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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES


“EZEQUIEL ZAMORA”
UNELLEZ-APURE
VICERRECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO REGIONAL
ESPECIALIZACION EN DERECHO AGRARIO Y AMBIENTAL
IV COHORTE

GENERALIDADES DEL DERECHO COMPARADO.

FACILITADOR: PARTICIPANTE:

Abg. Rubén Fontaines ING. JOSE PADILLA


CI. 18.327.332

SAN FERNANDO DE APURE, MARZO DE 2019.


El derecho comparado puede ser calificado como una disciplina o método de
estudio del derecho que se fundamenta en la comparación de las distintas
soluciones que ofrecen los diversos ordenamientos jurídicos para los mismos casos
planteados (esto dentro de una perspectiva funcionalista). En consecuencia, no es
una rama del derecho, sino una metodología de análisis jurídico. Ciertamente, el
empleo de la expresión "derecho comparado" alentó esta errada percepción, toda
vez que parece hacer referencia a una rama del Derecho, tales como como el
Derecho Civil o el Derecho Penal. Este como método, puede ser aplicado a
cualquier área del derecho. También es conocido como una técnica para estudiar el
Derecho, caracterizada por contrastar instituciones o figuras jurídicas de distintos
ordenamientos con el fin de profundizar en el conocimiento del ordenamiento propio.

Por otra parte cuando relacionamos el derecho comparado con el derecho


agrario, tenemos en cuenta que durante la historia del hombre la agricultura ha sido
uno de los avances más trascendentes para el abastecimiento de los seres
humanos, no es raro encontrar el sentido o la importancia del derecho agrario; y es
que sin estas normas, no se podría regular la principal fuente de alimentación de
nuestra especie, pues actualmente el 90% de los alimentos ingeridos por el hombre
vienen de la agricultura.

Entre otros, el derecho agrario regula la propiedad y organización territorial


de los cultivos agrarios. Algo importante, pues hay que tener en cuenta que la
agricultura fue la primera de las piezas para establecer el sedentarismo y la creación
de la propiedad privada. Así, a lo largo de la historia, el derecho agrario ha intentado
velar por los intereses de las personas que trabajaban la tierra y que en resumidas
cuentas vivían de este tipo de actividad. El derecho agrario se encarga no sólo de
proteger los derechos de las personas que trabajan la tierra, también de crear
acuerdos legales a través de los cuales sacar beneficio de la explotación agraria.

Carrozza es el fundador del modernismo del derecho agrario. Su mérito


consiste en haber comenzado a difundir la necesidad de ocuparse de una cierta
teoría general de la materia, para iniciar su construcción sistemática y ofrecer, de
esta forma, un fundamento general. En este aspecto, Carrozza pareciera seguir la
misma línea de Bolla, formulando los requerimientos de aquél desde una
perspectiva moderna y de mayor proyección científica; sin embargo, existen muchas
particularidades propias de su visión de futuro que lo distancian considerablemente
de Bolla y lo presentan como el gestor de un movimiento distinto.

Asimismo el derecho agrario utiliza métodos apropiados para su


interpretación y desarrollo apoyándose en el derecho comparado. La deducción y la
inducción son los vehículos convenientes para su labor investigativa y de
estructuración. La disciplina deductiva de los principios generales, en el Derecho
Agrario, debe comprender, la exposición de los principios generales y teóricos de la
realidad social, y luego la construcción de normas jurídicas que posteriormente
pueden traducirse en preceptos legales.

El método de la objetivización de la norma, investiga los datos sociológicos y


averigua las frecuencias estadísticas de la vida rural, el Derecho Agrario, registra
las normas consuetudinarias o de simple costumbre que rigen las relaciones de la
actividad agropecuaria, y luego en base de esa experiencia, establece las normas
jurídicas (preceptos legales) capaces de regular su desarrollo.

La investigación histórica, sociológica y monográfica, realiza la interpretación


de los hechos sociales y jurídicos, es completa cuando el proceso de investigación
comprende el hecho en sí, el hecho en la dimensión del tiempo y la caracterización
del hecho en la magnitud socio-geográfica en estudios especializados.

La tesis de un derecho agrario con posibilidades de bastarse a sí mismo,


dentro de su propio sistema, naturalmente tuvo como contrincantes a los civilistas
de los años 1922. Particularmente a Ageo Arcangeli, quien combatió enérgicamente
cualquier tipo de autonomía de la disciplina, apoyado en la idea de que había que
sostener la unidad del derecho privado y evitarle a este movimiento natural el
surgimiento de cualquier tipo de obstáculos.

No logrando demostrar la existencia de principios generales propios y


exclusivos del derecho agrario, Bolla se da a la tarea de replantear la tesis sobre la
base de la confluencia de elementos históricos, criterios económicos y motivos
ideológicos, y de esta forma comienza a impulsar la necesidad de iniciar la
construcción de un sistema coherente, completo y orgánico. En tal sentido sugiere
abrir el capítulo del estudio de las fuentes del derecho agrario, pero, en su
concepción muy vinculada al derecho romano y comparado, solo atina a aducir la
importancia de la costumbre como forma de mantener el ambiente histórico y
económico propio de lo agrario. También incursionan en el tema de los contratos
agrarios, a los cuales se les da un trato especial por su importancia cardinal dentro
de la disciplina, porque ellos ofrecen particularidades propias a la materia desde su
génesis histórica hasta el desarrollo de esa época.

Ahora bien en historia del derecho, en lo que se refiere al derecho agrario, el


método comparativo se utiliza para entender el origen de ciertas instituciones
jurídicas. Los historiadores legales no pueden realizar un estudio apropiado de
cierta institución, si no se ha efectuado previamente un análisis de su origen. Sólo
si se estudia el nacimiento e historia de una institución existen mayores
posibilidades de comprender el actual funcionamiento de una institución. Al
respecto, Maine menciona acerca de la relación entre método comparativo y método
histórico: “Pienso que puedo aventurarme a afirmar que el método comparativo ha
sido redituable al proporcionar maravillosos resultados, pero no se diferencia en
algunos de los usos del método histórico. Si tomamos en cuenta un cierto número
de hechos contemporáneos, ideas y costumbres podemos deducir que la forma
pasada de esos hechos, ideas y costumbres no sólo devienen de registros
históricos, sino de ejemplos que aún no han muerto en el mundo y que todavía
pueden ser encontrados”.

Una vez entendido que el derecho comparado es un método que tiene varias
funciones, resulta pertinente abordar la utilización del mismo. Una acertada
metodología comparativa debe reunir varios requisitos y seguir un procedimiento.

1. Selección de un sistema jurídico

A pesar de la existencia de más de un centenar de diferentes órdenes


jurídicos en el mundo, éstos han logrado reunirse en pocas categorías. La
categorización de sistemas jurídicos en grupos se conoce como familia jurídica.
2. Sujeto-materia de comparación

El sujeto de comparación es el tema o tópico a comparar; pero antes de tomar


esta decisión debe decidirse qué va a compararse.

3. Delimitar el nivel de comparación

Una vez seleccionado el tema para la comparación, se debe determinar el


nivel de comparación, micro o macrocomparación. Cuando el rango de comparación
es pequeña se conoce como microcomparación y si es a gran escala, se conoce
como macrocomparación.

4. Identificar similitudes y diferencias

Hasta ahora se determinó que el proceso comparativo comienza con la


selección del sistema jurídico, para después escoger un tema en específico,
delimitar su nivel de comparación, y entonces se procede a identificar sus
semejanzas y diferencias entre los temas comparados, describir, identificar y
explicar a los sujetos comparados.

La fase descriptiva consiste en describir cada uno de los conceptos, reglas,


instituciones o procedimientos seleccionados. Al suministrar una descripción de las
partes o elementos que integran el sujeto a comparar. En la fase de identificación se
reconocen las semejanzas y diferencias de los elementos descritos. Esto se realiza
identificando las semejanzas y diferencias que distinguen los sujetos descritos, para
después separarlos en diferentes apartados, para que así se tenga una clara idea
de los puntos de compatibilidad y desacuerdo. En la fase explicativa se señalan
cada una de las semejanzas y diferencias identificadas entre los sujetos
comparados. Esto es, cómo y en qué detalle son similares o diferentes.

No obstante, una vez que son alcanzados resultados similares entre sistemas
jurídicos, y se ha determinado que un tema de estudio es funcionalmente
equivalente en otro sistema legal, entonces es posible llegar a la conclusión, si son
funcionalmente equivalentes o aplicables en otro sistema legal. Sin embargo, hay
cuestiones extra legales que deben considerarse para llegar a esta conclusión.

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