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UNIDAD 3, PASO 3

REALIZAR EL PROCESO DE ANÁLISIS ETNOGRÁFICO

ESTUDIANTE

LAURA VICTORIA LÓPEZ LEÓN – 1.093.215.223

GRUPO COLABORATIVO – 25

TUTOR

OMAR ALEJANDRO AFANADOR

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA

ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES

PROGRAMA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

CURSO ETNOGRAFÍA

NOVIEMBRE, 2018
Introducción

El trabajo informal representa una de las principales fuentes de ingreso de la población


latinoamericana; en nuestro país son muchísimas las familias que subsisten gracias a oficios
que encuentran en calles y parques e incluso en el campo. Según estudios, ocho de cada diez
personas que trabajan en el campo, se encuentran realizando alguna actividad informal que
les permite generar ingresos pero no contribuyen a la satisfacción plena de sus necesidades
básicas (Diario Portafolio, 2018). En este sentido, el trabajo informal no garantiza la
estabilidad económica ni la seguridad social.

El presente documento da cuenta de la experiencia etnográfica obtenida a partir del ejercicio


de observación realizado en la zona centro del municipio risaraldense, Santa Rosa de Cabal,
aplicado a la población de trabajadores informales. El análisis ha evidenciado que sectores
como el comercio, turismo, artesanía y el transporte, son fundamentales generadores de
trabajo informal en la región. Así, el curso de Etnografía ofertado por la Universidad
Nacional Abierta y a Distancia, posibilita el hallazgo y registro de manifestaciones
socioculturales, económicas y ambientales del contexto inmediato del estudiante, lo que
puede convertirse en el diseño de medidas y estrategias que ayuden a fortalecer aspectos
comunitarios como lo son la identidad, la participación y el tejido social.

Por lo tanto, este análisis parte del ejercicio de triangulación etnográfica que implica la
relación entre lo observado y diferentes componentes conceptuales para que los argumentos
cobren mayor veracidad, y por último con la construcción epistemológica del investigador.
Análisis: Triangulación de la información

Santa Rosa de Cabal, es el segundo municipio de Risaralda en tamaño después de Pereira,


ubicada a 25 minutos de distancia. Es un pueblo en permanente desarrollo urbanístico y
comercial. Su principal ingreso es la producción de café y desde hace algunos años el turismo
también se ha convertido en un importante factor enriquecedor del municipio debido a su
continuo crecimiento.

Debido al pésimo uso de los recursos naturales como el suelo, el agua y los bosques, mediante
la deforestación y la expansión del área urbana hacia el campo, ha bajado de manera
impresionante la producción del café, por lo que los campesinos se han venido de las
montañas al casco urbano, donde se ven obligados a trabajar en cualquier tipo de tarea,
desde cuidadores y limpiadores de carros, hasta vendedores de globos y mangos.

En el ejercicio de observación etnográfica realizado en la comunidad de Santa Rosa de Cabal,


municipio de Risaralda, a la población de trabajadores informales del sector central, se ha
podido registrar que existen muchas personas cuya ocupan en oficios de subsistencia, ventas
de productos en la calle y en los andenes. María Osley Garzón, en su texto
analíticoInformalidad y vulnerabilidad laboral: aplicación en vendedores con empleos de
subsistencia (2017), describe la vulnerabilidad laboral como "la condición de aquellos que
deben trabajar de día para comer de noche, que presentan una escasa o inexistente posesión
de activos y una mínima estructura de oportunidades para prevenir, hacer frente y resistir
las situaciones críticas que se les presentan cotidianamente, poniendo en riesgo su
subsistencia y la de las personas que tienen a su cargo, conectándose así vulnerabilidad
social y laboral" (Osley, p. 1, 2017).

Lo anterior sugiere que el trabajo informal no siempre garantiza una tenencia de vida digna
ni el cumplimiento de los derechos fundamentales puesto que muchas veces corresponde a
empleos de muy baja clasificación y pésima remuneración, como se ha podido observar en
los hombres lustrabotas o emboladores, cuyos clientes les pasan cualquier mil o dos mil pesos
o los vendedores de helados.
Sin embargo, el ejercicio ha permitido observar que muchos trabajadores informales tienen
buena remuneración, o al menos el ingreso obtenido es suficiente para la satisfacción de sus
necesidades cotidianas. Vendedores de plantas, artesanos y vendedores de juguetes, aseguran
que en épocas de ferias en una dos horas pueden hacerse más de setenta mil pesos sin mayor
esfuerzo. Personas que hacen de su calle su "oficina", su único lugar de trabajo (Osley,
2017).

En este mismo sentido, se pudo registrar que muchos de los hombres y mujeres que se
encuentran en la zona vendiendo todo tipo de productos, son inmigrantes venezolanos que
han llegado a la región en busca de oportunidades laborales. Dicho flujo de personas
extranjeras, responde a dinámicas económicas, políticas y laborales que repercuten a su vez
en las dinámicas socioculturales santarrosanas.

Así, las revoluciones migratorias entre ambos países -Venezuela y Colombia- se deben a
trascendentales conflictos internos que se han salido de las manos de los gobiernos, como los
conflictos relacionados con la distribución de la tierra en el sector rural, la explotación de
recursos naturales como el petróleo, la inequidad social y la corrupción política. Tales
revoluciones determinan el incremento del trabajo informal en la región cafetera, en éste caso
especial en Santa Rosa de Cabal.

"Las principales áreas de expulsión migratoria, la constituyen las zonas rurales y


fronterizas, debido a las precarias condiciones existentes que permitan satisfacer las
necesidades mínimas de subsistencia, como resultado sus pobladores optan por migrar hacia
otros departamentos o estados con mayores posibilidades de desarrollo. Una muestra se
observa entre los municipios y departamentos vecinos con los estados fronterizos
venezolanos, donde la diversidad de actividades económicas registradas, se convierten en
atractivas oportunidades de empleo para los migrantes" (Alvárez, p. 192, 2004).

La proximidad entre los dos países, hace que en la actualidad Colombia sea la principal puerta
de entrada para los inmigrantes venezolanos debido a la crítica situación política y de pobreza
que sufre el país vecino, sin decir que acá estemos mejor y que se ofrezcan condiciones
laborales excelentes, dignas y gratificantes.
Los inmigrantes se desempeñan en su mayoría en trabajos informales como: venta de
golosinas, meseros, vendedores puerta a puerta, servicios domésticos, entre otros oficios cuya
remuneración es muy baja (Alvárez, 2004).

Así, a partir de la investigación realizada, considero pertinente apuntar que en los días
anteriores llegaron al municipio varias familias venezolanas que se ubicaron en diferentes
puntos en la zona centro de Santa Rosa de Cabal, pidiendo ayuda para pagar hospedaje; entre
ellas había hombres y mujeres vendiendo cepillos dentales y bombones, en los andenes, con
sus maletas en la espalda. Lo anterior refleja altos niveles de vulnerabilidad social y
económica (Osley, 2017) a causa de la indiferencia e ineficacia estatal y la implementación
de modelos imperialistas y colonizantes que ignoran las vocaciones y tradiciones originarias
de las comunidades y propenden por modelos económicos homogenizantes, explotadores y
excluyentes.

La Organización Internacional de Trabajo OIT y el Ministerio de Salud de


Colombia "refieren que las poblaciones laborales vulnerables son consideradas como
aquellas que están adelantando labores de subsistencia, y de precariedad laboral, por su
escaso nivel de escolaridad, inexistencia de recursos económicos, y débiles lazos con la
seguridad social"(Osley, p. 5, 2017). Son personas -no todas, pero sí una buena cantidad-
que se encuentran en riesgo social, ocupacional y comunitario, lo cual inevitablemente
repercute en su manera de actuar y participar en la sociedad debido a la falta de herramientas
de acción y de inclusión social.

Además, ciudades como Cúcuta y Ríohacha que se encuentran tan cerca de la frontera,
presenta un alto índice de informalidad laboral con un 72,4% y 63,5% respectivamente
(Diario Portafolio, 2018).

En dicha dirección, la cifra de la informalidad rural no se evidencia únicamente en el campo


sino también en las áreas urbanas, donde el ejercicio de observación ha facilitado el registro
de datos que dan cuenta que muchos de los trabajadores transitan por el parque central del
municipio cafetero, son personas desplazadas del campo por múltiples razones -violencia,
pobreza, ausencia gubernamental, daños en el suelo y demás recursos naturales-.
Conclusiones

La investigación hasta el momento, nos permite concluir que la informalidad surge como una
respuesta social ante la falta de oportunidades laborales y en la mayoría de los casos,
académicas, aspectos tales relacionados de manera directa con la exclusión social, la ausencia
de espacios de participación horizontal e integradora y también por la violencia y
marginalidad en la localidad, la región, el país y el continente latinoamericano. Respecto a lo
anterior, el Estado está en la obligación de diseñar proyectos y hacerlos efectivos que aporten
herramientas para la capacitación y educación de la población colombiana.

El fenómeno social de la informalidad seguirá siendo grave en la medida que las


Administraciones locales no lo asuman como una problemática relacionada con diversas
dimensiones como la política, la educación, la cultura y la economía. Por lo tanto, es
primordial ejecutar medidas desde una visión integradora, con el fin de evitar que se
continúen generando efectos negativos en torno a la informalidad laboral.

Desde la comunicación y demás Ciencias sociales, se deben ofrecer mecanismos de


participación e inclusión que posibiliten el acceso a espacios de formación y creación a todos
los sectores de la sociedad, sin beneficiar únicamente a las élites millonarias. De dicha
manera, es posible que las comunidades se empoderen de su territorio, su historia y su
vocación, para empezar a ejercer acciones que ayuden en el mejoramiento de la economía y
de la calidad de vida de las personas.
Referencias bibliográficas

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perspectiva actual. Geoenseñanza, 9(2).

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Diario Portafolio. (2018). El trabajo informal reina en el campo colombiano. Recuperado


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https://www.portafolio.co/economia/empleo/tasa-de-informalidad-en-el-campo-
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Garzón, M. (2017). Informalidad y vulnerabilidad laboral: aplicación en vendedores con


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