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Concepciones de muerte en estudiantes de medicina de la Pontificia Universidad

Javeriana

Un acercamiento al ámbito médico en temas relacionados con el morir, la muerte y la


muerte digna

Propuesta de investigación

Eduardo Díaz- Nicolás Vera

Antropología- Instituto de bioética

Pontifica Universidad Javeriana

Antecedentes:

Frente a la legislación de la eutanasia en Colombia, surge la duda del porqué de su aprobación


en una sociedad conservadora, ya que nuestro país es el único en Latinoamérica que la legisla.
Se ha encontrado una estrecha relación entre las opiniones que se tienen sobre la eutanasia
con lo que se considera como muerte digna, por lo que la actitud de la gente con respecto a
este delicado tema varía según su comprensión sobre la muerte, pero también sobre la vida.
Empezando con la búsqueda del porqué de la aprobación de la eutanasia en Colombia se
comparó las constituciones de toda América Latina, buscando rasgos y patrones similares en
cuanto al marco legal que permitiera comprender cómo en la jurisprudencia puede existir
intereses políticos que dan cuenta de diferentes realidades sociales, sobre todo lo que
incumbe al tema de la eutanasia. Sin embargo, no se encontraron datos suficientes que
permitieran postular que la constitución de Colombia es única y que por tanto puede, desde
su marco legal, reglamentar la eutanasia. Por otro lado, se indagó por el código de ética
médica de los profesionales de la salud encontrando que responde directamente con los
intereses y decretos estatales. Esto llevó a la pregunta sobre la legislación de la eutanasia en
el código de Ética Médica colombiana, en el cual se encontró que no hay un artículo que

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hable al respecto. En ese sentido, surgió la necesidad de pensar la investigación dentro del
ámbito de enseñanza de la medicina, puesto que es necesario mirar qué acercamientos tiene
los estudiantes frente al tema de la eutanasia y, de cómo sus percepciones acerca de la muerte
pueden variar conforme vayan avanzando a lo largo de su proceso académico.

Dentro de la antropología y para fines de este trabajo investigativo, se entenderá al concepto


de la muerte como un concepto históricamente y socialmente situado, En dónde las relaciones
económicas capitalistas modernas le otorgan un sentido único. En ese sentido, se constituye
un concepto moderno de la muerte en donde impera el silencio, poco o nada se trata del tema
y en general, se busca evitarlo a toda costa.

En la Universidad Javeriana se han realizado estudios y planteamiento teóricos acerca de la


eutanasia y el morir dignamente. En el 2018, surge la tesis de bioética de Steven Prada Uribe,
denominada como: “Fundamentos éticos para repensar la normatividad colombiana frente a
solicitudes de eutanasia desde el pensamiento rawlsiano”, en donde se trata de repensar el
concepto de morir dignamente en términos de bondad, y se busca comprender el proceso de
la eutanasia, hacia como la muerte digna, desde la justicia, influenciada por el pensamiento
de Rawls. En esta tesis, se propone pensar la eutanasia dese lo justo, es decir que las causas
y el contexto del paciente que decide, o no, tomar decisiones que afecten sus condiciones de
vida deben ser consideradas por las instituciones estatales. El Estado debe presentar un
acompañamiento a la elección del paciente y debe proponerle mecanismos de elección frente
al tema de la muerte digna. Por otro lado, el doctor Fritz Eduardo Gempeler Rueda, presenta
un artículo titulado: “Derecho a morir dignamente”, en donde trata el problema de la relación
médico-paciente y plantea retomar la comunicación y el habla como mecanismos que le
permitan al paciente, la familia y al profesional de la salud tomar la decisión más acorde a
las condiciones del enfermo terminal.

Como investigador, ésta investigación surgió como pregunta del porqué de la aprobación de
la eutanasia en Colombia siendo este un país supremamente conservador. no sólo es
importante preguntarse el porqué de su legalización, sino también de su aplicación, puesto
que únicamente se emitió un manual de procedimiento de la aplicación de la eutanasia en el
año 2015 por parte del ministerio de salud, por lo que, desde la despenalización del homicidio
por piedad en el año 1997, hubo casi 20 años de vacíos legales acerca de cómo proceder con

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la eutanasia. Esto genero un gran interés, puesto que, siendo antropólogo y sociólogo de
formación, el hecho de que la eutanasia sea legal en nuestro país, es un tema social de suma
importancia que merece ser analizado desde la perspectiva de las ciencias sociales.

Definición del problema:

Dentro del marco de la legalización de la eutanasia, surge la duda y principal problema de


esta investigación, acerca de las concepciones que tienen los médicos en formación sobre la
muerte. Este es, debido a que estos futuros profesionales tienen el deber de conocer sobre el
tema, aparte de que son ellos quienes toman las decisiones sobre lo que se considera una vida
digna, junto con el paciente, la familia y la institución que representan. Para llevar a cabo
esta investigación, se plantea desarrollar varias entrevistas el siguiente semestre a modo de
grupos focales, seleccionando estudiantes de medicina de la Universidad Javeriana al azar.
Se espera, por tanto, que estas entrevistas sean cortas y concisas para la facilidad tanto de los
entrevistados como de los entrevistadores en sus ambientes académicos respectivamente, es
decir que no interfieran de ninguna manera con clases, trabajos u otras actividades de la vida
universitaria.

Justificación:

En consideración con la anterior, es necesario preguntarse por el tipo de acercamientos que


tienen los estudiantes de medicina de la Universidad Javeriana frente al tema del morir, la
muerte y la muerte digna, así como conocer las nociones sobre la muerte que se construyen
a lo largo del proceso de pregrado. Debido a que no existe gran bibliografía al respecto, se
plantea como necesario realizar un estudio de campo que permita la recolección y análisis de
datos para ahondar en la comprensión del problema identificado. Esta investigación tiene
como finalidad ser un primer instrumento tanto de los profesionales de la salud como de los
científicos sociales, acerca del conocimiento de estos conceptos, así como la concepción
sobre la muerte que tengan los médicos en formación. Se busca comprender en qué medida
las concepciones sociales sobre la muerte puedan tener alguna influencia a la hora de realizar
un procedimiento de cuidado paliativo o de eutanasia.

Objetivo general:

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Caracterizar las ideas, percepciones y concepciones que sobre la muerte y el morir tienen los
estudiantes de medicina en diferentes momentos de su formación

Objetivos específicos:

Identificar qué significa para los estudiantes de medicina conceptos como la muerte, el morir
y el morir dignamente.

Examinar qué tanto conocimiento tienen los estudiantes de medicina de los aspectos
normativos, éticos y legales, sobre el morir en Colombia.

Analizar los cambios y permanencias en las concepciones que los estudiantes de medicina
tienen sobre la muerte.

Hipótesis, supuestos, preguntas:

Si partimos de la idea de que la concepción de la muerte está llena de significados sociales,


así como de un contexto histórico, comprenderíamos de qué manera esta concepción puede
afectar a la práctica de la eutanasia en Colombia en tanto que puede deslegitimizarla, a pesar
de su legalidad, o apoyarla. Lo que es la muerte como noción, ha estado fuertemente
relacionado con la tradición católica de nuestro país, por lo que es posible decir que la muerte
es algo a lo que se le teme, se le ignore y se le silencie como un tema tabú. Es posible que
esta concepción se extrapole al campo médico, históricamente ligado con el catolicismo, por
lo que sería posible evidenciar que, a pesar de una separación reciente entre la medicina y la
Iglesia como instituciones, podría ocurrir el caso de que los médicos seguirían optando por
los cuidados paliativos, en vez de la eutanasia. Sin embargo, que el profesional de la salud
este en contra de la eutanasia, no necesariamente quiere decir que es católico, puesto la
religión no es un aspecto determinante, aunque si influyente, a la hora de hablar sobre la
muerte, también relacionando los temas del morir y la muerte digna.

Dentro del contexto universitario, es posible que la noción de los estudiantes este
influenciada por la religiosidad, aunque este puede no ser un único factor. También entra en
juego la experiencia directa que se haya tenido con un caso de eutanasia y cómo esto puedo
haber sido una experiencia transformadora para la concepción del estudiante. No es
únicamente el caso de la eutanasia, sino también puede influenciar la experiencia de haber
estado internado por alguno tiempo en una sala de cuidados paliativos.
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Estamos suponiendo que las instituciones tienen un poder coercitivo sobre el individuo y su
concepción sobre lo social, por lo que es necesario pensar cómo estas lo afectan, pero como
el individuo es también agente que tiene una capacidad de discernimiento propia, por lo cual,
aunque no es totalmente autónomo en sus decisiones, si tiene un carácter de agencia.
Podemos pensar que quizás algunos estudiantes no sean religiosos, o por lo menos no
abiertamente y, sin embargo, tendrán una opinión formada sobre la muerte y la eutanasia.

Esquema de fundamentos:

En primer lugar, se buscó las leyes que avalan la eutanasia en Colombia desde su legalización
en el año de 1997 por parte de Carlos Gaviria como ponente. En términos más actuales se
habla sobre la sentencia T-544 del 2018 sobre la legalización de eutanasia en niños, niñas y
adolescentes, El caso de la sentencia trata sobre Francisco, a quien su EPS, SaludEPS, le
negó un trato digno al no suministrarle medicamentos necesarios y oxígeno a tiempo, cuyo
proceder se define como negligencia administrativa. Sin embargo, este no es el primer caso
de negligencia por parte de las EPS, puesto que anteriormente se han presentado denuncias
y tutelas de la misma índole que, sin embargo, la corte no ha considerado debido a la carencia
actual de objeto (ej. Sentencia T498-20001, sentencia T-936-20022. Sentencia T-414-20053).
En ese sentido, estos casos se han considerado como hechos superados y no se les ha hecho
el debido proceso de sanción a los responsables por las muertes de los niños, niñas y
adolescentes. Sin embargo, la corte, durante el 2017, cambio de magistrados, por lo que es
suponible pensar y por tanto un motivo atribuible, que la nueva magistrada ponente (Gloria
Stela Ortiz Delgado) tomara en cuenta este caso y de modo respectivo, crear un mecanismo
de reparación para la vulneración del derecho a una muerte digna y al mismo tiempo, exigir
una legislatura que cobije este derecho para los niños, niñas y adolescentes. La corte se apoya

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La sentencia T-498/00 es una acción de tutela que se considera como un hecho consumado y cuyo ponente
fue el exmagistrado el Dr. Alejandro Martínez Caballero. El caso se dio el 3 de diciembre de 1999en el Juzgado
15 del circuito civil de Medellín. Se representó a la menor Catalina Gómez Gómez contra la Seccional Antioquia
del Seguro Social.
2
La sentencia T-936/02 es una acción de tutela que termina en carencia actual de objeto y cuyo ponente fue
el Dr. Jaime Araújo rentería. El caso se da en el Jusgado unico del circuito de Quibdó por parte de María Enith
Moreno Girón contra CASPRECOM E.P.S.
3
La sentencia T-414/05 es una tutela que termina en la carencia actual de objeto por fallecimiento del
enfermo y cuyo ponente fue el Dr. Humberto Antonio Sierra Porto. La accion de tutela se instauró por Miguel
Ángel Epieyu en representación de su hijo menor Kleibis Epieyu Gonzáles contra la Secr etaría de salud del
departamento e la Guajira.

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en la sentencia T-510-2003 en la cual se establecen los derechos fundamentales de los niños,
niñas y adolescentes y considera, para este caso, que se ha vulnerado tanto el derecho a la
salud como a una muerte digna (derecho reconocido, pero negado hasta entonces), de esta
manera busca restaurar el derecho de Francisco a través de una sanción a SaludEPS y la
creación de un marco legal que avale el derecho a la muerte digna para los NNA. La
resolución 825 del 2018, expedida el 9 de marzo, es la legislación de este derecho
fundamental. Es importante recalcar que esta resolución no solo legisla la eutanasia sino
también un derecho a morir dignamente a través de cuidados paliativos. Hay que tener en
cuenta que la sentencia T-544 se adjunta al protocolo para la aplicación del procedimiento
de la eutanasia en Colombia emitida el año 2015, por ello, los médicos y profesionales de la
salud tienen el deber de realizar el debido procedimiento siempre y cuando se del
consentimiento del paciente o, de ser el caso, de sus tutores legales.

Siguiendo con la búsqueda del porqué de la aprobación de la eutanasia en Colombia se


comparó las constituciones de toda América Latina, buscando rasgos y patrones similares en
cuanto al marco legal que permitiera comprender cómo en la jurisprudencia puede existir
intereses políticos que dan cuenta de diferentes realidades sociales, sobre todo lo que
incumbe al tema de la eutanasia. A pesar de que la mayoría de países comprenden tanto sus
economías en el capitalismo, así como su adopción de políticas en una ideología liberal, a
excepción de Cuba y Venezuela, se encontró que ningún otro país a despenalizado lo que se
considera como homicidio piadoso y, a pesar de que hay excepciones dentro del ámbito
médico sobre lo que se podría considerar como eutanasia pasiva, ningún otro país ha avalado
como Colombia la eutanasia activa. A pesar de estas diferencias, se ha tratado de buscar qué
constituciones anteponen la vida digna como un deber y derecho fundamental, de modo que
se respete las diferentes formas de vida en un territorio. Esto es, ante todo, porque la dignidad
de vida es el principal argumento que sostiene la legalización de la eutanasia como un
producto de ese derecho fundamental. Se encontraron dos países que, de manera homóloga
a Colombia, respetan la pluralidad, la etnicidad, el territorio y la dignidad de vida, estos son
Ecuador y Bolivia. Aunque en Ecuador no se permita la aplicación de la eutanasia, existen
apartados en el código de ética médica de en el artículo 90, 91 y 92, en los cuáles se explica
que tanto el médico como la familia del paciente tiene la libertad para permitir continuar con
el tratamiento, la desconexión de aparatos artificiales, así como la terminación de la vida

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cuando se establezca la muerte cerebral. En el tema de la eutanasia en Bolivia, se entiende
todavía como un tema de homicidio piadoso, el cual se encuentra en el artículo 257 de la
constitución boliviana:” Se impondrá la pena de reclusión de uno a tres años, si para el
homicidio fueren determinantes los móviles piadosos y apremiantes las instancias del
interesado, con el fin de acelerar una muerte inminente o de poner fin a graves padecimientos
o lesiones corporales incurables”, dice el artículo mencionado. Por otra parte, en los últimos
años se ha realizado un referendo en el artículo 135 Código de sistema penal sobre este tema:
“La persona que cause la muerte a otra que sufre probadamente una lesión corporal con
graves padecimientos o enfermedad incurable o terminal, siempre que esté unida a ella por
un vínculo de afecto y actúe movida por un sentimiento de piedad ante su pedido inequívoco,
será sancionada con un mínimo de prestación de trabajo de utilidad pública de cinco (5) a
siete (7) meses hasta un máximo de tres (3) años de prisión”, dice el artículo.

Aún si en contadas ocasiones se da prioridad a la vida digna del paciente terminal tanto en
Ecuador como en Bolivia, no se cuenta con un marco jurídico que permite el procedimiento
legal de la eutanasia activa, sin embargo, el marco legal por sí solo no da cuenta de todos los
procesos eutanásicos que puede pasar dentro de estos países aun si esta es ilegal. Como
sucedió y se tiene conocimiento en Colombia, han existido médicos que han practicado la
eutanasia mucho antes de su aprobación en 1997, por lo que es posible pensar que esta
práctica está extendida a lo largo del territorio latinoamericano. Como prueba de esto,
tenemos el testimonio dado por el denominado Doctor muerte o Gustavo Quintana, a El
Espectador: “Hace como 32 años [ hablando sobre la primera vez en que realizó la eutanasia].
Fue de una mujer de 59 años, a los 56 tuvo una serie de problemas neurológicos y yo era
amigo de su familia” (Navarro, 2015). Esto implica para la investigación dos cosas de suma
importancia, la primera hacer una revisión de los códigos de ética médica de estos tres países
y la segunda, realizar un trabajo en campo en donde se conozcan experiencias, si bien no
necesariamente ligadas a la aplicación de la eutanasia, de profesionales de la salud con
respecto a pacientes terminales.

Los profesionales de la salud se encuentran ligados a un código de ética médica, que responde
directamente con los intereses y decretos estatales. Por ejemplo, el código de ética médica
ecuatoriano tiene un apartado acerca de la eutanasia, en donde prohíbe este tratamiento,

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interpelando por el cuidado terapéutico del paciente terminal, sin embargo si se permite la
desconexión de aparatos de soporte vital en caso de muerte cerebral, así como un caso
especial, en donde la vida del paciente se encuentre en condiciones indignas o irreversibles,
que quedará al criterio el médico y su familia para decidir si es preciso descontinuar el
tratamiento. Por otro lado, la declaración de la ética médica boliviana deja claro en un
principio que la eutanasia queda estrictamente prohibida y es contraria a este código de ética,
puesto que el primer postulado circunscribe a los médicos bolivianos al juramento
hipocrático. Sin embargo, al realizar una comparación con el código de ética médica
colombiana, se encuentra que en este no hay ninguna prohibición de algún tipo sobre la
eutanasia, a pesar de que se legisla la necesidad de un tratamiento terapéutico para con
pacientes terminales, nada se dice sobre la capacidad del profesional de la salud, del paciente
o de sus familiares para definir su situación de vida o muerte en condiciones que atenten
contra la vida digna. Se podría argumentar que este vacío legal es lo que permitiría que más
adelante, dado que el código de ética médica es del año 1981, se legalice la eutanasia en
Colombia en el año 1997, puesto que no hay un artículo sobre ética que prohíba su uso en el
campo de la salud.

Por otro lado, se ahondó tanto en consideraciones filosóficas como históricas ya


antropológicas que permitieran darle un matiz a la investigación presente y centrarla en un
campo más específico. En ese sentido se dará comienzo con la obra del filósofo moderno
Byeung Chul Han, quien en la Agonía del eros explicará de manera concisa como se ha
establecido una percepción de la muerte en la época actual, dando paso a un contexto
histórico sobre lo que se entiende por muerte y sus consecuencias modernas a través de dos
artículos y, por último, haciendo un recorrido de los diferentes abordajes teóricos frente a
este tema desde la antropología.

Para Chul Han existe una dialéctica hegeliana que hoy en día solo consta de un individuo,
es decir que somos nosotros mismos tanto amos como esclavos. En ese sentido, negamos por
completo un proceso absoluto, entendiendo al absoluto como un desenvolvimiento constante
y en últimas un proceso de conclusión o cierre que permite reconocer en un otro los procesos
negativos, es decir la muerte. El desenvolvimiento del absoluto permite distanciarse de la
conciencia de sí y reconocer tanto en el mismo como en el otro la muerte, para dar lugar a

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una conclusión o lo que es para Hegel, visto desde Chul Han, el amor. La concepción de la
vida en el capitalismo se entiende como una negación de la muerte tanto en uno como en los
otros, lo que en últimas conlleva a que el pensamiento del esclavo hegeliano se reproduzca y
condicione un modelo de vida que sobrepone ante todo la acumulación, o la búsqueda de una
supervivencia sin vivir realmente. Se evita la muerte, ya que se le teme y no se le reconoce
dentro de un proceso de desenvolvimiento. Quien no tiene la capacidad de muerte no
arriesga su vida. Bajo esta perspectiva, hay una fetichizarían de la salud en la era moderna y
se le adula como una deidad porque desconocemos el valor negativo necesario de la muerte.
Hay una. preocupación por la mera supervivencia, incrementar la propiedad es un deber. No
es una vida buena (Aristóteles). Sin embargo, esta concepción no es inmutable, puesto que
la modernidad ha permeado al individuo, deconstruyendo los arquetipos y estructuras
sociales anteriormente utilizadas, hay que tener en cuenta las concepciones históricas que se
han dado sobre la muerte como proceso social.

Existe un registro prehistórico que, a través de hallazgos arqueológicos, nos permite


determinar un temor hacia la muerte en nuestros ancestros, hay muestras arqueológicas que
dan cuenta de rituales de enterramiento. Los Homo Sapiens son los primeros en proclamar
que existe una vida más allá de la muerte al encontrarse objeto de valor dentro de las cuevas
o excavaciones funerarias. Hoy en día la muerte se entiende como un problema filosófico y
existencial ligado a la ética individualista que nos domina. En nuestra sociedad la concepción
de la muerte es negativa puesto que uno de nuestros principios es el de la acumulación, es
decir que se entiende la muerte como el fin de la riqueza, esto lo dice DaMatta. Por otra parte,
Ariés comprende el concepto de muerte en un trasfondo histórico que le categoriza según su
momento, por ejemplo, durante el siglo XVII y XVIII, la muerte adquiere un sentido médico
dentro de una nueva concepción de sociedad, así como la conformación de un Estado de
derecho. La medicina hará de la muerte algo negativo, por ser contrario a la vida y, por tanto,
contrario a las incipientes biopolíticas estatales que nacen con el fin de controlar y hacer útil
económicamente la vida del sujeto. En ese sentido y hasta nuestros días, la concepción de la
muerte se encuentra invertida, es decir que el ser humano ya no es dueño de su muerte, sino
que se lo deja a procesos médicos que determinan sus formas de morir. Para referirnos hacia
la muerte, siempre lo hacemos desde un otro, puesto que la escuela psicoanalítica plantea que
a nivel inconsciente estamos convencidos de nuestra propia inmortalidad. Esto sucede debido

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a que la medicina ha condicionado un nuevo concepto de muerte que conceptualmente se
separa de la naturaleza, una negación completa de la muerte. Por ello, el nacimiento de los
cuidados paliativo supone un reconocimiento de las limitaciones de la medicina como
institución y al fin al cabo como seres humanos, bien podemos alargar la vida y mejorar sus
condiciones, pero no podemos evitar la muerte. Los cuidados paliativos han permitido
aceptar la muerte como un proceso nuevamente ligado a la naturaleza que, sin embargo,
todavía tienen mucho que recorrer en cuanto a su aplicación e intervención en las políticas
públicas se refiere. Este artículo nos hace preguntar si la eutanasia es también una
desmedicalización de la muerte, como se propone en este texto con los cuidados paliativos,
y de ser esto cierto, de qué manera se puede aplicar y más importante aún, a través de esta
práctica como, de ser posible, transformar las percepciones tanto de los afines al campo de
la salud, como el público en general.

La concepción de muerte que tenemos en occidente implica una serie de prácticas frente a un
ritual. El luto es por excelencia nuestra manera de afrontar la muerte como un ritual. El luto
implica silencio, como forma de respeto hacia el muerto, así como expresar tristeza, dolor y
llanto, la ropa es toda negra y se llevan flores o lazos conmemorativos. Por otro lado, el duelo
como forma de afrontar la muerte como ritual, es propio de comunidades rurales, esto es una
expresión subjetiva por la pérdida de un ser querido. En estas comunidades se les enseña a
los más pequeños que la muerte es una constante y que a todos nos llega tarde que temprano.
Por otra parte, las relaciones frente a la muerte son completamente diferentes entre
sociedades. En la occidental se espera que la muerte sea rápida, espontánea, que no requiera
gran sufrimiento, se espera que la muerte ocurra en un hospital y es generalmente un proceso
entre un individuo, como paciente, y los médicos. En las comunidades rurales, la muerte se
anuncia más pacientemente, los familiares y la comunidad se reúnen en torno al enfermo y
lo acompañan en todo momento. De esta manera, las concepciones de la muerte varían según
su institucionalidad, puesto que la medicalización occidental de la muerte ha generado unas
nuevas formas de comprender este proceso como algo netamente individual, más debería ser
un proceso social, se vuelve algo privado e inclusive se le negativiza.

El concepto de muerte está ligado fuertemente con la noción de vida, salud y enfermedad. La
enfermedad se comprende desde lo cultural, hay enfermedades particulares en cada sociedad.

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Así como varía la enfermedad, también varía la concepción de la salud. En los pueblos
indígenas de Latinoamérica la concepción de salud es algo holístico, es decir que se entiende
como equilibrio, búsqueda de una armonía y un bienestar en general. Sin embargo, la
medicalización de la salud y por tanto la enfermedad en la sociedad occidental ha causado
una nueva concepción de la muerte. La muerte, antes de carácter social se vuelve privada, es
ahora cuestión única del individuo y no se vivencia en comunión como un rito de duelo, de
recordar y de seguir a pesar de las circunstancias, cosa que no pasa en la muerte moderna,
puesto que se le entiende desde el luto, el silencio, el no hablar de ello.

Estas han sido percepciones generales dentro de las ciencias sociales sobre el concepto de
muerte, así como de otros relacionados. Ahora bien, la antropología, a pesar de ser una de las
encargadas de darnos este panorama general, también tiene una visión específica dentro de
su campo. Las nociones de la muerte desde la antropología son comprendidas y situadas tanto
históricamente como teóricamente. En ese sentido, se hace una recapitulación, siguiendo al
autor Pérez, de los diferentes periodos:

1. S.XIX-XX: Desde la corriente del evolucionismo, Taylor plantea que la religión se


construye a través de la veneración de los muertos y también bajo la creencia de que
todo individuo, a veces seres vivos o no, poseen alma. En ese sentido, el mundo de
los vivos y de los muertos cohabita. En un segundo momento, Freud plantea que lo
muerte nos es impersonal, puesto que plantea que nuestro inconsciente no conoce
nada negativo y que no puede existir la idea de la muerte en el individuo, más bien
existe una inmortalidad del inconsciente. Se vivencia la muerte solo cuando se
experimenta a partir de un otro. De estas concepciones de la muerte se desprende la
idea de la muerte como parte de una función social. En Malinowski, la muerte es
social y tiene una función relacional, cuyo propósito es entender la finitud dentro de
un grupo social, así como establecer rituales que evidencien una jerarquía concreta.
2. Años 50-80: Desde el estructuralismo de Levi-Strauss, este plantea que los anteriores
estudios sobre la muerte son impersonales, puesto que la muerte permite al individuo
pensarse así mismo, lo que permite pensar también su papel dentro de la sociedad.
Por lo tanto, la muerte es reproductora de estructuras sociales que hacen que las
sociedades sean móviles y no estáticas como se planteaba anteriormente. Goody

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profundiza esta noción agregando que el ritual funerario es significativo, puesto que
es portador de una cultura que pasa de generación en generación. También permite
evidenciar los roles familiares y sociales de los individuos, debido a que el ritual
funerario es un punto de tensión en la familia, así como también en la sociedad que
les rodea. Posteriormente en los años 70, Geertz plantea que la muerte en sí es
significativa para los vivos, por lo que sus símbolos comunes cohesionan las actitudes
de los individuos frente a la muerte y a su rol social. En los 80, Marvin Harris
planteará una correlación entre muerte y el crecimiento demográfico para controlar
los recursos naturales, por ejemplo, el infanticidio femenino.
3. Años 90-presente: La antropóloga Scheper-Hughes propone que el estudio de la
muerte debe considerar factores históricos, sociales, productivas, de poder y su
sistema simbólico. Por otra parte, Marc Augé plantea a la muerte como un ritual que
implica recordar la relación social entre los vivos, aparecen los conceptos de memoria
y olvido que definen ciertos tipos de muerte.

Método:

Se utilizará la modalidad de grupos focales, planeando realizar tres. Un grupo integrado tanto
por estudiantes, seleccionados al azar y con ayuda del tutor Eduardo Díaz, de primeros
semestres, el otro grupo conformado por estudiantes de últimos semestres. Se utilizarán
preguntas en forma de entrevista semiestructurada, en creación conjunta con el tutor, que
guiarán la realización de la técnica. Se busca integrar como co-investigadores a dos
profesores de la Facultad de Medicina.

Consideraciones éticas:

Se diseña un consentimiento informado que tenga en cuenta las consideraciones éticas del
uso de información, producto de la investigación y con fines académicos únicamente (ver
Anexo1).

Cronograma:

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Sujeto a los horarios del próximo semestre.

Mayo: Presentación de propuesta en comité de ética de Instituto de Bioética y luego Facultad


de Medicina (previamente revisar protocolo, consentimientos, guion de grupos focales)

Julio: Grupos focales

Agosto: Análisis de la información (Atlas-T)

Septiembre: Preparación de artículo

Presupuesto:

Considerando que la investigación se desarrollará dentro de las instalaciones de la


universidad, no hace falta pensar el algún presupuesto extenso. Además, se cuenta con las
herramientas necesarias para realizar las entrevistas y se dispone del tiempo dentro de las
actividades académicas para llevar a cabo la investigación.

Difusión:

Se pretende que esta investigación de paso a la elaboración de un artículo en conjunto para


una revista indexada.

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1. Anexo 1: Formato de consentimiento informado

Título de la investigación: Concepciones de muerte en estudiantes de medicina de la


Pontificia Universidad Javeriana: Un acercamiento al ámbito médico en temas relacionados
con la muerte, el morir y la muerte digna.

 He leído y discutido la descripción de la investigación con el investigador y su tutor.


He tenido la oportunidad de hacer todas las preguntas que tuve respecto a los
propósitos y procedimientos de la investigación.
 Mi participación en esta investigación es voluntaria. Puedo renunciar a participar en
cualquier momento.
 El investigador, o su tutor, puede retirarme de la investigación cuando ellos lo crean
conveniente.
 Si durante el curso de la investigación surge nueva información que pueda cambiar
mi disposición a participar de él, el investigador y su tutor me proporcionarán esta
información.
 Cualquier información derivada del proyecto de investigación que me identifique
personalmente no será publicada sin mi consentimiento específico.
 Si en cualquier momento del proyecto tengo preguntas, puedo contactar al
investigador principal quien contestará mis preguntas, así como información sobre el
tutor:
o Nicolás Camilo Vera Cortés
o Celular: 3008028923
o Correo electrónico: nicolas.vera@javeriana.edu.co
o Información del tutor: Eduardo Díaz Amado, eduardo.diaz@javeriana.edu.co
 Si tengo preguntas sobre mis derechos en esta investigación, dudas, sugerencias o
quejas que no hayan ido resueltas por el investigador, puedo contactar al Comité de
Ética de la Universidad Javeriana.
 Debo recibir copia de la descripción de la investigación y en este documento.
 La entrevista será audio grabada, pero solamente con el propósito de analizar la
información por parte del equipo de investigación.

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 Doy permiso para audio grabar la entrevista.
 No doy permiso para ser grabada. Los materiales recogidos sólo serán
vistos por el equipo de investigación.

MI FIRMA SIGNIFICA QUE ACEPTO MI PARTICIPACIÓN EN ESTA


INVESTIGACIÓN.

__________________________

Nombre y Firma participante

Bibliografía
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https://www.semana.com/vida-moderna/articulo/aun-les-niegan-la-eutanasia-a-los-
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" Morir es el camino fácil", héroe CNN rechaza la eutanasia infantil. (3 de Marzo de 2018). Semana.
Obtenido de https://www.semana.com/nacion/articulo/jeison-aristizabal-heroe-cnn-
contra-eutanasia-infantil/558940

Abt, A. C. (s.f.). El hombre ante la Muerte: Una mirada antropológica. Universitat Rovira i Virgili,
Tarragona, España.

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Bustos, M. L. (2007). La muerte en la cultura occidental: Antropología de la muerte. Red de


Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal. Obtenido de
http://www.redalyc.org/html/806/80636212/

Cardona, C. A. (22 de Marzo de 2018). ¿Eutanasia o eliminación de las vidas carentes de valor y
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eliminacion-de-las-vidas-carentes-de-valor-y-eugenesia-social/

15
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Constitución Nacional de Colombia. (1991). Colombia.

Constitución política del Estado. Bolivia. (2009). Bolivia.

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