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CAJAMARCA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, CONTABLES Y
ADMINISTRATIVAS
TEMA:
CONTAMINACIÓN DIARIA
CICLO:
VII
ASIGNATURA:
ADMINISTRACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
DOCENTE:
HERNÁNDEZ TORRES , ALEX.
ESTUDIANTE:
GUTIÉRREZ HUAMÁN, JOSÉ CARLOS
Nuestra vida está llena de rutinas que pueden suponer un perjuicio para la
conservación del medio ambiente. Debemos pensar, antes de hacer cualquier
cosa, que repercusión va a tener en la naturaleza. Es por eso que te
proponemos 10 gestos que puedes cometer de forma habitual y que
contaminan más de lo que puedas llegar a imaginar.
Una ducha de 10 minutos consume 200 litros de agua, según datos de la OMS,
organización que, a su vez, recomienda gastar un 150% menos.
Los chicles están compuestos en un 80% por plástico. El resto, una mezcla de
gomas de resinas naturales, sintéticas, azúcar, aromatizantes y colorantes
artificiales. El chicle tiene una duración de cinco años, con el paso del tiempo
puede desintegrarse más fácilmente con el sol, sin embargo, debemos procurar
no tirarlos a la calle, ya que los pájaros pueden confundirlo con comida y
morir a causa de asfixia al intentar digerirlo.
Dejar que un globo eleve el vuelo y se pierda en el horizonte puede ser muy
bonito y divertido pero también es un peligro para la naturaleza. Balloons
Blow es el nombre de la organización que nos advierte de lo fácil que resulta
que estos globos acaben en los estómagos de los animales, en especial peces,
aves y demás fauna marina que no es capaz de distinguirla de la comida.
Ingerir estos globos pueden provocarles la muerte por asfixia o indigestión.
Una pila común puede contaminar hasta 3.000 litros de agua. Y su pervivencia
en el medio ambiente es enorme: pueden tardar en degradarse entre 500 y
1.000 años. El mercurio, contenido en casi todas las pilas (aparte de arsénico,
cinc, plomo, cromo o cadmio), es uno de los metales más tóxicos conocidos.
Al entrar en contacto con el agua se origina el metilmercurio, un derivado que
contamina gravemente la biosfera marina.
La organización Ecoembes advierte que nunca debemos tirarlas a la basura
con el resto de residuos. Tienen componentes altamente contaminantes, por lo
que es muy importante llevarlas a los contenedores de residuos peligrosos que
tengamos más cerca de casa o al punto limpio.
Los anillos de plástico que se utilizan para sujetar las distintas latas de cerveza
o refrescos son un peligro para el medio ambiente cuando se desechan. El
problema viene no solo porque se trate de un plástico, sino por su forma, un
peligro sobre todo para la vida marina.
Algunas marcas aseguren que se pueden tirar por el váter pero la OCU
recomienda tirarlas siempre a la papelera o a la basura.
El organismo llama al uso ocasional de las toallitas porque, según la OCU,
cuando las toallitas húmedas terminan en el váter, empiezan a constarnos entre
500 y 1.000 millones anuales en depuración de aguas.