NICOLÁS SOTO CELIS

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

ESCRITO SOBRE LA EXPERIENCIA
DEL TEATRO PARA LA
SEMANA DEL TEATRO

Al empezar tuve la pretensión de objeto de goce inhumano. Más aún porque

comunicar, cómo el teatro me trasformó, el cuerpo ha de ser una fuente de placer,
pero para no hacer el texto muy largo, es necesario cuidarlo, amarlo, fortalecerlo,
decidí más bien hablar del potencial y no abusar de él. Quererlo es quererse y
transformador y vivificante del teatro. Igual quererlo vivificar es querer vivificarse.
sigue siendo una pretensión, pues la
Volviendo a la profe, esto lo decía en un
experiencia del teatro es algo que se vive
coloquio de filosofía en la Universidad. A
en el propio cuerpo, en el cuerpo de cada
los profesores y estudiantes les causó esto
quien. Se puede tratar de representar en
mucha risa. En todo un serio coloquio de
un escrito, y ese escrito puede ser
filosofía, la profesora hizo un sencillo
vivificante, pero no llegará nunca a ocupar
ejercicio, les pidió que movieran un brazo
el puesto de la experiencia. Dice el dicho,
como se hace en el flamenco. Se trata de
“quien lo vive es quien lo goza”.
extender todo el brazo lentamente,
primero moviendo el hombro, luego el
Diría yo “el cuerpo que vive el teatro se
codo, luego la muñeca y luego los dedos.
trasforma, se vivifica y puede llegar a hacer
La profe hacia este sencillo movimiento de
de sí mismo una fuente de placer” Esta es
una manera hermosa. Movemos nuestros
quizás la idea que quiero dejar más clara
brazos y manos cientos de veces en un día
en este texto.
pero nunca le prestamos real atención a
“El cuerpo que vive el teatro se trasforma, estos movimientos, no buscamos extraer
se vivifica y puede llegar a hacer de sí de estos movimientos placer alguno. A
mismo una fuente de placer” veces creemos que sólo de nuestros
esfínteres o de nuestros penes o vaginas, u
El cuerpo no sólo es, como decía la profe
otras zonas erógenas, podemos obtener
de flamenco de la Universidad, un vehículo
placer, y olvidamos que todo el cuerpo y el
que trasporta nuestro brillante y hermoso
movimiento, en sí mismos, pueden ser una
cerebro. Tampoco es, o no debe ser, y
fuente creativa de placer. Tomar
quiero dejarlo claro, un objeto del cual
consciencia de que somos seres corporales,
podemos usar y abusar para satisfacer
que poseemos un cuerpo, nos lleva a
insaciables compulsiones autodestructivas.
establecer una relación de amor, cuidado,
Decir que el cuerpo ha de ser una fuente
expresión y afecto con él. MÁS BIEN NO SE
de placer no quiere decir que ha de ser un
TRATA DE UNA RELACIÓN CON ÉL SINO EN
ÉL. Mejor aún, no se trata de yo tengo un
cuerpo sino YO SOY UN CUERPO. Se trata
de habitar, de vivir el cuerpo, de sacarle
todo su provecho estético y dejar de
instrumentalizarlo u ocultarlo. Repito con
la profe de flamenco, nuestro cuerpo no ha
de ser el coche de nuestro cerebro. Digo
yo, que sea más bien, una fuente cotidiana
de placer estético. Siempre buscamos
objetos de satisfacción afuera de nosotros
y olvidamos que la felicidad viene de
adentro. Eso dice Dalái Lama. Yo diría que
no sólo de adentro sino de esto, de este
músculo, huesos, venas, agua, sangre, de
este cuerpo, lugar de la vida. Para
explicarnos, para explicar lo humano,
podemos dividir el mundo en “adentro y
afuera”. Dicen algunos “buenas almas” “lo
que importa es lo de adentro”. Con todo el
respeto del principito, otros dicen “lo
esencial es invisible para los ojos.“ Bueno, en
esto hay algo de verdad, pero, frases como
estas nos pueden llevar a olvidarnos de
nuestros cuerpos visibles, a verlos como un
recipiente sin importancia. Simples
contenedores, o prisiones, de un algo
metafísico puro, llamado alma o esencia.
Pensaría yo que el cuerpo, en su simultanea
hermosura y visceralidad, sí está lleno de algo,
de vida, pero eso de que está lleno, no es ajeno
al cuerpo. El cuerpo sin la vida, es cadáver, y la
vida sin cuerpo,…., eso no existe…., hasta los
mismos dioses griegos, o los cristianos o los
hindúes, decidieron, en su momento, poseer
un cuerpo, encarnarse. ¿Y para qué? Para
acercarse al ser humano. Tener un cuerpo,
para ser más cercanos, para conocer la
condición humana. Esa condición de
vulnerabilidad, de mortalidad, de poder
sangrar, es la condición de posibilidad de la
compasión y de la creatividad. Hasta
Superman, tiene su talón de Aquiles. Si
fuéramos seres sin cuerpo, nos podríamos
volver monstruos, incapaces de dolerse con el
dolor del otro. Si revisan, hay dos formas de
inteligencia artificial en las películas, unos son
entidades sin cuerpo. Se trata de una
computadora absoluta, con un ojo que todo lo
ve (usualmente rojo). Otros son robots con un
cuerpo, saltan, corren y usualmente salvan a
los humanos de ese ojo sin cuerpo, que se
vuelve loco, loco de lo lógico. Ese ojo llega a
matar, creyendo que le hace un bien a la
humanidad, previene al hombre del hombre.
Ese ojo actúa sin sentimiento, sin dudas, sin
compasión, se cree superior a todo y a todos, y
se vuelve un monstruo. Como ejemplo, están
los nazis, y su búsqueda de objetos que los
hicieran invencibles, inmortales. Esa soberbia
de los humanos de creerse ilimitados, a-
corporales, amos y señores de todo y de todos,
los lleva a la autodestrucción, a la frustración y
a la amargura. Borrachos de poder, olvidan
que tienen un cuerpo, olvidan que son frágiles
y vulnerables. No ven, que en esa condición,
yace lo humano. Sin eso, no demoramos en
devenir, inhumanos. ¿No es acaso hermosa la
planta frágil que empieza a nacer, el
delicadísimo bebe humano, la suave telaraña
de una araña? ¿De cuantos alivios y placeres
nos privamos, cuando olvidamos que somos
cuerpo?
Sin cuerpo, no tendríamos necesidad de crear,
por un lado, porque no tendríamos manos,
obras maestras de la naturaleza, útiles para
usar huesos y piedras para sobrevivir, perfectas
para acariciar, precisas para tocar a Bethooven,
óptimas para construir máquinas, que
construyen otras máquinas. Un cohete es
producto de estos geniales pulgares oponibles.
No tendríamos necesidad de crear, hoy, nuestra racionalidad.
pronto, porque siempre habría un mañana. Y
no siempre habrá un mañana. Llegará un día en
que la sangre pare de correr, y con el ello, el
calor corporal empezará a desaparecer, muy
rápidamente.
La segunda idea que me gustaría constatar
Se trata de conciliar ese dualismo
es la del teatro como un heterotopos de
antropológico que es bastante alienante.
vivificante psicosis colectiva.
No somos mente y cuerpo sino más bien
un campo de fuerzas donde danzan el
principio de realidad y el principio de
Desglosemos un poco la afirmación. Es un
placer. Demasiado principio de realidad y
heterotopos porque es un espacio-tiempo
nos podemos volver amargados, aburridos
diferente. El espacio no sólo lo delimita
y desesperanzados. Demasiado principio
una puerta, aunque sí es importante el
de placer y podemos perder la conexión
templo. El torreón puede llegar a significar
con la realidad y con los otros. Lo
para algunos una especie de templo. Un
interesante es que el taller de sí, que es el
lugar íntimo y especial hecho para ese fin,
teatro, puede ser un lugar seguro donde es
en el cual se dejan muchas vivencias y por
posible dejarse liberar. No en cualquier
el cual han pasado muchas vidas. Como
lugar, nos podemos dejar liberar. Es taller
dice el dicho “si estos muros pudieran
de sí, porque en él, uno, se trabaja. Esas
hablar, todo lo que dirían”. Los muros de
horas en que se está con los compañeros y
los salones, de los pasillos o de los baños
con el profesor, haciendo teatro, puede ser
también tendrán muchas cosas que contar,
un lugar para perder la conexión con la
pero yo creo que de los muros que más
realidad y dejar que el principio de placer
cosas han visto, son estos. Aquí las
domine el baile. Que el principio de placer
personas entran y se comportan distintas.
tome fuertemente de la cadera al principio
Se vive aquí, en el Torreón, durante la
de realidad y le diga: “mientras estemos
clase, de una forma diferente, el espacio y
aquí sigue mis pasos, déjame guiarte y
el tiempo. Estas maderas pueden ser el
llevarte por caminos inexplorados” El
suelo que nos imaginemos, pueden ser lava
espacio del teatro puede ser el momento
o nubes… El tiempo se desregula… o acaso
en que el corazón abraza firmemente a la
dónde ven un reloj en estas paredes.
razón y le dice “acércate”. Las horas de
Relojes de mano o celulares a las maletas,
clase pueden ser el momento de la
y que esas maletas estén bien lejos de la
creación, del descanso vivificante de la
tarima. No es raro ese dicho “UYYY
común rivalidad que desde tiempos
juepucha ya son las 9:15 de la noche”
inmemoriales tienen nuestra animalidad y
muchas veces sumado del “y yo vivo en
Bosa” a lo que en muchas ocasiones sigue,
si la clase fue placentera, “no importa, ya creación y expresión. NO TAPA, POR EL
pa qué, la pasamos bien”. CONTRARIO, MUESTRA. Muestra algo que
nuestros rostros y cuerpos normalizados
¿Por qué psicosis colectiva? La palabra
por la rutina tapan, nuestras fuerzas vitales
psicosis es algo fuerte. Google la define
en fluctuación: Amor y odio, agresión y
como Enfermedad mental grave que se
ternura, nihilismo y trascendencia, ganas y
caracteriza por una alteración global de la
pereza, orden y caos, vida y muerte. No es
personalidad acompañada de un trastorno
tanto una máscara que comunica sino que
grave del sentido de la realidad. Bueno
expresa. En la comunicación uno busca que
algo así pasa acá, pero no es individual sino
el otro entienda, uno busca trasmitir un
colectiva. Si alguien dice “yo soy una
cierto mensaje, pero en la expresión, lo
mariposa zombie mutante” no sólo le
principal no es que el otro entienda
decimos que sí sino que nos asustamos, o
(racionalmente), y es por eso que puede
le cortamos la cabeza, o nos dejamos
haber más acción, más cuerpo, y menos
chupar y nos volvemos flores zombies
palabras.
mutantes. En el teatro uno se quita la
fachada de la personalidad y de la
Creo que es necesario que nos escapemos
identidad. Aquí nadie está tratando de
de la realidad, pero ojo, sólo cuando nos
defender que es un humano racional,
hemos asegurado que no corremos riesgo
honesto, buena-alma y equilibrado que
de naufragar en la locura. Meterse en las
propende la paz mundial. Aquí nadie
aguas de la imaginación sin dejar de estar
afirma “yo soy, yo soy” sino que se
amarrados al barco de la realidad. Y llevar
pregunta mientras actúa “qué puedo ser
un poco de esas revitalizadoras aguas que
yo”. En especial, en la improvisación,
impregnadas en nuestro cuerpo, mojan de
muchas veces se da la genial sensación de
curiosidad y movimiento a la tripulación de
actuar, y de luego decir “no pensé que
la que siempre haremos parte: Los seres
podría llegar a ser eso”. Es genial la
humanos. Porque hacer teatro no nos
sensación de auto-sorprenderse. Y con el
convierte en seres humanos más
tiempo uno se va quitando ciertos miedos
evolucionados, eso no nos hace superiores
y sabe que nada de lo que dice o de lo que
a nadie. Eso me ha enseñado el teatro. No
hace, durante el juego, le compromete en
podemos negar que es fácil que en estos
nada. Pues no es usted, es una máscara, no
terrenos se dé la mala hierba de la vanidad
una máscara de hipocresía sino de
y del pedantismo. Y es que con eso quiero
creación. No es su máscara, usted no la
llegar a la otra idea fuerza de este escrito.
posee, sólo la toma del viento que pasa y
luego la deja ir. Cuando una persona usa
El teatro como productor de comunidad y
una máscara en un carnaval no se le puede
de vínculos con los otros.
decir que está siendo hipócrita, por el
contrario, se aplaude su máscara, pues es
Antes de seguir quiero mencionar una
cosa. Hasta el momento he mistificado o
sacralizado un tanto el teatro. Como si
fuese un poco la fuente misma de la vida,
medio de redención y de salvación. Como
si fuese un dios. Para muchos el arte es su
dios y su salvación, pero pues no todas las
vivencias del teatro son tan vitalizantes
como las que aquí muestro.
El ejercicio que intento hacer es recordar
mi yo de hace tres semestres, sus
emociones y vivencias para con el teatro.
No hay que negar que hasta el mismo
teatro o el arte puede convertirse para
algunos en una práctica fastidiosa,
competitiva y carente de sentido. Quizás el
fin del teatro en esta universidad y en este
espacio no es la de formar grandes y
virtuosos actores. Quien desea hacerse un
actor profesional debe aplicarse unas
rutinas y una cierta formación, pero pues la
cuestión es diferente para quien no
proyecta para sí el teatro como su
profesión. Eso no quiere decir que aquí no
haya disciplina, esfuerzo y compromiso,
pues lo hay, y mucho. No en el mismo
grado por todos. En su momento dedicaba
muchas más fuerzas al Torreón, hoy no lo
hago pero hay otros que ponen gran parte
de su talento y energía en la construcción
del teatro. Y es que eso es también algo
bonito del grupo del Torreón, uno llega, y
ya existían unos antes, ellos a uno lo
acogen, uno se queda, luego ve a otros
llegar, y luego, uno se va. Se parece a la
vida. Llegamos a un mundo ya existente,
esa generación nos acoge, nos educa, nos
pasa el mundo, la cultura, luego crecemos
y como generación acogemos a unos
nuevos, y luego nos vamos. Hana Arenth
definía asi la educación “acoger a los
nuevos”.
Es genial el grupo que hoy, pone gran parte
de su talento y energía en la construcción
del teatro. El teatro no existe per se, no
existe como una identidad salvadora sino
que es construcción fluctuante de manos
humanas que se entretejen y se vivifican
las unas a las otras. Soy entusiasta pero no
quiero fetichizar al teatro. Pero bueno este
no es el punto.
Volviendo a la tercera idea: El teatro como
productor de comunidad y de vínculos con
los otros. Son muy interesantes los vínculos
que aquí se crean. Aquí construí hermosos
lazos humanos. No me sentía bien con el
grupo de la carrera. En primer semestre se
hacen ciertos grupitos y pues en ellos no
me hallaba. Llego a teatro y conozco gente
genial, gente sonriente y abierta. Es
gracioso como con muchos de ellos no he
tenido muchas conversaciones y con varios
no me veo más que en las horas de teatro,
pero uno va por ahí y los saluda con una
sonrisa especial, con una sonrisa un poco
complice. Uno tiene amigos de hace mucho
tiempo, pero no lo han visto a uno
comportarse como una mariposa zombi
mutante. Son carcajadas compartidas que
se dicen en clase “estás loco” y que luego
en los pasillos se dicen, “eres un amigo de
teatro”. Podría hacer una categoría de
amigos llamada “teatro-amigos”. En mis 6
semestres en el grupo, varias personas,
algunas no estudiantes de la universidad,
han dejado en mi memoria sus sonrisas y
su propio estilo de locuras. No se me olvida
el clown zombie que el joven apodado
Capitán realizó en una improvisación por
eso de inicios del 2015. Todos reíamos a
carcajadas. No era estudiante, era un
caminante, que aún hoy recuerdo. Los
vínculos aquí creados son interesantes
pues los une el arte y el teatro. Estos lazos
son de una naturaleza un tanto de niños,
en cuanto a que no se apoyan en palabras
o ideas sino en juegos. Puede uno diferir en
concepciones acerca de la educación, la
política, el arte, la vida pero eso no es de
mayor importancia en este espacio pues lo
que nos une aquí es el juego. Los niños, no
egoístas, dejan entrar al juego al que sea,
no preguntan nombre, nacionalidad,
identidad de género, orientación sexual,
religión o partido político. Lo que les
importa es jugar, y que los que entren en el
juego, estén en actitud de juego. Y es que
pese a que uno venga aburrido de la vida o
de la universidad, el cuerpo-juego común
que creamos todos mientras caminamos
por el espacio, crea una atmosfera que nos
hace descansar de las cargas de la
existencia, haciéndonos mover.
Descansamos moviéndonos. Moviéndonos
juntos, ya no como individuos sino como
una colectividad. Si un individuo viene bajo
de energía, cuando deja de ser individuo y
pasa a ser parte del movimiento colectivo,
se revitaliza. Es que los momentos que
para mí son más geniales, son en los que
estamos todos en movimiento, en los que
nadie puede quedarse quieto, o
desatender a la dinámica común del grupo.
Nadie se queja, nadie busca tramitar sus
dolencias, nadie hace de psicólogo ni de
psicoanalista, y aun así, no estoy seguro
cómo, moverse aquí, junto a otros, ES
CURA, ES TERAPÉUTICO.
Algunas veces, catártico. Se me viene a la
cabeza esa vez que saltamos durante, más
de 20 minutos seguidos, en la Camilo,
gritándole al cosmos, lo que pensábamos
del conflicto armado, se nos rieron, pero
fue memorable saltar todos juntos. Los
egos del hiperindividualismo propio de
esta época se quedan atrás cuando, se
escuchan y se muestran, los cuerpos, en un
baile común, el de la improvisación. Ya no
soy yo, mi contexto, mis necesidades, mi
rostro, mis intereses, mis gustos, no, ya no.
Se trata más bien de un nosotros creativo,
en el cual nada está prefrabricado. Estar en
posición de disposición, estar en blanco, es
la extraordinaria posibilidad, de ser lo
inesperado. Me rio y me abrazo con el que
sea, no importa si es un desconocido, sólo
por estar ahí, agitado por la actitud de
juego, es un teatro-amigo. Que el Santo del
teatro nos libre de caer en rivalidades
competitivas y vanidosas. Si vamos a
competir que sea de vez en cuando y que
sea en juego. Que nadie se delique, que
todos juguemos. Ya hay bastante orgullo
en la academia. Cerrémosle la puerta a
esas pendejadas y que este espacio siga
siendo un hetereotopos.
Hasta ahora he hecho énfasis en lo que he
vivido en aquellos muros. Al ser estos
momentos significativos para la vida, Es que uno estima más al otro cuando se
tienen sus retumbantes ecos en la vida ve obligado a decir “sí y”. Al principio, la
cotidiana. En las formas en que uno habita racionalidad no lo deja a uno aceptar que
y ve el mundo, fuera de este espacio. el otro quiera ser una mariposa zombi
Mencionaré dos ecos. El profe Arturo, mutante. La falta del ejercicio de la
maestro mío desde primer semestre y al imaginación nos hace creer que es una idea
que le debo un gran agradecimiento por muy descabellada, que carece de cualquier
ser lo que es, un profesor, me enseñó dos futuro interesante. Le provoca a uno decir
lemas que si me hiciera tatuajes, me las “estas seguro que quieres ser eso” “¿no
tatuaría: “Sí y” y “aquí ya ahora”. has pensado en ser un perrito normal
como los otros perritos?” o “mira eso es
El “sí y” es algo genial. Es todo lo contrario
muy tonto”. Cuando uno acalla a esas
al “No” o al “sí pero” o al “pues Sí”. El sí es
voces y antes de que el otro haga algo, uno
lema fundamental de la improvisación, sin
ya está en actitud de decir con todo el
esta, no hay creación. Su sencillez
cuerpo, “sí y”, se da la magia. Es mágico
embellece aún más esta frase. Se trata de
como dos o varios seres sin ponerse de
que el otro hace algo y uno no sólo debe
acuerdo antes de, llegan a crear historias
creerle, aunque sea lo más loco del mundo,
geniales. Y porque se da una co-creación es
sino que, además, debe aportarle con otra
que uno estima más al otro. Reconocer que
acción. Si uno actúa como mariposa
sin las ideas del otro no puedo improvisar,
zombie mutante, el otro puede aportar
reconocer que necesito del otro para poder
siendo un fan de mariposas zombies, y la
crear, es una verdadera actitud de estima
mariposa puede responder firmándole un
hacia el otro. No importa de qué trate la
autógrafo, ante el cual el fan de mariposas
idea del otro, no será desechada nunca en
puede optar por pedir la succión de su
una verdadera improvisación. Esto no se
alma. Empezamos con algo sencillo como
aplica a la vida real, uno no puede estar
ser una mariposa zombie mutante y
diciéndole “sí y” a todo el mundo todo el
podemos terminar en cosas locas como
tiempo pero una actitud de vida tendiente
tomar una siesta. El mundo es puesto patas
al “si y” nos puede hacer seres con menos
arriba, no por uno o varios individuos, sino
resentimiento y menos criticadera, menos
por una fuerza superior, la fuerza humana
obstaculizadores de ideas y más
del azar y de la imaginación. Y es que ese
potenciadores de vida. ¿Acaso no es eso lo
“sí y” nos despierta, nos activa, nos hace
que hace un educador: “Potenciar la vida”?
atrevidos, nos desinhibe, nos libera, nos
Si hemos de ser jóvenes con pensamiento
hace más agiles, corporal y mentalmente.
crítico y divergente, hemos de ser más
Dirían los psicólogos de estos tiempos,
críticos creativos y no tanto críticos
sube nuestros autoestima. Y creería yo que
destructivos. En el primero hay carácter, en
no sólo el auto-estimo sino el hetero-
el segundo hay resentimiento. El
estima, es decir, el estima hacia los otros.
resentimiento hace parte de la vida pero el
“sí y” nos ayuda a mermarlo y a juzgar
menos a los otros, señalarlos menos. Más
bien damos pasos a reconocer al otro como
posible fuente de creatividad y posible
compañero de creación. A veces, cuando
toca trabajar en grupo, y hay alguien que
propone algo que me parece tonto, inútil
y/o inservible, respiro y me digo a mí
mismo”Nicolás recuerda el “ sí y””. Esas
palabritas me hacen volverme a
concentrarme en la propuesta del otro, a
escucharle, a reconocerlo, a estimarlo
como ser creativo. Cosas geniales han
pasado cuando he recobrado la atención
perdida en el otro. No siempre pasa pero
suele pasar, que haya más creación,
cuando se escucha.
El “sí y” no sólo funciona para con los
otros sino para con nosotros mismos. No se
trata de obedecer a los caprichos tontos
que uno tiene sino a las fuerzas creativas.
No se trata de ser ingenuos y creer que en
la vida real todo es posible cuando no lo es.
Dicen hoy todos los comerciales que “lo
único imposible es lo que no intentas”,
cuanto millones de personas intentan salir
de la pobreza y no lo logran. Dirán algunos
miopes que no lo logran porque no lo
intentan. Cuando digo que hay que darle
un valor a esas fuerzas creativas internas
me refiero a acallar ese enano fastidioso
que le dice a todo lo que ideamos “no eso
no”, “eso tampoco, mmmm eso menos”
“quédate quieto, mejor no te muevas”
Otra idea clave que va totalmente unida a
la de “sí y”, “es el aquí y el ahora”. Para
improvisar y para jugar, uno tiene que
estar atento, es decir pendiente en el “aquí
y el ahora”. No estar pensando en que
tareas uno tiene, o lo lleno que va a estar
Transmilenio, o si me miraron mal, o si
tengo hambre…. No nada de eso. Se trata
de despertar los sentidos corporales,
apaciguar tanta palabrería interna y vivir el
instante. Ese instante, nada más. Uno va en
el bus y pues va pensando en muchas
cosas, a veces uno va viendo por la ventana
y va pensando en lo que ha dejado de
hacer o de lo mucho que tiene que hacer,
pero resulta muy interesante, muchas
veces, hacerse consciente de las cosas
pequeñas y sencillas que pasan alrededor.
Sentirse o sentir a los otros como seres
vivos, y vivos en ese preciso momento.
Dejamos vivir muchos momentos por estar
pensando que la felicidad llegará, que
llegará después de que acabe esta o esta
otra actividad, que llegará el jueves de
amigos póker, que llegará cuando me pase
tal cosa, cuando el otro me diga que sí,
cuando me compre esto o cuando gané
más. Y pues obvio que hay que
proyectarse, pensar en el futuro, pero es
siempre bueno, todos los días, una dosis
seria, de “aquí y ahora”. No he hablado
propiamente de educación y este texto se
alargó más de lo que quería, pero a los
niños hay que verlos con dos ojos, uno ve
su momento actual, su niñez y el otro debe
buscar su crecimiento. Si sólo los vemos
con el primero diremos como para con los
perritos “ojalá nunca crezca, ojalá fuera así
cachorrito para siempre” si los miramos
sólo con el segundo ojo, el del futuro caminar un juego. Son graciosos cuando
“violentaremos su crecimiento”. juegan a no pisar las uniones de las
baldosas, cuando bailan, apenas escuchan
¿Qué tiene que ver esto último con el música. Hay que crecer y ser adultos pero
teatro? Es que gracias a él, he podido llegar no hay que ser tan serios todo el tiempo.
a muchas ideas. Lo que estudio tiene que Es bueno despelucarse un poco y recordar
ver con humanos, el teatro tiene que ver que somos cuerpo.
con humanos, por ello, porque existe algo
en común, lo uno y lo otro, se enriquecen Cuerpo que mientras esté vivo, es el lugar
mutuamente. No quiero dármelas, pero de la vida. Así que no esperamos que
gracias al teatro, soy y seré un muy buen llegue la vejez o la enfermedad, para
profesor, siempre, en constante, darnos cuenta, que sin él, no es posible
autoformación. vivir. Cuidémoslo, cultivémoslo,
alimentémoslo, habitémoslo,
Otra idea clave es que uno puede empezar
compartámoslo, descubrámoslo,
a relacionarse de manera distinta con su
amémoslo, mostrémoslo, vivámoslo.
propio cuerpo. En teatro uno se da cuenta
que no existe una sola manera de caminar.
Porque el arte me permitió descubrirme,
Uno puede caminar triste, alegre,
descubrir que soy cuerpo, moverme de
amariposado, como zombi, recién echado
maneras que nunca me había movido,
del trabajo, recién victorioso de una batalla
sentir un poquito de libertad, gracias,
épica… Al hacerse consciente de que es
teatro, gracias Torreón, gracias maestro
placentero hacerse consciente del propio
Arturo, gracias compañeros todos, gracias
caminar, de vez en cuando, uno le agrega
“yo mismo”, gracias universidad, gracias
voluntariamente, un matiz autoexpresivo a
vida.
la propia manera de caminar. Es decir, que
mientras uno camina, puede dar un Diría Mercedes sosa, gracias a la vida.
pequeño saltico, o una pequeña pirueta,
sin extravagancias vanidosas, para
provocarse a sí mismo, una tenue sonrisa, y
mostrársela al sol. En agradecimiento a su
luz y calor, por qué no, regalarle al sol una
sonrisa, para que él también sonría. No
creo que los que, de vez en vez, le
sonreímos al sol, o le picamos el ojo a la
luna, mientras caminamos solos, estemos
locos. No abandero a los niños, pues quiero
que crezcan y sean adultos, pero es muy
interesante ver que pueden hacer del