Justificación

La evolución de las sociedades y sus culturas es un proceso que nunca termina. Cada época y cada
tipo de sociedad ha tenido sus propios problemas específicos. Actualmente la sociedad moderna
del siglo XXI, a traviesa múltiples fenómenos (como la globalización, la crisis energética y
ambiental, etc.) que han desencadenado en los individuos sentimientos de angustia,
individualismo, pérdida de identidad social, entre otros. Dicha angustia que resulta aterradora y
paralizante tiene sus raíces en la fluidez, la fragilidad y la inevitable incertidumbre de la posición y
las perspectivas sociales. Por un lado, se proclama el libre acceso a todas las opciones imaginables
(de ahí las depresiones y el auto condena) y por otro lado, está el status de transitoriedad de todo
aquello que se posee, ya que tarde o temprano será desechado. ¿Entonces surgen las preguntas
de qué hacer con los residuos que genera inevitablemente el sistema de vida característico de la
modernidad? ¿Cómo gestionar lo que ya no sirve, lo que ya no vale, lo que ya no puede integrarse
funcionalmente en el sistema moderno de vida, aunque en algún momento del proceso haya sido
necesario para la propia supervivencia de tal sistema En definitiva, Estas cuestiones atraviesan de
principio a fin la presente obra esta analogía refiere al tránsito de una modernidad sólida, estable
y repetitiva a una “líquida”, flexible y voluble en la que los modelos y estructuras sociales ya no
perduran lo suficiente como para enraizarse y gobernar las costumbres de los ciudadanos y en el
que, se ha ido sufriendo transformaciones y pérdidas tales como la duración del mundo, las
relaciones y sus objetos.

hablará de las condiciones que han generado procesos como la globalización, el consumo y la
modernización para la consecución de una producción de residuos del progreso económico
(Entiéndase por residuos todo lo que tenga que ver con basuras, desechos, suciedad; también
residuos humanos, poblaciones superfluas, emigrantes, refugiados, marginados y de más personas
excluidas de las ventajas que gozan los demás), partiendo de lo leído. Donde vemos diferentes
etapas, diferentes escenarios en la cual siempre llevan y se concuerda en que lleva algo en común
y eso es:

Cultura de residuos

Lo que me lleva a pensar en un paradigma de la modernidad que confluye con la presencia de

injusticia, falta de conciencia y desarrollo social insuficiente. comenzaremos primordialmente con
la construcción de una concepción fundamental basada en el como el superfluo, los residuos
humanos o de objetos se han convertido sin necesidad de serlo en una problemática de la
sociedad actual, que requiere pronta solución a través de lograr invisibilidad al máximo y disminuir
el poder conflictivo que puede generar. Esos residuos problemáticos en su totalidad son el
producto del orden mundial actual con su debido sistema de producción, sistema económico, sus
procesos de distribución, consumo, relaciones sociales, organización de los estados-nación,
ideología imperante, etc. no hay orden sin residuo, por lo cual ve en la problemática de los
residuos una falencia que puede llegar a responder a intereses perversos. Es así, como el mismo
orden en cualquier situación diferente que se llegase a presentar requiere de un proceso de
recorte y exclusión, lo que pasa es que esta producción de residuos actual representa una
tendencia de crecimiento muy alta contra la escasez de lo que se denomina como instrumental
para reciclaje y para darle un nuevo uso e incorporar a los residuos en el sistema de vida como tal.
Es decir, la generación de residuos se vio agravada considerablemente con el advenimiento de la
modernidad. Es así como se adquiere una noción clara sobre el verdadero problema. a través de
la perspectiva de la cultura. Los problemas que se pueden ver a través del enfoque cultural son
diversos afortunadas con el sistema de vida actual, buscan la forma más eficaz de invisibilidad o
destruir lo más rápido posible a todo tipo de residuos sin reciclar o incorporar nuevamente.