ENSAYO SOBRE EL IV CAPITULO DEL LIBRO JUSTICIA PARA ERIZOS, LA
MORAL. Introducción ¿Realmente existirá la moral para todos los casos?, ¿siempre obramos de la manera más honesta?, o somos una sociedad individualista, en la cual prevalecen los intereses personales, en donde queremos encontrar independencia y ostentosidad; se podría decir que desconocemos principios de buen proceder, no valoramos los lazos familiares, con el afán de encontrar protagonismo, “predico, pero no aplico”. La moral es una palabra de origen latino, que proviene de los términos moris “costumbre”, se trata de un conjunto de creencias, costumbres, valores y normas de una persona o de un grupo social, que funciona como una guía para obrar. Es decir, la moral orienta acerca de que las acciones son correctas (buenas) y cuales son incorrectas (malas). (https://definicion.de/moral/, s.f.) De igual forma, va a ser considerada como el acertado proceder en lo que corresponde a su conducta, frente al respeto por la diversidad de culturas o grupos sociales, por otro lado, va a verse desde la perspectiva de los principios religiosos y éticos que una comunidad acuerda respetar. Jean Piaget (psicólogo) en su teoría de la moral explica el desarrollo y el funcionamiento de la inteligencia, donde defiende la existencia de tres fases o estadios, basado en la maduración biológica del individuo y la influencia del medio social. Partiendo en la primera fase, se puede inferir que de los 2 a los 6 años los niños son capaces de representar las cosas y las acciones por medio del lenguaje, de los 7 a los 11 adquieren la capacidad de realizar operaciones mentales con los objetos que tienen delante y de los 12 en adelante van a presentar cambios biológicos y psicológicos, entre ellos la madures sexual. Se podría decir que desde el hogar se van construyendo las bases para el razonamiento, el cual va determinar el proceder frente alguna situación; sin embargo, no se pueden desconocer los principios y valores, pues van a significar la rigidez de aplicación de las normas y conceptos morales. Sigmund Freud en su teoría freuduana nos habla que los niños en sus primero años son seres amorales, primero su compartimiento se orienta hacia la satisfacción de sus deseos y luego empieza a discriminar entre el bien y el mal, se puede decir que aparece el sentimiento de culpa. Esto supone la existencia de una conciencia moral, que en muchas ocasiones solo aparece luego de impulsos, entre ellos el deseo, los vicios y las pasiones. No hay sociedad que no tenga ciertas normas que regulen el comportamiento de sus habitantes de modo de desarrollar relaciones de fraternidad y solidaridad que posibiliten la realización del máximo de bienes a sus miembros. Bienes materiales y bienes trascendentes: sentido, significación, paz, belleza. A partir de esas normas se define la Bondad. También al ser al ser bueno y valiosos para el ser de la colectividad. A partir de esas normas de define luego la legalidad: el código escrito que instituye el ejercicio de esas normas ahora en un nivel de desarrollo correspondiente a un nivel superior culturalmente de la colectividad. Las normas tradicionales se formalizan racionalmente como leyes dentro de un código que castiga las faltas a las leyes normativas y estipula momentos de acusación. Juzgamiento, defensa y castigo o absolución. Así estamos ya en una sociedad donde la palabra escrita tiene el poder de definir lo bueno y lo malo en términos de justo y legal o injusto e ilegal. (http://m.elmostrador.cl/noticias/opinion/2016/07/02/que-es-nuestra-crisis-moral/, s.f.) De la dignidad a la moral Integrar la ética con la moral, no a través de la mera incorporación de esta a aquella, sino por conducto de una integración de apoyo mutuo a en la que nuestros pensamientos sobre el vivir bien nos ayuden a ver cuáles son nuestras responsabilidades morales. Una persona vive bien cuando percibe y procura una vida buena para sí misma, y lo hace con dignidad: con respeto por la importancia de la vida de otras personas y por la responsabilidad ética de estas, así como por la suya propia. (Dworkin) En tal sentido, así como es posible concluir que en ninguna sociedad los derechos humanos existen como una realidad absoluta también se puede llegar a una conclusión semejante con el Vivir Bien. Algunas sociedades se acercan más a este código moral que otras, al igual que en algunas comunidades indígenas o ayllus se práctica de manera más plena el Vivir Bien. Estas son nociones normativas que proponen horizontes que buscan orientar nuestras sociedades. (3) En el capítulo uno (1) Ronald Dworkin cita el principio de Kant: Quien sostiene que una forma de autorrespeto – exigido por este primer principio de la dignidad – entraña un paraleló por la vida de todos los seres humanos. Si hemos de respetarnos a nosotros mismos, también debemos considerar que la vida de aquellos tiene importancia objetiva. “La buena voluntad no es buena por lo que se efectué o realicé, no es buena por su adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos puesto, es buena por el solo querer, es decir, es buena en sí misma” Kant (aeternaimperoblog.wordpress.com/2017/08/09/la-buena-voluntad-y-el-deber/) Frente al ejemplo de considerar que una pareja de casados es completamente feliz, aun cuando el esposo lleva una vida mundana, de adulterio, pero su esposa no lo sabe; como se podría considerar a dicho sujeto que de cierta manera carece de moral, es decir que actua con toda la intención. Nietzsche, en la teoría del súper hombre creía, a no dudar, que solo pocas personas – el mismo entre ellas – eran capaces de tener una vida verdaderamente distinguida. Pese a estar en contra de la concepción universal, parecía insistir en la incomparable importancia de que la gente viviera bien, toda vez que está en contra de los sacerdotes que imponían la moral ascética que trataba de transformar los impulsos de la voluntad de poder que no solo es natural, sino motivo de grandes vidas. (es.wikiversity.org/wiki/Nietzsche:_"El_hombre_es_algo_que_debe_ser_superado ", s.f.) Importancia objetiva de su buen vivir: Nietzsche en la teoría del súper hombre Creía, a no dudar, que solo pocas personas – el mismo entre ellas – eran capaces de tener una vida verdaderamente distinguida. Pese a estar en contra de la concepción universal, parecía insistir en la incomparable importancia de que la gente viviera bien, toda vez que está en contra de los sacerdotes que imponían la moral ascética que trataba de transformar los impulsos de la voluntad de poder que no solo es natural, sino motivo de grandes vidas. Profesaba absoluto desdén por la igualdad, la democracia y el resto de lo que llamaba moral “servil”, pero rechazaba la moral que menospreciaba no porque esta suponga importancia la manera en que cada uno vive sino porque propone lo que él consideraba una descripción vil de la manera en que todos deberían vivir. “Las mejores vidas se vivirán con la mayor grandeza posible, aunque esto implicara vidas menos buenas para la mayoría de la gente”. Thomas Nagel: distingue dos perspectivas a partir de las cuales una persona podría decidir cómo vivir; • Perspectiva personal dominada por sus propios intereses y proyectos. • Perspectiva impersonal en la que sus intereses, ambiciones, apegos y proyectos no importan más que los de nadie. (Dworkin) Él va a tratar de dar solución a través de un contrato o prueba procedimental para equilibrar ambas perspectivas. Ronald Dworkin indica que las exigencias éticas del principio de Humanidad de Immanuel Kant concuerdan con los dos principios de la dignidad tratados en justicia para erizos. Lo denomino: principio de Kant “si el valor que uno encuentra en su vida ha de ser verdaderamente objetivo, tiene que ser el valor mismo de la humanidad. Debemos encontrar el mismo valor objetivo en la vida de todas las otras personas. Debemos tratarnos a nosotros mismos como un fin en sí mismo y, por lo tanto, por autorrespeto, debemos tratar también a todos los demás como fines en sí mismos”. (Dworkin). El autorrespeto también requiere que nos tratemos como autónomos, ósea, debemos juzgar por nosotros mismos el modo correcto de vivir y resistirnos a toda coerción que pretenda usurpar es autoridad. Somos autónomos cuando actuamos por respeto a la ley moral y no en función de una meta especifica. Si comprendemos el ejemplo de un ser humano que se presume se está ahogando. Debemos tratar nuestra libertad como un fin en sí mismo y no como un medio en procura de alguna otra cosa. No obstante, no debemos solo actuar conforme a la ley “Porque lo que debe ser moralmente bueno no basta que sea conforme a la ley moral, sino que tiene que suceder por la ley moral”. No reclamemos para nosotros ningún derecho que no otorguemos a otros, y no supongamos en ellos ningún deber que no aceptemos en nosotros. No suponía que actuar en aras de la ley moral produjera necesariamente, y ni siquiera de manera habitual, una vida buena. Pero si creía que significaba vivir bien, con pleno autorrespeto y autonomía. Rawls - la posición original fue diseñada por Rawls como un “mecanismo de representación” que describe aquella situación en la que las partes tendrían que ubicarse para elegir los principios sin tener conocimiento alguno de aquello que podría favorecerlos como agentes particulares en la sociedad futura. Todos debemos participar en la elección de los principios de justicia, pero sin contar con ninguna información que parcialice o “tuerza” dicha elección. Para crear los principios de la Justicia, dice Rawls es necesario contar con el velo de la ignorancia, toda vez que a través de esta imparcialidad puedo acudir a la reunión ignorando cuales son los elementos que me definen si soy (Hombre, mujer – Blanco o Negro), toda vez que si conozco mis categorías lo que hago es defender mis derechos. “Todas las personas están dotadas de la capacidad de tener un sentido de justicia y de promover sus fines últimos que no solo sean correctos para el sino también todos” El punto de vista de la justicia debe ser universal y des-interesado. (Da una concepción de la importancia de la vida objetiva y no subjetiva). Thomas Scanlon en su libro los que nos debemos unos a otros, a diferencia de Rawls, no impone ningún velo de ignorancia, por el contrario, indica que las personas deben decidir por sí mismas que aspectos de su situación y cuáles de sus preferencias y convicciones son pertinentes para ese juicio. Scanlon cree que vivir bien incluye tener o desplegar cierta actitud hacia otras personas, y que una de las manifestaciones de esa actitud es el deseo de poder justificar la propia. La ayuda ¿Qué debemos hacer por los extraños? Aunque no tengamos una relación especial con ellos, tenemos que entender que su vida es, objetivamente, igual de importante a la nuestra. Dworkin va identificar a la política como una fuente y una razón que genera obligaciones con aquellos que están unidos con nosotros, obligaciones que son cumplidas bajo un mismo gobierno colectivo. Frente a la desigualdad con los extraños, plantea que tanto la suerte como la riqueza son repartidas de manera despareja entre los seres humanos, y que esta situación nos lleva a actuar en pro de aquel extraño que en se encuentra en una situación peor que la nuestra. El daño Es un perjuicio un detrimento o un deterioro, la moral por su parte, es la doctrina que busca la regulación de la conducta humana de acuerdo a la valoración de los actos, que puedan considerarse buenos o malos según sus características y consecuencias. Las obligaciones Se define como la presión que ejerce la razón sobre la voluntad, enfrente de un valor. Por ello, está lejos de ser una presión originada en la autoridad, o en la sociedad, o en el inconsciente, o en el miedo al castigo. Al hablar de la obligación en la moral es la necesidad de referir el concepto de ley, ambas hacen un complemento. Es decir cuando muestra razón práctica dirige nuestra acciones, adoptar la forma de mandatos que nos prescriben o prohíben determinadas conductas manifestándose estos en forma de leyes. Responsabilidad: el examen que Thomas Scanlon hace del prometer ha tenido gran influencia sobre los análisis extemporáneos del problema: mi argumento sigue la misma estrategia general que el suyo. (Hay diferencias en nuestros enfoques). (Dworkin) Conclusión El papel de la promesa va a significar la responsabilidad moral de hacerlo sabiendo de que los papeles se invierten diciendo “pero yo no prometo nada” para bajar la responsabilidad moral. Podríamos concluir que la moral no consiste en hacer lo que se quiere en beneficio propio, sino en hacer lo que se debe, aun cuando represente consecuencias desfavorables. Habiendo revisado los conceptos de la dignidad a la moral, la ayuda, el daño y obligaciones que nos da el autor Ronald Dworkin, ya tienen sentido las diversas definiciones de moral y sus características, siendo el capítulo XIV de las obligaciones el de mayor relevancia y gusto. Vivimos en un país con unas características inmensamente ricas, somos personas con grandes cualidades y virtudes, pero no hemos aprendido a garantizar un mecanismo acertado de interculturalidad, siempre pensamos en beneficios personales y no en el bien común, sumado a esto hemos entrado en un estado de facilismo y de deshonestidad con nosotros mismos, no respetamos las normas y nos dejamos comprar por cosas pasajeras.