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INSTITUTO BÍBLICO TEOLOGICO

“DIOS ES AMOR”

NUCLEO ADIEL

Licenciatura en Teología

Autores: Dr. Daniz Pastrán


Msc. Pedro Luis López

Tutor: Msc. Pedro Carlos Modesto Integrantes:


Barrios, Alberto
Leal, Judith
Mendoza, María
Rodríguez, Glinis
Rodríguez, Yaimar

Zaraza, enero 2014.


Índice

Pág.
Dedicatoria
Agradecimiento
Introducción
Definición de adoración 7–9
Definición de estilo de vida 9 - 10
¿Cómo se forma un estilo de vida? 10 - 11
Génesis bíblica de la adoración 11 - 13
La adoración en el Antiguo Testamento 14 - 18
La adoración en el Nuevo Testamento 18 - 21
Características de la verdadera adoración 21 – 24
La adoración, un estilo de vida 24 - 27
Conclusión 28 - 29
Cuestionario 30
Referencias 31
DEDICATORIA

Nuestra mayor inspiración y motivo de vivir es nuestro Señor y Salvador


Jesucristo… a Él dedicamos esta tesina reconociendo que es y será el Gran Yo
Soy… a Él sea toda la honra y toda la gloria… con el firme propósito que siga
siendo nuestro Señor por la eternidad..!
AGRADECIMIENTO

Estamos infinitamente agradecidos a nuestro Salvador Jesucristo, por


haberse entregado por amor para darnos la vida eterna y maravillosa que el Padre
ya se había trazado desde antes de la fundación del mundo.
INTRODUCCION

Conocer una ínfima parte de Dios provoca en el ser humano la más alta
inspiración para existir y a la vez una profunda convicción de su realidad.
Inspiración que lo lleva a realizar aventuras de fe llevando su mensaje de amor
con un testimonio vivo que nadie puede refutar. Su experiencia con Dios ha sido
tan real que lo lleva hacia la eternidad para disfrutar de la salvación que le fue
regalada.

Estas experiencias espirituales que se concretan en el mundo material


generan en el ser humano un nuevo estilo de vida que le permiten disfrutar de una
manera sobrenatural cada día que se despierta y a la vez propicia un ambiente
sano y relaciones humanas llenas de buenos frutos. Pero qué es lo que le genera
tanta inspiración y convicción?

El ser humano desde que nace enfrenta un mundo de relaciones humanas


hostiles y aún cuando esté rodeado de elevada comodidad no logra sentir que su
vida tiene sentido y propósito. A medida que crece, su espíritu muerto no
vivificado le genera un profundo vacío llevándolo a tomar decisiones erradas que
a su vez hacen difícil su diario vivir. Verse en este cuadro de vida, al hombre no le
resulta cónsono haber venido al mundo solo a padecer, trabajar, estudiar, comer,
dormir. Se pregunta y se afirma que debe haber un motivo más alto para su
existencia. Incluso al ver tanta perfección en la creación y tanta imperfección en
su interior no le resulta coherente. Medita en ello y llega a la conclusión que ha
habido un error pues nada le satisface.

Todas estas interrogantes son respondidas cuando se entera que Dios en su


infinita misericordia y gracia le predestinó para venir al mundo con un propósito
eterno y que solo ha sido posible gracias al sacrificio de Jesucristo en la cruz.

Saber estas verdades engendra en el hombre una enorme gratitud, el amor


más dulce y fuerte y un permanente anhelo de adoración a Dios pues sin
merecerlo tiene la oportunidad de tener un estilo de vida hermoso de gran impacto
para la expansión del Reino de Dios en la Tierra agradándole a Él y siendo de
bendición a otros.

En esto consiste la adoración a Dios, un estilo de vida de permanente


rendición y gratitud a El por tanto favor inmerecido.
Definición de Adoración.

En el Antiguo Testamento, en el idioma hebreo es la palabra hishtahavá


para referirse a adoración y hace referencia al servicio de los siervos de Dios en el
culto en el cual se “postraban, mostrando así su temor reverencial ante la majestad
divina”.

En la Septuaginta es hacer reverencia u homenaje, postrarse ante la


presencia de un ser superior. En el Nuevo Testamento tiene el mismo sentido de la
Septuaginta, “postrarse ante un ser superior y besarle los pies o la tierra”. Pero
incluye la acción de recordar y reconocer los atributos y las obras de Dios.

El reconocimiento reverencial de la supremacía de Dios, demanda una


actitud de espera y sumisión a la voluntad de Dios. Algunos ejemplos: Génesis
42:6; Daniel 3:6; Juan 4:24; 2 Crónicas 29:31; Salmos 40:6; 51:16-17; Oseas 6:6.

En la iglesia, la adoración se relaciona con la comunión o buena relación


que cada cristiano tiene con Dios en la cual los creyentes centran la atención de
sus mentes y el afecto de sus corazones en el Señor mismo. Es básicamente, la
adoración, la respuesta del hombre hacia Dios.

Entonces, puede ser una expresión interna o actos visibles como: cantos,
oración, ofrenda, servicio y aunque es una actividad privada, es al mismo tiempo
una acción pública en la reunión con los creyentes. De manera que la adoración es
un acto de reverencia, reconocimiento, de exaltación a Dios interna y
externamente.

Según la enciclopedia libre Wikipedia las palabras principales de la Biblia


traducidas “adoración” (saha en el hebreo, proskuneo en el griego) enfatizan el
acto de postrarse en reverencia.
La palabra griega, proskuneo, es una combinación de dos otras palabras
griegas: pros, que significa “hacia” y kuneo, que significa “besar”. Proskuneo es
la palabra que más frecuentemente se usa para referirse a la adoración y significa:
acercarse para besar.

Adorar significa amar al extremo, si es aplicado a una deidad, significa


amar al extremo a una deidad.

La adoración es un estado espiritual contemplativo en el que el espíritu del


hombre se sobrecoge maravillado estableciendo una comunión íntima con una
deidad, dando lugar a una experiencia deliciosa de los sentidos dentro de una
dimensión eterna.

De la adoración también se puede decir que es un estado (en reposo) o


estilo de vida (activo) que obedece intuitivamente a la fe y responde a
revelaciones divinas que produce según la intensidad sutiles cambios en las fibras
del corazón humano, volviendo de esta manera más perceptiva la conciencia y
más activo el espíritu. Es el nivel más alto de sintonía con un ente espiritual que
eventualmente desarrolla lo que los adoradores han coincidido en llamar
iluminación espiritual, que es la manera de “conocer” (palabra cuya raíz proviene
del hebreo) a Dios en sus múltiples manifestaciones.

La adoración es la actitud o la intención interna del corazón del hombre,


entendiéndose como obediencia a los dioses, o el servir a un Dios, es decir, “hacer
la voluntad” de la divinidad -cumpliendo los preceptos recibidos-.

De ahí que, antiguamente, adorar una divinidad (aceptar una religión)


significaba “aceptar un modo de vida” Éxodo 10:3,7. La religión marcaba los
límites cosmológicos, sociales e ideológicos; guiaba el comportamiento de cada
cultura.

La adoración verdadera es un estilo de vida, no un evento o una


actividad. En definitiva, implica que la forma de vida debe estar 'regida' por los
preceptos de la deidad. Comúnmente a la adoración religiosa se le llama
también, Culto.
En el Nuevo Testamento, la palabra "adorar" quiere decir "actuar
piadosamente hacia (alguien o algo)" (EUSEBEO) o "hacer reverencia, dar
obediencia a (alguien)" (PROSKUNEO).

La palabra anglosajona de adoración es worthscripe, worship (inglés). La


palabra adoración en latín: AD a -, ORA boca, (trayendo la boca), los romanos la
utilizaban llevándose una mano a la boca, y aventando un beso al objeto de su
adoración, ya fuera un ídolo o una estatua, o un rey, o el ser amado. El adorador
usualmente llevaba la cabeza tapada, y después de ese acto, se daba media vuelta
del lado izquierdo al derecho, así pues se inclinaban y besaban los pies de sus
dioses.

El hombre adora a Dios con los labios, alabándole por lo que es y dándole
las gracias por lo que ha hecho (Ef. 5:19,20), pero al mismo tiempo le adora con
todo su ser (cuerpo y mente) obedeciendo su voluntad (Romanos 12:1,2).

En apoyo a la definición de adoración como obediencia y servicio a Dios


se puede citar los siguientes pasajes bíblicos:

 “…sólo a Dios se debe adorar y servir” (Lucas 4:8)


 “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y
con toda tu mente” (Mateo 22: 37)
 "Ustedes demostrarán que me aman si obedecen lo que les
mando” (Juan 14:15).
 "Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos..." (1 Reyes
3:3)
 Jesús dijo: " ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis
mandamientos y los obedece" (Juan 14:21)

La adoración a Dios ha sido descrita como «la honra y adoración que se le


rinden en razón de lo que Él es en Sí mismo y de lo que Él es a aquellos que se la
dan». Se presupone que el adorador tiene una relación con Dios, y que hay un
orden prescrito del servicio o de la adoración. Los israelitas habían sido redimidos
de Egipto por Dios, y por ello, como pueblo redimido podían allegarse al lugar
por Él señalado para adorar en seguimiento de Sus instrucciones. Así, dice el
salmista: «Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca
de nuestra salvación... Porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos
los dioses... Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová
nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y el
rebaño de su mano» (Salmos. 95:1-7).

Definición de estilo de vida

El concepto de estilo de vida es término subjetivo que agrupa diferentes


aspectos. Según el Glosario de promoción de la Salud de la Junta de Andalucía
(1986) “el estilo de vida de una persona está compuesto por sus reacciones
habituales y por las pautas de conducta que ha desarrollado durante sus procesos
de socialización. Estas pautas se aprenden en la relación con los padres,
compañeros, amigos y hermanos, o por la influencia de la escuela, medios de
comunicación, etc. Dichas pautas de comportamiento son interpretadas y puestas
a prueba continuamente en las diversas situaciones sociales y, por tanto, no son
fijos, sino que están sujetos a modificaciones”.

“...De igual modo que no existe un estado ideal de salud, no hay tampoco
estilos de vida prescritos como óptimos para todo el mundo. La cultura, los
ingresos, la vida familiar, la edad, la capacidad física, las tradiciones, y el
ambiente del trabajo y del hogar hacen que algunos modos y condiciones de vida
sean más atractivos, factibles y apropiados”.

Henderson y Cols. (1980) definen los estilos de vida como “el conjunto de
pautas y hábitos comportamentales cotidianos de una persona”. En la misma línea,
Mendoza (1995) señala que el estilo de vida puede definirse como “el conjunto de
patrones de conducta que caracteriza la manera general de vivir de un individuo o
grupo”. Para Gutiérrez, (2000), la forma de vivir que adopta una persona o grupo,
la manera de ocupar su tiempo libre, el consumo, las costumbres alimentarias y
los hábitos higiénicos, son elementos de lo que se entiende como estilo de vida.
En estas definiciones aparece el concepto de conducta o comportamiento y los
hábitos frecuentes en la vida de las personas, siendo el deseo de tener salud una de
las aspiraciones más demandadas por el ser humano, tal y como revelan los
resultados de grandes encuestas sociológicas efectuadas (Levy y Anderson,1980).

Cómo se aprenden los estilos de vida

Los estilos de vida se aprenden fundamentalmente en etapas tempranas de


la vida de un individuo y una vez formados son muy difíciles de modificar,
razones por la que muchos investigadores tratan de detectar los factores que
influyen en su adquisición y mantenimiento.
En una revisión sobre los estilos de vida, Pastor (1995) resalta que el estilo
de vida de una persona está determinado por cuatro grupos de factores, los cuales
interaccionan entre sí:
1. Las características individuales, genéticas o adquiridas (personalidad,
interés, educación recibida).
2. Las características del entorno microsocial en el que se desenvuelve el
individuo (vivienda, familia, amigos, vecinos, ambiente laboral o
estudiantil, grupos de adscripción voluntaria).
3. Los factores microsociales, que a su vez moldean decisivamente los
anteriores (el sistema social, la cultura imperante en la sociedad, la
influencia de los grupos económicos y otros grupos de presión, los
medios de comunicación, las instituciones oficiales).
4. El medio físico geográfico, que influye en las condiciones de vida
imperantes en la sociedad y, a su vez, sufre modificaciones por la
acción humana.

Génesis Bíblica de la Adoración

Se podría decir que el enfoque de toda la Biblia es la adoración. Por lo


menos se podría decir que la adoración es uno de sus temas principales. Lo que
sigue es una vista panorámica del tema de la adoración en las Escrituras.
 Se luchó por la adoración en la tentación en el huerto de Edén.
 La adoración fue una de las características principales en las vidas de los
patriarcas. En el libro de Génesis vemos a Abraham, Isaac y Jacob
edificando altares al Señor y clamando a su nombre, en comparación a los
que adoraron a los dioses de las naciones que les rodeaban.
 En el libro de Éxodo vemos a Dios liberando a Israel de la esclavitud y de
la opresión, y sacándolos de Egipto para que pudieran adorarle. El llegó a
ser su Dios y ellos su pueblo. El les dio su palabra en forma de la Ley y les
dio instrucciones acerca de cómo adorarle en por medio del tabernáculo y
su servicio.
 En los libros históricos y proféticos del Antiguo Testamento se ve el
énfasis y la importancia de la adoración cuando Dios juzga a su pueblo por
el pecado de la idolatría.
 En el libro de Apocalipsis del Nuevo Testamento, se ve que hay una
actividad constante en el cielo: la adoración a Dios. De hecho, el libro de
Apocalipsis enseña que el acto que determina nuestro destino final es la
adoración.

Salmo 113: 1-14:

“1 Alabad, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová. 2 Sea el


nombre de Jehová bendito Desde ahora y para siempre. 3 Desde el
nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de
Jehová. 4 Excelso sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los
cielos su gloria”.

En este pasaje que se ha leído, está indicado claramente que Dios debe ser
adorado desde ahora y para siempre, desde que sale el sol hasta que se pone el sol.
Cambia el concepto de lo que siempre se ha entendido que es adorar. La
máxima expresión de amor es adorar por lo tanto adorar es amar. Adorar a Dios,
es amarle; cuando se ama a Dios, todo lo que hace es para su gloria, todo lo que
hace es para agradarle.
Dice la Biblia que todas las cosas que él ha creado le dan gloria y que todo
lo ha hecho para su gloria y aún que nos ha creado para su gloria; todo lo que ha
hecho es bueno y bueno en gran manera. Dice también la Biblia que Dios ha
perfeccionado la alabanza en la boca de los que maman y aún cuando las aves
cantan, alaban a Dios. Si un ave canta, está alabando a Dios. Todo lo que él ha
creado, lo ha hecho con un propósito y cuando lo que él ha creado cumple con el
propósito para lo cual Dios lo creó, esa cosa o esa persona le da gloria a Dios. Si
Dios hizo un ave para cantar, cuando canta, adora a Dios porque está haciendo
aquello para lo cual fue creado. Todas las cosas que él ha creado, que cumplen su
propósito, le dan gloria a él. Veamos el Salmo 148

Salmos 148

1. Alabad a Jehová desde los cielos;


Alabadle en las alturas.
2. Alabadle, vosotros todos sus ángeles;
Alabadle, vosotros todos sus ejércitos.
3. Alabadle, sol y luna;
Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.
4. Alabadle, cielos de los cielos,
Y las aguas que están sobre los cielos.
5. Alaben el nombre de Jehová;
Porque él mandó, y fueron creados.
6. Los hizo ser eternamente y para siempre;
Les puso ley que no será quebrantada.
7. Alabad a Jehová desde la tierra,
Los monstruos marinos y todos los abismos;
8. El fuego y el granizo, la nieve y el vapor,
El viento de tempestad que ejecuta su palabra;
9. Los montes y todos los collados,
El árbol de fruto y todos los cedros;
10. La bestia y todo animal,
Reptiles y volátiles;
11. Los reyes de la tierra y todos los pueblos,
Los príncipes y todos los jueces de la tierra;
12. Los jóvenes y también las doncellas,
Los ancianos y los niños.
13. Alaben el nombre de Jehová,
Porque sólo su nombre es enaltecido.
Su gloria es sobre tierra y cielos.
Los antropólogos dicen que el hombre es un adorador por naturaleza, si no
adora a Dios, algún sustituto encontrará para adorar. Lo que se adora es lo que
más se ama. Toda persona posee una lista de cosas que ama, y aunque no sepa
ordenarlas en su mente, hay cosas que ama más que otras. Si Dios está en primer
lugar, él y lo que a él le agrada y lo que él quiere estará en primer lugar en la vida
del ser humano. Si después de Dios está mi cónyuge, amaré a Dios primero, luego
a mi pareja; siempre hay un orden de prioridades aunque no se esté consciente de
ello; simplemente aquellas cosas que se ama le dedica atención, tiempo y
esfuerzo.

La adoración en el Antiguo Testamento

La adoración a Dios en el Antiguo Testamento se puede ver a través de la


experiencia de destacados personajes como Caín y Abel, Noé, Abraham, Moisés y
Aarón, David, Salomón, Ezequías y Ana.

En Génesis capítulo 4: versos 3-7 las únicas ofrendas mencionadas de Caín


y Abel sugieren que fueron actos de adoración, a pesar de que Caín aprendió que
su ofrenda no fue considerada por el Señor. La ofrenda de Abel si fue aceptada.
La ofrenda de Caín fue rechazada. De este relato, el lector es dejado a considerar
factores que no fueron autorizados, tal como la actitud de Caín o su carácter
personal impidió que su ofrenda fuera aceptada. El apóstol Pablo hizo un
comentario de este hecho en Hebreos 11 donde dijo que por la fe, el sacrificio de
Abel fue mejor que el de Caín.

Con respecto a Noé, Génesis 6 -10 dice que el encontró favor en los ojos
del Señor y que él fue obediente a todo lo que el Señor mandó. Después de bajar
del arca, Noé construyo un altar para Dios y le ofreció una ofrenda en el altar. El
autor de Génesis dice que Dios sintió esta ofrenda de una manera favorable y
como resultado estableció el pacto del arcoíris en el cielo.
Abraham también ofreció una ofrenda al Señor. La ofrenda se su Hijo
Isaac en Génesis 22 fue un acto de adoración. Abraham recibió específicas
instrucciones y las obedeció.

Como se puede notar por los casos citados que la adoración contenía
elementos como la obediencia, el acto mismo de ofrendar y homenajear y por
supuesto, fe.

Luego que el pueblo de Israel vivió el gran éxodo desde la tierra de Egipto
bajo el liderazgo de Moisés y Aarón, se estableció la Fiesta de los panes sin
levadura y la celebración de la pascua. Moisés enseño a la gente: "Y tu cumplirás
esta celebración como una ordenanza para ti y tu hijos por siempre y con el paso
del tiempo fue explicado como un "sacrificio de la Pascua" al Señor. Las
escrituras dicen: "Al oír esto, los israelitas se inclinaron y adoraron al Señor"
(Éxodo 12:27).

Moisés recibió del Señor los mandamientos que servirían como base para
la vida religiosa y civil del pueblo judío. En los Diez Mandamientos está incluido
el siguiente: "No adorarás otros dioses." (Éxodo 20) Este mandamiento refleja
intensamente cuan celoso es el Señor, respecto a la atención, servicio y homenaje
dados a los dioses e ídolos que no tienen ninguna semejanza a Él. También en el
libro de Éxodo 32:8 el Señor dice: "Demasiado pronto se han apartado del camino
que les ordené seguir, pues no sólo han fundido oro y se han hecho un ídolo en
forma de becerro, sino que se han inclinado ante él, le han ofrecido sacrificios, y
han declarado: Israel, ¡aquí tienes a tu dios que te sacó de Egipto!"

En Éxodo 34 es encontrado a Moisés comunicándose con el Señor y se


"inclinó hasta el suelo, y oró al Señor." En este caso la adoración incluyó una
petición junto con un acto físico de humillación al Señor por la nación israelita.
Otros aspectos de la adoración son dados en Éxodo 35:21. La gente fue
ordenada a contribuir con obsequios y trabajos para la construcción del
tabernáculo "y todos los que en su interior se sintieron movidos a hacerlo llevaron
una ofrenda al Señor para las obras de la tienda de reunión, para todo su servicio,
y para las vestiduras sagradas."

Durante toda su vida, Moisés exhortó a su gente a obedecer las leyes, los
estatutos, los mandamientos y ordenanzas del Señor pues la obediencia, junto con
oraciones, servicios, ofrendas, corazones y espíritus consagrados son elementos
básicos para una verdadera adoración.
En el libro de los Salmos 2:11 David instruyó a la gente a adorar con
reverencia, y regocijarse en gran manera. En una oración que se encuentra en
Salmos 86, David dice que glorificar el nombre de Dios es adorar. David exhortó
a la gente adorar al Señor en los Salmos 95: "Vengan, cantemos con júbilo al
Señor;… Lleguemos ante él con acción de gracias, aclamémoslo con cánticos…
Vengan, postrémonos reverentes, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro
Hacedor."

Muchos de los reyes de Israel después de David y Salomón no hicieron lo


correcto frente a los ojos del Señor. Ellos ignoraron el libro de la ley dado por
Moisés. Hubo, sin embargo, dos reyes quienes intentaron restaurar los caminos
del Señor. Ellos derribaron los ídolos que estaban en lugares altos y enseñaron a la
gente a consagrarse a sí mismos al Señor. El rey Ezequías y el rey Josías
sobresalieron en su dedicación a Dios y renovaron la adoración apropiada,
especialmente en referencia a la adoración de la pascua. En 2 Crónicas 29 se
describen las acciones del rey Ezequías con respecto a la restauración del mandato
de la pascua.

En esta ocasión el adoración de la pascua incluyó: holocausto, himnos


acompañados con trompetas (ej. con los instrumentos de David), himnos, un coro
mientras los congregados adoraban, con demostraciones de humildad - agacharse,
e himnos de adoración y gozo. Las experiencias del rey Josías se encuentran en 2
Crónicas 34 y 35.
En este mismo libro, capítulo 31 al 34 dice sobre el pacto que el Rey Josías
hizo con el Señor: "Se comprometió a seguir al Señor y a poner en práctica, de
todo corazón y con toda el alma, sus mandamientos, preceptos y decretos."

Capítulo 1 de 1 Samuel describe una historia conmovedora sobre Ana. Ella


no podía tener hijos, y pidió al Señor se acordara de sus aflicciones. La adoración
de Ana consistió en sacrificio, oraciones intensas y promesas. Ella dijo, "Soy sólo
una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor" (1 Samuel
1:15). La Biblia dice que el Señor se acordó de ella, y ella recordó su promesa de
dar su hijo (Samuel) al Señor.

En todos los ejemplos anteriores, ciertas características son reveladas y


constituyen un esquema de la adoración en los límites del Antiguo Testamento, a
saber:

 Obediencia
 Presentación de ofrendas
 Actos especiales de homenaje
 Comunicación (directamente y a través de la oración)
 Rituales (un ejemplo especifico citado fue el conmemorativo de la
pascua)
 Servicio
 Contribuciones (homenajes y trabajo)
 Compromiso espiritual
 Reverencia
 Glorificar el nombre de Dios
 Himnos acompañados con trompetas
 Himnos de coros, himnos de adoraciones y gozo
 Humildad
 Promesas
Estos elementos se constituyeron en aspectos externos e internos y fueron
identificados como adoración. Los aspectos externos fueron ordenados por el
Señor, tales como la ofrenda de holocausto en altares y el cumplimiento de
normas en torno al primer pacto.
Pablo en Hebreos 9:1 comenta sobre las formalidades del primer pacto:
"Ahora bien, el primer pacto tenía sus normas para la adoración, y un santuario
terrenal." Y en verso 9: "Esto nos ilustra hoy día que las ofrendas y los sacrificios
que allí se ofrecen no tienen poder alguno para perfeccionar la conciencia de los
que celebran esa adoración." Los aspectos internos se reflejaron en el compromiso
del corazón en conducir una vida agradable al Señor.

Moisés mostró la actitud apropiada "te he dado a elegir entre la vida y la


muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y
tus descendientes. Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él
depende tu vida" (Deuteronomio 30:19-20) adorar es vivir, de lo contrario es
morir.

La adoración en el Nuevo Testamento

Desde el punto de vista del Antiguo Testamento el servicio a algo o


alguien constituye adoración de un dios, así sea a ídolos o a Dios. Estos rasgos
también están en las enseñanzas del Nuevo Testamento. Cristo puso una fuerte
énfasis en el servicio apropiado dirigido como en Mateo 4:10.
Por otra parte, los judíos reconocieron que la adoración cristiana era
diferente a lo que decía la ley y sus tradiciones "Este hombre, denunciaron ellos,
anda persuadiendo a la gente a adorar a Dios de una manera que va en contra de
nuestra ley." (Hechos 18:13).
Cristo, reprendiendo a Satanás, dijo en Deuteronomio 6:13 "Teme al Señor
tu Dios, sírvele solamente a él." Pablo mencionó sobre el servicio en varias partes
como en Romanos 12:11 "Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al
Señor con el fervor que da el Espíritu." Servicio constituye adoración pero no
exclusivamente. Además, nuestro servicio puede ser mal dirigido y, como tal, ser
no favorable al Señor.

Si el servicio es dirigido correctamente, entonces la obediencia a los


mandamientos debe de ser muy básico para la adoración. Cristo experimentó:
"Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer" (Hebreos 5:8)
Pablo habla de la necesidad de "agradarle con todo respeto." Demostrar humildad
es un rasgo deseable de la adoración también encontrado en el Nuevo Testamento,
como en 1 Corintios 14:25.
Sin embargo, Cristo en el libro de Juan capitulo 4 presentó un nuevo
énfasis para adorar en su conversación con la mujer samaritana. Él retó a la
tradición, declarando que ni "en este monte" (los samaritanos afirman tener la
misma descendencia que los judíos y por ello su monte de adoración
probablemente fue el monte Gerizín, mencionado en Deuteronomio 11:29), ni en
Jerusalén (donde los judíos se reunían) es el lugar preferido de adoración. Al
contrario, el tiempo "es ahora, cuando los verdaderos seguidores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque el Padre busca tal gente para que sean sus
seguidores.

Dios es espíritu y aquellos que lo adoran deben adorarlo en espíritu y en


verdad. Se debe entender lo que se quiere decir aquí, para poder tener una
adoración eficaz. Sin duda alguna, el énfasis está en lo espiritual, en vez que lo
físico, es decir, no es el lugar de adoración lo que importa. Una verdadera
adoración es sincera, fiel y firme conforme a lo que es deseado o agradable. Una
adoración espiritual envuelve al corazón y el alma, esa parte interior del hombre
hecha a imagen de Dios. Este concepto representa un importante cambio en la
norma pues el ritualismo externo ahora quedó en un segundo plano emergiendo la
actitud del corazón como requisito principal.

Otra referencia junto con esta idea está en Filipenses 3:3. Pablo dice que
los cristianos son "los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos
enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos
humanos."

Los cristianos son capaces de medir si están siendo conducidos por el


Espíritu del Señor por medio de la comparación de su comportamiento con las
aceptables características identificadas por Las Escrituras. Pablo enumeró una
colección de atributos espirituales en sus cartas a la iglesia de Roma (capítulos 12
& 13), Galacia (Capítulo 5), Éfeso (Capítulo 4 -6) y Colosas (Capítulo 3).
El carácter cristiano es definido por el amor, gozo, paz, paciencia,
amabilidad, bondad, fidelidad, y autocontrol. Todo esto permite adorar en el
espíritu porque estas características honran a nuestro Señor. Los cristianos deben
imitar a Dios, para ser de una naturaleza comprensiva, de corazón compasivo,
hablar palabras de edificación, y para tener una autodisciplina. Romanos 12:1
detalla lo primordial: "…ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y
agradable a Dios."

Pablo hablaba de un comportamiento espiritual, como opuesto a un


comportamiento mundano. Esto significa que, la mayoría de la gente presentó una
norma que no era favorable ante los ojos de Dios. Los cristianos deben tener una
norma diferente. Ellos deben distinguirse en un espíritu de adoración al Señor que
sea continuo y que abarca atributos de honor, obediencia, servidumbre, respeto,
reverencia, humildad, etc.

Los cristianos deben ser llenados con este espíritu, para conducir sus vidas
en un nivel alto, y comunicando, como dice en Efesios 5:19 -21 "Anímense unos a
otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con
el corazón, dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo."

Los dos pasajes siguientes detallan más esta forma de adoración:


a) "para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto
implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de
Dios" (Colosenses 1:10)

b) "Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza:


instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten
salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de
corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el
nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de
él." (Colosenses 3:16-17)

Características de la verdadera adoración

La verdadera adoración requiere tres aspectos:

A. El Objeto Correcto.

1. El objeto correcto de adoración es el Dios verdadero y viviente (Juan.


4:23-24).

a) Jesús dijo, "... Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (Mateo


4:10).
b) Porque Él es el "un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por
todos, y en todos" (Ef. 4:6).
c) Dios desea que los hombres lo adoren (Juan 4:23) - "... porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren".

B. La verdadera adoración debe ser ofrecida "en espíritu" (Juan 4:23-


24).

Cuando Jesús dijo que debemos «adorar en espíritu» no se refería al


Espíritu Santo sino al espíritu del hombre. El ser humano fue creado a imagen de
Dios y, por lo tanto, es un espíritu que reside en un cuerpo, y él diseñó su espíritu
para que se pudiera comunicar con él.

La adoración es la respuesta del espíritu humano al Espíritu de Dios. La


adoración que agrada a Dios es profundamente emocional y espiritual.

Cuando Jesús dijo: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda
tu alma» quería decir que la adoración debe ser auténtica y sentida, de corazón.
No se trata sólo de decir las palabras correctas se debe creer en lo que dice.

La Escritura afirma: «La gente se fija en las apariencias, pero yo, (el
Señor) me fijo en el corazón» 1 Samuel 16:7b.

Muchas personas confunden las emociones conmovedoras


producidas por la música con las estimuladas por el Espíritu, pero no son iguales.
La verdadera adoración ocurre cuando el espíritu responde a Dios, no a una
melodía. En realidad, algunas canciones sentimentales e introspectivas entorpecen
la adoración porque de concentrarse en Dios, pasa a enfocarse en los sentimientos.

Los cristianos no se ponen de acuerdo con respecto a la manera más


adecuada o auténtica de alabar a Dios, pero estos argumentos lo que más reflejan
son las distintas personalidades y trasfondos. La Biblia menciona diversas formas
de alabanza: La confesión, el canto, los clamores, el estar de pie, el arrodillarse, el
baile, el hacer ruidos de gozo, el testimonio, la utilización de instrumentos
musicales y el alzar las manos. El mejor estilo de adoración es el que más
auténticamente representa el amor a Dios, basado en el trasfondo y la personalidad
que Dios nos dio.

C. La verdadera adoración debe ser ofrecida "en verdad" (Juan 4:23-24).

La gente suele decir «Me gusta pensar en Dios como alguien que...» y
plantean la idea de un Dios a quien le gustaría adorar. Pero no se puede
simplemente crear una propia imagen de Dios, la que resulta cómoda y adorarla.
Eso es idolatría.

La adoración debe basarse en la verdad de las Escrituras, no en una


opinión propia acerca de Dios. Jesús le dijo a la mujer samaritana: «Los
verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así
quiere el Padre que le adoren» Juan 4:23.

«Adorar en verdad» significa adorar a Dios como la Biblia verdaderamente


lo revela. Todo acto de verdadera adoración estará enseñado en el Antiguo y en el
Nuevo Testamento reconociendo que a través de Jesucristo la humanidad ha sido
reconciliada con Dios y puede adorarle con plena libertad tal como lo hizo el rey
David.

Cuando se habla de reconocer la persona de Dios, a través de las


Escrituras, se está pensando en sus atributos, quién es Él en realidad. Un atributo
es una cualidad inherente de Dios. Es una de las verdades básicas en cuanto a la
persona o carácter de Dios y conocerlas aun parcialmente produce una gran
reverencia y adoración a Él.

A continuación se citarán algunos atributos de Dios.

Dios es Espíritu (Juan 4:21-24; Hechos 17:24-25). Por ser Espíritu no se


puede ver con ojos físicos. Muchos erróneamente quieren ver a Dios con los ojos
físicos, y por eso elaboran ídolos o dioses de madera para adorarlo. Pero Dios
dijo: "No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna
semejanza de lo que esté arriba en el cielo... no te inclinarás a ellos” (Éxodo 20:3-
5). En realidad, la Biblia dice que se debe adorar y servir solamente a Dios aun
cuando no se pueda ver.

Otra cualidad es que Dios es eterno, no tiene principio ni fin. Siempre ha


existido. Existe hoy, y siempre existirá y saberlo inspira adoración.
Deuteronomio 33:27; Romanos 1:20; I Timoteo 1:17; Hebreos 9:14.
Dios es inmutable. El no cambia ni se envejece (Salmo 102:27; Malaquías
3:6; Santiago 1:17; Hebreos 13:8). Dios siempre actúa de la misma manera. Él
actúa según su carácter. Por ser inmutable, da firmeza al universo y confianza a
sus hijos.

Dios es infinito. El no tiene límite de espacio ni de tiempo. Es infinito en


todos sus atributos y características.

Dios es omnipotente. Es todopoderoso, no hay nada imposible para Él


(Salmo 33:9; 62:11; Mateo 19:26; Apocalipsis 1:8). Eso indica que Él puede
hacer cualquier cosa, siempre y cuando no contradiga otra de sus características.
Por ejemplo: Él no puede mentir, porque en Él no hay nada malo. Él no es autor
del mal. Todo lo que Él hace es bueno. No quebranta ninguno de sus propios
mandamientos.

Dios es omnipresente. Esto quiere decir que Dios está en todo lugar. No
está limitado al tiempo ni al espacio (Salmo 139:7-12; Isaías 57:15; Jeremías
23:24; Salmo 33:13).

Dios es omnisciente. Todo lo sabe. No hay nada oculto para Él (Salmo


139; Jeremías 1:5; Isaías 46:9-10; Hebreos 4:13; I Juan 3:20; Apocalipsis 3:1,15).

Dios es santo. Es completamente bueno, limpio, sin engaño (I Pedro


1:16).

La adoración a Dios, un estilo de vida

Adorar es el proceso de rendir su vida entera en las manos de Dios. Todo


lo que usted hace puede —y debería— ser un acto de adoración. Dios nos diseñó
para adorarlo con nuestra vida entera y, de hecho, existen hábitos espirituales que
podemos fomentar en nuestra vida y que nos ayudan a adorar a Dios a un nivel
más íntimo.
A continuación encontrará diez hábitos que lo ayudarán a adorar a Dios
diariamente.

1. Adore a través de la oración. A menudo perdemos de vista este importante


componente de nuestra vida de oración. Piense en aquellos asuntos por los que
generalmente ora. ¿Cuánto de su vida de oración se centra en usted y cuánto en
Dios? No hay duda de que Dios quiere que le compartamos todo lo que ocurre en
nuestra vida. Pero también quiere que lo conozcamos mejor. Cuando nuestras
oraciones afirman quién es Dios, ponemos nuestra vida de oración en una
perspectiva apropiada. Eso es exactamente la forma en que Jesús nos enseñó a
orar. Lea el Padre Nuestro en el Evangelio según Mateo (6.9–13). Jesús empieza
la oración diciendo: «Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre». Con esta oración, Jesús nos enseña una importante lección. La oración
comienza con Dios. Piense en incluir en sus oraciones un tiempo en el cual usted
se enfoque en quién es Dios.

2. Tenga el hábito de leer la Biblia. La Biblia dice que adoramos a Dios «en
espíritu y en verdad». ¿Cómo podríamos adorar a Dios si no tenemos un claro
entendimiento de quién es él? La verdad acerca de Dios es esencial para adorar.
Preste atención al libro de los Salmos. Ningún libro en la Biblia invierte tanto
tiempo describiendo cuidadosamente a la persona de Dios.

3. Obedezca a Dios. Rick Warren menciona en Una vida con propósito que
adoramos a Dios cuando lo obedecemos. Todos nosotros necesitamos fomentar el
hábito de la obediencia en nuestra vida. Dé pasos prácticos para darse cuenta de
que este hábito forma parte de su vida. En cualquier momento que sienta que Dios
le habla, no dude en responderle inmediatamente y haga de eso un hábito. No
permita que el retardar sus asuntos lo abrume. Si no puede hacerlo
inmediatamente, escriba lo que crea que Dios le esté poniendo en su corazón, para
que pueda hacerlo pronto.
4. Diezme. Si desea saber qué es lo que adora en su vida, eche un vistazo a su
registro bancario. La Biblia nos enseña esta importante lección: «Porque donde
esté tu tesoro, allí estará también tu corazón» (Mateo 6.21, versión NVI). Dios
quiere que le rindamos todo nuestro ser. Una forma de mostrarlo es dejando que él
sea el Señor de nuestro dinero. Si usted ya es un dador comprometido, considere
aumentar el porcentaje que está dispuesto a dar.

5. Desarrolle relaciones profundas con otros cristianos. La Biblia enseña que


Dios nos diseñó para vivir en comunidad con otros cristianos. Agradamos a Dios
cuando conocemos a otros y permitimos que otros nos conozcan.

6. Comparta su fe. Hace algunos años, John Piper hizo que muchos de nosotros
re-observáramos la razón por la cual compartíamos nuestra fe cuando dijo: «Las
misiones existen porque no existe la adoración». Dios quiere que cada persona en
el planeta lo adore, no porque Él sea un ego-maniático que necesita nuestra
alabanza, sino porque Dios nos diseñó para adorarlo. Él quiere lo mejor de
nosotros.

Tome tiempo durante esta semana para compartir con alguien más su
peregrinaje espiritual. Cuénteles cómo empezó en su fe en Cristo. No se preocupe
por la respuesta de ellos. Descanse en la verdad de que usted forma parte del
proyecto divino de expandir al mundo entero la adoración a Dios.

7. Sirva a los demás. Jesús nos dice que «en cuanto lo hicisteis a uno de estos
hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mateo 25.40).
Cuando nos servimos unos a otros, Jesús nos dice que realmente lo estamos
sirviendo a él. Si usted cree que no tiene ningún don que sea útil para servir, se
equivoca. Dios lo hizo con talentos y dones que él especialmente le dio para servir
a los demás.

8. Desarrolle en su vida un espíritu de gratitud. Esto requiere que veamos el


mundo a través de un par de lentes diferente. Cuando vemos a través de los lentes
de gratitud, vemos nuestra vida —y todo lo que hay en ella— todo como un
regalo de Dios. Desarrolle su propio ejercicio espiritual cada mañana que
demuestre que se está poniendo los lentes de gratitud. Después empiece a
agradecer a Dios por todo lo bueno que hay en su vida.

9. Empiece a entregarle a Dios áreas de su vida que nunca antes le había


dado. Este es el corazón de la adoración —rendirse. Dios no busca 90% de su
vida; él lo quiere todo. Posiblemente, usted haya sido por mucho tiempo un
seguidor de Jesús, pero ciertas áreas de su vida aún no se las ha entregado, las
reserva solo para usted. ¿Cuáles son esas áreas? Solo usted lo sabe. Dos buenos
lugares para echar un vistazo son sus finanzas y su agenda. Observe las áreas de
su vida donde invierte más tiempo y dinero. ¿Honran a Dios?

Como usted es humano, seguramente guarda más de algún pecado del que
necesita rendir cuentas. Piense en el último mes y escriba cada una de las veces
que recuerda haber desobedecido una clara enseñanza de Dios. Luego busque
patrones. Si encuentra patrones de pecado en su vida, estos son áreas que necesita
entregarle a Dios. Justo en ese momento, pídale a Dios que lo ayude a vencer ese
pecado. Pídale a su grupo pequeño que ore por usted.

10. Viva una vida con propósito. Dios tiene una razón para su existencia. De
hecho, él tiene cinco: comunión, discipulado, servicio, evangelización y
adoración. Usted agrada a Dios cuando vive según Sus propósitos. Dios no quiere
que desperdicie su vida

Usted fue diseñado para agradar a Dios. El propósito de la adoración es el


fundamento para los otros cuatro propósitos. La comunión sin el espíritu de
adoración se reduce tan solo a una «reunión» común y corriente. El discipulado
sin la adoración no es nada más que un ejercicio mental infructuoso. El servicio
sin la adoración no es otra actividad que «pasar el rato». La evangelización sin la
adoración es una declaración sin testimonio.
Adorar no es simplemente un área de su vida, es su vida. Empiece justo en
este momento y rinda su vida a Dios. Luego pase el resto de su vida aprendiendo a
adorarlo en una forma más completa.
CONCLUSIÓN

Dios es Espíritu y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario


que adoren. Se debe adorar a Dios más por lo que El es que por lo que El hace o
por lo que El tiene y/o da.

Dios está buscando un pueblo que le adore de corazón, de verdad con toda
su alma, con todas sus fuerzas, con todo su ser, Dios merece lo mejor del ser
humano, El quiere que se le entregue el ser por completo; El está buscando un
pueblo levita, un pueblo que le reconozca como su Dios.
La verdadera adoración sale del alma, brota de todo nuestro ser, El quiere
que corazón del ser humano se derrita en su presencia, Dios busca un pueblo fiel,
un pueblo que levante sus manos en señal de alabanza, de gratitud, de honor y de
reverencia al Rey; Dios busca un pueblo que le ame con todo su corazón, que le
agrade y en el cual El tenga complacencia.

Para lograrlo, el ser humano debe ser sensible al espíritu de Dios, disponer
su mente, voluntad y emociones, es decir, el corazón para Dios.

Dios busca un pueblo que en medio de las dificultades sea capaz de


levantar sus manos y adorarlo, clamar a Dios con todo su corazón. Habacuc 3:17-
19

David tenía una llave secreta para entrar al corazón de Dios y tocarlo. Esa
llave era la adoración y la alabanza a Dios 2 Samuel 6:5 / 6: 14-23, es por eso que
David fue considerado por Dios un hombre conforme a su corazón. Hechos 13:22.

David reconocía que sin Dios nada podía hacer y que Dios era el que
peleaba por él. Un corazón recto para Dios es un corazón que lo adore en espíritu
y en verdad, un corazón que se arrepiente, que confiese su pecado y no lo encubra,
un corazón que busca el amor, el perdón y la misericordia de Dios.
La adoración a Dios va mas allá que cantar, gritar, saltar, alzar las manos,
que tocar un instrumento porque dice la Biblia que si se hablaren lenguas
humanas y angélicas pero no se tiene amor viene a ser como metal que resuena o
címbalo que retiñe. Es por ello que la adoración a Dios tiene que ser sincera de
verdad, de nuestro interior, vivir y sentir lo que se está haciendo y expresando a
Dios.

El estilo de vida debe ser una ofrenda de olor grato a Dios, esa es la mejor
adoración.
CUESTIONARIO

1. Hable sobre la etimología de la palabra adoración

2. ¿Cuál es el génesis bíblico de la adoración?

3. ¿Por qué el hombre por naturaleza adora a cualquier ser que considera
dios?

4. Señale las características más resaltantes de la adoración en el Antiguo


Testamento.

5. Explique brevemente cómo se estableció la adoración en el Nuevo


Testamento.

6. ¿Cuáles son las características de la verdadera adoración?

7. ¿Por qué se dice que la adoración es un estilo de vida?

8. ¿Cree usted que su estilo de vida agrada a Dios?


REFERENCIAS

Kee, Alistair. Constantino contra Cristo, (P. 181)


Márquez, Jorge. Adorar a Dios. Estudios Biblicos. www.misionvida.org
Martínez Montoya, Josetxu. La religión como pensamiento en la vida social,
Zainak -1999.
Santa Biblia. Edición Estudio. Reina Valera 1995, Sociedades Bíblicas Unidas,
1995.
Strong, James. Nueva Concordancia. Editorial Caribe. 2002. Nashville, EUA.
Wikipedia la enciclopedia libre.
www.institutoalma.org/ La adoración a Dios
www.losnavegantes.net-La adoración a Dios
www.Pastors.com. Usado con permiso. Copyright 2005 por Tobin Perry.
Traducido y adaptado por DesarrolloCristiano.com

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