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DE JESUCRISTO
Jesús una persona Politraumatizada
FLAGELACIÓN
Cuando los soldados azotaban repetidamente y con todas sus fuerzas las
espaldas de su víctima, las bolas de hierro causaban profundas contusiones y
hematomas. Las cuerdas de cuero con los huesos de oveja, desgarraban la piel y
el tejido celular subcutáneo .
CRUCIFIXIÓN
Con los brazos extendidos, pero no tensos, las muñecas eran clavadas en el
patíbulo. De esta forma, los clavos de un centímetro de diámetro en su cabeza y
de 13 a 18 centímetros de largo, eran probablemente puestos entre el radio y los
metacarpianos, o entre las dos hileras de huesos carpíanos, ya sea cerca o a
través del fuerte flexor retinaculum y los varios ligamentos intercarpales. En
estos lugares aseguraban el cuerpo.
No han faltado quienes dijesen que los pies del salvador no fueron
clavados, sino simplemente sujetos a la cruz con cuerdas; pero tal hipótesis
tiene en contra, tanto el testimonio unánime de la tradición , que ve en el
crucificado Jesús el cumplimiento de aquel, celebre vaticinio: "han taladrado
mis manos y mis pies" (sal 21); como en los mismos evangelios, pues leemos
en San Lucas (Lc 24, 39-40) “ved mis manos y mis pies; yo mismo soy; palpad
y ved..Y, dicho esto, les mostró las manos y los pies”.
Por lo tanto antes que Jesús muriese, los príncipes de los sacerdotes y sus
colegas del Sanedrín pidieron a Pilato que, según la costumbre Romana,
mandase rematar a los ajusticiados, haciendo que se le quebrasen las piernas a
golpes. Esta bárbara operación se llamaba en latín crurifragium (Jn 20, 27).
Con este análisis que si bien es conjetura, nos acercamos más a la causa
real de su muerte. Interpretaciones que se encuentran dentro de un rigor
científico en cuanto a su parte teórica; más no demostrables con análisis ni
estudios complementarios.
Los cambios sufridos en la humanidad de Jesucristo, se han visto a la luz
de la medicina, con el fin de encontrar realmente el carácter humano, en un
hombre que es llamado el hijo de Dios, y que voluntariamente acepto este
suplicio, convencido del efecto redentor y salvador para los que crean en ÉL y
en su evangelio.
REFERENCIAS
1. Sermo de Passione
2. San Justiniano, Dial, c, Tryph, 97,98,104, y apol, 135; Tertuliano, adv. Marc,
3. Camargo Rubén. Diario el heraldo. B/quilla, Col 1990
4. Rev. Med. Jama 1986;255;1455-1463
5. Fragm, 16
6. Tractac in Joan, 36,4 - De obitu Theodos, 47 y 49
7. Séneca,Epist,101; Petronio, Sat 3,6; Eusebio, Hist,eccl,8,8
8. Carta Apostólica Salvifici Doloris 1984
9.Louis Claude Fillion. Vida de Nuestro Señor Jesucristo. Tomo III
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