportes


colectivos, Hernández Moreno (1994), completado por Sampedro (1999), determinó que
las dimensiones para el análisis comparativo de estos deportes eran:

•El espacio praxiomotor

•La gestualidad praxiomotriz

•El tiempo praxiomotor

•La comunicación praxiomotriz

•La equilibración praxiomotriz

•El reglamento (Sampedro)

•Los sistemas de juego (Sampedro)

Finalmente, y para el análisis funcional del fútbol como deporte de equipo, Romero
Cerezo (2000) establece como factores para tener en cuenta:

•El reglamento

•El espacio

•El tiempo

•La técnica

•La táctica

•Los esfuerzos físicos

217
Se observa que hay rasgos comunes entre los diferentes autores a la hora de coincidir
entre estos parámetros que, atendiendo a los tres modelos expuestos por Refoyo Román
(2001), establecen un modelo general de análisis desde una triple Perspectiva:
Estructural, Praxiológica y Ergogénica (P.EPE) que conlleva diferentes parámetros
funcionales para el estudio del fútbol:

FIGURA 7.1. Parámetros para tener en cuenta en el análisis funcional del fútbol dentro
de los deportes de equipo.

Una vez determinados los parámetros, se procede a desarrollar las características


funcionales del fútbol como deporte de colaboración-oposición.

218
7.1. El espacio

El espacio en los deportes de equipo se encuentra estrechamente ligado al grado de


incertidumbre. Como ya se indicaba en la página 41, hay dos tipos de incertidumbre: una
asociada al medio físico y otra asociada a los demás.

7.1.1. Espacio formal

Obviamente, si se hace referencia al medio físico se puede convenir en que el espacio en


los deportes de equipo sin incertidumbre del medio se caracteriza por ser un espacio
estable y estandarizado pero a la vez un espacio en el que el individuo actúa en
interacción con los demás.

Cuando se habla de un espacio estable y estandarizado, puede resultar contradictorio


para todo aquel que haya practicado este deporte el catalogarlo de este modo. Esta
estabilidad viene referida al espacio formal, es decir, aquel con unas dimensiones fijas
establecidas por el reglamento. Desde luego, es incierto pensar que en un partido de
fútbol el grado de incertidumbre es bajo. Los únicos elementos invariables son el entorno
formal y físico; es decir, se puede asegurar que durante el partido ni el campo ni las
porterías van a sufrir variaciones, dado que no hay incertidumbre asociada al medio. En
cambio existe una incertidumbre máxima asociada a la interacción de colaboración y
oposición.

7.1.2. Espacio de interacción o sociomotor

Por tanto, este otro tipo de incertidumbre asociada a los demás es la que impera en el
fútbol y define el espacio de interacción motriz. Este espacio viene designado por
Sampedro (1999) como espacio sociomotor o aquel donde la comunicación adquiere un
papel relevante.

La utilización eficaz de los espacios sociomotores se pone de manifiesto en uno de los


principios tácticos más entrenados para aprovechar al máximo los recursos ofensivos,
como es la creación de espacios libres. Éstos se definen como aquellos lugares del campo
que se encuentran desiertos por el abandono previo de un compañero del poseedor del
balón junto con el adversario que le marca (creación), con la acción consecuente de un
jugador que se desplaza a dicho espacio creado.

Como se puede observar en el cuadro 6.4 del capítulo anterior, el fútbol posee uno de
los mayores espacios sociomotores por jugador, debido a sus particularidades
reglamentarias. En cambio, se puede afirmar que este espacio es relativo, ya que en
función del estilo de juego propio, así como el del rival, el campo se puede hacer más

219
grande o más pequeño.

Este estilo de juego o relaciones entre los participantes para jugar el balón indica
cómo se utilizan los espacios, situando la principal referencia para crear y ocupar
espacios en el balón. Así, para que el espacio sea aprovechado, es imprescindible que el
balón llegue en debidas condiciones al jugador que lo ocupa.

El espacio de comunicación está inducido por el código de juego, que precisa


cuáles son los eventuales objetos que pueden o deben ser usados como
intermediarios (balón) y las modalidades de contactos o relaciones que se pueden
establecer entre los participantes.

Hernández Moreno (1996)

7.1.3. Espacio estratégico

Según Parlebas (2001), la estrategia es la aplicación sobre el terreno de un plan de acción


individual o colectivo, con la finalidad de resolver la tarea propuesta por una situación
motriz determinada.

A la hora de utilizar el espacio, la mayoría de entrenadores inciden en localizar zonas


del campo para desarrollar sus fases ofensivas y defensivas lo cual, como se señaló
previamente, vendrá marcado por el estilo de juego que a su vez se expone dentro del
plan estratégico.

En este plan se pueden clasificar diferentes tipos de espacio definidos por Sampedro
(1999) como:

•Espacio profundidad-amplitud. Según el estilo de juego y la estrategia, habrá mayor


preponderancia de uno sobre el otro, o los dos se darán por igual.

•Espacio de transición. Es el espacio de medio campo que está definido por las
defensas. Si los equipos defienden únicamente las proximidades de sus metas o
porterías, entonces este espacio será solamente de paso, sin cobrar ninguna
relevancia. La realidad actual es que este espacio cada vez se utiliza más, debido a
que se defiende más en todo el campo.

•Espacio de juego óptimo y de riesgo. Son aquellas zonas ofensivas perseguidas y de


objetivo prioritario por los jugadores. Lo marca el jugador con posesión de balón,
cuya pérdida del móvil, por su especial situación, provocaría para el adversario un
espacio óptimo.

220
Este tipo de espacios son el día a día de los entrenadores a la hora de plantear la
competición de forma que, mediante tareas espaciales, se entrena a los jugadores para
entender la importancia de los espacios en los que juegan. Con estas tareas se busca
conseguir una correspondencia lo más real posible con la competición, acotándose
espacios intencionadamente para conseguir en el entrenamiento una transferencia positiva
a esa competición (p. ej., fútbol modificado: véase página 250).

7.2. El tiempo

El tiempo en sí mismo no significa nada si no va referido a algún aspecto concreto como


el balón, los participantes o el espacio. Ineludiblemente el tiempo es un factor que se
asocia al espacio a la hora de establecer las características del propio deporte. Si se asocia
al espacio, obligatoriamente se relaciona con la incertidumbre, y por tanto, en los
deportes de equipo, el tiempo como concepto general confiere al fútbol un alto grado de
incertidumbre.

Hernández Moreno y Rodríguez Ribas (2004) diferencian dos tipos de tiempo en


función de los objetivos motores y las características del entorno: el reglamentado y el
dinámico de la situación praxiomotriz.

7.2.1. Tiempo reglamentado

En los deportes de equipo el tiempo total de juego se delimita de forma clara,


exceptuando el voleibol o el dobles de tenis. Así, también se marca la división en partes
del tiempo total, las posibles prórrogas, los tiempos muertos (fútbol-sala), el tiempo para
poner el balón en juego cuando se produce algún incidente reglamentario (regla de los 6
segundos del portero de fútbol) y, en algunos deportes, el tiempo límite de posesión del
balón (baloncesto).

En el caso del fútbol, el reglamento de la FIFA (Federation Internationale de Football


Association) a través de la IFAB (Internacional Football Association Board) establece que
la duración de un partido es de dos tiempos iguales de 45 minutos cada uno, salvo que
por mutuo acuerdo entre el árbitro y los dos equipos participantes se convenga otra cosa.
Con respecto a la prolongación del tiempo perdido, cada período deberá prolongarse a
criterio del árbitro por:

•Sustituciones.

•Evaluación de la lesión de jugadores.

•Transporte de los jugadores lesionados fuera del terreno de juego para ser atendidos.

221
•Pérdida de tiempo.

7.2.2. Tiempo dinámico de la situación praxiomotriz

En este caso se describen varios tipos de situaciones estudiadas en este caso del que
emanan nuevos conceptos.

En primer lugar, del estudio de la competición en los deportes de equipo se extraen


datos claros en cuanto al tiempo de pausa y de participación en los diferentes deportes,
como los que se exponen en el cuadro 7.1.

CUADRO 7.1

Tiempos de pausa y participación en diferentes deportes de equipo (Hernández Moreno,


1996)

Esta secuencia temporal en cuanto a la dinámica praxiomotriz determina un aspecto


fundamental en el fútbol que está directamente relacionado con la estrate gia empleada
por los equipos en cada momento y circunstancia. Dicha secuencia entre el tiempo real y
el tiempo efectivo de juego es un factor contemplado por varios estudios como clave en
el comportamiento estratégico de los partidos.

Estos estudios definen esta secuencia pausa-participación como ritmo o tempo de


juego.

7.2.3. Ritmo o Lempo de juego

Se define como cierta cadencia temporal de las acciones de un equipo y se distingue


entre:

222
•Tiempo de actuación. Hace referencia al tiempo en que el equipo propio o los
adversarios luchan por poseer el balón, ajustando las diferentes acciones de juego a
recuperarlo y mantenerlo lejos del contrario.

•Tiempo-recuperación. Variable de no intervención o actuación entre intervalos


sucesivos de juego y de vuelta a la normalidad física.

•Tiempo-participación. Como medida del número de actuaciones individuales o


colectivas realizadas en un partido.

Este ritmo de juego se manifiesta cuando se mantienen unos esfuerzos y acciones que
no sufren durante su desarrollo ningún cambio aparente en intensidad desde el principio
hasta el final del partido. Se producen cambios de ritmo por diversos movimientos
mediante modificaciones en cuanto a lentitud y rapidez de los participantes de un equipo
que se encuentran en posesión de balón y de las diferentes velocidades y trayectorias del
propio balón.

En el caso de ralentizar el ritmo de juego conscientemente, a base de temporizaciones


tanto ofensivas como defensivas se consigue:

•Equilibrar limitaciones propias del equipo que pueden ser de índole técnica, táctica o
condicional (por ejemplo, las "faltas tácticas").

•Estabilizar el ritmo cediendo la iniciativa del juego al contrario.

•Por tanto, se establece que este ritmo de juego está condicionado:

-Por los jugadores en fase ofensiva.

-Por el balón.

De este modo, surge otro concepto con el balón como principal referencia: velocidad
en el juego.

7.2.4. Velocidad en el juego

Se define como todas las acciones rápidas realizadas por los jugadores de un equipo, con
golpeos de balón precisos y orientados. De la acertada realización de estos principios
tácticos ofensivos a lo largo de la competición derivará el comportamien to estratégico
definido para el equipo. Estos comportamientos dependen en gran medida del factor
marcador, y a su vez de la dinámica del juego, que puede ser según Lago Peñas y cols.
(2006):

223
•Llevar la iniciativa.

•Estar a la expectativa.

•Nula.

El hecho de llevar la iniciativa del juego requiere que la velocidad en el juego, a


medida que el balón cubre zonas cada vez más cercanas a la portería contraria, sea
mayor. También el hecho de estar a la expectativa, replegado tras el balón que posee el
equipo contrario con la intención de sorprender con un contraataque, requiere una
velocidad de juego tan alta como para aprovechar la desorganización del adversario antes
de la posible reorganización defensiva.

La fidelidad al estilo de juego según James, Jones y Mellalieu (2004), en el caso


relacionado con la conservación de balón e iniciativa en el juego, independientemente del
campo o del marcador, conlleva altos coeficientes de éxito en la posición final en la Liga.

7.2.5. Anticipación

Otro concepto que surge dentro de este tiempo dinámico es el de la anticipación. Se


define como la conducta motriz de un jugador que, durante el desarrollo de su juego en
el espacio y en el tiempo, prevé la evolución de la situación motriz, preparándose para
actuar con ventaja sobre los demás.

Según Parlebas (2001), en los deportes de alta semiotricidad, es decir, los que tienen
un alto grado de incertidumbre, la anticipación se refiere a procesos de percepción y
movimiento que se apoyan en fenómenos cognitivos, de percepción y decisión previas
que, en suma, confieren al individuo la posibilidad de preacción. Ésta es una reacción
previa a la que otro individuo podría realizar en las mismas condiciones. La
manifestación de estas anticipaciones se produce mediante comportamientos motores que
ocurren antes de sucesos que tendrán lugar más tarde. Un caso muy claro en el fútbol es
el juego sin balón, en el que se aprecia el verdadero valor anticipatorio del jugador y su
capacidad de aportar soluciones al juego directo del balón.

7.3. El reglamento

Todo deporte se define a partir de su reglamentación. Las pautas de actuación en la


competición se rigen por una serie determinada de normas que constituyen la naturaleza
de ese deporte. De este modo, la "puesta en escena" del deporte, es decir, su dimensión
espacio-temporal, se subordina al conjunto de reglas establecidas que constituyen,
organizan y amparan el desarrollo del mismo.

224
7.3.1. El reglamento, esencia del deporte

Todos los aspectos que se deben trabajar en un juego deportivo se basan en acercarse lo
más posible a la competición a través del entrenamiento, y uno de los factores principales
es la proximidad al reglamento y su aplicación en todos los sentidos.

Uno de los principales inconvenientes que presenta el deporte, es la barrera que hay
entre la aplicación de las reglas por parte de unos y otros así como de la aplicación
objetiva de esa reglamentación. En este sentido, y atendiendo a los deportes de equipo, la
reglamentación se estructura siguiendo dos criterios, uno formal (objetivo), y el otro
conforme al desarrollo de la acción de juego (objetivo-subjetivo):

•Criterio formal. Se incluyen dimensiones espaciales, el móvil o materiales


complementarios, el número de jugadores, el tiempo total de juego y las ceremonias
protocolares.

•Criterio según la acción de juego. Se establecen algunos criterios objetivos, como el


valor de los tantos, cómo ganar o perder y otros que, aunque estipulados, muchas
veces quedan a criterio del juez y en su caso suelen crear dificultades en su
aplicación reglamentaria. Éstos son:

-El modo de jugar el móvil.

-La forma de participación de cada jugador individual y colectivamente (con


compañeros y adversarios).

-El modo de utilizar el espacio.

-La división y control del tiempo.

Por tanto, en las facetas de libre criterio de aplicación, la labor arbitral se antoja
complicada, ya que el arbitraje se encuentra con actitudes y factores generales de la
propia situación competitiva como:

•Diferentes niveles de colaboración entre jugadores y banquillo con los árbitros.

•La diferencia de conocimiento del reglamento por parte del resto de los integrantes
del juego.

•La creencia de que la presión continua sobre los árbitros les será al final ventajosa.

7.3.2. El reglamento en el fútbol

225
En el caso del fútbol, el reglamento de la FIFA (Federation Internationale de Football
Association) a través de la IFAB (Internacional Football Association Board) se constituye
a través de 17 reglas junto con 6 anexos.

Según los criterios definidos y en relación con el fútbol, se entienden como reglas
formales:

•Regla 1. - El terreno de juego.

•Regla 2. - El balón.

•Regla 3. - El número de jugadores.

•Regla 4. - El equipamiento de los jugadores.

•Regla 5. - El árbitro.

•Regla 6. - Los árbitros asistentes.

•Regla 7. - La duración del partido.

Se entienden como reglas contempladas dentro del desarrollo de la acción de juego:

•Regla 8. - El inicio y la reanudación del juego.

•Regla 9. - El balón en juego o fuera de juego.

•Regla 10. - El gol marcado.

•Regla 11. - El fuera de juego.

•Regla 12. - Faltas e incorrecciones.

•Regla 13. - Tiros libres.

•Regla 14. - El tiro penal.

•Regla 15. - El saque de banda.

•Regla 16. - El saque de meta.

•Regla 17. - El saque de esquina.

Cabe destacar entre los anexos de la reglamentación los procedimientos para

226
determinar el ganador de un partido, el área técnica de los entrenadores, el cuarto árbitro
y las señales del árbitro y los árbitros asistentes.

7.3.3. Reglamento y creatividad

La creatividad se entiende como la interpretación de las acciones técnicas o tácticas de un


modo propio y novedoso sobre las acciones de los demás, siempre dentro de las
reglamentaciones existentes en ese determinado deporte.

Muchos entrenadores, y más aun en etapas tempranas, condicionan a sus jugadores


para que sigan normas de un modo exhaustivo. Pero la creatividad no es menor debido a
la aplicación de ciertas reglas si el entrenador las sabe aplicar y menos aún si las reglas
que se aplican son las del propio deporte que lo definen y acotan dejando un amplio
margen de actuación.

Este margen de actuación ha de ser entendido por todos los integrantes del conjunto
deportivo (jugadores, entrenadores, árbitros, etc.) los cuales han de entender que su
actuación tiene que estar dentro de unos parámetros, pero que dentro de éstos hay
muchas formas, creativas o no, de conseguir el éxito a través de resultados favorables
hacia la creatividad.

La necesidad de esta creatividad puede dar lugar a modificaciones del reglamento para
favorecer el propio espectáculo ya que hoy en día las tendencias más deseables son:

•La creación de novedades en cuanto a acciones de juego.

•La claridad en la actuación reglamentaria.

•La incertidumbre en el resultado.

•El hecho de maximizar el tiempo efectivo de juego.

•El favorecer el juego ofensivo.

•El que se posibilite dar la vuelta al resultado de un partido en un corto espacio de


tiempo.

7.3.4. Reglamento y estrategia deportiva

Antes de una competición, los entrenadores trabajan con sus jugadores para ser capaces
de sorprender al contrario con un plan de actuación previo, mediante la interpretación del
reglamento. Del análisis del propio equipo así como del rival, y según el estilo de juego

227
propio y del contrario se optará por una estrategia más o menos ofensiva.

En el sentido defensivo, Floro (2005) indica, por ejemplo, que en la estrategia


defensiva de un equipo de fútbol los jugadores de la línea defensiva han de coordinarse a
la perfección para desarrollar bien tanto la cobertura física como la cobertura estratégica
del fuera de juego. Esta última se refiere a sacar rendimiento al reglamento con lo que
muchos entrenadores llaman "jugar al fuera de juego":

•Cobertura física. La referencia táctica defensiva en este caso es la cobertura física,


entendida como defensa de la espalda de un compañero que afronta un 1:1 en
defensa ante la posibilidad de que sea desbordado.

•Cobertura espacial del fuera de juego. La situación coordinada de la defensa en línea,


dejando por detrás a algún jugador contrario, permite que la cobertura no la haga
físicamente un compañero, sino el reglamento mediante su regla 11 del fuera de
juego.

Por otro lado en el sentido ofensivo, otro ejemplo para demostrar la estrecha relación
entre el reglamento y la estrategia ofensiva es el análisis de 10 jornadas de la Liga
española 2004/2005, en el que Casáis Martínez (2006) determina que casi un 50% de los
goles obtenidos se producían en las acciones a balón parado, lo cual acentuaría el
entrenamiento tanto ofensivo como defensivo de las situaciones de táctica fija
determinadas por las reglas:

•12. - Faltas e incorrecciones.

•13. - Tiros libres.

•14. - El tiro penal.

•15. - El saque de banda.

•17. - Saque de esquina.

Cuando se hace referencia al desarrollo de las competiciones, el binomio estrategia-


reglamento también está presente, puesto que los entrenadores han de resaltar los
aspectos reglamentarios que pueden influir en el desarrollo estratégico planteado. Algunos
de estos aspectos pueden ser:

•La reiteración de las faltas y las zonas donde se producen.

•Los jugadores que se encuentran amonestados con tarjeta amarilla en determinadas

228
posiciones.

•Las desigualdades numéricas por posibles expulsiones de jugadores.

•La estimación por parte arbitral de la peligrosidad o voluntariedad de las faltas, ya


que hay árbitros a veces más permisivos ante situaciones de contacto cuerpo a
cuerpo.

•La valoración por parte de los jugadores y entrenadores del límite de la falta o
permisividad del reglamento por parte del árbitro.

•Las infracciones por indicación táctica ante un peligro inminente ("faltas tácticas").

7.4. La comunicación

Este concepto y su desarrollo entre los integrantes de un equipo en contra del adversario
se consideran básicos en el éxito ofensivo y defensivo en los deportes de equipo. Aparte
de referirse a los jugadores del mismo equipo, al adversario y al desarrollo de la estrategia
diseñada, se relacionan también con otros componentes del juego como son los árbitros.

En los deportes de equipo se establecen una gran cantidad de situaciones


sociomotrices, determinadas por la práctica de la acción de juego, y en todas ellas se
producen por tanto comunicaciones práxicas. Como ya se explicó en la página 126, se
diferencia entre comunicaciones práxicas directas e indirectas. Ambas se desarrollan en la
competición de manera simultánea y dan lugar a comunicaciones directas como la
positiva y la negativa (contracomunicación), e indirectas como son los gestemas y los
praxemas.

Por tanto, la comunicación, la contracomunicación, los gestemas y los praxemas son


asociaciones comunicativas entre los participantes de un mismo equipo, tanto en ataque
como en defensa, de modo que la actuación de éstos se realice a la vez. En
consecuencia, el propósito para la incertidumbre generada por la propia acción de juego
es que sea lo menor posible para el propio equipo y lo mayor posible para el contrario.

7.4.1. Redes de comunicación motriz

Todo este conjunto de comunicaciones práxicas directas e indirectas constituyen las redes
de comunicación motriz de los deportes de equipo.

Se distingue entre red exclusiva y estable (Sampedro, 1999):

•Red exclusiva. Relaciona exclusivamente al equipo como número con respecto al

229
adversario creando situaciones de:

-Simetría o igualdad numérica.

-Disimetría o inferioridad por actuación reglamentaria.

•Red estable. Red permanente con relación de rivalidad y oposición. Siempre hay un
equipo A contra un equipo B.

FIGURA 7.2. Redes de comunicación (+) y contracomunicación (-).

7.4.2. Comunicación y estrategia

Una vez establecidas las formas de comunicación motriz en los deportes de equipo, se ha
de entender cómo se adaptan los jugadores a la acción de juego tanto en interacción
positiva como en negativa.

Estas asociaciones entre jugadores para comunicarse o contracomunicarse han de


seguir una línea establecida y entrenada, ya que un conjunto de jugadores que responden

230
a estímulos deben otorgar el mismo significado a ciertos significantes para actuar
coordinados.

No hay una unificación semántica a la hora de determinar cómo se dan estas


asociaciones, pero el equipo ha de conseguir coincidir en las pautas de actuación según se
tenga o no el balón y el momento en que se tenga.

Estas pautas estratégicas de actuación se determinan para saber de inicio cómo


establecerse en las fases ofensiva y defensiva en función del balón y los adversarios.
Estas pautas pueden ser:

•En fase ofensiva

-Ataque posicional

-Contraataque

-Transición

*Ataque-defensa

*Defensa-ataque

-Salida de presión

•En fase defensiva

-En repliegue

*intensivo

*a zona determinada

-Con pressing

*intensivo

*desde zona determinada

•Marcaje

-Individual

-Zonal

231
-Mixto

A pesar de las pautas estratégicas que se marquen por parte del entrenador, el jugador
es el protagonista en base a su comportamiento en la acción de juego, respondiendo a las
situaciones que surjan (táctica) con unas premisas previas por parte del exterior
(entrenador, scouting, etc.) que le ayudan a interpretar lo que acontece (estrategia). Aun
así, la estrategia planteada para un equipo y las decisiones sobre el estilo de juego que se
debe emplear en un partido en las fases ofensiva y defensiva han de ser claramente
definidas antes de la competición en la charla y durante la misma en las paradas
marcadas por el reglamento. De la comunicación al unísono del grupo dependen las
claves del éxito.

7.5. Condición física

El jugador de un deporte de equipo precisa contar con la cooperación de los


demás miembros del equipo, sabiendo que la cadena de rendimiento es tan fuerte
como lo sea el eslabón más débil.

Paish (1998)

En los deportes de equipo, un nivel físico-condicional inferior en alguno de los jugadores


en relación con el adversario puede disfrazarse si hay un alto nivel técnico-tác tico del
conjunto, y para ello el grado de comunicación y la estrategia deben funcionar a la par.
Por ello es importante observar detenidamente la competición desde diferentes prismas
para hallar posibles deficiencias tanto técnico-tácticas como físico-condicionales que se
deban trabajar en los entrenamientos. Numerosos estudios cuantitativos de la
competición a nivel condicional inducen al entrenamiento físico preciso en cantidad de
esfuerzos e intensidades, pero en cambio pocos aluden a factores como el estilo de juego
o el comportamiento estratégico. Es por ello que el estudio completo de la realidad
competitiva se antoja primordial para el diseño de las tareas de entrenamiento en la
mejora competitiva.

7.5.1. De la competición al entrenamiento

En situaciones hipotéticas de condición física similar entre dos equipos, principalmente el


orden táctico y la calidad técnica imperan en la consecución del éxito, en cambio en
situaciones de desigualdad física, el desarrollo estratégico y el aspecto técnico-táctico han
de transferir al juego del equipo un nivel muy alto para ser competitivos.

Desde luego, los entrenadores suelen buscar un nivel físico-condicional inteligente, es


decir, un desarrollo de los esfuerzos durante la competición en función del estilo de juego

232
propio y del rival. Es importante resaltar que el grado de esfuerzos tolerados en los
partidos viene determinado no sólo por la fuerza del adversario, sino también por la
forma de jugar y la disposición estratégica del equipo.

En los deportes de equipo esa forma de jugar, el estilo de juego, condiciona el


desarrollo condicional. Para López López (2001), si en el sentido ofensivo el objetivo es
conservar el balón sin progresar, uno de los aspectos favorables será el desgaste físico y
psíquico del contrario al no permitirle hacerse con el balón.

Según este mismo autor, si se trata de imponer un ritmo de juego ya sea alto o lento
(en función de la iniciativa o expectativa), los aspectos físicos que incidirán en esta
acción táctica serán:

•La velocidad de desplazamiento de los jugadores.

•La fuerza de intervención en las acciones.

•La resistencia para aguantar el ritmo propio durante todo el partido.

Con respecto al aspecto defensivo, se establecen las diferencias en cuanto al esfuerzo


sufrido según el tipo de marcaje. Para el marcaje hombre a hombre se afirma que se
debe tener al menos una condición física igual a la del adversario.

7.5.2. Del entrenamiento a la competición

Todo deportista debería estar preparado en función del deporte que practica.
Lo que es importante es que el deportista se adapte desde la preparación
específica de los entrenamientos a la naturaleza del juego deportivo.

Sneyers y Sánchez (1996)

Cada deporte presenta unos rasgos específicos, con movimientos propios que se repiten
incesantemente. Las concepciones tradicionales del deporte de equipo y su entrenamiento
convencional distan mucho del actual, dado que se opta por la búsqueda de una mayor
especificidad competitiva.

Como indica Riveiro Rodríguez (2000), en la competición la dinámica del juego es


cambiante y las exigencias de la misma se elevan cada vez más, lo que determina que la
preparación física haya de adaptarse también a esa situación de cambio buscando una
mayor especificidad.

El entrenamiento físico se basa fundamentalmente en la adaptación a cargas de

233
trabajo. El modo en que estas cargas se planifican, periodizan y programan conllevará un
estado de forma en función de un objetivo.

En relación con otro tipo de prácticas, los jugadores de deportes de equipo se


encuentran con problemas que los practicantes de deportes individuales no tienen. El
jugador de élite es posible que tenga que alcanzar un cierto número de rendimientos
máximos a lo largo de medio año o incluso en un período de nueve meses. En cambio el
fútbol, por ejemplo, requiere estar en un estado de forma muy alto prácticamente cada
semana.

Por tanto, ya no sólo se busca la especificidad competitiva, sino que también resulta
necesaria una planificación y sobre todo una recuperación en este tipo de deportes en los
que el número de competiciones es muy frecuente.

Según Sneyers y Sánchez (1996) muchos entrenadores cometen el error de obtener lo


más rápidamente posible un nivel muy elevado de forma física. "El fuego de paja que se
abrasa demasiado rápido y se extingue con idéntica rapidez sólo nos conduce a muchos
disgustos (caída brusca de la buena forma en diciembre, con numerosas lesiones)".

Parece entonces determinante que se respete la recuperación a final de temporada.


Este período de descanso debe seguirse de otro en el que se enfatice el entrenamiento de
la resistencia. La siguiente etapa se centrará en la fuerza y los componentes de la
resistencia a la fuerza para después, en forma de secuencia, orientar el entrenamiento
hacia la fuerza específica, la potencia, la velocidad y, por último, reorientar a la
preparación deportiva concreta.

En relación con la fuerza a través de la musculación, Cometti (1999) afirma que la


musculación sirve para mejorar la fuerza en cantidad y sobre todo en calidad, lo cual es
el centro del entrenamiento moderno del futbolista.

Este autor distingue entre dos actitudes a la hora de entrenar esta cualidad:

•Actitud mediadora, que resulta de la excesiva importancia otorgada a la resistencia en


el entrenamiento.

•El entrenamiento por contraste, que tratará de aumentar las diferencias entre los
esfuerzos intensos y moderados.

De este modo se pretende reproducir los esfuerzos musculares y sus secuencias de


aparición en la competición. Este tipo de entrenamiento de musculación provoca
tensiones musculares superiores a las que se dan en el "sprint" mediante los saltos, la
pliometría e incluso el trabajo con cargas, mientras que los períodos de baja intensidad se

234
reemplazan con trabajo de toques de balón.

7.6. Preguntas de autoevaluación

•Explica y relaciona los conceptos de espacio formal y de interacción estratégica.

•Pon ejemplos de aplicación de espacios estratégicos en deportes como el baloncesto,


el hockey sobre hierba, el rugby o el voleibol. (p. ej., entrada por bandas en fútbol).

•Plantea situaciones reglamentarias donde el tiempo signifique un límite parcial o total


para el desarrollo de la acción de juego en los deportes de equipo (p. ej., los 24
segundos de posesión en baloncesto).

•Diferencia entre tiempo real y tiempo efectivo de juego en los deportes colectivos.

•¿Qué es el ritmo de juego?¿Qué es la velocidad en el juego? Diferencia y relaciona


ambos conceptos.

•Define lo que es la anticipación. Expón ejemplos de situaciones de juego en los


deportes colectivos donde se produzca la anticipación (p. ej., cuando un defensa
sale al fuera de juego antes de un pase porque observa el estímulo del pasador
levantando la cabeza).

•Indica situaciones donde se puede aprovechar estratégicamente el reglamento en los


deportes colectivos. (p. ej., en fútbol si en el córner un jugador deja pisado el balón,
éste ya está en juego, por lo que ante la sorpresa de la defensa el atacante puede
comenzar a conducirlo y sacar ventaja).

•¿Qué es la comunicación desde el punto de vista motriz? ¿Qué es la


contracomunicación? Relaciona los conceptos de comunicación y estrategia.

•Resume los aspectos clave para que la transición del entrenamiento físico-condicional
de la competición al entrenamiento y viceversa sea óptima.

235
236
Iñaki nos demuestra la complejidad que supone leer e interpretar todo lo que
hay detrás de un partido de fútbol a causa de la gran cantidad de preguntas y
respuestas que hay que plantear, resolver y evaluar en el terreno de juego.
Seguramente, si desmenuzáramos cualquier partido en cada una de sus
acciones técnicas y movimientos tácticos, encontraríamos uno por uno todos
los conceptos desarrollados en este capítulo. Por tanto, en las fases de
formación y educación de los jugadores, los entrenadores precisamos, en
primer lugar, conocimientos de lo que pasa en un partido de fútbol, y este
capítulo nos ayudará en este sentido, y en segundo lugar, grandes dosis de
pasión y sentimientos para saber transmitir a los jugadores todos estos
conceptos. Ahí no se puede ayudar, se debe sentir.

Luis Ramis Entrenador categorías inferiores del Real Madrid CF Exfutbolista


profesional: Nástic, Real Madrid Castilla, Real Madrid CF, CD Tenerife, Sevilla FC,
Deportivo de La Coruña, Rácing de Santander, etc.

El fútbol es un deporte de colaboración y oposición con dos fases claramente


definidas, el ataque para conseguir el gol y la defensa para evitarlo. Existe a su
vez un tiempo entre ellas, cuando se tiene el balón y se pierde y cuando no se
tiene y se recupera, denominado transición. Reducir el tiempo en pasar de una
fase a otra aumentará la efectividad y el orden. Aunque lo realmente
complicado es mejorar en cada una de las fases y aún más de manera
equilibrada.

En este capítulo Iñaki, con total acierto por su conocimiento e interés en


estudiar ese magnífico deporte, desgrana cada una de las fases del fútbol,
extrayendo del propio juego las acciones y conceptos más relevantes. No sólo
las acciones individuales, si no las colectivas, ya que son fases en las que
participa todo el grupo y es necesario dominar tanto la técnica como conocer
profundamente el juego.

El autor nos da el acceso a esta información clave para el fútbol con un gran
secreto, el cómo tratarla y utilizarla.

237
Santiago Sánchez Entrenador categorías inferiores del Real Madrid CF

El fútbol se compone de varios aspectos que lo determinan como deporte de


colaboración-oposición. Entre estos aspectos destaca su especificidad en cuanto a técnica
y táctica. El motivo de este capítulo es establecer bases de conocimiento sobre los
aspectos técnico-tácticos del fútbol clasificados por lo que se considera una
diferenciación clave en el desarrollo del juego: el ataque, la defensa y la transición. Se
incorporan también otras fases complementarias como son el reinicio de juego y la táctica
fija. Una vez establecidos en cada fase, se diferencia entre los aspectos individuales y los
aspectos colectivos.

8.1. Fundamentos ofensivos

Cuando los equipos juegan un fútbol ofensivo atractivo, resulta un placer observarlos y la
realidad marca que los jugadores con buenas condiciones ofensivas sean muy valorados.
Estas condiciones requieren mucha habilidad técnica junto con una excelente
combinación de creatividad, buen estado físico y fundamento táctico para constituir un
buen jugador de ataque.

8.1.1. Fundamentos individuales

Un equipo bien entrenado tiene muchas posibilidades de ataque cuando es capaz de


atacar por varios frentes. Suele ser habitual que las jugadas que más gustan a los
aficionados son aquellas que logran combinar varios pases entre jugadores diferentes que
cooperan para crear diferentes oportunidades de gol. Cuando esto sucede, se confirma la
idoneidad de todo el trabajo previo. Lo que parece fácil en realidad es muy difícil, ya que
se coordinan muchos movimientos hacia un mismo objetivo, luego antes de que un
equipo pueda conseguir este tipo de asociaciones, se necesita desarrollar ciertas
habilidades técnico-tácticas para que los jugadores puedan funcionar con comodidad con
el balón en los pies. Para esto se necesita mucho entrenamiento y contraste con la
competición pero, desde luego, la mejor práctica de inicio debe ser la de la calle, sin ni
siquiera la orientación de un técnico.

Para algunos entrenadores, la posibilidad de que los jugadores puedan asociarse en


torno a un balón para el ataque requiere ciertas habilidades técnicas básicas que pueden y
deben relacionarse unas con otras en los entrenamientos de manera lógica si se les enseña
cómo y dónde utilizarlas. Éstas son:

•El regate como recurso

•El control como necesidad esencial para la acción posterior

238
•El pase y apoyo para dar posible salida al receptor: "toco y apoyo"

•El tiro como objetivo final

•La conducción como ruptura de líneas

8.1.2. El regate como recurso

Para conseguir efectividad en el ataque, el equipo debe tratar de progresar y penetrar en


la defensa contraria, aunque no siempre es posible conseguir superioridad en las zonas
cercanas a portería contraria (habitualmente en banda) mediante acciones combinadas,
por lo que muchas veces se llega a situaciones de igualdad (1:1, 2:2, etc.). En este tipo de
situaciones se requiere tener la habilidad de saber utilizar el regate como recurso. Se
resalta el término "recurso" porque muchos jugadores deciden mal el uso del regate,
arriesgando en situaciones donde otro tipo de acción no sólo es más beneficiosa para el
equipo, sino que puede ser más sencilla de ejecutar.

Para que un regate sea efectivo, el jugador debe tener la confianza suficiente para
enfrentarse al adversario sin miedo al fracaso, ya que el hecho de que "salgan los regates"
puede aumentar mucho la confianza del jugador para el dominio general del balón en sus
pies.

Al regatear, el jugador debe mantener el control del balón en relación con su cuerpo y
realizarlo con diferentes superficies de ambos pies. Un buen control del cuerpo es
necesario para poder cambiar de dirección, parar el balón y cambiar el ritmo.

Existen dos clases de regate:

•El regate simple se suele emplear cuando un jugador corre en espacios abiertos y
supera a adversarios con el balón en los pies mediante cambios de ritmo
(especialmente a su favor), por lo que tiene y debe mantener el balón siempre
delante suyo (la velocidad aquí es importante).

•El regate complejo se emplea en áreas cogestionadas donde el jugador debe


mantener el balón lo más cerca posible de su cuerpo.

Existen varios principios básicos que se deben aplicar a la hora de hacer un regate:

1.Correr directamente hacia el defensor. Esto hace que se desoriente y se vea ante
una situación con poca capacidad de reacción hacia delante, con lo que tendrá que
ir hacia atrás y "aguantar". A la mayoría de los defensores les compromete e
incomoda esta situación, ya que saben que si se les supera, el espacio a su espalda

239
es mucho más peligroso que el espacio que ven de cara.

2.Llevar el balón lo más cercano posible al defensor. El atacante puede tentar al


defensor con el balón, con lo que puede ir ganando espacio si consigue que el
defensor "recule". Así, el atacante puede mostrar el balón al defensor acercándoselo
y animando al contrario a adelantar un pie para tratar de ganar el balón. Si falla, se
desequilibrará con su peso hacia delante, por lo que le va a costar mucho girar para
tratar de recuperar el balón.

3.Superar con el balón al defensa y cambiar el ritmo. Lo primero que hay que
coordinar es el hecho de superar con el balón al defensa con el propio
desplazamiento locomotriz. Cuanto más cerca se está del defensa, mucho más fácil
será llegar al balón una vez superado éste. Se puede lograr incluso a una distancia
de 2,5 m siempre que se mantenga la velocidad de llegada. Aunque desde luego es
mucho más efectivo si se hace a menos distancia entre balón controlado y defensor.

Por tanto, el éxito del regate reside en colocar intencionadamente el balón por detrás
del defensa y ser lo suficientemente rápido para llegar antes. Cuantos más toques dé el
atacante por delante del defensor, más controlado estará por el defensa, ya que mantiene
protegida su área más vulnerable, su espalda. Un jugador con condiciones físicas innatas,
como la velocidad, no necesita de un regate complejo excesivamente sofisticado sino
que, para obtener un buen ataque, le puede bastar con un buen regate simple. Los
jugadores un poco más lentos han de ser mas hábiles, amagando al defensa mediante
movimientos rápidos que hagan que el defensa se desequilibre para poder superarlo.

8.1.3. Pase y apoyo: "toco y voy" y "toco y me voy"

Si un jugador está presionado y es capaz de pasar el balón, en vez de regatear tiene


mayor probabilidad de tener éxito en esa acción. Por esta razón y dado que en el fútbol
la presión y el marcaje son acciones inherentes a cualquier competición, es fundamental
que los jugadores jóvenes aprendan a pasar el balón de manera correcta. Además de dar
el pase, el jugador ha de entender que un pase sin apoyo favorece que el siguiente
jugador en recibir el balón pueda no tener una salida de vuelta, con lo que puede
quedarse limitado a la ejecución de regate.

Muchas veces los chicos preguntan cuándo y dónde se ha de dar el apoyo. La


respuesta es clara: siempre que se dé un pase, se ha de permitir al receptor del balón
poder volver a jugar con el mismo jugador que le pasó, en caso de que no haya otro
apoyo cerca. Es imposible mandar un pase cuando no hay nadie que lo reciba, y es muy
difícil conectar un pase si hay un compañero, pero está escondido detrás de un contrario.
Por esto, es responsabilidad del resto de jugadores que no dieron el primer pase apoyar al

240
receptor para asegurar un segundo pase. ¿Cómo? Mediante constantes líneas de
conexión, colocándose en el ángulo correcto y a la distancia adecuada para facilitar la
salida con conexión del balón.

Inicialmente, es muy difícil hacer que los jugadores entiendan este juego sin balón en
ataque, ya que la mayoría de ellos quedan hipnotizados alrededor del balón, esperando
que el balón les llegue al pie como un imán al metal. Recibir el balón requiere trabajo,
movimiento y comunicación, y no sólo esta última. Es muy frecuente oír a chicos pedir
el balón desesperados mientras apuntan con las dos manos a sus pies como indicando
"¡Estoy solo, pasa ya!". Muchas veces este jugador o bien permanece estático, o bien
con un defensor situado en su línea de pase. O peor aún, las dos cosas. Es en estas
situaciones donde se ha de trabajar la solidaridad en el apoyo, no como un concepto
abstracto, sino como una realidad.

En este sentido, la parte mas difícil para un entrenador es determinar cuándo dejar de
fomentar el regate para, en cambio, empezar a incentivar el pase. En cuanto el jugador se
sienta cómodo con el balón en los pies, se debe promover el pase, pero nunca olvidando
el regate como recurso.

Para dar un buen pase, la calidad de control en el primer toque es muy importante. Al
recibir el balón, el primer toque debe dejar el balón a no más de un metro a derecha o
izquierda del receptor, una distancia menor lo colocará debajo de las piernas, lo cual no le
permitirá regatear, pasar ni tirar a la portería, por lo que se necesitaría un segundo toque
para corregir el error. Si este primer toque al recibir el balón se va muy lejos del cuerpo,
un defensa puede robar el balón. Cuantos más toques se den, el ataque se va a hacer más
lento y menos efectivo.

A) Factores que determinan un buen pase

1.Precisión. La manera más precisa es usar el interior del pie para distancias de 5 a 15
metros. Para pases más largos, el empeine es más apropiado. Este tipo de pase es
mucho más potente, aunque más difícil de ejecutar con precisión. Los defensas
tratan de leer la jugada para colocarse en posición adecuada e interceptar el balón
cerrando la línea de pase al jugador que va a recibir el balón, por lo que el pasador
debe distinguir el pase de la mejor manera.

2.Timing. El balón debe pasarse en el momento adecuado. Si se hace demasiado


pronto, el jugador que lo recibe no tendrá tiempo suficiente para colocarse en
posición de recibirlo. Si se pasa muy tarde, los jugadores pueden encontrarse ya en
fuera de juego o en posiciones donde ya no pueden recibir. Si el defensa que va a la
presión está muy lejos del jugador que va a recibir el pase, es demasiado pronto

241
para ejecutar el pase.

3.Ritmo y tensión. Es común hablar de la velocidad de los jugadores, de reacción, de


aceleración, etc. Pero uno de los factores esenciales para el desarrollo de la acción
de juego ofensiva es la velocidad del balón, la denominada velocidad de juego. Si
los pases que se van hilvanando en las posesiones tienen una velocidad óptima, se
va a establecer mucha diferencia entre unas posesiones y otras. De hecho, durante
el entrenamiento es importante imprimir buen ritmo al balón para hacer mas difícil
la interceptación de los defensas. Sin embargo, durante un partido es esencial no
sólo la velocidad, sino también el sentido común:

•Si los pases son lentos y sin tensión, serán interceptados fácilmente.

•Si son muy fuertes, el receptor tendrá mucha dificultad para controlarlos.

•Se deben tener en cuenta las condiciones del campo.

•Se ha de atender a la situación del juego: ¿Tenemos superioridad? ¿Vamos


ganando? ¿Cuánto queda?

Esfundamental tener conciencia de las habilidades de los compañeros.

En general, cuanto mejor sea el jugador que recibe el pase, éste puede ser más rápido.
Los jugadores que pasan el balón deben mantener el ritmo de juego para buscar
superioridades en amplitud, mientras que quienes lo reciben deben decidir si el pase viene
con la posibilidad de generar una superioridad, por lo que se debe seguir pasan do en la
dirección de procedencia, o controlarlo y frenarlo para dar pausa y buscar otro sentido
donde buscar otra superioridad. El primer pase será bueno si permite que el receptor
pueda jugar al primer toque y seguir buscando superioridad.

Antes de dar un pase, se debe prestar atención a la ubicación del defensa en relación
con el receptor, de modo que el pase llegue lejos de la presión del defensa. Aunque
parezca obvio, si el defensa está situado a la izquierda del jugador, el pase debe de ser
hacia su derecha, y viceversa. Este concepto, si bien es simple, requiere mucho tiempo
de trabajo, fundamentalmente en la percepción, ya que muchos jugadores pasan al
jugador sin ver la relación del defensa que le marca. Si se efectúa el pase correcto a la
relación receptor-defensor, se podrá proteger el balón en caso de tener que parar el ritmo
de juego.

B) El apoyo y las líneas de pase con poseedor presionado

Los jugadores sin balón deben buscar líneas de pase de calidad, tratando de crear

242
siempre ángulos amplios lejos de la presión defensiva, y buscando el timing adecuado
para conseguir la máxima superioridad posible del pase al recibirlo. De ahí que se pida a
los jugadores que nunca esperen el balón, que lo cuiden y vayan a recibirlo, sea en la
dirección que sea.

Los jugadores deben determinar cuándo apoyar al compañero que lleva el balón y
cuándo no; ésta puede ser una decisión difícil para muchos jugadores. La mayoría de los
jugadores que están justo por encima del nivel de iniciación tienden a ir hacia el balón
para apoyar al compañero. Como intención está bien, pero si todos los jugadores hacen
lo mismo, el equipo tendrá a todos los jugadores moviéndose hacia el balón y no los
suficientes creando espacio hacia fuera, con lo que se bloquea la salida del juego con los
propios atacantes. Justo lo contrario ocurre con los jugadores principiantes, quienes
tienen la tendencia de correr hacia delante, en dirección a la portería contraria, lejos del
balón y pidiéndoselo al poseedor del mismo insistentemente.

La intención del entrenador para trabajar el ataque combinado será la de conseguir ser
amplios en ataque. En relación con el balón, los equipos deben de mantener un equilibrio
entre el número de jugadores que se mueven hacia dentro y hacia fuera. Para eso se
necesitan un mínimo de 2 jugadores en línea de pase en apoyo al balón, tanto en corto
como a media distancia. Un tercer jugador en línea de pase en largo sería lo ideal para
buscar profundidad, y éste puede ser el punta. A su vez se debe respetar que la salida del
balón no tenga más de tres jugadores en corto, ya que atraen marcajes que hacen que la
acción de apoyo, en vez de ser una ayuda, sea un perjuicio.

Para ser amplios, los entrenadores pueden trabajar ciertos conceptos de ataque como
el "toco y voy", el "toco y me voy" o el "toco y no voy":

•El toco y voy se caracteriza por un apoyo que se realiza tras pasar el balón, hacia el
jugador que recibe, siguiendo la trayectoria del balón. Se tiene que dar línea de pase
y acortar la distancia que había entre los dos, con lo que se da una posibilidad de
salida en corto al balón.

•El toco y me voy se caracteriza por buscar el apoyo al receptor del balón en un
espacio cercano o lejano al mismo, pero nunca siguiendo la trayectoria del balón.

•El toco y no voy se caracteriza por buscar, desde un pase cercano, un apoyo lejano
en el futuro sin ir hacia el receptor de balón, sino hacia un compañero que
intercambie la posición, o hacia un espacio. El objetivo final de esta asociación es
conseguir que, sin una progresión inicial del balón, se consiga un espacio libre para
un desmarque seguro. Esta comunicación es muy típica de los laterales cuando fijan
un balón desde banda hacia el medio en algún medio centro para "doblar" al espacio

243
que deja un interior. También la hacen los mediocentros cuando, al verse marcados,
"descargan" de cara a los defensas y se van a la posición del otro mediocentro que,
intercambiando la posición, va a recibir el balón sin marca para salir jugando con
libertad.

C) El apoyo y las líneas de pase con poseedor sin presión

Si llega un momento en que un jugador recibe el balón en un espacio creado de modo


que se ve sin presión directa, los posibles apoyos cercanos deben procurar ir hacia
delante buscando desmarques que acaben por detrás de los defensas, coordinándose con
el último para no incurrir en fuera de juego. Así, el jugador sin presión debe llevar el
balón hacia delante optando bien por conducirlo para romper líneas y fijar futuros
defensores, o bien por dar un pase a la espalda de los defensas. Los demás apoyos deben
alejarse del balón buscando estar siempre en línea de pase.

D) Dirección del pase para favorecer la progresión en el ataque

El objetivo de asociarse a través del pase y apoyo es progresar en el ataque. Por esta
razón, siempre que sea posible se recomienda llevar el balón hacia delante en lugar de
hacia atrás o en horizontal. Los jugadores muchas veces están acostumbrados a cambiar
el juego de lado a lado por sistema, a hacer ancho el campo porque sí. Es importante
resaltar, como se indicó en la página 188, que para atacar hay que ser amplios, pero no
por sistema si hay posibilidad de ser amplio después de ser vertical. El hecho de jugar
amplio se hace para poder conseguir una superioridad en banda y, a veces, con la
intención de llegar a banda se puede sorprender al rival, si tiene una descoordinación en
la basculación defensiva, con un pase vertical. Por tanto, si en el transcurrir del balón de
lado a lado aparece una línea de pase vertical, el balón se debe jugar hacia delante, en
vez de ir a banda.

La premisa es clara, mirar primero adelante y si no buscar las bandas. Por eso es
importante que los jugadores miren al campo primero en profundidad y luego en
amplitud, para pasar el balón a posibles apoyos verticales aunque sean lejanos. Este tipo
de pase además suele atraer a los defensas y, por tanto, les saca de su posición, creando
un espacio cerca de la portería contraria que se puede aprovechar.

E) Matices para el trabajo del pase y apoyo

Para trabajar en estos aspectos se deben crear tareas donde se pueden dar diferentes
tipos de pases y movimientos en situaciones de juego. El mini-fútbol es ideal para
desarrollar las habilidades técnicas y tácticas en espacios próximos, ya que obligan a los
jugadores a practicar sus habilidades en espacios reducidos y gradualmente progresar

244
hacia el fútbol 11. Siempre es mejor empezar con más espacio y menor número de
jugadores, y luego avanzar usando menos espacio y mayor numero de jugadores. El ratio
de defensas-atacantes debe empezar siendo bajo, y aumentarse de acuerdo con el
desarrollo de las habilidades del jugador. Si se disminuye el espacio en los ejercicios,
disminuye el tiempo que tiene el jugador en su acción de juego, lo que le fuerza a jugar
un fútbol más rápido. Lo mismo ocurre cuando incrementamos el ratio defensas-
atacantes, aunque las situaciones de inferioridad sólo funcionan con jugadores con un
nivel muy alto de adquisición.

El juego a uno o dos toques acelera mucho el ritmo de juego y obliga al jugador a
solucionar con rapidez sus acciones. En el diseño de los ejercicios son importantes
entonces factores como el espacio, el número de defensas o el límite de toques. Jugar
con ciertos tipos de reglas puede ayudar mucho en el entrenamiento sobre estructuras de
fútbol condicionado. Algunos ejemplos de reglas que pueden aumentar la velocidad de
juego y la progresión son:

•Juego a dos toques.

•Juego a toque y medio. Si el balón viene de dos toques sólo se puede utilizar uno.

•Juego sin repetición de apoyo. Si un compañero juega con otro, no puede volver a
jugar con el de origen.

•Juego sólo uno atrás. Juego con sólo un pase atrás permitido por posesión.

•Juego atrás + primeras. Si se hace un pase atrás, el jugador que recibe está obligado
a jugar al primer toque.

No es recomendable hacer ejercicios donde el ratio jugadores-balón sea bajo, ya que


cuantos más jugadores haya por balón menor será la cantidad de veces que cada jugador
toque el balón y menos efectivo será el entrenamiento. En tareas globales, si el grupo
sobrepasa los 10, los jugadores que aún no han adquirido confianza tienden a esconderse
y buscan poco el balón, por lo que sacan poco partido del entrenamiento. Si tenemos un
grupo amplio, lo ideal es dividir el grupo, lo cual requiere al menos dos entrenadores o
uno que pueda orientar y delegue en algún jugador el control del ejercicio. Desde luego
hay ciertas tareas en las que es necesaria la participación de todo el equipo. Estos
contenidos se desarrollan ampliamente en el capítulo 10.

8.1.4. El control de balón

Dentro del reglamento se indica como legal controlar el balón con cualquier parte del
cuerpo, menos con los brazos y las manos, pero es una realidad que es mas fácil usar

245
unas superficies antes que otras. Los pies, por supuesto, son los que más se usan, pero
los muslos, el pecho y la cabeza también son importantes.

A) Factores que determinan un buen control del balón

1. Superficie de contacto. El control del balón será más seguro cuanta mayor
superficie de contacto con el balón se emplee. Esto es posible sólo si se es capaz de
colocar la superficie de contacto en cuestión en la trayectoria del balón cuando se
va a recibir. La parte del cuerpo permitida por el reglamento que puede "salir" del
eje longitudinal corporal para buscar el balón (segmento piepierna) será capaz de
alcanzar la trayectoria del balón antes en situaciones forzadas, pero presentará
mucha menor superficie de contacto que si en la misma situación se es capaz de
presentar todo el cuerpo en la trayectoria del balón. Por esta razón, en situaciones
donde da tiempo para interponer todo el cuerpo en la trayectoria del balón en vez
de una sola parte (pie), es preferible hacerlo. Para ello hace falta:

•Anticipar la trayectoria.

•Ver si hay posibilidad de jugar de primeras.

•Anticipar la salida al espacio del balón tras el control.

•Colocarse en la trayectoria del balón lo antes posible.

•Calcular si el balón caerá por delante o por detrás, para correr o ir hacia atrás.

En situaciones donde la situación es tan forzada que se requiere la


hiperextensión del segmento para poder realizar el control (balones avanzados,
balones comprometidos, etc.) se ha de tratar de ofrecer la mayor superficie de
contacto dentro de las posibilidades que ofrece la situación. En este caso, si sólo
llega el pie a la trayectoria del balón y detrás no está el cuerpo, hay que procurar
elegir la parte interna para controlar, en vez de tratar de controlar con la parte
externa. Esto suele ocurrir muchas veces con futbolistas que sólo dominan una
pierna, que se limitan a usar la misma pierna independientemente de la procedencia
del balón.

Tácticamente, los jugadores, mediante el control, deben desarrollar el hábito de


controlar para crear una mejor salida al pase en un movimiento, y no tan sólo
limitarse a controlar como elemento técnico. Esto requiere de ciertos aspectos
esenciales:

•Mirar antes de recibir el balón para anticipar la acción post-control.

246
•Mantener la cabeza arriba para ver la situación de compañeros justo antes de que
llegue el balón.

•Bajar la cabeza para controlar el balón.

•Controlar el balón con la parte derecha o izquierda de su cuerpo


independientemente hacia el espacio libre para así ampliar la salida a la siguiente
acción.

•Tener la capacidad de poder usar el interior o el exterior de cada pie.

•Levantar la cabeza para confirmar los compañeros que están buscando el pase.

2. Seleccionar la superficie de contacto. La trayectoria del balón va a determinar la


superficie de contacto que se debe emplear en el control del balón. Generalmente lo
más práctico para el entrenamiento es el uso de los pies la mayor cantidad de veces
posible. Las técnicas de control las marca la trayectoria del balón:

•Trayectoria aérea

-Control a contra-bote del balón. Involucra un rebote inicial del balón contra el
suelo, seguido de un contacto dirigido del pie que absorbe la energía del balón
contra el suelo que resulta en una salida rasa del balón. Se puede ejecutar
utilizando la planta, el interior o el exterior del pie o también es posible utilizar el
pecho dirigiéndolo hacia el suelo.

-Control en amortiguamiento. Implica que el balón rebaje toda su energía cinética


directamente sobre la superficie de contacto que ofrece el futbolista. En la
mayoría de los casos, la superficie de contacto es el interior del pie. Éste, justo
en el impacto del balón, no ha de estar tenso, amortiguando el balón de forma
que absorba la energía y la disipe en vez de repelerla. Si en vez de una
superficie no tensa, el pie mantiene la fuerza o tensión inicial, el balón rebotará.

-Control orientado. Involucra que cuando se recibe el balón el jugador opta por
dar continuidad a la trayectoria del mismo hacia una dirección determinada
mediante un toque. Este control orientado puede ser corto, medio o largo en
función de la cantidad de energía que resulte de la absorción de la propia del
balón y la que se imprima o reste por parte de la superficie de contacto. Este
tipo de control puede dejar fuera de la acción de juego al adversario si se
ejecuta previa percepción de la situación.

•Trayectoria rasa

247
-Control simple. Es aquel que deja el balón en posición para ejecutar una acción
posterior sin tenerla previamente definida, sino que se decide tras el control.

-Control orientado. Involucra una percepción previa de un espacio hacia el que


salir con el balón y, al igual que en el control orientado procedente de
trayectoria aérea, mediante un toque se puede evitar la marca de un adversario.

3. Mantener la cabeza fija. Independizar la cabeza del resto de movimientos del


cuerpo es muy difícil. Por eso, cuando se mueve la cabeza, el resto del cuer
potambién lo hace. Por tanto, en el momento del control, el jugador debe tratar de
mantener la cabeza fija y dejar relajado el resto del cuerpo.

4.Mantener el balón fuera del eje longitudinal. En la ejecución de un control,


independientemente del que sea, se ha de procurar que el balón no quede nunca por
debajo de las piernas en el eje longitudinal, ya que va a requerir un movimiento
extra para buscar una segunda acción. Se aconseja que en los controles simples y
amortiguamientos el balón quede a no más de un metro de distancia del jugador
para jugarlo de nuevo. En el caso del control orientado, la distancia depende de la
acción que se prevé realizar a posteriori.

B) Matices para el trabajo del control

Este procedimiento inicialmente se debe practicar en parejas, así cada jugador


aprende los diferentes modos de control en función de la trayectoria, pero lo antes
posible se debe incorporar la oposición de otro jugador para hacer el ejercicio mas
parecido al juego. Esta actividad se puede desarrollar en tríos, con un jugador pasando el
balón, otro recibiendo y trabajando en controlarlo y el otro defendiendo y presionando al
jugador que realiza el control. Las figuras de pase con presión también son buenos
ejercicios de aplicación en el control de balón.

8.1.5. El tiro

El tiro es la consecución final de una jugada de ataque cuyo objetivo es marcar gol.
Marcar gol simplemente significa meter el balón dentro del la red. En la mayoría de los
casos se marca mediante un tiro con el empeine, pero los goles se pueden hacer de
muchas otras formas. Meter un gol tiene que ver con estar en el lugar correcto en el
momento indicado y esto probablemente es uno de los aspectos más difíciles del juego.

Los jugadores necesitan estar preparados para tirar en cualquier ocasión, basados en
la confianza de sus habilidades. Los mecanismos de tiro son muy parecidos a los de un
pase, y en algunas ocasiones el tiro no es más que un pase del balón a la red. En esta

248
línea y según Menotti: "El estilo de juego debe ser combinativo a base de pase y apoyo
de modo que el último pase sea a la red". Por tanto, los jugadores deberían intentar
colocar el balón lejos del alcance del portero, antes de buscar la potencia.

A la hora de tirar a puerta, los jugadores deben saber siempre dónde está el portero y
el balón para poder colocarlo lejos de su alcance y dentro de la portería. Los porteros
tienden a defender mejor el palo cercano, por lo que, en principio, lo más aconsejable es
que los jugadores sepan realizar tiros cruzados al palo contrario al que suele cubrir el
portero. Esto además puede acabar en que un tiro fallido se convierta en un centro
efectivo.

El jugador que tira debe concentrarse más en la precisión que en la fuerza, por lo
menos para provocar que, si el portero rechaza, haya una segunda jugada. Desde luego,
un tiro por tirar, sin objetivo, nunca será gol, mientras que un tiro con preci Sión tiene
mucha más probabilidad de ir a puerta y ser gol o de generar gol en una segunda jugada.
El jugador que tira siempre debe:

•Mantener la cabeza firme

•Mantener los ojos en el balón

•Concentrarse en el centro del balón

•Tirar a un punto fijo previamente seleccionado

A) Direcciones y alturas de procedencia del balón

Durante el partido, tirar a puerta requiere la habilidad de golpear el balón desde


diferentes direcciones y alturas. El balón puede estar en el suelo, botando o en el aire.
Puede ir en dirección al jugador que golpea, en sentido contrario o venir de un lado.
Cada situación requiere ciertas particularidades técnicas que deben ser entrenadas.
Cuando el balón se está alejando, el jugador que lo persigue para golpearlo debe
coordinar la carrera, de forma que al final sitúe el pie de apoyo al lado del balón para el
golpeo. Si el pie de apoyo está muy lejos del balón, el tiro probablemente se irá por
encima de la portería y si está por delante del balón, la ejecución del tiro será muy
incómoda.

Cuando el balón se dirige hacia el jugador que va a tirar, el problema radica en colocar
bien el cuerpo para poder realizar la ejecución de primeras y que el balón no se vaya
arriba. El jugador que va a tirar tiene que concentrarse en mantener la cabeza y las
rodillas sobre el balón, manteniendo la línea de hombros y caderas encima o por delante
del balón para golpear justo en el centro del mismo. Cuando el balón viene al jugador, es

249
sencillo imprimirle mucha potencia por el principio de acción-reacción, pero es igual de
fácil ejecutar un tiro muy impreciso, por lo que hay que coordinar muy bien el
movimiento de golpeo. Es bueno que los jugadores jóvenes que aún no tienen mucha
fuerza para desplazar el balón incorporen este tipo de golpeo, ya que con una buena
colocación del cuerpo pueden generar mucha fuerza en el balón sin apenas esfuerzo.

Cuando la procedencia del balón es perpendicular al jugador, se puede requerir:

Unaacción de barrido si se golpea con la pierna más cercana a la procedencia del


balón. El jugador simplemente se tiene que concentrar en redirigir el balón hacia la
portería mediante un movimiento de barrido de la pierna que redirige la trayectoria
del balón.

•Una acción de potencia si se ejecuta con la pierna contraria a la más cercana a la


procedencia del balón. En este caso, es un golpeo que requiere espera y
coordinación para que el balón pase por delante del jugador y se golpee justo
cuando ha superado la primera pierna.

8.1.6. Fundamentos colectivos

Los fundamentos técnico-tácticos ofensivos que se incorporan de manera individual se


deben practicar con continuidad y se han de aplicar directamente a los funda mentes
colectivos, ya que si no perderían todo su significado. Los fundamentos individuales,
sobre todo los técnicos, se pueden mejorar siempre en cualquier rato libre. En cambio la
aplicación colectiva de los fundamentos individuales necesita la guía de los entrenadores
para canalizar e incorporar las habilidades individuales al juego de equipo y conseguir un
objetivo común en el ataque.

8.1.7. Combinar para progresar: objetivo inicial

El objetivo final es marcar gol, pero para alcanzarlo se debe procurar un punto de partida
que es combinar para progresar y llegar a posiciones desde las que se afronte la fase final
del ataque. El juego combinado requiere la coordinación entre el conjunto de defensas
para iniciar y buscar movimientos sin balón de jugadores que estén por delante y
favorecer la progresión. Estos jugadores pueden ser:

•Distribuidores. Jugadores de referencia en la zona central para organizar el juego con


criterio buscando banda contraria a la llegada del balón o profundidad
(mediocentros).

•Profundizadores. En banda preferiblemente de campo contrario perfilados para

250
apoyar o romper (interiores o extremos).

•Definidores. Son distribuidores adelantados que aparecen para dar el último pase o
"abrir" a banda para desahogar.

•Finalizadores. Son jugadores que están para ayudar en la salida de balones verticales
desde posiciones más retrasadas y para terminar jugadas que posiblemente iniciaron
ellos con alguna descarga de balón (desmarque de apoyo).

El común denominador de la progresión de balón es el movimiento sin balón de todos


los jugadores para que cada poseedor de balón tenga posibilidades de juego por tres
direcciones diferentes:

•Por delante para progresar.

•Por los lados si se juega en diagonal (nunca pase horizontal).

•Por detrás si no hay salida por delante para asegurar.

8.1.8. Movimientos ofensivos básicos sin balón

Hay ciertos movimientos sin balón muy necesarios para que los atacantes puedan
deshacerse de los marcajes o situarse en posición ventajosa con respecto al defensa. De
hecho, los movimientos realizados lejos del balón son mucho más difíciles de defender
que los que se realizan en las inmediaciones del mismo, puesto que muchas veces no
captan la atención directa del defensa.

A) El desmarque de apoyo

Lo ejecutan jugadores cercanos o lejanos al balón, provocando arrastres de jugadores


para sacarlos de sus posiciones creando espacios que en un futuro próximo se pueden
aprovechar si la defensa no cierra rápidamente.

B) El desmarque de ruptura o a la espalda

Lo ejecuta un jugador sin balón que corre detrás del defensa y se coloca en una
posición donde no se le pueda ver o cubrir. Suelen aprovechar espacios libres existentes o
creados por compañeros a la espalda de defensas que no les ven.

C) La pared simple

El pase de pared es uno de los más comunes en el juego y cuando se hace

251
correctamente es difícil de defender. Se caracteriza por una asociación entre dos
atacantes para superar a un defensa que va a presionar el balón que tiene uno de
aquéllos. El primero lo juega al segundo y realiza un movimiento de desmarque a su
espalda. El segundo vuelve a jugar el balón hacia el primero mediante un toque. En el
primer pase el defensa usualmente tiende a mirar hacia el lugar donde se dirige el pase,
perdiendo la referencia del primer jugador. La velocidad del segundo pase (la pared)
permite al primer jugador liberarse de la marca del defensa y asegurarse una segunda
acción.

D) La pared compuesta

Se denomina pared porque el balón retorna al jugador inicial tras dos pases. La
intención del jugador que comienza la pared es que el balón le vuelva de primeras (pared
simple) o en segunda intención (pared compleja). Este tipo de pared se ejecuta cuando el
jugador que pretende devolver de primeras es consciente de que tras un pase intermedio
puede conseguir más ventaja para el jugador inicial. Este pase intermedio suele realizarse
para asegurar o descargar a un jugador que pueda retornar el balón al jugador inicial.

8.1.9. Llegar para finalizar: objetivo final

Una vez que se ha conseguido progresar mediante diferentes movimientos sin balón a
zonas próximas a la portería contraria, se pueden dar diversas localizaciones para atacar
la portería y rematar desde diferentes puntos.

Desde luego, siempre es más fácil atacar penetrando en la defensa desde la banda que
desde el centro, ya que es imposible cubrir todo el ancho del campo con juga dores
defensivos. A los defensas se les enseña a proteger el centro y dejar espacio vigilado en la
banda contraria al balón.

Los pases son mucho mas peligrosos si se juegan a espaldas de los defensas, entre
éstos y su portería, donde es muy difícil para ellos despejar el balón. Los defensas están
mucho más cómodos cuando ven el balón de frente. Así que, cuando sea posible el
centro, los jugadores deben intentar hacerlo a la zona en la que los defensas se vean
obligados a girar hacia su propia portería.

Los jugadores principales para hacer centros suelen estar en la banda


(profundizadores) y suelen ser los interiores, los extremos y los laterales. Es
responsabilidad de los atacantes que se suman al remate entender dónde se encuentran
los puntos clave de remate y saber que el balón se puede jugar al espacio y no
directamente al jugador, por lo que deben situarse y perfilarse en función del balón.

252
Los jugadores de banda (profundizadores) deben estar preparados para centrar el
balón hacia los siguientes puntos de remate:

•Primer palo (preferiblemente raso).

•Entrepalos (punto de penalti).

•Al segundo palo.

•Ala frontal del área.

A) Centros al primer palo

Los centros a esta zona suelen ser bastante fructíferos porque son muy difíciles de
defender. Es la zona donde la defensa es más vulnerable debido a que se anula la ventaja
que tiene el portero de poder usar las manos, ya que no puede llegar a este espacio a
tiempo. Habitualmente, los centros de jugadores que vienen forzados por banda con
oposición cercana suelen derivar en centros al primer palo, que bien leídos por el
rematador pueden ser muy efectivos.

El jugador debe conseguir espacio suficiente para centrar y sorprender mediante una
finta que permita conseguir un metro de distancia respecto al defensa y armar la pierna
para efectuar el centro. El balón tiene que llegar tenso. Si el centro es aéreo debe ir justo
a la altura de la cabeza, pero tanto si es así como si va raso debe ir hacia el rematador
con fuerza de modo que éste sólo tenga que desviar la trayectoria con la cabeza o con el
pie, pero sin imprimir apenas fuerza.

Para el jugador que centra es más fácil pasar el balón raso, y ahí el rematador
atacante debe temporizar para anticiparse a la llegada al centro. Los jugadores que
ejecutan el centro sólo necesitan colocarlo en el espacio correcto y el atacante en el área
debe llegar al balón por delante del defensa. Los delanteros deben correr hacia ese
espacio lo más tarde posible, y luego esprintar hacia el balón, dejando así al defensa con
menos tiempo de reacción.

Los movimientos al primer palo se deben hacer con la trayectoria correcta. Los
jugadores tienen que tratar de "viajar" hacia el balón de forma perpendicular a la
trayectoria del centro inicialmente para cambiar hacia la trayectoria del balón y verlo de
frente al final.

B) Centros entre palos

El balón tiene que llegar al centro de la portería, justo entre la frontal del área

253
pequeña y el punto de penalti. Este centro suele ser generalmente aéreo ya que, si no, es
poco probable que supere al primer defensa.

Para poder atacar este espacio se requieren movimientos de los delanteros que
arrastren a los defensas de sus posiciones iniciales. Un movimiento habitual es el de
cruce entre dos puntas del primero al segundo palo y viceversa. Se crea un espacio entre
los dos en la frontal del área pequeña donde llega un tercer atacante por detrás en
movimiento hacia el balón. Los centros a esta zona tienen que ser muy precisos, ya que
son más difíciles de completar al haber una alta densidad de defensas.

C) Centros al segundo palo

Primero deben coger altura para después iniciar el descenso tras superar al portero y a
los defensas en el área. Esto se puede conseguir de dos formas:

1.Suspendiendo el balón en al aire sobre la esquina contraria del área pequeña. El


equipo atacante tiene que ganar el espacio con un cabeceador que tenga buen salto.
Lo cierto es que este tipo de centro es poco efectivo a no ser que se llegue en
situación de superioridad.

2.Mandando un balón tenso con poca altura. El jugador que centra tiene que
asegurarse de no golpear el balón por debajo, ya que si así lo hace mandará un
balón demasiado parabólico y fácil para el portero. El balón tiene que ser golpeado
en el centro con bastante tensión de modo que gane poca altura pero que coja la
suficiente velocidad como para que la trayectoria sea ventajosa para el rematador.
Éste es un centro mucho mas difícil de lograr, pero cuando se hace correctamente
es el más fácil de rematar si se llega correctamente. El jugador que ha de atacar el
balón en el segundo palo tiene que comenzar el movimiento lejos del área pequeña
y del segundo palo.

D) Efecto del balón en los centros al di-ea

Los centros al área pueden tener efecto hacia dentro o hacia fuera de la portería. Los
centros en que el balón va rotando sobre su eje longitudinal hacia portería sólo necesitan
un mínimo toque para redirigirlo. Este pequeño cambio de trayectoria es suficiente para
despistar al portero incluso si no se toca. La simple amenaza de ir al remate puede ser
suficiente para paralizar al portero y dejar que el centro sea gol directamente. Cuando el
balón va al segundo palo con efecto hacia dentro debe llevar mucha altura y tensión para
superar a portero y defensa e inmediatamente bajar (por medio del efecto hacia abajo)
hacia el atacante. Este tipo de centro se suele hacer a pierna cambiada.

254
En los centros al segundo palo que llevan efecto hacia fuera, en que el balón se aleja
progresivamente de la portería y del portero, se requiere mayor trabajo por parte del
delantero en su remate ya que ha de reorientar e imprimir mayor velocidad al balón con
el mismo gesto.

E) Centro atrás a la frontal del área grande

Si el jugador de banda (interior, extremo o lateral) ha llegado a la línea de fondo, le


resultara difícil completar un centro al área pequeña, especialmente si se intenta colocar
el balón detrás de los defensas. En ese momento se debe considerar pasar el balón atrás a
la zona entre el punto de penalti y la frontal del área grande. Si no hay llegada de un
jugador que se sume al ataque por detrás, la acción requiere que uno de los atacantes que
se dirigía a algún punto de remate de la frontal del área pequeña espere y modifique su
intención inicial para ir hacia un nuevo punto de remate entre el punto de penalti y la
frontal del área grande. Este movimiento provoca la mayoría de los goles en los equipos
que realizan ataques combinativos capaces de llegar a la línea de fondo con el balón
controlado.

8.2. Fundamentos defensivos

Es frecuente el caso de muchos jugadores que en ataque son muy buenos pero que no
consiguen llegar a niveles más altos principalmente porque no desarrollan correctamente
los fundamentos defensivos del juego. Es cierto que no hay mejor defensa que un buen
ataque, pero para tener el balón, lo primero que hay que hacer es saber cómo recuperarlo
y si esta premisa la cumplen los once jugadores y no algunos, las probabilidades de
recuperación aumentarán.

Es por ello que para que una defensa sea buena se requiere que todos los jugadores
defiendan y sean eficaces en la defensa tanto individual como colectiva.

Para defender se requiere fuerza, coraje y disciplina. Desde luego es difícil esperar
que todos los jugadores tengan todas estas cualidades, especialmente a la hora de
ejecutar una de las acciones defensivas principales: la entrada. Pero sí que todos los
jugadores deben estar en condiciones de presionar el balón como conjunto, de modo que
se facilite y se hagan más predecibles las situaciones de robo o interceptación para los
especialistas defensivos que se sitúan detrás. Si se sabe cuándo y cómo aplicar la presión,
se obliga al equipo contrario a ceder el balón tarde o temprano. De hecho, cuánto más
colectivo es el trabajo defensivo, más fácil y eficiente suele ser ganar el balón ya que se
fuerza al otro equipo a cometer errores, sin ni siquiera tener que realizar la entrada. Si el
trabajo defensivo lo hacen unos pocos, la salida de la presión del equipo adversario
puede ser sencilla y desesperante para los pocos que presionan, puesto que siempre

255
habrá una salida de balón sin tapar.

8.2.1. Conceptos defensivos básicos

Determinados conceptos son esenciales en la interpretación real de los fundamentos


defensivos. Así, se exponen a continuación los conceptos de interceptación, robo y
anticipación.

A) Interceptación

El defensa tiene que procurar negar al atacante la oportunidad de obtener el balón


desde el primer momento a través de lo que se denomina interceptación. La
interceptación es la aparición de un jugador defensivo en una línea de pase del equipo
atacante una vez que el pase se ha producido, de modo que el balón cambia de poseedor.
La interceptación puede ser voluntaria e involuntaria y en el caso de la primera requiere
mucha atención y concentración para prever posibles pases entre adversarios.

B) Robo

El robo es una acción mediante la cual el defensor sustrae por medio de una entrada
el balón que un jugador atacante tenía bajo control. La interceptación se diferencia del
robo en que el cambio de defensa a ataque no se produce por una entrada al poseedor
del balón, sino que se corta un pase entre pasador y receptor del equipo rival.

C) Anticipación

Es una interceptación voluntaria que suele darse en dirección a la portería rival


habitualmente por un exceso en la espera del balón del jugador atacante. Para anticiparse
se requiere no sólo atención, sino también decisión y seguridad, ya que una anticipación
fallida puede provocar que el contrario obtenga mucha ventaja de dicha situación. Como
anticiparse no es siempre posible, hay que procurar colocarse en una posición que evite
que el jugador atacante pueda girar con el balón. Si el jugador contrario es capaz de darse
la vuelta o no se llegó a tiempo como para que no diera la vuelta, hay que intentar
temporizar o presionar el balón respectivamente.

8.22 Principios defensivos básicos

Así como diferenciar los conceptos de interceptación, robo y anticipación, también es


importante entender ciertos principios defensivos en los que se aplican los conceptos
anteriores. Éstos son:

256
•Atención al juego para anticipar.

•No permitir que el jugador atacante gire con el balón.

•Paciencia, más vale temporizar que quedar fuera de la jugada.

•No ceder espacio absurdamente.

•Estudiar previamente a mi rival para perfilarme en función de mis intereses.

A) Atención al juego para anticipar

Hay que prestar atención constante al juego para descifrar los posibles pases que se
realicen hacia zonas próximas. Si hay posibilidad de anticipar, hay que hacerlo, pero si no
se está seguro es mejor esperar a una siguiente oportunidad. Para anticiparse hay que
tener margen de maniobra como defensor, de modo que justo antes de salir a la
anticipación hay que concederse un metro de distancia con respecto al atacante que va a
recibir para poder obtener espacio suficiente de reacción y no ser bloqueado por el
atacante. El estímulo para salir al pase es el armado de la pierna ante la inminente salida
del balón del pie del pasador. En ese momento el espacio ya existe entre defensor y
atacante-receptor, de modo que el defensa ya tiene espacio libre y comienza su
desplazamiento hacia delante. Una vez que sale el balón se ve si se dirige hacia la pierna
derecha o izquierda del receptor, ante lo cual el defensa, aún por detrás del atacante pero
ya en carrera frontal, decide si sigue la anticipación, porque va por el lado correcto, o la
aborta, con lo que deja recibir.

B) No permitir que el jugador atacante gire con el balón

Si el defensa no ha podido anticiparse, y el atacante recibe de espaldas al gol, es


obligación del defensa no dejar que el atacante se gire e impedir que se coloque de frente
con el balón. Una vez que el defensa se ha colocado y está estable, tiene que mirar al
balón, no al jugador, y reaccionar al movimiento del balón y no al del jugador. No tiene
ni que acercarse tanto al jugador atacante que no pueda ver el balón, ni situarse tan lejos
que no pueda meter el pie si el jugador atacante gira. Se debe situar a un metro del
jugador atacante. La posición del centro de gravedad del defensa debe ser hacia abajo,
con las piernas flexionadas y mucha base de sustentación. Mantener el centro de
gravedad bajo ayuda a la entrada y al reajuste de posibles desequilibrios. Muchos
jugadores que confían excesivamente en su velocidad defienden con las piernas
extendidas y eso suele provocar que la velocidad del gesto del atacante supere la reacción
del jugador con las piernas extendidas.

257
C) Paciencia, más vale temporizar que quedar fuera de la jugada

Una vez que el jugador que ataca haya recibido el balón, y el defensa esté
defendiendo correctamente, éste debe concentrarse, ser paciente y esperar al momento
preciso para entrar. Si va a por el balón demasiado rápido, puede cometer falta o
precipitarse en la entrada, y esto último supone perder un jugador para defender dicha
jugada.

El defensa debe mantener al contrario en frente. Si el jugador que ataca logra girar
con el balón, el siguiente paso del defensa es mantener al jugador y al balón delante de él.
El defensa debe decidir dónde y cuándo presionar el balón, de modo que consiga que el
contrario no pueda progresar con pases hacia delante, efectuar centros o tirar a puerta. El
defensa tiene que estar metro y medio por detrás de la línea de balón, en confluencia con
la línea entre el jugador que ataca y la portería.

D) No ceder espacio absurdamente

El defensa debe procurar no ceder espacio, frenando la posible progresión del


atacante en la medida de lo posible. Si el atacante es muy vertical, hay que ceder espacio
en desplazamiento hacia atrás durante no más de 10 metros tapando sus posibles salidas,
por dentro y por fuera. En esa distancia se ha debido parar la progresión con balón del
jugador, por lo que se está temporizando. Una vez detenida la progresión, se debe iniciar
la presión sobre el atacante, que debe ser a metro y medio, despacio y acercándose
cautelosamente. Se debe siempre observar el balón por si hay cambios de dirección. El
hecho de mantener el centro de gravedad bajo permite un mejor posicionamiento para la
entrada y mejora el pivotaje sobre las piernas del defensa en caso de que sea necesario.

E) Estudiar previamente a mi rival para perfilarme en función de mis intereses

Cuando un defensa inicia un partido, debe estudiar al adversario al que más veces se
va a enfrentar en su zona del campo. Es decir, si es diestro, zurdo, ambidiestro, se
mueve por dentro, por fuera, es habilidoso en el regate, en el centro, etc. Esta
información es muy útil en la defensa del 1:1 o del 2:1 a la hora de colocar los pies.

•1:1 en banda. En el 1:1 es preferible situar siempre un pie por delante del otro
orientando al atacante hacia su punto menos fuerte, de modo que el jugador no
utilice su mejor habilidad de forma sencilla. Por ejemplo, si se es lateral derecho y
se defiende a un interior izquierdo diestro con buen tiro que siempre va por dentro,
lo ideal a la hora de defenderlo será orientarlo para que salga por banda adelantando
el pie izquierdo y retrasando el derecho.

258
•1:1 en zona central. En este caso también se adelantará el pie que tape la salida
fuerte del atacante, aunque menos que en banda. Se procurará no entrar para
salvaguardar la portería, ya que verse superado en esta zona es muy peligroso.

•2:1 en banda. Ante un 2:1 lo fundamental es la defensa del pase del poseedor del
balón y su asociación con el otro atacante. El defensa cuenta con su defensa física
junto con la del fuera de juego. Por ello debe situarse a una distancia media entre
los dos atacantes, por detrás del balón y en la línea entre la portería y el atacante
con balón. Debe estar orientado hacia el balón en vigilancia constante del segundo
atacante. Es importante conocer las características de ambos atacantes, ya que
puede anticipar posibles acciones entre los mismos mientras corre el balón en los
pases entre ellos. Originalmente los pies han de estar casi en paralelo a la línea de
meta, de modo que haya posibilidad de reacción y vigilancia de los dos lados.

•2:1 en zona central. En este caso el defensa debe situarse también a una distancia
media entre los dos atacantes, pero algo más cerca del poseedor de balón para
reaccionar rápido ante un posible tiro y siempre en la línea entre la portería y el
atacante con balón, en vigilancia constante del segundo atacante. La situación de los
pies sigue estando en paralelo a la línea de meta, para que haya posibilidad de
reacción hacia los dos lados.

8.2.3. Fundamentos individuales

La imagen habitual de un buen defensa es la de un jugador fuerte, expeditivo y


determinante. Éstas son algunas cualidades, pero las verdaderamente importantes son la
inteligencia y el conocimiento táctico. Estar bien situado constantemente es crucial y
requiere mucha concentración y atención. Para presionar el balón en el lugar y el
momento correcto hay que "empujar" desde la línea defensiva, para así animar a los
jugadores más alejados de la portería a "apretar" al rival. Otro rol vital es ser capaz de
tapar los centros y los tiros, así como alejar el balón con las dos piernas hacia zonas de
despeje.

Si esta habilidad se combina con un procedimiento correcto para la entrada, previa


vigilancia y marcaje del rival, junto con un conocimiento táctico que le permita
interceptar casi sin esfuerzo, entonces el jugador presenta cualidades para ser un buen
defensa.

8.2.4. La entrada

La entrada es un fundamento defensivo que esencialmente no siempre lo deben dominar


todos los jugadores de ataque, pero sí que deben ser de algún modo eficientes

259
defensivamente. De hecho, la técnica de la entrada no es difícil, pero el cómo, dónde y
cuándo emplearla sí lo es.

Puntos importantes antes de hacer una entrada:

A) Paciencia

La entrada requiere paciencia. Es un error ir al suelo a la primera, ya que si el jugador


atacante supera al defensor, éste no va a tener capacidad de reacción. Además este tipo
de acciones suele conllevar el cometer faltas innecesarias que en función del momento
del partido, o del marcador, pueden provocar situaciones de peligro evitables. Hoy en día
los equipos basan sus ataques en acciones a balón parado. Es importante que los
defensas no incurran en faltas peligrosas e innecesarias por su carencia técnica en la
entrada.

B) Cobertura

Para entrar deben estar convencidos de que pueden ganar el balón y han de saber si
tienen apoyo defensivo detrás en forma de cobertura. Si no lo tienen, han de tratar de
temporizar hasta que llegue alguna ayuda.

C) Situación positiva

Deben tratar de ganar el balón en una entrada sólo si se encuentran realmente en


situación de poder hacer la entrada sin riesgo de cometer falta. Es decir, situaciones
donde ha habido una falta de control del balón por parte del atacante, o si éste se despista
en algún momento. Hay que tener en cuenta que cualquier contacto con el cuerpo del
contrario antes de contactar con el balón puede resultar en una falta peligrosa.

D) Situación numérica

Se debe tener en cuenta la ventaja numérica antes de decidir hacer la entrada. Si hay
mas atacantes que defensas, es mejor no entrar, simplemente hay que volver a campo
propio y proteger la espalda. Los defensas de la línea de atrás no deben realizar entradas
en campo contrario, ya que pueden quedarse fuera de la jugada pronto y provocar
contraataques inoportunos. Lo que sí pueden hacer es tapar la salida del contrario
presionando el balón si éste se ha perdido en una zona cercana donde sólo uno de los
defensas puede acceder al balón.

E) Técnica de entrada

260
Idealmente debe hacerse de frente. Entrar de lado puede resultar peligroso, ya que si
se supera al defensa tiene poca capacidad de reacción. Entrar por detrás es prácticamente
imposible sin cometer una falta, a no ser que se "rebañe" el balón metiendo el cuerpo del
defensor entre el atacante y el balón. Los defensas deben procurar estar perfilados de
modo que puedan acceder de frente al balón, reduciendo las posibilidades de juego del
oponente y tapando las líneas de pase. Para llevar a cabo correctamente la ejecución de
la entrada se necesita por tanto:

•Intentar que el defensor no se dé la vuelta.

•Si se ha dado la vuelta, estar en disposición de entrar con los dos pies.

•Entrar por delante, nunca quedarse en una situación que pueda conllevar quedarse
rotado y de espaldas al atacante (entrada de lado).

•Mantener el peso del cuerpo bajo y la distancia al defensor entre metro y metro y
medio.

•Tratar de no estirarse hacia el balón (el pie que no hace la entrada debe mantenerse
relativamente cerca del balón).

•Entrar por el balón con el interior preferiblemente del mismo pie que está en contacto
con el pie del atacante.

8.2.5. La presión

La presión puede venir en dos tipos de fases sin la posesión del balón:

•En fase de transición tras pérdida reciente del balón

•En fase de reinicio de juego del contrario

A) Presión en fase de transición tras pérdida reciente del balón

Idealmente, los defensas deben presionar el balón tras la pérdida. Para poder
conseguirlo, tienen que colocarse lo más cerca posible de su oponente con balón para
tapar posibles salidas al contraataque.

B) Presión en fase de reinicio uego del contrario

En este momento la línea defensiva tiene que "apretar" desde atrás para que se
maximice la presión a todos los jugadores. Aunque de los delanteros y de los

261
centrocampistas no se espera que ganen el balón con una entrada, sí deben presionar el
balón para forzar el error del contrario.

FIGURA 8.1. Presión a la salida de balón del lateral.

En algunos casos es preferible dejar jugar al contrario para que piense que no va a
sufrir presión y, una vez jugado el balón y ante determinado estímulo conocido (p. ej.,
pase a la banda), ir todo el equipo a la presión. Es necesario que cuando se esté fuera de
posición en la presión se regrese a campo propio para volver a estar en posición para
presionar el balón.

C) ¿Cuándo realizar la presión?

Lo importante es que el defensa presione en cuanto el adversario reciba el balón, de


modo que se sitúe lo más próximo al atacante posible como para favorecer el pase y
llegar a la presión a la vez que el balón llega al atacante. En ese momento el jugador
atacante tendrá la cabeza abajo para ver y recibir el pase, por lo que si se presiona aquí,
se verá condicionado y no podrá mirar hacia arriba para buscar a sus compañeros. El
defensa debe tener cuidado de no estar muy cerca del jugador atacante antes de que

262
llegue el balón ya que, aunque esto parezca positivo, el balón puede sobrepasar al
defensa, permitiendo al jugador atacante librarse indirectamente de la presión.

Una vez que el oponente recibe el balón, hay que acercarse a éste tentando posibles
entradas para que el contrario dude y focalice la atención más en el defensa que en su
propio ataque. En muchas de las ocasiones esto es suficiente y, sin necesidad de entrar,
se recupera el balón. Una buena presión ha de procurar también que el jugador atacante
no tenga la oportunidad de jugar el balón hacia delante.

D) ¿Dónde realizar la presión?

Se debe intentar estar lo suficientemente cerrados en defensa como para reducir al


mínimo las líneas de pase para el adversario. Cuando el balón es jugado por el adversario
a banda, las líneas de pase se reducen al 50%, ya que esta zona limita la salida del juego
hacia dentro, con lo que sólo tiene 180" de acción.

Si encima el balón se juega al córner, la salida del equipo contrario se reduce al 75%,
ya que no puede jugar ni atrás ni a la banda, con lo que se ve aún más encerrado. La
banda y el córner son zonas bastante indicadas para ir a la presión, pero si además, por la
circunstancia que sea, el jugador está de espaldas, esto es un estímulo inequívoco de ir a
la presión colectiva y enérgicamente.

826. El marcaje

Para marcar y vigilar se requiere orden, concentración y madurez mental. Se necesita


tener buena visualización de las acciones que se desarrollan lejos del balón para poder
anticipar situaciones en las que una vigilancia ha de convertirse en un marcaje.

Puntos importantes para marcar:

•Lo primero que hay que saber es que para marcar hay que situarse entre la portería y
el oponente de modo que los talones del defensor apunten hacia la propia portería.

•Cuanto más cerca se encuentre el contrario con balón de la portería, más cerca hay
que estar del oponente al que se está marcando.

•El marcaje se ha de hacer situándose en un lugar donde poder desplazarse


rápidamente hacia el posible receptor del balón. En este sentido, la mayoría de los
jugadores jóvenes saben cómo marcar a su oponente, pero se suelen confundir
cuando el oponente corre detrás de su espalda o en diagonal de lado a lado del
campo. En este caso suelen dudar entre seguir la marca o quedarse en su posición.

263
Es trabajo del entrenador realizar progresiones para el desarrollo del concepto
defensivo del marcaje individual, zonal o mixto.

A) Marcaje individual

Es muy sencillo de aplicar y de entender. Se basa en marcar a un contrario asignado


por todo el campo cada vez que entra en contacto con el balón. Este tipo de marcajes se
puede hacer a los jugadores clave del rival, aunque rebajan la confianza en la propia
coordinación de los jugadores defensivos para marcar colectivamente entre unos y otros.

B) Marcaje zonal

Es un tipo de marcaje que requiere mucha atención y comunicación entre los


defensas. Cada jugador es responsable de una zona donde ha de marcar al jugador que
entre con balón y no permitirle progresar. Al salir el jugador de la zona asignada, el
defensor ha de ceder la marca a otro jugador comunicando el cambio de marca.
Generalmente se suele ceder la marca del jugador a otro defensa que no esté marcando
en ese momento, especialmente si el oponente está corriendo en diagonal hacia la
portería.

C) Marcaje mixto

Este marcaje está relacionado con los dos anteriores de modo que si un jugador
atacante entra y sale de una zona de responsabilidad de un defensor, éste, ante la
imposibilidad de cambiar la marca con otro compañero, le sigue hasta el final de la
jugada, pidiendo si es posible que le cubran la salida de la zona.

D) Marcaje combinado

Se produce cuando los jugadores de un equipo realizan marcajes distintos. Esto puede
darse desde el principio del partido cuando, por ejemplo, la línea defensiva marca en
zona y la línea de medios marca al hombre, o en momentos puntuales, como algunas
acciones a balón parado en las que ciertos jugadores defienden en marcaje zonal y otros
en marcaje individual.

Marcar a los jugadores en posesión del balón es mucho mas fácil para el defensa. Una
vez que el defensa haya tomado la responsabilidad y presionado al jugador que está
marcando, debe quedarse con el jugador hasta que éste pierda o pase el balón. El defensa
no puede permitir que el atacante le supere, debe seguirlo manteniéndose cerca para
quitarle el balón si el atacante pierde el control del mismo.

264
De entre los marcajes sin balón, los desmarques a la espalda son probablemente los
más difíciles de marcar, por lo que se suele necesitar la comunicación del portero, que es
el que ve el juego siempre de cara. Para que los defensas sigan a los jugadores atacantes
de manera efectiva tienen que mantenerse entre el atacante con balón y la portería,
mientras mantienen la vista en el oponente y en el balón. Hacer esto mientras se corre es
difícil y requiere mucha práctica.

Aquellos defensas que sólo miran el balón cuando es jugado por su oponente no
suelen ver hacia dónde se dirige el jugador que se desmarca, con lo que pierden la mitad
de la información visual de la acción. Por eso hay que tratar de no hipnotizarse sólo con
el balón, sino alternar la mirada entre el balón y el jugador. Esto requiere mucho esfuerzo
perceptivo, por lo que la concentración en el juego es fundamental. Quienes sólo miran el
balón suelen tener tendencia a girar el cuerpo y el cuello por completo hacia éste,
limitando su campo de visión sólo a este elemento. El campo de visión es limitado, por lo
que el giro del cuello ha de independizarse del cuerpo para permitir alcanzar más
información visual alternando fijaciones visuales. Esta situación la suelen aprovechar los
delanteros listos que salen del campo de visión del defensa para establecer una nueva
fijación visual. En el momento en que el defensa percibe la nueva posición del delantero,
éste aparece en la posición de origen, dejando al defensa sin referencia de marcaje.

8.2.7. La vigilancia

El hecho de vigilar a los jugadores no es algo sencillo. Requiere atención y concentración


constante ya que, en cuanto la jugada derive hacia zonas cercanas, el defensa tiene que
marcar inmediatamente al oponente.

Cuando un defensa se encuentra ante atacantes muy estáticos, está en una situación
cómoda desde el punto de vista perceptivo, puesto que tiene que vigilar pocos
movimientos en las zonas sin balón. En cambio, si el ataque empieza a generar
movimientos sin balón, los defensas necesitan saber cuándo ir a la marca, especialmente
si el jugador atacante inicia un desmarque en diagonal hacia la portería. Marcar a los
jugadores que corren sin el balón requiere que los defensas vigilen previamente a sus
oponentes en sus acciones lejos del balón.

Normalmente se tiene que vigilar al oponente continuamente, incluso en posiciones


donde difícilmente pueda recibir el balón, que en la mayoría de los casos es en la banda
contraria a donde se encuentra el balón.

8.2.8. Fundamentos colectivos

Los principios colectivos para empezar a defender como colectivo son:

265
•Estar detrás de la línea de balón.

•Saber entonces cuándo entrar, presionar o temporizar llevando al rival a la zona


deseada.

Una vez que estos principios son entendidos, hay que intentar que el jugador los
incorpore a la fase defensiva colectiva. Es fundamental que todos los jugadores entiendan
sus funciones y responsabilidades dentro de las consignas defensivas para que se
defienda como bloque.

Otro de los principios que se debe guardar en defensa como equipo es tratar de no
entrar en situaciones espaciales de inferioridad numérica, de modo que se requiere tener
siempre un jugador más que el contrario para defender o, como mínimo, hay que estar
en igualdad. En los momentos de inferioridad numérica (posibles contraataques) el
equipo entra en estado de emergencia, puesto que es vulnerable a la progresión del
contrario y se ve obligado a no poder robar el balón y a temporizar lo más posible para
frenar el avance adversario en el mejor de los casos.

A) Defensa como bloque

El equipo a la hora de defender ha de ser un bloque, con las líneas juntas y los
jugadores distribuidos de forma equilibrada en el terreno de juego, principalmente cerca
del balón. Para ello se requiere mucha coordinación y comunicación entre ellos, ya que
es imposible ocupar todo el campo.

266
FIGURA 8.2. Defensa en bloque.

El posicionamiento equilibrado para defender como equipo se denomina defensa en


bloque. El hecho de defender así permite a los defensas:

•Llegar a presionar con facilidad la recepción de balón del contrario y aprovecharse de


posibles pérdidas de balón o de rechaces.

•Reducir el espacio entre ellos consiguiendo que para el contrario sea muy difícil
atravesar el bloque.

Conseguir defender en bloque es bastante complicado. Cuando el equipo adversario


mueve con fluidez el balón en amplitud y profundidad a veces obliga a los defensas a
salir de su posición, lo que hace difícil mantener el bloque. Si los espacios que se crean
entre los defensas se hacen demasiado grandes, comenzarán los problemas. En este caso
la clave está en los desdoblamientos defensivos (no confundir con doblar), es decir,
ocupar espacios libres provocados por la salida de un compañero defensor de su posición
para que dichos espacios no se hagan más grandes. Para esto, los defensas deben tratar
de no hipnotizarse con el balón y alternar la mirada entre el balón y la interacción de
oposición entre atacantes y defensores. Es importante entonces que los defensas presten
atención a lo que ocurre sin balón de por medio, de modo que puedan reducir espacios

267
libres a base de desdoblamientos.

En la distribución espacial del terreno de juego hay algunas zonas donde la intensidad
defensiva ha de aumentar. Es muy importante que el equipo esté preparado para
defender en cualquier parte del campo, pero hay que saber que cuanto más arriba se va a
presionar, más difícil es mantenerse como bloque, especialmente si la línea de defensas
se queda atrás. De cualquier forma, hay dos zonas vitales donde esta intensidad
defensiva siempre debe ser máxima: en campo propio y en el área.

En campo propio el equipo defensor debe intentar tener el máximo número posible de
jugadores detrás de la línea de balón para así poder ver de frente el balón y el juego.

El área es la zona donde los defensas han de procurar que no entre el contrario con el
balón, ya que es la zona más peligrosa. Para ello debe tratar de anticiparse al balón yendo
al espacio por delante del contrario inmediato si el balón se juega con éste:

•Si se consigue el balón es el momento de jugarlo rápido, pues se puede conseguir


contraatacar.

•Si no hay posibilidad de jugar con un compañero ni de salir en conducción con una
idea clara, es mejor despejar el balón para que salga el equipo y aliviar
momentáneamente el peligro.

•Si no hay posibilidad de controlar el balón, hay que procurar anticiparse para hacer
un despeje lo más lejos posible. Si no es posible despejar lejos, es preferible
despejar alto para dar a los defensas tiempo de volver a la posición, pero en ningún
caso se debe despejar al centro, ya que es una zona muy vulnerable a que el
contrario aproveche directamente la segunda jugada, sin posibilidad de reacción
para los defensas.

•Las mejores zonas de despeje son a la misma banda de procedencia del balón, si
venía de banda o a la banda que sea más seguro despejar según la postura del
cuerpo si el balón viene por el centro.

En el caso de que el balón llegue al área controlado por el contrario, los defensas
deben tener en cuenta que una entrada a destiempo puede ser penalti, por lo que su
estado de atención debe ser máximo para incorporar dos referencias, el balón y el posible
pase a otro compañero mejor situado.

B) Estrategia defensiva

En primer lugar hay que tener en cuenta que el término estrategia no es lo mismo que

268
las acciones a balón parado o táctica fija (ver página 217), sino que son el conjunto de
acciones predeterminadas por el entrenador para afrontar la competición. En este caso
sería el conjunto de acciones que se deberían realizar cuando se entra en fase defensiva.

Hay que entender que esta fase la comienzan los defensas desde atrás, ya que son los
que "empujan" al equipo a presionar y mantienen las líneas juntas apretando a las líneas
de medios y delanteros. El cómo se defiende como colectivo depende a su vez del
sistema de juego que emplee el equipo:

•Si se juega con un solo punta, el bloque tendría que empezar a defender desde tres
cuartos de campo para atrás, ya que una presión arriba con tan poca gente podría
provocar un desgaste físico innecesario.

•Si se juega con tres puntas, se debería tratar de presionar arriba para provocar que el
equipo contrario ceda el balón mediante un balón largo en malas condiciones.

•Jugar con dos puntas es una solución intermedia si se habla de presión, ya que se
puede comenzar a presionar arriba, pero si no se hace de forma coordinada con la
línea de medios puede provocar mucho desgaste.

En consecuencia, tanto la condición física como la habilidad técnico-táctica de los


jugadores se convierten en variables principales que deben ser tenidas en cuenta por los
entrenadores en la fase defensiva de su sistema de juego. De este modo, a un equipo con
buena condición física y habilidad técnica se le debería exigir presionar arriba para tratar
de robar cerca de la portería contraria y "hacer de su ataque su mejor defensa". En
cambio aquellos equipos que juegan contra equipos superiores en condición física,
técnica y táctica se ven obligados a "aguantar" los ataques y esperar juntos alguna
posibilidad de ataque a la contra o en acciones a balón parado. De hecho el factor "nivel
del contrario" puede modificar el sistema de juego de un equipo. Así, un equipo que
juega contra otro inferior puede tratar de presionar arriba para forzar errores en campo
contrario.

Los aspectos estratégicos más destacables en defensa son la presión, la dirección de la


presión y el tipo de marcaje.

C) La presión colectiva

El entrenador puede optar entre ejercer una presión en todas las partes del terreno de
juego como sea posible o esperar para presionar en cierta parte del campo, tras cierto
estímulo, etc.

La presión por todo el campo requiere intentar el robo del balón sobre todo a partir de

269
3/4 de campo, justo en el momento en que el otro equipo recibe el balón para empezar a
atacar. Se necesita que todos los jugadores estén muy activos, sobre todo aquellos que se
encuentran cerca del balón. Desde luego, la presión no tendrá éxito si sólo uno o dos
jugadores van a presionar mientras los demás observan. El hecho de presionar de este
modo puede aportar grandes beneficios tácticos ya que, si se hace bien, el balón se puede
obtener en posiciones muy avanzadas, con lo que gran parte del trabajo de progresión
ofensiva se resuelve con facilidad.

El factor marcador también se puede relacionar con cómo se presiona, ya que si un


equipo va perdiendo a falta de poco tiempo puede necesitar arriesgar y por tanto ha de
presionar lo más arriba posible para ganar el balón cerca de la portería contraria y no
perder tiempo en construir juego para progresar desde atrás.

La presión a partir de cierta parte del campo suele realizarse con el equipo replegado
en campo propio, dejando al contrario avanzar con el balón hasta medio campo. Este
planteamiento defensivo es característico de equipos que basan su ataque en la sorpresa
del contraataque, de modo que ceden el dominio del balón al equipo contrario para que
avance y deje espacios que se pueden ocupar con rapidez tras su línea defensiva. Se trata
de acumular mucha gente detrás del balón, dejando poco espacio entre los jugadores para
que el balón progrese. De este modo se consigue una "tela de araña" que perjudica
mucho a los equipos que se basan en el juego de toque, ya que les cuesta mucho
encontrar espacios para dar salida al balón ante tanta oposición en tan poco espacio.

La presión a partir de cierta parte del campo también se puede situar en la zona de
3/4 de campo, permitiendo al equipo contrario avanzar hasta ahí para luego presionarle.
Con esto se consigue una solución intermedia entre la presión por todo el campo y a
partir de medio campo.

La presión ante cierto estímulo puede situar la primera línea de presión arriba o en el
medio, pero su reacción no se basa en que el contrario reciba el balón, sino en un
estímulo determinado dentro de la posesión del adversario. Así se deja que el equipo
contrario comience a jugar sin presión para que se confíe e intente progresar mediante el
toque. El estímulo puede ser:

•La llegada del balón a un jugador que se sabe que tiene mayores limitaciones para
jugarlo

•Un determinado número de pases (p. ej., el segundo pase)

•Un pase determinado (p. ej., el pase lateral-central)

•Cuando ha habido un despeje o una segunda jugada que obliga al contrario a ir a por

270
el balón dando la espalda. En ese momento todo el equipo debería salir a la presión

Este tipo de presión requiere mucha concentración por parte del equipo y puede
sorprender mucho, ya que el contrario de repente se puede encontrar con todo un equipo
encima cuando pensaba que podía jugar fácil hasta cierta parte del campo.

D) Dirección de la presión

Como ya se ha indicado anteriormente, la presión comienza por la línea defensiva que


"empuja" a las líneas de medios y delanteros a ir a "apretar", con lo que en consecuencia
los primeros en aparecer cerca del balón son los delanteros. Son éstos por tanto los que
marcan hacia dónde se quiere que vaya el balón, pues según se sitúen en la presión, el
equipo contrario se verá obligado o bien a llevar el balón hacia una zona determinada o
bien a cederlo. Las zonas hacia las que se quiere que vaya el balón pueden ser por dentro
o por fuera, es decir, de banda hacia dentro o de dentro hacia banda. Estas zonas pueden
ser previstas si los delanteros entienden que su función no es robar de inicio, ya que es
muy difícil y pueden ser superados, sino que su trabajo será el de orientar la salida del
balón del contrario para forzar que lo puedan robar compañeros de líneas de atrás
(medios y defensas). Así, estos últimos anticipan hacia dónde y hacia quién puede ir el
balón, aumentando la posibilidad de éxito de la acción.

E) Tipo de marcaje

El marcaje individual requiere que un jugador siga a su par por todo el campo. Es un
tipo de marcaje sencillo de aplicar, pero provoca espacios en la defensa y exige mucho
esfuerzo físico.

El marcaje en zona es bastante más difícil de aplicar y requiere madurez, compromiso


y coordinación entre los jugadores para repartir responsabilidades tácticas y esfuerzos. La
división del campo en zonas marca partes del campo en las cuales se determinan
jugadores responsables de cada zona en caso de que entren jugadores adversarios y de
vigilar las zonas aledañas ante una eventual salida de zona de algún compañero por
circunstancias del juego. De este modo no es necesario seguir a un contrario por todo el
campo, sino que se reparte su marca entre las diferentes zonas de influencia de
responsabilidad individual en que entre el adversario. Así, un defensor puede pasar la
marca de un adversario a su compañero si se sale de su zona. La ventaja del marcaje en
zona es que siempre mantiene la defensa en bloque, pero requiere mucha concentración,
comunicación y conocimiento del juego. La principal desventaja es que justo en los
límites de las zonas se pueden producir confusiones entre las marcas, por lo que, en el
instante en que se cambia la marca porque el contrario que se debe defender cambia de
zona, es el sistema que puede conllevar mayor vulnerabilidad si no se trabaja

271
debidamente y se produce una coordinación excelente en los intercambio de marca.

Es importante reseñar que el hecho de pasar las marcas de unos defensas a otros se
debe aplicar sólo a los jugadores sin balón. En cuanto entra un jugador con balón en una
zona cuya responsabilidad defensiva reside en cierto jugador, éste debe ir hacia el
adversario y aplicar los principios de la entrada (véase página 203).

Muchos equipos aplican los dos tipos de marcaje, de modo que mantienen el bloque
con una defensa en zona pero tienen algún marcaje al hombre en particular, con lo que
los jugadores que defienden en zona cercanos a la posición del jugador que defiende en
individual deben estar muy atentos a la hora de tapar los espacios que deja éste
(desdoblamientos defensivos). Este tipo de marca también se puede aplicar por líneas y,
aunque no es frecuente, a veces la línea de medios marca al hombre mientras que la línea
defensiva marca en zona. Esta forma de marcaje facilita la marca a los centrocampistas,
cuyos espacios creados defensivamente son tapados por la línea defensiva.

8.3. Fundamentos de transición ataque-defensa

La transición es uno de los puntos clave del trabajo técnico-táctico del entrenador. El
cambio de rol que supone pasar de atacar a defender debe ser contemplado como una
situación especial en la que hay que adaptarse lo más rápido posible a la nueva situación.
Los conceptos que se deben tratar son la presión tras pérdida y el repliegue.

8.3.1. Presión tras pérdida

Cuando un equipo pierde el balón, bien por un robo o bien por una interceptación del
contrario, tiene la opción de hacer repliegue intensivo o de presionar el balón recién
perdido mediante un repliegue detrás de la línea de balón. La primera opción permite
organizarse defensivamente con rapidez, ya que el único estímulo es volver atrás sin el
balón, pero ante un ataque resolutivo y eficiente se puede recibir un contraataque que
sorprenda al equipo. Otro problema es que todo el trabajo de progresión con balón que
se había hecho se desperdicia, con el estímulo negativo además de perder el balón, por lo
que reiniciar el ataque requiere volver a avanzar todo el campo que haya progresado
previamente el rival. Este tipo de actuación defensiva determina al final equipos
eminentemente defensivos que consiguen poco ataque y mucha defensa. Suelen ser
equipos que optan más por la expectativa que por la iniciativa, y que se sienten mejor sin
el balón.

En cambio, los equipos que pretenden realizar el mayor número posible de llegadas a
portería contraria optan por acortar la distancia a la misma en cada transición defensa-
ataque, por lo que optan por presionar nada más perder el balón.

272
La presión tras pérdida debe estar perfectamente coordinada ya que, si no, se pueden
perder entre 3 y 4 jugadores para defender en una jugada. Presionar tras perder la
posesión, en primer lugar, requiere actitud y, después, coordinación. Se pueden producir
dos situaciones tras la pérdida:

•Jugador que pierde y se ve superado por el balón. Si un jugador pierde el balón y se


ve superado por el mismo ha de tratar de llegar lo antes posible detrás de la línea de
balón mientras otro compañero cercano situado por detrás de dicha línea va a la
presión para temporizar y evitar la progresión rápida del contrario.

•Jugador que pierde y está por detrás de la línea de balón. En este caso el jugador
más cercano es el propio perdedor del balón, por lo que la presión la debe iniciar él.

El jugador que presiona tapa la salida inicial hacia delante, pero necesita al menos dos
compañeros más para cubrir posibles líneas de pase en función de dónde se haga la
presión:

•Presión en banda. Se requieren 3 jugadores:

-Jugador 1 (principal) a la salida hacia delante

-Jugador 2 a la salida diagonal adelante

-Jugador 3 a la salida hacia el medio

•Presión en medio. Se requieren 4 jugadores y depende del perfil al que se oriente el


pasador (p. ej., derecha):

-Jugador 1 (principal) a la salida hacia delante

-Jugador 2 a la salida diagonal adelante

-Jugador 3 a la salida a banda de origen

-Jugador 4 preparado para salir a presionar la salida a banda contraria

8.3.2. Repliegue

Siempre que se pierde el balón, el jugador que esté más cerca del balón es el que debe ir
a tapar la posible salida al contraataque del equipo contrario. El resto de los jugadores
tienen que replegar por detrás de la línea de balón lo más rápidamente posible.

El repliegue requiere esfuerzo y compromiso con la defensa. Si un jugador no está

273
habilitado para volver, éste suele ser el primer eslabón de una defensa débil.

Puntos importantes en el repliegue:

-Si el balón ha superado a un defensa, su primera responsabilidad es situarse detrás


de la línea de balón, para poder defenderlo.

-Si un jugador ha de empezar el repliegue y se encuentra en la banda, necesita


volver en diagonal hacia su palo más cercano. Si está en el medio, debe regresar
hacia la portería.

-Necesita volver en estas direcciones hasta que se encuentre por detrás de la línea
de balón.

8.4. Fundamentos de transición defensa-ataque

Una vez que se ha conseguido el balón de nuevo, para empezar a atacar hay que ser
inteligente para no perderlo de inmediato y ser capaz de progresar a la vez. Recobrar el
balón se puede producir por medio de una entrada o una interceptación. En la primera
prima el "robo y toco" mientras en la segunda prima el "anticipo y no pierdo".

8.4.1. Robo y toco

El hecho de robar un balón implica que el jugador al que se le acaba de arrebatar está
cerca y puede volver a recuperar el balón si tiene acceso a él. Un robo implica en
muchos casos desorientación en quien lo acaba de realizar, por lo que lo más práctico es
tocar el balón a un compañero libre que decida cuál es la mejor opción en un segundo
pase. Lo más aconsejable siempre es buscar verticalidad para poder sorprender al ataque.
De hecho, si el primer pase tras el robo es atrás, el siguiente debería buscar ir adelante
antes que a banda.

8.4.2. Anticipo y no pierdo de salida

Si un jugador intercepta un balón que iba destinado a un adversario mediante una


anticipación, probablemente logre situarse en una situación de superioridad parcial no
sólo numérica, ya que de entrada deja a un jugador sobrepasado, sino también ventajosa
en velocidad de carrera. Esta situación de ventaja inicial se puede convertir en lo
contrario si no se asegura la acción ya que, al abandonar una línea para avanzar e
incorporarse al ataque porque la situación lo demanda, se debe actuar con inteligencia y
no arriesgar. Por ello se recomienda jugar de manera fácil en la salida para que la llegada
forzada de la anticipación no se convierta en una situación desfavorable en contra.

274
8.5. Fundamentos en el reinicio del juego

Así como una transición bien ejecutada por el equipo puede sorprender al contrario,
cuando sucede un reinicio de juego en el que todos los jugadores están atentos se
producen desequilibrios favorables en el juego.

Ante cualquier reinicio hay que tratar de inculcar a los jugadores la búsqueda de la
rapidez y la superioridad.

8.5.1. Rapidez

Cualquier reinicio de juego en ataque que pueda causar progresión hacia delante debe ser
jugado lícitamente, ya que puede provocar situaciones muy ventajosas por despiste del
equipo contrario en períodos de tiempo no efectivo.

8.52 Superioridad numérica y posicional

Si en el reinicio de juego se puede conseguir una superioridad numérica mediante un


saque rápido, debe ser lícito jugar ese balón.

En algunos casos incluso se puede sacar partido del reglamento, como en el saque de
inicio tras un gol del contrario, cuando todo el equipo celebra el gol en su campo. En ese
momento, si el árbitro pita, el equipo que saca puede avanzar en superioridad hacia la
portería contraria.

8.6. Fundamentos de táctica fija

La táctica fija es el medio por el cual un equipo puede reducir al mínimo el grado de
incertidumbre de la acción de juego, puesto que sabe previamente lo que se va a intentar
conseguir y cómo va a ser el proceso para ello.

El trabajo de táctica fija en deportes de iniciación no tiene más criterio positivo que el
indispensable para tener una estructura de la que servirse en la acción de juego, ya que si
todo lo que hace el equipo se mecaniza, hasta cierto punto los niños pueden llegar a
perder la iniciativa creativa.

Por tanto, si bien el cometido de este apartado no es el de profundizar


exhaustivamente en las diferentes situaciones de táctica fija que se pueden dar en un
partido, sí lo es el hecho de indicar que su trabajo en iniciación debería ser el necesario,
pero subordinado y consecuente para el juego táctico. En cambio, en el fútbol profesional
el trabajo de la táctica fija es en muchos casos la única forma de equiparar potenciales de

275
rendimiento que en el juego táctico nunca se podrían igualar por la propia diferencia en
cuanto a rendimiento entre unos equipos y otros.

De un modo u otro, se deben contemplar y valorar antes de un partido posibles


soluciones, abiertas o cerradas, ante las diferentes posibilidades de táctica fija.

Así, antes de un partido, si bien no es obligatorio, sí es recomendable que se


contemplen diversas situaciones de táctica fija ofensiva y más cuanto mayor sea la edad.
La táctica fija defensiva sí debe ser indicada para no dejar espacios libres fáciles de
ocupar por los atacantes:

•Táctica fija ofensiva

-Saque de centro

-Salidas de presión desde portería

-Saques de banda en campo propio

-Saques de banda en campo contrario

-Saque de córner

-Tiros libres directos laterales

-Tiros libres directos frontales

-Tiros libres indirectos

-Penaltis

•Táctica fija defensiva

-Presión al saque del portero

-Saque de banda

-Saque de córner:

*Marcaje individual

Marcajeen zona

*Marcaje mixto

276
-Barreras y marcas en los tiros libres directos frontales y laterales

-Barreras y marcas en los tiros libres indirectos frontales y laterales - Penaltis

8.7. Preguntas de autoevaluación

•¿Qué quiere decir que el regate debe emplearse como recurso?¿Es posible aplicar
este concepto a otros deportes colectivos?

•¿Cuáles son los principios básicos a la hora de hacer un regate?

•Diferencia entre el "toco y voy", "toco y me voy" y "toco y no me voy".

•¿Cuáles son los factores que determinan un buen pase?¿Serían similares a otros
deportes como el baloncesto o el balonmano?

•¿Cómo se deben dar los apoyos y líneas de pase al jugador presionado?¿Y si no está
presionado?

•¿Qué significa ser amplios en ataque?¿Es aplicable a otros deportes como el fútbol
sala o el hockey sobre hierba?

•Para favorecer la progresión en el ataque, ¿en función de qué se determina la


dirección del pase?

•¿Qué factores determinan un buen control de balón?

•Resume los aspectos clave en el desarrollo del tiro.

•Fundamentos colectivos ofensivos: ¿Qué es combinar para progresar?¿Cuáles son los


movimientos básicos sin balón para progresar? ¿Cuáles son las diferentes
localizaciones para finalizar?

•¿Cuáles son los conceptos defensivos básicos?

•Nombra y resume los principios defensivos básicos.

•¿Cuáles son los puntos básicos que hay que plantearse antes de hacer la entrada?

•¿Cuándo y dónde se debe realizar la presión?

•¿Cuáles son los puntos básicos del marcaje? Explica los tipos de marcaje.

277
•Enumera y resume los fundamentos colectivos defensivos.

•¿Qué es la defensa en bloque?¿Y la presión colectiva?

•¿Cuál es la diferencia entre los conceptos de estrategia y táctica fija?

•Explica los fundamentos de transición ataque-defensa y viceversa.

•Explica los fundamentos de reinicio de juego y de táctica fija.

278
279
Tanto en el ámbito profesional como en el fútbol de formación se debe partir
de una metodología adecuada. Este capítulo permitirá al entrenador disponer
de todas las herramientas necesarias para obrar como un buen profesional,
independientemente del club y la categoría donde entrene. Además le ayudará
a evitar la angustia de salir a entrenar sin saber qué hacer, y le dotará de
recursos suficientes para no convertirse en un virtuoso de la improvisación,
sino por el contrario, en ser capaz de dar una orientación correcta y deseada a
cada ejercicio, sesión de entrenamiento e incluso a toda una temporada.

En el siglo xxi, y gracias al avance que han experimentado las ciencias del
deporte, el dominio de estos conceptos y su puesta en práctica en el contexto
adecuado le guiará en el difícil, pero gratificante, camino para llegar a ser un
verdadero entrenador.

Raúl Fernández Preparador físico categorías inferiores del Real Madrid CF

Dicen que el fútbol no es ciencia, pero que debe ayudarse de ésta para
alcanzar la excelencia. Éste es un capítulo fiel a esta afirmación. Es digno de
alabar el gran esfuerzo que hace Iñaki para no descuidar ningún detalle, no
obviar ningún matiz y ser tan estricto en el recuento de circunstancias que
llevan desde la preparación del partido hasta la estructura de la sesión de
entrenamiento. Tampoco se ha de olvidar el repaso exhaustivo sobre las
"formas" de enseñar, de transmitir el conocimiento que el entrenador debe
procurar inculcar a sus jugadores. Después de leer estas líneas se hace difícil,
si se es escrupuloso con ellas, abrir cualquier rendija a la suerte. Ya no
tenemos excusa si hay que realizar un buen trabajo.

Antonio Díaz Carlavilla Entrenador Real Madrid CF "C" Temporada 2008-2009

El proceso de enseñanza-aprendizaje en el fútbol implica un conjunto de pautas de


actuación con las que se canaliza la acción didáctica en el campo del juego o del
entrenamiento. Entre estas pautas se dan:

•El rol del entrenador en el proceso de enseñanza-aprendizaje como docente.

280
•El rol del jugador en el proceso de enseñanza-aprendizaje como discente.

•El uso eficaz de medios y recursos.

•La clasificación de las tareas que se proponen.

•La organización de las tareas propuestas en sesiones, semanas y meses.

•La distribución del tiempo y el espacio en las tareas para llegar a un fin determinado.

•La distribución del ratio de niños por actividad para que resulte productiva en cuanto
a aprendizaje y participación.

Para ser capaz de entender cómo se han de aplicar correctamente estas pautas y
conseguir un objetivo determinado, se deben delimitar ciertos conceptos como son:

•Intervención Didáctica (ID)

•Proceso Metodológico (PM)

•Técnicas de Enseñanza (TE)

•Las Aplicaciones Prácticas de las TE al fútbol (APTE)

•Tipos de Tarea en el fútbol (TT)

En el proceso de enseñanza-aprendizaje se establece un orden conceptual en la


aplicación práctica del mismo. Así, los tipos de tareas que se producen en el fútbol no
son más que las aplicaciones prácticas de las técnicas de enseñanza en la educación
escolar adaptadas al fútbol base. En consecuencia, las TE a su vez son las herramientas
que se utilizan el proceso metodológico dentro de la intervención didáctica.

9.1. Intervención Didáctica (ID)

La intervención didáctica es el conjunto de procesos por medio de los cuales el


entrenador trata de enseñar, modificar conductas, crear inquietudes, incentivar y motivar
al futbolista para que la asimilación de tareas sea positiva.

La intervención del entrenador se realizará tanto en el entrenamiento como en la


competición, siendo su tiempo de intervención antes, durante y después de los dos
contextos.

9.1.1. ID en el entrenamiento

281
El contexto del entrenamiento supone una ID más frecuente y prolongada en el tiempo
ya que su programación ocupa los días de entrenamiento semanales y cada sesión viene
determinada por las tres fases: antes durante y después.

A) Antes del entrenamiento

El entrenador ha de plasmar los objetivos de la sesión dentro de un marco planificado


previamente en que se otorgue a estos objetivos un sentido lógico y no improvisado.

Se deben tomar en consideración las tareas que se van a llevar a cabo y evaluar si van
a conseguir realmente los objetivos propuestos. La evaluación sobre si es viable la
consecución de los objetivos no se debe dejar en manos del azar, sino que se deben
analizar factores como:

•La cuantificación del grado de participación de los jugadores.

•La cuantificación del número de veces que se trabaja el objetivo técnico-táctico,


físico o psicológico según la estructura planificada de la tarea.

•El diseño de una sesión que tenga una progresión lógica en el trabajo.

•El diseño de sesiones variadas que provoquen la inquietud de la novedad en los


futbolistas y no el aburrimiento de lo repetitivo.

•El diseño de sesiones donde la explotación de los recursos materiales se maximice lo


más posible.

B) Durante el entrenamiento

El entrenador ha de saber distinguir entre su función de actor principal y secundario


según se vayan dando las fases de la sesión. Durante el control de las tareas ha de ser
capaz de proporcionar feedback cualitativo progresivo, pero desde un plano secundario,
que no interfiera en el desarrollo de la tarea, mientras que durante la transición entre
ejercicios ha de adoptar el papel de protagonista y hacer hincapié sobre los contenidos,
actitudes y procedimientos observados durante la tarea para una adaptación positiva a los
objetivos demandados.

En este sentido las funciones del entrenador serán:

•Evaluar y controlar la tarea en coordinación con otros técnicos, si los hay.

•Dar información inicial y feedback a los jugadores de forma adecuada.

282
•Distribuir el material en el espacio preferiblemente antes del comienzo de la sesión y
con pocas modificaciones entre ejercicios que puedan provocar pérdida de tiempo.
Es aconsejable no excederse en la colocación de material, ya que a veces los
campos de fútbol ni lo parecen al haber tantas marcas.

•Repartir a los jugadores en grupos para la realización de las tareas. Es aconsejable


llevar los grupos hechos antes de comenzar a entrenar para que no se pierda tiempo
en la colocación de los jugadores.

•Controlar el tiempo de los ejercicios para que así no haya actividades que se dejen de
hacer por falta de tiempo al final de la sesión.

•Llevar el marcador de las tareas competitivas que se desarrollen durante la sesión.

C) Después del entrenamiento

Una vez que termina la sesión, el entrenador ha de evaluar tanto a los jugadores como
a la propia sesión. Así podrá:

•Determinar si se pudo llegar a los objetivos propuestos.

•Analizar si hubo transferencia entre lo planificado y lo llevado a cabo.

•Valorar los posibles problemas que hayan surgido durante la tarea en cuanto a
espacio, tiempo, dificultad, disposición de material, distribución de los grupos, etc.

•Valorar los efectos positivos de las tareas para el objetivo de la semana y del mes.

Después del entrenamiento es buen momento para hacer trabajo individual


psicológico o de incidencia técnico-táctica. El hecho de focalizar la atención sobre un
jugador determinado durante 5 minutos para escucharlo, interesarse por sus ilusiones,
decepciones, situación laboral, situación familiar, limitaciones futbolísticas, etcétera es
muy valorado por los jugadores y proporciona información extra al proceso de
entrenamiento sobre el estado de ánimo del futbolista.

9.12 ID en la competición

La preparación para la competición por parte del entrenador debe realizarse durante la
semana en los entrenamientos, pero el momento puntual de la competición debe ser
controlado lo más posible para refrescar y transferir la evolución de los entrenamientos a
la competición y extraer la máxima información posible de ésta para evaluar el estado de
progresión técnico-táctica de los jugadores en la realidad competitiva. Para que esto se

283
pueda dar se deben controlar y cuidar muchos aspectos del antes, durante y después del
partido.

A) Antes de la competición

El entrenador ha de convertirse en un informador, motivador y desintoxicante de la


ansiedad que pueden producir los momentos precompetitivos. Ante la llegada de las
competiciones, en alto rendimiento se tiene que trabajar el partido durante la semana,
pero en el caso del fútbol base, aunque sea de alto rendimiento, se debe considerar
secundario el partido como objetivo de preparación en el entrenamiento semanal y
primario el hecho de conseguir los objetivos propuestos a medio y largo plazo.

El entrenador debe aportar datos en diversos aspectos para afrontar el partido. Estos
datos se exponen en la denominada "charla" y es conveniente que ésta haya sido
preparada por escrito con anterioridad para no olvidar ningún aspecto. Es importante que
se sea capaz de memorizar la charla, sin tener que estar leyendo el papel, para así
dinamizar más la información que se ofrece a los jugadores. Es también cla ve no
excederse en la información y ser capaz de resumir, ya que muchos entrenadores se
quedan más tranquilos si indican todo lo que saben, pero los jugadores no asimilan gran
parte de la información porque pierden la atención si no se les orienta cada cierto tiempo
de forma individual o por grupos. Así, es conveniente hablar al colectivo un determinado
espacio de tiempo (2-3 minutos) para orientar la atención hacia un subgrupo por posición
o por líneas (p. ej., laterales o defensas respectivamente) y reorientar la atención al
colectivo. Durante la transmisión de la información, el entrenador debe mostrar una
actitud abierta de interacción continua con los jugadores de modo que siempre haya
turnos de preguntas.

284
FIGURA 9.1. Charla antes del partido.

La charla puede presentar las siguientes fases en la transmisión de información:

1.Introducción al partido. Se debe contextualizar y centrar la atención de los


jugadores en el tipo de competición y el rival. Algunos técnicos optan por dar la
alineación titular de entrada aunque otros hablan de posiciones y no la desvelan
hasta el final para mantener la atención de todo el grupo sobre una eventual
titularidad.

2.Sistema de juego, posiciones y estilo de juego. El entrenador indica la formación y


las posiciones dentro de ésta en las que los jugadores van a actuar. A su vez y
aunque el estilo de juego se suele obviar, ya que es fruto del trabajo en los
entrenamientos, conviene refrescar la información. En caso de que por cual quier
circunstancia (el rival, las condiciones del campo, la meteorología, etc.) se
modifique el sistema de juego, o el estilo de juego, habrá que resaltar las
modificaciones más relevantes con respecto al anterior.

3.El rival I.En caso de haber hecho trabajo de observación del rival en otros partidos

285
a través de vídeos, in situ o por otro tipo de informaciones, se deberían indicar los
puntos fuertes que se deben neutralizar y los puntos débiles aprovechables del
contrario, a fin de orientar de forma efectiva y entender el porqué de las estrategias
ofensiva, defensiva y de transición.

4.Estrategia ofensiva. El entrenador debe intentar orientar las intenciones técnico-


tácticas del equipo (estrategia) antes de que los jugadores den sus respuestas a las
circunstancias del juego (táctica):

•Cómo se va a llevar a cabo la salida de presión del contrario, si la hay.

•Construcción del juego de ataque (véase figura 9.2):

-Zona de inicio donde portero y defensas deben buscar a los distribuidores


(mediocampo), finalizadores (puntas) o profundizadores (interiores o extremos).

-Zona de distribución. Es la zona central de medio campo donde los distribuidores


tienen que dar salida al balón para ayudar en su progresión.

-Zona de profundización. Es la zona de banda en campo contrario donde los


profundizadores deben estar perfilados para el apoyo o la ruptura.

286
FIGURA 9.2 Construcción del juego de ataque.

-Zona de definición. Es la zona central de 3/4 en campo contrario donde los


distribuidores más adelantados de medio campo, los finalizadores que vienen al
apoyo o los distribuidores que se suman al ataque desde posiciones retrasadas
pueden dar el último pase a los finalizadores o desahogar a banda contraria para
que el último pase lo den los profundizadores desde zona de conquista (zona
entre lateral de área grande y banda).

aJ - Llegadas a puntos de remate y finalización de la jugada.

•La táctica fija en iniciación debe ser la necesaria. No se debe abusar, ya que se
limita la participación creativa del futbolista en el juego:

-Córner.

-Saque de banda.

-Libres directos e indirectos en función de localizaciones de tiro (marcar


tiradores).

287
-Penaltis.

5. Estrategia defensiva. Se ha de indicar:

•Tipo de marcaje.

•Tipo de presión sobre el rival.

•Zonas de peligro ante salida de defensores y desdoblamientos defensivos.

•Táctica fija:

-Tipo de marcaje en el córner y colocación nominal o por posición de los


jugadores.

-Número y colocación nominal o por posición de los jugadores en la barrera en


función de la localización de posibles libres directos e indirectos.

-Saque de banda.

6. Estrategia en la transición. Se determina cómo actuar en función de dónde se robe


o pierda el balón, del marcador, del tiempo para el final del partido, de los
jugadores, etc. Así, en la transición en defensa-ataque en función del estilo de juego
y de la situación numérica a partir del balón se puede optar por robar y salir al
contraataque o robar y poseer en ataque posicional. En la transición ataquedefensa
se determina si buscar el repliegue intensivo, el repliegue a 3/4 de campo, la presión
tras la pérdida, la presión tras la pérdida con repliegue, etc.

Por tanto se debe destacar que las estrategias ofensiva, defensiva y de transición
se rigen por variables como:

•El estilo de juego que el entrenador considere más oportuno para el grupo de
jugadores que lidera.

•El potencial del equipo rival.

•El marcador.

•El tiempo que resta para el final del partido.

7.Alineación y rival II. Es el momento de dar la alineación de jugadores titulares y de


personalizar por zonas de incidencia las responsabilidades y labores individuales que
tendrían que llevar a cabo en función de los puntos fuertes y débiles del rival. Hay

288
que incidir mucho individualmente en aprovechar las ventajas sobre el rival y en
neutralizar sus virtudes.

8.Motivación final. Si se quiere que la charla tenga un efecto motivante se han de


buscar argumentos para que la información suministrada se incorpore con más
facilidad. Algunos entrenadores buscan referencias en ídolos del deporte que
comparten opiniones con la información mostrada en la charla o alguna frase
motivante. En el comienzo del partido se pueden encontrar muchas causas de
motivación:

•Dedicar el partido a algún jugador en concreto por alguna circunstancia (lesión,


enfermedad, pérdida de algún familiar, etc.).

•Revancha ante un equipo al que gustaría mucho ganarle.

•Potencial de un equipo inferior que se enfrenta a un equipo superior.

•Consecución de objetivos parciales. "Si ganamos este partido conseguimos 12


puntos de los 10 previstos para este mes".

•Consecución de premios. "Si ganamos este partido el míster nos invita a un


refresco".

9.El calentamiento. Puede convertirse en una sesión de entrenamiento más si uno se


dispone a ello. Muchas veces se considera que el calentamiento no es más que una
tarea con el objetivo de entrar en calor y concentrarse para el partido, pero si se
marcan unas pautas concretas puede suponer un tiempo muy beneficioso que a lo
largo del año se suma al rendimiento en cuanto a tiempo de horas de disponibilidad
de entrenamiento.

Por tanto, el entrenador ha de tratar de dar consignas y correcciones a sus


jugadores conforme avanza el calentamiento pero no sólo sobre el partido, sino
también sobre la tarea o tareas que se estén llevando a cabo para calentar.

B) Durante la competición

En el transcurso de la competición el entrenador se convierte en el "director del


equipo" en el partido. Probablemente es una de las partes más complicadas entre las
funciones del entrenador, ya que muchas veces ha de tomar decisiones muy importantes
en muy poco tiempo. Es importante "aparcar" los nervios en el autobús para no jugar el
partido con la voz, es decir, "radiar" el partido e indicar a los jugadores lo que deben
hacer cada vez que tengan el balón.

289
Por esta razón es fundamental que el entrenador observe en coordinación con otro
técnico todo lo que acontece en el partido. Las funciones que deben llevar a cabo los
técnicos serían:

•Observar la adecuación de los jugadores en el partido a la información suministrada


en la charla.

•Observar qué está saliendo bien y si se puede mejorar.

•Observar qué está saliendo mal y si se puede corregir.

•Observar las virtudes y defectos del contrario en relación con el equipo planteado y
si nos sorprende conforme a lo esperado.

•Observar las acciones de juego que se producen con balón.

•Observar las acciones de juego que se producen sin balón.

•Observar el estado de cansancio físico y mental de los jugadores.

•Llevar una hoja de registro de datos del partido para evaluar en el descanso y en el
final del partido.

•Recoger información escrita sobre diferentes acciones de juego mejorables o que se


deben corregir, así como de los jugadores del equipo contrario que más daño causan
al propio equipo en la parte de observaciones de la hoja de registro.

•Anticipar diferentes planes de actuación en función del marcador, los jugadores,


amonestaciones, expulsiones, etc.

•Dar información concreta y puntual con una lógica hacia el juego en momentos
oportunos (pausas de tiempo no efectivo).

C) Después de la competición

Independientemente del resultado se debe tratar de hacer siempre una lectura positiva
y otra de lo que se debe mejorar o corregir de lo acontecido en el partido. En este sentido
no se debería ir ni sólo a lo positivo ni sólo a lo negativo ya que si, por ejemplo, el
desarrollo del partido no ha sido positivo, es mejor no dar información antes que dar sólo
información negativa para disminuir el estado de ánimo aún mas. Por tanto, es preferible
evaluar la situación y dedicar las palabras oportunas en el siguiente entrenamiento.

290
Una vez fuera del contexto competitivo, se puede valorar la hoja de registro si es
posible en contraste con el vídeo del partido para ver si ha habido una aplicación de la
progresión de entrenamientos en el partido. Así se diagnosticará si el trabajo está siendo
fructífero y hay que seguir esa línea o si en cambio hay cuestiones técnicotácticas
específicas que no favorecen el rendimiento del equipo en la competición y se deben
modificar conductas.

9.1.3. Las escuelas y sus medios para la ID

Una vez definidas las funciones del entrenador tanto en entrenamiento como en la
competición, se indican a continuación las dos escuelas didácticas más relevantes en
cuanto al proceso de enseñanza-aprendizaje: la americana y la europea. Ambas utilizan
como medios de ID los estilos de enseñanza y las estrategias pedagógicas
respectivamente y mientras en la americana el objetivo de ID es el global de la sesión
(conjunto de tareas), en la europea es la tarea (parte específica de la sesión).

A) La escuela americana

Surgió con Muska Moston (1987) y se basa en el conductismo como corriente para
aplicar diferentes estilos de enseñanza a las sesiones en un rango que va desde el
fomento nulo de la participación del jugador en la ID hasta aquellos estilos que centran su
atención en la libertad de decisión del discente.

B) La escuela europea

Surge con Famose (1999). Diseña su enseñanza para las tareas a través de diferentes
estrategias pedagógicas que también van en un rango desde la ID sin libertad de decisión
para el jugador, hasta las que permiten el desarrollo de su autonomía con base en la
participación activa del mismo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

9.2. Proceso metodológico de la escuela americana

El proceso metodológico de la escuela americana se considera como el modo de proceder


en la ID durante la sesión de trabajo. Esta escuela presenta diferentes estilos de
enseñanza que van en orden de menor a mayor en cuanto al fomento de la decisión y
participación del futbolista en la sesión:

•Estilos tradicionales

-Mando directo.

291
-Mando directo reducido.

-Asignación de tareas.

•Estilos individualizados

-Grupos de nivel.

-Enseñanza:

*Modular.

*Individualizada.

•Participativos

-Enseñanza recíproca.

-Grupos reducidos.

-Microenseñanza.

•Socializador

•Cognitivo:

-Descubrimiento guiado.

-Resolución de problemas.

9.2.1. Estilos tradicionales

A) Mando Directo (MD)

El entrenador es el protagonista del proceso. Manda al jugador lo que hay que hacer y
el jugador ejecuta. Las funciones del entrenador son:

•Dar la información inicial.

•Marcar el espacio para la tarea.

•Llevar el ritmo de ejecución de la tarea.

292
•Dar feedback correctivo.

Por tanto las fases de la tarea y sus protagonistas son:

1.Descriptiva (entrenador).

2.Demostrativa (entrenador).

3.Ejecutiva (futbolista).

4.Correctiva (entrenador).

B) Mando Directo Reducido (MDR)

El entrenador manda y el jugador ejecuta pero, a diferencia del mando directo, es el


futbolista el que marca el ritmo de ejecución.

C) Asignación de Tareas (AT)

En este estilo de enseñanza las funciones del entrenador son:

•Asignar una o varias tareas a los jugadores informando sobre el objetivo que se debe
conseguir.

•Observar y dar feedback cualitativo tras la ejecución.

•Respetar el ritmo de ejecución del futbolista.

9.2.2. Estilo individualizado

A) Grupos de Nivel (GN)

La sesión se distribuye en función del nivel de adquisición motriz de los jugadores, de


modo que bajo un mismo objetivo unos realizan la tarea con mayor dificultad y otros con
menor.

B) Enseñanza Modular (EM)

Se dan diferentes tareas o módulos que el jugador elige al llegar al entrenamiento. En


fútbol base el empleo de este tipo de enseñanza se debería implementar más y no solo en
períodos de descanso de la competición, sino dentro de los mismos combina dos en
forma de multideporte. Si se sabe intercalar actividades deportivas distintas del fútbol, se

293
consigue descansar la mente de la propia actividad futbolística y mejora el rendimiento,
ya que muchas veces el sobreentrenamiento puede llegar a saturar la asimilación de las
tareas. Adecuando la aplicación de otros deportes a la edad y al nivel de adquisición se
pueden desarrollar también capacidades motrices no específicas de la actividad
futbolística pero sí para el deporte (p. ej., coordinación óculo-manual).

C) Enseñanza Individualizada (El)

El entrenador diseña un entrenamiento personalizado para cada jugador. Durante la


temporada esto es algo impensable desde el punto de vista técnico-táctico pero sí se
puede realizar un seguimiento individualizado en este sentido. El entrenamiento
individualizado se aplica en el plano físico de recuperación de lesionados y de
mantenimiento de la forma física en períodos vacacionales.

9.2.3. Estilos participativos

A) Enseñanza Recíproca (ER)

Los jugadores se disponen por parejas y el entrenador les asigna una tarea. Un
jugador ejerce el rol de entrenador con unas nociones básicas que le dispone el
entrenador y el otro realiza la tarea.

B) Grupos Reducidos (GR)

El entrenamiento se dispone de modo que los jugadores se distribuyen en grupos de 4


o 5. Uno de los jugadores del grupo ejerce de entrenador, otro es el ejecutante y los
demás son observadores y toman registro de cómo se lleva a cabo la acción.

C) Microenseñanza (ME)

Se divide el equipo en grupos de 9 o 10 jugadores de modo que uno ejerce de


entrenador y los demás ejecutan la tarea.

9.2.4. Estilo Socializador (ES)

Se organizan los jugadores en grupos, se explica la tarea, se propone un objetivo y entre


ellos, mediante el trabajo en equipo, se busca cómo conseguir el objetivo propuesto. Este
estilo es muy positivo en grupos cuyos integrantes apenas se conocen para iniciar labores
de comunicación dentro de los mismos. A veces grupos de jugadores que llevan jugando
juntos mucho tiempo apenas se conocen fuera del contexto futbolístico, por lo que es

294
bueno establecer tareas que les permitan conocerse más en otros ámbitos.

9.2.5. Estilos cognitivos

A) Descubrimiento Guiado (DG)

Es un estilo convergente mediante el cual el entrenador propone una tarea sin dar la
solución. A medida que los futbolistas avanzan en la realización de la tarea el entrenador
va dando pautas que orientan al jugador hacia la única solución posible.

B) Resolución de Problemas (RP)

Estilo de enseñanza divergente en el cual el entrenador presenta un problema que


tiene diferentes soluciones y que el jugador debe tratar de resolver. El entrenador debe
estar preparado para escuchar propuestas y ver la viabilidad de las mismas en la
resolución del problema. Este estilo fomenta principalmente la eficiencia y la creatividad
de los jugadores.

9.3. Proceso metodológico de la escuela europea

El proceso metodológico de la escuela europea se considera como el modo de proceder


en la ID durante la tarea. La clasificación metodológica de las estrategias pedagógicas en
orden de menor a mayor en cuanto al fomento de la decisión es la siguiente:

•Tareas definidas:

-Tareas definidas I.

-Tareas definidas II.

•Tareas semi-definidas:

-Tareas semi-definidas I.

-Tareas semi-definidas II.

•Tareas no definidas:

-Tareas no definidas I.

-Tareas no definidas II.

295
-Tareas no definidas III.

9.3.1. Tareas definidas

Son tareas basadas en demostraciones del entrenador que el jugador ya conoce. A veces
es suficiente con la indicación por parte del entrenador del ejercicio que se debe realizar
para que el jugador comience a ejecutar la actividad. Como, por ejemplo, si en el inicio
de la sesión se señalan los diferentes ejercicios de movilidad articular que son ya tareas
definidas. Se indican por voz o demostrándolas 1 o 2 segundos.

A) Tareas Definidas 1 (TDI)

El entrenador indica lo que hay que hacer en una tarea que de por sí ya es conocida
(p. ej., saque de banda).

B) Tareas Definidas II (TDII)

Es una progresión de TDI. De este modo se especifica más cómo realizar el saque de
banda:

•Pies juntos.

•Balón sujetado con las dos manos por detrás de la nuca.

•Lanzar el balón sin saltar.

•Buscar una trayectoria recta entre la salida del balón de las manos y el pie del
receptor.

9.3.2. Tareas semidefinidas

Son tareas convergentes hacia una solución determinada en las que no se puede aplicar
soluciones a priori.

A) Tareas Semidefinidas 1 (TSDI)

Se indica lo que hay que hacer pero no el cómo (p. ej., conducir el balón).

B) Tareas Semidefinidas II (TSDII)

Se indica lo que hay que hacer con ciertos puntos de referencia (p. ej., "Hay que

296
conducir el balón desde el cono amarillo hasta el cono rojo tocando el balón como
mínimo 10 veces").

9.3.3. Tareas no definidas

Se refiere a tareas en las que se busca que el jugador experimente por sí mismo y sea
capaz de entender lo que hace bien y lo que hace mal por experimentación propia.

A) Tareas No Definidas 1 (TNDI)

El entrenador sólo se limita a observar los comportamientos de los jugadores ante el


juego libre (p. ej., fútbol libre).

B) Tareas No Definidas II (TNDII)

El entrenador dispone el material pero no condiciona ningún objetivo (p. ej., fútbol
reducido 7:7 en medio campo).

C) Tareas No Definidas III (TNDIII)

El entrenador busca que el futbolista explore en busca del objetivo de la tarea a través
de reglas (p. ej., fútbol condicionado; Objetivo: Equilibrio de líneas; Regla: "Para marcar
gol tiene que estar todo el equipo excepto el portero en campo contrario").

9.4. Técnica de Enseñanza (TE)

La técnica de enseñanza es la herramienta educativa elegida por el entrenador a través de


la que se transmiten los conocimientos, los procedimientos y las actitudes que
desarrollará el futbolista.

Como en el proceso metodológico, se dan las dos influencias, americana y europea,


que bajo distintas denominaciones acogen las mismas técnicas.

9.4.1. Instrucción directa o Reproducción de Modelos (RM)

La primera denominación corresponde a la influencia americana, mientras que la segunda


lo es de la europea. Con estas técnicas el entrenador instruye mediante la explicación y la
demostración de modo que el jugador perfila su aprendizaje por ensayo-error. Son
técnicas orientadas más hacia la ejecución que hacia la decisión que se utilizan más en
estilos de enseñanza tradicionales o de tareas definidas (p. ej., el entrenador dice,
mientras demuestra cómo se hace el ejercicio: "El control orientado se hace así, mediante

297
un toque que me dispone a una segunda acción. ¿Veis? Ahora probad por parejas").

9.4.2. Enseñanza mediante la Búsqueda o por indagación (EB)

También en este caso la primera denominación corresponde a la escuela americana y la


segunda a la europea. En estas técnicas, utilizadas en estilos cognitivos o de tareas semi-
definidas, el entrenador propone tareas con una o varias soluciones en las que el jugador
ha de buscar posibles respuestas que converjan hacia una solución (descubrimiento
guiado) o varias (resolución de problemas) (p. ej., el entrenador de un equipo alevín
dispone a los jugadores por parejas e indica que hay que desplazar el balón de un
miembro de la pareja a otro 40 metros. Los jugadores tienen que buscar cómo realizar la
propuesta intentándolo con el pie, con la mano, tras un control, de primer toque, etc.).

9.4.3. Enseñanza sin modelo previo (NRM)

Esta enseñanza correspondería a la escuela europea y está basada en el aprendizaje


mediante juegos que se realizan durante los calentamientos sin un objetivo técnicotáctico
concreto. No buscan un estereotipo motor, sino la entrada en calor y en todo caso un
objetivo físico a través del juego (p. ej., carreras de relevos).

9.5. Aplicaciones prácticas de las TE al fútbol

La utilización de las diferentes técnicas de enseñanza en la práctica de las tareas sigue


tres formas de aplicación en el fútbol: analítica, global y estructurada.

9.5.1. Aplicación Analítica (AA)

En las tareas analíticas se descompone el todo en diferentes partes para ir


aprendiéndolo desde las partes. En su aplicación se realizan fases de intervención sobre la
técnica, la táctica, la condición física o la psicología, por lo que se manejan
independientemente los procesos de percepción, decisión y ejecución.

A) AA progresivo

Se actúa en orden progresivo desde la primera parte hasta la última, de forma que
sólo se avanza a la siguiente si se domina la anterior.

Como ejemplo, en el aprendizaje técnico del golpeo en fútbol se diferencian varias


fases:

1.Fase de armado de la pierna de golpeo + equilibrio de la pierna de apoyo.

298
2.Fase de golpeo + equilibrio de la cadena cinética del resto del cuerpo.

3.Fase de post-golpeo + reequilibrio del cuerpo que acompaña el golpeo.

B) AA secuencial

Se descompone la tarea en partes para trabajar cada una por separado (p. ej., fase de
post-golpeo + reequilibrio del cuerpo que acompaña el golpeo).

C) AA puro

Se descompone la tarea en partes y se comienza por la más importante (p. ej., fase de
golpeo + equilibrio de la cadena cinética del resto del cuerpo).

D) Analítico + transferencia

Son ejercicios donde se combinan actividades de aplicación analítica bajo formas


jugadas o no para, a posteriori, realizar una transferencia al juego bajo formas analíticas,
globales o estructuradas (p. ej., sentadilla de cuádriceps + 3:2).

9.5.2. Aplicación Global (AG)

Las tareas globales incumben un todo en la aplicación, luego se requiere la técnica, la


táctica, la condición física y la condición psicológica para la realización de la tarea, con lo
que se manejan los procesos de percepción, decisión y ejecución (p. ej., fútbol 5:5).

Los diferentes tipos de aplicación global son:

A) AG pura

Se buscan tareas que requieran un todo: técnica, táctica, condición física y psicología
(p. ej., fútbol).

B) AG polarizada I

Son formas jugadas donde se focaliza la atención en los principios fundamentales


generales del juego de ataque, defensa o transición (p. ej., "Hay que ser anchos para ser
profundos"; fútbol condicionado: "Para marcar gol hay que pasar por las dos bandas").

C) AG polarizada II

299
Son formas jugadas donde se focaliza la atención en los principios fundamentales
específicos del juego de ataque, defensa o transición (p. ej., desmarque de ruptura:
posesión con orientación: zona de posesión 8:8 con 2 porterías en zonas libres sólo con
porteros. Tras 2 pases buscar desmarque en cualquier dirección).

D) AG reducida

Se diseñan tareas en las que se modifica la estructura espacial del todo para facilitar el
aprendizaje o que la frecuencia de actuación sea mayor (p. ej., fútbol reducido o mini-
fútbol).

9.5.3. Aplicación Estructurada (AE)

Es la aplicación globalizada implementada al sistema y estilo de juego que vaya a emplear


el equipo.

A) AE ofensiva

Se diseñan tareas jugadas o no en las que se trabaja la conducta ofensiva que


pretende tener el equipo de acuerdo con su estilo y sistema. Por tanto, se diseñarán
tareas hacia el ataque directo, contraataque, posicional, etc. (p. ej., acción combinada en
el sistema 1-4-4-2 con finalización e intervención del central, punta que descarga,
mediocentro que abre a banda, interior que centra y rematadores en punto de remate).

B) AE defensiva

Tareas jugadas o no en las que se desarrolla la conducta defensiva del equipo (p. ej.,
ataques en oleadas de 2 equipos de 6 jugadores contra la línea de 4).

C) AE de transición

Se dispone la actitud que debe adoptar el equipo a través de la elaboración de tareas


de transición ataque-defensa y defensa-ataque (p. ej., repliegue: posesión con orientación
de 3 equipos, 2 equipos juegan y uno espera en línea de medio campo. El equipo que
pierde el balón sale en repliegue hacia la línea de medio. El equipo que estaba replegado
entra a robar).

9.6. Tipos de tareas en el fútbol

Las aplicaciones prácticas de las TE al fútbol vienen determinadas por el tipo de tarea
que se pretende diseñar. Estas tareas de entrenamiento se clasifican en formas no jugadas

300
y formas jugadas. En cada subgrupo se ordenan las tareas de menor a mayor en función
de su cercanía a la realidad competitiva y, a su vez, de si tienen orientación espacial o no.

La elección del tipo de tarea es una de las partes más importantes en el diseño de las
sesiones. Si metafóricamente se relaciona con la construcción de un gran rascacielos; la
tarea sería el ladrillo y cada fila de ladrillos que se consiga completar constituiría una
sesión. Un conjunto de tres a diez sesiones (en el caso extremo de dobles sesiones de
pretemporada en equipos profesionales) equivaldría a un microciclo. Varios microciclos
conforman un mesociclo. El conjunto de los mesociclos forman un macrociclo y el
conjunto de macrociclos constituyen la vida deportiva del futbolista. La función de los
entrenadores por los que pasa un futbolista es la de tratar de construir rascacielos con
buen ladrillo y sin que aparezcan fisuras.

Los tipos de tareas pueden ser:

•Formas no jugadas

-Sin orientación espacial

*Circuitos técnicos

*Filas enfrentadas

*Figuras técnicas

-Con orientación espacial: buscan un desarrollo técnico-táctico por medio de


movimientos en

*Figuras de pase en acciones combinadas

*Acciones combinadas sin y con oposición

•Formas jugadas

-Sin orientación

*Juegos

*Juegos o deportes adaptados al fútbol

*Posesiones

-Con orientación

301
*Diferentes direcciones y sentidos de ataque

✓Posesiones con objetivos espaciales

*Diferentes direcciones, pero un sentido de ataque

✓Posesión con un objetivo espacial

✓Fútbol reducido y minifútbol

✓Fútbol modificado o condicionado

✓Fútbol reducido-modificado

✓Fútbol

9.6.1. Formas no jugadas sin orientación espacial

Fundamentalmente buscan el desarrollo técnico a través de:

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G) Fútbol

La tarea se limita a la competición mediante la reglamentación del fútbol. Se debería


incluir al final de todas las sesiones de entrenamiento para aplicar a la realidad lo
entrenado durante la sesión. El intercambio de posiciones de los jugadores en fases de
adquisición inicial y media debería considerarse para no establecer una especialización
prematura.

316
9.7. Preguntas de autoevaluación

•¿Qué es la ID? Explica cómo son los procesos de ID para antes, durante y después
del entrenamiento y la competición. Enumera los contenidos de una charla antes de
la competición.

•Enumera y explica los estilos de enseñanza del PM de la escuela americana.

•Enumera y explica los estilos de enseñanza del PM de la escuela europea.

•De los estilos enumerados, ¿cuáles favorecen más la creatividad?, ¿cuáles favorecen
más la toma de decisión?

•¿Qué son las TE? Indica y explica las TE que conoces y relaciónalas con los estilos
enumerados.

•Explica y pon un ejemplo de cada aplicación práctica de las TE: AA, AG y AE.

•Explica y pon un ejemplo de cada tipo de tarea: CT, FE, FT, FTAC, AC, j, JA, P,
JO, JAO, PO, FR y MF.

9.8. Tareas prácticas

Elabora bajo el siguiente formato tareas con las siguientes características:

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El qué y el cómo. A continuación, lñaki nos da las claves para contestar estas
escuetas, pero imprescindibles, cuestiones acerca del proceso de
enseñanzaaprendizaje. Como en el fútbol, en la vida y en todo plan de
actuación, pararse a pensar qué buscamos y la manera de conseguirlo será
decisivo para el resultado final de nuestro elaborado plan.

El planteamiento de objetivos reales, la gestión correcta de los recursos, estar


abierto a nuevas propuestas y cambios y un sin fin más de argumentos, ideas y
propuestas son desgranadas a continuación de una manera clara y concisa por
el autor. Disfruten de la lectura y no pierdan detalle de todo lo que en ella
acontece, pues en los detalles está la diferencia.

Sebastián Parrilla Entrenador categorías inferiores del Real Madrid CF

En el fútbol, ¿está todo inventado? Esta cuestión es cuando menos


cuestionable ya que el entrenador tiene innumerables variables para observar,
controlar, analizar, organizar y, al final, planificar.

La labor del entrenador en este caso debe ser la de buscar el equilibrio entre
los factores físicos, técnico-tácticos y mentales, así como la de orientar en el
modo de percibir, decidir y ejecutar las acciones en el terreno de juego, de la
forma más precisa.

En interacción con el equipo de trabajo se debe aprovechar el tiempo, el


espacio y los recursos materiales, además de medir las cargas de
entrenamiento en la sesión, para así permitir un mayor control y eficacia a la
hora de seleccionar las tareas.

En este capítulo se da un especial enfoque a cómo elaborar las tareas de


enseñanza-aprendizaje de una forma eficaz, precisa y equilibrada.

Miguel Gutiérrez Entrenador campamentos internacionales del Real Madrid CF

La elaboración de tareas no es tan simple como llegar a un campo e indicar lo que hay

323
que hacer de modo improvisado. La improvisación del docente puede llevar al
aprendizaje, pero de un modo aleatorio. En cambio, el docente que tiene instrumentos y
conocimientos para diseñar lo que quiere que el jugador aprenda y cómo ha de actuar
para conseguirlo es aquel que planifica, programa y evalúa su intervención docente. El
diseño de tareas debe incluir diferentes fases para una correcta adecuación de los
contenidos que se buscan.

10.1. Establecimiento de objetivos. ¿Qué se quiere conseguir?

Para comenzar a caminar es fundamental tener una meta, ya que si no resulta muy
sencillo perderse. El objetivo de una tarea de fútbol puede ser:

•Técnico táctico. Se diferencian el ataque, la defensa y la transición, así como los


aspectos individuales y colectivos.

•Físico-condicional. Si el trabajo prioriza cualidades físicas como la resistencia, la


velocidad, la fuerza, etc.

•Psicológico. Si el trabajo busca la creación de situaciones que simulen la competición


en relación con los estados de ansiedad, estrés, etc.

En función de lo que se priorice se establecerán objetivos primarios y secundarios.


Así, se puede querer trabajar la capacidad de superar el estrés (objetivo psicológico) a
través de un objetivo de táctica fija como puede ser una tarea sobre el lanzamiento de
penalti con eliminación al fallo.

10.1.1. Camino a los objetivos: ¿Cómo se quiere conseguir?

Este planteamiento es el más complicado y de él depende que la tarea trabaje realmente


lo que se pretende. Para ello se deben atender diferentes aspectos en la intervención
docente:

•Proceso metodológico.

•Técnicas de enseñanza y sus aplicaciones prácticas.

•Selección del tipo de tarea.

•Manejo de los factores estructurales en la tarea.

•Dificultad de la tarea.

324
•Las fases de adquisición motriz de los jugadores.

•Las fases sensibles en función de la edad de los jugadores.

•El uso del feedback intrínseco o extrínseco (conocimiento de resultados).

•Desarrollo de la sesión como un conjunto de tareas.

7027, Proceso metodológico

A pesar de que la escuela americana indica que los estilos de enseñanza sólo se pueden
aplicar a sesiones, se considera que el uso de los distintos estilos o estrategias (escuela
europea) se deben aplicar indistintamente si se considera oportuno y conviene al
desarrollo de los objetivos propuestos. Es importante que la aplicación docente de los
estilos tenga una lógica y una continuidad ya que, si se aplican a modo de ensayo-error
sin saber los comportamientos consecuentes que pueden derivar de los jugadores, se
puede provocar una falta de transferencia total entre metodología y objetivos. Para ello,
es preferible explorar la teoría antes de aplicar inconscientemente los estilos.

En función de lo que se quiera desarrollar en el jugador a largo plazo se utilizarán


unos estilos u otros. El desarrollo del pensamiento táctico responde mejor a los estilos
cognitivos y a las estrategias semidefinidas que los estilos tradicionales o estrategias
definidas, siempre y cuando el docente sepa aplicarlos (véase página 231).

10.22 Técnica de enseñanza y su aplicación práctica

La utilización de estilos más directivos y tradicionales incumbe técnicas de enseñanza por


instrucción directa o reproducción de modelos, mientras que los estilos cognitivos,
participativos o semidefinidos requieren técnicas de enseñanza mediante la búsqueda o la
indagación.

Según la aplicación práctica sea analística, estructurada o global se suelen utilizar


técnicas por instrucción directa o reproducción de modelos para los dos primeros casos y
de enseñanza mediante la búsqueda o por indagación en el tercer caso, aunque se pueden
aplicar indistintamente.

Cuando se pretende aplicar la técnica de enseñanza mediante la búsqueda se suele


acudir al: "a ver quién puede hacer...", mientras que la técnica por instrucción directa
implica el "vamos a hacer.....

10.22. Selección del tipo de tarea

325
La tarea es el nexo de unión entre el proceso metodológico y el objetivo de la tarea. Es
importante saber bien lo que se va a trabajar desde el punto de vista técnico-táctico,
cómo se va a controlar y lo que se quiere obtener a nivel cognitivo por parte del jugador
a corto, medio y largo plazo.

No es lo mismo trabajar el tiro como objetivo técnico dentro de una posesión como
orientación que como final de una figura técnica. En ambos casos se trabaja el tiro, pero
mientras en la posesión se integra dentro de un todo, en la figura técnica se aísla de la
realidad para prestar más atención al proceso biomecánico. Es deber del entrenador
conocer las fases de adquisición motriz en que se encuentran los jugadores para exigir
más o menos en función del tipo de tarea seleccionada. Así surgen los conceptos de
dificultad de la tarea (véase página 263) y fases de adquisición motriz (véase página 269).

1024. Manejo de los factores estructurales de la tarea

Si se pretende llegar a un objetivo determinado, una vez que se ha seleccionado el tipo de


tarea para conseguir dicho objetivo, el segundo paso es manejar los factores estructurales
para que la percepción, la decisión y la ejecución de los jugadores se dé en la mayor
cantidad, calidad y realidad posible.

La consecuencia de un buen diseño de la tarea viene determinada por el


entendimiento sobre cómo hacer interaccionar estos factores para conseguir lo que se
busca. Los factores estructurales que se han de hacer interaccionar de forma eficaz son:

•La comunicación

•El espacio

•El tiempo

•El reglamento

•La técnica y la táctica

A) La comunicación

La comunicación en las tareas no se limita a pedir mucho el balón a través de la voz.


Más que nada se basa en saber interpretar los gestemas y praxemas derivados del juego.
Para ello se deben buscar actividades en progresión que fomenten en principio la
interpretación de las relaciones de colaboración para aprender a leer después las
relaciones de colaboración-oposición. Para optimizar este aprendizaje, los grupos de
trabajo deben ser de 3 a 6 jugadores por equipo.

326
El hecho de disponer grupos de pocos jugadores se hace para favorecer una mayor
aparición de situaciones de juego en relación con el balón. El minifútbol o el fútbol
reducido son tareas propicias para el entendimiento inicial de la interacción de
colaboración-oposición. La alternancia de situaciones de igualdad y desigualdad numérica
enriquece mucho el aprendizaje táctico en situaciones reducidas, siendo productivo
establecer grupos donde haya jugadores neutros de ataque que favorezcan estas
desigualdades y focalizando en la superioridad ofensiva (p. ej., 2:2+N). De esta forma
cada equipo que tenga el balón siempre atacará con un jugador más que el contrario.

Posteriormente se ha de hacer entender cómo actuar en situaciones de igualdad


numérica y posicional en ataque y defensa. El último paso es la interpretación de las
situaciones de inferioridad numérica y posicional ofensivas y defensivas.

Si antes de esta fase de juego reducido se aumenta el número de jugadores, será sólo
para tareas estructuradas de movimientos que requieren a todo el equipo (siete jugadores
hasta los diez años y once jugadores a partir de esa edad).

Cuando los jugadores interpreten debidamente las interacciones de


colaboraciónoposición se podrán ir realizando actividades con un mayor número de
jugadores (p. ej., PO 8:8 +2N).

Una forma de optimizar el tiempo de entrenamiento es el uso de tres equipos. La


división del grupo en tres suele dar mucha versatilidad a la tarea ya que los equipos
pueden interactuar:

•A la vez con roles distintos de ataque, defensa y neutral: 6:6 + 6N por fuera.

•Ala vez dos con un rol (ataque) y uno con otro (defensa): PO (6+6):6

•Ala vez todos con el mismo rol: series de pase con su mismo equipo 6:6:6.

•Por separado con roles distintos (circuito técnico-táctico): MF 3:3, PO 3:3,6 en FT.

•Por separado dos con un rol y uno con otro: 2 equipos hacen PO 6:6 y otro equipo
realiza una FT.

•Por separado con el mismo rol: 3 equipos haciendo la misma FT.

Como en los ejemplos, si se cuenta con un equipo con 18 jugadores de campo y 3


porteros, la organización del entrenamiento en 3 equipos de 6 jugadores con un portero
por equipo favorece a la aparición de muchas acciones.

327
B) El espacio

El uso del espacio debe buscar una lógica hacia el objetivo que se está buscando. Si
se tiene en cuenta el espacio con las variables cansancio, dificultad, densidad de
jugadores, número de acciones, número de imprecisiones, exigencia cognitiva y fase de
adquisición, se obtiene la matriz de relaciones del cuadro 10.1.

CUADRO 10.1

Variables condicionadas por el uso del espacio en la tarea

La relación entre el número de jugadores y el espacio para que la tarea sea positiva no
se basa en una ley matemática. El consejo general es que siempre que se pruebe una
tarea por primera vez se intente agrandar el espacio un poco más de lo pen sado en
principio, ya que lo primero que debe hacerse es lo que se pide en la tarea, y luego viene
optimizar mediante la reducción del espacio.

El espacio también responde al grado de exigencia que se busque. Si el grupo que se


va a entrenar tiene un nivel alto de adquisición motriz, es preferible diseñar sesiones con
espacios de interacción medios y si tras varias repeticiones el grupo responde
positivamente, se debe acortar el espacio o aumentar el número de jugadores.

C) El tiempo

El tiempo de tarea se puede considerar como la suma de todos los tiempos parciales

328
de las acciones individuales que se producen en dicha tarea. La física define que el
tiempo es espacio dividido por velocidad, lo cual determina que un jugador, en una
acción parcial, como ir a un balón dividido, registrará un tiempo parcial para llegar a ese
balón menor cuanta mayor velocidad desarrolle en relación con el espacio. Si se focaliza
en el caso del balón ocurre lo mismo, los tiempos parciales disminuyen cuanta más
velocidad tenga el balón en la unidad de tiempo.

La conclusión es que el factor velocidad determina el número de acciones que se


pueden desarrollar en las tareas en relación con los desplazamientos de los jugadores y
del balón; a mayor velocidad, mayor número de acciones en el tiempo de tarea.

La velocidad de juego es la clave del éxito en la acción de juego. Si es alta como para
superar al contrario mediante pases y la ejecución es a una velocidad lo suficientemente
alta como para no sufrir imprecisiones (velocidad óptima), se conseguirá el éxito en la
tarea.

Para obtener este nivel de velocidad óptima hay que superar muchos entrenamientos
con progresiones en los que la velocidad del balón comienza siendo no tan alta y donde a
veces, incluso siendo baja la velocidad de ejecución, se producen imprecisiones. En estos
casos, la paciencia y la comprensión es la única fórmula válida para la obtención de
resultados. Hay que procurar adecuar la tarea al nivel de adquisición motriz de los
jugadores. El nivel de exigencia tiene que aumentar de forma gradual para llegar al
siguiente punto de velocidad con seguridad y sin dificultades adquiridas. El principal
consejo es que los niños, si se les enseña bien, aprenden bien. Si sólo se les enseña, no
aprenden y pueden desesperar.

En relación con el tiempo total de la tarea, hay que considerarlo de forma que consiga
responder al diseño metodológico planificado teniendo en cuenta varios aspectos:

•Tarea con tiempo suficiente para que las acciones objetivo se hayan dado un número
suficiente de veces.

•Tarea con tiempo necesario para que la actividad no aburra si no funciona.

•Tarea con tiempo suficiente para que se consiga el objetivo físico-condicional.

•Aplicación adecuada de los estilos de enseñanza docente.

Si se aplican estilos cognitivos, como el descubrimiento guiado, se tendrá que dividir


el tiempo de la tarea para que se realicen intervalos cortos de descanso donde orientar y
corregir comportamientos motrices y conductas.

329
Es importante respetar los tiempos de actuación, ofreciendo feedback cualitativo las
veces que sean necesarias para imprimir exigencia, pero sin indicar continuamente las
decisiones que se deben tomar. Si la tarea comienza mal y empeora, es preferible parar y
volver a empezar que no respetar el tiempo de tarea previsto. Hay que ser lógico, no
cuadriculado.

Si se aplica la resolución de problemas, el tiempo de información inicial será el más


importante. A partir de ahí habrá que respetar el tiempo de tarea para que se den
comportamientos motrices como soluciones, creativas o no, al problema propuesto.

Por otro lado, el factor tiempo es el volumen de entrenamiento de resistencia,


mientras que el manejo de las variables espacio, densidad de jugadores y velocidad de
juego supone el aumento o disminución de la intensidad del ejercicio. Si el espacio de
intervención es pequeño, la densidad de jugadores aumenta, y si se exige una velocidad
de juego alta en un tiempo de actuación relativamente corto (60-90 segundos en adultos,
20-30 segundos en niños), la tarea supondrá un esfuerzo con un carácter anaeróbico
donde la velocidad de reacción será menor y la velocidad de ejecución, mayor. Si la
intensidad disminuye, aumentando el tiempo de tarea y el espacio y disminuyendo la
densidad de jugadores, la tarea tendrá un componente más aeróbico. En este caso la
velocidad de reacción no será tan importante, pero sí la velocidad de aceleración y
desplazamiento, pudiendo disminuir la velocidad de ejecución.

D) El reglamento

El entrenamiento es el único medio de manipulación del reglamento de los


entrenadores para desarrollar sus pretensiones. Para ello se han de crear reglas
complementarias al juego de modo que se utilicen dentro de tareas de fútbol modificado
que busquen la aparición y mejora de ciertas acciones técnico-tácticas.

Lo primero que se ha de saber es lo que se quiere conseguir, para determinar la


condición que hay que aplicar para lograrlo. Si, por ejemplo, en una posesión en la que
se contabiliza el número de pases se pretende favorecer la transición defensaataque, se
debería iniciar la cuenta de la posesión tras el primer pase libre al robo (robo y toco).
También se puede condicionar el juego para favorecer estilos de juego:

•Conservación de balón. Establecer un determinado número de pases mínimo para


poder marcar gol o avanzar a una zona más cercana al objetivo.

•Contraataque. Fijar un tiempo máximo o un número máximo de pases para tirar a


puerta.

330
•Ataque directo. Limitar un número extremo de pases máximos por posesión para
tirar (p. ej., 4 pases de voleibol: saque, recepción, colocación y remate).

Por otro lado, se pueden mejorar aspectos psicológicos, como el nivel de


competitividad o la ansiedad a través de condiciones cercanas a la competición mediante,
por ejemplo, partidos en inferioridad/superioridad numérica donde quedan 15 minutos y
se va ganando/perdiendo determinando que sólo vale ganar.

CUADRO 10.2

Ejemplos de reglas de aplicación al fútbol modificado

E) Técnica y táctica

Se considera fundamental hoy en día unificar estos aspectos en el desarrollo del

331
fútbol. Si bien para su estudio inicial se han de separar como proceso de la acción de
juego, el hecho de ejecutar es un medio por el que se canaliza un pensamiento táctico o,
lo que es lo mismo, una percepción que, tras ser procesada, configura una intención para
llevar a cabo a través de un medio ejecutor (la técnica). Por esta razón se determina que
los ejercicios, a no ser que sean en iniciación y con necesidades meramente analíticas,
han de procurar emparejar técnica y táctica.

El entrenamiento debe tratar de no separar, sino que más bien debe intentar mantener
unido el binomio técnico-táctico y sí diferenciar y orientar sus objetivos sobre las fases
del juego en función de la posesión del balón: ataque, defensa y transición. Es cometido
del capítulo 8 incluir los contenidos técnico-tácticos más relevantes de estas fases de
juego en fundamentos individuales y colectivos.

7025, La dificultad de la tarea

La dificultad de la tarea es consecuencia del tipo de acción de juego que se disponga en


la tarea y su relación con el nivel de adquisición motriz de los jugadores. El entrenador es
el que debe tener en cuenta los factores perceptivos, de decisión y de ejecución que se
pueden dar durante la actividad propuesta y establecer qué carga corresponde a dicha
actividad.

La carga de entrenamiento se suele atribuir a variables relacionadas con el cansancio


físico, pero no es exclusiva del factor físico condicional, sino también del factor mental o
cognitivo. Todos aquellos esfuerzos invisibles de carácter perceptivo y de decisión que
realizan los jugadores para tratar de coordinar con eficacia los gestos necesarios de
ejecución de la acción decidida conllevan un grado de esfuerzo mental que se añade al
esfuerzo físico como carga de entrenamiento.

La carga mental se define como carga cognitiva y se subdivide en:

•Carga Cognitiva Externa (CCE). La carga que se puede medir y observar desde el
exterior a través de un observador (entrenador).

•Carga Cognitiva Interna (CCI). La carga que percibe el individuo en función de su


percepción de dificultad. Cada jugador puede tener una percepción distinta ente una
misma carga externa indicada por el entrenador.

La CCE se relaciona con la dificultad objetiva, que es la dificultad de la tarea, y su


nivel de exigencia como conjunto.

La CCI se relaciona con la dificultad relativa, es decir, la dificultad percibida por el


jugador en relación con la objetiva. Un signo de que el entrenamiento establece una carga

332
cognitiva óptima se produce cuando, al contrastar la dificultad relativa con la dificultad
objetiva, la diferencia es mínima.

La medición de la CCI se puede realizar a través de escalas de relación o escalas de


categorías como las escalas de percepción de dificultad de Famose (1993) o las de
percepción subjetiva del esfuerzo de Borg (1998) (REP 10 y REP 15 de 10 y 15 puntos
respectivamente), donde los sujetos indican la dificultad percibida (carga cognitiva) o el
carácter del esfuerzo percibido (carga física) con valoraciones cuantitativas asociadas a
términos como difícil, muy difícil, etc. (Famose) o términos como duro, muy duro, etc.
(Borg).

Si se seleccionan dos sujetos iguales, con las mismas respuestas fisiológicas a las
cargas de entrenamiento, el problema es que si los dos sujetos no están entrenados en la
percepción con estas escalas, para un mismo esfuerzo o dificultad cuyo valor objetivo
puede ser una velocidad de 10 m/s en un sprint de 100 m, la percepción subjetiva puede
ser un valor de 10 para un jugador y de 8 para otro. Es decir, la precisión de la escala
disminuye, ya que la carga interna percibida por los dos jugadores es diferente ante una
misma carga externa. Tras un entrenamiento de los sujetos en sus propias percepciones,
y cuando la precisión aumenta, el ajuste de la percepción del esfuerzo o la dificultad
como indicador es válido.

Para valorar en una tarea la CCE o dificultad objetiva, se deben tener en cuenta una
serie de factores que determinarán si la tarea es más o menos difícil en función de la
variabilidad en la percepción, la decisión y la ejecución.

A) Dificultad perceptiva

La principal característica a la hora de clasificar la dificultad perceptiva se basa en la


naturaleza de las tareas y su regulación:

•Autorregulación. Se relaciona con la inteligencia psicomotriz, donde el nivel de


incertidumbre y el de dificultad son bajos.

•Regulación mixta. El nivel de incertidumbre es bajo y el de dificultad es medio.

•Regulación externa. Relacionado con la inteligencia sociomotriz, donde el nivel de


incertidumbre asociado al medio y los demás es alto y la dificultad por tanto es alta
también.

En las tareas de regulación externa o tareas abiertas hay que tener en cuenta:

•La presencia de incertidumbre (véase página 42):

333
-Asociada al medio (p. ej., un partido con mucho viento).

-Asociada a los demás (compañeros y adversarios). El nivel de incertidumbre que


provocan las acciones de un jugador sobre el adversario puede ser alto si causa
sorpresa (p. ej., un cambio de orientación) y bajo si provoca previsión (p. ej.,
velocidad de juego lento).

•Precisión de las acciones. Las acciones de ataque requieren mayor precisión para
acabar en portería que las defensivas. El objetivo defensivo es recuperar el balón
(máxima precisión) o conseguir alejarlo de la portería de forma orientada (con
precisión) o sin una orientación definida (sin precisión).

•Preponderancia de la estrategia asociada al ataque o la defensa. Las situaciones


defensivas tienen una incertidumbre menor, ya que la asociación con la estrategia es
muy alta, en cambio, cuando un jugador se dispone a atacar independientemente de
que tenga las situaciones muy trabajadas, el nivel de incertidumbre será alto por la
necesidad de precisión y por el alto grado de improvisación que genera la fase de
ataque.

•Situación defensiva en relación con el balón:

-Todos por detrás (defensa organizada). Estímulos atendibles controlados.

-Unos jugadores por detrás y otros por delante (contraataque). Estímulos atendibles
parcialmente controlados.

-Casi todos los jugadores por delante (contraataque con mucha inferioridad).
Estímulos atendibles descontrolados.

•Preponderancia de inteligencia:

-Sociomotriz: p. ej., aprendizaje analítico del control; más sencillo.

-Psicomotriz: p. ej., aprendizaje táctico; más difícil.

•Relación entre el jugador y el balón:

-Jugador estático-balón en movimiento: p. ej., jugador colocado esperando para


controlar un balón aéreo.

-Jugador en movimiento-balón estático: p. ej., táctica fija.

-Jugador en movimiento-balón en movimiento: p. ej., jugador que centra al área en

334
carrera.

•Cantidad y calidad de los estímulos percibidos:

-Número de estímulos presentes.

-Número de estímulos totales atendibles (en el campo de visión).

-Número de estímulos seleccionados.

-Velocidad de aparición de estímulos.

-Tiempo de presencia del estímulo en el campo visual.

-Claridad del estímulo.

CUADRO 10.3

Relación entre situaciones de juego y variables que inciden en la dificultad de percepción

B) Dificultad en la decisión

En el caso del fútbol donde, como ya se ha indicado, la incertidumbre asociada a los


demás es muy alta y las tareas son en su mayor parte abiertas, se deben analizar las
situaciones de forma aislada para determinar el nivel de dificultad en la decisión que

335
presenta una tarea determinada. El nivel de dificultad en este sentido lo marcan algunos
factores que se detallan a continuación:

•Frecuencia de decisiones que debe tomar el jugador a lo largo de la tarea. En un 5:5


durante un minuto se tomarán más decisiones que en una acción combinada sin
oposición durante 20 minutos.

•Frecuencia de decisiones que debe tomar por situación de juego. En una situación de
3:1 en ataque se puede decidir entre pasar a la derecha, pasar a la izquierda,
regatear o tirar, mientras que en una situación de 3:2 (con el defensa que no va al
balón, vigilando a uno de los jugadores sin balón), las opciones serán pasar al
jugador libre o tirar.

•Frecuencia de decisiones sobre la ejecución que debe llevar a cabo. En ese 3:2 el
jugador con balón debe decidir si pasar con exterior o interior de una de sus piernas.

•Nivel de riesgo físico como consecuencia de la decisión tomada. Si en la primera


situación de juego de un partido se da un 1:1, y el atacante recibe una entrada
contundente del defensor, en la siguiente situación de 1:1 el atacante probablemente
decidirá pasar antes de ir a regatear.

•Nivel de automatización de la decisión en una situación dada. Si una situación se ha


producido varias veces previamente, la decisión que se tome cuando aparezca la
misma situación en el juego responderá al criterio de eficacia según el éxito obtenido
en el pasado.

•Número de elementos que se deben recordar. Cuántos más elementos se tengan que
buscar en la memoria de experiencias pasadas, mayor será la dificultad de la
decisión.

Si el estilo de juego del equipo permite que se den con mucha frecuencia situaciones
distintas, se obtendrán en poco tiempo preíndices que facilitarán la elaboración de la
decisión del jugador. Uno de los cometidos del proceso de entrenamiento es conseguir
que el jugador viva muchas experiencias distintas para que en la competición sepa actuar
en situaciones similares.

La realidad determina que los jugadores en la competición utilizan un repertorio de


tres o cuatro gestos afianzados, como máximo, para resolver técnicamente las situaciones
tácticas. Los jugadores que poseen mayores recursos técnicos resuelven estas situaciones
tácticas con mayor facilidad.

El papel del entrenador es orientar y trabajar para que el jugador sea eficaz en sus

336
gestos y en sus decisiones, de modo que complete con éxito el mayor número de
situaciones motrices en el entrenamiento y así transferirlo a la competición. Si el jugador
resuelve las situaciones que se le presentan con cuatro gestos de forma eficaz para el
juego, se deberá respetar esa aparente limitación técnica, pero se tendrá que intentar
completar el total de gestos técnicos y recursos a través del fomento de la creatividad.

C) Dificultad en la ejecución

Muchas veces la transferencia entre lo decidido y lo ejecutado, entre la conducta y el


comportamiento motor, no es la debida, reflejándose en ejecuciones incorrectas ante
decisiones bien tomadas. Estos problemas técnicos pueden proceder de dife rentes
factores que provocan la falta de transmisión de lo decidido al sistema ósteomuscular
para que, tanto en coordinación inter como intramuscular, se lleve a cabo el gesto preciso
e idóneo para resolver la situación motriz. Estas dificultades proceden de factores en los
que la coordinación se manifiesta como el común denominador de todos ellos. La
coordinación es una cualidad física que sincroniza las conexiones de la vía neural con las
conexiones motoras del organismo para dar sentido externo a lo procesado en el interior.

Los factores que marcan el nivel de dificultad en la ejecución son:

•El nivel de equilibrio del jugador.

•El grado de desarrollo de la lateralidad.

•El nivel de habilidad técnica.

•El nivel de conocimiento táctico.

•La concordancia entre el nivel técnico y el nivel táctico.

•El nivel físico en relación con las cualidades físicas básicas (resistencia, fuerza,
velocidad y flexibilidad).

•El número de grupos musculares implicados en la tarea.

•El tipo de tarea según el tipo de gesto que se requiere (cíclicos o acíclicos).

•La velocidad que demanda la tarea.

•La precisión que demanda la tarea.

En el cuadro se expone un ejemplo de los diferentes niveles de dificultad que puede

337
presentar la ejecución de un pase.

CUADRO 10.4

Relación entre situaciones técnicas y variables que inciden en la dificultad de ejecución

Siguiendo la propuesta de Famose y Durand (1988), las etapas que se cubren en todo
proceso de aprendizaje motor se muestran en la figura 10.1.

338
FIGURA 10.1. Proceso de aprendizaje motor.

En el caso del aprendizaje del fútbol, las fases serían como en la figura 10.2.

FIGURA 10.2. Proceso de aprendizaje motor en un sentido técnico-táctico.

339
Como se puede observar en las figuras anteriores, el aprendizaje de un gesto o la
interpretación correcta de una situación táctica es consecuencia de la reiteración sobre el
mismo ciclo de estímulos-respuesta. Este ciclo pasa por diversas fases de modo que, en
función de la cantidad de veces que se reinicia esta sucesión de fases para un
determinado gesto o situación, se puede llegar a conseguir una asimilación grande, muy
grande o total. Esta asimilación corresponde respectivamente con las fases de adquisición
motriz que resultan del aprendizaje motor: principiantes, avanzados y expertos.

D) Fase de principiantes

En esta fase se considera fundamental que los jugadores adquieran las imágenes
motrices de los gestos técnicos básicos. La imagen motriz se podría definir como una
descomposición mental de las fases del gesto en imágenes. En muchas ocasiones hay
grandes disociaciones entre la imagen motriz y la imagen real del movimiento, lo que
conduce a un error por una mala referencia en el gesto que se debe aprender. Esta fase
viene determinada por un predominio visual sobre otros canales sensoriales de
información, por lo que la adecuación de los estímulos con una correcta información del
qué, cómo y cuándo llevar a cabo los gestos es fundamental.

El jugador, en la elaboración mental de un plan de acción de acuerdo con una imagen


motriz percibida, agradece que el entrenador sea capaz de filtrarle información en calidad
y no en cantidad, ya que un exceso de información podría producir un bloqueo motor.

Las ejecuciones en esta fase pueden generar una gran variedad de respuestas y
errores que se han de corregir. Hay que buscar que el objetivo final del gesto, como
controlar y pasar el balón, sea cada vez más fino pero sin obsesionarse. Si el objetivo
técnico se consigue con frecuencia bajo formas que no respetan el estereotipo motor
ideal, se deberá respetar, pues lo importante es que el objetivo se consiga. En este sentido
no se puede olvidar que el estilo personal se puede estar desarrollando, y si un jugador
tiene una forma particular de ejecutar un pase, pero consigue que el balón llegue al
receptor con velocidad y precisión, el objetivo del pase estará conseguido. En la técnica
de los deportes colectivos lo que prima es la eficacia en relación con el juego, el desgaste
físico y el cognitivo.

Desde el punto de vista táctico, la interpretación de situaciones es muy limitada ya


que, si bien los movimientos son poco eficaces respecto al esfuerzo, ese desgaste incide
en un descenso de la actividad cognitiva, perjudicando la capacidad de anticipación ante
preíndices.

Se recomienda por tanto que se haga que los gestos técnicos "entren por la vista" para
que "salgan por las piernas". Se busca que la información visual se proporcione a través

340
de modelos de ejecución eficaces y no universales. La información debe manejarse de
forma clara y precisa por el entrenador para proponer situaciones acordes al nivel del
jugador y siempre tratando de partir de experiencias anteriores propias o de otros:

¿Te acuerdas del gol de Torres en la final de la Eurocopa? Pues tienes que
intentar buscar esa anticipación al defensor para poder buscar un remate.

Las tareas jugadas deben favorecer la aplicación de gestos poco eficaces a situaciones
tácticas sencillas en las que se aumente la dificultad paulatinamente, para adquirir las
nociones básicas sobre cómo abrirse en ataque y cerrarse en defensa. En este caso el uso
de metáforas sencillas, sobre todo para los más pequeños, ayuda a comprender mejor
estos conceptos:

Imaginad que el balón es el sol y vosotros sois girasoles. Cuando tenemos el


balón (sol) nos abrimos, y sin el sol nos cerramos. Como los girasoles, siempre
tenemos que estar mirando al sol y... ¡cuidado con tener el sol mucho tiempo en
los pies, que puede llegar a quemar!

E) Fase de avanzados

El jugador en fase de adquisición avanzada es capaz de seleccionar estímulos


sensoriales con los que desarrolla la atención selectiva ante diversas situaciones tácticas.
Con respecto a los gestos técnicos, se consolida la imagen motriz de los gestos básicos,
por lo que es capaz de ejecutar esa imagen con una mayor precisión entre su imagen
motriz y la imagen real, disminuyendo en gran medida los errores.

Comienzan a desaparecer los movimientos descoordinados que se daban en la fase


anterior y se da paso a movimientos sincronizados donde comienzan a surgir
movimientos finos y limpios de coordinación fina.

Se recomienda en esta fase fomentar mucho la motivación, ya que es un período


crítico donde se pueden dar estancamientos en lo aprendido. En este sentido es
importante ser capaz como entrenador de ofrecer un conocimiento de resultados muy
preciso, fomentando la autonomía del jugador y tratando de aplicar lo aprendido
técnicamente a situaciones tácticas.

El desarrollo fundamental en esta fase es el táctico ya que el jugador comienza a ver


similitudes entre situaciones vividas anteriormente y las empieza a clasificar y a
contrastar. Esto determina que pueda comenzar a anticiparse en muchas situaciones y su
desgaste físico-cognitivo sea menor. El problema deriva en el momento en que el jugador
se empieza a ver competente y deriva en un exceso de confianza que puede llevar a un
bloqueo en su progresión táctica. Este problema es muy común y hay que forzar al

341
jugador en este caso a aumentar su repertorio táctico para que no se limite a pocas
situaciones muy vividas y conseguir un paso más hacia la fase siguiente.

F) Fase de expertos

Los gestos técnicos ya son prácticamente automáticos y sólo se deben perfeccionar


para conseguir la mayor economía de esfuerzo posible con la velocidad óptima de
aplicación al juego, que no siempre debe ser la velocidad máxima. A veces los
entrenadores pueden caer en el error de exigir en los partidos que se haga todo rápido,
independientemente de los estímulos. La capacidad para ejecutar los gestos rápidamente
debe estar en los jugadores, y esto se debe exigir siempre en los entrenamientos. Pero
son los factores de la acción de juego los que determinan si hay que jugar rápido o lento
en la competición y son los jugadores los que interpretan estos factores. Si las
interpretaciones son correctas, la velocidad de juego será óptima, pero no debe ser rápida
por sistema. Hay veces que hay que jugar con pausa para atraer al contrario y cambiar el
ritmo de juego para sorprenderle. Esta capacidad para entender el juego de forma óptima
sólo se produce en la fase de expertos.

En el desarrollo de la percepción sensorial se consolida el sentido cinestésico, lo cual


dota al jugador de mayor libertad sensorial en relación con su cuerpo, ya que domina en
todo momento la situación de los segmentos con respecto al espacio. Este sentido
cinestésico favorece la economía del esfuerzo en las acciones de modo que, si por alguna
circunstancia aparecen errores graves de índole técnico o táctico, se debe analizar
detalladamente el origen, ya que se puede haber llegado a la fase de expertos sin haber
consolidado totalmente los gestos técnicos, las interpretaciones tácticas o el sentido
cinestésico.

Lo que fundamentalmente caracteriza a esta fase en el sentido táctico es la capacidad


de anticipación perceptiva y motora del jugador en relación con la acción de juego. El
jugador experto es capaz de interpretar su entorno más rápidamente que el jugador
avanzado y reacciona antes debido a preíndices que selecciona entre varios estímulos.

A su vez se destaca la presencia de estilos personales que han ido evolucionando


gracias a que el entrenador respetó en su momento el criterio de eficacia del gesto por
encima del nivel de ajuste del gesto al modelo ideal.

En esta fase el jugador es económico, tanto en su desgaste físico como en la carga


mental que soporta. El jugador responde automáticamente a estímulos que selecciona
casi sin procesarlos, ya que el procesamiento en muchas situaciones tácticas ya es
conocido (véase página 89, modelo de Klein RPTD A: "si percibo X, hago Y").

342
Por tanto, se recomienda que el entrenador trate de "pulir" gestos innecesarios que
puedan provocar desgaste físico, muscular y cognitivo de forma innecesaria. En algunos
casos, los gestos técnicos de los jugadores en relación con el balón son eficaces y
económicos, pero los gestos de desplazamiento en carrera no lo son. Se ha de prestar
atención a todo el conjunto de gestos técnicos básicos o específicos que se pueden
producir en la acción de juego del fútbol.

El entrenador se debe especializar en el feedback extrínseco, o conocimiento de


resultados, para darlo de forma precisa sin restar la posibilidad de que el futbolista sea
capaz de eliminar sus errores por cuenta propia en su perfeccionamiento. En este caso las
grabaciones sobre los entrenamientos y las competiciones son adecuados para que los
jugadores vean los comportamientos motores que generan sus conductas motrices y
contrasten si hay concordancia entre lo que pretendían conseguir (conducta motriz) y lo
que consiguieron (comportamiento motor).

10.2.6. Las fases sensibles

Las fases sensibles son períodos de tiempo en el desarrollo evolutivo del ser humano
durante lo cuales es recomendable el entrenamiento de ciertas capacidades más
receptivas a la asimilación, evitando el entrenamiento de otras poco sensibles a la mejora
en dichos períodos cuyo entrenamiento puede ser objeto de riesgo.

Si bien los períodos sensibles son un hecho comprobado que influye de forma directa
en el desarrollo de las capacidades, también se debe considerar el factor social, como
aquel que hace posible el contexto adecuado para que se produzca ese desarrollo. El
incremento de las capacidades motrices específicas depende exclusivamente de la
evolución de la motricidad y ésta se orienta a su vez en función del tipo de socialización
primaria (familia, colegio) y secundaria (amistades, entrenadores, representante y medios
de comunicación).

Una vez que la evolución social del jugador favorece la práctica deportiva, los
entrenadores han de saber qué estímulos aplicar en los períodos sensibles de los
futbolistas, según la edad, para obtener los efectos óptimos para las capacidades
requeridas por la actividad del fútbol.

Muchas veces se relaciona el entrenamiento de jóvenes con cargas máximas, sesiones


de gimnasio, monitores no cualificados, etc. El uso del trabajo con cargas, sea o no por
medio de pesas, es posible si se desarrolla bajo la supervisión de un profesional que
entienda el qué y el cómo de la relación entre capacidad física y edad. Algo primordial es
favorecer un correcto desarrollo de las cualidades físicas básicas para posibilitar la
coordinación intermuscular en la mejora de la técnica y la intramuscular en la mejora de

343
la fuerza y la velocidad. Este desarrollo de las cualidades físicas básicas se debe
implementar en determinadas franjas de edades recomendables y sensibles a una mejor
asimilación de las cargas de entrenamiento para cada cualidad en particular.

A) La resistencia

Es la capacidad que tiene el organismo para desarrollar una actividad hasta la


aparición de la fatiga, con el consiguiente descenso del rendimiento. La aparición de la
fatiga se produce como consecuencia de la falta de aporte energético por parte del
organismo hacia los precursores del movimiento (los músculos). El sistema de demanda
de energía sigue dos vías para aportar energia: anaeróbica y aeróbica.

•Vía anaeróbica: sin presencia de oxígeno

-Aláctica o sistema ATP-PC. Proporciona energía en esfuerzos de corta duración e


intensidad muy alta.

-Láctica. El cuerpo acaba produciendo ácido láctico, que es una de las causas de la
fatiga. Este sistema permite rendir a altas intensidades durante un tiempo de 60-
90 segundos. En el caso de los niños, sólo hasta los 30 segundos.

•Via aeróbica: con presencia de oxígeno

En los adultos este sistema aparece a intensidades moderadas sin aparición de ácido
láctico a partir de los 90 segundos. En los niños aparece a los 30 segundos, como si fuera
un mecanismo de defensa del organismo infantil para no acumular lactato, retrasando la
aparición de fatiga. En este sentido es poco efectivo trabajar el aumen to del consumo
máximo de oxígeno o cantidad máxima de oxígeno que se puede utilizar en una carga de
entrenamiento, si sus principales ganancias y mejoras en este aspecto se dan después de
la pubertad.

El niño tiene una capacidad anaeróbica muy baja en relación con la capacidad
aeróbica. A pesar de ello, es positivo entrenar la resistencia aeróbica hasta los 11 años
pero no buscando su mejora, sino su mantenimiento.

El entrenamiento de resistencia aeróbica se puede iniciar a los 5-6 años hasta los 11 y
a partir de esa edad hasta los 14 años se considera el mejor período para su desarrollo.

344
FIGURA 10.3. Fases sensibles de la resistencia.

Con respecto al entrenamiento anaeróbico, el entrenamiento de resistencia anaeróbica


láctica mejora en la adolescencia a partir de los 15 años, ya que es a esa edad donde se
puede asumir la máxima capacidad aláctica. Hasta ese momento se pueden llevar a cabo
esfuerzos anaeróbicos porque sus efectos no son negativos, aunque los estudios reflejan
que a partir de los 30 segundos el organismo infantil reacciona para no acumular lactato.
Por esta razón los niños disminuyen la intensidad, pero no terminan la actividad, por lo
que parece que "nunca se cansan".

B) La fuerza

La fuerza es la capacidad que tiene el organismo de vencer una resistencia. Ésta es


cualquier fuerza que se opone al movimiento del jugador desde su posición anatómica.
Estas fuerzas pueden ser: la gravedad, otros jugadores en pugna por el balón, el propio
balón, etc.

Existen tres tipos de fuerza según sus manifestaciones: fuerza máxima, fuerza
velocidad y fuerza resistencia. En los niños el desarrollo de la fuerza muscular máxima
debe desarrollarse tras la consolidación del sistema ósteo-muscular, con la solidificación
de los centros de crecimiento de los huesos y tras el proceso de desarrollo sexual. Por
esta razón se debe posponer el desarrollo de la fuerza máxima, para después de los 14-15

345
años. Este entrenamiento de fuerza máxima como familiarización con cargas suaves,
podría comenzar a los 12 años para afianzar el aprendizaje de la técnica en los trabajos
con cargas.

FIGURA 10.4. Fases sensibles de la fuerza.

Con respecto al desarrollo de la fuerza velocidad, se puede afirmar que avanza


paralelo al de fuerza resistencia entre los 8 y los 12 años. Ambos tipos de entrenamiento
manejan cargas ligeras que permiten una alta velocidad de contracción muscular (fuerza
velocidad) y muchas repeticiones (fuerza resistencia). Para el trabajo a edades tempranas
de la fuerza resistencia y fuerza velocidad son muy recomendables deportes de tipo
cíclico como la natación o el atletismo, complementarios a deportes acíclicos como el
fútbol.

El trabajo específico de la fuerza velocidad debería comenzar a los 10 años ya que


entre los 8 y 11 años se desarrolla la frecuencia de movimientos. De esta forma se llega
al máximo desarrollo de la velocidad de movimientos entre los 13-14 años debido a la
fuerza velocidad.

Como se indicó con anterioridad, el trabajo de las cualidades físicas de base


constituye los cimientos para el desarrollo de los gestos técnicos a través de la
coordinación. Al referirse a la coordinación y a la fuerza en conjunto surgen los
conceptos de coordinación inter e intramuscular respectivamente.

346
En las primeras edades, el desarrollo de la fuerza ha de buscar inicialmente el fomento
de la coordinación intermuscular para conseguir un mayor repertorio de gestos técnicos,
mientras que a posteriori se trabaja la hipertrofia y la coordinación intramuscular para
conseguir una mayor potencia de ejecución en esos gestos técnicos adquiridos con
anterioridad. Hasta llegar al trabajo de potenciación muscular se han de superar varias
fases:

•Fase postnatal (0-1 año).

•Fase infantil (1-7 años).

•Fase prepuberal (7-11 años).

•Fase puberal y adolescencia (11-15 años).

En la fase postnatal los padres han de tratar de estimular en el bebé los reflejos
motores arcaicos que ayudan a la mejora cualitativa de su motricidad.

En la fase infantil hay que tratar de ofrecer al niño estímulos motores suficientes para
provocar la adaptación de su sistema muscular y tendinoso al crecimiento de sus huesos.
Esta estimulación debe realizarse a través de juegos que soliciten un uso heterogéneo de
los músculos para aumentar el grado de coordinación intermuscular.

En la fase prepuberal se puede comenzar el trabajo de fuerza velocidad debido a un


aumento de la frecuencia de movimientos a los 8 años. Durante esta fase suelen aparecer
consecuencias patológicas por el uso excesivo de cargas, arrastres, traumatismos de
repetición, etc. Estas consecuencias afectan a los cartílagos de crecimiento, generando
enfermedades comunes como la de Sever en los talones o la de Osgood Schlatter en las
rodillas.

CUADRO 10.5

Intensidad y volumen en el entrenamiento de hipertrofia según el nivel de adquisición

347
En la fase puberal, si bien al principio se puede hacer una familiarización con el
trabajo de fuerza a través de cargas ligeras, antes se debe descartar cualquier tipo de
lesión en los cartílagos de crecimiento en casos de osificación tardía. A los 13 años la
presencia de la hormona del anabolismo de las proteínas permitiría comenzar el trabajo
de hipertrofia, pero es desaconsejable debido al alto ritmo de crecimiento óseo. Con 14
años se puede comenzar el trabajo de hipertrofia, es decir, el trabajo de aumento de la
fuerza y masa muscular adecuando las cargas al nivel de adquisición y a la edad de los
futbolistas.

Durante esta fase puberal y entre los 12-14 años se produce la fase sensible del
desarrollo de la fuerza velocidad. A partir de los 15 años se puede comenzar el
entrenamiento de fuerza máxima a través de la coordinación intramuscular. Este tipo de
entrenamiento consigue aumentar la fuerza sin aumentar la masa muscular mediante el
reclutamiento de las unidades mínimas de la fibra muscular, las unidades motoras. Este
tipo de trabajo es muy exigente, con intensidades del 80-90% para jugadores avanzados
y del 90-100% para expertos, por lo que se deben descartar lesiones de crecimiento sin
superar o antecedentes de lesión muscular severa sin cicatrizar.

C) La velocidad

La velocidad es la capacidad para completar un espacio determinado en el menor


tiempo posible. Depende del tiempo de reacción y del tiempo de movimiento. El primero
se mide desde el primer estímulo de acción hasta el primer movimiento observable. El
segundo, desde ese primer movimiento hasta el final de la actividad.

La velocidad en los movimientos aumenta hasta los 12 años, para comenzar a


mejorar después con el desarrollo de la fuerza. Es conveniente que hasta los 12 años se
realicen ejercicios de velocidad de movimientos en espacios cortos y velocidad de
reacción.

En el fútbol la velocidad es muy importante, por lo que su trabajo debería comenzar


desde una edad temprana de forma conjunta y adecuada con el trabajo de resistencia
aeróbica, cualidad también fundamental en el período de los 8 a los 11 años como
preparación para el trabajo en edades posteriores. Esta fase puberal es importante en la
especialización de la fibra muscular hacia una fibra de contracción rápida (velocidad) que
a la vez tolere la fatiga (resistencia). Este trabajo conjunto de velocidad y resistencia se
debe combinar para no especializar la fibra muscular sólo en uno de los dos sentidos.

348
FIGURA 10.5. Fases sensibles de la velocidad.

Se recomienda hacer el trabajo de velocidad en función de su tipo. Si bien la


velocidad de reacción se debe trabajar entre los 7 y los 12 años para la mejora del tiempo
de reacción a estímulos por la vía neural, el trabajo sobre la velocidad de aceleración y la
de desplazamiento debe comenzar a partir de los 14 años. La primera es el tipo de
velocidad posterior a la de reacción en la que el jugador progresa hacia un estado estable
de máxima velocidad que, mantenida, se considera la velocidad de desplazamiento. Estas
dos velocidades coinciden con el desarrollo de la fuerza a nivel neural y locomotriz.
Además, deben ser trabajos paralelos al mantenimiento de la velocidad de reacción.

El crecimiento ósteo-muscular en el miembro inferior, que se produce a los 14 años,


genera una amplitud de zancada que se debe unir a la frecuencia de apoyos para
aumentar la velocidad en distancias medias y largas. Por tanto, se recomienda priorizar
este desarrollo inicial de la velocidad a la edad de 17-18 años, período de máxima
asimilación.

D) La flexibilidad

Es la capacidad de movimiento de las articulaciones del cuerpo en toda su amplitud.


Es una capacidad que comienza a disminuir muy pronto y su desarrollo debería
comenzar a los 6-8 años, ya que a partir de los 10 años sufre una disminución.

349
FIGURA 10.6. Fases sensibles de la flexibilidad.

Un buen desarrollo de la flexibilidad mejora la prevención de lesiones en etapas


adultas, y la condición técnica en todas las edades, al posibilitar un mayor rango articular
en movimientos coordinados específicos del fútbol.

Aunque la disminución de la flexibilidad disminuye a los 10 años, la mejor fase de


asimilación se produce entre los 12-15 años con la consolidación del crecimiento ósteo-
muscular.

10.2.7. El feedback y el Conocimiento de Resultados (CR)

El feedback es una información intrínseca que el jugador recibe de sus receptores


sensitivos mientras realiza una acción motriz. El CR es un feedback extrínseco que
complementa al anterior y que puede provenir del entrenador, de los compañeros, de los
instrumentos de medida, de los vídeos, etc.

Los jugadores principiantes no están acostumbrados a analizar sus propias


sensaciones, por lo que es necesario que se les proporcione CR. Éste debe indicar si la
realización es correcta o no, junto con qué es correcto o incorrecto.

A) Factores que se deben tener en cuenta en la emisión del CR

350
En primer lugar se debe atender a la precisión del CR, la cual depende del jugador y
del nivel de aprendizaje. En principiantes es preferible no ser demasiado preciso pero sí
que dentro de un conjunto de correcciones, es mejor impartir las más relevantes en vez
de todas. Se ha dar más calidad que cantidad para no bloquear al jugador en su
aprendizaje. Con el aumento del nivel de ejecución aumenta la precisión.

El momento de dar el CR no es aleatorio. Se debe esperar un mínimo de 5 segundos


después de la realización para que el gesto técnico o la situación táctica se consoliden, y
se analice la situación orientando la respuesta.

En el caso de que no se pueda dar el CR, es conveniente registrar los errores para
comentarlos con el grupo en general al final del ejercicio o de la sesión. Es frecuente ver
entrenadores que corrigen constantemente durante la competición independientemente
del momento del partido. En este caso es conveniente impartir las indicaciones en
momentos de tiempo no efectivo en los que los jugadores no estén involucrados en pleno
proceso de la acción de juego, con lo que no se añade un estímulo más que atender.

Si los errores son muy graves, hay que tratar de buscar el CR pronto para que no se
produzcan errores añadidos a posteriori. Si los errores son puntuales, se debería dar
información cada 3-4 intentos como máximo.

B) Funciones del entrenador en la emisión del CR

Para dar información al jugador que ejecuta o interpreta es procedente conocer


ciertos puntos importantes que se consideran funciones que debe cumplir el entrenador
ante el jugador:

•Saber qué cualidad está mejorando el futbolista.

•Conocer las aptitudes que requiere la tarea y si el futbolista las posee.

•Desarrollar la capacidad de observar para saber qué errores corregir y cómo hacerlo.

•En la observación se debe focalizar la atención en ciertos elementos, por lo que la


posición de observación debe tratar de tenerlos siempre dentro del campo de visión.

•Analizar si se puede dar una respuesta acertada.

•Tener presente el número de futbolistas que se deben observar.

•Conocer cuánto tiempo se tiene para observar.

351
•Organizar el espacio de la tarea teniendo en cuenta que hay que favorecer al máximo
la observación.

•Tener conocimientos para saber qué observar. Por ejemplo, en el entrenamiento de


la decisión se busca que aparezcan los indicadores cognitivos (véase página 297).

•Si hay muchos alumnos que observar, se debe llevar un registro de errores. Es
conveniente apuntarlos o grabarlos en vídeo para señalar los errores y comentarlos
a posteriori.

C) Origen y solución de los errores

El hecho de corregir los errores favorece que el alumno economice su tiempo y su


esfuerzo. Los errores no se producen de un modo aleatorio y atienden a diversas causas:

•Imágenes motrices erróneas de los jugadores.

•Jugadores que no son capaces de percibir los errores (fallo en el feedback


intrínseco).

•Jugadores que procesan indebidamente la información, ya sea por su culpa o por


culpa del profesor.

•Jugadores que están inseguros por miedo al fracaso y la humillación.

•El ambiente perjudica la realización de la acción.

Para solucionar los errores hay que saber que:

•Cuanto más experto sea el jugador, mejor se dará cuenta de los errores.

•Hay que dar el CR concreto y de calidad, que filtre la información hacia lo más
relevante eliminando lo abstracto:".. .tienes que hacerlo bien.....

•Se debe ayudar a tomar conciencia de los errores y las limitaciones.

•Hay que marcar los errores, dar tiempo para la práctica y motivar.

D) Formas de CR

La emisión del CR aparentemente puede ser sólo verbal, pero contempla varias
formas más:

352
1.Verbal. Se ha de comentar al futbolista qué tiene que hacer para corregir los errores.
Es importante también dirigir el CR hacia la energía utilizada en el ejercicio y
comentar la sensación que se tiene que percibir para que el alumno parta con una
referencia comparativa.

Si la información que se ha de dar al jugador sobre su práctica es negativa, se


debe plantear el discurso "tipo sándwich": se comunica el error tras un comentario
positivo y terminando con otro positivo (+, -, +):

Tienes un buen golpeo, pero ejecutas con la pierna de apoyo siempre por
detrás del balón. Si la colocas un poco más adelante vas a conseguir más
precisión. Hazlo como en el gol que metiste la semana pasada.

2.Gestual. Las expresiones que acompañan a la emisión verbal son muy importantes.
Los movimientos de las manos y las gesticulaciones faciales deben procurar ser
receptivas e incitar a la reflexión en casos de corrección. Es fundamental saber
sonreír y dar lugar al buen humor. El entrenador no es un animador, pero sí debe
ser un motivador, y la sonrisa es un buen recurso.

3.Audiovisual. El vídeo es uno de los mejores elementos de contraste para la


corrección de errores tanto en las ejecuciones técnicas sobre patrones de eficacia
como en interpretaciones de movimientos tácticos. Se debe acompañar de
información verbal que complemente las imágenes y que indique qué se debe
observar en cada momento.

E) Finalidad del CR

Hay varios tipos de CR. Los entrenadores deben conocer los distintos tipos para
adecuarlos a la situación oportuna y entender en su aplicación si se dirige a un individuo
o a varios:

• Evaluativo. Se valora la acción con una nota de 0 a 10. Puede ser individual:

Iván, ese tiro es muy potente pero no va a puerta, es un tiro de 5.

• Prescriptivo. Se indica dónde están los problemas y los medios para solucionarlos.
Es individual:

Marcos, para golpear a portería y que no se te vaya el balón por encima debes
colocar la línea de los hombros por delante de la línea de caderas justo en el
momento del golpeo.

353
• Descriptivo. Se realiza en grupo como recordatorio del prescriptivo:

Chicos, habéis visto que si tiráis a portería sin más se os va el balón la


mayoría de las veces por encima del larguero. ¿Qué deberíamos hacer para que
vaya a puerta?

• Comparativo. Se compara lo que el jugador debería haber conseguido con lo que ha


logrado realmente. Es más individual:

José, deberías haber conseguido que el balón fuera a puerta. A pesar de ello te
estás aproximando, pero no trates ahora de buscar potencia y mejor busca
precisión.

• Explicativo. Profundiza en el conocimiento del comparativo, pero con más detalle:

Luis, para tirar a puerta con potencia y precisión debes coordinar la llegada
del balón con el golpeo, poniendo el pie de apoyo a la altura del balón y situando
la línea de hombros por delante de la línea de caderas.

• Afectivo. Se busca un plano más motivante a través de palabras y gestos para


informar de lo que se ha hecho mal y cómo mejorarlo:

Adri, ¿te has puesto las botas al revés o te ha dado por tirar a palos? Anda,
concéntrate en tirar entre los tres palos.

• Neutral. Se informa sobre el resultado conseguido de forma objetiva, pero no se


indica si está bien o mal para que el jugador interprete si lo hizo correctamente. Este
tipo de CR fomenta mucho la autonomía y la creatividad:

Sergio, buen regate y buen gol pero no sé si viste que Iván estaba sólo en
boca de gol,

• Interrogativo. Se cuestiona la realización de la acción para que el jugador encuentre


respuestas a su propia acción. También genera mucha autonomía:

Dan¡, si vas con el balón en un 3:1, ¿es correcto tirar como hiciste?

10.22. La sesión como conjunto de tareas

El hecho de que una tarea esté muy bien organizada y consiga el objetivo propuesto no
determina que la sesión como conjunto de las tareas cumpla los objetivos establecidos.
Es por tanto este conjunto lo que determina si una sesión está lógicamente distribuida o

354
sólo busca completar contenidos sin un orden u organización definida. La sesión se ha de
diferenciar inicialmente en tres grandes bloques cuyas funciones son distintas: el
calentamiento, la parte principal y la vuelta a la calma.

A) El calentamiento

Este bloque tiene por objetivo la toma de contacto inicial del jugador con la actividad.
El entrenador ha de ir introduciendo de manera progresiva al jugador en la actividad
posterior de forma que, si el objetivo principal de la sesión es técnico-táctico, puede
intentar orientar el calentamiento desde un objetivo técnico-táctico: p. ej., si se busca en
la parte principal el desarrollo técnico del control-pase mediante figuras técnicas, se
puede iniciar el calentamiento con pase "toco y me voy" por todo el área.

Si el objetivo posterior es físico-condicional, se puede hacer una introducción


preparatoria hacia las cualidades físicas que se van a llevar a cabo después: p. ej., si se va
a desarrollar la fuerza del tren inferior en circuito durante la parte principal, se puede rea
lizar un juego progresivo donde intervenga la capacidad de salto, como una posesión con
la mano (ultimate) donde los jugadores deben pasar el balón siempre en suspensión.

B) Parte principal

En este bloque es donde se debe tener en cuenta la naturaleza de las tareas para
distribuirlas de forma óptima y que se desarrollen los objetivos planteados. Los factores
que intervienen en la optimización de las tareas en relación con los objetivos son:

•El objetivo principal de la tarea: técnico-táctico, físico-condicional o psicológico.

•La fase de adquisición motriz en que se encuentren los jugadores.

•La dificultad de la tarea.

•Las fases sensibles.

•El proceso metodológico empleado.

Si se distribuyen estos factores de forma positiva, se obtendrá una cohesión óptima de


las tareas hacia el cumplimiento de los objetivos de la sesión. Si los factores se
distribuyen de forma neutra, puede que se obtengan parte de los objetivos propuestos
para la sesión, pero no de forma óptima. En el peor de los casos, si las tareas se
distribuyen de forma negativa, no sólo no se podrá llegar a los objetivos sino que puede
llegar a ser contraproducente.

355
1.El objetivo de la tarea. Es conveniente escoger contenidos que favorezcan el
conjunto de la sesión como progresión metodológica para una mejor asimilación y
motivación del grupo ante la llegada de tareas cada vez más atractivas. Por esta
razón, y en la medida de lo posible, en el conjunto de la parte principal de la sesión
se debería buscar un sentido que fuera:

•De lo analítico y estructurado a lo global.

•De lo general a _lo específico (fútbol).

•De lo sencillo a lo complejo.

•De la defensa al ataque.

Por ejemplo, si se introducen como objetivos técnicos de la sesión el golpeo de


cabeza, el remate de cabeza y el despeje, se puede comenzar en la parte principal
con una tarea analítica con filas enfrentadas o circuitos técnicos que involucren los
diferentes golpeos de cabeza.

Posteriormente se debería seguir con una tarea global que priorice el golpeo de
cabeza defensivo donde se produzcan muchas repeticiones (fútbol reducido y
modificado):

El despeje orientado a zona de despeje es gol si antes del primer control de


balón del contrario hemos salido por lo menos hasta la frontal del área.

Después de esta tarea se seguiría con otra tarea global que fomente el golpeo de
cabeza ofensivo también buscando que se den muchas repeticiones (fútbol reducido
y modificado):

El gol sólo vale de cabeza; si el remate va a puerta vale 1 punto, si es gol vale
2 puntos y si el balón bota antes de entrar vale 3 puntos.

La siguiente tarea buscaría una aplicación más real al fútbol (fútbol modificado)
donde se buscara la integración de todos los objetivos trabajados en la sesión:

Chicos, jugamos 11:11; despeje a zona de despeje vale gol, gol de cabeza vale
doble y con bote previo vale triple.

Al final de la parte principal siempre se debe terminar con un tiempo mínimo de


10 minutos de fútbol sin reglas.

2.Las fases de adquisición motriz. No es lo mismo el tipo de tarea que se puede

356
implementar en un grupo de principiantes que en uno de expertos. En el primer caso
se deben buscar tareas más sencillas donde los gestos se reproduzcan muchas veces
y la progresión en dificultad se incremente poco a poco. En el segundo caso, una
vez que los gestos ya están adquiridos y la interpretación correcta del juego es alta,
se debe buscar una mayor dificultad en la acción de juego ya que, si no, los que
mejores cualidades posean no serán capaces de mejorar por esperar la nivelación
del resto del grupo.

3.La dificultad de la tarea. Una vez definida la fase de adquisición en la que se


encuentran los sujetos, se puede determinar dentro de la sesión la progresión en
dificultad de las tareas de modo que se procure que la primera sea la más sencilla
para ir progresando en dificultad hasta la más compleja.

4.Las fases sensibles. En función de la edad con la que se esté trabajando y del tipo
de cualidad física sensible al desarrollo en esa edad, se ha de tener presente si la
carga de entrenamiento que va a asimilar el jugador es favorable a la mejora de las
estas cualidades físicas sensibles o si, por lo contrario, puede provocar efectos
negativos sobre el desarrollo de éstas.

5.El tipo de tarea. Por lo general el orden que se puede llevar a la hora de exponer
tareas en la sesión va en función del tipo de tarea. Se debe tratar de favorecer la
progresión hacia el juego por un lado, es decir, ir de lo analítico y estructurado a lo
global, para tratar de progresar hacia la realidad competitiva específica del fútbol
por el otro.

Se considera también que, dependiendo de la duración de la sesión, como suma


del número de tareas se debería tratar de realizar en la parte principal un mínimo de
3 tareas y un máximo de 5. Así, el futbolista desarrolla una variabilidad mínima de
estímulos distintos bajo un mínimo de 3 tareas distintas y no se satura la carga
cognitiva del futbolista porque no hay mayor variación que 5 tareas diferentes. Las
variaciones dentro de una misma tarea no se cuentan como tareas distintas.

6.Proceso metodológico empleado. Dentro de la sesión, el proceso metodológico que


se va a emplear condiciona no sólo el cómo se presentan las tareas, sino también la
selección de las técnicas de enseñanza que se deben aplicar. Esto deriva en que la
distribución entre tareas analíticas, estructurales y globales debería seguir un orden
que se relaciona íntimamente con los tipos de tarea. Así, el empleo de tareas
analíticas como, por ejemplo, las filas enfrentadas, los circuitos técnicos o las
figuras técnicas deberían darse antes de las tareas estructurales y las globales, a
excepción de los juegos y los juegos orientados al fútbol para el calentamiento. A su
vez, las tareas estructurales, como las figuras técnicas en acción combinada o las

357
acciones combinadas, deberían darse antes de las globales con orientación hacia el
fútbol (posesiones, posesiones orientadas, fútbol reducido, minifútbol, fútbol
modificado, fútbol reducido modificado y fútbol) aunque se pueden combinar
indistintamente dependiendo de si se considera apropiado llevar a cabo la tarea
global elegida antes que la estructural.

C) Vuelta a la calma

El objetivo de este bloque es volver al estado basal del organismo previo al


entrenamiento. La vuelta a la calma se traduce en ejercicios de relajación muscular;
flexibilidad, estiramientos musculares, competiciones lúdicas de habilidad, ejecución de
premios y castigos consecuencia del rendimiento competitivo en la sesión con un sentido
lúdico o ejercicios de fortalecimiento de la musculatura de la cintura abdominal para
prevenir lesiones.

10.2.9. Cómo favorecer la creatividad: enseñar a crear

La creatividad es la capacidad de generar una forma nueva de resolver una situación real
o abstracta, para crear un elemento nuevo sobre un conjunto de elementos ya existentes
para resolver un determinado problema y que soluciona la situación de igual o mejor
forma que los elementos anteriores.

Es frecuente asociar la creatividad con la pintura, el cine, el espectáculo, pero su


aplicación se encuentra en cualquier situación del mundo cotidiano, como conducir,
cocinar, resolver un problema de matemáticas, etc. Uno de los pioneros en resaltar la
importancia del desarrollo creativo en el fútbol fue Horst Wein (1994).

A) La creatividad: de la escuela al campo de fútbol

El desarrollo creativo comienza en la etapa escolar, donde el profesor es fundamental


a la hora de favorecer pensamientos imaginativos y formas originales de resolver tareas
de cualquier tipo. Las escuelas tradicionales utilizaban el método deductivo, desarrollando
la práctica tras el previo conocimiento de la teoría, con lo que se obviaba la exploración
que aplican otros métodos actuales como los cognitivos o los creativos. Estos métodos
aplican la experimentación inductiva para ir de la práctica a la teoría.

El mundo del fútbol involucra creatividad no sólo en los jugadores a la hora de


resolver sus acciones de juego, sino también en los entrenadores cuando tienen que
plantear sus sesiones. Llegar a unos objetivos determinados se logra llegar también de
una forma novedosa, y no por ello deja de ser eficaz.

358
Para favorecer la creatividad hay que ser creativo. Esta premisa, que parece una
obviedad, pretende manifestar que el entrenador debe incluir el reciclaje continuo en sus
sesiones para sorprender al jugador con nuevos estímulos que eviten los entrenamientos
excesivamente estructurados y rutinarios.

Por otro lado, el hecho de favorecer la creatividad no significa conceder libertad sin
más, sino que se busca alcanzar un mayor protagonismo del jugador en la práctica de la
tarea en relación con un docente que supervisa de forma responsable esta libertad de
práctica dando un conocimiento de resultados óptimo y adecuado. Una de las premisas
del aprendizaje creativo se basa en que el jugador aprenda jugando y juegue
aprendiendo, pero siempre bajo una libertad responsable supervisada por el entrenador.

B) Aspectos concretos para favorecer la creatividad

La búsqueda de la creatividad durante el proceso de enseñanza-aprendizaje se refleja


en aspectos concretos de las sesiones de entrenamiento sobre los que los entrenadores
pueden incidir:

•Se debe favorecer el juego libre en la sesión siempre que sea posible y disminuir el
tiempo de práctica analítica en la medida adecuada. Hay tareas en las que el trabajo
analítico es necesario e insustituible, por lo que a veces es obligatorio su uso, pero si
hay alguna tarea que incorpora la opción de elegir entre desarrollar la tarea de una
forma analítica o global es preferible utilizar la aplicación global.

•El uso del feedback, tanto intrínseco como extrínseco, genera mucha mejora en el
proceso de aprendizaje del fútbol. Desde la operatividad del entrenador existen
determinados tipos de feedback extrínseco que favorecen la autonomía creativa del
jugador. Es necesario eliminar la imagen del entrenador correctivo para cada acción
de sus jugadores porque, más que motivar, entorpece indirectamente el aprendizaje.

•En edades tempranas se debe favorecer la máxima participación de los jugadores.


Para ello los grupos grandes de trabajo no son adecuados, por lo que hay que
procurar dividir estos grupos para tener un menor número de jugadores por balón
jugando en espacios reducidos. Esta disposición aumenta el grado de participación
de los jugadores en la tarea ya que el fútbol reglado 7:7 hasta los 9 años y 11:11 a
partir de los 9-10 años son disposiciones reglamentarias poco favorables a la
máxima participación, pero siempre deben desarrollarse al final de las sesiones
como aplicación a la realidad del juego.

•Se debería tratar de no especializar demasiado temprano a los jugadores en


posiciones concretas, sino dejar libertad en ciertas tareas como acciones

359
combinadas por puestos, fútbol modificado por puestos o el propio fútbol, para que
el jugador experimente sensaciones en diferentes posiciones.

•Buscar constantemente variantes dentro de las tareas para que, con una misma
estructura de ejercicio, los jugadores tengan que adaptarse a nuevas condiciones en
espacios cortos de tiempo y así busquen nuevos modos de solucionar problemas.

•Favorecer la diversión responsable. El juego ha de significar pasarlo bien de una


forma competitiva. El sufrimiento "per se" a veces es una equivocación, ya que la
capacidad de sacrificio no está reñida con la diversión.

•Favorecer que la relación con el balón sea eficaz. Hay veces en que la solución
aparentemente más ventajosa es un pase se debe buscar un regate para conseguir
más ventaja en la acción. El jugador debe sentirse cómodo con el balón para
resolver de la mejor forma sus decisiones arriesgadas sin miedo al fracaso.

•Crear actividades con muchas posibilidades de respuesta motriz válidas en la


consecución de un objetivo (aplicación del estilo RP).

•Fomentar el juego de calle, donde la presencia de la autoridad del entrenador


desaparece y la innovación en las reglas surge de los propios jugadores.

•Reducir el consumo de juegos electrónicos de fútbol que restan tiempo de juego de


calle y fomentan el desarrollo de la inactividad deportiva.

•Orientar al jugador para crear criterios de decisión propios que surjan como
consecuencia de sus propias experimentaciones que le diferencien de los demás.
Hay que facilitar al jugador que desarrolle un estilo personal de juego, si es efectivo,
y no pulirlo para ajustarse a un modelo a priori ideal.

10.3. Preguntas de autoevaluación

•¿Cuáles son los elementos que se deben tener en cuenta en la ID?

•¿Qué elementos se deben tener en cuenta en el manejo de los factores estructurales


de la tarea? Enuméralos y razona la respuesta.

•Pon ejemplos de modificación del reglamento en el entrenamiento para condicionar


el objetivo de la tarea en deportes como baloncesto, balonmano o fútbol sala.

•¿Cuál es la diferencia entre CCE y CCI?

360
•Diferencia y explica los factores que determinan la dificultad de la tarea en función
de la percepción, la decisión y la ejecución.

•Resume y explica las principales diferencias entre las fases de adquisición motriz en
cuanto a dificultad entre principiantes, avanzados y expertos.

•¿Qué son las fases sensibles? Explica y resume las fases sensibles para las cualidades
físicas básicas: resistencia, fuerza, velocidad y flexibilidad.

•¿Cuáles son los factores que influyen en la emisión del CR?

•¿Cuáles son las funciones del entrenador en la emisión del CR?

•¿De dónde pueden provenir los errores en los gestos?

•¿Cuáles son las diferentes formas del CR?

•Explica los diferentes tipos de CR en función de su finalidad y pon un ejemplo de


cada uno.

•¿Qué partes tiene la sesión de entrenamiento? ¿Cuál es el objetivo del calentamiento?


¿Qué aspectos se deben tener en cuenta en la parte principal? ¿Cuál es el objetivo
de la vuelta a la calma?

•Resume y explica los aspectos favorables para el desarrollo de la creatividad.

10.4. Tareas prácticas

Diseña tareas bajo el siguiente formato eligiendo PM, TE, APTE y TT para conseguir el
objetivo propuesto de acuerdo con los factores expuestos con anterioridad:

361
362
Diseña sesiones bajo el siguiente formato de modo que el objetivo de la sesión se
trabaje de un modo progresivo, eficaz y coherente, teniendo en cuenta que la
competición es el sábado y de acuerdo con los factores indicados con anterioridad.

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370
Nos encontramos ante un capítulo en el que Iñaki, con coherencia y
conocimiento de causa, impulsa la idea de la educación deportiva de jóvenes
futbolistas desde el conocimiento del juego y no sólo desde la repetición o
imitación de acciones y gestos.

En la mano de los entrenadores de fútbol base está la posibilidad de contribuir


a que los jóvenes maduren deportivamente en un ámbito en el que la toma de
decisiones (buenas y rápidas) y la búsqueda de soluciones a las situaciones tan
dispares que nos ofrece este apasionante juego llamado FÚTBOL tengan un
lugar preferencial. En definitiva, el entrenador se encuentra ante seres
humanos con capacidades cognitivas complejas y no máquinas teledirigidas.

Resulta emocionante el trayecto y gratificantes los resultados.

José Luis Diezma Entrenador categorías inferiores del Real Madrid CF Exfutbolista
profesional: Real Madrid Castilla, Extremadura, Real Betis Balompié, Celta de Vigo
y Numancia

Con este capítulo Iñaki logra transmitirnos la importancia que conlleva un


adecuado diseño de tareas de enseñanza-aprendizaje dentro del contexto del
entrenamiento cognitivo, tareas en las cuales se hace imprescindible establecer
un plan de acción estructurado y específico sobre el feedback que debemos
hacer llegar al jugador, y que durante demasiado tiempo se ha dejado de la
mano de la improvisación por parte del entrenador. El texto asienta con
claridad unos pilares y unas guías que nos orientan hacia la construcción de un
entrenamiento realmente cognitivo que prepare al jugador a decidir, no sólo a
ejecutar.

Iván Madroño Entrenador categorías inferiores del Real Madrid CF

En la enseñanza actual muchos profesionales docentes de educación física abogan por


enseñanzas más enfocadas a la reproducción de modelos que a la interiorización del
pensamiento táctico. Son enseñanzas no cognitivas que se basan en el entrenamiento
físico-técnico, dejando de lado el componente cognitivo. En el deporte colectivo, el

371
proceso de interiorización táctico es esencial para el jugador, puesto que prácticamente
todas las acciones conllevan una toma de decisión.

En este sentido y siguiendo la propuesta de Vickers (2007), se persigue que la labor


del entrenador no busque sólo entrenar de modo general a través de ejercicios globales,
sino que también focalice parte de la práctica del entrenamiento al propio adiestramiento
de la decisión o enseñanza cognitiva.

CUADRO 11.1

Diferencias entre entrenamiento cognitivo y no cognitivo

Está demostrado que el jugador que decide bien compite mejor que el que se limita a
ejecutar bien. Los jugadores con experiencia son capaces de decidir antes y mejor que

372
los novatos, anticipando respuestas a situaciones vividas muchas veces. Por ello los
expertos son a la vez más eficaces y económicos en el esfuerzo.

Por estas razones el planteamiento desde la labor docente en los deportes colectivos
debe buscar que el proceso de experimentación en cuanto a decisión del deportista sea el
mayor posible desde edades tempranas, para conseguir deportistas expertos en decidir lo
antes posible.

11.1. Bases del entrenamiento cognitivo o del pensamiento táctico

La práctica enfocada al pensamiento táctico se rige por diferentes bases:

•Lo que los deportistas ven a la hora de realizar un ejercicio viene determinado por:

-Las limitaciones de su sistema visual y motor. El deportista experto localiza antes


los estímulos significativos para actuar que un deportista novato.

-Las condiciones específicas de la tarea. Las tareas en espacio reducido, con


presencia de compañeros y adversarios y con multitud de reglas que las
condicionan, presentan una dificultad mayor que las tareas en espacios amplios,
sin compañeros y sin condiciones reglamentarias.

-Las restricciones que presenta el entorno. Si las tareas se llevan a cabo con
incertidumbre no sólo del medio, sino también de la tarea, el entorno será un
condicionante para tener muy en cuenta a la hora de actuar y decidir.

•La atención visual de los deportistas se produce en situaciones específicas de las


tareas:

-Situaciones donde el objetivo visual se centra en encontrar un objeto determinado


en el campo de visión (p. ej., una canasta en un tiro libre).

-Situaciones de objetivo visual intermitente donde se ha de coordinar el cuerpo del


deportista o un implemento con un objeto, superficie, elemento objetivo o zona
objetivo (p. ej., el golpeo de una pelota de tenis que viene botando muy baja para
cortarla y dejarla cerca de la red).

-Situaciones tácticas que requieren el control de la atención visual sobre diversos


puntos espaciales del campo visual, entre los que se ha de atender a uno o varios
estímulos para que la acción tenga éxito. Estas situaciones combinan dos
subcategorías que se deben atender: la locomotriz y la de ataque y defensa. Con
ambas en juego el deportista debe ser capaz de extraer el significado de las

373
acciones dinámicas que se producen durante el desarrollo de la tarea (p. ej.,
carrera del defensa para interceptar un balón al que sólo va a llegar a anticiparse
al receptor si hace un esprint muy rápido).

•El entrenamiento antagónico al del pensamiento táctico, no cognitivo, tiene éxito a


corto plazo, pero los deportistas que se entrenan exclusivamente bajo este tipo de
entrenamiento no son capaces de lograr niveles altos de rendimiento a largo plazo, y
menos incluso si están sometidos a mucha presión.

11.2. Fases en el Entrenamiento Cognitivo (EC)

El entrenamiento cognitivo conlleva un diseño secuencial en fases que va a determinar las


tareas más adecuadas para el desarrollo táctico del individuo. Estas fases son:

1.Escoger la decisión que se pretende entrenar.

2.Diseñar un ejercicio o progresión de ejercicios que desencadene un aspecto


cognitivo.

3.Utilizar los instrumentos del Entrenamiento de la Decisión (ED) para entrenar la


decisión escogida.

CUADRO 11.2

EC basado en ED

374
11.2.1. Escoger la decisión que se va a entrenar

En primer lugar se requiere identificar las decisiones que los deportistas tienen que hacer
en competición. Cada decisión debe incluir una habilidad cognitiva que debe ir
emparejada con una habilidad táctica específica del deporte. Las habilidades cognitivas
que se podrían incluir serían las siguientes:

•Anticipación. Es la habilidad de predecir lo que va a ocurrir al prepararse para llevar


a cabo una habilidad técnica o táctica.

•Atención. Es la habilidad para seleccionar el estímulo correcto entre los diferentes


que presenta la acción de juego justo antes del momento de la acción.

•Concentración. Es la habilidad para detectar constantemente los estímulos correctos


sin distraerse por sucesos irrelevantes.

•Reconocimiento de indicios. Es la habilidad de extraer significado futuro de los


estímulos que se aprecian en el presente en la acción de juego.

•Recuperación de datos de la memoria. Requiere la habilidad para encontrar las


mejores soluciones para las condiciones cambiantes de la acción de juego. Estas
soluciones se rigen por el modelo de reconocimiento primario en la toma de decisión

375
de Klein (véase página 89).

•Resolución de problemas. Es la habilidad de transformar una situación-problema en


una situación-objetivo sin un método disponible de resolución para el individuo.
Esta habilidad puede ser desde rutinaria (abrirse en ataque y cerrarse en defensa)
hasta muy compleja (hacer un remate de chilena por primera vez, siendo la única
solución para acabar en tiro por la oposición existente).

•Toma de decisión. Es la habilidad de seleccionar una opción entre varias alternativas


que se presentan.

Las habilidades tácticas con las que podríamos asociar las habilidades cognitivas
podrían ser las diferentes que se presenten en el deporte. En el caso del fútbol se
tendrían en cuenta habilidades tácticas ofensivas como el pase y apoyo (véase página
186) o defensivas como la entrada (véase página 203). Como parte del proceso de la
acción de juego, la decisión conlleva un paso previo de percepción, por lo que ambas
habilidades tácticas se podrían enfocar desde ambas concepciones de forma
independiente o conjunta.

11.2.2. Diseño de ejercicios con indicadores de actividad cognitiva

La clave del diseño de los ejercicios reside en que cada uno ha de contener una habilidad
cognitiva de las expuestas en el punto anterior. Estas habilidades cognitivas surgen por
unos estímulos que actúan como indicadores de que ha existido una actividad cognitiva,
siendo éstos los que muestran al deportista y a su entrenador si se ha tomado la decisión
correcta cuando se lleva a cabo la habilidad táctica. Los indicadores son:

•Los objetos

•Las localizaciones que fija la mirada

•El número de fijaciones oculares

•La recuperación de datos de la memoria

•El tiempo de reacción

•La cinestesia

•El auto-entrenamiento por auto-evaluación

A) Los objetos

376
Estos estímulos funcionan como desencadenantes cognitivos que el entrenador puede
utilizar para ver si el deportista es capaz de detectar el estímulo correcto y utilizarlo antes
de su actuación táctica. Por ejemplo, en el desarrollo de la habilidad táctica
"conservación de balón" en fútbol, los jugadores deben decir el nombre del jugador
(objeto) hacia el que van a jugar el balón antes de recibirlo. Este indicador muestra que el
jugador está aportando datos cognitivos a la acción, como es la anticipación.

B) Las localizaciones que fija la mirada

Las proyecciones o localizaciones del campo visual funcionan como indicadores


cognitivos cuando los deportistas tienen que decir o indicar si han percibido el estímulo
antes de ejecutar la habilidad. Por ejemplo en el lanzamiento de un penalti, justo antes de
golpear el balón, se requiere que el jugador esté proyectando la mirada en el conjunto
portero-portería para cambiar el balón en función de hacia dónde se mueva finalmente el
guardameta. Con la tecnología actual se puede saber el punto exacto de la mirada del
sujeto mediante una aplicación denominada "eye tracker", por lo que, a través de un
indicador tecnológico, tanto el entrenador como el jugador pueden comprobar si
cognitivamente (visualmente) se está ejecutando correctamente la acción.

C) El número de fijaciones oculares

Como ya se explicó con anterioridad, las situaciones de la tarea en las que la vista
muestra una especial atención y que por tanto requiere de fijaciones oculares son tres:

•Situaciones que requieren una fijación ocular en el espacio (p. ej., en tiro al plato hay
que fijar visualmente el plato para disparar).

•Situaciones que requieren fijaciones oculares intermitentes para coordinar el cuerpo o


implemento con objetos, espacios, etc. (p. ej., el putt en golf requiere de fijaciones
oculares intermitentes entre el hoyo y la bola).

•Situaciones tácticas que requieren un número variable de fijaciones oculares


coordinadas entre los desplazamientos locomotrices del sujeto y las acciones
técnico-tácticas (p. ej., en la defensa de un córner en fútbol se tiene que mirar al
balón y al atacante de forma alternativa y constante para tener siempre referencia
de ambos estímulos).

D) La recuperación de datos de la memoria

Con mucha frecuencia, los deportistas no son capaces de recordar las soluciones
dadas a estímulos conocidos; situaciones bien aprendidas, pero que no se han entrenado

377
con profundidad. Por esta razón es necesario que el entrenamiento de estas soluciones no
se deje exclusivamente en manos del deportista, sino que se trate de trabajar en la
práctica con frecuencia (p. ej., si en una acción a balón parado se marca una jugada en la
que el jugador más alto tiene que ir al primer palo para arrastrar a la defensa y no lo
hace, no se dará una acción consecuente intencionada en la jugada, como puede ser que
otro jugador aproveche el espacio que queda en el segundo palo para ir al remate). En
este caso el desencadenante cognitivo relativo a la memoria del jugador que iba al primer
palo ha podido fallar.

E) El tiempo de reacción

Según sea la tarea se puede requerir que el deportista cambie entre habilidades
almacenadas en la memoria dentro de ciertos límites de tiempo (p. ej., un jugador de
fútbol que ha entrenado para salir al fuera de juego, pero que reacciona tarde a la salida
de su defensa habilitando a un jugador contrario, ha de reaccionar rápidamente para
perseguir al jugador habilitado).

D) La cinestesia

Requiere que los deportistas alcancen un sentido extra para una determinada posición,
acción técnica o suceso particular (véase información propioceptiva: pág. 107) (p. ej., los
jugadores de baloncesto en un tiro libre desarrollan un "feeling" particular mediante el
cual suelen saber tras el lanzamiento, y antes de que la pelota toque el aro, si el balón va
a entrar o no).

G) Auto-entrenamiento por auto-evaluación

En muchos casos, los propios deportistas, y no exclusivamente el entrenador, han de


tomar decisiones sobre cómo deberían entrenar. Es decir, a veces se puede pedir al
deportista que investigue sobre sus propios errores para que un día o dos antes del
entrenamiento sugiera una posible estrategia de entrenamiento ante el error particular que
pueda tener (p. ej., a un lanzador de penaltis que lleva una mala racha se le puede sugerir
que averigüe por propia iniciativa cuál puede ser la causa de sus errores y cuál debería
ser la estrategia aplicable. Obviamente la decisión final será del entrenador).

11.2.3. Utilización de los instrumentos del ED para entrenar la decisión

Los instrumentos del ED son un conjunto de procedimientos que organizan el


entrenamiento de forma que se desarrolle en el deportista el sentido cognitivo. De hecho,
muchas veces el entrenamiento ha de "cansar" más mental que físicamente para ser

378
realmente cognitivo. Las herramientas que se utilizan son:

A) Práctica variable

En este tipo de práctica el deportista debe desarrollar una habilidad con diferentes
variaciones que se aproximen a la competición, de modo que dicha habilidad no se
entrene de forma aislada de la realidad competitiva mediante un único con texto de
entrenamiento. Así, en un entrenamiento de fútbol, un concepto principalmente
biomecánico, como puede ser el tiro en el lanzamiento de penalti, no sólo se puede
practicar con el único requerimiento de ser gol, sino que también puede darse mediante
condicionantes añadidos como:

•Golpear con diferentes superficies (p. ej., "sólo vale tirar con el interior de la pierna
no dominante).

•Búsqueda de la precisión más que de la potencia (p. ej., "sólo vale si el balón da en
el lateral de la red").

•Con búsqueda de engaño al portero (p. ej., "sólo vale si el tiro va al lado contrario al
que se tira el portero").

Por tanto, este instrumento del ED consigue aumentar el conjunto de posibilidades


cognitivas ante un simple hecho técnico-táctico, como puede ser el lanzamiento de penalti
para intentar igualar la dificultad competitiva al entrenamiento.

B) Práctica de combinaciones sucesivas

El deportista aprende a combinar clases de ejecuciones que por separado son


biomecánicamente diferentes, pero que la competición asocia de manera sucesiva, una
detrás de la otra, en la mayoría de situaciones en que aparece la primera. De ahí que
surjan multitud de estudios cuantitativos en los deportes colectivos para tratar de
cuantificar y buscar las asociaciones entre acciones técnicas y tácticas. En el fútbol, la
acción técnica "control" puede determinar a posteriori:

•En la mayoría de las ocasiones, un pase.

•Una conducción.

•Un regate.

Mediante estas combinaciones surgen asociaciones populares de los entrenadores


como: "toco y apoyo", "toco y me voy", "robo y toco", etc. Estas voces no son más que

379
asociaciones que surgen de la competición de un modo indirecto y cuyo entrenamiento
busca una lógica de la mano del entrenador. Las combinaciones han de ser pragmáticas
para el juego, de modo que se desaconseja entrenar el "control y tiro de chilena" porque
rara vez se producirá, a no ser que se busque una acción magistral, que queda al alcance
de jugadores únicos y extremadamente creativos.

C) Feedback cualitativo progresivo

El feedback puede ser de dos tipos: intrínseco y extrínseco

•El intrínseco se refiere al resultado cognitivo que se deriva de la ejecución de un


movimiento cuando la información sensorial es procesada por el propio individuo
que lo realiza.

•El extrínseco, denominado también conocimiento de resultados, es la información


procedente del exterior tras la ejecución del movimiento, que puede venir del
entrenador, el vídeo, el análisis biomecánico, etc.

El entrenamiento tradicional recurre, y ha recurrido siempre, a ofrecer mucho


feedback extrínseco correctivo, es decir, niveles elevados de correcciones técnicas o
tácticas con el objetivo de mejorar el rendimiento, independientemente de la edad, del
nivel de adquisición motriz o del nivel competitivo. En cambio, una de las tendencias
actuales aconseja el feedback extrínseco cualitativo, es decir, aquel que se reduce y
retrasa a medida que el nivel de adquisición aumenta para dejar que el feedback
intrínseco aumente su función.

Al utilizar este tipo de feedback, el deportista tiene la opción de desarrollar su


actividad de un modo cada vez más independiente y libre de la necesidad constante de
feedback extrínseco. Este modo de proceder novedoso también plantea diversos
cuestionamientos y dificultades:

•Para los entrenadores que necesitan resultados a corto plazo, este tipo de feedback
no produce mejoras en el rendimiento que buscan, ya que obtienen grandes
beneficios con paciencia y asimilación por parte del deportista.

•Algunos deportistas con mucha dependencia del entrenador se pueden sentir


rechazados cuando se reduce el nivel de feedback extrínseco, y se espera
pacientemente para favorecer el uso del intrínseco. De este modo, y sin quererlo,
los entrenadores pueden encontrarse con problemas de comunicación con algunos
deportistas que se sienten ignorados sin darse cuenta de que se requería de ellos una
participación activa implícita.

380
•Al reducir el feedback extrínseco, los entrenadores no saben si los deportistas están
evolucionando intrínsecamente o si están tomando las decisiones oportunas, por lo
que los deportistas podrían estar empleando el tiempo en averiguar por qué el
entrenador les ignoró, en vez de en su propio beneficio. Por esta razón se diseñaron
las cuestiones auto-evaluativas.

D) Cuestiones auto-evaluativas

Cuando se utiliza el feedback extrínseco cualitativo, ese retraso a propósito en la


emisión del conocimiento de resultados por parte del entrenador debería contener una
serie de preguntas de éste al deportista. Este modo de proceder incrementa la
comunicación verbal de un modo constante y no sólo hace que el deportista no se sienta
ignorado, sino que se vea involucrado en un esfuerzo cognitivo que mejora su ED.

Las cuestiones auto-evaluativas son el instrumento mas exigente para el docente en su


aplicación, ya que requiere un alto nivel de conocimiento del deporte y el desarrollo de
habilidades para escuchar, que a menudo son nuevas para los entrenadores. El hecho de
desarrollar la habilidad para realizar preguntas, así como aprender a escuchar las
respuestas, de modo que se den respuestas motivadoras y efectivas de cara a la tarea,
lleva su tiempo. El objetivo es desarrollar un repertorio de preguntas que analicen las
dimensiones críticas para rendir a gran nivel y así eliminar la instrucción directa y
exclusiva en la que el entrenador dice siempre lo que hay que hacer proporcionando
feedback continuo sin dar opción al deportista a pensar sobre su acción práxica.

E) Vídeofeedback

Es un instrumento mediante el cual los deportistas observan su propia actuación


práxica. Esta forma de proceder se diferencia del "vídeo modelo" porque los deportistas
se ven a sí mismos, y no a otro deportista, representando el estereotipo motor para un
determinada cualidad técnico-táctica. Los estudios indican que el hecho de mostrar
aisladamente a los deportistas el vídeo de su actuación no causa ninguna mejora
inmediata, ya que el registro del vídeo ofrece demasiada información de repente, con lo
que un ojo no entrenado no es capaz de captar e interpretar toda esa cantidad de
información. En cambio, si se presenta ante deportistas con conocimiento previo, el
vídeo-feedback tiene muchos efectos positivos sobre el aprendizaje.

Este conocimiento previo requiere un período de adaptación al instrumento de un


mínimo de cinco semanas, en el cual el deportista aprende a focalizar la atención y
seleccionar la información más relevante en cada caso.

La realidad indica que este instrumento no se utiliza en los niveles iniciales del

381
deporte, donde el número de deportistas tiende a ser mayor. De hecho, muchos
entrenadores entienden que este instrumento requiere mucho tiempo de preparación y
abandonan su uso o lo utilizan muy esporádicamente, lo cual no es útil. La mejor forma
de solventar este problema es adaptándose al nivel de adquisición deportivo, económico
y de tiempo que el entrenador tenga.

En caso de no ver posible el uso del vídeo-feedback, se puede utilizar el feedback


cualitativo progresivo junto con las cuestiones auto-evaluativas. El entrenador puede
aplicar estos instrumentos, tras una sesión de vídeo, con la realización del estereotipo
motor o gesto modelo, donde se identifican las partes esenciales del movimiento y se dan
consejos para la mejora. Tras varias ejecuciones prácticas, los deportistas pueden
analizar sus propios vídeos en relación con el vídeo inicial y responder a las preguntas
que indique el entrenador. Así, el entrenador podrá saber si los deportistas son capaces
de ver las diferencias en cuanto a técnica, timing y toma de decisión entre su propia
ejecución y la del modelo.

F) Información inicial exigente en asimilación

La tendencia tradicional en la enseñanza de gestos técnicos o en la asimilación de


acciones tácticas es la de ir de lo simple a lo complejo mediante progresiones que suelen
estar lejos de lo que el deporte exige en la realidad competitiva. Mediante estas
progresiones, los entrenadores se centran en la técnica y en el propio cuerpo del
aprendiz, obsesionándose con que adquieran exclusivamente las habilidades básicas del
deporte en primer lugar. Por esta exclusividad, los deportistas jóvenes muchas veces no
logran avanzar a niveles superiores en cuanto a habilidades tácticas en las que real mente
se ha de rendir si se quiere ser competitivo. Este tipo de enseñanza exclusivamente
técnica se basa en una incorporación de información inicial fácil en cuanto a asimilación,
que aísla indirectamente al ejecutante de la realidad competitiva.

Los entrenadores han de entender que la asimilación exclusiva de los fundamentos


básicos del deporte como único paso al siguiente nivel para garantizar el éxito puede ser
un gran error. Se debería por tanto seguir una estrategia que desarrolle un modo de
instrucción equilibrado entre los fundamentos básicos y conceptos tácticos algo más
difíciles. En los deportes colectivos, competir significa conseguir ser mejor que el
contrario en un marcador, y en la gran mayoría, la técnica está al servicio de la táctica.
¿De qué sirve tener un jugador que domina todos los gestos técnicos si no los sabe
aplicar al juego? Por otro lado, ¿de qué sirve un jugador que decide todo bien si no tiene
recursos técnicos para llevar a cabo lo que piensa? Por estas razones, el entrenamiento
en el deporte colectivo debe ser dual, no sólo centrarse en lo básico (habitualmente
técnica) para inmediatamente pasar al "partidillo" sin un enfoque táctico previo.

382
En este modo de instrucción equilibrado entre técnica básica y conceptos tácticos más
difíciles, el deportista en iniciación debe comenzar con un enfoque cognitivo y
conceptual. La enseñanza de las habilidades técnicas debe ser continua a la vez que se
intercalan modelos y simulaciones de rendimientos técnico-tácticos elevados a través de:

•Vídeos sobre acciones estereotipadas (modelos).

•Proyectos o tareas para resolver en casa donde se resuelven conceptos técnico-


tácticos (deberes).

•Trabajos de búsqueda en Internet.

•Sesiones de preguntas y respuestas donde se pide a los deportistas que analicen


situaciones determinadas y aporten soluciones.

Según aumenta el nivel de ejecución del deportista, se deberían incluir las habilidades
en contextos tácticos a través de deporte reducido, deporte condicionado y mini-deporte
hasta tareas muy similares a la competición real. Si el ejercicio no es capaz de incluir lo
que sucede tácticamente en la competición, es mejor que se utilice con menos frecuencia
en favor de ejercicios que conlleven dicha competición. De este modo, por ejemplo en
fútbol, en vez de tener a los niños aprendiendo controlpase en filas enfrentadas, la
disposición del ejercicio debería requerir que dos jugadores enfrentados aprendieran
control-pase por parejas marcando gol en una portería de conos, o intentando dar a un
cono para alejarlo. A partir de ahí se podría progresar al 2:1, 2:2, siempre finalizando con
el objetivo del tiro, de modo que las habilidades de control-pase se aprendan en un
contexto donde el ataque-defensa esté orientado y estructurado en una dirección, la
portería contraria.

La utilización del vídeo de un modelo de reproducción técnico-táctica superior dentro


de este tipo de instrucción se produce principalmente por el descubrimiento de las
"neuronas espejo". Diversos estudios reflejan que, cuando un deportista observa la
acción de otro, el sistema de neuronas espejo, localizado en los lóbulos frontal y parietal,
comienza una función de imitación que está presente desde el nacimiento. Por tanto, la
utilización de secuencias de vídeo con habilidades complejas para deportistas en
iniciación puede ser beneficiosa siempre y cuando se realice durante un período de entre
4 y 7 semanas de adaptación.

G) Enfoque externo de enseñanza

Cuando un entrenador utiliza un enfoque interno en la enseñanza, se centra en el


cuerpo y en la técnica que se debe llevar a cabo para determinado deporte. Cuando se

383
utiliza el enfoque externo, la atención se focaliza en los objetivos de la tarea y en los
objetos específicos o localizaciones que hay que tener en cuenta del ambiente. El
enfoque externo aplicado al fútbol interpretaría para la acción técnica defensiva de la
entrada algo más que instrucciones eminentemente técnicas como: "Has de entrar con el
centro de gravedad bajo, con el interior de ambos pies, etc.". El enfoque externo instruye
marcando: "El objetivo es recuperar el balón, pero se debe tener en cuenta si estamos en
campo propio o rival, si se tiene cobertura, si no se tiene cobertura hay que temporizar
cerca del atacante a un metro máximo de distancia y, fundamental, ir al suelo como
última opción".

Como se ve, el enfoque externo mira de fuera a dentro, dando consignas particulares
para tomar decisiones en función de lo que se percibe. El enfoque interno es
independiente de lo que hay en el juego y se centra sólo en la ejecución técnica aislada.
En este sentido, con el objetivo de mejorar el enfoque interno, surge un nuevo método
de entrenamiento denominado Entrenamiento de la Visión Deportiva (EVD), diseñado
para mejorar el sistema visual en cuanto a agudeza, percepción de profundidad y
sensibilidad al contraste. El principal problema es que el entrenamiento de estas
cualidades oculares se realiza mediante tareas artificiales en condiciones de laboratorio,
demostrándose que son poco efectivas fuera de este contexto, que es donde realmente se
efectúa su entrenamiento.

Cuando se entrena con un enfoque externo, la evaluación y el entrenamiento se


realizan sobre la hierba, el parqué, la moqueta o en cualquier lugar donde el deportista
entrene. De este modo, los sistemas perceptivo y cognitivo se entrenan e interactúan con
el sistema locomotriz dentro del contexto visuo-motriz que se produce en el deporte en
cuestión.

11.3. Ejemplo práctico de EC en el fútbol: pase y apoyo

Se han de seguir las fases que se indican para el EC.

A) Escoger la decisión que se pretende entrenar

Como entrenador se pretende que el futbolista incorpore la decisión de apoyar


siempre que ejecute un pase para dar continuidad ofensiva al poseedor del balón. Se
recuerda que la decisión debe incluir una habilidad cognitiva asociada a la habilidad
táctica. De entre las diferentes habilidades cognitivas expuestas, en este caso se busca
asociar la concentración al pase y apoyo respectivamente. Se recuerda que la
concentración es la habilidad para detectar constantemente los estímulos correctos sin
distraerse por sucesos irrelevantes.

384
B) Diseñar un ejercicio o progresión de ejercicios con un aspecto cognitivo

En primer lugar se han de escoger los tipos de tarea adecuados, así como el proceso
metodológico. El descubrimiento guiado de la escuela americana, aunque se designe para
sesiones, se puede aplicar a tareas como parte de una sesión.

CUADRO 11.3

Ejemplo de ejercicio con un aspecto cognitivo

385
La técnica de enseñanza se realizará mediante la búsqueda. El tipo de tarea elegido es
una posesión con orientación donde el objetivo es crear en el futbolista un entorno donde
surjan muchos estímulos que puedan dificultar la percepción de los estímulos correctos.
Así, una tarea de aplicación global polarizada II con tres equipos interactuando puede
servir.

C) Utilizar los instrumentos del Entrenamiento de la Decisión (ED) para entrenar la

386
decisión escogida

En este caso se han de emplear la mayor cantidad posible de instrumentos del ED:

• Práctica variable y práctica de combinaciones sucesivas:

En el ejercicio se pueden introducir reglas que condicionen el aspecto táctico y el


cognitivo en cuanto a variabilidad y dificultad, favoreciendo la práctica de
combinaciones sucesivas.

En el pase y apoyo se puede obligar al apoyo a ir al espacio o al jugador:

-Si el pase es adentro y se va al espacio, hay que ir a una subzona distinta de la que
contiene al receptor del balón.

-Si el pase es adentro y se va al jugador, hay que ir a la subzona que contiene al


receptor del balón guardando distancia con él.

-Si el pase es afuera y se va al espacio, hay que ir a uno de los lados de la zona de
mediocampo aledaños al lado en que recibe el receptor.

-Si el pase es afuera y se va al jugador, hay que ir al lado de la zona de


mediocampo a la que se jugó el balón guardando distancia.

En el pase y apoyo se puede obligar a buscar el pase tras la realización de una


conducción de dentro afuera si se recibe dentro o al revés si se recibe fuera. Esta
combinación sucesiva, control-conducción, para buscar el pase debe ser rápida,
observando al jugador destino con el que se va a jugar, el cual puede estar lejos del
campo de visión. De este modo, se favorece la aparición de otra combinación
sucesiva como es la conducción-regate.

• Información inicial exigente en asimilación, cuestiones autoevaluativas y feedback


cualitativo progresivo.

La información que se tiene que aportar de entrada no debe ser meramente


técnica en relación con el pase, sino que incorpora el apoyo como elemento táctico
para aprender. De este modo, se explicará: "En la conservación de balón, el hecho
de que el poseedor del balón cuente con un mínimo de 3 apoyos en cualquier zona
del campo otorga al equipo seguridad en su estilo de juego y reparto de esfuerzos".

Sin dar muchas pistas, se insta a los jugadores a comenzar el ejercicio


explicando que hay que estar concentrado en el balón, en la búsqueda del apoyo al

387
jugador que va a combinar conmigo, de modo que siempre se juega al apoyo sin
balón, bien sea con el balón recién jugado o jugado hace 2 o 3 pases. La dirección
de los pases y el cómo se realizan los apoyos lo puede determinar la propia tarea en
los jugadores:

Buscamos secuencias de pase, si soy blanco apoyo a negro al espacio al


jugador para recibir el balón, busco a gris, juego con gris y le apoyo al espacio o
al jugador. ¿Entendido?

Una vez orientada la tarea, la coordinación entre los técnicos para observar y dar
feedback es esencial ya que, si no hay una observación de calidad, el propósito de
entrenar la decisión es nulo. Cada uno debería tener objetivos de observación, bien sean
espaciales (observar un semicampo), grupales (equipo negro) o individuales (jugadores en
particular).

En cuanto a la emisión del feedback, se establecen 3 tiempos de actuación durante el


ejercicio de 5 minutos con paradas de 1, 2 y 2 minutos para realizar cuestiones
autoevaluativas.

En la primera repetición de 5 minutos se debería dar feedback casi nulo para observar
los patrones de respuesta de los jugadores ante la información inicial. En la primera pausa
de 1 minuto se harían cuestiones autoevaluativas relativas a errores tácticos en el apoyo
muy marcados que pueden derivar en conductas incorrectas en la siguiente repetición.
Los fallos leves no son motivo de la primera parada:

-¿Cuál es el objetivo del ejercicio?

-¿Lo estoy haciendo bien?

-¿Llega el apoyo correctamente al poseedor del balón?

-¿Cuántos apoyos sin jugar el balón recientemente he sido capaz de hacer?

-¿Hablo más con el cuerpo o con la boca?

-¿Doy líneas de pase correctas?

Sin dar opción a respuesta por parte de los jugadores, se comienza la segunda
repetición de 5 minutos. En esta repetición la mayoría de los jugadores mejorará en el
apoyo, por lo que hay que comenzar a dar feedback sobre el apoyo tanto para los
jugadores que reaccionan bien en sus respuestas a las cuestiones autoevaluativas como
para los que no.

388
Una vez terminada la segunda repetición, se entra con más detalle a preguntar sobre
la concentración y posibles fallos leves:

-¿Tardo mucho en encontrar alguien a quien apoyar?

-¿Cuando recibo el balón y me viene el primer apoyo, tardo mucho en encontrar un


apoyo final al que tengo que dar el balón?

-¿En cuántos momentos del ejercicio me he perdido o me he desorientado?

-¿Veo rápido con quién voy a jugar, pero el pase no llega con la precisión que
debería?

Se da opción a respuestas por parte de los jugadores que se intentan resolver de


forma parcial para acabar de asimilar en la última parte del ejercicio.

Lo normal es que durante la última realización la mejora sea notoria en cuanto al


apoyo y a la concentración, por lo que el feedback debe ser eminentemente
cualitativo hacia errores que los jugadores generen en cuanto a concentración o
apoyo.

Cuando termine la repetición se debe pedir a los jugadores su impresión sobre lo


aprendido, iniciando con preguntas a los más distraídos durante la tarea para ver si
han asimilado correctamente la información. Tras las impresiones, es momento de
constatar los porqués de las preguntas.

• ¿Cuál es el objetivo del ejercicio?:

El objetivo del ejercicio es dar apoyo, para recibir un pase mientras observo
donde jugaré el balón al final.

• ¿Lo estoy haciendo bien?:

Lo estoy haciendo bien si consigo dar muchas líneas de pase que me permitan
servir de apoyo a jugadores con balón. Si con balón soy capaz de jugar con el
color asignado de forma precisa mientras me viene el apoyo del que jugó
conmigo, estoy demostrando estar concentrado en el juego.

• ¿Llega el apoyo correctamente al poseedor del balón?:

Si el poseedor del balón me escucha que le doy el apoyo, pero no me ve,


puede que no esté dando una línea de pase correcta, para lo que debo ver
siempre el balón.

389
• ¿Cuántos apoyos sin jugar el balón recientemente he sido capaz de hacer?:

Si he conseguido dar más de 20 apoyos de calidad sin balón en 5 minutos, en


el ejercicio el trabajo ha sido suficiente, aunque siempre se puede mejorar.

• ¿Hablo más con el cuerpo o con la boca?:

Si hablas con el cuerpo y recibes balones, estás haciendo bien los apoyos,
aunque si es al revés, debes ver si pides el balón sin dar línea de pase, lo cual es
poco solidario.

• ¿Doy líneas de pase correctas?:

Para dar una línea de pase correcta debo ver que en la línea imaginaria entre
el balón del poseedor y yo, de entrada, no hay nadie, y después que nadie que no
esté inicialmente pueda estar perfilado para interceptar el balón.

• ¿Tardo mucho en encontrar alguien a quien apoyar?:

Cuando estoy sin balón he de buscar constantemente gente con balón del
equipo que me tiene que pasar y avisarles tanto con el cuerpo como con la voz
de que soy un apoyo útil. Para eso debo anticipar posibles apoyos que dan éstos
a jugadores para recibir o apoyos de éstos al jugador con el que tenían que jugar
finalmente, ya que es el paso previo a que jueguen conmigo.

• ¿Cuando recibo el balón y me viene el primer apoyo, tardo mucho en encontrar un


apoyo final al que tengo que dar el balón?:

Si cuando estoy con el balón en los pies tras el primer apoyo del jugador que
jugó inicialmente conmigo, tardo mucho en conseguir el apoyo, he de ir buscando
el apoyo final incluso antes de que me venga el inicial. Eso no significa que deba
ir mirando al campo todo el tiempo, sino que debo aprovechar los momentos en
que el balón va y viene para observar y, cuando el balón esté cerca, he de
coordinar mi cuerpo y mi vista con el balón para controlarlo. Cuando esté
controlado puedo volver a revisar si el apoyo que encontré sigue libre o si he de
buscar otro.

• ¿En cuántos momentos del ejercicio me he perdido o me he desorientado?:

En el ejercicio, no perder la concentración es esencial. En el caso de que nos


hayamos perdido una vez no pasa nada, pero 2 o 3 veces ya requiere aislarse y
centrarse más en la actividad.

• ¿Veo rápido con quién voy a jugar, pero el pase no llega con la precisión que

390
debería?:

El objetivo inicial está conseguido, pero no hay una coordinación entre lo que
quiero y lo que puedo hacer, lo que he de potenciar el aspecto técnico del pase o
bien interpretar si son fallos de precipitación.

• Vídeo-feedback y enfoque externo

Si se quiere observar específicamente algún caso particular, el hecho de observar


desde fuera del cuerpo del individuo el aspecto más táctico que el técnico en este
caso sería posible principalmente mediante un vídeo-feedback. El registro y edición
de los entrenamientos en vídeo es laborioso y requiere de trabajo muchas veces
extra para el propio entrenador si no cuenta con este tipo de colaboración en el club,
pero es muy aconsejable para tareas globales donde el control sobre la actividad es
más difícil para observar con detenimiento la realización del trabajo y la asimilación
de las tareas. Tras editar y revisar, el vídeo es un buen modo de análisis de errores
si se pone en común con los jugadores de manera individual para errores
individuales y de manera grupal si algunos errores individuales se repiten.

Como conclusión y según De Mata (1992), en esta estructura de trabajo en la


que se resalta la selección de información para la toma de decisión, se exponen los
cuatro criterios teórico-prácticos en los que se basa el entrenamiento integral:
Humanización, Tecnificación, Planificación y Racionalización. El hecho de
estructurar un trabajo de esta manera significa configurar los componentes técnicos,
humanos, de pensamiento y de acción.

11.4. Criterios sobre la corrección en la decisión

Cuando se habla de si una decisión es correcta o no en una aplicación a las acciones de


juego, esa decisión ha de superar varios filtros contrastados por expertos. La experiencia
es el conjunto de vivencias sobre decisiones tomadas con éxito en situaciones
determinadas. Analizar estos procesos no es posible con la tecnología actual y se deriva
hacia la búsqueda de jugadores y entrenadores expertos para observar situaciones
concretas e indicar qué decisiones son las más correctas.

Siguiendo la propuesta de Refoyo Román (2001) a través de un instrumento validado


por 17 expertos en baloncesto, se hace una aproximación a situaciones tácticas frecuentes
en el fútbol. Se determina si la decisión es correcta o no, sin entrar a valorar el grado de
corrección. El contexto de juego se sitúa siempre en campo contrario para el ataque y en
campo propio para la defensa.

Esta aplicación sobre la corrección de la decisión se condiciona a través de situaciones

391
de juego concretas: superioridad ofensiva, inferioridad defensiva e igualdad defensiva y
ofensiva. Todas las situaciones se contemplan desde una posición de ventaja/desventaja
numérica y posicional. El número mínimo de jugadores para provocar todas las acciones
tácticas posibles en ataque y en defensa en fútbol es tres; luego se van creando
situaciones hasta un máximo de tres jugadores por equipo para indicar las situaciones
motoras que se podrían dar: 1:1, 2:1, etc.

CUADRO 11.4

Situaciones tácticas posibles en el fútbol con un máximo de 3 jugadores por equipo

11.4.1. Jerarquía de criterios de acción en función del balón y la ventaja

Saber lo que hay que hacer según las situaciones que se plantean es lo más difícil de
entrenar en el fútbol. Dos situaciones similares pueden tener muchas interpretaciones,
pero hay diversos factores que son comunes y sobre los que se incide: el balón y la
ventaja. En este caso se toma siempre como referencia el jugador con balón.

A) Criterios ofensivos

•Progresar. Es el primer criterio ofensivo de ventaja y se aplica como la posibilidad de


progresar con el balón o tirar si el defensa no se opone al avance o tiro.

•Regate. Es el segundo criterio ofensivo de ventaja y se aplica si el jugador con balón


realiza un cambio de ritmo o dirección (posible regate) que le sitúe en una nueva
línea de tiro o progresión en el caso de no poder aplicar el primer criterio, ya que el
defensa cubre esa línea de tiro o progresión.

392
•Pase. Es el tercer criterio ofensivo de ventaja y se aplica si existe mejor ventaja con
respecto al atacante con balón de un compañero sin balón, sin necesidad de
arriesgar con el segundo criterio. En este caso se realiza un pase al compañero con
mejor situación de ventaja.

B) Criterios defensivos

El hecho de encontrarse en situación defensiva determina que, al no tener el balón, se


esté en desventaja frente al rival porque no hay posibilidad de atacar. La organización de
criterios para recuperar la posición de ventaja debería ser progresiva:

•Temporizar. El primer criterio defensivo indica que, antes de intentar robar, hay que
tapar al jugador con balón para limitar su posible tiro o progresión, temporizando
defensivamente y vigilando un posible pase para interceptarlo, que sería la única
posibilidad de recuperación bajo este criterio.

•Entrar. El segundo criterio defensivo marca que si para intentar recuperar el balón se
está en disposición directa de hacer una entrada, puesto que existe cobertura física,
se puede proceder a realizarla. Si el jugador se ha visto superado cerca de la
portería sin cobertura, su última opción es hacer una entrada por el suelo (tackle).

•Cobertura física. El tercer criterio defensivo indica que, si se marca a un jugador sin
balón, hay que estar en posición de cobertura física ante la posibilidad de que el
defensa del atacante con balón se vea superado, vigilando al jugador atacante sin
balón y el posible pase para interceptar.

•Fuera de juego. El cuarto criterio defensivo señala que el defensor puede provocar el
fuera de juego del compañero sin balón del atacante con balón dando un paso hacia
delante antes de un posible pase entre los atacantes.

•Replegar. El quinto criterio defensivo indica que, si no hay posibilidad de anular el


avance del contrario mediante la aplicación de uno de los criterios anteriores, hay
que replegarse por detrás de la línea de balón lo antes posible.

11.4.2. Aplicación de los criterios ofensivos al Juego

En el caso que ocupa la principal atención de esta sección, en la aplicación de los criterios
ofensivos al juego se contemplan diferentes situaciones de ventaja en igualdad y
superioridad numérica.

A) Superioridad numérica 1:P

393
En el 1: P se aplica el primer criterio ofensivo, por lo que el jugador con balón tendría
que avanzar para tirar si está en posición lejana a la portería o simplemente tirar si se
encuentra en posición cercana a ésta.

B) Superioridad numérica 2:1+P

En el 2:1+P, la superioridad numérica marca una ventaja numérica inicial de jugadores


de campo donde la dificultad táctica se presupone menor para los atacantes, pero se le
une el inconveniente del tiempo limitado en que esa situación numérica se puede
mantener, por lo que las acciones se deben hacer con velocidad. Cuanto mayor es la
exigencia en cuanto a velocidad de percepción, decisión y ejecución, mayor es la
dificultad para precisar en el resultado de ese proceso (la ejecución).

En este 2:1+P, se puede progresar con el balón si se hace efectiva la ventaja numérica
y posicional del atacante con y sin balón sobre el defensor, teniendo como posibilidad
principal el tiro o la progresión hacia portería contraria:

•Si no se obtiene esa ventaja inicial, la aplicación del regate para alcanzar una ventaja
posterior (superioridad posicional) mediante un cambio de ritmo o dirección que
sitúe al atacante con balón con ventaja para avanzar o tirar sería recomendable sólo
si la aplicación del tercer criterio (pase) se anulara por una posible posición de fuera
de juego del atacante sin balón.

-En el caso de que el atacante proceda con el regate debido a la posición de fuera de
juego de su compañero atacante, es decir, haga un cambio de ritmo o dirección
con el que supere a su defensor directo, se encontrará en superioridad posicional
y numérica 1:P o 2:P. En este caso el atacante debe decidir entre progresar, tirar o
pasar al compañero.

-En el caso de que el atacante proceda con el pase, ha de hacerlo si sitúa al


compañero atacante en situación de 1:P ya que, si no, se volvería a la misma
situación inicial y se favorecería el repliegue del contrario.

C) Superioridad numérica 3:2+P

En el 3:2+p, como en el 2:1+P, la superioridad numérica determina una ventaja


numérica inicial de jugadores de campo donde la dificultad táctica se presupone menor
para los atacantes, pero existe también el inconveniente del tiempo limitado en que esa
situación numérica se puede mantener, e incluso la mayor dificultad por la presencia de
oposición (dos defensores), por lo que las acciones se deben hacer aún con mas
velocidad que en el 2:1+P.

394
En el 3:2+l? se pueden definir varias situaciones en el desarrollo del tiempo. Si se da
la posibilidad de aplicar el primer criterio, se puede: tirar, progresar o aplicar el segundo
criterio (regate) o el tercero (pase):

•Si no hay posibilidad de progresar, es recomendable la aplicación del tercer criterio


(pase) si se deja al jugador con balón como mínimo en una situación favorable de
2:1+P, siempre y cuando no esté en posición de fuera de juego.

•Si tras valorar el pase se opta por aplicar el segundo criterio (regate) y se realiza con
éxito, es decir, el jugador hace un cambio de ritmo o dirección y supera a su
defensor, el jugador con balón se puede encontrar en una situación de 3:1 donde
puede aplicar cualquiera de los tres criterios. Para no posibilitar la permuta del
defensor superado, lo preferible es aplicar el tercer criterio (pase) si el compañero
no está en posición de fuera de juego y se queda en una situación mínima de
ventaja de 1:P.

D) Igualdad numérica 1:1+P

En el 1:1+P ofensivo se aplica el primer criterio (progresar o tirar) si se obtiene


ventaja sobre el defensor. En caso de no obtener ventaja se aplicaría el segundo criterio
(regate). No hay posibilidad de tercer criterio.

E) Igualdad numérica 2:2+P

En el 2:2 ofensivo se aplica el primer criterio si hay ventaja de los atacantes sobre los
defensores para que se realice el tiro o la progresión hacia portería contraria.

•En caso de no obtener esa ventaja inicial, se podría aplicar el segundo criterio
(regate) o el tercero (pase):

-Si se aplica el regate con éxito, se obtiene una situación de superioridad posicional
y numérica mínima de 2:1+P, si el segundo defensor llega a tapar la línea de tiro o
progresión. En este caso se procedería como se explicó con anterioridad.

-Si se aplica el pase, se debería buscar con una intención posterior de cambiar el
ritmo para favorecer una pared o alguna otra solución táctica que desequilibre el
equilibrio numérico y posicional.

F) Igualdad numérica 3:3+P

En el 3:3 ofensivo se atiende inicialmente al primer criterio.

395
•Si no hay posibilidad de realizar el primer criterio de progresión, se podrá aplicar el
segundo criterio (regate), que no sería el más recomendable porque arriesgaría el
balón frente a mejores soluciones. En caso de que el regate tuviera éxito, se
dispondría una situación de 3:2+P con superioridad numérica y posicional ya
explicada con anterioridad.

•Si se aplica el tercer criterio (pase), se haría con dos finalidades, progresar o ampliar:

-Si se progresa, se debe intentar conseguir una situación mínima de igualdad 2:2+P,
o de ventaja de 2:1+P.

-Si se amplía se busca la posibilidad de conseguir una superioridad en banda mínima


de 2:1+P.

11.4.3. Aplicación de los criterios defensivos al Juego

En este caso se focaliza la atención en la aplicación de los criterios defensivos al juego a


través de situaciones de desventaja en igualdad e inferioridad numérica.

A) 1:1+P

El 1:1+P defensivo determina a priori la desventaja de poder aplicar pocos criterios


por la falta de cobertura física y del fuera de juego. La aplicación de la temporización es
la mejor opción para esperar que algún defensor en repliegue llegue en la ayuda. La
aplicación de la entrada es muy arriesgada y se ha de estar seguro de que se va a robar el
balón, ya que en el caso de verse superado el defensor, se posibilita un 1:P.

B) 2:2+P

En el 2:2 defensivo se temporiza con mayor posibilidad de hacer una entrada y robar
si existe cobertura física. Si no la hay, el jugador que marca al atacante con balón tiene
que limitarse a temporizar tapando la línea de tiro o progresión. El segundo jugador
defensor debe vigilar al jugador atacante sin balón y estar en disposición tanto de aplicar
la cobertura física del primer defensor para salir a tapar a éste si se ve superado como de
aplicar la cobertura del fuera de juego. También ha de estar atento al posible pase para
tratar de interceptar.

C) 3:3 + P

En el 3:3+P es fundamental que, ya que existe una organización posicional defensiva,


se trate de robar sin prisas y en el momento preciso. La aplicación del primer criterio de

396
temporización se debe dar siempre y, una vez frenado el avance, se debe procurar aplicar
el resto de criterios. La entrada que se puede realizar siempre que haya cobertura física,
junto con la coordinación de los jugadores defensores de los atacantes sin balón para
posibilitar el fuera de juego son las premisas del éxito en la recuperación del balón en esta
situación.

Si la aplicación de la entrada supone que el defensor se vea superado, la cobertura


física ocupará su posición y el defensor superado replegará por detrás de la línea de
balón a posición de cobertura física del compañero que salió a tapar. El tercer defensor
siempre se mantendrá atento a coordinarse con el resto de defensores para el fuera de
juego y a interceptar posibles pases. Esta situación de desequilibrio por una mala entrada
posibilita una situación temporal de inferioridad posicional o numérica 3:2+P que se
explica con posterioridad.

D) 2:1+P

La premisa es mantenerse en situación de desventaja el menor tiempo posible


aplicando la temporización y tapando la línea de progresión a portería durante el tiempo
que dure esa situación de inferioridad numérica. El defensor debe tratar de minimizar la
desventaja, por lo que puede tratar de orientar al atacante con balón hacia un lado que
aísle la situación a un 1:1 o anticiparse a un posible pase entre los atacantes saliendo al
fuera de juego.

E) 3:2+P

La situación defensiva debe procurar cumplir todos los criterios defensivos. En primer
lugar, se debe temporizar para frenar la progresión. La cobertura física posibilita la
entrada que, si se roba y toca rápido hacia delante, genera una situación ofensiva con tres
jugadores contrarios menos. El defensa que cubre al jugador sin balón y vigila el posible
pase ha de estar atento para tratar de dejar en fuera de juego a uno de los jugadores que
puede recibir el balón. En caso de verse superado uno de los defensores, se aplicará la
cobertura con el consiguiente repliegue y permuta del jugador superado a la posición del
jugador que salió a tapar. Si este repliegue no es rápido, la situación será de mayor
desventaja con un 3:1+P.

11.4.4. Criterios de decisión según la acción táctica ofensiva

A) Superioridad numérica

CUADRO 11.5

397
Sucesión de criterios según la táctica ofensiva en superioridad numérica

398
B) Igualdad numérica

399
CUADRO 11.6

Sucesión de criterios según la táctica ofensiva en igualdad numérica

400
401
11.4.5. Criterios de decisión según la acción táctica defensiva

A) Igualdad numérica

CUADRO 11.7

Sucesión de criterios según la táctica defensiva en igualdad numérica

402
403
B) Inferioridad numérica

CUADRO 11.8

Sucesión de criterios según la táctica defensiva en inferioridad numérica

404
405
1.5. Preguntas de autoevaluación

•¿Cuáles son las diferencias entre el entrenamiento cognitivo y el no cognitivo?

•Resume y explica las bases del EC.

•Determina cuáles son las fases en el EC. Dentro de cada fase indica los elementos
más importantes.

•¿Cuál es la diferencia entre atención y concentración?

•¿Cuál es la diferencia entre la anticipación y el reconocimiento de indicios?

•¿Qué es la recuperación de datos de la memoria como habilidad cognitiva?

•Diferencia entre la resolución de problemas como habilidad cognitiva y como PM.

•¿Cuáles son los indicadores que se deberían presentar tras el diseño de un ejercicio
con actividad cognitiva?

•Enumera y explica los instrumentos del ED para entrenar la decisión.

406
•¿Qué es la información inicial exigente en asimilación?

•¿Qué es el enfoque externo de enseñanza?

•Determina la jerarquía de criterios ofensivos y defensivos en la toma correcta de


decisiones.

•Plantea situaciones de juego en inferioridad, igualdad y superioridad numérica sin


superar los 3 jugadores por equipo y establece si las decisiones son correctas o no
de acuerdo con los criterios de decisión expuestos en el capítulo.

11.6. Tareas prácticas

Diseña una tarea con el objetivo de EC, como en el ejemplo expuesto en el capítulo, para
un deporte colectivo y siguiendo el mismo formato. Recuerda que cada objetivo táctico
debe llevar emparejado una habilidad cognitiva que hay que entrenar con unos
indicadores cognitivos que se deben observar.

407
408
409
Un jugador ¿"nace" o "se hace"?, es una de las preguntas más comunes respecto a los
futuros futbolistas de élite.

Ambas condiciones se tienen que dar para la obtención de jugadores de primer nivel,
ya que el talento sin trabajo o el trabajo sin talento son combinaciones abocadas al
fracaso.

Uno puede y debe observar las cualidades que necesita un chico para progresar, a la
hora de seleccionar futbolistas con posibilidades de jugar al más alto nivel; tales como la
condición técnica, la física y, en menor medida, la táctica, pero que nadie dude de que en
el parámetro decisivo en la evolución y progreso del chico intervendrá algo que a primera
vista es más difícil de ver, el carácter, el afán de superación, la humildad, algo que, a
veces, con dosis menores de talento lo lleva a cotas inimaginables.

Como dijo Pitágoras: "Para alcanzar el éxito, la actitud es tan importante como la
habilidad", ¿o es que acaso el trabajo, la constancia, el método, la organización y el
esfuerzo no son talento...?

Julen Lopetegui Entrenador Real Madrid Castilla Temporada 2008-2009 Exdirector


del Departamento Internacional de Ojeadores del Real Madrid CF. Exfutbolista
profesional: Real Madrid Castilla, UD Las Palmas, Real Madrid CF, CD Logroñes, FC
Barcelona y Rayo Vallecano

Son muchos los equipos que hoy en día tratan de seleccionar a los jugadores con
mayores posibilidades de alcanzar un rendimiento elevado. La competencia entre los
equipos por seleccionar a dichos jugadores es enorme. En ello no sólo aparecen
implicados aspectos deportivos, sino la mayoría de las veces aspectos económicos y
sociales. Por ello, es preciso profundizar en este ámbito, tratando de conocer todas
aquellas variables que pueden condicionar la toma de decisión. Sin duda, el presente
capítulo contribuye a aclarar estos aspectos, analizando el problema desde diversas
perspectivas.

Alberto Lorenzo Entrenador categorías inferiores del Estudiantes de Baloncesto Profesor


del Inef de Madrid

410
12.1. El talento en un deporte de equipo como el fútbol

El talento se identifica positivamente como una cualidad o conjunto de cualidades que


destacan a un sujeto, dentro de un conjunto.

Las cualidades o aptitudes van a estar presentes en los individuos durante toda su vida
pero, en cambio, su mayor o menor desarrollo dependerá de las tareas para las que
determinadas aptitudes sean requeridas.

La labor del scouter o "caza-talentos" no es otra que la de predecir si un jugador, de


acuerdo con la observación de ciertas habilidades y comportamientos, posee ciertos
rasgos necesarios y únicos para la práctica de cierta especialidad.

Los problemas en la captación de talentos se organizan en tres puntos:

•El talento en el deporte no es estable, es mutable y muy dinámico, por lo que en


muchos casos requiere de paciencia e intuición.

•Los observadores deben tener una capacidad muy entrenada a la hora de evaluar los
talentos. Son pocos los detectores de jugadores con proyección que no se dejan
llevar por primeras impresiones.

•La observación de los jugadores no puede ser aislada del contexto competitivo, ni
fundamentada sólo en partidos de prueba, ha de conseguir un término medio.

Estos problemas hacen que el cometido del scouter tenga más éxito cuanto más
precoz sea la detección, o lo que es lo mismo, sea capaz de identificar potencialidades en
el jugador que no se perciben pero que están ahí, y que por tanto adelantan información
sobre la maduración del individuo en relación con sus iguales en edad y sexo.

Si pensamos que el papel de los entrenadores y ojeadores se limita a observar y


seleccionar, podríamos caer en un error. En muchos casos la principal preocupación de
los padres que llevan a sus hijos a un proceso de selección es que les "miren bien", y
llevarse, tanto en caso positivo como negativo, un buen feedback por parte de los
observadores y entrenadores acerca de sus hijos.

Es por eso que en las principales escuelas de fútbol del mundo existen personas
dedicadas exclusivamente a ello, scouters con unos protocolos y una capacidad de
observación previamente entrenada.

En este sentido el ojo entrenado del scouter se debe acompañar de instrumentos y


datos que generen la detección adecuada, de lo cual se carece en la mayoría de escuelas,

411
bien por falta de medios o bien por ignorancia.

Por otro lado, la labor de detección no se debería ceñir tan sólo a pruebas analíticas,
ni tampoco a ver a los chicos en partidos de prueba. Si sólo nos ceñimos a este tipo de
prueba, habrá que advertir la posibilidad de que surjan falsos positivos o falsos negativos.

El protocolo de selección debería cumplir unas fases de filtrado, que van asociadas
muy íntimamente a la filosofía de juego del país, del club o de la escuela.

En algunas canteras los jugadores se fichan de acuerdo con un esquema de juego y


unas características específicas, por lo que el jugador ha de ensamblarse a esas aptitudes
requeridas.

FIGURA 12.1. Evaluación estadística en competición.

412
Por ejemplo, en el caso del Ajax de Ámsterdam, referencia del fútbol holandés, los
jugadores se numeran por posiciones y se han de adaptar al 1-3-4-3. Cada posición en
este esquema tiene unas características determinadas que debe cumplir y los ojeadores
están entrenados para captar aptitudes necesarias para cada posición.

Caso similar al FC Barcelona, cuyo fundamento, influenciado por el paso del


entrenador holandés Johan Cruyff, deriva en que los jugadores se han de adaptar al 1-4-
3-3, esquema de juego del primer equipo.

En el Real Madrid no se requiere una adaptación a un esquema, aunque se


determinan unas bases metodológicas y de contenidos que generen jugadores con
principios técnicos y tácticos que construyan un estilo de juego "made in Real Madrid",
por lo que la captación converge en función de este modelo.

Un caso particular es el del programa olímpico para el fútbol en EE UU. El Estado se


divide en 4 zonas: Oeste, Sur, Medio-Oeste y Este. Cada zona posee un centro de
entrenamiento para los equipos de la academia olímpica divididos por edades. En estos
equipos, los jugadores compiten al nivel más alto representando a la región, al estado, o
al equipo nacional en función de su nivel. Su objetivo fundamental es enfrentarse a los
mejores jugadores, y ser seleccionados para equipos regionales, nacionales o
universitarios.

Como vemos, el niño juega en la actualidad para ingresar en una escuela, naciendo
prácticamente estructurado a una forma determinada de entender el fútbol. Es por tanto a
veces contradictorio ingresar en una escuela, y olvidarse de la calle, si lo que se pretende
es ganar la capacidad de competir. La generación actual de jugadores no es muy
competitiva, ya que en muchos contextos se ha perdido el fútbol de la calle, donde en
principio con un motivo social y al final por un motivo competitivo, se veían niños de
diferentes edades aprendiendo y jugando unos con otros.

¿Qué cualidades se distinguen en los futbolistas?

Hay determinadas cualidades morfológicas y funcionales que pueden caracterizar a


los futbolistas y que se ordenan de mayor a menor según su grado de modificación:

•Índice de masa grasa e índice de masa muscular.

•Potencia aeróbica.

•Fuerza muscular.

•Destreza técnico-táctica.

413
•Flexibilidad.

•Velocidad.

•Estatura.

La mayoría de entrenadores coinciden al determinar que para que un jugador sea


destacable en el fútbol debe presentar atributos de tipo:

•Técnico: pase, regate, control y tiro.

•Táctico: inteligencia motriz en situaciones de partido.

•Psicológico: mantenimiento del control emocional en situaciones de estrés.

•Socio-emocional: hábitos de trabajo, entorno familiar, equilibrio entre el fútbol y


otras actividades.

Si los atributos positivos superan a los negativos, hemos de comenzar a perfilar al


jugador de modo que mejoremos sus virtudes y corrijamos sus defectos.

En función de la escuela en la que el niño se desarrolle, se dará más importancia a


unos aspectos o a otros. Por ejemplo, en el caso del Ajax, el perfil de jugador busca el
TIPS:

•Técnica.

•Inteligencia.

•Personalidad.

•Speed (velocidad).

Estas 4 características son las que definen al jugador de fútbol según el modelo
holandés. Como se observa, este modelo destaca la técnica sobre la táctica, aunque
requiere de la inteligencia (factor táctico de decisión) para desarrollar esa técnica. De
entre las cualidades físicas básicas, se destaca la velocidad sobre la resistencia o la
fuerza, aunque ya sabemos que la relación entre fuerza y velocidad es realmente
estrecha. La personalidad es la "caja de cambios" del futbolista. Si el jugador no es capaz
de reaccionar ante situaciones de ansiedad y presión con determinación y constancia,
puede llegar a anular los demás aspectos.

12.2. Identificación objetiva de las capacidades técnico-tácticas del futbolista

414
El hecho de valorar lo más objetivamente posible las capacidades técnico-tácticas de un
jugador pasa por tratar de aislar al jugador de cualquier tipo de inhibición debida a
ansiedad, nervios, vergüenza o similares.

El entorno va a condicionar gran parte de las observaciones que podamos llevar a


cabo en los futbolistas, por lo que el tener en cuenta el lugar, la situación psicosocial, la
experiencia previa, etc. nos puede ayudar a entender comportamientos diferentes a lo
esperado en el caso de falsos negativos o positivos.

Habitualmente, la identificación técnico-táctica se puede realizar en cinco contextos


diferentes:

•Jugador en su hábitat natural o equipo de origen.

•Jugador a prueba junto a otros chicos de prueba por propia elección.

•Jugador a prueba junto a otros chicos de prueba por convocatoria.

•Jugador a prueba en el equipo destino.

•Jugador del equipo, evaluado para el siguiente año.

A) Jugador en su hábitat natural o equipo de origen

El jugador suele mostrarse al natural, y se le observa en partidos de su equipo donde


generalmente destaca siempre que no se sienta observado o no se le haya comunicado la
presencia de algún observador. En este caso las condiciones observadas responden a un
alto nivel de fiabilidad.

B) Jugador a prueba junto a otros chicos por propia elección

El grado de condicionamiento del jugador aumenta porque se encuentra con la


incertidumbre del grado de competitividad al que se enfrenta y el tiempo de observación
que el scouter le va a dedicar, ya que habrá muchos jugadores como él. De todos modos,
dado que la elección de probar corre por su cuenta, se hace patente el "tengo mucho que
ganar y poco que perder", por lo que el grado de fiabilidad de observación es aceptable.

C) Jugador a prueba junto a otros chicos por convocatoria

El jugador sufre una responsabilidad inconsciente; ha sido seleccionado y le puede


pesar. El grado de competitividad va a ser alto y probablemente la tarea ante la que se
encuentre sea un partido junto con otros chicos de su edad, con el número óptimo de

415
jugadores para observar. Probablemente le saquen de su posición original, donde
destacaba mucho en su club de origen, y se tendrá que adaptar a otras situaciones. En
este caso la habilidad del entrenador de pruebas determinará el que los chicos se
muestren tal como son. Se considera importante desmitificar el momento de prueba y
acercarse lo más posible a sus clubes de origen tanto en el trato como en la referencia a
ellos por su nombre. Las tareas para una aproximación técnico-táctica al jugador deben
de ir de lo más analítico a lo más global finalizando en el partido real.

D) Jugador a prueba en el equipo destino

En este caso, es donde más estrés se puede generar en el jugador. El entrenador ya es


el entrenador destino y el tiempo de observación es más largo, pero más exigente. El
entrenador ha de diseñar tareas donde se pueda evaluar con el juego, y de la manera más
inconsciente posible para el jugador, los diferentes atributos técnicotácticos.

Tareas como el mini-fútbol van a poner al jugador en un mayor número de


situaciones donde tendrá que decidir. Una vez superadas estas tareas, habrá que ir al
fútbol condicionado para sacar inconscientemente las cualidades técnico-tácticas.

E) Jugador del equipo evaluado para el siguiente año

Finalmente, el jugador que ya está en cantera se puede ver amenazado por la llegada
de un nuevo jugador para su posición y reaccionar aumentando su nivel de
competitividad, o bien disminuyéndolo. Es necesario que el entrenador haga una
evaluación individual de sus jugadores cada mes para que no pierda información
importante. También es conveniente que cada jugador tenga al menos otro jugador en su
posición que eleve el nivel de competitividad por puesto.

12.2.2. ¿Qué se valora en los Jugadores?

Existen diversos ejemplos en las escuelas internacionales de fútbol a este respecto. Como
ejemplo de escuela avanzada en este aspecto, en la Federación de Fútbol de Finlandia se
evalúan las diferentes cualidades técnico-tácticas que se muestran en el cuadro 12.1 con
una valoración numérica subjetiva de 1 a 10 (Santisteban, 1998).

Estas valoraciones, junto con los ítems que se muestran en el cuadro 12.2 sobre la
calidad de los entrenamientos, el volumen de entrenamientos y factores psicosociales, se
valoran en conjunto. El global de ítems lleva a una conclusión de resultados en la que se
determina el valor medio de los diferentes grupos de ítems y se aporta una valoración del
talento en potencia (cuadro 12.3).

416
CUADRO 12.1

Valoración técnico-táctica subjetiva de la Federación de Fútbol de Finlandia (FAF)

CUADRO 12.2

Valoración de la calidad y volumen de entrenamiento según la FAF

Este global de valoraciones determina la proyección a corto plazo del jugador con
base en unos estándares por lo que, aunque no se consiga saber si el jugador llegará a ser
profesional, se puede alcanzar una impresión en el presente del estado del mismo y su

417
contexto.

CUADRO 12.3

Conclusión de valoraciones de la FAF

12.2.3. ¿Cómo se observan estos ítems?

La observación de estos parámetros suele corresponder a ojos entrenados de scouters.


Una forma habitual de detección de talentos reside en la observación exclusiva de la
competición, dado que en la mayoría de las ocasiones no se puede contar con el tiempo
suficiente como para llevar a cabo pruebas técnico-tácticas más específicas.

Pero, en cambio, en ciertas escuelas de alto nivel, el jugador que es convocado para
probar, o el que opta por probar, es observado bajo protocolos de prueba en los que el
scouter recibe mayor información desde el punto de vista técnico-táctico.

Por ejemplo, en el caso del programa olímpico de fútbol en EE UU, un día de prueba
involucra:

•Actividades técnicas de calentamiento y tareas técnicas específicas diseñadas para


demostrar las habilidades técnicas.

•Fútbol reducido con equipos de 3, 4 o 5 jugadores con lo que el proceso de


percepción y decisión (proceso táctico) es más frecuente.

•Fútbol 11:11 con modificación de las posiciones de juego de los jugadores en relación
con sus posiciones en los equipos de origen para ver su capacidad de adaptación a
otros puestos que posiblemente requieren diferentes capacidades técnico-tácticas.

•Fútbol 11:11 en las posiciones definidas en sus clubes de origen.

Los jugadores, una vez superadas las pruebas, o tras ser fichados desde clubes de
otro barrio, región o país, comienzan el más importante de los procesos: la adaptación.

418
La adaptación es lo que otorga a un futbolista la posibilidad de salir adelante en un
núcleo colectivo extremadamente competitivo. En ese instante comienza la carrera del
"año a año".

Todas las escuelas indican signos de peligro comunes en las valoraciones año a año y
que preocupan a los scouters sobre jugadores con buen nivel técnico y táctico:

•Informes negativos sobre actitud o comportamiento.

•Jugadores sobreexplotados mentalmente a edades muy tempranas con grandes cargas


de ansiedad y responsabilidad.

•Motivaciones basadas inicialmente en lo material y económico en vez de en la


esencia lúdica del juego.

La materia prima es importante identificarla, obtenerla, tratarla y cuidarla. Si tenemos


grandes jugadores y no sabemos cuidarlos, la aparición de estos signos puede frenar años
y años de trabajo y desarrollo.

12.3. Valoración de los aspectos psicológicos del deportista

A la hora de seleccionar un talento futbolístico, muchos entrenadores y docentes afirman


que el aspecto más importante que se debe considerar es el aspecto psicológico, y lo
hacen mediante un gesto característico con el que apuntan el "dedo índice hacia la cabeza
dando golpecitos contra la sien".

Todos tienen claro que en dicho "alojamiento" se esconde el centro de todo


movimiento y que desde allí se rigen todas las conductas, pero se suele caer en una
interpretación muy general, ya que se engloban en un mismo conjunto características
distintas que sí que pueden tener un continente común en esa "cabeza".

419
FIGURA 12.2. Importancia del "alojamiento de las conductas motrices".

Es importante distinguir entre aspectos de tipo cognitivo, emocional, volitivos y de


relación ya que, aunque se pueden asociar, poseen diferencias. Estas características
vienen determinadas por varios puntos, y en el deporte, van a ser mucho más
específicas.

Por tanto, se exponen en la figura 12.3 conceptos específicos para diferenciar:

420
FIGURA 12.3. Aspectos para diferenciar dentro de las conductas motrices.

A) La personalidad

Cuando se dice que un futbolista tiene personalidad, se emite indirectamente un juicio


positivo hacia él, ya que se considera que ante una situación conflictiva, su capacidad de
resolver el problema tiende a favorecer sus intereses en beneficio propio o del conjunto,
y siempre independientemente de sus emociones.

En el deporte colectivo, donde las situaciones de relación entre compañeros,


adversarios, árbitros, entrenadores, etc. crean conflictos continuos, el manejo adecuado
de los mismos pasa principalmente por lo que denominamos "tener sangre fría".
Habitualmente el jugador que es capaz de independizar emoción de acción suele actuar
en su beneficio y en el del conjunto en este tipo de situaciones.

La personalidad del individuo determina su modo de verse en relación con los iguales,
siendo una representación de sí mismo hacia los demás a través de su aplicación
cognitiva. Su comportamiento, en relación con el entorno físico y social, irá en función
de sus determinantes psicofisiológicos.

B) El temperamento

421
El temperamento se considera como un fenómeno específico de la personalidad que
queda enmarcado dentro del terreno de las emociones y la sociabilidad.

Cuando apuntamos que alguien tiene una personalidad muy fuerte, emitimos un juicio
ambivalente, ya que se puede leer que el sujeto buscará resolver los con flictos hacia su
favor, pero independientemente del modo de conseguirlo y en muchos casos perdiendo la
objetividad en la resolución de los mismos, ganando la emotividad al raciocinio. En este
caso la personalidad se refleja a través del temperamento, ya que se ve influenciada por
las emociones.

C) El carácter

La individualidad del sujeto, su forma de afrontar los conflictos que lo diferencia de


los demás, se denomina carácter. Se puede decir que el carácter es único del sujeto y que
responde a su conducta en función de los comportamientos que se observan en él.

Por tanto, y tal como se observa en la figura 12.4, se puede indicar que la
personalidad incumbe cognición y comportamiento del sujeto en relación con el entorno,
mientras que el temperamento dota a esta personalidad de una característica subjetiva
expresada por las emociones, pudiendo ser positivo o negativo. El carácter es la
expresión individual, bien del temperamento o bien de la personalidad, si hay presencia o
no de la emoción, respectivamente.

422
FIGURA 12.4. Diferencia entre personalidad, temperamento y carácter.

Por ejemplo, un jugador de fútbol con gran capacidad de decisión y un alto grado de
inteligencia motriz que va perdiendo en un partido recibe insultos continuos por parte del
contrario y se revuelve con una acción violenta sobre su adversario. El árbitro lo expulsa
y limita a su equipo en la posibilidad de remontar. En este caso, por mucha capacidad de
decisión del jugador dentro del juego, su comportamiento no actúa con independencia de
la emoción en esta situación de conflicto y cae en la provocación, consiguiendo lo
contrario a lo esperado por sus características. Su per sonalidad presenta mayor
incidencia del componente social que del cognitivo y se refleja negativamente a través de
un temperamento marcado fundamentalmente por una respuesta psicobiológica de
sudoración, elevación del ritmo cardíaco y reacción al insulto con la agresión. La misma
respuesta entre dos futbolistas siempre será distinta, es decir, el resultado puede ser el
mismo: la agresión, pero el modo en que ese resultado se produzca será característico de
cada uno y vendrá definido por su carácter.

12.32 La personalidad del futbolista

La competición de fútbol altera los mecanismos de comportamiento habitual de cualquier


persona. El entorno en que se introduce nada más pisar el campo de juego la induce a un
pensamiento común a cualquier deporte: ganar.

Un futbolista que va a hacer la compra con su mujer un sábado por la mañana a un


establecimiento no va a intentar llegar el primero a la fila de la pescadería, puesto que el
entorno no determina una competición. La personalidad del futbolista va a ser la misma
en ambos casos, en cambio el entorno puede modular la presencia o no del
temperamento.

El futbolista, ante una competición próxima, genera un cambio indirecto en su


comportamiento emocional, y depende de la acción voluntaria que ejerza con su
componente cognitivo sobre su propia emoción.

Es aquí donde el fenómeno de la visualización se hace patente, técnica que utilizan


muchos deportistas en entrenamiento de forma voluntaria para elevar su grado de
activación ante grandes citas, exportándose mentalmente a entornos competitivos.
También sucede lo contrario cuando, una vez que van a empezar la competición, desean
rebajar su estado de ansiedad exportándose a estadios vacíos o entornos que generen
menor ansiedad. En este caso, el componente cognitivo domina al entorno y requiere un
aporte de atención y concentración muy elevado por parte del futbolista.

Este tipo de personalidad, que se genera de acuerdo con entornos complejos como los

423
que marca la competición, desarrolla unos rasgos diferentes en el deportista con respecto
al ciudadano medio.

En el fútbol, según las conversaciones contrastadas con técnicos destacados de


escuelas de élite, los rasgos de personalidad que identifican a un talento mentalmente son:

•Capacidad de superación personal

-Conocimiento de virtudes y limitaciones personales.

-Capacidad de autocrítica sin "autoflagelación".

•Alto grado de inteligencia motriz

-Asimilación rápida de conocimientos teóricos y prácticos.

-Preguntar ante el desconocimiento sin miedo a ser humillado.

•Alto grado de inteligencia emocional

-Conocimiento de sí mismo emocionalmente en entorno social

-Interpretación y expresión de sus sentimientos en entorno competitivo

-Grado de control emocional en entorno social y competitivo.

12.32. Capacidad de superación personal

Fundamentalmente viene determinado por la predisposición del futbolista a aprender, que


está íntimamente relacionada con la motivación con que parte el futbolista ante el
entrenamiento y la competición.

La motivación es lo que determina el éxito base de cualquier actividad, sea


competitiva o de entrenamiento. Si un jugador "quiere pero no puede" se puede
solucionar con el entrenamiento. En cambio, si un jugador "puede pero no quiere", el
problema tiene una evaluación mucho más profunda que a veces, si el futbolista no es
una posible "estrella emergente", no se le va a prestar mayor atención, y deriva en un
abandono prematuro.

Se considera por tanto fundamental el establecimiento de objetivos realistas en el


contexto en el que actuamos los entrenadores. En una escuela de barrio, el objetivo se
centra en que la motivación genere en los chicos volver al día siguiente para seguir
entrenando, por lo que el objetivo lúdico debería ser preponderante. En una escuela de

424
élite, el simple hecho de pertenecer a ese grupo selecto asegura una motivación inicial
que el entrenador y el jugador tendrán que mantener ante la dificultad que puede crear el
exceso de exigencia y la no superación por la dificultad de las tareas o de las
competiciones. Los sujetos que autogestionan, en mayor grado que otros, su motivación
sin necesidad de estímulos procedentes del entrenador o de la familia habitualmente se
crean una autonomía muy valorada desde el punto de vista del detector de talentos.

A) Autoconocimiento de virtudes y defectos

En función de la edad, el conocimiento que tiene cada futbolista de sí mismo es


distinto, aunque a veces los futbolistas más jóvenes sólo prestan atención al juego más
que a lo que les ocurre a ellos mismos, lo cual no sólo es lógico, sino que debe de ser así.

Consideramos que una edad aproximada donde la capacidad de reflexión se ha de


comenzar a trabajar es a los 12 años. El niño debe empezar a interpretar sus acciones y
autoevaluarlas de modo que tenga claro en qué puntos se debe esforzar más para
desarrollarlas, y en cuáles está aventajado y ha de mantenerlos.

Obviamente la labor del entrenador en este caso es fundamental y ha de buscar


fórmulas que le garanticen la construcción de futbolistas autónomos, reflexivos y críticos
en vez de sujetos dependientes y autómatas.

425
FIGURA 12.5. Feedback competitivo.

A) Capacidad crítica y autocrítica sin "autoflagelación"

Es necesario fomentar una actitud crítica desde edades tempranas tanto si la tarea, el
entrenamiento o el partido ha ido bien como mal. Consideramos un error realizar análisis
de situaciones sólo cuando un partido ha salido mal.

Los jugadores que presentan esta capacidad focalizan la atención de los docentes
porque en función de la edad, pueden determinar una madurez previa. El problema
fundamental radica en los casos en que lo niños repiten lo que escuchan de las
declaraciones de futbolistas profesionales y pueden llegar a equivocar al entrenador en la
percepción de su grado de madurez.

Otros niños, ante la recompensa verbal por parte del docente hacia una posible
autocrítica grupal de un compañero, pueden tender a mimetizarlo, elevando el grado de
crítica y llegando a veces a exceder la negatividad de todo lo ejecutado, lo cual no es
verídico y puede confundir.

426
Esta facultad, bien identificada por parte del entrenador, suele converger en la
determinación de líderes del equipo, que son capaces de identificar problemas y de dar
incluso soluciones. Potencialmente arma al futbolista con una herramienta reflexiva que
le ayudará a comprender mejor sus evoluciones.

12.3.4. Alto grado de inteligencia motriz

La inteligencia motriz en el caso del fútbol se denomina psicomotriz, ya que el individuo


ha de interpretar significados y establecer indicios en el juego que le lleven a tomar
decisiones en un corto espacio de tiempo.

En este caso, este término se asocia totalmente al de pensamiento táctico, donde la


capacidad de percibir y decidir del jugador es el aspecto más valorable antes que el de la
ejecución. De este modo, se priorizan la idea y el proceso al resultado.

A) Asimilación rápida de conocimientos teóricos y prácticos

Esta inteligencia motriz se hace patente cuando hay una transferencia rápida de lo
aprendido en la pizarra a lo que se realiza en el campo de entrenamiento. Una vez
desarrollado el concepto en el entrenamiento, se busca la aplicación directa a la
competición. El rendimiento a nivel motor en relación con la capacidad intelectual es muy
fuerte en las primeras etapas del desarrollo.

En un club de élite, el asimilar conceptos rápidamente requiere que el futbolista esté


preparado para asumir más, y esto es lo que provoca la evolución del futbolista en la
temporada de trabajo.

El signo de la falta de evolución en ciertos futbolistas es que, ante un mismo concepto


enseñado 3 meses antes, la mitad del grupo lo ejecute correctamente y la otra mitad
tenga dificultades. Ese problema determina que el grado de asimilación diferencia a unos
sobre otros, más aun si los conceptos sobre los que se trabaja se superponen.

En cambio, en una escuela de barrio donde no se buscan los resultados, la asimilación


tardía de conceptos no supondrá tanto problema, ya que no existe una celeridad en el
aprendizaje de las mismas, ni una búsqueda de la excelencia.

B) Pregunta ante el desconocimiento sin miedo a ser humillado. El problema del sí, sí
que es no, no

Otro de los signos importantes dentro del aprendizaje, que pueden derivar en una
asimilación incorrecta de conceptos o no asimilación, es la de aquellos futbolistas que,

427
ante las dudas, generan más dudas por falta de determinación a la hora de enseñar sus
posibles limitaciones.

En muchas ocasiones, ante la pregunta de: "¿Lo tenemos claro?", responden con un
sí, sí... que en realidad es no, no... Este hecho, si se produce continuamente, debe hacer
plantearse al entrenador la posibilidad de que el jugador tenga complejos o si la
metodología, el estilo de enseñanza utilizado y, sobre todo, el manejo de feedbacks ante
los errores en las tareas son los correctos con ese determinado jugador.

Muchas veces, por no quedar en evidencia, los jugadores no preguntan, aun a pesar
de no tener las cosas claras. En cambio, aquellos jugadores que independientemente de
cualquier situación exprimen al docente, a base de preguntas lógicas y con sentido, suelen
expresar su ambición por aprender por encima de los demás.

Se hace hincapié en que las preguntas sean lógicas y con sentido porque en ciertas
ocasiones se dan preguntas retóricas por medio de las cuales el niño intenta elevar su
protagonismo con respecto al grupo, simplemente por hacerlas. Esta figura de niño suele
pertenecer al fenómeno denominado como "pelota".

12.3.5. Alto grado de inteligencia emocional

Se define como el grado de interacción entre la parte cognitiva y la parte emocional que
permite una canalización de ambos conceptos hacia el desarrollo eficiente de la práctica
deportiva, de modo que ninguno prevalezca sobre el otro.

A) Conocimiento de sí mismo emocionalmente en el entorno social

El entorno social del pequeño futbolista viene determinado por:

1. La familia. Es uno de los núcleos fundamentales para el cuidado y correcto


desarrollo del futbolista. Cuando los niños sienten que los padres son parte activa de
su práctica deportiva, se encuentran más cómodos y motivados, por lo que la
duración de su vida deportiva en edades tempranas es más longeva.

Los principales promotores de las actividades deportivas, sobre todo en edades


más avanzadas, son los padres que guían a los hijos hacia el fútbol.

2. El colegio. Los niños pasan mucho tiempo en el ambiente escolar. Tanto el


profesorado como los compañeros actúan permanentemente en el plano emocional
y cognitivo, desarrollando la inteligencia emocional del niño. En función del estilo de
enseñanza aplicado por los docentes se puede buscar más o menos la aportación del

428
jugador a la clase y el establecimiento de situaciones donde la capacidad cognitiva
se vea condicionada por el estado emocional.

En una clase de educación física, el docente puede plantear tareas donde se


someta al niño a jugar con un condicionante emocional que pueda limitar su
respuesta cognitiva.

En el ejemplo de la figura 12.6 se plantea una competición de fútbol como el


"rey de la pista" en la que los jugadores se eligen entre sí para jugar por equipos y
donde las reglas de juego se condicionan a que cada partido perdido suponga
"descansar". Este planteamiento conlleva que tanto en la elección previa como en el
desarrollo del juego se produzca un conflicto continuo entre lo cognitivo y lo
emocional, ya que, de entrada, la selección no va a ser por afinidad de amistad, sino
por eficacia de cara a conseguir jugar el mayor tiempo posible.

Por otro lado, los roles que desempeñe el niño dentro del grupo escolar de
amigos van a delimitar mucho su grado de conflicto cognitivo-emocional. El hecho
de ser líder enfrentará al niño con un mayor número de circunstancias conflictivas
en su grupo, y su capacidad de decisión se desarrollará en mayor grado que si se
asume un rol subordinado.

429
FIGURA 12.6. Determinación de capitanes para la elección de equipos del "rey de la
pista".

Es fundamental, antes de comenzar el proceso de enseñanza-aprendizaje con un


grupo, evaluar la dinámica del grupo para determinar cuáles pueden ser los líderes.
El tener una buena relación entrenador-jugador con el líder facilitará el trato con el
resto del grupo y favorecerá la resolución de muchos conflictos desde un núcleo
interno del grupo como es la figura del líder. Es muy sano que ciertos conflictos se
solucionen por los jugadores sin la intervención del entrenador. Este hecho
desarrolla la madurez del colectivo.

Por tanto, el entrenador debe procurar plantear ejercicios donde el rol de líder
sea asumido por diferentes jugadores y de este modo se pueda valorar la capacidad
de respuesta del jugador desde diferentes perspectivas.

3. Las amistades. El entorno de amistades en el que el niño desarrolla su vida diaria


resulta fundamental en el fomento de su capacidad emocional. Las afinidades e
intereses del grupo determinarán los intereses del individuo, de modo que la mayor

430
tendencia hacia cierta actividad puede ayudar al individuo a descubrir sus gustos.

Es importante que este entorno familiar sea vigilado por los padres y docentes,
pero siempre con una visión abierta y carente de sobreprotección. Habitualmente es
muy característico el guiar a los hijos hacia actividades que pudieron provocar
placer a los padres durante su infancia, con lo que se crean indirectamente
"modelos" para seguir. Es en este caso donde el docente puede actuar, ya que el
grupo de amigos lo eligen en muchas ocasiones los padres para sobreproteger a sus
hijos y alejarlos de ambientes que consideran inoportunos para su desarrollo.

FIGURA 12.7. El líder ha de asumir responsabilidades para el equipo.

El fútbol, por su propia estructura, requiere una cooperación constante, tanto en


los entrenamientos como en las competiciones, y somete al grupo a una tensión
emocional constante, en primer lugar por jugar como titular y después por ganar. De

431
este núcleo afectivo emocional donde el juego consigue la desinhibición de sus
integrantes, se forjan amistades que se consiguen por la afinidad hacia el gusto por
conseguir el objetivo común de marcar goles. Por tanto, se considera una
herramienta muy útil para la educación en valores, como el esfuerzo colectivo hacia
la consecución del objetivo común.

4. Los entrenadores. Tienen un papel distinguido en la educación del niño. Es un


eslabón opcional y que es escogido dentro de un amplio grupo de ofertas de
actividad. Es por este motivo que el entrenador debe satisfacer la elección de su
actividad con tareas atractivas y variadas.

El entrenador de fútbol base tiene ante sí la posibilidad de crear en el pequeño


futbolista inquietudes por el juego que le lleven al desarrollo constante de su
inteligencia motriz, y a la vez de su capacidad de sentir sus emociones. Es muy
típica la figura del entrenador de base que trata a los jugadores bajo un prisma
profesional, y que se excede en la exigencia hacia los jugadores. Por otro lado, se
puede observar la figura del entrenador "extra lúdico", es decir, aquel que se basa en
que los niños principalmente disfruten sin evaluar los posibles aprendizajes de sus
sesiones.

432
FIGURA 12.8. Grupo de entrenadores en una entrega de evaluaciones.

Se puede indicar por tanto que la opción más adecuada es que los jugadores han
de jugar aprendiendo y han de aprender jugando. Esto requiere por parte del
entrenador una evaluación constante de su metodología, del proceso de asimilación
de los jugadores y del resultado conseguido en sus sesiones.

5. Los representantes. Este subconjunto ha emergido con fuerza en los últimos años
debido a la amplia demanda de futbolistas que genera la industria deportiva. Es
habitual que, a edades tempranas, los jugadores destacados cuenten con un
representante, que en muchos casos puede ser el padre.

El representante es el encargado de promocionar la vida deportiva de un jugador


y, por tanto, modifica su contexto afectivo en función de aspectos económicos y
deportivos. Es en este sentido donde hay que tener especial cuidado con la
descontextualización inconsciente que puede derivarse por una mala elección en el
cambio de equipo.

Los niños requieren una adaptación previa a los equipos y el contexto que les
rodea, por lo que los cambios de residencia y el alejamiento de la familia y del
grupo de amigos por el bien deportivo debe ser meditado en profundidad.

6. Los medios de comunicación. Si bien no es el aspecto más relevante, se puede


observar la presencia de cámaras y prensa en eventos futbolísticos a edades cada
vez más tempranas, ya que interesan mediáticamente.

Estos primeros contactos con la prensa son cada vez más frecuentes y exportan
el conocimiento de las habilidades de los jugadores destacados a contextos cada vez
más amplios. Es en este sentido donde los entrenadores y los clubes deben prestar
especial atención en que los niños no se dispersen en estímulos que no tienen que
ser aún importantes. Es frecuente escuchar que a cierto jugador "se le ha subido la
fama a la cabeza" y es peligroso que los chicos puedan desnaturalizarse dentro de
su entorno más cercano por motivos como éste.

B) Conocimiento de sí mismos emocionalmente en el entorno competitivo

Los entrenadores de fútbol muchas veces esperamos de los jugadores de fútbol que
respondan en el juego competitivo como en los entrenamientos. El contexto competitivo
hace extremas las emociones del jugador, de modo que le puede hipermotivar o, por el
contrario, puede inhibirlo por el estado de ansiedad que ocasiona.

El conocimiento de las emociones que la competición provoca por parte de los

433
mismos futbolistas concede al entrenador un factor esencial que se debe tener en cuenta
a la hora de entrenar y, sobre todo, de competir.

Cuando los partidos son de alta competitividad y la responsabilidad aumenta, el


entrenador ha de tratar de evaluar y testar en sus jugadores la mayor cantidad de
sentimientos emergentes de todas las situaciones del partido como sea posible.

El jugador de fútbol que se encuentra en un equipo de élite inscrito en una liga


regional se acostumbra a ganar de forma fácil y continua y sin conflictos emocionales
extremos. En cambio, al someter a este jugador a una realidad competitiva límite donde
todo el tiempo de la competición exige atención plena y mayor responsabilidad, es
cuando podemos identificar la capacidad real del jugador en cuanto a inteligencia
emocional. En este tipo de partidos es donde el entrenador debe tener mayor capacidad
evaluativa que la del mero juego, para identificar en los momentos de mayor estrés
emocional quiénes son capaces de responder positivamente y quiénes no.

Esta evaluación por parte del entrenador ha de ser contrastada con el jugador, ya que
si existe discordancia entre lo que siente el jugador y lo que piensa el entrenador,
probablemente se haga un diagnóstico erróneo de la situación.

12.3.6. Autocontrol en el entorno social

Los problemas externos en cualquiera de los ámbitos sociales señalados con anterioridad
pueden provocar descensos de rendimiento en los jugadores. Para ello el entrenador debe
valorar la posibilidad de comprobar el "estado social" del jugador ante indicadores como
los resultados académicos, el cambio de estado de ánimo repentino o el descenso
imprevisto del rendimiento.

El grado en que los jugadores "aparquen" los problemas antes de entrar al campo
desarrollará en ellos una capacidad de independizar unos contextos de otros fundamental
en la transferencia a la competición.

12.3.7. Autocontrol en el entorno competitivo

En los partidos en los que hay que "remar", es decir, hay que trabajar más de lo que se
predecía a priori, bien por el marcador, por el estado de motivación del contrario o por
otros factores, puede surgir en el jugador la intención de resolver el partido más "con el
corazón que con la cabeza".

En estos momentos extremos, es donde aparecen los jugadores que se dejan llevar
por sus emociones y disminuyen su rendimiento, por no tener capacidad de autocontrol

434
emocional.

Los estados de frustración e impotencia pueden llevar a perder gran capacidad de


rendimiento y, por el contrario, alimentan la motivación del adversario.

Es frecuente en fútbol ver cómo jugadores acostumbrados a querer el balón y jugarlo


se desentienden de él como si "les quemara en los pies".

Entrenar a los jugadores en situaciones difíciles, como marcadores en contra o juego


con inferioridad numérica, ha de ser contemplado por el entrenador antes de preparar
una competición de alta exigencia emocional.

12.4. Medición de aspectos físicos en el fútbol

Una de las cuestiones que ciertas escuelas priorizan a la hora de seleccionar a un jugador
es su desarrollo físico. El desarrollo en este aspecto involucra diferentes capacidades que
en función de la edad nos pueden indicar si este desarrollo es conveniente para la
selección o no.

La escuela americana indica que el fútbol engloba a jugadores de todos los biotipos y
tamaños, pero que los jugadores de hoy en día son más grandes y más fuertes que los de
antes y que los que destacan se diferencian de los demás a la edad de 17 y 18 años.
Dicha escuela destaca que los jugadores menores de 12 años han de focalizar su
aprendizaje en el juego, de modo que ni siquiera se deberían hacer tests físicos antes de
esta edad.

Desde la escuela de Lezama, una de las escuelas con mayor tradición y donde el
Athletic Club de Bilbao desarrolla su cantera, se señala el comienzo del trabajo físico
condicional desde la etapa alevín (10-12 años), siendo las capacidades que se deben
trabajar por edad las siguientes:

•Alevines (10-12 años)

-Acondicionamiento físico general a través de circuitos.

-Coordinación.

-Velocidad de reacción y desplazamiento.

-Inicio del trabajo de flexibilidad.

•Infantiles (12-14 años)

435
-Resistencia mixta a través de Fartlek y anaeróbico-láctica de forma puntual.

-Circuitos de fuerza.

-Velocidad de reacción, desplazamiento y técnica de carrera.

-Flexibilidad.

•Cadetes (14-16 años)

-Resistencia con trabajo en cuestas y resistencia anaeróbica láctica con mayor


frecuencia.

-Fuerza con trabajos de balón medicinal e introducción a las pesas.

-Flexibilidad de modo sistemático.

•Juveniles (16-18 años)

-El trabajo de resistencia aeróbica es fundamental.

-El trabajo de velocidad es también importante.

-El trabajo de fuerza está supeditado al de velocidad.

-La flexibilidad también se trabaja de un modo sistemático.

Estas indicaciones en cuanto a qué tipo de trabajo físico puede corresponder a cada
categoría de edad indica cuáles son las características en el aspecto físico-condicional que
pueden llamar la atención en función de la edad (véase también el subapartado 10.2.6
sobre las fases sensibles de la página 271).

En función de las posiciones, ciertas características son preponderantes a otras. Este


aspecto es fundamental para las canteras, que fichan perfiles para adaptarlos al modo de
juego del equipo, ya que en ciertas posiciones, como la de 11 o 7 en el Ajax holandés, la
condición fundamental es la velocidad, y el resto de fundamentos se sumarán al físico
condicional.

En este ejemplo, los técnicos holandeses acertadamente destacan que no sólo la


capacidad de salir en velocidad y los primeros pasos son importantes, sino también la
capacidad de acelerar, cambiar de dirección y sobre todo frenar. En muchos casos los
entrenadores desarrollan la mitad del proceso de carrera del futbolista, olvidándose de la
desaceleración o de los cambios de dirección.

436
12.4.1. ¿Cómo se miden estas cualidades físicas?

Son varios los tests que aportan las escuelas para determinar el estado de las cualidades
físicas de sus jugadores:

A) Fuerza explosiva de tren inferior

•Test de salto vertical

-Inicialmente hay que situarse al lado un sensor de movimiento y elevar el brazo


hasta la máxima flexión vertical. Una vez localizado el punto superior, saltar a
pies juntos y elevar el brazo hacia arriba hasta lo máximo posible. Se contabiliza
el mejor de tres intentos.

-La otra forma es a través de las plataformas de fuerza de Bosco, en la que se mide:

*SJ o Squat Jump. Salto desde posición de semifexión y manos en caderas.

*CMJ o Contramovement Jump. Salto desde posición anatómica pasando por


semiflexión y manos en cadera.

*Salto con manos libres. CMJ con manos libres.

*Saltos en 15 segundos.

B) Resistencia aeróbica

•Test progresivo de 5 x 1.000 m con registro de la intensidad a través de la frecuencia


cardíaca y lactato.

•Test de Cooper: determinación de la distancia recorrida en 12 minutos habitualmente


en pista de atletismo.

C) Resistencia mixta

•Test Course-Navette. Se evalúa la capacidad del jugador para resistir la fatiga en una
prueba de intensidad creciente, donde ha de pisar la zona entre conos a la vez que
suena el "bip" emitido por una grabación. Estos "bips" aumentan su frecuencia cada
minuto, con lo que el jugador aumenta el ritmo de carrera conforme avanza el
tiempo. El test termina cuando el jugador no puede llegar a la línea entre conos a la
vez que el "bip".

437
FIGURA 12.9. Test Course-Navette.

•Test de Probst. Se realiza en un circuito como el de la figura 12.10, de 14 conos


separados por 10 m, que hay que superar según muestra la figura, a la vez que el
sonido de una grabación que emite "bips" con aumento de la frecuencia cada
minuto. Se valora la capacidad del individuo para soportar la fatiga ante estímulos
de intensidad creciente con cambios de dirección continuos. La prueba termina
cuando el individuo no alcanza los conos a la vez que los "bips".

438
FIGURA 12.10. Test de Probst.

D) Agilidad

•Illinois Agility Run. Según el gráfico, se inicia el test en la bandera 1 con los pies y
manos en el suelo. El reloj empieza a correr cuando se inicia el primer movimiento,
completándose el circuito como muestra la figura. Se permiten tres intentos y se
registra el mejor.

439
Figura 12.11. Illinois Agility Run.

E) Velocidad

•Test con fotocélula.

•Carrera lanzada de 15 metros.

•Slalom sin balón.

•Slalom con balón.

Como se puede observar, son varios los tests que se emplean en la valoración de las
cualidades físicas, siendo algunos más específicos que otros en relación con el deporte
que se debe valorar. Por ejemplo, en el caso del fútbol, el más específico en la valoración
de la resistencia es el de Probst, mientras el Course Navette se adoptó del baloncesto por
su naturaleza acíclica. En el caso de la valoración de la velocidad, la relación con el balón
aumenta la especificidad, pudiendo mejorar tiempos de individuos no tan capaces
físicamente, pero muy eficaces con el balón y el desplazamiento, y por tanto

440
interpretando mejor los resultados.

12.5. Aspectos antropométricos

La observación de la evolución de la talla del futbolista principalmente en relación con su


peso se puede considerar como el aspecto antropométrico más explorado por las
escuelas. En cambio, no son pocos los técnicos que confieren a este tipo de aspectos una
importancia relativa afirmando, en relación con la talla, que todo el mundo es de la
misma estatura cuando el balón está en el suelo, puesto que la única ventaja de los
jugadores altos sobre los no tan altos se evidencia en el momento en que el balón está en
el aire.

El fundamento de estos técnicos, por tanto, está en el estilo de juego del equipo, o
modo de proceder habitualmente con el balón en la consecución de sus objetivos
parciales y totales.

Pero como se indicaba, la evolución de la estatura de los jugadores es, por defecto,
una observación sistemática en la mayoría de las escuelas. Esta observación se realiza
teniendo en cuenta la estatura actual del jugador, relacionando el crecimiento con la edad
biológica y estudiando el factor genético de padres y familiares cercanos.

Entre los criterios principales para determinar qué talla puede llegar a tener un
futbolista destacan:

•Óseo. Se mide la diferencia en períodos de tiempo determinados en la circunferencia


y longitud de los huesos largos.

•Endocrino. Se centralizan en la aparición de los caracteres sexuales secundarios, que


coinciden con una aceleración del proceso de crecimiento.

•Somáticos:

-Momento cronológico. Basado en tablas que relacionan la estatura del jugador, en


un momento cronológico puntual, con tablas que indican el posible porcentaje
sobre la estatura final.

-Criterio estadístico. Relación del sujeto con la distribución normal, en función de la


edad y el sexo, de la población.

-Velocidad de crecimiento y osificación. Observación del crecimiento, en velocidad


y aceleración, del esqueleto del jugador.

441
•Valoración ósea. A través de la radiografía del carpo, se considera como uno de los
métodos más fiables para marcar la edad biológica del jugador en el momento de
una edad cronológica determinada. El hecho de que el jugador tenga un grado de
osificación alto de sus cartílagos en dicha articulación indica que la evolución del
crecimiento se encuentra en sus últimas fases.

12.6. Preguntas de autoevaluación

•¿Qué es el TIPS?

•Enumera y explica los cinco contextos que se pueden dar en la identificación de las
capacidades técnico-tácticas.

•¿Qué se valora en los jugadores?

•¿Cómo se observan los ítems para valorar a los jugadores?

•Diferencia y relaciona los conceptos de personalidad, temperamento y carácter.

•¿Qué cualidades se distinguen dentro de la capacidad de superación personal?

•¿Qué significa que un jugador tenga un alto grado de inteligencia motriz?¿Y


emocional?

•Interpreta y explica qué es conocerse a sí mismo en el entorno social. Enumera y


explica los factores por los que puede venir determinado este auto-conocimiento.

•De igual forma determina los factores clave del auto-conocimiento en el entorno
competitivo.

•¿A que se refiere el autor al hablar del autocontrol en el entorno social y competitivo?

•Indica algunas formas de medida de las cualidades físicas básicas.

•¿Cuáles son los criterios principales para determinar la talla que puede llegar a
alcanzar un deportista?

442
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soccer performance". Perceptual and Motor Skills, 76: 579-593.

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Leyenda de movimientos en las representaciones gráficas

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Índice
AGRADECIMIENTOS 22
PRÓLOGO 24
INTRODUCCIÓN 27
1.1. Aproximación al porqué de la praxiología 36
1.2. La praxiología motriz: conceptualización 38
1.3. Objeto de estudio: la acción motriz 39
1.4. Acción motriz y situación motriz 42
1.5. La acción motriz y la acción de juego 45
1.5.1. Mecanismo de percepción 47
1.5.3. Mecanismo de ejecución 48
1.5.4. Conducta y comportamiento motriz 51
1.6. La acción de juego y la lógica interna 54
1.6.1. La lógica interna y la incertidumbre 56
1.6.2. La incertidumbre y la inteligencia motriz 58
1.7. Relación entre el acto motor y la acción de juego 59
1.8. Resumen conceptual de la praxiología motriz 61
1.9. Preguntas de autoevaluación 65
1.10. Tareas prácticas 66
2.1. ¿Es exclusivo el sistema perceptivo-visual en los deportes? 82
2.3. Visión deportiva: determinantes perceptivos 85
2.3.1. Determinantes perceptivos relacionados con el ambiente 87
2.3.2. Determinantes perceptivos relacionados con el individuo 89
2.3.3. Determinantes perceptivos relacionados con la tarea 91
2.3.4. Determinantes perceptivos relacionados con el sistema visual 93
2.3.5. Zonas de procesamiento cerebral 97
2.3.6. Control visual y motriz, de la conducta al comportamiento 100
2.4. Entrenamiento perceptivo y éxito: presente y futuro 101
2.5. Preguntas de autoevaluación 103
451
3.1. Selección de información o atención visual 106
3.1.1. Selección de información inconsciente o ascendente 107
3.1.2. Selección de información consciente o descendente 110
3.2. Elaboración de la decisión 114
3.2.1. La asociación motriz en la toma de decisión 115
3.2.2. Asociaciones motrices en función de situaciones motrices 116
3.2.3. Modelo de Reconocimiento Primario para la Toma de
120
Decisión (RPTD) de Klein
3.2.4. Caso práctico en la toma de decisión: ¿Dónde tiro el penalti? 125
3.2.5. El papel de la experiencia: Toma de decisión táctica 126
3.2.6. El papel de la experiencia en la selección de información y
128
en la toma de decisión: presente
3.3. Preguntas de autoevaluación 129
4.1. Técnica y coordinación 134
4.1.2. Coordinación y edad 135
4.1.4. Coordinación dinámica general 138
4.1.5. Coordinación específica 140
4.1.6. Coordinación, resistencia aeróbica y fútbol.- aeróbic
142
futbolístico o "ballkorobics"
4.2.1. Reflejo miotático 143
4.2.7. Eficacia técnica: el equilibrio 144
4.3. Técnica y lateralidad 145
4.4. Técnica, habilidad y estilo 146
4.4.1. Técnica, estilo y habilidad: el modelo 148
4.5. Técnica en el fútbol: roles y subroles 149

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