Si la cura psicoanalítica es una cura por la palabra, habría que cambiar las palabras que se utilizan

para diseñar soluciones, pues desde ahí comienza un mal abordaje de las problemáticas. En el
lenguaje de las políticas públicas hay muchas maneras de designar a la población a la que se le
brinda una solución, que en la mayoría de los casos son excluyentes, peyorativas, victimizantes. Si
las personas que van a ayudar a determinado sector social los nomina con ciertos calificativos
estigmatizantes es evidente que no es posible lograr de esta manera la condiciones de igualdad
necesarias, pues si operamos como lo hemos hecho hasta el momento sólo actuamos en función
de aplacar temporalmente el descontento de la comunidad.