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Es una terapia especializada en abordar problemas de procesamiento sensorial que impiden al

niño interrelacionarse con su medio ambiente de manera adecuada. En el servicio de


estimulación sensoperceptual se utiliza como marco de referencia la integración sensorial.

La integración sensorial es la capacidad del Sistema Nervioso Central (S.N.C.) para organizar e
interpretar las informaciones captadas por los diversos sistemas sensoriales (visual, auditivo,
gustativo, olfativo, táctil, propioceptivo y vestibular) y poder responder así de forma adecuada
al ambiente que nos rodea.

La habilidad del sistema nervioso de recibir e


interpretar las sensaciones provenientes de nuestro
cuerpo y del entorno constituye la base sobre la que
el niño creará nuevas habilidades en todas las áreas
de su desarrollo.

Hay ciertos indicadores, que pueden señalar a los padres si hay problemas de integración
sensorial. A continuación, indicamos algunos signos:

Demasiada sensibilidad al tacto, movimiento, luces o


sonidos. Puede ser manifestada en comportamientos
tales como irritabilidad o retirada cuando se le toca,
evitar ciertas texturas de ropas o de comidas,
distracción o reacciones de miedo al movimiento en
actividades ordinarias, como las actividades típicas de
los juegos en los recreos.

Poca sensibilidad a la estimulación: Este niño puede buscar experiencias sensoriales


intensas, por ejemplo dar vueltas sobre sí mismo o chocar adrede con los objetos.

Nivel de actividad inusualmente alto o bajo. El niño puede estar


en movimiento constantemente o, puede ser lento o fatigarse
fácilmente.

Problemas de coordinación. Los problemas de coordinación se


pueden ver en actividades motoras que involucren grandes
segmentos corporales como brazos o piernas (coordinación
motora gruesa), o segmentos corporales pequeños como los
dedos (coordinación motora fina).
Pobre organización del comportamiento. Los
niños pueden ser impulsivos o de fácil
distracción y mostrar falta de planeamiento al
abordar las tareas. Algunos niños tienen
dificultad al ajustarse a una nueva situación.
Otros pueden reaccionar con frustración,
agresión o huir o rechazar cuando se dan
cuenta de que fracasan.

La tarea del terapeuta ocupacional será guiar y facilitar la entrada de experiencias sensoriales
con el fin de hacer que el niño mejore en su participación y en su capacidad de desempeño.

Mediante la estimulación Sensoperceptual se busca:

Mejorar las habilidades del niño/a para lograr la


independencia de las actividades de vida diaria
(alimentación, baño, vestido y otras actividades de
cuidado personal).
Mejorar la función visual y espacial para realizar las
actividades escolares y de aprendizaje
Desarrollar que el niño realice las actividades de juego
de acuerdo a su edad
Algunas de las actividades específicas que se trabajan en la estimulación sensoperceptual para
lograr la participación incluyen:

Ayudar a los niños con retrasos del


desarrollo graves a aprender algunas
tareas básicas, como bañarse, vestirse,
cepillarse los dientes y alimentarse

Enseñar a los niños con discapacidades


físicas las habilidades de coordinación
motora gruesa que incluye movimientos
como correr, saltar, deslizarse, etc.

Trabajar en las habilidades motrices finas, para que los niños puedan tomar y dejar
juguetes y desarrollar buenas habilidades de
escritura.
Ocuparse de la coordinación ojo-mano para
mejorar las habilidades de juego, como dar en un
blanco, batear una pelota o copiar de una pizarra.
Mejorar las habilidades sociales en niños que
tienen problemas sensoriales y de atención.

Dirigido a niños con:

Alteraciones del desarrollo


Autismo
Discapacidad Intelectual
Trastornos de déficit de atención
Problemas neurológicos
Problemas de adaptación social
Problemas de lenguaje, habla, habilidades motoras o rendimientos académicos.
Síndrome de Down y otros trastornos genéticos

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