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-2009-
1
A mis padres
Wilbert Adolfo Fuentes Melgar
ya
Juana María Sadowski Pajuelo,
por todo el apoyo, cariño y paciencia
de todos estos años.
2
INDICE
Pág.
Agradecimientos…………………………………………………………………………....7
Introducción………………………………………………………………………………...9
Capítulo I: Entorno geográfico de la Huaca La Florida……………………………….14
1. La cuenca del Rímac…………………………………………………………………….14
2. El valle bajo del Rímac………………………………………………………………….16
3. La zona de Huaca La Florida (distrito del Rímac)………………………………………18
3a. Aspectos geomorfológicos……………………………………………………………..18
3b. Aspectos biológicos…………………………………………………………………....24
3c. Aspectos climáticos…………………………………………………………….............27
3d. Aspectos de geografía humana………………………………………………………...29
Capítulo II: Los estudios sobre los templos en U de la costa central………………….33
2a. Las características de un templo en U de la costa central…..………………………….33
2b. El estudio de los templos en U de la costa central…..…………………………………35
2b1. Primeras investigaciones……………………………………………………………...37
2b2. La definición del patrón por Williams, los catastros y la sistematización final……....40
2b3. Las investigaciones específicas hechas en los templos en U…………………………49
2b4. Nuevos sitios a considerar…………………………………………………….............73
2c. Listado de sitios arqueológicos identificados como templos en U de la
cultura Manchay……………………………………………………………………………75
2d. Antecedentes de estudio de Huaca La Florida…………………………………………76
2d1. Primeras noticias sobre Huaca La Florida……………………………………………77
2d2. Intervenciones en Huaca La Florida………………………………………………….93
2d3. La Florida en la discusión sobre el Formativo de la Costa Central…………………..98
2d4. Síntesis sobre los antecedentes de estudio de La Florida…………………………....114
Capítulo III: Huaca La Florida: marco conceptual y definición de la
problemática en la presente investigación……………………………………………..116
3a. Estado de la cuestión de los templos en U de la costa central………………………..116
3b. Estado de la cuestión sobre Huaca La Florida……………………………………….149
3c. Definición del problema a investigarse………………………………………………160
3
Capítulo IV: Hipótesis y objetivos de la investigación………………………………..162
4a. Hipótesis……………………………………………………………………………...162
4b. Datos relevantes para probar la hipótesis………………………………………….....163
4c. Objetivos generales…………………………………………………………………...163
4d. Objetivos específicos…………………………………………………………………164
4e. Metodología…………………………………………………………………………..165
Capítulo V: Descripción de la Huaca La Florida y del Complejo
Amancaes………………………………………………………………………………...167
5a. Huaca La Florida……………………………………………………………………...167
5b. Otras estructuras del Complejo Amancaes…………………………………………...178
5c. Descripción de estructuras y otros vestigios situados en los cerros Arrastre Bajo,
San Jerónimo, Las Ramas y en la pampa de Amancaes……………………………….....187
Capítulo VI: Análisis de los datos arquitectónicos y estratigráficos del cuerpo
central…………………………………………………………………………………....194
6a. Los registros de Mejía Xesspe………………………………………………………..196
6b. Los registros de Thomas C. Patterson………………………………………………..204
6c. Registros del 2005……………………………………………………………............209
6d. Definición y correlación de secuencias ocupacionales………………………………221
6e. Propuesta de secuencia cronológica para el cuerpo central de Huaca La Florida……237
Capítulo VII: Arquitectura y estratigrafía del brazo derecho, brazo izquierdo
y montículos de la plaza central de La Florida (Muelle, 1962-1963)…………………238
7a. Las excavaciones……………………………………………………………………...240
7b. Análisis y correlación de la arquitectura y estratigrafía registradas en las
excavaciones de los brazos y montículos de la plaza central de La Florida……………...272
7c. Construcción de una propuesta de secuencia constructiva para los vestigios de
los montículos excavados…………………………………………………………………287
Capítulo VIII: La excavación del Montículo E del Complejo Amancaes y
estructuras aledañas (Muelle, 1957)……………………………………………………288
8a. El registro de las excavaciones……………………………………………………….290
8b. Análisis y correlación de la arquitectura y estratigrafía registradas en el
Montículo E del Complejo Amancaes y zonas aledañas…………………………………317
4
8c. Construcción de una propuesta de secuencia constructiva para los vestigios
encontrados en el Parque Juan Ríos………………………………………………………329
Capítulo IX: La cerámica de la Huaca La Florida y su correlación con la
alfarería del Formativo………………………………………………………………….331
9a. Muestra cerámica reunida de Huaca La Florida………………………………………331
9b. Metodología empleada en el análisis cerámico……………………………………….332
9c. Resultados de análisis…………………………………………………………………334
9c1. Formas identificadas…………………………………………………………………334
9c2. Identificación de tratamiento superficial…………………………………………….338
9c3. Identificación de motivos decorativos……………………………………………….340
9d. Análisis y definición de grupos cerámicos para La Florida…………………………..344
9d1.Combinación de los análisis anteriores………………………………………………344
9d2. Definición de grupos cerámicos……………………………………………………..348
9e. La cerámica en sus contextos de procedencia………………………………………...355
9f. Fragmentos procedentes de recolecciones de superficie……………………………...370
9g. Fragmentos de procedencia indeterminada…………………………………………...375
9h. Resultados de análisis por etapas de ocupación………………………………………378
9h1. Primera ocupación, Fase 1 del cuerpo central (Colección de Mejía)………………..378
9h2. Excavaciones de Muelle en 1962-63………………………………………………...379
9h3. Excavaciones de Muelle en 1957……………………………………………………382
9h4. Comparación de los análisis cerámicos……………………………………………...386
9i. Comparación con otras asambleas cerámicas del Formativo de la costa central……...387
9i1. Comparación con Garagay…………………………………………………………...387
9i2. Comparación con Huacoy……………………………………………………………390
9i3. Comparación con Cardal……………………………………………………………..392
9i4. Comparación con San Jacinto………………………………………………………..394
9i5. Comparación con Ancón……………………………………………………………..397
Capítulo X: Los fechados radiocarbónicos procedentes de La Florida y sus
implicancias cronológicas……………………………………………………………….402
10a. Los fechados de La Florida………………………………………………………….402
10b. Calibración de los fechados…………………………………………………............405
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Capítulo XI: Propuesta de una secuencia cronológica para la
Huaca La Florida………………………………………………………………………..407
11a. Correlación de las secuencias elaboradas para el cuerpo central y los vestigios
del Parque Juan Ríos y de la urbanización El Bosque……………………………………407
11b. Propuesta de secuencia cronológica para el sitio arqueológico de
Huaca La Florida y el Complejo Amancaes……………………………………………...411
Fase San Jerónimo (¿? – 1800 a.C.)………………………………………………………411
Fase Amancaes (1800 – 1500 a.C.)…………………………………………………….....413
Fase El Bosque (1500 – 1200 a.C.)…………………………………………………….....418
Fase Villacampa (1200 – 1000 a.C.)……………………………………………………...421
Capítulo XII: Discusión de la propuesta de secuencia: implicancias procesuales
de la secuencia establecida en relación a Huaca La Florida y a la arqueología
de la costa central durante el Período Formativo…………………..............................424
12a. Implicancias procesuales de la secuencia establecida con el sitio
Huaca La Florida y con el Complejo Amancaes………………………………………….424
12b. Implicancias procesuales de la secuencia establecida con la arqueología de
la costa central durante el Formativo…………………………………………………......440
Conclusiones……………………………………………………………………………..454
Documentos citados……………………………………………………………………..459
Bibliografía………………………………………………………………………………461
Anexos……………………………………………………………………………………481
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AGRADECIMIENTOS
Ramiro Matos, Rosa Fung, Lorenzo Roselló, Hernán Amat, Daniel Morales, Jorge Silva,
Alberto Bueno, Arturo Ruiz, Mercedes Cárdenas, Peter Kaulicke y Krzysztof Makowski
valiosa bibliografía sobre el tema. A Duccio Bonavia por facilitarme el acceso a su archivo
personal, junto con sus valiosos consejos y también a Hermilio Rosas por haberme
Manuel Aguirre-Morales, Jason Nesbitt, Cris Milan, Rommel Ángeles, Lucénida Carrión,
Carlos del Águila, Carmen Arellano, Dante Casareto, Elsa Tomasto, Elizabeth López,
María Inés Velarde y personal del Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú;
a Ada Arrieta y a Sergio Barraza del Archivo del Instituto Riva-Agüero de la Pontificia
la corrección de esta investigación; a mi padre Wilbert Fuentes por toda su ayuda en los
La Florida en el distrito del Rímac: Jesús Bello, Antonio Castillo y Agustina Aycho, sin
cuya ayuda nunca hubiera podido ingresar al área actual de Huaca La Florida.
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A los amigos, colegas y estudiantes que de alguna forma u otra apoyaron esta
Juan Pablo Barandiarán, Mónica Macha, Samy Yrazábal, Ronald San Miguel, Michiel
Zegarra, Cristian Cancho, Dafne Vargas, Jeannette Mercado, Alfonso Ponciano, Carlos
Campos, Katherine Zuzunaga, Mauro Ordóñez, José Onofre, Martin Rodríguez, Daniel
Cáceda, Roberto Quispe, Nataly Saldaña, Johana Vivar, Carlos Zapata, Víctor Salazar,
Diana Galindo, Mónica Suárez, Piero Damiani, Fernando Carranza, Gabriela de los Ríos,
Luis Bejar, Erick Prado, Fatima Camus, Fiorela Burga, Diana Carhuanina, Oscar Espinoza,
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INTRODUCCION
La costa central del Perú, vale decir el territorio de la costa desde el valle de
Chancay por el norte hasta el Lurín por el sur, siempre tuvo desde las épocas más remotas
los andes centrales. Así, desde el Complejo Chivateros (10, 000 a.C.), pasando por los
sitios precerámicos de Chilca, La Paloma, Rio Seco de León, para luego venir los
monumentales templos formativos de Garagay, San Jacinto, Huacoy y Mina Perdida. Luego
con los logros de la Cultura Lima (200-600 d.C.), con los del Período Horizonte Medio y
terminando con los logros culturales de los señoríos de Chancay, Colli e Ichma (1200-1470
d.C.), que tuvo en el santuario del dios Pachacamac a su máximo exponente, hubo en toda
esta región de la costa una fuerza y energía civilizatoria que se manifestó durante toda la
época prehispánica.
Dentro de este marco geográfico, de una estrecha franja costera entre el Océano
Pacífico y las estribaciones de los andes, entre los 2500 y 1000 a.C. la región participó de la
emergencia civilizatoria que se desarrollaba en todo el largo de la costa, desde la zona del
desarrollaba en buena parte de los andes centrales, incluyendo amplias zonas de la serranía
e incluso de la selva. Así, entre los 2500 a 2000 a.C. se construyeron los primeros edificios
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Huaca La Florida, centro ceremonial circunscrito a la tradición arquitectónica de
Cultura Manchay, fue uno de los centros ceremoniales más grandes e imponentes del valle
cosmos” desde los 1800 hasta los 1000 a.C. para los tempranos habitantes del valle del
Rímac. En su época de mayor esplendor estuvo rodeado de toda una serie de montículos y
del valle del Rímac: el Complejo Amancaes, donde incluso existió otro templo en U más,
cronológica de Huaca La Florida, ha planteado las siguientes fases de ocupación del sitio y
de la zona del actual distrito del Rímac: Fase San Jerónimo (¿?-1800 a.C.), Fase Amancaes
(1800-1500 a.C.), Fase El Bosque (1500-1200 a.C.) y Fase Villacampa (1200-1000 a.C.).
Durante esta secuencia de tiempo no sólo se fue poblando más la zona baja de la pampa de
los primeros centros ceremoniales. De todas formas los escasos datos publicados de La
Florida han sido repetidos sin considerar la débil base empírica en la cual se sustentaron.
Además, nunca nadie se propuso hacer una síntesis de los pocos datos disponibles, siendo
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usual en las publicaciones que sólo se mencione a un autor (turnándose en esto los nombres
de Toribio Mejía Xesspe y Thomas C. Patterson, los únicos que llegaron a publicar
En este trabajo se ha hecho una síntesis de todos los conocimientos que se tenían
sobre este sitio arqueológico. También se da a conocer por primera vez datos inéditos de 2
excavaciones de rescate (de las 6 que hubo) hechas en el sitio por el renombrado
reunir y analizar una significativa colección de la cerámica procedente del sitio y de las
grisáceo, Marrón rojizo, Rojo, Crema, Gris, Naranja y Negro. También se calibraron los
Esta investigación ha sido ardua, árida y muy dificultosa por momentos, pero
también emocionante durante todo su transcurso, desde que se decidió hacerla sobre La
Florida. El estado de completo abandono y peligrosidad del sitio dificultó el registro y las
museos de los materiales del sitio, junto con la tediosa acción de copiar a mano las libretas
de campo ubicadas en los archivos (ya que otro tipo más práctica de reproducción, y que
astronómicos para nuestra modesta economía). También el hecho de explorar los cerros de
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la pampa de Amancaes, con su grado de adrenalina y peligrosidad. Todo esto lo
cuerpo central de La Florida, los cuales nos acompañaron al ingresar al lugar, única
imponente e importante, científica y turísticamente, situado a tan poca distancia del centro
de la ciudad, donde se ubican las sedes gubernamentales de toda la República. Creemos que
el hecho de culminar esta tesis es una muestra tangible que todos los esfuerzos, sacrificios,
peripecias y riesgos pasados valieron la pena para dar un modesto aporte a la arqueología.
Sólo terminamos esto diciendo que el hecho que el nombre de La Florida sea tan
lugar para comprender los procesos culturales que ocurrieron en esta zona de los andes
durante los siglos anteriores a la era cristiana. Al haber esclarecido al máximo que hemos
podido los procesos culturales que tuvo el sitio desde sus primeras ocupaciones hasta el
abandono del templo en U y del complejo Amancaes creemos haber dado un aporte
entender en algo uno de los puntos medurales de la discusión arqueológica de esta zona de
De todas formas creemos que esto es sólo el comienzo y que un sitio de la magnitud
de La Florida aún guarda muchos secretos para el futuro. También que nuestra
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responsabilidad del caso. Creemos que es parte de la ciencia el debate y el señalar sin temor
alguno los errores cometidos ya que sólo eso permitirá que la arqueología en el Perú avanze
y no se enfrasque en modelos y paradigmas sólo vigentes por el hecho que determinada voz
prehispánica de este importante sitio de Huaca La Florida y que llegue a ser conocida para
los actuales habitantes del populoso distrito del Rímac y de toda la urbe de Lima
Metropolitana. La arqueología debe ser un vínculo entre el habitante moderno del hoy con
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CAPÍTULO I
Huaca La Florida se sitúa en la margen derecha del valle bajo del Rímac, costa
central del Perú. Esta a 12º 01’ 20’’ L.S. y 77º 02’ 08’’ L.O., a una altitud de 133 msnm., a
unos 2 km. al norte del río Rímac y a unos 11 km. del Océano Pacífico (Fig. 1).
Geográficamente se sitúa en la región Costa o Chala (Pulgar Vidal, 1996 [1946]) definida
también como ecorregión de Desierto del Pacífico (Brack y Mendiola, 2000) Vale decir que
actualmente toda la zona que circunda el sitio arqueológico forma parte del espacio urbano
El valle del Rímac forma parte de todo un sistema de drenaje de agua natural
denominado la cuenca del Rímac. Esta cuenca incluye las zonas definidas como valle bajo,
medio y alto del Rímac, así como los valles y cuencas de los ríos tributarios (siendo el
Santa Eulalia el de mayor magnitud), cubriendo un área de 3, 132 km2. Esta cuenca como
casi todas las que vierten sus aguas hacia el Pacífico tiene un relieve profundamente
el Atlántico con relación al litoral (unos 110 km. en promedio) y de la presencia del sistema
montañoso andino, que eleva sus cumbres a más de 5000 m. en la cadena occidental de los
Los límites de la cuenca son: por el norte con la cuenca del Chillón, por el este con
la cuenca del Mantaro, por el sur con la cuenca de Lurín y por el oeste con el Océano
Pacífico.
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Podemos dividir el recorrido del río y de la cuenca en varias secciones, tomando en
nevado Anticona, a más de 5000 m.s.n.m., hasta la zona de Chicla, donde recibe las aguas
por la margen izquierda del tributario Río Blanco. En esta zona el río discurre en dirección
hacia el sur, en medio de lagunas y de montañas que tienen las cimas cubiertas con
glaciares y con una fuerte pendiente. En esta zona se sitúa el asentamiento minero de
La segunda zona va desde Chicla hasta la zona de Matucana. Allí la pendiente del
río no es tan pronunciada. No obstante, entre Chicla y San Mateo y entre San Mateo y
Matucana existen dos “cañones” o zonas donde las paredes rocosas de los cerros
del río y, por lo tanto, prácticamente no existen tierras cultivables en las márgenes del
mismo. Entre Chicla y San Mateo se sitúa el cañón del Infiernillo y entre San Mateo y
La tercera zona se sitúa entre Matucana y Ricardo Palma. Desde Matucana, el valle
márgenes del río. En esta zona se sitúan los pueblos de San Jerónimo de Surco y de San
Bartolomé (donde se sitúan los bosques de Zárate). Los cerros ya no tienen tanta vegetación
como en la zona anterior y son de un relieve un poco más suave. La confluencia de los ríos
Rímac y Santa Eulalia (que desemboca en la margen derecha del Rímac) en la zona de
Ricardo Palma marca el límite de esta zona. Podríamos decir que es aquí donde termina el
valle alto y empieza el valle medio del Rímac. La dirección del río prosigue hacia el
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La cuarta zona correspondería a lo que se ha venido denominando “valle medio”,
territorio que comprende la zona desde Ricardo Palma hasta Ate- Vitarte, donde se inicia la
ampliación del cono de deyección del valle bajo. Aquí el río discurre con una pendiente
moderada, los campos agrícolas de ambas márgenes son relativamente dilatados y los
hacia la superficie la roca viva. Es interesante hacer notar que en la margen norte o derecha,
justo antes de iniciarse el valle bajo desemboca hacia el Rímac una amplia quebrada
Huaycoloro. El cauce de esta quebrada la mayor parte del año está seco, pero suele
activarse en algunos veranos por las lluvias en la sierra. En la zona sur de esta quebrada los
cerros forman una especie de gran hoyada que viene a ser la zona de Huachipa, delimitada
al este por el cerro Matabuey, al norte por el cerro Camote Sur, al noroeste por el cerro
Balcón y al oeste por el cerro Ventana, encerrando una relativamente amplia llanura donde
El valle bajo del Rímac se extiende desde la zona de Ate – Vitarte hasta la
desembocadura del río Rímac en el Pacífico, al norte del puerto del Callao, incluyendo
también toda la amplia llanura que conforma el cono de deyección (Fig. 1). La base del
cono incluye toda la línea litoral entre la zona de Oquendo y el Lomo de Corvina en Villa
El Salvador siendo el vértice la confluencia de los valles bajo y medio a la altura de Ate.
Ambos lados del “cono” estan delimitados por una serie de cerros desérticos y
rocosos que en los últimos años poco a poco han sido invadidos por urbanizaciones
populares. Este gran cono de deyección fue formado en épocas prehistóricas por las
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enormes avenidas de agua, producto de los deshielos de los glaciares que se formaron en la
época de las glaciaciones. Fue así como se fueron formando capas de sedimentos fluviales
en toda la llanura, y son las que conforman actualmente el suelo del valle. El río en esta
zona tiene una pendiente bastante reducida y avanza hacia el litoral en dirección este-oeste.
El litoral que delimita el valle bajo por el oeste no ofrece grandes accidentes. Al
norte de la desembocadura existe una playa arenosa que se confunde con la playa Márquez
de la zona sur del Chillón. Al sur de la desembocadura del Rímac empiezan las
instalaciones portuarias del Callao y luego prosigue una pequeña península denominada La
Punta (que probablemente en tiempos prehistóricos se unía con la isla San Lorenzo). Luego
de ésta el litoral se extiende hacia el sureste, formando una especie de amplia bahía que va
a rematar en un aislado farallón rocoso denominado Morro Solar en Chorrillos. En toda esta
zona el litoral está conformado por playas arenosas y rocosas, delimitadas por el este por un
acantilado que sube progresivamente hacia el sur. Al sur del Morro Solar se sitúa una zona
de ciénagas denominada actualmente los pantanos de Villa, que se une con los humedales
Luego de éste prosigue una hoyada (en la cual se sitúa el sitio arqueológico de Catalina
Puruchuco (donde se sitúan éstas conocidas ruinas) y continúa hasta la zona de Rinconada
Alta. Luego hay una amplia quebrada (donde se sitúa buena parte del distrito de La Molina)
para proseguir los cerros en las crestas y laderas de un enorme macizo rocoso denominado
Cerro Colorado Sur. Uno de sus ramales se denomina San Francisco y es en el que se
asienta en parte de su ladera noroeste parte de la zona de Monterrico en Surco. Desde esa
zona los cerros van perdiendo altura y fueron en el pasado cubiertos de arena y dunas, a
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medida que descendieron hacia el sur y hacia el litoral. Luego prosiguen una serie de
colinas bajas cubiertas por arena que en la actualidad estan ocupadas por asentamientos
humanos, como son los cerros de Pamplona y el Cerro Papa en San Juan de Miraflores. El
límite del valle lo marca la duna fósil de Lomo de Corvina, que divide las cuencas del
Rímac y de Lurín.
En la margen norte del valle el primer cerro es una prolongación del Cerro Ventana
en Huachipa. Desde allí prosiguen hacia el oeste, casi linealmente, los cerros Pedreros, el
Lurigancho. Esta quebrada está delimitada por el oeste por las estribaciones provenientes
de los cerros de Comas, en los cuales se sitúan los cerros San Jerónimo y San Cristóbal, que
Podríamos decir que el cerro San Cristóbal es el último cerro que “delimita” la margen
norte del valle bajo del Rímac. Desde allí y hasta el litoral nos encontramos con la llanura
aluvial que existe entre los cauces del los ríos Rímac y Chillón, llanura interrumpida por
Topografía de la zona
desciende hacia el río Rímac por espacio de 2 km. Esta suave planicie forma parte de una
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La zona donde se sitúa Huaca La Florida hasta hace unos cincuenta años estuvo
sometida a la explotación agrícola, ya que un canal proveniente del río Rímac, el canal
Piedra Lisa, recorría la zona por la parte superior de los cultivos, delimitándolos de las
La Florida se encuentra circundado por bajas y medianas colinas que provienen de un ramal
de los cerros que marcan la divisoria de aguas entre las cuencas del Rímac y del Chillón.
Este ramal proviene de los cerros de Carabayllo, Comas, Independencia y alcanzan una
cima relativamente elevada en el cerro San Jerónimo (755 msnm.) situado exactamente en
el vértice norte de la pampa de Amancaes, marcando su cima y sus crestas el límite norte de
esta zona. Del cerro San Jerónimo se desprenden dos ramales de cerros. Uno se dirige hacia
el suroeste y esta conformado por el denominado cerro Arrastre Bajo que después de la
pequeña abra que lo separa del San Jerónimo alcanza una altura de 455 msnm. y sus crestas
proyectadas hacia el suroeste y el sureste encierran una pequeña hoyada la cual sirve de
campo de operaciones al cuartel Hoyos del Ejército. De estos dos ramales pequeños o
crestas que encierran esta hoyada uno desciende suavemente hacia la Universidad Nacional
de Ingeniería y otro hacia Huaca La Florida. Éste ramal que se aproxima al sitio
arqueológico se subdivide en dos: el oriental llega a “tocar” el límite nor este del brazo
izquierdo del sitio y el ramal occidental se acerca hacia el punto de unión del cuerpo central
y el brazo izquierdo. Actualmente las laderas de estos ramales están cubiertas por el
El segundo ramal importante que se desprende del cerro San Jerónimo se dirige
hacia el sureste, dando forma al denominado cerro Segundo (520 msnm.), que viene a ser
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una prolongación, menor en altitud, del cerro San Jerónimo. Cerro Segundo baja
suavemente hacia una pequeña abra situada a unos 300 msnm. que permite la comunicación
que por las fotos aéreas de la década del cuarenta podía percibirse un antiguo camino,
De esta abra nuevamente la pendiente sube, esta vez hacia la cima del cerro
Observatorio (Observatorio Alto, 465 msnm.) en cuya cima actualmente se ha instalado una
torre de transmisión de ondas. Las laderas suroeste de este cerro también se acercan unas
decenas de metros al extremo del brazo derecho de Huaca La Florida. Del cerro
denominado cerro de Las Ramas (o cerro Atilio); un cerro que hacia el distrito del Rímac
ofrece una ladera bastante empinada y en la cual existen una serie de formaciones rocosas
caprichosas. Desde este cerro prosigue hacia el sureste el conocido Cerro San Cristóbal,
cuya cima tiene unos 406 msnm. y que marca el fin de esta prolongación o ramal que se
Es importante recalcar que la denominada pampa de Amacaes, más que una planicie
extensa es en verdad el espacio que encierran las cimas y laderas de los cerros Arrastre
Bajo, San Jerónimo, Segundo y Observatorio, espacio que sólo tiene una pequeña área
“plana” en la cual hace cincuenta años había terrenos eriazos y campos de cultivo de la
Ciudad y Campo. Además de éste espacio plano parte de la pampa incluían los comienzos
suaves y pronunciados de las laderas de estos cerros que circundan la zona. Todo este
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espacio, planicie, laderas y cimas se cubría hasta hace unos cincuenta años de la vegetación
conocida como “lomas”, tan abundante en tiempos coloniales que permitía cacerías de
venados.
tiene en su parte inferior terrenos planos, que ofrecen una casi imperceptible pendiente
hacia el río Rímac. Fuera de este cono está la zona donde en tiempos coloniales se
construyó el barrio de “Abajo del Puente” y la zona de Acho, que ofrecen a líneas generales
Suelos de la zona
Podemos decir que en la zona del distrito del Rímac hay dos tipos de suelos: el tipo
de suelo presente mayormente en la llanura aluvial, entre las faldas de los cerros y el río y
el tipo del que estaría conformado el inicio de suave pendiente de las laderas de los cerros
que circundan la zona. El primer tipo de suelo mencionado, y que sería el suelo en el que
sistema Cuaternario, serie Pleistoceno, depósitos aluviales “Qp – al”. Los suelos del
aluviales “Qr – al” (Instituto Geológico Minero y Metalúrgico del Perú, 1992)
Geología de la zona
La geología de esta zona del valle bajo del Rímac es bastante compleja. Los cerros
que circundan todo el distrito del Rímac y sobre todo la pampa de Amancaes se componen
Casi toda la zona que comprende al cerro San Jerónimo (el cerro más alto de la
pampa de Amancaes) es de rocas intrusivas de la súper unidad “Santa Rosa”, siendo el tipo
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de roca Adamelita “Ks – ad – s.r”. También del mismo tipo de roca es Cerro Segundo y el
en los alrededores del distrito de Independencia, la cual ha sido reconocida como Adamelita
El cerro Arrastre Bajo comprende una mezcla de tres tipos de sistemas geológicos.
La mayor parte del cerro es del Mesozoico, del Cretáceo Inferior, grupo Puente Piedra, Fm.
Cerro Blanco “Ki – cb”. Litológicamente ésta formación está constituida por una secuencia
sedimentos en la base y los volcánicos en las capas superiores. (Instituto Geológico Minero
y Metalúrgico del Perú, 1992: 21) También una parte del cerro es de rocas intrusivas, de la
súper unidad Patap, siendo el tipo de roca gabro-diorita “Ks – gbdi – pt”. Ésta super unidad
Patap está constituida por cuerpos de gabros y dioritas, las más antiguas del batolito. La
parte suroeste del cerro es también del Mesozoico, Cretáceo Inferior, grupo Morro Solar,
Fm. Marcavilca “Ki – m”. Los últimos cerros de éste pequeño sistema montañoso: Las
Ramas y San Cristóbal, son también de rocas intrusivas, de la súper unidad Patap, del tipo
Es probable que desde tiempos remotos la principal fuente de agua de la zona fuese
el río Rímac. Creemos que el cauce que actualmente ofrece probablemente fuera el mismo
por el cual transcurría hace 4000 años, aunque hay la posibilidad que en tiempos
pleistocénicos el cauce desde la zona de Ate haya sido otro. Llama la atención que antes de
llegar a la zona del distrito del Rímac, el río cruza entre cerros que alguna vez fueron un
solo ramal, como son el cerro de Mangomarca y el de Santa Rosa (situado junto a la planta
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Santa Rosa y El Agustino se extiende una amplia llanura que es sólo interrumpida por los
Lorenzo Rosselló (1997:56) menciona que hacia el año 900 a.C. hubo un fuerte
terremoto en la costa central que ocasionó el cambio de cauce de los ríos Chillón y Rímac
(y que ocasionó según este autor el ocaso de la sociedad constructora de los templos en U o
cultura Manchay). Pero por las interpretaciones que da en el texto al parecer se refiere al
cauce del Rímac desde la zona del Centro de Lima hasta el mar.
No parecen haber bajado cauces de agua por las pequeñas quebradas que se sitúan
en y entre los cerros que conforman la pampa de Amancaes y los cerros aledaños en por lo
sedimentos y material que se depositó conformando la suave llanura que existe entre éstos
cerros y el río Rímac. De todas estas quebradas la de mayor magnitud es la que nace en el
recodo que conforman los cerros San Jerónimo y Arrastre Bajo. Desde allí este antiguo
cauce recorre unos 1000 m. aproximadamente y viene a proseguir por terrenos donde se
construyó y niveló la amplia plaza de Huaca La Florida. Pero pensamos que esta quebrada
sólo pudo activarse con Mega Niños (como el que aconteció hacia el 800 a.C.) (Onuki,
sobre todo en la pampa de Amacaes. En esta zona algunos estuvieron conformados por
originase en el condensamiento del agua de la neblina por árboles como las taras y otros
propios de la zona de lomas, que forman pequeños abrevaderos para los animales (las
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3b. Aspectos biológicos:
Ecosistemas de la zona
A pesar del fuerte impacto humano podemos identificar dos ecosistemas en la zona:
el río Rímac y la vegetación de sus orillas (monte ribereño) y la planicie, laderas y cimas de
los cerros. Éstos dos ecosistemas se encuentran definidos en el Mapa Ecológico del Perú
(ONERN, 1976) que redefine al primero como Desierto desecado subtropical (dd - S) y al
Puede decirse que el ecosistema del río Rímac y el monte ribereño de sus orillas
existe, con profundas modificaciones, hasta la actualidad. El río, como todos los ríos de la
costa peruana, exhibió hasta hace unos cincuenta años un profuso hábitat de flora y fauna
fluvial, como algas de agua dulce, camarones, ranas, etc. Actualmente la contaminación del
río por relaves mineros y por el arrojo de desagües de la ciudad de Lima desde la zona de
ribereño estuvo presente hasta hace unos cincuenta años, sobre todo en las riberas al este de
Acho y al oeste del puente Santa Rosa, pero actualmente ha sido prácticamente borrada del
paisaje urbano y solo existen aislados relictos de ella a lo largo de la margen del río.
Pacífico”. Supuestamente, antes de la llegada del hombre a esta zona, todos estos terrenos
posible que desde el Período Inicial (2000-800 a.C.) (y aún posiblemente desde tiempos
precerámicos) se construyeran los primeros canales que desviaron el agua del río y lo
llevaron hacia terrenos alejados de éste. Esto permitió el desarrollo de la agricultura en las
zonas aledañas al río y a los canales (Mac Neish, Patterson y Browman, 1975:38-39). A
24
pesar de este impacto humano creemos que esta zona siguió perteneciendo a éste
Las cimas y laderas de los cerros que circundan la pampa de Amancaes y el distrito
del Rímac son desérticos la mayor parte del año. Puede encontrarse en las partes bajas de
las laderas algunas deposiciones de arena, que en tiempos pasados pudieron ser mayores.
Subiendo las laderas de los cerros sólo se perciben rocas desnudas de aristas cortantes y de
Este ecosistema del “Desierto del Pacífico” fuera de la temporada eriaza (de
Diciembre a Abril) ofrece la temporada de lomas (de Junio a Octubre). Según Rostorowski
(1978:99) hasta hace unos cincuenta años las lomas de la pampa de Amancaes y de los
cerros aledaños eran tan abundantes que permitían la vida de una numerosa fauna silvestre
y de la concurrida fiesta de San Juan, siendo numerosas las descripciones desde tiempos
coloniales y del siglo XIX describiendo a la pampa de Amancaes como un lugar que
rebosaba de vida silvestre. En recorridos actuales por la zona y por los cerros del Rímac
hemos notado que hasta la actualidad existen relictos de éstas lomas que sólo reviven en
época invernal.
Un factor importante del proceso acelerado de retroceso de lomas es, sin duda, el
progresivo avance de Lima Metropolitana, que urbanizó las partes bajas de la pampa de
Amancaes, y que terminó de ocupar el resto (como las laderas de los cerros) con el
atmosférica que experimentó el distrito del Rímac desde la década del cincuenta. Lima
Metropolitana creció a un ritmo vertiginoso desde esa época, y esto conllevó el crecimiento
del parque automotor y de las fábricas. Por la corriente de aire denominada “Anticiclón del
Pacífico Sur” el viento siempre sopla en esta parte de la costa de sur a norte, por lo que el
25
viento siempre ha llevado los contaminantes del cielo de Lima hacia el norte, noreste y este
(Proyecto Vicon, 1992). El cerro San Jerónimo y los otros crean un “bolsón” de aire, por
ello buena parte de las sustancias contaminantes de la atmósfera (smog) se concentra allí.
Flora
trepadoras, arbustivas o arbóreas. Entre las especies debieron predominar las siguientes:
(Tessaria entigafolia), sauce (Salix chilensis), boliche (Sapindus saponaria) y flor de clavo
En las lomas de Amancaes debió estar presente una vegetación propia de estos
ecosistemas hasta hace unos cincuenta años, pero todavía en algunas zonas de las laderas
altas de los cerros y en época invernal aparecen algunos relictos de vegetación. Entre las
especies que aparecen están: lechuga (Tetragonia sp.), flor blanca (Alternanthira
1996:47-49).
Fauna
En la zona que nos ocupa pensamos que la fauna natural entre las faldas de los
cerros y el río Rímac quedó alterada desde la llegada de los primeros seres humanos al valle
26
del Rímac, con lo cual la fauna propiamente “salvaje” y natural quedó arrinconada al río
Rímac, a sus riberas y a las laderas, cimas y lomas de los cerros del Rímac.
En la zona del río Rímac hasta hace unos cincuenta años se encontraban camarones,
peces de río y anfibios. En las riberas también subsistía una fauna particular como lagartijas
y ratones de campo. Actualmente queda ya muy poco (por no decir nada) de la fauna
En las lomas de Amancaes subsistía hasta hace unos cincuenta años una fauna
propia del ecosistema de lomas. Entre las especies estuvieron: reptiles como lagartija
cascabelita (Metriopelia ceciliae), lechuza de los arenales (Atiene cunicularia), colibrí azul
vizcacha (Lagidium peruanum), zorro andino (Dusicyon culpaeus) y venado de cola blanca
Clima
El clima de la zona donde se ubica Huaca La Florida (vale decir el clima del distrito
del Rímac) es el típico y propio de Lima Metropolitana, y vale decir también de la costa
27
Pueden reconocerse en la actualidad dos épocas del año bastante diferenciadas. Una
que va desde Diciembre hasta Marzo, que es la estación de verano, en donde la mayor parte
de los días el cielo está despejado, hay fuerte irradiación solar y prácticamente no hay
precipitaciones pluviales (excepto durante un Fenómeno del Niño). La otra época va desde
Junio hasta Setiembre durante la cual el cielo está casi permanentemente cubierto por nubes
bajas que generan una constante precipitación de garúa, fuerte humedad en el aire,
neblina procedente del mar, hay fuerte condensación de agua en las colinas cercanas al
litoral y se forma el fenómeno conocido como “lomas”. Entre ambas estaciones hay
Debido a la latitud de Lima (12º Sur) el clima debiera ser tropical, pero debido a la
ello la aridez de la costa peruana. Esta situación se invierte cuando ocurre el llamado
Fenómeno del Niño, durante el cual las aguas cálidas provenientes del Pacífico Norte que
normalmente avanzan sólo hasta Paita descienden hasta la costa central. Este fenómeno
dependiendo de la estación. Acerca de los vientos es propio el viento proveniente del sur
28
que empuja las masas de nubes hacia los contrafuertes de la pampa de Amancaes, siendo
una de las razones de la intensa humedad en esa zona. Este viento al parecer es permanente
durante todo el año y es parte del denominado “Anticiclón del Pacífico Sur”. Este viento
tiene una fuerza de 30 a 35 nudos, siendo más intenso y fuerte por las noches y las tardes
precipitación fina denominada garúa que es la causante del fenómeno de lomas en los
Proviene de las bajas nubes estratos, lo que ocasiona muchas veces que la humedad del aire
suba hasta casi el 100% de humedad (dándose una humedad promedio en el bajo Rímac de
90 a 96 % anual). Durante el verano las precipitaciones son mínimas, pero sólo en casos
distrito del Rímac, provincia de Lima, departamento de Lima. En tiempos coloniales lo que
ahora es el distrito del Rímac era un arrabal de la ciudad de Lima, denominado barrio de
“Abajo del Puente”. Durante el siglo XX este barrio se expandió y vino a ocupar todo el
espacio llano entre los contrafuertes andinos que conforman los cerros de Amancaes y San
Cristóbal con el río Rímac. El distrito actual tiene fronteras casi naturales, ya que por el
norte y este lo delimita la divisoria de aguas de los diversos cerros que conforman el tramo
final del contrafuerte que baja de la sierra: San Jerónimo, Segundo, Observatorio y San
29
Cristóbal. Éste es el límite entre el distrito del Rímac y San Juan de Lurigancho. La cresta o
divisoria de aguas del cerro Arrastre Bajo es el límite entre el distrito del Rímac y el de
Independencia, siguiendo el límite entre las laderas bajas de éste cerro y la avenida Túpac
Amaru. El Rímac limita por el oeste con el distrito de San Martín de Porres, siendo el límite
las avenidas Túpac Amaru y Caquetá. Por el sur el Rímac limita con el distrito del Cercado
de Lima, siendo el límite el cauce del río Rímac. Como puede observarse los límites del
distrito del Rímac son casi naturales, y están enmarcados por el norte y este por las crestas
de los cerros y por el sur por el río Rímac, que lo separa del Cercado de Lima (Fig. 2). No
es de extrañar que desde tiempos antiguos esta zona del valle bajo del Rímac haya tenido
cierta independencia, identidad o autonomía propia con respecto al resto del valle, debido a
sus peculiares condiciones geográficas. Fue quizás una de las razones para que los antiguos
habitantes del valle del Rímac decidieran construir allí una de las primeras grandes
edificaciones público – ceremoniales que tuvo la costa central: Huaca La Florida. También
es importante recalcar que en tiempos del Período Intermedio Tardío y también del Período
Horizonte Tardío existió en la zona un pequeño curacazgo denominado Amacaes, que tuvo
al parecer los mismos límites naturales que tiene actualmente el distrito del Rímac. Este
curacazgo al parecer fue la mitad de otro más grande que se extendía del río Rímac hacia el
sur, que se ha denominado curacazgo de Lima. Juntos constituían una sola entidad política,
Bosque. El cuerpo central se ubica en un espacio delimitado por el sur por la Calle 11 de la
primera urbanización, por el oeste por un muro que lo separa de un terreno de la cervecera
Backus y Johnston y por el norte y este por las instalaciones del Club Sporting Cristal. El
30
área donde se emplazó el brazo izquierdo separa las áreas del Club Sporting Cristal y la
urbanización El Bosque del barrio Mariscal Castilla. El área del brazo derecho separa éstas
áreas de la urbanización Ciudad y Campo. Creemos que el área de la plaza llegó hasta el
trazo actual de la avenida Flor de Amancaes. Más allá se instalaron los actuales
agrícolas. Existieron desde la época colonial varias haciendas y fundos en la zona, siendo el
último fundo que rodeó los montículos de Huaca La Florida el denominado “Muñoz”
(razón por la cual algunas veces se ha denominado al sitio “Huaca Muñoz”). Pero a raíz del
progresivo crecimiento de Lima Metropolitana en los últimos cincuenta años toda la zona
que rodea Huaca La Florida se ha urbanizado por completo (Fig. 3). Hasta 1a década del
cincuenta el distrito del Rímac sólo llegaba hasta el barrio de Malambo, donde culminaban
las quintas de la calle del mismo nombre, ahora conocida como avenida Francisco Pizarro.
Fue desde la década de los cincuenta que empieza la urbanización de los diversos fundos
existentes al norte y oeste de ésta zona. Así nacen progresivamente la Unidad Vecinal del
Bosque, Ciudad y Campo, Villacampa, etc. Al parecer es desde la época en que empieza la
ser la mitad suroeste de la plaza central del sitio arqueológico, el Club Sporting Cristal, con
de éste club se instaló ocupando el área no sólo de esa porción de la plaza, si no también del
31
vestíbulo y parte de los brazos izquierdo y derecho. Posteriormente la expansión de la
rodearon al templo en U de Huaca La Florida. Para finales del año 1962 la construcción de
la urbanización El Bosque terminó de destruir los montículos que quedaban en esa zona y
también parte de los brazos. A la par de éste crecimiento urbano medianamente formalizado
los cerros cercanos a ésta y en todo el distrito del Rímac. Estas zonas pasaron a
Amancaes. Ocuparon las laderas de los cerros Arrastre Bajo, San Jerónimo, Segundo y
pudieron, todas las pendientes suaves de los mismos, llegando sólo hasta la cota de los 300
msnm. Les ha sido imposible seguir construyendo hacia arriba debido más que nada a la
desaparición completa del ecosistema de lomas que existió en esa zona y alteró también
la ocupación de viviendas en toda la zona sino también la polución ocasionada por el humo
32
CAPITULO II
Las investigaciones acerca del Período Inicial (1800 – 800 a.C.) en la Costa Central
del Perú han abordado necesariamente el tema de los templos en U. Estos colosales
monumentos han sido mencionados en la literatura desde casi los inicios de la arqueología
en el Perú. Sin embargo, fue recién hacia las décadas de los cincuenta y sesenta que se
logró no sólo identificar varios de éstos sitios sino también definir el patrón arquitectónico
varios de estos sitios con excavaciones en área. Además, se han identificado más sitios de
los que había registrado Williams. Finalmente, existe ya una propuesta de denominación
norcentral, costa norte, sierra surcentral y sierra norte. El patrón en U de la costa central
estaría dentro del patrón de templo en U desarticulado (los brazos no están unidos al cuerpo
central) mientras que para otras zonas (como es el caso de Chavín) estaría presente el
pirámide central o cuerpo central, el brazo derecho, el brazo izquierdo y la plaza central del
33
sitio o cancha nivelada, enmarcada entre los tres elementos anteriores (Fig. 4). El cuerpo
núcleo, que viene a ser una pirámide troncocónica de planta cuadrangular situada en medio
del cuerpo central; dos alas laterales, una derecha y otra izquierda, que no son otra cosa que
dos plataformas de planta cuadrangular o rectangular de una altura generalmente menor que
el núcleo y que se sitúan o adosan a ambos lados del mismo; y finalmente el vestíbulo, que
viene a ser un espacio situado a los pies del frontis del núcleo que mira a la plaza central y
que se encuentra cercado por dos muros que parten de ambos extremos del frontis del
acceso entre la plaza y el vestíbulo justo en el eje del cuerpo central y de todo el sitio.
Valdría decir que el espacio del vestíbulo también podría considerarse dentro del espacio de
la plaza, ya que se sitúa en ella. Podemos a su vez mencionar que el núcleo tiene 3
elementos arquitectónicos importantes más: una escalera principal de acceso (que comunica
frontis principal del núcleo pero que se encuentra semi hundido en la superficie del mismo
y finalmente una pequeña plataforma situada a espaldas del atrio que coronaba el núcleo del
cuerpo central.
generalmente más bajas que el cuerpo central y que adoptan una planta cuadrangular o
extremo del ala derecha, aunque en algunas ocasiones se encuentran unidos a la misma, y
algunos de ellos han revelado escalinatas que ascienden desde la plaza central hacia las
34
terrazas superiores e inclusive ambientes encima de las plataformas como cuartos,
pazadizos, escalinatas, etc. Otro detalle importante es que se han encontrado plazas
circulares hundidas asociadas a los mismos, frente a éste (en lo que vendría a ser la plaza
central del sitio, como en Garagay) y en la parte posterior (como las plazas circulares
hundidas de Cardal). Sin embargo, hay que mencionar que en varios de estos sitios las
plazas circulares han estado en varias posiciones y lugares, incluso frente al mismo cuerpo
El brazo izquierdo ofrece las mismas características del brazo derecho, por lo que en
varios de estos sitios hay una simetría bastante marcada de sus elementos, aunque en otros
central, se define como el espacio enmarcado entre el cuerpo central, el brazo derecho y el
brazo izquierdo, dejando el cuarto lado sin alguna edificación1. Al parecer, fuera del
estaba libre de construcciones, pero se han hecho hasta la fecha pocos trabajos en estos
espacios. Finalmente podemos incluir un quinto elemento, que son las estructuras
domésticas que se han encontrado en varios de estos sitios rodeando estas estructuras: a
espaldas del cuerpo central, a espaldas de ambos brazos laterales y en la parte delantera de
la plaza central.
La mayor parte de estos sitios han tardado en identificarse desde que comenzó la
arqueología en el Perú a mediados del siglo XIX. Tenemos algunas vagas referencias de
1
Aunque en algunos casos exista por este cuarto lado un muro cercando o cerrando el espacio o hasta
inclusive una edificación pequeña.
35
éstos sitios durante la primera mitad del siglo XX pero sería a mediados de éste siglo que se
fue ya reconocida en la colonia, hecho que motivó la practica de saqueos a gran escala en
dichos montículos, dentro de la conocida “mita de huacas”. Los ejemplos más conocidos
son La Florida (Mejía, 1978) y Cardal (Burger y Salazar, 1992) y posiblemente también
podríamos incluir a Chacra Socorro A. Como lo han anotado las investigaciones de Jorge
prehispánicos implicaba todo un trámite burocrático y (lo más interesante para nuestro
caso) dejaba documentación acerca de la ubicación del sitio, magnitud de éste, operarios a
trabajar, tiempo que duró la explotación del sitio y (lo más importante) un recuento o
catálogo de los materiales (metales) hallados en éste, con el posterior pago de la quinta
dicha investigación sería de otras características podría darnos datos muy valiosos acerca de
éstos templos en U. De todas formas no hay ninguna razón para no pensar que ya en
Burger y Lucy Salazar (2009:39) mencionan que el enorme corte en medio del cuerpo
central de Mina Perdida fue hecho a principios del siglo XX por el hacendado de la zona,
Fernando Reuche. Una noticia similar tenemos para la Huaca Alta del sitio precerámico de
El Áspero en Supe. Creemos por estas noticias que cabe la posibilidad que varios de estos
forados hayan sido hechos por los hacendados de la costa hasta tiempos relativamente
recientes.
36
2b1. Primeras investigaciones.
Un caso similar al de Bandelier fue la excavación que Kroeber hizo en Infantas en 1927
realiza Huacoy sería “Kon-Kon” aunque también hace mención de un sitio denominado
Huacoy.
hermosa pirámide donde, seguramente, estaría ubicado el templo o adoratorio del dios
“Kon”, divinidad muy venerada en el norte, y cuyo culto se extendió hasta la región de
restos muy finos de cerámica del tipo de Nievería. Las ruinas de “Kon-Kon” se hallan a 21
km. de Lima; un ramal de esta carretera se dirije a Carabaillo, cruzando el Chillón. Las
misma carretera, se pasa por la “pampa de Huacoy”, con numerosas necrópolis del tipo
ser tanto lo que Villar Córdoba denomina “Kon-Kon” como “el adoratorio de Huacoy”, si
bien nos inclinamos por el primero. También hizo excavaciones en el sitio recuperando
37
cerámica Nievería, posiblemente de entierros posteriores intrusivos. Otro aspecto
importante es que en esta primera referencia sobre los templos en U, Villar Córdoba asocia
éste monumento al culto de una antigua deidad prehispánica, al que, posiblemente, pudo
Posteriormente para el area de Lurín Duccio Bonavia (1966:42) señala que Julio C.
Tello y Toribio Mejía realizaron trabajos en el sitio de Mina Perdida y que publicaron un
informe de éstos en 1941. Hemos tratado de hallar esta publicación o informe de Tello y
valle del Chillón (Stumer, 1954). Él menciona por primera vez a El Paraíso (lo menciona
(Ravines, 1975:9; Ravines e Isbell, 1975:273; Mejía, 1978:507 y Fuentes, 2007:16-17). Los
trabajos de identificación fueron realizados por Manuel Ontaneda, Aquiles Ralli y José
Casafranca entre Julio y Agosto de ese año. Sólo se realizaron cateos y unidades de prueba
en el cuerpo central, hallando frisos polícromos en el atrio del núcleo. Nunca hubo una
llevada a cabo por José Casafranca, quien investigó y/o publicó acerca del sitio de Mina
Perdida en 1960 (Bonavía 1965:8-10, 1966:42). Bonavia indica que las excavaciones de
38
descripción general del sitio, sobre todo del cuerpo central. Señala 3 fases constructivas
para el cuerpo central y la presencia de shicras para la segunda fase (Bonavia, 1965:12).
1965, 1970:367). Asimismo, en 1964 Thomas C. Patterson y Edward Lanning discuten las
Garagay, mencionando de éste que probablemente haya sido el centro ceremonial más
importante de la zona durante gran parte del Horizonte Temprano (Patterson y Lanning,
1964, 1970:398).
Entre 1965 y 1966 Frédéric Engel excavó y restauró el edificio denominado por éste
“Unidad I” del sitio de El Paraíso2 (Engel, 1966, 1967). Este autor señala que el complejo
ubicado frente al Paraíso en la otra margen del Chillón, denominado actualmente Pampa de
los Perros.
composición arquitectónica del sitio: un templo central flanqueado por dos largos brazos
encerrando un amplio patio o plaza (Lanning, 1967:71), con lo cual fue el primero en
definir la forma en U para éste sitio. Asimismo, planteaba que Garagay fue un templo
corroborado por un fechado (I-1676: 3750+-150 AP) consistente en “Carbón obtenido por
2
Al parecer es Engel el que le asigna al sitio el nombre de El Paraíso.
39
Así, Patterson y Moseley asignan a la fase Gaviota (1900 – 1750 a.C.) al sitio de
tiempo de duración de la fase Colinas en Ancón (1300 – 1175 a.C.) (Patterson y Moseley,
desarrollada por Harry Scheele, quien realizó excavaciones en Mina Perdida, Cardal,
Manchay Bajo y Mal Paso (Piedra Liza), además de en Huaca Malache y en los sitios
domésticos de Chillaco y Palma (en el valle de Lurín), así como en Garagay, mencionando
también a Pampa de Cueva (en el valle del Rímac). Señala también dos sitios domésticos
2b2. La definición del patrón por Williams, los catastros y la sistematización final.
que tuvo el arquitecto Carlos Williams en la definición del patrón de templo en U para la
cultura Manchay y de la identificación de buena parte de los templos conocidos bajo ese
patrón. Relacionado con esto estaría la importante labor de ejecución de catastros por parte
también de arquitectos y arqueólogos de buena parte de los valles de la costa central donde
se definieron estos sitios, identificándose nuevos sitios del patrón de Williams de templos
en U. Finalmente a mediados de los ochenta Williams hace una síntesis del número de
patrón hecha en un inicio y añadiendo varios datos relacionados con éste. A esta síntesis
habría de añadirse algunos datos más de superficie hechos por Agurto, Bueno, Bonavia y
Shibata.
40
En el año de 1971 Carlos Williams publicó un pequeño artículo de una importancia
trascendental para nuestro tema de investigación. En él se definió por primera vez el patrón
Scheele) de todas maneras hasta ese momento nadie se había tomado el trabajo de
caracterizar dicho patrón, es decir, describir detalladamente los rasgos arquitectónicos más
importantes de éstos edificios y las características que le dan una homogeneidad al conjunto
contemporáneos de otras regiones como Casma, Trujillo o las zonas altoandinas. Fue
diferentes valles de la costa central que componen éste patrón. Es por ello que creemos que
central.
Huacoy y Chuquitanta (El Paraíso3)), tres en el Rímac (Garagay, La Florida y Huaca Las
Salinas) y tres en Lurín (Manchay Bajo, Parka y Mina Perdida). Otro aspecto importante es
que Williams fue el primero en observar una relación dual entre los templos en U situados
en ambas márgenes de éstos valles, relación que a sido reafirmada por investigadores
Huacoy y Chocas.
3
Sobre El Paraíso hay un debate todavía si se le debería considerar un templo en U o no. Lanning (1967),
Williams (1971) y Bonavia (1996) piensan que sí podría incluirse dentro de esta lista. En cambio Scheele
(1970) y Silva (1984) piensan que no, puesto que la distribución arquitectónica de sus elementos no es
semejante a la configuración clásica de un templo en U (sobre todo tal como lo define Williams).
41
Posteriormente y a lo largo de la década de los setenta una serie de arquitectos y
catastros de los diferentes valles de la costa central. Para 1974 se culminan 3 de éstos
catastros. El primero fue para el valle de Chancay y lo realizaron Santiago Agurto Calvo y
valle bajo. De todos ellos tenemos la certeza de que siete de los mencionados sí lo son: 24I
1J07 (Miraflores), 24I 2J05 (San José A), 23I 14J02 (San Ignacio), 23I 14J03 (San Jacinto),
23I 14J04 (Huando B), 23I 12M01 (Cuyo) y 23I 14J10 (Agurto y Sandoval, 1974). Al
parecer los otros 9 no son templos en U. De todas maneras Agurto y Sandoval mencionaron
un sitio más que Williams (1983:414) señaló como templo en U: Huaral (23I 14J13)
situado al oeste de San Ignacio. El segundo catastro fue para el valle del Rímac y lo realizó
Carlos Milla Villena. Él identifica 20 sitios tempranos, de los cuales sólo 4 son templos en
U: Garagay (25i-14L-2), La Florida (conformado por “La Florida A” y “La Florida B”),
Pampa de Cuevas (24j-14M-1) y Las Salinas (denominado por él “Salinas (Huaca)” (25j-
1B-4) (Milla, 1974). El tercer catastro fue para el valle de Lurín, siendo realizado por
Santiago Agurto Calvo y Luis Watanabe. Entre los nueve sitios del Formativo mencionados
por ellos cuatro son templos en U: Cardal (5D06), Manchay Bajo (5D05), Mina Perdida
(6D05) y Parka (6D08). Fuera de éstos sitios menciona también los templos en U (pero no
reparando en ésta disposición) de Huaca Candela (6C07), Buenavista (7D04), Piedra Liza
Un segundo catastro de Lurín se realiza para 1976, siendo hecho por Carlos Milla,
quien registra al parecer 12 sitios Formativos de los cuales 6 son templos en U: 25j-5E-04
(Templo Manchay (Manchay Bajo)), 25j-5E-08 (Cardal), 25j-6E-06 (Mina Perdida), 25j-
42
2H-01 (Templo Piedra Liza (Piedra Liza)), Parka (25j-6E-03 ó 25j-6E-07 (San Fernando))
oeste de la ciudad de Huaura (Cárdenas, 1977). Es importante decir que este catastro no se
del valle de Supe. Ellos consideran la existencia de seis templos en U para este valle: El
Chirimoyo (22h 10I04), El Molino (22h 10J02), Pueblo Nuevo (22h 11M03), Alpacoto
(22h 11N01), La Empedrada (22i 13B03) y Las Carpas (22i 13C07) (Williams y Merino,
1979).
que originalmente había dado en su artículo de 1971, notándose de alguna forma el papel
que los catastros realizados en estos valles habían tenido en la identificación de nuevos
para Supe La Empedrada, para Huaura los sitios de Huaura (que menciona también como
San José y que es Chacra Socorro A) y Huayabal. Para Chancay los sitios de Salinas, San
Jacinto (lo menciona también como Huando A), San Ignacio, Huando B, Miraflores y
4
Debemos aquí hacer una aclaración. Cuando Williams (1978-1980:98) realizó su segundo listado de templos
en U mencionó como límite norte de éstas estructuras al valle de Huarmey, donde se encuentra el sitio de
Barbacay. Este sitio Williams lo ubicaba en el valle medio de Huarmey. En las cercanías del poblado del
mismo nombre Bonavia (1982:429-430) ubica por lo menos cuatro sitios con ésta denominación (PV35-50,
PV35-51, PV35-53 y PV35-54) y en ninguno de ellos identifica las características de un templo en U o le
asigna la filiación Formativa (el único candidato que puede ser el sitio al cual se refiere Williams es PV35-51,
que es un montículo que Bonavia ubica en medio de los campos de cultivo al sureste del actual pueblo de
Barbacay).
43
finalmente para el Lurín los sitios de Mina Perdida, Manchay Bajo y Cardal. También
Una de las cosas más importantes de este trabajo es que elabora una secuencia de
desarrollo de éste patrón arquitectónico, con lo cual plantea la primera cronología de estas
Período incluye las dos primeras fases de desarrollo, siendo representativo de la Fase 1 el
sitio de El Paraíso y siendo para la Fase 2 los sitios de La Salina (Las Salinas, Rímac),
Salinas (Chancay) y Barbacay. El Segundo Período lo componen las cuatro siguientes fases
(3,4,5 y 6), siendo representativos de la Fase 3 los sitios de La Florida y Mina Perdida. Para
la Fase 4 asigna a Garagay, Huacoy, Chocas y Miraflores. Para la Fase 5 los sitios de San
para la Fase 6 los sitios de Cardal, el pozo circular de San Jacinto y El Salitre. Uno de los
aspectos más polémicos del artículo fue la función que asignó a éstos sitios Carlos
Williams: “Los grandes conjuntos de pirámides con planta en U fueron complejos agrario-
Para aseverar esta hipótesis señala que: todos los templos en U se encuentran
actualmente en zonas de cultivo y que las plazas han estado hasta la actualidad siendo
usadas de chacras, que las plazas o canchas han sido niveladas cuidadosamente, que todos
los templos en U están abiertos hacia el este (origen de las aguas), que en varios de ellos se
observa una ruptura entre el cuerpo central y uno de los brazos (para que pueda salir una
5
Con respecto a El Salitre tanto Tantaleán (1996) como Campos (2006:6) coinciden en afirmar que los
montículos que conforman éste supuesto templo en U son en verdad tardíos, relacionados con la estructura
Inca situada en la cima del sitio y que el supuesto pozo ceremonial es en verdad un pozo de huaqueo
(Tantaleán y Pinedo, 2004: 150-151).
44
acequia que desfogue las aguas que llegan a la plaza), que los cortes hechos en Garagay por
Ravines no han mostrado estructuras arquitectónicas sino tierra limpia y capas de lodo y
piedra y, finalmente, que la magnitud de las plazas no guarda relación con la escala humana
naturaleza de estos sitios fue novedosa, las investigaciones posteriores han refutado este
planteamiento.
Bajo, Huacoy, Chocas y Miraflores. Menciona que para ésta segunda generación
patio rectangular hundido con el Templo Nuevo de Chavín. Menciona también que habría
segunda con Las Salinas. Dentro del trabajo incluye una serie de dibujos isométricos,
croquis, planos, mapas, etc. mencionando los siguientes templos en U: Mina Perdida,
Huaura (Chacra Socorro A), Garagay, Huando (San Jacinto), La Florida, Cardal, La
Cueva, Manchay (Manchay Bajo) y El Salitre. Para el caso del valle de Chancay en una
serie de croquis que hace de éstos sitios menciona un templo en U que no hemos escuchado
ni antes ni después: Porvenir (Williams, 1983:412). También en un plano que hace de los
45
Sandoval pero que Williams recién señala como templo en U: 23J 14J13, situado a unos
500 m. aproximadamente al oeste de San Ignacio, que nosotros hemos denominado Huaral.
menciona dos templos en U como precerámicos: Piedra Liza y Mal Paso asignándoles una
antigüedad de más de 3000 a.C. (Bueno, 1982:17). Señala que entre los 3,000 y 2,000 a.C.
sería la época de los templos en U para el valle de Lurín, mencionando a Mina Perdida,
Manchay Bajo y Cardal. Menciona para Mina Perdida la presencia de shicras al igual que
otros sitios en la costa, como El Paraíso, y que al parecer los adobitos odontiformes
anteceden a los cúbicos en la construcción del sitio (Bueno, 1982:18). Para Manchay Bajo
señala que la etapa más temprana fue elaborada con piedras campestres que se unieron con
argamasa de barro, que tuvo un pozo asociado a uno de los montículos sur (¿brazo
sitio se construyó una muralla a base de piedra y barro para contener al parecer avenidas de
agua. Bueno menciona la ocupación de éstos sitios para ésta época como Mina Perdida I,
Manchay Bajo I, etc. siendo la época (p.e. Mina Perdida II) la perteneciente a la presencia
Chavín en el valle de Lurín. Ésta época Bueno la denomina Lurín III, mencionando que los
los valles de Supe y Lurín. Menciona que entre los 3,000 a 2,000 a.C. se ubican los sitios de
San Jacinto, Huaura (Chacra Socorro A), La Empedrada, Chocas, Huacoy, El Paraíso,
Pacaray (Pucará), La Florida, Garagay (menciona su primera fase: Garagay I), Yanacoto,
Piedra Liza, Mina Perdida, Manchay Bajo y Cardal (primera fase: Cardal I). Menciona que
entre los 2,500 a 2,000 a.C. los templos en U incorporan el pozo en el atrio (Garagay I,
Yanacoto, Manchay Bajo I, Cardal, San Jacinto, El Paraíso y Pacaray (Pucará)). Para su
46
Período III (2,000 – 100 a.C.) menciona que los templos en U adquirieron mayor
entender del planteamiento de Bueno él señala que algunos templos en U tienen dos fases
constructivas, denominadas según los números I y II que coloca después de sus nombres:
una primera fase antes de los 2,000 a.C. (precerámica) y la siguiente después de los 2,000
a.C. (ya con cerámica). Aunque no se haya encontrado todavía una primera fase
futuro. Bueno incluye en el artículo una serie de croquis de éstos sitios: Cardal, Manchay
Bajo, Piedra Liza, Mina Perdida, Garagay, La Florida, Yanacoto, El Paraíso, Chocas,
sitio de mayor antigüedad del valle a Piedra Liza, dándole una antigüedad de 4,000 a 3,000
a.C. seguido de Mal Paso. Ambos sitios los sitúa en el precerámico. Lo curioso es que
Bueno no los menciona como los antecedentes de los templos en U, sino que evolucionaron
entendemos que los templos en U es un patrón que proviene de fuera de Lurín, hipótesis
Otro investigador que trató el tema fue Santiago Agurto Calvo. Menciona, como
Williams, que los primeros templos en U son La Florida y Mina Perdida, siendo el
antecedente de la zona El Paraíso. Cita los sitios de San Jacinto, Huacoy, Chocas, Las
Salinas, Cardal, Manchay Bajo, Miraflores y Porvenir (en el valle de Chancay). Agurto es
zona de Huando. Después del acápite correspondiente a Garagay menciona otros templos
47
en U como Infantas, Pampa de Cueva, y tres más en el valle de Lurín los cuales no hemos
definido bien su ubicación: San Fernando, Cuatro Bocas y Cieneguilla6 (Agurto, 1984).
Por su parte Duccio Bonavia con respecto a los templos en U menciona que el
patrón en U tuvo su origen probablemente en el Chillón para de allí extenderse a los otros
valles y que tiene por lo menos una antigüedad de 2000 a.C. (Bonavia, 1996:14). Menciona
Formativo de los Andes en base a la de Kato y Seki (1998) en el cual los períodos son:
Formativo Inicial (2500 – 1800 a.C.), Formativo Temprano (1800-1200 a.C.) (período para
el cual asigna la aparición de los templos en U), Formativo Medio (1200-800 a.C.),
Formativo Tardío (800-250 a.C.) y Formativo Final (250-50 a.C.). A su vez Shibata define
6 patrones arquitectónicos que aparecen en varias regiones del país a lo largo de esta
cronología, éstos patrones son: Plaza Circular Hundida (PHC), Plaza Hundida Rectangular
la costa central) y Disposición Lineal (DL). Para el Formativo Temprano aparecen los sitios
de El Paraíso y La Florida. Para el Formativo Medio asigna Garagay, Cardal, Mina Perdida
6
Es posible que Agurto se haya referido a Parka con “Cuatro Bocas”. Sobre San Fernando es posible que
también se haya referido al mismo sitio, a menos que se refiera a un montículo pequeño que el catastro de la
UNI refiere también como “San Fernando” (15-1036) situado a 50 m. al norte del brazo izquierdo de Mina
Perdida que es un montículo pequeño en donde para su construcción se han empleado muchas shicras. Sobre
“Cieneguilla” es probable que se haya referido a Pampa Cabrera, situado cerca de la desembocadura de la
quebrada de Tinajas, o quizas a otro sitio.
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Casma (templos en U de la cultura Manchay y de la tradición casmeña), luego en el
Formativo Medio el área se extiende por el norte hasta el valle de Moche (aparecen los
templos en U Cupisniques) y por último en el Formativo Tardío son abandonados todos los
sierra, desde el valle de Cajamarca hasta las cabeceras del Marañón. Shibata incluye una
tabla acerca del volumen de los templos del Formativo Temprano (El Paraíso, Chuquitanta
A, Chuquitanta B y La Florida), Medio (La Empedrada, Cuyo, Grupo B (Huando B), San
Ignacio, Miraflores, San Jacinto, Cueva (Pampa de Cueva), Chocas, Pro (Infantas), Huacoy,
San Antonio, Garagay, Balca (Parka), Cardal, Manchay Bajo, Mina Perdida y Huaura
Huacoy
valle con varias publicaciones) fue hecha en el sitio de Huacoy (Fig. 6) en el valle del
su posición estratigráfica en las unidades y señala las formas en las cuales se presentan.
Concluye que Huacoy es un edificio de los períodos finales del Formativo (Ludeña,
1973:159). También menciona que tres son los materiales de construcción más importantes
del sitio: adobitos hemisféricos, piedras canteadas y cantos rodados, y que los tres
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significa que no se puede asignar un valor cronológico (o de fases constructivas) a las
construcciones hechas con estos elementos (lo que sí puede hacerse en Mina Perdida).
También señala la presencia de shicras en un pozo de huaqueo hecho en la parte alta del
cuerpo central y también menciona que “Como es frecuente en la Costa las paredes
una pared de Huacoy se observó líneas pintadas y zonas de color blanco y naranja claro.
Otra pared presentaba vestigios de relieves con incisiones; ambas con pintura de color
gris en las incisiones. Estas estructuras no fueron excavadas.” (Ludeña, 1973:147). Esta es
la primera (y la única) mención que se realiza de frisos polícromos (como los de Garagay y
Cardal) en Huacoy.
Garagay
El segundo sitio en tener una investigación específica fue Garagay (Fig. 7), con las
excavaciones que iniciaron en 1974 Rogger Ravines y William Isbell, aunque en los años
posteriores hasta la actualidad el único que siguió publicando sobre el sitio fue Ravines.
en 3 zonas del sitio: en el atrio del montículo central7, en el brazo derecho o Montículo A y
en el pozo circular hundido situado frente al brazo derecho. Fue en el atrio donde se
descubrieron tres pisos en desnivel, dos terrazas adyacentes al muro del atrio con pozos, la
“procesión mítica” de figuras plasmadas en frisos en las paredes del atrio que, partiendo del
ingreso al mismo, se dirigía hacia una escalera que subía a las plataformas superiores del
7
Al parecer también la escalera de ascenso del vestíbulo al atrio y parte de la plataforma situada sobre el
atrio, en la cima del núcleo.
50
cuerpo central. Éstos frisos (que sumaron algo de 9 figuras aproximadamente) fueron uno
de los exponentes iconográficos más importantes del Período Inicial de la costa central (o
“Gran Imagen” (Ravines e Isbell, 1975:263). En el brazo derecho se excavó buena parte del
montículo, despejando una serie de estructuras y también escaleras que subían a la cima de
(Ravines, 1991:226). Ravines lleva a cabo también una serie de experimentos realizados
con obreros de su excavación en el sitio en los cuales hizo cálculos consistentes en cuánto
material (piedras, barro, basura) era transportados por determinado número de obreros de la
probable cantera de materiales de Garagay (cerro Mulería) al sitio, así como en cuánto
tiempo se transportaba material de un lugar a otro del sitio. Ravines llega a la conclusión
no mayor de 200 años, estimando 28,000 horas-hombre por año (Ravines, 1979:80).
que a pesar que sus contextos han sido los rellenos de la arquitectura permitieron definir 4
estilos en el sitio: Curayacu, Colinas, Ancón y Huachipa. Ravines divide también esta
(Ravines, et al. 1982:141). El material botánico incluyó restos de una serie de plantas no
sólo de los hipotéticos campos agrícolas que tuvieron los constructores de Garagay sino de
humedales que al parecer se situaron al norte del sitio, siendo comunes plantas como el
maíz, lúcuma, maní, calabaza, etc. Los restos malacológicos incluyeron 17 especies de
51
purpuratus, etc. siendo al parecer el litoral entre las desembocaduras del Rímac y del
información de los frisos y arquitectura del brazo derecho y de la plaza circular hundida
El Paraíso
El año de 1983 Jeffrey Quilter realiza excavaciones en El Paraíso (Fig. 25), dentro
Unidad I (Pozo 2), dos en la Unidad IV (situada a escasa distancia al noroeste de la Unidad
I) (Pozos 1 y 3) y dos en la Unidad II (lo que vendría a ser el brazo izquierdo del templo en
U) (Pozos 4 y 5). El Pozo 5 fue una excavación en área relativamente grande (7x7 m.
aprox.) donde se excavaron una serie de cuartos. Lo importante es que Quilter realiza una
antigüedad de El Paraíso, para comienzos del Segundo Milenio a.C. Éstas muestras
vendrían a agregarse a los cuatro fechados realizados por Engel en el sitio (Quilter, 1985).
El valle de Lurín
Fue en 1985 que Richard Burger y Lucy Salazar iniciaron el Proyecto Lurín, con la
restringido a un solo valle de la costa. Iniciaron los trabajos de excavación ese año en el
sitio de Cardal (Fig. 8). Fuera de las excavaciones de Scheele en el sitio nadie más había
intervenido en él, así que las excavaciones de Burger y Salazar fueron las primeras a gran
escala en el sitio. Excavaron en cuatro zonas del sitio: en el sector situado entre el cuerpo
central y el brazo izquierdo (Sector V), en el cuerpo central (Sector IIIA), en el brazo
derecho (Sector IIA) y en la zona situada a espaldas del cuerpo central, al sur (Sector IIIB).
52
Burger (1987:366-368) menciona que en el Sector V se excavaron 2 trincheras con la
intención de comprobar la hipótesis de Williams del uso agrícola de la plaza central del
prehispánicos ni de tierra que haya servido para cultivar, con lo cual quedaba descartada la
zona situada en el borde exterior del mismo, en el lugar donde según las fotos aéreas se
ubicaban cinco plazas circulares hundidas. Burger sólo excavó 3 de ellas, las denominadas
fogón de planta en T y en el relleno creado para la plaza circular un muro tapado con parte
de un friso de una para de araña. Los pisos de estas plazas circulares estaban
cuidadosamente preparados y hechos de arcilla fina. Burger descartó que se hayan usado
central (o cuerpo central) Burger despeja lo que podemos definir como un espacio de planta
rectangular abierto hacia el frontis pero situado entre la escalera de acceso de la plaza y el
atrio (un “rellano”) en el cual encontró el friso de una boca felínica gigante. También
intervino en una construcción situada en la parte superior, que ya había sido denominada
por Scheele “Room B”. Finalmente en la zona situada a la espalda del cuerpo central
radiocarbónicos (Burger, 1987:372) que el sitio empezó a ser construido antes de los 1100
a.C. y que las últimas fases de construcción estarían fechadas hacia los 850 a.C.
Entre los años de 1987 y 1988 Richard Burger y Lucy Salazar realizaron la segunda
53
la espalda del cuerpo central (Sector IIIB), y en el cuerpo central, excavando una serie de
habitaciones situadas sobre el ala derecha del cuerpo central (lugar donde encontró un
“altar dual” y graffitis con iconografía similar a Garagay) (Burger y Salazar, 1991:281).
También intervinieron en el cuerpo central el atrio del núcleo y la escalera que permitía el
acceso desde la plaza del sitio al rellano. Burger y Salazar definieron 4 escalinatas
superpuestas, y excavaron 2 atrios superpuestos: el atrio del Templo Tardío y el atrio del
Templo Medio. Pudieron darse cuenta que las escaleras 2 y 3 se correspondían con el atrio
del Templo Medio, y que la escalinata 1 con el del Templo Tardío (Fig. 8). La escalinata 4
Temprano” enterrado y aún no excavado. El atrio del Templo Medio fue un ambiente de
planta rectangular de 1 piso a desnivel y que tuvo tres escalinatas que lo comunicaban con
ambientes superiores, situadas una frente al ingreso y las otras dos en las paredes laterales.
Por fechados radiocarbónicos se sabe que este atrio fue terminado hacia el año 970 a.C. Al
clausurarse fue cubierto cuidadosamente con relleno de piedras, tierra, shicras, etc. y
también se colocaron 15 entierros, envueltos en una manta de algodón y puestos sobre una
estera. Pocos tuvieron ofrendas, y las que hubieron fueron sólo cuentas, orejeras,
instrumentos de tejer, etc. (Burger y Salazar, 1991:287). El atrio del Templo Tardío fue de
paramentos hechos de piedra canteada y tuvo en su piso un pozo circular. Lo curioso es que
ambos atrios no tuvieron decoración mural como los frisos de Garagay, pero en éste último
radiocarbónicos más y finalmente publica también un cuadro comparativo entre los atrios
Fue en 1990 que Richard Burger y Lucy Salazar iniciaron las excavaciones en el
templo en U de Mina Perdida (Fig. 9). Realizan excavaciones de prueba en el área al sur
54
del templo en U para detectar ocupación doméstica y se empezó la elaboración del plano
topográfico del sitio. También intervinieron el cuerpo central, limpiando la zona del gran
corte de huaqueo hecho en la parte central del núcleo y el área donde se sitúa la escalera
que asciende del vestíbulo al atrio. Burger y Salazar (2009:43) mencionaron que pudieron
encontraron cuatro escaleras superpuestas hacia el frontis del núcleo (Burger y Salazar,
del cuerpo central que ellos creen formo parte de las ceremonias hechas en la cima (Burger
y Salazar, 2009:43). La segunda temporada se realizó entre Julio y Agosto de 1991, donde
se prosiguió elaborando el plano del sitio y se continuaron con las excavaciones en la zona
parte posterior del montículo central y se inició la excavación de lo que quedaba del brazo
(Burger y Gordon, 1998:1108). Es importante reparar que se determinó que existía un área
doméstica hacia el oeste del brazo izquierdo, no sólo estando detrás del cuerpo central, lo
que hacía que su área doméstica fuese más grande que Cardal (Burger y Salazar, 2009:47).
hace una síntesis de los conocimientos de los templos en U de la costa central. Se explaya
sobre todo en Garagay y Cardal (que son a decir verdad los dos templos en U mejor
55
dentro de sistemas sociopolíticos complejos, que hubo una débil estratificación social y que
Richard Burger y Lucy Salazar vuelven a excavar Mina Perdida en una tercera
temporada en 1993, y una cuarta (que fue la última) en 1994. En la tercera prosigue la
limpieza del corte de huaqueo en el núcleo y ubican las escalinatas mas antiguas del templo
(Fig. 9); y en la cuarta intervienen la cima del cuerpo central, ubicando restos de columnas
2009:54-55). También en 1994 hallaron en el talud sur del cuerpo central los vestigios de
una gran escalera que prácticamente ascendía desde la misma base hasta la cima en 3
segmentos, excavaron nuevamente la zona posterior del cuerpo central ubicando estructuras
domésticas (Burger y Salazar, 2009:55-56) y también hallaron una figurina en una de las
terrazas posteriores del cuerpo central, en forma al parecer de iguana, que tenía un rostro
con pintura y dientes sobresalientes, recordando a una figurina hallada también en Garagay
hechos en Mina Perdida situan la antigüedad del sitio entre los 1520 a 870 a.C. (Burger y
Salazar, 1998:33), mencionando en esta publicación por primera vez al sitio de Buenavista.
de Manchay Bajo (Fig. 10) en el valle de Lurín. En esta primera temporada lograron ubicar
cerro ubicado al oeste. También encontraron un área doméstica situada hacia el norte de la
plaza central, se intervino el brazo izquierdo y también el cuerpo central. En éste excavaron
el frontis del edificio, identificando por lo menos una superposición de nueve escalinatas y
tres atrios (Burger,2003b:94). Una fibra de shicra asociada al atrio medio dio un fechado
56
entre 1404-1052 a.C. Entre Julio y Agosto de 1999 fue la segunda temporada, en la cual
dimensiones que bordea al sitio por el noroeste, situado justo en los límites de las zonas
quebrada provocadas por el Fenómeno del Niño. Por los fechados radiocarbónicos
Manchay Bajo fue coetáneo con Cardal y con la última época de Mina Perdida. La
evidencia sugiere que Manchay Bajo fue abandonado después de los otros dos sitios.
El 2007 Burger hace un balance de los resultados de sus trabajos en los 3 templos en
U: Cardal, Mina Perdida y Manchay Bajo. Lo más importante es que propone que la
arquitectura monumental del valle de Lurín fue posible por sociedades que no tuvieron el
Burger y Lucy Salazar The Manchay Culture and the Coastal Inspiration for Highland
Chavin Civilization en el libro Chavín: Art, Architecture, and Culture publicado por el
forma detallada una definición clara de la cultura Manchay como sociedad que edificó los
cultura Chavín. Finalmente el 2009 la Pontificia Universidad Católica del Perú publica el
libro Arqueología del Período Formativo en la cuenca baja de Lurín publicando varios
57
El valle de Chillón
Jorge Silva inició desde los años ochenta una investigación de todo el valle del
Chillón, enfatizando posteriormente ésta en el período Formativo. Así en 1984 hace una
síntesis de los conocimientos que se tenían de El Paraíso hasta ese momento. Compara la
arquitectura del lugar con el patrón de templo en U definido por Williams y llega a la
conclusión que El Paraíso no puede incluirse en esta categoría puesto que no cumple de
forma estricta con el patrón planteado para éstos sitios (sobre todo por la “ausencia” de un
cuerpo central). Otra de sus críticas es la función de los supuestos “brazos” de El Paraíso,
De todas formas el debate sobre este tema ha continuado hasta nuestros días.
prehispánica del valle del Chillón, sitúan en el Precerámico 7 (2500 – 1800 a.C.) (en la
denominada fase Gaviota (1900 – 1750 a.C.)) la construcción del complejo de El Paraíso,
jefatura. Para el Período Inicial (1750 – 1000 a.C.) ubican a la mayoría de templos en U
(como Garagay, La Salina (Las Salinas), Huacoy, Chocas, Cueva (Pampa de Cueva).
si algunos tuvieron mayor control que otros y si hay evidencia de varios niveles jerárquicos
en ellos (Marcus y Silva, 1988:40). Finalmente para el Horizonte Temprano (1000 – 100
Cueva, Chocas, pero sobre todo Garagay, mencionando para ésta época las ofrendas Chavín
depositadas en el atrio del Templo Medio del mismo y la construcción de la plaza circular
58
Luego Silva ubica para finales del Precerámico (7,000 – 1,800 a.C.) al sitio de El
Paraíso y para el Período Formativo (1,800 – 200 a.C.) menciona tres tipos de estructuras:
estructura en forma de “U”. Asigna para el segundo caso al sitio de Pucará, y para el tercer
caso los sitios de Huacoy, Chuquitanta (Chuquitanta A), Chocas y Cueva (Pampa de
Los años de 1992 y 1993 Jorge Silva y Cecilia Jaime excavaron 13 unidades de 2x2
2000b:38). Como conclusiones Silva y Jaime mencionan que el sitio al parecer tuvo una
valle, prospectados en el valle bajo, medio y alto. Para el Período Inicial menciona el patrón
de planta en U, mencionando que éstos centros ceremoniales en el valle del Chillón son 8:
543, 544), Pro (se refiere a Infantas), Pampa de Cueva (PV46-130) (que lo incluye en el
(Silva, 1996).
Posteriormente hace mención de las prospecciones que realizó en las partes baja y
media del valle y de la arquitectura monumental del Período Formativo. La divide en:
edificios con planta en U, pirámide y recinto circular hundido y pirámides simples. Para el
para el tercer caso mencione a Cocayalta (se refiere a nuestro templo en U) (Silva, 1998).
59
En 1998 inicia la delimitación del templo en U de Huacoy mediante la apertura de
topográfico. Se excavaron seis unidades en la zona externa del brazo derecho (Unidades 1-
6). Otras seis se excavaron en la zona externa del brazo izquierdo (Unidades 9-14). Por
último se excavaron 4 más en la zona sur posterior del cuerpo central (Unidades 15-18)
una Unidad más (20) en el extremo norte del brazo derecho y ampliarse las unidades 11 y
13 de la zona externa del brazo izquierdo. También se excavó una unidad al este del
vestíbulo, en el área de la plaza del sitio, no encontrando evidencias de un piso o algun tipo
de apisonado (Silva y Jaime, 2000a:69). Al parecer por lo mencionado por Silva y Jaime
evidencia de pisos (como los encontrados en Cardal por Burger y en Garagay por Cock) y
brazo derecho, provenientes al parecer de crecidas del río o de la quebrada de Torre Blanca
situada al frente del sitio, avenidas que piensan fueron ocasionadas por el Fenómeno del
Niño (Silva y Jaime, 2000a:67). Hacen un plano del sitio con una sectorización: el cuerpo
central más el vestíbulo es el Sector I, el brazo izquierdo es el Sector II, el brazo derecho es
el Sector III y la plaza del sitio es el Sector IV (Silva y Jaime, 2000a:59). El sitio ha
San Jacinto
San Jacinto (Fig. 11) en el valle de Chancay ha sido la única intervención con excavaciones
60
hecha en un templo en U de este valle. Por ello mismo tiene mucha importancia porque es
Entre los años de 1986 y 1987 Lucénida Carrión junto con Cristina Baltazar, Beatriz
asesoría de Rosa Fung. Estas excavaciones se localizaron en tres zonas: dos unidades en la
plaza del sitio (Sector D), otras dos unidades en la parte externa del brazo derecho (Sector
Jacinto, entre los meses de Setiembre a Noviembre. Carrión excava ésta vez 5 áreas en la
plaza central ó Sector D, 1 unidad en el Sector H (situado a la espalda del cuerpo central) y
dos unidades en el Sector G. Las excavaciones de ésta temporada fueron más extensivas
que las desarrolladas los años de 1986-87. Presenta un plano del sitio y una sectorización:
el Sector A (brazo derecho), Sector B (cuerpo central), Sector C (brazo izquierdo), Sector D
(plaza central), Sector E (lado derecho del vestíbulo), Sector F (lado izquierdo del
vestíbulo), Sector G (zona externa del brazo derecho), Sector H (zona externa o posterior
del cuerpo central) y el Sector I (zona externa del brazo izquierdo) (Lucénida, 1994:51).
En 1997 Carrión compila todos los datos obtenidos en las campañas de excavación
en el sitio en los años de 1986, 1987 y 1993. Describe las excavaciones hechas sobre todo
en la plaza del sitio (donde encontró evidencia de construcciones, al parecer vestigios del
grupos cerámicos definidos en este sitio y sus relaciones con sitios como Ancón, Garagay,
San Humberto (Huacoy), La Florida y Las Aldas. Finalmente incluye un listado de otros
templos en U ubicados por ella en el valle de Chancay, que son siete: San José A,
61
Miraflores (o Barranca), San Ignacio, Huando B, Huaca de tierra (o Barranquito),
Quilcayán y Cerro Prieto. Fue la primera vez que se dió una descripción de algunos de
éstos templos en U del valle de Chancay y fue la primera vez que se da noticia del sitio de
Quilcayán. Propone cuatro fases para la ocupación de San Jacinto: Fase I (1600-1200 a.C.),
Fase II (1200-900 a.C.), Fase III (900-500 a.C.) y Fase IV (500-200 a.C.). Por lo expuesto
por Carrión San Jacinto es ocupado durante un largo período, desde el Período Inicial hasta
prácticamente el final del Horizonte Temprano, coexistiendo con las influencias Chavín en
la costa central, con lo cual sería uno de los templos en U más tardíamente ocupados, ya
que los del Rímac y Lurín fueron abandonados hacia el 800 a.C (Carrión, 1997).
en el sitio y por los datos finales que arroja su tesis aprobada el año anterior. Hace mención
de sus excavaciones sobre todo en el Sector D del sitio (plaza central) y menciona que se
excavaron dos zonas: un área con estructuras y un área sin ellas, lo curioso es que esta
última se trazó justo en medio de la misma plaza, donde no se encontraron pisos y rellenos
postformativos (Carrión, 1998:242). Hace mención de sus cuatro fases de ocupación del
Otras contribuciones
Manchay varios investigadores, fuera de los anteriores que hicieron investigaciones más
7,230+-180 a.C. y otro de 1,440+-80 a.C.; 2 fechados más de Garagay (1,220+-80 a.C. y
780+-70 a.C.); y finalmente un fechado de Mina Perdida de 2,800+-100 a.C. y uno más de
62
Cardal de 2,360+-90 a.C. (Cárdenas, 1977-78). En la misma publicación Cirilo Huapaya
Manco detalla, entre otras técnicas arquitectónicas de uso de vegetales, las famosas shicras.
Huapaya señala que “Tiene semejanza con un tipo de bolsa pequeña que se llama Shicra,
en la actualidad los usan los arrieros para el transporte de carga entre la costa a la Sierra
y viceversa.” (Huapaya, 1977-78:28). Por estos datos es al parecer Huapaya el que acuña
este nombre a ésta técnica arquitectónica. Aparte de Huaricanga señala otros templos en U
que tienen ese elemento: Pampa de Cueva y El Paraíso en el Chillón y Mina Perdida en el
valle de Lurín. Para el sitio de El Paraíso señala la publicación de Engel de 1966, indicando
los dos tipos de canastas que se encontraron: la primera construida con junco y hojas de
caña, conteniendo bolas de barro (al parecer con fines ceremoniales) y la segunda que tuvo
como función el traslado de piedras con fines de relleno arquitectónico, siendo ésta última
En 1978 Mejía Xesspe menciona sitios como Caudivilla (Huacoy), Garagay Alto
1961 y también las recientes excavaciones del INC allí) y Pampa de Cueva (señalando la
geoglifos de Canto Grande, mencionando también los templos en U de Las Salinas, Pampa
de Cueva, Garagay, Chocas, Caudivilla (Huacoy) e Infantas. Rosselló plantea una estrecha
relación entre los geoglifos y los templos en U, diciendo que “Canto Grande es el “Campo
63
En 1985 Ravines se concentró en inventariar los sitios del valle bajo del Rímac,
llegando sólo hasta los inicios del valle medio. De todas formas su inventario en su
momento fue el más completo y es hasta la fecha uno de los más detallados. Describe de
una forma puntual los sitios de Garagay, Pampa de Cueva, La Florida y Huaca Las Salinas.
Algo importante es que Ravines registra por primera vez una serie de montículos en San
Martín de Porres que Rosselló señalaría en 1997 que fueron partes de una serie de templos
en U, éstos son: Huaca Condevilla Señor 1 (Condevilla Señor A), montículo que fue parte
del brazo derecho de este templo en U y Condevilla Señor 2 (Condevilla Señor B),
área de Huachipa alterna a la planteada por Silva y otros investigadores en la misma zona
unos años antes. Menciona los estilos Jicamarca (ubicado en el Período Inicial), Ventana,
Cerro, Pinazo y Huayco. Relacionado con el estilo Jicamarca, que vendrían a ser las
templo en U para el Rímac: San Antonio, que empezó a ser construido en las primeras fases
del estilo Jicamarca y que en sus comienzos fueron pequeñas plataformas, de muros de
cantos rodados con argamasa de barro (Palacios, 1987:14). Finalmente dice que el
nivelado el brazo izquierdo, además de hacer un profundo forado en la parte posterior del
cuerpo central. Es importante que mencione que acompañando al templo en U estaban algo
64
En 1988 Elzbieta Zechenter hace un análisis de las estrategias de subsistencia que
Período Inicial. Para éste último período hizo mención dentro de los patrones de
el código E1-3). Señala que junto con La Empedrada (al cual le da un fechado de 1550
valle bajo de Supe) son sitios típicamente del patrón en U. Además de éstos tres templos en
En 1993, debido a una denuncia efectuada por unos propietarios de fundos en las
cercanías de la zona conocida como “Las Palmas” en el valle bajo de Lurín, el INC paralizó
encontraba el sitio, Antonio Andaluz, había iniciado la demolición del cuerpo central con
por Luisa Díaz inició un proyecto de evaluación en lo que quedaba del cuerpo central y en
cuenta de los daños sufridos por este sitio y se daban algunas noticias acerca del resultado
de las excavaciones.
(15-1085) y Cocayalta (denominado “Cocayalta III”) (15-1099). Para el valle del Rímac
“Condevilla Señor 2”), La Florida (15-1257), El Golf A (denominado “San Isidro”) (15-
65
1295), Las Salinas (15-1002), San Antonio (denominado “Huachipa – Templo”) (15-1259),
Yanacoto (15-1005) y Ricardo Palma (denominado “Ricardo Palma 1”) (15-1260). Y para
el valle de Lurín menciona los sitios de Mina Perdida (15-1001), Cardal (15-1033),
Manchay Bajo (15-1035) y Piedra Liza (15-1034). Para los casos de Salamanqueja, El Golf
A y Ricardo Palma fue la primera vez que se hizo mención de ellos. También este año
Katie Navarro, a base del catastro de Williams y Merino, hace una contabilización de 15
“complejos con planta en U” los cuales divide en dos grupos: los conformados por tres
planta en U. En el primer grupo incluye 9 sitios y en el segundo 6. Los sitios del segundo
grupo no son templos en U propiamente dichos así que los excluímos de este estudio. En
cuanto a los 9 sitios que ella señala como templos en U sólo 5 lo son: El Chirimoyo, El
Chocas, Pacaray (Pucará), Garagay, La Florida, Pampa de Cueva, Las Salinas, Yanacoto,
Mina Perdida, Manchay Bajo, Cardal, Mal Paso y Piedra Liza. En la tipología que elabora
shicras) y materiales constructivos murarios. En éste último distingue dos tipos: líticos
(piedra de campo, piedra canto rodado y piedra de cantera) y adobes (cúbicos, cónicos y
En 1996 Fidel Fajardo hace una descripción del templo en U de Piedra Liza y de la
cerámica e incluye un plano del lugar (Fajardo, 1996:64). También Lizardo Tavera en un
66
artículo en internet hace alusión de un templo en U más en el valle de Lurín: Pampa
Canto Grande y los templos en U (con lo que se datarían a éstos geoglifos en el Período
geoglifos para trazar la orientación tanto del frontis, los brazos, plazas circulares, etc. hacia
puntos astronómicos como estrellas, puntos de aparición y ocaso del sol, etc. Ésta es una
hipótesis novedosa pero que aún necesita de pruebas empíricas para comprobarse. Fuera de
la descripción y análisis del campo de geoglifos Rosselló hace un recuento de varios de los
templos en U estudiados por él, entre ellos Huacoy (denominado por él “Caudivilla II”) que
asocia a los geoglifos de la quebrada de Torre Blanca e Infantas8. También Rosselló fue el
por lo menos tres templos en U: Condevilla Señor A (que Roselló denomina “Condevilla
Señor B”), Condevilla Señor B (que Rosselló denomina “Condevilla Señor A y que le
asigna una data precerámica) y Condevilla Señor C. Por las fotos aéreas publicadas por él
los tres templos tenían la misma orientación de Garagay y es importante mencionar que
actualmente aún quedan vestigios de los dos primeros (Rosselló, 1997:74-75). También
identifica en las fotos aéreas a Chuquitanta A (que lo menciona como “Puente Inga”) y a
mencionando que a principios del primer milenio a.C. hubo un terremoto en la costa
8
Para el cual menciona el hallazgo de adobes cónicos, lo que confirmaría su data Formativa (Rosselló,
1997:39,77-78).
67
central, que modificó el cauce del Chillón y del Rímac y que estuvo asociado al tsunami
que mencionó Bird en 1987 (Rosselló, 1997:59). Este evento ocasionó la desestructuración
También este año Jorge Silva y Rubén García tratan en una publicación de dos
hipótesis que los sitios del valle del Rímac del Formativo expresan un patrón de
Para el caso de los templos en U del valle del Rímac mencionan que cada templo integraba
templos, pero que cada uno de estos grupos de asentamientos ligados a cada templo
“reinterpretó” el sistema y modificaron los ritos y las estructuras de los templos (Silva y
García, 1997:222). Además de eso mencionan que la población que circundaba cada templo
en U tuvo más de un asentamiento, que cada templo controló una pequeña parte del valle,
que llevó una vida relativamente autónoma y que entre todos ellos establecieron vínculos
Silva y García sólo mencionan para el caso del Rímac siete templos en U: Garagay,
San Isidro (El Golf A), La Florida, Huaca Las Salinas, San Antonio, Yanacoto y Ricardo
Palma. Ellos también suponen que debió existir un templo en U entre San Miguel y
también uno en la sección del valle medio entre San Antonio y Yanacoto, ya que entre
68
En Agosto de 1997 se desploma el ambiente construido de caña que protegía los
frisos de Garagay del brazo derecho. Dante Casareto interviene el sitio de Diciembre de
las excavaciones de Ravines sino que realiza un plano de la arquitectura excavada y puesta
(Casareto, 1998) más detalles de las labores hechas en la intervención del sitio. Este plano
llegó a ser publicado (Fuentes, 2007:22). Casi simultáneamente con los trabajos de
las áreas de Garagay ocupadas por el asentamiento humano “12 de Agosto” con el objeto
cercanías de los montículos. Destacó que en la plaza del sitio encontraran un apisonado
agua9. También realizó 4 trincheras, tres de ellas que involucraban el brazo derecho
encontraron que en la base noroeste del brazo se encontró dos o tres remodelaciones en la
fachada del edificio, y que dos de éstas remodelaciones estuvieron asociadas a un piso que
según Cock es el mismo que exhibe la plaza circular hundida (Cock, 1998:30). En la
bien preparado, que al ser remodelado se le cubrió aparentemente de cantos rodados. Éste
hundida. Las trincheras también probaron que originalmente el brazo derecho fue más
extenso de lo que actualmente se ve, diríamos tal como es actualmente el brazo izquierdo,
lo que probaría que el conjunto en un inicio fue simétrico, y que la actual condición del
9
Lo que respaldaría el hallazgo de Burger de pisos en la plaza de Cardal.
69
brazo derecho es por una descomunal avenida de agua. También se hizo otra trinchera
(Trinchera 8) en el talud sur del cuerpo central, lo que descubrió una serie de terrazas
1998:51).
(Machacuay y Aramburú, 1998:38) hecho en base a las fotografías aéreas del SAN, en
donde pueden distinguirse claramente los dos templos en U que conforman el “Complejo
de Las Salinas”, el más grande (Las Salinas A), que ha sido constantemente mencionado en
la literatura como el templo en U de Las Salinas, y Las Salinas B situado en la zona exterior
sur del brazo derecho, adyacente al anterior templo y siendo tres veces más chico. En el
croquis se evidencia que para la época de las fotos aéreas sólo conservaba el cuerpo central
Pampa de Cueva en base a la foto aérea de la década del 40. Algo interesante es que plantea
que para el caso de este sitio el elemento “vestíbulo” de los templos en U ha crecido en
tamaño, encerrando a la plaza central, por lo que deduce que la importancia de las
Florida o Garagay. También menciona que en la primera plataforma del cuerpo central se
ubicaba una plaza circular hundida, ahora al parecer ya desaparecida (Chumpitaz, 1999:17).
Posteriormente Christian Mesía trata sobre las implicancias que tiene el templo en U
de Anchucaya y las relaciones que pudo tener con el resto de templos en U en el valle de
Lurín, como con Piedra Liza, distante unos 15 km. valle abajo (Mesía, 2000) y también
Ruth Shady, Camilo Dolorier, Fanny Montesinos y Lyda Casas mencionan a los templos en
70
U de El Molino, Pueblo Nuevo y Alpacoto en Supe, señalando para El Molino la presencia
El 2001 Isabelle Druc, Richard Burger, Regina Zamojska y Pierre Magny hacen una
de las excavaciones de Cock, que según los autores de éste artículo es contemporánea con
la fase Urabarriu de Chavín de Huántar (Druc, Burger, Zamojska y Magny, 2001:31). Entre
las conclusiones está el que al parecer hubo poco intercambio entre la cerámica de ambos
sitios, lo que avalaría la idea de que ambos tuvieron centros de producción alfarera propios
trabajo hecho en base a las fotografías aéreas del SAN, siendo El Golf A más grande y El
Juan de Lurigancho. Para el Período Inicial (1800 – 900 a.C.) menciona los sitios de
Próceres, Cerro Lurigancho, Cerro Gramal y Azcarrunz. Éste último lo tipifica como un
templo en U y que fue identificado por primera vez por Julio Abanto y Emma Eyzaguirre
en 1996. Al parecer en la actualidad el sitio ya no existe pero por las fotos aéreas de la
década del 40 se puede identificar la planta en U del sitio. Chamorro menciona que el
10
Son las siglas de: Coordinadora Nacional de Estudiantes de Arqueología.
71
templo tiene una orientación de 50º al Noreste y que ocupa un área de 1500 m2 (Chamorro,
2003:21).
ocupación por parte de invasores de ambos brazos del templo. Es importante que Cárdenas
fue la primera investigadora que reparó en la existencia de dos templos en U en este lugar:
Chacra Socorro A (que Cárdenas menciona como el conjunto principal y de mayor tamaño,
menor, situado hacia el suroeste del cuerpo central del anterior, dándole el código 171-23h-
3k-6). Cárdenas también menciona que en el extremo este del brazo derecho encontraron en
los forados hechos por los invasores para construir sus viviendas a un muro de piedras
al pozo circular hundido (de diámetro este-oeste de 27 m.) y que reconoció en el cerro
Mirador, situado al este del sitio, una escalinata de 5 peldaños hechos de barro, piedra tosca
realizaron una extensa prospección del valle de Huaura Katherine Nelson y Alvaro Ruiz
confeccionando un inventario de los sitios de este valle (registraron 555 sitios y 20 fueron
del Período Inicial). Mencionan a los dos templos en U de Chacra Socorro A y Chacra
que los rellenos de las plataformas que conforman los brazos y el cuerpo central son de
denominado como un sitio arqueológico por separado. Es interesante que también ubicaran
estructuras con shicras en la cima del cerro Mirador situado al este del brazo derecho de
72
Chacra Socorro A, confirmando el dato de Cárdenas, estructuras que estarían relacionadas
de Garagay, además de detallar la invasión y ocupación ilegal del sitio por parte del
que se publica el plano de Dante Casareto de la estructuras del brazo derecho y se calibra
los fechados de Ravines del sitio, por lo cual calculamos que el Templo Temprano estaría
fechado hacia los 1600 a.C., el Templo Medio (donde están los frisos del atrio) sería del
1400 a.C. y el Templo Tardío se asignaría hacia los 1200 a.C. (Fuentes, 2007:37-38). Este
año también Abel Traslaviña, Natalia Haro y Edgar Bautista detallan las características de
dos sitios situados en la cima del cerro Mulería frente a Garagay: El Pacífico A y El
Pacífico B. Los autores asignan ambos sitios al Precerámico Tardío en base a la presencia
de estos sitios ya que de alguna manera se relacionarían con Garagay, ya que en otros
templos en U (como Chacra Socorro A) se han encontrado en un cerro frente a uno de los
Williams cuando define el patrón de templo en U para la costa central en 1971 hace
Florida, Huaca Las Salinas, Manchay Bajo, Parka y Mina Perdida. Posteriormente aumenta
Barbacay, La Empedrada, Huaura (Chacra Socorro A), Huayabal, Salinas, San Jacinto, San
73
Chocas, Garagay, La Florida, La Salina (Las Salinas), Mina Perdida, Manchay Bajo, Cardal
más del valle de Chancay: Porvenir (un sitio del cual no hemos tenido más referencias ni
hemos podido ubicar en el mapa del valle así que lo hemos descartado) y Huaral. En total el
listado de templos en U que Williams tiene para 1985 es de 25 templos en U. De todos ellos
sabemos que no son de este patrón realmente Barbacay y El Salitre (además de Porvenir del
cual no hemos tenido mayor referencia), con ello el listado sería de 22 sitios. Hay que
mencionar que este listado fue posible en parte debido a la información que realizaron los
Pero desde ese año (y en verdad desde tiempo anterior a esa fecha) otros
investigadores habían reparado y descubierto otros sitios que serían asignados a este patrón.
Así Bueno (1982) agrega Piedra Liza y Mal Paso, y en (1983) agrega a Cocayalta, Pacaray
Molino, Pueblo Nuevo, Alpacoto y Las Carpas. Silva (1992) a Chuquitanta A. UNI (1994)
Tavera (1996) a Pampa Cabrera. Carrión (1997) a San José A, Huaca de tierra (o
Machacuay y Aramburú (1998) a Las Salinas B. Mesía (2000) a Anchucaya. Gómez (2002)
11
Es curioso que no mencione a Parka, que había mencionado con anterioridad y con el cual el número sería
de 22.
74
Del listado de 22 templos en U de Williams en 1985 aumentó para el 2004 a 54
estos valles. De todas formas pensamos que podrían agregarse 4 sitios más que a nuestro
Huaricanga en el valle de Fortaleza (Muelle (1940), Ishida, et. al. (1960), Horkheimer
Ruiz (2003)), Huayto y Potao en el valle de Pativilca (Haas y Ruiz (2002) y Creamer, Ruiz
y Haas (2007)) y Las Salinas C en el valle del Rímac, al suroeste de los templos en U de
Manchay.
Por nuestras revisiones bibliográficas podemos decir que hasta la fecha se han
detectado cincuenta y cuatro (54) templos en U, a los que se sumaría los cuatro propuestos
por nosotros, sumando en total 58. Encontrándose repartidos desde el valle de Fortaleza por
Nuevo y Las Carpas. En Huaura tres: Chacra Socorro A. Chacra Socorro B y Huayabal. En
Chancay once: Salinas, San José A, Miraflores, San Jacinto, San Ignacio, Huando B,
Huaral, Cerro Prieto, Huaca de tierra, Quilcayán y Cuyo. En el Chillón localizamos nueve:
75
Azcarrunz, Las Salinas A, Las Salinas B, Las Salinas C, San Antonio, Yanacoto y Ricardo
Palma. En Lurín se encuentran diez: Candela, Buenavista, Mina Perdida, Parka, Cardal,
Manchay Bajo, Pampa Cabrera, Mal Paso, Piedra Liza y Anchucaya (Fig. 5).
más antiguas que las de la década de los cuarenta del siglo XX. A diferencia de otros
monumentos del que hay algunas noticias proporcionadas por los viajeros del siglo XIX (o
Creemos que esto se debió a que La Florida, como muchos monumentos de épocas
tempranas del área andina, semejaron por muchos siglos ser simplemente montículos
superficie todo vestigio de arquitectura, cubriendo las estructuras con una capa de tierra y
polvo, a diferencia de otras estructuras más tardías en las cuales sí se podían identificar
De todas formas vale la pena mencionar la observación que hiciera Mejía Xesspe
sobre el forado o cráter que exhibe el cuerpo central del montículo principal de La Florida,
abierto hacia su frontis y por ende hacia la plaza principal del sitio. Mejía menciona que
este forado de grandes dimensiones se debió probablemente a algún saqueo colonial con la
intención de buscar tesoros antiguos (Mejía Xesspe, 1978:495). De ser cierta la suposición
de Mejía Xesspe sobre el corte de La Florida éste forado fue obra de algún saqueo bien
76
Suponiendo que esto fuera verdad debería existir en algún archivo la documentación
colonial sobre el saqueo de La Florida y del material extraído, esto vendría a ser la primera
De todas maneras antes de empezar a referir las noticias dadas sobre el sitio desde la
década de los cuarenta existe una mención hecha por Middendorf en 1893. En ella da
algunos datos acerca de “El valle de Amancaes” (la pampa de Amancaes). Entre ellas
menciona que en la cima de uno de los cerros ubicó una estructura de piedra de planta
circular (Middendorf, 1973 [1893]:447). El cerro sobre el cual ubica Middendorf esta
Florida12.
visita de Tello al sitio se debió a la denuncia que se hizo de un industrial que pretendía
explotar la huaca extrayendo tierra y piedras para material de construcción. Quizás fue por
12
Hay que tener en cuenta que el extremo este del brazo izquierdo termina en el inicio del talud del cerro
citado.
13
Según la versión escrita en el cuaderno de campo de Mejía Xesspe de 1955 ésta visita junto con Julio C.
Tello se realizó el 21 de Enero de 1946.
77
Tello visitó La Florida en calidad de Inspector General de Monumentos y miembro
del Patronato Nacional de Arqueología. Sabemos que ésta visita la hizo junto con Toribio
Mejía Xesspe y que comprobaron la naturaleza arqueológica del montículo. Ellos llegaron a
observar muros de piedra y barro que constituían la estructura de tres grandes plataformas
observar adobitos cúbicos en medio de los muros de piedra que aparecían en los contornos
ó perfiles del forado. Menciona Mejía que la estratigrafía evidenciaba que el muro de
Xesspe, 1978:495-496).
Hemos intentado ubicar el informe que Julio C. Tello preparó para el Patronato
ha podido ubicar. Éste documento vendría a ser la primera referencia científica acerca de
Historia del Perú. Según los resultados de la búsqueda hecha por personal del museo no se
ha encontrado ninguna referencia acerca de este sitio. Lo único que hemos encontrado
14
Por comunicación personal con Pedro Novoa, que es una persona que lo ha revisado con frecuencia para la
elaboración de los Cuadernos del Archivo Tello, no existe al parecer en ese lugar referencias acerca de La
Florida.
78
Arqueología (26/07/1963) (AT-332-2001 MNAAHP) en el cual se hace mención de una
solicitud por parte de Jacobo Woloshin de disponer de un terreno entre la calle 11 y la Hda.
Muñoz en la Urb. La Florida. Señala que Woloshin acompaña su solicitud de una fotocopia
del Informe de Tello de 1946 de La Florida. Muelle menciona que en el informe de Tello se
que lo que Woloshin quería era disponer de la misma Huaca La Florida, que Muelle señala
denegase cualquier pedido de reanudar la explotación industrial del sitio. De todas formas
quizás ya esté perdido este informe de Tello, por lo que la única información que
tendríamos de su visita y su informe sería por los datos que da Mejía en su artículo de 1978.
de la misma y el trazado de las calles de la Urb. La Florida. Por todos estos motivos se
empezó a extraer materiales de la base occidental del montículo. Imaginamos que todo esto
estructuras que hasta ahora pueden observarse contiguas al lado suroeste del ala izquierda.
Ésta “chancadora” no fue otra cosa que un molino artesanal donde se mezclaba y se
15
No es coincidencia que el talud norte y oeste del ala izquierda del cuerpo central sea la zona que ha sufrido
la mayor cantidad de cortes y que exhibe la mayor cantidad de perfiles.
79
depredaciones las que fueron informadas por José Casafranca Noriega a Toribio Mejía
Podemos decir que fue a partir del año 1955 que la huaca es “redescubierta” y fue
blanco de atención de los investigadores y del público en general hasta el año de 1975
aproximadamente. En este lapso de 20 años se suceden las visitas constantes de una serie de
eso se suceden una serie de proyectos de investigación y rescate que son hasta la fecha las
únicas intervenciones con excavación que se han realizado en La Florida. Estos proyectos
urbanización La Florida en esta parte del distrito del Rímac. De todas formas fueron los
únicos proyectos que con autorización oficial excavaron el sitio arqueológico y reunieron
una importante colección de cerámica que fue una fuente de datos importante para estudios
central. Éstos proyectos con excavación se llevaron a cabo en 1957 (en el Parque Juan Ríos,
rescate realizado por Muelle), 1960 (al parecer en el ala izquierda del cuerpo central,
¿investigación?, realizada por Muelle), 1962-63 (en la sección este de la plaza central y en
parte del brazo derecho, rescate realizado por Muelle), 1968 (en una zona cerca del punto
de confluencia del cuerpo central y el brazo derecho, rescate realizado por Oscar Gómez),
1971 (al parecer en el mismo cuerpo central, ¿investigación?, realizada por Abelardo
Sandoval) y 1975 (en la zona al oeste del ala izquierda del cuerpo central, rescate realizado
80
varias personas. En estas visitas tomó una serie de apuntes y recogió los primeros
años después de su sexta visita, toda esta información y material reunidos sirvieron para
presentar una ponencia en el III Congreso Peruano del Hombre y la Cultura Andina,
una vez más La Florida, el viernes 8 de Julio de 1977, y tomó una serie de apuntes más.
Junto con estos últimos datos escribió el artículo de su ponencia publicado en las Actas del
Congreso en 1978.
Podemos decir antes de pasar revista a todas las visitas de Mejía Xesspe que fue
gracias a éste estudioso que los investigadores repararon en la Huaca La Florida y que
ella misma. Ya que comparando las fotografías aéreas del SAN desde la primera de 1944
con las posteriores vemos que antes y después de 1955 la expansión de la ciudad de Lima
barrió sin ningún proyecto de rescate o de registro la mayoría de las numerosas estructuras
Xesspe” en el Instituto Riva-Agüero de la PUCP, cuaderno de campo que registra las seis
salidas de Mejía Xesspe. Éste cuaderno de campo se titula Notas arqueológicas y recuerdos
oníricos (sueños) sobre arqueología. 1955 Waka La Florida, Lima. 1966 Sueños. Según
éste cuaderno de campo la visita se realizó el 17 de Setiembre desde las 4:00 hasta las 5:30
p.m. Lo trascendental de esta incursión fue que aparte de constatar que nuevamente se
habían iniciado las obras de acarreamiento de material por parte de la “chancadora”, Mejía
81
halló en un perfil abierto en el talud nor-oeste del núcleo de la pirámide central, en una capa
de tierra oscura, un fragmento de cerámica monocróma que calificó como “Chavín” por el
borde “en forma de coma”. Junto con Casafranca y Roselló lograron reunir más
fragmentos, entre ellos algunos con decoración incisa. En esta salida además Mejía
describió y dibujó este perfil (que asignó como “Corte B” en su publicación de 1978) y
existen 3 fotografías del corte o perfil B de Mejía que nos han sido proporcionadas por
2 más de restos óseos y malacológico. Es posible que estas fotografías hayan sido tomadas
el día de la primera salida pero también es probable que hayan sido tomadas después16.
evolutivo del valle del Rímac: fue la primera construcción monumental del Período
16
En la hoja de las fotografías menciona “Arqueología del valle de Lima.- Waka “LA FLORIDA” 1955-
1956”.
82
Por los dibujos conservados en el cuaderno de campo de Mejía Xesspe de 1955 se
sabe que se recogieron varios fragmentos de cerámica (seis de ellos publicados en 1978).
segunda visita al sitio a eso de las 4:30 p.m. junto con Luis E. Valcárcel, Jorge C. Muelle y
los entonces estudiantes José Matos Mar y Warren Cook. Constataron la existencia de la
capa oscura en el perfil que aportó los fragmentos “Chavín”. Ese mismo día Mejía Xesspe
fue entrevistado por un periodista de El Comercio, publicándose una pequeña nota sobre el
hallazgo de esta cerámica en este diario el día martes 20 de Septiembre (Mejía, 1978:498).
Florida hace una puntual referencia del hallazgo de Mejía y además describe el sitio: “Tres
montículos, uno de los cuales tiene una altura aproximada de 30 metros, se levanta al lado
de una calle, en los límites de la urbanización La Florida. Parecen tres cerros de piedra y
tierra que terminan en marcadas plataformas, donde a simple vista no es posible descubrir
menciona esta salida, indicando que Muelle y Valcárcel certificaron ese día los hallazgos de
Mejía y que Muelle recogió las muestras para el primer fechado radiocarbónico (N-44:
las 9:30 a.m. estando acompañado de Jorge C. Muelle, la Sra. de Pulgar y los estudiantes
José Matos Mar, Rosa Fung, Francisco Iriarte y N. Cueva. En dicha visita se recogieron
más fragmentos de superficie y se exploró un corte efectuado en el extremo norte del ala
izquierda (en la publicación de 1978 aquí se ubica el perfil o Corte A). En este corte o perfil
aparte de dibujarlo se realizó el hallazgo de una vasija pequeña completa de color rojizo y
83
de dos picos y asa puente. Aparte de tener la versión publicada por Mejía en su artículo de
1978 y en su cuaderno de campo de 1955 existen una serie de 10 fotografías de esta visita
San Marcos. En estas fotos puede observarse a Mejía Xesspe y a los visitantes observando
la vasija de doble pico y asa puente, el perfil donde estuvo la vasija y la vasija in situ antes
de extraerla del perfil (Figs. 13, 79, 475 y 476). En su publicación de 1978 Mejía menciona
que en esa visita también se constató la existencia de tumbas saqueadas en las plataformas
laterales de la pirámide. Para Mejía la vasija roja recuperada entera del perfil era de un
1978:499). En su cuaderno de campo de 1955 para esta salida apunta también que
conversaron con un vecino que les dio datos acerca de los cortes efectuados por la
Florida en compañía de un fotógrafo de El Comercio a las 10:30 a.m. La salida tuvo como
único objetivo tomar algunas vistas y fotografías para ilustrar un artículo en el suplemento
Dominical de dicho diario. Se tomaron en total 9 fotografías, las cuales están descritas una
por una en el cuaderno de campo de Mejía de 1955. Suponemos que estas fotos están en
del Perú (AT-265-2001 MNAAHP) de fecha 15 de Febrero de 1956 se aprueba, entre una
excavaciones. Pensamos que podría tratarse de los cateos que se realizaron en el sitio en la
84
sexta salida de Mejía en Setiembre de ese año, aunque podría tratarse de un proyecto más
grande que quizá nunca se realizó o que posiblemente haya sido los trabajos en el Parque
Por este mismo cuaderno de campo sabemos que al parecer la última de esta serie de
eso de las 9:00 a.m. y estuvo acompañado de Jorge C. Muelle y los estudiantes José Matos
Mar, Rosa Fung, Luis Guillermo Lumbreras y Julio Cotler. En esta salida aparte de
de campo que se realizaron dos cateos en el talud oeste del núcleo de la pirámide principal
de La Florida, en los cuales todos los estudiantes participaron. El primer cateo se hizo con
la intención de limpiar un muro y el segundo para descubrir una tumba. En esta salida el
Pachacámac). El vaso estaba decorado por una cara humana. Éste ejemplar se encuentra
Es importante hacer mención a esta sexta salida de Mejía Xesspe a la Florida ya que
85
(04/12/1987) en el cual varios profesores de arqueología le piden el nombramiento de
Profesor Emérito de San Marcos de Luis Guillermo Lumbreras. Junto a éste documento se
con la sexta salida que tuvo Mejía Xesspe al sitio de La Florida (y en la que fue Lumbreras)
documento que menciona un dato así. Rogger Ravines señala para La Florida en 1956
Considerando estos datos pensamos que en 1956 se dio la primera intervención oficial de
rescate del Patronato Nacional de Arqueología. Aunque los dos Inventarios y el documento
anterior avalen esta idea tenemos nuestras dudas al respecto. Es curioso que ningún
1957 (de las que sí tenemos datos y registros concretos). Además Lanning menciona que en
el sitio se habían realizado trabajos en sólo dos oportunidades: la primera que fue sólo una
real proyecto de rescate hecho por Muelle y Casafranca en un parque cercano de la huaca
(Lanning, 1960b:372). Aunque las fechas de estas intervenciones mencionadas por Lanning
86
no coincidan con las que tenemos nosotros (esto se tratara más adelante) nos inclinamos a
pensar que esas “excavaciones de rescate” hechas por Muelle en 1956 no fueron más que
los cateos hechos ese día de Septiembre por los estudiantes en la sexta salida de Mejía
Xesspe, en todo caso el dato en el Curriculum Vitae de Lumbreras sería una imprecisión.
inspector del Museo que supervise los “trabajos de emparejamiento de los montículos
existentes en el terreno de la Hacienda Chica de Muñoz, del distrito del Rímac, en donde la
mencionada Compañía está preparando campos deportivos del Club Sporting Cristal”.
inmediata supervigilancia del Museo explore los montículos existentes en los terrenos de la
Hacienda Chica de Muñoz. Gracias a éste documento sabemos que hacia 1959 la plaza
habían iniciado las obras de acondicionamiento del Club y que además hubo al parecer una
evaluación o monitoreo por parte del Museo de los montículos situados en las
urbanización de la zona.
peruana, en un inicio con Engel y, luego, junto con los estudiantes de arqueología de la
Universidad de San Marcos. Lanning estuvo en permanente contacto con las actividades
arqueológicas que realizó San Marcos en estos años y desde esta época tuvo un interés
bastante marcado por los sitios tempranos de la costa central. Así refiere que visitó por
primera vez La Florida junto con Casafranca en 1957 (el mismo año que se realizó el
87
rescate en el parque) y que nuevamente visitó el sitio al año siguiente junto con John Rowe
(Lanning, 1960b:372). En estas visitas Lanning fue juntando una colección de fragmentos
de cerámica de superficie, que, junto a las que había recogido Rowe y las que habían
estudio de la cerámica temprana del Perú17 tema central de su tesis (Lanning, 1960b:372-
373). En 1958 en un trabajo menciona que Muelle le había facilitado para su estudio
Ancón) sería la vasija de doble pico y asa puente no decorada de pasta color ante que
Muelle y Mejía encontraron en el perfil del extremo norte del ala izquierda de La Florida en
1955, en un estrato “chavinoide” (Lanning, 1958:60). Este trabajo fue republicado en una
1959 escribe en Berkeley un estudio sobre este tema Early ceramic chronologies of the
Peruvian Coast que ha permanecido inédito hasta el momento. Hemos podido consultar
este trabajo gracias al Dr. Duccio Bonavia que posee una copia. Lanning señala que ha
investigadores y que al parecer conforman una fase homogénea. Ésta fase “La Florida” la
ubica dentro de la cronología del Horizonte Temprano al final, contemporánea con Paracas
cronológica del Horizonte Temprano las fases se sucederían en este orden: Curayacu 1,
esta fecha tan tardía para este grupo cerámico debido al hallazgo por parte de Muelle y
17
Además usó fotografías de fragmentos de cerámica de La Florida de Ernesto Tabío, que muy
probablemente son las que tomó este investigador cubano cuando visitó la huaca con Mejía Xesspe el 26 de
Junio de 1956.
88
Mejía en 1955 de la vasija entera doble pico a la que asignaron semejanza con Topará.
Berkeley en 1960 que fue el primer trabajo científico difundido que incluyó a La Florida.
Precisamente el capítulo VIII está dedicado a este sitio arqueológico. Describe al sitio como
mampuestos entre muros enlucidos mampuestos. La superficie de los muros está enlucida
con arcilla. En un punto, la estructura fue parchada con pequeños adobes cúbicos del tipo
Intermedio Temprano. Por aquí y por allá, en varias alturas, delgados terraplenes de
desechos pueden ser vistos en las caras cortadas, desde las cuales las personas han
del capítulo Lanning describe el tipo de cerámica del sitio, que para él pareciera representar
una única y relativa breve fase. Cuando Lanning menciona los anteriores trabajos
Marzo y Abril de 1958. Nos inclinamos a pensar que es un error de Lanning y que él corrió
las fechas de la sexta salida de Mejía Xesspe en 1956 (intervención de estudiantes de San
18
Esta información no concordaría con lo mencionado en la libreta de Mejía, en la cual dice que se hicieron
dos pozos de prueba pero en la base del núcleo del cuerpo central.
89
Creemos que es lo más probable. De todas formas Lanning define un tipo de cerámica para
La Florida, correlacionando esta colección con la cerámica de Las Colinas de Ancón y del
sitio de Curayacu. Es muy importante reparar que Lanning menciona que las colecciones de
Mina Perdida, a la que Bonavia asigna una “época chavinoide tardía” (Bonavia, 1961:153).
Este dato es importante ya que es la única mención que tenemos de shicras usadas en La
Florida. Creemos que estas shicras pudieron encontrarse en las excavaciones de 1960 o
por primera vez La Florida junto con Rowe en agosto de 1962 (Patterson, 1985:67). Éste
fue el inicio de una serie de visitas a éste sitio arqueológico hasta 1970 y de las cuales
fueron fruto una serie de trabajos y publicaciones (Patterson 1968, 1971, 1983, 1985;
Duccio Bonavia, Ramiro Matos y Félix Caycho. En este primer inventario de Lima se
menciona al sitio pero seccionado en tres partes: La Florida (Sector I) (2F/8) que es el
cuerpo central, La Florida (II) (2F/9) que es el brazo derecho y La Florida (2F/10) que
90
fueron excavados por Casafranca. Las fichas de estos tres sitios fueron escritas por Ramiro
Matos. La pirámide central la describe como “Se trata de un gran montículo construido
con paredes de piedra y adobes esféricos o ligeramente cónicos hechos a mano.” Agrega
más adelante que “Igualmente están visibles algunas colcas de piedras, muros de
construcción de la huaca y el plano inclinado que servía para subir a la terraza superior,
que era por la parte posterior. Esta, rampa que al parecer viene desde el suelo natural y
servía de acceso a ambas plataformas, superior y las dos del medio.” Es la única referencia
que tenemos de una “rampa” o plano inclinado que servía para subir desde el nivel del
hemos podido hasta ahora distinguir este elemento arquitectónico pero llama la atención
que Bonavia (1961) había observado una “rampa en caracol” que servía para ascender a la
consolidar algunos muros que están por caerse y tapar mejor el panel en bajo relieve para
única referencia que tenemos de frisos en La Florida. Matos no especifica en que zona del
cuerpo central se hallaba este “bajo relieve” ni en que consistían sus diseños. Esperamos
que haya sido tapado y que exista hasta la actualidad, aunque también hay la posibilidad
que haya sido destruido19. Pero es probable que existan más, puesto que han sido
encontrados en sitios como Garagay, Cardal, Manchay Bajo y Huacoy. Para el brazo
derecho20, que aun se conservaba en parte, menciona que su estado no es muy bueno y que
19
En una de las fotografías de Bonavia del cuerpo central (Fig. 107) en el enlucido que cubre a un muro de
adobitos hemos creído distinguir una pintura mural en forma de mano ¿Es el bajo relieve al que se refiere
Matos?
20
Vendría a ser el montículo BD1 denominado por nosotros.
91
estaba en parte cubierto por grass en la parte del Club Cristal y por basura en la zona fuera
de éste. Menciona haber visto arquitectura todavía conservada en algunos sectores: “En
edificación de los adobes y del barro que servía de mortero. La presencia de éstas paredes
Caycho, 1962-63:57-58). Finalmente el último sector del sitio denominado por Matos
2F/10 se compone de: el montículo superviviente del brazo derecho (que denominamos
Montículo BD2), el montículo situado frente a él y que fue liberado por las excavaciones de
incluye finalmente croquis de éstas tres secciones. Hay que mencionar que Matos también
nota sobre el sitio denominada Rica huaca cerca de Lima en el cual denuncian los
atentados conferidos contra La Florida en los últimos años, mencionando también que el
año anterior la Casa de la Cultura había anunciado que no poseía presupuesto para iniciar
La Florida durante la década de los sesenta. Inclusive varios de ellos recogieron muestras
para dataciones radiocarbónicas. Entre ellos estuvieron Carol Mackey, Dorothy Menzel y
fechado de La Florida extraído por Muelle (N-44, 3760+-170 BP, 1810+-170 a.C.).
92
2d2. Intervenciones en Huaca La Florida
Excavaciones de 1957
actual Parque “Juan Ríos” a 80 m. al sur del cuerpo central de La Florida (Fig. 16). Fueron
trabajos de rescate que estuvieron financiados por el Rotary Club del Rímac y se hicieron
por que en ese lugar se ubicó una huaca pequeña que fue demolida para construir este
campo que llevó el entonces estudiante Duccio Bonavia sobre sus excavaciones en este
mismo proyecto. Hermilio Rosas nos proporcionó una copia de una versión mecanografiada
de la libreta de Casafranca que incluye al final unas notas y dibujos de Pablo Carrera.
Lamentablemente, fuera de las menciones hechas por Lanning en su tesis doctoral (1960)
basura, capas de ceniza, fragmentería utilitaria de cerámica, etc. inclusive restos humanos.
nota Templo del Imperio del Sol han encontrado en esta Lima que se aleja (¿?) en la cual
hacen una breve mención de los hallazgos que hacían en éstas excavaciones, entre éstos un
93
entierro (Fig. 17). En otra nota publicada en este mismo diario Hallazgos dan razón al
arqueólogo Tello (16/10/1957) Muelle calcula la edad de los restos hallados en La Florida
en 2000 a.C., hecho que nos sorprende, debido a que coincide con los fechados
Excavaciones de 1960
parecer en el mismo cuerpo central. De ser cierto habrían sido las primeras excavaciones en
la misma huaca. Son mencionadas por los inventarios del área de Lima de Ravines y de la
Monumentos de 1962-63 que menciona: “En las dos plataformas ubicadas en la parte
media del montículo, a ambos lados de la terraza superior (lado Norte y Sur), se pueden
trincheras excavadas por el Museo Nacional en el lado Norte.” (Bonavia, Matos y Caycho,
1962-63:52) (Figs. 18 y 19) y más adelante menciona “En la terraza sur existen tumbas
huaqueadas y algunas excavaciones, ahí mismo hay dos cortes excavados por el Museo
que en una fecha con anterioridad a 1962 el Museo Nacional realizó excavaciones en las
dos alas del cuerpo central. No pudo ser en 1957 ya que en esa fecha sólo se hicieron en el
parque, por lo que sólo queda la intervención de 1960 mencionada por Ravines y la UNI.
Creemos que por haberse realizado estas excavaciones en el mismo cuerpo central dudamos
que hayan sido una evaluación o rescate, siendo probable que fuera el primer proyecto de
investigación en el sitio. Al parecer este proyecto también fue dirigido por Jorge C. Muelle.
94
Excavaciones de 1962-1963
1962 y febrero de 1963. Según Patterson (1985:65) realizaron los trabajos José Casafranca
en una porción del brazo derecho (montículo BD4), porción que se situó frente al único
montículo que supervive del brazo derecho y en donde actualmente hay una capilla y
juegos infantiles. Ubicamos en el Archivo del MNAAHP dos diarios de campo de éstas
zona. Las evidencias no fueron muy abundantes en los montículos de la plaza central, pero
en el del brazo derecho si registraron varias fases constructivas. Acerca de los materiales
MNAAHP. Datos adicionales a éstas excavaciones las dan notas anónimas aparecidas en El
arqueológicos de 2000 años (06/03/1963). También en notas escritas por Hermann Buse:
Construcciones de más de dos mil años descubren cerca de Pampa Amancaes (05/01/1963)
en la cual mencionan “Luego de mes y medio de excavación, han salido a luz recios muros
de piedra, algunos de más de cincuenta metros de largo por dos a tres de alto, espléndidas
21
Donde se publica la foto de una excavación (Fig. 129) y señala que Muelle ha extraído muestras para
fechados con Carbono 14.
95
“Los muros están formados por grandes bloques de granito de las canteras inmediatas de
los cerros San Cristóbal, San Gregorio y San Gerónimo.”. Señala también que “El
1965 escribe sobre los hallazgos en Amancaes de 1962 y 1963, mencionando: “Los muros,
hechos con pesados bloques de sienita escasamente cuarzosa de las canteras inmediatas
de los cerros San Jerónimo, San Gregorio y San Cristóbal, mostraron una técnica
se refiere a la porción del brazo derecho que fue excavado del templo en U, denominado
Excavaciones de 1967
de la UNMSM hemos hallado algunas bolsas de cerámica en cuyas etiquetas figura la fecha
de Enero de 1967. Al parecer fue producto de excavaciones puesto que figuran letras,
extracción de este material del sitio, si fueron exavaciones y en que zona del sitio se
realizaron. La única mención que tenemos son las etiquetas de este museo.
Excavaciones de 1968
Oscar Gómez fue el arqueólogo encargado de los trabajos. Éstos trabajos se realizaron antes
de Octubre de 1968 y al parecer duraron un par de semanas o quizás tres. La zona de estas
96
excavaciones estuvo en las inmediaciones del portón de acceso al Club Sporting Cristal.
llamada Ofelia Bolozzo, estando estos terrenos frente a la misma calle 11, al parecer para el
lado que da hacia el parque “Juan Ríos”. Se abrieron alrededor de 6 cuadrículas de 2x2 m.
unidas con argamasa de barro. Al parecer por los perfiles expuestos hubo como 4
ocupaciones, todas probablemente del Período Inicial. La cerámica encontrada fue de una
superficie pulida y color marrón, de decoración estampada y con incisiones (Gómez, 2005,
Excavaciones de 1971
el año de 1971 hay otra intervención con excavaciones en La Florida. Estos trabajos fueron
Ignoramos en qué lugar de la huaca Sandoval realizó sus excavaciones pero en el Depósito
mencionan “Sandoval, La Florida” por lo que creemos que la intervención debió ser de
gran envergadura y que sacó abundante material (quizás fue un rescate). También por
comunicación personal con el mismo Sandoval nos mencionó que había excavado en el
cuerpo central, encontrando toda una secuencia estratigráfica bastante notable, desde el
97
Excavaciones de 1975
con el ala izquierda del cuerpo central y el brazo izquierdo de La Florida. Al parecer se
hicieron los trabajos a solicitud del Club Sporting Cristal que quería desafectar esos
terrenos. Las excavaciones consistieron en 4 trincheras próximas al ala izquierda del cuerpo
central y 7 pozos de cateo ubicados más hacia el Cuartel del Ejército del Rímac.
únicas fuentes que poseemos son un Plano Topográfico realizado por el INC de La Florida
el año 2002, en el cual se ubican las excavaciones de Santillana y una nota publicada en el
en La Florida. Mencionan el hallazgo de restos humanos (un niño y dos adultos). Señalan
también el hallazgo de una vasija entera de forma globular, con dos picos y asa cintada
puente y que tiene como decoración un punteado en diversas partes de ella, asignando una
antigüedad de 3 mil años a esta vasija. También mencionan el hallazgo de cerámica tardía.
La nota incluye fotos de las excavaciones (Fig. 20). Parte de los materiales extraídos por
último museo.
pirámide más grande edificada en la costa central para su época. Menciona las
98
pirámide (cuerpo central)” (Lanning, 1967:91). Lanning se refiere a lo que Buse había
denominado el “Adoratorio sepultado de Amancaes” que no es otra cosa que la porción del
brazo derecho liberada por estos trabajos (montículo BD4). Lanning termina diciendo que
La Florida fue un gran complejo ceremonial que sirvió de punto de reunión para un buen
número de sitios rurales pero que el sitio no fue asimismo lugar de residencia (Lanning,
1967:91). Le asigna un fechado de 1800 a.C. Finalmente hace una reflexión acerca del
grado de complejidad política que tuvieron las sociedades que edificaron La Florida y Las
Haldas, y se inclina a pensar que fueron estados, los primeros estados en los andes pero que
sólo tuvieron una jurisdicción pequeña en uno o dos valles bajos. Menciona que empresas
cooperativos de muchas comunidades, y tuvo que haber necesariamente una autoridad que
contara con alianzas locales en toda la comarca, por eso cree que La Florida fue la capital
de un estado en el valle bajo del Rímac (Lanning, 1967:94). Este año también Rosa Fung
plantea como hipótesis que la cerámica de Las Aldas se originó en la costa central, en algún
lugar entre Chilca y el valle del Chillón, siendo Ancón y La Florida lugares de difusión
Ancón de 1285 a.C. es similar a la cerámica de La Florida que él ha fechado con otra
hacen mención que la segunda fase de cerámica temprana para la costa central tiene como
sitio clave a La Florida ya que de allí, de la esquina suroeste del núcleo del cuerpo central
se han extraído la mayor cantidad de muestras. La fase la datan entre los 1700 a 1600 a.C.
Describen la colección de cerámica proveniente del sitio y mencionan por primera vez dos
99
fechados del sitio GX-1210 (3680+-85 BP) (1730+-120 a.C.) extraído por Carol Mackey y
el mismo Patterson, y GX-0456 (3645+-120 BP) (1695+-85 a.C.) extraído por Vescelius y
Menzel. Mencionan también otro fechado (N-87) (3660+-170 BP) (1710+-170 a.C.) que es
una muestra recogida por Muelle distinta a la que dio el fechado N-44 (3760+-170 BP,
1810+-170 a.C.). Mencionan un sitio en el valle bajo del Chillón, PV46-122, que posee
excavaciones de Muelle en el parque Juan Ríos) y que el sitio fue abandonado antes que
como Huaca Malache, Cardal o Garagay pero una cosa importante es que Scheele al
elaborar un cuadro cronológico de ésta época para la costa central elabora la primera
ocupación del sitio se realiza antes de los 1200 a.C. y que la cerámica de ésta fase es similar
al “Thin Ware” que Scheele definió para Ancón. También señala que para ésta época sólo
habría estado construido el cuerpo central. Entre el 1200 y el 500 a.C. se ubicaría la
segunda fase y se habrían añadido los brazos, mencionando que los fragmentos de las
fase sería después de los 500 a.C. y señala que La Florida siguió siendo ocupada, antes de
su abandono definitivo. Señala que Patterson observó que Casafranca y Carrera habían
encontrado fragmentos del estilo Ventanilla en sus excavaciones. También este año Rosas
denomina “La Florida” a la segunda fase del Período Inicial de su secuencia de Ancón,
La primera fase la denomina “Chira” y tiene ya algunos rasgos en común con la cerámica
100
del sitio de La Florida (Rosas, 2007:87 [1970]). Para la segunda fase “La Florida” de
Ancón define dos tipos o alfares: Marrón Alisado Estriado y Ante Pulido. Señala que hay
tres tipos de decoración: línea ancha incisa, línea incisa fina y delgada y el modelado e
donde los patrones de diseño y técnica de ejecución son los mismos dada su relación
señala “En Ancón y la Florida, se encuentran tiestos que parecen indicar objetos
base de líneas incisas.” (Rosas, 2007:95 [1970]). Para el caso del tiempo de ocupación de
La Florida, Rosas señala que se mantuvo durante casi todo el Horizonte Temprano,
que concierne a las relaciones entre Ancón y La Florida Rosas señala que en La Florida
están bastante desarrolladas las Fases II y III de la secuencia de Ancón, apareciendo incluso
cerámica mucho más elaborada y decorada y con mayor cantidad de formas. Para la
irregular, color gris rojizo, pasta fina, diseños en base a líneas anchas, características de
además los colores son mucho más claros y oxidados,…” (Rosas, 2007:125-126 [1970]).
Para la cerámica de La Florida de la Fase III de Ancón señala “parece predominar las
incisa es fina en ambos sitios, de firme ejecución.” (Rosas, 2007:126 [1970]). Por el tipo de
101
su cerámica y de la arquitectura y por la ausencia de cerámica de la Fase Chira Rosas
señala que La Florida estuvo ocupada a fines del Período Inicial. Menciona también que
Julio Espejo Núñez recolectó una muestra de 81 fragmentos de cerámica del sitio y que los
depositó en el MNAAHP22. Mas adelante señala que sitios como Ancón, La Florida y
Chira-Villa corresponden a una sola unidad cultural y patrón estilístico común, a pesar que
(temperante, pulido, decoración, etc.) que se deberían a variantes propias de cada grupo,
determinadas por las condiciones ecológicas y la materia prima disponible, y que ésta
material de éstos sitios (Rosas, 2007:140-141 [1970]). Estas afirmaciones de Rosas son
interesantes debido a que avizoran lo que Burger iba a definir más adelante como la
“Cultura Manchay”. Menciona que el prestigio del “Templo de Ancón” sería opacado por
Florida encontró 544 fragmentos llanos y 29 decorados, y que asociados a éste material en
lúcuma, guayaba, maní, calabazas y algodón, señalando que con respecto al estrato anterior
También menciona que para el valle bajo del Rímac Garagay y La Florida en la margen
derecha se complementan con Las Salinas y un sitio más que Williams supone se situó por
la zona de San Miguel o Lima Cercado pero que ya no existe (Williams, 1971:2).
22
Debe ser esta colección lo que nosotros ubicamos después en el museo como la “Colección Espejo”.
102
Patterson menciona que para el Período Inicial fue común la construcción de
La Florida “B” (25i – 1M – 3). La Florida “A” vendría a ser el cuerpo central (lo menciona
que queda del brazo derecho (montículo BD2), puesto que menciona que “Parece haber
Está en los terrenos del Club Cristal.” (Milla, 1974:547). Menciona para este edificio de
a.C. Es importante que Milla haga alusión también de tres sitios más en las cercanías de La
Florida: “Amancaes-Adoratorio”, “El Bosque “A”” y “El Bosque “B””, que quizás sean el
primero la porción del brazo derecho rescatada (montículo BD4) y los otros montículos que
1975:38-39).
En 1977 Mejía Xesspe después de dar su ponencia en el III Congreso del Hombre y
la Cultura Andina sobre La Florida visita una vez más el sitio y registra un nuevo perfil,
ésta vez en el talud suroeste del núcleo de la pirámide central. Esto quedó registrado en un
103
titulado: “Notas sobre exploraciones en Paracas-Pisco-Río Seco (Lachay)-Waka Garagay-
publicado en las Actas de este Congreso el año de 1978. Mejía sintetiza todos los datos
recogidos del sitio por él, desde su primera visita con Tello en 1946 hasta la última en
1977. Menciona que el nombre anterior de la huaca (y el más temprano que hayamos
escuchado de la misma) fue “Huaca de la Hoyada de Amancaes” y que desde la década del
hacienda Muñoz por la Compañía Urbanizadora La Florida (Mejía, 1978:495). Describe sus
tres perfiles (que Mejía denomina “Cortes”): el Corte A situado en el extremo norte del ala
entera), el Corte B situado en la base suroeste del núcleo (que fue explorado en la primera
salida y en donde Mejía halló los primeros fragmentos “chavinoides”) y, el Corte C situado
en la esquina sur del núcleo, explorado por Mejía en 1977. Posteriormente realiza una
“correlación” (comparación) de las evidencias de La Florida con otros sitios con evidencias
Formativas, como Bellavista, Maranga Norte, Caudivilla (Huacoy), Maranga Sur, Garagay
Alto (Garagay), Pampa de Cueva, Ancón y Curayacu. Después hace alusión del fechado
Chuquitanta (El Paraíso) y de Pachacamac. Finaliza con una discusión. Incluye finalmente
el Cuadro I (Williams, 1978-80:98) señala que el Azimut del sitio es: 37º 3’, el área de la
23
Algo curioso es que denomina al extremo sureste del ala derecha “islote rocoso” (Mejía, 1978:517) cosa
que en nuestras visitas hemos descartado debido a que no encontramos ningun afloramiento de roca madre.
104
plaza central es 14 Ha., el ancho del sitio es 350 m., el largo es de 400 m. y posee dos alas y
vestíbulo. Anota que en La Florida puede apreciarse un “segundo patio” (Williams, 1978-
80:102) refiriéndose a la zona oriental de la plaza central, donde estuvieron ubicados los
montículos que excavó Casafranca en 1962-63 y lo interpreta como una extensión posterior
serie” de los templos en U del Rímac (Williams, 1978-80:103). Menciona que Mejía en su
ponencia sobre La Florida en el III Congreso del Hombre y la Cultura Andina menciona
monumento entre las formas de El Paraíso, Salinas y las del estilo desarrollado”
se relaciona con La Florida, pero que esta relación debió darse en etapas tardías del
estilo clásico de los templos en “U”. Reconocemos que es una estructura ya desarrollada
obras, que también pudieron haber sido construidas en el valle de Chancay. Insistimos en
que La Florida representa el estilo clásico sin que por ello tenga que ser la más antigua, y
similares en Lurín (Mina Perdida).” (Williams, 1983:417) y más adelante señala que “En
las edificaciones tipo La Florida los brazos tienen apariencia de pirámides de dedicación
ceremonial.” (Williams, 1983:418). Presenta también un croquis del sitio y señala que el
105
área del vestíbulo es 2,500 m2. Este mismo año Bueno menciona dos “fases” de
construcción para el sitio: La Florida I, fechada entre los 3,000 y 2,000 a.C. (da a entender
que esta etapa sería precerámica) y La Florida II que fecha entre los 2,000 y 1,200 a.C.
(etapa que tuvo cerámica) (Bueno, 1983:21-22, 25). Menciona que La Florida y los templos
dio en la costa central entre los 2350 a 500 a.C. Ésta “Formación Social La Florida” tuvo
últimos tiempos de ésta formación social se estaban dando las condiciones para el
Pinilla mencionan que La Florida como conjunto “cívico ceremonial” pudo ser el eje bajo
el cual se desenvolvió la vida aldeana del valle bajo del Rímac durante el Formativo
Temprano (1700-1200 a.C.) (Silva, Hirth, García y Pinilla, 1983:28) puesto que mantuvo
contactos con Chira-Villa y con el sitio aldeano de Santa Eulalia. Su posición en la parte
baja de la pampa de Amancaes le permitió un control del valle bajo y medio del Rímac, que
incluyó al valle bajo del Chillón y que llegó hasta Ancón. Mencionan que hacia el 900 a.C.
cuando llegan las influencias Chavín a la costa central La Florida no pierde su status de
control sobre el Rímac sino que asimila la nueva corriente. Agregan que fue por esta época
que Garagay surge y se vuelve el competidor más fuerte para la hegemonía de La Florida
Agurto Calvo hace mención que la mayor parte de los templos en U se sitúan en la
zona plana del valle, cercanos a los cauces naturales de los ríos. Menciona como
excepciones a esa regla el caso de La Florida que está adyacente a una zona de lomas y
Garagay que está junto a unos humedales. Es importante que Agurto haya reparado en la
106
cercanía que La Florida tenía con las lomas de Amancaes, hecho que debió jugar algún
papel en su subsistencia. Menciona algunas medidas del sitio y publica la foto aérea del
Architecture in the Andes realizado por la Dumbarton Oaks en Washington en 1982 que fue
publicado en 1985 bajo el nombre de The Huaca La Florida, Rimac valley, Peru en el libro
Early Architecture in the Andes. Patterson sistematiza los datos que él reunió sobre todo en
los sesenta del sitio, más información de los conjuntos de cerámica que habían reunido las
excavaciones en el lugar. Describe al sitio como: “La pirámide se abre a 37 grados hacia
dos alas. La plataforma central se eleva a más de 17 m. sobre la superficie del terreno
antiguo y las alas que la flanquean, a unos cuantos metros por debajo.” (Patterson, 1998:4
[1985]). Menciona que para esa época los dos brazos de La Florida áun se levantaban 3 o 4
Posteriormente hace la descripción de un perfil del cuerpo central ubicado al parecer en las
cercanías del Corte B de Mejía y describe de forma detallada la sucesión de capas, pisos y
muros. Menciona que en las capas donde se encontró restos orgánicos encontraron
plantas como algodón. Menciona que de una capa extrajo 458 fragmentos de cerámica y de
otra 98. Señala que “Juntos, estos fragmentos proporcionan la base para describir el
define cuatro formas de vasijas para el conjunto cerámico de La Florida: ollas sin cuello,
tazas grandes poco profundas, botella de un solo cuello y plato abierto (Patterson, 1985:63).
Menciona los tres fechados que ya había publicado con Moseley en 1968 indicando que
107
“Estos fechados indican que la plataforma central se construyó antes del 3680 AP (1680
a.C.) y que el ala norte, que es una adición a la plataforma central, estuvo en construcción
por el 3645 AP (1645 a.C.). Además, las asociaciones de cerámica de los fechados indican
que la alfarería ya estaba en uso cuando el ala norte estaba en construcción.” (Patterson,
excavaciones produjeron conjuntos cerámicos que fueron identificados con – o eran muy
con los fechados radiocarbónicos.” (Patterson, 1998:6 [1985]). Agrega que de ésta
Miramar) y que en la base del ala sur encontró un muro Lima de adobitos, posterior a las
“Primero, que se construyó muy rápidamente. Las etapas constructivas iniciales pueden
fecharse, probablemente, hacia el final del Período Precerámico, esto es, antes del 2150
a.C. Segundo, que la pirámide La Florida fue abandonada antes que fuese manufacturada
y estuviese en uso la alfarería Colinas en el área entre Ancón y el valle de Lurín, esto es,
un poco antes del 1750 a.C.” (Patterson, 1998:6 [1985]). Menciona además que la
construcción y abandono de estos edificios se realizó mucho antes que los templos en U de
Manchay Bajo, Cardal, Garagay y Huacoy. Realiza también el cálculo de fuerza laboral que
demandó el edificio y concluye que fueron 6 736 670 hombres/día, y que la fuerza laboral
24
En nuestros reconocimientos no hemos encontrado ningún muro de estas características y que se afilie a la
cultura Lima.
108
mínima para construir el sitio en dos siglos fue de 500 a 1000 individuos (Patterson,
1985:66). Termina mencionando el rol vital que tuvo la expansión de los cultivos, con la
construcción de canales agrícolas en el valle medio. Patterson publica la foto aérea del sitio,
un dibujo isométrico (Fig. 23), un bosquejo del perfil (Fig. 87) y dibujos de las 4 formas de
cerámica (Fig. 430). En el mismo libro de la Dumbarton Oaks Williams hace una
se encuentra La Florida (Williams, 1985:232), y también Burger señala que a pesar que
Mejía en su ponencia al III Congreso Peruano del Hombre y la Cultura Andina insistió en
fechados y cerámica más temprana de las fechas asignadas a ésta cultura. Esto se comprobó
debido a que Patterson y otros formularon una detallada secuencia alfarera para el Período
con una fase temprana de dicha secuencia, unos 1200 años antes de la aparición de
como sitio Nº 30 e incluye una apretada descripción del sitio. Para la técnica constructiva
menciona: “La técnica de edificación de las estructuras, pese a las diversas fases de
manera de pisos.” (Ravines, 1985:40). Incluye también 2 fotos del sitio y dibujos
Engel inventarea a La Florida con el código 12a II-108 y menciona que es probable
que el material que sirve de base al monumento fuera un basural precerámico (Engel,
109
1987:89). Desconocemos los fundamentos de ésta afirmación. Robert McK. Bird
(1987:298) se pregunta si La Florida también estuvo afectado por el tsunami que destruyó
Garagay. En 1988 Fung comparte la opinión que La Florida y Mina Perdida serían
contemporáneas y en una nota a pie de página señala que tanto Bonavia como Scheele
mencionan una conversación con Casafranca en la cual les menciona que los fragmentos de
Marcus y Silva escriben al tratar el Período Inicial de la costa central (1750 – 1000
a.C.) toda una sección denominada “El Edificio de La Florida y su Rol Integrador”. Señalan
que ya Patterson (1971) había mencionado que el abandono de El Paraíso se relaciona con
Florida. Pero Marcus y Silva señalan acertadamente que no hay evidencia arqueológica que
pruebe esto y que esta suposición podría oscurecer los cambios sociopolíticos en el Rímac
Florida son distintos en forma, tamaño y disposición de los espacios sagrados y seculares.
Para el caso de La Florida señalan “En breve, este último presenta una clara separación de
los espacios privados y no privados: la gran plaza está separada del pequeño y privado
recinto situado en los montículos central – oeste, norte y sur.” (Marcus y Silva, 1988:40).
que pudieron mantener una relación competitiva o que pudieron ofrecer ritos y servicios a
poblados diferentes. Para La Florida señalan que su construcción parece producirse a la par
con otros procesos: “1)La aparición de cerámica en la costa central, 2)La construcción de
110
una muestra) 3)El surgimiento de una unidad sociopolítica poderosa en el valle del Rímac,
y 4)La importancia regional de La Florida y el probable control que ejerció sobre el área
hecho que durante este tiempo existió una alfarería similar a través de esta área sirve para
finalmente que por lo menos una de las fases de construcción de Garagay sería
Bonavia menciona algunos datos de La Florida. Señala que tuvo una “gran
plataforma en la base” y que ésta fue levantada sobre paredes contiguas de piedra que
fueron enlucidas. Menciona también que aunque sus alrededores se urbanizaron antes de
estudiarlos no parece que hubiera existido una población alrededor. Menciona finalmente
que las poblaciones contemporáneas situadas en el resto del valle tuvieron que abrir canales
Burger señala que para la arquitectura del sitio el núcleo del cuerpo central está
22 de Junio de 1988, dándose de forma apretada una serie de datos generales del sitio.
111
mismo Mejía llama también a los adobes de La Florida “elipsoides” (lo cual los haría
semejantes con los plano-convexos). Menciona que el Informe de la Junta Deliberante hace
esféricos y cónicos.
Muñoz” y que por detrás del cuerpo central se observan, en la foto aérea de 1944,
y en otros templos. Agrega que éstas estructuras fueron destruidas antes de que Casafranca
realizara excavaciones en el Parque Juan Ríos y también que en la visita hecha con Mejía y
1997:40). Señala que la existencia de 2 alas le llevó también a la interpretación dual (como
Burger y Salazar en 1994). Calcula el área total del sitio en 282,000 m2 y agrega dos datos
únicos: menciona que en la parte superior izquierda de la foto aérea de 1944 (zona noroeste
1997:73-74) y que halló cerámica Inicial en la cima del cerro San Cristóbal (Rosselló,
relación evidente con San Jacinto a partir de su Fase II (Carrión, 2000:256). También Silva
y García mencionan que “Por otro lado, tal vez el volumen y gran tamaño de La Florida
no necesariamente se explique por su mayor antigüedad frente a los edificios en “U” más
pequeños sino más bien a su probable importancia política y económica.” (Silva y García,
112
1997:220). Añaden que construir edificios de la magnitud de La Florida “sería resultado de
una autoridad que desplegó poder e influencia bajo la sombrilla de una compleja
series” contemporáneas del valle del Rímac, el primero controlando una porción de la parte
baja del Rímac y el segundo la zona aledaña al litoral (Silva y García, 1997:221).
Huacoy y en el Rímac La Florida. Estos tres sitios representan el “primer nivel jerárquico,
1998:247).
consultar por gentileza de Rommel Angeles, arqueólogo que labora allí. El plano se elaboró
el año 2002. Fue confeccionado por Fernando Fujita y Rommel Angeles como parte de los
Grafica con una gran precisión el cuerpo central y el montículo sobreviviente del brazo
derecho (las curvas de nivel están cada 25 cm.). También ubica las unidades y trincheras
113
Para terminar Burger y Salazar mencionan a La Florida como el sitio que poseyó los
fechados más convincentes para un templo en U antes que Burger iniciara sus excavaciones
en Lurín. De todas formas señala algo bastante cierto: “Un defecto de los datos de La
operaciones extractivas que no podían ser relacionadas con una secuencia arquitectónica
más general para el lugar.” (Burger y Salazar, 2008: 95-96, traducción nuestra).
publicados, etc. desde la primera visita de Julio C. Tello y Mejía Xesspe en 1946 hasta la
Primero que buena cantidad de publicaciones sobre arqueología, sobre todo del
Florida pero sólo mencionando datos de un investigador que trató el tema o a lo mucho 2 de
éstos. Es decir, se ha repetido a lo largo de todo este tiempo determinados datos sobre el
sitio pero sin haberse realizado hasta ahora un análisis que confronte los datos expuestos
por todos estos investigadores. La base empírica sobre la cual se han armado discusiones
sobre La Florida es hasta ahora muy débil, debido a lo primero que hemos mencionado
anteriormente y segundo porque aunque parezca increíble ninguno de los resultados de las
siete intervenciones y/o excavaciones hechas en el área, sean registros de las excavaciones,
hallado en el INC los informes que debieron existir al final de cada excavación). Creemos
que de haberse sistematizado los datos de cada una de éstas intervenciones y sobre todo de
114
haberse llegado a publicar, nuestros conocimientos sobre el sitio hubieran aumentado
considerablemente.
investigadores lo hicieron y ambos publicaron 2 artículos que son hasta la fecha los únicos
que tratan exclusivamente sobre éste, ellos son Toribio Mejía Xesspe (1978) y Thomas C.
Patterson (1985). Ambos publicaron sus artículos en fechas relativamente cercanas y ambos
ofrecen, aparte de observaciones y datos propios sobre el sitio, análisis y síntesis de los
Y tercero que llama la atención las diversas fechas que los diversos investigadores
ponen a la secuencia de ocupación del sitio, y los pocos intentos de elaborar una en base a
toda la información sobre el sitio disponible. Estrechamente relacionado con esto, a pesar
de no llegarse a conocer de una forma oficial los resultados de las siete intervenciones
hechas en La Florida creemos que tenemos los suficientes datos, registro e información de
2 de ellas (1957 y 1962-63) para intentar un análisis de ésta información, lo que sumado a
del sitio.
115
CAPITULO III
En este capítulo haremos un balance del estado actual de los conocimientos sobre
central permiten ya tener un balance acerca del papel que tuvieron dentro de la sociedad
que los edificó, la función que cumplieron dentro de ésta y la naturaleza, tanto religiosa,
Cuestiones tipológicas
Richard Burger y Lucy Salazar son los que acuñan el término de Cultura Manchay a
la cultura o sociedad que construyó los templos en U de la costa central. Aunque esta
culture and the coastal inspiration for highland Chavín civilization en que definen de una
forma precisa a esta cultura. Mencionan que son características suyas: el patrón de templo
116
formativos en toda la costa central y en la iconografía similar presente en la cerámica,
Manchay es cuando y dónde surge este patrón, porqué adopta esta disposición y porqué
que ya prefiguraban esta disposición. Jugó un rol importante el patrón de una pirámide
principal (el cuerpo central), donde se realizaron algún tipo de ceremonias, junto con una
plaza central, situada frente a este edificio, donde también se realizaron actividades. En
algún momento se construyeron los dos brazos laterales limitando ambos lados de la plaza
y dejando solo un lado libre25. En las excavaciones llevadas por Ravines en Garagay se
planteó que el cuerpo central estaba conformado por tres pirámides superpuestas (Ravines e
primera fase constructiva del brazo derecho se correspondería con la segunda fase del
cuerpo central (Templo Medio, 1400 a.C.) (Ravines, 1984:35-37) precisamente la fase de la
cual se desenterró el atrio con los frisos más importantes de Garagay. Probablemente en la
primera fase del cuerpo central (hacia los 1600 a.C.) no se habían construido los brazos
todavía, o al menos el brazo derecho y por lo tanto aún Garagay no tenía la configuración
en U.
25
Esto se debió probablemente a que las actividades en la plaza tomaron mayor importancia y por ello se
construyeron mas montículos o santuarios cuyo ingreso era desde ésta explanada.
117
Hemos mencionado al inicio del segundo capítulo una breve descripción de un
uno de los componentes de este centro ceremonial. Para empezar, es un consenso general
entre los investigadores que han tratado este tema que la naturaleza de estos monumentos es
religiosa. Por tanto es lógico pensar que cada uno de los elementos arquitectónicos que
componen el edificio tuvo también una connotación semejante. El cuerpo central fue la
parte más importante del conjunto, avalando esto su magnitud, altura, presencia de la
escalera central, el atrio y la plataforma situada en la cima y además de que el eje del
mismo es a su vez el eje de todo el templo en U. Podemos observar que hay hasta el
al vestíbulo, lugar que quizás sirvió para congregar cierto tipo de gente, distinta a la que
podía estar en la plaza, y en donde también pudieron realizarse algunas ceremonias. Del
que permitía primero el acceso a lo que conocemos como el atrio27. En el atrio al parecer se
realizaban ceremonias en las que participaban una cantidad menor de personas de las que
podían acceder al vestíbulo y tuvieron un carácter más privado que las actividades
realizadas en éste y en la plaza. Del atrio partían dos escaleras situadas sobre el eje
perpendicular al eje del templo en U que permitían el acceso a las terrazas y plataformas
más importante era la situada precisamente detrás del atrio, en el eje del templo en U.
26
Es interesante que tanto en Cardal como en Garagay el enlucido que cubría la escalera estaba bastante
conservado por lo que revela que el tránsito por ellas fue bastante escaso, por consiguiente pocas personas
ascendían hacia el atrio y a la parte superior del cuerpo central (Burger y Salazar, 1991:283; Ravines e Isbell,
1975:259).
27
En el caso de Cardal primero a un rellano donde estaba ubicado el friso de la gran boca felínica (Burger,
1987:370).
118
Ravines e Isbell (1975:258) mencionan que en el caso de Garagay era una plataforma de
planta rectangular y que tenía cierta semejanza con el ushnu incaico. Pensamos que la
función que tuvo este lugar fue probablemente la más importante de todo el templo en U.
Fue el lugar más sacro al parecer, en donde quizás estuvo la efigie o imagen principal del
muchos. Sobre la función de las alas laterales es difícil con la información disponible tener
Huacoy y San Jacinto existe una simetría en las alas (son exactamente iguales) pero en
otros casos, como La Florida, las alas no son simétricas. La función que pudieron tener
estas plataformas aun no podemos saberlo a cabalidad pero al parecer pudieron tener otros
ambientes o cuartos donde quizás vivieron los sacerdotes encargados del culto. En el ala
ambientes y, en uno de ellos un altar dual, por lo cual este sector del edificio siguió
teniendo una naturaleza sacra, avalado por el entierro ritual que tuvo (Salazar, 2009:89-93).
importancia menor que las realizadas en el cuerpo central. También es posible que hayan
brazo derecho de Garagay, Ravines encontró que estaba conformado de tres plataformas
superpuestas y que una serie de escaleras situadas en un mismo eje ascendían hasta la cima,
119
donde al parecer se encontraba un ambiente pequeño, que estuvo flanqueado por dos frisos
fue un lugar donde se emplazaron campos de cultivo donde se sembraron plantas sagradas.
1998:49-50), Huacoy (Silva y Jaime, 2000:69) y San Jacinto (Carrión, 1998:241-242) han
en la mayoría de ellos, que vendría a ser un piso que cubrió al parecer toda la extensión de
la plaza. Creemos que es lógico pensar que sirvió para congregar a las multitudes que
conformaban los campesinos, pescadores del litoral, cazadores y pastores de las lomas, etc.
para grandes ceremonias y festividades. No negamos que pudieron tener otras funciones,
pero esto se develará cuando sean excavadas en un buen número de sitios. Es interesante
también la probable función que pudieron tener las plazas circulares hundidas. Aunque no
están presentes en la mayoría de los sitios, se han asignado funciones diversas a estas
estructuras. Milla Villena (1983:149) piensa en una función relacionada con la observación
120
situado al centro de una de ellas mantuvo una relación visual y despejada con el cielo
pero complementarias” (Burger y Salazar, 1994:111) para los pobladores de estos valles
durante el Período Inicial. Creemos que con las evidencias descubiertas por diferentes
presencia de frisos polícromos en los atrios, hallazgos de “ofrendas” en los atrios como
cada uno de éstos aspectos? Con las investigaciones hechas hasta la fecha es difícil sacar
la cultura Manchay, el “centro del universo” de su mundo, jugó un papel clave en todas
estas cuestiones. En lo que concierne al campo político tuvo al parecer un papel importante.
Es posible que los sacerdotes del templo, al controlar la mano de obra local tanto de las
fuerza de trabajo para la construcción de estos centros ceremoniales, lo que conllevaría que
ellos planificaron el diseño y volumen de las construcciones. Esta idea indicaría que los
sacerdotes fueron también líderes políticos, una suerte de “señores” de autoridad religiosa y
28
Algo curioso es que Ravines presenta un dibujo en planta de la plaza circular de Garagay, sugiriendo que
no era un círculo completamente cerrado sino que los muros de dos de los apéndices o proyecciones se
extendían hacia lados opuestos, no terminando de cerrar la plaza circular (Ravines, 2009).
121
a la vez política. Pero existe la posibilidad que las autoridades políticas no necesariamente
construcción. Finalmente otra hipótesis más flexible considera que no existió ningún tipo
compitiendo entre las diferentes familias o linajes puesto que a mayor volumen construido
1975:267-268). De todas maneras, esta última hipótesis considera que necesariamente hubo
Estas hipótesis están relacionadas con la naturaleza política de las sociedades del
Período Inicial de la costa central. Silva y García (1997:220) asignan el rango de jefatura a
central y en los Andes (junto con Las Haldas). Pero el considerar que fue un estado el
diferenciación social? Burger (1992:75) menciona que estas sociedades fueron débilmente
estratificadas, siendo una prueba de esto el hecho que hasta el momento no se hayan
descubierto tumbas o ajuares funerarios que evidencien una clara división social y de
acceso a bienes suntuarios. En el caso de los entierros encontrados en el atrio de Cardal, las
29
Por lo que podemos pensar que hubo en esa época una jefatura por valle, o varias por valle, poniendo de
ejemplo el Rímac una asentada en Garagay y otra en La Florida.
122
asociaciones de los individuos y su ajuar era muy escaso (Burger y Salazar, 1991:287). Al
ser débilmente estratificadas no habían grandes diferencias entre los individuos del pueblo
llano y los que se situaban en la cima de la pirámide social (los sacerdotes), sin embargo el
papel de la religión para ésta época era clave, puesto que era la única vía que los
sobrenaturales y tratar de plantear una comunicación con éste, para saber lo más
certeramente posible cuando habrían catástrofes climáticas, puesto que creían que los
Acerca del rol económico Ravines e Isbell (1975:267-268) pensaron que el templo
de los productos. Esto conllevaría a que hubo un sector en el centro ceremonial (alguno de
los brazos, el cuerpo central o en la plaza) que sirvió como lugar de depósito, una suerte de
colcas30. Esta hipótesis contemplaría que los sacerdotes del lugar controlaron cuanta
producción ingresaba a sus depósitos y cuanta salía, y sobre lo último cabría preguntarse
¿Con qué criterios redistribuían este excedente productivo, si es que no era toda la
producción? También conlleva el hecho de que debieron existir formas de contabilizar estas
cantidades de bienes que entraban y salían (un sistema de pesos, medidas, etc.). Otro
conllevó una carga y presión económica fuerte para la sociedad. Se tuvo que “reclutar” o
traer, probablemente sólo en algunas épocas del año, un contingente numeroso de hombres
que se dedicaron a: extraer el material constructivo de las canteras (piedras de los cerros
vecinos, tierra, arcilla y cantos rodados de graveras, bancos de los ríos, el litoral, etc.),
30
En una reconstrucción elaborada por Ravines e Isbell para Garagay se insinúa en el dibujo que en ambos
lados del vestíbulo pudieron existir ambientes o cuartos con esta función.
123
elaborar las canastas de shicras para transportar piedras u otro material y tirarlo con todo y
shicra al relleno que se iba construyendo. Otro detalle importante es el agua, debió
necesariamente existir una fuente de agua cercana a todo lugar donde se construía un
argamasa de barro que juntaría las piedras que conformarían los muros, escalinatas y
rellenos. Por ello se explica que varios templos en U estén junto a los actuales cauces de los
Aramburu, 1998:38)) pero en el caso de los que estaban a cierta distancia se construyeron
necesariamente canales, que a su vez necesitaron toda una planificación. A medida que se
traía el material al lugar se iban edificando las plataformas del sitio y finalmente pensamos
que otros artesanos eran los que ejecutaban los acabados finales (enlucidos, pintura, frisos,
etc.). De todas maneras toda esta población que ejecutó los trabajos necesitó alimentación
durante todo este período de trabajo y un lugar donde pernoctar. Patterson (1985:66) pensó
que los templos en U se edificaron por períodos determinados de tiempo por año (dos
meses) cuando probablemente los campos agrícolas ya estaban sembrados y había todo un
período de tiempo de espera hasta la cosecha. Ravines e Isbell (1975:267) piensan que la
construcción debió estar regulada por un ciclo calendárico. Burger (2009:25) piensan que
menos exista dos estamentos o por así decirlo dos “grupos sociales” en la sociedad
pescadores, etc.) y las personas que planificaron y dirigieron la obra (sacerdotes, jefes
124
locales, etc.) (Lanning, 1967:94; Ravines e Isbell, 1975:267). Pensamos que estos dos
grupos conllevaron en sí toda una ideología de carácter religioso y político que justificaba
que pudieron ser los que realizaron los frisos y otros trabajos que requieren de un
finalmente jefes locales y sacerdotes, al menos podemos intuir eso en la división del trabajo
responder a esta pregunta, aun con las investigaciones realizadas. Nos inclinamos a pensar
que se usaron ambas modalidades. Creemos que el impulso que tuvo la sociedad al
construirlos fue asegurarse una mediación con los poderes sobrenaturales para tratar de
paliar las catástrofes naturales a las que se veían expuestos. En pocas palabras, un factor
que empujó a su construcción fue el temor y el ansia de sobrevivir. Por este factor
debió existir cierta coerción, debido a que los sacerdotes u oficiantes planificaron la
el sitio. Fue progresivo creemos el hecho que cada vez los sacerdotes controlaran mayor
producción de la población y controlaran la mano de obra de éstos, bajo amenaza de ser los
125
podrían aniquilarlos. De todas formas eso no evitaba que desde esa lejana época ya
Cuestiones cronológicas
ocupados y abandonados en un lapso de tiempo que va desde los 2300 a.C.31 hasta los 600
a.C.32. En pocas palabras unos 1700 años, abarcando desde el Período Precerámico Tardío
hasta mediados del Período Horizonte Temprano. Pero sería erróneo pensar que los 58
edificación hasta su abandono fue de unos 800 a 600 años aproximadamente, pero éstos
cálculos con los datos actuales todavía debemos considerarlos tentativos. Aunque se hayan
hecho excavaciones intensivas en pocos de ellos y se tengan fechados solo para algunos
finales del Período Precerámico Tardío. Los fechados más antiguos los poseen dos de ellos:
Pativilca como para plantear cierta interrelación entre ambos. Al parecer hasta el 1800 a.C.
probable que hayan existido otros o que en las partes más profundas de otros templos en U
exista ocupación de éste período. Hacia el 1800 a.C. empiezan a construirse varios templos
en U en cada valle. Creemos que este período es importante debido a que se configura el
patrón de templo en U “clásico” que había definido Williams en 1971. A ésta época
31
Primeras ocupaciones de El Paraíso en el Chillón (Quilter, 1985:281) y de Huayto en Pativilca (Ruiz,
Creamer y Haas, 2007:87).
32
Época en la que al parecer se abandonaron Cardal y Manchay Bajo en Lurín (Burger y Salazar, 2008).
126
también pertenecería Garagay, que empieza a ser edificado hacia los 1600 a.C. y cuya
última remodelación (Templo Tardío) habríase realizado hacia los 1200 a.C. siendo
abandonado hacia los 900 a.C. aproximadamente. (Ravines, 1982:135; Fuentes, 2007:37-
38). También las primeras ocupaciones de Mina Perdida se dieron hacia los 1500 a.C.
estando ocupado este sitio hasta los 900 a.C. (Burger y Salazar, 1998:33). También podría
datarse para este período a La Empedrada en Supe, con un fechado de 1550 a.C. (Zechenter
1988:520), Potao en Pativilca (Ruiz, Creamer y Haas, 2007:102) con un fechado de 1480 a.
C. y Chacra Socorro B con 1440 a.C. (Cárdenas, 1977-78:22) y para los finales del período
a Huaricanga, con su fechado de 1080 a.C. (Ishida, et. al. 1960). El tercer período de los
templos en U vendría aproximadamente desde el año 1000 a.C. hasta su total abandono
hacia los 600 a.C. Para esta época datarían los templos en U de Cardal (Burger y Salazar,
con los actuales conocimientos que tenemos de estos monumentos es difícil asignar a cada
uno de éstos períodos o siglos los distintos templos en U de los cuales aun no se tienen
puede hacer el intento de elaborar una cronología lo mas precisa posible de todos los
Hemos visto que El Paraíso y Huayto son los dos templos en U que tienen los
fechados mas antiguos, que los sitúan hacia los 2300 a.C. La pregunta acerca de dónde y
cuando surgió el patrón de templo en U los involucra pero el detalle es que ambos se sitúan
en valles separados por 158 km. Aun así algunos fechados de Quilter para El Paraíso
(Quilter, 1985:281) llegan hasta los 2500 a. C. aproximadamente ¿Fue El Paraíso el primer
127
templo en U? ¿Surgió el patrón en U en el valle bajo del Chillón y de allí se irradió hacia
toda la costa central y norcentral? Es una pregunta que con los actuales conocimientos aún
considerarse al sitio un templo en U o no. Lanning (1967:71) fue el primero en señalar ésta
examinando el plano publicado por Engel en 1966 pudo distinguir que la configuración en
Williams (1971:2) incluye al sitio dentro del patrón de templo en U definido por éste para
la costa central. Moseley (1975: 96, 99) posteriormente menciona que la configuración en
U de los principales montículos del sitio fue algo casual y no algo planificado. De todas
forma exacta al patrón definido por Williams. Este debate es explicado también por
Morales (1998:230 [1993]). En todo caso, de no ser El Paraíso el primer templo en U ¿Fue
distancia entre ambos valles (podría ser Huaura) en donde se configuró y se edificó el
primer templo en U? De todas maneras es curioso que aunque Huayto tenga un fechado
hacia los 2300 a.C. templos en U cercanos como Huaricanga, Potao, La Empedrada o
Chacra Socorro B tengan fechados mas o menos contemporáneos hacia los 1400 a.C. (lo
que sería motivo de revisar los fechados de Huayto) en cambio El Paraíso tiene una serie de
fechados tomados por Engel y por Quilter que oscilan entre los 2400 a 2100 a.C. lo que
128
aseguraría su datación para fines del Período Precerámico Tardío y también lo aproximaría
posible que guarde una relación con el resto de templos en U de la costa central y que haya
influido en el surgimiento de este patrón. De todas formas no hay que excluir la posibilidad
que el foco cultural de la costa norcentral (valles de Supe, Pativilca y Fortaleza) haya tenido
los tipos arquitectónicos presentes en los complejos monumentales del Período Precerámico
Tardío hay varias estructuras similares a algunos elementos que componen un templo en U
(como la planta y disposición del cuerpo central, con un núcleo y dos alas laterales más el
atrio, y también la plaza circular hundida) (Shady, Dolorier, Montesinos y Casas, 2000:20-
26; Ruiz, Creamer y Haas, 2007). Pero creemos que ese es un tema de investigación que
mismo valle del Chillón33 entre el 2300 hasta los 1800 a.C. Posteriormente el patrón se
difundió en dos direcciones: hacia el sur, al valle del Rímac (construyéndose La Florida,
Pampa de Cueva, Azcarrunz y posiblemente San Antonio) llegando hasta el valle de Lurín,
que por razones que desconocemos fue el valle límite por el sur para el patrón
33
Es probable que varios de los templos en U cercanos a El Paraíso como Salamanqueja, Chuquitanta A,
Chuquitanta B, Infantas y hasta Huacoy tengan sus primeras fases constructivas en este período.
129
U de Huando, con San Jacinto al centro de las estructuras) y llegó hasta Huaura, con el
para su elaboración. La pregunta que surge es que de haberse producido una difusión en dos
sentidos desde el valle del Chillón ¿Por qué avanzó más hacia el norte, llegando el patrón
hasta el valle de Fortaleza y hacia el sur sólo llegó hasta Lurín y no avanzó más hacia el
sur, hasta Chilca o Mala? Al menos por los fechados que disponemos de los templos en U
norteños el patrón ya estaba afianzado hacia los 1400 a.C. en Fortaleza, Pativilca, Supe y
Huaura, una época en que Mina Perdida seguía ocupada y que estaba en pleno apogeo el
sitio de Garagay en el valle del Rímac. Pero por razones que desconocemos el patrón de
tenemos la impresión que se construyeron una serie de “réplicas” menores de los templos
en U más grandes, tal como mencionaron Silva y García para el valle del Rímac
(1997:221). También tenemos la impresión que en esta etapa de “consolidación” del patrón
en U, con ejemplos como Garagay, San Jacinto, Cardal y Manchay Bajo, se difunde el
patrón hacia el este y llegan a construirse una serie de templos en U en los diferentes valles
medios: Piedra Liza, Anchucaya, Yanacoto, Ricardo Palma, Pucará, Cocayalta y Cuyo.
Pensamos que es probable que existan mas templos en U en esta zona, en valles como
Chancay, Huaura, Supe, Pativilca y Fortaleza pero que necesitan prospecciones mas
exhaustivas.
responden fielmente al patrón definido por Carlos Williams en 1980. Es más, de los 58
la configuración dada por Williams, sobre todo en lo que concierne a la planta y volumetría
130
del cuerpo central. Así solo Mina Perdida, Cardal, Manchay Bajo, Garagay, La Florida,
Huacoy, San Jacinto, Miraflores, San Ignacio, Huando B y Chacra Socorro A son
1978-80 (Estos 11 templos conformarían un patrón propio de los templos en U (Fig. 24)).
un espacio central guardan ciertas diferencias, sobre todo en la planta del cuerpo central.
Así es como hemos podido observar patrones o tipos diferentes en las diferentes plantas de
arquitectónicas.
antecedente de todos los templos en U (Fig. 25). El tercer patrón de templo en U es el que
planta rectangular sin alas como Infantas o con vestigios de éstas como en los demás pero
que ambos brazos laterales tienen dos montículos de planta cuadrangular simétricos (Fig.
26). Y es interesante que sólo aparezca esta característica en el área del bajo Chillón y
Rímac, lo que nos hace pensar que pueden estar entre los templos en U más antiguos,
después de El Paraíso (lo que los dataría hacia el 2000 a.C.). Un cuarto patrón de templo en
U vendría a ser aquellos que tienen los brazos laterales bastante alargados y que la plaza
central tiene por ello una planta rectangular y grandes dimensiones. En varios de ellos por
esta gran extensión de los brazos se “tuercen” y no se mantienen paralelos al eje del sitio.
El cuerpo central de la mayoría de ellos presenta vestigios de alas laterales (Fig. 27). Están
Las Salinas A, Las Salinas B, (quizás Las Salinas C), Chocas, Ricardo Palma y Cuyo
(llama la atención que varios de ellos estén presentes en el valle medio). Un quinto tipo
131
estaría caracterizado por un tamaño pequeño del templo en U y cuerpos centrales
conformados sólo por el núcleo, sin alas laterales (Fig. 28). Estarían dentro de este patrón
Antonio, Salamanqueja, Salinas, San José A, Quilcayán, Huaral, Cerro Prieto, Huaca de
conformado por templos en U pequeños con plaza circular hundida situada en la plaza
central en el eje del sitio (Fig. 29). Este patrón está más presente en el valle medio de
algunos de los valles, pero habría que agregar que sitios como Garagay y Cardal tienen
plazas circulares hundidas agregadas34. Dentro de este patrón estarían Piedra Liza,
Yanacoto (la plaza circular no la tiene en la plaza central, sino entre el cuerpo central y el
brazo izquierdo) y Pucará. Al parecer también San Jacinto y Chacra Socorro A (que
curiosamente son los templos en U más grandes) tuvieron plazas circulares en su plaza
central (Bueno, 1983:22; Cárdenas, 2004:2). Sería conveniente mencionar que Pampa de
Cueva también tuvo al parecer una plaza circular, pero circunscrita a la primera plataforma
del cuerpo central, y al parecer también hubo plazas circulares asociadas al sitio de El
Molino en Supe, siendo claras para sitios como Pueblo Nuevo y Alpacoto, pero asociadas a
Hay al parecer dos patrones más pero circunscritos a los valles norteños. El primero
es un patrón presente sólo en Supe y está caracterizado porque los templos en U situados en
la margen derecha están orientados hacia el sur y los situados en la margen izquierda están
orientados hacia el norte (ambos mirando el cauce del río) (Fig. 30). En la margen derecha
están El Molino y Pueblo Nuevo, mientras que en la izquierda están El Chirimoyo y Las
34
Es extraño que Garagay sólo presente una asociada con el brazo derecho, mientras que Cardal tiene
aproximadamente diez, repartidas en varias zonas del sitio.
132
Carpas. El otro patrón norteño se circunscribe a los valles de Pativilca y Fortaleza y está
representado por Huaricanga, Huayto y Potao. Se caracterizan porque los tres montículos
(cuerpo central y ambos brazos laterales) son plataformas macizas de planta cuadrangular
de similar volumetría (Fig. 31). Finalmente sólo señalaremos que un caso especial lo
tipologías (vendría a ser un noveno patrón de templo en U). Sus características de cuerpo
central con una amplia primera plataforma donde se situó una plaza circular hundida y
Debemos de todas maneras advertir que esta división de los templos en U en nueve
comparando el estado actual con las fotografías aéreas de la década del 40 e inclusive con
levantamientos topográficos precisos. Sólo así podrían aislarse con precisión tipos para los
templos en U de la cultura Manchay. Otro aspecto importante es si sería válido darle una
connotación cronológica a estos tipos. Se podrían dar en algunos casos pero también hay la
serranas, en las cuales sí se tienen “secuencias” arquitectónicas más precisas e inclusive con
fechados radiocarbónicos.
Acerca de cómo se distribuyen estas tipologías en los diferentes valles y como los
que su número regular (58) lo amerita. Para empezar casi todos se ubican en el valle bajo de
133
los valles, como en el Chillón (Silva, 1996:122), Lurín (Burger, 2009:23-24) y en Chancay
decir en la sección del valle medio más cercana al valle bajo. Es notorio que buen número
colindantes con los cauces actuales de los ríos. También hay templos en U cercanos a
hacia el noreste y en dirección del cauce del río sino que si uno proyecta el eje del sitio y
sobre todo los brazos laterales en varios casos se conecta con una colina rocosa o con
debido a que en las cimas de estos cerros más de un investigador ha llamado la atención de
la presencia de plataformas con piedras canteadas y shicras como material constructivo, los
cuales son indicadores que relacionarían estas estructuras con los templos en U. Es el caso
Garagay (Traslaviña, Haro y Bautista, 2007). Así hemos podido reparar que muchos
una manera simétrica en ambas márgenes. Así para el caso del Rímac menciona que
Garagay situado en la margen derecha debió complementarse con otro templo en U situado
134
la margen derecha se correspondería con Las Salinas A35. Para el valle de Lurín Mesía
(2000:49) menciona que pudo existir ésta dualidad complementaria entre ambas márgenes
entre La Candela (margen derecha) y Buenavista (margen izquierda), Mina Perdida y Parka
(el detalle aquí es que ambos están en la margen izquierda) y Manchay Bajo (margen
derecha) y Cardal (margen izquierda). Menciona que algo similar podría ocurrir entre
Piedra Liza y Anchucaya, pero la distancia entre ellos es mayor. En los otros valles se
dieron al parecer casos similares y pensamos que sí es probable que haya existido esta
dualidad o complementación entre dos templos en U situados en ambas márgenes del río.
Pero se dan casos como el Chillón que prácticamente todos los templos en U se sitúan en la
Otro aspecto importante es que da la impresión que los templos en U se distribuyen en cada
valle manteniendo una distancia entre ellos que al parecer es constante. Esto ameritaría otra
a ser su “área de influencia”, es decir, el área donde hipotéticamente se habrían ubicado las
refirieron a esto cuando mencionaron que ésta “área de influencia” de cada templo en U
sitio.
35
Pero en este caso no es tan exacta la comparación debido a que Las Salinas A se encuentra unos kilómetros
más al este.
36
Williams cree que pudo existir uno en Puente Piedra, que se “complementaría” con Huacoy (1971:2).
135
templos en U” y el ejemplo por excelencia y al parecer el más grande de todos viene a ser
parecer situados alrededor (algunos los han llamado satélites) de la estructura mayor que es
San Jacinto. Vendrían a ser San Ignacio, Huaral, Huando B, Cerro Prieto y Huaca de tierra.
Incluso por un mapa en la tesis de Carrión (1997) daría la impresión que existieron dos
templos en U más, de los cuales ya no quedan mayores vestigios. Pero aún con las
tamaña magnitud. Otro complejo de templos en U vendrían a ser Las Salinas: Las Salinas
A, B y C. Otro complejo tan impresionante como el de Huando (pero el detalle aquí es que
es más disperso) vendría a extenderse en los valles bajos del Rímac y Chillón, e incluirían a
estar Casa Blanca de ser un templo en U). Y dentro de los “sistemas binarios” estarían
Huaura (Cárdenas, 2004:2). Para estos “sistemas binarios” hubo alguna razón para que se
hayan construido uno al lado del otro, a diferencia del resto que estuvieron más aislados.
Relacionados con los “complejos de templos en U” estaría el hecho que algunos de estos
generalmente de tamaño reducido pero en algunas ocasiones teniendo uno que otro un
136
Antes de proseguir la presente discusión sería bueno mencionar, al menos muy
brevemente, que para la cultura Manchay (vale decir para el Período Inicial en la costa
central) los templos en U no fueron el único tipo de asentamiento que existió. Silva
(1996:113-140) para el caso del Chillón identificó aparte del patrón de templo en U dos
clases de edificios públicos más: edificio piramidal con plaza circular hundida (menciona a
Pampa de los Perros y a Hospital de Collique (o Año Nuevo)) y pirámide simple. Referido
a este último patrón arquitectónico, muy poco estudiado, nosotros lo hemos denominado
pirámide aislada. Varios investigadores han reparado en este tipo de construcción y sería
válido considerar incluso que algunas de ellas puedan ser cuerpos centrales de templos en U
en los que los brazos desaparecieron, incluso antes de la década de los cuarenta cuando se
tomaron las primeras fotos aéreas. Se incluirían dentro de este patrón la pirámide temprana
de Molle en Cieneguilla, valle medio de Lurín (Feltham, 1983:137; UNI, 1994), la pirámide
de Aznapuquio situada en las cercanías de Naranjal en Los Olivos, valle bajo del Chillón
Quives en el valle medio del Chillón (Silva, 1998:258)37 y San José B en las cercanías del
las colinas de Ancón (Rosas, 2007:103-108 [1970]). Es posible que existan más pirámides
aisladas en todos los valles de la costa central, y su estudio sería tan interesante e
bien varios investigadores descubrieron que tanto el cuerpo central como los brazos
37
Silva incluye en este grupo a Cocayalta, que nosotros hemos denominado templo en U.
137
existieran aldeas aisladas, de agricultores, pescadores, pastores, etc. dispersos por la
extensión del paisaje de la costa central, en caletas y bahías, holladas y quebradas en los
valles, en las lomas, etc. Rastrear estas evidencias y mapearlas es una labor que aun no se
cultura Manchay. Pero aun así se han logrado ubicar algunos sitios domésticos de la época.
Silva (1996:135-140) registra 17 sitios tanto en el valle bajo como medio del Chillón, por
su distribución relacionados con los templos en U del valle bajo y con las pirámides
simples del valle medio. Burger (1992:69-70) señala dentro de sus 3 tipos de asentamientos
para el Período Inicial de la costa central dos tipos de aldeas: las del litoral (Ancón y
Curayacu) y del valle adentro (Chillaco y Palma), siendo el otro tipo el de templo en U38.
Otros asentamientos para ésta época son: Bellavista (Uhle, 1998:239 [1910]; Cornejo,
del Rímac. A pesar que muchas de las aldeas ubicadas en el piso llano de los valles
actualmente deben estar sepultadas por muchas capas de material aluviónico o totalmente
destruidas, deben quedar todavía vestigios de aldeas en lugares eriazos que rodean a los
El fenómeno constructivo
Un tema relevante son los materiales y las técnicas constructivas que se emplearon
básicamente fueron cuatro: piedra, barro (en forma de adobes y en la argamasa que se
empleó para unir las piedras y el adobe), material vegetal (para confeccionar las shicras) y
finalmente agua, para hacer los adobes, la argamasa, etc. Sería conveniente mencionar que
38
Señala un cuarto tipo más, que denomina “centro cívico-ceremonial de pequeña escala”, mencionando a
Piedra Liza, Yanacoto, etc.
138
para elaborar los rellenos de las plataformas se usaron más tipos de materiales, como:
basura, restos malacológicos, plantas, huesos, etc. pero no son tan relevantes como los
murarios. Los primeros los divide en rellenos sueltos y shicras. El segundo tipo de material
constructivo los divide en dos clases: lítico y barro (adobes). Los materiales líticos los
divide en: piedras de campo, cantos rodados y piedras de cantera. Y a su vez las piedras
de campo las divide en simples y seleccionadas. Los adobes son divididos en tres tipos:
cúbicos, cónicos (que para Echevarría involucra los odontiformes) y hemisféricos (a su vez
hasta donde conocemos la única que se ha hecho. Aunque acerca de los adobes ya Ludeña
(1975) había esbozado una primera clasificación: hemisférico, cónico y esféricos; y Mejía
(1978:513) había esbozado una segunda: lenticular, paralelepípeda (que vendría a ser el
cúbico) y cónico. Pensamos que un estudio más profundo acerca de este tema de los
cronológicamente el uso de los diferentes tipos de adobe, del uso de cantos rodados, de
piedra canteada, de las mismas shicras, etc. Por ejemplo Bonavia (1965:11-13) menciona
que en las tres fases constructivas que definió para Mina Perdida la primera está
caracterizada por el uso de adobes cúbicos y las siguientes dos por piedra canteada unida
con argamasa de barro. En cambio Ludeña (1973:114) para el caso de Huacoy menciona
que tres tipos de material constructivo (piedra canteada, adobe hemisférico y canto rodado)
son usados de forma simultánea, no pudiendo asignar un valor cronológico al uso de éstos.
139
También para el caso de los templos en U más norteños (Huayto, Potao) las excavaciones
rodados. Shicras al parecer se han usado en la gran mayoría de ellos, aunque sería
impresión que no se asocian con las más tempranas, sino con las fases medias y tardías,
como son en Garagay (Ravines e Isbell, 1975:264), Mina Perdida (Bonavia, 1965:12)
realmente la gran cantidad de tipos de adobes. Los cúbicos aparecen en Mina Perdida
(Carrión, 1997:349-350). Valdría la pena una investigación para ubicar en qué templos en
Acerca de las técnicas constructivas tanto las piedras canteadas, cantos rodados y
adobes se unieron con argamasa de barro para formar los muros. Para construir las
contenido con basura, piedras, barro, etc. Una vez rellenado totalmente se sellaba el
edificaciones. Pero existió también una forma de relleno más “ordenado” que Williams
de capas de piedras de cerro o cantera y barro. Esta técnica constructiva es propia de sitios
140
Generalmente los muros eran cubiertos con un enlucido y en algunos casos pintados y
decorados con frisos de varios colores. Aunque se tenga noticia de frisos sólo en los
Bajo (Burger, comunicación personal), creemos que probablemente todos los templos en U
de la cultura Manchay tienen o tuvieron frisos, y es probable que muchos aún no hayan sido
aunque para este período ya se decoraban edificios con esta técnica en la zona de Casma.
Desconocemos también que en alguno de ellos se haya encontrado algún tipo de techumbre,
situaron postes de madera que soportaron uno, posiblemente hecho de fibras vegetales.
Detalles colaterales
Sería oportuno mencionar solo de una manera superficial que se han hecho pocos
hechas en los templos en U, muy pocos en verdad de la época del Período Inicial. Engelstad
(1982) analizó un conjunto de textiles provenientes del cuerpo central de Garagay pero que
figurinas halladas en el atrio del cuerpo central las encontraron “vestidas” lo cual es la
única evidencia sobre la hipotética vestimenta que llevaron las personas que vivieron en
ésta época (Ravines e Isbell, 1975:265). Por otro lado, Mina Perdida es el único templo en
141
U hasta la fecha donde se han encontrado vestigios de metal, en este caso cobre y oro
el cuerpo central (Burger y Salazar, 2009:55) y sólo cobre en el brazo izquierdo (Burger y
Salazar, 2009:53). Son las primeras evidencias de trabajo de metalurgia en la costa central y
están entre las primeras muestras de los Andes Centrales. Acerca de otros materiales
huesos de animales, como los hallados en las tumbas del atrio de Cardal, consistentes en
1998:51-52) en Garagay.
Pero definitivamente el material mayor trabajado para esta cultura (y para el resto de
de fragmentos cerámicos diagnósticos, y muy pocas vasijas enteras. Entre las asambleas
más importantes están la que recuperó Carrión de San Jacinto (1997, 2000), Ludeña de
Huacoy (1970, 1973), Ravines en Garagay (1982) y Burger para Cardal, Mina Perdida y
Manchay Bajo (1987, 1991, 1992, 1998, 2003, 2008, 2009). Sería conveniente mencionar
Mejía (1978) y Patterson (1985). Pero existen dos sitios más que tienen ocupación de ésta
época y que han producido no sólo las más grandes y más documentadas asambleas
cerámicas de ésta época sino también las mejores y más detalladas secuencias para éste
período, secuencias que han servido a los investigadores para correlacionar las muestras
cerámicas de los templos en U con los hallazgos en estos sitios. Nos referimos a Ancón y a
142
Huachipa. Ancón es un sitio que presenta una ocupación ininterrumpida desde los 10,000
a.C hasta la actualidad, siendo también un sitio muy importante donde empezaron los
la ladera del cerro denominado San Pedro39. Uhle excava en Ancón en 1904 y fue el
primero en reportar el hallazgo de cerámica de este período (1906, 1913). Después Strong
ordena y analiza el material de Uhle y asigna el material de esta época a su Early Ancon
Formativa del lugar (con las fases Chira y Ancón Temprano 1 para el Período Inicial y
1960b). Ernesto Tabío también excava con Lanning y hace algunas interpretaciones sobre
el material (Tabío, 1960, 1965, 1972). Ramiro Matos excava a principios de los sesenta y
propone una secuencia nueva (Ancón A y Ancón B para el Período Inicial y Ancón C,
Ancón D-1, Ancón D-2, Ancón E y Ancón F para el Horizonte Temprano) (Matos, 1962).
Thomas Patterson excava en 1968 el sitio y elabora una secuencia adicional (Florida,
Colinas y Malecón para el Período Inicial y Balta y Abtao para el Horizonte Temprano)
Fase 7) (Patterson y Moseley, 1968). Hermilio Rosas elabora una secuencia para la
secuencia más detallada para el sitio (Chira (Fase I), Florida (Fase II) y Hacha (Fase III)
39
Que podría incluirse dentro de la tipología arquitectónica de pirámide aislada.
143
para el Período Inicial y Fases IV, V, VI, VII, VIII, IX y X para el “Chavinoide” (Horizonte
propuesta por Patterson (“Alfar delgado”, Colinas y Colina Yanamanka Balta 1 para el
Horizonte Temprano). Para el caso de Huachipa Jorge Silva, Rubén García y otros
excavadas por las canteras de extracción de tierra para la fabricación de ladrillos. Elaboran
(Silva, Hirth, García y Pinilla, 1982). En una posterior publicación (Silva, Hirth, García y
Pinilla, 1983) explican de una forma más detallada la secuencia, añadiendo resultados de
(Silva, Hirth, García y Pinilla, 1983:9-11) y que habían encontrado 24 tipos de rasgos
fases entre los 1200 a 100 a.C. (Silva y García, 1997:197) con lo cual Huachipa Jicamarca
modifican un poco la secuencia, pero en esta nueva versión por el cuadro de correlación
sería equivalente a lo que denominan “Huachipa-Jicamarca B”, luego sigue la fase C y por
último la D la subdividen en D-1 y D-2 (Silva y García, 1997). Otro investigador que ha
elaborado una secuencia para esta zona del valle es Jonathan Palacios (1987), planteando
40
Subdividiéndose a su vez el alfar B en B.1 y B.2.
144
los siguientes estilos: Jicamarca (que subdivide en Temprano41, Medio y Tardio), Ventana,
Cerro (que subdivide en Temprano, Medio y Tardio), Pinazo y finalmente Huayco (que
subdivide también en Inicial, Temprano y Medio). De todos estos estilos solo al parecer
tesis de Licenciatura (1999) reduce de tres a dos las fases del estilo Cerro, desapareciendo
la fase “Cerro Temprano” y sólo quedando las fases “Cerro Medio y Tardío” pero en este
1999:27). También podríamos agregar a las asambleas de estos dos sitios la cerámica
Otro aspecto importante de la cultura Manchay sería lo relacionado con las prácticas
funerarias. Al respecto, se han hecho hasta ahora pocos hallazgos de entierros de esta
época, siendo los más importantes los realizados por Richard Burger y Lucy Salazar
atrio del sitio (Burger y Salazar, 1991:287). Los entierros del atrio se hicieron en el relleno
existente entre el atrio medio y el tardío y se hicieron en pozos irregulares de forma ovoide
Fueron 15 entierros y eran de hombres, mujeres y niños y eran de edades distintas. Muchos
de ellos mostraban deformación en el cráneo, de tipo tabular oblicuo. Casi todos fueron
algunos casos pigmento rojo en la cabeza de los cadáveres. Los objetos asociados a estos
entierros fueron escasos: orejeras, cuentas de collar, ollas de cocina, piruros, etc. Los
estudios sobre éstos entierros (Vradenburg, 2009:185) señalan que la salud de éstos
41
Período al que estaría relacionado la construcción del templo en U de San Antonio.
145
pobladores no era buena comparada con la promedio en el Período Precerámico Tardío y
que las mujeres tuvieron mayor grado de desnutrición que los hombres.
comprendía la dieta promedio de los habitantes que construyeron los templos en U? ¿De
donde procedían: el mar, los campos agrícolas, las lomas? ¿Cómo los extraían? En las
de maíz, pacae, maní, fríjol, haba, lúcuma, calabaza y zapallo (Palomino y Ravines,
pacae, frutos de cactus, lúcuma, ají, calabazas, maní y zapallo, además de restos de
Umlauf (2009:109-110) menciona que en la dieta de los pobladores de Cardal tuvo mayor
importancia las plantas silvestres que las cultivadas, que éstas últimas se encontraron en los
lugares más sacros del edificio y que pudo comprobarse la presencia de maíz como parte de
la dieta. También Gorriti (2009:115-117) arroja resultados sobre el papel de los moluscos
en la dieta de ésta población. Es importante también el aporte que han dado para el tema los
los restos óseos han determinado “una inversión del incremento sostenido del consumo de
alimentos marinos hacia una mayor dependencia de las plantas terrestres.” (Meadors y
146
porciones significativas de terreno en los valles, además que la fuente de recursos del mar
las lomas. De todas formas es un tema de investigación que exige mayores estudios.
abandonados estos templos? ¿Y cuando sucedió esto? Primero diremos que la construcción,
uso y abandono de estos templos fue un proceso constante desde los 2300 hasta los 600
a.C. en que al parecer fueron abandonados los últimos templos en U. Los habitantes de las
aldeas de fines del Período Precerámico Tardío erigieron en un primer momento una serie
más prestigio que los anteriores, por lo que la importancia de éstos fue decayendo hasta que
Perdida estuvieron abandonados mientras otros como Garagay, Cardal y Manchay Bajo
siguieron ocupados. La pregunta que surge es ¿Por qué se dio este proceso?
Lamentablemente con los conocimientos actuales no tenemos aún como responder esta
pregunta. Pero la pregunta de fondo es ¿Qué sucedió hacia los 600 a.C.? ¿Hubo una crisis
en la costa central para que los últimos templos en U fueran abandonados y desapareciera la
tsunami en la costa central producto de un terremoto, que por ejemplo habría barrido
Garagay y por ende a los templos en U y a las aldeas más cercanas al litoral. Esto habría
ocurrido hacia los 900 a.C. Posteriormente Rosselló (1997:55-56) mencionó haber
encontrado evidencia geológica de un gran terremoto en la costa central para esa época y
que este terremoto produjo el “cambio de cauce” de los tramos de los ríos Chillón y Rímac
147
antes de su desembocadura. Y coincide en los efectos catastróficos del tsunami en la
Fenómeno del Niño de grandes proporciones habría causado en los habitantes de la costa
norte (Cupisnique) para la zona de Casma y a la costa central (Elera, 1993; Onuki, 1993;
Kato y Seki, 1998; Burger, 1992) hacia el 800-700 a.C. Como puede observarse las fechas
del tsunami de Bird, del terremoto de Rosselló y del Fenómeno del Niño de diversos
Bajo, que fueron datadas hacia el 600 a.C. Quizás fue la suma de todos estos factores que
éstos centros ceremoniales. Por las escasas investigaciones realizadas la costa central
después del 600 a.C. cae en un período convulso, refugiándose progresivamente las aldeas
en las cimas de los cerros para defenderse, lo cual demuestra que el nivel político y cultural
Horizonte Blanco sobre Rojo. La sociedad en la costa central no se recuperaría sino hasta el
agudizado los conflictos entre los campesinos y las clases sacerdotales dirigentes, lo que
provocó el colapso del tipo de control que los templos en U ejercieron sobre la sociedad de
involucradas. Quizás los desastres naturales hicieron tambalear las bases de la organización
148
sustentaba el control que ellos ejercían. Sólo futuras y extensas investigaciones en estos
limitado panorama acerca del papel y de la naturaleza que tuvo la Huaca La Florida en las
sociedades del valle del Rímac durante el tiempo de su ocupación, principalmente durante
precerámico, siendo probable que debajo de las construcciones visibles en el cuerpo central
estuvo en parte respaldada por la idea que La Florida sería la primera construcción en
planta en U en el valle del Rímac y que su inmediato antecesor en la región sería el sitio El
Paraíso en el valle bajo del Chillón. Así Patterson (1971:198) mencionó que el surgimiento
Amancaes. Esto respalda la idea que La Florida en un inicio comenzó siendo un centro
ceremonial marginal del área del Paraíso y que poco a poco fue adquiriendo mayor
mencionando que esta propuesta podría oscurecer los procesos que se dieron en el Chillón
149
Florida. Williams esbozó una cronología tentativa para los templos en U en la costa central
Paraíso, siendo sucesor de La Florida en el valle del Rímac el sitio de Garagay. En la última
Una pregunta importante es ¿De qué año a cuál funcionó o estuvo ocupada La
Florida? Es hasta el momento una pregunta difícil de responder con precisión y para la cual
se pueden esbozar algunas hipótesis y conjeturas. Patterson fue el investigador que más
trató de definir el tiempo de ocupación de La Florida. Menciona que el sitio empezó a ser
ocupado a finales del Precerámico Tardío (antes de 2150 a.C.) y que continuó siendo
ocupado hasta el 1750-1700 a.C. (es decir por un período de 400 años aproximadamente)
los publica junto con Moseley (1968:129) y después vuelve a publicarlos en su artículo de
1985, mencionando a los investigadores que recogieron las muestras y los contextos. Estos
tres fechados fueron: el fechado de Muelle (N-87) (3660+-170 BP) que estaría por los
1710+-170 a.C., el fechado de Vescelius y Menzel (GX-04456) (3645+-120 BP) que estaría
por los 1695+-120 a.C. y el fechado de Patterson y Mackey (GX-1210) (3680+-85 BP) que
estaría por los 1730+-85 a.C. Burger calibra los fechados anteriores de La Florida, los
cuales arrojaron las siguientes fechas: el de Muelle: 2037 - 2043 a.C., el de Vescelius y
Menzel: 2033 a.C. y el de Patterson y Mackey 2123 - 2080 - 2042 a.C. (Burger, 1992:232).
Debemos agregar el primer fechado que se realizó del sitio, y fue también una muestra
recogida por Muelle (N-44) que arrojó 3760+-170 BP (1810+-170 a.C.) (Ravines y
Alvarez, 1967:25).
670 hombres por día. En base a esto establece que en un período de dos siglos (el tiempo
150
que demandó la construcción de la pirámide central) estuvieron trabajando diariamente en
la construcción de 500 a 1000 personas. Pero Patterson calcula esto para un período de
construcción de dos meses por año, es decir, en épocas en que la gente no estaba ocupada
estudios le asigna un período de ocupación entre el 1800 a 1600 a.C. (Lanning, 1967:90).
Patterson y Moseley (1968:119) le asignan una fecha tentativa casi similar a la de Lanning:
1700-1600 a.C. Esto es más o menos repetido en la publicación que realizan Patterson, Mac
Neish y Browman sobre la interacción de los períodos prehispánicos en el área central del
Perú. Allí La Florida es un sitio presente en el Período 8, de 1750 a 1050 a.C. (Mac Neish,
para La Florida es Harry Scheele (1970). En su tesis doctoral elabora otra secuencia
Temprano en la costa central, estableciendo tres grandes períodos, uno anterior a los 1200
a.C., otro entre los 1200 y 500 a.C. y un tercero después de los 500 a.C. La tradición
arquitectónica de los templos en U la sitúa entre los 1200 a 500 a.C. Scheele elaboró otra
Florida establece una ocupación para sus tres períodos, siendo la más importante la del
segundo período, entre los 1200 a 500 a.C. Scheele es al parecer el investigador que asigna
Patterson y Moseley (1968:129) como una fecha tentativa para La Florida: 1695 a.C. Mejía
Xesspe (1978: 512) menciona la fecha radiocarbónica que extrajo Muelle (1964) del perfil
151
de la pirámide, que tiene un valor de 1810 a.C. Patterson en su artículo de 1985 menciona
desarrollo y cronología paralelos y que éstos sitios se construyeron mucho antes que los
templos de Garagay y Cardal. Patterson también repara en el breve tiempo que demandó la
investigadores asignan a La Florida una ocupación entre los 2000 y los 1700 a.C.
Las preguntas son ¿Por qué surgió este monumento en ese lugar? ¿Por qué fue
adoptando con el tiempo la forma en U? ¿Qué papel jugó La Florida en la vida de las
entonces para construirlo? ¿Fue un aparato coercitivo el que obligó a la gente a erigir el
monumento o fue un consenso entre los pueblos de la zona? Y por último ¿Por qué fue
abandonado?
Todas estas preguntas si somos sinceros son muy difíciles de responder a la altura
actual de nuestros conocimientos pero podemos esbozar algunas ideas, lanzar algunas
coinciden todos los investigadores que la han mencionado (Lanning, 1967:90; Williams,
1992:61-62; Roselló, 1997:35). La pregunta que sigue es: ¿Qué rituales se realizaban en
este lugar? ¿Que importancia tenía para los habitantes de toda esta región?
152
Patterson menciona que existieron veintiún sitios domésticos en el área entre Ancón
Suponemos que en estas aldeas vivió la gente que de alguna manera estuvo relacionada con
el sitio. De todas formas no sabemos si La Florida congregaba gente sólo de aldeas del
valle del Rímac o también de los vecinos valles de Lurín y de Chillón. Tenemos que
considerar que si los datos de Patterson son ciertos en el valle del río Lurín Mina Perdida ya
estuvo en funcionamiento. Es curioso que tanto La Florida como Mina Perdida, que
pudieron ser ocupados desde ésta época pero sus estructuras precerámicas pueden
encontrarse ahora cubiertas por las posteriores del Período Inicial. A finales del Tercer
Milenio a.C. se abandona El Paraíso y surgen estos centros ceremoniales, estando entre
Hacia el 1800 a.C. La Florida se había consolidado como un centro ceremonial importante
del valle del Rímac y probablemente su influencia llegó más allá de este valle. El patrón en
U ya estaba definido hacia el 1800 a.C. y La Florida fue uno de los primeros exponentes de
esta tradición. Por la cercanía geográfica y cronológica debió existir una estrecha relación
tratamiento del espacio y de las superficies, expresa ideas, tiene connotación cultural” y
que “pueden leerse… como expresión de superestructura en tanto dan cuenta de valores,
de modos de ver y valorar el mundo.”. Por ello creemos que las características
153
arquitectónicas que desarrolló el templo en planta en U y que por ende desarrolló La
Florida estuvieron condicionados por los rituales que en ellos se realizaban, es decir, la
religión o los ritos (la superestructura) que se realizaron en este centro ceremonial fueron
los que influenciaron para que aparecieran elementos arquitectónicos como el vestíbulo, el
atrio, los brazos, la plaza, las alas laterales de la pirámide central, etc. La Florida fue al
parecer el primer sitio en el valle del Rímac en que se define esta tradición arquitectónica
en U con todos sus elementos: la plaza, cercada por ambos brazos; el vestíbulo, del cual
partía una escalinata al atrio del templo y el cuerpo central con el núcleo y las alas laterales.
oeste del atrio pero su área es muy pequeña. Da la impresión de no haber existido allí un
recinto o ambiente similar al definido en Garagay pero pensamos que esto se deba al
huaqueo colonial que afectó no sólo al atrio sino a la sección este de este recinto, pero
también hay la posibilidad que en La Florida este ambiente fuera pequeño. Es curioso que
Garagay con la adición de la plaza circular hundida, como los brazos laterales que al menos
el izquierdo en Garagay es mucho mas ancho y alto que los de La Florida. Otra cuestión
bastante curiosa es que las dos alas en La Florida no son semejantes (la derecha es un poco
más elevada que la izquierda) mientras que en Garagay fueron al parecer totalmente
simétricas.
congregar a la gente? Nosotros pensamos que sí fue una plaza para congregar multitudes.
Creemos que las plazas de los templos en U tuvieron ese tamaño ya que se realizaban allí
154
En lo que concierne al cuerpo central creemos que en el frontis del núcleo de La
Florida, debe existir, enterrada, una escalera (y probablemente varias de éstas), como la
tuvo un atrio con los niveles de pisos descubiertos en Garagay (Ravines e Isbell, 1975:261)
y con frisos en sus paredes laterales. Lamentablemente debido al profundo pozo de huaqueo
que existe en el cuerpo central es posible que quede muy poco de estos elementos
arquitectónicos.
En lo que respecta al recinto situado en la cima del núcleo creemos que La Florida
sí lo tuvo y que este lugar tuvo una gran importancia dentro de la naturaleza del templo.
Esto lo afirmamos por las siguientes razones: es el lugar de mayor altitud de todo el sitio
arqueológico (de allí puede divisarse todos los puntos del templo, teniéndose no sólo una
visión general de todo el sitio sino de todo el paisaje circundante) y también porque en
Garagay todo parece indicar que en ese lugar estuvo el ambiente más sagrado del templo
En lo que respecta a las alas laterales ¿Para qué sirvieron? ¿Por qué se añadieron al
cuerpo central de la pirámide? Las únicas exploraciones se han realizado en los taludes de
una de ellas: en el ala norte o izquierda. A partir de la lectura de los perfiles de Mejía
Xesspe (1978: 518-519) y de Patterson (1985: 62) lo que podemos decir a manera
preliminar es que evidencian dos fases de ocupación. La primera situada entre dos estratos
de tierra arcillosa compuesta de basura doméstica, tierra negruzca con ceniza y cerámica
utilitaria. Encima del segundo estrato de arcilla vendría la segunda fase que es la
pirámide encima del segundo estrato de arcilla, con pisos asociados a muros sobre los
155
cuales hay basura doméstica. Se nota que estos conjuntos son posteriormente sellados por
nuevos muros. Son evidencia que hubieron diversos períodos de ocupación en el ala
izquierda, ocupación que puede ser doméstica por los restos de basura dejada.
relacionadas con las actividades y rituales que se celebraban en el edificio. Otra cuestión
importante es: ¿Por qué son asimétricas las dos alas laterales del sitio? ¿Hay una razón
encontraban tanto al oeste como al sur del templo en U no sabemos realmente cual fue su
que los montículos se formaron por la superposición de casas una sobre otra.
Acerca del material cerámico recuperado del sitio por la cantidad de recolecciones
quien pudo reparar en la enorme similitud y homogeneidad que tenía toda la cerámica
proveniente del sitio. Separa éstas asambleas en dos grupos: finas y utilitarias. De acuerdo
con él, la cerámica fina de La Florida la caracteriza por tener un acabado de superficie
pulido y color marrón “tostado” a oscuro (también menciona ejemplares oscuros). Sobre las
formas menciona que la más común es la botella de un solo pico alto ligeramente cónico y
con un borde ligeramente acampanado, menciona también que los cuencos son raros.
También hace mención de la botella doble pico y asa puente encontrada por Muelle y Mejía
156
en 1955 y menciona que es un ejemplar excepcional. Sobre las decoraciones menciona que
son incisiones de “líneas de pan” hechas con un instrumento obtuso y fueron hechas antes
del pulido de las vasijas. Los diseños que reconoce son líneas rectas, curvadas, círculos
moldeado, en forma de hileras de protuberancias marcadas por el dedo. Menciona que tuvo
la impresión que sólo las botellas estuvieron decoradas. Sobre la cerámica utilitaria
formas menciona que priman las ollas con bordes engrosados. Lanning (1960b:377)
fase Colinas 2 de su secuencia de Ancón, esto es, a fines del Horizonte Temprano. Lo hace
también debido a que opina que la botella de doble pico y asa puente es una copia Topará.
proveniente del sitio de La Florida corresponde a las fases II y III de su secuencia de Ancón
(fases La Florida y Hacha) y que se caracteriza principalmente por tener las formas de
botellas de un solo pico y “bols”, teniendo dos tipos de decoraciones: incisa y pintadas.
Menciona que las vasijas pulidas son de superficie gris o marrón en cambio las engobadas
figuraron formas de ollas, pero que sí pudo verlas en otras colecciones (Rosas, 2007:126-
127 [1970]). Dentro de la fase II de su secuencia de Ancón (o fase La Florida) define dos
tipos de alfar: marrón alisado estriado y ante pulido y los tipos de decoración son “línea
incisa fina y delgada” y “modelado e inciso”. Para el primer tipo menciona diseños de
cabezas de serpientes que decoran la superficie interna de platos y tazas (Rosas, 2007:95
[1970]) y para el segundo que aparecen fragmentos con modelados que parecen figuras
157
animales y humanas (Rosas, 2007:95 [1970]). Después de este trabajo, Mejía (1978:520)
ilustra algunos de los fragmentos de cerámica recogidos por él en los cuales pueden notarse
los diseños incisos en forma de círculos. Finalmente Patterson (1985:64) ilustra los cuatro
tipos de formas que encontró en las dos colecciones analizadas por él: ollas sin cuello, tazas
grandes poco profundas, botella de un solo cuello y plato abierto. Como puede observarse,
las formas descritas por estos investigadores se repiten y también la decoración y acabado
Para terminar con esta parte de la discusión sólo queremos comentar dos aspectos:
la relación que tuvo La Florida con otros templos en U y con los diversos asentamientos
contemporáneos a él dispersos en el valle del Rímac y, por último, por qué es abandonado.
En lo que respecta a las relaciones con otros templos semejantes y con asentamientos
aldeanos en el valle del Rímac empezaremos diciendo que en esa lejana época (1800 a.C.)
el valle no era tan ancho como lo es ahora debido a que el área que tuvieron los cultivos
hasta hace unos años era debido a los canales de irrigación que se fueron construyendo
acequias pero no fueron tan considerables. Es por ello que los templos en U se han
construido en los ocho valles de la costa central y norcentral relativamente cerca de los
cauces de los ríos, puesto que para su construcción necesitaron también agua (recuérdese
que la argamasa que une las piedras canteadas de los muros y también la tierra y arcilla que
poblados o aldeas también debieron de estar cerca de las fuentes de agua y por ende cerca
del cauce del río. Aunque también pudieron estar cerca de humedales y de lagunas (como
158
Chira-Villa). No sabemos si inmediatamente en los alrededores de La Florida existieron
Isbell (1975: 266-267) creen que la gente que construyó Garagay vivió en poblados
dispersos por todo el valle, y no en los alrededores del centro ceremonial. Pero evidencia en
contra son los hallazgos en San Jacinto (Carrión, 1997:94-97), Mina Perdida (Burger y
Salazar, 2009:47) y en Cardal, donde Richard Burger y Lucy Salazar excavaron áreas más o
(Burger, 1992:125).
Rímac. Creemos que todos los poblados de los alrededores guardaron una estrecha relación
con el centro ceremonial, pero ¿Cuál era el tipo de dominio que tenía el templo o centro
ceremonial sobre el pueblo? ¿Sólo era un dominio religioso ó ideológico? ¿Era un dominio
de alguna naturaleza política? ¿Cuál era el alcance del dominio del templo en la vida de la
gente que vivía en el valle? Sobre esto Marcus y Silva (1988:40) mencionan que el
sociopolítica poderosa en el valle del Rímac y que también tuvo una importancia regional
puesto que probablemente ejerció un control sobre toda el área Ancón-Rímac. Silva y
García (1997:221) mencionan también que La Florida pudo ser cabeza de una jefatura que
controló la parte “media” del valle del Rímac, mientras que Garagay controlaba toda la
Por último ¿Por qué fue abandonada La Florida? Patterson cree que este abandono
debió producirse hacia los 1700 a.C. (Patterson, 1985:65) época en la que estaba en pleno
159
esos años algún factor climático o desastre que afectara de forma irreversible al centro
ceremonial de La Florida, pero pudo deberse a que el prestigio de Garagay creció hasta
superarlo, con lo que poco a poco fue decayendo. Quizás la frontera agrícola se expandió
mejor en esa zona, entre otras explicaciones. De todas formas los arqueólogos que han
estudiado el sitio observan una débil ocupación posterior perteneciente al Período Blanco
sobre Rojo (200 a.C.- 200 d.C.), Período Intermedio Temprano (200 d.C. – 600 d.C.) hasta
el Período Intermedio Tardío (1000 d.C. –1470 d.C.) (Patterson, 1985:65). Pero estas
Después de haber pasado revista a los antecedentes de estudio, tanto de los templos
detectados para el tema de estudio de Huaca La Florida uno de los más importantes es el
cronológico. Aunque la mayoría de los investigadores que trataron sobre el sitio hayan
construcción del lugar hasta del abandono y otros dando sólo un lapso hipotético de tiempo
de ocupación, creemos que todavía se puede precisar con mayor certeza el período de
ocupación de La Florida. Es decir, pensamos que volviendo a revisar los datos de las
investigaciones hechas sobre el sitio y sobre todo consultando y analizando las fuentes
inéditas y colecciones del material que se extrajo de allí puede precisarse mejor: la probable
160
fecha de inicio de construcción y ocupación y la fecha de abandono del sitio. En pocas
palabras el probable lapso de ocupación del sitio, desde su inicial poblamiento hasta su
abandono.
Pero aparte de precisar el período de tiempo que fue ocupado Huaca La Florida
pensamos que también podemos establecer, con todos los datos que tengamos a la mano y
con la mayor aproximación posible, cuántas fases de ocupación tuvo el sitio, cuántas fases
fases de ocupación claramente diferenciados se puede dividir el lapso de tiempo que duró la
ocupación de todo el lugar. En pocas palabras tratar de elaborar, con la mayor precisión
posible, una secuencia cronológica para el sitio, ya que hasta ahora ningún investigador que
haya tratado el tema de La Florida realizó una secuencia arquitectónica u ocupacional del
lugar. Y por último creemos que otro problema importante es que hasta ahora no se ha
fecha?
¿Cuáles fueron las características a lo largo del tiempo del complejo arquitectónico
161
CAPITULO IV
necesidad de establecer con la mayor precisión posible las hipotéticas fechas de inicio de
ocupación y/o construcción del sitio arqueológico de Huaca La Florida y de abandono por
parte de las poblaciones que lo edificaron y, por otro lado, definir con la mayor precisión
posible cuántas fases de ocupación y/o construcción se presentan en éste sitio y definir el
En base a estas preocupaciones, las preguntas que nos hemos formulado son: ¿En
sitio? ¿Cuántas fases de ocupación o constructivas pueden detectarse en el sitio con los
fecha? ¿Cuáles fueron las características a lo largo del tiempo del complejo arquitectónico
objetivos de trabajo.
4a. Hipótesis
La hipótesis que planteamos para las preguntas: ¿En que años se inició la ocupación
ocupación o constructivas pueden detectarse en el sitio con los datos disponibles por las
162
las características a lo largo del tiempo del complejo arquitectónico donde se encuentran
“El sitio arqueológico de Huaca La Florida fue un centro ceremonial que formó
parte de un gran complejo arquitectónico, fue ocupado desde antes de los 1800 a.C. hasta
los 1000 a.C. y experimentó una secuencia de cambios de cuatro fases: fase de ocupación
relacionada con una primera remodelación constructiva del cuerpo central con
arquitectura de piedra canteada con argamasa de barro y una última fase relacionada con
Los tipos de datos que nos ayudarán a comprobar la hipótesis formulada son los
siguientes:
carbono 14 y cerámica.
163
a) Recuperar información de arquitectura y componentes ocupacionales
en Huaca La Florida.
objetivos específicos:
g) Analizar las fechas arrojadas por muestras de carbono 14 reportadas para Huaca
164
4e. Metodología
Se analizaron las siguientes libretas de campo: las libretas TMX-375 y TMX-522 del
Archivo Mejía Xesspe ubicado en el Instituto Riva Agüero de la PUCP que dieron datos
referentes al cuerpo central de La Florida. También las libretas de las excavaciones de José
fotos del Archivo Mejía Xesspe y 67 fotos de Duccio Bonavia. Dentro de documentos
diversos estuvieron: 1 del Archivo del CEAR-UNMSM y 3 del Archivo del MNAAHP. Y
por último los planos fueron 3 planos de la Urb. El Bosque del Archivo del MNAAHP y un
distrito del Rímac, tanto de planta como oblicuas. Las de planta fueron 340-978, 340-613,
340-611 y 340-550 (12/02/1944) y las oblicuas fueron las 0-18955 (20/11/1959), 0-5156
(21/04/1945), 0-610 (19/12/1942), 0-9841 (05/07/1949). A esas habría que agregarse las
165
-Visitas de campo. Estas visitas al cuerpo central de La Florida, a los montículos
exploraciones a los cerros Segundo, Arrastre Bajo y San Jerónimo tuvieron como primer
lugares, y segundo, el registro detallado de los muros y rellenos presentes en los perfiles A,
llevaron a cabo los meses de Noviembre y Diciembre de 2005. La visita al montículo BD2
se realizó en Febrero del 2007, la visita al montículo BI1 fue en Febrero del 2005. Los
ascensos a los cerros de la pampa de Amancaes se hicieron los meses de Febrero de 2006 y
2007.
Antropología e Historia del Perú. En ambos después de ubicarse el material con ayuda de
Florida, no sólo cerámica), lavarse (la cerámica) y luego sólo a este material se le dibujó,
analizó y fotografió. La ubicación y análisis se llevó a cabo en ambos museos los años de
2005 y 2006.
-Análisis de los fechados. Los cuatro fechados radiocarbónicos procedentes del sitio
fueron calibrados con los softwares OxCal 4.0 del Oxford Radiocarbon Accelerator Unit,
copyright C. Bronk Ramsey 2007. Rafael Vega Centeno calibró los 4 fechados con la
166
CAPITULO V
Complejo Amancaes.
dieciséis templos en U que han sido hasta ahora definidos para el valle del Rímac,
situándose en la margen derecha del valle bajo, en las inmediaciones de una amplia hoyada
que enmarca unos contrafuertes andinos que tienen como punto de término al Cerro San
Cristóbal, cerca de lo que antiguamente fue la pampa de Amancaes. Por esta razón,
antiguamente esta huaca era conocida como “Huaca de la Hoyada de Amancaes” (Mejía,
1978:495). También tuvo el nombre de “Huaca Muñoz” por encontrarse en los campos
central, el brazo derecho, el brazo izquierdo y la explanada que encierran estas tres
450,000 m2 (Fig. 35). La Florida es un sitio arqueológico que ha sufrido como todos los
sitios del valle bajo del Rímac el impacto del crecimiento explosivo de Lima Metropolitana.
El entorno agrícola en el cual estuvo la huaca por muchos años (entorno que se vislumbra
en las primeras fotos aéreas tomadas en 1944) (Figs. 33 y 37) ha cambiado radicalmente en
167
original producto de la urbanización de la zona y la construcción de las instalaciones del
toda la zona del actual distrito del Rímac, desde el actual Cuartel del Ejército hasta la
hemos denominado Los Manzanos42. Añadiríamos a este complejo una serie de estructuras
situadas en las cima de los cerros Arrastre Bajo, San Jerónimo, Observatorio y Las Ramas
(y posiblemente hasta el San Cristóbal) que guardan al parecer relación con los templos en
El Cuerpo Central
Comparando su estado actual (Fig. 38) con la foto aérea de 1944 puede decirse que no han
La Florida y del Club Sporting Cristal. Tuvo originalmente un largo máximo de 370 m. y
de ancho. Se compone de tres partes claramente diferenciadas: el núcleo y las dos alas
laterales (Fig. 55). Tuvo un vestíbulo que puede verse en la foto aérea de 1944 frente al
frontis principal de la pirámide, vestíbulo ahora destruido por la instalación del club de
fútbol. Actualmente el cuerpo central limita por el suroeste y el sureste con la Calle 11,
calle que al ser trazada cortó y demolió parte de una plataforma que se proyectaba del
42
Por el nombre de la actual urbanización donde se ubicó este templo en U.
168
El Cuerpo Central se componía básicamente de cuatro partes: el vestíbulo, el núcleo
dispuestos de tal forma que formaron los tres lados de un rectángulo. El Montículo V1 es el
vestíbulo. No queda claro cuál fue el ingreso al interior del área de éste. Una pequeña
depresión en el terreno de planta circular, situada entre el espacio plano dentro del vestíbulo
y la plataforma B, sugiere la posible existencia de una plaza circular hundida. En una vista
oblicua (Fig. 36), se nota con claridad los cuatro montículos que conforman el vestíbulo, la
(noroeste-sureste) (Fig. 39). Presenta en su parte interna un gran orificio o cráter abierto
hacia el noreste, es decir hacia el frontis principal de la pirámide (Fig. 40). Este gran
orificio se sitúa en la zona donde se habría emplazado el atrio del sitio (e inclusive en parte
profundidad del hueco pensamos que el atrio fue destruido al producirse este enorme
169
huaqueo, realizado probablemente en la colonia43. Las medidas que tomaron Tello y Mejía
distinguen actualmente muros o perfiles constructivos aunque Mejía mencionó que en este
lugar encontraron con Tello “la presencia de adobes pequeños y cuadrangulares en medio
de los muros de piedra que aparecían en los contornos del forado, dando a entender que el
delante del cráter se sitúa el desmonte producto de su huaqueo que cubre parte de la
plataforma B y posiblemente cubra la escalera de acceso al hipotético atrio (Fig. 42). El ala
superficie del talud noroeste de la Plataforma A, mientras que en el ala derecha no se unen
la superficie superior del ala con el talud sureste de la Plataforma A, sino que la Plataforma
D (el ala derecha) tiene un propio talud que baja hacia el noroeste, el cual se une con el
excepción de un muro situado en el extremo norte del talud nor-oeste del mismo, cerca de
la cima, que hemos denominado Muro 1. Este muro mide 5.30 m. de largo y se compone de
vestíbulo. Por la foto aérea de 1944 podemos observar que tuvo casi la misma longitud que
43
Aunque no se descarta el haberse realizado en tiempos republicanos.
170
Actualmente subsiste todavía buena parte de ésta plataforma, sepultada en parte por el
desmonte del huaqueo colonial y dentro de las instalaciones del Club Sporting Cristal.
el lado suroeste de la Plataforma A hacia esta misma dirección. En la foto aérea de 1944
puede verse que la plataforma se proyectó 25 m. y su largo original fue de 128 m. Esta
produjo al trazarse la Calle 11 y al sembrarse las jardineras a los pies de los mismos
perfiles. También exhibe un profundo corte en su extremo noroeste, corte hecho por la
explotación de la chancadora en la década del cincuenta y que conforma parte del Perfil A.
Antes de producirse este corte, la Plataforma C llegó en su límite noroeste hasta la misma
Plataforma C también ha sufrido algunos recortes (en ellos se sitúa el Perfil C) pero no son
pirámide trunca que presenta los cuatro taludes con una pendiente uniforme (Fig. 43), a
excepción del que mira hacia el nor-este, que presenta las huellas de un posible atrio
bastante empinado y presenta huellas de derrumbes, pero no hay huellas de muros u otras
evidencias. La superficie del ala es plana, regular y presenta algunos trazos y evidencias de
ambientes, estructuras o cabeceras de muros asociados al atrio. Esta ala no tiene huellas de
distinguido un perfil: el Perfil D que es un perfil hecho en el talud noreste. Mide 3.63 m. de
algunos de gran tamaño y otros mas bien pequeños, entre los cuales se observa una
171
alineación de adobes, algunos odontiformes y otros cúbicos. Entre los adobes y las piedras
(cantos rodados y piedras angulosas) hay barro. Los adobes miden 15 x 15 cm. (Fig. 45).
talud sur-oeste un corte que hemos denominado Perfil E. Mide 6.20 m. de largo y 1.80 m.
de altura. Se compone de una sucesión de tres estratos: el primero (el más profundo) se
compone de piedras pequeñas angulosas sin mezcla de barro, visible en sólo una parte del
perfil. El segundo estrato que prosigue es una especie de capa de barro sin elementos
cantos rodados mezclados con argamasa de barro puestos sin ningún orden (a diferencia de
los rellenos existentes en el Perfil A) (Fig. 47). Lo particular es que quedan en la base del
perfil los vestigios de dos horcones de madera o troncos, arrancando uno al parecer desde la
primera capa, mientras el otro arranca desde la segunda o tercera (Fig. 48).
pirámide de planta rectangular, a simple vista adosada al núcleo (Fig. 49). Sus medidas
fueron de 95 x 128 m. Ha sido la parte de la pirámide que más ha sufrido por la explotación
trinchera (ahora sepultada en parte por desmonte) que fue efectuada por la chancadora y
que literalmente partió esta plataforma en dos, dejando hacia el noroeste un pequeño mojón
de la misma (Fig. 53). En esta trinchera hicieron sus observaciones Mejía (1978) y Muelle
en 1955 y fue donde recuperaron la vasija de doble pico y asa puente. El flanco suroeste de
172
ésta plataforma también presenta huellas de la explotación de la chancadora (vista en planta
se observa una profunda brecha que trató de introducirse hacia el norte) y también están
presentes tres estructuras modernas de cemento que fueron construidas para la explotación
industrial de la huaca (Fig. 51). Es en la esquina oeste de esta plataforma que se sitúa
nuestro Perfil B, perfil que fue realizado cuando se abrió la trinchera de la chancadora en
Exhibe una serie de perforaciones superficiales circulares que parecen huaqueos. Sólo hacia
el lado norte hay huellas de dos excavaciones amplias que parecen antiguas unidades de
excavación44. Hacia su lado nor-este su talud presenta dos aberturas que parecen las huellas
de dos atrios, cuya superficie sería la superficie de la plataforma F1 (Fig. 50). Colindante
con éste talud está la cabecera de un muro de cantos rodados grandes que es media sinuosa
(Fig. 54). Esta cabecera sinuosa parece haber sido parte de una construcción de planta
semirectangular, trazada en casi toda el área de la plataforma F2. Hacia el nor-oeste, nor-
plataforma F2, cerca de la cima, que lo hemos denominado Muro 2 (Fig. 52). Es un muro
que se extiende por 5.36 m. y, al parecer, es una alineación de piedras angulosas unidas con
44
Ramiro Matos (1962-63) menciona que en esta zona de la huaca el Museo Nacional abrió dos trincheras de
excavación, que corresponderían a éstas dos unidades. Estas excavaciones serían las efectuadas en 1960 por
Jorge C. Muelle.
173
camino de herradura la cortaba oblicuamente. Al parecer en la actualidad ha sido destruida
completamente, pero hay la posibilidad que subsista algo de ella todavía. Idilio Santillana
excavó en el área donde estuvo esta plataforma una trinchera y un pozo el año de 1975
El brazo derecho
extremo sureste del ala derecha y llegaron hasta las inmediaciones de la actual avenida
Ferreyros en la urbanización El Bosque. Tuvo un largo original de 559 m. Tal parece que
los montículos que compusieron el brazo no fueron muy voluminosos ni muy altos.
brazo se compuso de seis montículos. El montículo BD1 era el que iniciaba. Midió 175 x
50 m. Comenzaba en el extremo sureste del ala derecha de la pirámide central, tenía una
planta elíptica y exhibía por el lado noroeste un muro moderno que servía de límite entre
construyó sobre él una manzana de la Urb. La Florida y parte del trazo de la actual Calle
11. Ramiro Matos registró los vestigios supervivientes de éste montículo en 1962
superficie se encontraba cubierta de cantos rodados y restos de adobes. Indica que era el
el brazo. También al parecer fue en esta zona donde Oscar Gómez realizó excavaciones de
rescate en 1968. El montículo BD2 (Fig. 56) se situaba inmediatamente al noreste de BD1,
174
teniendo una planta semi trapezoidal. Sus medidas son de 70 x 54 m. Es actualmente el
único montículo que subsiste del brazo derecho y, comparando con su estado en 1944, no
parece haber sido alterado, a excepción de un corte efectuado en su flanco suroeste y del
aterrazamiento moderno efectuado por el Club Sporting Cristal en su flanco noroeste, con
la consiguiente pérdida de un apéndice o lengua de tierra que partía del extremo norte de
este frontis hacia la plaza central. Este montículo lo han conformado dos plataformas
superpuestas, notándose un talud escalonado en los flancos noroeste, noreste y sureste más
muros u otras estructuras definibles (Fig. 57). Parte del talud noroeste del montículo se
encuentra dentro de las instalaciones del Club Sporting Cristal. En el corte efectuado en el
flanco suroeste se encuentra el Perfil F (Fig. 58). En este perfil se distingue una
acumulación de adobes cúbicos odontiformes y rellenos de piedras de cerro junto con barro
más dos muros de piedra canteada unida con argamasa de barro ubicados en el lado norte
regular cantidad de basura no pudimos hacer un registro detallado de este perfil tal como lo
por una vía carrozable se encontraban lo que parecen ser los vestigios de otro montículo,
que hemos denominado montículo BD3. Quizás fuera parte del BD2 y fue cortado al
separado de éste por una vía carrozable que después dio origen a la avenida Abelardo
175
algunas manzanas de la urbanización El Bosque y una capilla junto con áreas recreativas.
El último vestigio de este montículo fue excavado y rescatado por Jorge Muelle en 1962-
1963, realizando las excavaciones junto con José Casafranca y Pablo Carrera.
Inmediatamente al noreste del montículo BD4 se situaba el BD5 que estuvo separado del
BD4 por una pequeña abertura o franja que tuvo al centro una especie de ampliación de
planta circular. Por la foto aérea de 1944 da la impresión que hubiera un pequeño estanque
o fuente de agua aquí. El montículo BD5 también tiene planta rectangular y exhibe dos
Después del montículo BD5 se nota un espacio libre y, por último, el extremo
noreste del brazo derecho estaba conformado por un delgado montículo alargado que
hemos denominado montículo BD6. Sus medidas fueron 120 x 15 m. Da la impresión que
no fuera muy alto y lo particular es que al culminar se alinea perfectamente con el término
El brazo izquierdo
El brazo izquierdo arrancaba en el extremo noroeste del ala izquierda del cuerpo
aproximado y que culminaban en el límite de la zona agrícola y el inicio del talud de una
estribación del cerro Arrastre Bajo, no siendo estos montículos muy altos ni muy
iniciar el brazo izquierdo desde el extremo noroeste del ala izquierda y fue casi
completamente simétrico al montículo BD1 del brazo derecho. Sus medidas son 192 x 47
m. Actualmente aún subsiste parte de éste en el interior de las instalaciones del Club
Sporting Cristal y al parecer queda la mayor parte de su planta original pero hasta una
176
altura de tres a cuatro metros. Todo parece indicar que es lo único que subsiste del brazo
izquierdo actualmente. Aunque el montículo BI1 ha sido aplanado y rebajado en casi toda
su extensión aún se conserva buen porcentaje de éste (Fig. 59), inclusive cerca de su
extremo suroeste dando frente a la plaza central exhibía un perfil en donde sólo se
que hemos denominado Perfil G. Inmediatamente al noreste del montículo BI1 se situaban
distinguían vestigios de un montículo en esta zona, bajo la casa hacienda colonial Muñoz
existió un montículo. Esta pequeña porción del brazo izquierdo situado debajo de lo que fue
estas instalaciones se encontraba el montículo BI3, que tuvo una planta ligeramente
semejaba una lengua de tierra. Midió 110 x 15 m. Su término marcaba el límite del brazo
La plaza central
La plaza central de Huaca La Florida fue una explanada de 14 ha. (140,000 m2)
(Williams, 1978-80:98) delimitada por el frontis principal del cuerpo central por el
suroeste, el brazo izquierdo por el noroeste y el brazo derecho por el sureste. En la foto
177
aérea de 1944 podemos distinguir que su área estuvo libre de construcciones modernas.
Frente al ala derecha existía un pequeño montículo de planta circular, que actualmente ha
desaparecido (Montículo PC1) (20 x 15 m.). Hacia la parte central pueden distinguirse
m.) situados alineados al eje del núcleo del cuerpo central, otro de planta circular de
dimensiones considerables está situado casi cerca del límite noreste de la plaza (Montículo
PC4, de 28 x 17 m.) y dos más circulares de área pequeña están situados hacia el este del
elementos la zona no exhibe otros vestigios. Actualmente este sector está totalmente
ocupado por las manzanas de la urbanización El Bosque y los cinco montículos han
desaparecido. Los tres primeros montículos fueron excavados por José Casafranca y Pablo
Carrera bajo las órdenes de Jorge C. Muelle entre 1962 y 1963, al parecer para esa época
hacia el sureste, estando el templo en U en el extremo noroeste del complejo. Por todo el
lado noreste el límite lo marcó la línea que dividió los campos cultivados de la planicie
ladera del cerro Las Ramas y una serie de huertas en las inmediaciones del Convento de
Los Descalzos. Por el suroeste podemos mencionar que el límite lo conformaba una amplia
vía que en la actualidad es la avenida Alcázar. Por el noroeste más allá de La Florida las
178
laderas del cerro Arrastre Bajo y las instalaciones del Cuartel del Ejército conformaban el
que tuvieron una estrecha relación con La Florida y que fueron del mismo período de
- Por el aspecto que ofrecen en las fotos aéreas del SAN de las décadas del 40 y
templo en U, sin estructuras visibles (las estructuras tempranas casi siempre son
montículos que no ofrecen muros o estructuras visibles, mientras que las tardías
eje está orientado hacia el Cerro Observatorio situado hacia el noreste, tal como
La Florida.
179
Montículo A: Situado a escasos 15 m. al oeste del ala izquierda del cuerpo central
rectangular que ofrece algunos pozos de huaqueo en su cima y que tiene hacia su lado
profundidad que la tierra que lo rodea (¿estanque de agua?). En la actualidad en el lugar del
Johnston. En 1975, Idilio Santillana excavó una pequeña trinchera a los pies de la ladera
sureste de este montículo y también una serie de unidades tanto hacia el suroeste, sureste y
Montículo A, y cuenta también con una planta rectangular. En la foto aérea se nota que
estuvo conformado por dos cuerpos: uno situado en el mismo eje del vestíbulo, atrio y
núcleo del cuerpo central, y otro, al parecer más bajo que el primero, situado hacia su lado
sureste. Por las fotos oblicuas del SAN que disponemos no tuvo mucha altura. En su lugar
algunos pozos de huaqueo en su cima. Algo curioso es que su eje mayor se encuentra casi
alineado con la Plataforma D del ala derecha, y es prácticamente perpendicular al eje mayor
del Montículo B.
del cuerpo central de La Florida. Midió aproximadamente unos 45 x 20 m. Tiene una planta
180
rectangular. Se encontraba inmediatamente al suroeste de la vía que en la actualidad es la
Avenida Alcázar.
excavaron en 1957 Muelle junto con Casafranca, donde actualmente se encuentra el Parque
ala derecha del cuerpo central de La Florida. Midió unos 32 x 20 m. Fue de planta
Montículo G: Junto con el Montículo L es uno de los más grandes del Complejo
Amancaes, después del cuerpo central de La Florida. Tuvo una planta irregular, alargada y
un ancho variable en todo su recorrido. Su eje mayor está orientado noroeste-sureste. Midió
de largo unos 340 m. y tuvo un ancho máximo de unos 90 m. Su extremo noroeste estuvo a
sólo 64 m. al sur del extremo del ala derecha del cuerpo central de La Florida. Este extremo
del montículo se situó en el área donde después se ubicaría el extremo norte del parque
Juan Ríos, área excavada por Muelle en 1957. En las fotos aéreas oblicuas puede
distinguirse que tuvo cierta altura. En uno de sus extremos pareciera tener un “apéndice” o
lengua de tierra que se extendió unos metros hacia el este. También pareciera que hubo dos
montículos pequeños circulares, tanto al norte como al sur de su extremo sureste. Viendo su
planta irregular da la impresión que el montículo originalmente tuvo una planta regular y
homogénea (¿quizás rectangular?) y que el paulatino avance de los cultivos hizo que
181
Montículo H: Delgada y alargada lengua de tierra sobreelevada que da la impresión
que parte del extremo sureste del ala derecha del cuerpo central de La Florida, siendo su
longitud unos 135 m. A la mitad de su recorrido este montículo tuerce su orientación hacia
Montículo I: Situado a unos 135 m. al este del extremo noreste del brazo derecho
de La Florida, muy cerca del inicio de una ladera del Cerro Observatorio y contiguo a la
curva que hacía el camino antes de llegar a la pampa de Amancaes. Tiene una planta semi
Montículo BD5 del brazo derecho de La Florida. Se situaba a escasos metros al sureste del
que en la actualidad es la avenida Flor de Amancaes, a 100 m. al este del montículo BD3
envergadura en el Complejo Amancaes después del cuerpo central de La Florida. Tuvo una
que tuvo un apéndice en su esquina oeste de unos 90 m. de largo por 15 m. de ancho y que
m. El extremo oeste del apéndice estuvo a unos 200 m. al sureste del montículo BD1 del
curva que hacía el antiguo camino que, partiendo de la Alameda de Los Descalzos, se
Avenida Flor de Amancaes y la calle Cajatambo. En una foto oblicua del SAN de 1942
182
(Fig. 62) puede notarse que la altura de este montículo fue semejante a los montículos que
que conducía a la pampa de Amancaes y que ahora es la calle Cajatambo. Otro detalle es
que se sitúa en el mismo eje del pequeño templo en U de Los Manzanos. También donde es
instalaciones de una casa hacienda y cerca de la ladera noroeste del cerro de Las Ramas. No
Ciudad y Campo.
Pequeño montículo de planta rectangular, ubicado a unos 85 m. al sureste del extremo sur
183
Montículo Q: Vino a ser el cuerpo central del templo en U de Los Manzanos. A
unos 128 m. al sureste del extremo sur del Montículo G. Midió unos 55 m. de largo por 35
m. de ancho. Tuvo una planta rectangular. No se observa evidencia de alas laterales, solo
fue una sola plataforma. Por las fotos oblicuas que disponemos podemos percibir que tuvo
m. al este de la esquina sur del Montículo Q. Tuvo una planta rectangular y sus medidas
camino que conducía de la Alameda de los Bobos a la pampa de Amancaes, hoy calle
derecha del camino que conducía a la pampa de Amancaes (hoy calle Sánchez). Tuvo una
Montículo T. Midió unos 15 x 10 m. Cerca de la esquina que hacían dos calles o vías que
Amancaes” y Sánchez.
184
Montículo V: Pequeño montículo de planta circular situado a 40 m. al sureste del
central con dos “lenguas de tierra” o proyecciones hacia el suroeste y el sureste. Se situó a
suroeste del cerro de Las Ramas. No se observan otros detalles. Se ubica en terrenos del
noreste (de 35 m. ) pareciera “unirse” con la proyección suroeste del anterior montículo,
mientras que su otra proyección o “lengua de tierra” (sureste) (de 70 m.) es casi paralela a
hayan conformado uno solo, formando una suerte de un montículo de planta en forma de U
pero con un eje hacia el sureste. Se situó también en los actuales terrenos del colegio María
Parado de Bellido.
Montículo W. Tuvo una planta alargada y midió unos 45 x 10 m. También a unos 135 m. al
norte se situó la ladera suroeste del cerro de Las Ramas. Se sitúa alineado con el eje mayor
185
Montículo Z: Montículo de planta alargada, situado a unos 65 m. al sur del extremo
paralelo al del Montículo Y. También se ubicó donde actualmente está el Club de Tiro.
de este complejo de estructuras evidencia que para las sociedades del Período Inicial toda
esta zona del Rímac fue considerablemente importante. Es posible que todas estas
importante del valle del Rímac. Una cuestión a tomar en cuenta por las siluetas y vestigios
que presentaban estos montículos en las fotos aéreas de 1944 es que pareciera que varios de
ellos fueron paulatinamente recortados por la progresiva ampliación de las áreas agrícolas
de estas haciendas desde la época colonial y en tiempos republicanos. Así, es posible que
no sólo hayan sido de mayor magnitud en área y tamaño, sino que posiblemente existieron
más de ellos, y también hay la posibilidad que haya existido otro templo en U pequeño
Chillón-Rímac, ya señalados.
hayan emplazado algunas plazas, aunque por el momento no nos aventuramos a señalar
alguna. Fuera de la plaza central del pequeño templo en U de Los Manzanos, pudieron
186
existir otros espacios abiertos, como al parecer entre el brazo derecho de La Florida y los
montículos L y G45.
Hay la posibilidad que el complejo se haya extendido hasta el área actual del
Convento de Los Descalzos e inclusive hasta las mismas faldas del cerro San Cristóbal,
pero para 1944 toda esta área ya era zona urbana desde tiempos coloniales. Al parecer más
complejo, aunque es posible que la ampliación de las chacras los hayan destruído. Algo que
vale la pena mencionar es la existencia de una huaca situada en terrenos contiguos al actual
colegio Ricardo Bentín del Rímac, a aproximadamente 1 Km. al sur de Huaca La Florida.
Esta huaca se llamó Estebita y subsistió hasta 1950, fecha en que fue demolida (Ravines,
cronológica. Por ello no nos aventuramos a considerarla como parte del Complejo
5c. Descripción de estructuras y otros vestigios situados en los cerros Arrastre Bajo,
con los vestigios arqueológicos existentes en las laderas y cimas de los cerros vecinos, que
en 1893 señaló una estructura de piedra en una de las cimas del cerro Arrastre Bajo.
45
Curiosamente el cuerpo central de La Florida y estos dos montículos fueron los tres más grandes de todo el
complejo Amancaes.
187
Cristóbal. Finalmente Chamorro (2003) menciona unos 3 sitios tempranos ubicados en la
documentó una estructura en una de sus cimas. En su texto no menciona el nombre del
cerro donde se encontraba esta estructura (solo menciona que se encontraba junto a la
pampa de Amancaes) pero da un dato que nos ha permitido señalar que se refería a esta
colina: “A pesar de que la ascensión a las alturas que separan el valle de Amancaes del
valle del Rímac es algo penoso...El valle es cerrado por un estribo, sobre el que, como un
1973:447 [1893]). Más adelante señala que situado en esta cima se distinguía: “Sólo por
un lado, el septentrional, la mirada está limitada por el San Jerónimo, que se encuentra a
nuestra espalda y cuya cumbre, como casi siempre, está envuelta, hasta muy abajo por
Amancaes” (la pampa de Amancaes) del resto del valle del Rímac. Y también a cualquier
espectador situado en la cima de este cerro le cierra su visión por el norte el cerro San
Jerónimo. La pregunta que sigue es ¿A cual de las cimas del Arrastre Bajo se refería
cima es la siguiente: “Toda la colina está densamente poblada de altas plantas de lirios, y
granito, como si éstos hubieran sido colocados allí intencionalmente para utilizarlos como
asiento. Es probable que su existencia, no sea casual, pues la configuración del espacio y
su situación hacen suponer que en tiempos remotos puede haber servido para fines
188
religiosos.” (Middendorf, 1973:447 [1893]). La cima más elevada del cerro Arrastre Bajo
tiene una altitud de 455 msnm. y tiene efectivamente forma de cono. Pensamos, sin
embargo, que no se refiere a ésta, debido a que nosotros hemos subido y no hemos
pensamos que se refería a una cima más baja situada sobre el punto en que la cresta que
desciende hacia el sureste de la cima más alta se bifurca en dos crestas más pequeñas que
descienden: una hacia el sureste (la cresta que al terminar se “une” precisamente con el
extremo noreste del brazo izquierdo del templo en U de La Florida) y otra hacia el sur,
cresta que termina a poca distancia del extremo noreste del Montículo BI1. Estas dos
crestas encierran una pequeña hoyada donde, por la foto aérea de 1944, podemos distinguir
lo que parece ser un extenso cementerio totalmente saqueado. No sabríamos decir a que
período correspondieron las tumbas situadas allí, pero pudo ser utilizado desde el Período
Inicial y seguir siendo usado hasta tiempos tardíos. Pensamos que en esta cima que es
Middendorf. Nosotros hemos ascendido a este lugar y hemos notado que algunas piedras
casas del asentamiento humano Ramón Castilla se encuentran a escasos metros abajo y la
zona se encuentra con basura. Además da la impresión de que los invasores desmontaron
las piedras más fáciles de traslado de ésta estructura para sus viviendas.
De todas formas ¿Cómo saber que esta estructura de piedra circular fue
del brazo izquierdo llega a “unirse” con el inicio de la ladera de la cresta que baja de esta
cima. Ascendiendo por esta cresta como vía de acceso natural se puede llegar a esta
estructura de piedra. Sería la única evidencia que probaría cierta relación entre ambos.
189
Otras estructuras más llamativas se encuentran en toda la cresta que asciende por el
suroeste a la cima del cerro San Jerónimo, y en la cima misma de este cerro. Para ascender
a la cima de esta montaña, la más alta de todos los cerros que rodean la pampa de
Amancaes, se llega a la parte más elevada de la pampa propiamente dicha situada entre las
laderas de los cerros Arrastre Bajo y San Jerónimo y luego se asciende hasta un “abra”, el
punto más bajo de la cresta que une ambos cerros. Luego desde este punto se asciende por
la cresta que sube hacia el noreste hacia la cima misma del San Jerónimo. A poca distancia,
ascendiendo desde el abra, uno llega a una serie de terraplenes o plataformas sostenidas por
muros de contención de piedra unida con argamasa de barro. En algunas zonas estas
topografía del cerro. A medida que uno asciende encuentra cada cierta distancia terraplenes
aislados o en grupo. A unos 100 metros de la cima (en altura) se inicia una escalinata con
peldaños de piedra canteada (en algunos casos bastante acabados) que evidencia que sus
constructores pusieron una especial dedicación en que las personas que asciendan a la cima
realicen este último tramo de una forma más cómoda que todo el tramo de ascenso inicial
(Fig. 66 y 68). En varios tramos de esta escalinata pueden distinguirse los muros de
escalinata se llega a la cima del San Jerónimo, a 755 msnm. Desde allí se tiene un
panorama de todo el valle bajo del Rímac (Fig. 72 y 74) y de buena parte del valle bajo del
Chillón. También se vislumbra parte del valle medio del Rímac y casi toda la amplitud de
la quebrada de Cantogrande (Fig. 73). No hay punto más elevado en toda esta cadena de
cerros que esta cima. En la zona de la cima que mira hacia el este se encuentra una pequeña
“planicie” semi inclinada hacia el norte donde se encuentran los vestigios de un poblado de
medianas dimensiones (Fig. 69). Se nota que las casas o estructuras fueron hechas de piedra
190
y tuvieron una planta ortogonal, notándose en algunas de ellas piedras grandes formando
las jambas de las puertas de acceso a las mismas. En varias de ellas pudimos notar pozos de
relativa profundidad revestidos de piedra y que pudieron ser tumbas o almacenes (Fig. 70).
En la ladera o cresta que baja de la cima del San Jerónimo hacia el cerro Segundo existen
cima del San Jerónimo constituyen las de mayor complejidad y envergadura. Hemos
denominado al sitio “Cerro San Jerónimo” y creemos que pudo tener relación con La
Florida. Es probable que la aldea haya sido ocupada desde el Período Inicial y que tuvo una
Pensamos que tanto las estructuras del cerro Arrastre Bajo como del San Jerónimo
tuvieron una relación con el templo en U de La Florida y con todo el Complejo Amancaes
porque para otros templos en U se han hallado estructuras en la cima de los cerros situados
frente a su eje o a alguno de sus brazos, como es el caso de Garagay con las estructuras en
la cima del cerro Mulería (Traslaviña, et. al., 2007:33-34) y de Chacra Socorro A con las
La Florida está orientada en su eje hacia una de las cimas del cerro Segundo, cerro
contiguo hacia el sur del San Jerónimo. Nosotros hemos ascendido a esta cima y no hemos
encontrado vestigio alguno de estructuras. Bajando por la ladera del cerro Segundo hacia el
sur se llega al abra del cerro Segundo con el cerro Observatorio. Por esta abra uno puede
comunicarse con la quebrada de Cantogrande y bajar a una pequeña hoyada donde se situó,
por las fotos aéreas de 1944, una estructura de piedra de planta cuadrangular que tuvo
191
Precerámica del Cuello de Amancaes” (Rosselló, 1978:532, 1997:73), “Centro ceremonial
2006:118). Creemos que aunque han asignado tentativamente esta estructura al período
Precerámico Tardío, es probable que haya tenido alguna relación con Huaca La Florida.
Hemos detectado por las fotos aéreas de 1944 unas líneas, rayas o trazos que
vendrían a ser geoglifos situados frente a La Florida en la pampa de Amancaes, algo que
fue previamente mencionado por Rosselló (1997:74). Lo que podemos distinguir hasta el
momento son dos líneas o rayas paralelas separadas por algo de 30 m. que se proyectan
desde las cercanías de la zona donde culminan los campos agrícolas y comienzan los
del cerro Segundo (Fig. 75). La raya o línea más norteña se encontraba a 128 m. al este de
la ladera del cerro Arrastre Bajo que se unía con el extremo del brazo izquierdo de La
Florida. Proyectando las dos líneas hacia el cuerpo central, se alinean perfectamente con el
eje del vestíbulo, del hipotético atrio y del núcleo del cuerpo central. Por esta evidencia
mencionarse, por otro lado, que no son los únicos geoglifos de la zona. Frente a Pampa de
Cueva, en la extensión del suelo de la quebrada que desciende del cerro San Jerónimo se
1997:xvii). Otros geoglifos también han sido fechados para el período Precerámico Tardío
y para el Período Inicial (Rosselló, 1997:xviii, 72). Finalmente Rosselló menciona que en la
cima del cerro San Cristóbal ubicó fragmentería cerámica del Período Inicial (1997:xii).
192
Por su parte Anderson Chamorro menciona a 3 sitios ubicados en la cima del cerro
Las Ramas que denomina Cerro Gramal, Cerro Santa Rosa y Cerro El Altillo. Llama la
atención que al primero lo asigna al período Inicial, mientras que a los otros 2 los asigna al
Horizonte Temprano. Cerro Gramal lo describe como “tiene 3 muros que circundan a una
cerámica se asocia al estilo Colinas de Ancón y que se asemeja a Cerro Lurigancho46. Cerro
Santa Rosa lo describe como “pequeñas terrazas de piedra de cerro, asociadas a material
del estilo Blanco sobre Rojo. Por último para Cerro El Altillo menciona “No se aprecia
Horizonte Temprano.
parte baja de la ladera sur de este cerro (próximo al abra que lo separa de Las Ramas) se
ubica un sitio que denomina Cerro Las Ramas (aunque se ubique en el cerro Observatorio)
y que describe como “un pequeño asentamiento compuesto por una serie de recintos y un
gran patio. Por la evidencia superficial de material orgánico, ceniza, moluscos y los
significativa.”. Aunque lo asigna al Horizonte Tardío (época Inca) es probable que haya
tenido una ocupación anterior, y que esta pueda haberse iniciado en el Formativo.
46
Otro sitio temprano situado en la cima de un cerro situado al otro lado de la quebrada de Cantogrande y que
coincidentemente se ubica frente a otro templo en U: Azcarrunz.
193
CAPITULO VI
CUERPO CENTRAL
Amancaes es el cuerpo central el que más datos ha proporcionado para tratar de elaborar
Compañía Chancadora en la década del cincuenta los que han permitido que se exhiban
todo en los flancos noroeste y suroeste del ala izquierda. Creemos que se habría continuado
afectando todo el contorno de la huaca de no ser por las denuncias de Tello y Mejía en 1946
1955 en todo el contorno suroeste del ala izquierda, desde el flanco noroeste de la
Plataforma C hasta el punto donde se inicia el flanco noroeste del ala izquierda. Los cortes
trinchera o corte que literalmente seccionó este extremo del ala izquierda, dejando hacia el
noroeste una pequeña porción de la misma o “mojón”. Este corte o trinchera debió ser
profundo, ya que Mejía comparó la estratigrafía del perfil expuesto aquí con el perfil
situado entre la Plataforma C y el inicio del ala, reconociendo las mismas capas en ambos.
Actualmente toda esta trinchera se encuentra cubierta de desmonte, al igual que parte del
194
En la actualidad sólo dos sectores de todo este flanco de la huaca están libres de
justo debajo de la esquina oeste de la Plataforma A y se extiende hasta el inicio del flanco
suroeste del ala izquierda. Toda esta zona exhibe un continuado corte o perfil que nosotros
hemos denominado “Perfil A” (Fig. 81). Aquí se ubica el “Corte B” de Mejía (Mejía,
de la época revelan que el perfil expuesto era el doble de alto que lo que se observa
actualmente (Fig. 78 y 79). El otro sector está situado en lo que vendría a ser la esquina
oeste del ala izquierda o zona donde el flanco o talud de la misma “tuerce” hacia el norte.
Lo hemos denominado “Perfil B”. Es una zona colindante por el sur con una antigua
estructura de cemento de la chancadora y que fue el inicio por el suroeste del corte o
trinchera que la chancadora efectuó en esta parte del ala izquierda (Fig. 82).
Existe otro perfil que nosotros hemos registrado en el cuerpo central. Este es el
el flanco suroeste de la Plataforma C, que mira en toda su longitud a la Calle 11, exhibe un
largo corte o perfil, efectuado al abrirse la Calle 11, pero que se encuentra parcialmente
hagamos mención al detalle de los datos que nos proporcionaron las dos personas que nos
47
Vendría a ser como el perfil que “conecta” los perfiles A y C del cuerpo central.
195
aclaración que al mencionar la descripción de capas de estos cortes o perfiles (en los casos
principales donde los cortes de extracción de la chancadora habían sido bastante profundos
(Fig. 77): en todo el contorno de la esquina oeste del núcleo, lugar que Mejía denomina
Corte B (Mejía, 1978:500) (Figs. 104 y 105) y de donde también recogió cerámica de un
estrato y, el otro situado en la esquina oeste del ala izquierda y en su flanco noroeste, lugar
que denominó Corte A (Mejía, 1978:499). En esa visita realizó el registro de un perfil en el
Corte B y en una cuarta visita junto con Muelle realizan el registro del Corte A, recogen
Corte B
talud abrupto de la Plataforma A. El corte se extiende hasta el punto de unión con el ala
izquierda y da la impresión como si hubiera continuado más hacia el norte. Este corte lo
registramos el 2005 como Perfil A y aquí también Patterson dibujó su perfil de 1985.
estratigráfico que se notaba en este corte. Este perfil creemos ubicarlo entre los muros A6 y
A5 del Perfil A que nosotros registramos el 2005 en el sitio (habiendo sido el Relleno A6
la Capa E del perfil de Mejía). Afirmamos esto gracias a las fotografías que se encuentran
en el MAA-UNMSM (Fig. 79) y a las fotos proporcionadas por Hermilio Rosas (en la cual
196
la Foto 3 muestra el lugar exacto donde Mejía recogió sus primeros fragmentos y donde
hizo el registro del perfil (Fig. 80)). De acuerdo con Mejía Xesspe, la estratigrafía en este
Capa A: Grava fina con arena limpia (1 m. de espesor desde el nivel del suelo en
1955)
tierra arenosa que aprisionan fragmentos de moluscos marinos azulados o choros (Mytilus
chorus, Molina) y algunos trozos de cerámica negra con decoración incisa perteneciente a
vasijas finas y utilitarias de estilo Chavín.” (Mejía, 1978:501). Se registró además que
también conformaban esta capa ceniza, carbón, conchas de choros o almejas y alfarería fina
y utilitaria, éstas de color chocolate (marrón), rojo ladrillo y negro, con decoración de
también piedras rodadas, grumos de tierra, adobes cuadrangulares (cúbicos y que al parecer
pudieron estar conformando una estructura o muro in situ) y también un adobe “elipsoide”
que tuvo huellas impresas de tejido burdo. Las medidas de los adobes cuadrangulares
197
fueron: 14 cm. de largo x 18 cm. de ancho x 14 cm. de alto, y del elipsoide fue: 19 cm. de
Para la Capa E (que vendría a ser toda la arquitectura de piedra unida con argamasa
(TMX-371, IRA-PUCP).
Al parecer fue de una muestra proveniente del estrato C del cual se realiza el primer
Corte A
Este corte se ubicó en la esquina oeste del ala izquierda y en su flanco noroeste.
a 8 m. de alto. Agrega también que las cinco capas de estratificación que lo conforman
aparecen bien marcadas en el lado más alto o sur de la zanja, y que en el lado opuesto (que
vendría a ser el lado norte ubicado en el pequeño mojón que quedó del ala izquierda hacia
esa zona) solamente aparecían tres de ellas. Por lo tanto el Corte A propiamente dicho
estuvo en el lado sur de esta zanja. El extremo suroeste de la trinchera esta aquí expuesto y
198
Para la Capa C Mejía anota las siguientes características: “acumulación de residuos
menudas y tierra suelta, que se extiende sobre la capa b), cuyo espesor es de 70 a 80 cm.
humana con muestras de alfarería ceremonial y utilitaria, entre ellas una pequeña vasija
globular con dos tubos o picos y una asa plana, ligeramente arqueada, de estilo Paracas o
decoraciones incisas de lineas rectas y curvas de estilo Chavin, y los bordes de vasijas de
color marrón y chocolate son reforzados intencionalmente, cuyos perfiles acusan formas
de “coma” y de bisel a uno y otro lado del labio.” (Mejía, 1978:500). A esto se agregan
piedras angulosas y pequeñas, fragmentos de cerámica roja con incisiones curvas y algas
(TMX-375, IRA-PUCP). Mejía Xesspe consideró que la botella de doble pico y asa puente
encontrado aquí puede asignarse a la época Cavernas de Paracas o a Blanco sobre Rojo, y
que esta capa también podría subdividirse en dos sub – capas: la primera de arcilla de color
botella de doble pico y asa puente) y la segunda de tierra suelta con grumos, restos de
Corte C
En 1977, Mejía Xesspe registró un perfil más, ubicado unos 50 m. al sur del Corte
Calle 11. Todo el flanco que la Plataforma C exhibe hacia la Calle 11 fue cortado
199
precisamente para poder realizar el trazado de la calle y podría decirse que desde el Corte B
Lamentablemente en la actualidad toda esta zona se encuentra casi sepultada por desmonte
y jardines. Registramos, en el extremo sureste de este flanco, una serie de muros y rellenos
Las capas mencionadas por Mejía en su publicación de 1978 son las siguientes:
Capa A: Grava
largo x 18 cm. de ancho x 14 cm. de alto y que tuvieron las aristas redondeadas (lo que
interpreta como evidencia que fueron hechos con las manos) y que no observó adobitos
capa E del Corte A). También menciona la presencia de moluscos, fragmentos de cerámica
negra y marrón (señalando que los fragmentos que observó son monócromos). Otra
apreciación importante es que señala la presencia de un “muro bajo” en la Capa C, que tuvo
un alto de 40 cm.48, que fue hecho de tierra grumosa, que tuvo la “cara exterior” enlucida
con barro del mismo material y también tuvo “cierta inclinación hacia adentro”. Sobre el
mismo muro menciona que “da la impresión de ser muy antiguo, tal vez fundamento de
48
Da a entender que la base del mismo estuvo a la altura del punto de unión de las capas B y C y que su
cabecera estuvo donde se unían las capas C y D, teniendo el alto de la capa.
200
algún edificio o de un parapeto, porque la cara superior se encuentra desgastada con el
borde exterior biselado.” (Mejía, 1978:502). Otro dato de la Capa C es que “Este muro
(refiriéndose al anterior) se halla cubierto por dos o tres delgadas capas de basura, ceniza
y conchas marinas,…” (Mejía, 1978:502). Por esto podemos suponer que este “muro bajo”
dividía el material de la Capa C en dos zonas: la zona donde se situaron estas 3 capas que
fue el “exterior” del muro (y hacia donde pensamos se encontraba la cara enlucida) y el
material situado al otro lado del muro, que pensamos pudo ser el relleno que éste contuvo.
perfiles los hemos denominado Corte C-1, C-2 y C-3. Revisando la estratigrafía de cada
uno de ellos pudimos constatar que ninguno de ellos se corresponde con el orden de las
capas anotado para el “Corte C” publicado en 1978. Este “Corte C” reúne características de
los cortes C-1 y C-3 y en verdad fue “construido” por Mejía juntando características de los
dos anteriores. Esto se comprueba también porque la ubicación del “Corte C” no coincide
Mejía ubica este corte en el “Lado oeste, calle 11” (TMX-522, IRA-PUCP). Por la
similitud en la estratigrafía con el perfil dibujado por nosotros el 2005 (las capas coinciden
La estratigrafía es la siguiente:
49
Vendría a ubicarse hipotéticamente a la mitad de la distancia de los cortes C-3 y C-2.
201
Capa B: Material orgánico (29 cm. de espesor) (se compuso de tres “subcapas”:
basura (1 a 2 cm. de espesor), tierra sucia (15 cm. de espesor) y la tercera también
Capa D: En esta capa Mejía junta dos capas o estratos claramente diferenciados: un
10 cm. de grosor. Sobre la Capa B las características que da de las capas son: para la
primera menciona que fue una capa de basura, carbón, ceniza, conchas de almejas y otros
desperdicios y, para la tercera, menciona que también es una capa de basura que tiene más
segunda. Algo importante es que para toda la Capa B no se encuentran restos de cerámica.
Para la Capa C menciona que la superficie que colinda con la Capa D es un piso. Para la
menciona que existen muros verticales y que en el relleno hay algunas piedras rodadas de
tamaño mediano.
Este perfil se ubicó a unos 10 cm (¿?)50 al norte del Corte C-1 (TMX-522, IRA-
PUCP). Es el único perfil de Huaca La Florida cuyas capas más bajas se encuentran por
La estratigrafía es la siguiente:
50
Nosotros pensamos que fue un error de Mejía y que en verdad se refería a metros.
202
Capa A: Cascajo fino mezclado con grumos de arcilla
Sobre la Capa B, menciona que las piedras o lajas están dispuestas horizontalmente
sobre la capa de cascajo más grueso y que el piso de barro es de arcilla compacta. Sobre la
Capa C menciona que es una capa de ceniza o basura del mismo color que la “capa
anterior”51. En esta capa no encontró cerámica y, también al parecer, esta capa se encuentra
Este corte se encontraba 50 m. al norte del corte C-2, y a 8 m. al sureste del Corte B
Capa B: Piso
Capa D: Piso
Para Mejía, la Capa A fue como una base de piedras rodadas menudas y sería el
fino de cántaro de superficie externa negra y de interior rojo ladrillo y un borde de un plato
51
No sabemos si se refiere al piso de barro o a la capa de ceniza presente en el perfil C-1.
203
o taza ligeramente biselado. Teniendo como cimiento la Capa C se yergue “un muro de
tierra grumosa con la cara exterior enlucida y orientada en sentido norte sur. Este muro es
bajo q’ tiene 40 cm. de altura cuya cara superior termina en chaflán, esto quiere decir q’
es un muro bajo especie de banco.” Menciona que sobre este muro estaría el piso de barro
(Capa D) y una capa de basura con conchas y cerámica (Capa E). Nosotros consideramos
que tanto este piso como el muro se construyeron sobre la Capa C de basura y están
PUCP) (Fig. 77) donde menciona hacia el sureste de su plataforma F (lo denominamos
Plataforma E) que existe una: “Plataforma más baja que F, que se prolonga hacia el
oriente en cuyo piso inferior se ven restos de muros de adobitos con paredes enlucidas.”
En la publicación de este croquis (1978:517) aparece un “islote rocoso” al sur del ala
(Patterson, 1985:67), regresando al sitio varias veces hasta 1970 (Patterson, comunicación
personal).
limitó a realizar el registro de un perfil expuesto y describir el sitio y una pequeña colección
de cerámica por él recuperada del perfil en cuestión. Asimismo, extrajo una muestra para
204
El perfil registrado por Patterson ilustra muros y rellenos que involucran tanto al
cuerpo central como al ala norte (el ala izquierda). Creemos que el único lugar donde se
pudo ubicar este perfil es en el punto de unión de las laderas suroeste del núcleo y del ala
proporciona con nuestros registros. Es probable que el perfil de Patterson haya estado
inmediatamente al norte del límite de nuestro Perfil A, una zona actualmente cubierta de
arcilloso) que son uniformes en toda su ilustración y que sirven de base a los muros y
rellenos que se encuentran encima. Asimismo ilustra tres muros de contención que sería
sucesivas adiciones a la “pirámide central” (suponemos que es el núcleo) y con las cuales
fue construyéndose el ala izquierda. Los tres muros están inclinados hacia la derecha. Entre
el muro central y el situado hacia la derecha se grafica un relleno pero entre el muro central
elementos arquitectónicos (estando las capas en un orden de abajo a arriba) (Fig. 87):
-Capa A: Capa de cantos rodados y grava, que por lo que se ve es uniforme en todo
205
intentos de nivelar la antigua superficie antes de colocar el pavimento.” (Patterson,
1998:4).
central (Muro 0) situado hacia su derecha. Patterson asigna a este relleno la letra B,
pero lo sitúa equivocadamente en su dibujo (lo sitúa en el relleno situado entre los
muros A y C).
letra B, confundiéndolo con el relleno que contuvo el muro A (el Relleno 1).
-Muro C: Muro que contuvo al Relleno 2. Patterson menciona que estuvo 8 m. hacia
Patterson grafica entre ambos muros 4 estratos de basura (B1, B2, B3 y B4)
-Capa de Basura 1 (B1): Patterson le asigna la letra E. Señala que esta capa de
206
-Piso 2 (P2): Fue el piso que selló la capa de basura B1. Tuvo un espesor de 10 cm.
Sobre este piso Patterson menciona que se construyó una vivienda de quincha, y que
el piso de esta vivienda se renovó en cuatro ocasiones (el croquis solo muestra 3).
De esta zona Patterson extrajo 458 fragmentos de cerámica de los estratos de basura
-Capa de basura 5 (B5): Capa de basura que se acumuló sobre el primer piso de
-Piso 6 (P6): Se hizo sobre la capa de basura B5 y se extendió del Muro D hacia el
-Capa de basura 6 (B6): Es la situada encima del piso 6, que limita a la derecha con
-Piso 7 (P7): Piso que cubre la capa de basura B6. Se extendió desde el Muro D
dibujo y se sitúa sobre el Piso 7. Algo curioso es que aunque está inclinado igual
que los dos anteriores la estratigrafía dibujada en el croquis revela que antes que se
rellenara con el relleno R3 entre este muro y el muro C la zona siguió siendo
207
-Capa de basura 7 (B7): Situada encima del Piso 7 y entre los Muros F y D.
-Piso 8 (P8): Situado entre los muros F y D, sellando la capa de basura B7. Un
“rotura” en este, producida desde la capa de basura situada encima (B8). Y dentro
del hoyo que al parecer sirvió para hacer la rotura se distinguen algunas piedras.
-Capa de basura 8 (B8): Situada sobre el Piso 8, la cabecera del muro D y el último
piso de la vivienda de quincha (P5). Patterson señala que esta capa tuvo 50 cm. de
-Relleno 3 (R3): Relleno que cubrió toda la zona entre los muros F y C, estando
conformado de ripio.
Patterson señala que las capas de basura situadas en la zona donde se situó la
vivienda de quincha fue la zona donde existió mayor concentración de artefactos. Entre
ellos señala cantos pequeños, lascas de cantos, fragmentos gruesos y lascas de piedras
(huesos de pescado, cuyes, moluscos como Aulacomya ater, Crepidula onyx, Balanus
extraídos de esta zona suman 556. 98 son provenientes de la basura situada encima del
último piso de la vivienda de quincha (Capa B8) y el resto de las diferentes capas de basura
inferiores. En base a esta colección, Patterson definió 4 tipos para la cerámica de La Florida
(olla sin cuello, tazón, plato y botella de un solo pico). Añade que encima del “pavimento
objetos como “una piedra de moler con manchas de pigmento de color rojo; un fragmento
208
blanco pos cocción en las incisiones; un pequeño plato oval hecho de hueso poroso de
Finalmente Patterson menciona 3 fechados provenientes del sitio que son el N-87
(3660+-170 BP), el GX-0456 (3645+-120 BP) y el GX-1210 (3680+-85 BP). De los 3, sólo
le da una ubicación concreta en su pefil al GX-0456 que lo ubica en la capa de basura que
yace encima del último piso de la vivienda de quincha (la capa de basura B8).
El año 2005, realizamos el registro de los muros, rellenos y estratos que podrían ser
localización de los mismos por medio de triangulación en el plano del cuerpo central. Este
El Perfil A (Fig. 81) se extiende desde el punto de unión del núcleo con el ala
izquierda, pasando por la esquina oeste del núcleo hasta el extremo noroeste de la
Plataforma C. Es un corte de unos 45 m. de largo que fue hecho por la chancadora entre
1947 y 1948 cuando ésta explotó la huaca para la extracción de material, paralizándose
éstos trabajos un año antes de la visita de Mejía, Casafranca y Roselló (TMX-375, IRA-
PUCP). Tiene en planta una silueta semielíptica y da frente a la esquina de las calles 9 y 11.
Mejía lo denomina Corte B (1978:500) y fue también descrito en parte por Patterson
(1985:62). Exhibe a lo largo de su superficie una serie de muros y rellenos de los que está
209
compuesto el núcleo y la Plataforma C. Estos muros y rellenos, nombrados de sur a norte
Muros:
constructiva consistió en colocar una capa de barro (de aproximadamente 10 cm. de grosor)
cara da hacia la calle 11. Junto con el muro A2 forman una esquina (Fig. 90).
al igual que el muro A1, de una sucesión de capas de barro y piedras angulosas grandes con
uniforme. Nos da la impresión que este muro junto con el A1 no llegaron a estar expuestos
sino que fueron inmediatamente cubiertos por los rellenos que los taparon (los rellenos A1
Pensamos esto debido a que no hay rastros de enlucido en ninguna de sus caras y a que la
angulosas de regular tamaño, semi canteadas, estando las piedras unidas con argamasa de
-Muro A4: Mide 0.94 m. de largo y 84 cm. de grosor. Se compone igual que los
anteriores de piedras angulosas unidas con argamasa de barro. Su cara da hacia la Calle 11
(siendo paralelo al muro A3), siendo difícil distinguirlo por el relleno que lo cubre.
210
-Muro A5: Mide 0.94 m. de largo y 1 m. de grosor. Al igual que los otros está
conformado de piedras grandes, al parecer semi canteadas en capas sucesivas con argamasa
de barro. Es un muro que sostiene el relleno A5 dando su cara al noroeste (siendo paralelo
canteadas unidas con argamasa de barro que se superponen a capas de barro. Las caras
planas de las piedras dan hacia la cara del muro (posiblemente tuvo enlucido). Es un muro
cuya cara mirando al nor oeste es bastante definida y uniforme, siendo paralelo al muro A5.
apiñadas, no se nota argamasa de barro entre las piedras, cuyas caras expuestas no son
planas. Su cara da hacia la Calle 11, siendo paralelo a los muros A4 y A3. Al parecer llegó
angulosas de mediano y gran tamaño unidas con argamasa de barro. En la parte que colinda
con su extremo norte, debajo de una alineación de piedras, se distingue una especie de piso
de barro y debajo de este una acumulación de piedras mezcladas con barro sin ningún
orden. Corre paralelo al muro A7 y en su extremo norte al parecer se une a otro hipotético
-Muro A9: Mide 3.44 m.de largo y 60 cm. de grosor. Se conforma de piedras
no presentando las piedras caras planas hacia la cara del muro. Casi en la base se ve que el
muro se asienta sobre una capa de barro (¿Un piso?) de grosor considerable (30 cm.). Su
cara da hacia la Calle 11 (siendo paralelo a los muros A8 y A7). Forma una esquina con el
muro A10. Al parecer no fue un muro que estuvo expuesto sino que sólo tuvo como
211
función junto con el muro A10 de contener al relleno A10, siendo parte de un proceso de
-Muro A11: Mide 2.56 m. de largo y 54 cm. de grosor. Es un muro bien definido, de
piedras angulosas de pequeño, mediano y gran tamaño, dando las caras planas de las
piedras hacia la cara del muro, estando unidas con argamasa de barro. Sostiene al relleno
angulosas de mediano y gran tamaño unidas con argamasa de barro, siendo la cara del muro
Rellenos:
-Relleno A1: Este relleno está conformado de la siguiente manera: primero una capa
de barro y después una de piedras angulosas, luego otra de barro y así sucesivamente. El
adosa sobre la cara del muro A1. La superficie expuesta de este relleno se extiende hacia el
sur colindando con los jardines hasta unos 43 metros (Fig. 90).
poniendo primero una capa de barro grumoso al parecer sin elementos interiores y encima
del barro una capa de piedras, siendo algunas pequeñas, otras medianas y otras grandes, y
212
así sucesivamente. El grosor promedio de la capa de barro es 10 cm. y el de la capa de
gran tamaño, entremezcladas con capas de barro, una capa sobre otra, habiendo algunas
capas de piedras más pequeñas. Este relleno está contenido por el muro A3.
pequeño, mediano y gran tamaño, al parecer no canteadas. Es el relleno que contienen los
muros A4 y A5.
apiñamiento de piedras sin argamasa de barro que se adosó a la superficie del muro A5 y
que el muro A6 contuvo, luego fue cubierto por un segundo momento de relleno hacia el
suroeste, es decir hacia la Calle 11, que fue una deposición de capas sucesivas de barro y
piedras de pequeño, mediano y gran tamaño (similar a los rellenos situados hacia el sur).
mediano y gran tamaño junto con cantos rodados, unidos con barro. Este relleno no guarda
apresurada. Es el relleno que se adosa o tapa al muro A6 y, al parecer, tapa también al muro
213
-Relleno A10: Se conforma al parecer de piedras angulosas de todo tamaño
mezcladas con barro, cantos rodados, etc. Es el relleno que los muros A9 y A10 contienen.
Hay una buena porción de este relleno que sobresale por encima del muro A9. Da la
impresión que cubriera al relleno A9, al muro A8 y al relleno A8, y que llegó a unirse con
el relleno A7.
-Relleno A11: Está conformado de piedras angulosas, cantos rodados, etc. Tiene
poco grosor. Es el que cubrió al muro A10 y que sostuvo el muro A11.
con barro. Es el relleno que cubrió al muro A11 y que posiblemente se extendió hacia el
norte.
relleno que el muro A12 sostiene. Puede distinguirse parte de él sobresaliendo sobre la
El Perfil B se ubica en la esquina oeste del ala izquierda (Fig. 82). Fue producido al
realizarse la explotación industrial por la chancadora, que no solo extrajo material de esta
esquina del ala sino que realizó una trinchera que prácticamente seccionó el extremo
noroeste del ala misma el año de 1954 (TMX-375, IRA-PUCP). Se inicia junto a una vieja
estructura de concreto que sirvió para fines de la chancadora y se dirige hacia el norte hasta
silueta del perfil en planta es casi recta. Los muros y rellenos que aparecen expuestos de sur
214
Muros:
de pequeño, mediano y gran tamaño unidas con argamasa de barro. Las piedras han sido
semi trabajadas y exponen su cara plana hacia el sur-oeste, es decir, hacia la cara del muro.
angulosas de gran tamaño, unidas con argamasa de barro, que exponen su cara plana a la
cara del muro. Al parecer tiene una pequeña porción de enlucido. Es un muro paralelo al
muro B1.
gran tamaño semi canteadas, dispuestas con argamasa de barro, que exponen sus caras
planas hacia el norte, hacia la cara del muro. Al parecer hay rastros de enlucido en la pared.
Corre perpendicular a los muros B1 y B2. Junto con el muro B2 sostienen el relleno B2.
-Muro B4: Mide 3.80 m. de largo y 45 cm. de ancho. Está conformado de piedras
angulosas de mediano y gran tamaño unidas con argamasa de barro. Las piedras son semi
canteadas y ofrecen una superficie plana hacia la cara del muro, hay huellas de enlucido
sobre la superficie del muro. Corre paralelo al muro B3 y sostiene al relleno B3 (Fig. 93).
-Muro B5: Mide 1.45 m. de largo y 45 cm. de ancho. Se compone de tres piedras de
gran tamaño al parecer semi trabajadas, una de ellas incluso parece labrada. Se sitúa unos
pequeño y mediano tamaño unidas con argamasa de barro, semi canteadas y que exponen
sus caras planas en la cara del muro. Hay rastros o evidencias de enlucido cubriendo partes
del muro. Lo curioso es que en algunas partes del muro las piedras no exhiben caras planas
215
sino caras bastante irregulares, inclusive en algunas partes en vez de piedras angulosas hay
angulosas unidas con argamasa de barro. Las piedras son de mediano y gran tamaño. La
superficie no es uniforme, no exhibiendo caras planas en la cara del muro. Muchas veces
las superficies que exhiben hacia la cara son puntiagudas. Hay también cantos rodados de
mediano y gran tamaño. No hay huellas de que haya sido cubierto por enlucido. Es un muro
de piedras situado inmediatamente encima del muro B6. Al parecer formaron ambos un
solo muro, pero el B7 esta un poco más situado hacia el interior de la pirámide que el B6,
angulosas de pequeño y mediano tamaño unidas con argamasa de barro, exhibiendo una
cara plana hacia el sur oeste, que es la cara del muro. Es perpendicular a los muros B6 y B7
y se sitúa sobre B6 casi a la misma altura que B7. Es paralelo a los muros B1 y B2.
-Muro B9: Mide 1.47 m. de largo y 43 cm. de ancho. Solo se distinguen algunas
piedras angulosas que tienen al parecer caras planas hacia el sur-oeste. Es paralelo a los
muros B1 y B2. Esta ubicado junto a la base del muro B10 y parece que fue un muro de
angulosas de mediano y gran tamaño, semi canteadas y exhibiendo sus caras planas en la
cara del muro. Están unidas con argamasa de barro y tienen al parecer rastros de enlucido,
Tanto este muro como el muro B9 son paralelos a los muros B8, B2 y B1. Se sitúa a un
216
Rellenos:
-Relleno B1: Es el relleno que contiene el muro B1. No se puede distinguir mucho
-Relleno B2: Son piedras angulosas dispuestas sin ningún orden de pequeño,
mediano y gran tamaño, unidas con argamasa de barro, no distinguiéndose otros detalles.
Es el relleno que sostienen los muros B2 y B3. La parte que está más expuesta está
-Relleno B3: Es el relleno que cubre el muro B3 y el cual es sostenido por el muro
B4. La mayor parte del relleno B3 está cubierto por desmonte, no distinguiéndose mayores
detalles. Sólo en una porción hay evidencias de lo que parece ser un piso (ó torta de barro)
-Relleno B4: Una parte de él está cubierta por desmonte pero la parte visible se
tamaño mezclados con barro como argamasa. El relleno ha sido puesto sin ningún orden
-Relleno B5: Por lo que puede distinguirse es una acumulación sin orden de piedras
angulosas de pequeño, mediano y gran tamaño unidas con barro, no habiendo otros detalles.
-Relleno B6: Por lo que se distingue se ve una masa puesta sin ningún orden de
piedras angulosas de pequeño y mediano tamaño mezcladas con barro. En algunas zonas se
-Relleno B7: Se compone de capas más o menos dispuestas en orden de barro con
piedras angulosas de pequeño tamaño, cantos rodados y algunas piedras angulosas grandes.
217
Es un relleno dispuesto encima del muro B7 y del relleno B6. Al parecer cubrió este relleno
-Relleno B8: Por lo que puede distinguirse es un conglomerado sin orden de piedras
El Perfil C (Fig. 83) se encuentra en la esquina sur del núcleo, dando cara a la Calle
estratigráfico (Fig. 99). Parte de este perfil ya había sido registrado por Mejía en 1977
(TMX-522, IRA-PUCP) (Corte C-1) y habría sido producido entre 1956 y 1977 (no existía
en los años de sus primeras visitas) (Mejía, 1978:502). Los muros y rellenos de este perfil
Muros:
-Muro C1: Mide 2.09 m. de largo y 33 cm. de ancho. Está compuesto de una serie
de piedras angulosas al parecer sin cantear o semicanteadas cuyas caras más planas se
sitúan en la cara que da hacia el oeste, que es la cara del muro. Estas piedras están unidas
por una argamasa de barro de un color beige. En algunas zonas se descubren al parecer
pareciera que exhibiera una curvatura muy sutil en su extremo más sureño. Es el situado
más al este en el perfil. Por las proyecciones que hemos visto y notando rastros de éste
hasta abajo en el talud parece que el relleno C2 se adosó a éste muro, siendo este muro más
antiguo que el relleno C2. Por ende el relleno que soportó este muro, el relleno C1, es más
218
-Muro C2: Mide 1.30 m. de largo y 35 cm. de ancho. Se compone de una serie de
piedras angulosas de mediano y gran tamaño unidas con mortero de barro. La cara de este
muro daba hacia el este y por lo que se puede notar ésta también estuvo enlucida. El muro
se asienta sobre la capa de barro B del perfil estratigráfico, capa que sella al relleno C2, y
tiene una inclinación hacia el oeste. Junto con el muro C1 formaron una especie de
ambiente o callejón pero al parecer ambos no son totalmente paralelos. El muro arranca de
la capa de barro B del perfil y adosados a su superficie este están las capas C, D y E del
-Muro C3: Mide 25 cm. de largo y 22 cm. de ancho. El detalle es que está definido
por una sola piedra que exhibe una cara plana hacia el sur. De todas formas queda la duda
de que sea un muro. Al parecer fue de la misma composición del C1. Se adosa de forma
Rellenos:
mezclados con mortero de barro de una coloración similar al mortero de barro del relleno
detalles. Este relleno es el que contiene el muro C1, es decir se sitúa hacia el este de dicho
disposición del relleno es similar a la de los perfiles A y B. Este relleno C2 es la capa A del
perfil estratigráfico presente en el Perfil C. Al parecer éste relleno se adosa al muro C1, que
es el más antiguo.
219
-Relleno C3: Este relleno fue dispuesto como una serie de capas alternadas, una de
la capa B del perfil estratigráfico. Es el relleno que contuvo el muro C3, dispuesto hacia el
oeste de dicho muro y que descansa en la capa de barro (Capa B del perfil estratigráfico)
barro mezclados con un mortero de barro de un color similar al mortero del relleno C2. Es
-Relleno C5: Es posiblemente el relleno que contuvo el muro C3, relleno que se
adosó también al muro C1 como el muro C3. Este relleno se situaba hacia el norte de este
pequeño muro.
Este perfil se ubica en la base del Perfil C. Podemos decir que parte desde el Muro
C1 por el noreste hasta el Muro C2 por el suroeste. Algo importante es que su Capa A es el
piedras angulosas de pequeño, mediano y gran tamaño mezcladas con un mortero de barro
o tierra plomiza. En verdad esta capa es un relleno que se preparó de una forma uniforme y
que al parecer es casi constante en todo el perfil C. Todas las piedras que componen el
relleno parecen ser del mismo tipo y parecen provenir de la misma cantera (al parecer es
piedra granítica). Ofrece la misma técnica de elaboración de los rellenos de los perfiles A y
en cuyo interior no hay al parecer otros componentes. Su superficie superior es casi plana y
220
fue realizada para sellar el relleno que fue la capa A. La tierra es de un color marrón más
claro que la anterior (beige). Sobre ésta se asentó la capa C de basura orgánica y el muro
C2, cuya cara daba hacia un ambiente donde ahora están las capas C, D y E del perfil.
etc. El color oscuro podría deberse a descomposición del material orgánico o por
esta capa, de algunos cantos rodados y de algunos grumos de barro (¿núcleos de adobitos?).
interior hay algunos cantos rodados de pequeño tamaño. Al parecer se realizó como sello de
la capa C y para preparar un nuevo piso o superficie. Esta capa o piso estuvo adosada al
compone de una masa de barro en cuyo interior colocaron algunas piedras angulosas,
pequeños cantos rodados y sobre todo algunos grumos de barro, al parecer núcleos de
Corte B
(Capa A), una capa de preparación de la superficie para construcciones (Capa B), la
carbón, cerámica, moluscos, etc. (desechos que evidencian actividades domésticas como la
221
preparación de alimentos, zonas de quema, consumo de alimentos (moluscos), cerámica
desechada, etc.). Una capa de preparación de las estructuras de piedra (que contuvo
ocupación de la zona que fue la erección de los muros de contención de piedra unidos con
argamasa de barro y sus rellenos (Capa E). Es significativo que se hayan encontrado
muro y en ambas como material de relleno, lo que sería un respaldo más a la afirmación de
Corte A
En este Corte, antes del primer momento que estaría representado por la Capa C
hubo un aparente episodio de avenida de agua (representado por la capa B). Por los restos
que presenta la Capa C guarda una analogía directa con los restos y las conclusiones que
tenemos para la Capa C del Corte B. Luego vendría la Capa D, la cual es una capa de
los muros de contención de piedra unida con argamasa de barro y sus rellenos (en los cuales
Capa E del Corte B, que estos adobitos son anteriores a esta arquitectura).
Corte C-1
conformado de 5 fases: la elaboración del relleno y la elaboración del piso (Capa A),
seguidos de la primera capa de basura, la capa de tierra sucia y la tercera capa de basura
elaboración del relleno y la elaboración del piso. El tercer momento de ocupación (Capa D)
222
estuvo conformado de 2 fases: la elaboración de un relleno y luego la construcción de los
Nos llama la atención que no exista encima del piso de la Capa C una capa de
de piedra. Pensamos que esta superficie la mantuvieron siempre limpia debido a que, o fue
Corte C-2
separarse en dos fases: preparación del relleno de cascajo y de lajas para el piso de barro
(Capas A y B) y luego ocupación del lugar (Capa C). El segundo momento de ocupación
relación al nivel de la Calle 11 podemos decir que las capas D del Corte C-2 y A del Corte
C-1 son una misma capa (además de encontrarse a poca distancia uno del otro). Es
significativo que debajo de esta capa exista un nivel más de ocupación humana, que
preparó también un relleno constructivo para preparar un piso, sobre el cual se encuentra
Corte C-3
Los momentos de ocupación que hemos detectado son 3. El primer momento (Capas
B y C) tuvo dos fases: la preparación del piso (Capa B) y la ocupación del lugar (Capa C).
El segundo momento de ocupación fueron las capas D y E, junto con el muro de barro,
dividido en 3 fases: una primera de construcción del muro, la segunda de construcción del
223
piso (Capa D) y una tercera de ocupación del lugar (Capa E). El tercer momento de
ocupación fue la construcción de las estructuras de piedra unida con argamasa de barro.
En base a las capas, muros y rellenos graficados por Patterson en su perfil, hemos
arcilloso o Piso1) que fue la base de las estructuras superiores. A este segundo
erección del muro que denomina “muro frontal de la pirámide central” (Muro 0),
que no grafica en su dibujo y que vendría a estar situado a la derecha del Muro A.
contención al que le asigna la letra C y el relleno que contuvo (R2), que Patterson
asigna en el dibujo la letra B y que confunde con el relleno que contuvo el muro A.
224
-5to Momento de Ocupación: En este momento de ocupación se construyó el muro
acumuló sobre el primer piso de arcilla (P1) a la izquierda en el dibujo del Muro D.
-7mo Momento de Ocupación: Está representado por el piso 6 (P6) que se hizo
sobre la capa de basura 5 (B5) y se extendió del Muro D hacia el lado izquierdo del
dibujo (vendría a ser hacia el norte). La segunda fase vendría a ser la capa de basura
-8vo Momento de Ocupación: Está representada por la construcción del piso 7 (P7),
que cubre la capa de basura B6, extendiéndose este piso desde el Muro D hacia la
contención (que Patterson denomina F). Finalmente el piso 7 se cubre con la capa de
basura 7 (B7).
-9no Momento de Ocupación: Conformado por la construcción del piso 8 (P8) entre
los muros F y D, que sella la capa de basura B7 y luego por la deposición de la capa
de basura 8 (B8) sobre este piso, la cabecera del muro D y el piso P5.
Perfil A
225
-Secuencia Constructiva 1 (SC1): Se compone de dos momentos constructivos: un
primer momento fue cuando se construyeron los muros A5 y A4 que al parecer formaron
una esquina. Estos dos muros sostuvieron al relleno A5. Todo esto fue el Momento
Constructivo 1 (MC1). Lo siguiente que se hizo fue construir los muros A6 y A3 y rellenar
el espacio conformado con los rellenos A4 y A6 que al parecer serían uno solo. La
diferencia entre los dos rellenos que conforman el relleno A6 podría significar dos
momentos distintos en que se colocó el relleno. Todas estas añadiduras serían el Momento
-Secuencia Constructiva 2 (SC2): Está situada al extremo sur del perfil. En un inicio
se construyeron los muros A1 y A2 que forman esquina, que sostuvieron el relleno A2.
Hasta aquí fue el Momento Constructivo 1 (MC1). Luego se añadieron los rellenos A1 y
A3 que taparon esta esquina, siendo estos rellenos al parecer uno solo. El relleno A3 se
adosó al muro A3. Éstas añadiduras serían el Momento Constructivo 2 (MC2), que
el suroeste).
Primero se rellenó la superficie con piedras para luego colocar encima un piso o relleno de
arcilla. Al parecer tanto el relleno como el piso se adosaron al muro A6. Esto fue el
una esquina que sostuvo al relleno A10. Estas añadiduras conformaron el Momento
Constructivo 2 (MC2). Luego volvió a reforzarse esto con los muros A11 y A8 que
226
conformaron al parecer una esquina a escasa distancia de la otra esquina con un relleno
respectivo, los A9 y A11 que al parecer conformaron uno solo. Ésta nueva añadidura fue el
de forma perpendicular al muro A11 con su relleno respectivo. Ésta añadidura constituye el
Momento Constructivo 5 (MC5). Luego se cubre esta etapa con un relleno, que constituye
el Momento Constructivo 6 (MC6) que pudo ser el relleno que el muro A7 contuvo aunque
no es seguro (posiblemente fue parte del MC4). Luego el MC4 se tapó con un relleno que al
parecer cubrió todas las estructuras de los anteriores momentos constructivos. Esto fue el
Momento Constructivo 7 (MC7), todo este relleno estuvo contenido por un muro de piedra
ahora destruido.
Pensamos esto por encontrarse a mayor profundidad en el corte o Perfil A hecho por la
posteriores pero no sabemos cual fue la primera (o hay la posibilidad que se hayan hecho de
forma simultánea).
Perfil B
conteniendo al relleno B2. Todo esto fue el Momento Constructivo 1 (MC1). Luego se
reforzó esta esquina al construirse los muros B1 y B4-B5 conteniendo los rellenos B1 y B3
que serían en la práctica uno solo. Lo añadido es el Momento Constructivo 2 (MC2). Luego
se erigió el muro B6 que contuvo al relleno B4. Al parecer casi al mismo tiempo que se
227
hizo el muro B6 se construyeron los muros B7 y B8. Junto con el relleno B5 lo añadido es
B7 con el relleno B6 hasta la altura de la cabecera del muro B7. Esto fue el Momento
Constructivo 4 (MC4). En lo que concierne a los muros B9 y B10 y el relleno que éste
que no es claro si fueron posteriores o anteriores (o simultáneos) al MC4 (esto sólo podrá
saberse excavando esta zona). Lo único que parece claro es que el momento constructivo
que estos muros y su relleno representan es anterior a la deposición del relleno B7, que
del B8) y encima de esta plataforma fue construido el B10, que contuvo al relleno B8. Estos
relleno B7 que tapa los anteriores muros y se adosa a la cara del muro B10. Esta añadidura
final sería el Momento Constructivo 6 (MC6). Este relleno fue contenido por muros ya
que quizás los Momentos Constructivos MC5 y MC6 fueron parte de las construcciones de
la Plataforma F2.
Perfil C
relleno que soportó (relleno C1). Éste fue el Momento Constructivo 1 (MC1). Luego
construyeron el relleno C2 y lo sellan con el piso de barro (Capa B del perfil estratigráfico).
Estas añadiduras fueron el Momento Constructivo 2 (MC2). Luego erigen el muro C2 junto
228
con el relleno que soportó (relleno C3), esto fue el Momento Constructivo 3 (MC3). Luego
se ocupa el espacio o ambiente entre los muros C1 y C2, cuya evidencia sería la basura
orgánica, luego esta etapa de ocupación se sella con un piso de barro y se rellena el espacio
con el relleno C4, hasta aquí sería el Momento Constructivo 4 (MC4). Posteriormente se
adosa el muro C3 al muro C1 y se crea un ambiente hacia el sur, junto con el muro C3 se
crea el relleno que contuvo (relleno C5). Estas añadiduras finales serían el Momento
Constructivo 5 (MC5).
Consideramos que el estrato natural o estéril fue observado y registrado sólo por
Mejía, ejemplificado por la capa A de sus cortes A, B y C-3, teniendo todos ellos un común
denominador: grava. Posterior a este estrato encontramos lo que pensamos fue el vestigio
de un evento de avenida de agua, evidenciado por la capa B del corte A de Mejía, al que
también podría estar relacionado la capa B del Corte B (aunque no sea arena sino arcilla).
los cortes A y B de Mejía, por las capas A, B y C del Corte C-2 de Mejía (pensamos que
debajo de la capa A vendría a estar el estrato de grava que es el estéril) y por las capas B, C,
D y E del Corte C-3 también de Mejía. En el caso de la zona “central” del sitio (los perfiles
colindantes con la Plataforma C) podemos distinguir que por las capas C, D y E más el
muro de barro del Corte C-3 se evidencia una densa ocupación en esta zona para este
229
ambos parece que también tuvo subdivisiones, como en A) y se encuentra en el caso del
Corte B sobre una capa de arcilla amarillenta (Capa B), que pudo ser natural (avenidas de
agua, origen aluvial) pero también humano (de preparación de un piso o apisonado para la
ocupación de esta zona). En el único corte donde Mejía señala claramente la presencia de
adobitos en esta etapa de ocupación es en la capa C del corte C. Aunque este perfil haya
sido elaborado en base a otros creemos que el dato es válido, sumado al hecho de
piedra superiores (lo que indica que fueron anteriores). Tentativamente subdividimos esta
primera etapa de ocupación en dos fases: la primera está representada por el primer nivel de
la capa C del Corte A de Mejía (“Arcilla color amarillento, mezclada con algunas piedras
angulosas y pequeñas”) (TMX-375, IRA-PUCP)52 y por las capas B y C del Corte C-3
también de Mejía. La segunda fase estaría ejemplificada por el segundo nivel de la capa C
del Corte A de Mejía y por las capas D, E y el muro de barro asociado a ellos del Corte C-
3. Separamos estas dos fases tentativas más por la superposición que hay de las capas en
estos dos perfiles que por algunos indicadores o artefactos que señalen claramente una
diferencia temporal. Pensamos que fue en esta primera etapa de ocupación que se empezó
también al parecer en ambas alas laterales, debido al dato que nos proporciona Mejía de que
mencionar que en 2 fotos del archivo de Duccio Bonavia tomadas en 1957 de los perfiles
del cuerpo central situados hacia la calle 1153 se ve con claridad un muro de adobitos
52
Fue aquí donde se encontró la vasija de doble pico y asa puente.
53
Lamentablemente no sabemos el lugar exacto donde se tomaron.
230
cúbicos que contienen un relleno de barro, piedras pequeñas, etc. y que esta cubierto con un
enlucido de 0,5 cm. aproximadamente (Fig. 106). En ambas fotos se nota que un relleno
compuesto por 2 capas (piedra canteada unida con argamasa de barro y barro con piedras
pequeñas) lo cubre. Por una de las fotos diera la impresión de existir sobre el enlucido un
motivo pintado, que asemeja una mano, lo cual de serlo sería la única evidencia de pintura
preparación del terreno, siendo los vestigios las capas D de los cortes B y A de Mejía,
construcción masiva de los muros de piedra unidos con argamasa de barro y sus rellenos,
también de piedra, barro y adobitos. Estaría ejemplificada por las capas E de los cortes A y
B de Mejía, por las capas A, B, C y D del Corte C-1 de Mejía, por la capa D del Corte C-2
de Mejía, por la Capa F del Corte C-3 de Mejía, por todas las capas y estructuras del perfil
el ser la fase más antigua de esta segunda fase de ocupación de La Florida (que a su vez
tuvo dos etapas). Extrapolando las direcciones de los muros A3 y A4 hacia el sureste y A5
respectivamente de una primera plataforma hipotética, que fue la base del núcleo y que se
231
(MC1) (Muros A4, A5 y relleno A5) de la SC1 del Perfil A (Plataforma 0A) y el MC2
(Muros A3, A6 y rellenos A4 y A6) de la SC1 del Perfil A (Plataforma 0B). La Capa E del
que pensamos era el muro que marcó el límite de la Plataforma 0 hacia este lado. Esta
Plataforma la denominamos 01 y viene a ser los MC1, MC2, MC3 y MC4 de la Secuencia
Constructiva 3 (SC3) del Perfil A registrado por nosotros. Para construirla primero hicieron
una base de piedras que cubrieron de una capa de barro de 30 cm. de grosor,
vislumbrándose esta cimentación debajo de los muros A8 y A9. Luego construyeron los
muros y sus rellenos, distinguiéndose dos fases de construcción: Plataforma 01A (Muros
A9, A10 y Relleno A10) y Plataforma 01B (Muros A8, A11 y rellenos A9 y A11) (creemos
que el Muro A7 y el Relleno A8 fueron una adición, quizás como muro de reforzamiento o
contención, para la Plataforma 01B). Extrapolando los muros A10 y A11 vemos que esta
perfectamente la capa de piedras y el piso registrados por nosotros debajo de los muros A8
y A9 del Perfil A. La pregunta surge cuando queremos identificar a sus muros frontal de la
o el A10 o A11 (con esta interpretación el “muro frontal de la pirámide central” estaría más
232
al sureste del A5, lo cual es imposible debido a que el Relleno A5 no permite observar más
muros) pero con las evidencias registradas por nosotros creemos que no se corresponden
así. Pensamos que el “muro frontal de la pirámide central” es el Muro A6, y que los muros
A y C del perfil de Patterson vendrían a ser los A10 y A11, siendo el Muro D el A12. Esto
equivaldría bien puesto que Patterson denomina a todas las construcciones situadas al norte
del “muro frontal de la pirámide” la “primera etapa constructiva del ala izquierda”. Si fue
así el Muro F estuvo más al norte del Muro A12 y esta actualmente sepultado. También la
zona donde estuvo la vivienda de quincha, sus cuatro pisos y las capas de basura estuvo
entre los muros A12 y A11 (zona actualmente cubierta de los derrumbes de la huaca) y esto
es importante debido a que esta vivienda de quincha se habría ubicado en las afueras de la
Plataforma 01. El Relleno C3 de Patterson que cubrió toda esta zona vendría a ser el
Relleno A12.
plataforma simétrica a la Plataforma 01, que hemos denominado 02. Aunque no tengamos
Plataforma A del núcleo se necesitó una base más ancha de la que proporcionaba la
Plataforma 0.
adosó a ésta y que denominamos Plataforma 03. Esta plataforma fue la base de la
Plataforma C. Los vestigios registrados de ésta serían la SC2 del Perfil A, la Capa F del
Corte C-3 de Mejía, la Capa D del Corte C-2 de Mejía, las capas A, B, C y D del Corte C-1
de Mejía y toda la SC1 del Perfil C registrado por nosotros. Haciendo analogías el estrato
de relleno de piedras y barro (Capa D) del Corte C-2 es el mismo que la Capa A del Corte
C-1, relleno que sirvió de soporte al piso que aparece al final de esta capa A del Corte C-1.
233
Comparando el Corte C-1 de Mejía con el perfil estratigráfico registrado por nosotros en el
Perfil C comprobamos que es el mismo. Al estar nuestro perfil estratigráfico asociado a las
construcciones de piedra unida con argamasa de barro entonces las capas del Corte C-1 de
Mejía lo estarían, lo que comprobaría a su vez que la Capa C del Corte C-2 es anterior a
esta etapa y por lo tanto pertenece a la primera fase de construcción de la huaca (fase de
rellenaron la zona con un relleno de piedras y barro (Capa A del Corte C-1, Capa D del
Corte C-2, Capa F del Corte C-3 y Capa A de nuestro perfil estratigráfico) para construir
encima un piso de barro (piso situado en la parte superior de la Capa A del Corte C-1 y
también pertenecería a una de las dos plataformas. Después de la construcción del piso en
algunas partes se adosaron muros y rellenos (SC2 del Perfil A) o en algunas se ocupó la
zona (Capa B del Corte C-1 de Mejía y Capa C de nuestro perfil estratigráfico). El Muro C2
acompañó a la ocupación dada en esta zona. Luego se selló con la capa C del Corte C-1
(que viene a ser la Capa D de nuestro perfil estratigráfico). Esta capa reviste un caso
especial debido a que al terminar exhibe un piso (Mejía, TMX-522, IRA-PUCP) que
también nosotros hemos creído reconocer. Sobre este piso se construyó un relleno de barro
grumoso que fue sellado por otros rellenos para ir elevando la altura de la Plataforma C. No
creemos que el Muro C2 se corresponda con el Muro A1 del Perfil A, pero quizás el
Plataforma F1 serían: las capas D y E del Corte A de Mejía, todas las capas y estructuras
situadas a la izquierda del Muro C en el dibujo del perfil de Patterson, por el Muro A12 y
234
los rellenos A13 y A12 de la SC3 del Perfil A y todos los momentos constructivos del
primero se “aplanó” toda la zona construyéndose el piso o apisonado cuyos vestigios serían
el “pavimento arcilloso” o Capa C del perfil de Patterson y la Capa D del Corte A de Mejía.
Luego se ocupó la zona, construyéndose algunos muros (como el Muro D del perfil de
Patterson, que sería el Muro A12 de nuestro Perfil A) y la vivienda de quincha situada
contigua a éste. Vestigio de esta ocupación doméstica serían las capas B5 y B6 de basura y
el piso 6 y 7 (P6 y P7) del perfil de Patterson. Al parecer fue encima del Piso 7 que se
empieza la construcción masiva de la Plataforma F1 (la evidencia del Muro F dibujado por
Patterson y la deposición del Relleno 3 (R3) entre los muros F y C, que probablemente sea
el Relleno A12). Creemos que a esta etapa corresponderían los MC1, MC2, MC3 y MC4
del Perfil B. Los tres primeros vendrían a ser sucesivas ampliaciones de esta plataforma
esquina con uno paralelo al B1 y situado más al suroeste de éste. El Relleno B6 del MC4
evidencia una ampliación más que pudo conformar una ampliación más (Plataforma F1D).
el ala derecha se construyó una simétrica, que vendría a ser la Plataforma D1. A primera
vista se percibe que la Plataforma D que conforma la mayor parte del ala derecha estuvo
conformada por una sola plataforma trunca construida desde el nivel del suelo de la calle
11. Pero en una foto oblicua del SAN tomada el año 1959 (0-18955) (Fig. 36) es bastante
claro dos niveles en el talud noreste de la Plataforma D desde el piso de la plaza central (el
muro divisorio del Club Sporting Cristal se ubica justo sobre la superficie de la plataforma
baja o Plataforma D1) e igual puede notarse para el ala izquierda. Creemos que a esta fase
235
constructiva puede añadirse las plataformas E en el ala derecha y G en la izquierda. La
construcción de las plataformas F1, G, D1 y E para ambas alas sería la tercera fase de
construcción del cuerpo central, dentro del segundo momento de ocupación de la huaca de
viene a ser la más alta no sólo del cuerpo central, si no de todo el templo en U. La
donde se ubicaron hipotéticamente el atrio que tuvo La Florida y la plataforma más alta,
construyó, la escalera que lo comunicó con el atrio, que se adosó sobre la Plataforma B y
Por último proponemos que la quinta y última fase de construcción del cuerpo
los MC5 y MC6 del Perfil B. Los muros B9 y B10 contuvieron el Relleno B8, lo que vino a
ser una fase constructiva antes de la adición del Relleno B7. Quizás eso nos señala que al
plataforma y luego prosiguieran tanto hacia el noreste como al suroeste. Antes de terminar
con esta plataforma la topografía del talud noreste del ala izquierda (plataformas F1 y F2)
evidencia dos pequeñas “hoyadas” que es probable que hayan sido dos atrios dando frente a
la plaza central. Sobre el ala derecha se construyó la Plataforma D2, que fue más trunca que
236
6e. Propuesta de secuencia cronológica para el cuerpo central de Huaca La Florida.
la siguiente:
convexos.
en el ala derecha.
Plataforma C.
derecha respectivamente.
237
CAPITULO VII
(MUELLE, 1962-1963)
en el distrito del Rímac. El área de esta urbanización se sitúa casi exactamente donde
estuvo la mitad oriental de la plaza central de La Florida (Fig. 115). Estos trabajos fueron
dirigidos por Jorge C. Muelle y trabajaron en el campo José Casafranca y Pablo Carrera. Se
excavaron los restos de dos montículos pertenecientes a los brazos derecho e izquierdo del
conjunto, así como de 4 montículos pequeños más un área colindante con uno de ellos
situados en el interior mismo de la plaza central (Fig. 114). Fuera de breves menciones por
campo de José Casafranca y Pablo Carrera (Archivo del MNAAHP). También pudimos
ubicar tres planos de los trabajos hechos en esta zona (AT-1198-2003 MNAAHP). En base
autorización del Ministerio de Fomento para lotizar la zona, previo informe del Consejo
238
contenido arqueológico de la zona. Es por ello que la maquinaria pesada de la Compañía
Casafranca, lograron paralizar los trabajos hasta que el Patronato Nacional de Arqueología
ejecutase un rescate de las evidencias supervivientes. Pablo Carrera menciona que el día de
plena nivelación con material y desmonte extraídos tanto del montículo BD4 (brazo
derecho) como de uno situado en medio de la plaza central54. Menciona también que ya
estaban trazadas las calles y que los obreros hacían zanjas en ellas para la instalación del
desagüe. Agrega que al parecer los trabajos en la zona ya tenían una semana de iniciados.
brazo derecho, tres montículos ubicados en la mitad oriental de la plaza central, los PC2
(Montículo 4 por el proyecto de Muelle), PC3 (Montículo 3) y PC4 (Montículo 2), mas uno
situado a 135 m. al este del extremo noreste del brazo derecho (montículo que el proyecto
de Muelle denomina Montículo 5). A éstas cinco zonas habría que agregarles dos
intervenciones más: una excavación hecha unos metros al noroeste del PC3 sobre los restos
de una antigua muralla de piedra y, la supervisión y un cateo hechos en lo que vendría a ser
Los perfiles estratigráficos de este capítulo han sido descritos desde la capa más
54
El que denominamos PC4, que el rescate denominó Montículo II.
239
7a. Las excavaciones
día 13 por Carrera. Posteriormente, los trabajos fueron reanudados por Carrera entre el 1 y
el 3 de Diciembre de ese año, justo antes que deje de trabajar en el proyecto. Casafranca
dispuestas en forma de cruz cuyas medidas fueron de 7.50 x 1.20 m., siendo la orientación
Capa B: Tierra orgánica compacta con algunas piedras angulosas (90 cm. de
espesor).
chacra” que se realizaba en los terrenos de la Hda. Muñoz, mientras que Carrera menciona
que las piedras de esta capa fueron “colocadas como depósito”. También menciona la
cerámica colonial y 3 conchas marinas. En la segunda trinchera casi al centro del montículo
apareció el entierro de un adulto. El cadáver estaba en posición fetal, orientado hacia el sur,
240
la superficie y el cuerpo ocupaba un espacio de 60 cm. Los huesos se encontraban
estaba a poca distancia al este del muro circular de piedra hallado en la capa siguiente.
piedra que, tuvo al parecer 30 cm. de ancho, ubicado hacia el oeste de la trinchera “el cual
cruza el corte en sentido ligeramente curvo”. Estaba conformado por una hilera de piedras
de aristas cortantes de regulares dimensiones que corría de sur a norte (Carrera). Las
piedras no conformaban una línea recta sino que tenían “desvíos”, es decir, dibujaba una
línea curva, y sus extremos estaban como rotos (cortados). Casafranca agrega que “detrás”
de éste (creemos que se refiere hacia el este, fuera de la circunferencia que posiblemente
encerraba) se encontró material de esta capa que califica como relleno, encontrándose aquí
fragmentería chavinoide, “Huancho” (Ichma) y colonial. Fue por el hallazgo de este muro
de piedra que se empieza la excavación de la segunda trinchera (la que tuvo orientación
norte-sur). Carrera agrega que la frecuencia de fragmentos de cerámica baja en esta capa
decide reanudar el despeje de todo el largo del muro descubierto en la Capa B para
(Montículo 2) se había descubierto una estructura de piedra con esa planta. Se amplió la
Excavación 1 comprobándose que este muro fue parte de una estructura de piedra de planta
circular, con el detalle que el muro curvo estaba conservado en la porción que se
encontraba debajo del PC3, pero la sección que se encontraba fuera de éste había sido
241
destruída. Casafranca anota que en esa zona sólo quedaban aglomeraciones de piedra, como
cerámica color rojo (que califica de utilitaria), bordes de platos, tazas, ollas, barrigas (se
valvas de moluscos como Crepidula, Tays Chocolata, choros blancos, etc. Y por último
fueron 54 los huesos humanos procedentes del entierro y 5 huesos estuvieron incompletos.
Carrera también menciona que fue frecuente hallar en esta excavación fragmentos de
al norte de este montículo, excavación que cubría una porción de una ancha hilera de
piedras que delimitaba dos porciones de tierra agrícola de la Hda. Muñoz, hilera que tenía
una orientación hacia el noreste y cuyo ancho era de 4 a 5 m. Al parecer se intuyó que esta
hilera podría ser el vestigio de una muralla arqueológica, lo que confirmaron. Pablo Carrera
fue el que estuvo a cargo de esta excavación que duró entre el 8 y el 13 de Noviembre.
embargo, la disposición de esta trinchera fue perpendicular al eje de esta muralla, cubriendo
una porción de ella (ampliándose luego en el extremo norte de la trinchera, sobre la mitad
norte de la muralla, unos 40 cm. hacia el oeste) La porción de ésta que cogía la Excavación
2 es descrita por Casafranca como un “agrupamiento de piedras el cual tiene como altura
242
200 m. según Carrera. En su parte sur la trinchera cubría terreno que era parte de la
Debajo de éstas dos capas se encontraron las bases de esta muralla o zócalo de piedra, a 60
cm. de la superficie, muralla que como anota Casafranca corría en la misma dirección de la
distingue que en ambos bordes de esta estructura hay dos hileras de piedras que definen
bien sus límites, mientras que al centro al parecer existió un relleno. Las dos hileras de
piedras estuvieron a la altura de la capa natural o estéril que se define en el extremo sur de
se encuentran al parecer restos de un muro “muy movido” y detrás de éste se localiza otro
aparente cimiento de muro” mientras que Carrera dice “Aparecieron restos de hileras de
piedras, como una pared que dividió en zonas cuya parte inferior dobla a ambos lados
identificar el ancho del zócalo y las dos hileras de piedras que se identifican en el dibujo
como los bordes de las bases del zócalo. Carrera menciona que en la porción donde el
ollas y tazas mezcladas con el desmonte. Agrega después que en esta excavación “Se
encontró 28 fragmentos de cerámica utilitaria entre los cuales habían bordes de vasos,
243
ollas y tazas, sin ninguna incisiones, 12 conchas, pequeñas de moluscos marinos y 8
conchas de caracoles de la época actual. Hay un frag. que es una vasija colonial.” Parece
que se amplió algo más la Excavación 2 siguiendo la longitud del muro, debido a que
Casafranca anota en su libreta: “En la Exc. # 2 continúa el muro hallado en una extensión
de 4 m.”
La profundidad total que adquirió la excavación en esta zona fue de 1.60 m. desde la
superficie. Llama la atención que en el dibujo de Carrera la Capa A de esta zona esté sobre
las hileras de piedras que delimitan el zócalo mientras que la Capa B esta a la altura de
Menciona que la superficie del montículo sólo era una aglomeración de piedras pequeñas y
excavación que practicó (denominada Excavación 4) fue también una trinchera que tuvo
excavación, tanto al centro de la trinchera como en el extremo Este con cateos de 1.20 x
0.60 m.
244
La estratigrafía que se encontró fue la siguiente:
“utilitaria estilo del valle de Lima” (¿Lima, Ichma?) y también colonial. También se
encontraron los restos del entierro de un niño, al que Carrera asigna aproximadamente 2
años de edad, sin ningún ajuar y colocado casi superficialmente al lado Oeste del
montículo. Por uno de los dibujos de su libreta advertimos que el entierro tiene al parecer la
posición flexionada. Carrera por alguna razón cree que el entierro es posterior a los Incas,
por lo tanto sería casi contemporáneo con el encontrado en el PC3. Sumaron 84 los restos
superficie de la plaza central de La Florida. Se situó unos 80 metros al noreste del PC3.
Noviembre de 1962 y que duró hasta el 28 de ese mes. El mismo día que se iniciaron los
trabajos de este proyecto de rescate describe a este montículo como “Para el lado norte de
con grandes piedras en cuya base se observa relleno con material arqueológico que se
proceso de destrucción, se extraía material de la parte suroeste del mismo que era
245
trasladado por camiones como desmonte a los desniveles de la urbanización. Estos cortes
el ya desfigurado Montículo PC4. Carrera mandó a limpiar ambos lados de los muros
obrero empezó la excavación de un cateo de 2.40 x 2.50 m. en la base del corte (cateo que
se hizo ya en la capa estéril, mencionando Carrera que sobre este terreno natural es que se
levantó el montículo. Se hizo otro cateo al lado oeste del montículo (Cateo 5b) de 1.20 x
1.50 m., ubicado donde “termina los muros con rellenos de desmonte”. Otro cateo se hizo
La descripción que Carrera da del perfil abierto en el PC4 por el corte hecho por los
muros de contención, capas que forma posibles pisos a base de barro, debajo de estas
relleno de piedras chicas con tierra suelta. Afloran fragmentos de cerámica utilitaria,
conchitas y ceniza mezclada con carbón, todo este material en pequeñísima escala.” Esto
un edificio que conformaría el montículo. En otra descripción menciona que “El montículo
está formado en su totalidad por desmonte trasladado exprofesamente para rellenar los
compartimientos formados por medio de pequeños muros que muchos de ellos presentan
Carrera menciona que la “estructura básica” del PC4 estaba conformada por “muros
primitivos” asociados con los fragmentos de cerámica “chavinoide” y por otros muros
246
posteriores, pertenecientes a pobladores tardíos. También al este del montículo encontraron
el entierro de un adulto con un pequeño ajuar, pero era de filiación tardía (Ichma).
El hallazgo más importante del PC4 fue el de una estructura de piedra de planta
circular. Se halló la primera evidencia del muro circular en la zona noroeste del montículo,
junto con otro muro alineado Este-Oeste que al parecer se adosaba al muro curvo, pero de
factura de piedra más rústica, con “salientes hacia la fachada levantada sobre relleno de
piedras chicas y tierra suelta.”. Carrera menciona que en la construcción del muro curvo se
buscando la mejor base con mezcla de barro presentando una fachada casi pareja con
huellas de enlucido y pintado de blanco.” Fue una sección de la superficie interna del
muro, la que daba al ambiente circular interior la que ofrecía el enlucido y la pintura blanca.
El diámetro aproximado de esta estructura fue de 6.80 m., siendo el diámetro interno de
altura del muro fue de 1.20 m. en su sección más conservada y de 30 cm. en su parte más
Carrera del montículo observamos que si bien se conservaba todo el borde interno del
muro, sólo se conservaban los lados oeste y sur del lado externo, el resto al parecer se había
derruido (Fig. 118). La sección de cara de muro interno con el enlucido y la pintura blanca
orgánica.Por un dibujo de corte que grafica se observa que el piso era colindante con la cara
del muro pero al parecer era ausente en la parte central del ambiente (Fig. 119). Algo
conformado por:
247
Capa A: Piedras grandes y chicas.
Capa C: Entortado de barro compacto con mezcla de conchitas (30 cm. de espesor).
Capa E: Gruesa capa de hormigón con mezcla de tierra suelta (60 cm. de espesor).
Carrera hizo un último cateo en el interior de la estructura circular (Cateo 5d) junto
a la base de la pared de piedra, de 1.30 x 0.80 m. y que alcanzó una profundidad de 40 cm.
Este cateo permitió comprobar que las bases del cimiento de este muro circular se
construyeron encima del terreno natural conformado por cascajo. Menciona que también se
hizo otro cateo (Cateo 5e) “buscando la otra cara de esta pared con resultado negativo,
Acerca del material recuperado del Montículo PC4 Carrera menciona que del corte
que “En el desmonte del Mont # 2 se ha encontrado golletes botelliformes, formas clásicas
de Chavín pero con la diferencia del labio no es ovalado, sino una simple inclinación o
expansión hacia fuera.” Menciona también que “el contenido del desmonte arroja 326
248
Montículo I del Complejo Amancaes (Montículo 5, Excavación 8)
El Montículo I del Complejo Amancaes fue uno de los pocos montículos ubicado
fuera del conjunto en U de La Florida que fue excavado arqueológicamente. Estuvo situado
a 135 m. al este del extremo noreste del brazo derecho, tuvo una planta circular y sus
la ladera rocosa del Cerro Observatorio55. Carrera menciona que en la superficie del
cerámica prehispánica (botellas rotas) y coloniales y que, a simple vista, la tierra ofrecía un
aspecto orgánico sin presentar restos de muros o paredes a la vista. Lo que sí llamaba la
atención era que la cima del montículo había sido aplanada para construir al parecer una
choza de vigilancia de los campos agrícolas vecinos56 y que existieron tres “paredones” (al
parecer eran muros de tapia) que rodeaban la base del montículo por tres lados (menciona
sólo se excavaron ambos extremos de ésta, siendo la estratigrafía similar en ambos cateos:
Carrera menciona que el cateo del lado Este alcanzó una profundidad de 50 cm. De
botelliforme, señalando Carrera que a este tipo de vasija Casafranca lo denomina “piturro”),
55
Carrera lo denomina “Santa Chapita Baja” (¿?) que en ese entonces estaba ocupado por el pueblo joven “El
Altillo”.
56
Carrera menciona también que alrededor del montículo existían “círculos con huellas de sembríos”.
249
así como fragmentos de vasijas de arcilla arenosa y sin pulido (llama la atención que no
Menciona además que no encuentra vestigios de muros o algún tipo de arquitectura, sólo
Sobre la Capa B menciona que ésta avanza hacia el interior del montículo,
notándose que forma algo así como un promontorio natural, sobre el que se edificó el resto
de ésta huaca. Carrera concluye mencionando que el montículo sólo fue un basural.
carrozable que desde tiempos antiguos había dividido en dos la plaza central de La Florida,
vía que en la actualidad es la avenida Abelardo Gamarra. Cerca del extremo noroeste de
esta vía (a unos metros del inicio de una cresta del cerro Arrastre Bajo) se ubicaba la casa
hacienda Muñoz, dando su frontis principal a esta vía carrozable en el lado noreste de la
vía. Tanto el edificio principal de la casa hacienda como una serie de instalaciones anexas
se construyeron sobre un montículo de baja altura, que fue el Montículo BI2 perteneciente
noreste del Montículo BI1 del brazo izquierdo. Todo esto puede observarse con claridad en
Muñoz y con ella parte del Montículo BI2. También se mutiló otra parte por la
prolongación de una avenida que venía por el lado de las instalaciones militares (la avenida
Eléspuru). Ambos cortes, más los que se hicieron para instalar las tuberías del desagüe,
250
fueron supervisados por Casafranca durante Enero y Febrero de 1963 y han arrojado
que se iba a realizar un corte en la casa hacienda Muñoz y el montículo sobre el que estaba
para ampliar la avenida Abelardo Gamarra, informándole para que los arqueólogos
vigilaran estos trabajos cuando se realicen. Carrera inspecciona la casa hacienda y confirma
prehispánicos y coloniales fueron tres. Primero fue el corte hecho al parecer en la zona
posterior (o noreste) del edificio principal de la casa hacienda Muñoz, corte efectuado para
un segundo corte efectuado esta vez en el lado noroeste del edificio principal de la casa
intervención fue la apertura de dos zanjas para el desagüe en la nueva avenida de 2 vías
abierta con el primer corte (Abelardo Gamarra), en la zona donde precisamente estuvo la
parecer hasta el 13 de Febrero de ese año. Casafranca anota que pensó en un primer
momento que este montículo sería prehispánico, pero al término del corte menciona que
sólo era un relleno colonial con muros de contención de adobe también coloniales, que
relleno de piedra y tierra suelta en cuya parte media sureña aparecían restos de
revestido en el techo con ladrillos unidos por calicanto. Casafranca consideró que pudo ser
251
una galería prehispánica reutilizada en la colonia pero descartamos esta afirmación. Si bien
los vestigios coloniales fueron más relevantes de todas maneras menciona que en la base de
“chavinoide”.
parecer al día siguiente. Casafranca anota que todo lo que se encontró fue colonial y de
épocas posteriores.
hasta el 27 de ese mes. La profundidad que alcanzarían las zanjas fue de 5 metros57.
Primero se abrió la zanja situada a la “derecha” (creemos que es la zanja situada en la vía
este) que se abrió con obreros y que no presentó vestigios arqueológicos. En cambio en la
zanja situada a la “izquierda” (creemos que es la zanja situada en la vía contigua al extremo
presenta una “saliente” (por un dibujo hecho en la libreta de Casafranca parece ser una
pequeña banqueta en la base del muro (Fig. 120)) de 40 cm. de alto y de 25 cm. de ancho.
Este muro se ubicó a 18,75 m. al noreste del buzón Nº 138 de la red de desagüe de la
urbanización y cortaba la zanja de suroeste a noreste. Asociado a este muro en la base del
mismo se ubicó un lente de ceniza de 10 cm. de grosor junto con basura y fragmentos de
cerámica “chavinoide”, señalando Casafranca que son semejantes a los hallados en las
excavaciones del Montículo I (Montículo BD4). La segunda evidencia hallada fue el paso
57
Profundidad que creemos tuvieron todas las zanjas que se abrieron para el desagüe en toda esta porción de
la plaza central de La Florida.
252
De todas formas Casafranca anota al final que “Este relleno (se refiere al colonial)
está a su vez sobre los restos completamente destruidos de una posible huaquita chavinoide
a juzgar por los restos de un muro de 1.00 mt. de alto localizados en su base asociado a un
lente de basura de estilo chavinoide.” Hecho que fuera también ratificado por Jorge C.
Muelle. Por último Casafranca menciona que para el 27 de Febrero de 1963 se empezaron a
abrir otras zanjas en los alrededores del Montículo BI2, no encontrando en ellas evidencias
arqueológicas.
Intervenciones A y B)
El Montículo BD4 fue denominado por el proyecto Montículo I. De las siete áreas
intervenidas ésta fue la que más tiempo requirió en su excavación y registro. Fue de la que
arquitectónica y estratigráfica.
por maquinaria pesada. Para el 7 de Noviembre de 1962, tanto Casafranca como Carrera
informan del avanzado estado de destrucción que el mismo ofrecía. Carrera menciona que
los trabajos de nivelación ya tenían una semana de realizados y que se había afectado el
montículo por tres de sus lados (creemos que deben ser los lados noroeste, suroeste y
sureste, que colindaban con el trazo de las calles 19, 9 y 22 respectivamente). Las medidas
siendo la altura de unos 2.20 m. en promedio. En planta ofrecía una forma irregular. De
acuerdo con un plano, este montículo58 era semi rectangular pero con un apéndice hacia su
58
Plano hecho en base a otro perteneciente a uno de los ingenieros de la compañía urbanizadora apellidado
Bendezú, en adelante le diremos plano Bendezú (Fig. 121).
253
esquina noroeste. Hacia el lado oeste de su mitad, un poco hacia el sur, ofrecía una especie
compañía ubicó en el área del montículo una manzana entera, rodeada de las calles 19 (lado
noroeste, hoy Francisco Monserrate), 9 (lado suroeste, hoy avenida Abelardo Gamarra), 22
(lado sureste, hoy Sancho Davila) y 7 (lado noreste, hoy Samuel Joya). Lo curioso es que
precisamente el área donde estuvo la mayor cantidad de evidencias del montículo, sin
construir ninguna vivienda. Los restos supervivientes del BD4 fueron demolidos y en su
lugar se construyeron una capilla y una cancha deportiva, que existen hasta la actualidad.
duró hasta el 8 de Marzo de 1963. Por la magnitud del montículo y por la complejidad de
11 y 12), pero las libretas de Casafranca y Carrera registran por lo menos 2 intervenciones
Excavación 3:
Casafranca aprovechó los cortes que se habían hecho para la instalación de tuberías
en el trazo de las calles que rodeaban el Montículo BD4 para registrar las evidencias
arqueológicas descubiertas. Fue cerca de la esquina suroeste del montículo que se abrió,
Muro 3MA) ubicado a 80 cm. de la superficie. Hacia el norte de este muro se realizó la
254
Excavación 3 que tuvo 2 x 2 m. de área (delimitando la zanja y el Muro 3MA su lado sur).
Fue en medio de esta Excavación 3 que se halló otro muro paralelo al primer muro
descubierto (que denominamos 3MB). El material hallado entre los muros 3MA y 3MB lo
denominamos Relleno 3RA. Es importante mencionar que el material situado al norte del
muro 3MB también es considerado relleno por Casafranca (pensando que existía otro muro
El Relleno 3RB sólo estaba constituido por tierra compacta con inclusiones de
Piso 3PA), elemento que al parecer se ubicó debajo del Relleno 3RA o quizás de ambos
rellenos. Casafranca menciona que los fragmentos de cerámica son escasos y los que hay
aparecen sobre el piso. Carrera apuntó que los fragmentos de cerámica hallados en esta
unidad tenían incisiones gruesas pintadas de blanco en fondo color bruno, estando uno de
los fragmentos decorado con una cabeza de serpiente, pero enfatiza que no es semejante al
clásico Chavín. Posteriormente se rompió este piso hallándose el Relleno 3RC, que lo
describe como tierra compacta con algunos fragmentos de cerámica. Menciona que tuvo 40
cm. de espesor y que debajo de éste apareció el terreno natural de cascajo. Algo importante
es que Casafranca menciona que este relleno no guarda ninguna relación con los rellenos
abierta para desagüe. Casafranca menciona que esta ampliación (que tuvo un área de 3.50 x
3 m.) se debió a la ubicación de un muro que era perpendicular al 3MA (formaba esquina
255
con éste) y que se dirigía hacia el Club Sporting Cristal (lo denominamos Muro 3MC).
Menciona que este muro corre 3 metros hacia esta dirección y luego “dobla” hacia la Av.
Amancaes (es decir hacia el este) (Muro 3MD) teniendo este nuevo muro 1.65 m. de
longitud. El relleno que los muros 3MA, 3MC y 3MD encerraban lo denominamos Relleno
con barro.
“chavinoide”. También halló 2 “pitarros” que es como designa a los picos de las botellas
profundidad (Piso 3PB). Este piso a la altura donde el Muro 3MD se perdía era
“ligeramente irregular por la presencia de varias piedras que causas muy extrañas
aparecen paradas desordenadamente, esto cambia casi por completo un concepto que
Luego se rompió el piso 3PB y se encontró el Relleno 3RE que tuvo la siguiente
estratigrafía:
Capa A: Piedras angulosas desordenadas mezcladas con barro (50 cm. de espesor).
256
Casafranca menciona que en la Capa A las piedras fueron “generalmente paradas”.
cerámica “chavinoides”59 y moluscos (la mayoría Crepidulas, siendo pocas las almejas,
mismas características de la capa anterior pero que la decoración ofrece mayor variedad al
parecer. Es importante mencionar que Casafranca nota entre la Capa B y la C los restos de
un posible piso. Sobre la Capa C menciona que el material que la conforma es una masa
casi compacta y que tiene menos fragmentos que el estrato anterior. Finalmente debajo de
la Capa D aparece un piso (Piso 3PC) y debajo de éste aparece ya el estrato estéril,
La Excavación 3 se amplió mucho más que el área original de las dos unidades
descritas, por el hecho de excavar trincheras delgadas siguiendo la dirección de los muros,
para así tener una idea del contorno del Montículo BD4. Así, para el 13 de Diciembre se
encontró la esquina entre el muro 3MA y otro muro que marcaba el límite noroeste de todo
el montículo (muro que denominaremos 3ME). Este muro al parecer se perdía a los 2.55 m.
fragmento de plato lítico correspondiente a un borde el cual esta bien trabajado siendo de
Muro 3ME desde la esquina que conformaba con el 3MA hasta unos 72 m. de extensión.
Casafranca observa que en algunas secciones las piedras que conforman el paramento
59
Menciona varios fragmentos incisos, destacando 2 de ellos por corresponder a una cabeza realista
posiblemente de serpiente, cuyos rasgos incisos están pintados de crema. También señala que hay un
fragmento de color negro.
257
tiempos antiguos por un terremoto. Hacia el lado suroeste se trató de encontrar, creemos
nosotros, la prolongación del Muro 3MA hacia el este, prolongación que se encontró
paralela a la zanja abierta para la instalación de tuberías, extendiéndose este muro desde la
esquina que hacía con el 3ME unos 42 m. Todos estos 5 muros hallados fueron de piedra.
vislumbra la zona nuclear de ésta excavación y también en los planos que disponemos de
este proyecto de rescate (sobre todo en el plano Bendezú). Sobre los materiales recuperados
consistentes en bordes de ollas, platos, vasos, picos, en colores negro y rojo, incisos, bases,
Excavación 6:
practicó un “corte longitudinal” que tuvo 1.80 m. de ancho60. Creemos que estuvo a unos
casi de formas cúbicas y de aristas redondeadas, otros son casi en formas redondas, es
decir que han sido modelados por la presión de la mano, y posiblemente acabados en un
terreno plano.” Menciona que el material que los conforma es arenilla, tierra y algunos
60
No menciona el largo, y en los planos hechos tampoco figura éste.
258
cantos rodados pequeños. Se midieron 3 que arrojaron las siguientes medidas: 20 x 20 x 16
adobes está cubierto por un relleno de piedras y adobes sueltos mezclados con barro.
menciona cuantos muros fueron) pero menciona que algunos parecieron estar adosados
Para la Capa A Casafranca señala que los fragmentos de cerámica son “huanchos” y
que la de los adobes. Menciona también que de la Capa B se extrajeron muy pocos
superficie es de 4.10 m. pero tomando en cuenta la máxima altura del montículo la altura
paralela a un muro que pareciera dividir en 2 al montículo en el eje longitudinal. Este muro,
que denominaremos muro 6MA, es graficado en el plano como paralelo al muro 3ME.
259
Entre ésta excavación y el muro 3ME estaba al parecer la mayor altura del
Montículo BD4. Sobre los materiales recogidos fueron muy escasos, mencionando el
inventario de Casafranca sólo moluscos como Crepidulas y Tay chocolata, y también los
Excavación 7:
trazo de la calle 22. Casafranca la sitúa “en el extremo SE del muro superior truncado que
se halla en la parte posterior de los restos de la huaca” (lo denominamos Muro 7MB).
dirección NO.” En el plano Bendezú figuran dos muros paralelos en esta zona: el más
exterior (que lo denominamos Muro 7MA, que el plano denomina “Muro externo” y que
tuvo una extensión de 69 m.) y otro paralelo a éste situado a 1 o 2 metros hacia el oeste,
Las medidas de esta unidad es de 1.80 m. por lado, siendo cuadrangular. Menciona
que se realiza “debajo del posible piso del muro superior” (Muro 7MB). La estratigrafía
fue la siguiente:
El posible piso asociado con el muro 7MB estaría encima de la Capa B, sellándola.
Sin embargo, al parecer más que un piso fue un apisonado (de todas maneras lo
cerámica “chavinoide” y restos de basura. Sobre la Capa C, menciona que contiene mayor
260
número de cerámica “chavinoide” que el anterior estrato. Finalmente tanto las capas C y B
Al parecer la limpieza del muro 7MA continuó en los días siguientes para despejarlo
buzón situado en la esquina de las calles 22 y 9 se limpió toda la cara del muro (que estaba
solo a 6 cm. al oeste del buzón) hasta la base. Tenía una altura de 2.40 m. y la mampostería
era de piedras con tierra compacta como argamasa. Realiza un dibujo de corte del muro y
Casafranca pero hay un detalle interesante: el muro 7MA no se apoya sobre el terreno
estéril sino que, entre el estéril (la capa E) y el inicio del muro, hay una capa (Capa D) que
Carrera la caracteriza con presencia de basura, ceniza, tierra orgánica, carbón vegetal y
cerámica que aparecía en esta capa menciona que “presentan incisiones gruesas hechas al
juzgar con bruñidores, tomando formas geométricas, uno de los fragmentos tiene una
incisión que representa una cabeza de serpiente, pero no Chavín, sino de un estilo local”.
Si Casafranca no registró esta capa en su perfil es por que quizás sólo apareció en esta zona.
Casafranca menciona que las piedras que conformaban el muro 7MA se encontraban en
algunos sectores fuera de su lugar, dando la impresión que fueron sacudidas en el pasado
por un terremoto (igual que el 3ME) y que este muro se pierde casi a la altura de otro muro
importante que corría de noreste a suroeste (pensamos que se refiere al Muro 9MA).
Excavación 9:
del desagüe de la calle 22 y a 1.70 m. al norte de un muro ubicado al centro del Montículo
261
BD4 y que lo dividía en dos partes, corriendo de noreste a suroeste. A este muro lo
denominamos 9MA. Este muro en la parte descubierta presentaba enlucido de barro, siendo
su altura máxima 1.30 m. desde la superficie superior del montículo y su longitud unos 43.5
m. llegando a unirse al parecer por el oeste con el muro 3ME61 y por el este al parecer
también se unía al 7MA. Casafranca menciona que en esta superficie aparecen partes del
excavación pero por el plano del Montículo BD4 se grafica que tuvo una planta en L
adosada a dos muros que hacen esquina: el 9MB y el 9MC. La estratigrafía fue la siguiente:
Asociado a la Capa B está el muro 9MB que corre en dirección noreste – suroeste y
que fue paralelo al muro 9MA (siendo su extensión 14 m.). Este muro 9MB hizo esquina
con otro denominado 9MC (de 3 m. de largo) que se dirigió hacia el muro 9MA y lo cruzó
menciona que se encontraron junto a “terrones quemados” (es por ello que pensamos que se
61
Ese segmento de 6 m. está al parecer afectado y en su trayectoria hay dos vacíos de 4.5 y 6 m.
262
Sobre el material recuperado en el inventario de Casafranca se menciona fragmentos
de cerámica utilitaria, bordes de ollas, tazas y platos, picos y fragmentos con incisiones,
Mytilus Chorus, Tay Chocolata, etc.) y huesos humanos fragmentados incompletos, lo que
Excavación 10:
menciona que está situada a 34.50 m. al Este del Buzón # 112 de la Calle 19, y que sus
denominamos 10MA.
Este muro 10MA era paralelo al muro 3ME y se encontraba a unos 5 m. al noreste.
de su extremo sureste se encontraba el muro 9MA. Y de este extremo sureste del muro
10MA partía otro muro (10MB) con dirección noreste, que era paralelo al muro 9MA y que
por el plano sólo tuvo unos 2.50 m. de extensión. Por último, Casafranca menciona que el
relleno que ambos muros soportaban hacia el noreste (Relleno 10RA) era piedra pequeña
de canto rodado.
Excavación 11:
Esta excavación se hizo con el fin de ver si el muro 9MB se prolongaba hacia el oeste. Sus
263
Se ubicó a 45 cm. de profundidad un muro de piedras chicas (Muro 11MA) que
tenía un eje norte-sur62. Casafranca menciona que su extremo sur se encontraba a 4 m. del
muro 9MA y que lo cubría un material que constituía un solo estrato, compuesto por tierra
compactada por la humedad. Este muro 11MA tuvo en toda su longitud descubierta unos 20
m. Su extremo sur se unía (y al parecer era de la misma época) al muro 9MB, que se
extendía más al oeste de su unión con este muro. En su extremo norte Casafranca menciona
mortero de piedra (al parecer de basalto) conservado en 2/3 de su integridad. Del muro
11MA, a 5 m. al norte de su extremo sur, partía otro muro pequeño (de 1.85 m. de longitud)
hacia el noreste, muro que denominamos 11MB. Por otro lado, del extremo noreste de este
nuevo muro partía otro, hacia el norte, que denominamos 11MC, que tuvo 6.90 m. de
longitud. Para terminar, el muro 11MA cerraba por el lado noreste el único recinto definido
incompletos.
Excavación 12:
a cabo en la zona norte de los restos del montículo y permitió el revelamiento de una serie
situó a 23.20 m. al NO del muro 9MA y las medidas originales de este núcleo fueron 2.50 x
1.70 m. El área nuclear se excavó del 13 al 20 de Diciembre de 1962 (Fig. 127). Después
62
Era paralelo a los muros 10MA y 9MC pero perpendicular al muro 9MA.
264
de esa fecha se continuó ampliando las excavaciones, con el principal objetivo de despejar
los muros que definían el denominado Recinto A hasta el 30 de Enero de 1963. Se situó
colindante con el extremo norte del muro 11MA, donde se halló un bolsón de ceniza63
razón por la que se decidió abrir ésta excavación. Del extremo norte del muro 11MA partía
un pequeño muro de 1.5 m. de longitud hacia el este (Muro 12MA) y que hacía esquina con
otro pequeño muro también de 1.5 m. de longitud (Muro 12MB) que se dirigía hacia el
norte, siendo paralelo con el 11MA. A su vez este muro 12MB hacía esquina con otro
(12MC) de mayor longitud (12 m.) que tuvo una mampostería de cantos rodados con
algunas piedras angulosas que exhibían el lado más plano hacia la cara exterior. Este muro
se dirigía hacia el oeste y definía el lado norte del Recinto A. Algo importante es que
notamos que los muros 12MA, 12MB y 12MC en su primer tramo encerraban un pequeño
interesante bolsón de ceniza64. Por el plano Bendezú se nota que el núcleo original de la
Excavación 12 estuvo colindando con esta zona, al parecer hecho en la parte posterior
Casafranca menciona que en este sector el terreno había sido nivelado por la
maquinaria antes que se iniciara el proyecto de rescate. Del área original se ampliaron 3 m.
Capa B: Lente de piedras pequeñas angulosas (El grosor de las capas A y B fue 85
cm.).
63
Compuesto de ceniza, carbón vegetal al parecer de ramos de pequeños arbustos, conchas de tipo almejas,
caracoles, choros y fragmentos de cerámica, cuyas incisiones no fueron muy gruesas y los restos de un
mortero.
64
Casafranca también menciona que dentro del bolsón se encontró “un terreno compacto de tierra con
piedras que da la sensación de ser un muro”, quizás se refiera a uno de los muros anteriormente
mencionados.
265
Capa C: Relleno mayormente de ceniza, con algunas muestras de tierra, piedras y
intervención del proyecto de rescate, sobreviviendo sólo algunos rastros de ésta. De todas
fragmentería es muy numerosa llamando la atención la decoración incisa gruesa por los
rasgos que no recuerdan en nada al tipo clásico Chavín que parece ser más bien un brote
local con motivos a veces al parecer interlocking y figuras extrañas, que recuerdan los
frescos de Punkurí del valle de Nepeña. Los bordes son chavinoides aunque con ligeras
(¿humano?), restos de cuy y huesos de aves. Algo también relevante de esta capa fue la
despejando al muro 12MC en toda su longitud hacia el oeste. Algo importante es que
Casafranca menciona que esta ampliación sólo se hizo retirando la Capa A anteriormente
definida. El 4 de Enero de 1963 se halló su extremo oeste que hacia esquina con un muro
266
de adobitos que se dirigía hacia el sur, y que era paralelo al muro 11MA. Este nuevo muro
lo denominamos 12MD.
Este muro 12MD midió unos 7 m. de longitud, tuvo un ancho de 1.10 m. y su altura
fue de 1.10 m. Estuvo hecho de adobitos pero en la cabecera tuvo un paramento de piedra
(Casafranca piensa que fueron los inicios de otro muro), teniendo un enlucido de barro en
su cara externa. En su base se encontró un piso (que hemos denominado 12PA) tanto en su
cara externa (oeste) como en la interna (este, correspondiente al interior del Recinto A). Su
extremo sur exhibía una cara, que era la jamba norte de un acceso al Recinto A, teniendo
este acceso un ancho de 1.45 m. El relleno que cubrió este muro es descrito como tierra y
piedras mayormente angulosas, que tuvo muy poca fragmentería cerámica y restos
malacológicos como choros y Crepidulas. Alineado con el muro 12MD le seguía hacia el
sur el muro 12ME, de las mismas características del anterior pero de 4.50 m. de longitud.
La cara de su extremo norte conformaba la jamba sur del acceso al Recinto A, donde se
encontraba un pequeño nicho (Casafranca indica que apenas era visible) de 18 cm. de alto
por 20 cm. de ancho, teniendo una profundidad de 10 cm., siendo un detalle importante que
el ancho en su parte superior era menor que en la base (lo cual le daba una forma
trapezoidal). Algo importante es que al despejarse el acceso al Recinto A se vio que estaba
“tapiado” por un cerco conformado por sólo una hilada de adobitos superpuestos (hecho
toda el área del Recinto A65. Al excavarse el área del Recinto A se encontró que había sido
65
Que estaba definido por el norte con el muro 12MC, por el este por el muro 11MA, por el sur por parte del
muro 9MB y por el oeste con los muros 12MD y 12ME, que se situaban a ambos lados del acceso al recinto.
267
Capa A: Piedras grandes angulosas (70 cm. de espesor).
otro mamífero de factura realista”. Una vez excavado todo el Recinto A y expuesta toda la
superficie del piso 12PA (sobre el que al parecer no se hicieron más hallazgos) se procedió
a excavar la esquina noroeste del Recinto A donde se encontraban los muros 12MA y
12MB. Por el registro que da Casafranca menciona que en esta zona se rompió el piso
(12RB). Al hacerlo no sólo descubrió al muro 12MA uniendo a los muros 12MB con
11MA sino que hacia el noreste del punto de unión de los muros 12MC y 12MB
descubrieron otro muro que parecía la prolongación del muro 12MC hacia el noreste. A
este nuevo muro lo denominamos 12MF y tuvo una longitud de 2.80 m. Casafranca
menciona que en el relleno de tierra (que parece ser también 12RB) que cubría a este muro
hallaron dos muros de corta longitud conformando una esquina. El 12MG de 1.5 m. de
longitud (que era paralelo a los muros 3ME y 10MA) y el 12MH, de 2 m. de longitud y que
estuvo alineado con el muro 9MB y que en la práctica vendría a ser el mismo muro.
como bordes de cántaros, platos, ollas, tazas, picos de botella, bases de trípode, etc. de
colores rojo, negro y decorados con incisiones; también piedras pulidoras, restos
268
malacológicos como Mesodesmas, Crepidulas, Tay chocolata, Concholepas, etc. y huesos
humanos incompletos.
Intervención A:
Esta excavación o intervención del Montículo BD4 se realizó en una zona muy
muro 9MA, que es un muro que corta el Montículo BD4 en dos zonas. Para el 29 de
intersección de los muros 9MA y 9MC que se excavó una unidad de excavación profunda,
del 1 al 5 de Diciembre de 1962. El lado sur de la excavación vino a estar definida por la
de botella) “de características semejantes al conocido del blanco sobre rojo (baños de
Boza)”. Casafranca menciona que la superficie de la Capa B era un piso (que denominamos
APA y que era de “tierra compacta”). Al excavar la Capa B notó que estaba asociada a un
muro que era más “irregular”66. Este muro aparece en el plano Bendezú y se desplaza de
forma paralela al muro 9MA (teniendo también una longitud de 43.5 m.) pero dando su
cara hacia el sur (en dirección opuesta al 9MA). Este muro lo denominamos 9MD. Es
66
Creemos que se refiere a que el acabado del paramento no era tan bueno como el del muro 9MA.
269
interesante que este muro “se notaba claramente en asociación con el terreno de tierra con
en cambio se observa cerámica con engobe crema, y con pintura de color verduzca
Al parecer la superficie de la Capa C era un piso (Piso APB) y dice que descendía
Se halló al muro 9MC pasando debajo del muro 9MA a la altura de la Capa B.
Nosotros creemos que el muro 9MC se unió al 9MD. Casafranca menciona que en el
espacio entre los muros 9MA y 9MC se halló un relleno de basura arqueológica
orden los chanques, las crepidulas y por último las lapas y caracoles siciadas,
angosto, saliente hacia los bordes de color rojo, bordes de ollas y ausencia de fragmentos
fragmento inciso de trazo muy delgado en relación con los encontrados en otras
excavaciones”.
Acerca del material asociado a éste muro menciona que la cerámica es “chavinoide”
“en lo que se destaca la forma del pico de golletes de botellas, altos y extraños que
parecen ser más bien pitarros grandes, y muy altos, en proporción que nunca he visto en
otros lugares, su color marrón y rojizo. Además entre los alimentos se hallan huesos de
Intervención B:
de su extremo sur (definiendo este muro su lado oeste). Al parecer se hizo al lado de la
270
Excavación 7, con la que estaría ligada. Casafranca menciona que la excavación se hizo con
el objetivo de extraer mayor número de fragmentos de cerámica, sobre todo los “pitarros” o
picos de botella, que se encontraron en regular cantidad en esta zona durante los primeros
siguiente:
Casafranca menciona que el primer día que empezó la excavación se halló buena
cantidad de material arqueológico, pero que fue destruido por el tractorista mientras el
Se hicieron más excavaciones de prueba en los lados del montículo BD4 para ver si
aparecían más muros, pero al parecer fueron pequeñas. También Casafranca menciona que
existía un desnivel del terreno hacia el este de la calle 22 y que era de 1.95 m. comparado
con el nivel de esta calle67. Como comentarios generales Carrera dice de la fragmentería
cerámica proveniente de este montículo que es “fina color rojizo, bruno, blanquecino con
incisiones que son hechas con punto mocha y no cortante como los casos de cerámica
Cavernas, estas incisiones son geométricas”. Sobre las formas menciona que en la última
capa de ocupación se han extraído golletes o picos de botella de forma clásica Chavín, pero
con la diferencia de que el labio no es biselado sino es una simple inclinación o expansión
hacia fuera. Los labios de las ollas, vasos y cántaros tienen la silueta en forma de coma,
67
Realizando un dibujo de corte de este desnivel, la calle 22 y el Montículo BD4 en su libreta de campo.
271
común en Chavín. Menciona que tampoco se han encontrado vasijas escultóricas salvo
menciona “presentan paredes gruesas con piedras grandes de filos cortantes con amarres
de barro colocados a lo largo cuidando la mejor fachada siempre con inclinación ligera de
pequeñas con barro” aclarando que esa técnica de relleno se presenta sólo en las bases de
los muros.
los datos proporcionados por las dos trincheras de la Excavación 1, más dos eventos
medidas exactas, sobre todo de su diámetro interno o externo (el grosor del muro fue al
parecer de 30 cm.). Las libretas no dan mayor información acerca de su posible ubicación
encontró este muro) fue un material que se depositó después que se abandonara la
estructura. Este material, que califican de relleno, contuvo cerámica Formativa, Ichma y
Colonial, lo que indicaría que al menos el fechado más tardío de deposición de esta capa
fue en la colonia. Pensamos que esta capa vendría a ser el primer evento postdeposicional
68
Carrera menciona que pudo ser una colca, adoratorio o depósito de agua.
272
de piedras y tierra producto al parecer de la limpieza de los campos agrícolas de la
pequeña69 pero el problema más que su función es su datación ¿Fue una estructura del
allá ¿Pudo ser una plaza circular hundida? Mencionamos que por la foto aérea de 1944
creemos distinguir en medio del vestíbulo de La Florida la silueta de una plaza circular,
otro detalle es que la estructura circular del PC3 estaría casi en el mismo eje de la anterior,
coincidiendo con el mismo eje de todo el templo en U. Lo que haría dudar esta propuesta es
el tamaño de esta supuesta plaza circular, pero aún así es algo que debe considerarse.
dibuja Carrera inmediatamente debajo de la Capa B se encuentra una capa de gravilla que
interpretan como el estéril. Es probable que ésta estructura en su interior haya tenido un
piso, pero nos preguntamos si fue el mismo que debió tener la plaza central de La Florida.
Al no hallarse ningún vestigio de éste creemos que puede ser un indicador más de que esta
69
Por el croquis de Carrera de la planta del montículo pensamos que pudo tener 4 m. de diámetro
aproximadamente.
273
estas bases de piedra restos de un camino sobreelevado, zócalo o muralla? ¿Qué altura
construcción al parecer podría datar del Período Inicial, pero no tiene muchas asociaciones
convincentes. Acerca de las dimensiones que tuvo en su tiempo de uso creemos que no
debió ser muy alta, debido a que la hilera de piedras aglomeradas en medio de las chacras
estaría representado por las dos capas situadas encima de las bases del muro.
fotografía aérea del SAN de 1944 figura con claridad esta hilera de piedras aglomeradas y
nos hemos dado con la sorpresa que se alinea perfectamente con uno de los geoglifos
situado en la pampa de Amancaes, que también es una línea trazada en la arena, siendo de
las dos que hay la situada hacia el noroeste o hacia el lado del cerro Arrastre Bajo.
Mencionamos que estos dos geoglifos se alinean con el eje del núcleo del cuerpo central.
Hacia el sureste del PC3 también hubo una línea en el terreno que dividió parcelas y que
coincide con el alineamiento del otro geoglifo. La longitud total de la muralla de piedras o
zócalo despejado por la Excavación 2 es de 320 m., yendo desde el camino que después
sería la Avenida Abelardo Gamarra por el suroeste hasta el límite de las tierras agrícolas
con el área desértica de la pampa de Amancaes por el noreste (donde cruzaba un canal de
regadío). Esto quiere decir que cruzaba toda la mitad oriental de la plaza central de La
geoglifo sería una prueba que esta estructura fue contemporánea con éste y con el templo
70
Mientras que la otra línea o división de los campos agrícolas situada al sureste de PC3 sólo hacía la mitad
oriental de ese recorrido.
274
En el extremo sur de la trinchera pensamos que debió encontrarse el piso de la plaza
central de La Florida, pero no se halló. De haber existido debió estar sobre la Capa B71, es
decir, en el límite de ambas capas. Pero el no haberse ubicado el piso de la plaza en esta
trinchera no significa que no haya existido, para ello tendría que verificarse en varias zonas
Por el registro hecho por Carrera podríamos decir que sólo existió un evento de
ocupación de este montículo, que fue el entierro del niño. Al parecer, y por los datos
proporcionados por la Excavación 4, el PC2 sólo fue una acumulación de tierra y piedras
posterior al Período Horizonte Tardío, siendo quizás de los primeros tiempos de la Colonia.
descarta del todo el hecho que tuviera algún contenido arqueológico en contexto, o que
estuviera cubriendo algún tipo de arquitectura enterrada. Llama la atención dos cosas:
primero el tamaño del montículo, igual al del PC3 (donde se descubrió la estructura de
71
Da la impresión que la Capa A corresponde a un proceso de deposición de tierra y material de desecho
posterior al abandono del sitio.
275
ocupación más clara del PC4 (en clara asociación con fragmentería temprana) es la
construcción circular de piedra. Es importante el dato que da Carrera de que las bases de los
cimientos de estos muros se asentaban sobre el terreno estéril. El piso asociado a este muro
circular del PC3 ¿Ésta del PC4 también podría considerársele una plaza circular? Llama la
atención la altura que alcanzó el muro, de 1.20 m., pero la magnitud de la estructura aboga
en el hecho que sea una de éstas construcciones. Luego de esta primera ocupación la
estructura es enterrada por sedimentos y deshechos (que vendrían a ser las capas D y E)
para luego ser sellada por la Capa C, que por la descripción que da Carrera parecería ser un
piso. Ésta vendría a ser la segunda ocupación de PC4, datada también para el Período
piedra muy rústica y fragmentería de cerámica tardía. A esta época también pertenecería el
entierro hallado (que quizás haya sido contemporáneo a los entierros de PC3 y PC2).
Por los datos que nos proporciona Carrera, creemos que su interpretación de
estratigrafía del mismo sólo definiríamos una sola “ocupación” del montículo que sería el
material de desecho encontrado en la Capa A. Creemos que no se debe descartar que hayan
desechos que hay hacen pensar en una ocupación doméstica (considerando también que se
276
temprana del Complejo Amancaes. Llama también la atención que en el cateo Este sólo se
hayan extraído restos malacológicos y del cateo Oeste sólo fragmentos de cerámica.
También por los restos óseos humanos que se encontró al parecer hubo también un entierro,
Es poco lo que podemos decir sobre los períodos de ocupación del Montículo BI2.
A diferencia de las otras 6 zonas donde se hicieron excavaciones antes que las obras de
urbanización destruyeran por completo las evidencias, en este caso, quizás por la prisa que
tenía la compañía o por la presencia del edificio colonial de la casa hacienda, no se hicieron
excavaciones de rescate propiamente dichas, sino que se hizo algo que se acercaría a lo que
existente (BI2) fue severamente afectado durante la Colonia y la República y que esto lo
redujo prácticamente a rastros supérstites encontrados en las bases del montículo colonial.
Son relevantes, sin embargo, el hallazgo del muro de piedra de 1 m. de alto, el lente de
ceniza asociado a éste (que lo fecharía en el Período Inicial) y los vestigios de moluscos y
de cerámica chavinoide en la base del mismo Montículo BI2. El muro con el lente de
impresión que la cara de este muro estaría dando hacia el sureste, donde estaría ubicada en
la base la pequeña banqueta ¿Fue acaso un muro de contención? ¿Se ubicó hacia el
72
La vigilancia de la apertura de una zanja en la tierra para verificar si aparece algún tipo de evidencia
arqueológica.
277
Montículo BD4 (Brazo derecho, Montículo 1)
Excavación 3:
(3EC1) tuvo 2 momentos constructivos: el primero (3MC1) fue la edificación del muro
3MA y la deposición del Relleno 3RC, que fue a su vez sellado por el piso 3PA. Parte de
este primer momento fue la edificación del muro 3ME, que delimitó el montículo por el
lado noroeste y también del piso 3PC en la base del muro 3MA. El segundo momento
(3MC2) fue la edificación del Muro 3MB y del relleno que soportó, el 3RB. La segunda
constructivo (3MC3) que vino a ser la deposición del relleno 3RE y su sello con el piso
3PB, a lo que sumaríamos la construcción de los muros 3MC y 3MD, el cuarto momento
constructivo (3MC4) fue la deposición del Relleno 3RD y de su capa A, que estuvo
conformada por basura arqueológica, lo que revela una intensa ocupación a nuestro juicio
“doméstica”. Por último la tercera etapa constructiva fue el quinto momento constructivo
(3MC5) que fue la deposición del relleno 3RA que selló al muro 3MB, al piso 3PA y al
relleno 3RD. Este relleno fue al parecer base de construcciones que cubrieron todas estas
estructuras pero que fueron destruidas al parecer por la maquinaria pesada. La capa A del
relleno 3RD fue la única con éstas características, siendo las demás casi siempre un relleno
homogéneo de piedras angulosas con tierra con algo de basura arqueológica y tiestos de
cerámica73. Algunos segmentos del muro 3ME según Casafranca tuvieron huellas de haber
sido afectados por un movimiento sísmico. De ser cierto esto ¿En qué época se produjo este
terremoto? Es nuestra impresión que estas tres etapas constructivas revelan al principio un
crecimiento del edificio desde el muro 3MA tanto al norte (crecimiento en altura del
73
Lo que los homogeniza mucho con los rellenos registrados por nosotros en el cuerpo central de La Florida.
278
edificio) como hacia el sur (adosamiento de estructuras) para luego ser sellado todo para la
Excavación 6:
(6MC1) está relacionado con el muro y/o muros de adobe. Sobre la capa natural se depositó
un relleno (la Capa C) que sirvió de soporte al muro 6MA. No se registró un piso
relacionado pero no debemos descartar que haya existido uno. El segundo momento
(6MC2) fue la deposición de las capas B y A, que fueron el relleno que sirvió de soporte a
construcciones situadas encima pero que para el año 1962 ya habían sido destruidas.
Excavación 7:
del Muro 7MA con la deposición del relleno 7RA, que fueron sellados con el piso 7PA. El
segundo momento (7MC2) fue la construcción del Muro 7MB y por último el tercer
momento (7MC3) fue la deposición de la Capa A, sobre el Muro 7MB y el piso 7PA, capa
que al parecer fue sostenida también por el Muro 7MA. Llama la atención el hecho de
presentar el muro 7MA las piedras de su mampostería también caídas, dando la impresión
de haber sido afectadas por un terremoto al igual que las del muro 3ME.
Excavación 9:
Los momentos constructivos que podemos identificar son los siguientes: el primer
momento (9MC1) fue la deposición de la Capa C que sirvió como relleno para la
(9MC2) fue el relleno que se acumuló en su zona colindante manifestado por los restos de
279
basura doméstica, ceniza, etc. de la Capa B. Por último el tercer momento de construcción
(9MC3) vino a ser el sello de los muros 9MB y 9MC y de la Capa B por la Capa A.
Excavación 10:
fue la erección de los muros 10MA y 10 MB y la deposición del relleno 10RA, que fue de
Excavación 11:
primero (11MC1) fue la edificación de los muros 11MA, 11MB y 11MC, que al parecer
fueron todos ellos construidos en un mismo tiempo (junto al resto de muros que definieron
el Recinto A). El segundo momento de construcción (11MC2) fue el sello de toda esta
Excavación 12:
de las capas F, E y D sobre el terreno estéril que sirvieron de soporte al muro 12MF (y al
parecer para partes de 12MB y 12MA) y la deposición de la capa C que evidencia una
momento (12MC2) fue el recubrimiento del muro 12MF (y de parte de los muros 12MA y
12MB) por el relleno 12RB, la elaboración de los muros 12MA, 12MB, 12MC, 12MD,
12ME, 12MG y 12MH (definiendo así el Recinto A) y del piso 12PA. A éste momento de
construcción estarían asociadas las actividades hechas en estos ambientes74. Por último el
tercer momento de construcción (12MC3) fue el sello del Recinto A con la clausura del
74
El bolsón de ceniza situado en la esquina noreste del Recinto A que tuvo el mortero vendría a ser evidencia
de las actividades realizadas en este lugar.
280
acceso al construir el murete de adobes y luego la deposición del relleno 12RA que lo
cubrió, que vendría a estar relacionada con la capa A75. Al parecer todos los muros y
estructuras fueron cubiertos por este relleno que sirvió de base a construcciones posteriores
que lamentablemente fueron arrasadas por los cargadores frontales. ¿Qué función tuvo el
lo que pareció ser el acceso principal al recinto (al oeste, mirando la plaza central) y que los
dos muros que flanqueaban el ingreso hayan sido de adobitos (siendo el resto de muros que
presencia del pequeño nicho trapezoidal en la jamba sur del acceso al recinto (al parecer
sólo aparece allí y no en la jamba norte). Otro detalle es que al parecer al despejarse el
relleno 12RA el piso 12PA estuvo limpio, sin restos de basura o de algún objeto, artefacto o
cerámica precisamente en el límite entre las dos capas que conformaron el relleno 12RA
(¿Evidencia de entierro ritual?). Por último es importante reparar que en la esquina noreste
del Recinto A se ubicó un bolsón de ceniza, basura, etc. con un mortero, lo que podría ser
consumo de éstos (por los restos de basura). Creemos que por los indicadores: acceso
orientado a la plaza central, presencia del nicho trapezoidal en la jamba sur del acceso,
limpieza del piso del recinto y la ofrenda de la cabeza de mono es que el Recinto A tuvo
Intervención A:
Los momentos constructivos que podemos identificar en esta excavación son los
siguientes: El primero (AMC1) fue la deposición de la Capa C, su sello con el piso APB y
75
La deposición de la ofrenda de la cabeza de mono de cerámica estaría relacionado con esta remodelación.
281
la elaboración de los muros 9MC y 9MD. El segundo momento (AMC2) fue el relleno de
este ambiente con la Capa B (que incluso parece que cubrió al muro 9MC como lo atestigua
el bolsón de basura situado entre este muro y el 9MA), su sello con el piso APA y la
elaboración del muro 9MA. El último momento de construcción (AMC3) fue la cubierta
con la Capa A de la cara del muro 9MA, que probablemente sirvió de relleno para
Intervención B:
sólo 2. El primero (BMC1) fue la construcción del muro 7MA, que al parecer sirvió para
delimitar el Montículo BD4 por este flanco. Y el segundo momento (BMC2) fue la
también pudieron ser deposición producto del abandono del montículo o del sitio.
que reportaron las excavaciones en el Montículo BD4 proponemos seis fases constructivas.
del relleno 3RC (cascajo) y del piso 3PC (gravilla) en la Exc. 3; la capa D (ripio) en la Exc.
capa D (ripio) en la Exc. 9 y la capa G (hormigón menudo) en la Exc. 12. Al parecer todas
constructivo 12MC1. Creemos que el muro 12MF es la estructura más antigua del
montículo y pudo ser parte de un edificio más amplio (pero de menor envergadura que los
282
el tipo de material que se usó para edificarlo, pero sospechamos que fue piedra, debido a
que si hubiera sido adobe u otro tipo de material era probable que lo mencione, como los
adobitos de las cuales el Recinto A es el ambiente mejor definido. Al parecer este edificio
no sólo se construyó en la porción norte del Montículo BD4 sino también en su porción sur
(creemos que el muro 6MA de adobitos sería parte de esta fase constructiva). Así los
planta rectangular y con su acceso principal hacia el oeste (mirando a la plaza central).
Formarían parte de esta fase los momentos constructivos 10MC1, 9MC1, 9MC2, AMC1 y
6MC1. La presencia del muro 6MA al centro de la mitad sur del Montículo BD4 y su casi
alineación con el muro 11MA hace pensar que este edificio también se extendió hacia esta
zona, ya que la ubicación del muro 9MD dividiendo el montículo en dos partes y dando su
cara hacia el sur hace pensar que ese sería el límite sur de esta fase constructiva (Fig. 131).
todas las estructuras de la segunda fase con rellenos y la construcción de una plataforma de
planta rectangular en la mitad sur del montículo. Los muros que definirían esta plataforma
serían por el norte el 9MA, por el oeste el 3ME, por el sur 3MA y por el este el 7MA. Un
detalle importante es que al parecer colindante con la cara interna de los muros existió un
piso, ya que junto al muro 3MA y al 7MA estuvieron los pisos 3PA y 7PA
respectivamente76. Por las evidencias de los rellenos que cubrieron al Recinto A y las
construcciones anexas pensamos que la tercera fase también estuvo presente en la mitad
76
Estando el piso en un nivel más bajo que la cabecera del muro, siendo esta parte una especie de parapeto.
283
norte, pero que la maquinaria pesada de la compañía urbanizadora destruyó esta parte del
edificio. Forman parte de esta tercera fase los momentos constructivos 3MC1, 6MC2,
plataforma anterior y a 1 o 1.5 m. de los muros de contención externos de cuatro muros que
constituyeron una segunda plataforma (creemos que fue en los cuatro lados, al menos en los
lados sur y este sí está comprobado). Los momentos constructivos que definen esta cuarta
definen los muros 3MC y 3MD al lado sur de la primera plataforma, cerca de la esquina
suroeste del montículo. Es probable que haya conformado una pequeña plataforma alargada
adosada a la cara del muro 3MA. Estaría definida por los momentos constructivos 3MC3 y
3MC4 (Fig. 134). El aspecto del edificio es similar a la descripción que Ravines hace de los
fase) con un relleno, que posiblemente hayan soportado unas estructuras encima. Esta fase
estaría definida por los momentos constructivos 3MC5, 7MC3, BMC2 y AMC3 (Fig. 135).
Algo que advertimos es que si este último relleno cubrió el muro perimetral sur de la
plataforma de la tercera fase (muro 3MA) es probable que esta última remodelación haya
servido para unir en un solo montículo al BD2 con BD4 (y quizás a los demás también) lo
que nos hace pensar que hasta la quinta fase constructiva el montículo BD4 conformó una
284
Correlación de los datos registrados en todas las excavaciones y posible secuencia
montículo BD4 con las del resto de montículos y/o excavaciones. Creemos que no
disponemos de indicadores fiables para correlacionar de una forma efectiva las escasas
fases de ocupación de los otros montículos con las fases de construcción del montículo
BD4. Al menos no podemos aun correlacionar algunas de éstas ocupaciones pero para otras
Serían siete las fases de ocupación registradas para las siete intervenciones.
la Exc. 1 (Montículo PC3) como la Capa C (gravilla), en el extremo sureste de la Exc. 2 (al
sureste del zócalo de tierra) siendo la Capa B (terreno natural), en la Exc. 4 (Montículo
PC2) como la Capa B (cascajo sin ninguna tierra orgánica), en la Exc. 5 (Montículo PC4)
piedra de 1 m. de altura descubierto en las proximidades de los restos del Montículo BI2
tentativa ya que no disponemos de algún indicador fiable para asociarlos. Lo único que
podemos decir para respaldar esto es por la profundidad de las estructuras de ambos brazos.
La segunda fase de ocupación vendría a ser el BD4FC2 (Recinto A con los muros
285
La cuarta fase de ocupación vendría a ser el BD4FC4 (construcción de la segunda
BD4FC5. La sexta fase de ocupación vendría a ser el BD4FC6 (el sello de todas las
ya destruidas).
Surge un problema al tratar de relacionar con la secuencia del BD4 las dos plazas
circulares encontradas en los montículos PC3 y PC4 situados en medio de la plaza central,
intentar eso creemos que es posible plantear una relación entre algunos de éstos elementos.
Tanto las plazas circulares como el zócalo son de piedra y podrían ser contemporáneos.
Además de eso se encuentran sobre el estrato estéril de la zona, lo que sería un indicador
más de que sean de la misma época. En una fase posterior a ésta vendría a estar el entierro
de la plaza circular del Montículo PC4 por las capas E y D y su sello con la capa C (que al
parecer conformó un piso). De todas formas para esta pequeña segunda secuencia
constructiva de las estructuras de esta zona aún no tenemos forma de correlacionarla con las
fases del BD4 o con otras fases de La Florida, por lo que por el momento quedaría
Por último la séptima fase de ocupación vino a ser la cubierta por desmonte y
relleno de los montículos PC3, PC4 y al parecer de todo el montículo PC2 en su integridad.
Esta cubierta se realizó en un marco de tiempo bastante amplio pero vino a suceder después
286
7c. Construcción de una propuesta de secuencia constructiva para los vestigios de
-Fase 1: Fase constructiva 1 del Montículo BD4 del brazo derecho y muro de piedra
con banqueta y cenizal asociados en la base del Montículo BI2 del brazo izquierdo.
Y sucede el mismo caso con la ocupación del basural “chavinoide” del Montículo I
287
CAPITULO VIII
donde se iba a emplazar el parque era un rectángulo de 200 x 150 m., concentrándose las
circundado por las calles 15 por el norte, 18 por el este, 19 por el oeste y 21 por el sur (Fig.
137). En la esquina suroeste del área del parque se encontraba el Montículo E del Complejo
muros de piedras angulosas. Hasta el año 1955 este montículo estuvo al parecer
Casafranca menciona que después de la visita que hizo a la Huaca La Florida con
urbanización que en el área asignada para la construcción del parque Juan Ríos había
existido esta pequeña huaca. Por este motivo Casafranca recorrió esta zona observando que
la demolición del montículo no había sido completa y que aún se levantaba 1 m. sobre la
77
Casafranca menciona que midió unos 50 x 25 m., siendo su área de unos 1,250 m2 y su altura de unos 6 a 8
m.
288
Posteriormente, en 1957, se reiniciaron los trabajos de nivelación de esta área para terminar
de construir el parque, motivo por el cual se terminó de destruir lo que quedaba del
Montículo E por encima del nivel del suelo. Esto fue informado por Casafranca a Muelle,
quien se comunica con el presidente del Rotary Club del Rímac78 efectuándose la
Casafranca menciona que “capas de basura” se encontraban aledaños a los restos de este
montículo, tanto dentro como fuera del área asignada para el parque, lo cual es una prueba
de que existió una ocupación (quizás doméstica) alrededor de éste e incluso alrededor de
Es importante mencionar que en el área del actual parque Juan Ríos no sólo se
emplazó el Montículo E sino también en la zona colindante con la esquina noreste estuvo el
extremo noroeste del Montículo G (uno de los más grandes de este complejo) y cerca de la
Cateo 3(a), Primera Excavación y Segunda Excavación. De todas estas intervenciones los
relativamente cerca de la esquina noroeste del parque, lugar en donde no estuvo emplazado
ningún montículo, pero aún así se hallaron evidencias arqueológicas en esa zona. La
78
Entidad que financiaba la construcción de la urbanización y del parque.
79
Pero al parecer situado ya en las afueras del área del parque.
289
(Fig. 139). La descripción de capas de los perfiles estratigráficos se han hecho desde el más
Cateo 1:
Octubre de ese año. Estuvo ubicado cerca de la esquina suroeste del parque. Casafranca lo
ubica a 27 m. “ligeramente hacia el N.O. de la pista que circunda el parque Juan Ríos, en
dirección de la avenida #2”. Empezó siendo una unidad de 1 x 1 m. para luego ampliarse 1
m. más hacia el sur, terminando siendo una unidad de 2 x 1 m. Al inicio se hizo por niveles
Capa G: Tierra húmeda compacta con piedras chicas (26 cm. de espesor).
290
Casafranca menciona que la Capa B tuvo un terreno compacto, fue algo húmedo y
compuesta de conchitas de tipo choro y almejitas”. Junto a los restos malacológicos había
monócroma (los colores fueron rojo, marrón y negruzco, 5 tuvieron incisiones) de los
cuales el 50 % tuvieron un fino acabado de superficie. Entre las formas estuvieron los
Sobre la Capa C anota que los cantos rodados “al parecer fueron puestas
intencionalmente allí, ya que las más planas y grandes están en sentido horizontal”. A
medida que se profundizaba las piedras se hacían más menudas. Se extrajeron de esta capa
estaría conformada por sus capas B, C y D (la B la denomina “relleno artificial de barro con
piedra”, la C “tierra con piedras” y la D “estrato de tierra con restos de concha, carbón y
piedras chicas”).
quemados, cenizas y restos de junco. Esta capa ya está asociada a un muro de cantos
rodados (Muro CAT1MA) (Fig. 141) que tenía un eje ligeramente hacia el nornoreste y se
ubicaba en el lado sureste de la unidad. Midió 87 cm. de largo, 30 cm. de ancho y 40 cm. de
alto. A la altura de la mitad de la unidad, el muro desaparecía. Casafranca menciona que los
291
orientación del muro y Bonavia anota que conformaban en lo ancho del muro dos hiladas
de piedra. La argamasa que unía a las piedras estaba conformada de tierra arcillosa y mucha
restos de roedor (¿cuy?), moluscos y una vértebra de venado. En la libreta de Bonavia esta
capa la divide en dos: la E (arena con restos de carbón) y la F (basural). Por su dibujo
existió un bolsón o rasgo de tierra en el límite sur de la capa E (que denomina E’).
Debajo de la Capa D existía un piso (Piso CAT1PA) (Fig. 143). Este piso estaba
formado por una masa compacta de tierra arcillosa de unos 8 cm. de grosor. Casafranca
menciona que el material era el mismo que la argamasa del muro CAT1MA. Para limpiar la
cara externa del muro se tuvo que romper una “especie de embarrado grueso” que lo cubría
Debajo del piso existió un relleno de piedras angulosas mezcladas con barro y
cantos rodados pequeños de 8 cm. de grosor (Capa E) que a opinión de Casafranca le sirvió
de refuerzo al piso CAT1PA. Bonavia le asigna a esta capa la letra H (“relleno de piedras
chicas y barro”). Casafranca menciona que debajo de esta capa existió una “capita de
basura” (que denominamos Capa F) que al parecer tuvo sólo unos 2 cm. de espesor.
Bonavia menciona que el muro CAT1MA estaba asociado hasta su capa H (lo que vendría
asociado al muro CAT1MA estaban dos pisos. Creemos que debajo de la delgada capa de
basura F estuvo un segundo piso (Piso CAT1PB) asociado también al muro CAT1MA (Fig.
140). Debajo de este piso CAT1PB estuvo la Capa G, a la que Casafranca denomina
292
“cimiento” y Bonavia le asigna la letra I80. Luego prosiguió una “capita de ceniza y basura
con conchas de tipo choro” (Capa H). Finalmente debajo de ésta estuvo el terreno estéril81.
En el perfil noroeste la estratigrafía es similar sólo variando en la zona más profunda. Así,
debajo de lo que vendría a ser la Capa C (el relleno de cantos rodados) estuvo presente la
Capa D de basura muy delgada. Debajo de ésta estuvo una capa de tierra mezclada con
cantos rodados pequeños, más compacta que la anterior C. Menciona Casafranca que tuvo
esa consistencia por tener intercaladas capas de piedras y de tierra y que en esta capa
además de restos de basura con ceniza hubieron cerca de 30 fragmentos de cerámica que
estuvieron algo erosionados y que fueron más burdos que los de los estratos superiores (no
fragmentería de cerámica. Ésta capa (que denominamos PNOE) tuvo un grosor de 25 cm. y
debajo de ésta siguió otra similar (PNOF) en la cual la tierra se hizo más compacta hacia la
pared suroeste y en el fondo del cateo los fragmentos de cerámica fueron muy frágiles y
escasos82 siendo siempre más notoria la presencia de moluscos (conchas de choros muy
Esta capa PNOF se profundizó hasta casi 1,75 m. en la primera zona abierta de la unidad,
no llegándose hasta el estéril (que en el otro pefil estuvo 25 cm. más abajo). Nosotros
creemos que tanto las capas PNOE y PNOF formaron parte de la capa G.
80
La foto TMX-0792 (Archivo Mejía Xesspe, IRA-PUCP) es de la esquina suroeste del cateo, donde puede
distinguirse de forma clara el muro CAT1MA y lo que parecen ser tres pisos asociados a éste (CAT1PA y
CAT1PB mas uno más) ¿Esto significaría que en la capa H también existió otro piso? Quizás sólo haya sido
uno de éstos la superficie de una de las capas. Otra foto (TMX-0793) (Archivo Mejía Xesspe, IRA-PUCP) es
el perfil oeste del cateo, donde pueden distinguirse la Capa C del relleno de cantos rodados y al fondo tres
pisos asociados al muro CAT1MA. Probablemente hayan existido 3 pisos asociados a este muro.
81
Casafranca lo denomina cascajo, mientras que Bonavia lo define como grava (capa J).
82
Casafranca atribuye eso a la humedad del terreno, rescatando sólo 4 fragmentos.
293
Cateo 2:
al parecer hasta el 3 de Octubre de ese año. Casafranca lo ubica a 7.30 m. hacia el sur del
Cateo 1, mientras que en dos planos existentes en la libreta de Bonavia notamos que se
encontraba más cerca de la pista de la calle 21 y también de un área del parque donde ya se
había construido o se iba a construir una piscina. Empezó siendo una excavación de 1 x 1
siendo por niveles arbitrarios de 25 cm. cada uno para luego ser por capas estratigráficas.
Casafranca menciona que en el perfil sur la Capa B es más gruesa, sobre todo hacia
el oeste. También menciona que los fragmentos de cerámica de la Capa B son de menor
calidad en el acabado de los encontrados en la Capa B del Cateo 1 y que se encuentran muy
erosionados y frágiles por la humedad. Sobre la Capa C menciona que este relleno es más
notorio hacia los extremos suroeste y noreste de la unidad y que no se nota casi hacia el
piso que tuvo su soporte o relleno en la capa E. Por ello la superficie de esta capa la
294
denominamos Piso CAT2PA. Menciona también que en la Capa F no hay tanta
grafica un dibujo de la estratigrafía de este cateo en el perfil oeste, toma también unas fotos
del perfil suroeste (Fig. 145) y es bastante similar a lo que había registrado Casafranca en el
perfil norte, agregando que en la Capa F existía grava con tierra junto a los restos de basura
y carbón.
Cateo 3:
excavó del 3 hasta aparentemente el 26 de Octubre de 1957. El Cateo 3 empezó siendo una
unidad de 2.40 x 1 m. para después ampliarse de forma progresiva en casi todos sus lados
adoptando una planta de polígono irregular, que se unió mediante una pequeña cala al
Capa C: Relleno de cantos rodados con basura y tierra (80 cm. de espesor).
Casafranca menciona que la Capa A contenía capitas aisladas de basura, en las que
también incisas), moluscos de tipo choro, almejas y caracolitos y también restos óseos al
parecer de aves marinas y de mamíferos. Sobre la Capa B menciona que los cantos rodados
una forma desordenada, disponiendo a los cantos rodados en un sentido horizontal con las
caras anchas en plano, teniendo entre piedra y piedra una suerte de argamasa de barro no
muy húmedo. Algo importante es que en esta capa disminuye la presencia de materiales
295
arqueológicos de forma significativa. De todas formas se encontraron pequeños lentes de
basura entre los cantos teniendo pocos fragmentos de cerámica, siendo frágiles y
erosionados, habiendo también conchas marinas partidas83. Bonavia menciona que las
piedras de esta capa parecieron formar estructuras circulares, pensando que eran algo
semejante a “colcas” pero luego descartaron eso. Se menciona también que la superficie
dibujo de perfil que dibuja Bonavia de la estratigrafía de la zona nuclear de este cateo lo
que denominamos Capa C aparece dividida en dos: una primera capa de “tierra casi limpia”
(pensamos que quizás sea el piso CAT3PA) y una segunda de basura con conchas
Casafranca menciona que una vez concluida esta fase del Cateo 3 se decidió
ampliarlo hacia su lado sureste, debido a que aparecía la cara de un muro de cantos rodados
(el muro CAT3MA). Este muro CAT3MA tenía una orientación sureste a noroeste y su
regular tamaño mezclados con barro y su altura fue de 1.60 m. (Fig. 151) Casafranca anota
que sobre la cabecera del muro a 10 cm. de profundidad de la superficie se encontraba una
capa de arenilla color amarillo verdosa de 5 cm. de espesor que corría en sentido horizontal.
La parte superior de esta capa era un estrato de tierra de cultivo compacta mezclada con
restos de basura. El muro se asentaba sobre una capa de basura con bastante ceniza de 10
cm. de espesor. Esta capa se asienta sobre una de arena de río de 20 cm. de espesor, debajo
de la cual aparecía el cascajo. Casafranca menciona que estas dos últimas capas
83
Casafranca piensa que por efecto del peso del relleno.
84
Bonavia dibuja un borde de cerámica encontrado en el límite de la Capa C con el estéril.
296
corresponderían al estéril. También menciona que, asociado a éste muro, encontró una serie
cerámica incisa con pintura blanca dentro de la incisión. Unos 1.20 m. hacia el este se
cantos rodados de regular tamaño mezclados con barro colocados horizontalmente. Su largo
menciona que el muro se encontraba sobre un relleno, que servía de base a éste (quizás
Haciendo esquina con el muro CAT3MB estaba el CAT3MC (Fig. 146). Este muro
tenía 1.60 m. de largo, 35 a 40 cm. de ancho y Casafranca menciona que tenía la misma
el anterior). La base de este muro estaba conformada de cantos rodados dispuestos de forma
horizontal habiendo sobre éstos 2 hileras de piedras angulosas. Asociado a “la parte
delantera del final del muro “c”” (CAT3MC) y a 65 cm. de profundidad se encontró “un
incisa fina, dos fragmentos de conchas marinas gruesas y un piruro de arcilla con incisiones
geométricas en sus polos. Ambos muros van disminuyendo de forma gradual hasta
desaparecer en sus extremos. El relleno que ambos muros soportaron fue de piedras de
poco espesor irregular (30 cm. de grosor) que se situó también debajo de la tierra arcillosa
85
Creemos nosotros que puede ser de un camélido.
297
de cultivo, que tuvo también algunos lentes de basura. Aunque Casafranca menciona que
no se excavó esta parte, tenía la impresión que era un “todo de tierra compacta hasta
adosarse a los muros principales”. Casafranca observó que los muros CAT3MB y
CAT3MC estaban cubiertos por un relleno que a su parecer pudo ser parte de un relleno de
que 5 m. al noreste del muro B aparecieron piedras de gran tamaño de aristas cortantes.
Unos 2.20 m. al noreste del muro CAT3MC se encontraba el muro CAT3MD (Fig.
ancho de 20 cm. Su altura fue de 50 cm. En su eje, este muro era paralelo al muro
con basura de conchas en detritus. Este relleno se extendía hasta el muro CAT3MC y era
“un grupo de piedras de cantos rodados colocados como caidas pero también en sentido
horizontal a manera de un relleno.” Bonavia menciona que en esta zona observó que a
0,80-1,10 m. de profundidad aparecían unos cantos rodados que estaban colocados dando la
impresión de haber sido la cara de un piso o superficie. Esto se refuerza debido a que estos
cantos rodados estaban “ajustados” sobre un piso que aparecía a 1.22 m. de profundidad de
Casafranca presenta en su cuaderno para este cateo, se observa un muro paralelo al muro
CAT3ME y uniéndose en 90º con el extremo noreste del muro CAT3MC, este muro
aparece otro muro, que es paralelo al CAT3MB y que esta a 40 cm. al noreste. Nosotros lo
298
denominamos CAT3MG, midió unos 63 cm. de largo y al parecer se situó sobre el piso
fueron unos restos humanos encontrados a 30 cm. al norte del muro CAT3MA y a 20 cm.
de profundidad (Fig. 149). La importancia de estos restos óseos es que no sólo fueron el
único contexto de restos humanos encontrado en las excavaciones de esta zona del
Complejo Amancaes sino que es el único contexto de restos humanos que disponemos para
la zona de Huaca La Florida que puede fecharse de forma fidedigna al Período Inicial. Por
el motivo de haber encontrado estos restos se hizo una especie de cateo de 1.50 x 1 m.
Estos restos humanos se encontraban sobre una capa de arena amarillenta verdosa (que
según Casafranca marcaba el límite entre las capas B y C) y estaban cubiertos por un
relleno de cantos rodados pequeños y tierra arcillosa compacta que impregnaba las
osamentas. El primer hueso que hallaron fue el maxilar inferior, fragmentado pero casi
completo con algunos dientes dentro de sus cavidades dentarias y otros fuera de ellas (el
grado de conservación de los dientes era bueno) que estuvo colocado boca abajo (Fig. 150).
al oeste, a 40 cm. al este del maxilar inferior), el esternón (colocado casi verticalmente y a
18 cm. ligeramente hacia el norte del cráneo), el calcáneo (ubicado a 5 cm. al oeste del
esternón), un hueso que pareciera ser el húmero y las vértebras cervicales in situ. El otro
grupo estaba constituido por la tibia, el peroné, 2 costillas y los falanges de la mano (a 18
cm. al sur del maxilar inferior). Entre estos 2 grupos se encontraba la clavícula y el maxilar
inferior (Casafranca menciona que se encontraba casi en sentido norte a sur) sobre una
costilla incompleta. Algo que Casafranca anota es que el tamaño del maxilar inferior era
299
grande y que perteneció a una persona adulta de constitución robusta. Se menciona también
que los huesos eran completamente frágiles y que se destruían durante su extracción.
Además estaban asociados a ceniza y fragmentos de cerámica fina e incisa, habiendo pocos
fragmentos de cerámica utilitaria. Anota que, cubriendo los huesos y debajo de los cantos
rodados pequeños, se encontraba una capa de basura que contuvo osamentas de animal, al
incompleto y no sigue una clara orientación. Según Bonavia parecía que el esqueleto estuvo
originalmente en cuclillas y que debido al peso del material de relleno cayeron los huesos
hacia el suroeste. A unos 2 m. al norte de los restos humanos Bonavia menciona que se
estratigráfico en otra zona del cateo que pensamos fue colindante con el muro CAT3MA.
Capa A: Tierra de cultivo compacta mezclada con restos de basura y pocos cantos
Capa C: Tierra de cultivo más arcillosa casi sin basura y algunos cantos rodados
Capa D: Semejante al anterior con un poco más de basura (30 cm. de espesor).
Capa E: Tierra arcillosa marrón compacta mezclada con ceniza y basura de color
86
Bonavia también menciona que el día 11 de Octubre por un descuido unos niños se llevaron todos los
huesos que estaban in situ pero que fueron recuperados por Casafranca.
300
Capa F: Lente de basura (8 cm. de espesor).
Capa G: Tierra arcillosa con capas intermitentes de basura (50 cm. de espesor).
Capa H: Ceniza.
hasta la Capa H. Sobre la Capa D menciona que en su zona noreste se encontraba más
basura arqueológica. Asociados a la Capa G aparecen unos fragmentos que grafica, además
(vendría a ser en la Capa B del primer perfil estratigráfico) uno de los peones encontró un
fragmento bícromo. Añade que era muy pequeño, de pasta rojiza y que a simple vista era
rojo. También menciona que en esta misma zona se encontraron fragmentos de engobes
blanco y rojo. También a 1.55 m. de profundidad, incrustado en uno de los muros apareció
encuentra un piruro de arcilla de 1,2 cm. de diámetro que en los dos polos tenía un dibujo
inciso. También aparecieron otros fragmentos de cerámica de pintura roja sobre blanco87 y
también algunos con rastros de pintura anaranjada. Bonavia menciona también que Edward
procedentes del cateo 3: Crepidula onyx, Mytilus, Thays chocolate, Modeolania y Tegula
atra.
87
Por los gráficos que da parece que la pintura blanca estuvo dentro de las incisiones y que el color del resto
de la superficie fue rojo, por lo que creemos más apropiado el término pero al revés.
301
Cateo 4:
El Cateo 4 empezó siendo excavado el mismo día que el Cateo 3. Empezó siendo
ampliado, adoptando una planta irregular, hasta el día 18 de Octubre de ese año, en que el
personal de las obras de edificación del Parque Juan Ríos lo inundan totalmente de agua88,
amplio cateo (Fig. 161). A pesar de ese grave incidente Casafranca y los otros pudieron
seguir extrayendo y registrando algunos datos de esta zona hasta el día 26 de Octubre.
Este cateo, a diferencia de los demás, se situó cerca de la esquina noroeste del
Parque Juan Ríos (la confluencia de las calles 15 y 19) por tanto creemos que no estuvo en
la zona donde se situó el Montículo E del Complejo Amancaes sino a unos 65 m. al norte,
en una zona situada a unos 25 metros al oeste del extremo noroeste del Montículo G y a 40
registró inicialmente en la zona nuclear del cateo (Fig. 155 y 156) fue:
Capa A: Relleno compacto de tierra mezclada con piedras angulosas grandes y con
Capa C: Relleno de basura arqueológica mezclada con barro (30 cm. de espesor).
88
Bonavia menciona que el agua llegaba hasta el mismo nivel del suelo.
302
encontró detritus de basura formando capitas intermitentes casi imperceptibles. Casafranca
menciona que este estrato corresponde a un relleno colocado ex profeso para construir una
encontraba un piso calcinado (Piso CAT4PA) cuyo grosor era de 4 cm. y en el interior de
esta capa se encontraron restos malacológicos y basura, como detritus, sin fragmentos de
(Piso CAT4PB) hecho de cantos rodados colocados en sentido horizontal (con la superficie
plana mirando hacia arriba) unidos con un barro fino y cuyo grosor era de 10 cm. Sobre
esta capa había un pequeño lente de tierra calcinada de 2 cm. de espesor. En esta capa sí
incisiones gruesas y poco profundas. La superficie de la capa D también era un piso (Piso
CAT4PC) que estaba conformado por un empedrado de cantos rodados unidos con barro
fino (8 cm. de grosor) cubierto de un entortado de tierra arcillosa que mide 3 cm. de
espesor. En esta capa había vestigios de capas intermitentes de basura (Fig. 164). Bonavia
menciona que aparecieron fragmentos de cerámica en asociación con carbón. Entre estos
fragmentos de cerámica se encontraba uno de incisiones más delgadas que las de los demás
fragmentos (sobre todo de los encontrados en los cateos 1 y 2). Por los apuntes de Bonavia
Asociados a estas capas y pisos se descubrió una serie de muros que fueron
definiendo una amplia estructura de planta semirectangular, que al parecer conformó una
El primero de los muros en ser hallados fue uno situado en el lado oeste de la zona
nuclear del cateo 4. Lo denominamos CAT4MA. Estuvo conformado por grandes piedras
303
angulosas colocadas desordenadamente. Su orientación fue casi sur-norte. Su cabecera se
Según Casafranca, estaba colocado sobre el piso CAT4PB (por lo cual estaba al mismo
nivel que la capa B). Un dato importante es que este muro se adosaba al muro CAT4MB.
Este muro CAT4MB estuvo conformado de cantos rodados de regular tamaño, colocados
cabecera estaba casi al ras de la superficie y su eje tenía una orientación este-oeste. Algo
importante es que se hallaba colocado sobre el piso CAT4PB (al igual que el CAT4MA).
En su extremo este hacía esquina con el muro CAT4MF (Fig. 157). Desde este punto hasta
(pero dando la sensación que lo continuaba) un muro de adobón o tapia (el muro
CAT4MG). Para Casafranca su función fue la de ser un muro de contención debido a que
era el muro que definía el lado sur de la Plataforma JR3. Un dato interesante es que en el
primer dibujo de planta que Bonavia hace de la zona nuclear de este cateo puede
distinguirse del muro CAT4MB hacia el sur una ampliación de la excavación y las siluetas
de unas piedras. En una de las fotos del archivo de Mejía también puede corroborarse que a
sur. Es posible que hayan sido restos de estructuras que existieron en esta zona
inmediatamente colindantes a la cara sur del muro CAT4MB. El siguiente muro hallado fue
el CAT4MC. Según Casafranca se ubicó sobre el piso CAT4PC y estuvo en el mismo nivel
que la capa C. La altura del muro fue de 30 cm. Otro pequeño muro adosado al CAT4MB
fue el CAT4MD, que se encontraba cerca de la esquina que hacían los muros CATMB y
CATME. Según Casafranca “irrumpía en los estratos inferiores”. Desde el límite este de la
excavación nuclear de este cateo hasta unirse con el muro CAT4MD se situaba un muro
304
que los croquis de Casafranca y de Carrera denominan “murito adosado” y era por estarlo
estuvo al mismo nivel y relacionado con el CAT4MD. Bonavia menciona que este muro,
predominando estos últimos. También menciona que cerca de la esquina de los muros
verdosa. Otro muro tan importante como el CAT4MB fue el CAT4MF, puesto que definía
el lado este de la Plataforma JR3. Estaba constituido según Casafranca de cantos rodados y
de piedras angulosas colocadas indistintamente con las caras planas hacia fuera, unidas con
argamasa de barro. Para Casafranca su función también fue de contención. Su largo fue de
Bonavia hace una observación importante, al reparar que el aparejo del muro no era igual
en toda su extensión. La primera sección que midió 1 m. desde la esquina con el CAT4MB
hacia el norte fue de sólo cantos rodados, la segunda sección que corrió unos 3.40 m. más
predominaron las piedras angulosas irregulares colocadas con cierto descuido. La tercera
sección del aparejo corrió desde los 4.40 m. hasta su extremo norte con la esquina con el
CAT4MM (unos 4 m.) Esta sección tenía la porción superior del muro cubierto de un
enlucido hasta los 60 cm. de profundidad, estando hecho el muro de cantos rodados grandes
horizontalmente colocados con intrusiones de piedras angulosas grandes. El muro que junto
con el CAT4MB definía el lado sur de la Plataforma JR3 era el CAT4MG. Partía desde el
extremo oeste del muro anterior y tuvo de largo unos 4.60 m. Su característica fue que era
de adobón (tapia), siendo esto importante, puesto que comprobaría que la tapia ya era usada
como elemento arquitectónico desde esas épocas. En su extremo oeste se perdía por su mal
305
estado de conservación y por “estar casi en la superficie” (entendemos que tuvo una baja
altura) ya que el terreno en esta zona tuvo un declive hacia el oeste. Otro muro que aparece
por esta zona era el CAT4MH. Era perpendicular a los CAT4MB y CAT4MG y se ubicaba
justo al nivel donde los muros anteriores se unían. Desde este punto se dirigía al norte 3.20
m. Estaba conformado también de adobón y su base era una hilera de cantos rodados
colocados horizontalmente.
Casafranca denomina “Cuarto 1” y que nosotros preferimos llamar “Ambiente 1”. Fue un
ambiente de 4 x 1 m. que no tuvo aparentemente un acceso claro. Estaba definido por los
norte), CAT4MK (4 m. de largo por el oeste) y un segmento del CAT4MG por el sur. Los
muros que definían este ambiente a excepción del CAT4MG eran “muros deformes de
piedras de aristas cortantes y barro”. Para Casafranca el cuarto nunca tuvo otra función
que la de estar rellenado y ser parte del relleno de la Plataforma JR3. Otro muro que se
adosaba al CAT4MB, y que era paralelo a los CAT4MA, CAT4MH y CAT4MD fue el
campo y también en otro croquis general hecho por Pablo Carrera de la misma
Casafranca llama la atención de que el muro CAT4MA pareciera dividir dos tipos
diferentes de relleno que cubren todos estos muros. Hacia el oeste de este muro y cubriendo
los muros CAT4MG, CAT4MH, parte del CAT4MB y el Ambiente 1 se situaba un relleno
89
En el primer croquis se le menciona como “murito en la base de cantos rodados” y en el segundo croquis
como “hilera de cantos rodados como cimientos”.
306
de cantos rodados. Mientras que al este del muro CAT4MA se situaba el otro conformado
A medida que se fue ampliando el cateo 4 se fueron despejando los muros que
conformaron la Plataforma JR3. Al llegar al extremo norte del muro CAT4MF se vio que se
unía haciendo esquina de 90º a otro muro importante que definía la Plataforma JR3 por el
lado norte, siendo este muro el CAT4MM. En esta zona la excavación se profundizó en un
Capa A: Barro arcilloso mezclado con tierra de cultivo (60 cm. de espesor).
Capa B: Relleno de piedras angulosas grandes mezcladas con barro (30 cm. de
espesor).
Capa E: Mezcla no muy compacta de tierra y pequeños cantos rodados (75 cm. de
espesor).
rodados. Casafranca agrega que esta capa cubría parte de los muros CAT4MF y CAT4MM.
Con relación a la capa C, menciona que su superficie estaba delimitada por un piso “bien
hecho” (Piso CAT4PD). Algo importante es que sobre este piso se encontró el hallazgo de
“una mancha de ceniza a 0.90 de profundidad de la superficie muy pura, color blanca, al
parecer cal con inclusiones de algunas conchas calcinadas de tipo choro, alrededor la
tierra aparece colorada formando una concavidad de 0.30 a 0.35 mt. de diámetro, se
307
observan también huellas de carbón vegetal. La masa es compacta y uniforme con un piso
aproximado de 3 kilos. Su situación es de 0.65 mt. del muro “C” (CAT4MM) y 0.60 mt.
del muro “B” (CAT4MF)” (Fig. 158). Bonavia menciona que se encontró en este contexto
muy poca basura arqueológica. A muy poca distancia de este hallazgo y también al parecer
sobre el piso CAT4PD se encontró “A 92 cm. y 1.01 mt. de los muros “B” (CAT4MF) y
cateo 4 se encuentra una valva de conchita marina, incrustada boca arriba en el piso, la
cual contiene restos de pintura color carmín, completamente fragmentada, que se extrae
esta conchita está cerca del hornito con cal encontrado el día 15/X/57 y casi a la misma
pintura color rojo carmín y rojo violáceo. La primera estuvo colocada en una valva de
dentro de un tubito de caña carbonizada. Se recogen ambas muestras, así como las cañitas
tenía casi mezcla con otros materiales y no se encontraron fragmentos de cerámica. Aún así
se hizo un hallazgo importante: a 1.10 m. de profundidad “casi al centro del lado oeste” del
cateo hecho en esta zona se halló un hueso de ave trabajado, con huellas de incisión
burilada burda, estando rajado e incompleto. Su forma era casi tubular. Debajo de este
malacológicos como choros y caracolitos. En esta capa fue que apareció una hilera de
308
cantos rodados colocados a 47 cm. al oeste de la esquina de los muros CAT4MF y
CAT4MM. Esta hilera midió unos 60 cm. y tuvo un eje casi sur-norte, pasando por debajo
del muro CAT4MM y situándose hacia el sur una depresión en el terreno. Esta depresión
adoptaba la forma de una curva y se situaba a 57 cm. del muro CAT4MM y a 62 cm. del
CAT4MF, teniendo 4 cm. de alto, bajando su altura suavemente hasta perderse en la hilera
un hornito por presentar asociado a él, restos de alimentos como cuy, choros, caracoles,
una “walia” (watia) acentuándose más ésta suposición por la presencia del terreno
calcinado alrededor de la depresión” (Fig. 165). Menciona también que era de un color
“horno” se halló que su base en el centro era de tierra a manera de un entortado. Debajo de
este entortado se encontraba una mezcla de ceniza con vetas de cal, restos de moluscos
calcinados y en estado normal de los tipos choro, caracol, choritos, etc. y muchos cantos
rodados chicos. A 40 cm. de profundidad del inicio de este “horno” apareció “un terreno
plano con restos de cocina formando casi un piso, que parece ser la primitiva base de la
hueso de pescado trabajado “teniendo la apariencia de una pieza dentaria humana, siendo
una cuenta de collar” y también se hallaron los restos óseos de un cuy en regular estado de
conservación que se extrajo incompleto para ser enviado al museo. Entre las capas E y F se
situaba un nuevo piso empedrado de cantos rodados (Piso CAT4PE) (Fig. 160). Sobre la
309
Asociado a estos pisos y a esta estratigrafía se hallaron una serie de muros que
definían por el lado norte a la Plataforma JR3. El muro CAT4MM hacía esquina con el
CAT4MF en 90º (Fig. 159) y se dirigía hacia el oeste, teniendo un largo de 14,60 m. En su
extremo oeste se unía con el muro CAT4MO. Su altura debió ser de aproximadamente 1 m.
Al parecer fue de un grosor considerable, puesto que según Casafranca varió entre los 60 a
80 cm. Este muro o tuvo dos “fases” de elaboración o eran dos muros superpuestos:
menciona que el “muro inferior” o base del muro estaba conformado por piedras angulosas
de tamaños medianos y algunos cantos rodados, mezclados con tierra arcillosa como
argamasa. Las piedras estaban colocadas dando sus caras planas hacia la cara del muro,
siendo su superficie regular (su ancho era de 80 cm.) mientras que el “muro superior” o
parte de arriba estaba constituido por una hilera horizontal de cantos rodados “metidos”
dentro de un relleno de tierra o adobón “el cual se nota también en la parte superior del
muro “B” (CAT4MF) al unirse con éste”. El ancho de esta porción superior del muro
CAT4MM era de 60 cm. lo que demuestra que el muro iba reduciendo su ancho a medida
que aumentaba de altura. Su fisonomía no fue la misma en todo su largo. Así, desde el
punto de unión con el muro CAT4MF hasta los 9.40 m. de longitud se caracterizó por tener
piedras angulosas de tamaños medianos y cantos rodados. Desde este punto los 3.10 m.
siguientes (Es decir, hasta los 12.50 m. desde el punto de unión del muro con el CAT4MF)
tuvo un enlucido o entortado de barro grueso. Los 1.80 m. restantes hasta el punto donde el
muro se une al CAT4MO estaban constituidos por piedras angulosas de tamaño mediano.
Casafranca menciona “El entortado que aparece en una porción de este muro “c”
(CAT4MM) solo cubre una especie de núcleo de piedras de cantos rodados de tamaños
casi chicas bien colocados.” (Creemos que se refiere a la parte superior del segundo
segmento del muro). Este muro en la zona de su unión con el CAT4MF, que fue donde se
310
profundizó la excavación, se iniciaba en la capa D. Es probable que haya continuado un
poco más debajo de este límite, debido a que Casafranca menciona que se halló justo
debajo de éste una “hilera de cantos rodados”. Es decir que tanto la capa C como el piso
CAT4PD que selló esta capa estaban adosados a la parte inferior del muro CAT4MM. Esta
“parte inferior” de piedras angulosas y de cantos rodados seguía 40 cm. por arriba del piso
evidenciando que fue un relleno que se colocó para cubrir estas estructuras. Otro muro que
apareció por esta zona fue el CAT4MN, que se adosó perpendicularmente al CAT4MM por
su cara sur a la altura de los 8.60 m. recorridos desde la esquina con el CAT4MF hacia el
ancho. Algo importante es que soportó hacia el oeste un relleno de cantos rodados
medianos. Finalmente el muro que se unía con el extremo oeste del muro CAT4MM y que
definía el lado oeste de la Plataforma JR3, dirigiéndose desde este punto en dirección
horizontal. Casafranca menciona también que este muro corría paralelo al parapeto
moderno del parque Juan Ríos que limitaba con la calle 19, corriendo este a medio metro al
noroeste del muro CAT4MO. Es bastante probable que el muro CAT4MO se uniera con el
CAT4MG cerrando así la Plataforma JR3 por su esquina suroeste. Sin embargo, por alguna
razón que desconocemos90 no se excavó esa parte. El muro CAT4MO no era paralelo al
CAT4MF (que delimitaba la plataforma por el lado este) sino que tenía un eje suroeste a
noreste, habiendo un ángulo de 120º entre las caras internas de los muros CAT4MO y
90
Probablemente el escaso tiempo que dispusieron para hacer las excavaciones o también por el incidente de
llenado de agua del cateo.
311
CAT4MM. De continuar esta orientación hasta su punto de unión con el CAT4MG la
denominamos CAT4MP. Se situaba a 1.27 m. por debajo de la base del muro CAT4MM y
onyx, Crepidula excavata, Mytilus chorus, Mesodesma donacium, Thais sp. y Concholepas
concholepas. También dice que, al describir algunos perfiles del irregular cateo, menciona
la presencia de “adobes” conformando uno de los muros, unidos con argamasa de barro.
Cateo 5:
ampliación del Cateo 3. Ambos coinciden en afirmar que la principal razón para su
Casafranca “Muro A” y que era el CAT3MA) (Fig. 162) la cual efectivamente se halló
junto con dos muros más. La excavación fue del 16 hasta probablemente el 26 de Octubre
de 1957. La planta que tuvo este cateo fue trapezoidal, con la base más amplia hacia el
noroeste y la parte alta del trapecio hacia el sureste (hacia el cateo 3). En la esquina norte
de este trapecio se encontraba una ampliación de esta excavación hacia el noreste. En total
las medidas fueron: lado sur: 5 m., lado norte: 4 m., lado noroeste (base del trapecio): 2 m.,
lado sureste (lado alto del trapecio): 70 cm., siendo 70 cm. el lado noreste de la ampliación
cateo 3 y que en este cateo también se encontró una capa delgada de basura amarillo-
312
verdosa (5 a 10 cm. de espesor) y que parecería estar en un nivel más elevado que en el
Se encontró en el Cateo 5 tres muros alineados de cantos rodados. Por los croquis
por éste muro A (que nosotros denominamos CAT5MA) medía alrededor de 1.75 m. de
largo y se ubicaba junto al lado noreste del trapecio. Su ancho era de 16 cm. y estaba
conformado por cantos rodados colocados verticalmente (Fig. 163). También menciona que
Lo que Bonavia menciona como muro B se situaba según sus croquis entre los
muros A y C estando su trazo casi al centro del trapecio. Su ancho fue de 25 cm. y los
Menciona también que su cabecera apareció a unos 84 cm. de la superficie y que la altura
descubierta desde la cabecera hacia abajo era de 1.40 m. Al parecer hacia el lado sur tenía
otro muro adosado o era un muro doble. Entre este muro y el C había 25 cm. de distancia.
Sin embargo, otra anotación de Bonavia menciona que estos dos muros estaban adosados
uno al otro. Parece que ambos muros estuvieron a escasa distancia y estrechamente
denominado muro A del Cateo 3 según Casafranca (Muro CAT3MA). Finalmente el muro
C de Bonavia (Muro CAT5MB) se situaba junto al lado sur del trapecio. Su ancho al
parecer fue de 30 cm. y la longitud descubierta hasta ese momento era de unos 2 m. La
cabecera del muro apareció a unos 70 cm. del suelo, lo cual lo hace más elevado que el
sureste hasta la ampliación del Cateo 3, con lo cual en la práctica ambas excavaciones
313
quedaron unidas y fueron una sola. Se hizo esto para verificar si el muro B descubierto en
el Cateo 5 se conectaba con algún muro del Cateo 3, lo cual se comprobó al conectarse con
el muro CAT3MA. Pero llamo la atención que los muros CAT5MA y CAT5MB no se
conecten con otros muros situados al sureste, sino que quedaran truncos. Bonavia menciona
que para el 17 de Octubre en la porción sur del cateo la profundidad a la que se había
llegado era de 60 cm. y en el sector situado al noreste del muro CAT5MA era de 1.10 m.
hacia el norte del muro CAT5MA se encontró “una especie de empedrado a la altura del
nivel del muro A” lo cual interpretamos como un piso (CAT5PA) cubierto de caras de
encontrada. Otra cuestión importante es que por algunas observaciones suyas notaba que
hacia el lado oeste de estos muros “había un montículo que subía hacia el lado oeste”.
Sobre los materiales encontrados en este cateo, Bonavia anota que estaban
“ceremonial” (con incisiones). También menciona que en algún punto del cateo, a los 60
1ª Excavación:
m. de lado cada una con la intención de recoger toda la fragmentería de cerámica posible.
“1ª Excavación” (Fig. 168) se realizó, por un croquis que Casafranca hace en su libreta de
campo, cerca del Cateo 2 y casi colindante con un área que menciona como “fuente de
agua” (a 30 cm.). Menciona que “Se hizo esta a 4.88 mts. de la parte interna en dirección
314
Este de la vereda del parque “Juan Ríos”, a 1 mt. de ella en dirección de la av. 2.” La
Capa A: Tierra mezclada con cantos rodados chicos casi compacta (20 cm. de
espesor).
Capa C: Relleno de cantos rodados chicos con barro suelto (40 cm. de espesor).
Entre las capas B y C existía un piso (Piso 1EXPA) de un grosor de 10 cm. También
asociado a toda esta estratigrafía y al piso se encontraba un muro (Muro 1EXMA) que se
situaba por los croquis de Casafranca en el lado noreste del cateo, corriendo de sureste a
total del muro desenterrada fue de 60 cm. Lo particular es que la parte alta del muro fue de
“adobón” (¿tapia?) y tuvo unos 20 cm. La porción inferior fue de cantos rodados colocados
horizontalmente unidos con argamasa de barro, siendo su altura de unos 40 cm. Como
zanja para el cable de la luz eléctrica.” Según los comentarios de Casafranca la porción del
2ª Excavación:
Se realizó según Casafranca “a 13.50 mt. casi en dirección norte desde el punto en
donde se inicia el parapeto moderno que circunda el parque “Juan Ríos” cerca de la
conjunción de las calles 21, 13 y 19”. Por estas indicaciones pensamos que se hizo hacia el
315
Sólo se excavó una capa de basura hasta una profundidad de 50 cm., no llegando a
suelo estéril. La razón fundamental para realizar esta excavación fue la de conseguir todas
las muestras posibles de cerámica y los fragmentos recogidos se los rotulo como: “2º Ex”.
compacto con restos arqueológicos” situado en el área del mismo parque Juan Ríos a unos
30 m. al sureste de una casa (Nº 235 de la Calle 15) de la siguiente manera: “entre ésta (la
casa) y el montículo artificial del parque Juan Ríos, se ha encontrado, al ser rebajado por
la cuchilla mecánica el terreno para sembrar gras, un campo compacto blanquizco con
capas de ceniza y algunos fragmentos el cual aflora mas adelante en dirección de la calle
19 con vestigios de tierra quemada color ladrillo. Este sitio corre paralelo e inmediato a la
calle 15” y luego agrega más adelante “En el terreno compacto frente a la casa #235 de la
existencia de una gran extensión de terreno ubicado hacia el norte de lo que fue la
Plataforma JR3 en el cual se hicieron una serie de actividades que dejaron grandes huellas
de combustión (el color blancuzco, las capas de ceniza y la tierra quemada color ladrillo).
aprovechaba de las aberturas y cateos hechos por los obreros por las obras del parque para
recoger cerámica, así como de toda la superficie del mismo. Menciona también que se hizo
una pequeña excavación o cala de 1 x 1 m. hacia el noroeste del cateo 1 que estuvo casi al
frente de la calle 20. Al parecer se hizo con la intención de recoger fragmentos de cerámica.
Dibuja uno de los fragmentos extraídos de este cateo y lo describe de la siguiente manera:
316
tienen acabado fino. La cerámica es de color marrón oscuro y no hay restos de cerámica
negra. El fragmento de superficie aquí arriba dibujado en las incisiones tiene restos de un
material blanco que parece ser pintura pues al lavado no se destiñe: queda por comprobar
eso. De todos si es post-cocción y eso indica que no conocieron bien el arte cerámico.”
cántaros, no habiendo ni asas ni restos de platos. Termina diciendo que este pequeño cateo
Cateo 1:
El primero (CAT1MO1) está definido por la Capa H, que representó una primera
la Capa G, la elaboración encima suyo del piso CAT1PB y el inicio de la construcción del
muro CAT1MA de cantos rodados. Habría que sumarse a ésta ocupación la capa de basura
relleno de piedras (Capa E) y la elaboración del piso CAT1PA, todo esto asociado al muro
CAT1MA, incluyéndose en esta ocupación la capa D (el bolsón de basura) que viene a ser
la evidencia de la densa ocupación que hubo sobre este piso. El cuarto momento
(CAT1MO4) vino a ser el sello de la capa de basura D y del muro CAT1MA por el relleno
de canto rodado (Capa C) que Casafranca interpreta de forma correcta como un relleno
317
también el progresivo relleno de esta parte del montículo para la elaboración de estructuras
superiores. Casafranca enfatiza que hay un gran contraste entre el acabado externo de la
situadas debajo del piso CAT1PA91 lo que a nuestra opinión sería un indicador cronológico
de dos épocas distintas en las cuales mejoró la elaboración de cerámica. Si bien en la capa
G hay cerámica no hay registro que se haya encontrado fragmentos de ésta en la capa H, la
capa de ceniza que es la evidencia de la primera ocupación humana en la zona sobre la capa
estéril, en donde se hallaron restos malacológicos (choros y chankes, que menciona que no
pescado y la ausencia de restos vegetales. Nosotros creemos que esta Capa H podría
evidenciar una ocupación precerámica del sitio, y vendría a ser la ocupación más temprana
Casafranca nota que el número de restos malacológicos en las capas inferiores es mayor
que en las superiores, unido a la mayor evidencia de restos vegetales en las superiores.
Cateo 2:
sobre el terreno natural o estéril y fue la ocupación de la zona que dejó evidencias de
basura, carbón y ceniza (la Capa F). Esta capa tuvo cerámica asociada. El segundo
91
Las situadas arriba tienen un acabado fino, mientras que las provenientes de las inferiores tienen un acabado
burdo.
92
Casafranca menciona que algunos de ellos estuvieron trabajados y Bonavia en su libreta menciona que uno
de ellos parecían haberlo acondicionado como la punta de una flecha.
318
(CAT2MO3) fue la deposición del relleno de cantos rodados (Capa C) que al parecer se
Cateo 3:
estratigrafía registrada se nota un episodio de cubierta de la zona por una arena fina y dos
de cubierta de una arenilla “amarillo verdosa”, siendo todas al parecer de origen natural.
un fenómeno del Niño. Sobre la capa de cascajo estéril y debajo de la primera capa de
(CAT3MO1) vendría a estar representado por la Capa H del 2do perfil registrado, que fue
una capa de ceniza. Esta misma capa aparece debajo del muro CAT3MA por lo que se
muro CAT3MA y al parecer también del muro CAT3MD, con el cual es probable que
hicieran esquina (quizás también se hicieran en esta época los muros CAT3ME y
del 1er perfil y Capa G del 2do) y que fue sellado por el piso CAT3PA que se adosó al
muro CAT3MA (Fig. 153). Es bastante probable que el piso CAT3PB sea el mismo que el
anterior. Sobre este piso se depositó una capa de arena amarillo verdosa que no sabemos si
fue deposición eólica o avenida de agua. Sobre esta capa es que se depositaron las
319
robustez de los huesos) que por estar incompletas es probable que se trate de un “entierro
secundario”, es decir, que hayan traído las osamentas de otro lugar y que hayan sido
arrojadas allí. Es probable que esta ofrenda de huesos humanos haya estado relacionada con
la capa de arena sobre la que se depositó y también con la deposición de un relleno de tierra
arcillosa sobre el piso CAT3PA (la Capa E del 2do perfil). Algo importante es que sobre las
osamentas humanas existió una capa de basura que contuvo huesos al parecer de mamífero
(¿camélido?) y esta capa probablemente sea la misma que la Capa F del 2do perfil. El
relleno de tierra arcillosa (Capa E del 2do perfil) conforman a nuestro modo de ver el tercer
construcción de una plataforma más sobre el relleno de la Capa E del 2do perfil,
representado por los muros CAT3MB y CAT3MC que conformaban una esquina y que
delimitaron un ambiente donde se situó el piso CAT3PC (Fig. 154). Pensamos que el muro
CAT3MG debería incluirse en este momento también. Los muros CAT3MB y CAT3MC se
El quinto momento de ocupación (CAT3MO5) fue el sellado del espacio ubicado entre los
muros CAT3MA y CAT3MB por el relleno de cantos rodados (Capa B del 1er perfil
CAT3PC por un relleno similar. Algo importante es que sobre este quinto momento de
ocupación se registró otra delgada capa de arena amarillo verdosa. Sobre este episodio
apareció un estrato de “tierra de cultivo” que pensamos pudo ser el relleno de superiores
etapas constructivas del Montículo E del Complejo Amancaes que fueron barridas por la
ocupación (CAT3MO6).
320
Algunas evidencias que tenemos en este cateo denotan cierto ceremonialismo entre
relleno mismo. En cuanto a lo primero la deposición de los restos óseos humanos que
sobre la capa de arena amarillo-verdosa que pudo deberse a deposición eólica o avenida de
agua. Otra pregunta que surge es ¿El estar estos restos óseos asociados a restos de
camélidos) denota un ritual ejecutado por el fenómeno natural que produjo la capa de arena
Cateo 4:
nivel (el CAT4MP) paralelo al CAT4MM nos indica que sí hubo algún tipo de ocupación.
El segundo momento de ocupación (CAT4MO2) fue el rellenado de esta zona con la capa F
construcción/uso del horno “watia” que tuvo dos ocupaciones93. Asociado a este horno
93
Su estratigrafía fue la siguiente: primero se hizo un terreno plano (casi un piso según Casafranca) que tuvo
como restos de cocina que fue la base del horno, sobre esto estuvo una capa de ceniza con cal, choros,
caracoles, moluscos calcinados y cantos rodados chicos (fue el primer momento de utilización del horno),
luego se cubrió esto con tierra a manera de entortado (que fue al parecer la base del segundo momento de
utilización) y luego encima estuvieron los restos de alimentos como un cuy, choros, caracoles, moluscos
carbonizados y cantos rodados chicos. Encima de esto estuvo la hilera de cantos rodados, que cruzaba por
debajo al muro CAT4MM.
321
estuvieron los hallazgos del hueso de pescado tallado a manera de diente humano y usado
(CAT4MO4) fue cuando se cubrió la hilera de cantos rodados con que se concluyó el horno
Plataforma JR3 (Fig. 169). Comparando ambos perfiles estratigráficos se ve que esta capa
de basura coincide en el mismo nivel con el piso empedrado CAT4PC del primer perfil
construcción del muro CAT4MF. Relacionados con el piso CAT4PC que se ubicaría en
este cuarto momento constructivo estaban los muros CAT4MC, CAT4MD (cantos rodados
al parecer) y CAT4ME (cantos rodados y piedra angulosa) de la zona nuclear del cateo 4.
El quinto momento de ocupación (CAT4MO5) fue la cubierta del piso CAT4PC con la
capa C del primer perfil estratigráfico (capa de basura arqueológica) y su sellado con el
piso empedrado CAT4PB. Sobre este piso es que se construyó el muro CAT4MB,
terminando de definirse la Plataforma JR3 por su lado sur (Fig. 170). Creemos también que
a la par se construyó el muro CAT4MH, que delimitó inicialmente la Plataforma JR3 por su
lado oeste, teniendo ésta originalmente una planta cuadrangular. El sexto momento de
ocupación (CAT4MO6) fue la elaboración de los muros CAT4ML y CAT4MN (que serían
en la práctica un solo muro) ya que en los planos hechos por Casafranca y por Carrera
ambos se alinean en un mismo eje (Fig. 171). Se construyó este muro para contener un
relleno de cantos rodados con que se cubrieron todas las estructuras situadas hacia el oeste
de este muro (quizás para elaborar una terraza y construir encima). El séptimo momento de
322
construyendo los muros CAT4MG y CAT4MO y prolongando el muro CAT4MM hacia el
oeste hasta su confluencia con el CAT4MO (Fig. 172). En este momento de ocupación es
que se debieron edificar los muros CAT4MI, CAT4MJ y CAT4MK que definieron el
CAT4MA sobre el piso empedrado CAT4MB, que sostuvo hacia el oeste un relleno de
cantos rodados, que cubrió por así decirlo todas las estructuras situadas hacia el oeste del
eje de este muro94 (Fig. 173). El noveno momento de ocupación (CAT4MO9) fue la
cubierta del piso CAT4PB con la capa B (masa compacta de barro) del primer perfil95 y su
sellado con el piso CAT4PA (Fig. 174). También conformarían este mismo momento la
deposición de la capa C del segundo perfil96 y su sellado con el piso CAT4PD. Algo que
avala esto es que los pisos CAT4PA y CAT4PD se encuentran en un mismo nivel
cal, asociado a una valva de choro con pintura roja. Cerca de estos contextos (al parecer en
un nivel más elevado) es que se hallaron otra valva de choro con pintura roja carmín y unos
tubitos de caña carbonizados con rojo violáceo. Por último el décimo momento de
ocupación (CAT4MO10) fue la deposición de la capa B del segundo perfil y de las capas A
de ambos perfiles estratigráficos, en el segundo caso esta capa A cubrió la cabecera del
muro CAT4MM (Fig. 175). Creemos que estas capas estarían relacionadas con el sellado
de toda esta zona con un relleno caracterizado por piedra angulosa que según Casafranca
cubría las estructuras desde el eje del muro CAT4MA hacia el este.
94
Quizás correspondió a una ampliación significativa de la Plataforma JR3.
95
Algo importante es que a este nivel y a cierta distancia del cateo nuclear se halló una valva de choro con
pintura verdosa en su interior.
96
En el cual se ubicaron los hallazgos del hueso de ave trabajado de forma tubular y la semilla carbonizada
debajo.
323
Antes de terminar queríamos reparar en unas cuestiones importantes. Primero ¿Esta
Plataforma JR3 formó parte o estuvo asociada a uno de los montículos del Complejo
estuvo alguna construcción de gran magnitud, quizás haya sido originalmente una
plataforma chica o quizás las construcciones situadas en su cima se nivelaron antes del año
1944. Hay también la posibilidad que el Montículo G del Complejo Amancaes se haya
prolongado hasta este lugar. Queremos reparar en los importantes contextos hallados en la
ave y la lúcuma carbonizada y por último en la capa B, sobre el piso CAT4PD el horno de
cal y las valvas de choro con pintura roja con las cañas carbonizadas también con pintura
roja ¿Qué significan estos contextos? En la esquina sureste también se halló al mismo nivel
del hueso de ave trabajado del segundo perfil otra valva de choro, pero con pintura verdosa.
Estos contextos no se situaron (a excepción del horno de cal) sobre una superficie o piso, si
no en medio de una capa, casi todos de relleno. Es decir, fueron depositados en medio de la
deposición de los rellenos ¿Revela esto ceremonias de entierro ritual de las estructuras? ¿Se
hicieron estas ceremonias con cada remodelación del edificio? El horno “watia” llama la
atención puesto que indicaría que se sirvió para preparar alimentos y que al parecer estos
fueron consumidos en el mismo lugar ¿Tuvo esta comida o banquete un contexto ritual o
fue algo más secular? También nos llama mucho la atención las valvas de choro cubiertas
de pintura roja, y también las cañas carbonizadas. Valvas de choro con un pigmento rojo
similar fueron halladas en Garagay por las excavaciones de Ravines (Sandweiss, 1982:224)
y en Cardal por Richard Burger y Lucy Salazar (Salazar, 2009:88 y 90). Sandweiss piensa
que las valvas de este molusco tuvieron un papel importante en el ritual de las primeras
324
Paloma, en el valle de Chao y también con pigmento rojo y amarillo en el sitio de Morro de
Cateo 5:
elaboración de los muros CAT5MB y CAT3MA que sostuvieron una terraza o plataforma
que se situó hacia el lado este. El segundo momento de ocupación (CAT5MO2) fue la
construcción del muro CAT5MA hacia el noreste de los otros muros (sosteniendo un
relleno entre ambos) y la elaboración del piso CAT5PA de piedras. Finalmente el tercer
relleno que por la foto del archivo de Mejía parece de cantos rodados, piedras angulosas y
tierra. Fue en este relleno que Bonavia menciona se encontró una capa de basura amarillo-
verdosa.
1ª Excavación:
Los momentos de ocupación que se hallaron en esta pequeña excavación fueron los
(1EXMO2) fue la deposición de la Capa C (el relleno de cantos rodados chicos con barro) y
el sello de esto con el piso 1EXPA que se adosó a la parte inferior del muro 1EXMA de
cantos rodados. El tercer momento (1EXMO3) fue la continuación del muro 1EXMA con
su parte superior de “adobón”, hecho que creemos pudo estar ligado a la elaboración del
piso 1EXPA puesto que la superficie del piso se encuentra a 5 cm. abajo del punto de inicio
de la porción de “adobón” del muro. Por último el cuarto momento (1EXMO4) fue la
deposición de las capas (o rellenos) B y A, que pudieron ser el relleno colocado para
325
2ª Excavación:
presentes ceniza, carbón y otros materiales arqueológicos. De todas formas sobre esta capa
debieron existir otras, debido a que posiblemente encima de esta excavación se erguía el
Comparando las secuencias de los cinco cateos y de las dos excavaciones tenemos
(cascajo) del cateo 1, la capa G (terreno natural) del cateo 2, la capa D (grava) del primer
perfil del cateo 3 y la capa I (arena) y J (grava) del segundo perfil también del cateo 3 y
tener cerámica pensamos que puede datarse a finales del período precerámico.
Pensamos pudo haber un evento de avenida de agua entre las dos fases separadas
por una capa de arena ubicada antes de la capa H del 2do perfil del cateo 3.
basura arqueológica) del cateo 2, el CAT3MO1 (capa H de ceniza) del cateo 3 y los
326
momentos de ocupación CAT4MO1, CAT4MO2 y CAT4MO3 del cateo 497. Esta es la fase
rodados mayormente, aunque en las capas G y H del 2do perfil del cateo 4 existen
elementos arquitectónicos como un muro y un piso que denotan que hubo algunas
mayormente. Del cateo 1 serían los CAT1MO2 y CAT1MO3 (que fueron la construcción
pudo ser parte de una plataforma emplazada hacia el suroeste del cateo (Plataforma JR1).
Del cateo 2 se incluiría el CAT2MO2 (que tuvo al final al piso CAT2PA que fue una
superficie situada casi al mismo nivel que el piso CAT1PA y con el cual creemos estuvo
relacionado). Del cateo 3 incluimos al CAT3MO2 (la edificación de los muros CAT3MA y
CAT3MD que conformaron los muros perimetrales de dos lados de una plataforma
(Plataforma JR2), la deposición al interior de un relleno (capa C del 1er perfil y capa G del
2do perfil) y su cubierta con los pisos CAT3PA y CAT3PB). Relacionado con el segundo
momento de ocupación del cateo 3 están el CAT5MO1 del cateo 5, que fue la edificación
que fue la construcción del muro CAT5MA y de un piso empedrado asociado a éste. Del
97
Sucesivamente la capa G del segundo perfil estratigráfico y el muro CAT4MP, luego la capa F (2do perfil)
y el piso empedrado CAT4PE y finalmente la capa E (2do perfil) (que contuvo el horno “watia”).
98
El inicio de la edificación de la Plataforma JR3, con la deposición de la capa D (2do perfil) y la
construcción del piso empedrado CAT4PC (ubicado en el 1er perfil) y la construcción de los muros
CAT4MM y CAT4MF sobre la capa D y de los muros CAT4MC, CAT4MD y CAT4ME ubicados en la zona
nuclear del cateo 4.
327
Creemos que el primer “nivel” de estas plataformas se construyó en este período. Al
parecer entre este período y el cuarto hubo algún fenómeno natural (deposición eólica,
“segundo nivel” de estas 3 plataformas. Al menos en las Plataformas JR2 y JR3 hay
evidencias de eso. Del cateo 3 vendrían a estar los CAT3MO3102 y el CAT3MO4103. Del
momento de ocupación el horno de cal y los hallazgos de valvas de choros y cañitas con
pigmentos rojo. Creemos que los tres primeros momentos de ocupación de la Excavación 1
estarían relacionados con este período106 y también es probable que el único momento de
estas estructuras y plataformas de dos niveles con rellenos de cantos rodados y tierra, que
creemos fueron las bases para construcciones situadas sobre éstas, que lamentablemente
fueron destruidas por la maquinaria pesada que niveló el parque Juan Ríos. Vendrían a estar
99
La deposición de la capa C del 1er perfil y del piso empedrado CAT4PB y la construcción de los muros
CAT4MB y CAT4MH, con los cuales la Plataforma JR3 quedaba inicialmente definida.
100
La construcción del muro cuyos extremos sur y norte eran CAT4ML y CAT4MN y la deposición del
relleno que contuvo hacia el oeste.
101
La construcción de los muros CAT4MG y CAT4MO y la prolongación del CAT4MM hacia el oeste, junto
con la construcción del Ambiente 1.
102
La deposición encima del estrato de arena amarillento-verdosa de las osamentas humanas, la cubierta de
este contexto de basura (capa F del 2do perfil) y de una capa de tierra arcillosa (capa E del 2do perfil).
103
La edificación de los muros CAT3MB y CAT3MC, conformando la segunda plataforma, y luego la
construcción en su interior del piso CAT3PC.
104
La construcción del muro CAT4MA de piedras irregulares y la cubierta de todas las estructuras situadas
hacia el oeste de cantos rodados.
105
La deposición de la capa B del 1er perfil y su sello con el piso CAT4PA, al igual que la deposición de la
capa C del 2do perfil y su sello con el piso CAT4PD (ambos pisos están a un mismo nivel).
106
Edificación de la base del muro 1EXMA con cantos rodados, deposición de la capa C y su sello con el piso
1EXPA y la continuación de la porción superior del muro con adobón.
328
el CAT3MO5 (deposición de la capa B de cantos rodados del 1er perfil y sellado del piso
CAT3PC) y la CAT3MO6 (cubierta de todas estas estructuras de una capa de tierra). Entre
estos dos momentos de ocupación en el cateo 3 hubo otra deposición de la arena amarillo-
verdosa (sobre la cabecera del muro CAT3MA) que también es visible dentro del
CAT5MO3 del cateo 5 que pudo ser evidencia de otro fenómeno natural. Del cateo 4
y también de los 3 y 4 del cateo 2. Algo que los homogeniza es que el CAT1MO4 y el
CAT2MO3 son rellenos de canto rodado, y los CAT1MO5 y CAT2MO4 son relleno de
tierra de cultivo. También sería de este período el momento de ocupación 3 del cateo 5
Excavación 1 (capas B y A). Los rellenos depositados en las estructuras de los cateos 1, 2,
Montículo E del Complejo Amancaes, mientras que los rellenos de este período
plataforma distinto al E.
(¿Precerámico?)
107
La cubierta de las estructuras con la capa B del 2do perfil y con la capa A de ambos perfiles, rellenos que
estuvieron caracterizados de tener piedras angulosas.
329
-Fase 2: Período con presencia de cerámica, anterior a la edificación de las
-Fase 3: Inicio de la construcción de las plataformas JR1 (Cateo 1), JR2 (Cateo 3) y
-Fase 4: Construcción del “segundo nivel” de las plataformas (presente en las JR2 y
JR3)
330
CAPÍTULO IX
fragmentos.
los alrededores se haya extraído una considerable cantidad de cerámica que, de llegar a
Lamentablemente pese a todos nuestros esfuerzos sólo hemos podido hallar en los
depósitos de los museos antes mencionados una pequeña muestra de todo este corpus
cerámico.
De la muestra de 287 fragmentos diagnósticos 155 son cuerpos decorados, 101 son
Juan Ríos. Todos estos fragmentos fueron hallados en los depósitos del MNAAHP. 38
331
MAA-UNMSM como en los del MNAAHP. Dos fragmentos proceden de una excavación
en el sitio en 1955, ahora en la colección Julio Espejo en los depósitos del MNAAHP; 7
Ramiro Matos recolectó 13 fragmentos en el sitio en 1962 (en el MAA-UNMSM). Las tres
primeras colecciones fueron recogidas del cuerpo central del sitio, mientras que la última
extraídos del sitio. Es por ello que tienen un origen indeterminado. La mayoría de
fragmentos (35) son de la colección Julio Espejo en los depósitos del MNAAHP. Los
inventariados por Rosa Fung y Félix Caycho cuando estas personas estaban a cargo de este
museo en 1964.
inventariaron bolsas de material lítico, malacológico, textil, etc. haciéndose listas detalladas
332
del número de bolsas, número de fragmentos y de los datos proporcionados por las
número de diagnósticos en cada bolsa, contándose los bordes, bases y cuerpos decorados.
Éste se compuso de una ficha que con ligeras variantes (dependiendo si era cuerpo
decorado, borde o fragmento de base) se hizo para cada fragmento. La información general
de cada fragmento se hizo mediante un código (MSM = Museo de San Marcos (MAA-
UNMSM), MPL = Museo de Pueblo Libre (MNAAHP)) que fueron seguidos por los
números de caja y bolsa de procedencia. Luego, los cuerpos decorados fueron enumerados
sólo con dígitos, los bordes con la palabra “B” al final, y las bases con la palabra “Ba”. (Por
ejemplo (MSM-3.1-1Ba) significa: Museo de San Marcos, Caja 3, Bolsa 1, Base 1).
1. Morfología: Vasija cerrada: -Olla sin cuello, -Olla con cuello, -Botella
Vasija abierta: -Cuenco, -Plato, -Escudilla
2. Superficie: Externa: Acabado: -Pulido, -Bruñido, -Alisado fino, -Alisado tosco,
-Irregular
Color: Munssell
Engobe: -Presente, -No presente
Interna: Acabado: -Pulido, -Bruñido, -Alisado fino, -Alisado tosco,
-Irregular
Color: Munssell
Engobe: -Presente, -No presente
3. Decoración: -Incisión, -Relieve
(en los fragmentos de borde)
4. Forma del borde: -Directo, -Divergente, -Convergente
5. Forma del labio: -Redondeado, -Aplanado, -Biselado
(en los fragmentos de base)
6. Forma de la base: -Plana, -Convexa, -Cóncava
7. Forma del punto de unión de la base con el cuerpo: -Lineal, -Angular, -Carenado
333
9c. Resultados del análisis.
Para definir las formas de las vasijas hemos hecho una clasificación en base a las
Bordes:
Los bordes nos han dado 2 tipos de vasija: cerradas y abiertas. Dentro de las vasijas
cerradas están las ollas (sin cuello y con cuello) y las botellas. Dentro de las vasijas abiertas
Vasijas cerradas:
-Ollas:
334
4. Olla sin cuello de borde convergente y
labio con ojiva interior (MSM-5.1-25B,
MPL-2M-22B, 35B, 36B, 45B, 62B, 70B,
74B, 75B) (9)
335
-Botellas:
Vasijas abiertas:
-Cuencos:
336
17. Cuenco de borde directo (MSM-2.4-
15B y MPL-1.I.S.-9B) (2)
-Platos:
-Escudillas:
337
Bases:
338
Grupos Acabado
cerámicos
Pulido Pulido- Bruñido Bruñido Alisado Alisado Alisad Alisado Erosionado
(con bruñido (con (sin fino fino (sin o tosco tosco (sin
engobe) (con engobe) engobe) (con engobe) (con engobe)
engobe) engobe) engob
e)
Marrón 48 2 10 1 13 1
Marrón 2 1
amarillento
Marrón rojizo 74 13 15 2 3
Marrón 21 4 1 5 1 1
grisáceo
Rojo 7 1 3
Crema 1 1
Naranja 12 2 5 1
Gris 8 5 3
Negro 7 3 1 1
339
9c3. Identificación de motivos decorativos.
posee un ancho entre los 2 y los 5 mm. Por otro lado, dentro de éstos motivos con
Incisión curva:
340
3. Incisión elipsoide (MPL-1RF-16, 37, 55)
Incisión recta:
341
9. Incisión quebrada en ángulo obtuso
(MSM-3.4-2, MSM-2.4-2, MPL-1RF-10,
23, 26, 32, 36, 42, 60, 61, MPL-2M-91,
131, 138)
342
14. Incisiones que se bifurcan de otra
(MPL-1RF-7, 39, 58, 62, 74)
Diseños figurativos:
divisor de los paneles en el friso del atrio de Garagay) (Fig. 199 y 210)
343
17. Relieve circular o protuberante (MSM-
2.4-1, MSM-5.1-1, MPL-1RF-67, 79,
MPL-2M-82, 86, 129)
Diseños modelados:
elsiguiente:
344
Grupo Formas Bases
cerámico
Olla sin Olla con Botellas Cuenco Plato Escudilla Base Base Base Base semi
cuello cuello plana cóncava anular convexa
Marrón 14 4 6 1 11 1 1 1
Marrón 1 1
amarillento
Marrón rojizo 19 3 10 1 10
Marrón 9 2 1 1
grisáceo
Rojo 1 3 1 1 1
Crema 1 1
Naranja 2 2
Gris 2 1 2 2
Negro 1 2 1
345
Grupo Decoración
cerámico incisiones
Circular o Círculos Elipsoide Línea Curva Forma Conglomerado Incisión Quebrada Quebrada Líneas
semi concéntricos sinuosa gruesa de de incisiones recta en en formando
circular grano pequeñas ángulo ángulo un
obtuso agudo entramado
Marrón 20 1 1 1 5 7 3 2
Marrón 1
amarillento
Marrón 28 8 2 2 10 16 6 3 1
rojizo
Marrón 9 4 3 7 4 3 1
grisáceo
Rojo 1 1 2
Crema
Naranja 9 1 1 4 1 1
Gris 1 1
Negro 4 2 11 1
346
Grupo Decoración Relieve
cerámico incisiones
Cuadrados o En forma Que se Relieve Relieve alargado Relieve Concavidad Relieve o
trapecios de bifurcan alargado con con muchas circular o banda sin
concéntricos herradura de otra incisión al incisiones finas protuberante decoración
medio sobre éste adicional
Marrón 1 1 1
Marrón
amarillento
Marrón 4 2 1
rojizo
Marrón 1 1 1
grisáceo
Rojo 1 1
Crema
Naranja 1
Gris
Negro 1
347
9d2. Definición de grupos cerámicos
Los grupos cerámicos que pueden definirse para la colección cerámica de La Florida
Pertenece mayormente a ollas sin cuello, de base plana, superficie pulida y con
Este grupo cerámico tiene tres tonalidades de marrón, desde uno claro, pasando por
un opaco hasta uno oscuro. Acerca del grado de acabado de la superficie externa diremos
que mayormente es pulido, seguido del alisado fino y del bruñido108. Todas las superficies
externas de vasijas tuvieron engobe con excepción de una bruñida y una alisada fina.
Acerca de las formas que se han podido identificar para este grupo cerámico están las ollas
sin cuello de borde convergente (engrosado, engrosado por el lado interno, no engrosado y
con el labio plano y engrosado) y de borde recto y labio engrosado. Existen también
habiendo también una cóncava, una semi convexa y otra anular. Acerca de los motivos
decorativos, todos fueron de incisiones, siendo éstas mayormente semi circulares, rectas y
quebradas en ángulo agudo. Hubo también una de línea sinuosa, de cuadrados o trapecios
108
Habiendo algunos casos que no se diferencian bien el pulido del bruñido.
348
La Florida Marrón amarillento (Fig. 178)
Al igual que La Florida Marrón, pertenece a ollas sin cuello, base plana, pulidas y
superficie externa fue mayormente pulido, habiendo también un bruñido presente. Todas
las superficies tuvieron engobe. Sobre las formas disponemos de una olla sin cuello de
borde convergente y engrosado, una base plana y sobre decoración tenemos una incisión
semi circular.
Pertenece mayormente a ollas sin cuello, cuencos y hasta botellas, de base plana,
superficie pulida, bruñida y alisada fina (todas con engobe) y con incisiones de círculos o
marrón rojizo brillante, un marrón rojizo opaco y un marrón rojizo oscuro. El acabado de la
superficie fue mayormente pulido (casi la mayor parte), siguiéndole el alisado fino y luego
el bruñido; habiendo también algunos ejemplares de alisado tosco. Todos tuvieron engobe a
excepción de algunos fragmentos de alisado fino. Sobre las formas que tuvo el grupo
cerámico, hay ollas sin cuello de borde convergente (engrosado, no engrosado, con unión
discontinua con el cuerpo, engrosado por el lado interno, labio con ojiva interna y labio
plano y engrosado) y también de borde recto y labio engrosado, botellas de pico recto y
349
fragmento del cuenco con decoración bícroma (MPL-1IS-8B) (Figs. 378 y 382). Sobre las
bases, todas son planas. Sobre los motivos decorativos la mayoría son incisiones semi
circulares, seguidos de incisiones rectas y en forma de grano. También hay presente pero en
menor número las incisiones quebradas en ángulo agudo, quebradas en ángulo obtuso,
banda sin decoración adicional. Aparte de estos diseños es importante reparar que a este
grupo cerámico pertenecen unas muestras aisladas pero bastante elaboradas de decoración
como los dos diseños similares al del atrio de Garagay (semejante a 2 extremos de granos o
de puntas de colmillo), dos diseños que semejan la aleta de un pez y el diseño escultórico
de la cabeza de un ave.
también de bruñido y alisado fino (todos con engobe) y con incisiones de círculos y semi
32 fragmentos.
marrón grisáceo amarillento, un marrón grisáceo oscuro y un marrón grisáceo muy oscuro.
Acerca del acabado de la superficie, la mayor parte son pulidos, habiendo pocos casos de
bruñidos y alisado fino. Está presente también un caso de alisado tosco. Todos tienen
engobe a excepción de algunos alisados finos y bruñidos. Sobre las formas hay ollas sin
cuello de borde convergente (engrosado, de labio con ojiva interior, engrosado por el lado
interno, no engrosado, de labio plano y engrosado y recto y labio engrosado), ollas con
cuello de lados verticales, botellas de pico recto y borde divergente, un cuenco de borde
350
convergente y un plato. Sobre las decoraciones son mayormente incisiones semi circulares
junto con las rectas, habiendo en menor número pero regular las de forma de grano, las
quebradas en ángulo agudo, las quebradas en ángulo obtuso y los círculos concéntricos.
Habría que añadir una incisión de líneas formando un entramado. También estuvo presente
alargado con muchas incisiones finas sobre éste. Algo importante es mencionar que aparte
de estos diseños estuvieron presentes el diseño de lo que parece un árbol con ramaje y otro
Pertenece mayormente ollas con cuello, superficie pulida y con incisiones rectas. La
Este grupo cerámico tiene tres tonalidades: un rojo promedio, un rojo amarillento y
un rojo débil. Sobre el acabado de la superficie externa la mayor parte son pulidos,
habiendo algunos fragmentos de alisado fino y otro de bruñido, todos con engobe. Sobre las
formas, llama la atención que casi todas las ollas con cuello definidas para el conjunto
cerámico de La Florida sólo estén presentes en este grupo cerámico (olla con cuello directo,
divergente y convergente) y que éstas formas se relacionen con la tonalidad roja promedia.
En cambio en la tonalidad amarillenta y débil hallamos botellas con pico de lados convexos
y borde convergente, una olla sin cuello de borde convergente y engrosado y un cuenco de
borde convergente. También se encuentra una base plana. Sobre los motivos decorativos
llama la atención que las incisiones solamente se encuentren en las tonalidades amarillenta
351
La Florida Crema
Pertenece a ollas sin cuello y con cuello, con una superficie alisado fino con engobe.
La muestra se compone sólo de 2 fragmentos. La tonalidad que tiene este grupo cerámico
habiendo también un fragmento con la superficie erosionada. Sobre las formas están
presentes ollas sin cuello, una de borde convergente y labio con ojiva interior y una olla con
fragmentos que definimos para este grupo cerámico pero por lo reducido de la muestra
Pertenece a ollas sin cuello de base plana, pulidas y alisado fino con incisiones
Este grupo cerámico tiene tres tonalidades: un naranja promedio, un naranja opaco y un
naranja amarillento opaco. Sobre el acabado de la superficie, éste fue mayormente pulido,
habiendo también algunos fragmentos de alisado fino y muy pocos con bruñido y alisado
tosco. Todos los fragmentos tuvieron engobe. Sobre las formas, hubo ollas sin cuello
convergentes (con unión discontinua con el cuerpo y de labio con ojiva interior). Hay la
presencia de base plana. Sobre los motivos decorativos, las incisiones son mayormente
semi circulares, siendo también numerosas las de forma de grano. Motivos aislados fueron
pequeñas que aparece en este grupo cerámico. También se añadiría un relieve circular o
protuberante.
352
La Florida Gris (Fig. 187)
Pertenece a ollas sin cuello y platos de base plana, pulidas y bruñidas mayormente,
compone de 15 fragmentos. Este grupo cerámico tiene tres tonalidades: dos parecidas (un
gris marrón promedio y otro gris marrón brillante) y la tercera es un gris rojizo oscuro. El
fino. Todos tienen engobe. Sobre las formas hay ollas sin cuello convergentes (engrosados
por el lado interno y no engrosados), un plato y un cuenco. Hay una base plana. Sobre la
decoración las incisiones son semi circulares, quebradas en ángulo y hay un posible diseño
marino.
tonalidades: una negra promedio y otra negra marrón. Sobre el acabado de la superficie
externa la mayoría son pulidos siguiendole los bruñidos, habiendo también un alisado fino
y un alisado tosco. Todos tienen engobe a excepción del alisado tosco. Sobre las formas
hay una olla sin cuello de borde convergente y engrosado, un cuenco de borde divergente y
otro de borde convergente y una escudilla. Sobre las decoraciones la mayoría son incisiones
Florida tenemos que hemos llegado a definir 9 grupos cerámicos. Viéndolos a todos ellos
superficie. De todas formas tienen algunas características más que son importantes. Algo
353
que tienen en común es que el acabado de su superficie es mayormente pulido, seguido por
el alisado fino y por el bruñido109. Otra cosa es que en cuanto a formas la más frecuente es
la olla sin cuello, seguido de los cuencos y luego las botellas. Este orden se da de forma
exacta en los grupos cerámicos La Florida Marrón y Marrón rojizo. En cuanto a bases en
prácticamente todos los grupos cerámicos fue plana (algo curioso es que sólo en La Florida
Marrón haya la presencia de las bases cóncava, anular y semi convexa). En cuanto a la
agudo y obtuso. De los relieves el más abundante fue el circular o protuberante. Creemos
que la relevancia de estos grupos cerámicos es que evidencia que durante el Período Inicial
en esta zona del valle del Rímac hubieron varias modalidades en los mismos procesos de
cocción, más que hayan sido producidos por diferentes talleres. Por los porcentajes en el
total de la muestra los grupos cerámicos La Florida Marrón rojizo y Marrón fueron los más
temperante, etc.). En cuanto a las formas 1 de ellos tiene el mayor número de éstas: La
Florida Marrón rojizo (olla sin cuello, botella, cuenco, plato y tazón) seguidos de La
Florida Marrón (olla sin cuello, botella, cuenco y plato), La Florida Marrón grisáceo (olla
sin cuello, botella, cuenco y plato) y La Florida Rojo (olla sin cuello, botella, cuenco y olla
con cuello). Es curioso que sólo algunos grupos cerámicos tengan determinado número de
formas, como La Florida Negro (escudilla) y La Florida Marrón grisáceo, Rojo y Crema
109
Este orden por cantidad es exactamente en 5 de ellos: La Florida Marrón, Marrón rojizo, Marrón grisáceo,
Rojo y Naranja.
354
(olla con cuello). Sobre estos últimos llama la atención que en la tonalidad rojo promedio
del grupo cerámico La Florida Rojo estén presentes todas las ollas con cuello de este grupo
cerámico, lo que nos hace pensar que al parecer las ollas con cuello del grupo cerámico La
Ahora evaluaremos esta colección y los 9 grupos cerámicos definidos con relación a
los contextos de excavación registrados en los que se han podido ubicar algunos fragmentos
definidas para las tres zonas donde hemos elaborado secuencias: el cuerpo central, el
De todos ellos 35 son cuerpos decorados y sólo 3 son bordes (uno con decoración). Casi
todos (35) proceden del MNAAHP mientras que solamente 3 fueron encontrados en el
gabinete colindante con el Depósito G, en un armario que contenía una serie de bandejas de
Florida, de los cuales para 35 pudimos comprobar su filiación a estas excavaciones (fueron
34 cuerpos decorados y 1 borde decorado). La forma como reconocimos esta filiación fue
debido a que en el cuaderno de campo de Pablo Carrera fueron ilustrados al final, indicando
355
la excavación y la capa a la cual pertenecían. A la colección de 80 fragmentos de La Florida
hallados en esta bandeja de madera la denominamos “Colección Espejo” debido a que este
esta bandeja casi todos pertenecieron a las excavaciones realizadas en el Montículo BD4 o I
frag. que no sabemos a que excavación del Montículo BD4 pertenecen), 1 salió de la Exc. 8
incisiones y 2 bordes de ollas sin cuello. La única referencia que tuvimos para asignarlos a
éstas excavaciones es que en las etiquetas de la Caja 2 donde están se menciona: “Material
de las galerías del Bosque”. Por esta referencia creemos que provienen de la excavación
realizada en el Montículo BI2 del brazo izquierdo, debido a que allí se encontró una galería
Montículo BD4
atención que casi todos tienen un bello acabado de superficie. Lamentablemente de las 9
Exc. 3; 1 frag. de la Exc. 6; 4 frag. de la Exc. 9 y 16 frag. de la Exc. 12. Tenemos que
mencionar que para 7 fragmentos no sabemos de que excavación del Montículo BD4
fueron extraídos (éstos son los: MPL-1.R.F.-7, 9, 11, 25, 61, 62 y 65) (Figs. 220 a 226).
356
Excavación 3 (Capa A del Relleno 3RE, debajo del piso 3PB, 5ta fase de
Fueron 4 fragmentos los que pudimos ubicar para este contexto: 3 cuerpos
decorados son del grupo cerámico La Florida Marrón rojizo y el borde es de La Florida
Espejo y también es el único fragmento que exhibe un diseño iconográfico identificable (la
superficie externa. Cabe señalar también que se ha desprendido un fragmento de una de las
esquinas, en donde se sitúa el labio. Otra cosa a señalar es que queda muy poco de la
superficie del labio y del borde, por lo que el cálculo del diámetro del cuenco es sólo
horizontal con relación al borde del cuenco. Es triangular y tiene una incisión en medio de
la porción de cuerpo que queda. Recuerda unos diseños de serpientes de una vasija de
Cardal ilustrada por Burger (1993: entre las págs. 96 y 97) (Fig. 477). La altura aproximada
cuerpo decorado. Este fragmento pertenece al grupo cerámico La Florida Naranja (Fig.
208).
357
Excavación 9
les pudimos encontrar un contexto pero para los otros dos (MPL-1.R.F.-38 y 40) (Figs. 218
y 219) sabemos que provienen de esta excavación pero ignoramos de qué capa. El primero
de estos fragmentos tiene decoración de incisiones cortas mientras que el segundo son dos
círculos concéntricos.
Excavación 12
De esta capa provienen 10 fragmentos (MPL-1.R.F.-13, 15, 23, 27, 35, 56, 57, 59,
66 y 69). Los grupos cerámicos a los cuales pertenecen son: La Florida Marrón rojizo (5),
La Florida Rojo (1), La Florida Marrón grisáceo (2), La Florida Negro (1) y La Florida
parecer es la aleta de un pez (Fig. 190). Otro fragmento interesante es MPL-1.R.F.-69 que
semeja la punta de un colmillo y es bastante similar a la parte superior del diseño que
358
(Capa A, 3ra fase de remodelación del edificio)
Son 6 los fragmentos asignados a éstas capa (MPL-1.R.F.-12, 17, 21, 28, 47 y 75).
Los grupos cerámicos son: La Florida Marrón rojizo (4), La Florida Marrón grisáceo (1) y
cerámica que tenemos de La Florida debido a que perteneció a una pieza escultórica (Fig.
201). Es el extremo de un motivo que asemeja la ¿cabeza? de un animal (¿un ave?). Tiene a
los costados dos círculos que semejan ojos. En la parte posterior de estos círculos hay dos
incisiones paralelas. La superficie exterior tiene algunas huellas de bruñido. Otro fragmento
interesante es MPL-1.R.F.-21 (Fig. 203) que tiene entre las dos incisiones una banda de la
La Florida Marrón rojizo (6), seguido de Marrón grisáceo (2) habiendo después La Florida
Rojo, Negro y Naranja (1 cada uno)). En la 3era fase constructiva sigue siendo primero La
Florida Marrón rojizo (5) seguido de La Florida Marrón grisáceo, Marrón y Naranja (1 cada
uno). Finalmente para la 5ta fase sigue siendo primero La Florida Marrón rojizo (3) seguido
cerámicos en cada época de construcción del montículo pero hay que tener en cuenta que el
fragmento: el MPL-1.R.F.-44.
359
Excavación 8 (Capa A, 3ra fase de ocupación)
Casafranca) fue denominada 8. Fue una trinchera que tuvo una orientación este-oeste y en
lado oeste de la trinchera pero por los datos de Carrera al parecer fue uniforme en toda la
Montículo BI2
hacienda colonial de los Muñoz) proceden al parecer estos 3 fragmentos: 1 cuerpo decorado
(MSM-2.2-1) (Fig. 215) y 2 bordes (MSM-2.2-10B y 11B) (Figs. 216 y 217). Estuvieron
Tenemos 2 fragmentos que no tienen una procedencia definida pero que sabemos
que provienen de las excavaciones de este proyecto de rescate. Son los MPL-1.R.F.-8 (Fig.
a los grupos cerámicos La Florida Marrón rojizo, Marrón amarillento y Marrón. En cuanto
a su relación con la cerámica identificada sólo para 3 fases constructivas del montículo
BD4 vemos que la cerámica del Montículo I se relaciona con la 3era fase constructiva (por
semejanzas en la decoración, siendo también del grupo cerámico con mayor porcentaje en
360
esa colección) y que la cerámica del Montículo BI2 se relacionaría con la 1era fase de
bordes y 19 son bases. La mayor parte de este material (140 fragmentos) se encontró en una
sola caja dentro del depósito G del MNAAHP, mencionando en su exterior que procedía de
La Florida. Por información de las etiquetas y por el rotulado supimos que correspondían a
las excavaciones que Muelle realizó en el parque Juan Ríos110. La caja contiene 21 bolsas,
diagnóstica las Bolsas 1, 2, 5, 6, 7, 9, 10, 11, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20 y 21. Todos los
cuerpos decorados tienen incisiones. Los bordes son fragmentos de ollas sin cuello sobre
todo, también algunos picos de botella y cuencos. La mayoría de las bases son planas. Un
Cateo 1
son de bases.
De esta capa provienen la mayoría de los fragmentos (17). Los cuerpos decorados
son MPL-2.M.-82 (Fig. 229) y 125 (Fig. 230); los bordes fueron los siguientes: MPL-2.M.-
13B, 14B, 15B, 16B, 55B, 56B, 57B, 58B, 59B, 60B y 61B (Fig. 231 a 241); y las 4 bases
son: MPL-2.M.-2Ba, 3Ba, 4Ba y 5Ba (Fig. 242 a 245). Los grupos cerámicos a los que
110
Aunque creemos que no es todo el material.
361
pertenecen son: La Florida Marrón rojizo (7), La Florida Marrón (4), La Florida Marrón
grisáceo (3), La Florida Negro (1), La Florida Rojo (1) y La Florida Naranja (1).
base con el cuerpo no pertenecía a una circunferencia. Por la forma de la superficie externa
Cateo 2
bordes y 2 bases.
De esta capa provinieron la mayoría de fragmentos (10) que fueron: los 2 cuerpos:
MPL-2M-126 (Fig. 312) y 127 (Fig. 313); los 6 fragmentos de borde fueron MPL-2M-25B,
26B, 27B, 28B, 29B y 62B (Fig. 314 a 318); y las dos bases fueron: MPL-2M-18Ba (Fig.
319) y 19Ba (Fig. 320). Los grupos cerámicos de estos fragmentos fueron: La Florida
De los cuatro fragmentos provenientes de esta capa 1 era un cuerpo decorado (MPL-
2M-87) (Fig. 321) y los otros 3 eran bordes (MPL-2M-18B, 19B y 20B) (Figs. 322 a 324).
El grupo cerámico para todos los fragmentos fue La Florida Marrón rojizo.
Cateo 4
De este cateo es que provienen la mayor parte de los fragmentos analizados (70
fragmentos). Son 29 cuerpos decorados, 28 bordes y 13 bases. Habría que mencionar que
362
para 4 bordes (MPL-2M-21B, 22B, 23B y 24B) (Figs. 357 a 360) no sabemos a que capa
pertenecían.
De esta capa provino la mayor parte de la cerámica. Los 19 cuerpos decorados son:
MPL-1IS-80, MPL-2M-105, 106, 107, 108, 109, 110, 111, 112, 113, 114, 115, 116, 122,
123, 124, 128, 129 y 134 (Figs. 267 a 285); los 12 bordes fueron los siguientes: MPL-1IS-
5B, 6B, 7B, MPL-2M-43B, 44B, 50B, 51B, 52B, 53B, 54B, 63B y 64B (Figs. 286 a 297);
y los 7 fragmentos de base son: MPL-2M-10Ba, 11Ba, 12Ba, 13Ba, 14Ba, 15Ba y 16Ba
(Figs. 298 a 303). Los grupos cerámicos para todos estos fragmentos fueron los siguientes:
La Florida Marrón (18), La Florida Marrón rojizo (8), La Florida Marrón grisáceo (5) y La
en la parte superior del dibujo puede ser que esa zona sea el punto de unión entre el cuerpo
y el cuello. Bonavia mencionó acerca de este fragmento que se encontró a una profundidad
de 90 cm., que fue el primer ejemplar de cerámica marrón con incisiones muy delgadas en
comparación con las demás encontradas en esta zona y que al parecer fueron hechas post-
cocción. Buena parte de la superficie externa del MPL-2M-122 está algo erosionada (Fig.
280). Las incisiones en este fragmento son completamente distintas a las otras incisiones,
tiene en un sector como simples rasguños o líneas que de largo tienen 5 mm y adyacente a
éste dos líneas paralelas oblicuas del mismo grosor y profundidad que las anteriores. El
fragmento MPL-2M-129 (Fig. 284) es un pedazo de arcilla que al parecer formó parte de
una vasija escultórica. Tiene un lado muy plano que asemeja una base, pero pareciera no
serlo. Tiene como un borde o cresta al centro, sólo posee una superficie: la externa.
363
En la bolsa de plástico en la que está el fragmento MPL-1IS-7B hay 3 fragmentos
más no diagnósticos de picos, de superficie y color similar que pueden estar asociados. El
fragmento MPL-2M-51B (Fig. 286) es un fragmento único dentro de toda nuestra colección
de cerámica de La Florida puesto que corresponde al borde y cuello de una botella de muy
parecer la planta de la base de la que fueron parte estos dos fragmentos no fue circular, si
no media eliptica. También con el resto de fragmentos de base de esta bolsa111. Del
tiene uno propiamente dicho. Al parecer la planta de la base no era circular y era algo
eliptica (o rectangular) posiblemente junto con todos los fragmentos de la bolsa haya
(Figs. 256 a 258); los 4 bordes son: MPL-2M-45B, 47B, 48B y 49B (Figs. 259 a 262); y
los 4 fragmentos de base son: MPL-2M-6Ba, 7Ba, 8Ba y 17Ba (Figs. 263 a 266). Los
grupos cerámicos registrados para estos fragmentos son: La Florida Marrón (4), La Florida
Marrón rojizo (2), La Florida Naranja (2), La Florida Marrón grisáceo (1), La Florida Gris
(Fig. 257) son 2 círculos concéntricos alrededor de una protuberancia que asemeja un
pezón. También la superficie interna de este fragmento presenta muchas estrías curvas.
111
Hasta el MPL-2.M.-15Ba forman al parecer parte de una misma vasija.
364
Del MPL-2M-7Ba la zona de la superficie externa que precisamente es la unión de
parte, lo que lo hace ininteligible. La base parece pertenecer a una vasija tardía.
103 y 104 (Figs. 247 a 249); los 5 fragmentos de borde son: MPL-2M-38B, 39B, 40B y
41B y 42B (Figs. 250 a 254); y el único fragmento de base es MPL-2M-9Ba (Fig. 255).
Los grupos cerámicos definidos aquí fueron: La Florida Marrón rojizo (4), La Florida
Naranja (2), La Florida Gris (1), La Florida Marrón grisáceo (1) y La Florida Marrón (1).
139) (Figs. 304 y 305). Los grupos cerámicos fueron La Florida Marrón grisáceo (1) y La
Los fragmentos provenientes de esta capa suman 6. Los 2 cuerpos decorados son:
MPL-2M-137 y 138 (Figs. 306 y 307); los 3 fragmentos de borde son: MPL-1IS-4B, MPL-
2M-74B y 75B (Figs. 308 a 310); y el único fragmento de base es MPL-2M-20Ba (Fig.
311). Los grupos cerámicos son: La Florida Marrón grisáceo (2), La Florida Marrón (1), La
Cateo 5
bordes.
365
Estrato 1 (formaría parte de la Capa A (1er perfil) del Cateo 3 (CAT3MO6),
decorados son: MPL-2M-89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 98, 99, 100, 101, 131 y 132 (Figs.
325 a 338); y los 16 bordes fueron: MPL-2M-30B, 31B, 32B, 33B, 34B, 35B, 36B, 37B,
65B, 66B, 67B, 68B, 69B, 70B, 71B y 72B (Figs. 339 a 353). Los grupos cerámicos
reconocidos son: La Florida Marrón rojizo (12), La Florida Marrón (8), La Florida Marrón
grisáceo (5), La Florida Naranja (2), La Florida Gris (1) y La Florida Negro (1).
MPL-2M-92 (Fig. 328) es bastante pequeña (1 mm. aproximadamente) lo que la hace casi
ondulaciones en el perfil mismo de éste. Las incisiones se han convertido así en unas
franjas anchas. El MPL-2M-32B es de una olla sin cuello cuyo borde y labio exhiben un
reborde externo cuyo límite inferior tiene una figura, notándose que esta parte del borde se
parte inferior, como pequeños rebordes, que no parece ser parte de una decoración, sino
De esta capa provienen sólo 3 cuerpos decorados: MPL-2M-88, 97 y 130 (Figs. 358
a 360). Los grupos cerámicos fueron: La Florida Marrón rojizo (2) y La Florida Marrón (1)
Existen 12 fragmentos que provienen de este proyecto de rescate pero de los cuales
no sabemos de qué cateo o capa provienen. Los cuerpos decorados son 8 (MPL-2M-83, 84,
366
117, 118, 119, 120, 121 y 133) (Figs. 361 a 368). Los 4 bordes son MPL-1IS-2B, 3B,
La muestra de los fragmentos del Parque Juan Ríos es relativamente uniforme. Las
diferencias que notamos comparando la cerámica del 3er, 4to y 5to MOG son las
(11) seguidos de La Florida Marrón grisáceo y Marrón (5 cada uno) para luego venir el
Naranja (3). En el caso de los dos conjuntos siguientes el grupo cerámico predominante
viene a ser La Florida Marrón (4, 4to MOG) (32, 5to MOG) seguido de La Florida Marrón
rojizo (2, 4to MOG) (29, 5to MOG) y Marrón grisáceo (13, 5to MOG). Vemos que La
Florida Naranja sigue siendo mas importante que el resto (2, 4to MOG) (8, 5to MOG). La
decoración parece bastante homogénea también. En cuanto a las formas notamos que en el
3er MOG hay ollas sin cuello de borde convergente (engrosado (2), engrosado por el lado
interno (2), no engrosado (2), labio plano y engrosado (1) y con unión discontinua con el
cuerpo (1)) y de borde recto y labio engrosado (2), cuencos de borde convergente (5) y de
borde divergente (1). También un plato. Todas las bases fueron planas. En la cerámica del
4to MOG notamos que aparece una olla sin cuello de borde convergente que anteriormente
no apareció: la de labio con ojiva interior (1). También aparece la botella (de pico recto
alargado). Hay también un cuenco de borde convergente y engrosado y un plato. Las bases
fueron planas a excepción de una semi convexa. En cuanto a la cerámica del 5to MOG en
cuanto a ollas sin cuello de borde convergente prosigue la forma de labio con ojiva interior
(6) labio plano y engrosado (3), no engrosado (3), engrosado por el lado interno (2),
engrosado (1), con unión discontinua con el cuerpo (1), habiendo también de olla sin cuello
de borde recto y labio engrosado (6) y de olla con cuello de lados verticales (1). En cuanto
a los cuencos hay de borde convergente (2), convergente y engrosado (2) y de borde
367
divergente y engrosado al interior (2). Aparte de las botellas de pico recto alargado (3) hay
pico recto y de borde divergente (1), de pico y borde divergente (1) y pico y borde recto (1).
Hay también una ocarina y un plato. Casi todas las bases fueron planas, habiendo una
anular. Llama la atención que hayan aumentado las ollas sin cuello de borde recto y labio
También creemos es importante el hecho que hayan aparecido las ollas sin cuello de borde
convergente y labio con ojiva interior en el 4to MOG y que se hayan popularizado más en
Haciendo un breve balance entre toda la cerámica con contextos de excavación del
sitio (Montículo BD4 y zonas anexas con el Parque Juan Ríos) vemos en un primer
momento que la ocupación del sitio ha sido relativamente uniforme. De todas formas algo
que nos llama la atención es que en la cerámica de las 3 fases constructivas del montículo
BD4 el grupo cerámico predominante es La Florida Marrón rojizo, cosa que también
sucede con el grupo cerámico predominante en el 3er MOG del Parque Juan Ríos,
notándose que en las dos fases siguientes (4to MOG y 5to MOG) hay un cambio de
predominancia con La Florida Marrón. Es posible que esto permita relacionar ambas
secuencias. De todas formas lo que veríamos a primera vista serían 2 fases: la del
disponible en las etiquetas de las bolsas de la Caja 1(grande) fueron extraídos de La Florida
(Fig. 373) y 1 borde (MSM-1G.1-20B) (Fig. 374). Por todo lo investigado hasta la fecha no
tenemos conocimiento de alguna intervención hecha en el sitio en ésta época (la anterior
368
fue la de Muelle en 1962 y1963 y la posterior fue la de Oscar Gómez en 1969) pero da la
impresión que fuera producto de una excavación, por las letras y números que aparecen
ésta colección (pero en este caso sería recolectado) es Thomas C. Patterson. Se encuentran
en todas las cajas de la Caja 1 (grande). El borde es de una olla con cuello de lados rectos y
excavación ni con otro tipo de registros realizados que nos permita reconstruir los contextos
y 2) (Figs. 375 y 376), 4 bordes (MSM-2.4-12B, 13B, 14B y 15B) (Figs. 383 a 385) y 2
bases (MSM-2.4-3Ba y 4Ba) (Figs. 390 y 391). Las únicas referencias por las cuales
nosotros asignamos estos fragmentos a ésta excavación es por lo que dicen las etiquetas de
las bolsas 4 y 5 de la caja 2 en donde se encontraron: “Ay-4.4 Cor 452 Capa 2” (Bolsa 4) y
“Ay-4.4 Sala 4. Capa 1. 75 cm deep 45 cm. Ex 10a ms-of NW Corner” (Bolsa 5). Éstas
denominaciones son parecidas a las que dicen las bolsas del material de Santillana en el
MNAAHP por lo tanto creemos que estos fragmentos de San Marcos tienen la misma
procedencia. Uno de los cuerpos decorados tiene una incisión que forma un ángulo y el otro
112
Aunque no hay que descartar una recolección de superficie.
369
corresponden a cuencos y a una pequeña olla con cuello. Algo importante es que los
decorado (MPL-1IS-81) (Fig. 377), 5 bordes (MPL-1IS-8B, 9B, 10B, 11B y 12B) (Figs.
386 a 389) y 1 base (MPL-1IS-1Ba) (Fig. 392). Fueron hallados dentro de una caja en el
Santillana efectuó en La Florida en 1975, que contenía materiales que habían sido
separados de la curaduría de restos humanos (ya que no eran restos óseos) y que fueron
entregados a registro. La caja contenía varias bolsas de tela y de papel más una pequeña
caja de cartón El material que contenían no sólo era cerámica, sino textiles y otro tipo de
artefactos. El cuerpo decorado tiene una incisión en forma de círculo. De los bordes llama
pintado de rojo y el otro de naranja separados por una incisión recta que junto al borde hace
un quiebre y se dirige hacia abajo113. Los demás son ollas sin cuello, cuencos y un borde
del pico de una botella. Algo importante es que los fragmentos MPL-1IS-10B y MPL-1IS-
Xesspe, Lorenzo Roselló y José Casafranca en Setiembre de 1955 del cuerpo central de La
113
Justo la zona colindante a este quiebre hacia el borde presenta un color marrón.
370
(Figs. 389 a 398). Todos fueron hallados en la bandeja de madera de la “Colección Espejo”
y pudimos identificar su procedencia debido a que los 6 primeros exhiben debajo del
rotulado que tienen todos los fragmentos de la bandeja un primer rotulado que dice: “Huaca
La Florida 1955”. Los 4 restantes fueron identificados debido a que aparecen en el album
de fotografías “Arqueología del valle de Lima.- Waka “LA FLORIDA” 1955-1956” que
nos facilitó Hermilio Rosas, en las cuales hay fotos de los fragmentos que Mejía, Roselló y
Casafranca recogieron.
Todos menos el MPL-1RF-1 fueron extraídos de uno de los perfiles abierto por la
chancadora en el cuerpo central de La Florida, siendo más precisos de la Capa C del Corte
B de Mejía114. Por la libreta de campo de Mejía TMX-375 sabemos que el fragmento MPL-
1RF-1 fue extraído de la Capa C del Corte A. Sabemos también que las capas C de los
cortes B y A de Mejía son del mismo período y pertenecen a la Primera Ocupación, Fase 1
del cuerpo central. Los grupos cerámicos a los cuales pertenecen estos fragmentos son los
siguientes: La Florida Marrón (5), La Florida Negro (2), La Florida Rojo (1), La Florida
lado de las incisiones es de color marrón y el otro es rojo claro. Al parecer esta diferencia
de colores se debió a una falla en la cocción y no a pintura puesta post-cocción. Todo este
391) está conformado por 2 fragmentos pegados. Una porción de la pasta del MPL-1RF-4
(Fig. 392) adquiere una coloración plomiza. También en los alrededores de las incisiones
hay huellas de otras pequeñas que debieron hacerse cuando se hicieron las otras. Este
114
Ubicado en lo que denominamos Perfil A, siendo su lugar de procedencia debajo de nuestro Relleno A6.
371
fragmento también se compone de 2 fragmentos pegados. Del fragmento MPL-1RF-5 (Fig.
causadas por hollín. A la mitad de la incisión mayor hay la huella de una cresta que divide
MPL-1RF-14 (Fig. 395) presenta en uno de los lados de la superficie externa huellas de
pequeños hundimientos, que fueron hechos al parecer cuando se hicieron las incisiones. Los
diseños que presentan estos fragmentos son líneas semi curvas y rectas paralelas, algunas al
parecer forman círculos concéntricos, semi parábolas y otros son motivos semi
silueta de una banana, con una incisión pequeña al centro. En el fragmento MPL-1RF-3
Una cuestión relacionada con este tema es la siguiente: desde que fuera descubierta
en la Capa C del Corte A una vasija entera de doble pico y asa puente116 ha suscitado cierta
polémica debido a que desde un inicio fue asignada a Paracas, a Pre-Nievería o a Blanco
sobre Rojo por Mejía. Varios autores más han hecho mención de este ejemplar y la han
significativa debido a que la vasija fue ubicada118 en un estrato del Período Inicial (1810
a.C.) y la mayoría de autores la han asignado a estilos de períodos que distan unos 2000
años de posterioridad. Por el bosquejo hecho por Mejía del Corte A y por las fotos del
Museo de San Marcos no aparecen huellas de intrusión alguna de los estratos superiores
115
Da la impresión que fuera la prolongación de uno de los bordes de la incisión.
116
Que curiosamente es la única vasija entera que se haya encontrado en La Florida hasta donde nosotros
sepamos.
117
Lanning (1960:375) lo menciona como una “copia de una botella Topará”.
118
Y esto está comprobado fehacientemente por las fotografías encontradas por nosotros en el Museo de
Arqueología y Antropología de la UNMSM.
372
(Figs. 473 y 474). Nosotros creemos que la vasija en sí no es ni Paracas, ni Pre- Nievería, ni
Blanco sobre Rojo ni Topará si no que pertenece a la asamblea cerámica de La Florida del
Período Inicial. Burger extrajo una vasija globular de doble pico decorada con diseños de
serpientes del centro de una de las plazas circulares de Cardal (1993:96-97) que se le
asemeja, al menos en el detalle de los dos picos divergentes (Fig. 478). También en las
excavaciones de Santillana (hechas en las cercanías del ala izquierda) se encontró otra
vasija globular de 2 picos, asa puente “cintada” y con decoración punteada en algunas
zonas del cuerpo (La Crónica (12/06/1975)). Por las fotos del MAA-UNMSM constatamos
que la vasija de La Florida tuvo unos 15 cm. de ancho y 15 cm. de alto aproximadamente.
El cuerpo estuvo compuesto de dos partes bien definidas que se “acoplaron” o unieron
hacia el centro del cuerpo. La base estaba conformada por una especie de “cuenco” de base
plana y la parte de arriba por un “plato” de base convexa. El punto de unión fue anguloso.
Los dos picos midieron de largo unos 5 cm. y fueron divergentes. El asa puente partía de la
misma base de cada pico. Al parecer no tuvo ningún tipo de decoración y sobre su color
Mejía apunta que al momento de descubrirlo percibieron que era rojo (Fig. 477).
bordes (MSM-3.1-1B, 2B, 3B y 4B) (Figs. 401 a 403) y 1 base (MSM-3.1-1Ba) (Fig. 404)
incisiones que forman quiebres) y los bordes son de ollas sin cuello. Los fragmentos MSM-
373
c) Colección recolectada por Lanning y Rowe (1958)
5B, 6B, 7B, MSM-1.2-16B, 17B, 18B y 19B) (Figs. 409 a 414) y 2 bases (MSM-3.2-2Ba y
incisiones, siendo los diseños círculos, líneas semi rectas y semicurvas. Un fragmento tiene
también una depresión en la superficie externa. Los bordes son de ollas sin cuello y del pico
Estos fragmentos fueron recolectados por Ramiro Matos en 1962 en los montículos
bien Matos también recolectó fragmentos este mismo año en el cuerpo central de Huaca La
Florida119, los diagnósticos del Período Inicial son de los montículos de la plaza central. La
bordes (MSM-5.1-21B, 22B, 23B, 24B, 25B y 26B) (Figs. 418 a 423) y 6 bases (MSM-5.1-
6Ba, 7Ba, 8Ba, 9Ba, 10Ba y 11Ba) (Figs. 424 a 429) encontrándose en la Bolsa 1 de la
Caja 5 en el MAA-UNMSM. Destacan bordes de olla sin cuello, un pequeño tazón que
presenta en la superficie interna del borde 4 manchas oscuras más o menos definibles a
119
Estas recolecciones las hizo para el Informe de la Junta Deliberante Metropolitana de Sitios
Arqueológicos.
374
manera de franjas pudiendo ser parte de una decoración, el borde de un cántaro con cuello y
Esta muestra proviene del cuerpo central de La Florida. Se trata de las 4 formas
cerámicas (olla sin cuello, taza grande poco profunda, botella y plato abierto) (Fig. 430)
que Patterson documenta (1985:64) en base a una amplia colección de cerámica que
ilustraciones que publica en su artículo de 1985 con las formas que tenemos nosotros en
base a los bordes y bases, su forma de olla sin cuello (a) se asemeja a nuestros “Olla sin
borde convergente y engrosado”. Sus formas de plato (b) y de botella de un solo pico de
borde convergente (d) no las hemos registrado en nuestra muestra. Algo curioso también es
que las bases de sus formas a y c son semi convexas, similares a la base con esa
característica definida por nosotros. Por estas características, los grupos cerámicos a los que
375
fragmentos. De ellos pudimos determinar que 10 habían sido recolectados por Mejía del
cuerpo central de La Florida en 1955 y que 35 procedían con certeza de las excavaciones de
Muelle en el brazo derecho, realizadas en 1962-63. Aún así, han quedado otros 35
fragmentos sin conocerles alguna procedencia y que forman el primer grupo de cerámica
sin un origen determinado. Es importante mencionar que todos los fragmentos de esta
algunos casos sobre el primer rotulado que tuvieron. Los 35 cuerpos decorados que
quedaron sin establecer su procedencia son: MPL-1RF-16, 19, 20, 22, 24, 26, 29, 31, 32,
33, 34, 36, 37, 41, 42, 43, 46, 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 58, 63, 64, 67, 68, 71, 72, 73, 74,
78 y 79. (Figs. 431 a 465) Los diseños que forman las incisiones son: parábolas, círculos,
ovoides, líneas semi curvas, rectas, semi rectas, quebradas, siluetas de granos, en forma de
herradura, reticulados, círculos con apéndices. Las líneas también se unen o parecieran
irradiar de un centro. El diseño del fragmento MPL-1RF-22 sugiere una posible cabeza y el
ojo de una imagen zoomorfa (Fig. 434). Las incisiones del MPL-1RF-36 (Fig. 442) tienen
parte de una pieza escultórica. Presenta 3 superficies exteriores, una de ellas con 3
incisiones en forma de lentes, pero por lo limitado del fragmento ignoramos qué motivo
9B) (Figs. 471 a 472). La etiqueta de la bolsa en la cual se encuentran mencionan que este
material fue revisado el 18 de Julio de 1964 por Rosa Fung y por Félix Caycho, cuando
376
extracción del sitio arqueológico y la naturaleza de ésta. Se encuentran en la Bolsa 4 de la
Caja 3. Los cuerpos decorados tienen incisiones (siendo sus diseños líneas curvas, semi
curvas, quebradas y semi rectas) y los bordes son de ollas sin cuello. El fragmento MSM-
Ahora que hemos revisado todas las colecciones cerámicas de Huaca La Florida
haremos una pequeña sistematización de los datos que nos ha proporcionado la muestra.
Para empezar definimos 9 grupos cerámicos. Llama la atención que hayan 4 grupos
cerámicos bastante “parecidos” o que sean de una misma tonalidad (La Florida Marrón,
Marrón amarillento, Marrón rojizo y Marrón grisáceo), siendo los otros 5 de colores bien
definidos: Rojo, Crema, Naranja, Gris y Negro. Llama la atención que de los 4 primeros La
Florida Marrón rojizo y Marrón sean los que tengan la mayor cantidad de fragmentos, en
contraste con La Florida Marrón amarillento que sólo tuvo 3. De los otros 5 el más
abundante fue La Florida Naranja, ocurriendo que La Florida Crema también tiene muy
pocos fragmentos (2)120. Creemos que algunos fragmentos de La Florida Rojo son
formativos pero otros (sobre todo los bordes de ollas con cuello) son fragmentos de épocas
posteriores. Sobre las formas las más abundantes fueron ollas sin cuello, cuencos y botellas,
siendo de las vasijas abiertas y bajas la más frecuente el plato. Las bases casi todas fueron
planas. Sobre patrones decorativos vemos que básicamente fueron dos: incisiones y
Santillana). Los diseños de incisiones más frecuentes fueron hechos a base de líneas
circulares y semi circulares, junto con las de círculos concéntricos, las quebradas en
120
Siendo este grupo cerámico junto con el Marrón amarillento los más escasos, coincidiendo en ambos la
tonalidad.
377
Lo que haremos ahora será verificar si los grupos cerámicos que tenemos, junto con
las formas y decoraciones que contienen tienen o no una organización secuencial en base a
los datos estratigráficos que disponemos de los fragmentos que tienen contexto.
Algo que nos llama la atención de esta pequeña y antigua asamblea de cerámica es
su elevado acabado, cosa que sorprende de una cerámica que ha sido reiteradas veces
tipificada entre las más antiguas del Perú. Así lo demuestra el hecho que casi todas las
superficies externas tengan engobe y un acabado pulido (hasta brillante). El color casi
dominante es el marrón, con algunas tonalidades (pudo haber otros colores como el negro y
el rojizo). Otra característica importante es que casi todos los fragmentos pertenecieron a
vasijas cerradas (probablemente ollas sin cuello). Acerca de las decoraciones todas fueron
con incisión y el ancho de éstas estuvo entre los 2 y 3 mm. Entre los diseños estuvieron
incisiones que forman la silueta de una banana con incisión en forma de grano al centro.
También hay cuadrados o trapecios concéntricos. Una de las cosas que llama la atención es
la presencia de una incisión que pareciera la “aleta” de un pez. Quizás haya estado
a este período se extrajo la vasija pequeña de dos picos divergentes y asa puente, de cuerpo
formado de dos partes ensambladas, y también en la libreta de Mejía TMX-375 hay dibujos
de otros fragmentos de cerámica que no llegamos a ubicar en los museos y analizar. Hay
fragmentos de cuerpos decorados con incisiones de líneas rectas y circulares. También hay
fragmentos de bordes de ollas sin cuello. Hay también un fragmento de lo que parece ser la
378
“pata” de una vasija (¿de una base trípode o tetrápode?) o que también pudo ser un
Mejía del archivo de Hermilio Rosas también figuran las fotos de varios de estos
también un fragmento de un tubo o pico de una botella, pero lo curioso es que por la foto no
pareciera ser completamente circular, si no algo “prismático”. Las fotos de los bordes
muestran ollas sin cuello de borde engrosado y también hay fotos de fragmentos de bases,
al parecer planas. Algo que nos llama la atención es que tanto los fragmentos de bordes
como de bases parecieran tener un acabado de superficie burdo (quizás sea alisado tosco)
en comparación con los fragmentos de cuerpo que tienen un mejor acabado. En orden de
Montículo BD4 o I
derecho y por tanto puede corresponderse con los inicios de la construcción de esta parte
del templo en U, llama la atención que todos los fragmentos tengan un buen acabado,
siendo todos pulido con engobe. El color predominante es el marrón (con algunas
379
tonalidades) y también el naranja. La forma de las vasijas a las que pertenecieron estos
fragmentos fue cerrada (probablemente ollas sin cuello). En cuanto a la decoración todas
fueron incisiones que tuvieron un ancho entre 2 y 4 mm. siendo los motivos líneas
orden de frecuencia los grupos cerámicos reconocidos en este conjunto de cerámica son:
Los fragmentos de esta fase de remodelación siguen siendo todos pulidos con
engobe, siendo el color mayoritario en la superficie marrón y marrón claro, habiendo otras
tonalidades de marrón oscuro y rojizo. Todas las formas son de vasijas cerradas (al parecer
de ollas sin cuello). Las decoraciones son casi todas incisiones, de un ancho entre 2 y 4
mm. Entre los diseños destacan las incisiones que se bifurcan de otra (ramas saliendo de un
tronco), líneas semi circulares, en forma de granos y quebradas. También llama la atención
escultórica de toda la asamblea de La Florida: lo que pareciera ser el pico de un ave, con
380
dos protuberancias que asemejan ojos. En orden de frecuencia, los grupos cerámicos
El acabado de los fragmentos de esta fase constructiva sigue siendo pulido con
engobe. El color de la superficie mayormente es marrón y uno con una tonalidad más clara.
Sobre las formas al parecer son de vasijas cerradas. La decoración es a base de incisiones
que forman líneas rectas, quebradas en ángulo y semicirculares. Uno de los fragmentos
divide las imágenes del atrio de Garagay y un fragmento de borde tiene la imagen de una
de cerámica son:
información que nos da es que su acabado externo es pulido con engobe y el color es
marrón. Fue al parecer parte de una vasija cerrada. La decoración es incisiones y su forma
rojizo.
381
Brazo izquierdo
bordes. Es curioso que mientras el acabado de superficie del fragmento de cuerpo es pulido
con engobe los acabados externos de los bordes son alisados finos con engobe pero el color
es casi el mismo en todos: marrón (pero en los dos bordes el color es más claro). Las
incisiones del cuerpo decorado son semicirculares. Uno de los bordes es de una olla sin
tenemos tanto cuerpos decorados como bordes y bases. Para este momento de ocupación
acabado de superficie: pulido con engobe. En cambio en los bordes el acabado superficial
es menor, la mayoría son bruñidos, seguidos de alisado fino, pero también hubo un número
menor de pulidos. Hay que mencionar que casi todos no dejaron de tener engobe. Sobre la
alisado fino y también un pulido (siendo el alisado fino el único sin engobe). Sobre el color
en los cuerpos decorados éste fue mayormente marrón (aunque hubo un ejemplar de color
negro). Los bordes y las bases también casi todos fueron de color marrón, con algunas
tonalidades. Los cuerpos al parecer fueron todos de vasijas cerradas (uno al parecer de una
382
botella) y los bordes fueron casi todos de ollas sin cuello, mayormente de borde
interno (3), viniendo luego borde recto y de labio engrosado, no engrosado y labio con
ojiva interior (2) y borde convergente y engrosado (2), estando finalmente el borde
convergente y con unión discontinua con el cuerpo (1). Dos bordes fueron de cuencos: uno
fue un cuenco de borde divergente y engrosado al interior y el otro fue un cuenco de borde
divergente. Sobre las bases todas fueron planas. Sobre la decoración de los cuerpos 3
semicirculares y en forma de grano. Otro de los cuerpos tuvo una “banda” sobresaliente en
uno de los lados. En orden de frecuencia, los grupos cerámicos reconocidos en este
El conjunto cerámico que tenemos para este momento de ocupación procede del
cateo 4. La superficie de los cuerpos decorados son todos pulidos con engobe, la de los
bordes mayormente es bruñido, habiendo también un pulido, todos con engobe. De las
bases todos fueron pulidos con engobe. El color en el caso de los cuerpos fue naranja, negro
y marrón; en los bordes fue mayormente marrón claro, habiendo también marrón y marrón
383
oscuro y en las bases mayormente marrón y 1 marrón claro. La forma de la vasija fue en el
caso de los cuerpos y de las bases al parecer de vasijas cerradas y en los bordes fue de 2
ollas sin cuello121, el cuenco fue de borde divergente y el otro borde fue de una botella de
pico recto alargado. Sobre las bases casi todas fueron planas a excepción de una que fue
semi convexa. La decoración que tuvieron los cuerpos fue de incisiones de forma de grano,
siendo su procedencia los cateos 2, 4 y 5. Acerca del acabado de la superficie externa de los
fragmentos los cuerpos mayormente fueron pulidos con engobe, habiendo algunos alisado
fino con engobe y algunos bruñidos, siendo el color mayormente marrón, con algunas
tonalidades, habiendo algunos fragmentos de color negro y crema. En los bordes el acabado
fue mayormente bruñido, habiendo también algunos fragmentos alisado fino y pulido,
siendo la mayoría con engobe. De las bases fueron mayormente pulidas con engobe,
habiendo una bruñida con engobe. En cuanto a las formas casi todos los cuerpos fueron de
121
De borde convergente y engrosado y el otro de borde convergente recto, no engrosado y labio con ojiva
interior.
384
vasijas cerradas de forma indeterminada (una fue de una vasija escultórica). En cuanto a los
bordes la mayoría fue de ollas sin cuello, siendo las formas (en orden de frecuencia): de
borde recto y labio engrosado, de borde convergente y labio con ojiva interior (13), de
convergente y engrosado por el lado interno (2) y de borde convergente y con unión
discontinua con el cuerpo (1). Hubo también 2 cuencos de borde divergente y engrosado al
pico y borde recto y 1 pico recto y borde divergente. También un fragmento de lo que
parece ser una ocarina. En cuanto a las bases todas fueron planas, a excepción de una que
fue anular (cóncava pero con una protuberancia al medio). En cuanto a la decoración que
tuvieron los cuerpos fueron todas incisiones y los diseños fueron líneas semicurvas, rectas,
fragmento presenta una especie de “cresta”. Otro presenta una decoración de superficie que
consiste de un relieve que alterna crestas curvas con depresiones cóncavas. Tuvo también la
forma que denominamos “incisión fina sin orden” y otro fragmento fue al parecer parte de
una vasija escultórica, pues es una especie de “bulto” de cerámica. En orden de frecuencia
385
9h4. Comparación de los análisis cerámicos
Creemos que a pesar que varias de estas muestras cerámicas son bastante pequeñas
remodelación que tuvo el templo en U de La Florida y las zonas colindantes del Complejo
Amancaes. Es por eso que creemos muy útil hacer una comparación entre estos complejos
cerámicos y poder establecer contemporaneidad entre algunas de los conjuntos para así
tener algunos puntos de enlace entre las diversas fases constructivas y de ocupación.
1. Montículo BD4:
3. Cuerpo central:
Primera Ocupación del cuerpo central. Y creemos que también las cerámicas de la 5ta fase
386
de remodelación del edificio BD4 y del 3er Momento de Ocupación General del Parque
Juan Ríos se relacionan debido al detalle ya mencionado del grupo cerámico predominante:
en los grupos cerámicos de los 3 sucesivos momentos constructivos del Montículo BD4
priman los designados como La Florida Marrón rojizo (siempre en primer lugar) y La
Florida Marrón Grisáceo (siempre en segundo lugar). En cambio en los grupos cerámicos
del Parque Juan Ríos en el 3er Momento de Ocupación General sucede lo mismo debido a
que se encuentra primero La Florida Marrón rojizo y segundo La Florida Marrón Grisáceo
mientras que en el 4to y 5to Momento de Ocupación General está primero La Florida
que es la prueba empírica que la cerámica de la 5ta fase de remodelación del Mont. BD4 y
del 3er Momento de Ocupación General del Parque Juan Ríos son contemporáneas.
9i. Comparación con otras asambleas cerámicas del Formativo de la costa central:
cerámica que tenemos para La Florida con la cerámica que Rogger Ravines y William
Isbell excavaron en Garagay el hecho que sean bastantes diferentes. A pesar de ser los dos
templos en U más grandes del valle del Rímac, que existe poca distancia entre ellos (6 km.)
y que volumétricamente son bastante parecidos la cerámica es muy distinta. Las muestras
cerámicas de Garagay que hemos usado para compararlas con las de La Florida son las que
junto con Helen Engelstad, Victoria Palomino y Daniel Sandweiss en la Revista del Museo
387
Ravines asigna a los más de 4000 fragmentos de cerámica recuperados en sus
1982:136-141). Comparando sobre todo las imágenes que adjunta en el artículo podemos
decir que ninguna de las tradiciones descritas o de los alfares con sus categorías se asemeja
a los grupos cerámicos que hemos definido para La Florida. La decoración definida para
cada una de las tradiciones es bastante distinta, a pesar de ser también la decoración por
incisiones (los diseños son distintos). Inclusive en las mismas formas hay diferencias
marcadas. Las únicas formas semejantes que aparecen en Garagay son algunas ollas sin
cuello para el alfar negro bruñido que pertenece mayormente a la tradición Ancón y Colinas
(Lám. 8, g), algunos cuencos y platos del alfar gris pulido (de la tradición Ancón
mayormente) (Lám. 10, b y k; Lám. 11, i y h) y picos de botella del alfar rojo pulido
que sí guardan una estrecha semejanza con los ilustrados por Ravines. El fragmento MPL-
1IS-8B (Fig. 378) excavado por Idilio Santillana en la zona oeste del ala izquierda del
Alfar Bícromo de la “Tradición Curayacu”, aunque por el tipo de incisión se asemeja más a
lo que Ravines ilustra para su categoría “Rojo en zonas”. Nuestro fragmento de La Florida
fue parte de un cuenco pequeño, que por la forma es semejante a los tipos d y f de la Lám 3
de la publicación de Ravines. Es curioso que Ravines mencione que los fragmentos de esta
tradición son los que representan la ocupación más antigua del sitio de Garagay (Ravines y
otros, 1982:226).
388
Otro fragmento de La Florida bastante semejante es el MPL-2M-51B (Fig. 286) (5to
MOG) que es un pico recto de botella de borde divergente y cuyo acabado superficial es
pertenece a la categoría “Llana” del alfar Rojo Pulido (relacionado más con la tradición
Ancón). Debemos también señalar que el fragmento MPL-1RF-21 (3era fase del Montículo
BD4) por el tipo de decoración “Relieve alargado con muchas incisiones finas sobre éste”
gris pulido y de las categorías “punzonado en zonas” y “punteado” del alfar Marrón alisado
regular, asignadas a la tradición Ancón. Algo que llama la atención es que el fragmento “k”
dibujado en esta lámina tiene un diseño semejante al diseño “divisorio” de las imágenes
principales del atrio del cuerpo central de Garagay y que aparece en dos fragmentos de La
Florida: el MPL-1RF-69 (Fig. 199) (1era fase del Montículo BD4) y MPL-1RF-70 (Fig.
210) (5ta fase del Montículo BD4) semejando el diseño de la punta de un colmillo.
Fuera de estos dos fragmentos no hay otros con los que podamos establecer un claro
paralelismo. Nos llamó la atención la semejanza en las bases de los puntos de unión del
cuerpo con la base. Así la base MPL-2M-2Ba (3er MOG) es semejante a las bases de la
Lám. 9 “k” y “l” y la base MPL-2M-5Ba (3er MOG) es algo parecida al dibujo “e” de la
anterior lámina. Estos fragmentos pertenecen a la categoría “Línea fina incisa superficial”
del alfar Gris Pulido relacionado con la tradición Ancón. La base MPL-2M-8Ba (4to MOG)
guarda con las figuras o, r, p, q y l de la Lám. 6b la semejanza de ser algo convexa, aunque
la dirección del cuerpo en los fragmentos de Garagay es más divergente. Estos fragmentos
son de la categoría “Línea incisa ancha superficial” del alfar Negro Bruñido de la tradición
389
son semejantes a las figuras “l” y “m” de la Lám. 6b, asignables a la categoría “Línea incisa
Por las comparaciones realizadas creemos que hay una mayor incidencia de formas
cerámicos tenemos la impresión que es más tardía que los otros conjuntos, debido a la
En pocas palabras por la comparación hecha de los fragmentos de La Florida con las
Colinas-Ancón (Ravines y otros, 1982:226). Futuros estudios podrán afinar mejor esto.
El sitio de Huacoy fue excavado por Hugo Ludeña en 1971 y en base a esas
Huacoy: valle del Chillón en 1973. En esta tesis Ludeña hace un análisis de la cerámica
cerámica es que, contrastando con Garagay, las similitudes son muchas. Sobre todo mucha
decir algunos idénticos) con la cerámica de La Florida, sobre todo con la cerámica de Mejía
(Primera ocupación, Fase 1 del cuerpo central), de la 1era Fase del Montículo BD4 y hasta
del 4to MOG. Los diseños decorativos presentes en Huacoy que también se presentan en La
Florida están las líneas semicurvas, los círculos concéntricos, las incisiones en forma de
390
grano, etc. Al respecto es importante mencionar que el fragmento Nº 94 de la Lámina XL
de Ludeña (que asigna al alfar Gris Pulido A) es prácticamente idéntico al diseño presente
en el MPL-1RF-13 (Fig. 190) (que semeja la aleta de un pez) de la 1era Fase del Montículo
BD4. También son igual de idénticos el fragmento Nº 123 de la Lámina XLII (diseño de
(Fig. 197) (1era Fase del Montículo BD4). Otro caso serían el Nº 94 de la Lámina
XXXVIII y el Nº 93 de la Lámina XXXIX que son parecidos a los MPL-1RF-6 (Fig. 394)
También llama la atención que en uno de los fragmentos graficados por Ludeña (Lámina
XVII, Nº 87) que es un pico de botella, este un diseño bastante parecido al presente en los
fragmentos MPL-1RF-69 (Fig. 199) (1era Fase del Montículo BD4) y MPL-1RF-70 (Fig.
210) (5ta Fase del Montículo BD4), que es el que hemos señalado como la punta de un
colmillo y semejante a la parte superior de la imagen divisoria de los íconos del atrio de
Garagay. Otro fragmento similar es el graficado en la Lámina LXXIX que lo asigna al alfar
Gris Pulido A, siendo similar el diseño al MPL-2M-86 (Fig. 257) (4to MOG).
olla sin cuello. Los bordes de ollas sin cuello graficadas en las Láminas XII y XIII son
bastante similares a las ollas sin cuello del 3er MOG, coincidiendo algunos con la
protuberancia interna y otros con el reborde interno. Otros fragmentos del 3er MOG de La
son semejantes a las que aparecen en las láminas XVIII y XIX; y la base MPL-2M-2Ba se
parece a la base del cuenco de la Lámina XC. Del 4to MOG el plato MPL-2M-48B de La
391
Florida guarda cierto parecido con los graficados en las láminas XXIII y XXIV, siendo
Siguen siendo las ollas sin cuello de borde convergente y engrosado las que son
compartidas por las asambleas de ambos sitios. Así las ollas MPL-2M-25B y MPL-2M-
27B/MPL-2M-28B son similares a las ollas sin cuello de las láminas XII, XIII y XIV. Otra
forma bastante similar son las botellas de pico recto y borde divergente que en el caso de
cuanto a bases la MPL-2M-14Ba es similar a una base anular de Huacoy que se grafica en
la Lámina XVIII.
sido publicado por Richard Burger en The U-shaped Pyramid Complex, Cardal, Peru en el
Una de las piezas más resaltantes que Burger publica es una botella globular de dos
picos cilíndricos con decoración de serpientes bicéfalas y entrelazadas (Fig. 478). Para
empezar queremos reparar en la forma y en los dos picos. Se asemeja por estas
1 del cuerpo central (Fig. 477). Las diferencias que hay entre las dos piezas es que la de La
Florida el cuerpo no es globular (son dos partes ensambladas), tiene asa puente, la base es
392
plana al parecer, no tiene decoración y el color es rojizo; mientras que la de Cardal el
cuerpo es globular, no tiene asa puente, la base es cóncava, tiene decoración de serpientes
entrelazadas y el color es grisáceo (Burger, 1993:90). Los contextos también han sido
distintos. La de La Florida se encontró en una capa que fue al parecer producto de material
de desecho que se depositó en esa zona del ala izquierda del cuerpo central, mientras que la
de Cardal se colocó a manera de ofrenda en una cesta de piedras en una plaza circular
hundida situada entre el ala izquierda del cuerpo central y el brazo izquierdo (Burger,
1993:90).
Florida. Para empezar la cabeza de las serpientes es semejante por su forma triangular a la
incisiones pequeñas en forma de grano y en la zona donde se sitúa la boca una incisión algo
larga pero con dirección hacia el punto de unión de las incisiones que conforman la silueta
de la cabeza. En cambio en el caso de La Florida están delineados con claridad los ojos
(que son 2 círculos), la boca (una incisión horizontal pequeña) y tiene hacia el lado del
punto de unión de la cabeza con el cuerpo una incisión al medio perpendicular a la boca.
Tenemos la impresión que la “dirección” en que van las serpientes de ambas vasijas es la
misma. El fragmento de La Florida con esta decoración pertenece a la 5ta fase del
Montículo BD4. También el fragmento MPL-1RF-21 (Fig. 203) de la 3ra fase del
Montículo BD4 por su decoración “Relieve alargado con muchas incisiones finas sobre
393
botella de Cardal (también hay cierto parecido con el fragmento MPL-2M-122 (Fig. 280),
En cuanto a las formas Burger grafica una olla sin cuello (1993: página final de
ilustraciones entre las págs. 96 y 97) que por su borde abultado internamente guarda
semejanza con las ollas sin cuello MPL-2M-41B (3er MOG) y MPL-2M-65B (5to MOG)
286) y los picos grandes y anchos al MPL-2M-72B, siendo los de La Florida del 5to MOG.
de La Florida y el que excavó Lucénida Carrión en San Jacinto tenemos que indicar que
dicha arqueóloga hizo primero una comparación entre su cerámica y la de La Florida. Pero
la cerámica de La Florida con la cual comparó fueron sólo los fragmentos dibujados por
Mejía en su publicación de 1978. De todas formas esta primera comparación arroja algunos
datos importantes. Menciona que la cerámica de La Florida tiene una evidente relación con
decorativa de líneas incisas, el color rojo, negro y marrón y por las formas de ollas simples
Nosotros por haber reunido un corpus de cerámica mucho mayor que el que Mejía
publica en 1978 podemos realizar una comparación más profunda con el abundante
Para empezar reparamos que en cuestión de motivos decorados las similitudes son
muy pocas entre las asambleas cerámicas de ambos sitios. Los fragmentos con incisiones de
San Jacinto repiten algunos diseños presentes en La Florida como líneas curvas, rectas y
394
semicurvas (m’ de la Fig. 7, Fase IV, Sector D) que están presentes sobre todo en la 3era
fase del Montículo BD4 y en el 5to MOG del Parque Juan Ríos de La Florida. Llama la
atención el fragmento del borde de un cuenco que tiene un diseño parecido a un gancho (a
de la Fig. 18, Fase II, Sector G) pero que se asemeja al diseño presente en los fragmentos
MPL-1RF-69 (Fig. 199) (1era fase del Montículo BD4) y MPL-1RF-70 (Fig. 210) (5ta fase
En cuanto a las formas hay muchas más similitudes. La cerámica del 3er MOG tuvo
formas semejantes en San Jacinto como ollas sin cuello de borde convergente y engrosado,
engrosado por el lado interno y con unión discontinua con el cuerpo (MPL-2M-15B con
fragmentos “c” y “e” de la Fig. 2, Fase II del Sector D; MPL-2M-15B con frag. “e” de la
Fig. 7, Fase IV del Sector D; MPL-2M-40B con frag. “c” de la Fig. 7, Fase IV del Sector D,
MPL-2M-41B con frag. “a” y “b” de la Fig. 13 de la Fase I del Sector G; MPL-2M-39B
con frag. “i” dela Fig. 15, Fase II, Sector G y MPL-2M-14B y MPL-2M-15B con el frag.
“d” de la Fig. 19, Fase II, Sector G). También estuvo presente un cuenco de borde
Sector D). La cerámica del 4to MOG compartió las siguientes formas: olla sin cuello de
borde convergente y labio con ojiva interior (MPL-2M-45B con frag. “d” de la Fig. 20,
Fase III, Sector G), cuencos de bordes divergentes (MPL-2M-48B con frag. “c” de la Fig.
6, Fase III del Sector D y frag. “h” de la Fig. 21, Fase III, Sector G) y base convexa (MPL-
2M-8Ba con bases dibujadas en la Fig. 8, Fase IV, Sector D). En la cerámica del 5to MOG
las formas fueron mucho más abundantes: olla sin cuello de borde convergente y engrosado
(MPL-2M-25B con frag. “h” de la Fig. 7, Fase IV, Sector D), engrosado por el lado interno
con frag. “b” de la Fig. 13, Fase I, Sector G), no engrosado (MPL-2M-67B con fragmentos
395
“c” y “e” de la Fig. 2, Fase II, Sector D y con los bordes que aparecen en la Fig. 15, Fase II,
Sector G), labio con ojiva interior (MPL-2M-62B con frag. “d” de la Fig. 1, Fase I, Sector
D y con fragmentos “a” y “b” de la Fig. 4, Fase I, Sector G; MPL-2M-70B con el frag. “a”
de la Fig. 25, Fase I, Sector H; MPL-2M-74B con los bordes que aparecen en la Fig. 15,
Fase II, Sector G; MPL-2M-75B con los bordes que aparecen en la Fig. 19, Fase II, Sector
G y con el frag. “c” de la Fig. 26, Fase III, Sector H ), olla sin cuello de borde recto y labio
engrosado (MPL-2M-66B con fragmentos “c” y “e” de la Fig. 2, Fase II, Sector D; MPL-
2M-31B con frag. “j” de la Fig. 12, Fase I, Sector G; MPL-1IS-4B con los bordes que
aparecen en la Fig. 19, Fase II, Sector G), cuenco de borde convergente (MPL-2M-32B con
frag. “a” de la Fig. 7, Fase IV, Sector D), olla sin cuello de borde convergente y un “surco”
interno en el borde (MPL-2M-36B con fragmento “b” de la Fig. 20, Fase III, Sector G),
botella de pico recto y borde divergente (MPL-2M-51B con frag. “k” de la Fig. 3, Fase II,
Sector D), botella de pico y borde recto (MPL-2M-71B con el frag. “g” de la Fig. 26, Fase
III, Sector H), cuenco de borde divergente y engrosado al interior (MPL-2M-52B con frag.
“i” de la Fig. 6, Fase III, Sector D) y cuenco de borde convergente y engrosado (MPL-2M-
63B con el frag. “b” de la Fig. 18, Fase II, Sector G).
Para terminar diremos que la comparación que hemos hecho sobre todo de las
formas del 3er, 4to y 5to MOG definidos para La Florida con las formas de las vasijas
definidas para San Jacinto permite de alguna forma corroborar la validez de la secuencia
presente, tanto estratigráfica como de la cerámica, hecha para los vestigios del Parque Juan
Ríos. Las formas del 3er MOG se asemejan mayormente a formas de la Fase II de San
Jacinto (corroborando también lo que en un inicio había mencionado Carrión), las del 4to
MOG se asemejan a las de la Fase III y IV de San Jacinto pero algo que nos llama la
atención es que las formas del 5to MOG que comparten tanto La Florida como San Jacinto
396
para el caso de este último se encuentran repartidos casi equitativamente entre las cuatro
fases (I, II, III y IV) pero pensamos que esto podría deberse a que varias de las formas
usadas en las primeras fases de San Jacinto siguieron siendo usadas, al menos en el valle
Ancón es un sitio en el cual han excavado una gran cantidad de investigadores y del
cual se han extraído varias asambleas de cerámica Formativa, sobre todo de la falda norte
del cerro que cierra la explanada donde se asienta el puerto por el sur, lugar que es
comúnmente conocido en la literatura arqueológica como “Las Colinas”. Desde los tiempos
de Uhle hasta finales de los sesenta varios investigadores excavaron allí y encontraron
cerámica Formativa (Willey y Corbett (1954), Carrión Cachot (1948), Lanning (1960),
Tabío (1960), Matos (1962), Patterson (1968), Rosas (1970)). De todas las secuencias
hemos elegido la de Hermilio Rosas, ya que es la más precisa debido a que la trinchera que
recibida en la UNMSM en 1970 Rosas plantea una secuencia de 10 fases para el Formativo
de Ancón, que empieza con la aparición de la cerámica y culmina con la cerámica blanco
sobre rojo. Esta tesis fue publicada el 2007 por Avqi Ediciones y por sus ilustraciones es el
texto que más hemos usado para comparar la cerámica de Ancón con la de La Florida.
Antes de mencionar la comparación efectuada por nosotros entre las dos asambleas
de cerámica tenemos que mencionar que ya Rosas en 1970 había efectuado una
Florida que Rosas utilizó para comparar con el de Ancón fueron “81 tiestos de cerámica
397
Arqueología)” (Rosas, 2007 [1970]:125) que es para nosotros la “Colección Espejo”
presente en una de las bandejas de madera del gabinete contiguo al depósito G en el Museo
de Pueblo Libre. Además de eso Rosas menciona que usó las referencias de Lanning sobre
rescate en La Florida en 1962 (pensamos que debió referirse a Casafranca, Carrera, etc.).
Rosas menciona que la cerámica de La Florida guarda una relación estrecha con el
material excavado por él en Ancón de las Fases II (La Florida) y III (Hacha) básicamente
decoración y por la calidad de la pasta. Menciona también que los materiales de La Florida
que se relacionan con su Fase III (Hacha) de Ancón son de decoración y acabado mucho
más complejo, predominando más las vasijas de engobe anaranjado y algunos teniendo
Rosas. Sobre todo en los diseños decorativos que hacen las incisiones, la cerámica de La
Florida se asemeja mucho a los diseños de la Fase II de Ancón de Rosas (llamada también
por él Fase La Florida). Pero de todas maneras notamos que hay fragmentos dentro de
nuestra asamblea de cerámica de La Florida que tienen semejanzas con materiales de las
fragmentos de su Fase II o La Florida. Los diseños son semejantes a los que se presentan en
la cerámica de Mejía, en la de la 1era y 3era fase del Montículo BD4 y de los 4to y 5to
semicurvas que encierran una pequeña incisión al medio. De todas formas hay algunos
398
Florida, como círculos concéntricos (Fase Chavinoide II) parecidas a fragmentos del 4to
MOG e incisiones en forma de grano (Fase Chavinoide VII) parecidas a fragmentos del 3er
y 4to MOG y de la 1era fase del Montículo BD4. De todas formas llama la atención un
fragmento con diseños de rectángulos concéntricos (Lámina X, Fig. d, Fase chavinoide III y
paneles en el atrio de Garagay) (Lámina X, Fig. a, Fase chavinoide II; Lámina XIII, Fig.
ll(15), Fase chavinoide VII; Fig. 9a5, 10c1 y 11a2 y Dibujo 43:d y 44:b) es semejante al
MPL-1RF-69 (Fig. 199) de la 1era fase del Montículo BD4 y al MPL-1RF-70 (Fig. 210) de
la 5ta fase de construcción del BD4. También el motivo de incisiones finas semejando
gránulos delimitadas por incisiones (Lámina XI, Fig. b(8), c(9), d(14) y e(12), Fase
chavinoide III; Lámina XIII-B, Fig. A, Fase chavinoide VI; Fig. 8e y Dibujo 44,e) es
semejante al del MPL-1RF-21 (Fig. 203) de la 3era fase del Montículo BD4. El motivo de
círculos concéntricos que encierran una protuberancia (Lámina XV, Fig. 9, Fase chavinoide
VII) es similar al del MPL-2M-86 (Fig. 257) del 4to MOG. Finalmente un fragmento de
borde con decoración bícroma exavado por Santillana en la zona oeste del ala izquierda del
cuerpo central de La Florida (MPL-1IS-8B) (Fig. 378) es prácticamente idéntico al que sale
graficado en la Lámina XII-B, Fig. B (Fase chavinoide V), en la Fig. 9a, 3 (Fase chavinoide
IV) y en la Fig. 10a (Fase chavinoide V). Como habíamos mencionado anteriormente los
fragmentos de la Fig. 5c que son de la Fase I de Ancón (La Chira) son semejantes al
acabado del MPL-2M-125 (Fig. 230), que es del 3er MOG. En el caso de los bordes hay
En cuanto a las formas que dibujan los bordes tenemos también una gran muestra
semejante. Para la cerámica del 3er MOG las formas compartidas con la cerámica de
399
Ancón son: olla sin cuello de borde convergente y engrosado (MPL-2M-39B con Lám. II,
15B con Lám. V, 6 y 7, Fase chavinoide I), de borde convergente no engrosado (MPL-2M-
56B con los bordes de la Lám. I de la Fase I (Chira) y con Lám. II, b y también con Lám.
VI, Fig. 7,9 y 11, Fase chavinoide IV), de borde convergente y labio plano y engrosado
Finalmente hay un plato (MPL-2M-48B con Lám. V, Fig. 13, Fase chavinoide I).
Para la cerámica del 4to MOG encontramos las siguientes formas: una botella de
pico recto alargado (MPL-2M-49B con Lám. IV, b (Fase La Florida) y Lám. XII-A (Fase
chavinoide V)) y una base (MPL-2M-8Ba con la base del cuenco de la Lám. XII-C, Fase
chavinoide IV).
Finalmente para la cerámica del 5to MOG las formas ubicadas han sido
mayormente ollas sin cuello: de borde convergente y engrosado por el lado interno (MPL-
2M-27B/MPL-2M-28B con Lám. III, 12, Fase chavinoide I; MPL-2M-65B con Lám. III,
10, Fase chavinoide I), de borde convergente no engrosado (MPL-2M-64B con Lám. I, 11,
Fase Chira; MPL-2M-67B con Lám. VI, 12 y 13, Fase chavinoide V; MPL-2M-64B con
Lám. VI, 9, Fase chavinoide V), de borde convergente y labio con ojiva interior (MPL-2M-
74B con Lám.II, 7, Fase La Florida; MPL-2M-75B con Lám. II, 6, Fase La Florida; MPL-
2M-35B con Lám. II, 15, Fase La Florida; MPL-2M-70B con Lám. I, 14, Fase Chira; MPL-
2M-62B con Lám. II, 15, Fase La Florida), de borde convergente y labio plano y engrosado
(MPL-2M-26B y MPL-2M-43B con Lám. II, Fig. 13, Fase La Florida y con Lám. III, 16,
Fase chavinoide I), de borde convergente y con unión discontinua con el cuerpo (MPL-2M-
20B con Lám. II, 3, Fase La Florida), de borde recto y labio engrosado (MPL-2M-31B con
400
Lám. III, 16, Fase chavinoide I; MPL-2M-18B con Lám. II, c y d, Fase La Florida; MPL-
2M-66B con Lám. V, 6, Fase chavinoide I). Fuera de las ollas sin cuello habían cuencos: de
52B con Lám. XV, 1, Fase chavinoide VI) y el pico de botella MPL-2M-51B con el pico de
la botella de asa estribo Lám. XIV, 4, Fase chavinoide VI y la olla con cuello de lados
La Florida (sobre todo de la cerámica de Mejía, de la 1era fase del montículo BD4 y del
brazo izquierdo) con lo que Rosas había denominado su Fase II (o también La Florida)
bordes de ollas sin cuello que se afiliarían a la Fase I o Chira. Estos fragmentos se
presentan en el 3er MOG122, lo que avalaría que la ocupación de La Florida sería más
antigua de lo esperado. Lo segundo es que hay una presencia importante de formas de las
fases chavinoides. En el 3er MOG hay cerámica de las fases chavinoides I, IV y VII. En el
4to MOG hay de las fases II, III, IV, V y VII. Para el 5to MOG hay de las fases I, II, III, V
y VI y también para la 5ta fase del Montículo BD4 hay de la Fase chavinoide VII. Creemos
que la incidencia mayor de formas de cerámica de las fases chavinoides de Rosas en el 4to
y 5to MOG avala el hecho que el templo en U y probablemente el resto del Complejo
Amancaes haya seguido ocupado durante el Horizonte Temprano. Y una prueba más es el
Ancón de las fases chavinoides IV y V, lo cual sería un respaldo más a esta tesis.
122
Pero también en la 3era fase del Montículo BD4 y en el 5to MOG, pero sería creemos una reminiscencia
de viejas formas.
401
CAPITULO X
Debemos mencionar que las fechas fueron calibradas123 con el software OxCal 4.0
del ORAU124.
Todas las muestras de Huaca La Florida provienen del cuerpo central del templo en
U. La primera muestra tiene el código N-44 (3760+-170 BP) y, por la información que
disponemos fue extraída por Jorge C. Muelle antes de 1961 y fue analizada en el
Esta muestra provino de la capa C del perfil que Mejía registró en su Corte B, es
decir, se situó casi en la base del núcleo del cuerpo central (Plataforma A), ubicándose este
perfil a la altura de lo que registramos nosotros como Relleno A6, contenido por el muro
123
Rafael Vega Centeno y Elmo León colaboraron con nuestro trabajo calibrando las muestras. El primero
calibró los 4 fechados con la dendrocurva Sh Cal04 y el segundo al N-44 con la curva Marine04.
124
Oxford Radiocarbon Accelerator Unit, copyright C. Bronk Ramsey 2007.
402
“N-44 3760+-170 hasta 1950
Muestra de carbón de una estructura antigua, asociada con cerámica. Recogida por J.C.
La Florida, Huaca (PV47-5), Distrito del Rímac, valle del Rímac, aproximadamente a: 12º
Álvarez, 1967:25)125
Tokio, 1964. Restos de ceniza y conchas del estrato con cerámica estilo Chavín; remitidos
por Jorge C. Muelle. Edad: 3,760 m/m 170 o sea 1,810 antes de Cristo.” (Mejía,
1978:512).
“Jorge C. Muelle remitió restos de ceniza y conchas del largo lente encontrado por
Por último Ziólkowski y otros mencionan que el fechado N-44 fue hecho en base a
material malacológico, que procede de una capa con cerámica temprana situada en la base
de la huaca y que la muestra fue analizada en 1961 (Ziolkowski et. al., 1994:359).
125
Ravines (1982) menciona que el año de análisis fue 1961, Rosselló (1997:35) da la fecha de 1964 para
éste.
403
Los otros 3 fechados de La Florida fueron publicados por Patterson y Moseley en
1968. Fueron los GX-1210 (3680+-85 BP), N-87 (3660+-170 BP) y GX-0456 (3645+-120
procedencia. Primero menciona del fechado N-87 que fue recogido por Jorge C. Muelle
“de uno de los depósitos de basura que produjeron cerámica, cercano a la base del ala
norte,…” (Patterson, 1998:5 [1985]). Con estos pocos datos es bastante difícil ubicar el
lugar o la capa de donde fue extraída esta muestra. Es probable que haya sido de las capas
también pudo ser recogida de un lugar no graficado en su croquis. Pudo ser de cualquier
suroeste del ala izquierda (ala norte) debido a que en toda esta zona la chancadora afectó
bastante el ala. Pensamos que ha podido provenir de los primeros niveles de la fase de
construcción de piedras unidas con argamasa de barro. Esta muestra fue de carbón vegetal.
Acerca del GX-0456, Patterson menciona que fue extraído por Gary Vescelius y
Dorothy Menzel y que provino, probablemente, de la capa de basura que yace encima del
último piso de la vivienda de quincha126. Este lugar de ubicación estaría entre los muros
A12 y A11 de nuestro Perfil A y por ende se ubicó colindante con la Plataforma 01, lo cual
En cuanto al tercer fechado GX-1210 menciona que fue extraído por Carol Mackey
Pensamos que los fechados N-87 y GX-1210 no provinieron de las capas que
arquitectura de piedra.
126
La capa de basura B8 de su croquis.
404
Un punto importante pero no muy esclarecido es acerca de la naturaleza de las 4
muestras que se usaron en los fechados. Para la primera Ravines y Álvarez mencionan que
fue carbón (Ravines y Álvarez, 1967:25), luego tanto Mejía como Rosselló mencionan que
menciona que fue hecha en base a material malacológico (Ziolkowski, et. al., 1994:359).
Queda de todas formas la duda si fue carbón vegetal o material malacológico el que se usó
para este fechado. Acerca de los otros 3 según Patterson el N-87 fue de carbón vegetal
2004)127 y los resultados han sido sorprendentes. Podemos decir a líneas generales que la
antigüedad inicialmente asignada a las fases constructivas del cuerpo central aumenta
considerablemente.
teniendo una antigüedad en años calendáricos de 2700 a 1600 a.C. (con un 95.4% de
probabilidad) (Fig. 479). Podemos asignar este intervalo de tiempo para fechar la Fase 1 de
la Primera Ocupación del cuerpo central. Y algo todavía más sorprendente es que esta fecha
podría asignarse a la cerámica que se identificó asociada a este estrato, que fue la que
recolectó Mejía compuesta de los siguientes grupos cerámicos: La Florida Marrón (5), La
Florida Negro (2), La Florida Marrón rojizo (1), La Florida Marrón grisáceo (1) y La
Florida Rojo (1). De todas formas al existir la posibilidad que sea malacológica el tipo de
muestra que se usó para el fechado N-44 es que se calibró el fechado también con la curva
127
No se han añadido ningún valor delta (reservoir effect).
405
Marine04 (Huguen, et. al., 2004) tomando en cuenta los valores máximo y mínimo del
efecto reservorio de la costa central peruana. Los resultados han sido los siguientes: con el
valor máximo 1664-1212 cal BC128 (Fig. 483) y con el valor mínimo 1929-1456 cal BC129
(Fig. 484). Estos resultados son interesantes debido a que señalan que de ser la muestra
Los otros fechados también retroceden en el tiempo. El otro fechado que tiene un
contexto seguro es el GX-0456. Este calibrado retrocede a un intervalo de 2450 a 1650 a.C.
depositaba la basura B8 del perfil de Patterson, encima del último piso de la vivienda de
quincha situada colindante con el muro A11 de nuestro Perfil A, lo cual lo haría
Ocupación del cuerpo central. Algo importante es que esta fecha correspondería a la
cerámica que Patterson recogió de este lugar y que corresponde a los grupos cerámicos La
Calibrando los otros fechados sucede el mismo fenómeno. El N-87 retrocede a unos
2600 a 1600 a.C. (Fig. 480) y el GX-1210 a unos 2350 a 1750 a.C. (Fig. 482) (ambos con
un 95.4% de probabilidad). Lo cual nos indicaría que aunque no tengamos unos contextos
Como comentario final diremos que los 4 fechados son bastante cercanos entre sí en
el tiempo y creemos que fechan el inicio de la construcción del cuerpo central del templo en
128
68.2%, con valor local -Delta Reservoir Effect 261±55 (Jones, et. al., 2007).
129
68.2%, con valor local -Delta Reservoir Effect 261±55 (Jones, et. al., 2007).
406
CAPÍTULO XI
Juan Ríos (plataformas JR1, 2 y 3), en asociación con sus materiales cerámicos respectivos,
desarrollamos en este capítulo una correlación de las secuencias para proponer una
secuencia que sintetice los datos disponibles del sitio y así tener una columna cronológica
11a. Correlación de las secuencias elaboradas para el cuerpo central y los vestigios
Florida han sido de 3 zonas básicamente: el cuerpo central, el Montículo BD4 (brazo
derecho) y estructuras anexas y de las estructuras del parque Juan Ríos. De cada una de
Contamos con dos tipos de datos para correlacionar estas secuencias. En primer
lugar, pueden observarse paralelos entre algunos de los conjuntos cerámicos que tuvieron
contexto. Estos 2 tipos de datos nos hicieron dar una idea de cómo podrían correlacionarse
407
las 3 secuencias. Además de estos 2 tipos de datos contamos con la información
más antiguo del sitio, asociado a una etapa precerámica. Bajo este criterio, la Fase 1 de
ocupación de las estructuras del parque Juan Ríos vendría a ser el primer período de
Amancaes. Este primer período de ocupación estuvo indicado sólo con una capa de basura
decir de los períodos de tiempo posteriores) por una capa de arena fina.
Por los datos que tenemos del análisis cerámico, la colección de Mejía (Fase 1 de la
Primera Ocupación del cuerpo central) sería contemporánea a la de la 1era fase constructiva
del Montículo BD4. Por otro lado, la muestra de la 5ta fase constructiva del Montículo BD4
se relaciona con la Fase 3 de ocupación de las estructuras del parque Juan Ríos.
Estos dos datos son importantes para relacionar las 3 secuencias cronológicas del
de adobitos habían sido anteriores a las de piedra130 pero el Recinto A de la 2da fase
constructiva del Montículo BD4 tuvo muros tanto de piedra como de adobitos, es decir,
caso la Fase 2 de la segunda ocupación del cuerpo central es en forma (la plataforma 0
130
Así la primera y segunda ocupación del cuerpo central tenían un indicador de material constructivo
claramente definido y que podía extenderse a las otras estructuras del templo en U y del complejo Amancaes.
408
junto con las plataformas 01, 02 y 03) similar a la Fase 5 del Montículo BD4 (la plataforma
que forman los muros 3MC y 3MD y que se adosa al muro 3MA, que es el límite oeste de
la mayor plataforma que conformaba el montículo). También son semejantes las formas de
superposición escalonada de las plataformas del montículo BD4 (que se vislumbra en sus
JR2 situada en el parque Juan Ríos. Otro dato importante es que en las últimas fases de
ocupación tanto del Montículo BD4 como de las estructuras del Parque Juan Ríos se cubren
todas las estructuras superiores con considerables rellenos, para construir montículos de
Llama la atención en la columna cronológica del Parque Juan Ríos 1 capa de arena
fina y 2 capas de arena amarillo-verdosa, estando el primer evento separando las fases 1 y 2
y el primero de la arena amarilla las fases 3 y 4. Para la primera pensamos que su origen fue
natural y que pudo deberse a una avenida de agua considerable, pero para las 2 siguientes
no lo sabemos con certeza, pudiendo ser su origen avenidas de agua, deposición eólica o
incluso deposición intencionada. Pero llama la atención que en ellas no se haya encontrado
material cultural (lo que avalaría su origen natural) y que se encuentren entre episodios de
agua producidas por Fenómenos del Niño pero el problema es que en las columnas
similares. Pero en un perfil descrito por Mejía del cuerpo central se llega a observar 1
409
Correlacionando las 3 secuencias cronológicas tenemos lo siguiente:
Fase 1 (¿Precerámico?)
Fase 1 (junto con el brazo izquierdo) ------------ (cerámica) -------------------- 1era Ocupación (Fase 1)
Fase 2
Fase 4
(Fase 2)
Fase 7
Por la calibración realizada, los dos fechados que cuentan con un contexto seguro
son significativamente antiguas, si bien tienen sigmas muy amplios. Por ejemplo, la Fase 1
de la 1era Ocupación del cuerpo central pudo ocurrir en un intervalo de tiempo entre los
2700 a 1600 a.C. (con un 95.4% de probabilidad) (fechado N-44), intervalo que podría
aplicarse para la 1era Fase de construcción del montículo BD4. El otro fechado (GX-0456)
implicaría que la Fase 2 de la 2da Ocupación del cuerpo central ocurriría dentro de un
410
Creemos que en base a esta correlación de las secuencias cronológicas puede
elaborarse una sola para todo el sitio, y que también podemos subdividirla en 4 períodos de
tiempo.
Florida, y que también podría extenderse al resto del complejo Amancaes, es la siguiente:
que define este período y por otras características lo hemos asignado al Período
Precerámico131.
ocupación del sitio es una capa de basura y ceniza arqueológica en la cual la cerámica
estuvo ausente. Fue la capa H del Cateo 1 de las excavaciones de Muelle en el parque Juan
Ríos, que conformaba el primer momento de ocupación humana del cateo (CAT1MO1) y
Por los datos concisos del registro efectuado en ese rescate es poco lo que podemos
decir de este importante período del sitio. Casafranca describe la capa como una “capita de
ceniza y basura con conchas de tipo choro”. Importante es el hecho que en ella se
131
Vendría a estar en todo caso en las últimas épocas del precerámico, justo antes de la aparición de la
cerámica en la costa central.
132
Indicando que esos restos no estuvieron en los estratos superiores.
411
evidencia de restos vegetales y que algunos de los huesos de mamíferos estuvieron
trabajados, teniendo incluso uno de ellos al parecer la forma de la punta de una flecha. Algo
también importante es que por la foto TMX-0792 del archivo de Mejía Xesspe puede verse
que el muro CAT1MA esta asociado a 3 pisos (los CAT1PA, CAT1PB más un tercero) que
vendría a estar debajo de la capa H, con lo cual este estrato precerámico estaría sobre un
Lo único que podemos decir de este período en base a estas evidencias es que por la
jugaron un rol importante en la dieta, quizás sobre la horticultura, lo que estaría reforzado
por la ausencia de restos botánicos133. Los restos de aves y de mamíferos provendrían quizá
de la caza, lo que estaría reforzado por el hueso trabajado para ser la punta de una flecha.
Lamentablemente no podemos decir más características de esta Fase San Jerónimo pero
creemos que podría quedar evidencia de esta ocupación todavía en la zona y que
entre la fase San Jerónimo y la Amancaes hay la presencia de la capa de arena que fue la
capa I del 2do perfil registrado en el Cateo 3 de las excavaciones de Muelle en el parque
Juan Ríos. Pensamos que pudo ser producto de avenidas de agua ocasionadas por un
Fenómeno del Niño pero no tenemos más datos al respecto. Pensamos que se relacionaría
con la capa de arena B del Corte A de Mejía del cuerpo central. Futuros estudios podrán dar
133
Lo que no significa que ya se practicara un cultivo incipiente.
412
Fase Amancaes (1800 - 1500 a.C.)
importantes. Está definido entre la capa de arena y el 1er episodio de arena amarillo-
del templo en U, del Montículo BD4 del brazo derecho134 y la Fase 2 de la ocupación del
Algo importante es que durante esta fase se inició la construcción del cuerpo central
del templo en U de La Florida. Correspondería a este período la 1era ocupación del cuerpo
central con sus dos fases (estando en la primera la cerámica de Mejía y el fechado N-44).
Aunque por las descripciones de los cortes de Mejía no se hayan encontrado arquitectura
masiva asociada a estas fases135 creemos que se inició en este período la construcción del
cuerpo central, siendo en un inicio una plataforma primigenia de adobitos en la zona del
construcción de las alas laterales. Las capas de ocupación atestiguan una ocupación
registros de las 5 primeras fases constructivas está el hecho que la arquitectura fue hecha en
base a piedra canteada, canto rodado y adobe (adobito hecho a mano). Lo más resaltante de
la 2da fase de construcción del montículo BD4 es el Recinto A, cuyos muros del frontis
134
Estando las 5 primeras fases de construcción del montículo en este período.
135
Sólo algunos muros pequeños de adobes y de barro, ubicados en las capas asociadas.
413
enmarcando un acceso donde en la jamba sur se encontró un nicho de forma trapezoidal,
estando el interior del ambiente limpio, con la excepción del mortero encontrado en la
fragmentos de cerámica, lo que atestigua las actividades hechas en esa parte del ambiente.
En el relleno de clausura del Recinto A, justo en el límite entre las dos capas que
para construir una plataforma de planta trapezoidal, con el lado este más ancho que el oeste,
sobre la cual se construyó una segunda plataforma encima, adoptando la forma de una
pirámide escalonada, para al final del período (antes que ocurra el segundo episodio pluvial
EP2) se adose una plataforma más pequeña en su flanco oeste. Algo importante es que se
edificaciones en el sector del parque Juan Ríos y a esta época pertenece el interesante
hallazgo del horno “watia” que Casafranca encontró en la esquina sureste de la plataforma
JR3. Este “horno” tuvo 2 etapas de ocupación, separadas por un entortado de barro y en
canto rodado y cerca de éste un hueso de pescado trabajado que fue una cuenta de collar
plataformas definidas en el área del parque Juan Ríos (las JR1, JR2 y JR3) que tuvieron
414
de piedra canteada, canto rodado y también tapial136. Asociados a estos muros estuvieron
pisos, en más de una ocasión hechos de cantos rodados unidos con argamasa de barro fino.
Sobre la cerámica de esta fase diremos que vista en conjunto notamos cierta
uniformidad pero que diferenciando por sus respectivos contextos nos dan ciertas lecturas.
Para empezar notamos que en conjunto prevalece el grupo cerámico La Florida Marrón
rojizo, seguido de La Florida Marrón grisáceo, seguido de La Florida Marrón. Sobre los
otros grupos cerámicos (Naranja, Gris, Rojo, Negro, etc.) aparecen siempre en porcentajes
por debajo de los anteriores, pero teniendo el grupo cerámico La Florida Naranja cierta
nota que en el transcurso del tiempo (desde la 1era hasta la 5ta fase constructiva del
montículo BD4) la distribución de grupos cerámicos se mantuvo casi sin algún tipo de
cambio. Comparando la cerámica de la 1era, 3era y 5ta fase de remodelación hay una
con La Florida Naranja. Incluso en la cerámica de la Fase 3 del parque Juan Ríos La Florida
Marrón rojizo estuvo por encima de La Florida Marrón grisáceo, seguido a su vez de La
Florida Marrón.
diremos que por el material que tenemos todos los cuerpos decorados fueron pulidos con
engobe, mientras que el tratamiento de la superficie de los bordes de ollas, cuencos, etc. fue
136
Siendo esta una de las evidencias más antiguas del tapial en los Andes Centrales.
137
Que es para la que disponemos de la secuencia constructiva mejor definida.
415
mayormente bruñido y alisado fino. En cuanto a las formas sobresalieron las ollas sin
cuello y los cuencos, habiendo la presencia de una botella. Sobre el tipo de decoración fue
quebradas en ángulo agudo y obtuso, en forma de grano, líneas que se separan de otra
(como las ramas de un árbol) y sinuosas. También es importante un fragmento que tuvo un
relieve con muchas incisiones finas sobre éste. En los diseños reconocibles sobresalen una
imagen parecida a un maní (¿?) o la punta de un colmillo, que es bastante parecida a las
imágenes que separan los motivos principales que aparecen en el atrio de Garagay.
remodelación del montículo BD4. En los registros también se señaló que se encontraron
varios fragmentos con este tipo de decoración, incluyendo uno de esta misma fase de
remodelación cuyos rasgos incisos estuvieron pintados de crema. El registro menciona que
también se ubicó una figurina antropomorfa en la 1era fase de construcción del montículo.
Acerca de la cerámica que Mejía encontró en la base del cuerpo central podemos
decir que aunque es un conjunto bastante pequeño de fragmentos pareciera vincularse con
la cerámica de la 1era Fase Constructiva del Montículo BD4 por similitudes en los diseños
de las incisiones. Este conjunto es interesante ya que fue el único conjunto cerámico que
hemos podido analizar del cuerpo central. El acabado de superficie fue pulido para todos
(hasta brillante). Casi todos los fragmentos pertenecieron a vasijas cerradas (probablemente
ollas sin cuello) y las decoraciones hechas con incisiones tuvieron las formas de líneas
circulares o semi circulares, rectas y sinuosas. También hubo algunos círculos concéntricos,
416
con silueta de banana, granos, cuadrados y trapecios concéntricos. También resalta una
esta cerámica fue la vasija pequeña color rojizo de 2 picos divergentes y asa puente. Por
fotos de fragmentos que provinieron de esta zona pero que no llegamos a encontrar o
analizar sabemos que hubieron “patas” de vasijas trípode o tetrápode, ollas sin cuello de
borde engrosado y bases planas, siendo interesante que estos últimos fragmentos tuvieron el
acabado de superficie burdo, a comparación de los cuerpos decorados que fue pulido.
fuerza laboral utilizada para iniciar la construcción del cuerpo central y de construir el
montículo BD4 se tenía el suficiente excedente laboral para dirigirlo hacia esas empresas y,
por ende, hubo un grupo de personas que planificó, dirigió y se benefició de la construcción
de éstas edificaciones. Creemos que la agricultura era practicada en una escala mayor y que
inclusive existieron canales cuyas bocatomas estuvieron en el río Rímac y que permitieron
regar las tierras donde se ubicó el complejo Amancaes. Otro problema importante es lo que
que descarta el hecho que haya sido una invención de la gente de la zona. Al parecer
provino de otra zona ajena al valle del Rímac, pero cuya manufactura fue rápidamente
aprendida por la población, al grado que notamos que hubo cerámica fina (¿de la élite
gobernante o para las ceremonias religiosas?) y cerámica más burda, que se encontró en la
zona del parque Juan Ríos y que estuvo relacionada con pobladores comunes.
Amancaes, ubicado cerca del extremo noreste del brazo derecho. Esto sería una prueba que
417
el complejo Amancaes comenzó a ser construido (al menos este montículo o quizás los
Marcando el límite entre las fases Amancaes y El Bosque está la primera deposición
de arena amarillo-verdosa, que probablemente fuera producida por deposición eólica, lluvia
o avenida de agua. Esta capa estuvo situada cubriendo la superficie del piso CAT3PA que
fue el piso del primer nivel de la plataforma JR2. En el cuerpo central podría relacionarse
con esto las capas D de los cortes B y A de Mejía, y al parecer el Nivel 1 de la capa D del
Corte C-1 (se sitúan estas capas entre la Primera y Segunda ocupación del cuerpo central)
pero al ser de arcilla compacta dejan la duda al respecto. Otro fenómeno natural que al
parecer dejó evidencias en la zona fue un terremoto que destruyó los muros que definían la
plataforma de la 3era fase constructiva del montículo BD4 (específicamente los muros 3ME
y 7MA que definían los lados oeste y este de la plataforma). Es probable que este sismo
haya ocurrido durante el transcurso de la fase Amancaes debido a que después de este
suceso en la 6ta fase de remodelación del montículo BD4 se cubren todas las estructuras de
rellenos para conformar un montículo más grande (un sismo no hubiera hecho eso con
estructuras enterradas).
deposición de arena amarillo-verdosa. Relacionada con esta capa de arena estuvo el entierro
secundario hallado en la plataforma JR2 en el área del parque Juan Ríos. Los restos
desordenados e incompletos del hombre adulto (lo que evidencia que fue un entierro
secundario, es decir que trajeron el cuerpo o los huesos de otro lado) fueron depositados
sobre la capa de arena amarillento-verdosa lo cual prueba que la deposición de esos huesos
418
asociadas a ceniza, basura arqueológica, huesos de animal (al parecer mamífero) y
importante contexto estaba una capa de cantos rodados pequeños y de tierra arcillosa. Este
hallazgo pudo estar relacionado con el fenómeno natural que produjo la capa de arena y
Empezaron construyendo al parecer una base de barro para esta fase de construcción de la
pirámide, en la cual en algunos perfiles de Mejía encontró éste adobes cúbicos y elipsoides
plataformas más, en sus flancos oeste, este y sur (01, 02 y 03 respectivamente). Colindante
con el muro de piedra que delimitaba la plataforma 01 hacia el norte Patterson encontró los
vestigios de una vivienda de quincha que tuvo varias fases de remodelación, de la cual sacó
ubicaría el tiempo en que se había terminado de construir la plataforma 01. En el caso del
138
Lo cual sería la prueba concreta de su filiación formativa y el hecho de haber más cerámica fina indicaría
una cualidad importante y ritual del contexto.
139
Piedra de moler con manchas de pigmento rojo, figurinas de arcilla cocida, piruro de piedra inciso, plato
oval hecho de hueso de mamífero marino, etc.
419
calcinadas asociado a una valva de choro cubierta de pintura roja, cerca hallaron otra valva
de choro con pintura roja carmín y unos tubitos de caña carbonizados que contenían un
color rojo violáceo. También se halló un hueso de ave trabajado de forma tubular con
huellas de incisión burilada burda junto con una semilla carbonizada de lúcuma. Habría que
porcentajes de los grupos cerámicos que hay entre la cerámica de las fases 3 y 4 del Parque
Juan Ríos. En la cerámica de la Fase 3 (que pertenece a la fase Amancaes) son mayoría los
grupos cerámicos La Florida Marrón rojizo y Marrón grisáceo que La Florida Marrón, pero
cerámica de la Fase 5. Tenemos la impresión que junto con este grupo cerámico otro que va
cerámica de la fase 4 de las estructuras del parque Juan Ríos. Mencionando las principales
características de este conjunto está que la superficie es mayormente pulida con engobe,
siendo de los bordes mayormente bruñido. El color de la superficie fue naranja, negro,
marrón, marrón oscuro y marrón claro. La forma de la vasija fue en los casos de los cuerpos
y de las bases al parecer de vasijas cerradas y en los bordes fue de 2 ollas sin cuello (de
borde convergente y engrosado y el otro de borde convergente y labio con ojiva interior), el
cuenco fue de borde divergente y el otro borde fue de una botella de pico recto alargado.
Sobre las bases casi todas fueron planas a excepción de una que fue semi convexa. La
decoración que tuvieron los cuerpos fue de incisiones con formas de grano, círculos
420
Fase Villacampa (1200 – 1000 a.C.)
Florida y del complejo Amancaes. La característica más importante es que se realizaron las
3 últimas fases constructivas del cuerpo central y se cubrieron de rellenos el montículo BD4
y las estructuras del Parque Juan Ríos para construir montículos más elevados. No sólo el
sobreelevado con atrio, dos alas laterales, vestíbulo, dos brazos prolongándose hacia
delante) sino que se agregaron en la plaza central del sitio las 2 plazas circulares de los
Muelle en 1962 que fue la continuación en la plaza de un geoglifo que cruzó la pampa de
plataforma F2 (ala izquierda) y F1 (ala derecha) con lo cual el cuerpo central adquirió su
última fisonomía. En lo que concierne a las estructuras del Parque Juan Ríos se cubrieron
de canto rodado encima de la plataforma JR2 hubo estructuras circulares hechas de piedra,
quizás provisionales para realizar algunas ceremonias. También se encontró entre el relleno
de cantos rodados y la siguiente capa de tierra que conformaron el relleno para construir
140
En el caso de las plataformas JR1 y JR2 para construir encima el Montículo E del complejo Amancaes.
141
Para proseguir construyendo la plataforma JR3, en la cual se hizo su última fase de crecimiento.
421
cubrieron todas las fases constructivas anteriores con rellenos de piedra y tierra para
piedra que era la continuación del geoglifo (se hablaría probablemente de 2 zócalos de
piedra) estarían relacionados con la Fase 4 de la Segunda Ocupación del cuerpo central.
Pensamos esto debido a que es durante esta fase que se añaden al cuerpo central una serie
atrio y escalera central) que habrían servido para definir o trazar los dos geoglifos presentes
zócalos de piedra que se alinean con ambos lados del hipotético atrio que estuvo dispuesto
circular del montículo PC3 situada en medio de éstos y en medio de la plaza del sitio se
hizo proyectando visuales desde el atrio, una vez que éste se construyó. La plaza circular
del montículo PC4 se correspondería con esta fase y finalmente afiliándose con la Fase 5 de
construcción del cuerpo central estaría el segundo momento de ocupación del PC4.
superficie externa es mayormente pulido con engobe, habiendo algunos alisado fino con
engobe y algunos bruñidos (sobre todo los bordes), siendo el color mayormente marrón,
con algunas tonalidades, habiendo algunos fragmentos color negro y crema. En cuanto a las
formas casi todos los cuerpos fueron de vasijas cerradas de forma indeterminada (uno fue
de una vasija escultórica). En cuanto a los bordes la mayoría fue de ollas sin cuello, siendo
las formas mayormente de borde recto y labio engrosado, de borde convergente y labio con
142
Es posible que en esta fase de construcción el montículo se haya unido al BD2.
422
convergente y engrosado, de borde convergente y engrosado por el lado interno y de borde
convergente y con unión discontinua con el cuerpo. Hubo también cuencos de borde
recto y alargado, de pico y borde recto y de pico recto y borde divergente. También hubo la
presencia de ocarinas. En cuanto a las bases todas fueron planas, a excepción de una que
fue anular (cóncava pero con una protuberancia al medio). En cuanto a la decoración que
tuvieron los cuerpos fueron todas incisiones y los diseños fueron líneas semicurvas, rectas,
fragmento presenta una especie de “cresta”. Otro presenta una decoración de superficie que
consiste de un relieve que alterna crestas curvas con depresiones cóncavas. Hubo también
la decoración que denominamos “incisión fina sin orden” y un fragmento fue al parecer
religiosa. Es probable que una vez configurada la volumetría final de Huaca La Florida se
erigiera a poca distancia de allí y siendo parte del Complejo Amancaes el pequeño templo
en U de Los Manzanos.
Da la impresión que finalizada esta fase, hacia los 1000 a.C. se abandona el templo
Podrían haber jugado una serie de factores climáticos (Niños), auge de otros templos en U
(como Garagay, cuyo desarrollo pudo eclipsar La Florida), invasiones, etc. pero hasta el
momento son sólo conjeturas. En realidad desconocemos a ciencia cierta los factores que
desencadenaron el abandono de todo este centro ceremonial, cosa que sorprende porque
423
CAPITULO XII
PERÍODO FORMATIVO
secuencia que hemos planteado para el sitio de La Florida con el complejo Amancaes y con
Período Formativo.
nuevamente pasamos a detallar ¿Por qué surgió este monumento en ese lugar? ¿Por qué fue
adoptando con el tiempo la forma en U? ¿Qué papel jugó La Florida en la vida de las
entonces para construirlo? ¿Fue un aparato coercitivo el que obligó a la gente a erigir el
monumento o fue un consenso entre los pueblos de la zona? Y por último ¿Por qué fue
abandonado? Creemos que con la investigación realizada y con sus resultados podemos
Las implicancias procesuales que tiene nuestra secuencia de 4 fases para la historia
arqueológica de Huaca La Florida y del Complejo Amancaes son bastante profundas. Para
424
empezar esta la cuestión cronológica. Por nuestra secuencia se establece que la ocupación
humana de la zona empezó con anterioridad a los 1800 a.C. y que esta primera etapa de
ocupación (Fase San Jerónimo) fue precerámica. Aunque no podamos definir el límite más
temprano de esta fase o período es posible que haya tenido una magnitud en el tiempo
zona, que subsistió a través de una horticultura incipiente, explotó los recursos del río y que
utilizó la recolección y la caza en las lomas de los cerros vecinos (las lomas de Amancaes).
Hay la posibilidad, porque no tenemos evidencia en contra para descartarlo, que desde esa
probablemente en el actual sitio del cuerpo central. Esta ocupación precerámica ya estaba
intuida por Patterson (1985:65), por Williams (1978-80:106) y por Engel (1987:89) y
(evidenciado en las construcciones del parque Juan Ríos). En este período es que empieza a
planta de un templo en U: el cuerpo central con un núcleo y dos alas laterales144 y dos
brazos laterales que llegaban al menos hasta la altura del Montículo BD4145. Si esto es así,
entonces creemos que como había planteado Williams “La unidad en las formas
143
Algo que avalaría esto es el hecho que la primera fase constructiva de Mina Perdida registrada por Burger
y Salazar fue una pequeña plataforma de 3 m. de alto hecha de adobitos sobre el terreno estéril (2009:53 y
54).
144
Mejía ubica debajo del ala derecha muros de adobitos.
145
Las primeras fases constructivas de este montículo, sobre todo su Fase 2 tuvo adobitos en su arquitectura.
425
arquitectónicas a través de un territorio extenso, representa difusión paralela (en el mismo
1983:410-417), es decir, el culto o religión que fue practicado en estos templos en U estuvo
presente ya desde la fase Amancaes, desde las primeras fases constructivas de La Florida.
Nos preguntamos si este culto no es el que Villar Córdoba pretendió identificar en Huacoy
con el dios Con, con la filiación toponímica (Villar Córdoba, 1935:172). Algo relacionado
con esta discusión es el hecho que varios investigadores señalaron que La Florida fue el
primer templo en U del Rímac y que su antecesor en la zona fue El Paraíso (Patterson,
1971:198). Por los fechados de El Paraíso nos llama la atención que las etapas de ocupación
de éste sitio estuvieron durante el segundo milenio a. C. (entre los 2000 a 1000 a.C.) con lo
cual prácticamente lo haría contemporáneo con La Florida. Aún así creemos que El Paraíso
fue empezado a construir antes que La Florida y que fue abandonado antes del abandono de
ésta. Éste planteamiento guardaría relación con la idea discutida por nosotros en el estado
de la cuestión de que La Florida fue el sitio en que se “definió” por primera vez el patrón en
Condevilla Señor A, B y C, etc.) hacen posible que hayan estado en el momento del inicio
en esta problemática. Creemos que sobre todo por el detalle del acabado de la superficie
ésta cerámica no fue una invención del valle sino que el invento provino de un área externa
en el lugar. La fase El Bosque (1500 – 1200 a.C.) definió el inicio de la arquitectura masiva
426
de piedra en el cuerpo central. Es importante reparar en el cambio progresivo de mayor
con mayor frecuencia el adobe, pero en El Bosque el mayor uso fue de piedra canteada
unida con argamasa de barro. Este fenómeno fue observado por Burger y Salazar también
en Mina Perdida (2009:43). La pregunta que surge es: ¿Qué significó ésta sustitución de la
mayor frecuencia en uso del tipo de material constructivo? Nosotros nos aventuramos a
proponer que el cambio de uso del barro o arcilla para la fabricación de adobes a la
explotación de las piedras de los cerros vecinos para la confección de piedras canteadas o
semi canteadas significó que la población decidió explotar las canteras de los cerros
vecinos debido a que dispuso de mayor cantidad de personas para estos fines y que quiso
construir con mayor celeridad el templo en U. Pensamos esto porque al sacar un pedazo de
cerca de una fuente de agua constante y el adobe demora cierto tiempo en secar al sol.
Creemos que la sociedad tuvo la necesidad de construir más rápido sobre todo el cuerpo
central, dispuso de mayor población y se dio cuenta que más rápidamente lo construirían
explotando las piedras de los cerros que fabricando adobes. Pero ésta es una hipótesis que
las edificaciones en el Montículo BD4 (y por ende creemos en todo el brazo derecho) junto
con las pequeñas plataformas del área del actual Parque Juan Ríos se cubren de rellenos
146
A no ser que se disponga en la cara del muro y por ello deba de ser trabajado (canteado) para que exhiba
una cara plana.
427
aumentaron en volumen considerablemente a todas las edificaciones. Esto pensamos
nos hace pensar que es probable que para esta época se haya producido cierta coerción por
parte de alguna autoridad que dirigió todos estos trabajos147. Algo importante es que es
recién durante esta fase Villacampa que el templo en U de La Florida configura el patrón
que Williams había definido (1971:1), sobre todo para el cuerpo central: núcleo con dos
alas laterales, dos plataformas más pequeñas de planta cuadrangular en el extremo de cada
ala148 y en el frontis del núcleo un vestíbulo, una escalera que sube a un atrio y una pequeña
plataforma en la parte posterior al atrio. Tanto el atrio como esta pequeña plataforma se
establecían en todo un tronco de pirámide dispuesto encima de la base del núcleo, mucho
definirse el patrón de templo en U definido por Williams creemos que se estableció y/o
configuró firmemente en el valle bajo del Rímac el culto religioso que se practicó en los
templos en U. Aunque hay la posibilidad que desde los inicios de la construcción del
cuerpo central (en la fase Amancaes) hayan estado definida algunas características
importantes de este patrón (núcleo, alas laterales, escalera) creemos que es posible también
que algunos de estos elementos arquitectónicos hayan aparecido con el tiempo y con las
sucesivas remodelaciones que tuvo el cuerpo central (como son el atrio, el vestíbulo y las
dos pequeñas plataformas cuadrangulares en los extremos de cada ala). De todas formas eso
147
Inclusive la edificación de un segundo templo en U, Los Manzanos, al sureste de La Florida.
148
Este no fue un detalle definido por Williams sino por nosotros durante esta investigación.
428
Aparte de definirse la volumetría final del cuerpo central de La Florida se
proyectó desde los dos lados del hipotético atrio que estuvo en el frontis del núcleo dos
líneas hacia el este que cruzaron la plaza central, líneas en las cuales se construyeron 2
zócalos de piedra que al parecer prosiguieron más al este que el área final que tuvo la plaza
central, cruzaron la pampa de Amancaes149 y llegaron hasta las mismas faldas del Cerro
Segundo. En medio del trazo de éstos 2 zócalos se construyó la pequeña plaza circular
hundida del montículo PC3 y es probable que también haya existido una debajo del
montículo PC2 (que también se encontraba en medio del trazo de los 2 zócalos),
construyéndose también la plaza circular del montículo PC4150. La pregunta que surge es
¿Por qué se construyeron éstos zócalos que dividieron la plaza central en dos lados
éstos? No es la primera vez que se reportan estos tipos de elementos en las plazas centrales
gran plaza incluye, sin embargo, otras más, de dimensiones y características aún no
definidas totalmente. Cabe destacar aquí una pequeña plaza cuadrangular, abierta
también hacia el norte, determinada por el cuerpo central de la estructura A y por las
estructuras D y E. Hacia la parte media aparecen al menos dos plazas circulares hundidas,
que siguen el eje este-oeste de los montículos A y C y de los que a su vez son parte
149
En este trayecto no sabemos si siguieron siendo zócalos de piedra o sólo fueron 2 líneas trazadas en la
arena, como 2 geoglifos como se nota en la foto aérea del SAN de 1944.
150
Hay la posibilidad que haya existido otra frente al montículo PC4 en el lado oeste de la plaza, con lo cual
hubieran sido simétricas.
429
integrante. Hipotéticamente un gran camino ceremonial debió haber conectado todas estas
diversas estructuras y plazas. Una parte de este camino debe haber accedido al complejo
desde el norte, llegando hasta la plaza cuadrangular menor que funcionaba como un
vestíbulo que controlaba el acceso a la pirámide central B.” (Ravines e Isbell, 1975:257)
(El resaltado es nuestro). Creemos que estas descripciones refieren a estructuras similares a
similar a éstos la parte resaltada por nosotros del texto de Ravines e Isbell. También en
Cardal Burger y Salazar definen una serie de estructuras bastante semejantes en la plaza
central del sitio: “Se observó la existencia de un camino ceremonial que cruzaba el eje
central del sitio de norte a sur y las dos zonas de plazas, para terminar al pie de la plaza
central.” (Burger y Salazar, 1992:130). Mencionan que este camino dividía dos zonas de
plazas situadas al este de la plaza central del sitio. La zona más oriental eran 2 plazas
cuadrangulares divididas por este camino con pequeñas estructuras circulares de 3,6 m. de
diámetro situadas en las dos esquinas al costado del camino. La zona siguiente hacia el
oeste tenía un muro de piedra que era de trazo perpendicular al “camino ceremonial” y se
Cardal que son las bases de columna circular y las plazas circulares de la primera y segunda
zona de plazas respectivamente son relacionables con la estructura o plaza circular del
Aunque la plaza circular PC4 de La Florida sea más pequeña (el diámetro total fue de 6,80
m.) la ubicación es similar en relación a todo el conjunto con las plazas circulares de la
segunda zona de plazas de Cardal151. Quizás fue algo común para los templos en U tener en
151
Lo que sería una evidencia más que respaldaría la existencia de 2 plazas circulares simétricas en la plaza
430
sus plazas una serie de “caminos ceremoniales” que se proyectaban en geoglifos hacia
colinas, cerros u otro tipo de lugares. Esto nos hace recordar la hipótesis de Roselló, la cual
mencionaba que para la edificación de cada templo en U y para el trazado del eje del
sitio152 se necesitaba haber trazado geoglifos en el terreno. Esto lo menciona de esta forma:
“Los ejes de estos Centros Ceremoniales son efectuados en base al Sistema astronómico,
que utiliza Sol y estrellas. Para el entendimiento de la función de las Rayas estelares y
líneas solares me remito a mis trabajos de 1986 y 1988.” (Roselló, 1997:36 y 37) y
también “¿Qué significa esta presencia conjunta de Centro Ceremonial y sitios con
Rayas cercanas? Esto es debido a que las Rayas son absolutamente necesarias para
establecer el eje principal que gobierna a todos estos Centros Ceremoniales con el Sistema
ángulo que va a proporcionar el eje estelar con la ayuda de una línea solar. Ello es más
contrario al de Roselló. Creemos como él que hay geoglifos asociados a los templos en U,
pero no que fueron usados para construirlos sino que se hicieron después de la construcción
del mismo, trazándose en el terreno por visuales lanzadas desde determinadas partes de los
decir, con los montículos situados al este, sur este y sur del templo en U de La Florida y
con la serie de construcciones situadas en las cimas de los cerros que rodean toda esta zona
por el norte y noreste ¿Qué fue en realidad el complejo Amancaes? ¿Llegaron a funcionar
central de La Florida.
152
Entiéndase la línea imaginaria que dividía en 2 la plaza central y el cuerpo central, pasando por en medio
del vestíbulo, la escalera central, el atrio y la plataforma situada a la espalda de ésta, “partiendo”
(literalmente) en 2 al sitio.
431
todas sus estructuras juntas en un determinado momento? ¿Fue un gran centro ceremonial
que enmarcó al templo en U de La Florida? Y llegando aún más lejos ¿Llegó a conformar
una especie de urbe andina temprana? Creemos que son preguntas que lamentablemente no
llegaremos nunca a contestar debido a que casi todo este complejo fue arrasado por la
urbanización del distrito del Rímac, lo cual no sólo es una pérdida más irreparable para el
extraordinario patrimonio arqueológico peruano sino que nos impide llegar a una
comprensión real de lo que fuera este sitio. De todas formas por los datos que tenemos para
los montículos I y E más los datos de la plataforma JR3, da la impresión que cada
montículo del complejo tuvo una historia constructiva similar sobre todo al montículo E y,
lo más importante, es que quizás la mayoría de los montículos (por no decir todos) fueron
ocupados desde la fase Amancaes (hasta es posible desde la fase San Jerónimo). Si esto
fuera así, nos inclinamos a pensar que todo este complejo de montículos que incluyó el
templo en U de La Florida fue desde la fase Amancaes como mínimo un centro ceremonial
templo en U de Los Manzanos fue construido durante la fase Villacampa porque fue
varios de estos montículos (como los L y G, comparables en área incluso con el cuerpo
central de La Florida) nos hace pensar que la inversión de mano de obra fue tan fuerte
existieran plazas y caminos entre estos montículos, y quizás también viviendas comunes
como las excavadas por Muelle en el parque Juan Ríos en 1957. Al imaginar todo un gran
complejo de montículos con muchas viviendas rectangulares en los espacios entre éstos con
plazas lo primero que se nos ocurre es una ciudad, una urbe andina. De todas formas para
432
una afirmación de semejante naturaleza se necesita mucha mayor evidencia, pero es una
extrapolación sugerente. Para terminar con este punto, las construcciones de piedra situadas
en las cimas de los cerros Arrastre Bajo, San Jerónimo, Observatorio y Las Ramas153 a
nuestro parecer son parte del complejo Amancaes, con mayor razón debido a que se detectó
cerámica formativa en el cerro Las Ramas en los sitios Cerro Gramal, Cerro Santa Rosa y
Cerro El Altillo (Chamorro, 2003:21-23) y también porque en la cima del cerro San
plataformas en toda la cresta que se dirige al abra entre este cerro y el Arrastre Bajo. Llama
la atención la escalera de piedra situada también en esta cresta muy cerca de la cima de este
cerro y que estaría relacionada con este asentamiento. Creemos que, más que sitios
cima de estos cerros donde la visibilidad es muy buena, no sólo de Huaca La Florida y de
todo el Complejo Amancaes sino de prácticamente todo el valle bajo del Rímac y de parte
del valle del Chillón. Además de eso, se añadiría el detalle que los dos templos en U del
menos uno de sus brazos hacia cerros o colinas rocosas en cuyas cimas se encuentren
estructuras de piedra (como para Chacra Socorro A y Garagay) refuerza el hecho que las
estructuras situadas en estas cimas y sobre todo las de la cima del cerro San Jerónimo sean
también del Formativo, lo que reforzaría que el culto practicado en estos templos en U
estaría relacionado con las montañas o colinas rocosas más cercanas a éstos, quizás como
153
Es probable que haya existido también ocupación formativa en el San Cristóbal debido al hallazgo de
cerámica formativa (Roselló, 1997:xii).
433
un culto a los apus de la zona. En el caso de La Florida, estaría relacionado con el cerro San
Jerónimo. Llama la atención también que La Florida está orientado hacia una quebrada
desértica (en este caso la pampa de Amancaes) al igual que Pampa de Cueva y otros
templos en U.
Creemos que fue al final de la fase Villacampa (hacia los 1000 a.C.) que el templo
ello con el estado actual de nuestros conocimientos no podemos responderlas de una forma
satisfactoria. Pero llama la atención que haya sido inmediatamente después de la época de
intempestiva. De todas formas, podemos señalar algunas hipótesis. Llama la atención que
esa fecha coincida aproximadamente con la fase de ocupación del cuerpo central de
Garagay que se ha denominado “Templo Tardío”154, fase en la cual por los datos de las
excavaciones de Ravines se remodeló el atrio del cuerpo central, cubriéndose los antiguos
frisos y elaborándose una nueva galería de ellos (Ravines e Isbell, 1975:264). Es probable
los 1700 a.C., cuando La Florida estaba en su fase Amancaes, y que desde ese período La
Florida todavía aumentó su volumen constructivo en todas sus edificaciones. Pero Garagay
abandono de La Florida hasta el 900-800 a.C.155. Hay la posibilidad que con el tiempo
154
Con la calibración hecha los fechados de Garagay señalan aproximadamente ese momento (Fuentes,
2007:37).
155
Fecha en que varios investigadores han postulado desastres naturales: Niño (Elera 1993, 1997), terremoto
(Rosselló, 1997:55-56), maremoto (McK Bird, 1987:295-296).
434
Garagay haya sobrepasado en prestigio a La Florida en los cultos y/o actividades realizadas
allí, pero habría que considerar que en esas lejanas épocas pudieron darse otro tipo de
relaciones entre ambos centros, inclusive hasta conflictos. Una relación semejante es
observada en Lurín entre los templos en U de Mina Perdida, Cardal y Manchay Bajo
(Burger, 2009a:27-28) ya que los templos en U de Mina Perdida y Cardal coexisten durante
un período de tiempo (1150-900 a.C.) (Burger y Salazar, 2009:56). Estos autores incluso
lanzan una hipótesis interesante que refiere que la construcción de Cardal se hizo debido al
de ésta se separó para fundar Cardal y habitar en ese sector del valle (Burger y Salazar,
2009:58). Esto nos hace pensar que es probable que Garagay haya sido fundado por un
formas, llama la atención y es interesante la relación entre ambos sitios, debido a que son
los dos templos en U más grandes del valle del Rímac (aunque La Florida es ligeramente
más grande que Garagay) y sólo distan 6 km. uno del otro. También llaman la atención las
invasiones, etc.
inicio de construcción de La Florida se inició hacia los 1800 a.C. y que su término fue hacia
los 1000 a.C. El lapso de tiempo que duró su ocupación fue de unos 800 años
aproximadamente. Creemos que es un lapso de tiempo coherente con los estimados que se
156
En Garagay la plataforma situada a la espalda del atrio es de mayor área que la de La Florida y las alas
laterales son simétricas mientras que las de La Florida no.
435
900 a.C.) (800 años), Mina Perdida (1800-900 a.C.) (900 años), Cardal (1200-800 a.C.)
(400 años), San Jacinto (1600-200 a.C.) (1400 años). Lo que llama la atención aquí es que
(como Mina Perdida o San Jacinto). Nosotros tenemos la impresión que el tiempo de
ocupación de La Florida fue mayor, y que debería extenderse hacia el pasado157 lo que no
sólo haga más antigua todavía a la fase Amancaes sino que es posible que la construcción
del cuerpo central haya empezado desde la fase San Jerónimo (es decir desde tiempos
antigua fecha de 1800 a.C. como punto de inicio de la fase Amancaes y de la construcción
del cuerpo central del templo en U de La Florida. También sobre la fecha de término hay la
posibilidad que haya seguido siendo ocupado por un período de tiempo más158. De todas
Otro tema bastante importante es la relación que hemos observado entre los cambios
de fases constructivas y de ocupación con la aparición de las capas de arena gris y amarillo-
verdosa, que pensamos pudieron estar relacionadas con fenómenos el Niño. Al menos el
primer evento del Parque Juan Ríos pudo relacionarse con un estrato similar en el cuerpo
central. Si fue así nos llama la atención que los dos primeros hayan ocurrido precisamente
en los límites de las tres primeras fases, y justo antes que se iniciaran remodelaciones
Complejo Amancaes fue una delgada capa de sedimento entre los rellenos de cantos
157
Esto avalaría el hecho que el fechado N-44 en años calibrados en 2 sigmas tiene un intervalo de tiempo
entre 2700 a 1600, un intervalo de 1100 años, lo cual tendría como fecha central a 2150 a.C.
158
El fragmento de cuenco MPL-1IS-8B con decoración de incisión separando dos zonas de color diferente
(bícroma) es idéntico a los que ilustra Rosas para sus fases chavinoides IV y V, lo cual sería un indicio que el
lugar pudo seguir siendo ocupado hasta después de la llegada de las influencias Chavín a la costa central
(hacia los 1000-800 a.C.).
436
rodados y de tierra que estuvo bastante cerca temporalmente del inicio de la fase
Villacampa (hacia los 1200 a.C.). Para sitios de este período hay evidencias de haberse
enfrentado a este tipo de fenómenos. Al parecer los Niños más antiguos se produjeron hacia
los 3800 a.C. (Rollins, et al. 1986) por lo cual no es descabellado que varios de estos
eventos hayan golpeado a La Florida durante su etapa de ocupación. Además Silva y Jaime
desde la quebrada de Torre Blanca provocadas por este fenómeno (Silva y Jaime, 2000a:67)
y Burger señaló que los habitantes del templo en U de Manchay Bajo construyeron un
enorme muro perimetral que cerró la boca de la quebrada de Manchay para evitar la
inundación de la plaza central del sitio por avenidas de agua (Burger, 2009b:206) con lo
cual prueba que los templos en U de la cultura Manchay se enfrentaron a este tipo de
fenómenos.
que ya había sido señalado por Lanning (1960:374-378) de que el “estilo” cerámico de La
formas nuestra definición de 9 grupos cerámicos para el sitio: La Florida Marrón, Marrón
amarillento, Marrón rojizo, Marrón grisáceo, Rojo, Crema, Naranja, Gris y Negro es
importante debido a que así se han definido grupos de vasijas con un mismo color de
superficie. Las formas presentes en esta asamblea de cerámica estudiada han sido: ollas sin
(5 formas del pico), cuencos (6 formas) y platos (1 forma). Además de estas formas se
detectó una escudilla y una ocarina. Sobre los diseños que adoptó la decoración, que fue
159
Diera la impresión que esta forma es de épocas más tardías post formativo.
437
quebradas en ángulo agudo y obtuso, de círculos concéntricos, rectas, en forma de grano, de
relieves: alargado con incisión al medio, alargado con muchas incisiones finas sobre éste,
mundo simbólico de las gentes que construyeron La Florida, sólo tuvimos 2 fragmentos con
semejante a una imagen del friso de Garagay, 1 fragmento con el diseño de una cabeza y
ojo de una imagen zoomorfa, 1 fragmento con el diseño del tallo de una planta con ramas y
2 fragmentos más que a nuestro juicio tuvieron los diseños más definidos, reconocibles o
asamblea cerámica hay que tener en cuenta sus dimensiones: fueron sólo 287 fragmentos
diagnósticos analizados. Llama la atención por ejemplo que no hayamos podido detectar 2
de las 4 formas que Patterson define para la cerámica de la vivienda de quincha asociada a
también que hayamos encontrado algunos fragmentos que no se corresponden con las
excavado por Santillana al oeste del ala izquierda del cuerpo central) y las ollas con cuello
del grupo cerámico La Florida Rojo. Esto nos hace pensar que hemos analizado una muy
160
Estas formas son “taza grande poco profunda” y “pequeño plato abierto” (Patterson, 1998:5 [1985]).
438
pequeña muestra de la cerámica de La Florida de sus primeras etapas de ocupación.
acerca de la cerámica de este sitio y permitiría hacer comparaciones con otras asambleas de
Para terminar, sólo queremos hacer una breve reflexión acerca del nivel político que
(1967:94) se aventuró a decir que La Florida fue la capital del primer estado de la costa
central. Creemos que una de las razones de tal afirmación fue el tamaño colosal del cuerpo
investigadores que se han referido a la naturaleza política de esta sociedad han sido Silva y
García (1997:221) que mencionaron que La Florida era la cabeza de una jefatura que
controló la parte “media” del valle del Rímac mientras que Garagay lo hacía con la parte
baja. Creemos que esta hipótesis se ajusta más a la realidad. De todas formas Burger
propone otro tipo de organización política para éstas sociedades: “la arquitectura
monumental temprana de esta parte del mundo fue emprendida por sociedades
organizadas con menores jerarquías que los llamados cacicazgos complejos o estados.
2009a:22). Creemos que sobre este punto el debate está abierto y la definición de las
Manchay sólo se podrá realizar de una forma efectiva cuando se investiguen varios de estos
sitios en varios de los valles de la costa central y norcentral con excavaciones a gran escala.
De todas formas en el caso de La Florida sólo podemos afirmar que las comunidades del
439
los dos templos en U de La Florida y Los Manzanos y creemos que la religión jugó un
edificios con lo cual el papel del sacerdote-chamán fue de principal director y guía en todos
centro ceremonial.
Al realizar la reseña del estado actual de nuestros conocimientos sobre los templos
en U de la costa central y sobre la cultura Manchay en el Capítulo 3 nos dimos con una
serie de ideas centrales y cuestionamientos que ahora pasamos a revisar, teniendo el aporte
de esta nueva secuencia para el templo en U de La Florida. Creemos que esta secuencia es
un aporte nuevo e importante para la arqueología de la costa central del período Formativo
Para empezar esta nueva secuencia cronológica de La Florida: (Fase San Jerónimo:
¿?-1800 a.C.), (Fase Amancaes: 1800-1500 a.C.), (Fase El Bosque: 1500-1200 a.C.), (Fase
Villacampa: 1200-1000 a.C.) puede ser un punto de comparación para otras secuencias
costa central. La pregunta que sigue es ¿En que otros templos en U se han elaborado
comparación de nuestra secuencia de La Florida con otras de la costa central (Fig. 485).
440
Garagay, Cardal, Mina Perdida y El Paraíso, que se hicieron con excavaciones en el cuerpo
central y se pudieron reconocer varias fases arquitectónicas. El último es San Jacinto, que
del sitio y en los sectores posteriores al brazo derecho y el cuerpo central, permitiendo la
Empezaremos diciendo que el sitio con la secuencia más larga y detallada (y que al
debido a que varios autores (como Patterson, 1985:65) mencionan una contemporaneidad
entre estos dos templos. Richard Burger y Lucy Salazar (2009:39) mencionan que debido a
un gran corte hecho en el núcleo de Mina Perdida por el hacendado Fernando Reuche a
inicios del siglo XX se tuvo un enorme perfil, donde se pudo determinar la secuencia
constructiva de casi todo el cuerpo central. Burger estima haber definido al menos veinte
episodios constructivos (2009:25). En un dibujo del perfil sur de este gran forado del
huaqueo de los hacendados (Burger y Salazar, 2008:100) puede verse parte de esta gran
secuencia arquitectónica determinada para Mina Perdida. Lo que nos llama la atención es
que desde la primera fase constructiva definida hacia los 1500 a.C.161 estuvo presente un
detalle arquitectónico importante que se repitió a lo largo de la secuencia de todo este sitio
y que estuvo presente en varios de los templos en U estudiados: la escalinata que sube a la
secuencia arquitectónica del cuerpo central de La Florida con la de Mina Perdida creemos
que hay semejanzas, sobre todo porque las 2 primeras fases constructivas en La Florida
fueron hechas con adobitos cúbicos también, y porque la tercera fase (1ra de la Segunda
161
Que se conformó de una pequeña plataforma de 3 m. de altura que tuvo una escalinata dando frente hacia
la plaza central de sólo 8 escalones y hecha de adobes cúbicos unidos con argamasa de barro (Burger y
Salazar, 2009:53 y 54).
441
Ocupación del cuerpo central) se conformó de una plataforma de muros de piedra canteada
el cuerpo central. Esta plataforma (Plataforma 0) creemos que tiene una gran semejanza con
las plataformas de las primeras fases de Mina Perdida, con lo cual creemos que inclusive
para las 2 primeras fases de La Florida pudieron haber 2 plataformas, cada cual con su
escalinata hacia la plaza central, con lo cual la Plataforma 0 también la tuvo. Otra
semejanza que es bastante notable entre ambos templos en U es que tanto en La Florida
como en Mina Perdida las primeras fases de construcción fueron hechas con adobitos, y en
Mina Perdida el tercio superior de construcciones fue hecho con muros de piedra y
rellenados de shicras. En La Florida creemos que las dos terceras partes superiores fueron
hechas con muros de piedra canteada unida con argamasa de barro y soportando un relleno
En lo que respecta a las secuencias establecidas para Garagay y Cardal hay algo que
Salazar, 1992:127). Se definió que en los dos sitios existió una sucesión de 1 templo
en el núcleo una escalera y un atrio. Ha sido la sucesión de atrios los que básicamente han
definido esta secuencia (mas la escalera en el caso de Cardal). Para el caso de La Florida la
162
Aunque sí se ubicaron shicras en la 2da fase constructiva del montículo BD4 del brazo derecho.
442
existencia de un atrio con similares características a los existentes en Garagay y Cardal es
algo hipotético pero que no resultaría para nada descabellado. De todas formas
lamentablemente el enorme huaqueo colonial parece haber destruido todo vestigio de éste y
que haya formado parte de éste. Observando el forado colonial y calculando el lugar donde
se ubicó este atrio comparando con el núcleo de Garagay uno llega a atisbar que el atrio de
Fase del Segundo Momento de Ocupación del cuerpo central. La pregunta que surge de
Garagay también existe la misma disposición de plataformas (los 3 atrios definidos por
Florida. Aun así, por la ausencia de este elemento arquitectónico en las plataformas que
componen las primeras fases constructivas de Mina Perdida es que nosotros pensamos que
se incorporó el atrio a esta estructura163. De todas formas sería conveniente comprobar esto
descubriendo la superficie colindante con el frontis de las plataformas que conforman las
Engel (1967:250) hace mención de unas 4 fases constructivas en la Unidad I (lo que
163
En La Florida vendría a aparecer recién en la fase Villacampa (1200 – 1000 a.C.).
443
vendría a ser el cuerpo central del templo en U) pero la definición que hace de ellas es muy
vaga. Para la última remodelación (Fase 4) llama la atención de la escalinata que sube a un
ambiente de planta casi rectangular que asemeja a un atrio, donde se ubica un desnivel en el
piso de planta rectangular con 4 pozos con revestimiento de piedra en cada esquina. De
fase: “No es absurdo imaginar que hubiera existido un primer edificio, más reducido, de
poca altura, rectangular, extendiéndose de este a oeste, con fachada principal al norte.”
(Engel, 1967:249) lo cual guarda cierta semejanza con las pequeñas plataformas que fueron
las primeras fases constructivas de los cuerpos centrales de La Florida y Mina Perdida.
ni los brazos laterales, se llegaron a definir 4 fases en base a las excavaciones hechas en la
plaza central y en las partes posteriores del brazo derecho y del cuerpo central. El problema
al comparar ambas secuencias es que la de La Florida tiene un intervalo (al menos sus tres
últimas fases) del 1800 al 1000 a.C. pero la secuencia de 4 fases de Carrión se establece en
un intervalo de tiempo que va de los 1600 hasta los 200 a.C. (Carrión, 1998:243). Las
Jacinto, las de la fase El Bosque se asemejan a las de la Fase III y IV de San Jacinto pero
las formas de la fase Villacampa aparecen en las cuatro fases (I, II, III y IV) de San Jacinto.
Aunque la correspondencia de las fases Amancaes y El Bosque con las fases II, III y IV de
San Jacinto no sea exacta (las fases de San Jacinto son un poco más tardías) esto podría
deberse a que San Jacinto fuera un receptor con un poco de posterioridad de la cultura de
secuencia cerámica establecida para San Jacinto por Carrión parece comprobar la secuencia
cerámica establecida para La Florida, al menos para las fases Amancaes y El Bosque.
444
Hubo un montículo más en La Florida del cual se pudo tener una secuencia
constructiva incluso mucho más detallada que del cuerpo central. Nos referimos al
montículo BD4 que se situaba en el brazo derecho del templo en U. Las excavaciones de
Muelle de 1962-63 sólo pudieron registrar las ocupaciones más antiguas debido a que las
fases superiores fueron destruidas por los caterpilars de la urbanización El Bosque. Registró
al igual que la pirámide escalonada que forman las fases 3 a 5. Viendo el panorama fuera de
Nos encontramos con que sólo 3 brazos de 3 templos en U se han excavado hasta
todas las estructuras descubiertas del brazo que nosotros publicamos (Fuentes, 2007:22)
aunque este año Ravines publicó más registros de las excavaciones llevadas en este lugar
(Ravines, 2009). A pesar de las pocas evidencias que quedaron de las fases constructivas
del montículo BD4 debido a las obras de nivelación y del registro limitado que ha llegado
hasta nosotros podemos establecer una comparación entre el brazo derecho de Garagay y de
Casareto y por los que publica Ravines este año se puede notar que esta pirámide se
164
Aunque las últimas excavaciones de Burger y Salazar en Cardal los años de 2007 y 2008 han intervenido
ambos brazos de éste templo en U.
445
compone de 3 plataformas superpuestas, aunque por las descripciones de Ravines parece
que estas estructuras corresponden con la segunda fase de remodelación. Al comparar las
estructuras de la 2da fase de remodelación del montículo BD4 con los planos del brazo
derecho de Garagay la primera impresión que se tiene es que no hay puntos para
compararlos. Sin embargo, creemos que la disposición del Recinto A y su principal acceso
que mira hacia la plaza principal del sitio guarda semejanza con la dirección de las
escalinatas del brazo derecho de Garagay que miran hacia la plaza central, en un mismo eje
con la escalinata que baja a la plaza circular hundida. El Recinto A podría haber tenido
correspondencia con el recinto ubicado en la cima del brazo derecho de Garagay, donde
2 plataformas de las fases 3 a 5 del montículo BD4 guarda semejanza con el brazo derecho
no sólo por las 3 plataformas superpuestas, sino que por los registros publicados por
Ravines este año de los muros, pisos y rellenos de este montículo hay una estrecha
forma como detrás de un muro de contención se construyó un piso encima del cual se
construyó otro muro (como en los muros 3MA que sostenía al piso 3PA, que a su vez
sostenía al muro 3MB del montículo BD4). Es gracias a esta comparación que pensamos
que las estructuras del montículo BD4 que fueron demolidas probablemente fueron varias
plataformas superpuestas, en las que pudo existir una escalera en el eje, con un atrio y un
En cuanto al brazo izquierdo de Mina Perdida, éste tiene cierta semejanza con el de
La Florida puesto que desde la década del 50 estuvo en permanente proceso de destrucción
165
Al igual que debajo del montículo del brazo derecho de Garagay pueda existir estructuras como el Recinto
A del montículo BD4 de La Florida.
446
y nivelación por maquinaria pesada (Burger y Salazar, 2009:48). Las excavaciones de
Burger y Salazar en 1991 hechas en los estratos inferiores de éste (que era lo que quedaba
del brazo) descubrieron una serie de muros de piedra canteada, unidas con mortero de barro
un plano de las edificaciones por la descripción que dan se percibe que es “restos de una
plataforma baja aterrazada que había sido modificada varias veces. La estructura visible
más temprana fue una plataforma de piedra con múltiples niveles de terrazas.” (Burger y
Salazar, 2009:49) y menciona más adelante: “La plataforma inferior presentaba una
esquina que doblaba en ángulo recto y daba forma a una base a modo de pedestal para la
adiciones constructivas guarda cierta semejanza con las fases 3, 4 y 5 del montículo BD4 de
de El Paraíso por Jeffrey Quilter (1985:287-294) quien en la parte central del mismo, a la
altura de una especie de “apéndice” que el brazo tenía hacia el suroeste descubrió una
cuadrangular (Room 1) que tuvo otros ambientes pequeños asociados. Tuvo 2 accesos
puestos en un mismo eje en sus lados sureste y noroeste, dando el sureste hacia la plaza
central del sitio. Éste sería la única analogía con el Recinto A de la 2da fase del montículo
parque Juan Ríos, a la espalda del cuerpo central de La Florida, podemos compararla con
447
vestigios domésticos excavados también en la parte posterior de otros cuerpos centrales:
Cardal, Mina Perdida y San Jacinto. En el caso de Cardal Burger menciona que se encontró
en la parte posterior del cuerpo central “Una estructura rectangular dividida en dos
recintos habría sido utilizada como vivienda. Asimismo, se identificaron hoyos sin
delinear, algunos de los cuales fueron usados para entierros.” (Burger, 1993:96).
este patrón: “El grupo doméstico básico del Sector IIIB de Cardal, incluye una casa de
varios cuartos, un área externa para cocina, un patio abierto, una zona para echar basura,
entierros, una estructura para almacenar y, posiblemente, una pared perimétrica.” (Burger
y Salazar, 1992:125). Las dimensiones de una de las casas (6 x 5,46 m.) y el tipo de
mucho sobre todo a la plataforma JR3. Inclusive varios de los ambientes definidos por
Burger y Salazar podrían haberse distribuido en los diversos cuartos o ambientes que tuvo
esta plataforma. En cuanto a Mina Perdida las excavaciones en la zona posterior del cuerpo
central sólo descubrieron secciones de pisos quemados, lentes de basura, hoyos de postes y
un fogón con revestimiento de piedras (Burger y Salazar, 2009:47). Este último hallazgo
nos hace recordar el horno “watia” que las excavaciones de Muelle encontraron en la
ocupación fue nula a finales del Período Inicial se encontró que posteriormente habrían
regresado a la zona algunas familias que se asentaron de forma más permanente. Se excavó
piedra estaba superpuesta a un piso más antiguo con hoyos de poste (Burger y Salazar,
2009:56). Finalmente para el caso de San Jacinto, Lucénida Carrión excavó en las partes
448
exteriores del brazo derecho y del cuerpo central (Sectores G y H respectivamente)
encontrando evidencia en ambos sectores de pisos y muros de cantos rodados unidos con
argamasa de barro, que fueron parte de viviendas domésticas (Carrión, 1997:94-97, 102-
103). De todas formas, por lo limitado del área de sus excavaciones no logra definir
unidades habitacionales completas, pero encuentra que tuvieron varias fases constructivas
con hoyos de poste como en Mina Perdida (Carrión, 1997:94) y bastante fragmentería de
actividades domésticas. Una cuestión en la que queríamos reparar era en el hallazgo del
“horno” de cal con inclusiones de conchas choro calcinadas asociado a una valva de choro
cubierta de pintura roja, en la plataforma JR3, hallándose en las inmediaciones del sitio otra
valva de choro con pintura roja carmín y unos tubitos de caña carbonizados que contenían
un color rojo violáceo, ubicándose en las estructuras de la misma fase (que corresponde a la
fase El Bosque) un hueso de ave trabajado de forma tubular con huellas de incisión burilada
burda junto con una semilla carbonizada de lúcuma. En la misma fase se encontró una
valva más de choro con pintura verdosa. Habíamos mencionado que este hallazgo no es
Cardal Lucy Salazar registra valvas de choros que contienen restos de pigmentos rojos,
además de restos de Oliva también con pigmento rojo (Salazar, 2009:88) en el sello que se
hizo de una escalera y del ingreso a un ambiente conocido como el “Templo de los
Altares”. También en los alrededores del “Altar B” (que fue parte del “Templo de los
Altares”) aparte de encontrar al piso calcinado se encontró valvas de Aulacomya ater con
“Altar B” se encontró Olivas con cortes en la parte superior y con el mismo pigmento rojo
449
de los choros (Salazar, 2009:90). Al parecer, el uso de pigmentos rojos en las valvas de
arquitectónicas.
(básicamente constructivas) hechas para otros templos en U podemos compararla con otras
secuencias más generales hechas para la costa central. Creemos que una de las más
ocupaciones que tuvo La Florida (estrechamente con la fase San Jerónimo). Así desde la
fase Pampa (2500-2300 a.C.) pasando por Playa Hermosa (2300-2100 a.C.) hasta Conchas
(2100-1900 a.C.) se nota que aunque la dieta de los pobladores era principalmente marina
Pampa (fase Pampa), Camino, Banco Verde y Yacht Club (fase Playa Hermosa) hasta
Punta Grande y El Tanque (fase Conchas). De todas formas con las investigaciones hechas
en las últimas décadas estas fases probablemente retrocedan en el tiempo. Creemos que las
condiciones descritas en las fases Pampa, Playa Hermosa y Conchas se corresponderían con
nuestra fase San Jerónimo166 y las características de la fase Gaviota (1900-1750 a.C.), en la
cual Moseley ubica a El Paraíso, podrían corresponderse con la fase Amancaes. De todas
dio en la costa central entre los 2350 a 500 a.C. Ésta “Formación Social La Florida” tuvo
166
Y esto lo avalaría el hecho que no sabemos el límite más antiguo de esta fase en el tiempo.
450
como principal fuente de subsistencia a la agricultura. Menciona Patterson que en los
últimos tiempos de ésta formación social se estaban dando las condiciones para el
surgimiento de clases sociales. Nuestra secuencia de 4 fases se incluye dentro de esta etapa
Con las comparaciones realizadas creemos que se puede situar mejor a La Florida
Infantas, Condevilla Señor A, etc.) pero si la construcción del cuerpo central empezó hacia
los 1800 a.C. (siendo probable que en la fase San Jerónimo haya existido ya una
Perdida, coexistiendo desde la fase Amancaes también con Garagay. Las relaciones que
pero nos inclinamos a pensar que cada uno de ellos tuvo un área de control o de influencia
suficiente como para no “inmiscuirse” en la zona o valle del otro (La Florida pudo tener el
valle del Rímac, mientras que Huacoy el Chillón y Mina Perdida el Lurín). Aún así surgen
cuestionamientos cuando nos preguntamos la relación que pudieron tener estos templos en
U con los demás y más pequeños que existieron en cada valle. En el valle del Rímac donde
Salinas A, Las Salinas B, Las Salinas C, San Antonio, Yanacoto y Ricardo Palma. Sumado
451
a Los Manzanos que estuvo dentro del mismo Complejo Amancaes y a La Florida misma
serían 16 ¿Cuál fue la relación existente entre 16 centros ceremoniales en un valle que no es
en tamaño de gran envergadura como el Rímac? Para empezar llama la atención que 2
destacan por su magnitud y son Garagay y La Florida, siendo el resto de pequeña magnitud.
De todas formas llama la atención que varios de ellos se sitúen en zonas geográficamente
definidas por bocas de quebradas, colinas (como son el caso de San Antonio, Azcarrunz,
Yanacoto, etc.) como teniendo un pequeño territorio geográficamente bien definido. Esto
reforzaría la hipótesis, ya propuesta por Silva y García (1997:222) y por Burger y Salazar
(2009:58) de que cada templo en U fue autónomo con respecto del otro y que fueron
construidos por la población de una serie de aldeas situadas en su entorno y que durante su
existencia fue el punto de congregación de ésta población. Pero para el caso del Rímac (y
iguales dimensiones tan cerca unos de otros?167 En el caso del Rímac existen 2 de estos
“conglomerados”: el del “bajo Rímac con el bajo Chillón” (Garagay, Condevilla Señor A,
Condevilla Señor B, Condevilla Señor C y Pampa de Cueva en el valle del Rímac que se
valle del Chillón) y de Las Salinas en el Agustino (Las Salinas A, Las Salinas B y Las
Salinas C). Aunque el conglomerado de templos en U de los bajos Rímac y Chillón tenga a
sus templos más dispersos que el conglomerado de Las Salinas existe otro conglomerado en
Sumado a esto existe lo que habíamos denominado como “sistemas binarios” y en el caso
167
Podría deberse a una continuidad en el tiempo del patrón de centros ceremoniales del Precerámico Tardío,
con aumento del volumen constructivo y adición de otros elementos arquitectónicos (Alberto Bueno, 2009,
comunicación personal).
452
del valle del Rímac se encuentran 2: El Golf A y El Golf B en San Isidro y la misma Huaca
La Florida con Los Manzanos, dentro ya del Complejo Amancaes. La pregunta que sigue es
complejo Amancaes? Y viendo sobre esto ¿Se han detectado otros conjuntos de montículos
rodeando a otros templos en U? En este caso sólo se han registrado 3 hasta la fecha. 2 se
encuentran en el valle del Rímac: Las Salinas168 y San Antonio (Palacios, 1987:14). El otro
sitio era Huacoy en el Chillón. De todas formas las dispersiones de montículos que se
observan en las fotos aéreas no llegan a tener la complejidad del Complejo Amancaes
Creemos que las implicancias que tiene esta nueva secuencia cronológica de Huaca
La Florida en la arqueología del período Formativo de la costa central podrían ser mayores
sobre el resto de templos en U, un panorama que se presenta de una magnitud inmensa pero
168
Rodeando a los 3 templos en U de Las Salinas existía una gran dispersión de montículos arqueológicos
pequeños (Machacuay y Aramburú, 1998:38).
453
CONCLUSIONES
Las conclusiones a las que llegamos con esta investigación son las siguientes:
abandonándose el lugar hacia los 1000 a.C. Estuvo ocupado por un lapso de 800
Amancaes. Este fue un gran centro ceremonial en el cual existió otro templo en
serie de estructuras que existen o existieron en los cerros Arrastre Bajo, San
también desconocidas.
3. La primera fase de ocupación del sitio es la Fase San Jerónimo que tuvo su
tiempo fue en el 1800 a.C. Esta fue la fase de ocupación precerámica del lugar y
454
en la cual es posible que haya existido un edificio primigenio en el lugar donde
evidencias disponibles pensamos que fue la ocupación de una aldea que extraía
el cuerpo central, que tuvo dos alas y también brazos laterales. También se
Ríos. Apareció la cerámica (al parecer traída de otro lugar del área andina)
aumentó hacia los cultígenos del valle. También se empezó la construcción del
todos los rasgos que después Williams definiría para este patrón) debido a que la
arquitectura de las fases posteriores cubren casi todos los vestigios de este
período.
5. La tercera fase de ocupación del sitio es la Fase El Bosque que tuvo un período
455
construyó un segundo nivel en las casas-plataformas del parque Juan Ríos. En lo
por qué del aumento tan significativo del volumen constructivo y del cambio del
uso de adobes cúbicos (para la fase Amancaes) a piedra canteada unida con
6. La cuarta fase de ocupación del sitio es la Fase Villacampa que tuvo un período
de duración de 1200 a 1000 a.C. Durante esta fase el volumen constructivo del
edificó la plataforma más alta del templo, donde se ubicó el atrio. También se
construyó a los pies de éste el vestíbulo, llegando las alas laterales también a su
geoglifos llegaron hasta las faldas del cerro Segundo. También se construyeron
que hayan sido 4). El Complejo Amancaes también llega a su máximo nivel de
456
7. Hacia los 1000 a.C. por causas de las que no tenemos ninguna evidencia
futuro el tratar de recuperar toda la cerámica posible del total extraído en todas
entre los primeros templos en U de la costa central, por ende fue uno de los
Perdida y Huacoy. De todas formas El Paraíso fue el que tuvo una ocupación
más temprana en la zona. Aún así queda como una gran responsabilidad para el
10. Huaca La Florida junto con el Complejo Amancaes fueron un gran centro
457
antecedente junto con el resto de templos en U y la cultura Manchay para los
458
DOCUMENTOS CITADOS
459
1962-63 Diario de campo de Pablo Carrera (7 de Nov. de 1962 a 31 de Marzo de
1963) (Excavaciones en el área de la Urb. El Bosque).
1957 Fotos “Huaca La Florida” (TMXF O792-0805) (Son catorce (14) fotos
pequeñas).
460
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480
ANEXOS
Capítulo 1:
481
Figura 2: Plano actual del distrito del Rímac, con la ubicación de Huaca La Florida y del área donde
estuvo el Complejo Amancaes, junto con las cumbres de los cerros San Jerónimo y de los otros donde se
sitúan estructuras arqueológicas y que enmarcan el área del complejo. Fuente: Hojas 24-i II 55 y 25-i I
15 a escala 1:10,000 del IGN.
482
Figura 3: Vista satelital actual del distrito del Rímac, con ubicación de Huaca La Florida, tomado de
Google Earth.
483
Capítulo 2
484
Figura 5: Mapa de la costa central y norcentral con ubicación de los templos en U de la Cultura
Manchay definidos hasta este momento.
485
Figura 6: Vista del cuerpo central de Huacoy desde Figura 7: Rostro Antropomorfo del atrio del
el brazo derecho. Foto JLFS, Enero 2007. templo medio de Garagay (1400 a.C.) Tomado
de Ravines (1984).
Figura 8: Vista de las excavaciones de Burger y Salazar Figura 9: Vista de las excavaciones de Burger
en el cuerpo central de Cardal. Tomado de Burger y Salazar en el frontis del cuerpo central de
(1992:67) Mina Perdida. Tomado de Burger (1992:61)
Figura 10: Vista del cuerpo central de Manchay Figura 11: Imagen satelital del templo en U de
Bajo desde el brazo derecho. Foto JLFS, Febrero San Jacinto. Tomado de Google Earth.
2007.
486
Figura 12: Foto del Corte B de Mejía en el cuerpo Figura 13: Toribio Mejía y Jorge C. Muelle exa-
central de Huaca La Florida, tomada al parecer minando junto a estudiantes de arqueología de
el 17/09/1955, en la primera salida de Mejía, la UNMSM restos junto al Corte A de Mejía del
Casafranca y Roselló. Tomado de las Hojas de cuerpo central de La Florida, en su tercera
fotografías “Arqueología del valle de Lima.- Waka salida del 23/09/1955. Nótese al fondo las estruc-
“LA FLORIDA” 1955-1956”, Archivo Hermilio turas de cemento de la chancadora “La Hoyada”
Rosas. Archivo fotográfico del Museo de Arqueología
de la UNMSM.
Figura 14: Vista del abandono de Huaca La Florida. Foto El Comercio Gráfico (02/09/1964).
487
Figura 15: Plano de las intervenciones realizadas en Huaca La Florida y zonas colindantes.
488
Figura 16: Vista de Huaca La Florida desde el parque Juan Ríos. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
489
Figura 17: Excavaciones en el Parque Juan Ríos de
Muelle en 1957. Foto Ultima Hora (11/10/1957).
Figura 18: Vista O-E de una de las excavaciones he- Figura 19: Vista N-S de una de las excavaciones
chas por el Museo Nacional en 1960 en el ala izquier- hechas por el Museo Nacional en 1960 en el ala
da del cuerpo central de La Florida. Foto JLFS. izquierda del cuerpo central de La Florida.
Diciembre 2005. Foto JLFS. Diciembre 2005.
Figura 20: Vista de una de las excavaciones de Idilio Santillana, ubicadas al oeste del ala izquierda.
Foto La Crónica (12/06/1975).
490
Figura 21: Plano de La Florida de Williams (1971:3).
491
Capítulo III
Fotos satelitales de templos en U característicos de cada uno de los 9 patrones:
Figura 24: Patrón 1: Garagay (Google Earth). Figura 25: Patrón 2: El Paraíso (Google Earth).
Figura 26: Patrón 3: Infantas (SAN 1944). Figura 27: Patrón 4: Chocas (Google Earth).
Figura 28: Patrón 5: El Golf A (SAN 1944). Figura 29: Patrón 6: Yanacoto (Google Earth).
492
Figura 30: Patrón 7: El Chirimoyo (Google Earth). Figura 31: Patrón 8: Huaricanga (Google Earth).
493
Capítulo V
494
Figura 35: Ubicación de los diferentes montículos que conforman el templo en U de La Florida.
495
Figura 36: Vista oblicua de Huaca La Florida desde el noreste (Fuente: SAN (0-18955) (20/11/1959)).
Figura 37: Vista oblicua de Huaca La Florida desde el este (Fuente: SAN (0-5156) (21/04/1945)).
496
Figura 38: Foto satelital actual del cuerpo central de La Florida. Tomado de Google Earth.
Figura 39: Vista del núcleo del cuerpo central de La Florida (Plataforma A) desde la plaza del sitio,
donde actualmente están las instalaciones del Sporting Cristal. Foto Alfonso Ponciano, Febrero 2005.
497
Figura 40: Vista del cráter o forado en el núcleo del cuerpo central, vista desde la plataforma superior
del núcleo. Foto JLFS, Diciembre 2005.
Figura 41: Vista del Muro 1, en la ladera noroeste de la Plataforma A en el núcleo del cuerpo central de
La Florida. Foto JLFS, Noviembre 2005.
Figura 42: Vista del desmonte sobre la plataforma B producto del huaqueo del núcleo del cuerpo
central de La Florida. Foto JLFS, Diciembre 2005.
498
Figura 43: Vista del ala derecha del cuerpo central de La Florida (Plataforma D) desde la cima del
núcleo. Foto JLFS, Diciembre 2005.
Figura 44: Vista del atrio en el frontis noreste del ala derecha del cuerpo central de La Florida. Foto
JLFS, Diciembre 2005.
Figura 45: Vista del perfil D, en la ladera noreste del atrio del ala derecha del cuerpo central de La
Florida. Foto JLFS, Noviembre 2005.
499
Figura 46: Vista de la Plataforma E, desde el sureste. Foto JLFS, Diciembre 2005.
Figura 47: Vista del perfil E, en la ladera suroeste de la Plataforma E. Foto JLFS, Junio 2006.
Figura 48: Horcón hecho de un tronco de árbol en la base del perfil E. Plataforma E. Foto JLFS,
Noviembre 2005.
500
Figura 49: Vista del ala izquierda del cuerpo central de La Florida (Plataforma F) desde la cima de la
Plataforma A. Foto JLFS, Noviembre 2005.
Figura 50: Vista de los dos atrios en la ladera noreste del ala izquierda del cuerpo central de La Florida
(Plataforma F). Foto JLFS, Diciembre 2005.
Figura 51: Vista de las estructuras de cemento de la chancadora, en la ladera suroeste del ala izquierda
del cuerpo central de La Florida. Foto JLFS, Diciembre 2005.
501
Figura 52: Vista del Muro 2 en la ladera suroeste de la Plataforma F2 del ala izquierda del cuerpo
central de La Florida. Foto JLFS, Noviembre 2005.
Figura 53: Vista del extremo noroeste del ala izquierda. Nótese la trinchera abierta por la chancadora
que seccionó esta parte del ala. Al fondo la Plataforma BI1 del brazo izquierdo. Foto JLFS, Diciembre
2005.
Figura 54: Vista del muro sinuoso de cantos rodados grandes situados en la superficie de la Plataforma
F2 en el ala izquierda del cuerpo central. Foto JLFS, Diciembre 2005.
502
Figura 55: Vista desde la cresta sur del cerro Arrastre Bajo del cuerpo central de La Florida, del
montículo BI1 del brazo izquierdo y de parte de la plaza central. Foto JLFS, Febrero 2007.
Figura 56: Vista satelital actual del Montículo BD2 del brazo derecho. Nótese en la parte superior la
capilla moderna, la cancha deportiva y el parque donde se situó el montículo BD4 excavado por Muelle
en 1962-63. Google Earth.
503
Figura 57: Vista de la superficie actual del montículo BD2 del brazo derecho. Foto JLFS, Febrero 2007.
Figura 58: Vista del perfil F, situado en la ladera suroeste del montículo BD2 del brazo derecho. Foto
JLFS, Febrero 2007.
Figura 59: Vista del montículo BI1 del brazo izquierdo, donde se sitúa el perfil G. Foto Alfonso
Ponciano, Febrero 2005.
504
Figura 60: Reunión de fotos aéreas de la zona noreste del actual distrito del Rímac, con la ubicación de
Huaca La Florida, el templo en U de Los Manzanos, los distintos montículos que conformaron el
Complejo Amancaes y la pampa de Amancaes. (Fuente: SAN, 340-978, 340-613, 340-611 y 340-550
(12/02/1944)).
505
Figura 61: Ubicación de los distintos montículos arqueológicos con la letra asignada a cada uno de ellos
que conformaron el Complejo Amancaes.
506
Figura 62: Vista desde el norte del Complejo Amancaes. Foto aérea oblicua del SAN (0-610)
(19/12/1942).
Figura 63: Vista desde el oeste del Complejo Amancaes. Foto aérea oblicua del SAN (0-9841)
(05/07/1949).
507
Figura 64: Vista satelital actual de la zona del distrito del Rímac donde se situó el Complejo Amancaes.
Google Earth.
Figura 65: Vista oblicua satelital de la zona del distrito del Rímac donde estuvo el Complejo Amancaes.
Google Earth.
508
Figura 66: Vista del inicio de la escalinata de piedra que sube por una cresta a la cima del cerro San
Jerónimo donde se encuentra el sitio arqueológico del mismo nombre. Foto JLFS, Febrero 2007.
Figura 67: Vista del muro de contención de piedra de la escalinata que sube al sitio de Cerro San
Jerónimo. Foto JLFS, Febrero 2007.
Figura 68: Vista de un tramo de la escalinata de piedra que sube al sitio de Cerro San Jerónimo. Foto
JLFS, Febrero 2007.
509
Figura 69: Vista del sitio arqueológico de Cerro San Jerónimo, situado en la cima del cerro del mismo
nombre, a 755 msnm. Foto JLFS, Febrero 2007.
Figura 70: Vista de una cista de piedra semisubterránea en el sitio de Cerro San Jerónimo. Foto JLFS,
Febrero 2006.
Figura 71: Fragmentos de cerámica del sitio Cerro San Jerónimo. Foto JLFS, Febrero 2006.
510
Figura 72: Vista del valle bajo del Rímac en dirección hacia el Callao y la Punta desde la cima del cerro
San Jerónimo (755 msnm). Nótese el mar y la isla San Lorenzo. Foto JLFS, Febrero 2007.
Figura 73: Vista de la parte alta de la quebrada de Canto Grande donde se sitúa el distrito de San Juan
de Lurigancho desde la cima del cerro San Jerónimo. Nótese al fondo el cerro Colorado Norte (2171
msnm.) Foto JLFS, Febrero 2007.
Figura 74: Vista del valle bajo del Rímac en dirección hacia el sur desde la cima del cerro San
Jerónimo. Foto Ronald San Miguel, Febrero 2007.
511
Figura 75: Vista aérea del templo en U de Huaca La Florida y de la pampa de Amancaes. Nótese en la
superficie desértica de la pampa de Amancaes los dos geoglifos que son dos líneas o rayas paralelas que
cruzan la pampa en la línea del mismo eje del cuerpo central de La Florida y que llegan hasta las faldas
del cerro Segundo. Hacia el este del punto de unión del geoglifo situado hacia el sureste con el inicio de
la ladera del cerro Segundo se encuentra la capilla colonial de San Juan de Amancaes. Nótese también
que los dos geoglifos se alinean perfectamente con dos divisiones de las chacras de la hacienda Muñoz,
en medio de las cuales se encuentra el montículo PC3 donde se situaba una plaza circular hundida.
Proyectando ambas líneas se alinean perfectamente con la parte central del núcleo, donde estuvo el
atrio del templo en U de La Florida. Foto aérea del SAN (340-613) (02/02/1944).
512
Capítulo VI
Figura 76: Plano topográfico de La Florida, hecho en base al plano topográfico del INC PTOP-0007-
INC-PQÑ-2002-AI/G del 2002. Indicando en el cuerpo central los perfiles de Mejía, Patterson y de
Fuentes.
513
Figura 77: Croquis de Mejía Xesspe del cuerpo central de La Florida, que hemos redibujado de su
libreta “Notas arqueológicas y recuerdos oníricos (sueños) sobre arqueologia. 1955 Waka La Florida.
Lima. 1966, Sueños” (TMX-375, Archivo Mejía Xesspe, Instituto Riva-Agüero, Pontificia Universidad
Católica del Perú). El croquis fue hecho en la fecha de su primera visita al sitio (17/09/1955) y tiene en
la libreta la siguiente leyenda que hemos copiado textualmente:
“Explicación:
C A _ Planta de concreto de la “chancadora”.
A B_ Corte reciente de 7 m. de ancho por 5 a 10 m. de alto.
B C_ Corte reciente al pie O de la waka, para extraer grava y piedras, dejando al descubierto
las capas arqueológicas de la waka y donde se ha descubierto el estrato Chavin en el piso
inferior.
D_ Corte antiguo practicado en la parte central y superior de la waka (Epoca colonial)
X X . Sitios del hallazgo de fragmentos incisos estilo Chavin.
E_ Plataforma Norte de la waka, cuya altura sobre el nivel del valle es de 20 m. m/n
F. Plataforma Sur de la waka, de altura igual a E.
G. Plataforma mas baja que F, que se prolonga hacia el oriente en cuyo piso inferior se ven
restos de muros de adobitos con paredes enlucidas.”
514
Figura 78: Foto del Corte B de Mejía o de nuestro Perfil A situado en la esquina oeste del núcleo del
cuerpo central de La Florida. En la foto Toribio Mejía Xesspe. Tomada el 17/09/1955, en la primera
salida de Mejía, Casafranca y Roselló, tomado de las Hojas de fotografías “Arqueología del valle de
Lima.- Waka “LA FLORIDA” 1955-1956”, Archivo Hermilio Rosas.
Figura 79: Vista del corte B de Mejía o del Figura 80: Vista más cercana del Corte B de Mejía o de
Perfil A nuestro. Foto tomada en la nuestro Perfil A. En la foto Toribio Mejía parado frente
tercera salida de Mejía (23/09/1955). al preciso lugar donde encontró por primera vez los frag-
Nótese debajo de los muros y rellenos de mentos de cerámica formativa. Tomada el 17/09/1955,
piedra una capa de material más fino, en la primera salida de Mejía. Tomado de las Hojas de
donde Mejía ubicó las primeras muestras fotografías “Arqueología del valle de Lima.-Waka “LA
de fragmentería cerámica formativa. FLORIDA” 1955-1956, Archivo Hermilio Rosas.
Archivo fotográfico del Museo de Arqueo-
logía de la UNMSM.
515
Figura 81: Vista desde el noroeste del Perfil A, localizado en la esquina oeste del núcleo del cuerpo
central de La Florida, donde se ubican el Corte B de Mejía y el perfil de Patterson. Foto JLFS, Junio
2006.
Figura 82: Vista del Perfil B desde suroeste, localizado en la esquina oeste del ala izquierda del cuerpo
central de La Florida. Hacia la izquierda de la foto se ubicó la trinchera que seccionó esta parte del ala
y en donde se ubicó el corte A de Mejía. Foto JLFS, Junio 2006.
Figura 83: Vista desde el sureste del Perfil C, localizado en la esquina sur del núcleo del cuerpo central
de La Florida. Allí Mejía registra su corte C-1 y también nosotros el único perfil de capas
estratigráficas que pudimos registrar en Huaca La Florida. Foto JLFS, Junio 2006.
516
Figura 84: Dibujo del Corte C-1 de Mejía, ubicado en donde se encuentra nuestro Perfil C, ubicado en
la esquina sur de la Plataforma C, dando frente a la calle 11. (TMX-522, Archivo Mejía Xesspe,
Instituto Riva-Agüero, PUCP).
Figura 85: Dibujo del Corte C-2 de Mejía, ubicado a 10 m. al norte de nuestro Perfil C, ubicado en la
ladera suroeste de la Plataforma C, dando frente a la calle 11. (TMX-522, Archivo Mejía Xesspe,
Instituto Riva-Agüero, PUCP).
517
Figura 86: Dibujo del Corte C-3 de Mejía, ubicado a 7 m. al sur del Perfil A, en el talud suroeste de la
Plataforma C, dando frente a la Calle 11. (TMX-522, Archivo Mejía Xesspe, Instituto Riva-Agüero,
PUCP).
518
Figura 87: Perfil de Patterson, redibujado de la publicación original (1985:62) y con indicación de los
códigos asignados por nosotros a los pisos, rellenos y muros.
519
Figura 88: Vista del muro A5 del Perfil A. Nótese a su Figura 89: Vista de los muros A9 y A10
derecha el relleno A5 y a su izquierda el relleno A6. haciendo esquina. Nótese a la izquierda el
Foto JLFS, Noviembre 2005. relleno A11. Foto JLFS, Noviembre 2005.
Figura 90: Vista del Relleno A1. Nótese a su derecha al muro A1. Foto JLFS, Noviembre 2005.
520
Figura 91: Plano del Perfil A del cuerpo central de La Florida.
521
Figura 92: Dibujo en 3 dimensiones del Perfil A del cuerpo central de La Florida. Dibujo Piero
Damiani.
522
Figura 93: Vista del muro B4 en el Perfil B. Nótese al relleno B4 a su izquierda en la foto. Foto JLFS,
Noviembre 2005.
Figura 94: Vista del muro B7. Nótese al relleno B6 a su izquierda y al relleno B7 encima suyo. Foto
JLFS, Noviembre 2005.
Figura 95: Vista del muro B10. Nótese a su espalda al relleno B8. Foto JLFS, Noviembre 2005.
523
Figura 96: Plano del Perfil B del cuerpo central de La Florida.
524
Figura 97: Dibujo en 3 dimensiones del Perfil B del cuerpo central de La Florida. Dibujo Piero
Damiani.
525
Figura 98: Vista del muro C1 (donde esta apoyado la escala) y C3 (que se adosa a éste por la izquierda).
Nótese al relleno C1 detrás del muro C1 y al relleno C5 detrás del muro C3. Perfil C. Foto JLFS,
Noviembre 2005.
Figura 99: Vista del perfil estratigráfico ubicado en el Perfil C. Foto JLFS, Noviembre 2005.
Figura 100: Vista del muro C2 en el Perfil C, colindante con el perfil estratigráfico a su derecha en el
dibujo. Foto JLFS, Diciembre 2005.
526
Figura 101: Plano del Perfil C del cuerpo central de La Florida.
Figura 102: Dibujo en 3 dimensiones del Perfil C del cuerpo central de La Florida. Dibujo Piero
Damiani.
527
Figura 103: Dibujo del perfil estratigráfico registrado en el Perfil C del cuerpo central. Dibujo JLFS
(22/12/2005)
528
Figura 104: Vista de muros de piedra canteada sosteniendo rellenos de piedra y barro, posiblemente del
Perfil A. Huaca La Florida. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 105: Vista de muros de piedra canteada sosteniendo rellenos de piedra y barro, posiblemente del
Perfil A. Huaca La Florida. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 106: Vista de un muro de adobitos cúbicos unidos con argamasa de barro y con enlucido, que
son cubiertos por un relleno consistente en piedra, barro y piedras pequeñas. Estuvo en un lugar no
precisado del cuerpo central pero posiblemente estuvo en el lado sureste del cuerpo central, dando
frente a la calle 11. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
529
Figura 107: Foto del muro de la foto de adobitos cúbicos. Nótese la capa de enlucido que lo cubría. Algo
importante es que en la superficie superior de este enlucido en el lado izquierdo (junto al inicio del
relleno de tierra y piedras menudas) aparece una sombra caprichosa que es al parecer una pintura
mural en la superficie del enlucido. Esta pintura tendría forma de una mano y su color fue algo oscuro.
Foto de Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 108: Dibujo aproximado de la pintura mural en el enlucido del muro de adobitos de la foto
anterior.
530
Figura 109: Fase de ocupación 3 del cuerpo central.
531
Figura 111: Fase de ocupación 5 del cuerpo central.
532
Figura 113: Fase de ocupación 7 del cuerpo central.
533
Capítulo VII
Figura 114: Plano de los montículos excavados en 1962-63 por Jorge C. Muelle.
Figura 115: Vista aérea de la plaza central del templo en U de La Florida, con indicación de los
montículos PC2, PC3, PC4, la zona de la excavación 2 (zócalo de piedra), el montículo BI2 del brazo
izquierdo, el montículo BD4 del brazo derecho y el Montículo I del Complejo Amancaes. Fuente: SAN
(340-613) (02/02/1944).
534
Figura 116: Dibujo en 3 dimensiones del montículoPC3 donde se ubicó la Excavación 1. Nótese las 2
hiladas de piedra curvas que definieron el muro curvo de la estructura o plaza circular. Redibujado de
la libreta de Pablo Carrera. Archivo del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del
Perú.
535
Figura 118: Croquis en planta del montículo PC4, indicando los lugares de los cateos hechos por Muelle
y la ubicación de la estructura o plaza circular. En la leyenda menciona: “Medidas: largo 35x26 m.,
pared circular 8.90x8.90 m. (diámetro rellenado), ancho de la pared circular: mayor (2.80 m.) y menor
(2.00 m.), altura muro circular: mayor (1.20 m.) y menor (0.30 m.), pared circunferencia 29.00 m.,
inclinación de la pared en la parte más alta 0.22 m.”. Redibujado de la libreta de Pablo Carrera.
Archivo del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.
Figura 119: Corte de la estructura o plaza circular ubicada en el montículo PC4. Redibujado de la
libreta de Pablo Carrera. Archivo del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del
Perú.
536
Figura 120: Dibujo en 3 dimensiones de la trinchera hecha en la vía sur de la avenida Abelardo
Gamarra para el tendido del desagüe, donde se vislumbra el muro de una banqueta que fue parte del
montículo BI2 del brazo izquierdo sobre el que se levantó la casa hacienda Muñoz. Redibujado de la
libreta de José Casafranca. Archivo del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del
Perú.
537
Figura 121: Foto del plano Bendezú, de estructuras del montículo BD4 del brazo derecho. 1963.
Archivo del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.
538
Figura 122: Plano Bendezú con la señalización de todos los muros numerados por nosotros.
539
Figura 123: Dibujo en planta de la zona nuclear de la Excavación 3, hecha en la esquina suroeste del
Montículo BD4.
Figura 124: Dibujo en 3 dimensiones de la Excavación 3, hecha en la esquina suroeste del Montículo
BD4.
540
Figura 125: Corte de la Excavación 3 señalando los muros, rellenos y capas que se registraron en su
excavación.
541
Figura 126: Dibujo en 3 dimensiones de la Excavación 9 y de la Intervención A.
542
Figura 128: Dibujo en 3 dimensiones del Recinto A y de zonas aledañas en el Montículo BD4.
Redibujado de la libreta de Casafranca, 1962-63. Archivo del Museo Nacional de Arqueología,
Antropología e Historia del Perú.
Figura 129: Vista de una de las excavaciones hechas por Muelle en 1962-63. No sabemos con certeza
cuál de las excavaciones fue, pero da la impresión que fuera una de las hechas en el Montículo BD4 del
brazo derecho. Es hasta donde tenemos la única foto de este proyecto de rescate. Foto El Comercio
(06/01/1963).
543
Figura 130: Fase de construcción 1 del Montículo BD4 del brazo derecho.
Figura 131: Fase de construcción 2 del Montículo BD4 del brazo derecho.
544
Figura 132: Fase de construcción 3 del Montículo BD4 del brazo derecho.
Figura 133: Fase de construcción 4 del Montículo BD4 del brazo derecho.
545
Figura 134: Fase de construcción 5 del Montículo BD4 del brazo derecho.
Figura 135: Fase de construcción 6 del Montículo BD4 del brazo derecho.
546
Capítulo VIII
Figura 136: Vista aérea de la zona al sur del cuer- Figura 137: Vista satelital actual del parque Juan
po central de La Florida, donde se ubicaron los Ríos en el distrito del Rímac. El montículo E del
montículos E y el extremo noroeste del montí- Complejo Amancaes se situó en el área del parque
culo G del Complejo Amancaes. La plataforma inmediatamente hacia el suroeste de la cancha de,
JR3 se situó a la mitad de la distancia entre los futbol mientras la plataforma JR3 se situó cerca de
montículos G y C. Sección de la foto aérea del la esquina noroeste del parque. Tomado de Google
SAN (340-978) (12/02/1944). Earth.
Figura 138: Vista del parque Juan Ríos en Octubre de 1957 cuando se realizaron las excavaciones de
Muelle. Archivo Mejía Xesspe (TMX-0797). Instituto Riva-Agüero, Pontificia Universidad Católica del
Perú.
547
Figura 139: Plano del parque Juan Ríos, con ubicación de las unidades excavadas en 1957, hecho en
base a un plano de Bonavia dibujado en su libreta de campo “Trabajo “Parque Juan Ríos” Urbanización
La Florida (Inmediaciones Huaca Florida). Libreta Nº 3” Archivo Duccio Bonavia.
548
Figura 140: Vista desde el noreste del Cateo 1, con el muro CAT1MA en la parte baja del perfil sureste.
Nótese los pisos CAT1PA y CAT1PB a su derecha. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 141: Vista de detalle del muro CAT1MA de cantos rodados grandes. Nótese a su derecha al piso
CAT1PA. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 142: Vista del perfil noroeste del Cateo 1. Archivo Mejía Xesspe (TMX-0793) (1957). Instituto
Riva-Agüero, Pontificia Universidad Católica del Perú.
549
Figura 143: Vista del perfil suroeste del Cateo 1. Nótese en la parte inferior los pisos CAT1PA y
CAT1PB. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
550
Figura 144: Vista desde el norte del Cateo 2. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 145: Vista del perfil suroeste del Cateo 2. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
551
Figura 146: Foto del Cateo 3, donde se nota la unión de los muros CAT3MB y CAT3MC, y también se
percibe un piso asociado a ambos muros que estuvo en el recinto que ambos delimitaron (Piso
CAT3PC) y otro que da la impresión que se extiende por debajo de ellos (piso CAT3PA). Archivo
Mejía Xesspe (TMX-0799) (1957). Instituto Riva-Agüero, Pontificia Universidad Católica del Perú.
Figura 147: Vista de un muro de piedra adosándose a otro de canto rodado en el Cateo 3. Es probable
que el muro de piedra sea el CAT3ME o el CAT3MF. En la leyenda de la foto sólo menciona
“Ampliación Cateo 3”. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 148: Vista de la zona sureste del Cateo 3. La persona de terno observando es Jorge C. Muelle.
Nótese a su izquierda el muro CAT3MD, delante del obrero de gorro el muro CAT3MC y a su derecha
el muro CAT3MB. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
552
Figura 149: Vista del entierro hallado inmediatamente sobre la primera capa de arena amarillenta en el
Cateo 3, que posiblemente sea la evidencia de un fenómeno natural que marca el límite entre las fases
Amancaes y El Bosque. El entierro secundario se depositó también antes de iniciar la construcción del
segundo nivel en la plataforma JR2. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 150: Vista del maxilar inferior recuperado del entierro secundario depositado inmediatamente
después de la capa de arena amarillenta en el Cateo 3. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 151: Vista de una trinchera con la cabecera de un muro de cantos rodados grandes al fondo, que
probablemente sea el muro CAT3MA del Cateo 3, notándose también al fondo el Cateo 5. Archivo
Mejía Xesspe (TMX-0801). Instituto Riva-Agüero, Pontificia Universidad Católica del Perú.
553
Figura 152: Plano de los cateos 3 y 5, con los muros que conformaron la Plataforma JR2. Hecho en
base a un plano elaborado por José Casafranca presente en su libreta de campo“Excavaciones
arqueológicas en el sector II de la zona “Huaca La Florida” (Parque Infantil “Juan Ríos”)” (JM-340).
Archivo Jorge C. Muelle. Instituto Riva Agüero, Pontificia Universidad Católica del Perú.
554
Figura 153: Fase de construcción 1 de la Plataforma JR2 del Parque Juan Ríos.
Figura 154: Fase de construcción 2 de la Plataforma JR2 del Parque Juan Ríos. Sobre el piso CAT3PA
se ubicó el estrato de arena amarillenta sobre el cual se depositó el contexto de ofrenda de huesos
humanos que fue un entierro secundario. Este evento fue importante ya que marca el límite entre las
fases Amancaes y El Bosque.
555
Figura 155: Vista de sur a norte de la zona donde se empezó a excavar el Cateo 4. En primer plano la
cabecera del muro CAT4MB, al fondo nótese la superposición de los pisos: CAT4PA (en el cual está
apoyado la lampa), CAT4PB (de superficie de canto rodado) y CAT4PC (también de canto rodado). A
la izquierda de la lampa en la foto la cara del muro CAT4MA. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 156: Vista de sureste a noroeste de la zona donde se empezó el Cateo 4. A la izquierda el muro
CAT4MB de canto rodado y a la derecha la sucesión de los pisos CAT4PB y CAT4PC. En la parte
superior de la foto el inicio del muro CAT4MA. Foto de Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 157: Vista desde la esquina de los muros CAT4MB y CAT4MF de todo el largo de una trinchera
que se excavó junto a la cara norte del muro CAT4MB, en el Cateo 4. Nótese al fondo la calle 19 de la
Urb. La Florida. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
556
Figura 158: Vista de la mancha de ceniza de color blancuzco (cal con inclusiones de conchas calcinadas)
que se encontró en la capa B del segundo perfil del Cateo 4, sobre el piso CAT4PD, colindante con la
esquina de los muros CAT4MF y CAT4MM. Cerca de este hallazgo se encontraron las valvas de choros
con pintura roja y los tubitos de caña carbonizada que tenían dentro también esta sustancia. Foto
Duccio Bonavia, Octubre 1957.
Figura 159: Vista de la esquina interna de los muros CAT4MF y CAT4MM del Cateo 4. A la izquierda
el muro CAT4MM. Nótese junto a la lampa la superficie del piso CAT4PE. Foto Duccio Bonavia,
Octubre 1957.
Figura 160: Vista de detalle de la superficie del piso CAT4PE de canto rodado. Foto Duccio Bonavia,
Octubre 1957.
557
Figura 161: Vista del Cateo 4 después de ser inundado por personal de las obras de edificación del
Parque Juan Ríos el 18 de Octubre de 1957. Foto Duccio Bonavia.
Figura 162: Vista de la cabecera del muro de canto rodado B de Bonavia, que es el CAT3MA. Al
parecer es de la sección de la excavación que unió el Cateo 5 con el Cateo 3. Foto Duccio Bonavia,
Octubre 1957.
Figura 163: Vista del Cateo 5 desde el sureste. A la izquierda se nota el muro CAT3MA y a la derecha
de la trinchera el CAT5MA. Foto Duccio Bonavia, Octubre 1957.
558
Figura 164: Dibujo en 3 dimensiones de la zona nuclear del Cateo 4, en donde se notan los pisos
CAT4PA, CAT4PB y CAT4PC y junto a ellos a la izquierda el muro CAT4MA. Tomado de la versión
mecanografiada de la libreta de José Casafranca de las excavaciones de 1957. Archivo Hermilio Rosas.
Figura 165: Dibujo en 3 dimensiones de la esquina noreste de la plataforma JR3, donde se ubicaron
varios hallazgos, entre ellos el horno watia. Redibujado de la libreta de Casafranca “Excavaciones
arqueológicas en el sector II de la zona “Huaca La Florida” (Parque Infantil “Juan Ríos”)” (JM-340) en
el Archivo Muelle del Instituto Riva-Agüero, PUCP.
559
Figura 166: Plano de las evidencias descubiertas para la Plataforma JR3 (Cateo 4). Tomado de la
versión mecanografiada de la libreta de José Casafranca de las excavaciones de 1957. Archivo Hermilio
Rosas.
560
Figura 167: Plano de la Plataforma JR3 hecho en base al plano anterior de la versión mecanografiada
de la libreta de Casafranca con indicación de los códigos asignados por nosotros a los muros, pisos, etc.
Archivo Hermilio Rosas.
561
Figura 168: Dibujo en 3 dimensiones de la Excavación 1 del Parque Juan Ríos. Redibujado de la libreta
de Casafranca “Excavaciones arqueológicas en el sector II de la zona “Huaca La Florida” (Parque
Infantil “Juan Ríos”)” (JM-340) en el Archivo Muelle del Instituto Riva-Agüero, PUCP.
Figura 169: Fase de construcción 4 de la Plataforma JR3 del Parque Juan Ríos.
562
Figura 170: Fase de construcción 5 de la Plataforma JR3 del Parque Juan Ríos.
Figura 171: Fase de construcción 6 de la Plataforma JR3 del Parque Juan Ríos.
563
Figura 172: Fase de construcción 7 de la Plataforma JR3 del Parque Juan Ríos.
Figura 173: Fase de construcción 8 de la Plataforma JR3 del Parque Juan Ríos.
564
Figura 174: Fase de construcción 9 de la Plataforma JR3 del Parque Juan Ríos.
Figura 175: Fase de construcción 10 de la Plataforma JR3 del Parque Juan Ríos.
565
Capítulo IX
La Florida Marrón
566
La Florida Rojo
La Florida Naranja
La Florida Gris
La Florida Negro
567
Cerámica de las excavaciones de Muelle (1962-63)
568
Fig. 204: MPL-1RF-28 Fig. 205: MPL-1RF-47 Fig. 206: MPL-1RF-75
569
Cerámica del Montículo I del Complejo Cerámica del Montículo BI2
Amancaes (Figs. 215, 216 y 217)
De la capa A de la Excavación 8
169
Todos los dibujos de bordes y bases, si no estan especificados, son de Gabriela de los Ríos. La escala de
los dibujos, si no esta especificada, es de 1:1 (tamaño natural).
570
Fig. 223: MPL-1RF-25 Fig. 224: MPL-1RF-62 Fig. 225: MPL-1RF-61
571
Figura 232: MPL-2.M.-14B
572
Figura 242: MPL-2.M.-2Ba
573
Fig. 251: MPL-2M-39B
574
Figura 260: MPL-2M-47B
Figura 261: MPL-2M-48B (escala 1: 1.25) (reducido en un 25%) (el diámetro es 28 cm.)
575
Fig. 270: MPL-2M-107 Fig. 271: MPL-2M-108 Fig. 272: MPL-2M-109
576
Fig. 285: MPL-2M-134 Fig. 286: MPL-2M-51B
577
Figura 292: MPL-2M-51B
578
Figura 300: MPL-2M-13Ba
579
Figura 310: MPL-2M-75B
580
Figura 319: MPL-2M-18Ba
581
Fig. 328: MPL-2M-92 Fig. 329: MPL-2M-93 Fig. 330: MPL-2M-94
582
Figura 341: MPL-2M-32B
583
Figura 350: MPL-2M-68B y MPL-2M-69B
584
Figura 359: MPL-2M-23B
Procedencia no definida
585
Figura 371: MPL-2M-46B
586
Fig. 378: MPL-1IS-8B
(fragmento de decoración bícroma)
587
Figura 384: MPL-1.I.S-10B y MPL-1.I.S-11B
588
Fig. 393: MPL-1RF-5 Fig. 394: MPL-1RF-6
589
Figura 402: MSM-3.1-2B
590
Fig. 410: MSM-3.2-6B
MSM
MSM
Fig. 413: MSM-1.2-17B y MSM-1.2-18B
591
Cerámica de la recolección de Ramiro Matos (1962)
592
Fig. 423: MSM-5.1-26B
593
Cerámica de Thomas C. Patterson (dibujos) (1985)
Fig. 430: Dibujo de las 4 formas cerámicas definidas por Thomas C. Patterson para la cerámica de La
Florida (a) olla sin cuello, b) plato abierto, c) taza grande poco profunda, d)botella de un solo cuello),
en base al material recogido de las capas de basura presentes entre los pisos de la vivienda de quincha
registrada en su perfil adosada a la Plataforma 01 que corresponde a la Segunda Ocupación, Fase 2 del
cuerpo central, que correspondería a la fase El Bosque (1500-1200 a.C.). Tomado de Patterson
(1985:64).
Fig. 431: MPL-1RF-16 Fig. 432: MPL-1RF-19 Fig. 433: MPL-1RF-20 Fig. 434: MPL-1RF-22
594
Fig. 435: MPL-1RF-24 Fig. 436: MPL-1RF-26 Fig. 437: MPL-1RF-29 Fig. 438: MPL-1RF-31
Fig. 439: MPL-1RF-32 Fig. 440: MPL-1RF-33 Fig. 441: MPL-1RF-34 Fig. 442: MPL-1RF-36
Fig. 443: MPL-1RF-37 Fig. 444: MPL-1RF-41 Fig. 445: MPL-1RF-42 Fig. 446: MPL-1RF-43
Fig. 447: MPL-1RF-46 Fig. 448: MPL-1RF-48 Fig. 449: MPL-1RF-49 Fig. 450: MPL-1RF-50
Fig. 451: MPL-1RF-51 Fig. 452: MPL-1RF-52 Fig. 453: MPL-1RF-53 Fig. 454: MPL-1RF-54
Fig. 455: MPL-1RF-58 Fig. 456: MPL-1RF-63 Fig. 457: MPL-1RF-64 Fig. 458: MPL-1RF-67
595
Fig. 459: MPL-1RF-68 Fig. 460: MPL-1RF-71 Fig. 461: MPL-1RF-72 Fig. 462: MPL-1RF-73
Colección Fung-Caycho
596
Figura 473: Vista del lugar donde Muelle y Mejía hallaron Figura 474: Otra vista del lugar
la vasija de doble pico y asa puente in situ (el primer donde se encontró la vasija. Archivo
nivel de la capa C del Corte A de Mejía). Nótese debajo fotográfico del MA-UNMSM.
de ese estrato la capa B consistente en arena fina y
limpia de color gris, producto probablemente de un
Fenómeno del Niño que afectó la zona entre las fases
San Jerónimo y Amancaes, hacia el 1800 a.C. aprox.
Archivo fotográfico del Museo de Arqueología de la
UNMSM.
Figura 475: Toribio Mejía Xesspe revisando la vasija de doble Figura 476: Mejía revisando un textil
pico y asa puente recien encontrada. De izquierda a derecha de La Florida, sosteniendo en su mano
Muelle, Mejía, José Matos Mar, Sra. De Pulgar, Rosa Fung y la vasija de doble pico y asa puente.
Francisco Iriarte. Archivo fotográfico del MA-UNMSM. Archivo fotográfico del MA-UNMSM.
Figura 477: Dibujo de la vasija de las fotos anteriores de Figura 478: Vasija similar de
La Florida. Cardal (Burger, 1993:96-97).
597
Capítulo X
Atmospheric data from Reimer et al (2004);OxCal v3.10 Bronk Ramsey (2005); cub r:5 sd:12 prob usp[chron]
N 44 : 3760±170BP
4500BP 68.2% probability
Radiocarbon determination
3500BP
3000BP
Atmospheric data from Reimer et al (2004);OxCal v3.10 Bronk Ramsey (2005); cub r:5 sd:12 prob usp[chron]
4500BP N 87 : 3660±170BP
68.2% probability
Radiocarbon determination
3500BP
3000BP
598
Atmospheric data from Reimer et al (2004);OxCal v3.10 Bronk Ramsey (2005); cub r:5 sd:12 prob usp[chron]
GX 0456 : 3645±120BP
4200BP
68.2% probability
Radiocarbon determination
3400BP
3200BP
3000BP
Atmospheric data from Reimer et al (2004);OxCal v3.10 Bronk Ramsey (2005); cub r:5 sd:12 prob usp[chron]
GX 1210 : 3680±85BP
4200BP 68.2% probability
Radiocarbon determination
3600BP
3400BP
3200BP
599
Figura 483: Calibración del fechado N-44 de La Florida con la curva Marine04 (valor máximo).
Figura 484: Calibración del fechado N-44 de La Florida con la curva Marine04 (valor mínimo).
600
La Florida Costa Garagay Huachipa Huachipa Valle del Chillón Ancón
(Fuentes 2009) central (Ravines (Silva y García (Palacios 1988, (Silva 1996) (Rosas 1970,
(Moseley 1982) 1997) 1999) 2007)
1975)
0 Huachipa-
Jicamarca D-2
100 Huachipa- Fase IX
a.C. Jicamarca D-1 Huayco Chavinoide
Huachipa- Pinazo
500 Jicamarca C Cerro
a.C. Huachipa
Figura 485: Cuadro de comparación de la secuencia cronológica propuesta para Huaca La Florida con otras secuencias de la costa central.
601
602