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Daniela Cruz Rincón

Paula Andrea Rodríguez

Ensayo película Milk

La película Milk o también conocida como Mi nombre es Harvey es una película basada en la
historia real de Harvey Milk un activista homosexual de la década de los años 70 quien tras ser
elegido concejal en San Francisco se convirtió en el primer hombre homosexual reconocido por
ocupar un cargo público. Se encargó de luchar por los derechos de los homosexuales e incluso
creó coaliciones con grupos diversos desde adultos de la tercera edad hasta sindicalistas

Partiendo con esta idea, nos parece importante resaltar la época en la que se sitúa la película, los
años 70 en EEUU y demás países fue una época de creciente despertar y visibilidad, así como de
represión y persecución y auge de los movimientos homosexuales, los cuales querían lograr dos
cosas: cambios en la legislación de los derechos civiles (incluida la despenalización de los actos
homosexuales) y fomento de un trato más favorable de los homosexuales. Hacían también
especial énfasis en “la salida del armario” y en el lenguaje del orgullo y la autoafirmación. Estos
grupos activistas quienes se multiplicaron en años posteriores lograron grandes victorias como
por ejemplo en 1973, cuando la Asociación Psiquiátrica Americana borró la homosexualidad de
la lista de enfermedades mentales, y cuando dos años después lograron convencer a la Comisión
de Administración Pública estadounidense de que eliminara la prohibición de contratar a
trabajadores federales gays y lesbianas etc.

Junto a esto, analizando la situación actual en el mundo con respecto a la homosexualidad


encontramos que según datos de la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas en 2017
existían 72 países en donde ser homosexual es considerado todavía un delito. Ahora para
centrarnos en el contexto colombiano según un artículo publicado por Señal Colombia,
Colombia es un país que tiene una de las políticas más liberales de occidente con respecto a la
homosexualidad. Desde 1981 fue declarada como legal, en 1991 se estableció el derecho a la
igualdad y libre desarrollo de la personalidad, entre 2007 y 2008 se aprobó la unión marital y
derechos patrimoniales de la pareja y en 2015 es legal la adopción por parejas del mismo sexo.
Sin embargo, el panorama no es igual en distintos países, en algunos estados caribeños aún se
castiga la homosexualidad hasta con 10 años de prisión, la pena de muerte por intimidad sexual
entre personas del mismo sexo es implementada en 5 estados miembros de la Organización de
las Naciones Unidas: Irán, Mauritania, Arabia Saudita, Sudán, y Yemen, incluso en algunos
países se han formulado leyes que evitan la promoción de la práctica física (sexual) o expresión
de la identidad de homosexuales. Todo esto amparado en la supuesta “protección de la moralidad
pública”, sobre todo, la de los niños.
Por otra parte, otro tema que se ve muy presente durante la película es la discriminación hacia
esta comunidad, volviéndonos a centrar en el contexto colombiano, según el informe Cuerpos
excluidos: rostros de la impunidad en 2015 110 gay, lesbianas, bisexuales y transexuales fueron
asesinados en el país, en 2017 fueron 108 los casos de asesinatos, en el 2016 la Defensoría del
Pueblo atendió 89 casos de violencia contra personas LGBTI entre estos hostigamiento,
amenazas de muerte y bullying. En muchos de estos casos se registra que irónicamente la policía
fue la que más ataques cometió contra esta comunidad (esto puede evidenciarse también en la
película). Esto da muestras de que las normas y sentencias que buscan proteger a las personas
homosexuales en distintos ámbitos no han sido suficientes para garantizar la igualdad de
oportunidades

Con esto podemos concluir que a pesar de los avances logrados en temas de política durante y
posterior a la época ya mencionada, el gran movimiento por los derechos de los homosexuales no
ha podido acabar con los prejuicios ni modificar la cultura heterosexual dominante. Los cambios
en la legislación civil y penal de ciertos países pueden haber conducido a una discriminación
menos oficial, pero como realidad social persiste. Aún son muchas las personas que no asumen
de forma abierta su sexualidad, porque sigue habiendo prejuicios sociales, la homosexualidad
sigue estando estigmatizada en muchas ocasiones por minorías intolerantes, por esto es
primordial no retroceder frente a cualquier intento o retroceso en derechos de esta comunidad y
ser conscientes de que es un tema que nos compete a todos como sociedad ya que en nuestras
manos está la defensa de derechos humanos sin importar la orientación sexual

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