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Juan Diego Rodriguez Bazalar11.05.

2019 / 09:21 am

Quizás su faceta más conocida sea la educador. Con décadas al frente


de su taller de formación actoral, Roberto Ángeles es padre de varios
intérpretes de importante trayectoria en el teatro y la televisión
nacional. Quizás entre los más conocidos estén Ricardo Morán, Jesús
Alzamora y Fernando Luque.
También se le conoce como director de teatro, papel que ha sabido
llevar a cabo con fecundidad. “La promesa” de Aleksei Arbuzov, “Tres
versiones de la vida” de Yasmina Reza, “Viaje de un largo día hacia la
noche” de Eugene O’Neill, “El cruce sobre el Niagara” de Alonso
Alegría, y –cómo no– clásicos de Shakespeare como “La tempestad,
“Macbeth”, “Noche de reyes” y “Hamlet” dan forma a un curriculum
notable.
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La dramaturgia, sin embargo, no ha sido un arte que él haya


desarrollado a ese mismo nivel, aunque una de sus obras es un
clásico del teatro peruano contemporáneo. “¿Quieres estar
conmigo?”, escrita al alimón con el guionista Augusto Cabada, es
fundamental para el circuito de teatristas limeños. Estrenada en
1988, es, sin duda, su obra más repuesta.
“Prácticamente todas las obras que he escrito son colaboraciones con
algún amigo de teatro –afirma Ángeles–. La que consiguió mayor
popularidad fue esa, que data de hace 31 años, y que hasta ahora la
hacen en colegios, universidades y profesionalmente. Luego he
coescrito con Gino Luque y una de las últimas fue 'Gol', que trabajé
con Fernando Luque y José Diez-Canseco”.
La precisión de Ángeles es importante: él no suele escribir teatro y,
menos aún, lo hace en solitario. De hecho, no tiene fresca la fecha
exacta en la que montó la primera obra que hizo él solo. “Hace años
desarrollé un trabajo de creación de movimiento –recuerda–, una
obra sin texto que creé y dirigí yo mismo. Se llamó ‘Relaciones’ y la
monté en las sedes de la Alianza Francesa”.
Ahora, años después de esa primera experiencia, Ángeles se anima a
mostrar su segunda obra, primera si se tiene en cuenta que es un
texto escrito íntegramente por él. La creación lleva por título
“Juergues”.
“Generalmente yo me encargo de la idea central, la estructura y los
personajes, porque donde tengo más tropiezos es en el dialogado –
anota el director–. Con eso en mente, les propuse a Jesús Alzamora y
Fernando Luque escribir esta obra e hice un par de escenas para que
se dieran cuenta del estilo. Quería que me ayudaran a escribir los
diálogos porque los personajes son chicos de 32 o 33 años y yo no
hablo como ellos. Pero cuando leyeron lo que les mandé me
propusieron que siguiera solo, porque lo había hecho bien. Los dos
son ex alumnos míos, son muy creativos, y han escrito y publicado
sus obras, así que acepté el reto con la condición de que ellos, al
final, revisaran el libreto. Así lo hicimos y así fue que, por primera
vez, he escrito solo”.
El maestro reconoce que aunque pensó que le iba a costar, se sintió
muy cómodo. No deja de reconocer, eso sí, la importancia de los
actores que lo acompañan en esta aventura, quienes están en el
rango de edad de los personajes y han “pulido” sus palabras.
—Las motivaciones—
“Juergues” se acaba de estrenar en el renovado teatro Julieta. Allí se
muestran las relaciones de un grupo de amigos limeños de clase
media alta, aunque no por ello se trata de una comedia ligera. Como
no podía ser de otra manera, hay un componente dramático
importante que complica la puesta en escena.
“De lo que habla la obra es de la insuficiente formación moral y de
principios que tienen los jóvenes de esta generación y de esta clase
social acomodada –señala Ángeles–. Ellos han ido al mejor colegio, a
las mejores universidades y han logrado cierto éxito en sus
profesiones. Tienen camionetas 4x4, un buen trabajo, tienen novias,
son divertidos y simpáticos. Pero ante un accidente determinado, su
reacción no guarda la consideración y respeto a aspectos
esencialmente humanos y muestran un lado miserable que a veces
no vemos, pero que sí está ahí”.
Ángeles hace hincapié en que esa es una realidad invisible para la
gran mayoría de medios de comunicación, que están esperando a
que sean personas de otros estratos los que delincan para ponerlos
en portada. “Generalmente se hace un gran escándalo cada vez que
alguien que mata o roba es de clase baja o marginal –acota–. Los
noticieros están llenos de eso: vemos cómo la policía los tira al piso,
los chanca y los lleva a la cárcel. Los choferes de combi que tienen
deudas de millones de soles salen en la televisión a cada rato, pero el
sector acomodado, por el contrario, sale muy poco. Lo peor es que
son jóvenes que lo tienen todo: formación, una familia, solvencia
económica, éxito, pero hay algo que no funciona bien. Y lo más grave
es que ellos son los llamados a gerenciar, a dirigir, a promover la
economía del país y sus leyes”.
Con esta obra, sin embargo, Ángeles no quiere sonar apocalíptico ni
menos dar un discurso tajante en contra de cierto segmento de la
población. Él reconoce que ellos también son trabajadores, sensibles
y que “la ausencia de algunos principios se dan dentro de una
personalidad que tiene muchos valores y talentos”.
Así como en “Juergues” hay personajes de valores tambaleantes,
también hay una contraparte, un muchacho con los pantalones bien
puestos para defender sus ideales y quien no duda en cuadrar a su
amigo que ha cometido la falta. La inspiración para crearlo nació en
las clases de destreza verbal que Ángeles daba en la facultad de
Derecho de la Universidad Católica. “Allí conocí a una enorme
cantidad de jóvenes que luego se han convertido en abogados muy
severos en el cumplimiento de la ley, de las reglas y de los principios
–afirma–. Valores que la sociedad tiene que apreciar, sobre todo
ahora. Eso es mucho más valioso porque vivimos en tiempos de
severa crisis de los aspectos jurídicos y humanos. Yo he visto a estos
jóvenes crecer y avanzar con los principios muy bien puestos en su
ejercicio profesional, algo que está muy ligado a su peruanidad”.
UN CLÁSICO: "¿Quieres estar conmigo?"
Fue una colaboración entre Roberto Ángeles y el guionista Augusto
Cabada. Su estreno fue en 1988, montaje en el que el mismo Ángeles
dirigió a Marisol Palacios, Javier Valdes, Javier Delgiudice, Bertha
Pagaza, Susel Paredes, Jorge Quiñe, Martín Moscoso, Roberto
Barraza y Suzette Tori. Años más tarde, en 1994, se repuso (también
profesionalmente y con la batuta de Ángeles) con Miguel Iza,
Mariana de Althaus, Carlos Carlín, Úrsula Mármol, Lorenzo Castro,
Javier Parra del Riego, Óscar Carrillo, Sandra Bernasconi y Alexandra
Barba.
La última gran puesta que se recuerda es la de Sergio Llusera, quien
en el 2015 lideró al elenco compuesto por Diego López, Vania
Accinelli, Óscar Meza, Alexa Centurión, Sergio Gjurinovic, Daniela
Baertl, Giovanni Arce, Vera Castaño y Gabriel González

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