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La Ley y la Gracia

Introducción.

En la Biblia encontramos dos leyes (mejor conocidas como testamentos). Sus reglas son
distintas; por lo tanto, es imposible guardar las dos juntamente. Pero eso no las hace que se
contradigan, pues el mismo Dios es autor de ambas. Antes bien, fueron escritas para dos
épocas distintas. La ley antigua sirvió muy bien para su época en particular; la nueva sirve
muy bien ahora.

Para entender la problemática entre el Pacto de la Lay y el Pacto de la Gracia, es


fundamental leer las cartas del apóstol Pablo, especialmente Romanos, Gálatas, Efesios y
Colosenses, completando con el libro a los Hebreos. Obviamente leerlos bajo el contexto
general de toda la biblia.

I.- ¿Qué es un Pacto?

Un pacto es un acuerdo de voluntades entre varias personas, mediante el cual se constituye


entre ellas una relación jurídica de la que derivan obligaciones que pueden ser unilaterales o
bilaterales.

La Ley, es una norma jurídica obligatoria, y general, dictada por legitimo poder para regular la
conducta de los hombres o para establecer los órganos necesarios para el cumplimiento de
sus fines.

II.- El Pacto de la Ley

En el Monte Sinaí, Dios le hizo entrega de una ley al pueblo de Israel y le ordenó a Moisés
que la escribiera en tablas de piedra. Dt 4:13. Por esa razón esa ley se llegó a conocer como
la ley de Moisés. Josué 8:31-32. El Nuevo Testamento a veces se refiere a ella como “la ley”
Mt 11:13, 22:36, mientras que al nuevo orden que Cristo instituyó lo refiere como “la gracia”
Hech 15:11, “la promesa” Hech 2:39, Ef 2:12, “ley del Espíritu” Rom 8:2, “ley de Cristo” 1 Cor
9:21. En contraste, la Ley del Espíritu es escrita en el corazón del creyente. Jer 31:33, He
10:16, 2Cor 3:3
Bajo aquella antigua ley, Dios declaró principios morales. También instituyó un
orden civil y religioso que ayudó al pueblo a guardarlos y ponerlos por obra.
Aquella ley con sus ceremonias religiosas señalaba en forma figurativa hacia
Cristo.
La Biblia hace una distinción clara entre la ley vieja y la nueva. Por ejemplo, la
ley de Moisés mandó la pena de muerte para ciertos crímenes, y la guerra contra
las naciones pecaminosas. En cambio la ley de Cristo nos encarga a amar a
nuestros enemigos y a hacer bien a los que nos hacen mal. Eso es porque el
nuevo pacto le quita al pueblo de Dios las responsabilidades del estado que le
pertenecían bajo el viejo pacto. Quita también los sacrificios y figuras de la ley,
ya que quedan cumplidas en Cristo.

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a) El propósito de la ley.

El apóstol Pablo hace la siguiente pregunta ¿Para qué sirve la ley? Veamos
las respuestas:

1.- Fue añadida a causa de las transgresiones.


“Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta
que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles
en mano de un mediador.” Gálatas 3:19

2.- Mostrar el pecado y su poder.


“ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque
por medio de la ley es el conocimiento del pecado.” Romanos 3:20
“ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.” 1 Corintios
15:56
“¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el
pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a
fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. Romanos
7:13

3.- Mostrar que somos infractores de la ley


“Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la
ley.”
1 Juan 3:4
“Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable
de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora
bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley.” Santiago
2:10-11

4.- Mostrar que somos esclavos del pecado, al servicio del mal.
“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado,
esclavo es del pecado.” Juan 8:34
“Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no
quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el
bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.” Romanos 7:19-21
“Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.” Romanos 6:20
“Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados,
esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles,
y aborreciéndonos unos a otros.” Tito 3:3

5.- Mostrar que estamos separados de la gloria de Dios, bajo la ira de


Dios.
“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3:23
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los
hombres que detienen con injusticia la verdad.” Romanos 1:18
“Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los
hijos de desobediencia.” Efesios 5:6, Colosenses 3:6

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6.- Mostrar que hacemos la voluntad del diablo
“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para
esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” 1 Juan 3:8
“y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.” 2 Timoteo 2:26

7.- Mostrar la maldición del pecado.


“Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo:
Amén.”
Deut 27:26
“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues
escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro
de la ley, para hacerlas.” Gálatas 3:10
“Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído
sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de
Dios; porque contra él pecamos.” Daniel 9:11

8.- Mostrar el camino de la santidad, al conocer el bien y el mal.


“Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los
mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.” Deut 28:9
“Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios.”
Números 15:40
“De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.”
Romanos 7:12

9.- Enseñarnos a convivir con nuestro prójimo.


Los Diez Mandamientos expresan no sólo el plan de Dios acerca de cómo ha de
conducirse el ser humano, sino que le ofrece la certeza de que esos preceptos protegen
y valoran su libertad y su dignidad. Son la columna vertebral del Pacto de la Ley.
La base fundamental de la Ley es el amor a Dios y el amor al prójimo.
“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Deut 6:5
“Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el
Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.” Marcos
12:29-30

10.- Conducirnos hacia Cristo, el cual no pecó y fue el único que


cumplió la ley.
La Ley y las profecías tienen su cumplimiento en Cristo.
“los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a
Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al
modelo que se te ha mostrado en el monte.” Hebreos 8:5
“Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas,
nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer
perfectos a los que se acercan.” Hebreos 10:1
“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos

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justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo” Gálatas 3:24-25
“Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y
diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo
indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los
sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.” 1 Pedro 1:11
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer
día, conforme a las Escrituras”
1 Corintios 15:3-4
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él.” 2 Corintios 15:21

“el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca” 1 Pedro 2:22


“¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no
me creéis?”
Juan 8:46
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar,
sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una
jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.” Mateo 5:17

b) ¿Podemos cumplir la Ley?

Acerca de la condición humana, nos dice la Escritura:


“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así
la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” Romanos 5:12
“Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí.” Oseas 6:7
“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de
los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.” Génesis 6:5
“Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; No hay quien haga lo bueno,
no hay ni aun uno.” Salmo 53:3
“Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de
inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como
viento.” Isaías 64:6
“De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos
rebelado, y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él
puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas” Daniel 9:9-10
“Entre tanto, mi pueblo está adherido a la rebelión contra mí; aunque me llaman el
Altísimo, ninguno absolutamente me quiere enaltecer.” Oseas 11:7
Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Marcos 7:6-7
“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino
que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se hicieron necios” Romanos 1:21-22
“Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo
que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?” Hechos 15:10
Observamos, pues, que nuestra naturaleza pecaminosa nos impide cumplir
la Ley y agradar a Dios. Todos somos pecadores, reos de condenación

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eterna.
“Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.”
Romanos 7:21
“ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él;
porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.” Romanos 3:20
“¿Qué, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos
acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Como está escrito: No hay justo,
ni aun uno” Romanos 3:9

c) El Pacto Invalidado.
Nuestra desobediencia y transgresión por el pecado invalidaron el Pacto de
la Ley:
“Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará
y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y me
dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él” Deuteronomio 31:16
“Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y
comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me
enojarán, e invalidarán mi pacto.” Deuteronomio 31:20
“Se han vuelto a las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis
palabras, y se fueron tras dioses ajenos para servirles; la casa de Israel y la casa de Judá
invalidaron mi pacto, el cual había yo concertado con sus padres.” Jeremías 11:10
“Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí.” Oseas 6:7

¿En qué fallamos?


1) La falta de conocimiento de la Palabra de Dios.
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo
me olvidaré de tus hijos.” Oseas 4:6
“Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
Mateo 22:29
“Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy
Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice
Jehová.” Jeremías 9:24

2) La Ley no es de fe, y sin fe es imposible agradar a Dios.


“y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.”
Gálatas 3:12
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6

3) Nuestro malvado corazón.


“Mas la casa de Israel no te querrá oír, porque no me quiere oír a mí; porque toda la casa
de Israel es dura de frente y obstinada de corazón.” Ezequiel 3:7
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
Jeremías 17:9
“Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado.”
Proverbios 21:4

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“Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y
sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de
corazón, Y se conviertan, Y yo los sane.” Hechos 28:27
“Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los
adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el
engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas
maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.” Marcos 7:21-23
“Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los
ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he
maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.” Malaquías 2:2
“y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los
ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran
enojo de parte de Jehová de los ejércitos.” Zacarías 7:12

Debemos entregar nuestro corazón a Dios, para que Él lo renueve.


“Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.” Proverbios 23:26
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” Ezequiel 36:26
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”
Colosenses 3:23

4) La obediencia sin amor es un legalismo, se hace por cumplir.


“Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me
honra; mas su corazón está lejos de mí.” Mateo 15:7-8
“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que
resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda
ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor,
nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi
cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.” 1 Corintios 13:1-3

5) La falta de gratitud y humildad


“Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos
de sus pensamientos.” Isaías 65:2
“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír”
Zacarías 7:11
“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias”
Romanos 1:21
“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente
reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia,
fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas,
engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos,
soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin
afecto natural, implacables, sin misericordia” Romanos 1:28-31
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi
rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” 2 Crónicas 7:14

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III.- Un nuevo Pacto

La Escritura nos informa de un nuevo pacto que Dios estable con su pueblo,
dando por viejo al primero. Este nuevo pacto tiene lugar en el sacrificio de
Cristo en la cruz. El nuevo pacto se establece porque el pueblo (la
humanidad entera) invalidó el primer pacto al no cumplir plenamente sus
demandas.
“Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré
con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; No como el pacto que hice con
sus padres El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque
ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. Por lo
cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por
Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su
hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el
mayor de ellos. Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus
pecados y de sus iniquidades. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo
que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.” Hebreos 8:8-13
“Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por
vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo
cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por
vosotros se derrama.” Lucas 22:19-20
“Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el
nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de
mí.” 1 Corintios 11:25

“La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y
todos se esfuerzan por entrar en él.” Lucas 16:16

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Falta completar este punto.

Att Néstor Arango

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