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Universidad dede

Universidad Valparaíso
Valparaíso
Facultad de Humanidades
Facultad de Humanidades
Carrera de Sociología
Alumno:Carrera de Sociología
Daniel Molina Guajardo
Alumno: Daniel Molina
Profesora: Guajardo
Pierina Ferretti
Cátedra: Sociología de la Cultura
Fecha: 29 de agosto de 2016

PRUEBA N°1 SOCOLOGÍA DE LA CULTURA


Pregunta 1.
Desarrolle y compare los conceptos de ideología y hegemonía a partir de los autores
estudiados. Incorpore al menos una cita textual de cada autor de la bibliografía obligatoria.

En La ideología alemana (1845), Marx y Engels realizan los esbozos iniciales y esenciales
de la concepción materialista de la historia.
“Totalmente al contrario de lo que ocurre en la filosofía alemana, que desciende del
cielo sobre la tierra, aquí se asciende de la tierra al cielo. (...) No es la conciencia la
que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia” (Marx y Engels,
1974, pág. 26).
Al referirse con la "filosofía alemana", Marx y Engels discuten con la postura idealista de
los "neohegelianos" que consideran a las ideas como entidades autónomas, deshistorizadas
y, por lo tanto, como comenta Marx, creen posible cambiar la sociedad combatiendo las
ideas dominantes con una fraseología supuestamente revolucionaria. Por esta razón, Marx y
Engels los denominan los "perfectos conservadores" (Marx y Engels, 1974, pág. 18), y, al
contrario, abogan por una concepción materialista e histórica de las ideas.
Por otra parte, Marx y Engels introducen el carácter de clase a la ideología, al establecer
que "las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en
otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo
tiempo, su poder espiritual dominante" (Marx y Engels, 1974, pág. 50). Esta relación entre
ideología y dominación de clase es una de las principales herencias de la tradición marxista,
tanto en sus perspectivas teóricas como en sus praxis políticas. El dominio de clase necesita
de la creencia general de que sus propios intereses son los intereses generales, que poseen
sentido e importancia. Como dicen Marx y Engels, las clases dominantes deben "presentar
su propio interés como el interés común de todos los miembros de la sociedad (...) presentar
estas ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia absoluta" (Marx y Engels,
1974, pág. 52).
Se debe tener claro, sin embargo, que el dominio ideológico requiere que la clase
dominante reconozca ideas y prácticas de la clase dominada, con el objetivo de mantener el
consenso social. Esto lleva a Marx y Engels a pensar la ideología como una "falsa
conciencia", como la contradicción entra la conciencia y la práctica, como el sujeto en un
estado o situación de enajenación, y como también sería luego reformulado, el "fetichismo
de la mercancía". Siguiendo esta lógica, en "la ideología los hombres y sus relaciones
aparecen invertidos como en una cámara oscura" (Marx y Engels, 1974, pág. 26).
Más adelante, en el Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política (1859),
Marx se va desprendiendo del carácter puramente negativo de la ideología, manteniendo la
relación con los conflictos de clase y su concepción materialista, antes detalladas. En esta
ocasión, dice que las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas
conforman también la ideología, por lo que las clases dominadas también son portadoras de
ella y, dentro de ellas, dirimen sus conflictos de clase. (Marx, 1989, pág.67). La ideología,
de esta forma, se ve involucrada con la lucha de clases en tanto un conflicto de ideas o
principios, sin el carácter de una falsa conciencia. Este aspecto también formara parte de los
desarrollos teóricos de Gramsci, al momento de decir que la clase dominada tiene como
tarea construir una hegemonía en términos de dominio cultural.
Para Gramsci, el concepto de ideología se comprende como
"un sistema de ideas específico o una concepción de mundo que está implícitamente
presente en el arte, el derecho, en la actividad económica y en todas las
manifestaciones de la vida colectiva e individual (…) también tiene que ver con la
capacidad para inspirar actitudes concretas y dar ciertas orientaciones para la
acción" (Larraín, 2008, p. 108).
Se debe destacar el vínculo entre este sistema de ideas (o concepción del mundo) con el rol
que posee al momento de inspirar actitudes o normas conductuales, o en otros términos, la
capacidad que tiene lo teórico al momento de entrar en lo práctico-cotidiano. Esto ayudará
a comprender más el concepto de Hegemonía y la importancia que le confiere Gramsci para
el proyecto revolucionario de la clase obrera.
Al hablar del concepto de hegemonía en el campo político, Gramsci dice que "la
supremacía de un grupo social de manifiesta de dos modos, como "dominio" y como
"dirección intelectual y moral" (Gramsci, 2005, pág. 600). En este sentido, y como comenta
Larraín, la hegemonía sería "la habilidad de una clase para asegurar la adhesión y el
consentimiento libre de las masas" (Larraín, pág. 109), cuya funcionalidad efectiva sería en
el campo cultural, moral o intelectual más que en la coerción física violenta. Gramsci
comprende que para que la clase dominante se constituya como tal debe construir
hegemonía, lo que conlleva tener en cuenta algunos intereses y tendencias de los grupos
dominados, con el objetivo de mantener el consenso social.
El análisis de Althusser en cuanto a la Ideología está basado en la reproducción social de
ideas y es una reflexión sobre la metáfora de Marx de un edificio conformado por una base
o infraestructura (unidad de las fuerzas productivas y las relaciones de producción) y la
superestructura (nivel jurídico-político y nivel ideológico). Se preocupa de este segundo
nivel, pues, siguiendo la concepción materialista, entiende que la superestructura está
determinada en última instancia por la infraestructura, o en otras palabras, que las
condiciones reales de existencia determinan los aspectos ideológicos, y entre ellos parte por
el Estado. Althusser caracteriza al Estado, como lo ha hecho la tradición marxista, como un
Aparato de Estado (AE), represivo y conformado por varias instituciones; sin embargo, a
este AE hay que agregarle otra variante con la cual funciona y que se debe diferenciar: los
Aparatos Ideológicos de Estado (AIE). El fundamento de los AIE, dice Althusser, es
someter a la clase dominada mediante la ideología, y esta, a su vez, presenta un carácter
material.
La relación que Althusser realiza entre las funciones de los AE (mediante la coerción) y los
AIE (mediante la ideología), es similar a la que realiza Gramsci al sostener el dominio
mediante la coerción física y la hegemonía (“consenso social”). El mismo Althusser señala
que "ninguna clase puede tener en sus manos el poder de Estado en forma duradera sin
ejercer al mismo tiempo su hegemonía sobre y en los Aparatos Ideológicos de Estado"
(Althusser, 2003, p. 128), por lo que se observa un vínculo entre los tres autores revisados.
Para Althusser, la ideología "representa la relación imaginaria de los individuos con sus
condiciones reales de existencia" (Althusser, 2003, p. 139). Se debe tener presente que la
ideología tiene sentido mientras se ejerza sobre los sujetos, interpela al individuo en tanto
sujeto, por ello es que se inscribe en la idea de lucha de clases dentro del campo ideológico
mientras refleje el conflicto antagónico entre dos clases, en la que una causa la sujeción al
sujeto de la otra. Para Althusser, la Escuela representa el AIE por excelencia (Althusser.
2003, p. 134), que vino a ocupar el antiguo rol de la Iglesia. Las razones de esto se expresan
en que la escuela "toma" a los niños de todas las clases sociales desde pequeños para
inculcarles "habilidades" recubiertas por la ideología dominante. Además, dentro del
mismo AIE escolar es que funcionar las relaciones de producción de una formación
capitalista, las relaciones sociales entre explotador-explotado. Pese a todo esto, y Althusser
remarca esta cualidad, la escuela tiene su mayor virtud en aparecer como unas instituciones
desprovistas de ideología, que refleja valores universales y conocimientos necesarios más
allá de los conflictos de clase.

Bibliografía

Althusser, L. (2003). Ideología y Aparatos Ideológicos de Estado. En S. Žižek, Ideología.


Un mapa de la cuestión (págs. 115-155). Argentina: Fondo de Cultura Económica.
Gramsci, A. (2005). Antología. (M. Sacristán, Trad.) México: Siglo XXI.
Larraín, J. (2008). El concepto de ideología. El marxismo posterior a Marx: Gramsci y
Althusser (Vol. II). Santiago de Chile: LOM Ediciones.
Marx, C., & Engels, F. (1974). La ideología alemana. Barcelona: Ediciones Grijalbo.
Marx, K. (1989). Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política. En K.
Marx, Introducción General a la Crítica de la Economía Política (págs. 65-69).
México: Siglo XXI.

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