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VUELTA EN U

(OTRA PERSPECTIVA DE LA CRISIS UNIVERSITARIA)

Marco Antonio García Claros

Habiendo transcurrido casi ocho semanas del paro


estudiantil en contra de la titularización docente por decreto, resulta imperativo
recordar que el año pasado este mismo problema tuvo paralizadas las actividades
académicas durante el mes de septiembre de 2014, sólo que entonces quienes
dispusieron el paro fueron los docentes, reclamando la titularización de los
docentes extraordinarios, protesta que ante la negativa de las autoridades para
convocar a una sesión extraordinaria de Consejo Universitario que considere tal
exigencia culminó con el retorno a clases y la declaración de la dirigencia docente
de que acudirían a instancias judiciales para resolver su petición y de esa manera
reivindicar su reclamación. Como corolario de esa protesta, el Rectorado publicó
el 5 de octubre de 2014 una extensa solicitada en el periódico Los Tiempos cuya
principal conclusión era que las reformas requeridas por el gremio docente al
Reglamento General de Docencia Universitaria, era el III Congreso Universitario,
como única alternativa seria y responsable para considerar este problema y otros.
Ahora, su posición resulta inexplicablemente diferente a la que postulaba el año
pasado.

Ahora, les ha correspondido a los estudiantes disponer la paralización de


actividades, afectando inclusive a las oficinas del rectorado y el cierre del campus
central de Las Cuadras, sin permitir el acceso de los trabajadores administrativos.

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En ambos casos, la paralización de actividades académicas obedeció a las
mismas motivaciones relacionadas con la titularización de los docentes
extraordinarios, con la excepción que ahora estamos en un clima preelectoral, en
el cual el posible candidato al rectorado ha querido tener una ventaja sobre su
posible contendor, al aprobar de manera sorpresiva inicialmente la resolución
rectoral ad referéndum del Consejo Universitario, el cual sorpresivamente a través
en fecha 7 de abril de 2015 dicta la Resolución 01/2015 aprobando la titularización
de los docentes extraordinarios en la categoría de asistentes, antes de que
prosperase la acción de amparo constitucional planteada por interpósita persona
por la dirigencia docente presidida por un ex rector, la que fue cuestionada en
comunicado oficial de la UMSS publicado en el periódico Los Tiempos de 15 de
marzo de 2015.

RECONOCIMIENTO DE DERECHOS POLÍTICOS DE DOCENTES


EXTRAORDINARIOS, EL ORIGEN DEL CONFLICTO

Entendemos que la causa primigenia del conflicto y de la actual crisis radica


en el reconocimiento de derechos políticos de los docentes extraordinarios, pues
el Estatuto sólo otorga derechos para ser elegible como congresal o consejero a
los diferentes órganos de gobierno universitario a los docentes ordinarios, así
como para acceder a los cargos de directores.

En fecha 13 de abril de 2010, el Consejo Universitario dictó la Resolución


R.C.U. N° 01/2010 ad referéndum de Congreso Universitario, ampliando y
declarando la igualdad plena de todos los derechos políticos a los docentes
extraordinarios, en los organismos de cogobierno universitario participando
plenamente en los Consejo de Carrera, Consejos Facultativos y Consejo
Universitario, en cuya parte considerativa se hace referencia a la Resolución de
Consejo Universitario de 2 de agosto de 2007, en el que se dispuso la
participación de los docentes extraordinarios en el II Congreso Institucional. Por
supuesto que ambas Resoluciones vulneran el Estatuto. Una resolución firmada
por el Rector declarando que es “ad referéndum del Congreso Universitario” es
simplemente inexistente en el ordenamiento jurídico universitario y está usurpando

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la competencia de ese máximo órgano del gobierno y decisión universitario, lo que
determina que sea una resolución nula de pleno derecho, y por tanto nula la
decisión de otorgar derechos políticos a los docentes extraordinarios.

Pero esta situación anómala fue repetida cuando se dictó la Resolución


Rectoral R.R. N° 420/10 de 27 de septiembre de 2010, con carácter ad
referéndum del Consejo Universitario, resolución también inexistente en el
ordenamiento jurídico universitario, pero además de estar basadas en las
precedentes resoluciones anti estatutarias. En dicha resolución rectoral se
ampliaron los derechos políticos de los docentes extraordinarios, en cargos
elegibles del gobierno universitario, desde Director de Carrera, Director
Académico, Director Universitario, Decano, Vicerrector hasta Rector, la misma que
transgrede el Estatuto, pues el Rector no tiene competencia para dictar ese tipo de
resoluciones, y tampoco es competencia del Consejo Universitario modificar el
Estatuto. Seguramente persuadido de la ilegalidad con la que había procedido el
Rector, el Consejo Universitario dictó la Resolución RCU N° 09/11 de 19 de mayo
de 2011 dejando sin efecto la Resolución Rectoral R.R. N° 420/10 de 27 de
septiembre de 2010, sin desconocer los procesos electorales de autoridades
cuyas convocatorias fueron aprobadas por el Consejo Universitario, que
posibilitaron que docentes extraordinarios asuman cargos vedados para ellos por
el Estatuto, suspendiendo aquellos procesos que se encontraban en curso.

El 26 de mayo de 2011, el Consejo Universitario dictó la Resolución R.C.U.


N° 15/11 disponiendo que “A fin de encarar la solución de la demanda de
titularización de los docentes extraordinarios, se dispone que los Consejos
Facultativos, de Escuela y de la Carrera de Enfermería propongan ante el H.
Consejo Universitario, en un plazo no mayor de quince días, reglamentos
aprobados por sus respectivos Consejos, de Titularización docente”, decisión que
parece que no fue cumplida. Pero además dispuso que “Los Consejos
Facultativos, de Escuela y de la Carrera de Enfermería deberán igualmente
proponer ante el H. Consejo Universitario el reconocimiento de la calidad de
docentes ordinarios de todos aquellos colegas docentes que habiendo aprobado

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Procesos de Selección, Evaluación y Admisión Docente, pero no ganado, y que se
encuentran en el ejercicio de la docencia, para que se emitan los correspondientes
nombramientos de Docentes Titulares u Ordinarios”. Como se debería entender
eso de “aprobado” pero no “ganado” procesos de selección, evaluación y admisión
docente? La única respuesta que se puede pergeñar es que existen docentes
extraordinarios que se presentaron a procesos de selección, pero no ganaron en
los mismos y que otros si lo hicieron, pero que estos que si obtuvieron nota de
aprobación del proceso, también accedieron a la docencia, aunque en calidad de
extraordinarios. Situación por demás rara pero digna de ser mencionada.

Mediante Resolución del Consejo Universitario R.C.U. N° 26/11 de 28 de


junio de 2011, se ratifica el derecho a la estabilidad laboral de todos los docentes
extraordinarios, que habiendo accedido al ejercicio de la docencia, mediante
procesos de selección internos, no podrán ser removidos de sus cargos, en tanto
no se resuelva un proceso universitario de titularización docente.

VULNERACIÓN DEL ESTATUTO ORGÁNICO Y DEL REGLAMENTO


GENERAL DE DOCENCIA UNIVERSITARIA
A partir del reconocimiento de derechos políticos a los docentes
extraordinarios se provoca un proceso de desinstitucionalización de la precaria
institucionalidad universitaria, pues con ese acto se vulneró de manera flagrante el
Estatuto Orgánico de la Universidad Mayor de San Simón, y al que se suma
actualmente la Resolución 01/2015 de titularización de docentes extraordinarios,
por un Consejo Universitario en el que con seguridad participaron docentes
extraordinarios que como autoridades y consejeros docentes votaron por sí
mismos, es decir por la aprobación de la resolución, lo que resulta cuestionable
por el conflicto de intereses existente.

La Resolución de Consejo Universitario R.C.U. 01/2015 siendo contraria al


Estatuto Orgánico de la Universidad Mayor de San Simón y al Reglamento
General de la Docencia Universitaria, es nula de pleno derecho e incurre en la
misma nulidad, la Resolución 02/2015 que la complementa, considerando que la
Constitución Política del Estado determina que son nulos los actos de las

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personas que usurpen funciones que no les competen, así como los actos de las
que ejercen jurisdicción o potestad que no emane de la ley. El Consejo
Universitario ha usurpado funciones que competen al Congreso Universitario al
dictar la Resolución R.C.U. N° 01/2010 de 13 de abril de 2010, la Resolución
R.C.U. N° 09/11 de 19 de mayo de 2011, la Resolución R.C.U. N° 01/2015 y la
Resolución R.CU. N° 02/2015. Asimismo, el Rector ha usurpado funciones que no
le competen al dictar la Resolución R.R. N° 420/2010 de 27 de septiembre de
2010. Ningún proceso de titularización que se base en la trasgresión del
ordenamiento jurídico universitario puede ser válido e incuestionable.

NULIDAD DE LA RESOLUCIÓN H.C.U. N° 01/2015

En fecha 7 de abril de 2015, el Consejo Universitario aprobó la titularización


de los docentes extraordinarios en la categoría de asistentes. Dicha medida
vulnera el Reglamento General de la Docencia Universitaria aprobado por el I
Congreso Universitario, máxima instancia del gobierno universitario, el mismo que
reconoce tres categorías en la docencia universitaria: docentes honoríficos,
docentes extraordinarios y docentes titulares u ordinarios. Dicho Reglamento
determina que los docentes titulares u ordinarios son aquellos que obtuvieron la
cátedra por el Sistema de selección, evaluación y admisión o pruebas de
oposición, para ser incorporados en el Escalafón Docente. En consecuencia,
estando en vigencia dicho Reglamento, el Consejo Universitario no tiene
competencia para modificar el Sistema de titularización, y en caso de hacerlo
vulneraría el ordenamiento jurídico universitario determinando de ese modo que se
incurra en la nulidad de ese acto, que es lo que ha acontecido.

El referido Reglamento ya contempla lo relacionado con el Escalafón


Docente y el proceso de evaluación que se debe efectuar periódicamente, de
manera que lo único que cabía es aplicarlo.

Las observaciones y cuestionamientos planteados por la dirigencia docente


respecto a la caducidad y obsolescencia, de dicho Reglamento no tienen sustento
legal alguno y por tanto son absolutamente impertinentes, asi como la pretensión

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de aprobar un nuevo Reglamento de Docencia Universitaria, que tendría que ser
aprobado en Congreso Universitario y tendría aplicación a futuro, y no con
carácter retroactivo, lo que también hecha por tierra, el esfuerzo realizado para
sustentar la Resolución 02/2015.

VULNERACIÓN DE SU PROPIO ORDENAMIENTO JURÍDICO


Podemos concluir en que el origen de los recurrentes conflictos que afectan
a la normalidad universitaria están relacionados con una permanente vulneración
de su propio ordenamiento jurídico, en el que incurren los diferentes niveles de
gobierno, incluso facultativos y de carrera, los cuales remedian induciendo a la
movilización de los afectados, arrancando por la fuerza sus reivindicaciones e
imponiéndose a la razón, por supuesto derrotando la legalidad. Esta conducta
omisiva no sólo puede derivar en responsabilidades administrativas y civiles, sino
inclusive penales, de todos los actores, en las diferentes instancias de gobierno,
acostumbradas a generar estos conflictos.

Pero además de no estar dotados de todos los instrumentos normativos que


son necesarios para un desenvolvimiento adecuado. Resulta por demás extraño
que la UMSS carezca de un Reglamento de Procesos Universitarios o de un
Reglamento de Permanencia Estudiantil, o que no se haya remozado el
Reglamento Interno de Personal para adecuarlo a la Constitución Política del
Estado.

Las autoridades ni los gremios docente y universitario quieren entender que


el Estatuto Orgánico es la norma fundamental de organización y funcionamiento
de la Universidad, y que todos deben cumplirla y exigir su cumplimiento. Así lo
determina la Constitución Política del Estado. La autonomía universitaria es
posible desarrollarla a partir del estricto cumplimiento de lo estipulado estatutaria y
reglamentariamente, sin alegar de manera extravagante su caducidad u
obsolescencia, de acuerdo a conveniencia de los interesados.

Lo que es posible apreciar es que este y otros conflictos tienen su origen en


la vulneración sistemática del Estatuto Orgánico de la UMSS o del Reglamento

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General de Docencia Universitaria dictando resoluciones con cargo de ratificación
o aprobación de congreso o de consejo universitarios, sin percatarse de las
consecuencias que podrían resultar si el Congreso o el Consejo Universitarios no
ratifican o respaldan esas decisiones. Este juego de azar en la conducción de una
universidad pública resulta altamente pernicioso, mucho más cuando debe rendir
cuentas a la sociedad respecto a los bienes y recursos que se les ha confiado a
sus temporales administradores.

POSICIÓN DEL ESTAMENTO ESTUDIANTIL


La dirigencia estudiantil ha obrado con más sentido común y criterio que los
otros estamentos de la comunidad universitaria. Podemos reprochar sus métodos,
criticar la condición de verdaderos dinosaurios de los dirigentes estudiantiles, de
los montos que administran, de los beneficios que reciben y de la violencia
injustificada que han ejercido durante su protesta, se puede descalificar a sus
protagonistas o procesarlos y pueden haber muchos argumentos válidos para
hacerlo, pero inclusive si quitásemos de por medio a estos dirigentes, no
podríamos alterar el completo desprestigio ante la población debido a esta
titularización docente por decreto, que resulta perjudicial para sus beneficiarios,
pues sobre ellos subsistirá el estigma de haber alcanzado su titularidad sin cumplir
lo dispuesto por el Reglamento General de la Docencia Universitaria, así la
califiquen de obsoleta, caduca y otros epítetos.

Nadie quiere entender que la denuncia de titularización docente por decreto


ha rebasado el ámbito universitario y forma parte ahora del debate ciudadano,
quienes cuestionan la forma en la que se pretende zanjar lo que se ha venido en
llamar “deuda histórica”, cuya factura está resultando demasiado onerosa por el
desprestigio en el que se ha sumido la Casa Superior de Estudios.

Lamentablemente, ni la dirigencia docente ni las autoridades universitarias


han dado una respuesta adecuada al problema, limitándose a dar justificaciones
incomprensibles y reiterativas.

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REVOCATORIA DE LA RESOLUCIÓN 01/2015 Y CONVOCATORIA AL
TERCER CONGRESO UNIVERSITARIO
Hace varias semanas nueve docentes de la Universidad emitimos un
pronunciamiento público para que se revoque la Resolución cuestionada y se
convoque al III Congreso Universitario, como la máxima instancia de gobierno
universitario, competente para debatir democráticamente éste y todos los temas
que permita darle una solución quirúrgica a la crisis universitaria, erradicando
todos sus males. Como hemos visto, esta propuesta no es nueva y ya se la
realizó por las propias autoridades universitarias en octubre de 2014.

Lamentablemente, esta posición no ha prosperado imponiéndose la


asumida por la dirigencia docente en la Asamblea Extraordinaria Docente
realizada el 18 de mayo de 2015, complementando la Resolución 01/15 en la
Reunión de Consejo Universitario de 27 de mayo de 2015. Esa no ha sido una
respuesta inteligente a la crisis, pues se ha asumido que si se procede a la
revocatoria de la resolución cuestionada, sería una derrota de parte del gremio
docente y de las autoridades, sigilosas en la temprana carrera electoral
emprendida por el actual Rector y el Secretario Ejecutivo de la FUD para el
Rectorado y Vicerrectorado. Al haberse obstinado el gremio docente y las
autoridades universitarias en mantener vigente dicha decisión y simplemente
complementarla, la Universidad le ha dado la espalda a la población, y eso si es
grave, pues supone que las causas que originaron este conflicto persistan.

Por ello es que pese a que la vocería oficial de la Universidad dio por
concluido el conflicto con la aprobación de la resolución 02/2015, el hecho de que
no se hayan abierto sus puertas el día jueves 28 ni reanudado clases hasta el día
de hoy demuestran que el conflicto persiste.

Ahora entendemos que quienes mantienen cerradas las puertas de la


academia no son únicamente las dirigencias docente y estudiantil a su turno, sino
todos aquellos que desde hace mucho tiempo medran de la universidad.

2 de junio 2015

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