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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA DE MEDICINA “DR. WITREMUNDO TORREALBA”

SEDE ARAGUA

DEONTOLOGÍA MÉDICA

VIOLENCIA DOMÉSTICA, SU MANEJO


MÉDICO Y LEGAL

Autores:

- Gerald Toyo
- Yibinmalys Silva
Prof.: Dr. Fernando Pool
- Sahily Silva
- María Sarmiento

Maracay, 15 de Enero del 2019


INTRODUCCIÓN

Actualmente se observa con mayor preocupación el problema de la violencia, especialmente la


que padecen las mujeres, denominada violencia de género. Esta mayor visibilidad comporta una
mayor sensibilización social y sanitaria y también un mayor conocimiento de lo que es, de lo que
representa y de lo que hay que hacer para identificar las situaciones de maltrato y darles solución

La violencia intrafamiliar y de género afecta a un amplio sector de la población, y las causas son
múltiples: culturales, educacionales, sociales, sanitarias, legislativas, económicas y laborales, por lo
que se necesita un abordaje interdisciplinar. En el ámbito de la salud, una situación de maltrato en
cualquiera de sus niveles se puede identificar y actuar ante la misma.

La Atención Primaria, por el lugar que ocupa en el ámbito de la prevención y mantenimiento de la


salud, puede tener un papel muy importante para llevar a cabo esta función de identificación y
prevención de los posibles daños psicológicos y físicos de las personas que padecen maltrato. Por
lo tanto, los servicios sanitarios han de llevar a cabo una importante labor en la lucha contra la
violencia intrafamiliar. Los profesionales sanitarios tienen la oportunidad de utilizar esta guía
como herramienta para el abordaje de los casos de violencia intrafamiliar, en sus diferentes
manifestaciones, de forma eficaz.
DEFINICIÓN Y TIPOS DE VIOLENCIA

La OMS define la violencia como uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de
amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad, que sea causa o
tenga muchas posibilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del
desarrollo o privaciones.

La clasificación utilizada en el informe sobre la violencia y la salud divide la violencia en tres


grandes categorías, según sea el autor del acto violento:

- Violencia dirigida contra uno mismo


- Violencia colectiva
- Violencia interpersonal

La violencia dirigida contra uno mismo comprende los comportamientos suicidas y las
autolesiones. La violencia colectiva puede ser física, política o económica. La violencia
interpersonal se divide en violencia intrafamiliar y violencia comunitaria. La violencia intrafamiliar
es la que se da en el seno de la familia y/o en las relaciones afectivas. Bajo este concepto se puede
ejercer la violencia contra los otros miembros de la familia, ya sea dirigida contra la pareja, padres,
hijos, abuelos o hermanos. Es decir que comprende el maltrato a menores, la violencia contra la
pareja y el maltrato a las personas mayores. Esta violencia puede ser física, psicológica, sexual o de
privación/desatención.

 Violencia o maltrato físico: Ocasiona algún daño en el cuerpo de la persona: empujones,


jalones de cabello, cachetadas, torceduras, mordeduras, cortes, golpes con puños, con
objetos, palizas, quemaduras, etc. Cuando se le hace a una niña o un niño, se habla de
maltrato infantil.
 Violencia o maltrato emocional: Es lo que se hace con la intimidación para causar miedo,
para controlar o manipular la conducta, sentimientos y pensamientos de la persona que
está siendo agredida con descalificaciones, burlas, insultos, extorsiones, manipulaciones,
abandono, ofensas, etc.
 Violencia o maltrato sexual: es toda actividad sexual no voluntaria, forzada mediante la
violencia física, o por cualquier forma de coerción, agresión o abuso. Su práctica implica
una relación de sometimiento en la cual la víctima ha rechazado el acto sexual o en que no
ha tenido capacidad de consentir, esto último especialmente en el caso de niños/as. En el
caso de los/as niños/as, es toda aproximación sexual, porque éste no se encuentra en
condiciones de comprender y son inapropiadas para su desarrollo psicosexual. La violencia
sexual es un delito, independientemente de si se ocasiona o no daño físico a la víctima.

Las mujeres víctimas de violencia durante la infancia, tienen mayor riesgo de sufrir violencia
psicológica, física y sexual por parte de sus parejas en la edad adulta, y también sus hijos/as tienen
mayor riesgo de sufrir de algún tipo de violencia.
Es innegable que vivir bajo violencia crónica o aguda es pernicioso para los seres humanos. Quien
sufre la violencia está obligado a compensar constantemente el estrés y las carencias que esta
situación le provoca, a través de diferentes mecanismos, los cuales no tendrán nunca producirán
el equilibrio biopsicosocial que la OMS denomina salud.

ELEMENTOS QUE CARACTERIZAN LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Para ubicarse en la caracterización de la violencia intrafamiliar es necesario tomar en cuenta los


siguientes aspectos vinculados con la misma:

 Tendencia a mantenerse oculta: Por considerar que pertenecen al ámbito privado. El


informe de la ONU sobre violencia familiar (1998) pone de manifiesto que la mayor
dificultad para considerar la violencia doméstica como un problema de salud pública es la
propia resistencia de la sociedad, que no permite al Estado interferir en la vida familiar.
 Tendencia a la repetición: Es decir carácter habitual. Según el Ministerio del Interior
cuando se acude a denunciar se llevan aguantados unos 7 años de violencia, y según datos
de EEUU el 47% de los varones que agreden a sus parejas repiten la acción al menos 3
veces al año.
 Tolerancia de la víctima: Los motivos por los que se aguanta en el hogar actitudes
violentas son muy variados: miedo, indefensión, falta de autonomía. Las víctimas suelen
referirse a falta de recursos, para proteger a los hijos/as, etc. aunque en el fondo subyace
un sentimiento de culpabilidad, de fracaso y por tanto de vergüenza que contribuye a su
ocultación, todo ello favorecido además por la actitud del entorno.
 Variabilidad de las formas de agresión: Que pueden consistir en actitudes de odio,
amenaza o provocación; formas de expresión verbal y palabras (críticas, insultos,
calumnias, etc.), que en el 30% de los casos suelen consistir en amenazas de muerte
(Themis); o actos que originan lesiones, incluyendo aquí la muerte, los daños físicos o
psíquicos y la agresión sexual. En definitiva, cualquier conducta que tiene como objeto
dañar o lastimar.
 Uso del poder y la agresión para educar y resolver conflictos: En la familia existen
situaciones que generan violencia, relacionadas con lo que significa ser hombre y ser
mujer. Existen relaciones asimétricas en las que se utiliza el poder y la jerarquía para
resolver conflictos, someter, imponer, agredir y manipular.
 La violencia entra por casa: Se aprende desde los primeros años. Se considera que el
castigo físico es necesario para corregir: “Te pego porque te quiero”, “Te pego para que
seas una buena persona”. La agresión física, verbal y relacional refuerza modelos
familiares autoritarios.
 Carencia de modelos alternativos: La falta de alternativas no violentas para educar y
resolver conflictos en las familias, escuelas, comunidades, hace que se reproduzcan
formas violentas de relación, agresiones verbales y físicas, que llegan a ser parte de la vida
cotidiana, hasta tal punto que cuesta reconocerlas.
 Realidad psicosocial: Desempleo, exclusiones, adicciones, embarazos tempranos. La
violencia intrafamiliar se da en todos los sectores, no como suele creerse que es un
problema que afecta solo a los más desfavorecidos económicamente.

ELEMENTOS QUE CARACTERIZAN LA VIOLENCIA DE GÉNERO

 Perfil de la víctima: Se trata por lo general de una mujer, casada o separada, entre los 30 y
40 años, que no trabaja fuera del hogar, y si lo hace suele ser como obrera no cualificada,
con antecedentes de malos tratos anteriores y predominando los casos de malos tratos
mixtos (físicos y psíquicos).
 Perfil del agresor: Se trata de un varón de unos 40 años, casado o conviviente con la
víctima, que en la mayoría de los casos no tiene comportamientos agresivos fuera del
ámbito familiar. Desde el punto de vista psicológico el dato más común es que suele
tratarse de personas con una personalidad agresiva (52%), y en un 16% de casos se trata
de alcohólicos. El personal experto en violencia coincide en señalar una serie de
características comunes en los agresores:
- Baja autoestima, insatisfacción e inseguridad, buscan una relación de dominio para
soportarse a sí mismos.
- Temperamento colérico y ánimo depresivo, mentirosos y con celos patológicos.
- Son sujetos que tienen una tremenda necesidad de cariño y de dependencia, no toleran
que se cuestione ningún aspecto de su conducta en la familia.
- Persiguen el control absoluto de los miembros de la familia.
- Se perciben como víctimas y siempre están a la defensiva.
- Muchos son hijos de maltratadores.

FACTORES CAUSALES

De acuerdo con la doctrina mayoritaria se agrupan los factores causales en:

 Factores biológicos identificables en tres niveles: genético, neurológico y bioquímico.


 Factores psicológicos, así tal como dice Bercowitz, son muchos los trabajos que
demuestran que las personas que están sometidas a gran variedad de experiencias
desagradables y por tanto se les ha hecho sufrir lo indecible, suelen hacer sufrir lo
indecible a los demás, de forma que se puede concluir que la vivencia de sucesos adversos
aumentan la hostilidad humana, además se ha observado que los observadores de
conductas violentas (televisión, pornografía) son mas proclives si se les provoca a
conducirse agresivamente al tiempo que van perdiendo sensibilidad ante las crueldades
observables.
 Y factores sociales, puesto que es evidente que por encima del plano biológico y
psicológico de la persona existe una superestructura social que es capaz de condicionar
formas colectivas de convivencia y pautas sociales de conducta.
MANEJO MÉDICO

En 1999, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió de forma contundente esta relación
(violencia-salud) y manifestó el compromiso de los profesionales de la salud para atender este
fenómeno, ya sea actuando contra los factor de riesgo (prevención primaria); intentando resolver
sus consecuencias, una vez instaurado (prevención secundaria) o previniendo su evolución o
complicaciones mayores (prevención terciaria).

La pauta de actuación de los profesionales sanitarios que atiendan un caso de mal trato o
sospecha de agresión doméstica debe ser:

1. Asistencia de los posibles daños y lesiones físicas y psíquicas que sufra el/la paciente, con
un reconocimiento médico completo.
2. Valoración médica del impacto y alcance de las lesiones y daños, dejando constancia de
los mismos en la historia clínica.
3. Emisión de un parte de lesiones, documento médico-legal con el que se comunican a la
autoridad judicial los hechos, constando las lesiones y la asistencia prestada. El Protocolo,
amplía esta obligación aconsejando remitir un informe médico de malos tratos, en el que
deben constar los datos de filiación de la víctima, el motivo de la asistencia, los
antecedentes personales de interés, los datos de la exploración física, el estado emocional
de la víctima, las exploraciones complementarias si las hubiera, el diagnóstico, tratamiento
y plan de actuaciones, conforme a un modelo establecido.
4. Asesoramiento a la víctima sobre sus derechos y sobre las medidas sociales y de
protección a través de los propios servicios del centro sanitario o, en su caso, contacto
urgente con los Servicios Sociales.

No debemos olvidar que la violencia doméstica es hoy por hoy una patología prevalente pero que
su diagnóstico requiere inicialmente de una sospecha, por tanto pensamos que es fundamental
recordar que el profesional sanitario debe tener siempre presente la posibilidad del maltrato,
máximo si se detectan determinados síntomas y actitudes, y mantener una conducta activa frente
los mismos.

Los Síntomas y actitudes típicos en los casos de malos tratos son:

 Síntomas físicos, que generalmente se corresponden con patologías mal definidas, como
dolor de cabeza, torácico, espalda, abdominal, insomnio, ahogos, etc. Lesiones agudas en
múltiples zonas (cabeza, cuello, extremidades, etc.), producidas por diversos mecanismos
(quemaduras, golpes, cortes etc.) y en distinto estadio de evolución. Discapacidades
permanentes.
 Estos síntomas suelen acompañarse de manifestaciones psíquicas tales como: depresión,
confusión mental, ansiedad, somatizaciones, intentos de suicido, síndrome de estrés
postraumático, anorexia/bulimia, nerviosismo e hipervigilancia.
En cuanto a las actitudes, la víctima suele presentar comportamiento que denotan temor,
vergüenza, sentimientos de culpa, mostrando una mirada huidiza, y aportando explicaciones
vagas, contradictoria y confusa. Cuando el agresor es el cónyuge o la pareja suele acompañarla a la
consulta para controlarla y suele mostrarse excesivamente preocupado y solícito, o excesivamente
despreocupado, despectivo o irónico. Como precaución se recomienda invitar al acompañante a
salir de la consulta.

La actuación de los profesionales sanitarios ante los malos tratos se ha comprobado que las
preguntas sencillas y directas son las más eficaces, por tanto el profesional debe formularlas con
claridad y mantener una actitud de escucha activa y confidencialidad, evitando emitir juicios y
procurando indagar la posibilidad de malos tratos a otros miembros de la familia.

El Protocolo recoge 7 reglas fundamentales en la asistencia a las víctimas, a tener en cuenta tanto
en la primera visita como en las sucesivas, que son:

1. Escuchar y creer la experiencia de malos tratos que relata el/la paciente.


2. Asegurarle que no está solo/a y que no es culpa suya.
3. Defender su derecho a vivir sin el temor a la violencia.
4. Aplazar la prescripción excesiva de medicaciones sedantes.
5. Animarle a buscar servicios de apoyo a la comunidad.
6. Responder a sus necesidades de realizar un plan de seguridad.
7. Apoyar y asistirle en sus decisiones.

MANEJO LEGAL

Leyes relacionadas a la violencia intrafamiliar

 Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes -LOPNNA- (2000) y su


Reforma (2007)
 Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en salas de uso de Internet, videojuegos
y otros multimedia (2006)
 Ley Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia (2007)
 Ley de Promoción y Protección a la Lactancia Materna (2007)
 Ley de Protección a la Familia, Maternidad y Paternidad (2007)
 Ley para la Prohibición de Videos Juegos Bélicos y Juguetes Bélicos (2009)
 Ley Orgánica de los Consejos Comunales (2009)
 Ley sobre Procedimientos Especiales en Materia de Protección Familiar de Niños, Niñas y
Adolescentes (2010)
 Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Especial de Refugios Dignos para Proteger a la
Población en Casos de Emergencias o Desastres Naturales (2011), entre otras.

Uno de los logros en Venezuela en materia fue la prohibición legal del castigo físico y humillante.
Según el artículo 32 de la LOPNNA: “Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho al buen
trato. Este derecho comprende una crianza y educación no violenta, basada en el amor, el afecto,
la comprensión mutua, el respeto recíproco y la solidaridad. Los padres, madres, representantes,
responsables, tutores, tutoras, familiares, educadores y educadoras deberán emplear métodos no
violentos en la crianza, formación, educación y corrección de los niños, niñas y adolescentes. En
consecuencia, se prohíbe cualquier tipo de castigo corporal o humillante.

Por otro lado, Ley orgánica del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (2006,
promulgada en 2007): prevalece sobre otras leyes, elimina la gestión conciliatoria y suma tipos de
violencia. En ella dice, grosso modo, que el procedimiento es el siguiente: En primer lugar, pueden
denunciar delitos de violencia intrafamiliar, según el artículo 31 de la ley que regula la materia: la
víctima, los parientes consanguíneos o afines (no hay limitación en el grado), el representante del
Ministerio Público y la Defensoría Nacional de los Derechos de la Mujer y las organizaciones no
gubernamentales destinadas a la defensa de los bienes jurídicos protegidos en esta Ley, creadas
con anterioridad a la perpetración del hecho punible.

Igualmente, según el artículo 32 de la mencionada ley de violencia intrafamiliar, son órganos


receptores de la denuncia: los Juzgados de Paz y de Familia (ahora juzgados Primera Instancia en lo
Penal (específicamente los juzgados de control), las Prefecturas y Jefaturas Civiles, los Órganos de
policía y el Ministerio Público.

Establece el artículo 34 de la ley que rige la materia sobre violencia intrafamiliar, que el órgano
receptor de la denuncia procurará, según la naturaleza de los hechos, la conciliación de las partes,
para lo cual convocará a una audiencia de conciliación dentro de las treinta y seis (36) horas
siguientes a la recepción de la denuncia. Luego el citado artículo establece las consecuencias en
caso de no haber conciliación, no realizarse la audiencia, o en caso de reincidencia, la cual no es
otra que enviar las actuaciones dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes al tribunal que
conocerá de la causa.

El artículo 34, refiere que para fijar la audiencia de conciliación se atenderá a “la naturaleza de los
hechos”. Dicha expresión, debe ser interpretada atendiendo a la gravedad de la situación que
originó la denuncia, en el sentido de que si resulta evidente la imposibilidad de conciliación o si
objetivamente la misma no es conveniente para la víctima por la posibilidad de aumentar la
violencia o poner en peligro su integridad física, entonces el órgano receptor solicitará directa y
motivadamente el procedimiento abreviado sin necesidad de fijar la llamada audiencia de
conciliación.

En dicha solicitud, deberá indicar todos aquellos datos que permitan la identificación exacta de la
partes intervinientes, así como narrar detalladamente los hechos que dieron origen a la solicitud,
indicar la calificación jurídica provisional con la que basa su solicitud y los elementos de convicción
que considera pertinentes y necesarios para probar en juicio oral y público la responsabilidad del
imputado. Será entonces cuando el juez de control, ante la solicitud fiscal, verificará si están dadas
las circunstancias para abrir un juicio, estimando que esté comprobada la comisión de un hecho
punible y verificando si están dadas todas las referencias típicas del mismo. Igualmente debe
verificar si existen suficientes elementos de prueba que le permitan presumir con fundamento que
el imputado puede ser responsable del delito.
Todo ello permitirá un correcto ejercicio del derecho a la defensa, pudiendo el imputado oponerse
a las consideraciones fácticas y jurídicas. La omisión de uno de los elementos ya mencionados
colocará al imputado en situación de indefensión pues le impedirá efectuar la contradicción de los
fundamentos de hecho y derecho.

Finalmente, luego de acordado el juzgamiento según las disposiciones del procedimiento


abreviado, específicamente según lo dispuesto en el artículo 373 del Código Orgánico Procesal
Penal, el Juez de Control remitirá las actuaciones al tribunal unipersonal, el cual convocará
directamente al juicio oral y público para que se celebre dentro de los diez a quince días siguientes
y el fiscal y la víctima presentarán la acusación cinco días antes de la audiencia del juicio oral,
siguiendo el criterio de la Sala Constitucional ya mencionado al tratar el tema de la presentación
del acto conclusivo en la flagrancia.

En casos de denuncia de violencia intrafamiliar, Las medidas cautelares que se establecen en el


artículo 39 son las siguientes:

1. Emitir una orden de salida de la parte agresora de la residencia común


independientemente de su titularidad sobre la misma.
2. Remitir a la víctima a uno de los refugios de que trata el artículo 15 de esta Ley, en los
casos en que la permanencia en su domicilio o residencia implique amenaza inminente a
su integridad física.
3. Arresto transitorio hasta por setenta y dos (72) horas, que se cumplirá en la jefatura civil
respectiva.
4. Ordenar la restitución de la víctima al hogar del cual hubiere sido alejada con violencia.
5. Prohibir el acercamiento del agresor al lugar de trabajo o estudio de la víctima.
6. Asesorar a la víctima sobre la importancia de preservar las evidencias.
7. Proveer a la víctima información sobre los derechos que esta ley le confiere y sobre los
servicios gubernamentales o privados disponibles, en particular de las unidades de
atención y tratamiento a que se refiere el artículo 14 de esta Ley.
8. Elaborar un informe de aquellas circunstancias que haya observado que sirva al
esclarecimiento de los hechos, el cual deberá acompañar a la denuncia.
9. Cualquier otra medida aconsejable para la protección personal, física o emocional de la
víctima, del grupo familiar, o de la pareja.
CONCLUSIÓN

La violencia es una práctica mundial que no conoce de límites culturales, geográficos; y que con el
pasar de los tiempos ha sido recurrente; hasta el punto que en algunos países los tratos
degradantes hacia las mujeres son legales desde el momento de su nacimiento.

La violencia específicamente de tipo intrafamiliar, es uno de los delitos más frecuentes, siendo las
mujeres las mayores víctimas de este tipo de conductas, por encima de los hombres, niños y
ancianos. Ello explica, por qué esta temática ha sido ampliamente desarrollada a nivel
internacional por parte de organismos representativos como el caso de la Organización de
Naciones Unidas. Sin embargo, aunque las normas que regulan este tema sobre violencia
intrafamiliar, sexual y otras que como se pudo observar reglamentan la violencia contra las
mujeres específicamente, son muchas.

Finalmente, se llega a la conclusión que para frenar este tipo de sucesos es necesario lograr un
cambio en la mentalidad del ser humano, pues en ocasiones el agresor es el resultado de traumas
o daños psicológicos causados con anterioridad; la violencia en la mayoría de los casos se concibe
como un círculo vicioso, del cual cada vez hacen parte más personas, y también se cobran vidas;
sería una equivocación afirmar que la creación de leyes, no sirve para frenar estos actos, pues, es
sano que existan normas, cuyo objetivo es precisamente preservar los derechos de los asociados.

Es por ello que es de suma importancia que el personal médico trabaje juntamente con los
organismos sociales, psicológicos y jurídicos existentes en el país, en la labor de identificar
aquellos casos donde haya sospecha de violencia intrafamiliar, es decir que estén presenten las
características ya mencionadas y los factores causales, para actuar de manera interdisciplinaria en
el tiempo oportuno, y así prevenir consecuencias que acarrea la violencia doméstica, como la
muerte.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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violencia doméstica en Colombia, Ecuador y Venezuela. Justicia Juris, 6(13), 65-78.
Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3634141.pdf
 Romero T. A y Mostafá C. Seguimiento a la Aplicación de la Ley sobre la violencia contra la
mujer y la familia. Link: http://servicio.bc.uc.edu.ve/derecho/revista/relcrim11/11-6.pdf
 Marcano, A., & Palacios, Y. (2017). Violencia de género en venezuela. Categorización,
causas y consecuencias. Comunidad y Salud, 15(1), 73-85. Disponible en:
http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1690-32932017000100009
 Óscar Misle. Caracterización y análisis de la violencia intrafamiliar en Venezuela.
Particularidades en el Área Metropolitana de Caracas. ILDIS (Ed). Caracas. 2013. pp. 12.
http://www.ildis.org.ve/website/administrador/uploads/Documento%20Oscar%20Misle%
20Rev.pdf
 Guia de atención a la violencia intrafamiliar y de género. Comisión de Violencia
Intrafamiliar y de Género. Hospital Clínico de Barcelona. 2017. Disponible en:
https://www.hospitalclinic.org/files/ElClinic/comites/guiavig_cas.pdf
 Moré, D. S. (1999). Violencia doméstica y de género: aspectos médico-legales. Aequalitas:
Revista jurídica de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, (2), 38-45.
Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/941388.pdf

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