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Editorial:
Manantial
Cantidad de páginas:
266
Lugar de publicación:
Buenos Aires
Fecha de publicación:
Agosto de 2002
Encarar reflexiones filosóficas vinculadas a las ciencias sociales plantea ingresar en un terreno de fecundas
polémicas. La serie de artículos compilados por Federico Schuster, decano de la Facultad de Ciencias
Las ciencias sociales han suscitado la mirada de la filosofía desde su misma constitución y a lo largo de su
recorrido, la diferenciación de objeto y método dio cuenta no sólo de la separación entre ciencias naturales y
culturales, sino también de la distinción entre explicación y comprensión. La síntesis entre el objetivo de
explicar y comprender la diversidad social no sólo supera viejas dualidades, sino que replantea los
En el marco de esta complejidad, Schuster recrea la conformación del equipo de trabajo a partir de 1986.
“Nos dimos cuenta –señala el investigador– que era imposible abordar el debate entre naturaleza y
comprensivistas si no se asumía posición respecto del lugar de la subjetividad en la ontología social”. Una
definición a la cual incorpora la “concepción de una filosofía de la ciencia orientada a un conjunto acotado de
disciplinas” en abierta distancia con la visión de una epistemología general “válida para todos los campos del
saber por igual”. El nombre mismo del libro (heredado de un curso dictado en la UBA) “terminó
constituyendo –recuerda el autor– nuestra identidad académica”. Es así como los trabajos reunidos traducen
El interrogante “¿qué es hacer ciencia y cómo se hace?” unifica las tensiones entre las posturas dominantes
en el debate epistemológico del siglo XX y permite cohesionar el movimiento que va del naturalismo al
postempirismo, la propuesta hermenéutica con el replanteo de la relación clásica entre sujeto y objeto del
conocimiento y “la idea de un acercamiento comunicativo entre sujetos” como revalorización de los aspectos
de la subjetividad de la vida social, las interpretaciones cotidianas del mundo, la acción y los significados
socialmente atribuidos a ella”. Los siete trabajos proponen mostrar “que el mundo social, del que toda
ciencia social se ocupa, es la construcción intersubjetiva de agentes sociales conscientes, que actúan, sin
embargo, en el contexto de una realidad social cuyas condiciones de estructuración se les presentan dadas”.
Los capítulos discurren entre el análisis de la corriente comprensiva en el ejemplo paradigmático de Alfred
hermenéuticos para las ciencias sociales y la acción comunicativa de Jürgen Habermas, y las cuestiones en
Contenidos y controversias no ahuyentan la atracción del lector, por el contrario la conquistan. Son páginas
que vierten vivencias docentes y pasión por desentrañar los dilemas del conocimiento.
Para el que no es especialista ni aficionado a la epistemología, el título de este libro le podrá inducir temor o un
aburrimiento anticipado. Sin embargo, en estas páginas no se presentan modelos asépticos de investigación empírica
para las ciencias sociales, ni se discuten cuáles son los mejores modelos de explicación científica para la sociología
o la ciencia política. Tampoco se brinda un exhaustivo panorama histórico de la disciplina ni se disfraza de
neutralidad la perspectiva de los autores.
Por el contrario, en Filosofía y métodos de las Ciencias Sociales se habla desde la ciencia social, desde la
experiencia reflexiva de aquellos que la practican. No es la voz de una escuela o una corriente de pensamiento
particular la que aquí se hace presente, sino una pluralidad de enfoques que hoy dan vida a las principales teorías
sociales y políticas. El recorrido incluye la transición entre el empirismo y el postempirismo; la problemática del
individualismo metodológico y la búsqueda de alternativas a la teoría de la elección racional; la sociología
comprensiva y su trasfondo fenomenológico; el surgimiento del paradigma hermenéutico; las contribuciones de la
teoría de la estructuración; el aporte de Habermas para la redefinición de la objetividad en ciencias sociales, y el
surgimiento de un "campo pragmatista" articulador de múltiples iniciativas del análisis social.
De todos modos, la atracción de este libro quizá no resida, principalmente, en esta variedad de temas, sino en que
nos invita a capitalizar una enseñanza: toda intervención teórica supone una modificación del objeto de estudio.
Pero ese "objeto de estudio" no es algo lejano; el lector desprevenido deberá saber que en la discusión acerca de la
filosofía y los métodos de las ciencias sociales lo que está en juego es la suerte de su sociedad.