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Nuevas formas de generar la vida

El siglo XX y especialmente su segundad mitad, se caracterizó por el gran


desarrollo que alcanzó la ciencia y la técnica.

Si la naturaleza ha puesto en el hombre y en la mujer unos órganos


genitales para la reproducción, quiere decir que ejerciendo esa función es
como se procede rectamente y se hace todo conforme al orden natural. Si se
tienen hijos con procedimientos ajenos al ejercicio de esa función, al margen
de la relación sexual, implicaría que está fuera de lo natural, se trataría de
una reproducción artificial.
Cuando la vida humana viene en y a través del acto matrimonial, viene,
incluso más ardientemente deseado, como un "don" que corona el acto
mismo. Cuando la vida humana viene al ser a través del acto matrimonial, se
puede decir que los esposos están "creando" o "engendrando" nueva vida.
Pero cuando la nueva vida humana viene a ser como resultado de una
inseminación homóloga, o como fecundación in vitro homóloga, es el
producto final de una serie de acciones, transitivas por naturaleza, llevadas a
cabo por diferentes personas con el fin de fabricar un producto particular, un
bebé humano.

Existen varias formas nuevas de generar la vida, entre ellas están las
siguientes:

1) La Inseminacion Artificial (IA), que es todo aquel método de


reproducción asistida que consiste en el depósito de espermatozoides en la
mujer o hembra mediante instrumental especializado y utilizando técnicas
que reemplazan a la copulación, implantándolos en el útero, en el cérvix o en
las trompas de Falopio, con el fin de lograr la gestación.
2) La fecundación in vitro (FIV), que se obtiene en condiciones
adecuadas cuando se ponen en contacto óvulos con espermatozoides, uno
de los cuales los fertiliza. Este óvulo fecundado por un espermatozoide en el
laboratorio es trasladado al útero de una mujer.

3) La clonación es un proceso de reproducción artificial gemelar. La


clonación terapéutica, está destinada al tratamiento y tiene por objeto la
reproducción de células, de tejidos o de órganos, para emplearlos en el
tratamiento de algunas entidades.

Inicios de la vida

La vida humana comienza en el momento de la concepción o fertilización,


es decir, con la unión del espermatozoide y el óvulo, y esto está ampliamente
admitido en la ciencia biológica y médica. Se habla de desarrollo continuo ya
que su orden no puede variar ya que están predeterminadas genéticamente.

Lo trascendental de este tipo de desarrollo es que se refiere al de un


sujeto genéticamente distinto de los padres. Esto se explica gracias a que el
padre y la madre aportan igualmente la mitad del material genético, por lo
que la nueva persona es distinta a sus progenitores.

Concepción artificial

También llamada inseminación artificial (IA), y se define como el depósito


de espermatozoides de forma no natural en el aparato reproductor femenino,
con la finalidad de lograr una gestación.

Dependiendo de la procedencia del semen, la inseminación artificial puede


ser clasificada en dos grandes grupos: 1. Inseminación artificial con semen
conyugal, de pareja u homóloga (IAH); 2. Inseminación artificial con semen
de donante o heteróloga (IAD).
Debido a su baja complejidad, escaso costo y posibilidades de realizar en
la consulta médica del ginecólogo general, representa la Técnica de
Reproducción Asistida más utilizada en el mundo. Debido a su amplia
difusión resulta difícil conocer el número tratamientos que se realizan con
esta técnica.

1. Inseminación artificial homóloga o con semen de pareja (IAH):

Consiste en el depósito de forma no natural de espermatozoides


procedentes de la pareja en el tracto reproductivo de la mujer con el fin de
conseguir una gestación. La posibilidad de lograr una gestación mediante
esta técnica está determinada por una indicación adecuada y son precisas
dos condiciones fundamentales como son, un semen adecuado, técnicas de
reproducción asistida, y una anatomía pélvica que garantice la integridad
tubárica.

 Indicaciones:

● Esterilidad de origen masculino: Incapacidad para depositar el semen


en vagina (Oligoastenoteratozoospermia)
● Esterilidad femenina: de origen cervical, origen uterino, por
endometriosis, Trastornos ovulatorios u Hostilidad del moco cervical.
● Esterilidad inmunológica
● Esterilidad no explicada
● Otros: problemas de índole religioso
2. Inseminación artificial heteróloga o con semen de donante (IAD):

Consiste en la realización de una técnica de inseminación artificial con


semen de donante. Actualmente se emplea semen congelado y que haya
estado almacenado por lo menos 6 meses para garantizar la negatividad de
dos tests de VIH en ese periodo de tiempo y evitar la transmisión de
enfermedades infecciosas, como el VIH, hepatitis B y C.
La inseminación artificial con semen de donante se ha utilizado durante
años como tratamiento de la esterilidad de origen masculino, pero
actualmente debido a la introducción de nuevas técnicas, sobre todo La
Microinyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI, por sus siglas
en ingles), se ha reducido su utilización.

Gestación

La gestación es el período de tiempo comprendido entre la concepción y el


nacimiento. Durante este tiempo, el bebé crece y se desarrolla dentro del
útero de la madre.

Un embarazo normal puede ir desde 38 a 42 semanas. Los bebés nacidos


antes de la semana 37 se consideran prematuros y después de la semana
42 se consideran posmaduros. La edad gestacional se puede determinar
antes o después del nacimiento:

Gestación biotecnológica

Son muchos los progresos técnicos conseguidos en Biología,


especialmente en la capacidad de aislar y clonar genes, esas moléculas que
en conjunto forman el genoma de la especie y que determinan las
propiedades de los seres vivos transmisibles por herencia.
La capacidad de manejar esta información genética para obtener el
mensaje e incluso para modificarlo, se va haciendo realidad. En realidad se
puede modificar la naturaleza viviente, planteándose cuestiones de gran
trascendencia científica y humana, no planteadas hasta ahora. La entrada en
esta nueva era hace necesario echar una mirada global sobre la bondad de
dichas tecnologías y sobre su recepción por parte de nuestra sociedad.

Tipos de Gestación Biotecnológica

1) Reproducción Asistida:
La reproducción asistida o fecundación artificial es el conjunto de técnicas
o métodos biomédicos que facilitan o sustituyen a los procesos naturales que
se dan durante la reproducción. Este método puede ser llevado a cabo
empleando diferentes técnicas. La técnica más adecuada dependerá de las
circunstancias y problemas particulares de cada pareja o mujer.

a) Coitos Programados:
Está indicado en parejas jóvenes (menores de 35 años), que lleven poco
tiempo intentando quedarse embarazadas (menos de 6 meses), presenten
poca ansiedad y la causa de la esterilidad sea de origen desconocido ya que
todas las pruebas básicas a las que han sido sometidos han dado resultados
normales. Al paciente se le puede mantener su ciclo natural (no es sometido
a estimulación) o ser inducida la ovulación de forma controlada.

b) Inseminación Intrauterina:
La inseminación artificial permite que la fecundación se realice de forma
natural. Al introducir el espermatozoide en el útero, este debe buscar su
camino hacia el óvulo maduro y fecundar por su propia cuenta, tal como
ocurría en un embarazo tradicional. La gran diferencia y ventaja de la
inseminación artificial es que el recorrido del espermatozoide es más corto y
con menos riesgos.

c) Fecundación In Vitro:
La fecundación in vitro (FIV) consiste en la extracción del ovocito femenino
para fecundarlo fuera del organismo de la mujer con espermatozoides
obtenidos previamente del hombre. Tras la fecundación, el embrión es
transferido al útero. La FIV consta de seis fases:

2) Clonación:
La clonación humana es la creación de una copia genéticamente idéntica
de una persona. La posibilidad de la clonación humana ha planteado
controversias éticas. Estos dilemas éticos han conducido a varios países a
promulgar leyes y reglamentos con respecto a la clonación humana y su
legalidad.

Dos tipos de clonación humana teórica comúnmente discutidos son:


clonación terapéutica y clonación reproductiva. La clonación terapéutica
implica la clonación de células de un ser humano para su uso en ciencias
médicas y trasplantes, y es un área activa de investigación, sin embargo no
tiene aplicación médica en ninguna parte del mundo. La clonación
reproductiva implicaría clonar un ser humano completo.

En términos de bioética, la ética de la clonación se refiere a una variedad


de posturas éticas acerca de la práctica y posibilidades de la clonación, en
particular la clonación humana. Mientras que muchos de estos puntos de
vista son de origen religioso, las cuestiones planteadas por la clonación
también se enfrentan a perspectivas laicas. La clonación terapéutica o
reproductiva de seres humanos no se utiliza comercialmente; en la
actualidad se clonan animales en los laboratorios y también para producción
ganadera.
Los defensores de la clonación terapéutica apoyan su desarrollo bajo el
entendido de que se pueden generar tejidos y órganos enteros para dar
tratamiento a los pacientes que de otra manera no pueden conseguir un
trasplante, para evitar la necesidad de fármacos inmunosupresores, así
como para evitar los efectos del envejecimiento. Los defensores de la
clonación reproductiva sostienen que los padres que no pueden procrear
deberían tener acceso a esta tecnología.

La oposición a la clonación terapéutica se centra principalmente en torno a


la situación de las células madre embrionarias, que tienen conexiones con el
debate sobre el aborto.

Algunos opositores de la clonación reproductiva tienen la preocupación de


que la tecnología aún no está lo suficientemente desarrollada para ser
segura.

Implicaciones legales

Es necesario tener en cuenta desde el punto de vista de los derechos


sexuales y reproductivos, que la temática que se aborda guarda relación con
las condiciones de salud en las que se realiza una actividad reproductiva
como lo son los tratamientos de infertilidad. En este sentido, el concepto de
derechos reproductivos y sexuales constituye un aporte del discurso
Feminista que permitió la articulación entre el discurso de la igualdad de
derechos y las categorías del discurso médico.

Uno de los avances del discurso Feminista fue distinguir entre sexualidad
y reproducción. Ambas categorías proceden del discurso médico, pero la
situación que se ha dado a lo largo de la historia, ha sido considerar a las
mujeres ligadas a la reproducción biológica sin ningún tipo de derechos. Para
este discurso hegemónico, la sexualidad no importa, la función única y
principal de la mujer es tener hijos para la familia, la comunidad, además de
la patria como un bien social.

Este ha sido siempre el significado de la categoría Maternidad en el


discurso patriarcal, que ha estado bien arraigado en el discurso médico. De
allí que, el tema que abordamos se inscribe como uno de los debates
prioritarios de la agenda nacional e internacional, sobre la salud sexual y los
derechos reproductivos de las mujeres. La salud sexual y reproductiva es un
área que aglutina importantes problemas de salud pública sobre-
determinados por condiciones socioeconómicas estructurales, por lo que son
también problemas sociales. Las necesidades de salud sexual y reproductiva
abarcan: la educación sexual, información, comunicación, junto con los
servicios integrales para promover la capacidad libre, consciente y
responsable de decidir sobre la sexualidad, la procreación de manera
voluntaria, sin riesgos, donde se plantea que la reproducción no es un fin
último o elemento central.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud reproductiva


como “Una condición de bienestar físico, mental y social en los aspectos
relativos al sistema reproductivo en todas las etapas de la vida”. La salud
reproductiva implica que las personas puedan tener una vida sexual
satisfactoria y segura, que tengan la capacidad de tener hijos, la libertad de
decidir si quieren tenerlos, cuándo y con qué frecuencia. En esta última
condición está implícito el derecho de hombres y mujeres de estar
informados, tener acceso a métodos de regulación de la fertilidad que sean
seguros, eficaces, asequibles, aceptables, así como también, el derecho a
acceder a servicios de salud adecuados que permitan a la mujer llevar a
término su embarazo y tener un parto de forma segura. (ZegersHochschild,
2009).
En Venezuela, existen diversos instrumentos legales que contemplan
avances en materia de salud sexual y reproductiva entre los cuales se
pueden mencionar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
1999; Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer, 1993; Resolución
1762 del Ministerio de Educación, 1996; Ley Orgánica de Protección Integral
del Niño y el Adolescente, 1998; Anteproyecto de Ley Orgánica de Salud,
2002; y Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de
violencia, 2007. En este sentido, en nuestro país, es relativamente reciente la
incorporación al debate público de los derechos sexuales y reproductivos. La
constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) en su artículo
76 establece la protección de la maternidad, paternidad, los derechos
sexuales reproductivos incluyendo información, educación y servicios.

Debido a la necesidad de adecuarse a este marco jurídico constitucional,


se aprobó en el año 2003 la Norma Oficial para la Atención Integral de la
Salud Sexual y Reproductiva. En la misma, se define salud sexual y
reproductiva como “…Un estado general de bienestar físico, mental y social,
y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, asociado a todos los
aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y
procesos. Entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria
sin riesgos, la libertad de procrear y decidir hacerlo o no hacerlo, cuando y
con qué frecuencia…” (CIPD, 1994). Es expresión de calidad de vida y salud,
así como de la satisfacción de las necesidades en esta área y el ejercicio
pleno de los derechos sexuales y reproductivos. (2003:18).

Si bien es cierto que dicha norma constituye un importante avance en


materia de salud sexual, reproductiva, la cual establece dentro de los
derechos sexuales y reproductivos “…el derecho a la adopción y a
tratamientos para la infertilidad de tipo integral…”, la misma no contempla de
manera específica ningún tipo de regulación en lo que se refiere a
reproducción asistida.

Su contenido está orientado a la atención de los principales problemas


sociales, de salud pública en salud sexual y reproductiva, entre los cuales se
destacan: el embarazo en adolescentes, embarazos indeseados, baja
cobertura de planificación familiar, altas tasas de mortalidad materna e
infantil por causas prevenibles, la alta incidencia de cáncer cérvico uterino y
de mama, infecciones de transmisión sexual (VIH/SIDA), así como la
violencia doméstica y sexual.

Es notoria la no inclusión de temas relacionados con la reproducción


asistida. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados por diversos
grupos a fin de lograr avances en materia de protección a la mujer a través
de distintas normas, leyes y convenios, hasta la fecha no ha sido
desarrollado un marco regulatorio relacionado con la Reproducción Asistida
en nuestro país.

Los tratamientos de reproducción asistida que se realizan en Venezuela,


no cuentan con un marco jurídico que los regule; su práctica se rige bajo los
preceptos éticos de cada profesional de la salud. Son muchas las
repercusiones jurídicas que se derivan de este tipo de tratamientos, pero,
hasta el momento, sólo se han realizado algunas interpretaciones legales. De
allí la importancia de llevar a cabo estudios en este sentido, sobre todo
desde la perspectiva de género, que permitan dar aportes a los entes
jurídicos gubernamentales para que en nuestro país se abra el debate en
relación con este tema, en el cual indudablemente es fundamental la
participación de la mujer, a fin de que sea posible el desarrollo de un marco
regulatorio en relación con los procedimientos de fertilización asistida.
Es importante tener en cuenta que, aun cuando este tema, no se
encuentra debidamente regulado en Venezuela a pesar de que ya es una
práctica frecuente en numerosas clínicas y centros privados especializados
en fertilidad de nuestro país, luego de más de 35 años del primer nacimiento
a consecuencia de una fertilización in vitro y en virtud de la rápida difusión de
las técnicas de reproducción asistida en los últimos años, diversos países
han decidido regularlas con la finalidad de evitar abusos en este campo.
Algunos países europeos que ya han legislado en esta materia, son:
Alemania, Austria, España, Francia, Hungría, Noruega, Reino Unido y
Suecia. Fuera de Europa países como Estados Unidos, Brasil, Chile,
Uruguay y México sólo tienen directrices, proyectos de ley o simplemente
algunas disposiciones al respecto dentro de sus leyes.

Sin embargo, no existe una misma orientación en lo que se refiere a las


opciones de política legislativa ni un mismo panorama ético, distintas razones
son las que han condicionado los contenidos de las regulaciones jurídicas de
cada país. Al respecto, un antecedente reciente que vale la pena destacar en
esta materia, es que en Argentina, se encuentra en vigencia desde el 05 de
Junio de 2013 la primera Ley de Fertilización Asistida en América Latina, y
desde entonces este país contempla dentro del Programa Médico Obligatorio
de todo el sistema de salud del territorio nacional argentino, todo lo que se
refiere a los tratamientos de reproducción asistida.

En este sentido, se hace necesario considerar que en Venezuela no existe


ningún centro público de salud que realice tratamientos de reproducción
asistida, considerando que solo existen centros privados que ofrecen este
servicio a elevadísimos costos, podría considerarse que el tema implica, una
discriminación económica o inequidad para su acceso a aquellas mujeres de
menos recursos que decidieran optar por ellos, razón por la cual otro de los
aportes de investigaciones con perspectiva de género en esta materia,
podría constituirse en la apertura de un debate nacional en relación con el
acceso de toda la población a dichos tratamientos, sin menoscabo de su
situación económica y en pleno derecho de elegir o no, optar por los mismos,
para lo cual se requiere la adecuación de la infraestructura estatal así como
el desarrollo de programas de salud pública dirigidos al abordaje de la
problemática planteada.

Los primeros pasos dados en Venezuela en materia de Programas de


Atención a la Salud Sexual y Reproductiva, iniciaron en el año 2000 cuando
la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacional para la Prevención del
Embarazo Precoz fue transferida al Ministerio de Salud y Desarrollo Social y
se constituyen primero el Programa Nacional de Salud Sexual y
Reproductiva, luego el Programa Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes
los cuales vinieron a sustituir el Programa Materno Infantil, creándose así
una plataforma programática para la aplicación de la Legislación Nacional e
Internacional vigente de salud sexual y reproductiva, atención en salud a
niños, niñas y adolescentes, en el marco de los objetivos de desarrollo del
milenio.

Por otra parte, el Plan Nacional de Salud 2014-2019 que actualmente se


encuentra en debate nacional, solo contempla como medida dentro de lo que
corresponde al desarrollo de programas, proyectos en prevención y atención
integral para las principales causas de morbi-mortalidad de la población
transversalizados por género, una resolución conjunta entre los Ministerios
del Poder Popular para la Salud, para la Educación Básica y para la
Educación Universitaria, que incorpore la salud sexual y reproductiva en los
programas de educación primaria, secundaria, universitaria, así como en
misiones educativas.
Sin embargo, no se hace mención específica a nada relacionado con
reproducción asistida, por lo que es probable que las medidas a aplicar en
este sentido estén acordes a lo establecido en la norma oficial para la
atención de la salud sexual y reproductiva. Es así como, tomando en
consideración lo anteriormente planteado, es posible señalar que el Estado
venezolano no contempla actualmente dentro de sus políticas de salud, nada
concerniente a procedimientos de fertilización asistida. Al respecto, es
necesario destacar que las técnicas de fecundación o fertilización asistida
implican una amplia gama de conocimientos técnicos que difícilmente
pueden ser abarcadas por una sola disciplina, en este caso deberán
converger el Derecho, la Medicina y la Ética.

El avance de estas técnicas se debe acompañar, necesariamente, por un


consciente y profundo estudio jurídico ya que la aplicación sin límites de tales
técnicas podría tener incalculables y nocivas consecuencias para nuestra
sociedad. En este sentido, la legislación que se desarrolle en nuestro país,
debe tener en cuenta los riesgos que dichos procedimientos implican, así
como también el respeto, la protección de los derechos humanos, en materia
de salud sexual y reproductiva que deben ser garantizados, lo cual exige que
la ley prevea sanciones penales para toda violación de estos derechos.

Implicaciones prácticas y éticas

1. Implicaciones prácticas (uniformidad de los requisitos de aplicación,


paternidad por vía naturales):

● Inseminación artificial de la mujer sola.


● Maternidad de sustitución o subrogada.
● Fecundación artificial post-mortem: la mujer es fecundada con el
semen previamente congelado de su marido o pareja, una vez
fallecido aquel.
● Inseminación artificial heteróloga (revelación de la identidad del
donante).
● Técnica de reproducción: resulta afectado en tres perspectivas
diferentes, la de la paciente, la de los embriones y la del futuro ser,
entre las distintas manipulaciones a las que es sometido el material
genético, principalmente en el procedimiento de la congelación.

2. Implicaciones éticas:

● Derecho a la maternidad o reproducción.


● Igualdad ante la ley: que las parejas estériles cuenten con el mismo
derecho que las que no lo son para ver colmado su deseo de
descendencia.
● Principio de no discriminación: obliga a no discriminar y así a poner
fin a las discriminaciones que ya existen.
● Maternidad de sustitución o subrogada: muchos son los argumentos
que desaconsejarían esta práctica, y de hecho la mayoría de las
legislaciones la proscriben dada sus implicaciones de su naturaleza
ética, social y jurídica.
● Inseminación artificial heteróloga (revelación de la identidad del
donante): interviene el principio del desarrollo de la personalidad y la
dignidad humana, por ello no bastaría conocer solamente los datos
genotípicos de su progenitor biológico como los datos
caracterológicos, este se aconsejaría que fueran revelados para
colmar la satisfacción plena del derecho.
● Integridad física: relacionado con el derecho fundamental personal,
se refiere a la obligación para los profesionales de la medicina de
informar a los futuros padres de los riesgos que puede correr la
mujer, las posibilidades de existo de quedar embarazada, así como
las posibles taras y mal formaciones del nuevo ser.

Bancos de embriones

En la última década se ha implementado la utilización de embriones


humanos congelados.

¿Para qué sirve un banco de embriones?

El propósito de este procedimiento es tener embriones disponibles para


ser transferidos, lo que permite aumentar el porcentaje de embarazo. Es
además una alternativa cuando se dan condiciones maternas adversas para
la transferencia embrionaria como es el caso de la hiperestimulación ovárica
severa.

Requisitos que se deben tener para poder ingresar al banco de embriones:

Se requiere, tanto para la mujer como para el hombre, prueba de


anticuerpos para HIV, antígeno de superficie para hepatitis B, anticuerpos
para hepatitis C, serología e IgG/IgM para Citomegalovirus y Chlamydia
Tracomatis.

Embriones Sobrantes

Solo el 10% de embriones no supera el proceso. Si hay embriones


sobrantes, tras una transferencia, se congelan, para una segunda
oportunidad o segundo hijo. Una vez descongelados, los embriones se
transfieren al útero. Tienen una posibilidad aceptable de gestación, casi igual
que en fresco.

El Congelamiento de Embriones

La posibilidad de congelar embriones humanos nace de la realidad de las


técnicas de fertilización artificial. Sucede con frecuencia debido a embriones
sobrantes de la fecundación artificial, que se reservan para una segunda u
otra intervención o tratamientos sucesivos, a fin de no repetir la tarea de la
obtención de óvulos de la mujer.

A veces se procede al congelamiento también de los embriones


destinados al primer ensayo de transferencia, porque la estimulación
hormonal del ciclo femenino produce efectos que aconsejan normalizar las
condiciones fisiológicas antes de proceder a la transferencia de los
embriones en el seno materno. Otros motivos para realizar la
crioconservación son la premeditada cesión de los embriones para la
adopción prenatal o para la maternidad subrogada o también constituir
bancas de embriones que sirvan luego como material biológico para la
investigación o experimentación.

El Descongelamiento de los Embriones

Si se procede a descongelar un embrión humano para devolverle a éste


algo que se le había quitado, o sea su estado biológico normal, con la
intención de ser transferido al útero materno, el acto en si no es malo. A
pesar del daño y riesgo habidos, el acto de descongelar puede ser bueno en
sí.

Por tanto, partiendo de la base que la gran mayoría de los embriones al


descongelarlos poseen entre 4 y 8 células, tras la descongelación hay que
cultivarlos, revitalizarlos, para permitir que se desarrollen hasta la fase de
blastocisto, para sólo entonces obtener las células madre embrionarias.

Reducción Embrionaria

Consiste en una intervención cuyo fin es reducir el número de embriones o


fetos presentes en el seno materno mediante su directa supresión. Desde el
punto de vista ético, la reducción embrionaria es un aborto intencional
selectivo. Se trata, de hecho, de una eliminación deliberada y directa de uno
o más seres humanos inocentes en la fase inicial de su existencia, y como tal
constituye siempre un desorden moral grave.

Bancos de esperma

Un banco de esperma, también conocido como cryobank, es una


instalación que recoge, congela y almacena el esperma humano. El esperma
se mantiene en un banco de esperma, el cual es donado por los hombres
para ser utilizado por parejas que buscan donaciones de esperma para la
inseminación, fecundación o es proporcionado por los hombres que quieren
preservar su propio esperma para uso futuro.

Riesgo de los bancos de esperma


● Se sienten más confundidos y aislados de sus familias que aquellos
criados por sus padres biológicos; así mismo presentan más depresión,
uso de sustancias nocivas, y problemas de identidad.
● Más del 50% de los hijos de padre donador de esperma, están
preocupados por el hecho que hubo dinero implicado en su concepción.
● El 66% afirman que debe existir derecho del descendiente de un
donante para saber la verdad alrededor de su origen.
● Y el 70% se han preguntado cómo es la familia de su donante.
Madre de alquiler o madre sustituta.

La gestación por sustitución, coloquialmente conocida como madres de


alquiler, vientre de alquiler o maternidad subrogada, es una práctica, cada
vez más extendida, mediante la cual una mujer accede a gestar un bebé y a
renunciar a su filiación, es decir a todos sus derechos, incluidos los de
madre, a favor de otra persona o pareja. Se trata de un proceso que implica
numerosas complicaciones, no sólo éticas o económicas, sino también
legales, ya que está prohibida en la mayoría de los países.

Tipos de madres de alquiler:

a) La madre de alquiler tradicional es aquella mujer que ha sido


inseminada artificialmente con el esperma del hombre que desea ser
padre o con un donante anónimo de esperma.

b) La madre de alquiler gestacional, es aquella a la que se le transfieren


los óvulos de la madre biológica que ya han sido fecundados in vitro
con el esperma de su pareja. Habitualmente no existe vínculo biológico
entre el bebé y la gestante sustituta.
c) El segundo caso de la subrogación tradicional es más controvertido
porque la gestante también aporta el óvulo y por tanto su material
genético. La técnica reproductiva que se utiliza en estos casos es la
fecundación in vitro o la inseminación artificial, con lo cual puede ocurrir
lo siguiente:
● La madre gestante es también la madre biológica porque aporta el
óvulo.
● La madre contratante es la madre biológica porque se introduce su
óvulo.
● El óvulo se obtiene por donación anónima de una tercera mujer.
● El padre contratante es el padre biológico porque aporta los gametos.
● El material genético masculino procede de un donante.

Aunque el proceso es el mismo, la maternidad subrogada puede ser fruto


de un contrato en el que se establece un precio o puede deberse a una
acción altruista, generalmente propia de un familiar o pariente. Cuando se
realiza mediante compensación económica, son los interesados o
contratantes los que corren con todos los gastos que pueda conllevar el
embarazo y el parto, así como cualquier complicación que tuviera lugar, por
lo que podemos decir que se trata de un proceso costoso.

¿Por qué se recurre a las madres de alquiler?

No todas las parejas con problemas de fertilidad consiguen alcanzar su


objetivo a través de los distintos medios que se ponen a su disposición, por
lo que la demanda de las madres de alquiler o gestación por sustitución se
está convirtiendo en una opción que cada vez se tiene más en cuenta.
Además estas personas que llevan sometiéndose mucho tiempo a largos
procesos de reproducción sin resultados positivos, suelen inclinarse por esta
alternativa, las familias homoparentales que desean tener hijos y encuentran
muchas trabas para adoptar o, simplemente, quieren que al menos un
miembro de la pareja sea padre biológico, también suelen optar.

Sin duda, el vientre de alquiler es una elección muy interesante en caso de


mujeres sin útero, que tienen enfermedades congénitas o que padecen
patologías en las que se desaconseja la gestación. Incluso para aquellos
hombres solteros que quieren formar una familia, está el contrato de
subrogación mediante el cual los padres intencionales y la gestante estipulan
la causa, el objeto y la forma de cumplir con el acuerdo. Aunque los contratos
varían, siempre incluyen disposiciones relativas a los derechos y las
responsabilidades de todas las partes, antes y durante el embarazo y
después del nacimiento del bebé.

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