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Usar la tecnología para el

bien común
Las Cybercode Twins, dos jovencitas del Este de Los Angeles que en
apenas dos años se han convertido en luminarias del mundo cibernético,
insisten en centrar su trabajo en aplicaciones para mejorar la seguridad y la
vida de las comunidades

04/15/16/ LOS ANGELES/ America y Penelope Lopez, las "Cybercode Twins", en el


laboratorio de innovación de Cal State LA (Photo Aurelia Ventura/ La Opinion)
FOTO: AURELIA VENTURA / IMPREMEDIA/LA OPINION
POR:PILAR MARRERO18 ABRIL 2016

Cuando la tía de América y Penélope López desapareció durante más de dos meses
tras cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, toda la familia estuvo en vilo
durante casi dos meses, sin saber donde estaba.

La mujer había sido secuestrada por una banda de traficantes y solo logró escapar de
sus captores por la ventana de un baño público.

“Ella nos contó que vió esas calcomanías en los baños que dicen a las víctimas de
tráfico sexual que busquen ayuda llamando a un número”, dijo América. “Pero esas
calcomanías solo la hacían sentir peor. ¿Cómo podía pedir ayuda sin acceso a un
teléfono?”.

Ese incidente sirvió para encender la chispa creativa en la mente de las gemelas,
mejor conocidas como las “Gemelas cibercodeadoras” o “Cybercode twins”.

Ambas están trabajando desde hace algún tiempo en un proyecto


personal: “Beacons of hope” (que puede traducirse como “señales de esperanza”).

Se trata de unos pequeños aparatos que se esconderán en los baños públicos y


que las víctimas de tráfico humano pueden obtener pulsando un botón. El aparato
emite una señal que puede ser recibida por las autoridades para que puedan ubicar a
la víctima de secuestro.

“Es un aparato de intervención en el momento en que está pasando todo, no es


prevención y no después del hecho”, afirma Penélope, la más callada pero “la más
loca” de las dos gemelas (según su hermana América).
Los pequeños aparatos que se encontrarán en los baños públicos, ayudarán a víctimas de
tráfico humano a enviar un mensaje a la policía. Las gemelas están desarrollando la
aplicación en este momento, pero ya tienen interés de empresas y gobiernos
(Photo Aurelia Ventura/ La Opinion)
De tener miedo salió el deseo de proteger a otros
No es la primera vez que las gemelas trabajan en una aplicación cuyo objetivo es
proteger a otras personas o aumentar la seguridad de las comunidades.

Aunque apenas tienen dos años trabajando intensamente con la más alta tecnología –
“antes nunca tuvimos acceso a ella”, dicen- el año pasado ganaron un premio de
10,000 dólares por crear una micro cámara de vídeo para ser utilizada por la policía
y registrar sus interacciones con el público.

“Nos inspiramos en el caso de Michael Brown ocurrido en Ferguson”, explican.

¿De dónde viene el deseo de usar su creciente habilidad con la tecnología para
aumentar la seguridad de otras personas?, preguntamos.

América responde sin rodeos.

“En el mundo de la tecnología hay mucha gente que está haciendo cosas para
conveniencia del individuo: una aplicación para buscar estacionamiento, o hacer
compras en el mercado o encontrar parking”, dice. “No tenemos ningún interés en
desarrollar la última aplicación para encontrar novio. Lo que queremos es hacer algo
con un impacto social”.

Pero en el fondo, la motivación es muy personal: ambas crecieron, junto a sus


padres, en el proyecto público de vivienda de Ramona Gardens en el Este de
Los Ángeles y de pequeñas vivieron “mucho miedo”, como dicen ambas.

“La Mafia Mexicana controlaba el proyecto y todos vivíamos en un temor constante


de caminar por la calle equivocada”, dice Penélope. “Ahí vivimos por mucho
tiempo, en esa caja, con miedo”.

Ahora buscan no sólo superarse en un área que las apasiona –las computadoras y los
sistemas informáticos- sino contribuir a resolver problemas sociales, sea un delito
como el tráfico sexual o la falta de latinas y latinos en el área tecnológica.
“No hay latinos en tecnología”
América y Penélope Lopez tienen 25 años y son del Este de Los Ángeles, donde la
mayoría de los jóvenes tradicionalmente no tiene mucho acceso a clases de
computación o a computadoras.

Pero ambas están abriendo un camino que no sólo las conduce hacia un futuro
profesional en el área tecnológica, sino a convertirse en mentoras y líderes para que
otros jóvenes como ellas logren lo mismo.

Penélope estudia “Computer Information Systems” en Cal State LA y America está


cursando sus estudios en Pasadena College. Hace poco regresó de ocho meses
entrenándose en San Francisco y apenas la pasada semana asistió a la conferencia de
Facebook en Palo Alto.

Allí les donaron un sistema de realidad virtual, una tecnología que ambas quieren
estudiar.

“Ahora algunas compañías están interesadas en ayudar a las minorías menos


representadas a tener acceso a esta tecnología, que es extremadamente costosa”,
explica América. “Seamos honestos, el mundo tecnológico está lleno de chicos
blancos y asiáticos, nada de latinos”.

En esto, las gemelas también quieren tener una influencia positiva. Colaboran en lo
posible con el programa LA´s Best para después de la escuela, dando charlas a los
niños sobre tecnología. También ayudan a conectar a compañeros con
oportunidades de recursos y mentores que, ahora que las conocen, se acercan a ellas.

Las jovencitas cuentan que de no haber sido por una computadora que su mamá se
ganó luego de hacer un curso, cuando ellas estaban en la escuela elemental, nunca
hubieran comenzado en este camino.

Su fascinación con aprender las ayudó a conseguir mentores y a caer, por


casualidad, en los llamados “hackatones”, eventos de 24 horas de duración
patrocinados por grupos o empresas y que ofrecen a los novatos el acceso a la
tecnología más moderna y a los que les pueden enseñar como utilizarlas.
“Pero casi todos son en el west side, donde no están los latinos”, dicen las
muchachas.

“Los jóvenes necesitan estar expuestos a la tecnología y tener mentores que los
ayuden, porque es muy dificil hacerlo solos”, apunta América. “Cuando la gente te
recibe con los brazos abiertos y te dice que si, que este sí es tu lugar, es cuando uno
puede salir adelante

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