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Señor(es)

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA (REPARTO)


E. S. D.

Referencia: ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL POR


VULNERACIÓN A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES A LA HONRA, AL BUEN
NOMBRE, AL TRABAJO, Y A LA PROPIEDAD PRIVADA.
Accionantes: ARNUL JARAMILLO MORA Y EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA.
Accionada: TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTA –
SALA DE DECISIÓN PENAL DE EXTINCIÓN DEL DERECHO DE DOMINIO.
Intervinientes: JUZGADO PRIMERO PENAL DEL CIRCUITO ESPECIALIZADO
EN EXTINCIÓN DE DOMINIO EN CALI.

Nosotros, ARNUL JARAMILLO MORA y EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA,


mayores de edad, identificados como aparece al pie de nuestra correspondiente
firma, domiciliados en el Municipio de Palmira Valle del Cauca, actuando en nombre
propio, en el uso de las facultades constitucionales, respetuosamente interponemos
ACCIÓN DE TUTELA consagrada en el artículo 86 de la Constitución Nacional, en
contra del TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTA –
SALA DE DECISIÓN PENAL DE EXTINCIÓN DEL DERECHO DE DOMINIO, por
considerar vulnerados nuestros derechos fundamentales a LA HONRA (artículo 21
C.N.) AL BUEN NOMBRE (artículo 15 C.N.), AL TRABAJO (artículo 25 C.N.), y
la PROPIEDAD PRIVADA (artículo 58 C.N.), con base en los siguientes hechos:
1. HECHOS.
1.1. EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA celebro contrato de arrendamiento
comercial el día veintitrés (23) de enero de dos mil doce (2012) con el señor
ARNUL JARAMILLO MORA, sobre el inmueble ubicado en la carrera 27 No. 30-
68, local 213 Centro Comercial San Andresito del Municipio de Palmira Valle del
Cauca, con el fin de desarrollar actividad comercial consistente en el
mantenimiento y reparación de equipos móviles, como celulares, tablets,
cámaras, bajo la razón social Centro de Servicio Técnico de celulares “El Mago”.
Actividad que desarrolla durante aproximadamente dieciocho (18) años.
1.2. Los últimos diez (10) años, el señor EDWIN MAURICIO PEREZ ha
desempeñado exitosamente su activad comercial en el mismo centro comercial
San Andresito de Palmira Valle en diferentes locales comerciales, por lo que es
ampliamente conocido tanto por los demás comerciantes del sector, los
propietarios de los locales comerciales, como por la administración del centro
comercial en mención.
1.3. En esa larga trayectoria comercial, el señor PEREZ LOPERA no había tenido
contratiempo, impedimento, adversidad o investigación alguna, que haya puesto
en tela de juicio su rectitud e integridad como comerciante. Aspectos que se
hicieron extensivos al señor ARNUL JARAMILLO MORA, propietario del local
comercial.
1.4. El día veintiséis (26) de mayo del año dos mil quince (2015) la Policía de
Investigación Criminal Departamental del Valle, motivados por una supuesta
noticia anónima, realizo diligencia de registro y allanamiento al local comercial
donde funcionada el establecimiento del señor PEREZ LOPERA, inmueble antes
descrito propiedad de JARAMILLO MORA, con la finalidad de encontrar
elementos materiales probatorios relacionados con la actividad ilícita de
comercialización de celulares hurtados, diligencia que fue atendida por el señor
EDWIN MAURICIO PEREZ. Al registrarse se hallaron dos equipos celulares con
reporte negativo por hurto y un equipo celular sin número de identificación, por
lo que procedieron a realizar la captura del señor EDWIN MAURICIO PEREZ
LOPERA quien fue puesto a disposición de la Fiscalía URI de Palmira, bajo el
radicado 7652060001802015-00819. Dicho proceso fue precluido por la Juez
Sexta Penal Municipal con Función de Control de Garantías de Palmira Valle.
1.5. Como deber de la administración del Centro Comercial San Andresito de
Palmira Valle, le fue informado al propietario ARNUL JARAMILLO MORA la
situación ocurrida. Este estuvo atento al desarrollo del proceso y una vez fue
precluida y archivada la investigación en contra de su arrendatario, como es
lógico y obligatorio legal y constitucionalmente, siguió confiando en la buena fe
y la transparencia de la actividad comercial que se desarrollaba en el inmueble
de su propiedad, máxime que no existía una justa causa comprobada para dar
por terminado unilateralmente el contrato de arrendamiento vigente.
1.6. El día diez (10) de septiembre de dos mil quince (2015) funcionarios
adscritos al grupo de patrimonio económico de la unidad de investigación
criminal de Palmira, realizaron un segundo allanamiento al aludido local
comercial. Esta vez fueron atendidos por la compañera permanente del señor
PEREZ LOPERA, diligencia que resultó infructuosa para finalidad inicial, puesto
que no se encontraron equipos con reporte negativo por hurto, más sin embargo
realizaron la incautación de treinta y un (31) equipos celulares que no tenían
documentación de propiedad, equipos que habían sido dejados por personas
para la reparación y/o mantenimiento. Equipos que posteriormente fueron
regresados al señor MAURICIO PEREZ LOPERA, quien termino de repararlos
y hacerles el mantenimiento para regresarlos a sus propietarios.
1.7. A pesar de lo anterior, la Fiscalía 17 Seccional de la Dirección de Fiscalía
Nacional Especializada de Extinción de Dominio Región Cuatro, dio apertura a
la fase inicial de la acción de extinción de dominio del inmueble propiedad del
señor ARNUL JARAMILLO MORA. La práctica de pruebas para determinar si lo
descrito anteriormente se enmarcaba dentro de las causales de Extinción de
Dominio fueron asignadas al S.I. DIEGO HENAO MEJIA investigador del grupo
de Extinción de Dominio y Lavado de Activos de la Sijin Palmira Valle. El informe
entregado por el investigador motivó a que la fiscalía descrita continuara a la
fijación provisional de la pretensión y medidas cautelares, por lo que la
suspensión del poder dispositivo embargo y secuestro fue acatada por la Oficina
de Registro de Instrumentos Públicos de Palmira, quedando ejecutada el día
veinticinco (25) de noviembre de dos mil quince (2015).
1.8. El trece (13) de diciembre de dos mil quince (2015) se corrió traslado para
que los sujetos procesales e intervinientes presentasen oposición y aportaran
las pruebas que tuviesen en su poder y quisiesen hacer valer en el trámite. El
delegado de la Fiscalía formulo requerimiento de extinción el día veintiséis (26)
de enero de dos mil dieciséis (2016), por lo que se procedió a remitir al Centro
de Servicio de los Juzgados Penales del Circuito Especializados de Buga,
correspondiéndole el reparto al Juzgado Primero Penal del Circuito
Especializado quien avoco conocimiento el día veinticuatro (24) de febrero de
dos mil dieciséis (2016). Por orden del Consejo Seccional de la Judicatura del
Valle, se ordenó el primero (1) de abril de la misma anualidad, la remisión de
expedientes al Juzgado Penal del Circuito Especializado de Extinción de
Dominio de Cali, quien avoco el conocimiento el día veinte (20) de abril del
mismo año.
1.9. El día miércoles veintitrés (23) de noviembre de dos mil dieciséis (2016) el
Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado en Extinción de Dominio de
Cali, mediante Sentencia decide negar la declaración de Extinción de Dominio
sobre el inmueble propiedad de ARNUL JARAMILLO MORA puesto que
considero que no existía merito probatorio para la extinción.
1.10. No conforme con la decisión de primera instancia, el fiscal encargado
interpuso recurso de apelación contra la sentencia mencionada, por considerar
que los elementos materiales probatorios aportados daban cuenta de la comisión
de la conducta delictiva y que por lo tanto se enmarcaba en la causal
contemplada en el numeral 5 de la Ley 1708 de 2014.
1.11. El recurso de apelación formulado fue de conocimiento del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Bogotá Sala de Decisión Penal de Extinción del Derecho
del Dominio con ponencia del Magistrado Pedro Oriol Avella Franco, quien
mediante sentencia del trece (13) de agosto de dos mil dieciocho (2018) decidió
compartir las apreciaciones de la Fiscalía y revoco la sentencia de primera
instancia para en su lugar extinguir el dominio del inmueble propiedad de ARNUL
JARAMILLO MORA.
1.12. Una vez notificada la providencia proferida por el Tribunal Superior, sentimos
que se vulneraron derechos fundamentales en el pronunciamiento y al tener en
cuenta que sobre dicha decisión no procedía recurso alguno, se decide solicitar
el amparo constitucional con inmediatez teniendo en cuenta la fecha y forma de
notificación de la decisión, el estudio factico y jurídico de la sentencia atacada y
su posterior sustentación.

2. FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO.


La presente acción esta cimentada en la vulneración de los derechos fundamentales
a la HONRA, AL BUEN NOMBRE (artículo 15 C.N.), AL TRABAJO (artículo 25 C.N.),
y la PROPIEDAD PRIVADA (artículo 58 C.N.), por parte del Tribunal Superior de
Bogotá Sala de Decisión Penal de Extinción de Dominio, quien mediante Sentencia
de segunda instancia decidió extinguir el dominio de un bien inmueble propiedad de
ARNUL JARAMILLO MORA, vulnerando su derecho fundamental a la propiedad
privada argumentando que fue descuidado y negligente en la vigilancia y
destinación de su inmueble, y conexamente vulnerar los derechos fundamentales a
la Honra, al Buen Nombre y Trabajo del señor EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA,
al señalar que este realiza actividades ilícitas en su establecimiento de comercio.
2.1. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS
JUDICIALES.
Como es sabido, por regla general la Acción de Tutela resulta improcedente para
atacar las Sentencias proferidas dentro de un proceso judicial, procurando el
respeto de la autonomía judicial y la seguridad jurídica. Pero excepcionalmente
cuando de dichos fallos judiciales se vislumbra una vulneración a los derechos
fundamentales de las personas, el Juez constitucional es competente e incluso
necesario para protegerlos, más aun si no existe otro medio de defensa o este no
resulta efectivo y se puede presentar la ocurrencia de un perjuicio irremediable.
Para el caso objeto de estudio, nos encontramos ante el fallo judicial de segunda
instancia de un proceso de Extinción de Dominio, proferido por el Tribunal Superior
de Bogotá, Sala de decisión Penal de Extinción del Derecho de Dominio, el cual
decidió recovar la Sentencia de Primera Instancia y en su lugar extinguir el dominio
de un bien inmueble propiedad del señor ARNUL JARAMILLO MORA y arrendado
por el señor EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA. Sobre dicha decisión no procedía
recurso ordinario o extraordinario alguno, lo que traduce a que dicha sentencia
quedo en firme.
La corte Constitucional ha establecido requisitos generales y especiales para la
procedencia de la acción de tutela en contra de providencias judiciales. De
conformidad con la Sentencia C-590 de 2005, los requisitos de procedibilidad de la
acción de tutela contra decisiones judiciales son los siguientes:
“Requisitos generales
1.- Que la cuestión que se discuta resulte de evidente relevancia constitucional, es
decir, que exista un confrontación de la situación suscitada por la parte accionada
con derechos fundamentales. Ello, por cuanto los debates de orden exclusivamente
legal son ajenos a esta acción pública. De esta manera corresponde al juez de tutela
indicar con claridad y de forma expresa porqué la cuestión a resolver es una
cuestión de relevancia constitucional que afecta las garantías de carácter
constitucional fundamental de las partes.
2.- Que se hayan agotado todos los medios -ordinarios y extraordinarios- de defensa
judicial al alcance de la persona afectada, salvo que se trate de evitar la
consumación de un perjuicio iusfundamental irremediable, de conformidad con el
requisito de subsidiariedad de la acción de tutela.
3.- Que se cumpla el requisito de la inmediatez, esto es, que la solicitud de amparo
se interponga en un término razonable y proporcionado a partir del hecho que
originó la presunta vulneración.
4.- Si la solicitud de amparo se fundamenta en una irregularidad procesal, se debe
demostrar que la misma tiene un efecto decisivo o determinante en la sentencia que
se impugna y que afecta los derechos fundamentales de parte accionante.
5.- Que la parte actora identifique de manera razonable tanto los hechos que
generaron la vulneración como los derechos vulnerados y que hubiere alegado tal
vulneración en el proceso judicial siempre que esto hubiere sido posible.
6.- Que no se trate de sentencias de tutela.

En ese orden de ideas, tenemos que para el presente caso, se cumplen con todos
y cada uno de requisitos generales, toda vez que como se indicó, primero: el tema
a discutir es la vulneración a los derechos fundamentales a la Honra, a él buen
nombre, al trabajo y a la propiedad privada de los señores ARNUL JARAMILLO
MORA (propietario) y EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA (arrendatario), lo que se
traduce que existe relevancia constitucional. Segundo: todos los medios ordinarios
y extraordinarios existentes dentro del proceso de Extinción de Dominio, fueron
agotados. Tercero: La presente acción fue presentada cumpliendo el requisito de
inmediatez, toda vez, que el Tribunal Superior de Bogotá, Sala Penal, ejecutorio la
Sentencia atacada el día 27 de agosto de 2018, posteriormente el día 6 de
septiembre de 2018 remitió el expediente al Juzgado de origen (Primero Penal de
Extinción de dominio de Cali), quien posteriormente notifico personalmente la
decisión, una vez solicitamos la copia de la sentencia en el despacho. Por lo que no
han transcurrido más de noventa (90) días calendario desde la ejecutoria de la
Sentencia. Cuarto: La solicitud de amparo no se fundamenta únicamente en una
irregularidad procesal, mas sin embargo se exponen con detalle cada actuación
procesal para dejarlas a consideración de la sala. Adicionalmente consideramos que
renunciar a la objetividad en la valoración del acervo probatorio constituye una
irregularidad procesal. Quinto: se identifican a detalle todos y cada uno de los
hechos que generaron la vulneración de los derechos fundamentales incoados.
Sexto: La providencia atacada no fue proferida dentro de proceso de Tutela.

De igual manera la Sentencia C-590 de 2005, señaló que además de los requisitos
generales, para que proceda la acción de tutela contra providencia judicial, es
necesaria la existencia de al menos una causal especial de procedibilidad. Se trata
de defectos sustanciales graves que hacen discordante la decisión judicial con los
preceptos constitucionales. Éstos corresponden a:
“a. Defecto orgánico, que se presenta cuando el funcionario judicial que profirió la
providencia impugnada, carece, absolutamente, de competencia para ello.
b. Defecto procedimental absoluto, que se origina cuando el juez actuó
completamente al margen del procedimiento establecido.
c. Defecto fáctico, que surge cuando el juez carece del apoyo probatorio que permita
la aplicación del supuesto legal en el que se sustenta la decisión.
d. Defecto material o sustantivo, como son los casos en que se decide con base en
normas inexistentes o inconstitucionales o que presentan una evidente y grosera
contradicción entre los fundamentos y la decisión.
f. Error inducido, que se presenta cuando el juez o tribunal fue víctima de un engaño
por parte de terceros y ese engaño lo condujo a la toma de una decisión que afecta
derechos fundamentales.
g. Decisión sin motivación, que implica el incumplimiento de los servidores
judiciales de dar cuenta de los fundamentos fácticos y jurídicos de sus decisiones
en el entendido que precisamente en esa motivación reposa la legitimidad de su
órbita funcional.
h. Desconocimiento del precedente, hipótesis que se presenta, por ejemplo, cuando
la Corte Constitucional establece el alcance de un derecho fundamental y el juez
ordinario aplica una ley limitando sustancialmente dicho alcance. En estos casos la
tutela procede como mecanismo para garantizar la eficacia jurídica del contenido
constitucionalmente vinculante del derecho fundamental vulnerado.
i. Violación directa de la Constitución, que es el defecto que se deduce de infringir
directamente una o varias disposiciones o normas razonablemente vinculables a la
Constitución”.

Consideramos que para el caso objeto de estudio, la parte accionada incurrió en:
- DEFECTO FACTICO: En razón a que el material probatorio aportado por la
Fiscalía delegada fue totalmente insuficiente para determinar con claridad la
comisión o realización de actividades ilícitas por parte del señor EDWIN
MAURICIO PEREZ LOPERA en el inmueble propiedad del señor JARAMILLO
MORA. Material probatorio que motivo fundamentos hipotéticos e ilusorios por
parte del Tribunal Superior de Bogotá – Sala de Decisión Penal de Extinción de
Derecho de Dominio. Así mismo, no obro por parte del apelante ni de la Sala,
prueba contundente o real que demostrara, como se indicó, que existió
negligencia o “que ningún interés tuvo el titular del derecho de dominio por
ponerse al tanto de cuales eran, en realidad, las actividades desarrolladas en su
propiedad”.
Si bien le asiste la razón a la sala en señalar que el proceso de Extinción de Dominio
es autónomo, que no requiere de sentencia condenatoria para su procedencia, de
otra parte si es necesario que la actividad ilícita (si es la causal) efectivamente
exista, tal y como lo establece el artículo 2 de la Ley 1708 de 2014: “Toda aquella
tipificada como delictiva (…)”. Al respecto cabe señalar que luego del primer
allanamiento realizado en el inmueble afectado, se produjo la captura del señor
PEREZ LOPERA por encontrar en su establecimiento de comercio (dedicado a la
reparación y mantenimiento) tres equipos celulares, dos de ellos reportados como
hurtados y uno sin identificación, lo cual desencadeno una investigación penal al
cual se le ordeno la preclusión y archivo. Ese material probatorio que fue
presentado dentro de dicho proceso penal, fue el mismo que motivo y sustento parte
la solicitud de Extinción de Dominio, por lo no se comprende las razones que tuvo
el Tribunal accionado para no tener en cuenta que dicho material no constituyo
anteriormente prueba fehaciente de la actividad ilícita, material en el que baso parte
de su fundamentos jurídicos para extinguir el derecho de dominio. Situación que no
interfería en absoluto con la autonomía e independencia del proceso de Extinción.
De otra parte, el Tribunal accionado valoro como prueba fundamental en sus
consideraciones, la entrevista rendida por el señor ANTONY DE JESUS RENGIFO
GONZALES, uno de los propietarios de los equipos celulares con reporte de hurto
encontrados en el primer allanamiento. Nótese la inconsistencia e incredibilidad que
merece dicha prueba: el señor RENGIFO realizo el día 21 de enero en la compañía
Movistar un relato de hechos confusos y experimentados bajo en consumo de
bebidas alcohólicas, donde posteriormente decidieron realizar un reporte de hurto.
Es decir, no realizo la denuncia formal ante la entidad competente, mas sin embargo
si la realizo en la empresa de telefonía. Lo que llama fuertemente la atención es que
a folio 32, la Sala señala “que las reglas de la experiencia permiten afirmar que en
general la población colombiana no acude a las autoridades judiciales por los delitos
de poca monta (…)”. Pero como se puede avizorar, el señor RENGIFO GONZALES
hace parte de la pequeña población colombiana que si usa su derecho y obligación
de denunciar, más si embargo, no realizo la denuncia formal por hurto porque ni
siquiera él sabe con seguridad que sucedió. En la entrevista que se le practico
señala “empezamos a tomar desde las cuatro y media pero del campeonato nos
fuimos para el cafetalito en la carrera 42 con calle 28, eso es un bailadero, ahí nos
sentamos con los compañeros pero ellos se fueron yendo cada uno para su casa
porque tenían que madrugar, yo no me fui porque no tenía que madrugar, entonces
seguí tomando solo en el bailadero (…)”. Es de resaltar que el consumo de
bebidas alcohólicas se realizaba desde las horas de la tarde y que como el mismo
dice, se quedó solo en el lugar. Seguidamente narra “ahí llegaron unas peladas que
se hicieron al lado, eran dos peladas una indiecita, alta, cabello largo, la otra
morena, de pelo liso, alta, llegaron con unos manes, eran como tres, a ellos no los
recuerdo bien, unos compañeros que todavía estaban en la discoteca vieron
que yo estaba ahí con ellas, salí a bailar con ellas varias veces (…)”, inicialmente
señalo que se había quedado solo en el lugar y posteriormente indica que unos
compañeros que todavía estaban con el lo vieron estar con las supuestas y
presuntas victimarias. “compramos una jirafa y hasta ahí me acuerdo, cuando me
desperté estaba en la casa y no tenía celular, busque por todo lado y ya no tenía el
celular, un huawei negro, entonces me fui para el trabajo y allá me devolvieron
porque parecía estar intoxicado así que me fui para un centro medico y allá me
sacaron un poco de exámenes y me dijeron que no podía volver a tomar, regrese a
la casa incapacitado (…)”. Lo que causa asombro, es que los Magistrados del
Tribunal Superior, utilicen una prueba tan inestable y objetivamente desconfiable -
de una persona que se contradice constantemente en su declaración, se encontraba
altamente alicorado y trata de sugerir que fue intoxicado con alguna sustancia de la
cual no existió reporte médico, a pesar que como el mismo narro asistió a un centro
de salud, - para sustentar con ímpetu que la Juez de Primera instancia se equivocó
en sus apreciaciones y sumar hipotéticos para lo que condujo al pronunciamiento
final. De hecho es sorprendente como la Sala en folio 32 pone a flote su imaginación
en perjuicio de los accionantes y asegura “como en este caso las victimarias fueron
mujeres que haciendo uso de su condición embaucan a hombres incautos para
posteriormente apoderarse de sus pertenencias”. Cabe preguntar entonces, porque
esas hipótesis no se realizaron objetivamente, al señalar por ejemplo, que el señor
ANTONY RENGIFO GONZALES, en su estado de embriaguez obsequio su celular
a alguna mujer de su agrado, lo vendió o que incluso lo dejo como parte de pago
para poder seguir consumiendo licor y al otro día no se acordaba o se arrepintió, o
como debía ser, descartar dicha prueba.
De igual manera, tanto la Fiscalía como el Tribunal presumieron inexplicablemente
que el establecimiento de comercio del señor EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA
que funcionaba en el inmueble del señor JARAMILLO MORA, se dedicaba a la
comercialización de celulares hurtados. En ningún de los dos allanamientos se
encontró facturas o control alguno de venta de equipos, no se encontró en la
inspección ningún tipo de programa o aplicación utilizada para manipular terminales
móviles y cambiar los números IMEI, por lo que la afirmación de que se
comercializaban y se manipulaban equipos celulares robados no tiene asidero.
Como se recalcó, el señor PEREZ LOPERA se dedica únicamente a la reparación
y mantenimiento de equipos móviles, y a lo largo del proceso no existió prueba
alguna que lo desvirtuara, para en su lugar sopesar la actividad ilícita enunciada.
Para terminar este primer cargo, dentro de las consideraciones se establece que el
titular del derecho de dominio, ARNUL JARAMILLO MORA fue negligente y no
ejerció vigilancia en las actividades que se realizaban en su inmueble. Para la
anterior afirmación no existió prueba alguna, por el contrario a lo largo del proceso,
se aportó el contrato de arrendamiento celebrado con el señor PEREZ LOPERA y
el acta de preclusión y archivo definitivo del proceso penal que se adelantaba en
contra de este. El contrato de arrendamiento era prueba de que a pesar de ser
propietario del inmueble, no podía bajo ningún punto de vista irrumpir
arbitrariamente en el goce y disfrute del bien arrendado, más si se tiene en cuenta
que no había existido queja o denuncia alguna sobre la actividad desarrollada por
el señor PEREZ LOPERA, hasta el día del allanamiento donde resulto capturado y
posteriormente dejado en libertad y como se indicó, con el proceso prelucido y
archivado. Por lo anterior es innegable que el argumento expresado de
inobservancia, descuido y negligencia por parte del titular, es irrisorio al no existir
prueba del mismo.

- DEFECTO MATERIAL O SUSTANTIVO Y DECISIÓN SIN MOTIVACIÓN: Estos


cargos o elementos especiales de la procedencia de la presente acción, van
encaminados a señalar que existió una grosera contradicción entre los
fundamentos y la decisión, y que se presentó inobservancia de los fundamentos
facticos y jurídicos.
El tribunal accionado determina que fundamenta su decisión en que en los dos
allanamientos realizados al establecimiento de comercio que funcionaba en el
inmueble propiedad de JARAMILLO MORA, se encontraron dos equipos celulares
con reporte de hurto, un equipo celular sin número de IMEI y treinta y un equipos
móviles que fueron incautados. A folio 31 de la Sentencia, esa Corporación
fundamenta su reproche en que lo señalado por el señor PEREZ LOPERA carece
de coherencia y contundencia con los hallazgos recaudados, toda vez que no
explico particularmente la razón por la se encontraban en su establecimiento dos
equipos móviles con reporte de hurto; que solamente explico sobre el equipo sin
identificación, pero el Tribunal omite citar que en la entrevista solo se le pregunto
por ese equipo en particular. A pesar de ello, el señor PEREZ LOPERA da a
entender que los equipos que se encuentran en el establecimiento son dejados
solamente para una revisión y/o reparación. Seguidamente el Tribunal reprocha que
se incautaron 31 equipos móviles que no tenían reporte negativo alguno, como si la
simple incautación diera prueba de la comisión delictiva.
Así mismo a folio 33, se narra que “en este trámite se adelantó una actividad
probatoria independiente que permitió edificar la causal por la que se procede”(…),
haciendo referencia a que es irrelevante la preclusión y archivo de la investigación
que se realizaba en contra del señor PEREZ LOPERA, pero es evidente la
contradicción de dicho argumento porque el mismo acervo probatorio utilizado en
esa oportunidad para la captura, fue el utilizado para la continuación del proceso de
Extinción de dominio, a excepción claro está, de la entrevista realizada por el señor
RENGIFO GONZALES, que como vimos es desconcertante el valor probatorio que
se le dio. Incluso a folio 28, esa corporación indica: “véase además, que el origen
ilícito de los equipos celulares que se estaban comercializando en el establecimiento
“El Mago” es un hecho que igualmente se encuentra acreditado con la entrevista
practicada al señor Antony de Jesus Rengifo Gonzales (…)”, cuando se puede
apreciar que en dicha entrevista no se acredita absolutamente nada, mucho menos
que en el establecimiento de comercio “El Mago” se comercializaran celulares y que
estos fuesen de origen ilícito.
Recordemos entonces, que de los dos allanamientos realizados, solo en el primero
se encontraron dos equipos con reporte de hurto y uno sin identificación, lo que
motivo a la captura e investigación del señor PEREZ de la que salio impune, y en el
segundo allanamiento a pesar de encontrar 31 equipos celulares dicho
procedimiento de ninguna manera fue fructífero, de hecho dichos equipos fueron
regresados al señor PEREZ LOPERA. Además salta a la vista una inusual intención
del despacho al señalar en varias oportunidades en sus fundamentos hechos de
manera plural cuando debe hacerlo singular, dando una sensación de mayor de
gravedad al presente caso. En otras palabras, la sala menciona y reprocha hechos
vagos para cimentar los fundamentos en los que posteriormente se basa para su
decisión.

2.2. DERECHOS FUNDAMENTALES VULNERADOS.


En este punto cabe realizar una separación respecto de los accionantes, toda vez
que al señor ARNUL JARAMILLO MORA, titular del derecho de dominio y al señor
EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA, le fueron vulnerados derechos
fundamentales diferentes.

2.2.1. DERECHO A LA PROPIEDAD PRIVADA.


El Derecho fundamental a la propiedad privada se encuentra indicado en el artículo
58 constitucional el cual determina, “se garantizan la propiedad privada y los demás
derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser
desconocidos ni vulnerados por leyes posteriores (…)”. De otra parte la
Jurisprudencia de las altas cortes ha definido este derecho en varias oportunidades.
Por ejemplo “Puede definirse a la propiedad privada como el derecho real que se
tiene por excelencia sobre una cosa corporal o incorporal, que faculta a su titular
para usar, gozar, explotar y disponer de ella, siempre y cuando a través de su uso
se realicen las funciones sociales y ecológicas que le son propias” (Sentencia C-
189 de 2006).
De lo anterior se desprende la importancia de este. Para el caso en concreto
tenemos que el señor ARNUL JARAMILLO MORA, considera que le fue vulnerado
su derecho a la propiedad privada dentro del proceso de extinción de dominio que
se adelantó en un bien inmueble ubicado en el centro comercial San Andresito de
Palmira Valle del Cauca, Local 213, en el entendido de que el Tribunal Superior de
Bogotá, Sala Penal, quien resolvió el recurso de apelación interpuesto por la
Fiscalía, decidió extinguir su derecho de dominio. El a-quo señalo que el señor
JARAMILLO MORA no tuvo interés alguno para conocer en realidad cuales eran las
actividades realizadas por su arrendatario en el inmueble de su propiedad,
argumento al que no se le encuentra un soporte suficiente.
JARAMILLO MORA, si estuvo realizando las labores de vigilancia necesarias y
permitidas en las orbita de un contrato de arrendamiento, de hecho para el inicio de
la relación contractual solicito diferentes referencias del señor EDWIN MAURICIO
PEREZ LOPERA en el centro comercial San Andresito de Palmira Valle donde es
ampliamente conocido por su antigüedad en este. Adicionalmente durante alrededor
de tres años, no tuvo inconveniente o queja alguna de su arrendatario, hasta el
incidente del primer allanamiento.
Posterior a la primera diligencia de allanamiento, que resulto en la captura del señor
PEREZ LOPERA, el señor ARNUL JARAMILLO no tuvo otro camino que seguir
ejecutando el contrato de arrendamiento comercial que se encontraba vigente, una
vez el señor PEREZ LOPERA quedo en libertad y le informo e hizo entrega de la
preclusión y archivo del proceso, dando cuenta por supuesto que era inocente de la
actividad ilícita que se le imputaba. No se comprende exactamente qué medida o
acto la Sala del Tribunal pretendía que el señor JARAMILLO MORA realizara, para
considerar que tenía interés en el desarrollo de la actividad que se ejercía en su
inmueble. Como se indicó, bajo ningún parámetro se le puede reprochar al señor
ARNUL JARAMILL MORA que permitiera la continuación del establecimiento de
comercio Centro de servicio Técnico el “El Mago” cuando no existía una justa causa
probada para dar por terminado el contrato de arrendamiento comercial, por el
contrario medio una actuación judicial de la que se desprendía que el señor EDWIN
MAURICIO PEREZ LOPERA no había cometido ilícito alguno.
En el segundo allanamiento el señor JARAMILLO MORA, confirmo que
efectivamente su arrendatario se dedicaba solamente a reparación y mantenimiento
de equipos móviles, al enterarse que de treinta y un celulares incautados no existía
ninguno con reporte de hurto y que los mismo fueron regresados al señor PEREZ,
toda vez que se encontraban para la reparación y/o mantenimiento.
En ese orden de ideas, está demostrado que el argumento esbozado por la sala
resulta insuficiente, e inexplicable resulta el reproche que le realiza al titular del
derecho de dominio al permitir la continuación de la actividad comercial del
arrendatario, cuando no mediaba una justa causa contemplada en el Código de
Comercio para dar por terminado el contrato de arrendamiento. Incluso el señor
PEREZ LOPERA, al haber ocupado el inmueble desde el 23 de enero de 2012
causo su derecho a la renovación del contrato de arrendamiento, por lo que debía
necesariamente mediar una causal contemplada en el Código de Comercio:
“ARTÍCULO 518. DERECHO DE RENOVACIÓN DEL CONTRATO DE
ARRENDAMIENTO. El empresario que a título de arrendamiento haya ocupado no
menos de dos años consecutivos un inmueble con un mismo establecimiento de
comercio, tendrá derecho a la renovación del contrato al vencimiento del mismo,
salvo en los siguientes casos:
1) Cuando el arrendatario haya incumplido el contrato;
2) Cuando el propietario necesite los inmuebles para su propia habitación o para un
establecimiento suyo destinado a una empresa sustancialmente distinta de la que
tuviere el arrendatario, y
3) Cuando el inmueble deba ser reconstruido, o reparado con obras necesarias que
no puedan ejecutarse sin la entrega o desocupación, o demolido por su estado de
ruina o para la construcción de una obra nueva”.
Causales que no se hicieron presentes, porque si bien es cierto que dentro del
contrato de arrendamiento celebrado, se incluyó que el inmueble sería destinado a
una actividad comercial licita, el señor JARAMILLO no contaba con prueba alguna
que determinara lo contrario, y por lo tanto no podía sugerir que se presentaba un
incumplimiento contractual.
En ese orden de ideas, es evidente que al señor ARNUL JARAMILLO MORA se le
vulnero el derecho fundamental de Propiedad Privada sobre el inmueble ubicado en
la carrera 27 No. 30-68, local 213 del centro comercial San Andresito de Palmira
Valle del Cauca.
2.2.2. DERECHOS FUNDAMENTALES A LA HONRA, AL BUEN NOMBRE Y AL
TRABAJO.
Los derechos fundamentales a la Honra, al Buen Nombre y al Trabajo del señor
EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA, se consideran vulnerados por parte del
Tribunal Superior de Bogotá, Sala de Decisión Penal de Extinción del Derecho de
Dominio, en razón a que mediante la Sentencia del 13 de agosto de 2018, dentro
del radicado 2016-00012 01, se indicó que el señor PEREZ LOPERA se dedica a la
comercialización de celulares de procedencia ilícita, sin que existiese prueba que lo
acreditara.
La Corte Constitucional ha definido en diferentes pronunciamientos los derechos
fundamentales a la Honra y al Buen Nombre. Por ejemplo en la Sentencia T- 022
de 2017 indico:
“Desde sus primeros pronunciamientos, esta Corporación se ha referido al derecho
a la honra como la estimación o deferencia con la que cada persona debe ser tenida
por los demás miembros de la colectividad que le conocen y le tratan, en razón a su
dignidad humana. Es por consiguiente, un derecho que debe ser protegido con el
fin de no menoscabar el valor intrínseco de los individuos frente a la sociedad y
frente a sí mismos, y garantizar la adecuada consideración y valoración de las
personas dentro de la colectividad. En correspondencia con su alcance, la
vulneración del derecho a la honra se produce cuando se expresan conceptos u
opiniones que generan un daño moral tangible al sujeto afectado.
4.3. Bajo ese entendido, la Corte ha explicado que el derecho a la honra guarda una
conexión material, en razón de su interdependencia, con la garantía prevista en el
inciso primero del artículo 15 de la Carta, norma que establece el derecho de todas
las personas a su intimidad personal y familiar, y a su buen nombre, imponiéndose
al Estado el deber correlativo de respetar y hacer respetar estos derechos.
Sobre esa base, la jurisprudencia constitucional ha definido el derecho al buen
nombre como la reputación, o el concepto que de una persona tienen los demás y
que se configura como derecho frente al detrimento que pueda sufrir como producto
de expresiones ofensivas o injuriosas o informaciones falsas o tendenciosas”[13].
En ese sentido, constituye “uno de los más valiosos elementos del patrimonio moral
y social, y un factor intrínseco de la dignidad humana que a cada persona debe ser
reconocida tanto por el Estado, como por la sociedad.
(…) el derecho al buen nombre, como expresión de la reputación o la fama que tiene
una persona, se lesiona por las informaciones falsas o erróneas que se difundan sin
fundamento y que distorsionan el concepto público que se tiene del individuo. En
otras palabras, ha puntualizado que se atenta contra este derecho, cuando sin
justificación ni causa cierta y real, es decir, sin fundamento, se propagan entre el
público -bien sea de forma directa o personal, o a través de los medios de
comunicación de masas- informaciones falsas o erróneas que distorsionan el
concepto público que se tiene del individuo y que por lo tanto, tienden a socavar el
prestigio o la confianza de los que disfruta del entorno social en cuyo medio actúa,
o cuando en cualquier forma se manipula la opinión general para desdibujar su
imagen"
(…)
En ese orden de ideas, si bien es cierto el derecho a la honra y al buen nombre
tienen una condición necesariamente externa, pues se predica de la relación entre
el sujeto y los demás miembros de la sociedad, se diferencian en que, mientras el
primero responde a la apreciación que se tiene de la persona a partir de su propia
personalidad y comportamientos privados directamente ligados a ella, el segundo
se refiere a la apreciación que se tiene del sujeto por asuntos relacionales ligados
a la conducta que observa en su desempeño dentro de la sociedad”.
De lo anterior se desprende que para exponer en la Sentencia Judicial atacada en
este caso, que el señor EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA realizaba actividades
ilícitas en su establecimiento de comercio, el Tribunal Superior de Bogotá, debía
contar con el suficiente material probatorio que indicara la realización de la conducta
atribuida. Situación que como vimos anteriormente no se presentó, en razón a que
el acervo base para decisión resultaba insuficiente.
El señor PEREZ LOPERA, se dedica hace aproximadamente 18 años a la
reparación y mantenimiento de equipos móviles, 10 de ellos los ha desempeñado
en el mismo sector comercial de San Andresito Palmira Valle. La Fiscalía delegada
no recolecto ni un solo testimonio de algún comerciante o cliente del señor PEREZ
LOPERA que desacreditara su actividad comercial. En dos allanamientos
realizados, motivados por una supuesta noticia anónima, se encontraron solo tres
equipos móviles de los cuales se desprendía una sospecha de ilicitud. Mismo
material probatorio que se utilizó dentro de un proceso penal en el que se determinó
eran inocuas. Y es que la actividad comercial que ejecuta el señor PEREZ LOPERA
es altamente riesgosa, toda vez que al recibir objetos móviles como celulares,
cámara fotográficas, entre otros, para su reparación por algún daño en la pantalla,
por falta de señal, porque no encienden o para un simple mantenimiento de
limpieza, podría tratarse de elementos obtenidos ilícitamente. Sucede lo mismo por
ejemplo, con una persona propietaria de un taller mecánico. Imaginemos el
hipotético caso en que se dejan dos vehículos en el taller para cambio de llantas,
en ese momento dicho taller es allanado y los vehículos se encuentran denunciados
como hurtados. Cabe preguntarse, ¿Existiría plena seguridad que el propietario de
dicho taller realiza actividades ilícitas? Si bien es cierto, debería ser implicado en
una investigación, no se le podría endilgar arbitrariamente que realiza una actividad
ilícita en su establecimiento de manera anticipada, porque vulneraria entre otros,
sus derechos fundamentales a la Honra y al Buen Nombre, como sucede en el
presente caso. Cabe resaltar además, que por mandato constitucional corresponde
al estado y por lo tanto a sus instituciones, velar por el respeto de la Honra y el Buen
Nombre de las personas, por lo que resulta indignante e irresponsable por parte de
la sala, atribuirle a una persona con dieciocho años de experiencia en el mismo
oficio, que se dedica a actividades ilícitas sin la suficiente seguridad de su
ocurrencia.
De otra parte, la actividad comercial desarrollada por el señor PEREZ LOPERA, con
un antigüedad considerable ha sido su único medio de trabajo y sostén de su familia.
El derecho al Trabajo como sabemos, se encuentra establecido en el artículo 25
constitucional y se encuentra ampliamente relacionado con los derechos
fundamentales a la vida en condiciones dignas, al Mínimo Vital y Móvil y a la
Seguridad Social, principalmente. Con el pronunciamiento del Tribunal accionado,
dicho derecho fundamental se quebranta considerablemente. Recordemos que el
establecimiento de comercio centro de servicio técnico “El Mago”, tiene un amplio
reconocimiento en el sector comercial del Municipio de Palmira Valle. Con lo
indicado en el Fallo judicial, ningún propietario de un local comercial va considerar
arrendar al señor EDWIN MAURICIO PEREZ, cercenando explícitamente su trabajo
u oficio.
2.3. CONCLUSIÓN.
Como se demostró, la presente acción de tutela resulta procedente toda vez que
existió vulneración a derechos fundamentales, lo que genera debate constitucional
y adicionalmente no existe otro medio de defensa constitucional.
El Tribunal Superior de Bogotá, Sala de Decisión Penal de Extinción del Derecho
de Dominio, actuó inducido por el impacto y reproche social que ha generado el
hurto y comercialización de equipos móviles en nuestro país, donde vemos todos
los días que se despoja de sus pertenecías a millones de personas e incluso quitan
la vida de cientos para lograr su cometido. Intención del despacho que podría
resultar plausible. Sin embargo, un funcionario judicial no se puede alejar de la
imparcialidad y objetividad en sus pronunciamientos bajo ninguna circunstancia.
Respetuosamente consideramos que el a-quo con base en esa intención de
contribuir a acabar con la criminalidad de nuestro país, se equivocó y vulnero
ampliamente los derechos fundamentales incoados a los señores EDWIN
MAURICIO PEREZ LOPERA y ARNUL JARAMILLO MORA. Por tal razón,
solicitamos mediante este medio de defensa constitucional, se realice un extensivo
estudio y consecuentemente se sirva a declarar:

3. PRETENSIONES.
3.1. Tutelar el derecho fundamental a la PROPIEDAD PRIVADA, del señor
ARNUL JARAMILLO MORA, respecto del bien inmueble ubicado en la carrera
27 #30-68, Local 213, de Palmira Valle del Cauca.
3.2. Tutelar los derechos fundamentales a la HONRA, BUEN NOMBRE y al
TRABAJO, del señor EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA.
3.3. En consecuencia, se ordene dejar sin efecto la Sentencia de Segunda
Instancia del 13 de agosto de 2018, aprobada en el acta No. 079, proferida por
el Tribunal Superior de Bogotá, Sala de Decisión Penal de Extinción del Derecho
de Dominio, mediante la cual se revocó el fallo proferido por el Juzgado Primero
Penal del Circuito Especializado de Extinción de Dominio de Cali, ordenando
extinguir el derecho de dominio del bien inmueble ubicado en la Carrera 27 #30-
68, local 213 de Palmira Valle del Cauca, propiedad de ARNUL JARAMILLO
MORA.
3.4. Se ordene levantar la medida cautelar de embargo y secuestro que recae
sobre el bien inmueble ubicado en la Carrera 27 #30-68, local 213 de Palmira
Valle del Cauca.

4. JURAMENTO.
Manifestamos bajo la gravedad de juramento, que no hemos presentado acción de
tutela por los mismos hechos y derechos.

5. ANEXOS.
5.1. Fotocopia de la Sentencia de Segunda Instancia del 13 de agosto de 2018,
aprobada en el acta No. 079, proferida por el Tribunal Superior de Bogotá, Sala
de Decisión Penal de Extinción del Derecho de Dominio
5.2. Fotocopia de la Sentencia de Primera instancia, del 23 de noviembre de
2016, proferida por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de
Extinción de Dominio de Cali.
6. NOTIFICACIONES.
ACCIONANTES: CALLE 59 DIAGONAL 28-41, barrio las Mercedes, Palmira Valle.
CORREO ELECTRONICO: juans_donado@hotmail.com

ACCIONADA: AVENIDA ESPERANZA #50, BOGOTA D.C.

Atentamente.

ARNUL JARAMILLO MORA.


C.C. 16281125 de Palmira.

EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA


C.C. 79951254

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