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La Política fiscal es una disciplina de la política económica centrada en la gestión de los recursos de un

Estado y su Administración. Está en manos del Gobierno del país, quién controla los niveles de gasto e
ingresos mediante variables como los impuestos y el gasto público para mantener un nivel de estabilidad
en los países.

A través de la política fiscal, los gobiernos tratan de influir en la economía del país. Controlando el gasto y
los ingresos en los diferentes sectores y mercados con el fin de lograr los objetivos de la política
macroeconómica.

Mediante estas variaciones, el Gobierno debería ejercer un gran impacto sobre la demanda agregada y,
por consiguiente, influye en la producción y el empleo, dado un nivel de precios. Por otra parte, su objetivo
principal es estimular el crecimiento de la economía doméstica y protegerla de cara a los cambios propios
de los ciclos económicos.

Objetivos de la política fiscal


Los objetivos que persigue la política fiscal son los siguientes:

A corto plazo, estabilizar la economía y el ciclo a través del saldo presupuestario.


En el largo plazo, persigue incrementar la capacidad de crecimiento del país mediante el gasto -I+D,
educación, e inversión en infraestructuras, etc- y del ingreso -incentivos al ahorro-.
Simultáneamente, persigue el objetivo de equidad y redistribución de la renta.
Además, un punto importante es que la política fiscal debe ser clave para garantizar y proteger los
servicios sociales básicos y los recursos con los que cuenta el territorio en cuestión. Se trata de una gran
responsabilidad, ya que las decisiones tomadas en este ámbito afectan considerablemente a la vida
cotidiana, al empleo, los precios…, es decir, la política fiscal constituye la vía más importante para
mantener o mejorar el llamado Estado de Bienestar. De hecho, en los presupuestos públicos europeos
más de la mitad del gasto suele corresponder a servicios sociales y sólo alrededor del 20 por ciento se
destina a servicios generales y económicos.

Es también destacable la responsabilidad que se adquiere a la hora de controlar y redistribuir la riqueza de


un estado por medio de los servicios públicos y la gestión tributaria.

Su complementariedad con la política monetaria y su convivencia será clave para la marcha del país y el
bienestar de sus ciudadanos. La política fiscal tiene un papel destacado por su efecto estabilizador de las
fluctuaciones de la economía, a través de su impacto expansivo o contractivo sobre la demanda agregada
vía manejo de los ingresos y gastos públicos (y por tanto, de la cuantía de los déficit o superávit del sector
público).

Tipos de política fiscal


Dependiendo de las diferentes decisiones tomadas a la hora de dirigir la política fiscal, puede clasificarse a
esta como expansiva, contractiva o neutral. Esta diferenciación tiene mucho que ver en ocasiones con una
cuestión ideológica o de pensamiento económico, debido a que atendiendo al perfil ideológico del gobierno
del momento se tomará una clase de medidas u otra. No obstante, realmente lo que define la aplicación de
una política fiscal expansiva o contractiva es la situación del ciclo económico en que se encuentre.

Política fiscal expansiva: Se lleva a cabo en situaciones de decrecimiento económico y cuando hay altos
niveles de paro, el Gobierno tendrá que aplicar una política fiscal expansiva para aumentar el gasto
agregado (Consumo + Inversión + Gasto + Exportaciones – Importaciones), aumentando la renta efectiva y
para disminuir la tasa de paro. La política fiscal expansiva puede ser de cinco tipos o vías de aplicación:
Una reducción de los impuestos, consiguiendo un impacto positivo sobre el consumo.
Un aumento de los gastos del Gobierno, desplazando al alza el gasto agregado.
Estímulos a la inversión privada a través de bonificaciones o exenciones fiscales. La finalidad es provocar
aumentos en la demanda agregada.
Incentivos fiscales para estimular la demanda de los no residentes (mayores exportaciones netas)
Dinero helicóptero
Política fiscal contractiva: cuando existe una situación inflacionista provocada por un exceso de demanda
agregada. En este caso sería necesaria una aplicación de política fiscal restrictiva, procediendo de forma
contraria para reducir el gasto agregado.
Se aumentarían los impuestos.
Se reduciría el gasto público.
Se actuaría para desalentar las inversiones privadas y las exportaciones netas (menores exportaciones
netas).
Existe también una tercera vía que se conoce como postura neutral. En este caso la política fiscal se basa
en el equilibrio, al equiparar el nivel de gasto público con el de ingresos totales.

POLÍTICA FISCAL Y MONETARIA DURANTE EL SEXENIO DE CARLOS SALINAS DE GORTARI (1988-


1994)

El trabajo que a continuación se presenta, habla acerca de la política económica que se presentó durante
el sexenio de Carlos Salinas de Gortari de 1988 a 1994, haciendo énfasis tanto en su política económica,
su política fiscal y en la regulación del Sistema Financiero.
Desde su primer año de gobierno trazó su política para gobernar a México ratificándolo en su primer
informe de gobierno, en noviembre de 1989. La línea propuesta como estrategia del cambio fue la
modernización de México, y en este sentido propuso a la nación tres acuerdos nacionales:
Ampliación de la vida democrática.
Recuperación económica con estabilidad de precios.
Mejoramiento productivo del nivel de vida de la población.
Estos acuerdos estructuraron el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, y en síntesis son la manera de
organizar la acción del Estado y de la sociedad para llegar a la modernización de México.

POLÍTICA FISCAL
· Construir una economía más abierta a la iniciativa privada y a la intervención no estatal.
· Se continúa con la venta de empresas del Estado a fin de recaudar mayores ingresos, tales como
Cananea, Teléfonos de México, Canales 7 y 13 de TV y los Bancos
· Ser menos propietario en lo económico y más eficiente en lo público y en lo social.
· Vende empresas ineficientes
· Crea condiciones para la inversión privada, trata de integrar la economía del país al mundo y busca
implantar una nueva racionalidad de la vida pública.
Transformar “desde arriba” la identidad política del partido del Estado (el PRI), para que sus miembros
permitan el adelgazamiento del Estado.
Se defienda la integración comercial con los Estados Unidos, se dé la bienvenida al capital extranjero y
sigan disciplinándose a los deseos del presidente en turno.
Crear una economía abierta y vinculada a los libres mercados.
Impulsar la inversión privada y la tecnología avanzada.
Terminar con la intervención del Estado en la economía.
La globalización de los procesos económicos en el marco de un nuevo orden mundial.
Se restringe el gasto público en cuestiones sociales como salud, vivienda, educación y se continúa
pagando intereses de las deudas que absorben más del 50% del presupuesto.
Eliminación de 264 oficinas federales de recaudación, que sustituyen con 271 módulos para cubrir
obligaciones fiscales con intermediación (buzón fiscal).

2.2. La política fiscal en México y la globalización


Los objetivos de la política fiscal son:

• Funciones de promoción económica y social

• Seguridad nacional

• Paz pública y bienestar colectivo

Por lo tanto la política fiscal es una función derivada del conjunto de obligaciones impuestas al sector
público por la sociedad. Su eficiencia se juzga, atendiendo a la medida en que el sector público haya sido
capaz de movilizar y aplicar el volumen de recursos necesarios para alcanzar los objetivos planteados,
teniendo en cuenta si los recursos se han asignado de acuerdo con la jerarquía de prioridades concertada
con la comunidad, cualquiera que sea el mecanismo político por el cual se llegue a los acuerdos (Alejo
citado por Méndez, 1994).
Fitzgerald (2002) considera que los actuales sistemas internacionales de tributación presentan problemas
especiales vinculados con las dificultades para adquirir los posibles recursos fiscales generados por las
empresas transfronterizas extranjeras y nacionales, los costos económicos de la competencia tributaria
entre países en desarrollo tendiente a atraer IED, las consecuencias en términos de fuga de capitales y la
equidad social por la incapacidad de gravar los activos en el extranjero de los residentes.

En su texto, Méndez (1994) efectúa un análisis crítico y descriptivo de México; por sexenio y de las
acciones que se tomaron en materia de política fiscal, de los cuales solo se toma el de Carlos Salinas de
Gortari por considerarlo detonante y, punto de partida para la presente investigación. Al firmar el acuerdo
de libre comercio en 1994, el incremento de la Inversión Extranjera Directa (IED) y la incorporación del
país en el mismo año a la OCDE, buscando la regulación de los precios de transferencia por esta apertura
comercial, y el énfasis que en forma posterior (1997) se dio al tema de los precios de transferencia en las
disposiciones fiscales.

Algunos puntos de su análisis son: 21

• Reducción del ISR de 42% en 1988 a 35% en 1991 y 34% en 1994 (29%, 2006).

• Pretensión de seguir una política de ingresos públicos que permita financiar las actividades del sector
público sin que exista déficit.

• Ampliación de la base tributaria de los diversos impuestos y el número de contribuyentes, aunque se


disminuyen las tasas impositivas.

• Creación del impuesto al activo de las empresas que se grava con el 2% (ahora 1.8%).

• En los dos primeros años del sexenio (1988-1994), los impuestos representaron en promedio el 30.6% de
todos los ingresos públicos; los financiamientos, 22.8% y los otros ingresos 46.3%.

• Como porcentaje del PIB, los ingresos públicos totales representan alrededor del 46.6%; los
financiamientos 20% y los impuestos 12.5%.

Cerca de 8 millones de personas productivas, tanto de la economía formal e informal están fuera del
padrón de contribuyentes.

Una de las características que afirma se tiene en el periodo de 1970 a 1994 es:

Evasión fiscal muy alta, sobre todo entre los grandes capitalistas y las empresas transnacionales2.

La crítica a la política fiscal que tiene o aplica el país y que aún ahora tiene vigencia y es a su vez base de
esta investigación es la expresada por (Ramírez, 1981) “... . la política fiscal mexicana ha olvidado su papel
de instrumento de justicia y de equidad y se ha convertido exactamente en lo contrario: el mecanismo para
alentar la concentración de la riqueza y el ingreso.

Bajo el criterio de que lo importantes es recaudar y no equilibrar, el fisco asume las características de un
justo sin justicia. Justo sin justicia, porque grava el trabajo y la renta y, no se atreve a tocar la riqueza
acumulada. .” Este comentario coincide con el de Hallivis (2003) en su texto sobre fisco, federalismo y
globalización en México, en él considera que la competencia que se da nivel mundial por tener un sistema
fiscal favorable que permita atraer las mejores inversiones, se ha reflejado en una baja general de la carga
fiscal a las ganancias de las grandes corporaciones, iniciando su descenso desde 1986, siguiendo la pauta
marcada por el Gobierno norteamericano que redujo su tasa del 46% al 34%.

Más importante y contundente es la percepción de la población en ese mismo sentido y su desaliento para
cumplir con la obligación más importante que se tiene con la sociedad, que es, el pago de las
contribuciones. Igual obligación es para las empresas y más importante aún, es el daño a la sociedad en
general, al no cumplir con esta obligación.

La referencia al comentario anterior es con base en lo vertido por Hallivis que cita a José Luis Calva 2002
en su obra “México, alternativas dentro del cambio global”, considera que a 16 años de haber iniciado el
proyecto económico neoliberal, en 1998, el producto interno bruto por habitante fue 1.2% menor que el de
1992, la inversión bruta per cápita fue 7.4% menor, el salario mínimo perdió un 68.8% de su poder
Adquisitivo y, más de 20 millones de mexicanos cayeron bajo la línea de pobreza.

Habiendo establecido que la relación del contribuyente y el Estado es fundamental para el desarrollo
económico de los países y, que es en el presupuesto de ingresos en el ámbito de la Administración Pública
de México, en donde se refleja el resultado esperado de esa relación, el contribuyente tiene la obligación
de contribuir al gasto público y el gobierno de llevar a cabo las funciones de recaudación para ejercer ese
gasto público según lo indica la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM).
Congruente con lo que aquí se expresa es el comentario de (Gutiérrez, 2003) “ el valor del crecimiento
económico lo determina su impacto sobre la calidad de vida de la población”, o bien la consideración de
(Mostajo, 2002) “... .el presupuesto público es la herramienta principal que tiene el gobierno para obtener
buenos resultados de sus intervenciones en términos de calidad, costo, eficiencia, efectividad, equidad y
oportunidad; el sistema presupuestario necesita una estructura fiscal coherente que sea viable”3

Esta relación de contribuyente y Estado como lo indican Hurtado y Bustelo (2002), trae como
consecuencia que el contribuyente, persona física o moral, busque ser eficiente o más eficiente en el
esquema de los negocios y el Estado defina y establezca un sistema de recaudación que sea igualmente
eficiente para obtener la recaudación de las operaciones que se realicen. En un marco de viabilidad, de
equidad y de certidumbre.

En el mismo documento se menciona, que el incremento en la recaudación podría estimular el crecimiento


económico y la creación de empleos a través de la obra pública, ambos de importancia en la actualidad
económica del país como resultado de una: • Infraestructura provista por el sector público que incrementa
la productividad de la inversión privada • Formación de capital humano que también estimula la
productividad laborar, aumentando así los salarios reales.

Al ser los tributos un factor primordial para el funcionamiento de toda sociedad o Estado, se considera
conveniente que se analice la forma de contribuir de las empresas transnacionales Hallivis (2003), las
considera como actores principales de la globalización. Un bosquejo del accionar de éstas agrupaciones
es; que producen en un país, consideran el monto fuerte de sus gastos en otro país y, pagan impuestos en
otro, considerando que su principal fuente será la mano de obra directa en el país que más ventaja le
represente.

En un estudio del Banco de México, Díaz (2003) uno de sus autores, hace referencia a la ineficiencia
administrativa en materia tributaria que se da, por la falta de generalidad de la estructura tributaria. La
OCDE establece que la experiencia internacional muestra; que el incremento en la recaudación debe
provenir de una estrategia complementaria, en la que se fortalezca la estructura legal de los impuestos y,
se eleve la eficiencia administrativa. México mantiene una baja recaudación en el ISR comparada con los
países de la región y con los países miembros de la OCDE, el contraste radica en lo elevado del gasto
público, y considera que cualquier que sea la estructura tributaria, la elevada carga tributaria (proporción
de impuestos/PIB) crea distorsiones significativas. Se considera que en México la proporción de
impuestos/PIB es muy baja y volátil, al estar financiado en gran parte por los ingresos relacionados con el
petróleo; debido también a las deficiencias en el diseño tributario y, a las distorsiones económicas que son
innecesariamente grandes, limitando el gasto público.

Coincide en este punto el presidente del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP)
Claudio X. González en una entrevista para el periódico El Financiero de distribución nacional en marzo de
2006, y añade que el excesivo aparato burocrático, la escasez en seguridad pública, educación y
seguridad social han limitado al gobierno para proveer a la población de bienes y servicios públicos de
calidad.

Enfatizando lo anterior, en la Primera Convención Nacional Hacendaria (2004) en el Foro Regional de la


mesa II: Ingresos Propuestas y Diagnóstico, que se llevó a cabo en Marzo de 2004, en el punto de
diagnóstico se establecieron diferentes aspectos, entre otros:

1. Insuficiencia de los ingresos fiscales del país.

2. Dependencia excesiva de los derechos de hidrocarburos y sobrecarga fiscal a PEMEX.

3. Evasión y elusión importantes.


4. Sistema fiscal con elementos innecesariamente complejos y costosos.

La CEPAL (2003) en su estudio sobre economía coincide con la OCDE, al establecer que los ingresos
tributarios no petroleros arrojaron una recaudación menor a la esperada, pero fueron compensados por
precios del crudo mayores que los considerados en el presupuesto, contribuyendo así positivamente al
balance fiscal, este punto es vigente en 2005, al rebasarse el precio estimado del barril de 27.00 Dólares
en más de un 75%.

Al ser México una economía que basa el mayor porcentaje de la recaudación en los ingresos petroleros y,
que la recaudación que no proviene de esta fuente es menor a lo presupuestado, implica un menor gasto
ejercido por parte del gobierno lo que se traduce en una menor formación del capital físico y humano,
repercutiendo negativamente en el crecimiento económico del país e impidiendo abatir los niveles de
pobreza y desigualdad.

POLÍTICA FISCAL Y MONETARIA DE ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEÓN (1994-2000)"

El 9 de diciembre de 1994, en cumplimiento del mandato legal, el nuevo gobierno presentó ante el
Congreso las iniciativas de Ley de Ingreso y Presupuesto de Egresos de la Federación. En cumplimiento
de la Ley de Planeación, las iniciativas debían acompañarse del documento de "Criterios Generales de
Política Económica para 1995". Este documento estaba firmado por el presidente Ernesto Zedillo. Los
textos fueron integrados por un equipo de economistas profesionales encabezados por Zedillo. Al
firmarlos, el Presidente reconoció que el documento representaba un análisis cuidadoso. Por eso afirmó:
En este documento se consideran los elementos generales de la política económica para 1995. Esta
política está sustentada en el análisis de la situación actual de la economía mexicana, de las condiciones
internacionales que enfrenta el país, de los retos y oportunidades que se presentan, así como de los
objetivos y propósitos que en las presentes circunstancias es viable y conveniente adoptar.
El país enfrenta una crisis económica, pero sobre todo política; pues una vez iniciado su mandato el peso
se devalúa drásticamente (EL FAMOSO ERROR DE DICIEMBRE) con lo que se inicia un clima de
recepción económica, desempleo y descapitalización de las empresas.
Para poder sobrellevar esta crisis y poder salir de ella, el actual presidente tomo las siguientes medidas en
materia fiscal y monetaria.

POLÍTICA FISCAL
· Excesivo control de la inflación
(1994)
Durante 1996 se eximirá del pago de impuestos al activo de las empresas que hayan obtenido ingresos
acumulables hasta 7 millones de pesos.
Los ´recios de la gasolina diesel y tarifas eléctricas aumentarán 7% en diciembre de 1995 y 6% en abril de
1996 con un deslizamiento del 1.2% mensual a lo largo de 1996.
Los precios de otros productos petrolíferos y petroquímicos se regirán conforme a los precios
internacionales.
PIB de 6.2% el año de 1995, para terminar al final de su periodo con un crecimiento del producto de
apenas 3.2% anual. Al final del periodo zedillista, el desempleo se situó en 4 millones 789 mil 566
empleos, debido a que se generaron sólo 2 millones 728 mil 434 empleos formales, ante una demanda de
empleo de 7 millones 518 mil puestos de trabajo.
Se elabora el plan nacional de desarrollo de recuperación económica, este propone el fortalecimiento de la
soberanía nacional; busca la consolidación de un régimen de convivencia social basado en la ley aplicada
a todos por igual mediante la justicia
El Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA) prevé acciones destinadas a combatir
integralmente las causas de fondo que generan la pobreza extrema en las regiones marginadas del país.
Negocian 15 horas el nuevo Pacto Económico de todos los sectores de la producción, gubernamental,
empresarial y laboral. Propuesta del Acuerdo de Unidad para enfrentar la Emergencia Económica.
Zedillo arranca el Programa de Emergencia Económica, e impone más sacrificios a los contribuyentes y
consumidores.
Se define un acuerdo preliminar con el FMI.
Salinas de Gortari, permanece en total silencio y continúa promoviendo su candidatura a la OMC.
El efecto Tequila derrumba bolsas en Argentina, Perú, Brasil y Chile. En México cae otra vez 6.26% y llega
a 1972 puntos. Paridad sube a $5.60 por dólar, Cetes 28 días 48% anual.
Pactan Zedillo y Salinas y termina el ayuno que había iniciado, sale de México. Lo exoneran del asesinato
de Colosio.

La CEPAL reitera que no hubo error en Diciembre de 1994. la crisis fue motivada desde meses atrás por
factores económicos y políticos
Decretan formal prisión a Raúl Salinas de Gortari.
Anuncian venta de petroquímicas. Anuncian privatización de los ferrocarriles nacionales. Bajan
drásticamente las importaciones.
Zedillo señala, desde entonces, la evidencia de funcionarios públicos ligados con el narcotráfico.
Se abriran las concesiones de Larga Distancia telefónica a empresas del extranjero.
A partir del 1 de abril aumentan los salarios mínimos el 12% en vez del 10% anunciado
El IMSS registra 288,300 empleos formales perdidos entre Dic 94 y Abr. 95.
Dato curioso: El Congreso de Brasil enmienda la Constitución y abre el petróleo mediante Contratos de
Riesgo.
Emigran 7058 MD de inversión extranjera que deben compensarse con deuda por 9990 MD del FMI o
USA.
Se publica inflación del mes de mayo que es de 4.18%, acumulando 28.8% en lo que va del año.
Capitalizan 10 bancos privados adquiriendo cartera vencida por N$ 19,628 millones.
El desempleo alcanza nivel histórico del 6.30% en abril, acumulando 1,085,000 empleos perdidos de
enero a abril.
Arranca el rescate de autopistas concesionadas con la Autopista del Sol.
Crecen las exportaciones a USA, vía TLCAN, llegando a 34,075 MD de enero a abril

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