Sie sind auf Seite 1von 287

oRaR HoY

CoN LoS SaLMoS


DE SIEMPRE

Miguel Romero taboada


(Claretiano)
DEDICATOrIA:
A mis padres, Vicente y Ana, que me enseñaron a
rezar y a todos aquellos con los que he comparti-
do mi oración.

Título: “Orar hoy con los salmos de siempre”


5ª Edición
Diciembre, 2006
Edita: Miguel Romero Taboada
Vidriera portada: Miguel Romero Taboada
E-mail: mirota2@yahoo.es
Móvil: 666 319 011
D. Legal: M-42950-2005
Imprime: Realizaciones Hera, S.L.
www.realizaciones-hera.com
INDICE

Dios es el eterno orante.............................. 6


Primera semana......................................... 8
Segunda semana....................................... 66
Tercera semana......................................... 124
Cuarta semana.......................................... 182
Fiestas de la Virgen y Santos/as ............... 239
Dios es el "Eterno orante"

Nuestra oración es respuesta a ese "Eterno


orante"
Y le respondemos desde nuestra vida,
entretejida de momentos y situaciones las
más variadas: de alegría y de tristeza, de
esperanza y de desesperación, de ilusión y de
fracaso, de días de luz y de días de tinieblas.
Es el ser humano, todo el ser humano, el
que responde a la oración de Dios. La oración
eres tú, soy yo, con manos abiertas, con todo
el ser abierto y necesitado, para que Dios lo
llene. La oración es la vida, vivida desde su
misma raíz: Dios. Es vivir esa gran necesidad
de Dios que todos llevamos en nuestra misma
entraña.
En todos los tiempos el ser humano ha sen-
tido y ha vivido esa necesidad de buscar a
Dios y relacionarse con él. Necesidad vivida y
expresada de formas muy diversas.
En concreto, el pueblo de Israel vivió y
expresó esta necesidad desde las distintas y
difíciles situaciones por las que tuvo que pasar
a lo largo de su historia.
Los salmos fueron su oración, el modo de
relacionarse con Dios, como algo que les salía
desde dentro, desde su misma vida. Cuando
Israel reza, es todo un pueblo buscador de
Dios el que reza, desde las diversas circuns-
tancias por las que atraviesa.
La Iglesia, ha querido conectar con este
pueblo, y desde sus comienzos ha utilizado
para la oración litúrgica, los salmos, que bajo
la inspiración del Espíritu Santo compusieron
los autores sagrados del antiguo testamento.

6
Con el fin de facilitar y de ayudar nuestra
oración de hoy, con los salmos, presentamos
este trabajo. Es fruto de la oración y reflexión
personal, y ha sido utilizado en retiros, ejerci-
cios, convivencias con distintos grupos. Su
publicación obedece a repetidas sugerencias
de aquellos que lo han escuchado.
Su contenido es el siguiente: una ambien-
tación más o menos extensa a cada salmo y
otra más breve, oración sálmica, posibles
modos de oración, y una breve frase que com-
pendia el contenido de cada salmo, para la
reflexión personal. La última parte, está pre-
parada para utilizarla en las distintas fiestas.
Que nuestra oración, sea de verdad una
apertura al Espíritu, para que nuestro com-
promiso de "buscadores" de Dios, marque el
ritmo de nuestra vida.

7
Primera semana

8
Iª Semana

oración de la tarde I domingo I

SALMO 140: es una súplica personal al Señor,


frente a los enemigos.

Con este salmo 140, comenzamos celebrando la


liturgia del domingo. Es todo un compendio de nues-
tra realidad humana: nos sentimos "necesitados".
Y es que hay "alguien" imprescindible en nuestra
vida: Dios. Por eso claramente nos definimos ante él:
"Señor, te estoy llamando… ven de prisa…" Es la
manifestación de algo muy profundo que todos lleva-
mos dentro y que no podemos ahogar, sin que reper-
cuta en todo nuestro ser.
No podemos actuar en contra de una necesidad
básica, sin que cometamos un verdadero atentado
contra nuestra persona. Y la gran necesidad básica,
en todo ser humano, es, sencillamente DIOS. Y eso,
aunque intentemos escamotearlo… olvidarlo…
suplantarlo…
En esta tarde, proclamamos esta necesidad, e
intentamos hacerla realidad en nuestra vida: "suba
mi oración como ofrenda de la tarde… mis ojos están
vueltos a ti… en ti me refugio…" Es la verdadera acti-
tud que necesitamos adoptar, si es que queremos
vivir la vida desde su entraña más auténtica y más
profunda.
En nuestro entorno, no siempre nos encontrare-
mos con personas que nos faciliten ó estimulen a
vivir así. No nos dejemos influenciar: "guárdame del
lazo que me han tendido…" Le diremos al Señor.
Digámoselo de verdad.

Señor, al caer de la tarde, nuestros ojos se vuel-


ven hacia ti.
Alzamos nuestras manos en actitud oferente de
toda nuestra persona. Llénala, porque tú eres el
único capaz de llenar sus vacíos más íntimos.
Por eso, no te extrañes que te digamos "que
escuches mi voz… que vengas de prisa…" Es que te
necesitamos. No queremos ahogar esta nuestra
necesidad, o acallarla con sucedáneos engañosos.
Porque sabemos que no nos vas a fallar, vivire-
mos la alegría de tu presencia, de tu cercanía. Tú
que vives por los siglos de los siglos.

9
Iª Semana

oración de la tarde I domingo I

SALMO 141: es una oración confiada al


Señor, ante la debilidad.

Ni podemos, ni debemos presumir de nuestras


fuerzas, como si fuéramos autosuficientes. Tenemos
que tomar conciencia de nuestra debilidad, y de que
siempre hay "alguien" que nos respalda y ayuda, por-
que "es fuerza en nuestra debilidad"
Este salmo 141, es una invitación a descubrir la
realidad de nosotros mismos: seres indigentes, radi-
calmente necesitados. Por eso diremos: "a voz en
grito clamo al Señor… Señor, tú eres mi refugio…
sácame de la prisión… atiende a mis clamores…"
Porque… "tú conoces todos mis senderos… tú eres mi
lote en el país de la vida…"
Tendremos momentos difíciles… días oscuros sin
perspectivas de luz… situaciones en las que necesita-
remos gritar: …"nadie me hace caso… líbrame de mis
perseguidores… estoy agotado…"
Son momentos de debilidad, en los que sentimos
la necesidad de una "fuerza" que venga en nuestra
ayuda. Momentos purificadores y esclarecedores, que
nos ponen de manifiesto la realidad de nuestra exis-
tencia, y el sentido que Dios tiene en nuestra vida.
Desahoguémonos y manifestemos a Dios nuestra
situación: "Señor, a tí grito porque tú eres mi refu-
gio"… tú eres "alguien" a quién yo necesito. Cada vez
que he intentado prescindir de tí, lo he pasado fatal.

Señor, eres tan cercano a nosotros, que no nece-


sitamos movernos. Estás en al misma raíz de nues-
tra existencia. Nos amas tan profundamente, que
no podemos imaginarnos un rechazo por tu parte.
Nos escuchas… nos acoges… nos abrazas… porque
nos amas. Siempre nos serás fiel… aunque noso-
tros no lo seamos contigo.
Gracias. Yo seguiré gritando por tí, porque eres
mi gran necesidad.
A tí que vives por los siglos de los siglos.

10
Iª Semana

oración de la tarde I domingo I

CÁNTICO: Flp. 2. 6-11: es un canto al Cristo


cercano, muerto y resucitado.

Es toda una sorpresa la que Dios nos preparó al


hacerse uno como nosotros, menos en el pecado:
asumir todo lo humano para llenarlo de lo divino.
Y es más: permitir que le tratasen como a un cri-
minal y le ejecutasen, con la tortura más ignominio-
sa: la cruz. Todo un misterio que nunca lograremos
comprender desde nuestras categorías humanas. Si
de nosotros hubiera dependido, no habríamos hecho
las cosas así. Fueron caminos demasiado difíciles los
que Dios escogió para manifestar su interés por noso-
tros.
Pero ahí están. Y serán siempre unos interrogan-
tes que nos cuestionan y nos interrogan: ¿Por qué
Dios ha actuado así?… ¿Somos tan importantes los
humanos para que todo un Dios haga esos "exce-
sos"?... ¿Qué mensajes querrá transmitirnos?
Y desde estos interrogantes, nos comprometere-
mos a vivir, no desde nuestros caprichos y veleida-
des, sino desde la verdad de nuestra existencia. Así
lograremos terminar participando de la misma gloria
de aquel que ha recorrido nuestros caminos.
El Padre, con Cristo y en Cristo, por la fuerza del
Espíritu, nos levantará sobre todo, para su gloria,
manifestada en nosotros: siendo hijos en el Hijo.

Señor, gracias por las sorpresas que nos das


cada día.
Sobre todo, gracias por la sorpresa de meterte en
nuestra carne para no separarte nunca de ella.
Siempre serás nuestro Dios y nuestro hermano.
Siempre estarás tan unido a nosotros, que en tí y
desde tí, tú divinidad irá transformando nuestra
humanidad: seremos humanos, pero hijos de Dios.
Gracias por este regalo… gracias por esta sorpre-
sa. A tí que vives para siempre.

11
Iª Semana

oración de la tarde I domingo I

ambientación breve:
SALMO 140: Es el grito del ser humano que clama
angustiosamente por Dios: "ven de prisa… escucha
mi voz…" Es la manifestación de una necesidad que
brota de la misma entraña del hombre.

SALMO 141: Dios es el único que siempre nos


escucha. Nos pueden fallar todos. Pero él es el Dios
fiel, nuestro refugio permanente, con sus brazos
siempre abiertos.

CáNTICO FLP.2, 6-11: Somos importantes para


Dios. No se ha avergonzado de acercarse a nuestro
barro, para dignificarlo y llenarlo de él. En Jesús se
nos ha hecho "el cercano, el Dios para nosotros".

para la oración:
SALMO 140: Puede hacerse a modo responsorial,
repitiendo "Señor, en tí me refugio" ó cantando "pro-
tégeme Dios mío, me refugio en tí".

SALMO 141: La primera parte, exposición de pro-


blemas, puede proclamarla un solista. La segunda
parte, oración angustiosa, todo el grupo, después de
un silencio oportuno.

CáNTICO FLP.2: Puede proclamarlo todo el grupo,


con un fondo musical suave.

para la reflexión:
."Señor, te estoy llamando"
."A tí grito, Señor"
."Se despojó de su rango... pasando por uno de
tantos"

12
Iª Semana

oración de la mañana domingo I

SALMO 62: es la oración del que siente la


necesidad de Dios.

Comenzamos este día proclamando la realidad


más profunda de todo ser humano: la "necesidad de
Dios". Hemos sido creados para necesitar a Dios. Por
eso, todo nuestro ser es un grito permanente, clamo-
roso, por él. Somos como esas tierras arcillosas rese-
cas, que se agrietan, como bocas que piden agua
para calmar su sed.
Podemos afirmar que este salmo 62, es nuestro
salmo. El salmo de los que sienten, viven y manifies-
tan, públicamente, la sed insaciable que tienen de
Dios: …"tú eres mi Dios… estoy sediento de ti… tengo
ansia de tí… como tierra reseca… sin agua…" Este es
el único modo de vivir nuestra vida, como humanos,
como cristianos y como consagrados.
Precisamente nuestra vocación es una llamada a
vivir así: "como los grandes necesitados de Dios". Y
vamos respondiendo a esta llamada, en la medida en
que vamos llenando esa necesidad… "por tí madru-
go"… como si quisiéramos adelantar el día para saciar
nuestra sed de Dios.
… "ya en el lecho me acuerdo de tí y velando medi-
to en tí…" es toda nuestra existencia la que clama por
Dios insistentemente.
Que la oración de esta mañana, sea eso: un cla-
mor, un grito… por este Dios que necesitamos.

Señor, tú nos has creado así… Tú has metido en


nuestra entraña, esta necesidad que tenemos de tí.
Somos esa tierra reseca, agostada, sin agua… que
grita para calmar su sed. Tú eres nuestra agua… te
necesitamos. Nuestra vida sin tí no tiene sentido,
sería todo un fracaso.
La experiencia nos lo dice: cuando hemos inten-
tado prescindir de tí, nos hemos sentido frustrados,
angustiados. Por eso, queremos hacer de nuestra
vida una búsqueda, un encuentro permanente con-
tigo. Que vives por los siglos de los siglos.

13
Iª Semana

oración de la mañana domingo I

CÁNTICO Dn. 3: es la oración silenciosa de


todas las criaturas.

Cuántas veces nos hemos preguntado: ¿dónde


está Dios?… ¿dónde se esconde?… ¿por qué no se nos
manifiesta más claramente?..., y estamos o hemos
estado esperando la respuesta que venga a coincidir
con nuestros planteamientos.
Este cántico de Daniel, es la respuesta a nuestros
interrogantes: "Dios es cercano… es epifanía… es
manifestación… es presencia".
Cada una de las criaturas que ha creado, es una
palabra que nos habla de Dios: de su poder, de su
grandeza, de su belleza, de su amor, de su "presen-
cia".
Somos los humanos, quienes tenemos que saber
escuchar esa palabra, saber leer ese libro que nos
habla claramente de quién es Dios, dónde está Dios,
cómo es Dios. Y desde ahí, hacer nuestra la invitación
que se nos hace para ser bendición y alabanza, hoy,
desde nuestra vida… a ese Dios tan cercano.
Abramos nuestros ojos y no nos contentemos con
mirar. Tenemos que ver, y desde el ver, admirar… y
encontrarnos con Dios.
Está oculto. Pero está. Nuestra tarea de cada día,
consistirá en saber encontrarle, y relacionarnos con
él, para que nuestra vida tenga ese fondo de creyen-
te, que debe caracterizarnos.
En todas sus criaturas, alabemos a Dios.

Señor, de verdad que eres admirable. Intentas


acercarte a nosotros y hablarnos en el lenguaje que
podamos entenderte. Cada una de tus criaturas es
una palabra que nos habla de tí, con el lenguaje de
su belleza, de su grandeza, de su color.
Somos nosotros quienes tenemos que aprender a
escucharte y a encontrarte ahí, en la grandeza y
sencillez de tus obras.
Nuestra vocación de contemplativos es todo un
reto a desarrollar y a vivir.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

14
Iª Semana

oración de la mañana domingo I

SALMO 149: es un himno de alabanza a Dios


creador y rey.

La rutina es uno de los peligros que amenaza de


continuo la profundidad de nuestra vida. Y desde ella
podemos caer en la monotonía, en el aburrimiento…
en una vida que tiene poco de vida.
La vida religiosa, es ante todo "vida". Sin el sus-
tantivo "vida", el adjetivo religiosa no tiene sentido
alguno.
Por eso, saber descubrir, ya desde los primeros
momentos del día, que hemos sido llamados a re-
novar, hacer nueva nuestra vida, es nuestro gran
descubrimiento.
Este salmo 149, nos invita a "cantar al Señor un
cántico nuevo" hoy, en este día que estamos estre-
nando. A alabarle, danzando, tocando toda clase de
instrumentos… sencillamente porque "el Señor nos
ama". Y en consecuencia, sentirnos alegres, jubilo-
sos: "demos vítores a nuestro Dios".
Toda vida, vivida en renovación permanente, es un
verdadero encuentro con Dios y por lo tanto, una vida
marcada por la alegría de ese encuentro.
Recojamos la invitación de este salmo y hagamos
de nuestra vida una canción que se estrena en cada
momento con acordes nuevos, con letra nueva, con
voz nueva… fruto de un amor nuevo.

Señor, eres el siempre eterno y siempre nuevo,


porque eres la vida que no envejece. Y eso es lo
que quieres y buscas de cada uno de nosotros.
Te molesta la rutina, la monotonía, porque difi-
culta tu encuentro de vida con lo más profundo de
nuestro ser. Cada día esperas de nosotros la sor-
presa de un amor renovado, como respuesta a tu
amor siempre nuevo y permanente.
De verdad, es lo que queremos que sea nuestra
vida, desde la vivencia de nuestros compromisos
contigo. Que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

15
Iª Semana

oración de la mañana domingo I

ambientación breve:
SALMO 62: Estamos hechos para necesitar a Dios.
Llenar esa necesidad es nuestra gran tarea, el queha-
cer que debe dar sentido a toda nuestra vida. Todo
intento de arrinconar a Dios es nuestra autodestruc-
ción.

CáNTICO DN.: Todas las criaturas son una mani-


festación de Dios. Cada una de ellas es una palabra
silenciosa que nos habla de él. Escuchar esa palabra
es escuchar a Dios.

SALMO 149: Dios es sorpresa cada día. Se nos


acerca a nosotros desde un amor siempre nuevo. Que
vivamos nuestra vida desde la novedad de una can-
ción que se estrena siempre con letra y melodía
nueva.

para la oración:
SALMO 62: Puede hacerse espontáneamente. Y
una vez concluido, repetir palabras o frases cortas del
mismo salmo, o en la misma línea del salmo.

CáNTICO DN.: Lo puede proclamar un solista


uniendo las dos partes de cada estrofa y el grupo
contesta "bendecid al Señor" o lo que corresponda.
Puede actualizarse añadiendo alabanzas espontáne-
as.

SALMO 149: Un solista hace una invitación a la


alabanza y todo el grupo prosigue desde "porque el
Señor ama a su pueblo...."

para la reflexión:
."Tú eres mi Dios... mi carne tiene ansia de ti..."
."Criaturas todas, bendecid al Señor"...
."Cantadle un cántico nuevo"...

16
Iª Semana

oración de la tarde II domingo I

SALMO 109: es un canto al Resucitado,


Señor, Sacerdote y Rey.

Cristo es "alguien" para los demás. El Dios que se


ha volcado en la humanidad. Y se ha volcado para
darse a los humanos. Cristo está viviendo sus miste-
rios unido a cada uno de nosotros. Su muerte y su
resurrección están siendo nuestra muerte y nuestra
resurrección. En él, estamos muriendo y resucitando
todos.
Este salmo 109 es un cántico a Cristo, pero al
mismo tiempo es un cántico a todos nosotros.
Proclamamos a Cristo ensalzado y glorificado y nos
proclamamos a nosotros, exaltados y glorificados en
él. Con él hemos sido sentados YA a la derecha de
Dios y somos reyes… sacerdotes… profetas. El Señor
lo ha jurado y no se arrepiente. La firma de nuestro
cheque es la misma persona de Cristo. Podemos
estar seguros de que las promesas de Dios Padre se
cumplirán.
Con estos sentimientos de un Cristo que todo él es
para nosotros, le cantamos en la tarde de este
domingo, siempre cargados de gratitud y de esperan-
za. El Resucitado nos ha abierto caminos nuevos.
Que sembremos nuestro mundo de optimismo y
seamos capaces de comunicar, con nuestra vida,
mensajes de alegría y de compromiso.
Nuestra oración, en estas últimas horas del día,
robustezca nuestra fe y nuestra esperanza. Cristo
Resucitado, alienta nuestras vidas.

Señor, en la persona de Jesús, has trazado nues-


tro esquema, tu plan sobre todos y cada uno de
nosotros. De verdad que nos has engrandecido
sobre manera. Nosotros, por nuestra cuenta, nunca
hubiéramos soñado en nada de eso. Pero tu amor
y tu bondad, que no tienen límites, se han desbor-
dado.
Un gracias muy grande y un compromiso serio
contigo, es lo que tú esperas. Señor, desde nues-
tra debilidad, cuenta con nosotros. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.

17
Iª Semana

oración de la tarde II domingo I

SALMO 113 A: canta la acción liberadora del


Señor.

Dios no está al margen de los humanos, sino que


está metido en la historia de cada uno. Su interven-
ción liberadora, es permanente. Cada uno de noso-
tros es hoy "su santuario", el lugar donde Dios actúa.
En este salmo 113, proclamamos el poder, la glo-
ria y la majestad del Señor, en su acción salvadora y
en su señorío sobre toda la naturaleza: "el mar
huyó... los montes y colinas saltaron como corde-
ros... las peñas se transforman en estanques".
Ante las manifestaciones de Dios, todo cambia y
todo se transforma. Sus teofanías son luz y son fuer-
za capaz de realizar obras maravillosas en favor de
aquellos que se dejan iluminar y fortalecer por su
acción.
Nuestra comunidad es hoy el pueblo de Dios,
sobre el que actúa por la fuerza de su Espíritu, para
hacer visible su presencia y manifestar su poder y su
gloria. Nuestra historia es "sagrada", porque es la
historia de Dios en favor nuestro.
Que vivamos la alegría de esta cercanía liberado-
ra de Dios y seamos su presencia visible para nues-
tros hermanos.
Al celebrar en este domingo a Cristo Resucitado,
hemos celebrado su acción liberadora. El es el
Libertador. Al terminar este día, en nuestra oración
de la tarde, agradezcamos esta liberación, y dejé-
mosle que la acción de su Espíritu, continúe liberán-
donos. Libres con la libertad de Cristo.

Señor, tu presencia invisible se hace notar en


todos los momentos de nuestra vida. Tu acción
misteriosa nos envuelve permanentemente. Todo
nos habla de tu poder, de tu gloria, de tu majestad.
De una manera especial nos hablas y te manifies-
tas en nuestra comunidad, lugar de tu "santuario",
desde donde quieres hablar y manifestarte a nues-
tro mundo: que seamos fieles a tu "Palabra" y a tu
manifestación. Tú que vives por los siglos de los
siglos.

18
Iª Semana

oración de la tarde II domingo I

CÁNTICO 1P.2: es un canto a Cristo entrega-


do a la muerte por nosotros.

Dios se encarnó con todas las consecuencias.


Gráficamente podríamos decir que "se embarró con
nuestro barro", menos con nuestro pecado. Sufrió…,
aguantó insultos, desprecios, dolores, injusticias…,
hasta morir ajusticiado como un criminal. Y todo,
para manifestarnos, con sangre, su amor y su entre-
ga… hasta el extremo, sin medida.
En todo esto, humanamente no encontramos
explicación. Desde nuestra lógica, nosotros hubiéra-
mos hecho las cosas de otra manera, sin tantas com-
plicaciones, y sin tanto realismo. Complicarnos tanto
por los demás, no entra en nuestros esquemas.
Pero los esquemas de Dios, no son los esquemas
nuestros. Sencillamente porque nuestro amor a los
demás adolece de un egoísmo limitador. Y el amor de
Dios es desbordante… es sin medida… es infinito.
Proclamemos este cántico y demostremos a Cristo
nuestra admiración, y nuestro compromiso, como
respuesta.
Dejémonos sorprender, una vez más, por este
Cristo que se lo jugó todo por nosotros. Que la ruti-
na, de ver al Crucificado, no tenga sentido en la
vivencia de nuestra vida. Y que un crucifijo, siempre
nos trasmita mensajes de amor sin medida, mensa-
jes de entrega sin reservarse nada.

Gracias, Señor, por tu amor. No nos amas de


cualquier manera. Lo haces como solo tú sabes
hacerlo: infinitamente... sin medida. Y nos lo mani-
fiestas con unos hechos que nos hablan de amor
total, de entrega sin reservas, de fidelidad eterna.
Con razón podemos exclamar: "sus heridas nos
han curado". Que nuestro vivir esté empapado por
esta realidad y así lo demostremos a todos. Por tí
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

19
Iª Semana

oración de la tarde II domingo I

CÁNTICO Ap.19: es un canto, invitación a la


alegría ante un Cristo todo amor.

Si hemos vivido con intensidad lo que hemos cele-


brado en este domingo, es una realidad que termine-
mos el día rebosantes de alegría y exclamemos:
¡¡aleluya... aleluya!!... Llegó la boda del Cordero.
No somos los abandonados de Dios. El mismo se
ha hecho presente en nuestro mundo, se ha unido a
nuestra carne para siempre... Es uno de los nuestros.
Y todos, "pequeños y grandes... alabad al Señor"...
"Alegrémonos y démosle gracias"...
Invisiblemente, pero realmente, él sigue unido a
nuestras vidas, viviendo nuestra historia, caminando
con nuestro caminar... No importa que, a veces, no le
correspondamos. El siempre nos será fiel, y... pacien-
temente esperará nuestra respuesta.
Nuestra comunidad debe ser el ámbito normal en
el que celebremos cada día los esponsales de Dios
con nosotros. Toda ella debe vibrar, contagiar, entu-
siasmar,... para que todos sus componentes no decai-
gan en la vivencia de una misma vocación, de un
mismo carisma. Vivimos en comunidad para que
todos nos comuniquemos vida. Así haremos realidad
lo que implica nuestro vivir juntos.
No es precisamente la alegría lo que caracteriza a
nuestro mundo. Tal vez sí, una alegría falsificada.
Somos nosotros, los cristianos comprometidos, los
que tenemos que contagiarles desde el testimonio de
nuestra vida empapada de un Dios presencia y amor.

Señor, al terminar este día, reconocemos que


eres un Dios enamorado de todos y cada uno de
nosotros. Eres amor, y no puedes vivir sin amar. En
la tarde de este domingo, queremos decirte que
nos tienes sorprendidos por tu modo de comportar-
te con nosotros. Por eso, es normal que nos diga-
mos llenos de alegría: "alegrémonos y gocemos y
démosle gracias... ¡¡aleluya... aleluya!!"... porque
Dios nos ama con un amor sin medida. El que vive
y reina por los siglos de los siglos.

20
Iª Semana

oración de la tarde II domingo I

ambientación breve:
SALMO 109: Misteriosamente estamos unidos a
Cristo. Toda su persona es para nosotros. En él,
somos reyes, sacerdotes y profetas. Proclamarle a él,
es proclamarnos a nosotros mismos.

SALMO 113 A: La acción liberadora de Dios, es


permanente. Hoy, somos nosotros su pueblo libera-
do. Nuestra historia personal lo puede confirmar.

CáNTICO 1P. 2: Se hizo como uno de tantos y no


escatimó nada para manifestarnos su amor. Nos amó
hasta el extremo.

CáNTICO AP. 19: La alegría debe ser la tónica de


nuestra vida, ante Dios que vive frente a nosotros
como un "enamorado". Que el "aleluya" sea nuestro
canto.

para la oración:
SALMO 109: Un solista proclama "Oráculo del
Señor a mi Señor..." y continúa todo el grupo. Otro
solista "El Señor lo ha jurado y no se arrepiente..." y
continúa todo el grupo, incluído el Gloria.

SALMO 113 A.: Se puede cantar como antífona


"Nadie hay tan grande como tú..." al principio y al
final, y proclamar al unísono todo el salmo.

CáNTICO 1P. 2: proclamación pausada por un so-


lista, con fondo musical suave.

CáNTICO AP. L9: Un solista proclama o canta las


estrofas y todo el grupo contesta con "aleluya...."

para la reflexión:
."Siéntate a mi derecha"...
."Dónde está tu Dios?"...
."Aleluya... alegrémonos, démosle gracias..."
"Cristo padeció por nosotros..."

21
Iª Semana

oración de la mañana lunes I

SALMO 5: es una súplica al Señor, angustiosa


y confiada.

Una vez más, comenzamos el día con un grito


espontáneo que manifiesta nuestra realidad: "necesi-
tados". Y la realidad de Dios: "alguien" que sale al
paso de nuestra necesidad. Por eso, nuestra insisten-
cia ante él: "Señor, escúchame… atiéndeme… hazme
caso…"
Es el clamor, casi angustioso, de quién siente una
necesidad apremiante, ineludible… y que se la expo-
ne a aquél que se la puede remediar: "te expongo mi
causa y me quedo aguardando… como un escudo me
rodea tu favor…" Esta debe ser nuestra actitud ante
Dios, al comenzar nuestra oración de la mañana.
Actitud que tiene que marcar el ritmo de nuestro
vivir.
En nuestras relaciones con los demás, no siempre
somos comprendidos… aceptados… amados. Y a
veces, hasta somos rechazados y perseguidos.
En medio de esta problemática relacional, nunca
nos va a faltar la comprensión y aceptación por parte
de Dios. Precisamente nuestra oración es sentir esa
comprensión y aceptación y salir dispuestos a vivir
con ánimo tranquilo y sereno: "que se alegren los que
se acogen a tí con júbilo eterno".
Ya desde "la mañana escucharás mi voz y me
quedo aguardando". Hablémosle confiadamente, que
ciertamente nos escucha.

Señor, un día más ante tí. Sabemos que siempre


nos escuchas. Ya desde la mañana ponemos en tí
toda nuestra confianza, porque sabemos que nos
amas.
Nuestra vida trascurre mezclada con momentos
fáciles y otros no tanto. No siempre encontramos
comprensión a nuestro alrededor. Es más: a veces
nos encontramos hasta con rechazos.
Nuestro encuentro contigo, nos consuela, nos
reanima… nos hace sentir la fuerza de tu auxilio y
nos sentimos fuertes con tu fortaleza.
Que este día que comenzamos nos haga crecer
en medio de nuestras luchas, porque sabemos que
tú mismo estás con nosotros. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

22
Iª Semana

oración de la mañana lunes I

CÁNTICO 1Cro. 29: es un canto de alabanza y


gratitud a la grandeza y al poder de Dios.

No podemos quedarnos indiferentes ante todo lo


que nos rodea. Saber escuchar, saber ver, saber
admirar… es fuente de sabiduría para quienes lo prac-
tican.
Dios ha puesto en nuestro mundo todo un conjun-
to de maravillas que nos hablan de su grandeza, de
su poder, de su ciencia, de su belleza, de su majes-
tad… y nos invitan a descubrirle. El es creador, el
autor de todo lo que existe. Y desde el silencio de su
existencia, nos hablan de él, de su amor. Somos nos-
otros quienes tenemos que reconocerlo, disfrutarlo y
agradecerlo: "por eso Dios nuestro, te damos gra-
cias… te bendecimos por los siglos de los siglos"…
Ante el día que estamos estrenando, impregnados
de los sentimientos de este cántico, nos entregare-
mos a nuestras ocupaciones con un talante gozoso,
que nos suavizará las dificultades que encontremos…
"tú confortas a todos…"
Proclamaremos que del Señor "viene la riqueza y
la gloria", que "en su mano está el poder y la fuerza",
para reconocer que todo lo ha puesto a nuestra dis-
posición: "tú engrandeces a todos".
Un día nuevo y una alegría renovada: Dios está de
nuestra parte.

Señor, reconocemos lo grande que eres, al caer


en la cuenta de las muchas y variadas maravillas
que has realizado y estás realizando en favor nues-
tro. Es justo que te bendigamos, que te demos gra-
cias, que proclamemos tu grandeza y tu sabiduría.
Todo cuanto hay en el cielo y en la tierra, lo has
creado tú para nosotros. Todo nos habla de tí, de
tu amor. No has escatimado nada para manifestár-
noslo.
Que nuestra vida sea un "gracias" permanente a
tí que vives por los siglos de los siglos.

23
Iª Semana

oración de la mañana lunes I

SALMO 28: canta la manifestación de Dios en


la tempestad.

Saber descubrir las manifestaciones de Dios, es


toda una tarea a realizar. Lo mismo se nos manifies-
ta en la suave brisa de una tarde de primavera, que
en las fuertes tormentas de un día de verano. Lo
mismo nos habla desde la tranquilidad de una inmen-
sa llanura, que desde la firmeza y majestad de unos
montes.
Todas las obras de Dios, son una clara manifesta-
ción de su sabiduría, de su poder, de su belleza… Todo
nos habla de él.
Este salmo 28, es una invitación reiterada a "acla-
mar la gloria y el poder del Señor…" porque "la voz
del Señor es potente… es magnífica… se hace presen-
te en las aguas torrenciales… descuaja los cedros…
hace saltar a los montes… descorteza las selvas…"
Todas las fuerzas de la naturaleza, son manifesta-
ción de su grandeza y de su potencia. Todas son hue-
llas de las pisadas de Dios que nos invitan a descu-
brirle… a buscarle… a admirarle…. a conocerle… y a
amarle.
Dios, pues, no es el lejano, aunque no le veamos
con nuestros ojos. Está oculto, pero nos manifiesta su
rostro. Por medio de nuestra reflexión, debemos des-
cubrirle en el trasfondo de sus obras: ahí está él,
hablándonos… amándonos… haciéndose el cercano.
Sembremos nuestra vida de optimismo y de ale-
gría, porque... "Dios está muy cerca".

Señor, nos dejas asombrados cuando te contem-


plamos en cada una de tus obras. Lo mismo en las
grandes como en las pequeñas… en las más majes-
tuosas como en las más sencillas. Todas, absoluta-
mente todas, nos hablan de ti.
Quisiéramos tener unos ojos limpios, sin prejui-
cios, que nos ayuden a descubrirte… a verte, en el
trasfondo de cada una de tus obras, porque ahí
estas tú. Y después de descubrirte, poder exclamar
llenos de gozo, con "un grito unánime: ¡gloria!"… a
tí que vives por los siglos de los siglos.

24
Iª Semana

oración de la mañana lunes I

ambientación breve:
SALMO 5: En nuestra vida pasamos por situacio-
nes nada fáciles. Necesitamos la fuerza de Dios. Por
eso clamamos: "Señor, escucha… atiéndeme… hazme
caso".

CáNTICO 1CRO.: Reconocer… y bendecir. No pode-


mos pasar indiferentes ante las obras de Dios. Por
todo "nosotros te damos gracias" y te bendecimos.

SALMO 28: Dios no es el oculto. Es manifestación


permanente. Saber descubrirle por medio de sus
obras es todo un reto que tenemos que afrontar, en
nuestra vida concreta.

para la oración:
SALMO 5: Puede ser proclamado por dos solistas,
dejando un breve silencio entre las estrofas. Todo el
grupo proclama las dos últimas estrofas y el Gloria.

CáNTICO 1CRO. 29: Proclama un solista la prime-


ra estrofa y continúa todo el grupo hasta el final.

SALMO 28: Un solista invita a la alabanza a todo


el grupo con la primera estrofa, y se proclama a dos
coros.

para la reflexión:
. "Señor, atiende a mis gemidos..."
. "Nosotros te damos gracias..."
. "Aclamad la gloria y el poder del Señor..."

25
Iª Semana

oración de la tarde lunes I

SALMO 10: súplica confiada al Señor, ante la


persecución.

Ante un día que estamos terminando, las ocupa-


ciones que hemos tenido, tal vez nos han ocasionado
tensiones, nerviosismos, cansancios. Estamos nece-
sitados de unos momentos de paz, de tranquilidad…
que nos serenen y tranquilicen.
En nuestra oración de esta tarde, se nos ofrece la
oportunidad de conseguirlo. Las primeras palabras de
este salmo 10, son una invitación a la distensión, a la
serenidad: "al Señor me acojo"…
El es paz, serenidad, calma…
No importa que a lo largo de este día hayamos
encontrado motivos u ocasiones de tensión. Han sido
fruto de nuestras relaciones con nosotros mismos y
con los demás.
Pero nos tiene que alegrar que "el Señor no quie-
re la violencia… ni a los que tensan el arco para dis-
parar"… El es Dios de la paz, no de la guerra. "El es
justo y ama la justicia… y los buenos verán su ros-
tro…".
Que al terminar este día nos echemos en brazos
de Dios nuestro Padre y sintamos el calor de su cari-
ño. Después del descanso de la noche, nos sentire-
mos renovados y dispuestos a comenzar una nueva
jornada con un talante nuevo y un ánimo tranquilo y
sereno.

Señor, te estamos necesitando. Nos arrojamos


en tus brazos como un niño en brazos de su
madre.
Paz… tranquilidad… serenidad… es lo que quere-
mos conseguir al terminar este día. Y es lo que tú
nos ofreces, si confiados, nos acogemos a tí.
Sabemos que nos conoces, que nos amas… que
sabes de nuestros momentos fáciles y no tan fáci-
les, que tal vez nos han hecho perder la paz. En tu
regazo de Padre, todo cambiará. Nos sentiremos
distintos, renovados. En tí que vives por los siglos
de los siglos.

26
Iª Semana

oración de la tarde lunes I

SALMO 14: es una exposición de condiciones


para encontrarse con el Señor.

La línea de cercanía o distancia entre Dios y noso-


tros, no la marca Dios. La marcamos nosotros mis-
mos. Dios siempre es el cercano… "el gran presente".
Somos nosotros quienes tenemos la posibilidad de
romper y establecer distancias o cercanías. Dejamos
abiertos los caminos a Dios, y rompemos distancias,
cuando "somos honrados… justos… de intenciones
leales… fieles a nuestros compromisos… respetuosos
con el inocente…"
Y cerramos los caminos a Dios cuando en nuestra
vida práctica procedemos marginando a Dios o des-
preciando al hermano.
Terminamos un día más. No debemos hacerlo a la
ligera. Detenernos ante Dios y ante nosotros mismos,
nos llevará a examinar la calidad y profundidad de
nuestra vida.
En la proclamación de este salmo nos vamos a
preguntar: "¿quién puede hospedarse en tu tienda,
Señor?"… O lo que es lo mismo: el día que termino,
las acciones que he realizado… ¿están en la línea que
Dios quiere de mí, y que esperan mis hermanos?...

Señor, tú eres el cercano, el amigo que no sabe


de distancias.
Siempre estás dispuesto a invitarnos a morar
contigo en la gran tienda de tu amor de Padre. Y
esperas de nosotros que no establezcamos distan-
cias desde nuestra vida, vivida de espaldas a tí y a
los hermanos.
Eres justo y esperas de nosotros que vivamos la
justicia. Eres bueno con todos y esperas que noso-
tros hagamos lo mismo.
Reconocemos que no siempre hemos sido así.
Con tu ayuda, queremos rectificar. Tú que vives
por los siglos de los siglos.

27
Iª Semana

oración de la tarde lunes I

CÁNTICO Ef. 1,3-10: es un canto al Dios que


nos ha elegido desde siempre para ser sus hijos

No podíamos esperar más de Dios nuestro Padre.


Se ha volcado totalmente en la persona de Cristo
para volcarse en nosotros desde él y en él, y así,
hacernos hijos en el Hijo.
En Jesucristo nos ha manifestado su plan maravi-
lloso sobre cada uno de nosotros: el mismo Jesucristo
es su plan, el proyecto que tienen pensado realizar.
Proyecto pensado desde siempre, antes de crear el
mundo. Proyecto gratuito, fruto de su amor sin lími-
tes. Antes de que existiéramos, sin que hubiéramos
hecho nada por nuestra parte, él, desde su generosi-
dad, por pura iniciativa suya… lo ha trazado y está
dispuesto a realizarlo, si no se lo impedimos.
Proyecto con todas las garantías. Dios no se vol-
verá a atrás. La misma persona de Cristo es la firma
que lo acredita.
Es justo que al proclamar este cántico rebosemos
de alegría y de agradecimiento. De alegría, porque no
podía hacer mayor prodigio en favor nuestro: hacer-
nos hijos suyos. Y de agradecimiento, porque un
gesto de amor tan grande no debe chocar en frío.
En verdad podemos exclamar entusiasmados:
"somos importantes para Dios".

Señor, queremos llamarte con una palabra que te


define totalmente: PADRE. No se nos hubiera ocu-
rrido a nosotros. Hubiera sido un atrevimiento.
Pero, desde tu amor que no conoce límites, se te
ha ocurrido a tí.
Has querido hacernos hijos tuyos. Con toda ver-
dad podemos llamarte PADRE.
Asombrados, te decimos que no podías haber
hecho más por nosotros: pobres criaturas con un
destino insospechado: HIJOS DE DIOS. Gracias
Padre y que tus hijos no te defraudemos, a tí que
vives por los siglos de los siglos.

28
Iª Semana

oración de la tarde lunes I

ambientación breve:
SALMO 10: Necesitamos recuperar nuestra paz,
tal vez rota por las ocupaciones de día. Los brazos
acogedores de Dios Padre nos la devolverán de
nuevo.

SALMO 14: Descubrimos la cercanía de Dios desde


nuestra vida. Solo quienes viven la justicia, la lealtad,
el amor al prójimo… gozarán de un Dios cercano.

CáNTICO EF: Los comportamientos de Dios con


nosotros siempre son sorprendentes: nos ha elegido
desde siempre, en Cristo, para ser sus hijos. Toda
una sorpresa de su amor sin medida.

para la oración:
SALMO 10: Proclama la primera estrofa un solista,
un breve silencio y sigue todo el grupo.

SALMO 14: Proclamarlo en forma responsorial con


la primera estrofa que puede ser cantada.

CáNTICO EF. 1,3-10: Proclama un solista la prime-


ra estrofa y continúa todo el grupo. Concluido, tener
un silencio meditativo sobre el plan de Dios.

para la reflexión:
. "Al Señor me acojo..."
. "Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda..."
. "El nos eligió en la persona de Cristo..."

29
Iª Semana

oración de la mañana martes I

SALMO 23: es el canto de los "buscadores de


Dios".

Todo ser humano, necesita ser un "buscador" de


Dios. Todo cristiano, debe ser un comprometido con
ese maravilloso quehacer.
Nosotros, los religiosos, "oficialmente", somos los
que públicamente nos hemos comprometido a vivir
como se ha comprometido todo cristiano. Nuestro
distintivo es ser BUSCADORES DE DIOS.
Por eso cuando una comunidad se reúne para orar,
habría que decir de ella: "este es el grupo que busca
al Señor". Lo viven… lo proclaman… y se comprome-
ten a manifestarlo.
Y esa búsqueda la van realizando a lo largo del
día… en todas sus acciones… Todo debe facilitar la
"entrada al Rey de la gloria" el encuentro con ese
Dios que buscan porque lo necesitan.
"Portones, alzad los dinteles"... Que toda la perso-
na, que todas sus puertas, se abran y den paso fácil,
"al Señor… al Rey de la gloria". Y damos ese paso
fácil… cuando vivimos nuestro "ser buscadores de
Dios", cuando rompemos nuestros ídolos… cuando
amamos al hermano… cuando presentamos unas
manos cargadas de inocencia. "Ese recibirá la bendi-
ción del Señor" Ese es el verdadero "buscador de
Dios".

Tú, Señor, has sembrado en nosotros esa nece-


sidad que sentimos de ti, y que nos ha convertido
en ser tus "buscadores". Gracias por esa semilla.
Ojalá la hagamos fructificar, y no la ahoguemos
con nuestros ídolos, con nuestras rutinas.
Que toda nuestra vida, que cada una de nuestras
acciones… sean un grito por ti. Que nos abramos
de par en par y que no tengas que llamar a nues-
tra puerta. Entra cuando quieras, Señor. Nuestra
casa es tu casa. Para ti, que vives por los siglos de
los siglos.

30
Iª Semana

oración de la mañana martes I

CÁNTICO Tb.13,1-10: Dios siempre nos espe-


ra.

Dios siempre espera. Aguarda pacientemente


nuestra decisión en nuestras relaciones con él. El es
la puerta siempre abierta para quien quiera entrar:
"si volveis a él de todo corazón, él volverá a vo-
sotros"… siempre "se compadecerá de nuevo".
Por eso, nuestra respuesta debe ser desde la gra-
titud… desde el reconocimiento: "ensalzadlo… dadle
gracias… proclamad su grandeza… Bendito sea Dios
que vive eternamente…" Estos deben ser nuestros
sentimientos al proclamar este cántico: Ir descu-
briendo al Dios amor… al Dios perdón… al Dios que
nos comprende… al Dios que nos disculpa… y desde
ahí, vivir una relación de amor con él.
Frecuentemente nos hundimos ante nuestros
fallos. Y es que nos fijamos más en ellos, que en el
Padre que nos espera con los brazos abiertos.
Reconocer los fallos, sí. Pero para abrirnos al amor.:
"Si volveis a él… siendo sinceros con él… él volverá a
vosotros".
Así de maravilloso es nuestro Dios, y así quiere
manifestársenos. Por eso "anunciad su grandeza y su
poder…" "Que todos le alaben y le den gracias…"

Señor, nuestros pesimismos, frecuentemente


nos llevan a imaginarte cómo no eres: el Dios de la
mano dura, el Dios exigente. Pero tú no eres así.
Eres justo, pero eres amor. Eres recto, pero eres
comprensivo. Nos conoces a todos, por eso nos
amas a todos.
Quisiéramos que nuestro comportamiento conti-
go fuera como tú quieres que sea: el de unos hijos
con su Padre: de cercanía… de amor… de cariño…
de gratitud. Tú te lo mereces TODO. Vives por los
siglos de los siglos.

31
Iª Semana

oración de la mañana martes I

SALMO 32: es un himno a la providencia y


cercanía de Dios.

La grandeza de Dios, no debe ser un obstáculo,


para que le sintamos cercano. Somos sus criaturas,
pero no se desdeña de acercarse a nosotros…: "El se
fija en todos los hombres… modeló cada corazón…
comprende todas sus acciones"… "los ojos del Señor
están puestos en sus fieles". Así es de cercano nues-
tro Dios.
Con verdad podemos decir "dichosa la nación cuyo
Dios es el Señor". "El es nuestro auxilio y escudo".
Su cercanía hace que resalte más su grandeza:
"su palabra hizo el cielo… los océanos… los planes y
proyectos de los hombres, nada pueden hacer contra
los de Dios, que subsisten para siempre"…
Nuestra admiración… nuestra alabanza… nuestra
gratitud… debieran ser la reacción más espontánea,
ante él: "aclamad justos al Señor… dadle gracias…
tocad en su honor…" "Merece la alabanza de los bue-
nos…"
Siempre, nuestra oración de la mañana, debe
ponernos a tono, para que en el día que comenza-
mos, tomemos una postura clara ante Dios y ante
nosotros mismos. Es el único modo de vivir la vida
con toda la hondura que merece.

Eres grande, Señor. Pero no por eso dejas de


acercarte a los pequeños. Y es que tu grandeza es
también cercanía. Por eso te alabamos… te damos
gracias… y seguimos "esperando que tu misericor-
dia venga sobre nosotros".
Nos sentimos dichosos de ser "la nación cuyo
Dios eres tú". Por ello hemos optado libre y respon-
sablemente. Que nuestra respuesta y nuestra
correspondencia no te falte nunca… a ti que vives
por los siglos de los siglos.

32
Iª Semana

oración de la mañana martes I

ambientación breve:
SALMO 23: El Señor, creador de todo, quiere
hacerse encontradizo con cada uno de nosotros.
Desde nuestra libertad podemos facilitárselo ó dificul-
társelo. Abrámosle nuestra puerta.

CáNTICO TB.13: Dios llama, espera… respeta


nuestra decisión. Siempre es compasivo y misericor-
dioso, es nuestro Dios y Señor, desde sus entrañas de
Padre.

SALMO 32: Dios es grande, pero desde su grande-


za se acerca a nuestra pequeñez. Vivir la alegría de
la gratitud, debe ser el único modo de vivir nuestra
vida.

para la oración:
SALMO 23: Lo proclama un solista y contesta todo
el grupo forma responsorial con "este es el grupo que
busca al Señor".

CáNTICO TB.13: Dos solistas alternan cada una de


las estrofas. Y termina todo el grupo con la última
estrofa y el Gloria.

SALMO 32: Un solista canta o recita las dos prime-


ras estrofas, y continúa todo el grupo a dos coros,
para terminar juntos con las dos últimas estrofas y el
Gloria.

para la reflexión:
. "Este es el grupo que busca al Señor..."
. "Si volvéis a él...él volverá a vosotros..."
. "Dichoso el pueblo que él se escogió como here-
dad..."

33
Iª Semana

oración de la tarde martes I

SALMO 19: es un canto al Señor, fortaleza en


nuestras luchas.

La vida humana es como un campo sembrado de


luchas. Y la vivimos, en la medida, en que cada día,
tenemos el valor de enfrentarnos con esas luchas.
Pero no debemos desalentarnos: en nuestras
luchas, nunca estamos solos. La fuerza del Señor
está siempre de nuestra parte: "el Señor da la victo-
ria a su ungido"… "con los prodigios de su mano".
Pobres de aquellos que confían solamente en sus
propias fuerzas: "en sus carros… en su caballería…"
un fracaso seguro será el término de sus esfuerzos:
"ellos cayeron derribados".
Seguro que todos tenemos experiencias dolorosas
de luchar en solitario, y hemos pagado las conse-
cuencias. Que nos haya servido de escarmiento e
intentemos cambiar de táctica.
Convenzámonos: Dios siempre nos auxilia… nos
escucha… nos apoya… tiene en cuenta nuestros bue-
nos deseos y da éxitos a todos nuestros "planes"
cuando los fundamentamos en él.
Y entonces sí que podemos "cantar victoria y alzar
estandartes porque el Señor siempre nos concede lo
que le pedimos". "Reconozco, que el Señor da la vic-
toria a su ungido… que lo ha escuchado".

Señor, tú nunca nos dejas solos en nuestras


luchas. Tu fuerza, tu amor, nos respalda siempre.
Pero es necesario que nos abramos y confiemos en
ti. Que no nos lancemos a la vida, solamente con-
fiados en nuestras fuerzas, como si tú no existie-
ras. Fracasaríamos. La experiencia nos lo confirma.
Señor, queremos luchar, pero siempre confiados
en tu fuerza. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos.

34
Iª Semana

oración de la tarde martes I

SALMO 20: es un himno de acción de gracias


a la generosidad del Señor.

Vivir el sentido de la gratitud, es una puerta abier-


ta para recibir más y mayores favores. Pero por des-
gracia, es frecuente no reconocer lo que nos "rega-
lan", y no ser agradecidos. Una palabra tan sencilla
como GRACIAS, no la pronunciamos muy frecuente-
mente, ni a Dios ni a los hermanos.
Este salmo 20, es una invitación a caer en la cuen-
ta de la generosidad de Dios, aun sin pedírselo: "te
adelantaste a bendecidlo con el éxito"… "Le has con-
cedido el deseo de su corazón". Y también cuando le
exponemos nuestras necesidades…" no le has nega-
do lo que pedían sus labios… "vida… años… bendicio-
nes incesantes… gozo…" Así es la generosidad de
Dios para con nosotros.
Por eso podemos decirle con verdad: …"Señor, nos
alegramos por tu fuerza… y cuánto gozamos con tu
victoria". En consecuencia, no podemos menos de
"cantar tu poder al son de instrumentos"… de darte
gracias una y otra vez por todo lo que has hecho y
estás haciendo por nosotros.
Que la proclamación de este salmo 20, nos des-
pierte, nos saque de nuestro egoísmo y nos haga ver
todo lo que tenemos que agradecer a los demás.

¡Dios, Padre nuestro! Tu generosidad para con


nosotros no conoce límites. Aun antes de que te lo
pidamos, ya estás tú saliendo a nuestro encuen-
tro… entregándote… amándonos. Nos has dado y
nos estás dando muchas cosas… pero el gran rega-
lo que nos haces eres tú mismo, pues, aun detrás
de cada cosa que nos das, ahí estas tú.
Un GRACIAS muy grande, prolongado, sin térmi-
no, es lo que queremos decirte al terminar este día.
¡Gracias Padre!, a ti que vives por los siglos de los
siglos.

35
Iª Semana

oración de la tarde martes I

CÁNTICO Ap. 4: Es un canto a Cristo vencedor


de la muerte.

Sigue la invitación a la gratitud. Lo entregó todo


por nosotros. En su generosidad, no se reservó nada:
"Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extre-
mo". Dios no anda con medianías: es entrega y actúa
siempre en consecuencia, se entrega totalmente. Y
es que la "medida del amor, es amar sin medida".
Ante un comportamiento así, es lógico que diga-
mos: "eres digno, Señor, de recibir gloria, honor,
poder, alabanza,… Nada menos que con tu sangre
"compraste hombres de toda raza, lengua, pueblo y
nación…" Y es más: "has hecho de nosotros un reino
de sacerdotes…"
No tiene explicación permanecer indiferentes,
fríos… ante las grandes acciones de Dios en favor
nuestro. Mejor dicho sí que la tiene, si nos movemos
desde la irreflexión, desde la rutina, desde la indife-
rencia. Pero esa postura sí que no tiene explicación.
Si los humanos debemos regirnos desde la razón,
la misma razón nos exige que seamos consecuentes,
con realidades que están ahí, y que no debemos ni
podemos eludir, irresponsablemente.
Y la gran realidad es: Dios que no se ha reserva-
do nada, por mí... por tí. Nuestra respuesta es la pos-
tura más normal que podemos adoptar.

Padre, en Jesús nos has hablado, hasta con pala-


bras de sangre, y nos ha dicho quiénes somos para
ti. Palabras más inteligibles y más claras, ya no
podías utilizar. Desde nuestra sinceridad, tenemos
que reconocer, que no siempre las hemos escucha-
do, y no te hemos correspondido con la respuesta
de nuestra vida.
Nuestro gesto hoy es, "nos arrepentimos… quere-
mos cambiar". Al mismo tiempo te decimos, GRA-
CIAS. Un gracias, que va a ser la respuesta de
nuestra vida. A ti que vives por los siglos de los
siglos.

36
Iª Semana

oración de la tarde martes I

ambientación breve:
SALMO 19: La lucha, el esfuerzo debe ser la carac-
terística de nuestra vida. Pero no luchamos solos. La
fuerza del Señor siempre está de nuestra parte, si
ponemos en él nuestra confianza. Con él cantaremos
victoria.

SALMO 20: Vivir el sentido de la gratuidad frente


a Dios y frente a los demás, debiera ser nuestro ideal
de vida. Recibimos mucho y tal vez agradecemos
poco. Un GRACIAS a tiempo alegra y nos alegra.

CáNTICO AP: Más no podía hacer por nosotros. Lo


dió todo, mejor dicho, se dió todo. Se lo merece todo.
Nuestra gratitud debe ser la respuesta más lógica.

para la oración:
SALMO 19: Un solista proclama las dos primeras
estrofas y continúa al unísono todo el grupo.

SALMO 20: Proclamar a dos coros las dos prime-


ras estrofas, y concluye todo el grupo con la última y
el Gloria.

CáNTICO AP.4: Todo el grupo, pausadamente, con


un fondo musical suave.

para la reflexión:
. "Nosotros invocamos el nombre del Señor..."
. "Le concedes bendiciones incesantes..."
. "Has hecho de ellos... un reino de sacerdotes..."

37
Iª Semana

oración de la mañana miércoles I

SALMO 35: canto a la bondad de Dios contra


la degradación del malvado.

Dos realidades que están ahí: Dios y el hombre.


Dios, amor, entrega… y el hombre, en ocasiones,
prescindiendo de Dios.
Cuando el hombre "renuncia a ser sensato… y se
obstina en el mal camino…" es capaz de cualquier
cosa: "En sus palabras, traición… en su pensamiento
trama el mal, el crimen… haciéndose ilusiones ante
su pecado".
Pero Dios… sus pensamientos, su actuar es com-
pletamente distinto al del hombre: "su misericordia
llega al cielo, su fidelidad hasta las nubes… su justi-
cia no tiene límites…"
Su comportamiento con los humanos, siempre es
desbordante. A todos ayuda y socorre: "a hombres y
animales"… Todos "se nutren de lo sabrosos de su
casa… del torrente de sus delicias… De tal manera
que podemos exclamar con verdad: "qué inapreciable
es tu misericordia, ¡oh Dios!".
Estamos comenzando un nuevo día. Y tenemos
que definirnos claramente en nuestra vida: Dios y
nosotros. La postura de Dios es clara: amarnos. La
nuestra, queda pendiente. Es nuestra libertad la que
tiene que decidir.

Padre, nos has creado, no para estar enfrentados


contigo. Sino para todo lo contrario: para que viva-
mos en diálogo permanente… en amistad verdade-
ra y profunda, contigo. Desde siempre, nos has
pensado, como hijos tuyos. Y tú el Padre lleno de
ternura, de fidelidad, de amor.
Esto nos llena de alegría y nos urge a tomar una
postura coherente y comprometida, contigo. Que
no te defraudemos en todo lo que esperas de noso-
tros. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

38
Iª Semana

oración de la mañana miércoles I

CÁNTICO Jdt. 16: es un canto al Dios protec-


tor, digno de toda alabanza.

Estamos en el comienzo de un nuevo día. No


debemos entregarnos a nuestras ocupaciones, desco-
nectados de realidades, que deben influir en nuestra
vida: Dios y nosotros.
Para los que nos hemos comprometido pública-
mente con esas realidades, sería traicionarnos a no-
sotros mismos, y a los que esperan mucho de nues-
tra forma de vivir.
Dios es la realidad que da sentido a nuestra reali-
dad. Por eso, ya desde estos primeros momentos del
día, concienciémonos de su persona, de lo que supo-
ne para nosotros, de sus obras en favor nuestro… y
digámosle con palabras de este cántico: "Señor, tú
eres grande… tú eres admirable… cantaré para tí un
cántico nuevo…"Invitaré a toda la creación a que te
sirva, desde la palabra de mi vida.
Diré que "te alaben con tambores… con cantos al
son de la cítara… acordes de salmos…" pero es mi
vida la que tiene que estar bien afinada, para que
toda ella sea una sinfonía de alabanza al Dios de mi
vida.
El siempre me será fiel. "Fallarán los cimientos de
los montes… las peñas se derretirán como cera…"
Pero Dios siempre me "será propicio".

Señor, gracias por este día que comenzamos.


Queremos que todo él sea un "cántico nuevo" para
ti. Que rompamos con rutinarismos, con mediocri-
dades, y vivamos la novedad de un nuevo día.
Reconocemos que eres admirable, que te lo
mereces todo, que nuestra vida debiera ser una
melodía que cante lo que tú eres, y tus desvelos
para con nosotros. Pero nuestros fallos, nuestras
limitaciones, nos lo están impidiendo. Nos esforza-
remos por corresponderte, a ti que vives por los
siglos de los siglos.

39
Iª Semana

oración de la mañana miércoles I

SALMO 46: Es un himno a Dios Creador de


todo lo que existe.

Es importante tomar en serio nuestra vida. Pero a


esto no se opone, descubrir y vivir su sentido "festi-
vo" alegre… gozoso. Tal vez nos fijamos más en lo
negativo que en lo positivo, en los momentos
"duros", que en los momentos agradables.
Este salmo 46 nos invita a vivir y exteriorizar con
"gritos de júbilo"… nuestra experiencia de Dios, nues-
tra alegría: "Batid palmas… tocad para Dios, tocad…
tocad con maestría…"
Hay muchos motivos para ello: y es que Dios, el
creador de todos y de todo… ha puesto el mundo a
nuestra disposición… y lo que es más importante "nos
escogió por heredad suya"… somos los mimados de
Dios.
En nuestra oración de la mañana, todos los días,
con modalidades distintas, se nos invita a saber mirar
las obras de Dios, a reconocerle en ellas, a admirar-
le, a agradecerle… y a sentir la alegría de que ha pen-
sado en nosotros cuando las ha creado. Y desde ahí,
dar un color nuevo a nuestra vida, cada día que
estrenamos.
Dejémonos empapar del contenido de este salmo,
y proclamémoslo con alegría y entusiasmo, invitando
a todos los pueblos a batir palmas aclamando a Dios.

Señor, nos alegramos de cómo eres, de las obras


que realizas, y de cómo nos tratas. Podemos decir
que te desbordas en tu comportamiento con noso-
tros. Nada menos que nos "has escogido como
heredad tuya".
Queremos que nuestra vida sea una clara mani-
festación de estas realidades. Y que todos, al ver-
nos, se sientan impulsados a "aclamarte con gritos
de júbilo", proclamando tu grandeza y tu cercanía.
Esa es nuestra vocación y esa debe ser nuestra
misión. Tú que vives por los siglos de los siglos.

40
Iª Semana

oración de la mañana miércoles I

ambientación breve:
SALMO 35: Cuando renunciamos a ser sensatos,
somos capaces de cualquier cosa. Aun de arrinconar
a Dios. Menos mal que Dios, desde su misericordia y
su fidelidad, permanece junto a nosotros y nos es
fiel.

CáNTICO JDT 16: Reconocer las acciones de Dios


y agradecérselas, debe ser nuestra actitud perma-
nente. No podemos pasar por la vida, con los ojos
cerrados ante las obras del Señor. Son maravillosas.
Reconozcámoslo.

SALMO 46: Nuestra experiencia de Dios nos tiene


que llenar de alegría y provocar en nosotros el deseo
de que todos reconozcan y alaben sus maravillas,
realizadas en favor de los hombres.

para la oración:
SALMO 35: Dos solistas proclaman las dos prime-
ras estrofas y continúa el grupo a dos coros.

CáNTICO JDT 16: Un solista proclama la estrofa


primera y continúa el grupo al unísono con las restan-
tes.

SALMO 46: Todo él proclamado por solistas espon-


táneos, forma responsorial, con el estribillo "Aclamad
a Dios con gritos de júbilo".

para la reflexión:
. "Señor, tu misericordia y fidelidad llegan hasta
las nubes..."
. "Cantaré a mi Dios un cántico nuevo..."
. "Aclamad a Dios con gritos de júbilo..."

41
Iª Semana

oración de la tarde miércoles I

SALMO 26, I: canto de confianza y súplica al


Señor defensor.

Es cierto que son muchos los peligros y dificulta-


des que nos acechan cada día. Y también es cierto
que a veces sentimos miedo, nos asustamos, pensa-
mos que no vamos a encontrar salida.
Pero ¡ánimo! … no estamos solos. Hay alguien que
está de nuestra parte… que es fortaleza en nuestra
debilidad y ayuda en el peligro: "el Señor es mi luz y
salvación, ¿a quién temeré? … El Señor es la defensa
de mi vida, ¿quién me hará temblar?"… Es la reacción
espontánea que debemos tener en esos momentos.
Esa es la reacción del niño hacia su madre, ante cual-
quier peligro, porque confía en ella plenamente.
Por eso, "aunque nos asalten enemigos y adversa-
rios… o todo un ejército…" se oponga contra no-
sotros,… "él me protegerá el día del peligro"… "me
esconderá en lo escondido de su morada"…
Esta es la confianza del verdadero creyente y ahí
radica nuestra fuerza en la lucha de cada día.
Nuestra oración debe llevarnos a descubrir esta
realidad y vivirla en las situaciones concretas de la
vida.
No vamos solos por la vida. Una santa "audacia"
debe caracterizar nuestro vivir. "El Señor es la defen-
sa de mi vida". Su fuerza es nuestra fuerza. Que nada
nos haga tambalear. El, "nos alzará sobre la roca".
¿Por qué temer?.

Señor, son muchos los momentos en los que


siento miedo y me angustio. Pienso que las dificul-
tades y los peligros van a poder más que yo. Pero
debo convencerme de que no lucho sólo: tú estás
en medio de mis luchas y mis dificultades, comuni-
cándome tu fuerza y tu energía, para que nada ni
nadie pueda contra mí. ¿Por qué temblar si tú "eres
la defensa de mi vida... si tú eres mi roca?"... Dios,
Padre mío, confío en ti, que vives por los siglos de
los siglos.

42
Iª Semana

oración de la tarde miércoles I

SALMO 26, II: Canto de confianza absoluta


en Dios Padre.

Es normal que nos desahoguemos, que manifeste-


mos en nuestra oración lo que nos preocupa, lo que
sentimos, lo que vivimos. Es todo nuestro yo, el que
se abre a la confianza con el amigo:Dios Padre
No es que Dios nos rechace, nos abandone, nos
deje de su mano. Pero somos nosotros, quienes
desde nuestro ser humano, tenemos que manifestar-
nos como humanos necesitados
Por eso, nuestra oración con este salmo: "Señor,
escúchame… no me rechaces… no me abandones…".Y
Dios tiene que sonreír al escuchar nuestras quejas y
con voz cargada de cariño nos dice: "aunque tú padre
y tú madre te abandonen… yo nunca te abandonaré…
yo te recogeré"… Así es de verdad Dios nuestro
Padre.
En el mismo salmo se nos va a repetir: "espera en
el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor".
Aunque lo veamos todo negro… aunque creamos que
la noche no termina… estemos seguros de que llega-
rá el día, llegará la nueva luz, que nos llenará de
esperanza, e iluminará nuestro camino.
Las palabras del Señor, "no temas, yo estoy conti-
go"… tantas veces dichas por él, a sus enviados, tiene
que resonar con fuerza en nosotros, cuando nos
parezca que todo se hunde a nuestros pies. "Espera…
sé valiente… ten ánimo"…

Padre, aunque a veces nos asalta la duda, pero


sabemos que siempre nos escuchas, que nunca nos
rechazas, que no nos dejas solos.
Queremos que esta verdad nos empape total-
mente, para hacerla vida de nuestra vida. Porque
es cierto que "aunque todos nos abandonaran… tú
nunca nos vas a abandonar".
Que renovemos nuestra confianza en ti, para que
sea como un aire nuevo que nos rejuvenezca, y nos
haga vivir con más paz y más seguridad. Tu que
vives por los siglos de los siglos

43
Iª Semana

oración de la tarde miércoles I

CÁNTICO Col. 1: canto de gratitud a Cristo


nuestro Hermano

Terminar el día con un GRACIAS, es señal de que


hemos descubierto a alguien que nos quiere y se
interesa por nosotros. Pues esa es la palabra con que
vamos a comenzar este cántico: "Damos gracias a
Dios Padre".
Y se las damos merecidamente. Tenemos muchos
motivos. Pero sobre todo "porque nos ha trasladado
al reino de su Hijo querido…" es decir, porque ha que-
rido hacernos hijos en el Hijo: nuestro gran destino,
nuestra vocación, "ser hijos de Dios", con y en la per-
sona de Cristo. El es la cabeza de este cuerpo mara-
villoso que es la IGLESIA.
En el bautismo fuimos sumergidos en él, para que
desde su humanidad empapada de Dios, nos vaya-
mos empapando nosotros… cristificándonos… deifi-
cándonos.
Nuestra acción de gracias, nuestra alegría, pues,
no se fundamenta en imaginaciones o sentimentalis-
mos vacíos. Sino en una gran realidad, que llena de
sentido nuestra vida. Somos humanos, pero huma-
nos con un destino impensado por nuestra parte: con
la posibilidad de humanos - deificados - cristificados:
hijos de Dios. Por ello, "damos gracias al Padre".

Gracias, Padre, porque nos amas, porque nos has


manifestado tu amor en la persona de Cristo. En él
te has volcado, para acercarte a nosotros. Y tanto
te has acercado, que nos has comunicado tu misma
vida, haciéndonos hijos en el Hijo.
Nuestra gratitud es al mismo tiempo alegría.
¿Qué más podíamos esperar de ti?... Tú mismo
eres nuestra gran esperanza. Contigo lo tenemos
todo. Que apreciemos este gran tesoro y luchemos
por conservarlo. Tú que vives por los siglos de los
siglos.

44
Iª Semana

oración de la tarde miércoles I

ambientación breve:
SALMO 26,I: No estamos solos en la vida. Dios
siempre está de nuestra parte. Por fuertes que sean
nuestros enemigos, más fuerte es el Señor.
Abrámonos a su fortaleza.

SALMO 26,II: En nuestra vida hemos tenido


muchos desengaños. A veces nos han fallado hasta
nuestros mejores amigos. No así Dios nuestro Padre.
Aunque todos nos fallen, él nunca nos fallará.

CáNTICO COL.1: Tenemos muchos motivos para


dar gracias a Dios. Esta tarde le damos gracias por-
que nos ha capacitado para entrar en el reinado de
CRISTO JESUS, el primer resucitado.

para la oración:
SALMO 26,I: lo proclama un solista y en forma
responsorial contestan todos "El Señor es la defensa
de mi vida", con un brevísimo silencio después de
cada respuesta.

SALMO 26,II: Lo mismo que el anterior pero con


el estribillo "Señor, enséñame tu camino"

CáNTICO COL.1: A dos coros, con un fondo musi-


cal suave.

para la reflexión:
. "El Señor es la defensa de mi vida...
. "Si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor
me recogerá..."
. "Nos ha hecho capaces de compartir la heren-
cia..."

45
Iª Semana

oración de la mañana jueves I

SALMO 56: es un canto de confianza y grati-


tud a Dios, seguridad nuestra.

Es muy humano, que a veces nos encontremos


con la moral baja, y nuestro estado de ánimo sea
flojo. Son muchos los factores que pueden influirnos:
noso-tros mismos, nuestra situación ante la vida,
nuestro entorno, las realidades de la sociedad, etc.
Pero no lo miremos desde el lado negativo.
Mirémoslo desde el lado positivo: es una oportunidad
para encontrarnos con nosotros mismos, y caer en la
cuenta de que somos seres necesitados y tenemos
que acudir a alguien que nos ayude.
Lo vamos a hacer al proclamar este salmo 56, de
una manera reiterativa: "mi alma se refugia en ti…
me refugio a la sombra de tus alas, mientras pasa la
calamidad".
Y es que nuestro entorno no es nada fácil: "estoy
echado entre leones devoradores… me han tendido
una red… me han cavado una fosa…"
Ciertamente, no podemos cerrar los ojos ante rea-
lidades que están ahí. Pero "invoco al Dios que hace
tanto por mí… y me enviará la salvación…".
Por eso, me reanimo, me siento fuerte y puedo
exclamar con verdad: "mi corazón está firme… voy a
cantar y a tocar… Dios mío". Y… "te daré gracias… por
tu bondad y tu fidelidad…"
Comenzar así este nuevo día, es comenzarlo con
perspectivas llenas de luz y de alegría.

Señor, nos es difícil mantenernos al margen de


las situaciones de la vida. Poco ó mucho, siempre
nos influyen. Por eso nos abrimos a ti y te decimos
que te necesitamos.
No importa que a veces nos hagamos los autosu-
ficientes. Es uno de nuestros fallos, que sincera-
mente reconocemos.
Pero de verdad, te repetimos; que te necesita-
mos. Es la oración que te dirigimos en esta maña-
na con insistencia y que va a marcar el ritmo de
nuestro quehacer de hoy. Tú que vives por los
siglos de los siglos.

46
Iª Semana

oración de la mañana jueves I

CÁNTICO: Jr. 31: es una llamada a la espe-


ranza y al optimismo.

Cierto que en la vida tenemos momentos difíciles.


Y también es cierto, que a veces no vemos horizon-
tes en la lejanía, y nos sentimos hundidos. Pero abrá-
monos a la esperanza.
No lo vemos, pero ahí está… "el nos guarda como
un pastor a su rebaño… "nos redimió… nos rescató…
"anunciadlo en las islas remotas"… a todos y en todas
las partes. Y que todos se llenen de alegría y de espe-
ranza.
Todo encuentro con el Señor es transformador, es
fortificante, cambia la vida de aquellos que se dejan
encontrar.
Este cántico de Jeremías es un anuncio claro y
consolador, que nos debe que cargar de optimismo, a
pesar de las circunstancias por las que tengamos que
pasar: "Entonces se alegrará la doncella… los jóvenes
y los viejos… convertiré su tristeza en gozo… aliviaré
sus penas"…
Y el Señor, no solamente nos alegrará, sino que
también nos regalará multitud de bienes: "trigo, vino,
aceite… rebaños de ovejas y vacas…"Así es la gene-
rosidad del Señor, que nadie la puede igualar.
Abrámonos, pues, a la esperanza y al optimismo.
"Escuchad, pues, la palabra del Señor y anunciadla
a todos".

Padre, cuando pensamos detenidamente en tu


comportamiento con nosotros, no podemos menos
de admirarte, agradecerte y amarte, cada vez más.
Necesitamos gritar con todas nuestras fuerzas
"nadie hay tan grande como tú", ya que toda nues-
tra vida está tejida de tus bondades. Si nos pusié-
ramos a contarlas, no terminaríamos nunca. Que
encuentres en nosotros la respuesta de gratitud
que esperas. Tú que vives por los siglos de los
siglos.

47
Iª Semana

oración de la mañana jueves I

SALMO 47: cántico a la grandeza de Dios ale-


gría para todos.

Dios manifiesta su grandeza en todas sus obras.


Cada una de ellas, es una página que nos habla de él.
Comenzar un nuevo día, es prepararse a contem-
plar la presencia misteriosa de ese Dios, tan cercano
y tan asequible, a todos aquellos que con ojos nue-
vos, quieran descubrirlo.
Hoy es la Iglesia, somos cada uno de los cristia-
nos, "su monte santo" "su ciudad", "alegría de toda la
tierra". No importa que nuestro modo de vivir, nues-
tro testimonio, en muchas ocasiones choque, y que
no sea comprendido y que hasta sea rechazado. No
temamos. Somos "la ciudad de nuestro Dios… él la ha
fundado… y para siempre". "El nos guiará por siem-
pre jamás".
Importa que nuestro testimonio sea claro y cohe-
rente. Que con todo nuestro ser anunciemos a quie-
nes nos vean, que "este es el Señor nuestro Dios", de
quien nos hemos fiado totalmente y por eso nos
hemos embarcado en este modo de vivir. "Lo que
habíamos oído, lo hemos visto" y día a día experi-
mentamos visiblemente, las maravillas que Dios rea-
liza en favor nuestro.
Que a lo largo de este día, cada una de nuestras
acciones sea proclamación de que "grande es el
Señor y muy digno de alabanza".

Señor, tu grandeza sobrepasa todos nuestros


cálculos. Y a pesar de todo, no te sientes rebajado
al acercarte a cada uno de nosotros. Y es que tu
amor de Padre, no tiene barreras de ninguna clase.
Que agradecidos sepamos corresponderte, y
anunciemos a nuestro mundo que "este es el Señor
nuestro Dios", de quien podemos fiarnos totalmen-
te, porque nunca nos fallará, aunque nosotros le
fallemos a él. El que vive por los siglos de los
siglos.

48
Iª Semana

oración de la mañana jueves I

ambientación breve:
SALMO 56: Ante situaciones difíciles, necesitamos
aumentar nuestra confianza en Dios. Nuestra debili-
dad se hace fuerte con su fortaleza. Comencemos el
nuevo día llenos de esperanza.

CáNTICO JR.31: La cercanía de Dios, su presencia


amorosa en nuestra historia personal, nos tiene que
alegrar y abrir perspectivas cargadas de esperanza,
de luz, de novedad…

SALMO 47: La grandeza de Dios es una realidad


visible, aunque los miopes se nieguen a reconocerla.
Ahí esta desafiando tiempos e ideologías. Al final,
todos tendrán que confesar: "este es el Señor".

para la oración:
SALMO 56: Todas las estrofas espontáneamente,
con un silencio breve después de cada una de ellas.

CáNTICO JR.31: Proclamado por un solista.


Silencio. Gloria todos.

SALMO 47: Cantar como antífona al principio y al


final "Nadie hay tan grande como tú..." y el salmo es
proclamado a dos coros.

para la reflexión:
. "Tocaré para ti ante las naciones..."
. "Convertiré su tristeza en gozo..."
. "Este es el Señor nuestro Dios..."

49
Iª Semana

oración de la tarde jueves I

SALMO 29: himno de acción de gracias al


Señor, protector en los peligros.

Estamos en las últimas horas del día. Aconte-


cimientos, personas… han influido en nosotros, y han
colaborado en nuestro desarrollo personal. Caer en la
cuenta de ello, nos exige ser agradecidos.
Este salmo 29, suscita en nosotros el sentido de
la gratitud hacia Dios por tantas cosas que nos ha
regalado a lo largo de este día: "me has librado… me
sanaste… me hiciste revivir… cambiaste mi luto en
danzas…" Por eso "te ensalzaré… te cantará mi alma
sin callarse… te daré gracias por siempre…".
Concluir un día encerrados en nosotros mismos,
prescindiendo de los demás, es un triste concluir. Que
la proclamación de este salmo 29, nos haga reflexio-
nar para que nos mantengamos abiertos a los demás,
desde la gratitud, la acción de gracias, por la riqueza
que nos han comunicado."Es de bien nacidos ser
agradecidos". Cultivar el sentido de la gratitud, es la
puerta abierta para recibir nuevos favores.
La generosidad de Dios se desborda ante las per-
sonas, que viven intensamente la alegría de la grati-
tud. Mucho recibimos… mucho debemos agradecer:
"Señor Dios mío, te daré gracias por siempre".

Te damos gracias, Señor, porque tu generosidad


para con nosotros, ha sido siempre desbordante.
Todos los días de nuestra vida, están marcados por
tus favores. Somos un milagro de tu amor, y un
exponente de tus bondades.
Es poco decirte gracias, de vez en cuando. Toda
nuestra vida, cada una de nuestras acciones,
deben ser un cántico permanente de gratitud hacia
ti. "Mi alma te cantará sin callarse"… A tí que vives
por los siglos de los siglos.

50
Iª Semana

oración de la tarde jueves I

SALMO 31: acción de gracias al Señor, siem-


pre dispuesto al perdón.

Los comportamientos de Dios sobrepasan nues-


tras medidas, y muchas veces nos sentimos descon-
certados, cuando los comparamos con los nuestros.
Dios no es vengativo, ni rencoroso. No nos pasa
factura por cuentas atrasadas, ni nos cobra intereses
bancarios. El es el Dios de la misericordia, el Dios del
perdón… porque es el Dios del amor. Podemos decir
de él, que en su omnipotencia, no sabe más que
amarnos y perdonarnos, si nosotros le dejamos que
nos ame y nos perdone.
Este salmo 31 es toda una confirmación de esta
realidad: "no apunta el delito… perdonaste mi
culpa…" Por eso "alegraos justos y gozad con el
Señor…" "Tú eres mi refugio… me rodeas con cantos
de liberación".
Cuando miramos a Dios con nuestras medidas, lo
deformamos… no vemos al Dios verdadero: "Mis
caminos, no son vuestros caminos".
Desde la recitación de este salmo, abrámonos al
misterio de Dios, de su bondad, de su misericordia,
de su amor. No nos sumerjamos tanto en nuestros
fallos y limitaciones, cuanto en los brazos abiertos de
nuestro Padre.

Señor, al terminar este día, no es la tristeza de


nuestros fallos lo que más debe impresionarnos,
sino tu bondad, tu comprensión, tu misericordia…
tus brazos de Padre bueno, siempre dispuestos a
abrazarnos. Esto es lo que nos reanima y nos llena
de alegría.
Eres el Dios del perdón porque eres el Dios del
amor. Perdonas siempre, porque amas siempre. Así
debemos mirarte en todos los momentos de nues-
tra vida, porque solo así estaremos viviendo en la
verdad. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

51
Iª Semana

oración de la tarde jueves I

CÁNTICO Apoc. 11, 17: himno a la misericor-


dia y justicia de Dios

Dios es misericordia, y es justicia. Las dos son


fruto de su amor. El es perdón. Siempre nos juzga
con rectitud y justicia, y valora nuestras acciones
desde la comprensión y desde el amor. Todos,
"pequeños y grandes, santos, profetas…" recibirán el
galardón merecido.
En nuestras luchas, ante las posibles zancadillas
que nos puedan poner nuestros enemigos, él siempre
está de nuestra parte, siendo fuerza en nuestra debi-
lidad y aliento en nuestros pesimismos.
Cristo ha pisado antes nuestro camino, y sabe de
nuestro barro. Es él quien lucha con nosotros, y nos
comunica la fuerza de su Espíritu, para que no nos
veamos derrotados. Por eso "estamos alegres" y vivi-
mos confiados en que siempre será nuestra la victo-
ria.
Con verdad podemos exclamar: "Gracias te
damos, Señor Dios omnipotente, el que eres y el que
eras…"
Al proclamar este cántico, recuperemos nuestro
optimismo y nuestra esperanza. No caminamos solos.
Invisible, pero realmente, alguien va con nosotros.
Con él, siempre venceremos.

Señor y Dios nuestro: tú nos conoces sobrada-


mente y siempre nos juzgas con verdad y con jus-
ticia. Siempre con amor. Tus juicios se fundamen-
tan en tu infinita bondad y en tu comprensión.
Sabes dar a cada uno, su recompensa, siempre con
generosidad.
En Cristo, eres fortaleza en nuestras luchas, y
aliento en nuestras derrotas. Por fuertes que sean
nuestros enemigos, por grandes que sean nuestros
problemas, no debemos tener miedo, porque siem-
pre es más grande tu ayuda y tu fortaleza, que
nuestra debilidad. Por todo ello te damos gracias,
Señor. A ti que vives por los siglos de los siglos.

52
Iª Semana

oración de la tarde jueves I

ambientación breve:
SALMO 29: Dios nunca se desentiende de no-
sotros. Su amor de Padre es permanente.
Reconocerlo y agradecerlo debe ser la reacción lógica
que adoptemos en nuestra vida.

SALMO 31: Dios es perdón porque es amor.


Dejémonos perdonar para que disfrutemos de la ale-
gría del perdón. Encerrarnos en nuestro pecado es no
dejar a Dios manifestarnos su amor.

CáNTICO AP.11: Dios tiene que triunfar sobre todo


el mal. Su justicia tiene que implantarse en nuestro
mundo. Su bondad tiene que hacerse manifiesta en
todos aquellos que luchan por la verdad.

para la oración:
SALMO 29: Lo proclama un solista y cada dos
estrofas cantar el estribillo "Te ensalzaré, Señor, por-
que me has librado"...

SALMO 31: Cantar como antífona "Cantaré eterna-


mente las misericordias del Señor...." y proclamar
espontáneamente las estrofas.

CáNTICO AP.11: Todos juntos, con un fondo de


música, suave.

para la reflexión:
. "Te ensalzaré, Señor, porque me has librado..."
. "Tú eres mi refugio, me libras del peligro..."
. "Gracias te damos, Señor, el que eras y el que
eres..."

53
Iª Semana

oración de la mañana viernes I

SALMO 50: es una manifestación de la mise-


ricordia y de la bondad de Dios.

No se trata de echarnos en cara nuestro pecado ó


de culpabilizarnos. Sencillamente recordarnos que en
un viernes, Dios, quiso manifestarnos de un modo
insospechado, su amor: "habiendo amado a los
suyos, los amó hasta el extremo". Y desde aquel vier-
nes, una cruz, es la palabra silenciosa de un Dios
amor.
Este salmo 50, es una invitación a tomar posturas
definidas, y coherentes, ante Dios y ante nosotros
mismos. Ante Dios, como amor que no conoce límites
en su preocupación por nosotros. Y ante nosotros
mismos, como seres radicalmente necesitados de ese
amor.
En nuestra historia personal, tenemos que recono-
cer que, que tal vez, haya páginas negras en nuestro
comportamiento con Dios. No siempre le hemos
correspondido. O quizá, hemos prescindido de él,
ofuscados por nuestro quehacer, y le hemos arrinco-
nado.
Este salmo quiere ser todo un grito de renovación,
de conversión: "renuévame… devuélveme la alegría…
lávame… hazme oír el gozo y la alegría…."
Y es que Dios "a un corazón arrepentido, humilla-
do, no lo desprecia…". Todo lo contrario: siempre nos
espera con los brazos abiertos para darnos el abrazo
de Padre.
Viernes: una llamada a recuperar nuestra alegría…
a sentirnos amados por Dios. La cruz nos lo atesti-
gua. Está con los brazos abiertos. Aceptemos el abra-
zo.

Señor, ante tu cruz, descubrimos lo que de ver-


dad somos para ti. Con palabras más claras y con-
vincentes, no nos lo puedes decir. Pero tenemos
que reconocerlo: en nuestra vida concreta, no
siempre hemos vivido en consonancia con esa ver-
dad. Nuestra respuesta no ha estado en tu línea.
Has encontrado frío donde tú habías puesto calor.
Hoy, paternalmente, nos invitas a reconocer, a
cambiar y... a corresponderte. Sinceramente,
Padre, queremos darte la respuesta que esperas de
nosotros. Tú que vives por los siglos de los siglos.

54
Iª Semana

oración de la mañana viernes I

CÁNTICO Is. 45: es una llamada a la conver-


sión al verdadero Dios.

Desde nuestra comodidad, no pocas veces, adora-


mos a dioses hechos a nuestro capricho. No quere-
mos complicaciones. Y nos metemos en complicacio-
nes mayores.
Por medio del profeta Isaías, Dios nos repite insis-
tentemente: "yo soy el Señor y no hay otro"… "no
hay otro Dios fuera de mí"… "No discurren los que lle-
van su ídolo de madera…" "Se avergüenzan los fabri-
cantes de ídolos…"
Es la voz cariñosa de quien busca nuestro bien, y
nos echa en cara nuestro proceder, no siempre en
consonancia con los principios que profesamos. Por
eso, nos repetirá: "volveos hacia mí para salvaros…
porque "yo soy un Dios justo y salvador y no hay nin-
guno más".
Ante el peligro de falsificar nuestra vida, la voz de
Dios, por medio del Profeta, nos invita a la reflexión
y a cuestionar nuestro modo de proceder.
De verdad, ¿Dios es nuestro Dios, o nos hemos
fabricado nuestros "pequeños dioses" a la medida de
nuestros intereses?… Que podamos responderle con
sinceridad: "tú eres mi Dios". Mi único Dios. Y que
estemos dispuestos a romper esos nuestros ídolos,
que falsifican nuestra vida, y son un engaño para los
demás.

Señor, a nivel de ideas, estamos convencidos de


que tú eres el único Dios, y que debes serlo en toda
nuestra vida. Pero, si somos sinceros, tenemos que
reconocer, que en la práctica, no siempre tú eres
nuestro Dios de verdad. Es la comodidad, es el
miedo al compromiso serio... son tantas cosas, que
nos lo impiden ó nos lo dificultan, y tú... no eres el
Dios de nuestra vida, con todas las consecuencias.
Que a lo largo de este día que comenzamos,
resuene en nosotros tu voz: "no hay otro Dios fuera
de mí", y actuemos en coherencia con lo que pen-
samos. Tú que vives por los siglos de los siglos.

55
Iª Semana

oración de la mañana viernes I

SALMO 99: es una invitación a la alegría ante


la bondad de Dios.

Recuperar y cultivar el sentido de la alegría en la


vivencia de nuestra vida, debe ser una meta que
tenemos que conseguir. La vida cristiana, nuestro
modo concreto de vivirla, es vocación a la alegría, a
la felicidad, como valores a los que no podemos
renunciar.
Este salmo 99, es una clara invitación a relacionar-
nos con Dios, no con caras tristes y acongojadas, sino
todo lo contrario: "servid al Señor con alegría…
entrad en su presencia con vítores".
Y es que no hay otro modo de vivir la vida de cara
a Dios. Comprometidos con un mundo que necesita a
Dios y de alguien que le hable de él, desde su vida,
no podemos fallarles. Tenemos que trasmitir la reali-
dad de Dios, vitalmente, desde nuestra vivencia y
desde nuestro testimonio. Que podamos decir a todos
con verdad: "sabed que el Señor es Dios… que somos
suyos…", "entrad por sus atrios con himnos…"
Y todo esto, desde alguien que lo ha experimen-
tado y que lo está viviendo. Que con sinceridad, y con
verdad digamos: "el Señor es bueno…" misericordio-
so… fiel"… porque así lo sentimos y vivimos.

Señor, tú no eres el Dios de la cara triste, ni quie-


res que nosotros nos relacionemos contigo con
caras alargadas. Todo lo contrario: Tú eres el Dios
de la alegría… de la felicidad… de la paz… de la
serenidad. Y nuestras relaciones contigo tienen que
ser desde ahí. Solo así, trasmitiremos a nuestro
mundo el mensaje de tu bondad… de tu amor… de
tu cercanía.
Que con nuestra vida podamos decir a todos:
"servid al Señor con alegría" porque así lo sentimos
y así lo vivimos nosotros. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

56
Iª Semana

oración de la mañana viernes I

ambientación breve:
SALMO 50: Una llamada a la renovación, a la con-
versión… a sentir la alegría del perdón, el abrazo del
Padre, en un día especial: viernes, día de la manifes-
tación hasta el extremo del AMOR: muerte de Cristo
en la cruz.

CáNTICO IS.45: Otra llamada a la conversión:


"volveos hacia mí… yo soy Dios y no hay otro…" Dios
espera nuestra respuesta y nosotros necesitamos
dársela.

SALMO 99: Reconocer que el Señor es "bueno"…


que "el nos hizo"... nos lleva a la consecuencia de
darle gracias, de bendecirle, desde la alegría de sen-
tirnos queridos por él.

para la oración:
SALMO 50: Proclamado espontáneamente y cada
dos estrofas repetir todos "Devuélveme la alegría de
la salvación"

CáNTICO IS.45: Un coro proclama las estrofas y el


otro repite "Yo soy Dios y no hay otro", después de
cada una de ellas

SALMO 99: Cantar la primera estrofa al principio y


al final, y proclamar todos las estrofas restantes.

para la reflexión:
. "Devuélveme la alegría de tu salvación..."
. "Yo soy el Señor y no hay otro..."
. "El Señor es bueno, su misericordia es eterna..."

57
Iª Semana

oración de la tarde viernes I

SALMO 40: es una oración de gratitud al


Señor, siempre comprensivo.

No podemos vivir en solitario, prescindiendo de los


demás.
Al proclamar este salmo 40, cuando estamos fina-
lizando el día, se nos plantea un interrogante: ¿cómo
han sido mis relaciones con los hermanos?... porque
todos, de alguna manera, somos "pobres", que nece-
sitamos de los otros. Pobres en nuestra necesidad de
afecto, de comprensión, de amor… Y sobre todo,
pobres, en nuestra necesidad de Dios.
Y seremos "dichosos" en la medida en que haya-
mos sabido recibir de los otros, lo que nos están
dando y les hayamos dado lo que ellos, también,
están necesitando.
Es fácil que algunos no comprendan nuestro modo
de proceder. Es más, podemos encontrarnos con fal-
tas de correspondencia, hasta con traiciones por
parte de aquellos en los que más confiábamos:
"incluso mi amigo… es el primero en traicionarme".
Pero la venganza de un cristiano, es siempre el amor.
En cada viernes recordamos a un Cristo, que en el
mismo momento de ser ejecutado tiene palabras de
perdón para sus verdugos: "Padre, perdónalos". Y
recordamos, este comportamiento no para dejarlo en
la historia, sino para hacerlo vida, en nuestra vida.
Un cristiano: siempre debe ser un testigo del per-
dón… de la misericordia… del amor... en todas las
partes… y con todos.

Señor, no siempre nos es fácil, sentirnos "dicho-


sos" cuando nos desvivimos y nos entregamos a los
demás. Nuestro egoísmo, nuestra falta de genero-
sidad, frecuentemente nos juegan malas partidas.
No hemos descubierto en su profundidad, la gran
satisfacción del darse, del amar sin medida y siem-
pre.
Tu entrega y tu amor, sin límites, nos recuerdan
en esta tarde, cómo tiene que ser nuestra entrega
y nuestro amor. Comprometidos en el amor, desde
nuestra vocación, queremos vivir ese compromiso,
con todas sus exigencias… Darnos, sin exigir la
paga. Amar, por la satisfacción de amar. Así lo
haces tú, que vives por los siglos de los siglos.

58
Iª Semana

oración de la tarde viernes I

SALMO 45: canto de alabanza a Dios podero-


so defensor en el peligro.

Han sido muchas horas y muchas las actividades


que hemos desarrollado a lo largo de este día. Es fácil
que terminemos cansados, nerviosos, ó tal vez estre-
sados. Necesitamos ideas, realidades, experiencias…
que nos serenen, nos tranquilicen, nos traigan paz,
antes de entregarnos al descanso de la noche.
El salmo 45, es el salmo de la tranquilidad, del
sosiego, de la paz: "el Señor está con nosotros… es
nuestro refugio… nuestra fuerza… poderoso defensor
en el peligro…"
Por tanto, suceda lo que suceda,... paz… sereni-
dad... Aunque "tiemble la tierra, y se desplomen los
montes…" "El Señor es poderoso defensor en el peli-
gro…" "está con nosotros". Y así nuestro vivir, siem-
bra presencia de Dios en nuestro entorno, y podre-
mos decir a cuantos nos contemplan: "venid a ver las
maravillas del Señor".
Saboreemos como tónico, como relajante, para
nuestro descanso de la noche, esta frase: "El Señor
está con nosotros… conmigo"… SIEMPRE. "El es nues-
tro alcázar"... "Teniendo a Dios en medio... no debe-
mos vacilar".
Alegrémonos y disfrutemos de esta cercanía de
Dios.

Señor, las ocupaciones y tal vez, la misma convi-


vencia, nos han dejado cansados, nerviosos.
Necesitamos encontrarnos contigo que eres paz…
serenidad… tranquilidad. Necesitamos escuchar tus
palabras de cercanía… de amor: "estoy contigo". Y
así, nos sentiremos serenos y tranquilos, con tu
presencia.
Queremos, que en las últimas horas de este día,
sigan resonando en nuestro interior, esas dos pala-
bras, compendio de tu amor: "estoy contigo… estoy
contigo…" Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

59
Iª Semana

oración de la tarde viernes I

CÁNTICO Ap. 15, 34: es una invitación a reco-


nocer las grandes obras del Señor.

Todo sentimiento positivo, es fuente de energía y


de vitalidad.
Este cántico, nos pone delante, todo el actuar de
Dios en favor nuestro y nos invita a exclamar: "gran-
des y maravillosas son tus obras Señor".
Y de verdad, que si repasamos, una por una, todas
las obras que Dios ha hecho y está haciendo, por no-
sotros, nos llenaremos de admiración, de alegría y de
agradecimiento: la tierra, el mar, los cielos… nuestra
existencia… y tendremos que exclamar: "¿quién no
glorificará tu nombre?..."
Pero en un viernes, tenemos que recordar la GRAN
OBRA DE DIOS: su entrega a la muerte por nosotros.
Esta sí que es su GRAN OBRA. Y admirados, necesi-
taremos exclamar: "habiendo amado a los suyos… los
amó hasta el EXTREMO".
Que este pensamiento nos envuelva en el descan-
so de esta noche, de tal manera, que nuestro desper-
tar por la mañana, sea un despertar al agradecimien-
to… a la correspondencia… al compromiso… al amor.
Somos olvidadizos. Nuestras ocupaciones, fre-
cuentemente, nos absorben. Y no vivimos lo profun-
do de las realidades que nos rodean.
Que al concluir este día, recuperemos nuestra
capacidad de admiración ante las acciones de Dios a
favor nuestro, y le correspondamos.

Señor, no sabemos por cual de tus obras tene-


mos que comenzar, para alabarte y decirte agrade-
cidos: ¡Eres maravilloso!.
Pero hay una que sobre pasa a todas: la obra de
tu entrega a la muerte por nosotros. Esa sí que ha
sido tu gran obra. No podías hacer otra mejor.
En la tarde de este viernes, no tenemos palabras
para admirarte y agradecerte. Quisiéramos que
toda nuestra vida fuera un GRACIAS prolongado,
hasta la hora de nuestro definitivo encuentro con-
tigo. Gracias, Padre. Tú que vives por los siglos de
los siglos.

60
Iª Semana

oración de la tarde viernes I

ambientación breve:
SALMO 40: No podemos desentendernos de los
demás, sobre todo de los más necesitados. No siem-
pre encontraremos correspondencia. Pero el verdade-
ro amor ama gratis y sin limitaciones de ninguna
clase.

SALMO 45: La satisfacción de que "el Señor siem-


pre está con nosotros", debe traernos paz y seguri-
dad al terminar este día. No importa que a nuestro
alrededor hayan sucedido cosas desagradables.
Confiemos.

CáNTICO AP.15: Un grito espontáneo, que procla-


me las maravillas de Dios. Y sintamos la necesidad de
invitar a todos a reconocerlo y a anunciarlo, llenos de
júbilo.

para la oración:
SALMO 40: Las tres primeras estrofas las procla-
man todos, y continúa un solista hasta la penúltima
que es proclamada por todo el grupo.

SALMO 45: Proclama un grupo el salmo de tres en


tres estrofas y contesta el otro grupo con el estribillo
"Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza"

CáNTICO AP.15: Lo proclama todo el grupo al uní-


sono con fondo musical, suave.

para la reflexión:
. "En esto conozco que me amas..."
. "El Señor de los ejércitos está con nosotros..."
. "Grandes y maravillosas son tus obras..."

61
Iª Semana

oración de la mañana sábado I

SALMO 118: es un grito por el Dios necesidad


en nuestra vida.

Nuestra existencia es un grito por Dios. Todo


nuestro ser es un clamor permanente por "aquel" que
es su raíz y su fuerza.
Este salmo 118 es la expresión viva de la actitud
existencial que necesitamos tener todos los huma-
nos, frente a Dios: "te invoco de todo corazón… a ti
grito… sálvame… antes de la aurora pido tu auxilio…."
Pero Dios, no se hace sordo a nuestros gritos. No
mantiene distancias…" está cerca… escucha nuestra
voz… nos responde siempre…"
Y es que es él mismo, quien ha puesto en lo más
profundo de nuestro ser, esta necesidad que tenemos
de él. Necesariamente, pues, tiene que salir al paso y
llenar nuestro vacío.
Pero seríamos unos fracasados, si en vez de gritar
a Dios y abrirnos a su encuentro, ahogáramos esos
gritos y buscáramos sucedáneos de Dios.
Que la proclamación de este salmo 118, renueve
en nosotros esta ansia incontenible que tenemos de
él. Que cada una de nuestras acciones sea la exterio-
rización de esta necesidad profunda que todos lleva-
mos dentro: "a tí grito, sálvame"… te necesito.

Señor, eres el grito de nuestra vida. Por eso, al


comenzar este nuevo día, "te invoco de todo cora-
zón"… con toda nuestra fuerza.
Sabemos que tú no te haces sordo a nuestros gri-
tos… y que siempre encontraremos respuesta.
Es más: tú eres el que suscita nuestros gritos y
nuestro necesidad de ti.
¡Ojalá, que no los ahoguemos ó busquemos com-
pensaciones absurdas y vacías!
Este es nuestro deseo, Señor, y nuestro compro-
miso contigo: "a tí gritaré siempre".
Tú eres el que vives por los siglos de los siglos.

62
Iª Semana

oración de la mañana sábado I

CÁNTICO Ex. 15, 1-4: es un canto a la forta-


leza de Dios, defensor en el peligro.

Dios, no es ajeno a nuestra historia. Nunca lo ha


sido, ni lo será. Es imposible. En los momentos actua-
les, que nos ha tocado vivir, él está presente, aunque
lo veamos lejos.
En la Encarnación, se "mezcló" con nosotros, asu-
mió la naturaleza humana con todas las consecuen-
cias. Y por donde camina un ser humano, allí está él,
en su camino. En nuestras luchas, en nuestros pro-
blemas y en nuestras dificultades, ahí está él. Como
en otros tiempos, también nosotros podemos decir
hoy: "mi fuerza y mi poder es el Señor… él fue mi sal-
vación…"
Siempre que unimos nuestras fuerzas a las suyas,
nos sentimos fuertes con su misma fuerza. Nada ni
nadie podrá contra nosotros. El es quien nos guía con
"su misericordia… y su poder…" y siempre podremos
exclamar: "cantaré al Señor, sublime es su victoria".
Comenzamos un nuevo día. Necesitamos comen-
zarlo con perspectivas esperanzadoras. No lo comen-
zamos solos. El es, "el Señor", quien va con nosotros
y en nosotros. No temamos. Seguro que la victoria
será nuestra.

Señor, reconocemos nuestra debilidad, aunque


intentemos disimularlo, presumiendo ser fuertes.
Pero tú eres el verdaderamente "fuerte", el que
robustece nuestra debilidad con tu fortaleza.
Te has unido a nosotros para siempre y sabemos
que ya nunca estaremos solos, en cualquiera de los
momentos ó circunstancias de nuestra vida. Esto
nos alienta, nos abre nuevos horizontes en nuestro
vivir. Gracias, Señor.
Que en nuestra vida práctica, nunca intentemos
arrinconarte. A ti que vives por los siglos de los
siglos.

63
Iª Semana

oración de la mañana sábado I

SALMO 116: himno de alabanza a Dios por su


misericordia y su fidelidad.

Dios es el presente, aunque el invisible. A través


de sus obras podemos vislumbrar su grandeza y su
poder. En sus designios, ha querido que nosotros sea-
mos su voz, su palabra… que invite a todos los pue-
blos, a todas las gentes, a reconocerle y a amarle. Y
es que su misericordia y su fidelidad, no tienen lími-
tes.
Al comenzar este día queremos que todos lo
sepan, que de todas las gargantas salga un grito uná-
nime diciendo: ¡"qué grande es Dios y qué maravillo-
sas son todas sus obras!".
Ese grito, debe ser nuestra vida, vivida con pro-
fundidad y coherencia. El día en que nos comprome-
timos con Dios, lo hicimos dispuestos a todo. Tal vez,
con el tiempo, nos hemos desgastado, y no siempre
hemos respondido como Dios esperaba y nosotros
hubiéramos querido.
El comienzo de una nueva jornada, puede ser el
momento oportuno para intentar una renovación y
dar la respuesta adecuada a los deseos de Dios y a
los nuestros… "que te alaben y te aclamen todas las
naciones y todos los pueblos…" Vamos a proclamarlo,
una vez más.

Señor, nuestra vida debería ser la voz que invita-


ra, a todos, a reconocerte… a amarte… a proclamar
tu grandeza, tu misericordia, tu fidelidad… que no
tienen límites.
Nos has puesto en la vida, para hacer visible tu
rostro de Padre, ante nuestros hermanos.
Teníamos que ser un canto, que pudieran oír
todos, cantando tu amor, tu bondad, tu sabiduría…
y todo lo que has hecho y estás haciendo por noso-
tros.
Este es nuestro deseo, Padre, al comenzar el
nuevo día. A tí que vives por los siglos de los siglos.

64
Iª Semana

oración de la mañana sábado I

ambientación breve:
SALMO 118: Es la manifestación profunda y
espontánea de nuestra necesidad de Dios: "a ti
grito… respóndeme… escucha mi voz…" Vivir desde
esta actitud, es vivir la realidad de nuestra existen-
cia.

CáNTICO EX.15: Dios está en nuestra historia de


cada día. Es fuerza en nuestras luchas y alegría en
nuestras victorias. Su presencia siempre es alentado-
ra y confortante. No temamos.

SALMO 116: Somos los "profesionales" de Dios.


Nuestras vidas tienen que ser alabanza permanente
de su bondad para con nosotros y para con todos los
humanos. Deseemos que lo hagan todos los pueblos.

para la oración:
SALMO 118: Todo él proclamado individualmente,
y una vez concluido, frases espontaneas del mismo
salmo, o en la misma línea

CáNTICO EX.15: Proclamado al unísono, cantando


cada tres estrofas "El Señor es mi fuerza, mi roca y
salvación..."

SALMO 116: Cantar como antífona "A Dios den


gracias los pueblos..."

para la reflexión:
. "Te invoco de todo corazón... tú, Señor, estás
cerca..."
. "Mi fuerza y mi poder es el Señor..."
. "Alabad al Señor, todas las naciones..."

65
Segunda semana

66
2ª Semana

oración de la tarde I domingo II

SALMO 118: es una meditación sobre la ley


de Dios.

Dios no es el que se impone o nos manipula. Ni


tampoco es ley o norma fría, sin más.
Sus relaciones con nosotros, son siempre desde el
amor… siempre buscando nuestro bien, nuestra reali-
zación. Sus leyes, sus normas, son la manifestación
de lo que necesitamos hacer para conseguir nuestra
plena realización, nuestra felicidad.
Por eso, con verdad podemos decir: "tu Palabra es
lámpara para mis pasos, luz en mi sendero". Por con-
siguiente, es lógico que nos comprometamos con ella
y digamos: "lo juré y lo cumpliré… guardaré tus man-
damientos… siempre y cabalmente".
Tenemos que convencernos: las relaciones de Dios
con nosotros, no son como las nuestras con nuestros
hermanos. Tendemos a dominar, a imponernos, y lo
que es peor, a veces, tendemos a "utilizarlos".
Nuestro sentido de la autoridad, no siempre es de
servicio, de ayudar a crecer al hermano.
Que el comportamiento que Dios tiene con nos-
otros, nos ilumine, para que sepamos comportarnos
con nuestros hermanos.
Acojamos, pues, la Palabra de Dios con toda su
fuerza liberadora, que nos conducirá a la libertad
plena. Que de verdad podamos decir "tus preceptos
son mi herencia, la alegría de mi corazón".

Señor, no nos has puesto en el camino y nos has


abandonado en nuestro caminar.
Tú eres lámpara, tú eres luz que ilumina nuestros
pasos. Y esto, nos llena de alegría, nos alienta en
nuestra aparente soledad.
No eres el Dios de la norma fría y sin entraña,
sino el Dios del amor, y de la entrega. No te impo-
nes. Sencillamente, te ofreces, te regalas. Tus
leyes, tus normas, son luz que necesitamos para no
tropezar. Las cumpliremos. Las haremos vida.
Siempre confiando en ti que vives por los siglos de
los siglos.

67
2ª Semana

oración de la tarde I domingo


domingoIII

SALMO 15: es una manifestación confiada y


gozosa en el Señor.

Estamos en los últimos momentos del día. A todas


las horas, hemos experimentado, muy cerca, la pre-
sencia del Señor: la Eucaristía, los hermanos, la ora-
ción… las distintas ocupaciones que hemos tenido.
Todo nos ha invitado a acogernos confiadamente, a la
bondad de Dios, antes de entregarnos al descanso:
"protégeme Dios mío que confío en ti…"
Al mismo tiempo manifestamos nuestro rechazo a
posibles "ídolos" que intentan mezclarse en nuestra
vida. Y decididamente nos pronunciamos en contra
de ellos: "no nos satisfacen…" Ni los adoraremos, ni
los invocaremos.
Por el contrario, nos declaramos los profundamen-
te satisfechos con nuestra vocación de cristianos y de
consagrados: "el Señor es el lote de mi heredad… que
me encanta…"
Y es lógico que brote un grito espontáneo de gra-
titud y de alegría: "bendeciré al Señor… se alegra mi
corazón y mis entrañas…"
Finalizar el día con estos sentimientos del salmo
15, nos facilitará un descanso tranquilo, y el comien-
zo de un nuevo día con perspectivas esperanzadoras.
Por eso, digámoslo con verdad: "Tengo siempre
presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré".

Señor, a ti nos acogemos al terminar este día,


porque "tú eres nuestro único bien". Rechazamos
nuestros posibles "ídolos" y nos pronunciamos en
tu favor. Tú eres la gran herencia que nos ha toca-
do en suerte. Con ella estamos satisfechos.
En esta tarde, te manifestamos nuestra alegría y
nuestra satisfacción. Contigo, jamás vacilaremos.
Tú nos das seguridad y esperanza. Y vives por los
siglos de los siglos.

68
2ª Semana

oración de la tarde I domingo II

CÁNTICO Flp. 2, 6-11: se despojó de su rango


pasando por uno de tantos.

Nuestro canto de esta tarde, es a Cristo, compro-


metido en favor nuestro.Lo hemos celebrado y lo
hemos proclamado en nuestra Eucaristía.
Al terminar el día nos dirigimos a él, y reconoce-
mos todo su quehacer por nosotros. Todo un Dios,
que no se desdeña de mezclarse con nuestro barro,
con todas las consecuencias que eso implica… sin
hacer alardes de ningún tipo. Es más: no duda en
entregarse a la muerte más ignominiosa, por no-
sotros.
Lo sabemos desde niños. Lo hemos escuchado
muchas veces. Hasta tal vez, hemos tenido momen-
tos en los que nos ha impresionado este proceder de
Dios.
Pero la rutina, la irreflexión, las ocupaciones de
cada día… han dificultado ó están dificultando, que
estas realidades tan profundas nos calen hasta lo
más hondo de nuestro ser, y demos la respuesta que
se impone por sí misma.
Proclamemos, pues, este cántico. Pero que sea la
proclamación de un compromiso con ese Cristo, que
se comprometió con nosotros hasta las últimas con-
secuencias, impensadas por nuestra parte: "… murió
y se entregó a la muerte por mí".
Así es de desconcertante el proceder de Dios.

Cristo, no podemos menos de admirarte: tu


entrega y tu valentía no han conocido limites: "nos
has amado hasta el extremo…"
Te has querido hacer tan cercano a nosotros, que
no has dudado en hacerte como uno de tantos,
menos en el pecado. Es más: te has rebajado hasta
someterte al suplicio de la cruz, como si fueras un
criminal. Nos desconciertas.
Sinceramente, gracias, por este gesto, que sólo
desde un amor infinito, se puede comprender. Te
prometemos nuestra respuesta. A ti que nos amas,
por los siglos de los siglos.

69
2ª Semana

oración de la tarde I domingo II

ambientación breve:
SALmo 118: Los mandatos del Señor no son fría
norma. Son luz que nos ilumina y calor que nos aca-
ricia. En guardarlos está nuestra realización y nues-
tra respuesta de amor a quien tanto se desvela por
nosotros.

SALmo 15: Libremente hemos optado por Dios,


frente a otras posibles opciones. Nuestra vida tiene
que ser una manifestación clara de esa opción: "tú
eres mi bien".

CáNTICo FLP. 2: Se decidió y lo hizo con todas las


consecuencias: no se avergonzó de nuestro barro, y
de pasar por uno de tantos. Se abajó y así nos levan-
tó: en él lo tenemos todo.

para la oración:
SALmo 118: Cantar al principio y al final "Tus
palabras alientan mi vida..." y un solista proclama
todo el salmo.

SALmo 15: Cantar al principio, al medio y al final:


"Protégeme Dios mío…" (Cantalapiedra)
Proclamar la estrofas espontáneamente.

CáNTICo FLP. 2: Proclamado al unísono con un


fondo musical suave.

para la reflexión:
. "Lámpara es tu palabra para mis pasos..."
. "me saciarás de gozo en tu presencia..."
. "Se despojó de su rango..."

70
2ª Semana

oración de la mañana domingo II

SALMO 117: es un himno de acción de gracias


al Señor.

Todos los días, toda nuestra vida, debiera ser, un


canto de gratitud a Dios, "porque es eterna su mise-
ricordia". Y todos los hombres, de cualquier raza y
color, debieran de proclamarlo.
Y es que él es "nuestra fuerza… nuestra energía…
nuestra salvación". Con él estamos seguros de nues-
tro triunfo frente a problemas, ó dificultades… y fren-
te a quienes intenten ponernos la zancadilla. Nuestra
fuerza es él, el Resucitado. La fuerza de su
Resurrección, es también nuestra fuerza. Por eso,
todos los días podemos gritarlo: "este es el día en
que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro
gozo".De una manera especial, lo gritamos y lo cele-
bramos cada domingo.
Ese Cristo vivo, vive en cada uno de nosotros,
comunicándonos su misma vida, su Resurrección, su
alegría… su victoria: "hay cantos de victoria en la
tienda de los justos".
En la mañana de este domingo, nos unimos a tan-
tos hermanos nuestros, que celebran y cantan, al
mismo Cristo que nosotros cantamos y celebramos.
El es "la piedra que desecharon, y es ahora la pie-
dra angular". Fundamentados en ella, podemos decir
"el Señor está conmigo, no temo. ¿Qué podrá hacer-
me el hombre?".

Señor, reconocemos de verdad, que eres bueno


y que es "eterna tu misericordia". Todos debiéra-
mos anunciarlo, y proclamarlo sin cesar.
¡En cuántos momentos de nuestra vida hemos
sentido tu presencia y nos has sacado de apu-
ros!... "Te damos gracias porque nos escuchaste y
fuiste nuestra salvación".
En la mañana de este día que estamos comen-
zando, te agradecemos la Resurrección de Cristo,
que es nuestra resurrección. Que le dejemos
actuar libremente.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

71
2ª Semana

oración de la mañana domingo II

CÁNTICO Dn. 3: es el canto de alabanza al


Señor, de toda la creación.

Todas las obras de la creación, son ya, en sí mis-


mas, un cántico silencioso, a la sabiduría y al poder
de Dios. Somos los humanos, quienes tenemos que
descubrir toda la realidad de la creación y desde ella,
conocer, admirar, amar y bendecir a su Autor.
Este cántico de Daniel, que vamos a proclamar,
nos invita, reiteradamente, a glorificar y a alabar a
Dios, por todas sus obras.
Desde nuestra vocación de contemplativos y de
"admiradores", nuestra oración de esta mañana, es
una llamada a encontrarnos con Dios y a descubrir su
amor, en todo lo que ha creado para nuestro servicio.
Y desde ese encuentro y ese descubrimiento, intensi-
ficar nuestras relaciones con él, abandonando ruti-
nas, mediocridades, incoherencias, en la vivencia de
nuestros compromisos.
Dios, siempre es fiel. Que encuentre fidelidad, por
nuestra parte. "A él, gloria y alabanza de los siglos".
Al invitar a todas las "criaturas a bendecir al Señor
y a ensalzarlo por los siglos", no nos excluyamos a
nosotros mismos, desde una oración sólo de pala-
bras. Es nuestra vida la que tiene que invitar.
Palabras sí. Pero palabras que manifiestan una acti-
tud de vida.

Señor, toda nuestra vida, desde la mañana hasta


la noche, debiera ser un canto a tu bondad, a tu
sabiduría, a tu amor. Siempre te manifiestas como
eres; el Padre que sólo busca el bien de sus hijos.
En esta mañana, queremos decirte, que mereces
toda alabanza y toda gloria: por nuestras vidas…
por todas tus obras… por el amor que nos tienes.
En el comienzo de este domingo, queremos decir-
te, de corazón, que te corresponderemos. A ti que
nos amas y que vives por los siglos de los siglos.

72
2ª Semana

oración de la mañana domingo II

SALMO 150: es una solemne invitación a ala-


bar al Señor.

Todo este salmo, nos invita, insistentemente, a


alabar a Dios, o mejor dicho, a ser alabanza perma-
nente de Dios. Todo nuestro ser, con sus potencias y
sentidos… utilizando toda clase de instrumentos
musicales… alabe a Dios "por sus obras magnificas y
por su inmensa grandeza". Alabarlo "con trompetas…
arpas… cítaras… flautas… tambores…" que todos sue-
nen y proclamen estruendosamente, lo grande que es
Dios. Y no solamente los instrumentos, sino que
"todo ser que alienta alabe al Señor".
Para nosotros, los comprometidos, los "incondicio-
nales" de Dios, es todo un reto en la mañana de este
Domingo. Nuestra vida no puede discurrir, en un
silencio rutinario, frente a Dios y frente a sus obras,
creadas para nosotros. Desde ellas, tenemos que
levantarnos hacia él. Nos comprometimos y debemos
ser consecuentes con este compromiso.
Un cristiano tendríamos que definirlo como "músi-
ca de Dios". Todo su ser debiera ser una sinfonía,
escrita en el pentagrama de su persona, e interpreta-
da con cada una de sus acciones. De tal manera que
todo él, "suene a Dios", en todo momento, y sea invi-
tación a la alabanza para cuantos le contemplen.

Señor, eres grande, y lo manifiestas: todas tus


obras son una clara manifestación.
Queremos que nuestra vida discurra desde de la
admiración y desde la sorpresa, al contemplar tus
obras. Al mismo tiempo, te decimos que queremos
corresponderte, con más sinceridad y más cons-
tancia, a todo lo que has hecho y estas haciendo
por nosotros.
Tú que nos amas y vives por los siglos de los
siglos.

73
2ª Semana

oración de la mañana domingo II

ambientación breve:
SALmo 117: El Señor es bueno y es eterna su
misericordia. Y todos debemos proclamarlo. Nos lo ha
manifestado durante toda nuestra vida. Que recoja-
mos esta invitación y lo hagamos.

CáNTICo DN.3: Nada ni nadie son ajenos al poder,


a la bondad y al amor de Dios En nombre de todo y
de todos, bendigamos al Señor al comenzar esta
mañana.

SALmo 150: Es todo nuestro ser y toda nuestra


existencia los que tienen que alabar a Dios, "por sus
obras magníficas". Ningún instrumento musical debe
ser ajeno a esta alabanza.

para la oración:
SALmo 117: Un solista proclama las cuatro prime-
ras estrofas y contestan todos "Eterna es su miseri-
cordia". Sigue la proclamación espontánea de las
estrofas, cantando "Dad gracias al Señor porque es
bueno..." cada tres estrofas. Todos juntos el Gloria.

CáNTICo DN.3: Un solista proclama la primera


parte de cada estrofa y todos contestan con la segun-
da.

SALmo 150: Un coro proclama la primera parte de


cada estrofa y el otro contesta con la segunda.
Concluyen todos juntos con la última estrofa y Gloria.

para la reflexión:
. "Dad gracias al Señor porque es bueno..."
. "A ti gloria y alabanza por los siglos.... "
. "Todo ser que alienta alabe al Señor..."

74
2ª Semana

oración de la tarde II domingo II

SALMO 109: es un canto a Cristo vencedor,


Sacerdote y Rey.

Cristo es alguien para los demás. El Dios que se ha


volcado en su humanidad, para darse a los humanos.
Todos sus misterios los está viviendo unido con cada
uno de nosotros. Su muerte y su resurrección están
siendo nuestra muerte y nuestra resurrección. En él,
todos estamos muriendo y resucitando.
Este salmo 109 es un cántico a Cristo, pero tam-
bién es un cántico a todos nosotros. Proclamamos a
Cristo ensalzado y glorificado y nos proclamamos a
nosotros, exaltados y glorificados en él. Con él hemos
sido sentados "ya", a la derecha de Dios, y somos
reyes… sacerdotes… profetas. El Señor lo ha jurado y
no se arrepiente. La firma de nuestro cheque es la
misma persona de Jesús. Podemos estar seguros de
que las promesas de Dios Padre, se cumplirán.
Con estos sentimientos de un Cristo que todo él,
es para nosotros, le cantamos y nos cantamos, en la
tarde de este domingo, siempre cargados de gratitud
y de esperanza. El Resucitado nos ha abierto caminos
nuevos.
Que sembremos nuestro mundo de optimismo y
seamos capaces de comunicar, con nuestra vida,
mensajes de alegría y de compromiso.
Nuestra oración, en estas últimas horas del día,
robustezca nuestra fe y nuestra esperanza. Cristo
Resucitado, alienta nuestras vidas.

Señor, en la persona de Jesús, has trazado nues-


tro esquema, tú plan sobre todos y cada uno de
nosotros. De verdad que nos has engrandecido
sobre manera. Nosotros, por nuestra cuenta,
nunca hubiéramos soñado en nada de eso.
Pero tu amor y tu bondad, que no tienen límites
se han desbordado. Un gracias muy grande y un
compromiso serio contigo, es lo que tú esperas.
Señor, desde nuestra debilidad, cuenta con nos-
otros. Tú que vives por los siglos de los siglos.

75
2ª Semana

oración de la tarde II domingo II

SALMO 113,B: oración en la que predomina


fe y confianza en Dios.

Son muchos los que van haciendo sus dioses, a su


medida… desde un autoengaño que no conduce a
nada, mejor dicho, que conduce a la no realización
del ser humano, y al fracaso de los planes amorosos
de Dios, sobre él.
En el fondo, desde el vacío de sus vidas nos están
interrogando: "¿dónde está tú Dios?"… Esa necesidad
de Dios que todos tenemos, de algún modo, nos la
están manifestando, y pidiéndonos una respuesta.
Somos nosotros, los que decimos, que conocemos y
nos relacionamos con el Dios verdadero, quienes
tenemos que responderles desde nuestras vidas, y
decirles dónde está nuestro Dios y cómo es nuestro
Dios.
Nuestro hablar de Dios, no deben ser meras pala-
bras que muchas veces no dicen nada. La mejor pala-
bra debe ser nuestra vida impregnada del sentido de
Dios, que se transparenta por todos los poros de
nuestra persona. Cantemos este himno al Dios verda-
dero y proclamemos su grandeza, su bondad, su
amor.
Ante el peligro de ser "ateos disfrazados de cristia-
nos", la proclamación de este salmo, nos debe llamar
a la sinceridad y a la reflexión: "¿Dónde está tu
Dios?". o si quieres: ¿quién es de verdad tu Dios? De
tal manera que podamos proclamar: "Nosotros sí,
bendeciremos al Señor ahora y por siempre".

Señor, tú eres nuestro Dios, el único Dios verda-


dero, el de los blancos y de los negros, el de los
pobres y de los ricos… el Dios de todos. Es lo que
queremos vivir y lo que queremos anunciar a nues-
tro mundo de hoy.
Que todos los pueblos, que todas las gentes,
pequeños y grandes te bendigan y reconozcan lo
que haces por nosotros. Tu que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

76
2ª Semana

oración de la tarde II domingo II

CÁNTICO 1P.2: Cristo padeció por nosotros.

Dios se encarnó con todas las consecuencias.


Gráficamente podíamos decir que "se embarró con
nuestro barro", menos con nuestro pecado. Sufrió…
aguantó insultos, desprecios, dolores, injusticias…
hasta morir ajusticiado como si fuera un criminal. Y
todo para manifestarnos, con sangre, su amor y su
entrega… hasta el extremo, al máximo.
En todo esto, humanamente no encontramos
explicación. Desde nuestra lógica, nosotros hubiéra-
mos hecho las cosas de otra manera, sin tantas com-
plicaciones, y sin tanto realismo. Complicarnos tanto
por los demás, no entra en nuestros esquemas.
Pero los esquemas de Dios, no son como los nues-
tros. Sencillamente, porque nuestro amor a los
demás adolece de un egoísmo limitador. Pero el amor
de Dios es desbordante,… es sin medida… no conoce
límites
Proclamemos este cántico y demostremos a Cristo
nuestra admiración y nuestro compromiso, como res-
puesta.
Dejémonos sorprender, una vez más, por este
Cristo que se lo jugó todo por nosotros. Que la ruti-
na, de ver al Crucificado, no tenga sentido en la
vivencia de nuestra vida. Y que un crucifijo, siempre
nos trasmita mensajes de amor sin medida, mensa-
jes de entrega sin reservarse nada.

Cristo, hermano nuestro, te felicitamos en esta


tarde del domingo. De verdad que has sido un
valiente en tu entrega y en tu amor a tus herma-
nos. Podemos decirte que has roto todos los esque-
mas y que has superado todas nuestras esperan-
zas. Gracias.
Viviremos nuestra vida de gratitud como respues-
ta a todo lo que has hecho por nosotros. Siempre
gracias y cuenta con nosotros. Tú que vives y rei-
nas por los siglos de los siglos.

77
2ª Semana

oración de la tarde II domingo II

CÁNTICO Ap.19: es una invitación a la alegría


ante un Dios enamorado de nosotros.

Si hemos vivido con intensidad lo que hemos cele-


brado en este Domingo, seguro que terminamos el
día rebosantes de gozo, y necesitamos gritar:
¡Aleluya... aleluya... llegó la boda del Cordero...!
No somos los abandonados de Dios. El mismo se
ha hecho presente en nuestro mundo, se ha unido a
nuestra carne, para siempre...Es uno de los nuestros.
Por eso, todos, "pequeños y grandes, alabad al
Señor..."...."Alegrémonos y gocemos y démosle gra-
cias".
Invisiblemente, pero realmente, él sigue unido a
nuestras vidas, viviendo nuestra historia, acompa-
ñándonos en nuestro caminar. No importa que a
veces no le correspondamos. El siempre nos será fiel,
esperando pacientemente nuestra respuesta.
Nuestra comunidad debe ser el ámbito normal en
el que celebremos cada día, los esponsales de Dios
con nosotros. Toda ella debe vibrar, contagiar, entu-
siasmar...para que todos y cada uno de sus compo-
nentes no decaigan en la vivencia de una misma
vocación, de un mismo carisma. Vivimos en comuni-
dad para que todos nos comuniquemos vida. Así
haremos realidad lo que implica nuestro vivir juntos.
No es precisamente la alegría lo que caracteriza a
nuestro mundo. Tal vez sí, una alegría falsificada.
Somos nosotros, los cristianos comprometidos, los
que tenemos que contagiarles desde el testimonio de
nuestra vida empapada de un Dios presencia y amor.

Gracias, Señor, por tu amor. Tú no nos amas de


cualquier manera. Lo haces como sólo tú sabes
hacerlo: ¡infinitamente!...sin medida...al máximo.
Y nos lo expresas con signos que nos hablan de
amor total, de entrega sin reservas, de fidelidad
para siempre. Con razón podemos exclamar: "ale-
grémonos y gocemos y démosle gracias..."
Que nuestro vivir, esté empapado de esta reali-
dad y así lo mostremos a nuestro mundo. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

78
2ª Semana

oración de la tarde II domingo II

ambientación breve:
SALmo 109: Cierto, él es el mesías, el Rey, el
Sacerdote. Pero en él y desde él, nosotros también lo
somos. Así nos ha levantado el Padre en la persona
de su Hijo.

SALmo 113 B: Surgen interrogantes a nuestro alre-


dedor: "dónde está tu Dios". Presentémosle al Dios
verdadero, sin falsificaciones ni deformaciones. Esa es
nuestra vocación y ese es nuestro compromiso.

CáNTICo 1P.2: más no podía hacer por nosotros.


Nuestra gratitud y nuestro compromiso es la respues-
ta que debemos darle.

CáNTICo AP.19: Lancemos al viento nuestra invi-


tación para que la recojan todos: Dios es grande y lo
ha manifestado. Y desde su grandeza se acerca a
nosotros con un amor sin medida. Alegrémonos.

para la oración:
SALmo 109: Un solista inicia la primera y la terce-
ra estrofa y el grupo contesta con el resto de cada
estrofa.

SALmo 113 B: La estrofa primera todos, y conti-


núa un solista con las tres siguientes. La quinta y la
sexta todo el grupo, y termina el solista con la sépti-
ma. Todos el Gloria.

CáNTICo 1P.2: proclamado al unísono con fondo


musical suave.

CáNTICo AP.19: Cantarlo todo. o lo proclama un


solista y todos contestan con el aleluya.

para la reflexión:
. "Siéntate a mi derecha..."
. "Nuestras bendiciones al Señor ahora y por siem-
pre.... "
. "Sus heridas nos han curado..."
. "Alegrémonos, gocemos y démosle gracias..."

79
2ª Semana

oración de la mañana lunes II

SALMO 41: es todo un grito que expresa el


deseo y la necesidad de Dios.

Todos los humanos somos seres profunda y radi-


calmente necesitados. Vamos viviendo nuestra vida
con las manos abiertas, siempre mendigando, bus-
cando… todo eso que necesitamos. Podíamos definir-
nos como "los mendigos de la vida".
Pero sobre todo, somos los "mendigos de Dios".
Esa es nuestra gran necesidad. De ahí, esa ansia irre-
frenable que todos llevamos dentro. En el fondo,
todos buscamos a Dios. El es quien ha sembrado en
nuestra entraña, esa necesidad.
Nuestra vocación es una respuesta y un compro-
miso a esa necesidad. Hemos descubierto el verdade-
ro sentido de la vida y nos hemos comprometido a
vivirlo con todas las consecuencias.
En este salmo 41, lo vamos a proclamar: "como
busca la sierva corrientes de agua, así te busco a ti,
Dios mío"… tengo sed del Dios "vivo". Esta es la única
forma de vivir, los que nos llamamos los "mendigos
de Dios".
Y es también la única forma de dar una respuesta
a nuestro mundo, con el que nos hemos comprome-
tido: "¿Dónde está tu Dios?".
Consciente o inconscientemente, esa es la pregun-
ta que se nos hace y que espera una respuesta.
mendigos de Dios… buscadores de Dios… y mani-
festadores de Dios. Esa es nuestra vocación y esa es
nuestra misión.

Señor, no lo podemos ocultar. Por más que a


veces intentemos disimularlo buscando nuestras
compensaciones. Tú eres la gran necesidad de
nuestra vida.
Y es que tú mismo has sembrado en nosotros esa
necesidad, que nos hace gritar ya desde el comien-
zo del día: "como busca la sierva sedienta el
agua…así te busco yo a ti…", sabemos que no pode-
mos prescindir de ti.
Gracias por habernos creado así. Y perdón por las
veces que no te hemos respondido y hemos inten-
tado ahogar esa necesidad. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

80
2ª Semana

oración de la mañana lunes II

CÁNTICO Sir 36, 1 -7: es una suplica en favor


de la ciudad santa.

Comenzar un nuevo día, conscientes de que Dios


es lo más importante en nuestra vida, es el único
modo de comenzarlo correctamente. Y la respuesta a
nuestra vocación, es también la respuesta a esa gran
realidad.
Comenzaremos este cántico con una palabra
clave: "sálvanos". Es decir: somos conscientes de
que te necesitamos…y que de ti lo esperamos todo.
Somos la nueva Jerusalén donde Dios reposa y se
manifiesta, el nuevo pueblo que lleva su nombre, los
escogidos para hacer presente y manifiesto el reino
de Dios. Desde el modo de vivir nuestra vida estamos
anunciando quién es Dios… cómo es Dios…dónde está
Dios. Con nuestro modo de vivir, estamos definiendo
a Dios.
Nuestra responsabilidad es grande. Podemos
hacer una gran labor o defraudar a Dios y a los her-
manos, que nos necesitan.
Dios quiere renovar sus prodigios, repetir sus por-
tentos. Pero siempre condicionado por nuestra vida.
Que la proclamación de este cántico, al comenzar el
día, nos despierte y nos comprometa en nuestro
modo de vivir.
Que a través de nuestra vida, estemos proclaman-
do que "no hay otro Dios fuera de ti" y lo confirma-
mos con la palabra de cada una de nuestras acciones.

Señor, es todo nuestro ser el que te grita: "sálva-


nos". Y es que te necesitamos. Nuestra vida sin ti,
no tiene sentido. Lo sabemos, pero no siempre lo
vivimos.
Al comenzar este día, nos abrimos a tú perdón,
nosotros, los que llevamos tu nombre, los escogi-
dos para hacerte presente en nuestro mundo. Y
continuaremos gritando una vez más "sálvanos",
desde el modo de vivir nuestra vida. Tú que vives
por los siglos de los siglos.

81
2ª Semana

oración de la mañana lunes II

SALMO 18 A: es un himno al Dios creador del


universo.

En el fondo, nuestra vocación es de contemplati-


vos: Saber descubrir a Dios en todas sus obras. Ellas
son la palabra silenciosa que nos habla de él, de su
sabiduría, de su grandeza, de su amor… de su cerca-
nía.
Cada una de las criaturas que existen, no nos
hablan en lengua extranjera, desconocida… Siempre
nos hablan en nuestra propia lengua, la que aprendi-
mos de la fe de nuestros padres. Lo que necesitamos
es, escucharla, dejarnos sensibilizar por cada una de
sus palabras, y así descubrir, cada día más, y mejor,
la realidad de Dios.
Nos ha tocado vivir en una época, consumista,
materialista… que intenta sacarnos fuera de nosotros
mismos, y no dejarnos vivir la vida como realmente
es.
Por otra parte, la actividad nos desborda. Nos cre-
emos más eficaces cuando hacemos más cosas. Y
descuidamos la actividad que da la verdadera eficacia
a todo nuestro hacer: la actividad de Dios que empa-
pe todo nuestro hacer.
Que durante todo este día que estamos comen-
zando, nos resuene el mensaje de este salmo, que
vamos a proclamar.

Señor, queremos decirte en los comienzos de


este día: "que admirable es tú nombre en toda la
tierra". Y de verdad que eres admirable. Basta con-
templar cualquiera de tus obras, para que no sal-
gamos de nuestro asombro, al ver lo que nos dices
por medio de ellas.
No queremos pasar por la vida con solo mirar, sin
ver. Queremos mirar para ver. Así iremos descu-
briéndote y continuaremos dando profundidad a
nuestra vida. Tú que vives por los siglos de los
siglos.

82
2ª Semana

oración de la mañana lunes II

ambientación breve:
SALmo 41: Somos los sedientos de Dios. Sólo él
puede calmar nuestra sed. Comencemos este día
como ciervos sedientos que corren hacia la fuente.
Dios mismo es nuestra agua.

CáNTICo SIR.36: Somos el nuevo pueblo que


lleva el nombre de Dios. Que hoy, como ayer le diga-
mos "sálvanos… muéstranos tu gloria" para que todos
reconozcan en nosotros, que no hay "otro Dios fuera
de ti".

SALmo 18 A: Todas las criaturas son una palabra


silenciosa que nos invitan a reconocer a Dios, a admi-
rarle, a alabarle y a agradecerle sus bondades
Hagamos nuestra esa invitación.

para la oración:
SALmo 41: Cantar la primera estrofa al principio y
al final, y proclamar espontáneamente cada una de
las estrofas.

CáNTICo SIR 36: Proclamado al unísono.

SALmo 18 A: Puede ser cantado, ó proclamado a


dos coros.

para la reflexión:
. "Tiene sed de Dios, del Dios vivo..."
. "Renueva los prodigios, repite los portentos...
. "A toda la tierra alcanza su pregón..."

83
2ª Semana

oración de la tarde lunes II

SALMO 44, I: es un poema de amor, a un Dios


amor.

Dios es un enamorado de cada uno de nosotros.


En este salmo 44, con expresiones profundas e ínti-
mas, nos manifiesta su relación de amor. Y es que el
verdadero amante sabe escoger palabras, llenarlas
de sentido, para comunicarse con aquel a quien ama.
Cada uno de nosotros, es un seducido por Dios.
Nuestra vocación es una respuesta de amor a esa
seducción. "Somos los ungidos con aceite de júbilo…"
y "nuestros vestidos huelen a mirra, a aloe…"
Vamos a terminar un día más de nuestra vida.
Seguro que a lo largo de todas sus horas, hemos
experimentado que Dios nos ama de verdad. Lo
hemos comprobado en la oración de la mañana… en
la Eucaristía… en la convivencia con los hermanos…
en nuestros momentos más íntimos:"el Señor te ben-
dice eternamente".
Nuestra comunidad, debe reflejar, constantemen-
te, que somos un grupo de enamorados de Dios y de
nuestros hermanos. Es el testimonio que espera
nuestro mundo, dividido por las guerras, los odios,
los egoísmos…
Nuestra vocación es una respuesta de amor, al
Amor.
Que sea verdad “Hemos conocido el amor. Hemos
puesto en él nuestro ideal”. Ideal que vivimos y que
manifestamos, para que “el mundo se renueve”.

Señor, nos llena de alegría, saber que estás ena-


morado de nosotros. Pero si te somos sinceros, esa
verdad no acaba de calar hasta lo más íntimo de
nuestra vida. No terminamos de dar unidad a lo
que sabemos con lo que vivimos. Esta tarde nos lo
has recordado a fin de que reflexionemos demos
profundidad a nuestra vida, y nos dejemos empa-
par por la caricia de tu amor.
Te queremos manifestar, nuestra sincera disposi-
ción frente a ti, aunque a veces te fallemos.
Sabemos que tu amor de Padre nos comprende y
nos perdona siempre. Tú que vives por los siglos
de los siglos.

84
2ª Semana

oración de la tarde lunes II

SALMO 44, II: sigue el poema de amor,


fecundo, sin fronteras.

Fruto de un amor, hemos recibido una llamada que


nos exige dejar nuestra casa, nuestro pueblo, nues-
tra familia… Es un quedarnos vacíos, para llenarnos
con mayor plenitud. Es él quien va a llenar nuestra
existencia. Y con nosotros va a fundar la gran familia
de los hijos de Dios. Nos hará fecundos con una
nueva fecundidad: nuestra fraternidad no tendrá
fronteras de ninguna clase. Nuestra casa será el
mundo. Nuestra familia, todos los humanos. Nuestro
pueblo, todos los pueblos.
Esta es nuestra vocación, y este es nuestro desti-
no. Nuestro paso por este mundo, tendrá su fin. Pero
seguiremos permaneciendo indefinidamente por
generaciones y generaciones desde el testimonio de
nuestras vidas. "Quiero hacer memorable tu nom-
bre", es el plan de Dios sobre cada uno de nosotros.
Es más: "los pueblos te alabarán por los siglos de los
siglos", porque tu fecundidad no está fundada en la
sangre sino en el Espíritu.
Por nuestra vocación no renunciamos a nuestra
necesidad de vivir en familia. Todo lo contrario.
Descubrimos esa necesidad y nos comprometemos a
vivirla a niveles tan profundos, que nuestra familia
será una familia siempre abierta.

Señor, gracias porque nos has llamado a formar


parte de una gran familia: toda la familia humana
es nuestra familia. Llamada que nos exige una res-
puesta comprometida. Somos los que debemos
hacerte presente en nuestro mundo para conseguir
que todos te reconozcan como Padre.
Te has volcado sobre nosotros, para que por el
testimonio de nuestra vida, todos descubran quién
eres tú y cómo eres tú.
Queremos ser fieles a tu llamada y a tu entrega.
A ti que vives por los siglos de los siglos.

85
2ª Semana

oración de la tarde lunes II

CÁNTICO Ef. 1, 3-10: hemos sido bendecidos


en Cristo, con toda clase de bendiciones.

más no podíamos esperar de Dios nuestro Padre.


Se ha volcado totalmente en la persona de Cristo,
para volcarse en nosotros desde él y en él, y así
hacernos hijos en el Hijo.
En Cristo nos ha manifestado su plan maravilloso
sobre cada uno de nosotros: el mismo Cristo es su
plan, el proyecto que tienen pensado realizar.
Proyecto pensado desde siempre, antes de crear el
mundo. Proyecto gratuito, fruto de su amor sin lími-
tes. Antes que existiéramos, sin que hubiéramos
hecho nada por nuestra parte, él, desde su generosi-
dad, por pura iniciativa suya… lo ha trazado y está
dispuesto a realizarlo, si no se lo impedimos.
Proyecto con todas las garantías. Dios no se volverá
a atrás. La misma persona de Cristo es la firma que
lo acredita.
Es justo que al proclamar este cántico rebosemos
de alegría y de agradecimiento. De alegría, porque no
podía hacer mayor prodigio en favor nuestro: hacer-
nos hijos suyos. Y de agradecimiento, porque un
gesto de amor tan grande no debe chocar en frío.
En verdad podemos exclamar entusiasmados:
"somos importantes para Dios".

Señor, queremos llamarte con una palabra que te


define totalmente: PADRE. No se nos hubiera ocu-
rrido a nosotros. Hubiera sido todo un atrevimien-
to. Pero, desde tu amor que no conoce limites, se
te ha ocurrido a ti.
Has querido hacernos hijos tuyos. Por eso, con
toda verdad, podemos llamarte PADRE.
Asombrados te decimos que no podías hacer más
por nosotros: pobres criaturas con un destino
insospechado: HIJOS DE DIOS.
Gracias Padre y que tus hijos no te defraudemos,
a ti que vives por los siglos de los siglos.

86
2ª Semana

oración de la tarde lunes II

ambientación breve:
SALmo 44, I: Dios es amor y sus relaciones con
nosotros son desde el amor. Nuestra vocación es una
respuesta a ese Dios que nos ha seducido. Somos los
seducidos por Dios, desde su amor.

SALmo 44, II: Porque nos ha seducido lo hemos


dejado todo, para testimoniar que solo Dios basta. Y
así hemos programado toda nuestra vida. No hemos
sido llamados a la esterilidad, sino a la "fecundidad".

CáNTICo EF. 1: Llenos de alegría bendigamos a


Dios: no podía darnos mejor bendición, nos ha ben-
decido en Cristo, haciéndonos partícipes de su misma
vida: hijos en el Hijo.

para la oración:
SALmo 44, I: Es proclamado forma responsorial:
el grupo proclama las estrofas y un solista contesta
con "El Señor te ha bendecido eternamente..."

SALmo 44, II: Es proclamado forma responsorial:


el grupo proclama las estrofas y un solista contesta
con "Que llega el esposo, salid a recibirlo..."

CáNTICo EF. 1: Proclamado despacio, por todo el


grupo con un fondo musical suave.

para la reflexión:
. "El Señor te bendice eternamente..."
. "Quiero hacer memorable tu nombre..."
. "Nos eligió ...para ser santos..."

87
2ª Semana

oración de la mañana martes II

SALMO 42: es una lamentación individual,


pidiendo auxilio.

Comenzamos el nuevo día, sintiendo y proclaman-


do, una vez más, la realidad de nuestra vida: necesi-
tamos a Dios, para vivir, y para enfrentarnos a pro-
blemas y situaciones difíciles, que solos no podemos
superar.
Por eso, el grito de nuestra oración:… "sálvame…
defiéndeme…. Envíame tu luz y tu verdad…"
Comenzar el día con esta actitud, es el mejor
modo de facilitar a Dios su acción sobre cada uno de
nosotros. Y es que sólo desde una actitud de apertu-
ra, de disponibilidad, por nuestra parte, es como Dios
puede entrar en nuestra vida. Nos respeta tanto, que
nunca nos forzará ni violentará. Sencillamente se nos
ofrecerá. De nosotros depende lo demás.
Con sinceridad… con verdad… dialoguemos con él,
esta mañana… y manifestémosle que nos "salve… nos
defienda…"
De hecho, Dios siempre "es nuestro protector, el
que hace suya nuestra causa". Por eso no tiene sen-
tido el que "andemos sombríos, cuando nos hosti-
guen nuestros enemigos". Siempre podremos procla-
mar "que yo me acerque al Dios de mi alegría".

Señor, tu ayuda es algo que nos es imprescindi-


ble. Cuando intentamos prescindir de ti, entonces
caemos en la cuenta de que nos estamos equivo-
cando.
Reconocemos que más de una vez hemos caído
en esta equivocación. Hoy te manifestamos nues-
tro arrepentimiento y también nuestro deseo de
ser consecuentes y coherentes contigo. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

88
2ª Semana

oración de la mañana martes II

CÁNTICO Is. 38: es una invitación a asumir la


realidad de la otra vida.

Seguro de que en nuestra vida hemos tenido


momentos felices que recordamos con cierta nostal-
gia: nuestra niñez… nuestra infancia… nuestros pri-
meros años de Vida Religiosa… y otros muchos, que
recordemos en este momento.
Pero seguro, también, que hemos pasado momen-
tos duros, difíciles… en los que tal vez hemos llorado
lágrimas de sangre… lágrimas muy amargas.
Pero esa es, la realidad de la vida: ni todos los
momentos son felices… ni todos son tristes. La vamos
viviendo y amasando con esas dos realidades.
Este cántico de Is. es una invitación a concienciar
y a asumir, con madurez, la realidad de la vida huma-
na. Pero sobre todo, una gozosa invitación a no
dejarnos aplastar por los problemas y dificultades
que vayamos encontrando. Siempre abiertos a la
esperanza… a una luz que iluminará nuestra tiniebla:
Esa esperanza y esa luz, es la fuerza y la presencia
de Dios. Nunca luchamos solos. En medio de nuestras
luchas, está metido él: por eso la lógica de nuestro
grito: "Señor, que me oprimen… sal fiador por mí"…
SALVAmE… ayúdame….

Señor, nuestra vida se desarrolla entre luces y


sombras, entre momentos fáciles y momentos no
tan fáciles. Quisiéramos descubrir que tú no eres el
"ausente" en ninguno de esos momentos. Tú estás
en medio. Nunca nos dejas solos… a la intemperie.
Y así, no nos desanimaremos ni perderemos la
esperanza.
Señor, luz en nuestras sombras… confiamos en
ti, que vives por los siglos de los siglos.

89
2ª Semana

oración de la mañana martes II

SALMO 64: es un himno que canta la acción


gratuita de Dios.

Descubrir… caer en cuenta de lo que supone Dios


en nuestra vida, es un gran descubrimiento. Así como
es una gran tristeza pasar por la vida ciegos, ante
realidades tan maravillosas.
Este salmo 64, nos invita insistentemente a VER…
y a AGRADECER.
Toda la creación es un gran regalo de Dios a los
humanos: la firmeza de los montes… el mar con sus
olas… la belleza de los valles… el verdor de las prade-
ras... y desde esta visión alzarse con un canto de ala-
banza a AQUEL que ha creado todas esas cosas pen-
sando en servir… amar... agradar a los seres huma-
nos, con la variedad y belleza de la creación.
Desde este salmo 64 demos una respuesta de
amor y de gratitud a quien todo lo ha preparado para
nuestro bien.
El "merece un himno en Sión" porque siempre
"escucha nuestras suplicas". Todo "mortal que acude
a él, es perdonado". "Sus signos sobrecogen a todos
los habitantes".
Toda la tierra es objeto de la acción de Dios: "la
riega, la deja mullida, bendice sus brotes, abundan
los pastos, las praderas se cubren de rebaños…" Y
todo "aclama y canta" las maravillas del Señor.
En nuestra oración de esta mañana, seamos nos-
otros los cantores de Dios.

Señor, tú mereces el mejor de los cánticos… y la


mejor de las melodías que proclamen quién eres
tú… cómo eres tú… y cómo son todas tus obras.
Que nuestras vidas sean ese cántico y esa melo-
día viva, que puedan oír todas las gentes y se unan
a nosotros para que juntos, podamos cantarte el
gran cántico y la gran melodía de la creación. Te lo
mereces. Tú que vives por los siglos de los siglos.

90
2ª Semana

oración de la mañana martes II

ambientación breve:
SALmo 42: Descubrir a Dios "como el Dios de
nuestra alegría" es todo un reto para nuestra vida.
Que nos acerquemos a él al son de nuestra cítara
bien templada. Nada de angustias y congojas frente
a Dios.

CáNTICo IS. 38: No todo es fácil en la vida. Pero


no nos dejemos aplastar por las dificultades. Dios
siempre es nuestra fuerza. Confiemos y dejémosle
actuar. Con él, es segura la victoria.

SALmo 64: Gratitud debiera ser nuestro himno


permanente. Dios siempre se nos manifiesta solícito
de nuestro bien. Saber descubrirlo es una exigencia y
una responsabilidad.

para la oración:
SALmo 42: Cantar al principio y al final "vamos
cantando al Señor...." y proclamar espontáneamente
todas las estrofas.

CáNTICo IS. 38: Es proclamado por dos solistas y


canta el grupo cada dos estrofas: "Protégeme Dios
mío, me refugio en ti.."

SALmo 64: Se puede cantar todo ó cada tres


estrofas, proclamadas por el grupo, cantar la prime-
ra.

para la reflexión:
. "Tú eres mi Dios y protector..."
. "Sálvanos, Señor, y tocaremos nuestras arpas..."
. "Los habitantes se sobrecogen ante tus signos..."

91
2ª Semana

oración de la tarde martes II

SALMO 48, I: poema sapiencial sobre la vani-


dad de las riquezas.

En la valoración de las realidades temporales,


nuestros sentidos, nos pueden jugar una mala parti-
da. Es nuestra razón la que tiene que guiarnos.
Como humanos necesitamos los bienes materiales
para el desarrollo de nuestra vida, es cierto. Pero el
peligro está en que de la necesidad, hagamos una
sujeción ó una esclavitud, y estemos al servicio de lo
material. Nacidos para ser dueños de las cosas, pode-
mos convertirnos en esclavos de ellas
Este salmo 48 nos pone en vela y nos invita a la
reflexión: "oíd esto… escuchadlo todos…". No confiéis
en la opulencia… no os jactéis de vuestras riquezas…
porque en la hora de la muerte, todo tenéis que
dejarlo"…
De hecho, nosotros, hemos tomado una postura
clara ante los bienes de este mundo. Por el compro-
miso de vivir en pobreza, hemos manifestado nues-
tra actitud ante las cosas: las utilizaremos, pero no
nos dejaremos esclavizar por ellas. Y hemos puesto
nuestra riqueza, en la riqueza verdadera de todo ser
humano: Dios.
Pero ante una sociedad consumista, materialista,
tenemos el peligro de dejarnos influir. Estemos en
guardia.

Señor, tú has puesto a nuestra disposición todo lo


que necesitamos para vivir. Todas las realidades
temporales están a nuestro servicio. Pero somos
conscientes de que podemos invertir el orden que
tú sabiamente has establecido, y estar al servicio
de las cosas, y hacer de nuestra vida, una lucha por
tener y tener, olvidando que tú eres nuestra verda-
dera riqueza.
Señor, que seamos sensatos y valoremos todo en
su justa medida. Tú que vives por los siglos de los
siglos.

92
2ª Semana

oración de la tarde martes II

SALMO 48, II: poema sapiencial sobre el des-


tino de los necios.

En este mundo, aparentemente, parece que los


que triunfan, los que valen… son los poderosos, los
que tienen. Y los sencillos, los humildes, los pobres…
no tienen nada que hacer. Ese es el criterio de nues-
tra sociedad, materialista y consumista.
En teoría, nosotros, no juzgamos las cosas así. Por
nuestra profesión hemos adoptado el compromiso de
estar al lado de los pobres, de los que sufren, de los
que no tienen nada. Nos hemos comprometido a
hacer presente al Jesús, que se acercaba a todos,
especialmente a los más necesitados.
Esta segunda parte del salmo 48, es una clara
descripción del destino de quienes se dejan llevar del
atractivo del "tener": …"son un rebaño para el abis-
mo… se desvanece su figura… son como un animal
que perece... cuando mueran no se llevarán nada…".
Sin embargo, a nosotros, los que hemos adoptado
una postura inteligente ante las riquezas, si somos
consecuentes de verdad… "Dios nos salva… nos saca
de las garras del abismo…"
ojalá no fallemos en nuestros principios, para que
nuestro testimonio, haga recapacitar a quienes hacen
de su vida una lucha por tener y más tener.

Señor, somos conscientes del peligro que entra-


ña la utilización de los bienes materiales. Nos pue-
den cegar y que hagamos de unos medios, nuestro
fin.
Tú has iluminado nuestra vida y nos has hecho
comprender, la verdadera postura que debemos
adoptar. Que no nos desviemos. Y que nuestro tes-
timonio sea una llamada para tantos hermanos
nuestros obcecados por el tener. Tú que vives por
los siglos de los siglos.

93
2ª Semana

oración de la tarde martes II

CÁNTICO AP. 4,11: cántico de los redimidos a


su Redentor.

Dentro de la vivencia de nuestra vida cristiana,


está la gran experiencia de sentirnos redimidos. De
sentir que ha habido "alguien" que se lo ha jugado
todo por nosotros, y nos ha sumergido en él, para
comunicarnos su misma vida e ir transformándonos…
cristificándonos… deificándonos... siempre desde el
profundo respeto a nuestra identidad.
Por eso, es justo que se lo agradezcamos, que le
glorifiquemos, que nos alegremos de su grandeza y
de su poder. Que toda nuestra vida sea un canto de
gratitud, por la obra tan maravillosa que ha realizado
en favor de hombres de toda raza, lengua, pueblo y
nación. Ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes,
de reyes, y de profetas. Es decir, de humanos con la
asombrosa capacidad de convertirse en hijos de Dios:
humanos pero divinizados.
Que la proclamación de este cántico, nos llene de
alegría, y provoque en todos y en cada uno, el com-
promiso de vivir en profundidad nuestra vida cristia-
na.
Y es que no hemos sido redimidos de cualquier
manera. El precio de nuestra redención "no ha sido ni
oro ni plata". Hemos sido pagados con la moneda de
Dios mismo. Su sangre, ese ha sido nuestro precio.
"Con tu sangre nos compraste para Dios".
Es justo, pues, que proclamemos que "es digno de
recibir la gloria, el honor, el poder, y la alabanza" de
todos los humanos.

Cristo, nuestro hermano, nuestra vida, nuestro


TODO: gracias por tu entrega, por tu desinterés…
por tu amor. No dudaste en llevar hasta el extremo
tus manifestaciones de amor hacia nosotros.
Nuestra respuesta es la mejor alabanza que
podemos dirigirte. Pero somos conscientes de
nuestros fallos, de nuestros olvidos, de nuestras
rutinas. Un "perdónanos" sincero es lo que te deci-
mos esta tarde. A ti que vives por los siglos de los
siglos.

94
2ª Semana

oración de la tarde martes II

ambientación breve:
SALmo 48, I: Como humanos, la necesidad de lo
material, nos puede ofuscar y hacernos perder de
vista otros valores más fundamentales. Los medios
son medios y nada más. No pararnos en ellos.

SALmo 48, II: Los criterios de una sociedad con-


sumista y materialista nos pueden despistar.
Tengamos una postura inteligente y realista ante las
cosas materiales y demos testimonio de ello a nues-
tro mundo.

CáNTICo AP. 4, 11: Una realidad que está ahí: no


se desdeñó de acercarse a nosotros, y con su muer-
te decirnos la gran palabra de amor. Es justo que le
admiremos, le felicitemos y se lo agradezcamos.

para la oración:
SALmo 48, I: Proclama un solista las dos primeras
estrofas y se canta "Tu Palabra me da vida....Y sigue
el grupo proclamando el resto del salmo.

SALmo 48, II: Todo él es proclamado por un solis-


ta.

CáNTICo AP. 4: Proclamado despacio por todo el


grupo.

para la reflexión:
. "Serán muy sensatas mis reflexiones..."
. "Pero a mí, Dios me salva..."
. "Compraste con tu sangre hombres de toda
raza..."

95
2ª Semana

oración de la mañana miércoles II

SALMO 76: es una lamentación individual de


añoranza de un pasado.

Nos ha tocado vivir en una época de cambio… de


profundas transformaciones en todos los sectores de
la sociedad: políticos, económicos, sociales, ideológi-
cos… etc, etc… con una repercusión muy honda en el
sector "religioso"… y concretamente en la Vida
Religiosa. Y por más que nos empeñemos, no somos
ajenos a las influencias de estos cambios. Nos están
influyendo.
Y todo cambio nos cuestiona… es más, nos proble-
matiza en los principios que creemos ó creíamos
inconmovibles y seguros: "es que el Señor nos recha-
za… se ha agotado su misericordia… se ha terminado
su promesa… se ha olvidado de su bondad…".
"Recuerdo tiempos antiguos…".
Todo esto trasladado a nuestro ahora: "qué ha
pasado de aquello… y de aquello otro… qué sentido
tiene mi vida actual… qué será de mi
Congregación…". Toda una serie de interrogantes que
nos tambalean y nos llenan de inquietud.
El mismo salmo, nos invita a la confianza… a la
esperanza: "Señor, tus caminos son santos… hacien-
do maravillas, mostrarte tu poder… rescataste a tu
pueblo…" tormentas… rayos… truenos… Pero tú, te
abriste camino… mientras guiabas a tu pueblo…". Hoy
se cumple entre nosotros el mensaje de este salmo
76. Que se cambie nuestro pesimismo en optimismo:
seamos profetas de ESPERANZA.

Señor, desde las realidades que vemos, y que


estamos viviendo, a veces nos invade el desaliento
y la desesperanza. Se nos plantean interrogantes a
los cuales no encontramos una respuesta satisfac-
toria, desde nuestros razonamientos.
Pero queremos abrirnos a la "esperanza" que
eres tú, apoyados en tu palabra. Tú no nos puedes
fallar. Aunque nos parezca que todo se hunde a
nuestros pies, confiados en ti, seguiremos en la
lucha y sembraremos esperanza, entre los deses-
peranzados.
"Es hora de ser ESPERANZA". Tú que vives por
los siglos de los siglos.

96
2ª Semana

oración de la mañana miércoles II

CÁNTICO 1ª Sm. 2: es un cántico cargado de


esperanza en el poder del Señor.

Necesitamos profetas de esperanza, mensajeros


que nos alienten en nuestros desalientos.
Este cántico de Samuel, está empapado de un
optimismo alentador: "los cobardes se hacen valien-
tes… los hambrientos engordan… la mujer estéril es
madre de muchos hijos… el Señor ayuda al desvali-
do… saca de entre las basuras al pobre… guarda a sus
amigos…" Por eso… "mi corazón se regocija… mi
poder se exalta de gozo con tu salvación… no hay
nadie como el Señor…".
Comenzar el día abiertos a la acción de Dios es
comenzarlo esperanzados y alentados ante posibles
sorpresas, que nos puedan venir.
Ser luchadores… valientes… decididos… siempre
seguros de que estamos respaldados en nuestras
luchas por la fuerza del ESPIRITU: "El hombre no
triunfa por su fuerza… Pero el Señor da fuerza a su
Rey, exalta el poder de su Ungido". Abrámonos a la
esperanza. Cierto que nuestras fuerzas son limitadas.
Pero la fuerza del Señor, no tiene límites. Y él es
nuestra fuerza, nuestra roca, nuestra salvación.
Sembremos… no nos preocupemos por la recolec-
ción del fruto. Alguien lo recogerá. Disfrutemos de la
alegría de la siembra.

Señor, queremos compartir contigo la alegría que


sentimos por tu cercanía en nuestras vidas. Aunque
a veces nos invada el desaliento, sabemos que tú
estás presente en nuestros caminos, en nuestras
luchas, en nuestros triunfos y… también en nues-
tras derrotas. Por eso nos sentimos alegres y que-
remos seguir en la lucha.
Nuestro mundo nos necesita así: luchadores que
contagien con su esfuerzo en la lucha por un
mundo mejor: lleno de paz…de alegría…de liber-
tad…de felicidad…de fraternidad… lleno de Dios.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

97
2ª Semana

oración de la mañana miércoles II

SALMO 96: es un himno que proclama la


grandeza del Señor.

La presencia del Señor lo cambia todo. Por eso


"alegraos justos con el Señor… celebrad su santo
nombre".
Por más que nos empeñemos no podemos cons-
truir un mundo marginando ó arrinconando a Dios. El
intento de "matar a Dios", es nuestro propio suicidio.
"Los que adoran estatuas sin vida... muertas… los
que construyen sus propios ídolos… viven el sonrojo…
la frustración de su existencia, viven una vida sin
sentido... vacía… alienante… sin más perspectivas
que la tristeza de su muerte".
Por el contrario, cuando Dios es el centro de nues-
tra vida, y ocupa el puesto que él y nosotros necesi-
tamos que ocupe… todo cambia, todo es distinto:
"amanece la luz para el justo y la alegría para los rec-
tos de corazón".
Que nuestros convencimientos de estas realida-
des, no se nos queden tan sólo en la cabeza. Que
bajen hasta los pies, y los hagamos vida de nuestras
vidas: "el valor de una idea, reside en que se haga
vida". Esta es la verdadera sabiduría que nos convier-
te en verdaderos sabios.

Señor, todo es distinto contemplado desde ti. Y


es que solamente desde ti, es desde donde tienen
sentido todas las cosas. No podemos arrinconarte,
ni marginarte porque estaríamos sufriendo un error
de perspectiva que nos llevaría a vivir en la menti-
ra, en el engaño… con todas las consecuencias que
eso supone: frustración… fracaso.
Queremos que tú seas el centro de nuestro vivir,
que tú tengas la última palabra en nuestras deci-
siones, que tu presencia aliente todos nuestros
momentos. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos.

98
2ª Semana

oración de la mañana miércoles II

ambientación breve:
SALmo 76: Desde un mundo que está sufriendo
profundas transformaciones, nos cuestionamos las
relaciones de Dios con nosotros. Confiemos: Dios
siempre es el mismo, siempre con nosotros, aunque
no lo sintamos.

CáNTICo 1ª SAmUEL: Ante tantas desesperanzas,


necesitamos sembrar esperanzas. El poder de Dios
no tiene límites. Dejémosle que lo ejerza y vivamos
la alegría de su presencia. El es la "esperanza"

SALmo 96: La presencia del Señor, es incuestiona-


ble. No podemos arrinconarle y menos intentar
matarle. Toda la creación es un anuncio permanente
de su cercanía. Alegrémonos y celebrémoslo.

para la oración:
SALmo 76: Un solista proclama la primera parte
hasta… tus hazañas.. .Y siguen todos al unísono
hasta al final, incluido el Gloria.

CáNTICo 1ª SAmUEL: De forma responsorial, can-


tar: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se ale-
gra mi espíritu en Dios mi Salvador". Lo canta un coro
y el otro va proclamando las distintas estrofas.

SALmo 96: Cantar al principio y al final "Tu reino


es vida, tu reino es verdad, venga a nosotros tu reino
Señor". Y se proclama todo a un solo coro.

para la reflexión:
. "¿Qué Dios es tan grande como nuestro Dios...?"
. "No hay roca como nuestro Dios..."
. "Todos los pueblos contemplan su gloria..."

99
2ª Semana

oración de la tarde miércoles II

SALMO 61: es una oración confiada al Señor.

Quizá han sido muchas las experiencias que


hemos tenido este día: unas pacificadoras y otras no
tanto. Toda oración, en concreto la de esta tarde, nos
invita a serenarnos, a recobrar nuestra paz.
Lo vamos a proclamar: "Sólo en Dios descansa mi
alma… él es mi roca… mi salvación… mi esperanza…"
"… desahogad ante él vuestro corazón…"
No importa que nos hayamos encontrado con per-
sonas, acontecimientos, situaciones que han intenta-
do turbarnos, hacernos perder la paz. Dios, nos esta-
ba esperando al declinar de esta tarde… en estos
momentos de oración… para decirnos cariñosamente:
ánimo… serénate… recupera tu paz… yo soy la paz…
déjame adentrarme en tu intimidad…
Que la proclamación de este salmo 61, nos facilite
el encuentro sincero con nosotros mismos, con nues-
tra situación presente, y con el Dios que nos espera.
Digámosle con verdad, desde dentro… "solo en ti des-
cansa mi alma… tú eres mi esperanza… mi roca… mi
alcázar…". Y nos sentiremos trasformados en lo pro-
fundo de nuestro ser. Y tendremos un descanso sere-
no, para que podamos comenzar un nuevo día, con la
alegría y el optimismo, de quien todo lo ve con ojos
nuevos.

Señor, es lo que necesito al terminar este día:


paz... tranquilidad… serenidad.
Después de tantas experiencias acumuladas
durante esta jornada que voy a concluir, estos
momentos contigo, de tú a tú, me traen lo que
estoy necesitando. Tú eres mi descanso, mi segu-
ridad, mi roca firme. Contigo, nada tengo que
temer. Tú me llenas de esa paz que yo necesito.
Gracias, Padre. A ti que vives por los siglos de los
siglos.

100
2ª Semana

oración de la tarde miércoles II

SALMO 66: es un canto de gratitud, extensi-


vo a todos los pueblos.

Son muchas las cosas que recibimos de los demás,


a lo largo del día. Y son muchas las personas que han
intervenido, para que tuviéramos todo lo que hemos
necesitado, para el adecuado desarrollo de nuestra
vida. Por eso terminar el día reconociéndolo y agra-
deciéndolo, es la mejor postura que podemos adop-
tar.
Estamos en oración. Y la oración es diálogo, es
comunicación entre dos: Dios y nosotros, nosotros y
Dios. El es quien a lo largo del día nos ha demostra-
do que nos ama. De él lo hemos recibido todo.
Una palabra de gratitud, a esta hora del día, es lo
más correcto que podemos hacer con Dios.
Es más: invitaremos a todos los pueblos, a todas
las gentes que se unan a nosotros: "que te alaben
todos los pueblos, que todos los pueblos te alaben"…
porque eres recto, porque eres justo… por todos los
frutos de la tierra que habitamos… porque es bendi-
ción sobre todos nosotros".
Quienes estamos aquí reunidos, somos cristianos
cualificados, que hemos adoptado un compromiso
concreto ante Dios: vivir nuestras relaciones con él
profunda y responsablemente.
Que este salmo 66, sea el trasfondo de toda nues-
tra vida.

Señor, lo deseamos de verdad: que todos los


pueblos, que todas las razas, que todos los huma-
nos te conozcan. Que lleguen a descubrir lo que de
verdad eres tú, y tu comportamiento con nosotros.
Somos conscientes de nuestra responsabilidad
ante ese cometido: es nuestra vida la que tiene
que hablarles de ti. Renovamos nuestro compro-
miso de hacerlo. Y "que todos los pueblos te ala-
ben". A ti que vives por los siglos de los siglos.

101
2ª Semana

oración de la tarde miércoles II

CÁNTICO Col. 1, 12: es un himno a Cristo pri-


mogénito entre todos los hermanos.

Tenemos muchos motivos para estar alegres y


agradecer a Dios, lo que él es en nuestra vida.
Este cántico que vamos a proclamar nos da moti-
vos para ello. "Damos gracias al Padre, porque ha
puesto en nosotros la capacidad de ser sus hijos". Y
esa capacidad la ha desarrollado al volcarse en
Cristo, para que en él, y desde él, nos vayamos
haciendo hijos en el Hijo.
Es un misterio que sobrepasa nuestras capacida-
des y que nunca hubiéramos soñado en ello. Pero la
bondad de Dios, su amor, que no conoce límites, ha
roto todas las barreras, y se ha acercado a nuestro
barro, para levantarlo a una categoría insospechada.
Y en Jesús nos ha abrazado y nos sigue abrazando,
para que su calor de Padre, caliente nuestro frío.
Noticias como esta, necesitamos, escuchar al ter-
minar un día, más ó menos ajetreado, que nos den
paz, tranquilidad… alegría.
Y estas noticias vienen a romper rutinarismos,
aburrimientos, vidas sin color, que nos impiden vivir
la vida como realmente debe ser.
En Cristo nuestro hermano hemos sido levantados
hasta el Padre. En Cristo nuestro hermano, el Padre
nos ha abrazado para siempre, con un abrazo de
amor que nunca interrumpirá. Siempre estamos sien-
do abrazados por el Padre en el Hijo.
Siempre el Padre nos está haciendo hijos suyos,
en el Hijo.

Señor, gracias. Es tonificante terminar un día y


poder caer en la cuenta de tus acciones para con
nosotros. Nada menos, que has querido acercarte a
nuestro barro y llenarlo de tu misma vida: hacer-
nos hijos en el Hijo.
Es una noticia que creemos, y que nos llena de
alegría, porque desde tu amor todo se puede expli-
car.
De nuevo te repetimos: ¡¡GRACIAS PADRE!!. A ti
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

102
2ª Semana

oración de la tarde miércoles II

ambientación breve:
SALmo 61: Seguro que hemos pasado por situa-
ciones, que tal vez, nos han hecho perder la calma.
Dios es calma, es serenidad. Arrojémonos en sus bra-
zos y entreguémonos al descanso de esta noche. Paz.

SALmo 66: Dios es bendición sobre todo y sobre


todos. Proclamemos nuestro deseo de que todos los
pueblos lo reconozcan y le alaben por sus relaciones
con nosotros.

CáNTICo CoL.: Son muchos los motivos que tene-


mos para vivir la alegría de lo que Dios es para con
nosotros. El principal, el habernos capacitado para
compartir con Cristo, su misma vida.

para la oración:
SALmo 61: Proclama un solista hasta "Dios es mi
refugio..." Y se canta estribillo "Junto a ti al caer de
la tarde". Y prosigue otro solista con la segunda
parte. Todos el Gloria.

SALmo 66: Se puede cantar todo. o un coro pro-


clama las estrofas, y el otro canta "oh Dios que te
alaben los pueblos..."

CáNTICo CoL.: Proclamado por todos, despacio, y


con un fondo musical suave

para la reflexión:
. "Lámpara es tu Palabra para mis pasos..."
. "me saciarás de gozo en tu presencia..."
. "Se despojó de su rango..."

103
2ª Semana

oración de la mañana jueves II

SALMO 79: es un cántico de acción de gracias


al Señor y un deseo de renovación.

Comenzamos un nuevo día. Y lo hacemos, abier-


tos a la acción de Dios para que transforme nuestras
vidas. Somos conscientes de que somos pobres, pro-
fundamente necesitados. Es él, el único que puede
salir a nuestro paso y enriquecernos con su riqueza.
Insistentemente, vamos a repetirle en este salmo:
"oH Dios, restáuranos que brille tu rostro y nos
salve". Con este sentido de apertura, podemos facili-
tar la acción de Dios. Quiere contar con nuestra cola-
boración, con nuestro dejarle hacer.
Somos la viña mimada que él mismo plantó, le
preparó el terreno para que echara raíces y diera
fruto abundante. Pero esta viña ha tenido sus cam-
bios. Ya no es la viña que era. Se ha quedado sin
"cerca", ha sido "saqueada"… ya no da fruto.
En el fondo, es una cariñosa recriminación para
cada uno de nosotros reunidos aquí, en esta mañana.
Y la mejor respuesta que podemos dar, es nuestra
súplica, cargada de humildad: "ven a visitar tu viña…
la que tú mismo plantaste e hiciste vigorosa…."
Convencidos de que no podemos marginar a Dios en
nuestra vida. Nos ha creado, nos mantiene en la exis-
tencia… y su intervención es una necesidad, de la que
no podemos prescindir.
El "ven a visitar a tu viña…" es el grito que tiene
que resonar constantemente dentro de nosotros,
como expresión de una necesidad vital, que no pode-
mos ahogar, sin sentirnos frustrados.

Señor, te necesitamos. Somos la viña que tú


plantaste y que hoy no da los frutos que esperabas.
"Ven a visitar a tu viña… restáuranos". Quisiéramos
que este fuera nuestro grito permanente, que
clame por ti. Es el único modo de vivir nuestra vida,
con el sentido que realmente tiene. "No nos aleja-
remos de ti, danos vida…".
Profesionales de la "vida", la necesitamos para
nosotros y para dar testimonio de ella ante nues-
tros hermanos. Tú que vives por los siglos de los
siglos.

104
2ª Semana

oración de la mañana jueves II

CÁNTICO Is. 12: es un himno de gratitud al


Dios salvador.

No podemos comenzar el día rutinariamente, de


cualquier manera. Ser conscientes de lo que supone
vivir, existir, es dar un tono alegre a nuestra vida.
El profeta nos invita a reconocer lo que es Dios
para cada uno de nosotros y a vivir bajo el signo de
la gratitud. "El Señor es mi Dios y Salvador… mi fuer-
za… mi poder… gritadle jubilosos: qué grande es… el
Santo de Israel"… "Dad gracias al Señor…".
Nuestra comunidad es un campo especial, donde
Dios se ha manifestado y sigue manifestándose de
una manera particular. No podemos cerrar los ojos
como si aquí no hubiera pasado nada. Tenemos que
reconocerlo, proclamarlo y agradecerlo. Es más:
nuestro modo de vivir debe ser una invitación para
cuantos nos contemplen, a fin de que descubran el
sentido de Dios: "Contad a los pueblos sus haza-
ñas..proclamad que su nombre es excelso..."
No olvidemos de que nuestra vocación es voca-
ción-misión: "elegidos para ser enviados… para que
el mundo crea". Respondemos cuando anunciamos.
No podemos separar las dos realidades: respuesta y
anuncio.
Con sinceridad proclamemos: "Dad gracias al
Señor, contad a los pueblos sus hazañas, proclamad
que su nombre es excelso".
Que el día que estamos comenzando nos abra a la
alegría de la gratitud.

Señor, reconocemos todo lo que tú eres en nues-


tra vida: salvación, fuerza, presencia. Podemos gri-
tar "jubilosos", qué grande eres. Nuestra gratitud
permanente es la respuesta que debemos darte.
Al mismo tiempo deseamos, que el grito de nues-
tra vida, invite a todos los pueblos a proclamar que
tú eres el único Dios y Salvador.
Que no te defraudemos, Señor, y que no nos
defraudemos. Tú que vives por los siglos de los
siglos.

105
2ª Semana

oración de la mañana jueves II

SALMO 80: Dios renueva su alianza con un


pueblo que le escucha

Por dos veces vamos a escuchar el deseo de Dios:


"ojalá me escuchase mi pueblo…"
Estamos en las primeras horas del día. Vamos a
entregarnos a nuestras ocupaciones. En medio de
ellas, no podemos prescindir de Dios, de su cercanía.
No podemos realizar nuestras obras como máquinas
que trabajan en frío. El sentido de Dios debe envol-
verlo todo.
"No tendrás un dios extraño". Y es que tenemos el
peligro de vivir un ateismo camuflado, aunque apa-
rentemente digamos que creemos en Dios. muchos
pueden ser nuestros dioses, ante los cuales nos pos-
tremos cada día. Reconocerlos y descubrirlos, debe
ser nuestra tarea.
Nuestro compromiso, hecho público fue: "Dios el
sentido de nuestra vida". Y dedicarnos a ello con
todas nuestras fuerzas, con todo nuestro ser. Y ade-
más de dedicarnos nosotros, invitar a todos: "acla-
mad a Dios nuestra fuerza… tocad panderos, trompe-
tas, cítaras y arpas…".
Caer en la cuenta de todas estas realidades al
comenzar el día, es la manera de que podamos rea-
lizarlas. De una oración verdadera deben salir com-
promisos verdaderos. Que no se pueda decir de nos-
otros: "pero mi pueblo no escuchó mi voz".

Señor, queremos que se cumplan en nosotros tus


deseos "ojalá me escuchase mi pueblo". En los
comienzos de este día nos abrimos a tu voz, para
que cambies nuestras vidas y nos vayas transfor-
mando.
Tú serás nuestro Dios y romperemos esos peque-
ños ídolos que obscurecen tu presencia. Queremos
que nuestras vidas sean una invitación para todos
nuestros hermanos a creer en ti y a amarte a ti,
que vives por los siglos de los siglos.

106
2ª Semana

oración de la mañana jueves II

ambientación breve:
SALmo 79: Somos los mimados de Dios, la viña
que él ha plantado. No siempre le hemos correspon-
dido. Insistentemente le vamos a decir que venga
visitar y restaurar esta viña, que venga a salvarnos.

CáNTICo IS. 12: A pesar de nuestros fallos, Dios


siempre está dispuesto al PERDoN. La gratitud y la
admiración hacia él, deben caracterizar nuestra vida:
"dad gracias… qué grande es en medio de ti…"

SALmo 80: Podemos caer en un ateismo camufla-


do, casi sin darnos cuenta. La voz del Señor nos
llama cariñosamente: "escucha pueblo mío… ojalá me
escuchases Israel…" Renunciemos a nuestros ídolos.
Abrámonos a Dios.

para la oración:
SALmo 79: Un solista proclama las estrofas y todo
el grupo contesta, donde corresponda, "oH Dios res-
táuranos, que brille tu rostro y nos salve".... ó su
equivalente, con un corto silencio.

CáNTICo IS. 12: Un solista proclama las dos pri-


meras estrofas, inclusive "Aquel día diréis" y el grupo
contesta con las dos restantes.

SALmo 80: Todo el grupo proclama las tres prime-


ras estrofas, y un solista,, despacio, desde "retiré sus
hombros…" hasta el final.

para la reflexión:
. "Ven a visitar a tu viña..."
. "mi fuerza y mi poder es el Señor..."
. "¡ojalá me escuchase mi pueblo..."

107
2ª Semana

oración de la tarde jueves II

SALMO 71, I: es una invitación a establecer la


paz y la justicia.

Las relaciones entre nosotros los humanos, no


siempre son como debieran ser: los egoísmos, las
envidias, la sed de venganzas… frecuentemente mar-
can nuestra vida.
Es Dios mismo, quien por medio de Jesús, se hace
presente en nuestro mundo para hablarnos de paz,
de amor… de fraternidad.
El sentido mesiánico de este salmo 71, nos invita
a restaurar, a restablecer… en nuestra sociedad
actual, tan rota por las guerras y los terrorismos, la
paz, la justicia, la libertad… el amor: "que los montes
traigan paz y los collados la justicia"… "que él defien-
da a los humildes socorra a los pobres… y quebrante
al explotador".
Una gran tarea nos espera. Nuestro esfuerzo tiene
que ser permanente por restablecer el equilibrio pací-
fico en este mundo, comenzando por los que están a
nuestro lado: aquellos con los que compartimos
nuestra vida diaria.
Todo cristiano, por el mero hecho de serlo, tiene
que sentir la necesidad de vivir la paz y sembrarla a
su alrededor.
Que hagamos realidad "que en nuestros días flo-
rezca la justicia y la paz". Ante un mundo en guerras
permanentes, es necesario que nuestra siembra de
paz sea un grito de protesta, que sea oído por todos
los que nos contemplen. Ello nos exigirá la vivencia
de nuestro compromiso de vivir en paz, para que
nuestro anuncio no sea una farsa.

Señor, tú has puesto dentro de nosotros, esta


necesidad de vivir la paz, y no siempre la vivimos.
Nuestros egoísmos nos traicionan. Queremos ser
sembradores de paz, de justicia, de amor. Nuestro
mundo lo necesita. Tenemos que salir al paso de
esa necesidad. Ese es el compromiso de un bautis-
mo responsable. No podemos dejarlo caer en el
vacío. Por ti, que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

108
2ª Semana

oración de la tarde jueves II

SALMO 71, II: es una oración en favor de los


pobres y oprimidos.

Los pobres, los indigentes, los afligidos, son quié-


nes pagan las consecuencias de un mundo injusto.
Por eso, es necesario que alguien escuche sus cla-
mores, y dé solución a sus problemas. Esa ha sido el
deseo de Dios al hacerse "enmanuel": llegar al cora-
zón de todos los hombres, para que se restablezca el
equilibrio, la justicia, la paz. "He sido enviado, nos
dirá Jesús, a los pobres, a los afligidos, para sanar,
curar…". "El librará al pobre… al afligido… se apiadará
del indigente, lo rescatará de la violencia…".
Los continuadores de la misión de Jesús, los que
nos hemos comprometido a re-presentarle hoy en
nuestro mundo, somos los que tenemos esta respon-
sabilidad con nuestros hermanos necesitados. No
responderles es una verdadera traición a Dios, a los
hermanos. y a nosotros mismos. Abrámonos a estos
clamores y respondamos.
Pero nuestra respuesta debe ser desde la coheren-
cia de nuestra vida: oyendo "los clamores de los
pobres, protegiendo a los afligidos, apiadándonos de
los indigentes, rompiendo toda violencia" y "seamos
bendición para todos los pueblos".
A eso hemos sido llamados por el que nos ha ele-
gido. Continuamos su misión siendo fieles a nuestra
vocación.

Señor Jesús, fuiste "enviado a los pobres, a los


afligidos que no tenían protector". Tú respondiste a
este envío hasta las últimas consecuencias. Por eso
te mataron.
Nosotros somos los continuadores de tu misión
en nuestro mundo actual. Nos comprometimos un
día, y nuestro compromiso no se puede perder en
el tiempo, queremos actualizarlo. A todos nuestros
hermanos, les decimos: contad con nosotros. Tú
que vives por los siglos de los siglos.

109
2ª Semana

oración de la tarde jueves II

CÁNTICO Ap. 11, 17-18: himno a la justicia y


misericordia de Dios.

Dios no se desentiende de nuestra historia. Está


metido en ella con todas las consecuencias. Desde
que decidió hacerse uno de tantos asumiendo nues-
tra humanidad, no cesa de intentar trasformar a
todos los humanos para que sigan construyendo un
mundo nuevo, destruyendo todas las fuerzas del mal.
Su intento es "establecer el reinado de Dios y la
potestad de su Cristo", como la gran necesidad que
todos llevamos muy dentro.
A este intento se han ido sumando multitud de
hombres y mujeres, que a lo largo de la historia, no
han dudado en derramar su sangre, para que el
Reinado de Dios, fuera una realidad en nuestro
mundo. Su muerte no ha sido una derrota, sino una
victoria, sobre el mal. Su testimonio sigue siendo un
grito silencioso contra todas las injusticias de nuestro
mundo.
En realidad, hoy, somos nosotros quienes con
nuestra vida, debemos de hacer presente la fuerza
del Resucitado, que transforme de raíz el mundo que
nos rodea.
Ante tantas injusticias que sufre nuestro mundo,
ante tantos seres humanos tratados como objetos,
nuestra vida tiene que gritar y protestar, hasta lograr
que "el reinado de nuestro Dios y la potestad de
Cristo se establezca". Por nuestra vocación, somos
"la voz de los sin voz", que no puede ni debe callar.

Señor, gracias por lo que eres, gracias por tú


acción misteriosa en nuestro mundo, en tu intento
de transformarlo y de hacerlo mas humano, más
solidario, mas fraternal. Deseamos que no triunfen
las fuerzas del mal: los egoísmos, los odios, las
venganzas, las guerras.
Con nuestro esfuerzo y nuestro testimonio, que-
remos denunciar valientemente, todo lo que va
contra la paz y contra al amor. Tú que vives y rei-
nas por los siglos de los siglos.

110
2ª Semana

oración de la tarde jueves II

ambientación breve:
SALmo 71, I: Ante nuestras tensiones y rivalida-
des, el Señor se nos presenta como el Dios de la paz,
de la justicia y del amor. Como cristianos esa es la
tarea que nos espera: sembradores de paz, justicia y
amor.

SALmo 71, II: Un mundo injusto actúa sobre los


más débiles. Es Dios quien sale en su defensa desde
nuestra colaboración: nos necesita y nos necesitan.
No podemos y no debemos negarnos.

CáNTICo AP. 11: Damos gracias a Dios por su


actuar en nuestra historia implantado su reino de paz
y de amor. muchos hombres y mujeres se han com-
prometido en esa tarea. Continuemos con ese com-
promiso.

para la oración:
SALmo 71, I: Cantarlo todo. o al principio, al
medio y al final, cantar el estribillo "tu reino es vida,
tu reino es…" y proclamarlo a dos coros

SALmo 71, II: Cantar al principio y al final el estri-


billo anterior y proclamarlo a dos coros.

CáNTICo AP. 11: Proclamado solemnemente por


todo el grupo con un fondo musical.

para la reflexión:
. "Que los montes traigan la paz..."
. "El único que hace maravillas..."
. "No amaron tanto la vida que temieran la muer-
te..."

111
2ª Semana

oración de la mañana viernes II

SALMO 50: es una llamada a la renovación


desde la alegría del encuentro.

Un viernes más del año, reunidos para la oración


de la mañana. Como viernes, seguro que nos vienen
al recuerdo los grandes acontecimientos que, un día
como hoy, sucedieron. Por eso también, en la liturgia
de hoy, directa e indirectamente se nos recordará.
En este salmo 50, lo primero que Dios pretende,
no es precisamente echarnos en cara nuestros fallos,
sino decirnos que sus brazos están siempre abiertos
para abrazarnos, si nosotros nos dejamos abrazar. La
sangre que fue derramada el primer viernes santo, es
la tinta con que fue escrita la página del perdón… del
abrazo.
Que la proclamación de este salmo, provoque en
nosotros sentimientos de paz, de perdón, de miseri-
cordia… de amor. Que la rutina, no nos lleve a dejar
pasar desapercibidas realidades que bien pensadas,
conmueven a cualquiera.
Nuestra comunidad es un grupo que debe estar
respondiendo a la llamada de Dios, que nos invita a
la conversión: "oH Dios crea en mí un corazón
puro..." "renuévame por dentro…"Así recuperaremos
"el gozo y la alegría"… "Devuélveme la alegría de tu
salvación"…
No es la tristeza del pecado la que tiene que
mover nuestra vida. Sino la alegría del perdón, del
Padre que siempre está dispuesto a derrochar mise-
ricordia con nosotros, a abrazarnos con cariño.

Señor, tú no eres el Dios del miedo, ni de la ven-


ganza, sino el Dios del amor, el Dios del perdón. No
quieres que vivamos tanto la tristeza de nuestro
pecado, cuanto la alegría y el gozo de tu perdón.
Que en el camino de nuestra conversión, sepa-
mos descubrir tu rostro de Padre, con los brazos
abiertos, siempre dispuesto a darnos el abrazo de
la misericordia y del amor. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

112
2ª Semana

oración de la mañana viernes II

CANTICO: Ha. 3: es una invitación a la sor-


presa ante las acciones de Dios.

Son muchas las obras de Dios que contemplamos


y admiramos. Y seguro que si las observamos dete-
nidamente, nos impresiona su variedad, su belleza…
la sabiduría que refleja cada una de ellas.
Pero la gran obra de Dios, la que de verdad nos
tiene que impactar y sorprender es su muerte en la
Cruz. Ante ella podemos exclamar con verdad:
"Señor,… me ha impresionado tu obra". Es la obra
cúlmen de Dios en favor nuestro. Imposible realizar
otra mayor. "Habiendo amado a los suyos, los amó
hasta el extremo". Nos lo dio todo. Hasta se quedó
sin vida, para dárnosla.
Generosamente "salió a salvar a su pueblo", desde
el patíbulo de la Cruz. Cualquiera que escuche esto,
con espíritu abierto tiene que estremecerse y llenar-
se de admiración: "lo escuché y temblaron mis entra-
ñas…".
Nuestra comunidad, si quiere responder a su ver-
dadera vocación, debe desarrollar su capacidad de
sorpresa, para que "la gran obra de Dios" sea el
motor de su vida y no se quede, tan solo, en el
recuerdo: Admiradores de Dios para ser los buscado-
res de Dios.
Un viernes, es una llamada a la admiración, a la
sorpresa, ante las acciones de Dios. Recordarlas, sí.
Pero que el recuerdo nos lleve a cuestionar nuestra
vida. La Cruz, es todo un interrogante que nos pide
respuesta.

Señor, admiramos todas tus obras, pero sobre


todo admiramos tú gran obra: tú muerte en la cruz.
Ahí quisiste manifestarte como realmente eres:
todo amor.
Queremos que no se nos quede tan sólo en la his-
toria, sin que tenga su honda repercusión en nues-
tra vida de hoy. Una obra como esa, es la que tiene
que marcar el ritmo de nuestra existencia, si de
verdad queremos vivir en cristiano. Tú que vives
por los siglos de los siglos.

113
2ª Semana

oración de la mañana viernes II

SALMO 147: es un canto de acción de gracias


y de alabanza al poder y sabiduría de Dios.

Todos y cada uno, si lo pensamos detenidamente,


tenemos que admitir que "el Señor ha estado grande
con nosotros". Las relaciones personales que ha
mantenido y está manteniendo, conmigo, contigo,
son de verdad relaciones personalizadas. Su trato es
un de tú a tú tan profundo, tan cordial, que tenemos
que confesar "con ninguna nación obró así".
Y es que para Dios no existen relaciones anóni-
mas, impersonales. Nos conoce perfectamente y nos
trata como necesitamos ser tratados.
Es lógico que brote espontáneamente nuestro
grito de alabanza y de gratitud a un Dios que así se
comporta con nosotros, y con maría, le digamos:
"glorifica al Señor… alaba a tú Dios…".
El orden maravilloso de toda la naturaleza es tam-
bién una invitación silenciosa, a reconocer la cercanía
y sabiduría de Dios: "la nieve... la escarcha… las
aguas congeladas… todo le está sujeto y todos obe-
decen a su poder."
Que en el comienzo de este día, sintamos ese trato
personal de Dios y nos entreguemos a nuestras ocu-
paciones con la alegría de su cercanía.
Que nuestra comunidad, sea un anuncio viviente,
de un Dios que nos ha puesto en el mundo para que
hagamos visible su invisibilidad.

Tú, Señor, nos conoces perfectamente y nos tra-


tas a cada uno, como necesitamos ser tratados.
Para ti, somos una persona concreta, sobre la que
te vuelcas, como si no existiera otra. Con verdad
podemos decir "con nadie ha obrado así". Lo hicis-
te con María y continúas haciéndolo con nosotros.
Que con nuestra vida te alabemos, te glorifique-
mos, te agradezcamos, todo lo que eres para nos-
otros. A ti que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

114
2ª Semana

oración de la mañana viernes II

ambientación breve:
SALmo 50: Viernes, día memorable: la gran mani-
festación de amor: Dios clavado en una cruz. Nuestra
respuesta de gratitud y de amor, rompiendo el hielo
de nuestra indiferencia y abriéndonos al perdón.

CáNTICo HA. 3: Saber abrirnos a las sorpresas de


Dios y admirarlas, y agradecerlas, es el quehacer de
nuestra vida. Sobre todo a la gran sorpresa de su
muerte en la cruz. Viernes, día de reflexión.

SALmo 147: Si reflexionamos un poco sobre las


relaciones de Dios con cada uno de nosotros, tene-
mos que decir: "con ninguna nación obró así". Por lo
tanto "glorifica… alaba a tu Dios…".

para la oración:
SALmo 50: Proclamarlo espontáneamente, y cada
tres estrofas cantar "Perdón, Señor, perdón" (de
Espinosa). Después de cada canto, un breve silencio.

CáNTICo HA. 3: proclama un solista la 1ª estrofa,


las restantes todo el grupo al unísono.

SALmo 147: Todo el salmo cantado, ó en forma


responsorial, con "glorifica al Señor, Jerusalén". Las
estrofas las proclama un solista.

para la reflexión:
. "Hazme oír el gozo y la alegría..."
. "Sales a salvar a t u pueblo..."
. "Con ninguna nación obró así..."

115
2ª Semana

oración de la tarde viernes II

SALMO 114: es un canto de acción de gracias


a la bondad de Dios.

Es profundamente confortante terminar un día, y


reconocer lo cercano que ha estado Dios en nuestro
vivir. Nos hemos encontrado con dificultades, con
problemas, tal vez "con tristezas y angustias"…
hemos gritado al Señor, "Señor salva mi vida", y…
hemos notado la fuerza de su presencia.
De verdad podemos gritar llenos de alegría: "el
Señor es benigno y justo… compasivo… estando yo
sin fuerzas, me salvó…".
No se trata de autosugestionarnos. Sencillamente
autoconvencernos de que "el Señor es bueno con
nosotros… secó nuestras lágrimas… detuvo nuestros
pies para que no cayéramos…". Siempre que le deja-
mos, inclina paternalmente su oído hacia nosotros,
para acoger cariñosamente nuestras confidencias.
Ante estas realidades, ante estos comportamien-
tos de Dios con nosotros, es lógico que tomemos la
decisión de "caminar siempre en la presencia del
Señor", es decir, organizar nuestra vida de cara a
Dios, reconociendo su cercanía y dejándole actuar en
toda nuestra historia.
Sean, pues, la gratitud y la coherencia, valores
que incidan en nuestra vida y nos lleven a correspon-
der a "quien fue y es bueno contigo", desde secar
"nuestras lágrimas", hasta "librar nuestros pies de la
caída".

Señor, sencillamente queremos decirte que te


amamos. Siempre nos escuchas, siempre te incli-
nas cariñosamente hacia nosotros para hacer tuyas
todas nuestras confidencias.
Antes de que te llamemos, ya estás tú junto a
nosotros. Sabes de nuestras alegrías y de nuestras
tristezas, de nuestros momentos fáciles y de nues-
tros momentos difíciles. Y en todos ellos estás tú,
comprensivo, cercano, comunicándonos la fuerza
de tu Espíritu para que no decaigamos.
Gracias Padre. A ti que vives por los siglos de los
siglos.

116
2ª Semana

oración de la tarde viernes II

SALMO 120: es un canto de acción de gracias


ante la cercanía de Dios.

Dios, no es el lejano ó alguien que se desentiende


de nosotros, como si no le interesáramos. Todo lo
contrario: es el gran presente, en él vivimos nos
movemos y existimos… nos cuida como a las niñas de
sus ojos.
Lo vamos a proclamar en este salmo 120; "el auxi-
lio me viene del Señor"… "te guarda a su sombra…
está a tu derecha… te guarda de todo mal… ahora y
por siempre…".
Podemos decir que este es el salmo de la confian-
za, de la seguridad, de la cercanía. No vamos solos
por la vida.
Es fácil que traslademos a Dios, nuestro modo de
relacionarnos unos con otros: hay separación, distan-
cia… tal vez abandonos, aún de aquellos en los que
más confiábamos.
Dios no puede ser así, ni son así sus relaciones
con nosotros. Desde su amor infinito, se relaciona
con nosotros, siempre desde el amor, de ese amor
que no conoce distancias, ni lejanías, que compren-
de, que disculpa, que se entrega sin condiciones, y
siempre: …" no duerme… te guarda ahora y por siem-
pre". Confía en el Señor.
De verdad que “el auxilio nos viene del Señor”,
constantemente. Como amor que es, necesita ser así,
no puede desentenderse de nosotros, “ni de día ni de
noche”. Vivamos su cercanía.

Señor, como un niño en brazos de su madre, así


me quiero sentir yo, ante ti: amado… confiado…
seguro. Tus brazos de Padre, me dan seguridad y
calor.
Al declinar este día, ¡qué bien me viene caer en
la cuenta de todo esto!. Mis ocupaciones me han
dispersado, descentrado de mí y de ti. Esta mi ora-
ción me hace sentir de nuevo, tu cercanía.
Gracias, Padre, por tu presencia. A ti que vives
por los siglos de los siglos.

117
2ª Semana

oración de la tarde viernes II

CÁNTICO Ap. 15: canto de admiración ante


las obras de Dios.

Pasar por la vida mirando sin ver, es un peligro


para todos los humanos. Porque así, no descubrimos
realidades que están ahí y que nos hacen vivir la vida
como realmente es.
Este cántico, es toda una sacudida a nuestras
superficialidades y a nuestras rutinas, y una invita-
ción a saber ver y descubrir las maravillas de nuestro
mundo, las obras maravillosas de Dios.
Es el cántico de la admiración... de la sorpresa…
de la alabanza: "grandes y maravillosas son tus
obras, Señor"… "justos y verdaderos tus caminos". Y
desde la admiración, la extrañeza: "¿Quién… no glo-
rificará tu nombre?".
Cierto. Quien de verdad, sepa asomarse a la crea-
ción, a tantas y tan variadas maravillas, es imposible,
que no se quede admirado, sorprendido… y se levan-
te hacia a aquel, que desde su sabiduría y poder, lo
ha creado todo.
La naturaleza es el gran libro de teología que lo
pueden leer y entender, todos los humanos de buena
voluntad. Y desde él, encontrarse con Dios.
Desarrollar nuestra capacidad de sorpresa, es
como podremos descubrir realidades que nos pueden
pasar desapercibidas. Lo más profundo de nuestra
vida no está al alcance de los sentidos. Abrámonos a
las sorpresas de Dios.

Señor, sí, son "grandes y maravillosas todas tus


obras". En ellas te manifiestas: tu sabiduría, tu
poder, tu bondad, tu amor… Quisiera reforzar mi
capacidad de sorpresa, para que no pase ante tus
obras, sin admirarte, descubrirte y amarte. Ellas,
de alguna manera son tu cercanía, tu presencia
visible entre nosotros. Grande eres, Señor. Tú que
vives por los siglos de los siglos.

118
2ª Semana

oración de la tarde viernes II

ambientación breve:
SALmo 114: Tal vez nos hemos encontrado en
este día con situaciones nada fáciles. Pero hemos
acudido al Señor y hemos notado la fuerza de su pre-
sencia. Seamos agradecidos y caminemos ante él.

SALmo 120: Somos débiles y necesitamos a


alguien que venga en nuestra ayuda. Es el auxilio del
Señor que nos guarde de día y de noche."Es el centi-
nela siempre alerta, ahora y por siempre".

CáNTICo AP. 15: No podemos vivir la vida super-


ficialmente. Abrir los ojos y saber ver y admirar. Dios
se nos acerca por medio de sus obras y nos habla.
Escuchemos su lenguaje.

para la oración:
SALmo 114: Cantarlo todo. o cantar al principio y
al final "Caminaré en presencia del Señor..."y procla-
mar espontáneamente cada una de las estrofas.
Todos el Gloria.

SALmo 120: Cantarlo todo. o cantar la primera


estrofa y un solista proclama las restantes.

CáNTICo AP. 15: Cantar la 1ª estrofa y todos al


unísono la 2ª, repitiendo cantada la 1ª.

para la reflexión:
. "Caminaré en presencia del Señor..."
. "El auxilio me viene del Señor..."
. "Grandes y maravillosas son tus obras..."

119
2ª Semana

oración de la mañana sábado II

SALMO 91: es un himno de acción de gracias


al Señor por su amor y su bondad

Nuestra oración de cada mañana, debe ser un des-


pertador, que nos despierte y espabile, para que sea-
mos capaces de captar la presencia de Dios, y así
mantengamos con él, un trato amigable, cercano.
Este salmo 91, nos invita a abrir los ojos y "ver":
"tus acciones son mi alegría y mi júbilo las obras de
tus manos". Y no todos las ven. Y es que hay muchos
"ignorantes" que miran y no ven, muchos "necios"
que no se dan cuenta de nada.
Que no seamos nosotros del número de los igno-
rantes ó de los necios. Nos llaman los "profesionales"
de Dios, y nuestro nombre tiene que coincidir con lo
que realmente somos.
Ya desde estas primeras horas del día, reconozca-
mos que "es bueno dar gracias al Señor… proclamar
por la mañana su misericordia y por la noche su fide-
lidad". Y lo proclamamos ahora con nuestras pala-
bras, y lo haremos después con nuestra vida.
En un mundo materialista, sin Dios… el Señor ha
suscitado una fuerza especial en nosotros, nos ha
ungido "con aceite nuevo", para que seamos los pro-
fetas de hoy, que desde la vida anunciemos y haga-
mos presente el Reino de la verdad y de la vida, de
la justicia y de la paz: el Reino de Dios.

Señor, cuando contemplamos tus obras, nos lle-


namos de alegría y de júbilo, porque detrás de cada
una de ellas estás tú. Hay muchos miopes en nues-
tro mundo que no te ven. Nosotros, no queremos
ser uno de ellos. Que te veamos, que te descubra-
mos… y vivamos en acción de gracias permanente
por tu presencia y tu cercanía.
Que la vida de nuestra comunidad sea un anun-
cio visible, y claro, que diga a todos quién eres tú,
y cómo eres tú, que vives por los siglos de los
siglos.

120
2ª Semana

oración de la mañana sábado II

CÁNTICO Dt. 32: es una llamada a la cordura,


ante los beneficios de Dios.

No podemos perder de vista el sentido profético de


nuestra vida. Este cántico nos invita a reconocerlo y
a renovarlo, en el comienzo del día: "escuchad… y
hablaré… oye tierra los dichos de mi boca… voy a pro-
clamar el nombre y la gloria del Señor…"
Si de verdad somos responsables de nuestra voca-
ción, ese debe ser nuestro grito permanente ante
todos los que nos rodean. Somos los profetas de hoy,
suscitados por la fuerza del Espíritu. No podemos y
no debemos callar. Nos traicionaríamos y traicionarí-
amos.
Ante tantos que prescinden de Dios y que lo arrin-
conan como un trasto inservible, nuestra vida tiene
que gritar: "¿Así le pagas al Señor…?" ¿"No es él tu
Padre… tu creador…?" Y que a través de nuestro grito
puedan ir descubriendo la verdad sobre Dios.
Nuestra comunidad es la primera que tiene que
vivir, todo lo que tenemos que anunciar. Ser cons-
cientes del comportamiento que Dios ha tenido y
tiene con nosotros: "… nos ha escogido… nos ha cui-
dado… nos ha guardado como a las niñas de sus
ojos"…
Todos podemos testificar que la bondad de Dios se
ha volcado sobre nosotros. Como el águila se desvi-
ve por sus polluelos, los cubre con sus alas y los pro-
tege…, así Dios se desvive por todos.

Señor, queremos gritar con todas nuestra fuer-


zas, para que todos nos oigan. Y con nuestros gri-
tos anunciar tu bondad, tu misericordia...tu amor.
Quizá más de una vez nos puedes recriminar:
"¿así le pagas al Señor"?... sabemos de tus cariños,
de tus desvelos.... Pero no siempre te hemos
correspondido. Lo reconocemos. Te manifestamos
nuestro arrepentimiento y nuestro deseo de cam-
biar. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

121
2ª Semana

oración de la mañana sábado II

SALMO 8: es un himno a Dios creador del uni-


verso y del ser humano.

El matiz contemplativo de nuestra vocación, es un


punto clave en el desarrollo de nuestra vida:
Contemplar para admirar, y… vivir.
Dios es invisible. Pero se nos hace visible en sus
obras. En el trasfondo ellas se nos manifiesta. Y
desde esa manifestación, admirarle, cantarle, y agra-
decerle.
Este salmo 8, quiere despertar en nosotros el sen-
tido de la admiración: "Señor Dios nuestro, ¡qué
admirable es tu nombre!". Y lo es "en toda la tierra…
en el cielo, en la luna, en las estrellas… en las bestias
del campo, las aves del cielo y los peces del mar…"
Pero sobre todo es admirable en la creación del ser
humano. Ahí, sí que Dios derrochó ingenio, poder,
sabiduría… pero sobre todo derrochó AmoR: "lo coro-
nó de gloria y dignidad". A mayor altura, no podía
levantarle. Barro sí, pero barro deificado, con la posi-
bilidad asombrosa de poder ser "hijo de Dios"… vivir
la misma vida de Dios y participar de su gloria.
Al cantar este salmo podemos manifestar nuestra
sorpresa y nuestra admiración y decir con verdad:
"¿qué es el hombre para que te acuerdes de él?...".
Todo se explica desde un Dios que es amor y quiso
desbordarse en la criatura humana.

Señor, ¡qué admirable es tu nombre en toda la


tierra!... y sobre todo en el ser humano. Ahí sí que
rompiste moldes, e hiciste la obra más maravillosa:
barro empapado de Dios. A más altura, no podías
levantarnos. Gracias por este derroche.
Que nuestra respuesta, sea el mejor modo de
agradecértelo. Que la dignidad a que nos has
levantado no la arrastremos por la tierra. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

122
2ª Semana

oración de la mañana sábado II

ambientación breve:
SALmo 91: Siempre la gratitud es un signo de
madurez. Y "es bueno dar gracias al Señor", por sus
obras, por sus designios… aunque los ignorantes y
necios no lo reconozcan. Nosotros, siempre agradeci-
dos.

CáNTICo DT. 32: El Señor, siempre es justo en


todo lo que hace. Su amor es desbordante para con
todos, "nos guarda como a las niñas de sus ojos".
Pero tal vez, no siempre encuentra respuesta por
nuestra parte. Corrijámonos.

SALmo 8: Proclamemos nuestra admiración por


las obras de Dios. "Es admirable en toda la tierra".
Pero sobre todo es admirable por la grandeza de la
criatura humana. No podía levantarnos a mayor dig-
nidad.

para la oración:
SALmo 91: Cantar la primera estrofa al principio y
al final. Las estrofas espontáneamente.

CáNTICo DT. 32: Es proclamado, despacio, por


dos solistas, alternando cada una de las estrofas.

SALmo 8: Todo él cantado, ó al menos la 1ª y la


última estrofa.

para la reflexión:
. "Proclamar por la mañana tu misericordia..."
. "Lo guardó como a las niñas de sus ojos..."
. "Lo hiciste poco inferior a los ángeles..."

123
Tercera semana

124
3ª Semana

oración de la tarde I domingo III

SALMO 112: himno de alabanza a Dios cerca-


no a todos.

La capacidad de sorpresa, siempre nos mantiene


abiertos a la realidad de la vida. Dios es epifanía,
manifestación permanente. Solo los que saben ver, e
intuir en el trasfondo de las cosas, son capaces de
encontrarse con las sorpresas de Dios.
El salmo 112, nos invita a captar la cercanía de
Dios: "se eleva…" pero también "se abaja para mirar
al cielo y a la tierra". Se acerca "al desvalido… al
pobre"… para ayudarlo, auxiliarlo.
Oración de la tarde. Momentos de tranquilidad, de
descanso de nuestras tareas. Momentos también
para repasar serenamente los encuentros que Dios
ha tenido con nosotros, para poder exclamar llenos
de alegría: "bendito sea el nombre del Señor, ahora y
por siempre". Al mismo tiempo invitemos a todos a
alabarle, bendecirle, y darle gracias: "alabad el nom-
bre del Señor, sus siervos todos…"
Con esta oración de la tarde, nos estamos prepa-
rando para la fiesta del Resucitado y de los resucita-
dos, mañana domingo. El nos necesita para hacerle
visible entre los hermanos. Alegrémonos, y respon-
dámosle.
Recojamos, pues, la invitación de este salmo que
vamos a proclamar: "Alabad, siervos del Señor, ala-
bad el nombre del Señor". Y hagamos de nuestra vida
un canto de alabanza que todos lo puedan oir.

Al caer de la tarde, Dios Padre nuestro, te admi-


ramos, te alabamos, te bendecimos, porque a
pesar de tu grandeza, no te sientes rebajado por
acercarte a nuestra pequeñez. A los pobres, a los
desvalidos, a los necesitados,… a todos, te acercas
cariñosamente. Lo hiciste en María y hoy desde ella
y con ella, la haces con nosotros.
Queremos que todos, te alaben y te den gracias
por todo lo que tú eres y haces en favor nuestro, y
que te reconozcan como el único Dios y Padre de
todos. A ti que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

125
3ª Semana

oración de la tarde I domingo


domingoIIII

SALMO 115: canto de acción de gracias por


las bondades del Señor.

Hemos nacido, nos hemos desarrollado, estamos


viviendo, desde la ayuda e intervención de muchas
personas. Sin ellas no hubiera sido posible, nuestra
existencia. Por lo tanto, ser conscientes de ello y vivir
bajo el signo de la gratitud, debiera ser la tónica de
nuestra vida.
Este salmo 115, nos invita a reconocer lo que Dios
supone en nuestra vida y abrirnos a un "GRACIAS"
permanente: "cómo le pagaré al Señor todo el bien
que me ha hecho?"…
Si cada uno de nosotros, repasara todos los días
de su vida, en todos, tendría que poner un letrero
que dijera; "regalo de Dios". Ciertamente que ha
habido y hay muchas personas, que han hecho y
están haciendo mucho por nosotros, pero ellas tam-
bién son obra maravillosa de Dios, y en ellas y por
ellas, se nos acerca Dios.
Como comunidad nos debemos los unos a los
otros. Todos estamos gastando nuestra vida por los
hermanos para que ellos vivan. Seamos conscientes
de esta realidad, y vivamos la gratitud, como una de
nuestras características.
Nuestra respuesta debiera ser, con el salmo "te
ofreceré un sacrificio de alabanza"… "cumpliré mis
votos…" es decir, reconocerlo… vivir la alegría de la
gratitud…y que la vida concreta vaya en consonancia
con nuestros compromisos.

Señor, cuando pensamos todo lo que tú has


supuesto en nuestras vidas, con todas tus actua-
ciones en favor nuestro, tenemos que exclamar:
"¿Cómo pagaré al Señor, todo el bien que me ha
hecho?"…
Sabemos que tú no nos exiges nada, porque tu
amor es gratis. Pero sí que debemos vivir bajo la
alegría de la gratitud, como signo de nuestra aper-
tura ante ti. Nuestro agradecimiento es dejarte que
sigas actuando en nuestra vida. Gracias, Padre. A
ti que vives y reinas por los siglos de los siglos

126
3ª Semana

oración de la tarde I domingo III

CANTICO Flp. 2, 6-11: es un canto de gratitud


a Dios tan cercano.

Oración de la tarde. Final de un día. Hora de reco-


nocer el sentido de nuestra vida y las relaciones que
otras personas han tenido hoy con nosotros.
Dios no nos ha puesto en este mundo y se ha des-
entendido de nosotros. Ha querido acercarse de la
manera más insospechada: se ha hecho uno de nos-
otros. Ha tomado nuestra carne, ha vivido nuestra
vida, no ha eludido sus problemas… Podemos decir
que se ha metido hasta el fondo: "A pesar de su con-
dición divina… se despojó de su rango… y tomó la
condición de esclavo…" Y es más:… "se rebajó hasta
someterse incluso a la muerte y una muerte de cruz",
muriendo ajusticiado.
¿Qué más podemos pedirle a Dios, para sentirle
cercano… para que nos manifestará su interés por
nosotros?. Con verdad podemos repetir: "habiendo
amado a los suyos, los amó hasta el extremo". Con
ser omnipotente, no podía haber hecho más de lo que
ha hecho. Esa ha sido la GRAN OBRA de Dios en favor
de los humanos. Obra realizada en quien quiso hacer-
se nuestro hermano, Cristo el Señor, para gloria de
Dios Padre.
Terminemos, pues, este día con este cántico de
gratitud a quien lo ha dado todo por nosotros. Es el
mismo quien se ha dado sin reservarse nada. Todo él,
ha sido y es, entrega.

Señor Jesucristo, nuestro Dios, nuestro herma-


no: nos has sorprendido de manera incomprensi-
ble. No lo dudaste: te metiste entre nosotros
haciéndote uno de tantos. Es más: te sometiste a
la ignominia de ser tenido como un malhechor, y
ejecutado como tal. Solamente desde tu amor infi-
nito, se puede explicar tu comportamiento…
¡Gracias Cristo, hermano…! A ti que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

127
3ª Semana

oración de la tarde I domingo III

ambientación breve:
SALMO 112: La cercanía de Dios es una realidad
que está ahí. Desde la altura de su grandeza se abaja
hasta los más pobres y necesitados. Nuestra alaban-
za es un gesto de gratitud hacia él, en esta tarde.

SALMO 115: Terminamos un día y nuestra gratitud


hacia el Señor, debe ser nuestro gesto más espontá-
neo, por tantos regalos que nos ha dado a lo largo de
nuestra vida, principalmente ¡HOY!.

CáNTICO FLP. 2, 6-11: Nos manifestó su entrega


total. Nada se ahorró, para manifestarnos su cerca-
nía. Es Dios, pero un Dios mezclado con nosotros
hasta el fondo. Tomó nuestro barro y lo divinizó.

para la oración:
SALMO 112: Cantar todos, al principio y al final:
"Alabad siervos de Dios el nombre del Señor" de
Cantalapiedra. Todos juntos proclaman las estrofas.

SALMO 115: Proclamar espontáneamente cada


una de las estrofas. Al final cantar todos: "Cómo le
cantaré al Señor…" , de Cantalapiedra.

CáNTICO FLP: Cantado ó Proclamado al unísono

para la reflexión:
. "Quién como el Señor Dios nuestro...?"
. "Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha
hecho...?"
. "Se rebajó...pasando por uno de tantos..."

128
3ª Semana

oración de la mañana domingo III

SALMO 92: es un canto a la grandeza y firme-


za de Dios.

Es maravilloso contemplar las fuerzas de la natu-


raleza: el rayo en un día de tormenta, el mar con sus
olas espumantes, el viento con su fuerza devastado-
ra… Pero para un contemplativo, todas estas realida-
des, le llevan a vislumbrar la sabiduría y omnipoten-
cia del Creador.
Este salmo 92, con que comenzamos nuestra ora-
ción del domingo, nos invita a encontrarnos con Dios,
al encontrarnos con sus obras. "Levantan los ríos su
voz… su fragor… pero más potente es el Señor"… "que
reina vestido de majestad… de poder… que da firme-
za al orbe…"
Comenzar un domingo con este salmo, desde las
fuerzas de la naturaleza, descubrimos otra fuerza
más potente, que es la fuerza del Resucitado, que
hoy vamos a celebrar y actualizar: "Cristo, alegría del
mundo… la mañana celebra tu resurrección", hemos
cantado al comenzar.
Que la fuerza del resucitado, nos haga vivir "como
hijos de la luz" y "vivamos la claridad de su presen-
cia".Así manifestaremos la gloria de Dios, visibilizada
en todas sus obras.
Que nuestra comunidad, llamada a ser luz y
manifestar la luz, celebre con verdad, la alegría del
domingo, la presencia de Cristo resucitado

Señor, todas tus obras nos hablan de ti: desde


las más pequeñas hasta las más grandes. Desde
ellas nos diriges tu palabra misteriosa. Cada uno
de nosotros nos hemos comprometido a escuchar-
la, para ir conociéndote y amándote, cada día más.
Gracias, Señor, por tus obras, y gracias, por lo
que nos manifiestas por medio de ellas. Que de
verdad te descubramos, y vivamos la alegría de
ese descubrimiento. A ti que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

129
3ª Semana

oración de la mañana domingo III

CÁNTICO Dn. 3: es una invitación reiterativa


a bendecir al Señor.

Todos los días son días del Señor. Pero lo aplica-


mos, de manera especial, al DOMINGO: "este es el
día del Señor". ¡Cristo vive!
Los tres salmos de nuestra oración de hoy, son rei-
terativos, con su invitación a admirar al Señor… a
bendecir al Señor… a alabar al Señor.
Este cántico de Daniel, va poniendo delante de
nosotros la multitud de criaturas del universo, y
desde su contemplación, nos invita a bendecir al
Señor, a alabarle, a amarle.
Podemos decir, que cada una de las criaturas, es
una página que nos habla de Dios desde la perspec-
tiva de un Dios que se desvive por nosotros. Toda la
creación nos lo demuestra.
Obras que nos hablan con su silencio. Nosotros,
tenemos que ponernos en sintonía con ellas, y escu-
char su lenguaje misterioso. En realidad, es el mismo
Dios el que nos dirige la palabra, siempre una pala-
bra de amor: "por ti y para ti, he creado todo esto".
Es lo que da ese matiz alegre al domingo, en el que
admiramos y nos alegramos en la gran obra de Cristo
Resucitado.
Que no nos acostumbremos a celebrar el domin-
go. Que siempre sea un nuevo encuentro con nues-
tro Dios.

Señor, todas tus criaturas nos hablan de ti. En


cada una de ellas, has dejado una huella que nos
invita a encontrarnos contigo.
A veces nos sentimos solos, te imaginamos dis-
tante… Y es porque no sabemos verte en el trasfon-
do de tus obras. Toda la creación debiera ser para
nosotros, un gran templo en el que te respondiéra-
mos al diálogo permanente que mantienes con los
humanos.
Gracias, Señor, por todas tus obras. A ti que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

130
3ª Semana

oración de la mañana domingo III

SALMO 148: es un canto de alabanza dirigido


a Dios desde toda la creación.

La alabanza, siempre es signo de admiración y de


amor. Alabamos a quien admiramos y amamos. La
respuesta que un día dimos a nuestra vocación, fue
una respuesta a alguien que nos cautivó y descubri-
mos que merecía la pena amarle con todo nuestro
ser, y para siempre.
Para que la proclamación de este salmo no se
quede solamente en palabras sin contenido, dispon-
gámonos con una actitud de admiración ante Dios y
exterioricemos esa actitud, con palabras cargadas de
amor, y de gratitud.
Nuestra oración en la mañana de este domingo, es
sintonizar con toda la creación, y juntos entonar un
himno de alabanza a aquel a quien admiramos y
amamos.
La comunidad con la que compartimos nuestra
vida, se convierte así, en un coro que interpreta un
canto polifónico junto con toda la creación. Al mismo
tiempo nuestra vida será "evangelio", será "buena
noticia" para todos los hermanos, a quienes debemos
evangelizar.
Desde las páginas escritas por Dios en sus criatu-
ras, enseñamos a los humanos, las lecciones que nos
hablan de su creador. Todos los que admiráis y amáis
al Señor… ALABAD AL SEÑOR.

Señor, somos tus admiradores, los cautivados


por tu amor. Te hemos dicho muchas cosas por las
que te admiramos y te amamos. Por eso nuestra
alabanza en la mañana de este domingo.
No quisiéramos que en nuestro quehacer de cada
día se interrumpiera nuestro canto. Que de verdad,
todo nuestro vivir, sea un canto de alabanza inin-
terrumpido a ti. Sencillamente porque nos hemos
comprometido con tu amor, y para siempre. A ti
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

131
3ª Semana

oración de la mañana domingo III

ambientación breve:
SALMO 92: Todas las fuerzas de la naturaleza son
manifestación del poder de Dios. Todas ellas nos
hacen vislumbrar algo de lo que en verdad es el
Señor. Misterio, pero misterio que se nos acerca.

CáNTICO DN. 3: Todas las criaturas desde su


belleza, desde su variedad, son una alabanza silen-
ciosa a su creador. Nosotros, en nuestra oración de
esta mañana, recogemos la invitación que nos hacen,
y le bendecimos.

SALMO 148: Seguimos nuestra oración de alaban-


za invitando a todas las criaturas a hacer lo mismo:
ángeles, astros, fuerzas de la naturaleza, animales,
jóvenes y viejos… todo y todos, alaben al Señor.

para la oración:
SALMO 92: Proclamado por todo el grupo al uníso-
no.

CáNTICO DN. 3: Cantado- Palazón o música pop.


Escandinava.O un solista proclama las dos partes de
cada estrofa y contestan todos "Bendecid al Señor".
Se puede concluir actualizando los motivos de bendi-
ción.

SALMO 148: Al unísono interrumpiendo en… "ley


que no pasará" y cantar "Alabaré, alabaré…"
Sigue la proclamación hasta… "pájaros que vue-
lan" y cantar "Alabaré..." Prosigue la proclamación y
terminar cantando "alabaré.."

para la reflexión:
. "Tus mandatos son fieles y seguros..."
. "Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor..."
. "Alabad el nombre del Señor..."

132
3ª Semana

oración de la tarde II domingo III

SALMO 109: canto al Mesías, Sacerdote y Rey

Durante este domingo, que estamos concluyendo,


hemos cantado y celebrado la victoria del Resucitado.
Su entrega total a la voluntad del Padre, le ha hecho
digno de sentarse a su derecha.
Al terminar este día, reiteramos nuestra admira-
ción y nuestra alabanza al que es nuestra cabeza,
nuestro hermano. El es el primero. En él hemos sido
engendrados antes de la aurora, por la fuerza del
Espíritu. Sobre nosotros, continúa el Padre pronun-
ciando su palabra trasformadora: "tú eres mi hijo, yo
te he engendrado hoy"… "siéntate a mi derecha".
Proclamar este salmo 109, es proclamar la gloria
y dignidad de Cristo, pero al mismo tiempo, estamos
proclamándonos a nosotros mismos, y el gran desti-
no que el Padre nos ha preparado.
Terminar este día, concienciando esta realidad, es
renovar nuestra alegría, como hermanos de Cristo,
hijos en el Hijo.
Que nuestra comunidad, sepa transmitir al
mundo, nuestra fraternidad, fundamentada en nues-
tro Hermano mayor, Cristo, y desde él, intentemos
vivir en el amor para el que hemos sido convocados.
Somos común-unidad en él. Es la fuerza de su
Espíritu la que está haciendo nuestra comunidad si
vivimos en el amor, desde nuestra diversidad.
Distintos, pero unificados por una misma vida: la del
Resucitado.

Padre, gracias por tu acción maravillosa sobre


nosotros, en la persona de Jesús. En él, estás pro-
nunciando tu "palabra creadora": "tú eres mi hijo,
yo te he engendrado hoy". Nuestra alegría se
renueva en esta tarde al escucharte. Y sentimos
que la fuerza del Resucitado, nos transforma y
aumenta su presencia en nuestra vida.
Que no obstaculicemos, la eficacia de tu palabra,
con nuestras obras. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

133
3ª Semana

oración de la tarde II domingo III

SALMO 110: canto de gratitud y reconoci-


miento ante las obras del Señor.

Grandes son las obras del Señor a lo largo de toda


la historia de la humanidad. Reconocerlas, admirarlas
y agradecerlas, es la actitud más coherente que
podemos adoptar. Por eso, este salmo lo comenza-
mos con esta invitación: "Dad gracias al Señor de
todo corazón". Tenemos muchos motivos para hacer-
lo: "él es piadoso y clemente, ha hecho maravillas, es
generoso… da alimento a sus fieles… ratificó su alian-
za para siempre".
En este atardecer, reunidos para la oración de la
tarde, es tonificante el releer nuestra propia historia.
Y todas sus páginas las vemos escritas por las obras
de Dios en favor nuestro. Obras, todas ellas, impreg-
nadas de amor, de verdaderos "mimos", que nos
manifiestan lo que somos para Dios. Podemos decir,
con verdad, "su generosidad dura por siempre".
Y no sólo en nuestra historia personal, también en
la historia de nuestra comunidad, podemos descubrir
el actuar de Dios, por medio de su Espíritu. El es
quien, día a día, a pesar de nuestras diferencias, va
realizando la unidad, a la que estamos convocados:
"que sean uno como nosotros somos uno"…
"Grandes son las obras del Señor", proclamaremos
en este salmo. Nuestra comunidad es una de esas
obras. Obra que ha comenzado, pero que no está ter-
minada.
Es la tarea que nos espera a todos y a cada uno.
Es obra del Espíritu, pero es necesaria nuestra cola-
boración.

Señor, tú "has hecho maravillas memorables" en


favor nuestro. Las reconocemos y te las agradece-
mos. Todas ellas son la manifestación de lo que tú
eres, y de lo que nosotros somos para ti. En el atar-
decer, de este domingo, en el que hemos celebra-
do la Resurrección de Jesús,… te damos gracias por
esa gran maravilla que sobrepasa nuestros pensa-
mientos.
Que su fuerza vaya cambiando nuestras vidas y
lo hagamos presente en nuestro mundo. A él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.

134
3ª Semana

oración de la tarde II domingo III

CÁNTICO Ap. 19: es una invitación a la ale-


gría ante un Dios enamorado de los humanos.

Si hemos vivido con intensidad lo que hemos cele-


brado en este domingo, seguro que terminamos el
día rebosantes de gozo y necesitamos gritar:
¡¡Aleluya… Aleluya…. Llegó la boda del cordero!!.
No somos los abandonados de Dios. El mismo se
ha hecho presente en nuestro mundo, se ha unido a
nuestra carne, para siempre… es uno de los nuestros.
Por eso. todos, "pequeños y grandes… alabad al
Señor"... "Alegrémonos y gocemos y démosle gra-
cias".
Invisiblemente, pero realmente, él sigue unido a
nuestras vidas, viviendo nuestra historia, acompa-
ñándonos en nuestro caminar. No importa que , a
veces, no le correspondamos. El siempre nos será
fiel, y pacientemente esperará nuestra respuesta.
Nuestra comunidad debe ser el ámbito normal en
el que celebremos cada día, los esponsales de Dios
con nosotros. Toda ella debe vibrar, contagiar, entu-
siasmar… para que todos sus componentes no decai-
gan en la vivencia de una misma vocación, de un
mismo carisma. Vivimos en comunidad, para que
todos nos comuniquemos vida. Así haremos realidad
lo que implica nuestro vivir juntos.
Que la alegría de este Dios enamorado de nos-
otros, marque el ritmo de nuestro vivir, y sobre todo,
de nuestro ambiente comunitario.

Gracias, Señor, por tu amor. No nos amas de


cualquier manera. Lo haces como sólo tú sabes
hacerlo: sin límites...al máximo...¡¡¡INFINITAMEN-
TE!!!.... Y nos lo manifiestas con esos signos que
nos hablan de amor total, de entrega sin reservas,
de fidelidad para siempre. Con razón podemos
exclamar: "alegrémonos y gocemos y démosle gra-
cias".
Que nuestro vivir esté empapado de esta realidad
y así se lo manifestemos a nuestro mundo. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

135
3ª Semana

oración de la tarde II domingo III

CANTICO 1P. 2: Cristo padeció... para que


vivamos para la justicia.

Las acciones de Dios son maravillosas, y muchas


veces desconcertantes. Desde nuestras limitaciones
humanas hasta nos parecen incomprensibles. Que
Dios nos ame, que ejerza su providencia amorosa
sobre nosotros, lo vemos como la cosa más natural.
Pero que llegue a los extremos de acercarse a nos-
otros vestido de nuestra carne, vivir en nuestro
mundo, rebajarse hasta aparecer como uno de tan-
tos, ya no nos parece tan natural. Es algo que nos
sobrepasa.
Pero más no sobrepasa cuando vemos a este Dios
hecho hombre, humillado, insultado, calumniado,
maltratado...condenado a muerte y ejecutado como
si fuera un malhechor. Es un proceder de Dios que
nos desconcierta totalmente. Y hasta surgen en nos-
otros interrogantes como estos: ¿es que somos tan
importantes para Dios, para que así se complique la
vida por nosotros?....¿No podía haber escogido otros
caminos más fáciles y no tan complicados, para
manifestárnoslo?... Pero ahí queda el misterio. Sólo
desde un amor infinito podemos encontrar una expli-
cación.
Y fue una realidad: "Cristo padeció por nos-
otros....cargó con nuestros pecados.." y todo eso
para que nosotros "vivamos para la justicia".
La costumbre, tal vez nos ha insensibilizado ante
estas realidades. Pero son realidades que están ahí,
y que permanentemente cuestionan nuestra vida de
creyentes. Si las creemos, debemos actuar en conse-
cuencia. Nuestra vida debe ser la respuesta.

Señor, ante muchas de tus acciones, nos dejas


desconcertados. Estamos convencidos de que eres
amor y amor infinito. Pero escoges caminos para
manifestárnoslo que nos parece que estamos
soñando. Ante ti, aceptando la muerte de cruz,
como si fueras un malhechor, no tenemos palabras.
Las únicas palabras que podemos decirte, son:
"Señor, no entendemos"..."Señor, nos amas dema-
siado".
Por ello, sólo nos queda decirte otra palabra :
"Señor, muchas gracias". A ti que nos amas y que
vives por los siglos de los siglos.

136
3ª Semana

oración de la tarde II domingo III

ambientación breve:
SALMO 109: Todo el domingo ha sido una procla-
mación de la gloria y dignidad de Cristo, Profeta,
Sacerdote y Rey, y la culminación de su obra. Unidos
a él, como cabeza, proclamamos también nuestra
gloria como miembros suyos.

SALMO 110: Todas las obras del Señor son gran-


diosas. Reconocerlas y admirarlas debe ser nuestra
tarea de cada día. El ha "hecho maravillas memora-
bles", démosle "gracias de todo corazón".

CáNTICO AP. 19: Un aleluya permanente, expre-


sión de nuestra alegría, debiera de ser toda nuestra
vida. Sencillamente porque Dios, es un verdadero
enamorado de todos y cada uno de nosotros.
Proclamémoslo.

CáNTICO 1P. 2: Si hay muchas acciones de Dios


que nos sobrepasa, una de ellas es su muerte en la
cruz, como si fuera un malhechor. Acojamos el miste-
rio y démosle una respuesta.

para la oración:
SALMO 109: Salmodiado o un solista inicia la pri-
mera y cuarta estrofa y prosigue el grupo.

SALMO 110: Un solista proclama la primera estro-


fa y continúa todo el grupo, hasta el final.

CáNTICO AP: Cantado todo él o proclama un solis-


ta las estrofas y todo el grupo contesta con "Aleluya,
aleluya".

CáNTICO 1P. 2: Lo proclama un solista, con una


música de fondo suave.

para la reflexión:
. "El Señor lo ha jurado y no se arrepiente..."
. "Grandes son las obras del Señor..."
. "Alabad al Señor, sus siervos todos..."
. "Sus heridas nos han curado..."

137
3ª Semana

oración de la mañana lunes III

SALMO 83: es una manifestación entusias-


mada del encuentro con Dios

En el día de nuestra profesión nos comprometimos


pública y solemnemente, a vivir nuestra vida cristia-
na con todas las consecuencias, radicalmente.
Renovar cada día este compromiso, es el mejor modo
de evitar que caigamos en la rutina, en el aburguesa-
miento, de una vida incolora y sin garra.
Este salmo 83 es una verdadera provocación a
renovar nuestros deseos, nuestra actitud frente a la
vida: "Qué deseables son tus moradas…" "Dichosos
los que encuentran en ti su fuerza…"
Y todo esto aunque tengamos que pasar por
momentos difíciles:…. "áridos valles, porque el Señor
es sol y escudo… él da la gracia y la gloria… no niega
sus bienes…"
Porque desde lo más profundo de nuestro ser,
brota una fuerza incontenible que nos hace exclamar:
"mi alma se consume y anhela… mi corazón y mi
carne retozan por el Dios vivo…"
Felices nosotros, si de verdad vivimos en tensión
constante, en un dinamismo incontenible, por dejar
que esta fuerza aflore y nos impulse a vivir la vida
con hondura y coherencia.
Nuestro mundo necesita vidas que hablen y tras-
mitan valores olvidados ó tal vez arrinconados.
Nosotros nos comprometimos con él. Tiene derecho a
exigírnoslo.
El Dios que se nos entrega, es también para él.
Démoselo.

Señor, ojalá que en todo momento, nuestros


deseos fueran estos: "qué deseables son tus mora-
das… "mi corazón retoza por el Dios vivo"…
Ojalá fuéramos de aquellos que logran saborear
tu presencia y encuentran en ti la fuerza para cami-
nar por la vida. Porque aunque atraviesen por
momentos difíciles y situaciones conflictivas, tu
mismo mitigas sus penas con la lluvia de tus ben-
diciones: "Dichosos los que confían en ti, Señor".
En ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

138
3ª Semana

oración de la mañana lunes III

CANTICO Is. 2: es un canto a la paz, a la


seguridad, fundamentadas en Dios.

Todos buscamos seguridad… algo ó alguien que


nos dé firmeza y constancia . Y ese Alguien única-
mente, es Dios. El, siempre es firmeza absoluta…
roca inconmovible que no nos puede fallar. Por eso
todos los que hemos descubierto esta realidad, no
podemos menos de exclamar: "… subamos al monte
del Señor".
Comenzar un nuevo día, siempre es un nuevo ries-
go, una nueva aventura, que nos plantea interrogan-
tes, incertidumbres. Y necesitamos buscar seguridad,
y respuesta a esos posibles interrogantes. Solamente
desde nuestra confianza en el Señor, tendremos la
respuesta y la seguridad que estamos necesitando.
"El Señor nos instruirá en sus caminos"… y lograre-
mos que todos los pueblos transformen sus espadas,
modifiquen sus lanzas, a fin de conseguir que la paz
sea una realidad entre los hombres, y todos vivamos
la gran fraternidad de los hijos de Dios.
Este cántico del Profeta, es todo un reto a cons-
truir un mundo de paz, a romper y a modificar todo
lo que sea necesario, para que desaparezcan las gue-
rras, las divisiones...entre nosotros, y logremos un
mundo de paz, y de hermandad.
Este es el compromiso de nuestra comunidad.
No importan nuestras diferencias como personas.
Es la fuerza del Espíritu, que mora entre nosotros, el
que está haciendo posible nuestra unidad, dentro de
nuestra diversidad. Colaboremos con él.

Señor, tú eres nuestra luz… y nuestras tinieblas


cesarán. Tú eres nuestra paz… y nuestras guerras
se acabarán. Por eso nos sentimos firmes y segu-
ros en nuestro caminar hacia ti.
Marcharemos por tus sendas confiados en tu
palabra transformadora: desaparecerán las espa-
das y las lanzas… cesarán las guerras entre los
pueblos… nuestro mundo vivirá en paz. Y así será
una realidad la fraternidad entre todos los huma-
nos. Tú que vives y reinas por los siglos de los

139
3ª Semana

oración de la mañana lunes III

SALMO 95: es una invitación a cantar al


Señor, centro de todo lo que existe.

Día tras día… incesantemente, debemos de reco-


nocer la grandeza, la sabiduría… y el amor de Dios. Ir
descubriendo todas las maravillas que el Señor ha
realizado en nuestra tierra. Y desear que todos los
pueblos, todas las razas… lleguen a reconocer y des-
cubrir eso mismo que nosotros hemos reconocido y
descubierto.
Porque de verdad, " el Señor es grande… él afian-
zó el orbe y no se moverá…". "Su justicia y su fideli-
dad" son compañeros inseparables de su persona.
La novedad de un día que estrenamos, es una
invitación a salir de la rutina, y a vivir con ánimo
nuevo, todos los momentos que nos esperan. Dios
nos saldrá al encuentro con las sorpresas siempre
nuevas con que acostumbra salir a nuestro paso.
Saber descubrirlas… saborearlas… tiene que ser la
actitud permanente de todo nuestro vivir.
Así seremos una invitación constante, para todos
los que nos vean, y nos oigan cantar un "cántico
nuevo", al Señor.
Nuestra vida tiene que estar marcada por el dina-
mismo del Espíritu, que no admite rutinas ni cansan-
cios. La novedad, debe ser la nota distintiva de todo
nuestro actuar. El "cantad al Señor", la invitación per-
manente que vivamos y hagamos vivir, porque "el
Señor es muy digno de alabanza".

Señor, la letra es la misma, pero nuestra música


queremos que sea distinta, siempre nueva.
Deseamos comenzar este día con el estreno de un
"cántico nuevo", e invitando a toda la tierra, a
todos los pueblos, a todas naciones, a todos.... a
reconocer y a admirar tus maravillas. A saber mirar
con ojos nuevos, todo lo que has creado, como
manifestación de tu grandeza, de tu poder, de tu
gloria… de tu amor a los humanos.
Que nuestro grito espontáneo sea hoy y siempre:
"¡Qué grande es el Señor!". Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

140
3ª Semana

oración de la mañana lunes III

ambientación breve:
SALMO 83: Nuestro añorar a Dios como algo
imprescindible en nuestra vida, debe constituir el
móvil de nuestro ser y de nuestro hacer. De lo con-
trario, seríamos unos fracasados como humanos y
como cristianos.

CáNTICO IS. 2: Todos buscamos seguridad en


nuestra vida. El único eterno y seguro es el Señor.
Siempre que caminamos en su luz, vamos por un
camino seguro y cambiamos nuestro entorno.

SALMO 95: Todos debemos de cantar y proclamar


la gloria del Señor. Y todos podemos contar maravi-
llas de Dios en favor nuestro. Por tanto, la alegría
debe ser la tónica de nuestro vivir: Dios con nosotros.

para la oración:
SALMO 83: Cantar al principio y al final "quien
puede entrar en tu templo"….O proclama un solista la
primera estrofa y continúa todo el grupo, hasta el
final.

CáNTICO IS: Proclamado al unísono ó por un


solista, Gloria, todos.

SALMO 95: Cantar "Cantad al Señor un cántico


nuevo…" de Manzano, como antífona, al principio y al
final. Proclamar el Salmo a dos coros.

para la reflexión:
. "Mi alma ...anhela los atrios del Señor..."
. "Caminemos a la luz del Señor..."
. "Cantad al Señor un cántico nuevo..."

141
3ª Semana

oración de la tarde lunes III

SALMO 122: es una oración confiada al Dios


del amor y de la misericordia.

Los ojos también hablan. Y sus palabras llegan al


corazón: la mirada de una madre a su hijo, la mirada
de los enamorados, la mirada de dos amigos entra-
ñables… Recordemos las miradas de Jesús: al joven
rico… a Pedro… a su Madre… son toda la persona que
se encuentra profundamente con otra persona, en un
abrazo de AMOR.
Nosotros, en esta tarde, levantemos nuestros ojos
hacia El, mirémosle, en silencio … y descubriremos
que ya El nos estaba mirando: es la mirada del
Padre… del enamorado… del amigo. Así es Dios, y así
nos mira
En esta tarde, una vez más, somos conscientes de
que Dios, es lo más importante en nuestra vida. De
que nuestra esperanza, es él, y solamente él, que
puede llenarnos plenamente. Por eso, le miramos
fijamente, "esperando su misericordia"… esperándolo
todo… esperándole a El... que venga a llenar nuestro
vacío.
La actitud de espera, es la actitud que nos define,
es la actitud que posibilita nuestra máxima realiza-
ción…Por eso, debe ser la actitud que adoptamos
frente a Dios: "somos esperanza", lo esperamos todo.

Señor, el encuentro de dos miradas profundas,


pueden decirnos más que muchas palabras. Es lo
que hacemos al terminar este día: "a ti levanto mis
ojos y te miro". Tú sabes que detrás de nuestra
mirada está nuestra persona, esperándolo todo de
ti. Sabemos que es tu mirada y que con ella nos
abrazas, nos estrechas en tu corazón de Padre,
para decirnos, calladamente: ¡¡TE AMO!!.
Que nunca dejemos de mirarte, para que nuestra
vida esté llena de calor y de luz. Tú que vives y rei-
nas por los siglos de los siglos.

142
3ª Semana

oración de la tarde lunes III

SALMO 123: es un canto comunitario de


acción de gracias a un Dios liberador.

Todos tenemos nuestra historia. Muchos aconteci-


mientos se han ido sucediendo. Hemos pasado
momentos fáciles y otros no tan fáciles. Días de sol y
días de oscuridad. Ratos alegres y ratos tristes.
Así es la historia de todo ser humano.
Pero en el trasfondo de todo, ha estado siempre
"alguien" con nosotros, tejiendo el entramado de
nuestra vida: Dios. "Si el Señor no hubiera estado de
nuestra parte…" ni siquiera habríamos podido existir.
"En él nos movemos, vivimos y existimos".
Nuestro sentido de la gratitud debe estar siempre
despierto y atento a esta realidad. Las raíces de un
árbol no se ven, pero gracias a ellas vive y se sostie-
ne. Dios es nuestra raíz. "Nuestro auxilio es el nom-
bre del Señor…" en él y por él hemos salvado la
vida"… Por eso "bendito sea el señor".
Nuestra comunidad es una demostración de la
presencia invisible de Dios. Todos podemos afirmar
que el Señor ha estado presente en nuestra historia,
y gracias a su presencia podemos afirmar que
"hemos salvado nuestra vida"

Si tú, Señor, no estuvieras de nuestra parte, lo


estaríamos pasando muy mal.. Ante los problemas
y necesidades que tenemos, sin tu ayuda constan-
te, nos veríamos atrapados como un pájaro en la
trampa del cazador. Pero debemos confesar: "ben-
dito sea el Señor… que nos ha salvado…" Porque ha
roto la trampa y nos sentimos libres. "Nuestro
auxilio es el nombre del señor". Gracias, Padre. A
ti que vives por los siglos de los siglos.

143
3ª Semana

oración de la tarde lunes III

CANTICO Ef. 1: es un himno de gratitud ante


la elección de que hemos sido objeto.

Son muchos los que no nos conocen, ni nos cono-


cerán jamás.. Tan sólo un número muy limitado sabe
que existimos y conoce nuestro nombre.
Pero para Dios, no somos desconocidos. Desde
siempre nos ha tenido presentes… Sabe que existi-
mos, conoce nuestro nombre. Es más: ha ideado, con
toda ilusión, un proyecto de amor que nosotros mis-
mos no hubiéramos soñado: hacernos hijos suyos...
tener la posibilidad de vivir su misma vida… ser ama-
dos con todo su amor... Todo un proyecto que desbor-
da nuestra inteligencia y nuestra imaginación.
Con verdad podemos exclamar: Dios nos ha toma-
do en serio. Somos importantes para Dios.
Terminar un día más de nuestra vida, con estas
perspectivas, es todo un tónico, un relajante para
nuestras tensiones, que aumenta nuestras fuerzas
para seguir en la lucha.
Merece la pena poner todo nuestro empeño en
colaborar con Dios para que este proyecto se realice.
Solo así lograremos nuestra máxima realización,
como humanos, y como cristianos, y correspondemos
a la "ilusión" de nuestro Dios, sobre nosotros.

Señor, cada uno de nosotros somos todo un


monumento que nos habla de ti: "Dios desvivién-
dose por el ser humano".
Te has volcado totalmente en Jesús, para hacer-
nos tus hijos en él, con él y desde él. Nos has ele-
gido, nos has bendecido con toda clase de bendi-
ciones ya antes de crear el mundo.
De verdad que ha sido todo un derroche de amor.
Nuestra respuesta, es la mejor palabra para decir-
te "gracias". Así lo haremos. Por ti que vives y rei-
nas por los siglos de los siglos.

144
3ª Semana

oración de la tarde lunes III

ambientación breve:
SALMO 122: Todo nuestro ser, es esperanza.
Levantar los ojos hacia Dios es hablarle con nuestra
mirada y decirle que le necesitamos, por eso le espe-
ramos.

SALMO 123: Si repasamos la historia de nuestra


vida, tenemos que decir que la acción de Dios ha sido
una constante en todo momento. Unas veces hemos
sido conscientes de ello, muchas otras, no.

CáNTICO EF. 1: Bendigamos y demos gracias a


Dios porque ha pensado para nosotros, realidades
impensables por nuestra parte; se ha volcado en
Jesús para en él y desde él volcarse en nosotros:
hacernos hijos en el Hijo.

para la oración:
SALMO 122: Cantarlo ó un solista proclama la pri-
mera estrofa, y las dos siguientes todos juntos.

SALMO 123: Cantar la antífona al principio y al


final, y proclamar al unísono las tres estrofas.

CáNTICO EF: Proclamarlo al unísono y fondo musi-


cal suave.

para la reflexión:
. "A ti levanto mis ojos..."
. "Nuestro auxilio es el nombre del Señor..."
. "Nos ha bendecido en la persona de Cristo..."

145
3ª Semana

oración de la mañana martes III

SALMO 84: es una súplica comunitaria


pidiendo la renovación.

Comenzamos este día, reconociendo que "el Señor


ha sido bueno con nosotros". Si hiciéramos un reco-
rrido pausado, por todos los días de nuestra vida, y
anotáramos todas las "bondades" con que Dios nos
ha demostrado su cariño… tendríamos que escribir
muchas páginas. Y tal vez nos quedaríamos sorpren-
didos de tantas cosas, en las que no habíamos caído
en la cuenta.
Pero a pesar de todo, Dios no se cansa de seguir
haciendo maravillas en favor nuestro, aunque nos-
otros no se las reconozcamos.
Y sigue realizando la gran tarea de "restaurar-
nos"… de volcarse sobre nosotros para ir modelando,
día a día, la imagen viva de un Cristo Resucitado, que
quiere visibilizarse desde nosotros, a nuestro mundo
de hoy.
Diremos con un tono de sano optimismo: "la sal-
vación está cerca… la gloria habitará en nuestra tie-
rra… la justicia y la paz se besan"… y nuestra tierra -
nosotros - daremos el fruto esperado.
Nuestra comunidad es un anuncio de "muéstranos
Señor, tu misericordia y danos la salvación". Somos
el rostro visible de un Dios misericordioso y salvador.

Toda la tierra está sembrada de tu bondad,


Señor. Cada uno de nosotros puede decirte con
verdad: "el Señor ha estado bueno conmigo".
Están muy cerca de nosotros la salvación, la gloria,
la justicia, la paz,… frutos del Espíritu, presente en
lo más íntimo de nuestro ser.
Eres nuestro "restaurador", perdonando, devol-
viéndonos la vida, mostrándonos tu misericordia.
Por eso nuestra tierra, nosotros, daremos el fruto
abundante, que tú esperas. Tú que vives por los
siglos de los siglos.

146
3ª Semana

oración de la mañana martes III

CÁNTICO Is. 26: es un himno que manifiesta


la confianza en el Señor.

Nuestra vida siempre está respaldada por la pre-


sencia del Espíritu. Podemos caminar seguros en
nuestro quehacer de cada día: "porque el señor es la
roca perpetua"… "y en todas nuestras empresas está
él"… aunque nosotros fallemos, nos desanimemos…
el Señor, nunca nos fallará. Siempre será la fuerza
viva que alentará nuestros desalientos. Por eso este
cántico de Isaías, nos anima a "confiar siempre en el
Señor"… "el nos dará la paz…"
En el comienzo de una nueva jornada, comencé-
mosla, con perspectivas alegres, esperanzadoras.
Así, cada una de nuestras acciones tendrá un trasfon-
do lleno de optimismo, que contagiará a todos los
que entren en contacto con nosotros a lo largo de
este día.
"Mi espíritu madruga por ti". Es la expresión más
auténtica del que ha descubierto que Dios no puede
ser un cualquiera en su vida. Sino el gran necesario,
del que no se puede prescindir, si de verdad se quie-
re vivir la vida con el sentido que tiene.
Proclamemos este cántico con la alegría de quien
está convencido de la presencia de Dios en toda su
historia.

Señor, con razón podemos sentirnos seguros,


porque tú eres la roca firme sobre la que estamos
cimentados. Tú haces fácil nuestro camino y alla-
nas nuestros senderos. En el trasfondo de nuestro
quehacer, allí estás tú, dando eficacia a todas
nuestras empresas: "todos las realizas tú". Por eso
nos sentimos con mucha paz y con mucha seguri-
dad. Siempre confiaremos en ti. que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

147
3ª Semana

oración de la mañana martes III

SALMO 66: es un canto de acción de gracias


y de súplica, al Señor.

Siempre debemos desear que Dios sea conocido,


buscado y amado por todos los humanos. Que todos
le descubran como el Dios del amor, de la justicia, de
la rectitud, de la libertad. Que hasta los últimos rin-
cones de la tierra, todas las naciones, descubran en
él, el imprescindible, aquel sin el cual nada ni nadie
tiene sentido, y nada puede subsistir
Para vivir estas realidades, para anunciarlas
hemos sido llamados. Nuestra vocación es misión:
llamados para ser enviados, y ser "Evangelio vivo"…
la gran noticia que nuestro mundo está esperando,
porque la está necesitando. No podemos defraudarle.
La proclamación de este salmo 66, tiene que des-
pertarnos y lanzarnos con fuerza a vivir y a procla-
mar, con todas nuestras energías que Dios es, en la
vida de todos y de cada uno de los humanos, alguien
a quien, no sólo no podemos arrinconar, sino alguien
de quien no podemos prescindir, si es que de verdad
queremos VIVIR.
Que nuestra oración, sea un deseo sincero de que
todos, todos los pueblos, alaben al Señor. Ahora, lo
vamos a expresar de palabra. Palabra que será com-
promiso para nuestra vida.

Señor, queremos expresarte nuestro deseo since-


ro: …que todos los pueblos te reconozcan como
eres y proclamen a gritos, tu rectitud, tu bondad,
tu justicia, tu amor.
"Ilumina tu rostro sobre nosotros" para que des-
cubramos tus caminos que deben ser los nuestros.
Que nuestras vidas sean una continua alabanza por
tus bendiciones sobre todas las criaturas. Señor, de
verdad: "que todos los pueblos te alaben". A ti que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

148
3ª Semana

oración de la mañana martes III

ambientación breve:
SALMO 84: Cada uno de nosotros podemos afir-
mar "el Señor ha sido bueno conmigo". Sus bondades
no tienen número. Se impone una respuesta por
nuestra parte: nuestra fidelidad a su fidelidad.

CáNTICO IS. 26: Nuestra seguridad está funda-


mentada en el Señor. "El es la roca perpetua"… "rea-
liza nuestras empresas". Por eso podemos decir con
verdad "confiad siempre en el Señor".

SALMO 66: Pregoneros de Dios, nuestro deseo de


que todos los pueblos y todas las razas le conozcan y
le amen, tiene que marcar todos los ritmos de nues-
tra vida: "que todos los pueblos te alaben".

para la oración:
SALMO 84: Un solista proclama la 1ª estrofa y la
3ª, y las otras son proclamadas por todo el grupo.

CáNTICO IS: Un coro proclama las tres primeras


estrofas, y el otro las otras tres junto al Gloria.

SALMO 66: Cantarlo todo, ó proclamarlo, ó cantar


el estribillo "Oh Dios…" y las estrofas al unísono.

para la reflexión:
. "Voy a escuchar lo que dice el Señor..."
." Confiad siempre en el Señor..."
. "Oh Dios que te alaben los pueblos..."

149
3ª Semana

oración de la tarde martes III

SALMO 124: es un grito de reconocimiento de


las acciones del Señor.

Reconocer nuestra condición de criaturas y las


limitaciones que eso conlleva, es la clave para lograr
nuestra realización. No podemos levantar bandera de
independencia absoluta. Sería el comienzo de nues-
tro fracaso. Hasta nuestra misma existencia, está
dependiendo de "alguien". Nuestra seguridad, no
está en nosotros mismos. Por eso a todos los huma-
nos podíamos definirlos, como "buscadores" de segu-
ridades.
Y consciente o inconscientemente, es como vamos
viviendo nuestra vida. Buscamos seguridad en todo:
en nuestras ideas, en nuestro trabajo, en nuestras
amistades, en nuestra vida. Podemos decir que hoy
lo "aseguramos" todo: la casa, el coche… hasta ase-
guramos la misma vida.
Este salmo 124, al mismo tiempo que nos hace
caer en la cuenta de nuestra condición, nos cuestio-
na sobre en qué y en quién ponemos nuestra seguri-
dad.
Y es que solamente hay uno que puede dar segu-
ridad a nuestras seguridades: DIOS. "Los que confí-
an en él, son como el Monte Sión… que no tiembla, y
está asentado para siempre". "El rodea a su pueblo
ahora y por siempre".
Ante tantos cambios de nuestra sociedad actual,
tal vez en ocasiones, nos sentimos inseguros, con
miedo. Es el momento de afianzarnos en el que es
todo seguridad. Nuestra comunidad se ha comprome-
tido públicamente a vivir así. Y eso es lo que explica
nuestro estar aquí. Reafirmemos nuestro compromi-
so al proclamar este salmo.

Señor, todos los humanos buscamos seguridad.


La inseguridad nos molesta, nos pone nerviosos.
Nosotros, cuando nos comprometimos contigo, lo
hicimos, convencidos, de que tú eres el único que
da sentido y seguridad a nuestra vida.
Si te somos sinceros, tal vez tenemos que reco-
nocer, que a veces te hemos fallado. Hemos busca-
do nuestras seguridades, al margen de ti. Es el
momento de rectificar. Tú lo esperas y nosotros lo
necesitamos. Lo haremos. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

150
3ª Semana

oración de la tarde martes III

SALMO 130: es una manifestación de con-


fianza omnímoda en Dios.

Estamos en las últimas horas del día. Nuestras


ocupaciones, los variados acontecimientos que
hemos vivido, de alguna manera, nos han dejado
cansados, nerviosos. Necesitamos descansar, sere-
narnos…
Este salmo 130, es una clara invitación a la tran-
quilidad, a la paz, al descanso confiado: "como un
niño en brazos de su madre". Así tenemos que sen-
tirnos, ante Dios, en estos momentos del día. No son
las frías ideas las que tienen que dominarnos en
nuestra oración de la tarde. Es la vivencia profunda
de una realidad misteriosa, la que tiene que empa-
parnos profundamente, y hacernos sentir la cercanía
de Dios, cercanía amorosa, maternal…
Tendemos a marcar distancias con aquellos que
nos rodean. Y las marcamos también con Dios. Por
eso, frecuentemente vivimos nuestra vida en solita-
rio, privados del calor de la cercanía.
Recojamos la invitación de este salmo y "espere-
mos" en el Señor ahora y por siempre, que no nos
puede fallar. Y que nuestra esperanza esté cargada
de confianza de hijos en un Padre que es todo amor,
y presencia.
Descubramos esta presencia, y vivamos la espe-
ranza: "espere Israel en el Señor". Esperanza que no
defrauda, y que da sentido al horizonte de nuestra
vida. Nos fundamentamos en quien es seguridad que
no puede fallar: Dios Padre.

Señor, es lo que necesitamos: abandonarnos


confiadamente en tus brazos como un niño en bra-
zos de su madre. Y así disfrutar de tu presencia, de
tu cercanía, de tu calor, de tu amor. En nuestra
vida ordinaria, ¡cuántas veces vivimos el drama de
la soledad, del abandono! Todo, por no profundizar
en el misterio de tu compañía.
Gracias, Padre, por tu presencia, por el calor de
tus brazos. Sencillamente, gracias porque eres
nuestro Padre. A ti que vives por los siglos de los
siglos.

151
3ª Semana

oración de la tarde martes III

CÁNTICO Ap. 4: es nuestro canto agradecido


a Cristo, que lo ha pagado todo por nosotros.

No es la gratitud un valor que cultivemos demasia-


do en nuestras relaciones con los demás. El egoísmo
nos juega malas partidas en este punto.
El cántico que vamos a proclamar, es una llamada
reiterativa a caer en la cuenta de lo que otros han
hecho, y están haciendo por nosotros. En concreto
Dios en la persona de Cristo: El es el "cordero dego-
llado" el que con su sangre firmó la alianza inque-
brantable con nosotros.
Por eso es justo que gritemos con todas nuestras
fuerzas que merece la gloria, el honor, la alabanza de
todos los que hemos sido beneficiados con su muer-
te.
El grito de nuestras voces, ciertamente. Pero
sobre todo el grito de nuestras vidas, sobrecogidos
por el gesto de todo un Dios, que no duda en hacer-
se como uno de tantos, morir ajusticiado en una cruz,
para manifestarnos que se interesa por nosotros, al
máximo: "habiendo amado a los suyos, los amó
hasta el extremo".
Nuestra vocación es una respuesta a un compro-
miso con nuestro mundo. Necesita que le hablemos
de "gratitud". Que nuestra palabra sea nuestra vida.
Comencemos por vivir el sentido de la gratitud
hacia aquellos con quienes convivimos. Será un ensa-
yo permanente para extenderlo hacia tantos otros,
que no vemos, pero que están influyendo en nuestra
vida. Nuestro vivir es un constante recibir.
Que sea constante el agradecer.

Cristo, te lo mereces todo. Tú lo has dado todo


por nosotros. Nuestro GRACIAS de esta tarde, qui-
siéramos que fuera un GRACIAS permanente,
desde el grito de nuestra vida. Que tu gran obra
realizada en favor nuestro, no se quede en la his-
toria. Que sea una realidad que nos cuestione cada
día y nos transforme en palabra viva para nuestros
hermanos. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos.

152
3ª Semana

oración de la tarde martes III

ambientación breve:
SALMO 124: Tenemos motivos para sentirnos
seguros: nuestra seguridad se fundamenta en el
Señor, el verdadero monte de Sión. No temamos ni
dudemos a la hora de arriesgarnos por el Reino.

SALMO 130: Terminamos un día más y necesita-


mos paz, descanso. Arrojémonos en los brazos del
Padre como "un niño en brazos de su madre".
Esperemos en el Señor "ahora y por siempre". No nos
puede fallar.

CáNTICO AP. 4: LA gratitud es una realidad que


debemos cultivar. Es mucho lo que recibimos de los
demás. En concreto de Cristo, nuestro hermano.
Proclamamos que él se lo merece todo.

para la oración:
SALMO 124: Un solista proclama la primera estro-
fa, y las restantes a dos coros.

SALMO 130: Todos proclaman la segunda estrofa


"espere Israel…", al principio y al final. Y un solista
proclama la primera.

CáNTICO AP. 4:.Cantar "Gloria y honor a ti…" al


principio y al final, y proclamar todos juntos el cánti-
co.

para la reflexión:
. "El Señor rodea su pueblo..."
. "Espera en el Señor, ahora y por siempre..."
. "Eres digno de recibir la gloria y el honor..."
. "Alegrémonos y gocemos..."

153
3ª Semana

oración de la mañana miércoles III

SALMO 85: es una oración confiada a la bon-


dad de Dios.

Reconocer lo que somos y lo que necesitamos, es


fundamental, para saber caminar por la vida. A esto
nos invita este salmo 85 con el que vamos a comen-
zar nuestra oración de esta mañana.
Somos radicalmente pobres y necesitados. Y así
tenemos que situarnos ante Dios. No para que nos
invada la tristeza de ser criaturas, sino para que des-
cubramos a Dios como alguien que viene a nuestro
encuentro para socorrer nuestra pobreza y saciar
nuestra necesidad.
"Soy pobre, pequeño,…" Pero tú, "eres grande y
haces maravillas"… porque sé que eres bueno y cle-
mente, rico en misericordia…" "Porque tú me ayudas
y consuelas…"
Así tenemos que ir descubriendo a Dios. El, siem-
pre se nos hace el encontradizo, nos sale al paso en
cada momento. El guía nuestros pasos… "nos enseña
el camino… para que vivamos en la verdad".
Nuestra oración de cada mañana, no se puede
quedar sólo, en palabras que pronunciemos, sino en
realidades que descubramos y que saboreemos.
Descubramos y gustemos a Dios, y dejémosle
"que siga haciendo maravillas".

Señor, reconocemos que somos pobres y que tú


eres la gran necesidad de nuestra vida vida. Por
eso te estamos llamando todo el día: toda nuestra
vida es un grito por ti. Porque sabemos que eres
bueno y misericordioso… que siempre nos escuchas
y atiendes nuestras llamadas. Justo es que te ala-
bemos de todo corazón, que anunciemos tu bondad
y tu misericordia a todos los que no te reconocen
como el único Dios: De verdad "grande eres tú y
haces cosas maravillosas". Gracias Señor. A ti que
vives por los siglos de los siglos.

154
3ª Semana

oración de la mañana miércoles III

CÁNTICO Is. 33: es una llamada a rectificar


ante la justicia de Dios.

Es una postura ridícula intentar enfrentarse con


Dios. Todo el que lo intente está buscando su propia
ruina y su propia destrucción.
A Dios no se le puede arrinconar ni desterrar. El es
el NECESARIO en la vida de todo ser humano. Sin él,
estamos abocados a la frustración más profunda que
podemos padecer.
Solamente quienes proceden con justicia y no
oprimen al hermano, quienes no se dejan sobornar
por nadie, quienes hablan con rectitud, son los que
están seguros, de caminar en la vida por los caminos
de Dios. Es lógico que quienes no actúen así, sientan
temor y temblor.
Dios no se deja sobornar por nadie. Su actuar es
siempre desde el amor y la justicia. Ama… perdona…
disculpa… pero siempre desde un proceder sincero y
coherente por nuestra parte. Todo intento de engaño,
es un autoengaño, que termina en contra nuestra.
Este cántico de Isaías es, pues, una llamada a la
sinceridad y a la coherencia. No podemos pretender
encontrarnos con Dios sin encontrarnos con el her-
mano. Nuestro comportamiento con el hermano es el
camino para encontrarnos con Dios.

Tú eres, Señor, el gran `presente y tu calor nos


envuelve por todas las partes. Eres un "fuego
devorador" que busca nuestra purificación, para
que caminemos por caminos de justicia, por cami-
nos de coherencia, por caminos de verdad, por
caminos de libertad. Sólo así llenaremos nuestra
vida y responderemos al proyecto que tienes sobre
nosotros. Y los que nos vean, se acercarán más a
ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

155
3ª Semana

oración de la mañana miércoles III

SALMO 97: es un himno a Dios, Señor univer-


sal de todo.

Contemplar cada día, con ojos nuevos, las mara-


villas que Dios ha sembrado en nuestro mundo, nos
llevará a descubrir más y más, su sabiduría, su gran-
deza, y su amor.
Dios no ha escatimado variedad de criaturas en
todos los sectores de la creación: el firmamento con
sus astros… el mar con sus peces… la tierra con sus
flores y plantas. En todos ha ido dejando rastros de
sus huellas. Saber encontrarlas, saber leerlas, es el
camino abierto para ir descubriendo la grandeza y
sabiduría de su autor.
Este salmo 97 nos invita a "cantar al Señor… a
aclamar al Señor… a gritar… a vitorear… a tocar toda
clase de instrumentos"… y su invitación se extiende
"al mar y lo que contiene… a los ríos… a los montes…
a todos los habitantes de la tierra…" Que todo y
todos, desde las "maravillas que ha hecho", se levan-
ten y reconozcan al Creador.
Una vez más, se nos insiste en cultivar y vivir
nuestra vocación de contemplativos. Así iremos des-
cubriendo la realidad de un Dios que tiene que llenar
de sentido nuestra vida.

Tus maravillas, Señor, sobrepasan toda imagina-


ción. Y todas las realizas en favor de los humanos,
aunque muchos no te las reconozcan.
Que toda la tierra te aclame, te vitoree, grite,…
"Qué grande es Dios!" Que suenen todos los instru-
mentos, que te aplaudan los ríos y te aclamen los
montes. Regirás toda la tierra, y lo harás siempre
con justicia y rectitud.
Que toda nuestra vida sea un "cántico nuevo"
para ti, que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

156
3ª Semana

oración de la mañana miércoles III

ambientación breve:
SALMO 85: Situarnos ante Dios como lo que
somos, seres radicalmente necesitados, es el verda-
dero modo de atraer sus bondades. Y es que El "es
bueno y clemente" y no puede menos de acercarse a
quien le abre.

CáNTICO IS. 33: No tiene sentido enfrentarse


contra Dios y contra los hermanos. Seamos sensatos
y abrámonos, practiquemos la justicia, la sinceridad…
y reconozcamos la necesidad que tenemos de Dios y
de los hermanos.

SALMO 97: Reconocer las maravillas de Dios en


favor nuestro, es un quehacer que debemos cultivar,
a fin de que nuestra vida sea una invitación clara y
manifiesta para todos los demás.

para la oración:
SALMO 85: Proclamado espontáneamente y, pau-
sadamente.

CáNTICO IS: Un solista proclama la 1ª estrofa, el


resto todo el grupo al unísono.

SALMO 97: Cantarlo todo ó solamente el estribillo


y proclamarlo a dos coros.

para la reflexión:
. "Tú Señor, eres y clemente..."
. "Los lejanos escuchar lo que he hecho..."
. "Aclama al Señor tierra entera..."

157
3ª Semana

oración de la tarde miércoles III

SALMO 125: es un cántico de liberación ante


las distintas situaciones.

Una de las enfermedades de nuestro mundo, es la


enfermedad de la tristeza. Muchas de sus alegrías
son pura evasión. Carecen de fundamento.
Nosotros somos los que hemos descubierto las
fuentes de la verdadera alegría. Y nos hemos com-
prometido a beber de sus aguas y compartirlas con
los demás.
Todo ha sido regalo, gracia. No lo hemos compra-
do con nuestros dineros. Podemos decir con verdad
"el Señor ha estado grande con nosotros" ha cambia-
do nuestra suerte, como a Sión, como a los torrentes
del Negueb".
Es lógico que estemos alegres… que riamos… que
cantemos…" y que todos, al vernos, puedan decir,
como lo decimos nosotros: "el Señor, ha estado gran-
de con ellos".
Un salmo, como este, proclamado al declinar el
día, nos renueva, nos facilita el descanso, nos ayuda
a profundizar más y más las intervenciones de Dios
en nuestra vida. Y como consecuencia, nos tiene que
"llenar de alegría, la boca de risas y la lengua de can-
tares".
Tendremos momentos de lágrimas, pero la fuerza
del Espíritu, las cambiará en cantos de liberación y
esperanza.

De verdad, Señor, que has estado grande con


nosotros. ¿Qué más podíamos pedirte?... si repasa-
mos todos los momentos de nuestra vida, todos
ellos están marcados por tu presencia y tu bondad.
Por eso, la alegría tiene que ser la nota que nos
defina ante los demás. Así les manifestaremos el
mensaje de tu salvación.
No somos ilusos. Contamos con días grises, pero
también contamos con tu presencia, que nos ale-
grará esos días. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

158
3ª Semana

oración de la tarde miércoles III

SALMO 126: es un canto de confianza en el


Señor.

Podemos mucho, pero no lo podemos todo. Ante


un mundo, enriquecido con tantas técnicas y descu-
brimientos, podemos caer en la trampa de sentirnos
autosuficientes, y prescindir de Aquel de quien
dependemos radicalmente. Lo que hay en el ambien-
te, nos puede contagiar.
Durante este día que estamos terminando, hemos
hecho muchas cosas. Y de verdad, ha sido necesaria
nuestra intervención. Pero de ahí no se deduce que
todo ha sido obra nuestra.
El salmo que vamos a proclamar, nos pone las
cosas en su punto. "si el señor no construye la casa
ó guarda la ciudad la ciudad… en vano se cansan los
albañiles, ó vigilan los centinelas.".
Detrás de cada una de nuestras acciones, está
siempre la acción - cooperación de Dios. "En él vivi-
mos, nos movemos y existimos". Las apariencias son
solo apariencias. Hay que llegar al trasfondo para
encontrarnos con la verdad. Somos grandes y pode-
mos hacer obras grandes… pero nuestra grandeza
siempre depende de alguien que nos respalda: DIOS.

Señor, a veces nos sentimos los imprescindibles,


los que no necesitamos de nadie. Es la tentación de
un mundo que nos rodea. Pero tenemos que reco-
nocer que no es así. Tú sí que eres el imprescindi-
ble, alguien a quien no podemos arrinconar. Tú
eres el que da sentido a nuestra vida y consisten-
cia a todo nuestro quehacer. Si no te ponemos de
nuestra parte, en vano nos cansamos y afanamos.
Nuestro esfuerzo es inútil sin ti, que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

159
3ª Semana

oración de la tarde miércoles III

CÁNTICO Col. 12: es un cántico de gratitud a


Dios, por nuestra vocación.

Así es el proyecto de Dios Padre sobre nosotros:


"nos ha trasladado al reino de su Hijo querido" y "nos
ha hecho capaces de compartir su misma vida": hijos
en el Hijo.
Nuestra gratitud tiene que ser desbordante. Lo
que nosotros no hubiéramos ni soñado, es el gran
"sueño" de Dios.
En Cristo formamos la nueva comunidad llamada
a hacer presente en el reino de Dios. El mismo Cristo
es nuestra cabeza. Cada uno de nosotros miembros
vivos de ese cuerpo misterioso: la Iglesia.
Los que hemos sido llamados a vivir en comuni-
dad, estamos haciendo visible la presencia del
Resucitado, en nuestro mundo. Nuestro compromiso
de evangelizadores, lo estamos realizando, desde la
palabra silenciosa, del amor a los hermanos.
Nuestra comunidad siempre tendrá sentido, si nos
esforzamos por vivir la verdadera fraternidad, que no
se fundamente en lo humano, sino en la fuerza del
Espíritu.
Nuestra vida será el canto armonioso al primogé-
nito de toda criatura, al primer resucitado: a Cristo
Jesús.

Gracias, Padre. Son las dos palabras que quere-


mos decirte al terminar este día. Las dos conden-
san lo que tú eres y lo que nosotros tenemos que
ser para contigo: tú nuestro Padre y nosotros tus
hijos agradecidos. En Cristo nuestro hermano, has
querido realizar todo lo que quieres para nosotros,
tu "sueño" cargado de ilusión.
Que no te defraudemos. Que nuestra vida sea la
respuesta que esperas. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

160
3ª Semana

oración de la tarde miércoles III

ambientación breve:
SALMO 125: Un cristiano tiene derecho y necesi-
dad de vivir alegre y de manifestarlo así a nuestro
mundo enfermo de tristeza. Y es que el Señor ha
cambiado nuestra suerte. Seamos conscientes de
ello.

SALMO 126: Ante un mundo endiosado, tenemos


que reconocer que no lo podemos todo. Es Él quien
"construye la casa", aunque quiere nuestra colabora-
ción. Sin El, vano es nuestro esfuerzo.

CáNTICO COL.1: Seamos agradecidos a un Dios


que ha desarrollado al máximo nuestra capacidad de
ser: con Cristo y en Cristo, lo humano puede ser divi-
nizado. Toda una grandeza, pero también una res-
ponsabilidad.

para la oración:
SALMO 125: Proclamado a dos coros.

SALMO 126:.Cantarlo todo.O cantar la primera


estrofa al principio y al final, proclama un solista las
estrofas.

CáNTICO COL.1: Proclamado por todos al unísono,


despacio y con fondo musical suave.

para la reflexión:
. "El Señor ha estado grande con nosotros..."
. "Si el Señor no construye la casa...en vano se
cansan..."
. "Nos ha trasladado al reino de su Hijo..."

161
3ª Semana

oración de la mañana jueves III

SALMO 86: es una invitación a vivir en frater-


nidad entre todos los pueblos.

No ha sido Dios quien ha puesto límites ó fronte-


ras a la fraternidad y a la apertura de todos los pue-
blos y de todas las razas. Hemos sido nosotros los
humanos, desde nuestro egoísmo y desde nuestros
intereses. Ante Dios nadie es extranjero. Todos mora-
mos en la gran ciudad del mundo y constituimos la
única "ciudad de Dios". Atentar contra esta unidad
dentro de la diversidad de razas y lugares, es atentar
contra el plan de Dios.
Al comenzar el nuevo día, debemos sentir la lla-
mada a la fraternidad… a ver en todos los humanos
"al hermano" que me necesita y que necesito, si es
que quiero vivir mi vida desde la verdad.
Así vivió Jesús y a esto nos impulsa la fuerza del
ESPIRITU que llevamos dentro. A esto nos compro-
metimos cuando respondimos a vivir la vida cristiana
desde "la radicalidad del evangelio". Que nuestra vida
no sea una contradicción con nuestros compromisos.
El mundo es la "gran ciudad" en la que habitamos
todos los humanos, sin que debamos excluir a nadie.
No importa el color, ni la lengua, ni la raza… Todos
nos unificamos con el título de "hijos de Dios". Todos
con los mismos derechos, y todos con el mismo des-
tino. Nadie somos más que nadie. Hermanos entre
los hermanos.

Para ti, Señor, somos tu ciudad escogida. En ella


quieres habitar permanentemente, porque… "tus
delicias son estar con los hijos de los hombres". Es
nuestro orgullo poder decir, "somos morada de
Dios".En el comienzo de este día, esta es la noticia
que debe dar color a nuestro pensar y a nuestro
actuar. Que quienes se relacionen con nosotros, se
sientan contagiados por la calidad y la hondura de
nuestra vida, y todos nos sintamos como herma-
nos, congregados en la misma ciudad del mundo.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

162
3ª Semana

oración de la mañana jueves III

CÁNTICO Is. 40: es la proclamación de Dios


como el buen pastor.

Estad siempre atentos a la llegada del señor.


Nunca se desentiende de nosotros. Somos su pue-
blo… su rebaño. Cuida de todos, con el cariño del pas-
tor que se desvive por sus ovejas: "las apacienta…
toma en brazos a los corderillos… hace descansar a
las madres".
Dios es cercanía… intimidad, a pesar de su gran-
deza y sabiduría. Conoce a perfección la profundidad
del mar, el peso de los montes y de las colinas. Nada
se escapa a su sabiduría. Y a pesar de todo, no se
desdeña de acercarse, con cariño y con amor, a todos
y a cada uno de nosotros. Y se acerca para engran-
decer nuestra pequeñez, con su grandeza: "viene con
su salario, y su recompensa le precede".
Que al proclamar este cántico, nos sintamos los
mimados por Dios y llenemos nuestra vida de alegría
y de optimismo.
La sabiduría y el poder de Dios, no son obstáculo,
para que se distancie de nosotros. Es cierto que
"llega con poder". Pues él ha medido el mar, el cielo,
el polvo de la tierra. Conoce el peso de las montañas,
su sabiduría no tiene medida. Pero a pesar de su
grandeza, se acerca hasta nosotros, sin sentirse
rebajado. El amor no sabe de distancias.

Señor, tenemos que caminar por la vida con los


ojos bien abiertos: "mirad que el Señor Dios llega…
mirad que viene". Y vienes con la ternura y delica-
deza del pastor bueno, nos tomas en tus brazos
con un cariño entrañable. A pesar de tu grandeza,
te acercas a nuestra pequeñez para engrandecer-
nos de manera sorprendente. Que te descubramos
cada día más y mejor, y que vivamos sorprendidos
por tu sabiduría y por tu amor. Tú que vives y rei-
nas por los siglos de los siglos.

163
3ª Semana

oración de la mañana jueves III

SALMO 98: es un canto a la santidad de Dios


que renueva el universo.

No es fácil situarnos ante Dios con una postura


correcta. Frecuentemente le vemos lejos… distante…
demasiado santo para que se digne acercarse a nos-
otros pobres criaturas. Ciertamente Dios es santo, ó
mejor dicho "El es el santo". Pero no por eso es ajeno
a nosotros: "Invocaban al Señor y él les respondía…
Dios les hablaba… era un Dios de perdón". Así es
nuestro Dios: grande, pero se abaja desde su gran-
deza para acercarse a los humanos, por pequeños
que seamos. Santo, pero no se avergüenza de nues-
tros fallos y limitaciones.
Desde su amor, todo lo nuestro le interesa y para
nada se siente extraño a nuestra historia.
Con verdad podemos exclamar: "el Señor es gran-
de… encumbrado… reina con poder y ama la justi-
cia…" Pero no por eso, se distancia de nosotros.
Siempre será el amor que no conoce distancias.
Por eso, no pongamos distancias entre Dios y nos-
otros. El mismo las ha roto todas. Es y será siempre
el gran cercano. En Cristo, su cercanía ha llegado al
máximo. Ya no nos "habla desde la columna de
nube". Cristo es su Palabra.
Por eso, en nuestra oración de esta mañana, pro-
clamaremos, "el Señor es grande en nosotros"…
"Ensalzad al Señor"… "El es santo"…

Tú, Señor, eres el único grande. Todos debemos


reconocerlo. Siempre tienes la respuesta adecuada
para quienes te llaman y quieren dialogar contigo.
Ciertamente eres un Dios de perdón porque sabes
de amor infinito. ¡Qué bien nos iría en la vida si
supiéramos reconocerte y corresponderte!.Que en
los comienzos de este día nos sintamos impactados
por ese sentimiento y vivamos la alegría de tu
amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

164
3ª Semana

oración de la mañana jueves III

ambientación breve:
SALMO 86: Todos somos ciudadanos del "gran
pueblo de Dios".Nuestra fraternidad no tiene límites
ni fronteras. La Iglesia, simbolizada en la nueva
Jerusalén, abre las puertas a todos.

CáNTICO IS. 40: El Señor es el pastor que se des-


vive por sus ovejas. Su grandeza y su sabiduría, no
son obstáculo, para acercarse a los humanos. Todo lo
contrario: desde su amor infinito, todo se explica.

SALMO 98: La cercanía del Señor es un hecho que


está ahí. Es el SANTO. Pero no por eso, se desdeña
de acercarse a nosotros que no lo somos. Todos los
que le invocan tienen respuesta.

para la oración:
SALMO 86: Proclamado a dos coros.

CáNTICO IS. 40: Un solista proclama la 1ª y la 2ª


estrofa y las dos últimas. El grupo proclama al uníso-
no las tres con interrogante.

SALMO 98: Un solista proclama las dos primeras


estrofas y las restantes a dos coros.

para la reflexión:
. "El Altísimo en persona lo ha fundado..."
. "Como un pastor...toma en brazos a los corde-
ros..."
. "Tú eras para ellos un Dios de perdón..."

165
3ª Semana

oración de la tarde jueves III

SALMO 131: es una proclamación de Dios


cumplidor de sus promesas.

Desde que Dios ha creado al ser humano, se ha


empeñado en no separarse de él. Bajo formas diver-
sas, ha querido visibilizar su presencia entre no-
sotros. A lo largo de los tiempos, le hemos prepara-
do moradas, templos, catedrales… en los que nos
congregamos para celebrar su presencia.
Pero llegada la plenitud de los tiempos, él mismo
se prepara su morada, su templo: la persona de
Cristo: él es el templo vivo visible, de la divinidad.
"Llegará la hora en que los verdaderos adoradores,
adorarán al Padre en espíritu y verdad".
Y Cristo, sigue visibilizando y actualizando su pre-
sencia en el templo de nuestra comunidad: "… la
comunidad, congregada como verdadera familia en el
nombre del Señor, goza de su "presencia".
Cada comunidad debe ser una verdadera cons-
tructora del templo vivo de Dios en nuestro mundo.
Es la tarea con la que estamos comprometidos.
Que nuestra vida concreta, sea un grito que mani-
fieste lo que estamos necesitando: "levántate, Señor,
ven a tu mansión, ven con el arca de tu poder".
Somos nosotros hoy, "el lugar para el Señor, una
morada para él". Que personal y comunitariamente,
aceptemos ser "el lugar y la morada" de Dios.

Señor, ven a tu mansión, ven a nuestra comuni-


dad. Sabemos que no son los templos materiales,
en lo que tú quieres habitar. Somos todos y cada
uno de nosotros, es nuestra comunidad, es la
Iglesia.
Sentimos la responsabilidad de ir construyendo
cada día estos templos vivos que tú mismo has ele-
gido, para hacerte visible. En ellos y desde ellos,
queremos sentir tu presencia y vivir tu cercanía. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

166
3ª Semana

oración de la tarde jueves III

SALMO 131, II: es una proclamación de la


fidelidad y cercanía del Señor.

Los compromisos de Dios, son compromisos que


cumplirá. "El Señor lo ha jurado y no se retractará".
Desde siempre se comprometió con la humanidad, y
desde siempre sigue cumpliendo sus promesas. "Esta
es mi mansión para siempre, aquí viviré, porque la
deseo".
La carne de nuestro hermano Jesús, carne como
nuestra carne, esa fue la mansión escogida. Y desde
ella, se ha hecho presente entre nosotros, y para
nosotros. "¿No sabéis que sois templos de Dios?" nos
dirá San Pablo.
En el silencio de esta tarde, que resuenen en cada
uno estas palabras: "Somos templos vivos de Dios".
El nos ha elegido y ha deseado vivir en lo profundo
de nuestro ser. Ya no tenemos que hacer grandes via-
jes, ni recorrer grandes distancias para orar… para
dialogar con nuestro Padre. Entremos en nuestro
interior. Y sin palabras, disfrutemos de su presencia,
de su cercanía.
Dejémosle que vaya vivificando nuestra carne,
para que transparentemos su presencia. A eso nos
comprometimos, como respuesta al compromiso de
Dios con nosotros.

Señor, el cercano, el gran presente. Gracias por


tu cercanía, gracias por tu presencia. Gracias por-
que nos ha tocado vivir los tiempos de la promesa:
"esta es mi mansión… aquí viviré".
Lamentamos, nuestro distanciamiento de ti: tú el
presente y nosotros los "ausentes". Vivir esta rea-
lidad misteriosa de tu presencia, es el compromiso
que tenemos que renovar y vivir, responsable y
alegremente. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos.

167
3ª Semana

oración de la tarde jueves III

CÁNTICO Ap. 11: es un canto a la fortaleza


del Señor, fuerza de los elegidos.

La lucha entre las fuerzas de Dios y las fuerzas del


mal, es la lucha permanente en nuestro mundo. Los
planes de Dios no siempre son secundados por los
humanos. Es más: frecuentemente son rechazados.
Pero no por eso, la misericordia y la bondad de
Dios, cesan en su empeño. La fuerza del Espíritu esta
actuando siempre en el mundo, para que el mal no
venza al bien.
Con la proclamación de este cántico, vamos a
exteriorizar nuestra gratitud a Dios por su acción mis-
teriosa, en favor nuestro: "Gracias te damos, Señor
Dios omnipotente, porque has asumido el gran
poder…" "… porque ahora se estableció… el reinado de
nuestro Dios…"
A lo largo de la historia, han existido muchos hom-
bres y mujeres que han posibilitado el reinado de
Dios en el mundo, desde su vida, desde sus palabras
y hasta desde su sangre. Se lo han jugado todo, por
la causa de Jesús.
Nosotros, comunidad de creyentes cualificados,
somos los continuadores de tantos hermanos nues-
tros desde la respuesta a nuestra vocación. Ellos nos
entregaron la antorcha. No debemos apagarla. Las
tinieblas de nuestro mundo, nos necesitan para dejar
de ser tinieblas.

Señor, no siempre tus proyectos sobre nosotros,


son respetados. Las fuerzas del mal, viven un
enfrentamiento contigo. Pero la fuerza de tu
Espíritu lucha insistentemente, para que el bien no
sea ahogado por el mal.
Te agradecemos que nos hayas escogido, como
personas concretas y como comunidad, para cola-
borar con esa fuerza del Espíritu, en la realización
de tus proyectos.
Que nuestra respuesta, no te defraude. A ti que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

168
3ª Semana

oración de la tarde jueves III

ambientación breve:
SALMO 131, I: Dios ha querido visibilizar su pre-
sencia entre nosotros de muchas maneras. Los
humanos le hemos construido templos. Y en los últi-
mos tiempos se nos ha acercado en el templo vivo de
Cristo.

SALMO 131, II: Los compromisos de Dios se cum-


plen siempre. Sus promesas a lo largo de la historia
se han realizado. "Estaré con vosotros hasta el final
de los tiempos". Somos morada de Dios por el
Espíritu.

CáNTICO AP.11: Aunque las fuerzas del mal se


empeñen, el poder de Dios está sobre ellas. Y son
muchos los que a lo largo de la historia, han vencido.
Nosotros también venceremos

para la oración:
SALMO 131, I: Un solista proclama la 1ª estrofa y
otro proclama la 2ª.
Todo el grupo proclama la 3ª y 4ª.

SALMO 131, II: Es proclamado por un solista.

CáNTICO AP.11: Todos al unísono, pausadamente.

para la reflexión:
. "No niegues audiencia a tu ungido..."
. "Aquí viviré porque lo deseo..."
. "Estad alegres los que moráis en sus tiendas..."

169
3ª Semana

oración de la mañana viernes III

SALMO 50: es una invitación a recibir el abra-


zo acogedor de Dios.

Cuántas veces vivimos la angustia de que nuestra


vida no es como nosotros querríamos que fuera.. Con
cierta frecuencia, nuestros deseos no coinciden con
nuestros actos. Y esto nos lleva al desaliento y al des-
ánimo.
Este salmo 50, no es el salmo de la derrota, sino
el salmo de la confianza, en quien es "perdón y amor"
para todos y en todo momento. Por lo tanto, es el
salmo de la alegría.
Ciertamente, muchas veces no somos como tení-
amos que ser y nos sentimos avergonzados. Pero
Dios siempre está en el recodo de nuestro camino y,
con insistencia, nos invita a la lucha, a la confianza,
a dejarnos rehacer después del fracaso.
Se lo vamos a repetir varias veces al proclamar
este salmo 50: "renuévame por dentro… crea en mí
un corazón puro… lávame y quedaré limpio… hazme
oír el gozo y la alegría… devuélveme la alegría de la
salvación…"
Y desde esta nuestra oración, sentiremos más la
alegría, sentiremos el abrazo del Padre que nos ama,
aun en la tristeza de nuestros fallos. Vivamos, pues,
la alegría del perdón y no tanto la tristeza de nuestro
pecado.
Que en este viernes, los brazos abiertos de Cristo
en la cruz, nos hagan descubrir y vivir la alegría de
ese abrazo del Padre, en la persona de Jesús.

Señor, no es la tristeza de nuestro pecado lo que


más nos tiene que preocupar. Eres tú, tu bondad,
tu misericordia, tu amor de Padre… lo que de ver-
dad debe mover nuestra vida: que "viva el gozo y
la alegría" de que tú siempre y sobre todo, eres
perdón… eres abrazo,… eres amor. Que lo impor-
tante es, que yo me deje amar… abrazar… perdo-
nar por ti. Desde ese momento, mi vida cambiará,
y tú serás otro para mí: mi Dios, mi todo. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

170
3ª Semana

oración de la mañana viernes III

CÁNTICO Jr. 14: es una recriminación contra


actitudes destructivas.

Es dura la realidad de nuestro mundo. Los hom-


bres no vivimos como hermanos. El egoísmo nos
juega malas partidas. Deseamos la paz pero hacemos
la guerra: luchas entre hermanos, atracos, terroris-
mos, violencias… Parece que estamos viviendo en un
mundo deshumanizado y sin entrañas.
Solamente cuando salgamos de nuestro egoísmo y
nos convenzamos de que estamos hechos para el
amor y no para la guerra, tendrá solución este caos
en que vivimos sumergidos: "Señor, reconocemos
nuestra impiedad, nuestra culpa…" Por ahí tenemos
que comenzar. Y cuando reconozcamos la parte del
mal, causado por nosotros, habremos descubierto el
camino que nos lleva a construir un mundo nuevo,
distinto, más en consonancia con lo que todos esta-
mos necesitando.
Proclamemos este cántico desde la realidad que
lamentamos y desde el deseo que llevamos dentro.
Un viernes, Cristo nos abrió sus brazos, clavados
en la cruz, para abrazarnos a todos. En él estamos
recibiendo el abrazo del Padre, para que vivamos
como hermanos y sembremos en nuestro mundo la
paz y la fraternidad. Comencemos por reconocer
nuestra influencia positiva ó negativa en el mundo
que nos rodea.

Señor, cuando nos empeñamos en vivir a nuestro


aire, entonces vemos que todo nos va mal. Cada
vez nos convencemos más, de que nuestra vida al
margen de ti, no tiene sentido. Por más que nos
empeñemos.
Desde tu amor infinito, has ideado para nosotros
lo mejor, lo único que nos puede llenar.
Empeñarnos en ir contra tus planes, es echarnos
polvo a los ojos y sentir la frustración de nuestro
fracaso. Señor, arrepentidos de un pasado que no
nos gusta, queremos comenzar un futuro nuevo:
de paz y de fraternidad. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

171
3ª Semana

oración de la mañana viernes III

SALMO 99: es una invitación a la alegría ante


la bondad de Dios.

La alegría debiera ser la nota que predominara en


nuestra vida. Somos quienes hemos descubierto el
sentido de la vida y nos hemos comprometido en
vivirla.
Comenzar un nuevo día, es comenzar una nueva
página de nuestra vida. De una manera reiterativa
nos invita este salmo 99, a que ésta página esté
escrita con un fondo de optimismo y de alegría. Y la
razón es "Dios nos hizo y somos suyos, su pueblo y
ovejas de su rebaño".
Por eso es justo "que le aclamemos… que le ben-
digamos… que toda la tierra proclame que el "Señor
es bueno"…
Nuestro mundo necesita mensajes como éstos.
Nosotros, tenemos que dárselos. Nuestra vocación es
compromiso, es envío, es misión, es anuncio… para
un mundo profundamente necesitado de noticias
esperanzadoras y llenas de verdad. Que descubran
que "Dios es bueno" no solo porque nosotros se lo
decimos, sino sobre todo, porque lo vivimos.
Invitemos a toda la tierra a vivir la alegría del
encuentro con Dios.

Señor, comenzar el día, con la alegría de que


somos tuyos, tu pueblo, desde una posesión de
amor, nos llena de satisfacción.
Tú eres el "bueno", el de una misericordia sin
límites, y una fidelidad reconocida por todos.
Deseamos que todos te aclamen, que todos griten
y anuncien tu bondad. Es lo que queremos hacer a
lo largo de este día que estamos estrenando. Tú te
lo mereces. Y nosotros sentimos la alegría de poder
hacerlo. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

172
3ª Semana

oración de la mañana viernes III

ambientación breve:
SALMO 50: Ante nuestros posibles fallos no debe-
mos hundirnos. Siempre nos esperan unos brazos
abiertos que nos devuelven la alegría perdida. El
Cristo de la cruz tiene los brazos clavados para no
cerrarlos.

CáNTICO JR. 14: Son muchas las situaciones de


sufrimiento en nuestro mundo. El egoísmo de muchos
repercute en mayorías. Solamente cuando reconoz-
camos nuestro pecado, volverá la paz y la alegría.

SALMO 99: Optimismo y alegría, son las notas que


deben caracterizar nuestra vida, porque el "Señor es
bueno… somos suyos… su misericordia y su fidelidad
son eternas". Aclamadle con alegría.

para la oración:
SALMO 50: Proclamarlo espontáneamente, y cada
tres estrofas cantar "perdón, perdón, Señor…" Dejar
un silencio brevísimo después de cada canto.

CáNTICO JR.14: Un solista proclama las tres pri-


meras estrofas, y continua todo el grupo con las dos
restantes.

SALMO 99: Cantado, ó un solista proclama al prin-


cipio y al final la última estrofa y todos al unísono las
restantes.

para la reflexión:
. "Te gusta un corazón sincero..."
. "Señor, reconocemos nuestra impiedad..."
. "Sabed que somos su pueblo..."

173
3ª Semana

oración de la tarde viernes III

SALMO 134, I : es un himno que proclama las


maravillas de Dios.

Es un reconocimiento a las grandes maravillas que


Dios ha realizado y realiza, a lo largo de la historia.
Maravillas en la naturaleza y maravillas entre los
hombres y los pueblos.
Pero el trasfondo de este salmo, es una invitación,
a admirar, a agradecer, la gran maravilla de Dios en
sus relaciones con los humanos: su entrega a la
muerte por nosotros.
Tendemos a ser olvidadizos o mejor dicho, tende-
mos a dejar en la historia hechos que siguen tenien-
do su resonancia en el presente. Lo demasiado sabi-
do deja de impresionarnos y de influir en nuestra
vida. El que Dios se lo juegue todo, por amor al hom-
bre, no es cualquier cosa. Por eso, este salmo, nos
invita insistentemente: "Alabad al Señor… porque es
bueno… porque él nos escogió… porque es grande…",
porque se ha valido de todos los medios para decir-
nos que se interesa por nosotros.
Todo viernes, debe ser una llamada a reflexionar…
a admirar… a corresponder… y a recuperar esa capa-
cidad de "sorpresa" que todos llevamos dentro.
Terminemos este día, sobrecogidos por lo que todo
viernes supone para nosotros: un Dios, que nos dice
su palabra de amor, escrita con su propia sangre.

Señor, son muchas las maravillas que has reali-


zado en favor nuestro: en la naturaleza, en nues-
tra historia personal. Pero hay una, que sobrepasa
todo: tu entrega a la muerte por nosotros.
Reconocemos que no siempre le hemos dado la
importancia que eso tiene. Nos hemos acostumbra-
do a saberlo de memoria, y no nos sorprende.
Hoy, Señor, queremos reconocerlo, y
decirte:"gracias" de palabra y sobre todo, "gracias"
con nuestra vida. A ti que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

174
3ª Semana

oración de la tarde viernes III

SALMO 134, II: es una acusación ante los


posibles ídolos de los humanos.

Es fácil buscar una escapatoria, o una excusa,


cuando tenemos delante un compromiso serio que
nos compromete. Eso es lo que hacemos, cuando
fabricamos nuestros ídolos, frente a la realidad viva,
de un Dios que camina a nuestro lado y que busca
nuestra máxima realización.
Esta segunda parte del salmo 134, nos hace ver,
la vaciedad y el sin sentido, de los posibles ídolos que
nos fabricamos y a los que damos culto, en nuestra
vida diaria. Y nos invita a reconocer que: "el Señor,
es eterno… su recuerdo de edad en edad… gobierna a
su pueblo… se compadece…"
En este viernes, nos pone delante, su amor, mani-
festado en una cruz y nuestra correspondencia mani-
festada en la vida diaria. No para reprocharnos fría-
mente, sino para que desde su amor, nos sintamos
impulsados a darle una respuesta positiva con nues-
tro amor. De tal manera que podamos invitar a todos
a "bendecir al Señor", desde el reconocimiento de
todo lo que hace por nosotros.
No es fácil ser sinceros, cuando afecta a nuestra
vida concreta. Fácilmente buscamos nuestras excu-
sas compensatorias. Una pregunta: ¿qué significa
Dios en nuestra vida?...

Señor, tú eres el único eterno, el que camina


siempre a nuestro lado. Pero no siempre hemos
correspondido a tus desvelos. Reconocemos que
sin renegar claramente de ti, nos hemos fabricado
nuestros "idolillos", que nos han dificultado una
respuesta positiva a tu amor.
Nos consuela que tu misericordia y tu compren-
sión no tienen límites y sabes comprender y discul-
par nuestros fallos, porque nos amas siempre. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

175
3ª Semana

oración de la tarde viernes III

CÁNTICO Ap. 15: es un himno que proclama


las obras maravillosas de Dios.

Este cántico, es un grito cargado de entusiasmo y


alegría ante las maravillas de Dios: "grandes y mara-
villosas son tus obras, Señor"… "justos tus caminos."
Sigue insistiendo en la gran maravilla, en la gran
obra de Dios, que fue realizada en el primer Viernes
Santo: la muerte en una cruz, de Cristo. Por eso la
pregunta: "¿Quién no te glorificará?"… "porque tú
sólo eres santo". Es justo que "todas las naciones…"
te reconozcan y se postren ante ti…
Todo este cántico es una invitación a vivir bajo el
impacto y la sorpresa, de lo importantes que somos
para Dios. Y por consiguiente, a organizar nuestra
vida desde ese impacto y desde esa sorpresa. Siendo
siempre conscientes de nuestra vocación-misión:
Nuestros hermanos esperan de nosotros que les
hablemos de las maravillas de Dios. Nos hemos com-
prometido. No les defraudemos.
La gran maravilla de un Dios colgado de la cruz, no
la podemos dejar en la historia. Debe seguir impac-
tándonos hoy con la fuerza misteriosa de tal aconte-
cimiento.
Y que ese impacto, incida en nuestras vidas de tal
manera, que seamos anuncio permanente para
nuestros hermanos. Así lograremos ser "evangelio"
desde la vida.

Señor, llenos de alegría, tenemos que decirte:


"todas tus obras son grandes y maravillosas".
Mantenernos en una actitud, de continua admira-
ción y agradecimiento, es la mejor respuesta que
podemos darte. Y al mismo tiempo que proclame-
mos ante todos, lo que tú eres y cómo te compor-
tas con nosotros.
No podemos permanecer indiferentes, ante el
testimonio que nuestro mundo espera de nos-
otros.. A ello nos hemos comprometido y debemos
cumplirlo. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

176
3ª Semana

oración de la tarde viernes III

ambientación breve:
SALMO 134, I: Debemos reconocer las grandes
maravillas que Dios ha realizado a lo largo de la his-
toria en favor de su pueblo. Pero en este viernes la
gran maravilla de Cristo clavado en una cruz. Amor al
máximo.

SALMO 134, II: Rompamos nuestros ídolos ante la


realidad de un Dios que se desvive por su pueblo. El
es todo amor y cercanía. Bendigámosle y pasemos la
invitación a todos aquellos con quienes nos encontre-
mos.

CáNTICO AP. 15: No perdamos nuestra capacidad


de sorpresa y proclamemos llenos de alegría: "gran-
des y maravillosas son tus obras Señor". Sobre todo
lo es su muerte en la cruz.

para la oración:
SALMO 134, I: Cantar al principio y al final "Alabad
siervos de Dios el nombre del Señor"Prosiguen todos
con las dos primeras estrofas. Un solista proclama
desde "yo sé que el Señor…" hasta el final.

SALMO 134, II: Un solista proclama la 1ª estrofa,


y las siguientes a dos coros.

CáNTICO AP. 15: Cantar la 1ª estrofa al principio


y al final, y un solista la otra estrofa.

para la reflexión:
. "Alabad al Señor porque es bueno..."
. "El Señor s compadece de sus siervos..."
. "Señor, grandes y maravillosas son tus obras..."

177
3ª Semana

oración de la mañana sábado III

SALMO 118: es una oración de súplica, casi


angustiosa, al Señor.

Toda nuestra existencia es un grito por Dios.


Nuestro ser es un clamor permanente por aquél que
es nuestra raíz y nuestra fuerza.
Todo este salmo 118 es la expresión viva de la
actitud existencial que necesitamos tener todos los
humanos, ante Dios: "Te invoco de todo corazón… a
ti grito… sálvame… antes de la aurora pido tu auxi-
lio…"
Pero Dios no se hace sordo a nuestros gritos. No
se mantiene a distancia… "está cerca"… "escucha
nuestra voz"… "nos responde siempre"… y es que es
él mismo quien ha puesto en lo más profundo de
nuestro ser, esta necesidad que tenemos de él.
Necesariamente, tiene que salirnos al paso, y llenar
nuestro vacío.
Seríamos unos fracasados, si en vez de gritar a
Dios y abrirnos a su encuentro, ahogáramos estos
gritos o buscáramos sucedáneos de Dios.
Que la proclamación de este salmo, nos despierte
a la realidad de la vida, renueve en nosotros esta
ansia incontenible que tenemos de Dios, y adoptemos
un compromiso serio y coherente. Y al mismo tiem-
po, que cada una de nuestras acciones sea la exterio-
rización de esa necesidad que todos llevamos dentro:
" a ti grito, sálvame". Te necesito.

Tú Señor, eres el grito de nuestra vida. Por eso al


comenzar este día, "te invoco de todo corazón"…
con todas mis fuerzas. Sabemos que no te haces
sordo a nuestros gritos… y siempre nos escuchas.
Tú mismo, eres quien suscita nuestros gritos y
nuestro deseo de ti.
Ojalá que no los ahoguemos o busquemos com-
pensaciones absurdas, a esta necesidad que tene-
mos de ti. Este es nuestro deseo y al mismo tiem-
po nuestro compromiso: "a ti gritaré siempre". que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

178
3ª Semana

oración de la mañana sábado III

CÁNTICO Sb. 9: es una oración pidiendo el


don de la sabiduría, al Señor.

Todo ser humano busca el saber… el conocer.


Nuestra inteligencia necesita llenar sus vacíos. Somos
seres abiertos a la verdad, de las personas y de las
cosas. De una manera, casi instintiva, nos acercamos
a ellas para conocerlas.
Es Dios quien ha puesto en nosotros este deseo de
saber…de conocer. Creados a su imagen y semejan-
za, ha querido que participemos de la sabiduría que
él es, con la que creó todas las cosas, y todos los
seres.
En este cántico, de una manera reiterativa, pedi-
remos la sabiduría: "la conocedora de tus obras… la
que sabe lo que es grato y recto a tus ojos…" Porque
sin la sabiduría verdadera., la que procede de ti…
seremos estimados en nada…"
Nosotros, en principio, somos los verdaderos
sabios. Hemos optado por un modo de vivir nuestra
vida cristiana que nos compromete de raíz, con nues-
tros hermanos: esperan de nosotros que les enseñe-
mos. No podemos defraudarles.
Nuestra sabiduría, es la que procede de Dios, "la
que nos asiste en nuestros trabajos", y nos enseña lo
que realmente "es grato a Dios". Y desde ahí, esta-
mos adoctrinando a nuestro mundo para que apren-
da a distinguir la verdadera sabiduría, de las falsas
sabidurías.

Señor, necesito ser sabio pero con la verdadera


sabiduría: que te conozca, que te descubra en cada
una de tus obras. Que en mi vida no haya nada que
a ti te moleste. Que busque siempre, hacer lo que
tú quieras que haga: es lo mejor para mí. Que me
convenza de una vez, de que ser sabio no es tener
muchos títulos o muchas orlas, sino conocerte a ti
y amarte a ti, ante todo y sobre todo. A ti que vives
y reinas por los siglos de los siglos.

179
3ª Semana

oración de la mañana sábado III

SALMO 116: es una invitación a toda la crea-


ción, a alabar a Dios.

El Señor es el invisible. A través de sus obras


podemos vislumbrar su grandeza y su poder. Pero en
sus designios as querido que nosotros, seamos su
voz, su palabra que invite a todos los pueblos y a
todas las gentes a reconocerle y a amarle. Y es que
su misericordia y su fidelidad para con nosotros no
tienen límites.
Nuestro deseo al comenzar este día es que todos
lo sepan, y que de todas las gargantas salga un grito
unánime diciendo: ¡Qué grande es Dios y qué mara-
villosas son todas sus obras!.
Y ese grito va a ser nuestra vida, vivida con pro-
fundidad y coherencia. El día que nos comprometi-
mos con él, lo hicimos dispuestos a todo.
El correr del tiempo nos ha desgastado, y tal vez
no siempre hemos respondido como él esperaba y
nosotros hubiéramos querido.
El comienzo de una nueva jornada, es el momen-
to de renovarnos y responder a sus deseos y a los
nuestros: "que te alaben y te aclamen todas las
naciones y todos los pueblos".
Y lo hacemos, siendo nosotros mismos "alabanza"
viviente, desde las situaciones concretas en que nos
movemos. Es nuestra vida, desde su silencio, la que
habla y alaba, porque es "firme su misericordia y su
fidelidad con nosotros".

Señor, nuestra vida debiera ser la voz que invite


constantemente a todos, a reconocerte… a amar-
te… a proclamar tu grandeza, tu misericordia, tu
fidelidad… que no conocen límites.
Nos has puesto en la vida, para visualizar entre
los hermanos tu rostro de Padre. Es cierto que
debiéramos ser un canto que puedan oír todos que
les hable de ti: de tu amor, de tu bondad, de tu
sabiduría… de todo lo que haces por nosotros. Este
es nuestro deseo. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

180
3ª Semana

oración de la mañana sábado III

ambientación breve:
SALMO 118: Es la manifestación profunda de una
necesidad: "te invoco de todo corazón… a ti grito…
respóndeme… sé que "estás cerca…" Así tenemos que
situarnos ante Dios al comenzar este nuevo día.

CáNTICO SB.9: Somos seres abiertos a la verdad,


por eso pedimos la sabiduría que nos haga distinguir
entre la verdad y el error, y lleguemos a descubrir
qué es lo que Dios quiere de nosotros en todo
momento.

SALMO 116: Ante la experiencia que tenemos de


Dios en nuestra vida y las maravillas que ha puesto a
nuestra disposición, es lógico nuestro deseo de que
todos los pueblos y sus habitantes lo reconozcan y le
alaben.

para la oración:
SALMO 118: Espontáneo y pausadamente.

CáNTICO SB.9: Lo proclama un solista despacio…

SALMO 116: Es proclamado por todo el grupo al


unísono. Puede ser prolongado con alabanzas espon-
táneas para concluir todos juntos con el gloria.

para la reflexión:
. "Tú, Señor, estás cerca..."
. "Porque siervo tuyo soy... hijo de tu esclava..."
. "Firme es su misericordia y su fidelidad..."

181
Cuarta semana

182
4ª Semana

oración de la tarde I domingo IV

SALMO 121: es un canto de alegría por el


encuentro con el Señor.

Con la oración de esta tarde, estamos iniciando la


celebración del gran día: el día del Señor Resucitado,
nuestro día. Y uno de los sentimientos que tiene que
invadirnos profundamente, es el sentimiento de la
"alegría": ¡¡Él está vivo!!... ¡¡Él es nuestra vida!!
Lo celebramos todos los días, pero de una mane-
ra especial, cada domingo. Los cristianos de todo el
mundo, nos encontraremos mañana en la Eucaristía,
y juntos gritaremos: "Proclamamos tu Resurrección,
ven Señor Jesús".
La proclamación de este salmo 121, es una llama-
da a reavivar nuestra fe, a alentar nuestra esperanza
y a exteriorizar nuestra alegría. Por eso nuestro grito:
¡¡"Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa
del Señor"!!. Y es que esa es nuestra "casa", en la
que estamos siendo acogidos, con amor infinito por el
Padre. A ella están convocados hombres y mujeres de
todas las tribus, de todas las ciudades, de todos los
colores. Y todos, a "celebrar el nombre del Señor".
Desde esta universalidad de convocación, sin distin-
ción de ninguna clase, nos podamos decir... desear:
"la paz contigo"... "haya paz y seguridad" en todo el
mundo... que todos nos sintamos como hermanos e
hijos del mismo Padre, Dios: ¡paz hermano!.

Tú, Señor, nos has creado para la alegría, aun-


que a veces nos invada la tristeza. En la oración de
esta tarde, parece que resuena en nosotros, con
más fuerza, tu invitación a descubrir y a vivir en la
alegría, como necesidad profunda de todo ser
humano.
Nuestro encuentro con el Resucitado, es la fuen-
te y el origen de nuestra verdadera alegría. Que
nuestra celebración del domingo, sea la celebra-
ción de ese encuentro, que nos transforme desde
dentro. Por Jesucristo nuestro Señor.

183
4ª Semana

oración de la tarde I domingo


domingoIVI

SALMO 129: es una súplica personal y confia-


da, cargada de esperanza.

Con este salmo, expresamos lo que somos: un


grito existencial profundo, de todo nuestro ser por
Dios. Somos grito, porque somos necesitados. Dios
es nuestra gran necesidad. Necesitamos gritar, cla-
mar, para que esa nuestra necesidad se vaya llenan-
do.
"Desde lo hondo a ti grito, Señor..." "Señor escu-
cha mi voz... " "La voz de mi súplica"...
Eso tiene que ser nuestra vida... "que espera.....
que aguarda al Señor más que un centinela a la auro-
ra". Un día nos comprometimos a vivir en permanen-
te "grito" por Dios... a esperarle con todo nuestro ser.
Fue un gran día y un gran compromiso. Pero es fácil
que ese grito vaya perdiendo intensidad y que esa
esperanza haya encontrado sus compensaciones
...esperanzas recortadas.
Este Salmo 129, nos invita a una renovación:
"espere Israel en el Señor". No nos cansemos, siga-
mos esperando, como centinelas siempre despiertos,
siempre alerta... porque el Señor viene, y necesita-
mos encontrarnos con El. Nos manifestará su miseri-
cordia... su amor de Padre.
Que sea nuestra oración: "desde lo hondo a ti
grito, Señor".

Señor te necesito, por eso te grito. Todo mi ser


está hecho para clamar por ti. Y es que tú eres mi
"necesidad". No puedo organizar mi vida al margen
de ti. Un día descubrí esta realidad y me compro-
metí con ella.
Yo quisiera refrescar esas experiencias, esas
vivencias íntimas que iniciaron mi camino, y seguir
caminando por ellas con la gran satisfacción de ir
llenando mi vida. Señor, sé que tú me ayudas.
Quiero responder. A ti que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

184
4ª Semana

oración de la tarde I domingo IV

CÁNTICO Flp. 2, 6-11: es una proclamación


de la cercanía de Dios.

Es toda una sorpresa lo que Dios nos preparó al


decidir hacerse uno como nosotros, menos en el
pecado: asumir todo lo humano para llenarlo de lo
divino. Y es más: tolerar que le tratasen como a un
criminal y que le ejecutasen con la tortura más igno-
miniosa: la muerte en una cruz.
Todo un misterio que nunca lograremos compren-
der desde nuestras categorías humanas. Si de no-
sotros hubiese dependido, no habríamos hecho las
cosas así. Fueron caminos demasiado difíciles, los
que Dios escogió, para manifestarnos su interés por
nosotros.
Pero ahí están. Y serán siempre unos interrogan-
tes que nos cuestionan y nos interrogan: ¿por qué
Dios ha actuado así?... ¿Somos tan importantes los
humanos, para que todo un Dios haga esos "exce-
sos"?... ¿Qué mensajes querrá trasmitirnos?....
Y desde estos interrogantes, comprometernos a
vivir, no desde nuestros caprichos ó veleidades, sino
desde la verdad de nuestra existencia. Así participa-
remos de la misma gloria de Aquel que ha recorrido
nuestros mismos caminos, y el Padre, con Cristo y en
Cristo, por la fuerza del Espíritu Santo, nos levantará
sobre todo, para su gloria, manifestada en nosotros:
ser hijos en el Hijo.

Señor, gracias por las sorpresas que nos das


cada día.
Sobre todo, gracias por la sorpresa de meterte en
nuestra carne, para no separarte nunca de ella.
Siempre serás nuestros Dios y nuestro hermano.
Siempre estarás tan unido a nosotros, que en ti y
desde ti, tu divinidad irá trasformando nuestra
humanidad: seremos humanos...pero divinizados..
Gracias por este regalo...gracias por esta sorpre-
sa... A ti que vives y nos amas por los siglos de los
siglos.

185
4ª Semana

oración de la tarde I domingo IV

ambientación breve:
SALmo 121: Ya en vísperas del Domingo, celebra-
mos la alegría del Señor resucitado. otros muchos
hermanos se unirán a nosotros para celebrar la
misma alegría. Todos nos desearemos la paz, y todos
anunciaremos al mundo el mismo mensaje: ¡Cristo
está vivo... ha resucitado!

SALmo 129: Somos todo un grito que clama por


Dios como una necesidad existencial: "desde lo
hondo a ti grito, Señor". Grito que no podemos aho-
gar sin que repercuta en todo nuestro ser.
Proclamemos juntos esta realidad.

CáNTICo FP.2: Así es nuestro Dios. Somos tan


importantes para él, que nos da esta asombrosa
muestra de amor: acercarse a nosotros vestido de
nuestra carne, con todas las consecuencias.

para la oración:
SALmo 121: Cantarlo todo a dos coros, ó cantar la
primera estrofa al principio y al final, y el resto pro-
clamarlo al unísono.

SALmo 129: Canta un solista las estrofas 1ª y 3ª,


y las otras dos todo el grupo.

CáNTICo FLP.2: Lo proclama un solista ó todo el


grupo, con un fondo musical suave.

para la reflexión:
. "Vivan seguros los que te aman..."
. "mi alma aguarda al Señor..."
. "Pasando por uno de tantos..."

186
4ª Semana

oración de la mañana domingo IV

SALMO 117: es un canto de acción de gracias


a la misericordia de Dios.

Domingo: "este es el día en que actuó el Señor".


Es lo que celebramos y de lo que nos alegramos cada
domingo: todas sus actuaciones, pero de una mane-
ra especial, su gran actuación: su Resurrección. Y en
la mañana de este domingo, invitamos a todos a "dar
gracias al Señor, porque es eterna su misericordia",
porque desde siempre se ha manifestado cercano,
dialogante: "El está conmigo y me auxilia... me escu-
chó poniéndome a salvo".
Si repasáramos nuestra historia personal, todos
podríamos exclamar hoy: me he encontrado con
muchos problemas, muchas dificultades, y muchos
peligros. Pero... "el Señor me ayudó él fue mi sal-
vación" .porque él mismo es "mi fuerza y mi ener-
gía"... "Sea nuestra alegría y nuestro gozo."
Cada domingo, en este domingo, se nos invita a
redescubrir la fuerza del Resucitado, y a dejarle que
vaya transformando nuestras vidas. Que de verdad le
podamos decir "tú eres mi Dios... yo te ensalzo". Y al
mismo tiempo, nuestra vida sea una invitación silen-
ciosa para todos los que nos vean a "dar gracias a
Dios porque es bueno... porque es eterna su miseri-
cordia".

Señor, eres infinitamente bueno y tu misericordia


no tiene límites. Debemos de proclamarlo con una
alegría contagiosa, que se oiga en todos los rinco-
nes de nuestra tierra. Y es que tu bondad la hemos
palpado sensiblemente, en tantos peligros de los
que nos has librado.
Todos los días de nuestra vida, deberían ser un
canto que dijera:"este es el día en que actuó el
Señor"... porque tú, continuamente estás de nues-
tra parte, y siempre es "tu día" para con nosotros.
Gracias a ti que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

187
4ª Semana

oración de la mañana domingo IV

CÁNTICO Dn.: es una invitación a alabar a


Dios por la creación.

En las primeras horas de este Domingo, nos uni-


mos a toda la creación, para cantar alborozados, la
ininterrumpida canción de nuestra alabanza: "a ti
gloria y alabanza por los siglos".
Cada uno de nosotros, es una nota de esa sinfo-
nía, compuesta por el mismo Dios. Y la vamos inter-
pretando, desde la coherencia y autenticidad de
nuestra vida. Tú y yo somos responsables de que esa
interpretación suene armoniosa... ó desafinada.
Nuestra oración de esta mañana, nos invita a con-
tinuar este cántico en el desarrollo concreto de nues-
tra existencia. A eso nos hemos comprometido,
desde la respuesta a nuestra vocación: llamados a
ser alabanza de Dios y manifestación de su gloria.
De una manera reiterativa, lo vamos a decir, con
la proclamación de este cántico de Daniel. ¡ojalá que
el eco de nuestras palabras no se pierda en el olvido
ó en la rutina!. Que se prolongue, sin interrupción,
repitiendo: "a ti gloria... a ti alabanza, por los siglos."
Y nuestra vida, así vivida, será una invitación, para
todos los que nos contemplen, a que se unan a nues-
tro canto, y todos formemos el gran coro, que inter-
prete el mismo canto: "bendito eres, Señor… a ti glo-
ria y alabanza".

Señor, Dios de nuestros padres, Dios nuestro.


Reconocemos tu grandeza, tu gloria, tus maravi-
llas... tu amor. Cada una de nuestras existencias es
una manifestación visible de ti mismo. Te has pro-
digado, sin reservas, y has hecho de nosotros un
monumento a tu amor.
Quisiéramos que nuestras vidas fueran un cánti-
co permanente, que proclamara tu bondad y tu glo-
ria. Cántico que todos escucharan y que todos se
sintieran invitados a unirse a nosotros para cantar
la misma canción. A ti que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

188
4ª Semana

oración de la mañana domingo IV

SALMO 150: es un himno invitando a la ala-


banza con toda clase de instrumentos.

Es el último salmo del salterio. Y todo él, es una


clamorosa invitación a formar una gran orquesta para
cantar y alabar a Dios por "sus obras magníficas, por
su inmensa grandeza". Y en esa gran orquesta que
suenen "trompetas, cítaras y arpas, tambores y dan-
zas, trompas y flautas, platillos sonoros vibrantes"...y
que todos interpreten la gran sinfonía que Dios se
merece. Es más: "que todo ser que alienta, alabe al
Señor."
Este debiera de ser el salmo de una comunidad de
creyentes. Toda ella, llamada a participar en la gran
orquesta de alabanza a nuestro Dios, desde las per-
sonas concretas que la componen hasta cada una de
las acciones que realizan a lo largo del día y de la
noche.
Así, seríamos una invitación silenciosa, para nues-
tros hermanos, a fin de que se unan a nuestro canto,
y todos podamos entonar el "aleluya" ininterrumpido,
al Dios que todo lo ha dispuesto y creado, para el
bien de la humanidad. Que a lo largo de este día que
estamos comenzando, nos resuene con insistencia,
este estribillo: "todo ser que alienta, alabe al Señor".
Amén, amén.

Señor Dios Padre nuestro, Dios del universo. Te


admiramos, te alabamos... reconocemos tu gran-
deza, tu poder, tu amor. Todas tus obras son admi-
rables. Cada una de ellas nos habla de ti.
Quisiéramos recoger la invitación silenciosa que
nos dirigen, para que nuestras vidas, estén en con-
sonancia con tu amor.
Que seamos alabanza y manifestación de tu glo-
ria, para que quienes nos vean, se sientan invita-
dos a admirarte, a alabarte y a amarte. A ti que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

189
4ª Semana

oración de la mañana domingo IV

ambientación breve:
SALmo 117: Tenemos que reconocer que el Señor
es bueno y que todos debemos proclamarlo. Nos lo
confirma nuestra experiencia personal. Por eso todos
los días, hoy sobre todo, podemos cantar con verdad:
"este el día en que actuó el Señor".... "Sea nuestra
alegría y nuestro gozo"

CáNTICo DN.3: Todo el silencio de la creación nos


está invitando. Nosotros recogemos esa invitación y
rompemos ese silencio para gritar: "a ti gloria y ala-
banza por los siglos". Dios es maravilloso y todas sus
obras nos invitan a admirarle y a alabarle, con alegría
desbordante.

SALmo 150: Llenos de admiración ante las gran-


des obras de Dios, exteriorizamos esa admiración,
utilizando toda clase de instrumentos musicales que
con sus sonidos canten la grandeza, la sabiduría, y el
poder de Dios, reflejado en todas sus obras.

para la oración:
SALmo 117: Cantar la primera estrofa al principio
y al final. Un solista dice la primera parte de las tres
primeras estrofas y todo el grupo contesta con la
segunda. El resto de las estrofas hasta "este es el día
del Señor" que se canta. El resto lo proclama todo el
grupo.

CáNTICo DN: Un solista proclama la primera parte


de cada estrofa y todo el grupo responde con la
segunda.

SALmo 150: A dos coros: uno proclama la prime-


ra parte de cada estrofa y el otro la segunda.

para la reflexión:
. "El Señor está conmigo, no temo..."
. "Bendito tu nombre santo y glorioso..."
. "Todo ser que alienta alabe al Señor..."

190
4ª Semana

oración de la tarde II domingo IV

SALMO 109: es un himno a Cristo, Mesías,


Profeta y Rey.

Cristo es alguien para los demás. El Dios que se ha


volcado en su humanidad, se ha volcado para entre-
garse a todos los humanos. Todos sus misterios de
salvación, los está viviendo unido a cada uno de nos-
otros. Su muerte y su Resurrección están siendo
nuestra muerte y nuestra resurrección. En El,todos
estamos muriendo y resucitando, permanentemente.
Por eso, este salmo 109, es un cántico a Cristo
muerto y resucitado. Pero al mismo tiempo es tam-
bién nuestro cántico. Proclamamos a Cristo ensalza-
do y glorificado y también nos proclamamos a nos-
otros, exaltados y glorificados en El. Con Cristo,
hemos sido sentados "ya", a la derecha del Padre.
Con Cristo, somos reyes... sacerdotes... profetas. El
Señor lo ha jurado y no se arrepiente. La firma de
nuestro cheque es la misma persona de Jesús.
Podemos estar totalmente seguros de que las prome-
sas del Padre, se cumplirán en nosotros.
Con esta seguridad, cantamos a Cristo y al mismo
tiempo nos cantamos a nosotros mismos en la tarde
de este domingo, siempre cargados de gratitud y de
esperanza. El Resucitado nos ha abierto caminos
nuevos.
Sembremos nuestro mundo de optimismo y men-
sajes de alegría y compromiso.
Nuestra oración, en estas últimas horas del día,
robustezca nuestra fe y nuestra esperanza. Cristo
Resucitado, alienta nuestras vidas.

Señor, en Cristo, has diseñado tu plan amoroso,


sobre todos y cada uno de nosotros
De verdad que nos has engrandecido sobremane-
ra . Por nuestra cuenta, nunca hubiéramos soñado
en nada de eso. Pero tu amor y tu bondad, que no
tienen límites, se han desbordado. Un gracias, muy
grande, y un serio compromiso contigo, es lo que
esperas de nosotros. Desde nuestra debilidad, te
decimos sinceramente, cuenta con nosotros. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

191
4ª Semana

oración de la tarde II domingo IV

SALMO 111: es una proclamación de la felici-


dad de quien practica la justicia.

Todos somos buscadores de la dicha, de la felici-


dad. Y es que hemos sido creados para ser felices. Es
algo a lo que no podemos renunciar.
El cristianismo no es un conjunto de normas frías
y deshumanizantes. Sino que es un invitación a la
"vida"... a "ser," a la realización máxima de todo ser
humano.
Podemos definir a nuestra comunidad, como un
grupo de cristianos que buscan ser felices y hacer
felices a sus hermanos.
Este salmo 111, que proclamamos al terminar el
Domingo, es el salmo que canta la felicidad de aque-
llos que se han comprometido con esa tarea. Su
modo de vivir arrastrará a otros: "su linaje será
poderoso... su descendencia será bendita"... "brilla
como luz en las tinieblas"... "en su casa habrá abun-
dancia"..."su corazón está seguro"....
Buscadores de felicidad. Pero solamente la encon-
traremos, si de verdad somos buscadores de Dios. Y
Dios no está en los libros. Está en la vida: "caridad
constante... repartir y "repartirnos" a los demás".
Buscadores de la felicidad siendo buscadores de
Dios. Lo necesitamos para nosotros y para darlo a los
demás. A las dos cosas nos hemos comprometido.
Las dos son la razón de nuestra vida.

Señor, tú nos has creado para ser felices. Es lo


que pretendes con tus mandatos y tus leyes. Nos
buscas. No te buscas. Ahí manifiestas tu amor des-
interesado
Tú sabes que un día descubrimos todo esto y nos
comprometimos a vivirlo. Y dijimos que para con-
seguirlo teníamos que se "buscadores" de ti. Y...-
con cierta vergüenza- tenemos que reconocer que
no siempre lo hemos hecho. ¡Perdón!...rectificare-
mos. Tú que vives por los siglos de los siglos.

192
4ª Semana

oración de la tarde II domingo IV

CÁNTICO Ap.19: es una invitación a la alegría


ante un Dios tan cercano.

Todo cristiano tenía que vivir en alegría perma-


nente. Su canción, un aleluya ininterrumpido, que
pudieran oír todos, desde cualquier parte del mundo:
"Alegrémonos y gocemos y démosle gracias" Y la
razón es que Dios Padre, en la persona de Cristo, nos
ha abrazado con amor infinito y para siempre. Se ha
desposado con nosotros con un amor que nada ni
nadie lo podrá romper.
Nuestra vida de cristianos, solamente tendrá sen-
tido, cuando demos una respuesta de amor, a aquel
que se ha comprometido a amarnos con un amor de
enamorado. No busca en nosotros más, que le deje-
mos amar. Esa será la mejor respuesta al que nos
ama gratuitamente, sin exigencias, sin pasarnos fac-
tura por amarnos.
La proclamación de este cántico es una invitación
a todos los que lo proclamamos, ciertamente. Pero
también es una invitación extensiva a toda la huma-
nidad, desde nuestra vivencia personal. Cada uno de
nosotros no puede callar. Nuestras vidas deben ser el
grito clamoroso que invite, que arrastre... a todos, a
vivir la alegría de un Dios que es todo amor y entre-
ga, para aquellos que se dejan amar. Proclamemos...
cantemos....

Señor, tenemos que decírtelo con sinceridad:


terminamos este día alegres pero un poco aver-
gonzados. Alegres porque nos abrazas con amor
infinito en Jesús tu Hijo y nuestro Hermano. Y
avergonzados porque no has encontrado en nos-
otros la respuesta que esperabas. No nos pedías
nada. Sencillamente que te dejáramos amarnos.
Nuestra ceguera, nuestra irreflexión, nos han juga-
do una mala partida.
En la tarde de este Domingo, te manifestamos
nuestro arrepentimiento y nuestro compromiso: a
un enamorado, otro enamorado. Eso queremos
ser, y a eso nos comprometemos, contigo que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

193
4ª Semana

oración de la tarde II domingo IV

ambientación breve:
SALmo 109: Terminamos el Domingo, día del
Señor Resucitado, proclamando la exaltación que ha
merecido por su entrega. En él, proclamamos tam-
bién, la exaltación que nos ha merecido para todos.

SALmo 111: Buscadores de felicidad, solamente


en nuestra relación amistosa con Dios y con los her-
manos. "El justo brilla como una luz"... "su corazón
esta seguro, sin temor"

CáNTICo AP.19: Si hemos entrado en la dinámica


del Domingo, nuestra alegría tiene que ser desbor-
dante. El se ha comprometido y nos lo ha demostra-
do de una manera, humanamente inexplicable.

para la oración:
SALmo 109: Alternando dos solistas. La última
estrofa y gloria, todos juntos

SALmo 111: Lo proclama un solista, con un fondo


musical suave.

CáNTICo AP.: Un solista canta ó proclama las


estrofas, y todos contestan con el aleluya.

para la reflexión :
. "El Señor lo ha jurado y no se arrepiente..."
. "Su corazón está seguro, sin temor..."
. "Aleluya...aleluya...alegrémonos..."

194
4ª Semana

oración de la mañana lunes IV

SALMO 89: es un poema invitando a la sensa-


tez y a la cordura.

No es un invitación al pesimismo. Sencillamente


es una invitación a la cordura, a la sensatez... a pisar
tierra. Se nos invita a descubrir y a vivir el sentido de
nuestra existencia: existimos en el tiempo, pero no
para el tiempo. Por consiguiente, organizar nuestra
vida desde esta perspectiva: temporal, pero para la
eternidad.
Cierto que "nuestros días pasan... y se acaban
como un suspiro". Pero hemos sido pensados para
proyectarnos hacia el infinito. Sembrados en el tiem-
po, pero con germen de eternidad.
Para quien no ve más allá de la realidad de la
muerte, es desesperante la brevedad de la vida...
Pero para nosotros, creyentes, -"quien cree en mí no
morirá para siempre"- la muerte no es el final. Nos
espera la escena definitiva: el encuentro con Aquel
que "desde siempre y por siempre es nuestro Dios".
Nuestra comunidad, como comunidad, está anun-
ciando la temporalidad de la vida presente, y adelan-
tado, ya, el Reino futuro. Que no falsifiquemos nues-
tro anuncio, desde el modo de organizar nuestra vida
concreta. Nuestra vida de testimonio, es un compro-
miso que hemos adoptado, como "servicio" a nuestro
mundo. No podemos fallarle.

Señor, es cierto que mirada con criterios huma-


nos, no es muy halagüeña la brevedad de nuestra
vida. Pero tú mismo has salido a nuestro paso y
has iluminado nuestro caminar: "quien cree en Mí
no morirá para siempre".
Gracias por tu luz y gracias también por la semi-
lla de eternidad que has sembrado en nosotros.
Que nuestro modo de vivir, sea todo un mensaje
de esperanza para este nuestro mundo, muchas
veces desesperanzado. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

195
4ª Semana

oración de la mañana lunes IV

CÁNTICO Is. 42: es un cántico al Dios vence-


dor y salvador.

En el comienzo de este nuevo día, se nos invita a


comenzarlo con la novedad de una vida que sea ala-
banza permanente a aquel que es el creador de todo
el universo.
Que nuestro canto de alabanza "llegue hasta el
confín de la tierra". Que se alegren todos: "los que
están en el desierto, en los cercados... todos procla-
men la gloria de Dios".
Una vez más, el Señor actuará, y se realizarán
grandes trasformaciones: "en los montes, en los
valles, en los ríos... hasta los ciegos serán conducidos
por caminos desconocidos".
Nuestra comunidad no puede dormirse en la ruti-
na. La novedad de nuestra vida tiene que ser algo de
todos los días. Y es que todos los días el Señor se nos
manifiesta, actúa en cada uno de nosotros, de mane-
ras sorprendentes y novedosas.
Que a lo largo de este día, pues, dejemos actuar a
Dios, y seamos capaces de descubrir sus actuaciones.
Y desde ahí, vivamos la alegría de su presencia, de su
cercanía permanente. De tal forma que brote espon-
tánea nuestra alabanza, como expresión de amor y
de gratitud.

Señor, te lo mereces todo. Y quisiéramos que


todos lo reconocieran. Tus actuaciones en nuestra
vida, en la creación, son permanentes y trasforma-
doras. Tu poder se nos manifiesta constantemente.
No hacemos nada extraordinario si sabemos reco-
nocerlo y agradecértelo, con la novedad de una
vida cargada de agradecimiento
Queremos comenzar este día, abiertos a tus sor-
presas, fruto de tu amor hacia nosotros. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

196
4ª Semana

oración de la mañana lunes IV

SALMO 134: es un canto al Dios que hace tan-


tas maravillas.

Si la vida concreta de cada hombre, de cada cris-


tiano, tiene que ser una vida de alabanza y gratitud,
la nuestra con mayor razón: nos comprometimos a
hacerlo, desde la respuesta que dimos a una voca-
ción.
Tenemos muchas razones para ello. La fundamen-
tal es que "el Señor es bueno" y nos está manifestan-
do su amor y su bondad, continuamente. Toda nues-
tra vida está marcada con prodigios constantes por
parte de Dios. Con verdad podemos decir "el Señor
es bueno... es amable... es grande... nos ha escogi-
do en posesión suya..."
Estar sensibilizados a las acciones de Dios, es la
única postura que debiéramos tener los que nos deci-
mos "consagrados". Desde ahí brotaría espontánea
nuestra gratitud y nuestra alabanza, y seríamos una
invitación viva para los demás: "alabad el nombre del
Señor".
Pero también ha habido acciones liberadoras de
Dios en cada uno de nosotros. ¡En cuántos momen-
tos difíciles, en cuántas circunstancias complicadas,
hemos sentido una mano misteriosa que nos ayuda-
ba!. Repasemos nuestra historia personal y lo descu-
briremos.

Señor, siempre has sido bueno con nosotros.


Siempre hemos notado tu mano misteriosa que nos
protege Tenemos que reconocerlo y agradecértelo.
Quisiéramos que nuestras vidas fueran una invita-
ción permanente para todos los que nos vean, y
sientan la necesidad de alabarte y de darte gracias,
por lo que haces por ellos, y así lleguen a descubrir
lo que realmente eres: el Dios creador, conserva-
dor...en una palabra, el Padre de todos. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

197
4ª Semana

oración de la mañana lunes IV

ambientación breve:
SALmo 89: Ya desde la mañana nos acogemos a
la bondad del Señor, desde la cordura y la sensatez
de nuestro vivir. Somos temporales en este mundo,
aunque con perspectivas de eternidad.

CáNTICo: IS.42: Estamos llamados a ser un cán-


tico nuevo desde una vida siempre nueva, renovada.
Y que los ecos de nuestro canto lleguen hasta "el con-
fín de la tierra" llevando un mensaje de alegría a
todos los rincones de la tierra.

SALmo 134: No hace falta pensar mucho para


encontrar motivos para alabar a Dios. Son tantos y
tan manifiestos que no tenemos más que abrir los
ojos y ver. Desde su infinita bondad nos ha escogido
como posesión suya.

para la oración:
SALmo 89: Todo él cantado. o cantar la primera
estrofa al principio y al final. El resto proclamarlo a
dos coros.

CáNTICo IS.42: Proclama todo el grupo las tres


primeras estrofas. Y las dos últimas un solista.

SALmo 134: Cantar "alabad siervos de Dios el


nombre del Señor" de Cantalapiedra, después de
cada una de las estrofas. Gloria, todos.

para la reflexión:
. "Toda nuestra vida será alegría y júbilo..."
. "Cantad al Señor un cántico nuevo..."
. "Alabad al Señor porque es bueno..."

198
4ª Semana

oración de la tarde lunes IV

SALMO 135: es un canto de alabanza y grati-


tud a la misericordia del Señor.

Estamos en las últimas horas de este día. Se


imponen unos momentos de reflexión y de examen.
Necesitamos vivir nuestra vida con realismo y profun-
didad. Hay muchas realidades que se nos pueden
pasar desapercibidas, sin darles el valor que tienen.
Este salmo 135, nos pone delante las intervencio-
nes de Dios en nuestra vida. Nos deben alegrar. Pero
también nos tienen que llenar de sentimientos de
gratitud hacia quien así se comporta con nosotros. De
una manera reiterativa nos invitará a repetir varias
veces "porque es eterna su misericordia". Es decir,
gratuitamente, sin que nosotros se lo hayamos pedi-
do, Dios ha ido sembrando en nuestra vida maravi-
llas, con las que nos quiere demostrar su providencia,
su bondad, su amor.
maravillas de Dios son, la grandeza de los cielos,
la inmensidad de los mares, la multitud de astros, el
calor del sol, la luz de la luna, la variedad de seres
que pueblan la tierra... Y todas ellas nos hablan, con
un lenguaje silencioso, de aquel que las ha creado.
Como comunidad contemplativa -todo cristia-
no debe serlo- no podemos desoír su lenguaje.
Escuchemos y respondamos: "es eterna su misericor-
dia".

Señor, nos has regalado multitud de criaturas


que nos hablan de ti. Por medio de ellas nos mani-
fiestas tu sabiduría, tu poder...pero sobre todo, nos
manifiestan tu amor. Todas las has creado para
nosotros. Nuestra oración de cada día debiera estar
impregnada de este estribillo:"porque es eterna tu
misericordia" y nos sintamos profundamente ale-
gres porque así nos mimas. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

199
4ª Semana

oración de la tarde lunes IV

SALMO 135, II: sigue proclamando la miseri-


cordia infinita del Señor.

Continuamos proclamando las intervenciones de


Dios en la historia de nuestra salvación: "porque es
eterna su misericordia".
Toda la historia del pueblo de Israel es una histo-
ria sagrada: Dios interviene portentosamente en su
favor para hacerles sensible su presencia, su cerca-
nía: lo saca de la esclavitud, lo guía por el desierto,
lo hace llegar a la tierra prometida...
Pero la historia sigue. Y Dios seguirá actuando en
esta historia, en nuestra historia. Tiene que realizar
el plan de salvación que ha proyectado desde siem-
pre.
Nuestro Instituto, nuestra comunidad, cada uno
de nosotros... somos el nuevo pueblo en el que Dios
se va haciendo presente, día tras día, momento a
momento. Necesitamos desarrollar al máximo nues-
tro instinto de Dios, para ir captando su presencia en
nuestras vidas.
Si nos pusiéramos a actualizar todo el contenido
de este salmo, en lo que a nosotros se refiere, ten-
dríamos que hacer largas listas de las actuaciones de
Dios en nuestra vida, para seguir repitiendo, indefini-
damente "porque es eterna su misericordia".

Señor, son muchas las páginas que teníamos que


escribir, si quisiéramos redactar tus intervenciones
en nuestra vida. Y siempre tendríamos que repe-
tir:"porque es eterna tu misericordia".Tú nunca has
tenido en cuenta nuestras negativas. Siempre tu
misericordia se ha desbordado sobre nuestra infi-
delidad y....nos has perdonado. Gracias por tu fide-
lidad, por tu misericordia, por tu perdón. A ti que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

200
4ª Semana

oración de la tarde lunes IV

CANTICO. Ef. 1: Es un cántico cargado de


gratitud, ante la elección de que hemos sido
objeto.

En nuestra oración hemos proclamado la miseri-


cordia del Señor y le hemos bendecido por sus inter-
venciones en nuestra vida.
Este cántico, es el novamás de lo que Dios ha
hecho en favor nuestro. muchas y grandes son sus
maravillas realizadas en la creación por nosotros y
para nosotros.
Pero la gran maravilla, la gran obra de Dios, es el
proyecto que tiene pensado realizar: hacernos hijos
suyos. Tal maravilla hubiera sido impensada para
cualquiera de nosotros. Nunca se nos hubiera ocurri-
do pensar que la misma vida de Dios, pudiera ser
vida nuestra. Pero los proyectos de Dios sobrepasan
infinitamente los proyectos de los hombres.
Y así, gratuitamente, sin hacer ni merecer nada
por nuestra parte, desde siempre, "antes de crear el
mundo"... "nos ha elegido en la persona de Cristo
para ser sus hijos". Este es el plan maravilloso, que
quiere realizar, si nosotros le dejamos y colaboramos
con él.
Terminar el día con esta "noticia", seguro que
tiene que llenarnos de alegría y abrirnos amplios
horizontes para nuestra vida. Digámoslo de verdad:
"bendito sea Dios... que nos ha bendecido en la per-
sona de Cristo, con toda clase de bendiciones".

Señor, ¡cómo nos gusta escuchar la noticia que


hemos proclamado y repetido varias veces!.
Siempre nos sabe a nueva, como siempre nos sabe
a nuevo el beso de una madre.
Decirte gracias con nuestros labios, es poco.
Nuestro "gracias", tiene que ser el gracias de nues-
tra vida: dejarnos hacer hijos en el Hijo, Jesucristo.
Así responderemos a tu plan de salvación, que es
tu plan de amor sobre nosotros. Tú que vives por
los siglos de los siglos.

201
4ª Semana

oración de la tarde lunes IV

ambientación breve:
SALmo 135,I: Son muchas las intervenciones de
Dios en nuestra vida. Debemos reconocerlas y agra-
decerlas. Y en nuestro reconocimiento siempre ten-
dremos que confesar "porque es eterna su misericor-
dia".

SALmo 135,II: La historia de la salvación es un


actuar permanente del poder de Dios en favor de su
pueblo. Día tras día esa historia se sigue perpetuan-
do. Antes, en favor del pueblo de Israel. Hoy, en favor
nuestro, el nuevo pueblo de Dios.

CáNTICo EF.1,3-10: En este cántico vamos a pro-


clamar la mayor intervención de Dios en favor nues-
tro. Nada menos que nos ha destinado a ser sus hijos
en la persona de Jesús, nuestro hermano: hijos en el
Hijo.

para la oración:
SALmo 135,I: Cantar al principio y al final la pri-
mera estrofa. Las otras estrofas, un grupo proclama
la primera parte y el otro la segunda.

SALmo 135,II: Cantar al principio y al final la pri-


mera estrofa. Las otras estrofas, un grupo proclama
la primera parte y el otro la segunda.

CáNTICo EF.1: Es proclamado por dos solistas,


alternando cada una de las estrofas, con un fondo
musical.

para la reflexión:
. "Dad gracias al Señor porque es eterna su mise-
ricordia..."
. "En nuestra humillación se acordó de nosotros..."
. "Nos ha destinado a ser sus hijos..."

202
4ª Semana

oración de la mañana martes IV

SALMO 100: es un cántico a la justicia y bon-


dad de Dios.

Comenzamos una nueva jornada, y lo hacemos


aquí, juntos, en diálogo con el Padre. El nos ha rega-
lado un nuevo día y espera que nuestra vida discurra
conforme a su deseo.
Con este salmo vamos a trazar el programa que
dirija todas nuestras acciones, para que las realice-
mos conforme a lo que Dios quiere de nosotros. Así,
todo este día, que estamos comenzando será "un
canto, una música melodiosa, que cante la bondad y
justicia de Dios".
Para ello "andaré con rectitud de corazón" en la
convivencia con mis hermanos, que mis intenciones
sean claras y transparentes. No escucharé murmura-
ciones ni difamaciones. La sinceridad, la verdad serán
el distintivo de mis actuaciones. Seré fermento de
lealtad, de sencillez, de comprensión, dentro del
grupo.
Todos somos distintos, nuestro vivir en comunidad
es todo un reto que se nos ofrece para aceptar esa
distinción, pero con el compromiso serio de esforzar-
nos para lograr una unidad dentro de la diversidad.
El grito de Jesús "Padre que todos sean uno, como
nosotros somos uno", tiene que ser una realidad
entre nosotros, en la lucha de cada día. El Espíritu
que mora en cada uno, es el que constantemente nos
impulsa para que vivamos en la unidad.. Que nuestra
vida sea una respuesta positiva a esos impulsos.

Señor, nuestro vivir en comunidad, tiene que ser


como un pentagrama con muchas y variadas notas
que encarnan una preciosa melodía. Para eso nos
has llamado y convocado. Melodía que alegre a
nuestros hermanos, y melodía que puedan escu-
char todos aquellos que nos vean
Quisiéramos, Padre, que nuestra comunidad
viviera y manifestara esa unidad que tú quieres, y
que nuestro mundo necesita ver. Que nuestra
diversidad no impida nuestra unidad. Tú que vives
por los siglos de los siglos.

203
4ª Semana

oración de la mañana martes IV

CÁNTICO Dn. 3: es una invitación a bendecir


al Señor y a abrirse a su perdón.

Vamos a comenzar este día con realismo. Todos


tenemos experiencia de que lo que hacemos, no
siempre coincide con lo que pensamos. Si somos sin-
ceros con nosotros mismos, tenemos que confesar
que más de una vez pensamos de una manera y
actuamos de otra. Esa es nuestra condición humana.
Este cántico que vamos a proclamar nos invita a
reconocer, a afrontar y a buscar una solución, desde
la realidad del comportamiento de Dios con nosotros:
"bendito eres... en cuanto has hecho con nosotros...
tus obras son verdad... tus caminos son rectos... tus
juicios justos..." Así nos trata Dios nuestro Padre.
Y nuestra respuesta no siempre ha sido en la
misma línea. Sinceramente hemos fallado, en más de
una ocasión,"apartándonos de ti", y como consecuen-
cia, lo hemos pasado mal: "... hoy estamos humilla-
dos a causa de nuestro comportamiento..." ... todo
se nos ha derrumbado.
Reconocer la verdad de nuestra vida, puede ser un
comienzo para rectificar. Por eso diremos: "acepta
nuestro corazón contrito... ahora te seguimos de todo
corazón, te respetamos y buscamos tu rostro". Desde
esta perspectiva debemos comenzar este día: abier-
tos a la acción de Dios y reconociendo nuestra debi-
lidad.

Señor, tú mereces nuestra alabanza y nuestra


gratitud por todo lo que haces por nosotros. Pero
tenemos que confesarte sinceramente que en
muchas ocasiones te hemos fallado: buenos
deseos... pero no siempre buenas obras.
Te hacemos presente nuestro arrepentimiento.
Sabemos que lo aceptas porque nos comprendes.
Sigue confiando en nosotros, aunque a veces te
fallemos. Y nosotros seguiremos confiando en ti,
que vives por los siglos de los siglos.

204
4ª Semana

oración de la mañana martes IV

SALMO 143: es una oración de bendición y


gratitud, al Señor.

Cierto que debemos confiar en nosotros mismos,


en nuestras posibilidades. Pero no podemos prescin-
dir de la raíz que da fuerza y consistencia a todo
nuestro ser: "En el vivimos, nos movemos y existi-
mos".
Comenzamos un nuevo día y pedimos fuerza para
nuestra debilidad: "Señor, adiestra mis manos para el
combate, mis dedos para la pelea". Tenemos que
reconocer que Dios "es nuestro alcázar, nuestro
baluarte, nuestro refugio... nuestro "bienhechor".
No importa que como humanos seamos poca cosa.
El es el que nos engrandece, el que nos ha hecho
capaces para participar de su grandeza.
Nuestra comunidad ha sido convocada para acoger
la fuerza del Señor, y hacerla presente en nuestro
mundo. Somos la fuerza visible de Dios. No importa
que humanamente seamos débiles. Así se hace más
patente que alguien nos respalda y que es la fuerza
de nuestra fuerza. Por eso "cantemos un cántico
nuevo... toquemos el arpa... a él, que es nuestra vic-
toria, nuestro salvador..."

Señor, a veces nos sentimos cobardes. Pasamos


miedo. La vida no es fácil, y la sociedad en que
vivimos se nos hace hostil. Pero tú nos invitas a
levantar el ánimo ofreciéndonos tu misma fuerza:
"yo estaré con vosotros". Gracias, Señor, por tu
presencia. Gracias por tu cercanía. Pero seguire-
mos confiando y seguiremos luchando. Tu grande-
za se manifestará en nuestra debilidad y nuestro
mundo podrá descubrir tu presencia en cada uno
de nosotros.
En nuestras cobardías y en nuestros miedos
seguiremos confiando en ti, nuestro apoyo y nues-
tra fuerza. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos.

205
4ª Semana

oración de la mañana martes IV

ambientación breve:
SALmo 100: Dios tiene su proyecto amoroso sobre
cada uno de nosotros y su deseo es que cooperemos
con El, a fin de que se realice. En el comienzo de este
día, vamos a comprometernos, sinceramente, con
Dios para que ese proyecto sea una realidad.

CáNTICo DN.3: Apartarnos de los deseos de Dios


sobre nosotros, es entrar en un camino que no nos
lleva a ninguna parte. Reconozcamos, nuestro posible
error, y reconozcamos también todo lo que Dios ha
hecho y está haciendo en favor nuestro.

SALmo 143: No tengamos miedo a las dificulta-


des. El Señor siempre "está de nuestra parte...adies-
trando nuestras manos para el combate..." "El es
nuestro alcázar y nuestro escudo". Démosle gracias y
bendigámosle.

para la oración:
SALmo 100: Todo él, proclamado por un solista.
Concluyen todos con el Gloria.

CáNTICo DN.: Comienza un solista con la primera


estrofa y continúan todos a dos coros.

SALmo 143: Un solista proclama las dos primeras


estrofas y la última. Las restantes todo al unísono.

para la reflexión:
. "Voy a cantar la bondad y la justicia del Señor..."
. "Ahora te seguimos de todo corazón..."
. "Dios mío, te cantaré un cántico nuevo..."

206
4ª Semana

oración de la tarde martes IV

SALMO 136: es una lamentación por un pasa-


do añorado y un presente en destierro.

Aunque en nuestra vida podemos encontrarnos


con momentos trágicos, la vida humana en sí no es
una tragedia. Siempre tendremos momentos fáciles y
difíciles, alegres y tristes, días de luz y días de oscu-
ridad. Esa es nuestra condición, mientras seamos
peregrinos en este mundo.
Este salmo 136 no es ninguna invitación al pesi-
mismo, todo lo contrario: es una invitación a la espe-
ranza, a añorar un futuro que nos espera, y al mismo
tiempo, a no instalar nuestras tiendas como si estu-
viéramos ya en el reino definitivo: "¿Cómo cantar un
cántico al Señor en tierra extranjera?"...
Nuestra comunidad, nuestro modo de vivir, tiene
que anunciar con fuerza, el sentido peregrino de la
vida humana y a la vez el Reino futuro al que esta-
mos destinados. Y lo hacemos, dejando ya todo lo
que es provisional, desde la vivencia de los consejos
evangélicos y adelantando ya, lo que es definitivo.
Nuestra vida de comunidad, nuestra vida de fami-
lia, debe ser una enérgica protesta contra el racismo,
la discriminación, el desprecio de otros pueblos...
contra todo lo que sea romper la fraternidad de unos
con otros. Todo el mundo es nuestro mundo y todos
los hombres son nuestros hermanos.

Señor, vivimos en este mundo, pero somos cons-


cientes de que somos peregrinos. Tú has querido
poner ante nosotros, horizontes más esperanzado-
res, que vienen a llenar nuestras ansias de infini-
tud.
Que vivamos con responsabilidad la vida presen-
te. Pero siempre abiertos a la vida eterna y defini-
tiva. Que como comunidad, vivamos como la gran
familia de los hijos de Dios, y así se lo hagamos ver
a nuestro mundo, para que desaparezcan las discri-
minaciones, las marginaciones, entre los herma-
nos. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

207
4ª Semana

oración de la tarde martes IV

SALMO 137: es un himno de gratitud al Señor


por su misericordia.

El final del día es un momento apropiado para


revisar y preguntarnos qué ha sido para nosotros
este día que estamos finalizando. Estamos en ora-
ción. Es un encuentro especial con ese Dios que ha
estado con nosotros durante todo el día. Reconocer
su presencia, y darle gracias por todo lo que nos ha
dado, es lo mínimo que podemos hacer, en estos
momentos.
A esto nos invita el salmo 137: "te doy gracias,
Señor, de todo corazón". Y lo hago, "por tu misericor-
dia... porque me escuchaste... porque me conservas
la vida..." Es más, queremos que se asocien a no-
sotros todos los humanos: "que te den gracias,
Señor, todos los reyes de la tierra".
Una comunidad en oración, debe ser una comuni-
dad que vive la gratitud, porque es consciente de
todo lo que está recibiendo en cada momento: de
Dios directamente, o de sus hermanos, puestos por
Dios para hacer visible su acción.
Un "gracias" vivido y manifestado crea comunidad,
suaviza la convivencia de cada día, y nos estimula
para seguir desviviéndonos por los hermanos. La
falta de gratitud, distancia, cierra puertas, enfría las
relaciones. Por el contrario, la gratitud vivida y expre-
sada, es el abrazo permanente que damos al herma-
no.

Señor, al terminar este día, tenemos que decirte


con sinceridad: "gracias de todo corazón". Todo lo
que hemos vivido en este día, ha sido un regalo
tuyo: la vida... el aire que respiramos... nuestros
hermanos... tu entrega en la Eucaristía que hemos
celebrado... todo, todo... te lo debemos a ti.
Queremos que toda la humanidad sea consciente
de lo que haces por ellos, y se relacionen contigo
desde la gratitud y desde el amor. Con este nues-
tro deseo, nuestro compromiso personal de vivir en
gratitud constante hacia ti. que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

208
4ª Semana

oración de la tarde martes IV

CÁNTICO Ap. 4: es un canto a Cristo redentor


y salvador, por su entrega generosa.

No podemos pasar por la vida al margen de todo


lo que estamos recibiendo de Dios. Somos un monu-
mento que está proclamando, sin palabras, lo que es
Dios en sí mismo, y lo que ha hecho y está haciendo
en favor nuestro.
Por eso, este cántico nos invita a proclamar, a gri-
tar, el poder, la gloria, la bondad de un Dios creador
de todos y de todo. Pero de una manera especial nos
invita a proclamar y a gritar la entrega total de Cristo,
el Cordero degollado, que "nos ha amado hasta el
extremo". Que nos lo ha dado todo. Que somos el
precio de su sangre cruelmente derramada, hasta
morir. Es pues, justo, que reconozcamos lo que
hemos supuesto para Dios... su entrega, sin reser-
varse nada.
Que nuestra comunidad, que cada uno de nosotros
seamos una sinfonía que cante nuestra gratitud y
nuestro amor hacia Aquel que así nos ha manifesta-
do todo su amor y su entrega total.
Al terminar este día, que siga resonando en no-
sotros este estribillo: "digno es el Cordero de recibir
gloria, honor, alabanza, gratitud y amor".

Señor Jesús, nuestro canto para ti. Te lo has


merecido. Tu entrega total, sin reservarte nada,
nos deja sin palabras. La única palabra que quere-
mos decirte es nuestro silencio asombrado y agra-
decido.
En esta tarde, una vez más, nos sentimos sobre-
cogidos por tu muerte...por tu amor. Lo has paga-
do con el precio de tu sangre. Te costó. Pero no te
volviste atrás. Gracias por tu valentía. Perdón por
nuestra cobardía. A ti que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

209
4ª Semana

oración de la tarde martes IV

ambientación breve:
SALmo 136: No es una invitación al desaliento ó al
pesimismo. Todo lo contrario. Es una invitación a la
esperanza, al optimismo. A añorar un futuro glorioso
que nos espera, desde la provisionalidad de esta
vida.

SALmo 137: Una vez más, se nos invita a ser


agradecidos: "por tu misericordia... porque me escu-
chaste". Al mismo tiempo, esta invitación se extien-
de a desear que todos " den gracias al Señor...porque
su gloria es grande".

CáNTICo AP.4: Proclamamos la grandeza del cor-


dero, Cristo Jesús, que se entregó totalmente por sus
hermanos, de toda raza y condición, y ha hecho de
ellos un pueblo de reyes, sacerdotes y profetas.

para la oración:
SALmo 136: Cantado. o el grupo proclama las dos
primeras estrofas y un solista las dos siguientes.

SALmo 137: Un solista canta "te doy gracias,


Señor, de todo corazón..." y son proclamadas espon-
táneamente las estrofas. Todos juntos el Gloria.

CáNTICo AP.4: Todos al unísono con un fondo


musical suave.

para la reflexión:
. "Si me olvido de ti, que se me pegue la lengua al
paladar..."
. "Señor, tu misericordia es eterna..."
. "Eres digno, Señor, de recibir toda la gloria..."

210
4ª Semana

oración de la mañana miércoles IV

SALMO 107: es un poema que rebosa alaban-


zas y gratitud al Señor.

Comenzamos un nuevo día fuertes con la misma


fortaleza de Dios, e invitados a despertar, para pro-
clamar, con alegría, su gloria y su grandeza: "Dios
mío, mi corazón está firme... cantaré... despertaré a
la aurora..."
Y queremos hacer público nuestro canto y nuestra
acción de gracias: "ante todos los pueblos... ante
todas las naciones". Tenemos motivos para ello: "por
tu bondad... por tu fidelidad... que es más grande
que los cielos".
Nuestra comunidad es una teofanía que hace visi-
ble la bondad y la fidelidad de Dios. No hace falta
pensar mucho. Nos basta con abrir los ojos y mirar.
Cada una de nuestras personas, somos una clara
manifestación de esa bondad y de esa fidelidad. Es
lógico, pues, que rebosemos de alegría, y comence-
mos nuestra jornada dando nuevo color y nueva vida,
a cada una de nuestras acciones. Dios nos respalda
siempre. En el trasfondo de nuestra debilidad está su
fortaleza. Con verdad podemos decir en todo
momento: "con Dios haremos proezas".
Todos pasamos por situaciones conflictivas, difíci-
les de superar. Es fácil que nos venga el desaliento.
Es entonces cuando tenemos que recordar, que solos,
la lucha es difícil, pero "con Dios... haremos proezas".
Alentados con esta confianza, comencemos este
nuevo día.

Señor, alegres por tu presencia en nuestras


vidas, comenzamos una nueva jornada.
Queremos que cada una de nuestras acciones
esté marcada con un sentido de gratitud hacia ti,
por tu gran bondad, por tu fidelidad, que no tienen
límites.
Somos conscientes de nuestra debilidad. Pero
confiamos en ti. Estamos ciertos de que "contigo
haremos proezas". Nos has llamado para hacer
visible tu fortaleza en nuestra debilidad, y nos
esforzaremos por corresponder a tu llamada. A ti
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

211
4ª Semana

oración de la mañana miércoles IV

CÁNTICO Is. 61: es un canto alegre por los


beneficios recibidos del Señor.

Las manifestaciones de amor, que Dios tiene, para


con nosotros, son innumerables. Podemos decir que
estamos sumergidos en su amor. Todas las expresio-
nes de este cántico, rebosan alegría desbordante,
como consecuencia de esa sensación: "desbordo de
gozo... me alegro con mi Dios..."
Desde nuestra perspectiva, casi vemos todo un
derroche de los cariños de Dios hacia cada uno de
nosotros: ..."el traje de gala... el manto de triunfo...
la corona con sus joyas..." todas ellas, expresiones,
que de alguna manera, nos manifiestan los senti-
mientos más profundos de todo un Dios hacia los
humanos: "...la alegría del marido con su esposa... la
encontrará tu Dios contigo".
Nuestra vocación, es una llamada a experimentar
y a responder, a este enamoramiento de Dios. A cada
uno, se nos puede llamar "enamorado". Y nuestra
vida tendrá sentido, si de verdad responde a la vida
de un "enamorado".
Proclamemos este cántico exteriorizando lo que en
este momento vivimos en nuestro interior. Ante este
nuestro mundo, frío y desentendido de Dios, "hoy,
más que nunca, necesita de personas vivas" que le
hablen de ese Dios enamorado de los hombres. Ese
es nuestro compromiso y esa es también nuestra res-
ponsabilidad.

Señor, no podemos disimular la alegría que sen-


timos en los primeros momentos de este día. Tu
amor hacia nosotros es una realidad tan misteriosa
y tan profunda, que llena de sentido nuestra vida.
Quisiéramos manifestarla a todos los que de
alguna manera se encuentren con nosotros y ser tu
palabra viva, para que por medio nuestro, todos se
encuentren contigo y lleguen a sentir tu amor y tu
cercanía. A ti que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

212
4ª Semana

oración de la mañana miércoles IV

SALMO 145: es un himno de alabanza a Dios


defensor de los oprimidos.

Somos seres abiertos a la esperanza. Lo necesita-


mos todo. Pero nuestra gran necesidad es Dios.
Necesidad que no podemos ahogar sin que repercuta
en lo más profundo de nuestro ser.
Dios es el único que nos puede "salvar", ..."que
mantiene su fidelidad perpetuamente... que hace jus-
ticia"... "nos guarda... nos libera... nos sustenta...
nos ama"... Aquí esta la raíz de nuestra felicidad, que
nos mantiene seguros en medio de tantas dificultades
y problemas, que encontramos en nuestro caminar.
Por eso podemos decir con verdad "dichoso a quien
auxilia el Dios de Jacob... el que espera en el Señor".
En un mundo víctima de la desesperanza, es
urgente la presencia de hombres y mujeres que sean
sembradores de esperanza.
Nuestra comunidad es un grupo que ha surgido
por fuerza del Espíritu para responder a los grandes
retos que nos plantea nuestro mundo. La respuesta a
nuestra vocación es respuesta a esos retos. No pode-
mos callar, sin traicionar la llamada del Espíritu.
Es cierto que el "Señor reina eternamente", pero
somos nosotros quienes tenemos que anunciar ese
reino y hacerlo presente con nuestra vida.

Señor, tú eres el único capaz de responder a


nuestras esperanzas, porque tú mismo eres nues-
tra "esperanza".Eres el Dios "que mantiene siem-
pre su fidelidad," aunque nosotros, a veces, rom-
pamos nuestra fidelidad a ti.
Por eso, es justo que te alabemos, que te demos
gracias y celebremos la alegría de tu fidelidad, que
es respuesta a nuestra esperanza. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.

213
4ª Semana

oración de la mañana miércoles IV

ambientación breve:
SALmo 107: El sentido de la gratitud debe estar
presente en el horizonte de nuestra vida.. Todo lo
hemos recibido y todo lo estamos recibiendo, gratis,
constantemente.
Y es que "la bondad y la fidelidad del Señor es más
grande que los cielos". Es justo que lo reconozcamos
y lo agradezcamos.

CáNTICo IS.61: Nuestra alegría y nuestro gozo


tienen que ser desbordantes, al reconocer el amor sin
medida, y los cariños permanentes de Dios hacia no-
sotros. Comencemos el día reconociéndolo y alegrán-
donos.

SALmo 145: Pongamos nuestra confianza en quien


se la merece. Sólo el Señor es fiel, es justo... sacia el
hambre de los hambrientos, libera a los cautivos y...
a todos ama, desinteresadamente. Fundamentemos
en él nuestra vida.

para la oración:
SALmo 107: Proclamar espontáneamente las tres
primeras estrofas. Prosigue un solista. La última
estrofa y Gloria, todos juntos.

CáNTICo IS.61: Cantar al principio y al final "pro-


clama mi alma la grandeza del Señor, se alegra..."
Y todas las estrofas a dos coros.

SALmo 145: Un solista la primera estrofa y las


restantes a dos coros.

para la reflexión:
. "Tu bondad es más grande que los cielos..."
. "Desbordo de gozo, me alegro con mi Dios..."
. "Alabaré al Señor mientras viva..."

214
4ª Semana

oración de la tarde miércoles IV

SALMO 138, I: es un himno de alabanza indi-


vidual por la presencia omnímoda del Señor.

La oración de la tarde es una invitación a la paz, a


la serenidad, a deshacer tensiones producidas por las
diversas ocupaciones que hemos tenido. Y la paz ver-
dadera, el origen de toda paz, es Dios. Por eso cuan-
do le dejamos estar cercano, y le sentimos en lo pro-
fundo de nuestro ser, toda nuestra persona se siente
sumergida en un mar de paz: DIoS.
Este salmo 138, no es, pues, el salmo del Dios
controlador, sino el salmo del Dios cercano, omnipre-
sente, raíz de nuestro ser: "en él vivimos, nos move-
mos y existimos". Es el salmo del amor, de un amor
que no admite distancias. Y siempre, la cercanía del
amado, trasmite paz, serenidad, descanso.
Saboreemos, pues, todas y cada una de las pala-
bras de este salmo 138: "tú me conoces... sabes lo
que pienso... te sabes de memoria todos mis cami-
nos... me cubres con tu palma... vaya donde vaya,
siempre me encuentro contigo..." Todo un programa
de las relaciones de Dios, con cada uno de nosotros.
La oración verdadera, siempre es transformante,
nos hace otros. Una comunidad que vive esta cerca-
nía de Dios, desde la verdadera oración, es una
comunidad que transparenta alegría, paz... Es una
comunidad "epifanía" de Dios.

Señor, no tenemos que recorrer largos caminos


para encontrarnos contigo. Vayamos donde vaya-
mos, estemos donde estemos... allí estás tú...
amándonos infinitamente
Lo profundo de nuestra oración, no es decirte
palabras, sino sentir el calor de tu abrazo, sin más.
Y esta oración sí que nos cambia, nos transforma,
nos hace sentirnos otros.
Reconocemos, Señor, que nuestras ocupaciones
nos descentran de ti, porque las realizamos al mar-
gen de ti. Queremos vivir nuestra vida, desde tu
cercanía, desde el sentirnos sumergidos en ti, que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

215
4ª Semana

oración de la tarde miércoles IV

SALMO 138, II: es un himno de reconoci-


miento por la acción misteriosa de Dios.

Tal vez desconocemos las vivencias de nuestras


madres cuando nos gestaban en sus entrañas. Pero
tuvieron que ser maravillosas. Y es que toda gesta-
ción vivida, es un amor que crece, que se intensifica,
hasta que llega el gran momento del parto.
Con nuestras madres, Dios ha vivido, paso a paso,
nuestra gestación. Ha soñado con nuestra existencia
y ha trazado planes y proyectos sobre cada uno de
nosotros, que quiere realizar. Cada día que comenza-
mos, espera pacientemente nuestra colaboración
para que esos sus planes no se frustren.
Al terminar este día, vivamos el sentido de la gra-
titud hacia Dios, que así se nos manifiesta. Cada uno,
somos fruto de su amor: "nos ha escogido portento-
samente", como seres humanos, como cristianos y y
como Religiosos. Ninguno de nosotros somos fruto
del acaso. Todos somos fruto de un amor personal,
concreto... a mí... a ti.
Por eso podemos exclamar con verdad "¡qué
incomparables encuentro tus designios!". La rutina,
de cada día, el despiste...son nuestros enemigos a la
hora de vivir todas estas realidades. Espabilemos y
no perdamos lo mejor de nuestra vida. Somos inmen-
samente ricos, y no disfrutamos de nuestra riqueza.

Señor, ¡con qué ilusión realizaste, en el tiempo,


tu plan de amor sobre mí!. Soy fruto de tu amor
ilusionado. Como humano...como cristiano...como
religioso... "me has escogido portentosamente".
Gracias por tu elección. Quisiera que mi vida fuera
una respuesta permanente a esta tu elección...a
tus ilusiones sobre mí
Una vez más, esta misma noche, golpeas a mi
puerta y me invitas a responderte. Quiero hacerlo.
Sé que me disculpas cuando te fallo. Una vez más,
¡gracias!. A ti que vives y reinas por los siglos de
los siglos.

216
4ª Semana

oración de la tarde miércoles IV

CANTICO: Col. 1, 12-20: es un canto de gra-


titud a Cristo, primer resucitado.

Tenemos que reconocer, que Dios es admirable en


sus relaciones con nosotros: desde siempre nos ha
ideado. En un momento concreto, hemos comenzado
a existir, fruto de su acción misteriosa y amorosa. Y
ya existiendo, su amor nos envuelve constantemen-
te.
Pero lo que viene a ser el colmo de todo, es su
designio de hacernos capaces de "compartir en Cristo
y con Cristo su misma vida".
En este cántico, vamos a dar gracias al Padre por
este regalo y vamos a proclamar la gloria y la gran-
deza de Cristo, nuestra cabeza, conscientes de que
en él y desde él, estamos proclamando también,
nuestra gloria y nuestra grandeza, como miembros
vivos de su cuerpo.
Estamos en él. Su vida está siendo nuestra vida.
Comunión total. Por eso, con verdad podemos gritar:
"demos gracias a Dios Padre" que nos ha dado ésta
capacidad de ser sus hijos en el Hijo.
Nuestra comunidad debe ser el canto visible,
gozoso, a ese Cristo Resucitado que vive en nosotros,
y que habla a los hermanos de los designios amoro-
sos de Dios Padre.

Señor, en esta tarde, te damos gracias, por tus


grandes designios sobre nosotros: "nos has hecho
capaces de compartir..." tu misma vida. En Cristo,
nuestra cabeza, te has volcado totalmente, para
que en él y desde él, seamos uno en ti. Nos has
enaltecido de tal manera, que sobrepasa todo lo
que nosotros hubiéramos soñado.
Queremos reconocer nuestra dignidad y corres-
ponderte. Nuestra vida, vivida con responsabilidad,
es la mejor acción de gracias con que podemos
agradecerte todo lo que haces por nosotros.
Gracias, Señor. A ti que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

217
4ª Semana

oración de la tarde miércoles IV

ambientación breve:
SALmo 138,I: En Dios "vivimos, nos movemos y
estamos". La fuerza de su poder es la que posibilita
nuestra existencia... Para él somos una persona con-
creta, única e irrepetible a la que ama como es. Nada
de lo que somos y tenemos es ajeno a él.

SALmo 138,II: Dios ha estado presente en todos


los estadios de nuestra existencia. En el seno mater-
no fue tejiendo amorosamente, cada uno de nuestros
miembros. Y nos ha escogido portentosamente para
ser lo que somos y lo que estamos llamados a ser:
sus hijos.

CáNTICo CoL.1: Demos gracias a Dios porque nos


ha capacitado para entrar en el Reino de Cristo,
haciéndonos miembros de su Cuerpo que es la
Iglesia. En Cristo fuimos abrazados, desde siempre,
por el Padre.

para la oración:
SALmo 138,I: Un solista proclama "Señor, tú me
sondeas y me conoces" después de cada una de las
estrofas que son proclamadas espontáneamente.
Todos juntos el Gloria.

SALmo 138,II: Son proclamadas, espontánea-


mente, cada una de las estrofas, repitiendo el grupo,
después de cada una de ellas, "gracias Señor, porque
nos has escogido portentosamente". Todos juntos el
Gloria.
CáNTICo CoL.1: Lo proclama todo el grupo, des-
pacio, con un fondo musical suave.

para la reflexión:
. "Señor, tú me sondeas y me conoces..."
. "me has elegido en el seno materno..."
. "Nos ha trasladado al reino de su Hijo querido..."

218
4ª Semana

oración de la mañana jueves IV

SALMO 142: es una lamentación angustiosa,


reclamando ayuda al Señor.

Estamos comenzando un nuevo día. Y lo hacemos


aquí, juntos, en oración. Despertemos y descubra-
mos el sentido de nuestra oración en estas primeras
horas del día.
No es una norma, ni una obligación. Es una verda-
dera necesidad. Sin Dios, nada tiene sentido. Y nues-
tra oración, es eso: dar respuesta a nuestra gran
necesidad: Dios.
Lo vamos a expresar reiterativamente en este
salmo 142: "Señor, escucha mi oración... atiende a
mi suplica... escúchame... escúchame enseguida..."
Es el grito de todo nuestro ser, que clama por
Alguien, como una necesidad vital que tiene que
satisfacer: "escúchame enseguida que me falta el
aliento".
Por eso, cuando esa necesidad no tiene la res-
puesta adecuada, o se intenta suplirla con sucedáne-
os, es todo nuestro ser el que sufre y exterioriza su
sufrimiento en sus relaciones con los demás. No
podemos relacionarlos bien con los demás cuando
por dentro nos sentimos mal.
En teoría, nosotros nos hemos reunido aquí, por-
que estamos convencidos de todo esto, y queremos
manifestarlo con nuestro estar juntos para orar. Que
nuestra oración de esta mañana, sea de verdad ora-
ción. No nos engañemos ni engañemos.

Señor, tú eres el insustituible en nuestra vida. Es


todo nuestro ser el que clama por ti con un grito
que no se puede ahogar sin que repercuta en lo
más profundo de nuestra persona. Tú mismo eres
el que ha puesto en nosotros este grito en lo más
profundo de nuestra entraña.
Sinceramente tenemos que confesarte, que no
siempre hemos respondido a las exigencias de ese
grito. O no lo hemos escuchado ó lo hemos ahoga-
do con sucedáneos engañosos.
Queremos ser sinceros y comunicarte nuestro
deseo de cambio. Tú lo quieres y nosotros lo nece-
sitamos. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

219
4ª Semana

oración de la mañana jueves IV

CÁNTICO Is. 66: es una invitación a la alegría


por los consuelos que el Señor nos da.

Una invitación a la alegría, en estas primeras


horas, es un buen tónico para comenzar a caminar.
Los motivos para nuestra alegría, son muchos. El
Profeta Isaías nos invita a descubrirlos.
La nueva Jerusalen es hoy la Iglesia, y más con-
cretamente, nuestra comunidad. Desde ella se nos
invita a descubrir el rostro maternal de Dios: "como
un niño a quien su madre acaricia..."
Es la presencia maternal de Dios, la que tiene que
trasformar nuestras vidas y la vida de nuestra comu-
nidad.. Las caricias de Dios se hacen visibles y sensi-
bles a través del rostro, de la sonrisa, de las manos
de nuestros hermanos. Cada uno de nosotros somos
el signo visible para que se pueda realizar el sacra-
mento del encuentro con Dios.
Por eso, de una verdadera comunidad, se puede
decir: "festejad... gozad con ella... alegraos de su
grandeza... saciaos de sus consuelos..."

Que cada uno de nosotros, pertenecientes a una


comunidad, sintamos la responsabilidad de que se
cumpla esta profecía del Profeta Isaías. Para eso vivi-
mos juntos y para eso nos ha convocado el Señor.

Tú, Señor, no nos quieres tristes ni angustiados.


Ya desde las primeras horas del día, nos invitas a
la alegría. Y tenemos motivos para ello: tus relacio-
nes con nosotros, no pueden ser ni más cercanas,
ni más entrañables. Tú eres como una madre que
nos lleva en sus brazos y derrocha ternura y amor..
Más cercanía y más calor maternal, no se te puede
pedir.
Que nos dejemos querer y vivamos la alegría de
sentirnos queridos, por ti que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

220
4ª Semana

oración de la mañana jueves IV

SALMO 146: es un cántico que nos invita a


proclamar el poder y la bondad del Señor.

Cuando cantamos, parece que todo nuestro ser es


una melodía armoniosa que vibra al son de nuestro
canto. En nuestra oración de esta mañana, se nos
invita: "alabad, cantad al Señor, que la música es
buena... merece una alabanza armoniosa".
Cada una de nuestras acciones. de este día, tenía
que ser una nota escrita en el pentagrama de las
horas, que cantara las bondades y maravillas que
Dios realiza en favor nuestro. El se nos presenta
como el médico que "sana nuestros corazones des-
trozados y venda nuestras heridas".
Con razón podemos exclamar: "nuestro Dios es
grande y poderoso". Es pues justo que "entonemos la
acción de gracias" y le manifestemos que caemos en
la cuenta de lo mucho que suponemos para él.
Una comunidad, reunida en oración, cada uno de
sus componentes, debe sentirse responsable de la
oración de sus hermanos: su postura, su palabra, su
canto... toda su actitud debe reflejar que se siente
como una nota de esa composición musical que es la
comunidad... Y en una composición, todas las notas
son necesarias, y a todas hay que darle una entona-
ción adecuada para que suene armoniosamente.
No lo olvidemos, en nuestra oración, nuestros her-
manos nos necesitan.

Señor, al comenzar este día, debiéramos excla-


mar: "para ti es mi música". Tú nos has creado a
todos distintos. Pero quieres que seamos como las
notas que componen una canción, y que nuestra
vida, sea la interpretación de esa canción.
Queremos corresponder a tus deseos..
Afinaremos nuestra vida para que toda ella inter-
prete y cante esa melodía que tú esperas. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

221
4ª Semana

oración de la mañana jueves IV

ambientación breve:
SALmo 142: Al comenzar este día, nos dirigimos
al Señor, con una súplica, casi angustiosa: "escúcha-
me enseguida que me falta el aliento". Es la expre-
sión viva de nuestra necesidad de Dios. Hagámoslo
de verdad.

CáNTICo IS.66: Es una invitación a descubrir los


motivos profundos de nuestra alegría, y a celebrarlos.
El sentido maternal de Dios es una realidad perma-
nente: "os consolaré como una madre a su niño".

SALmo 146: Hagamos de nuestra vida un canto


que proclame la bondad de Dios: "alabad, cantad al
Señor, que la música es buena". Que las horas de
este día sean un pentagrama con las notas de nues-
tras acciones, que canten lo bueno que es Dios con
nosotros.

para la oración:
SALmo 142: Cantar la primera estrofa al principio
y al final: "Señor, escucha mi oración..." y proclamar
espontáneamente cada una de las estrofas.

CáNTICo IS.66: Un solista proclama las dos pri-


meras estrofas y otro, las restantes.

SALmo 146: Un solista proclama la primera estro-


fa y el resto todo el grupo alternando a dos coros.

para la reflexión:
. "Tengo sed de ti como tierra reseca..."
. "os consolaré como un niño a quien su madre
consuela..."
. "Tocad la cítara para el Señor..."

222
4ª Semana

oración de la tarde jueves IV

SALMO 143, I: es una súplica comunitaria de


bendición y de admiración.

Desde nuestros planteamientos humanos tiene


sentido que nos preguntemos: "¿qué es el hombre
para que te fijes en el?" Pero los planteamientos de
Dios no son, ni mucho menos, como los nuestros.
Dios actúa desde horizontes muy distintos. Es su
amor desbordante el que le mueve en sus relaciones
con nosotros. El es nuestro gran "bienhechor... nues-
tro refugio... nuestro baluarte donde nos resguarda-
mos."
Al terminar el día, es muy relajante, sentirse valo-
rado, comprendido, amado... por aquel que lo es
todo, que es el origen y el principio de cuanto existe,
que con su omnipotencia sostiene el universo y cuan-
to contiene. El ha cuidado, amorosamente ,durante
este día, de todos y cada uno de nosotros, buscando
nuestro bien, nuestra felicidad. Así es nuestro Dios.
Por eso la oración de esta tarde: "bendito el Señor, mi
roca".
Al proclamar este salmo, debemos sentirnos
importantes para Dios, pues lo somos. Y no por nues-
tros méritos. Sino únicamente por su bondad y por su
misericordia, que son infinitas.
El optimismo debe ser una de las notas caracterís-
ticas de nuestra de nuestra vida, frente a pesimismos
inhibidores que nos impiden crecer como hijos de
Dios.

Señor, tenemos que reconocer que en verdad eres


nuestro "bienhechor"... nuestro todo. Aunque
somos unas pobres criaturas, tú no te avergüenzas
de bajarte hasta nosotros, y demostrarnos que
somos muy importantes para ti.
De verdad que nos has tomado en serio y continua-
mente nos lo están manifestando. Al terminar este
día , queremos reconocerlo y agradecértelo. Por
eso, te queremos decir, con todo nuestro ser:
:"bendito el Señor, mi Roca..." Tú que vives y rei-
nas por los siglos de los siglos.

223
4ª Semana

oración de la tarde jueves IV

SALMO 143, II: es una súplica pidiendo auxi-


lio frente a los enemigos.

Dios siempre está de nuestra parte. Su fidelidad


es inmutable, aunque tope con nuestras infidelida-
des. Por eso sus bendiciones sobre nosotros nunca
cesarán: "silos repletos... rebaños a millares... frutos
abundantes...". Es más: él nos defiende de "la espa-
da cruel"... y de todos los que la tienen tramada con-
tra nosotros.
Concluir este día, teniendo delante lo que Dios ha
hecho, y está haciendo en favor nuestro, es para
decirle con todo nuestro corazón "Dios mío, te canta-
ré un cántico nuevo"... "tocaré para ti el arpa"...
Necesitamos cultivar nuestro sentido de la gratitud
hacia Dios, como una nota dominante en nuestra
vida. Basta considerar todo lo que Dios es para nos-
otros y todo lo que nosotros somos para Dios: todo
un abismo de bondad, de misericordia y de amor. Por
eso podemos decir con verdad: "Dichoso el pueblo
cuyo Dios es el Señor". Y nosotros somos su pueblo,
con un destino y unas responsabilidades que no
podemos eludir. Por medio nuestro quiere hacerse
visible y hablar a otros pueblos que le ignoran ó no le
reconocen como el único Dios. Nuestra comunidad
debe asumir su destino y sus responsabilidades,
como respuesta a una elección y a unos compromi-
sos.

Dios mío, cantaré y tocaré para ti. Tú, te lo mere-


ces todo. Nos defiendes y nos cuidas... nos colmas
de favores en todo momento. Por eso nos sentimos
dichosos y no podemos menos de cantarte un cán-
tico nuevo que proclame tus bondades permanen-
tes con nosotros. Tú eres nuestro Dios y nosotros
tu pueblo. Nos has elegido y te hemos dado la res-
puesta a tu elección.
Que nuestra vida discurra impregnada por estas
realidades. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos.

224
4ª Semana

oración de la tarde jueves IV

CÁNTICO Ap. 11: es un canto de gratitud a la


justicia y a la bondad de Dios.

Estamos sumergidos en una lucha permanente.


Son muchos los que atentan contra nosotros. Nuestra
vida, tiene que molestar, si intentamos ser "luz" y ser
"sal". Pero no temamos. Hay alguien que ha vencido
todas las fuerzas del mal, y lucha con nosotros.
Tenemos la herencia de muchos hermanos nuestros
que han luchado en los mismos campos que no-
sotros, y todos han vencido.
Por eso, nuestra alegría tiene que ser la nota que
predomine y manifieste de quién nos fiamos y en
quién hemos puesto toda nuestra confianza. "El rei-
nado de nuestro Dios ya ha comenzado". Nos hemos
comprometido con vivirlo y extenderlo. No debemos
fallar. Nos esperan grandes multitudes, porque nos
necesitan. El testimonio de nuestra vida, les orienta-
rá y les animará a seguir nuestro ejemplo. Por eso
"estamos alegres" y damos gracias al Señor Dios
omnipotente" que ha puesto en nosotros su confian-
za.
Nuestra comunidad debe ser un punto de referen-
cia para todos aquellos que necesitan una luz que ilu-
mine su vida, en los momentos de duda, de desalien-
to, de oscuridad. Es exigencia de una vocación a la
que hemos respondido.

Señor, tú eres el de "siempre"..."el inmuta-


ble"..."el Dios fiel".. el que ha firmado con sangre,
un pacto, que no puede fallarnos. Pacto de fideli-
dad... de ayuda desinteresada... de estar siempre
de nuestra parte en todas nuestras luchas. Por eso
te damos gracias y te manifestamos la alegría que
sentimos por tu fidelidad. Que nuestra fidelidad, no
rompa con tu fidelidad. A ti que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

225
4ª Semana

oración de la tarde jueves IV

ambientación abreviada:
SALmo 143,I: Aunque somos sus criaturas, somos
importantes para Dios. Desechemos pensamientos
pesimistas que nos impiden ver esta realidad. El,
siempre es "nuestra roca...nuestro escudo...nuestro
bienhechor"... Podemos confiar plenamente en él.

SALmo 143,II: A pesar de nuestras posibles infi-


delidades para con él, Dios, siempre permanece fiel.
Nunca se cansa de realizar grandes obras en favor
nuestro. La gratitud, debe ser la nota que nos carac-
terice siempre.

CáNTICo AP.11: Hay Alguien que nos ha incorpo-


rado a él y que ha vencido todas las fuerzas del mal.
Su victoria es nuestra victoria. Su fuerza es nuestra
fuerza. Démosle gracias y vivamos alegres, pues no
luchamos solos.

para la oración:
SALmo 143,I: Un solista proclama las dos prime-
ras estrofas. Continúa el grupo al unísono con las tres
siguientes.

SALmo 143,II: Un solista proclama las dos prime-


ras estrofas. Continúa el grupo al unísono con las tres
siguientes.

CáNTICo AP.11: Es proclamado por todo el grupo,


con un fondo musical suave.

para la reflexión:
. "Bendito el Señor mi escudo y mi refugio..."
. "Dichoso el hombre cuyo Dios es el Señor..."
. "Estad alegres los que moráis en sus tiendas..."

226
4ª Semana

oración de la mañan viernes IV

SALMO 50: es una invitación a aceptar el


abrazo paternal de Dios.

Es gratificante comenzar un nuevo día reconocien-


do que Dios es compasivo, misericordioso... todo un
Padre. Por eso, no tienen sentido nuestros pesimis-
mos en nuestras relaciones con él. Es el Padre, que a
pesar de nuestros fallos, siempre está dispuesto a
perdonarnos, a "cubrirnos de besos", a celebrar la
fiesta del perdón, haciendo suya la alegría de nuestro
arrepentimiento. Solo nos pide un "corazón since-
ro"... deseos verdaderos de conversión, para llegar a
sentir su abrazo caliente de Padre. Así es como sen-
tiremos "el gozo y la alegría" verdaderos, que lleguen
a empaparnos de un bienestar que sobrepasa toda
experiencia humana.
A Dios no le agradan las caras largas, ni los sacri-
ficios vacíos. Le gustan los corazones abiertos, los
espíritus agradecidos, los que están dispuestos a
agradecer desde su apertura para recibir.
Cada viernes, es una llamada de Dios Padre, a
sentirle como Padre y a planificar nuestra vida desde
la correspondencia a su amor. En el Crucificado nos lo
dió todo y nos lo dijo todo. Y recordarlo en un día
como hoy, es volver a decirnos la gran palabra de su
amor.
Que nuestra comunidad profundice en este miste-
rio, y lleve a la vida, la única respuesta que da senti-
do a nuestra existencia.

Señor, descubrir tu rostro de Padre y vivir en


consecuencia, debe ser nuestra tarea de todos los
días. Así, estaremos viviendo la vida desde su ver-
dadera perspectiva.
Tú nos conoces. Sabes que somos de barro. Nos
comprendes. Nos disculpas. Tu abrazo de perdón y
de amor, es la respuesta que siempre tienes a
mano, en tus relaciones con nosotros.
Queremos corresponderte en todo momento.
Vivir la alegría de tu abrazo, y comunicar a nuestro
mundo tu verdadero rostro. A ti que vives y reinas
por los siglos de los siglos

227
4ª Semana

oración de la mañan viernes IV

CÁNTICO Tb. 13: es un cántico de gratitud


por la acción liberadora de Dios.

El comportamiento de Dios con nosotros, siempre


es desde la gratuidad y el amor. Aunque no encuen-
tre una respuesta positiva, él, siempre se mantiene
fiel... paciente... esperándonos.
Somos la nueva Jerusalén, que él ha reconstruido,
y en la que habita como lugar de sus complacencias.
miles de generaciones nos bendecirán porque a tra-
vés de nuestra vida, el Resucitado se está haciendo
visible al mundo. Nuestro compromiso con los
pobres, los desterrados, los inmigrantes, con todos
los rechazados por nuestra sociedad consumista, será
un reclamo, para los que nos vean "alaben al Señor...
y le den gracias". Somos la "luz esplendente que ilu-
mina... que atrae a todos al encuentro del Señor".
Nuestra gratitud debe ser la respuesta a la elec-
ción que Dios ha hecho sobre nosotros, "bendice
alma mía al Señor"... "Da gracias al Señor como es
debido"... Hemos sido elegidos "su templo para siem-
pre"..."donde todos se reunirán para bendecir al
Señor del mundo".
Nuestra comunidad debe tomar conciencia de su
elección y responder, en todo momento, a los desig-
nios de Dios sobre ella, viviendo el sentido de la gra-
titud.

Señor, tú quieres morar en templos vivos, de


carne y hueso, que te acepten y quieran hacer de
su vida una respuesta de amor y gratitud.
Nosotros, un día descubrimos tu deseo y nos
comprometimos públicamente a responderte.
Queremos serte fieles siendo luz y punto de atrac-
ción para cuantos nos contemplen. Que todos, al
vernos, puedan decir de nosotros: "Dios tiene aquí
su morada". Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos.

228
4ª Semana

oración de la mañan viernes IV

SALMO 147: es una acción de gracias por la


acción permanente de Dios.

Las acciones del Dios son una continua manifesta-


ción de su sabiduría y de su poder. El es el Señor de
la nieve y de la escarcha, del hielo y del frío... de toda
la creación. Toda ella, es la palabra que nos habla
desde su silencio y nos transmite mensajes de amor.
Nuestra actitud de alabanza a Dios, es la actitud
que define al hombre creyente: "alaba a tu Dios... te
ha bendecido... ha puesto paz... te sacia con flor de
harina"... Así se comporta Dios en todo momento con
nosotros.
Si nos detenemos a pensar en nuestra vida perso-
nal, tenemos que exclamar con verdad: "con ninguna
nación obró así". Cada uno, somos únicos e irrepeti-
bles ante Dios. Podemos decir, que después de crear-
nos, rompió el molde.
Las maravillas, realizadas en favor nuestro, son
innumerables. Cada día, cada hora, cada instante...
toda nuestra vida, es un regalo amoroso de su bon-
dad.
Por eso, no hacemos nada de más, si en esta
mañana lo reconocemos y exclamamos rebosantes
de alegría: "glorifica al Señor... alaba a tu Dios... que
te ha bendecido... ha puesto paz en tus fronteras..."
Que la proclamación de este salmo 147 nos des-
pierte y nos haga vivir en gratitud permanente hacia
Dios, por sus desvelos hacia nosotros.

Señor, tu poder es universal. Nada se escapa a


tu influencia. en todo lo que existe. Todo nos habla
de ti: la lluvia, la nieve, el hielo, la escarcha...
Todos son mensajeros de tu belleza, de tu sabidu-
ría, de tu poder, de tu grandeza.... de ti..
Que sepamos escucharte. Que te vayamos des-
cubriendo y conociendo, con mayor profundidad,
para que nuestras vidas sean más coherentes, más
comprometidas, y más testimoniantes. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

229
4ª Semana

oración de la mañan viernes IV

ambientación breve:
SALmo 50: Descubrir a Dios como Padre y sentir
el calor de su abrazo. A eso nos invita este salmo 50.
Dios busca en nosotros un corazón sincero y agrade-
cido para que podamos saborear "la alegría de la sal-
vación". Sus brazos abiertos en Cristo están siempre
dispuestos al perdón.

CáNTICo TB.13: El comportamiento de Dios con


nosotros es muy distinto del que nosotros tenemos
con él. Por eso, "démosle gracias al Señor como es
debido" y vivamos la alegría de nuestra liberación.

SALmo 147: Como creyentes que somos, nuestra


actitud ante Dios, tiene que ser siempre de admira-
ción y de alabanza. Sus acciones a favor nuestro, son
permanentes. Todos podemos decir "soy único para
Dios".

para la oración:
SALmo 50: Forma responsorial: espontáneamente
las estrofas y después de cada una de ellas "devuél-
venos la alegría de la salvación". Todos, el Gloria .

CáNTICo TB.13: Cantar como antífona, al princi-


pio y al final "a Dios den gracias los pueblos..." y las
estrofas proclamadas a dos coros.

SALmo 147: Cantado o proclamado por un solista.

para la reflexión:
. "mi boca proclamará tu alabanza..."
. "Que todos alaben al Señor..."
. "Con ninguna nación obró así..."

230
4ª Semana

oración de la tarde viernes IV

SALMO 144, I: es un himno de alabanza a la


grandeza de Dios.

Nuestra oración de la tarde, debe ser una oración


de gratitud. Estamos concluyendo un día más. Y
seguro que hemos recibido mucho: de Dios y de los
hermanos
En este salmo 144 ponderaremos, reiterativamen-
te, las hazañas del Señor en favor nuestro, para que
brote espontánea nuestra gratitud hacia él: "...Yo
repito tus maravillas... narro tus grandes acciones...
que hablen de tus hazañas... una generación ponde-
ra tus obras, cuenta tus hazañas..."
Es lógico, pues, que tengamos expresiones de gra-
titud: "día tras día te bendeciré y alabaré por siem-
pre jamás... que todas las criaturas te den gracias...
te bendigan... proclamen tu gloria... "
Nuestra vida debe desarrollarse entre el recibir y
el agradecer, para seguir recibiendo. Radicalmente,
somos pobres, necesitados. Son otros los que tienen
que venir en nuestra ayuda. Dios es el primero, y se
vale de nuestros hermanos para prolongar su tarea.
La comunidad es un campo propicio para cultivar
estas realidades. La verdadera vida fraterna debe ser
un continuo dar-recibir y... agradecer. Nos debemos
totalmente los unos a los otros. Para eso vivimos en
comunidad. El egoísmo, la ingratitud... no tienen sen-
tido en la vida comunitaria.

Señor, si repasamos todos nuestros días, concre-


tamente éste que estamos finalizando, tenemos
que reconocer tus maravillas, tus grandes hazañas
realizadas en favor nuestro.
Ojalá toda nuestra vida fuera un "gracias" perma-
nente. Tenemos que reconocer que con cierta fre-
cuencia, las ocupaciones, la rutina, etc. nos dificul-
tan vivir el sentido de la gratitud. En esta tarde,
queremos renovarlo, y hacernos más sensibles a
tantas cosas que haces por nosotros. A ti que vives
y reinas por los siglos de los siglos.

231
4ª Semana

oración de la tarde viernes IV

SALMO 144, II: es una oración confiada de


gratitud por los favores del Señor.

Nuestra vocación implica un compromiso de hacer


de nuestra vida una búsqueda permanente de Dios:
Conocerle, experimentarle, vivirle, amarle... debe ser
nuestra gran ocupación.
En este salmo 144, vamos a proclamar algunas de
las manifestaciones de Dios, que nos ayudarán a pro-
fundizar y a vivir:"El Señor es fiel... es bondadoso...
es justo... escucha los gritos de sus fieles... satisface
sus deseos... "
Seguro que si nos hacemos sensibles a todas estas
manifestaciones, podremos decir con verdad: "senti-
mos que el Señor está cerca de los que le invocan"...
y disfrutaremos de la paz y serenidad que necesita-
mos, después de una jornada de trabajo. Siempre el
encuentro con Dios, es revitalizante, es una fuerza
nueva, que nos transforma y nos rejuvenece.
Que nuestra comunidad, sea una voz que procla-
ma con la vida, todo lo que dice con palabras. Así
seremos invitación para que "todo viviente bendiga al
Señor, por siempre jamás".
La experiencia de Dios, es lo que mueve nuestra
vida. Nuestra vocación es respuesta a esa experien-
cia. Experimentamos, y vimos que merecía la pena,
poner en juego toda nuestra vida. Y estamos con-
vencidos de que se está cumpliendo en nosotros, que
el Señor "sacia de favores a todo viviente" y "satisfa-
ce los deseos de todo viviente". Nosotros somos tes-
tigos de ello.

Señor, no tenemos palabras para proclamar tu


bondad, tu fidelidad, tu justicia... tu amor. Siempre
que intentamos alabarte, agradecerte, somos cons-
cientes de que nos quedamos a una distancia infi-
nita de lo que tú mereces.
Pero tú, Señor, aceptas nuestros balbuceos y
comprendes nuestras limitaciones. Eres nuestro
Padre, y sabemos, que cuando ves nuestra buena
voluntad y nuestros deseos sinceros, no nos pides
más. Sencillamente, te alegras y sonríes. Gracias,
Padre. A ti que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

232
4ª Semana

oración de la tarde viernes IV

CÁNTICO Ap. 15: es un canto lleno de admi-


ración por las obras de Dios.

La capacidad de sorpresa, de admiración, nos


enriquece, y es fuente de alegría para aquellos que
saben cultivarla. Y es que son muchas las realidades
que, nos llegan , como regalos de los demás. De Dios
el principal y el primero. De nuestros hermanos, des-
pués. Descubrir, valorar y aceptar, nos va a exigir que
estemos abiertos, para que no se nos pasen desaper-
cibidos.
Este cántico, que vamos a proclamar, nos invita a
despertar, a abrir los ojos, y ver la multitud de obras
que Dios ha hecho y está haciendo en favor de todos
y de cada uno. No debemos proclamarlo rutinaria-
mente, sino conscientes de lo que decimos y como
expresión de nuestra capacidad admirativa.
"Grandes y maravillosas son tus obras, Señor"...
obras en el conjunto de toda la creación, y obras,
sobre todo, en sus relaciones personales e íntimas,
con cada uno de nosotros.
Podemos afirmar, que nuestra historia personal, es
una verdadera "historia sagrada": Dios y nosotros,
nosotros y Dios. ¿Quién no glorificará tu nombre?
Todas las naciones, todos los pueblos, todos los
humanos, debemos cantar y proclamar que el Señor
es grande en todo lo que hace: "sus caminos son jus-
tos y verdaderos"
Estamos en las últimas horas del día. Continuemos
abiertos a las sorpresas de Dios.

Señor, de verdad tenemos que decirte que "son


grandes y maravillosas todas tus obras". Nuestro
vivir rápido, sin apenas tiempo para la reflexión,
nos impide caer en la cuenta de ello.
En el silencio de esta tarde, te manifestamos
nuestro deseo de aumentar nuestra capacidad de
sorpresa, para descubrirte en el trasfondo de todo
lo que haces. Gracias, Señor, por tus obras. A ti
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

233
4ª Semana

oración de la tarde viernes IV

ambientación breve:
SALmo 144,I: Si examinamos detenidamente, las
acciones de Dios en favor nuestro, no podemos
menos de exclamar con alegría: "te ensalzaré y ben-
deciré por siempre jamás." Y además, nos sentiremos
impulsados a invitar a todos para que se unan a nos-
otros.

SALmo 144,II: La fidelidad, la justicia, la bondad


de Dios, son realidades patentes, que cualquiera las
puede ver. Con verdad, podemos y debemos decir
que "todos los vivientes bendigan al Señor."

CáNTICo AP.15: Vivamos nuestra capacidad de


sorpresa ante las obras de Dios. Con sentido de
admiración, proclamemos, conscientemente, qué
"grandes y maravillosas son tus obras, Señor"

para la oración:
SALmo 144,I: proclama las dos primeras estrofas,
un solista. Las restantes a dos coros.

SALmo 144,II: proclamado a dos coros.

CáNTICo AP.15: Cantar la primera estrofa y pro-


clamar al unísono la segunda y Gloria.

para la reflexión:
. "El Señor es bueno con todos..."
. "Cerca está el Señor de los que le invocan..."
. "Grandes y maravillosas son tus obras, Señor..."

234
4ª Semana

oración de la mañana sábado IV

SALMO 91: es una oración personal de grati-


tud por la bondad de Dios.

Comenzamos un nuevo día. Y no podemos hacer-


lo distraídos, sin caer en la cuenta de lo que pasa en
nuestro entorno, de lo que sucede en la realidad de
nuestra vida. Hay "alguien" que es la raíz de nuestra
existencia, de nuestro vivir. Es la mano misteriosa
que dirige todas nuestras acciones: Dios nuestro
Padre. Descubrirlo, reconocerlo y agradecerlo es la
postura que debemos adoptar.
Por eso, en este salmo 91, diremos: "es bueno dar
gracias al Señor... tocar arpas... laúdes... arpegios de
cítaras... proclamando por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad..."
Si a lo largo de este día tenemos los ojos abiertos
y sabemos descubrir las acciones y obras del Señor,
seguro que necesitaremos gritar, llenos de alegría:
"¡Qué magníficas son tus obras, Señor! ¡Qué profun-
dos tus designios...!" Solamente "los necios y los
ignorantes, no los entienden"... ni caen en la cuenta
de ello.
Tal vez nosotros mismos, hemos engrosado las
filas de los necios y de los ignorantes y en ocasiones
no hemos descubierto el rostro de Dios que se nos
manifiesta en todas sus obras.
Que la proclamación de este salmo 91, sea una
llamada a rectificar y a ser conscientes de todo lo que
nos rodea.

Señor, tenemos que seguir descubriendo lo que


tú eres en nuestra vida, y actuar en consecuencia.
Nuestro vivir, no tiene sentido desde la rutina y
desde la inconsciencia. Hemos sido llamados y nos
hemos comprometido con esa llamada: descubrirte
en tus obras y en tus acciones. No debemos fallar-
te. Tú te lo mereces y nosotros lo necesitamos. Así
llenaremos de sentido y de alegría nuestra vida. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

235
4ª Semana

oración de la mañana sábado IV

CÁNTICO Ez. 38: es una manifestación de los


deseos de renovación en todo ser humano.

Nosotros no creemos en un Dios lejano, desenten-


dido de todo lo nuestro. Creemos en un Dios cerca-
no, interesado por todo lo que nos interesa.
Cariñosamente podíamos decir, que creemos en un
Dios que no puede vivir sin nosotros.
Por medio del profeta Ezequiel, nos manifiesta
todo lo que nos desea: "nos reunirá... nos renovará...
nos dará un corazón nuevo... nos infundirá un espíri-
tu nuevo... seremos su pueblo y él será nuestro
Dios...." Todo un programa que Dios se ha trazado,
fruto de su amor, y que lo realizará si colaboramos
con él.
Este cántico, proclamado en los comienzos de un
nuevo día, debe llenarnos de alegría, y abrirnos a un
compromiso serio, en nuestras relaciones con Dios.
Sería una contradicción que Dios, así se interese por
nosotros, y que no encuentre una respuesta positiva
por nuestra parte.
Que la proclamación de este cántico, no se nos
quede en meras palabras que pronunciemos, sin
más. Sino que sea una llamada a concienciar una
gran realidad: Dios enamorado de cada uno de no-
sotros.

Señor, sorprendidos y admirados, queremos


decirte en esta mañana:¡Gracias por tu amor!
Gratuitamente nos creaste y gratuitamente estás
pendiente de nosotros. Desde tu amor que no
conoce límites, te comprometes en nuestra trans-
formación con la fuerza de tu Espíritu que mora en
nuestra misma entraña.
Que siempre encuentres una respuesta y una
acogida por nuestra parte. Que no te defraudemos
en la vida de cada día. Que sea verdad: "Vosotros
seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios" Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

236
4ª Semana

oración de la mañana sábado IV

SALMO 8: es una invitación a vivir admirados


por la grandeza del ser humano.

Necesitamos seguir desarrollando, nuestra capaci-


dad de sorpresa, al contemplar las maravillas que
Dios ha puesto en nuestro mundo: el sol, la luna, las
estrellas... los mares con la variedad de sus peces...
la tierra con todas sus plantas, sus flores, sus fru-
tos... Pero sobre todo, al contemplar la gran maravi-
lla del ser humano, con sus potencias y sentidos, su
alma y su cuerpo, su vida de hijo de Dios
Es más: casi podíamos decir que Dios se ha des-
bordado cuando nos ha dado la capacidad de ser sus
hijos... participando de su misma vida.
Con este salmo podemos exclamar: "¿qué es el
hombre para que te acuerdes de él? ... lo hiciste poco
inferior a los ángeles... le diste el mando sobre todo
lo creado".
En el orden personal, cada uno de nosotros, si
reflexionamos atentamente sobre nuestra vida,
podemos exclamar: ¿qué he hecho yo para que Dios
se haya portado conmigo tan maravillosamente? ...
¿cuáles son mis méritos para que Dios se haya volca-
do en mí? ... Y tenemos que reconocer: todo ha sido
y es gracia, regalo, fruto de un amor que no tiene
límites.

Señor, ¡qué admirables eres en todas y cada una


de tus obras!
Pero sobre todo, qué admirable en tu obra, la
criatura "hombre"... en cada uno de nosotros. Nos
has creado y nos has levantado a la dignidad de ser
tus hijos ... tu misma vida corre por nuestras
venas.
Que nuestra admiración y nuestra sorpresa, nos
lleve a corresponder a tu generosidad, a tu amor.
Que no nos rebajemos y renunciemos a tan gran
honor. Que nos sintamos orgullosos de nuestra
categoría de ser tus hijos. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

237
4ª Semana

oración de la mañana sábado IV

ambientación breve:
SALmo 91: Siempre debemos dar gracias al Señor
proclamando por la mañana su misericordia y de
noche su fidelidad. Solamente los necios y los igno-
rantes, no son capaces de reconocerlo.
Que no caigamos nosotros en esa necedad e igno-
rancia.

CáNTICo Ez.36: Las delicadezas de Dios con no-


sotros, son permanentes: "os reuniré... os purifica-
ré... derramaré un espíritu nuevo... os daré un cora-
zón nuevo..." Facilitemos la acción de Dios.
Dejémosle libre para que su amor se nos manifieste.

SALmo 8: Dios es admirable por todo y en todo.


Pero sobre todo lo es, en el ser humano. Ahí sí, su
generosidad y su amor se desbordaron. No podía
hacer más de lo que ha hecho.
Sintámonos sanamente orgullosos y corresponda-
mos

para la oración:
SALmo 91: Cantar como antífona, al principio y al
final "es bueno dar gracias al Señor..."y proclamar las
estrofas espontáneamente.

CáNTICo Ez.36: Proclamado por un solista. Al


final cantar todos "oh Señor, envía tu Espíritu...."

SALmo 8: Cantarlo todo. o cantar la primera


estrofa al principio y al final, y proclamar todos las
estrofas.

para la reflexión:
. "Tus acciones, Señor, son mi alegría..."
. "os daré un corazón nuevo..."
. "Señor, qué admirable es tu nombre en toda la
tierra..."

238
Fiestas de la Virgen y de los Santos

239
Fiestas

oración de la tarde I fiestas de la Virgen

SALMO 112: himno de alabanza al Señor que


se acerca a nuestro mundo en María.

Siempre hay motivos para alabar y bendecir al


Señor. Desde "la salida del sol hasta su ocaso", es
constante su acción providencial sobre toda la obra
de la creación. Podemos decir admirados y agradeci-
dos: "¿quién como el Señor Dios nuestro?". Siendo
Dios, no se siente rebajado al acercarse a todos y
cada uno de nosotros.
Hoy, en esta tarde, celebramos festivamente su
acercarse a María, humana como nosotros y la
"levanta para sentarla" en lo más alto: tomará carne
de su carne y será su Madre. Por ella y en ella Dios
será "emmanuel" para siempre. En Jesús será nues-
tro Dios y nuestro hermano.
Ella, Virgen, será también la "madre feliz" de hijos
engendrados por la fuerza del Espíritu. Comenzó una
maternidad que duraría para siempre.
Con este salmo 112, alabamos y bendecimos al
Señor, rebosantes de alegría por hacérsenos tan cer-
cano en la persona de María.

Señor, te bendecimos y te alabamos porque te


acercas a nosotros y de alguna manera te haces
visible. En María nos has manifestado "tu rostro
maternal", el amor que nos tienes.
No te desdeñas de rebajarte y mirarnos muy de
cerca, tomando nuestra misma carne de las entra-
ñas de María. La has engrandecido a ella, y por ella
nos has engrandecido a nosotros.
Te damos gracias a ti que vives por los siglos de
los siglos.

240
Iª Semana

oración de la tarde I fiestas dedomingo


la VirgenI

SALMO 147: canto de acción de gracias al


Señor, por María.

Vamos a terminar un día más. Pero es un terminar


cargado de alegría. En nuestra oración de mañana
nos acercaremos, de una manera especial, a alguien
que significa mucho para Dios y para nosotros. Nos
acercaremos a María en su fiesta.
Su existencia es el gran regalo que Dios a la
humanidad. Por eso, ya de víspera, nos alegramos y
celebramos este regalo haciendo nuestra la invitación
de este salmo 147: "glorifica al Señor, …alaba a tu
Dios…" que en María, "nos ha bendecido... y ha pues-
to paz en nuestras fronteras… nos sacia con flor de
harina"… dándonos lo que más necesitábamos: a
Dios hecho hombre.
Desde nuestro ser sorprendido y agradecido,
podemos exclamar: "con ninguna nación obró así…" Y
es que los comportamientos de Dios son personaliza-
dos. Cada uno de nosotros somos únicos e irrepeti-
bles para él. Lo fue María y lo somos nosotros.
Glorifiquémosle y alabémosle con este salmo 147.

Señor, te admiramos y te alabamos por la obra


de la creación. Pero en esta tarde queremos hacer-
lo de una manera especial por una de tus obras
más maravillosa: María.
La hiciste grande para ti, para que fuera también
grande para nosotros.
En ella y por ella, nos dijiste y nos diste tu
Palabra de amor: Jesús. Gracias a ti que vives y
reinas por los siglos de los siglos.

241
Fiestas

oración de la tarde I fiestas de la Virgen

CÁNTICO Ef. 1, 10: es el canto de la elección


desde el amor.

Nos cuesta convencernos y asimilar la relación


profunda y única que Dios mantiene con cada uno de
nosotros. Casi la vemos como una utopía, algo que se
sale de nuestras categorías.
Pero la realidad está ahí: Dios nos ha elegido y
amado desde siempre, y nos ha destinado a ser sus
hijos. Humanos con un destino divino y eterno. Ese
es su proyecto de amor sobre nosotros.
María, es la palabra visible que nos confirma en la
verdad de ese proyecto. Mujer humana como no-
sotros, pero totalmente llena de Dios.
En esta tarde, llenos de alegría, proclamamos este
cántico que fue realidad en María y que lo será tam-
bién en nosotros, si como ella, nos abrimos a la
acción del Espíritu: "bendito sea Dios que nos ha ben-
decido con toda clase de bienes".
Que la celebración de esta fiesta mariana, nos
acerque a los misterios del amor de Dios, manifesta-
dos en María.

Señor, gracias por María. Gracias por la "palabra"


que nos has dicho por medio de ella: lo que hicis-
te en María es lo que quieres hacer en nosotros.
Nos llenarás de ti, seremos tus hijos por la fuerza
del Espíritu y por la colaboración misteriosa de
María.
Que colaboremos con ella dejándola ser Madre
nuestra.
Gracias a ti que vives por los siglos de los siglos.

242
Fiestas

oración de la tarde I fiestas de la Virgen

ambientación breve:
SaLMo 112: alabamos y bendecimos al Señor
porque no se ha desdeñado en acercarse a nosotros.
Se acercó a María y la levantó a la mayor dignidad:
Madre de Cristo y "madre feliz de hijos": Madre nues-
tra.

SaLMo 147: Somos la nueva Jerusalén sobre la


que Dios se ha prodigado. María es la señal de los
prodigios de Dios sobre nosotros. En ella todos
"hemos sido bendecidos" copiosamente.

CáNtICo Ef.1: Proclamamos nuestra alegría al


sentirnos elegidos, amados por Dios desde siempre.
Somos proyecto de Dios. En María se realizó plena-
mente este proyecto, para ella y para nosotros.

para la oración:
SaLMo 112: un solista invita a la alabanza con las
dos primeras líneas y continúa todo el grupo con el
resto del salmo.

SaLMo 147: forma responsorial, todo el grupo


repite las dos primeras líneas, y cada estrofa es pro-
clamada por solistas espontáneos, que proclama el
resto de las estrofas.

CáNtICo Ef.1: es proclamado al unísono por todo


el grupo con un fondo musical suave.

para la reflexión:
. "como madre feliz de hijos"
. "ha bendecido a tus hijos dentro de ti"
. "nos eligió antes de crear el mundo".

243
Fiestas

oración de la mañana fiestas de la Virgen

SALMO 62: expresa la necesidad más profun-


da de todo ser humano.

La estructura más profunda de todo ser humano,


es un clamor por Dios. Estamos hechos para necesi-
tarle. Y lógicamente buscamos el modo de llenar esa
necesidad.
Este salmo 62 es el salmo que nos define: "los
necesitados de Dios". Por eso le buscamos como el
que busca calmar su sed : "mi alma está sedienta de
ti… como tierra reseca, agostada, sin agua…" Esa
tiene que ser nuestra actitud permanente: "toda mi
vida alzaré las manos invocándote".
María ha sido la mujer que ha vivido con todo su
ser, esta actitud frente a Dios: necesitada de Dios,
sedienta de Dios, toda su persona fue un grito por él.
Y Dios le respondió: toda ella es la empapada de
Dios, la "llena de Gracia".
Celebrar a María, es celebrar a todo ser humano
en sus necesidades básicas, es celebrar a Dios que se
acerca para llenar esa necesidad.
Como María, que seamos los "sedientos" de Dios…
los "buscadores" de Dios.

Señor, has sido sorprendente al crearnos necesi-


tados de ti, y lo sigues siendo al calmar tú mismo
esa nuestra necesidad. Nos creaste con sed, y nos
das el agua para saciarla. Tú mismo eres nuestra
agua.
María fue la mujer, toda ella sedienta de ti, que
no bebió nunca en otras fuentes. Por eso pudiste
llenarla totalmente.
Que como María, nosotros te descubramos como
nuestra única y verdadera fuente, y bebamos en ti
esa agua que necesitamos. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

244
Fiestas

oración de la mañana fiestas de la Virgen

CÁNTICO Dn.: es una reiterada invitación a


bendecir a Dios por sus obras.

Dios, el invisible, ha querido hacerse visible en


toda la creación. Cada una de sus obras, es una pala-
bra que nos habla de su sabiduría, de su poder, de su
grandeza… de su amor. Saber escuchar esa palabra y
responderle es la tarea que nos espera, si de verdad
queremos vivir la realidad de nuestra vida.
Pero si debemos bendecir, alabar, agradecer a Dios
toda la obra de la creación, hoy, de una manera espe-
cial, debemos fijarnos en la más maravillosa de sus
obras: María. Ella sí que es el novamás de todas sus
obras.
Y le bendecimos por ella misma, y por lo que es
para nosotros: Madre. Dios la llenó totalmente de él,
para que por la acción del Espíritu y por medio de
ella, nos vayamos llenando de ese Dios que estamos
necesitando.
Llenos de alegría bendigamos a Dios por la varie-
dad de sus criaturas, pero sobre todo por María.

Señor, te admiramos, te bendecimos, por todas y


cada una de las obras que has creado. Pero hoy, de
una manera especial te admiramos y te bendeci-
mos por María, tu obra maestra. En ella y por ella
te acercaste a nosotros y te sigues acercando,
desde su realidad de Madre nuestra.
Que descubramos esa tu cercanía, la valoremos y
dejemos a María ejercer su vocación de ser Madre
nuestra.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

245
Fiestas

oración de la mañana fiestas de la Virgen

SALMO 149: es una invitación a la alegría


siempre renovada.

No debemos acostumbrarnos a vivir la vida.. Le


quitaríamos la novedad que tiene cada día y la ale-
gría de vivirla. La rutina es el peor enemigo ante las
alegrías que siempre tiene nuestra vida. Nos impide
descubrirlas y disfrutarlas.
María fue la mujer que vivió intensamente todos y
cada unos de los instantes de su vida, desde la nove-
dad sorprendente de un Dios siempre nuevo. Ella no
supo de rutinas frente al Dios que se le acercaba en
cada momento. toda su vida fue "un canto al Señor,
un cántico nuevo" con la letra de la gratitud y con la
música del amor. Cántico que resonó en aquel enton-
ces y que sigue resonando para alegría de todos los
pueblos.
Por eso, "que todos festejen y canten jubilosos y
den vítores a Dios…y canten con tambores y cítaras…
porque el Señor ama a su pueblo". Y nos lo ha mani-
festado, de una manera especial en María.

Señor, tú eres el Dios siempre nuevo que te acer-


cas a nosotros con la novedad de tu amor.
En María y por María nos has manifestado tu
"rostro maternal", que nos habla de cercanía y de
calor de Madre.
Gracias, Señor, por este tu regalo. Que no nos
acostumbremos a verlo, sin que en él descubramos
tu rostro siempre nuevo. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

246
Fiestas

oración de la mañana fiestas de la Virgen

ambientación breve:
SaLMo 62: la necesidad de Dios es una fuerza
incontenible en todo ser humano, que clama por su
realización. María es la primera criatura humana que
dejó desarrollarse esa fuerza, totalmente, con todo
su ser. Por eso es la "llena de Dios".

CáNtICo DN.: son innumerables las voces que


nos invitan a alabar y bendecir a Dios por su mani-
festación y por su cercanía. Hoy tenemos un motivo
especialísimo, para bendecirle y alabarle: María. Ella
sí que es la obra de Dios y su cercanía a los huma-
nos.

SaLMo 149: cuanto más profunda es la presencia


de Dios en todo ser humano, mayor es la alegría que
experimenta. María, la llena de Gracia, la empapada
de Dios totalmente, fue un cántico nuevo, desbordan-
te de alegría. Con ella cantemos al Señor.

para la oración:
SaLMo 62: todo el grupo canta o proclama la pri-
mera estrofa, alternando con solistas espontáneos
que proclama el resto de las estrofas.

CáNtICo DN.: un solista proclama los motivos de


bendición uniendo los dos versos de cada estrofa y
todo el grupo contesta "bendecid al Señor", ó lo que
corresponda. Se puede intercalar el cántico "alaba-
ré…." oportunamente.

SaLMo 149: un solista invita "cantad al Señor un


cántico nuevo" y de forma responsorial, el grupo va
proclamando las estrofas.

para la reflexión:
. "mi alma está sedienta de ti"
. "criaturas todas…María, bendecid al Señor"
. "el Señor ama a su pueblo"

247
Fiestas

oración de la tarde II fiestas de la Virgen

SALMO 121: proclama la alegría del encuentro


con el Señor.

todos los humanos buscamos los caminos de la


felicidad, de la alegría, como algo irrenunciable en
nuestra vida. Creados para ser felices, es lógico que
lo intentemos por todos los medios a nuestro alcan-
ce.
El salmo 121, que vamos a proclamar, es una invi-
tación a descubrir la raíz única de nuestra verdadera
felicidad: el encuentro con Dios.
Estamos concluyendo la celebración de esta fiesta
de María. Y hemos celebrado el encuentro de Dios
con ella y el encuentro de ella con Dios. El fruto de
ese encuentro, la grandeza de María.
Ella vivió, constantemente, la alegría de "voy al
encuentro del Señor". Ese fue el camino que recorrió
en todos los momentos de su existencia, que culmi-
nó en el "llena de Gracia", la totalmente "empapada"
de Dios.
Proclamar este salmo en la fiesta de María es todo
un reto que cuestiona nuestra vida de comprometidos
en la búsqueda de Dios, y como sembradores de ale-
gría en un mundo enfermo de tristeza.
Que como María, podamos decir, estoy alegre por-
que "voy al encuentro del Señor"

Señor, vivimos nuestra vida, de verdad, cuando


la vivimos buscándote a ti. Eso fue la vida de
María: todos sus momentos, todo su ser, fue un
buscarte permanente.
Que la celebración de esta su fiesta, que estamos
concluyendo, despierte en todos nosotros esta
ansia de ti, y te busquemos, a ti que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

248
Fiestas

oración de la tarde II fiestas de la Virgen

SALMO 126: es una llamada a poner a Dios


como el centro de nuestra vida.

Dios es quien plenifica todos nuestros esfuerzos.


El es la raíz de nuestro existir. En nuestra búsqueda
de libertad y de autoafirmación, frecuentemente nos
pasamos. Prescindir o infravalorar a quien es el cen-
tro de nuestro ser y de nuestro quehacer, es caer en
un desajuste de nuestra existencia.
La proclamación de este salmo 126 es una denun-
cia contra quienes intentan marginar a Dios en su
vida: "si el Señor no construye la casa o guarda la
ciudad… en vano trabajan o vigilan".
María fue la mujer que supo poner a Dios como el
único centro de su vida, y en torno a él, desarrollar
toda su existencia... Y su recompensa, "el fruto de su
vientre": Dios hecho Hombre, Dios entre nosotros.
Ella descubrió que todo esfuerzo sin Dios, es vano e
inútil. Por eso su actitud ante él: "hágase en mí según
tu palabra". Y Dios se acercó a ella y en unión con
ella, pudo realizar su sueño desde toda la eternidad:
hacerse "Emmanuel". Hombre entre los hombres y
para los hombres.
Dejemos que Dios una sus esfuerzos a los nues-
tros para que quedemos plenificados.

Señor, nuestros esfuerzos, nuestros trabajos, sin


contar contigo son esfuerzos y trabajos inútiles.
Como María, queremos ponernos en tus manos
para que con nosotros y en nosotros, puedas "rea-
lizar obras grandes".
Reconocemos que nos hemos equivocado cuando
hemos buscado eficacia sin contar contigo, que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

249
Fiestas

oración de la tarde II fiestas de la Virgen

CÁNTICO Ef. 1: desde siempre hemos sido "la


ilusión" de Dios.

No somos un número en el conjunto de la huma-


nidad. Desde siempre hemos sido pensados, amados,
contemplados con ilusión por Dios nuestro Padre,
como personas concretas e irrepetibles.
En la persona de Jesús hemos sido queridos, abra-
zados con un amor infinito. En su humanidad Dios se
ha volcado para hacernos hijos en el Hijo.
En María se ha realizado plenamente esta ilusión
de Dios Padre. Ella fue toda apertura, disponibilidad,
que facilitó la acción del Espíritu, siempre y totalmen-
te. Ella es la "bendecida con toda clase de bienes
espirituales y celestiales" y en quien se pudo realizar
"el plan de salvación", proyectado antes de "la crea-
ción del mundo". Y de esta manera quedaba prepara-
da para facilitar la acción de Dios, desde su vocación
de Madre.
Ilusión de Dios sobre María, pero también ilusión
de Dios sobre cada uno de nosotros. Por eso la pro-
clamación de este cántico nos debe causar una pro-
funda alegría: somos la ilusión de Dios. Como María,
no le defraudemos.

Señor, gracias, porque tu amor es tan desbordan-


te que nos tienes desconcertados. Mayor ilusión no
podías tener sobre nosotros: desde siempre nos
has pensado para hacernos hijos en el Hijo.
En María pudiste hacerlo plenamente por su dis-
ponibilidad total ante ti. Que como ella, te facilite-
mos siempre tu acción. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

250
Fiestas

oración de la tarde II fiestas de la Virgen

ambientación breve:
SaLMo 121: todo encuentro con Dios, conmueve
todo nuestro ser y provoca un sentimiento de alegría
desbordante. Es lo que vivió María. Su vida fue una
proclamación constante de este salmo 121.

SaLMo 126: no podemos prescindir de Dios sin


que repercuta en todo nuestro ser y en todo nuestro
quehacer. En la vida de María, Dios siempre fue pre-
sencia, desde una aceptación total.

CáNtICo Ef.1: no somos seres anónimos. Desde


siempre hemos sido elegidos, amados personalmen-
te por Dios. Y lo fue María. Proclamamos juntos la
alegría de este amor y de esta elección.

para la oración:
SaLMo 121: cantar la primera estrofa al principio
y al final, y proclamar juntos el resto del salmo.

SaLMo 126: es proclamado pausadamente por


solistas espontáneos.

CáNtICo Ef.1.: proclamado por un solista dejan-


do un breve silencio después de cada una de las
estrofas.

para la reflexión:
. "qué alegría…vamos a la casa del Señor"
. "si el Señor no construye la casa, en vano se can-
san..."
. "ha sido un derroche para con nosotros"

251
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de los apóstoles

SALMO 116: manifiesta el deseo de que Dios


sea reconocido y aclamado.

aunque Dios es invisible en sí mismo, de alguna


manera se hace visible en cada una de sus obras.
Pero no todos llegan a captar ni su existencia ni su
presencia.
Se hizo presente en la persona de Jesús. Y fue la
gran Palabra por medio de la cual Dios nos dijo todo
lo que tenía que decirnos sobre él.
Pero hoy, la ausencia visible de Jesús, después de
su resurrección, nos ha privado de su visibilidad, que
seguimos necesitando. Por eso el mismo Jesús nos ha
salido al paso de esa necesidad, y sigue perpetuando
su presencia visible entre nosotros, por medio de
unos hombres concretos, en los que él sigue hacién-
dose presente: los apóstoles. En ellos y en sus suce-
sores, Jesús sigue manifestándose y visibilizándose.
En sus personas y por la proclamación de este
salmo 116, se nos invita a "alabad y aclamad al
Señor, todos los pueblos".
Hagamos nuestra esta invitación y unámonos a
toda la humanidad con este cántico de alabanza y
admiración.

Señor, gracias por tu presencia, visibilizada en


tus Apóstoles. Por medio de ellos y sus sucesores,
has llegado hasta nosotros y los seguirás haciendo
hasta el final de los tiempos.
Que su testimonio y su palabra sigan resonando
en nuestras vidas y encuentren la acogida de nues-
tro compromiso en la vivencia de nuestra vida cris-
tiana.
Tú que vives por los siglos de los siglos.

252
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de los apóstoles

SALMO 147: es una invitación a proclamar la


gloria de Dios.

todo encuentro con Dios cambia a las personas, y


hace que sientan en lo más profundo de su ser, la
urgencia de comunicar a los demás la alegría de ese
encuentro.
Proclamar este salmo 147 en la fiesta de un
apóstol es agradecer a Dios que haya habido hom-
bres que han vivido este encuentro y que con su vida
y su palabra nos invitan a "glorificar al Señor" que se
manifiesta en la "nieve congelada y en la nieve derre-
tida"… en "sus decretos y en sus mandatos", con ese
amor personal a cada uno de nosotros. Pues para él
somos únicos e irrepetibles. Por eso podemos decir
con verdad "con ninguna nación obró así". Yo soy
para Dios un "yo" concreto con el se relaciona de
manera única.
Recojamos la invitación de este salmo 147 y con-
tinuemos la presencia de los apóstoles, anunciando
con nuestra vida la presencia y la gloria de Dios.

Señor Jesús, tu encuentro con tus primeros discí-


pulos cambió sus vidas y fueron tu presencia en
medio de nuestro mundo.
Por medio de ellos y de sus sucesores sigues
manifestando entre nosotros tu presencia misterio-
sa y tu acción salvadora.
Gracias por ellos, y gracias por nosotros llamados
también a ser tu presencia en nuestro hoy. Que no
te falsifiquemos y seamos anuncio fiel de tu perso-
na. Que vives por los siglos de los siglos.

253
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de los apóstoles

CÁNTICO Ef. 1: elegidos desde siempre en


Cristo Jesús.

Los proyectos de Dios sobrepasan infinitamente


nuestros proyectos, Desde su amor desbordante nos
envuelve a todos y nos sorprende con actuaciones
impensadas desde nuestro razonar. Desde siempre
nos ha elegido, nos ha amado, nos ha bendecido y
nos ha abrazado en la persona de Jesús con un amor
infinito.
Nuestro destino es ser hijos en el Hijo, bendecidos
con toda clase de bendiciones "espirituales y celestia-
les".
Hoy recordamos, de una manera especial, a uno
de nuestros hermanos, a un apóstol, en el que se
cumplió todo el contenido de este cántico. Y lo recor-
damos para agradecer al Señor y para concienciarnos
de que hoy continúa en nosotros la acción del Espíritu
realizando la misma tarea que realizó en nuestro
apóstol.
Con la alegría que supone para nosotros esta cele-
bración, proclamamos este cántico.

Te agradecemos, Señor, que así nos sorprendas


con tu amor eterno y gratuito. Que nos sorprendas
con esa elección para ser tus hijos, participantes de
tu misma vida.
Gracias por la elección de los Apóstoles, a través
de los cuales nos has "manifestado tu misericordia
y tu amor".
Y gracias también por la elección de cada uno de
nosotros para continuar tu obra en nuestro mundo.
A ti que vives por los siglos de los siglos.

254
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de los apóstoles

ambientación breve:
SaLMo 116: El Señor quiere ser el Dios de todos.
a todos quiere que llegue su fidelidad y elige a per-
sonas concretas, por medio de las cuales se realice su
plan. Lo ha sido de los Profetas, de los apóstoles y lo
quiere ser de cada uno de nosotros.

SaLMo 147: Cada uno de nosotros es hoy la


nueva Jerusalén bendecida y apreciada por Dios. Ella
fue el signo de su presencia. Hoy la celebramos en los
apóstoles que actualizaron su presencia. En ellos,
Jesús ha querido perpetuar su visibilidad.

CáNtICo Ef.1: Dios siempre es sorprendente. Sus


planes y sus proyectos sobre nosotros desbordan
todo lo humano. La proclamación de este cántico es
todo un compendio de sus planes, de sus proyectos
que nos sobrepasan totalmente.

para la oración:
SaLMo 116: todos juntos proclamar con entusias-
mo, la dos estrofas.

SaLMo 147: cantar al principio y al final "el Señor


me ha elegido portador de su lámpara" y proclamar
juntos las estrofas.

CáNtICo Ef.1.: proclamado pausadamente por un


solista con un fondo musical suave.

para la reflexión:
. "la fidelidad del Señor dura por siempre"
. "glorifica al Señor…alaba a tu Dios"
. "elegidos desde siempre para ser sus hijos"

255
Fiestas

oración de la mañana fiestas de los apóstoles

SALMO 62: es una proclamación de la necesi-


dad más profunda de todo ser humano.

Como seres humanos dependemos radicalmente


de quien nos ha creado. Por eso en nuestra oración
de la mañana vamos a manifestar nuestra dependen-
cia, esperando conseguir todo aquello que estamos
necesitando.
Nuestra necesidad de Dios, nuestro grito por él, es
el grito más profundo y más espontáneo que necesi-
tamos expresar. Somos "los sedientos de Dios… la
"tierra reseca, agostada, sin agua…" tenemos ansia
de Dios y alzamos nuestras manos pidiendo ayuda,
presencia.
La vida de los apóstoles transcurrió en esta línea.
Desde que descubrieron a Cristo y respondieron a su
llamada, fueron los seducidos por el Evangelio.
Nuestro celebrar esta fiesta, es una interpelación
que nos cuestiona sobre la vivencia y profundidad de
nuestra vida cristiana. "oficialmente" somos los con-
tinuadores de esos hombres que lo entregaron todo
por el Evangelio.
Proclamemos, pues, este salmo despertando en
nosotros esa necesidad de Dios.

Señor, gracias por crearnos así: humanos con


necesidad de lo divino, de ti. Que vivamos esta
necesidad como la más importante de nuestra vida.
Hoy, te agradecemos de una manera especial la
existencia de tu Apóstol, modelo viviente que nos
alienta y estimula en la vivencia de nuestra fe, y en
la búsqueda incesante de ti como una necesidad
imprescindible en nuestro quehacer de cada día.
Que su testimonio nos arrastre a buscarte a ti que
vives por los siglos de los siglos.

256
Fiestas

oración de la mañana fiestas de los apóstoles

CÁNTICO Dn.: es una invitación a alabar a


Dios, por todas sus obras.

Dios, aunque invisible en sí mismo, es una epifa-


nía permanente en cada una de sus obras. todas ellas
nos hablan de él y nos manifiestan su grandeza, su
poder…su amor.
Son una invitación constante desde el silencio de
su existencia, para que reconozcamos a un Dios cer-
cano, presente en medio de nosotros.
Pero este Dios invisible, se nos hizo visible en la
persona de Jesús, que compartió su vida con no-
sotros y que después de resucitado ha querido conti-
nuar entre nosotros en personas visibles, como son
los apóstoles. Ellos lo fueron entonces, y hoy lo
siguen siendo sus sucesores, "palabra viva" que nos
habla de un Dios que quiere manifestarnos el cuida-
do y solicitud que tiene de todos los humanos.
Bendigamos, pues, al Señor por toda la obra de la
creación. Pero hoy, bendigámosle por sus apóstoles,
como continuadores y actualizadores de su presencia
entre nosotros.

Señor, eres admirable y maravilloso en todas tus


criaturas. Gracias por el regalo que nos has hecho
en cada una de ellas.
Hoy queremos admirarte y agradecerte el regalo
de los Apóstoles. En ellos y por medio de ellos nos
has seguido manifestando tu cercanía y tu solicitud
por nosotros.
Que nuestra vida sea un canto de gratitud a ti
que vives por los siglos de los siglos.

257
Fiestas

oración de la mañana fiestas de los apóstoles

SALMO 149: es una invitación a descubrir la


alegría de la presencia del Señor.

Son muchas y variadas las formas con que Dios


nos manifiesta su presencia. Lo que importa es saber
descubrirlas y celebrar la alegría de su descubrimien-
to.
Cada unos de los apóstoles ha sido una manifes-
tación de la presencia de Dios entre nosotros. Ellos
han hecho visible la presencia del Resucitado en
medio de la Iglesia.
Nuestra alegría y nuestra gratitud tienen que tener
hoy el sabor de "un cántico nuevo" que alabe el nom-
bre del Señor, con danzas, tambores y cítaras porque
el "Señor ama a su pueblo" y que lo ha manifestado
en la persona del apóstol que estamos recordando.
Recordar y celebrar la acción de Dios en su apóstol
debe tener una repercusión en nuestra vida. Nuestra
respuesta es una verdadera exigencia.
Proclamemos, pues, este salmo y sintámonos lla-
mados a una renovación en nuestra vida cristiana.

Señor, la fiesta de tu Apóstol, renueva nuestra


alegría. En él, te hiciste presente y tu presencia
sigue prolongándose hoy hasta nosotros.
Te repetimos nuestra gratitud y nuestro compro-
miso de responder a tu acción. Somos conscientes
de que nos necesitas para hacerte presente en
nuestro mundo de hoy, como en otro tiempo nece-
sitaste a tus Apóstoles. Te responderemos. A ti que
vives y reinas por los siglos de los siglos

258
Fiestas

oración de la mañana fiestas de los apóstoles

ambientación breve:
SaLMo 67: hemos sido creados con unas necesi-
dades básicas que necesitamos satisfacer. La necesi-
dad de Dios, las fundamenta todas. Ser apóstol es la
consecuencia de vivir esa necesidad.

CáNtICo DN.: todos los seres creados proclaman


sin palabras, la bondad de Dios. Un apóstol hace suyo
el lenguaje de las criaturas, y él mismo es palabra
viva que exterioriza ese lenguaje, con todo su ser.

SaLMo 149: la alegría es la característica de quie-


nes están "empapados" de Dios. Celebrar y festejar
esa alegría debe ser la tónica de sus vidas. El apóstol
es el "lleno de Dios" que lo trasparenta y comunica a
los demás

para la oración:
SaLMo 67: proclamar espontáneamente las estro-
fas y después de cada una repite todo el grupo "mi
alma está sedienta de ti", con un breve silencio.

CáNtICo DN.: espontáneamente las estrofas y


cantar "alabaré" después de "rayos y nubes … fieras
y ganados… y al final.

SaLMo 149: un solista invita con las primeras líne-


as de la primera estrofa y continúa todo el grupo.

para la reflexión:
. "tú eres mi Dios, por ti madrugo"
. "criaturas del Señor, bendecid al Señor"
. "cantadle con tambores y cítaras"

259
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de los apóstoles

SALMO 115: es un canto de gratitud y com-


promiso ante la fe recibida.

al concluir la celebración de la fiesta de este


apóstol, tenemos que sentirnos más fuertes y más
confirmados en nuestra fe. No importa que nuestro
ambiente social nos la cuestione. Es el momento de
reafirmarnos y de agradecer: "¿cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?" y lo hacemos "cum-
pliendo nuestros votos en presencia de todo el pue-
blo".
Que quienes nos vean se sientan llamados a des-
cubrir el sentido de Dios en sus vidas y se compro-
metan con lo que han descubierto.
Somos prolongación de la acción del Espíritu.
actuó en el apóstol, y hoy sigue actuando en no-
sotros. Esta fiesta nos tiene que haber llevado a
tomar conciencia de esta realidad y a renovar nues-
tra respuesta. Somos cristianos para prolongar y visi-
bilizar al Cristo invisible que nos necesita.
Con la proclamación de este salmo 115 agradece-
mos ser lo que somos y renovamos nuestros compro-
misos.

Señor, te agradecemos la fe que tienes con cada


uno de nosotros. Es tu amistad que nos has rega-
lado y que la mantendrás fielmente aunque no-
sotros no te correspondamos.
Desde nuestra sinceridad, queremos decirte en
esta tarde "cómo te pagaremos tanto"…y la paga
que tú quieres, que tú esperas, es nuestra res-
puesta cargada de fidelidad.
Tú que nos amas y vives por los siglos de los
siglos

260
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de los apóstoles

SALMO 125: es una proclamación de la bon-


dad de Dios con nosotros.

Nuestra capacidad de sorpresa ante la acción de


Dios para con nosotros, debe ser algo permanente en
nuestra vida. De hecho, cualquiera que se acerque a
lo profundo de nuestra existencia puede exclamar
con verdad: "el Señor ha estado grande con ellos".
Basta que repasemos nuestra historia personal y lo
veremos confirmado. Y en consecuencia, es normal,
que "nuestra boca se llene de risas y nuestra lengua
de cantares" y que por eso, "estemos alegres".
Proclamar este salmo 125, en la celebración de la
fiesta de nuestro apóstol es ser conciente de la acción
y cercanía de Dios manifestada en él, y prolongada
hoy hasta nosotros.
Nuestra respuesta coherente va a ser una interpe-
lación para todos aquellos que nos observen.

Señor, no es extraño que digan de nosotros "el


Señor ha estado grande con ellos", pues así es en
verdad.
Y al reconocerlo es natural que "nos sintamos
alegres" y que nuestra alegría sea un anuncio de tu
presencia y de tu cercanía permanente en medio
de nosotros.
Que nuestra respuesta no decaiga con la rutina
de cada día, y crezcamos en fidelidad responsable.
A ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

261
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de los apóstoles

ambientación breve:
SaLMo 115: vivir el sentido de la gratitud frente a
la gratuidad de todo lo que Dios nos ha dado y nos
sigue dando es todo un reto para nuestra vida.
agradecemos hoy el regalo de nuestro apóstol, pre-
sencia visible de Cristo entre nosotros.

SaLMo 125: Dios siempre "ha estado grande con


nosotros". Repasemos nuestra historia. Por eso
"estamos alegres". Proclamemos hoy su acción en los
apóstoles en quienes se ha hecho visible entre no-
sotros.

CáNtICo Ef.1: hemos sido "elegidos y bendecidos


totalmente, en la persona de Cristo" antes de la cre-
ación del mundo. Elección y bendición actualizadas
en los apóstoles y que sigue actualizándose en nos-
otros.

para la oración:
SaLMo 115: proclamado a dos coros intercalando
el canto "cómo le cantaré al Señor…" después de las
dos primeras estrofas.

SaLMo 125: un coro proclama las estrofas y otro


repite después de cada una de ellas "el Señor ha
estado grande con nosotros".

CáNtICo Ef.1: proclamado por todo el grupo pau-


sadamente con un breve silencio después de cada
una de las estrofas.

para la reflexión:
. "cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha
hecho"
. "el Señor ha estado grande con nosotros"
. "ha sido un derroche para con nosotros"

262
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de los mártires

SALMO 117, I: es un canto a la bondad de


Dios reflejada en la fidelidad de los mártires.

todo y todos, somos un grito silencioso que pro-


clama la bondad de Dios "porque es eterna su mise-
ricordia".
En cualquier momento podemos exclamar "el
Señor está conmigo, no temo". Ciertamente que
nuestro modo de vivir choca con el ambiente y tene-
mos que admitir que "nos empujan para derribar-
nos". Pero "el Señor nos ayuda" y "es nuestra fuerza
y nuestra energía".
La vida de nuestro mártires, fue una vida que
denunció la mentira, la injusticia, la esclavitud… la
falta de amor. Y sus verdugos intentaron silenciar su
denuncia, matando sus cuerpos. Pero se cumplió "no
he de morir, viviré". Y " su constancia y su fidelidad"
siguen "cantando la fidelidad del Señor"
Recordar y celebrar hoy su martirio, es recordar y
celebrar la fuerza del Espíritu hecho carne en la carne
de los mártires.
Proclamemos, pues, este salmo 117, cantando la
fidelidad de Dios en la fidelidad de nuestros mártires.

Señor, te damos gracias "porque es eterna tu


misericordia" y lo has manifestado en la fortaleza
de nuestros mártires. En medio de sus tormentos,
todo han podido experimentar "el Señor me
ayuda".
Que su testimonio nos estimule para que nuestra
fidelidad a ti no decaiga ante las contrariedades de
la vida.
Hoy como ayer sigues siendo fuerza en nuestra
debilidad. Nunca luchamos solos. Tú estás en
nuestras luchas. Tu que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

263
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de los mártires

SALMO 117, II: es un canto de triunfo ante la


fortaleza de los mártires.

aunque aparentemente un mártir es un derrotado


ante sus verdugos, en la realidad no es así. En el
trasfondo de su aparente derrota nos encontramos
con el triunfo definitivo de quienes supieron sembrar-
se en el surco de la muerte para conseguir el fruto de
la "vida".
En el día de su martirio pudieron decir con verdad:
"este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra ale-
gría y nuestro gozo". Por eso "abridnos las puertas
del triunfo y entraremos para dar gracias al Señor".
Un mártir es un testigo, es la fortaleza de Dios
encarnada en lo humano. Su testimonio es un grito
de afirmación y de protesta. De afirmación ante los
valores de la vida y de la realidad de Dios. Y de pro-
testa ante una vida falsificada y ante un Dios arrinco-
nado.
Nuestros mártires fueron "piedras desechadas por
los hombres", pero ante Dios "son la piedra angular "
que fundamenta el sentido de toda existencia huma-
na.
Que la proclamación de este salmo aliente nuestra
fe y confirme nuestro testimonio de cristianos.

Señor, gracias por la fortaleza que comunicaste a


nuestros mártires. No han sido unos derrotados.
Ellos han sido los verdaderos triunfadores.
Sembrados en la muerte han recogido el fruto de
la "vida".
Que su testimonio cristiano cuestione nuestra
vida. Que su fidelidad despierte nuestra fe. Que su
constancia remueva nuestra apatía. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.

264
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de los mártires

CÁNTICO 1P, 2: es un canto al Cristo entrega-


do a la muerte.

El ejemplo de Cristo nos desborda por completo:


"padeció por nosotros… no devolvió el insulto… no
profería amenazas…"
El fue el primer mártir con el que se cometieron
las mayores injusticias, y se prodigaron los tormen-
tos más crueles. todo él, fue un misterio de dolor y
de amor.
Pero su ejemplo no se ha perdido en la historia. El
fuego que él prendió no se ha apagado todavía. Los
miles y miles de cristianos que han derramado su
sangre a lo largo de los siglos, nos lo confirma.
al celebrar a nuestros mártires, estamos celebran-
do a este Cristo doliente que se prolonga en cada uno
de ellos.
Nuestra celebración debe ser un revulsivo que nos
despierte de un cristianismo rutinario ó tal vez inco-
herente. Un mártir es un grito que despierta vidas
dormidas. Que hoy, despierte la nuestra.

Señor, tu ejemplo ante la muerte de cruz, nos


deja sin palabras. Permítenos que te digamos que
nos has amado "demasiado". Pero desde tu amor
sin medida, todo tiene su explicación. Gracias.
Que el testimonio de tus mártires nos despierte y
nos impulse a vivir una vida cristiana en conse-
cuencia con los principios de nuestra fe en ti. Que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

265
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de los mártires

ambientación breve:
SaLMo 117,I: la bondad de Dios no tiene límites y
su amor es desde siempre y para siempre. Son reali-
dades que debemos proclamar todos nos beneficia-
mos de ellas. Nuestros mártires fueron arrancados de
la vida pero acogidos con amor por esa bondad de
Dios, porque "es eterna su misericordia".

SaLMo 117,II: los mártires no son unos derrota-


dos de la vida, sino todo lo contrario: les quitan la
vida para encontrarse con la "vida". El día de su mar-
tirio podían cantar con verdad "este es el día….sea
nuestra alegría y nuestro gozo".

CáNtICo 1P.2: él fue el primer mártir, el testigo de


la Verdad. Por eso lo mataron. Le han seguido otros
muchos. Y en todos y para todos, él ha sido fuerza en
el tormento. Por eso fueron invencibles en su marti-
rio.

para la oración:
SaLMo 117,I: cantar la primer estrofa al principio,
al medio y al final, y proclamar espontáneamente las
estrofas.

SaLMo 117,II: cantar al principio y al final "este


es el día en que actuó el Señor…." Y proclamar todos
juntos las estrofas.

CáNtICo 1P.2: proclamarlo pausadamente por un


solista, con un fondo musical suave.

para la reflexión:

. "El Señor está conmigo y me auxilia"


. "ha sido un milagro patente"
. "sus heridas nos han curado"

266
Fiestas

oración de la mañana fiesta de los mártires

SALMO 62: proclama la necesidad más pro-


funda de todo ser humano: Dios.

En nuestra oración de esta mañana estamos


recordando y celebrando a hermanos nuestros que
con su sangre nos han testimoniado su necesidad de
Dios.
ante sus verdugos no dudaron en proclamar con
entereza "oh Dios tú eres mi Dios". Y llevarlo hasta
las últimas consecuencias: la muerte.
Su alma "sedienta de Dios" sació su sed, con su
misma sangre y su "tierra reseca, agostada, sin
agua"… quedó empapada con el agua roja del marti-
rio.
todo mártir testifica que es un buscador de Dios.
Y su martirio es un encuentro con lo que él buscaba.
Buscó, encontró y su sed quedó saciada para siem-
pre.
Glorificado, toda su persona es una alabanza per-
manente a Dios y una afirmación constante de "fuis-
te mi auxilio" y por eso tuvo la fortaleza necesaria
para entregar su vida.
Que la celebración de esta fiesta y la proclamación
de este salmo sea para todos nosotros un despertar
nuestra necesidad de Dios y una renovación de nues-
tro compromiso de seguir siendo "los buscadores de
Dios".

Señor, fortaleza en nuestra debilidad. Gracias por


la fuerza de tu Espíritu en nuestros mártires, que
les hizo fuertes ante el martirio. Ellos te descubrie-
ron como su gran necesidad y no dudaron en entre-
gar su vida para conseguirlo.
Que nosotros, desde su ejemplo, sellado con su
sangre, seamos fuertes en la vivencia de nuestra
fe, y así lo manifestemos a los demás. Tú que vives
y reinas por los siglos de los siglos.

267
Fiestas

oración de la mañana fiesta de los mártires

CÁNTICO Dn.: todo cuanto existe, es alaban-


za de Dios.

todas las criaturas son un canto de alabanza a su


Creador. Unas desde el silencio de su existencia,
otras desde su belleza y otras desde el poder de su
inteligencia y su destino definitivo. todas… todas nos
hablan de Dios y nos acercan a él, si sabemos mirar-
las con profundidad y limpieza.
Hoy estamos recordando a nuestros mártires. Su
martirio fue un grito que sigue resonando aquí y
ahora, y que proclama la grandeza de Dios hecha
carne en seres humanos como nosotros... Ellos ben-
dicen a Dios con la palabra de su muerte y siguen
bendiciéndole desde su vivir definitivo.
Para nosotros, peregrinos hacia la "vida", son hoy,
invitación y reclamo para que caminemos sensibiliza-
dos ante el Dios que se nos acerca y nos habla, en
sus criaturas.
Con vocación de contemplativos, abramos los ojos
y veamos. Y desde el ver, nos levantemos hacia aquel
que es presencia y cercanía.

Señor, todo cuanto existe nos habla de ti. Desde


el insecto más pequeño ó las más insignificantes de
las flores, hasta la grandiosidad del firmamento ó
las profundidades de los mares.
Pero quien más nos habla de ti es el ser humano
y todo lo que has preparado para él. Pensado dete-
nidamente, nos desborda.
Hoy, nos hablas en tus mártires. Ellos nos ha
dicho con su sangre, quién eres tú y cómo eres
tú…y cómo tenemos que ser nosotros.
Que escuchemos su palabra y la hagamos carne
de nuestra carne. Tú, que vives y reinas por los
siglos de los siglos.

268
Fiestas

oración de la mañana fiesta de los mártires

SALMO 149: es una invitación a celebrar el


triunfo de nuestros mártires.

La alegría debe ser la nota dominante de la can-


ción de nuestra vida. tenemos motivos para ello "por-
que el Señor ama a su pueblo". Por eso este salmo
149 nos invita a "alabarle con danzas... a cantarle
con tambores y cítaras".
La cercanía, la presencia de Dios en nuestras
vidas, es una realidad confortante, cargada de amor
y de esperanza, que tiene que llenarnos de alegría:
"que se alegre Israel por su Creador".
Celebrar la fiesta de nuestros hermanos mártires,
es celebrar la alegría de su triunfo, es "festejar su
gloria", sobre la aparente derrota de su muerte.
Murieron para "vivir". Esta ha sido su venganza sobre
sus verdugos. Pensaban borrar su existencia con la
muerte y la han afincado en lo eterno para siempre.
Que esta nuestra celebración nos renueve de tal
manera que nuestra vida tenga siempre la novedad
de un "cántico nuevo".

Señor, eres el Dios de la alegría, de la paz, de la


felicidad profunda. Eso vieron en ti los mártires y
eso les llenó de entereza ante sus verdugos, de tal
manera, que no dudaron en perder su vida para
encontrarse con la "vida".
Que su ejemplo no se pierda en la historia. Que
nos sintamos interpelados y demos novedad a
nuestra vida, a fin de que hable de ti a nuestros
hermanos, con la fuerza y testimonio de nuestros
mártires. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

269
Fiestas

oración de la mañana fiesta de los mártires

ambientación breve:
SaLMo 62: Nuestros mártires hicieron de su vida
"tú eres mi Dios", y por eso ante el desafío de sus
verdugos no dudaron en hacer suya "tu gracia vale
más que la vida" y morir para encontrarse con aquel
de quien estaban "sedientos".

CáNtICo DN.: la palabra del martirio es proclama-


ción y bendición de la presencia del Espíritu en nues-
tros mártires. Su sangre derramada es un grito que
nos invita a bendecir al Señor por manifestarse en
cada uno de ellos.

SaLMo 149: la vida de todo ser humano debe ser


un canto de alegría y de alabanza al Señor, por todo
lo que recibe de él, porque "el Señor ama a su pue-
blo y adorna con la victoria a los humildes. Los már-
tires son "victoria" de Dios en carne humana.

para la oración:
SaLMo 62: repetir, en forma responsorial,"tu gra-
cia vale más que la vida" después de cada una de las
estrofas proclamadas espontáneamente.

CáNtICo DN.: cantar al principio y al final "por ti


mi Dios cantando voy…" y proclaman dos solistas las
dos partes de cada estrofa, contestando todos "ben-
decid al Señor" o lo que corresponda.

SaLMo 149: proclama un solista la primera estro-


fa y continúa todo el grupo con las restantes.

para la reflexión:
. "porque tú fuiste mi auxilio"
. "por todo y por todos bendecid al Señor"
. "resuene su alabanza en la asamblea de los fie-
les"

270
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de los mártires

SALMO 114: es la afirmación de un Dios


siempre a la escucha.

Con nuestra oración de esta tarde, finalizamos la


celebración de la fiesta de nuestros mártires.
Este salmo 114 es una reiterada proclamación de
la cercanía de Dios frente a cada uno de los huma-
nos: "escucha la voz suplicante… inclina su oído hacia
mí".
ante el suplicio y la muerte de nuestros mártires a
quienes "envolvían redes de muerte…invocaron al
Señor, "Señor salva mi vida" y el Señor salvó sus
vidas con el encuentro con la "vida"… "arrancó sus
vidas de la muerte".
todo mártir es un testigo de valores que nos des-
truye el ambiente ni la moda, y de realidades tras-
cendentes que no destruye la muerte. El es un grito
que nadie ahoga y que sigue resonando a lo largo de
los siglos.
Para nosotros "oficialmente" comprometidos con
la "vida" son una aldabonazo a nuestra puerta, a fin
de que despertemos y nos lancemos a vivir y mani-
festar la "vida".
Proclamemos este salmo 114, conscientes de lo
que somos y de lo que estamos llamados a ser.

Señor, tú estás siempre cercano a todos, aunque


manifiestes más tu cercanía a los débiles, a los más
necesitados.
Gracias por tu cercanía en nuestros mártires,
comunicándoles fortaleza en la debilidad de su
carne. Te necesitaban. Y tú no dudaste en estar
junto a ellos. Con tu fuerza, fueron capaces de
sellar con su sangre su amistad contigo.
Te damos gracias por su testimonio y por tu
ayuda y tu presencia en ellos. A ti que vives por los
siglos de los siglos.

271
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de los mártires

SALMO 115: es un canto de gratitud ante la


acción de Dios.

La entrega de la vida es la culminación de la viven-


cia de la fe. Es la fe llevada hasta las últimas conse-
cuencias. Es firmar con sangre el compromiso cristia-
no. Es lo que estamos recordando y celebrando en la
fiesta de nuestros mártires.
Consumada su muerte han brindado por la "vida"
"con la copa de la salvación", llena hasta rebosar con
su propia sangre. así han agradecido el regalo del
martirio: "cómo agradeceré al Señor todo el bien que
me ha hecho".
todo mártir es un testigo cualificado, y una confir-
mación de la fuerza del Espíritu, que así fortalece
nuestra carne para que no se rinda ante la entrega de
la vida, por el martirio.
En esta tarde, el testimonio de nuestros mártires,
es un grito que cuestiona nuestra vida y nos invita a
la reflexión. Ser cristiano es una dignidad que conlle-
va una responsabilidad.

Señor, nuestros mártires alientan nuestra fé y


confirman nuestra esperanza. Su testimonio es
palabra viva que nos invita a vivir con responsabi-
lidad y coherencia nuestro compromiso cristiano.
La rutina, la mediocridad, el pasotismo, no
deben tener sentido en nuestra vida. O lo somos de
verdad ó estamos protagonizando una comedia.
Señor, cuenta con nosotros. Tú que vives por los
siglos de los siglos

272
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de los mártires

CÁNTICO Ap. 4: es un canto al primer mártir


que nos abrió caminos.

En nuestros mártires estamos celebrando la victo-


ria del primer Mártir: Cristo. Ellos son la prolongación
y actualización de su martirio.
En este cántico de la apocalipsis cantamos a Cristo
y cantamos también a nuestros mártires. Ellos se han
hecho "dignos de recibir gloria y honor" por su forta-
leza y su valentía ante los tormentos del martirio.
asociados al "Cordero degollado" han participado de
"la riqueza y la sabiduría, de la fuerza y el poder, de
la gloria y la alabanza", de ese Cordero.
Con nuestra oración de esta tarde concluimos la
celebración de esta fiesta. Pero la incidencia que debe
tener en nuestra vida, no debe concluir. Nuestra vida
cristiana tiene que haber recibido nuevos impulsos
para que vivamos en re-novación constante. Ser cris-
tiano es vivir bajo la influencia del Espíritu en trasfor-
mación permanente. El Espíritu no duerme. Su actuar
no es en un tiempo ó en ciertas horas. Siempre es la
hora y el tiempo del Espíritu.
abrámonos a su acción y seamos testigos de Dios,
ante un mundo que nos necesita.

Señor Jesús, primer mártir, víctima de injusticias,


de envidias, de recelos. Tú fuiste ajusticiado como
un malhechor, en una cruz. Tu amor lo soportó
todo, por nosotros.
Hoy recordamos a hermanos nuestros, que como
tú, han sido ajusticiados injustamente. Con su san-
gre han firmado su compromiso de fidelidad a ti. Tu
ejemplo y la fuerza del Espíritu les ha dado alien-
tos para no desfallecer en los tormentos.
Que nosotros renovemos y vivamos nuestro cris-
tianismo. Tú que vives por los siglos de los siglos.

273
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de los mártires

ambientación breve:
SaLMo 114: Dios no se desentiende de nosotros
en ningún momento. Podíamos decir que somos "su
preocupación". Cuando "nos envuelven redes de
muerte", allí está él siendo nuestra fortaleza. Lo ha
hecho con los mártires y lo sigue haciendo con no-
sotros.

SaLMo 115.: aunque todos nos falle, Dios nunca


nos fallará. De ahí dimana el sentido de la gratitud
hacia él. Los mártires son una consecuencia de "los
hombres son unos mentirosos". Solo Dios estuvo con
ellos.

CáNtICo aP.4: Somos el precio de la sangre de


nuestro Dios. Nuestros mártires mezclaron su sangre
con la sangre del Cordero degollado y por eso parti-
cipan de su gloria y merecen nuestra alabanza.

para la oración:
SaLMo 114: cantar la primera estrofa al principio
y al fanal y proclamar espontáneamente el resto de
las estrofas.

SaLMo 115: cantar al principio y al final "cómo le


cantaré al Señor…" y lo proclama pausadamente un
solista.

CáNtICo aP.4: cantar al principio "estos son los


que vienen de la gran tribulación…" y proclamar
todos juntos el cántico

para la reflexión:
."Señor, salva mi vida…"
. "cómo pagaré al Señor… todo "
. "eres digno de recibir la gloria y el honor"

274
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de santos/as

SALMO 112: es un canto de alabanza al


Señor, por su cercanía a los humanos.

Reconocer las acciones de Dios es un quehacer


que nos hace vivir la realidad de nuestra existencia.
Dios es el Señor. "Se eleva sobre los cielos y mani-
fiesta su grandeza "abajándose para mirar al cielo y
a la tierra". Se abaja para levantar al pobre, a quie-
nes se dejan engrandecer, reconociendo su peque-
ñez.
Los santos han sido seres humanos, que como
humanos han sabido abrirse a la acción del Espíritu
que les ha levantado a la máxima grandeza: santos
con la santidad de Dios.
Recordar y celebrar a nuestros santos, es recordar
y celebrar a Dios en cada uno de ellos. Es celebrar lo
divino en lo humano.
Con razón podemos proclamar este salmo con ale-
gría, recogiendo la invitación que nos hace a "alabar…
bendecir el nombre del Señor, ahora y por siempre".
No se desdeña de "levantar nuestro barro" para dig-
nificarlo con la gran dignidad de hijos suyos.
Nuestros santos no son sólo para admirarlos y
dejarlos en sus vitrinas. Son voces que nos gritan y
nos invitan a caminar por los caminos que ellos cami-
naron. Escuchémosles.

Señor, te agradecemos el regalo de nuestros san-


tos. En ellos nos hablas de ti y de nosotros, los
humanos. De ti, el Dios cercano. Y de nosotros, los
engrandecidos con tu cercanía.
Te alabamos y manifestamos nuestra alegría al
celebrarte en nuestros hermanos los santos. Que
nuestra celebración sea una llamada que escuche-
mos, que cambie nuestras vidas. Tú que vives por
los siglos de los siglos.

275
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de santos/as

SALMO 145: es una proclamación de la fideli-


dad del Señor, con todos los humanos.

Cualquiera que recapacite en el comportamiento


de Dios con nosotros, no puede menos de hacer
suyas las primeras palabras de este salmo: "alabaré
al Señor mientras viva". Por que Dios siempre está
cerca de todos y de cada uno: "cautivos… ciegos…
hambrientos… huérfanos… viudas", a todos socorre
porque a todos ama.
Los santos, son el fruto de la cercanía de Dios
aceptada, experimentada y vivida. todos ellos se han
sentido "dichosos… auxiliados por el Señor" de quien
se fiaron y esperaron siempre. Su vida fue una con-
tinua opción por Dios, frente a otras posibles ofertas
de dioses engañosos que les halagaban con "ofertas
baratas".
Estamos celebrando a nuestros santos. Ellos han
vivido en una época de la historia. Pero no son sola-
mente historia. Son historia que comenzó y que per-
dura en el tiempo. Son vidas que nos hablan hoy con
el lenguaje de Dios.
Con la proclamación de este salmo 145, prolonga-
mos hoy nuestra alabanza al Señor por ellos y por
nosotros, llamados también a vivir y manifestar las
mismas realidades, que ellos vivieron y manifesta-
ron: "tañeré para mi Dios mientras exista".

Señor, te alabamos por tus santos, nuestros san-


tos. Ellos son la palabra que todos entendemos.
Nos hablan de ti y nos hablan de nosotros. Por eso
nuestra celebración es celebración que nos sabe a
fiesta, a la fiesta de nuestra vida y de tu vida.
Que no dejemos a nuestros santos en la historia.
Que los acerquemos al "hoy" de cada día, a fin de
que la palabra de su vida siga resonando en la
nuestra. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.

276
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de santos/as

CÁNTICO Ef. 1: Es un canto de gratitud por la


vocación de nuestros santos.

al proclamar este cántico, proclamamos la realiza-


ción del proyecto de Dios en nuestros santos.
Elegidos, amados desde siempre, con su muerte, ese
proyecto llegó a su plena realización. En el día de su
incorporación definitiva la "vida", pudieron decir con
verdad: "bendito sea Dios que nos ha bendecido con
toda clase de bendiciones". Su estar ya con el Padre,
es la culminación de haber sido bendecidos en Cristo.
Un santo es fruto de un Dios "gracia" que ha
"derrochado" amor para con él, y que ha aceptado a
lo largo de toda su vida. El santo es, pues, gracia,
regalo, pero es también aceptación, colaboración. El
Dios que nos regala la vida sin nuestra colaboración,
él no se nos regala si nuestra aceptación y colabora-
ción.
Proclamemos este cántico con la alegría de verlo
realizado en nuestros santos. Y con la esperanza, car-
gada de alegría, de que ese es también nuestro des-
tino. El proyecto de Dios sobre ellos, es también el
proyecto sobre nosotros.

Señor, te bendecimos por tu fidelidad en tus pro-


yectos. Los has realizado en nuestros santos y los
quieres realizar en nosotros. Solamente nos pides
que te dejemos actuar y vivamos la alegría de tus
actuaciones.
Que el ejemplo de nuestros hermanos que hoy
recordamos, nos despierte y nos estimule a vivir
nuestra vida con esa perspectiva que tú nos has
puesto delante. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos

277
Fiestas

oración de la tarde I fiesta de santos/as

ambientación breve:
SaLMo 112: los santos son una manifestación del
acercamiento de Dios a los humanos para divinizar-
los: lo humano lleno de Dios. Bendigamos al Señor
por su cercanía, por su compartir con nosotros su
grandeza.

SaLMo 145: los humanos no pueden ser la razón


de nuestra esperanza. Solo Dios "mantiene su fideli-
dad perpetuamente". Los santos han amado a sus
hermanos pero desde el verdadero fundamento:
Dios.

CáNtICo Ef.1: Dios nos ha elegido desde siempre


para ser santos. La santidad es obra del Espíritu, pero
necesita nuestra colaboración. Los santos han sido
los grandes colaboradores con el Espíritu. Por eso
lograron la santidad.

para la oración:
SaLMo 112: un solista invita a la alabanza con las
tres primeras líneas y continúa todo el grupo con el
resto del salmo.

SaLMo 145: cantar al principio y al final "alaba


alma mía al Señor y todo mi ser a su santo nombre"
y proclamar todo el salmo espontáneamente.

CáNtICo Ef.: es proclamado pausadamente por


un solista, con un fondo musical suave.

para la reflexión:
. "el Señor se abaja para mirar al cielo y a la tie-
rra"
. "dichoso el que se apoya en el Señor"
. "el Señor nos eligió para que fuésemos consagra-
dos"

278
Fiestas

oración de la mañana fiesta de santos/as

SALMO 62: es la proclamación del vivir de


nuestros santos.

Dios ha puesto en nuestras vidas una fuerza, casi


incontenible, que clama insistentemente por su obje-
tivo: Dios. Es todo el ser humano el que grita, el que
clama por conseguirlo. Es como esa "tierra reseca,
agostada, sin agua" que se agrieta, como boca que
necesita y pide agua, y que la pide con "ansia", como
quien se muere de sed.
Un santo, es un ser humano que ha descubierto
esas fuerzas incontenibles y que pone en juego todo
su ser para lograr lo que necesita.
Los santos han hecho de su vida el "tú eres mi
Dios, por ti madrugo" es decir, "tú eres la primera
necesidad que siento al despertar cada día".
Un santo es el que vive las necesidades básicas,
más profundas de todo ser humano. Vive la vida, no
desde obligaciones que esclavizan, sino desde nece-
sidades que liberan y realizan.
al proclamar este salmo 62, sintámonos con las
mismas necesidades de nuestros santos y pongamos
todo nuestro ser en satisfacerlas.

Señor, necesidad de nuestra vida. Gracias por


habernos creado así, con esa necesidad de ti.
Gracias porque tú mismo acudes a satisfacernos y
llenar nuestra necesidad.
Hoy, te damos gracias por esos hermanos nues-
tros, los santos, que supieron vivir así y nos abrie-
ron caminos que nos iluminan y nos alientan.
Que nuestras vidas sean esas tierras necesitadas
del Agua que eres tú que vives por los siglos de los
siglos.

279
Fiestas

oración de la mañana fiesta de santos/as

CÁNTICO Dn.: el rostro de Dios se nos hace


visible en todas sus obras: los santos.

Dios invisible, ha puesto todo su empeño en


hacerse visible en cada una de sus criaturas. todas
ellas, desde su inmensa variedad, son un compendio
de teología, que nos hablan de Dios. Reflejan sabidu-
ría, poder, belleza… pero sobre todo reflejan a un
Dios que es todo amor.
Y es que la razón de su existencia es el Dios que
quiere manifestarse, que quiere hablarnos de él y
quiere hablarnos de nosotros. En sus criaturas, Dios
se nos hace cercano, el gran presente. En toda su
grandeza se acerca a nuestra pequeñez para engran-
decerla.
Los santos son esa cercanía de Dios, esa grande-
za mezclada con nuestra carne divinizada.
Celebrar a nuestros santos es, pues, encontrarse
muy de cerca con Dios, es ver su rostro en ese hom-
bre o mujer, que han sido trasformados por la acción
del Espíritu.
La proclamación de este cántico nos invita, reite-
rativamente, a bendecir al Señor, a decirle que es
maravilloso en todas sus criaturas. Pero hoy, digámo-
selo de una manera especial por su criatura humana,
la obra más grandiosa que ha creado.
Concretamente, digámoselo por nuestros santos,
cuya fiesta estamos celebrando.

Te bendecimos, Señor, por todas las obras que


has creado. En todas ellas eres "epifanía", eres
manifestación para cuantos quieran encontrarte.
Hoy, te bendecimos especialmente por la obra de
tus santos, por la acción maravillosa que has reali-
zado en ellos. Seres humanos como nosotros, tras-
formados por el Espíritu y por l a respuesta que
ellos le dieron.
Que nos sensibilicemos ante su ejemplo y res-
pondamos como ellos a la acción del Espíritu. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

280
Fiestas

oración de la mañana fiesta de santos/as

SALMO 149: proclamamos la alegría de los


santos por la acción de Dios, en ellos.

Cualquiera que sea sensible y sepa captar la


acción misteriosa de Dios, en los seres humanos, no
puede menos de saltar de alegría y hacer suyo el con-
tenido de este salmo 149: "cantad al Señor… alabad
su nombre…, porque el Señor ama a su pueblo". Y
hacedlo no de cualquier manera, sino "con danzas y
bailes… con tambores y cítaras… cantos jubilosos…
todos festejen su gloria".
Estamos celebrando una fiesta. Y el talante festivo
es lo que tiene que caracterizarnos. La alegría de
nuestros santos es hoy nuestra alegría. Siempre
desde la novedad de las sorpresas de Dios y desde la
novedad de nuestro saber sintonizar con esas sorpre-
sas.
El "cantar al Señor un cántico nuevo" es la invita-
ción que se nos dirige para que no perdamos nuestra
capacidad de sorpresa y no caigamos en la monoto-
nía fría y despersonalizante.
Los santos han sido personas, que aun dentro de
sus limitaciones humanas, han sabido estar abiertos
a la novedad de las sorpresas de Dios. Que nos sepa
a nuevo el contenido de este salmo 149.

Señor, ante la novedad del día que comenzamos,


te queremos manifestar nuestra alegría en la festi-
vidad de nuestros santos. Son tu obra realizada en
la pobreza de nuestro barro. En ellos nos hablas a
nosotros. Su destino es también nuestro destino.
Gracias, Señor.
Que esta fiesta renueve la vivencia de nuestra
vida y la alegría, desde nuestra dignidad y respon-
sabilidad como cristianos. Tu que vives por los
siglos de los siglos.

281
Fiestas

oración de la mañana fiesta de santos/as

ambientación breve:
SaLMo 62: "Sed de Dios" es la definición de todo
ser humano. Y la definición de un santo es : "sed de
Dios saciada". Elegidos para ser santos, proclamemos
y comprometámonos a saciar nuestra sed de Dios

CáNtICo DN.: todas las criaturas son reflejo de


Dios, son bendición de Dios. Pero es el ser humano el
reflejo más perfecto, el que de verdad es bendición
de Dios. Los santos lo han conseguido en plenitud.

SaLMo 149: Un santo es una manifestación de un


Dios alegre. Sintámonos invitados a la alegría "feste-
jemos y cantemos jubilosos" al celebrar hoy la fiesta
de un hermano que supo hacer de su vida un "cánti-
co nuevo".

para la oración:
SaLMo 62: cantar la primera estrofa al principio y
al final… un breve silencio y proclamar juntos todas
las estrofas.

CáNtICo DN.: puede ser cantado a dos coros, o


un coro anuncia el motivo de alabanza uniendo las
dos partes de cada estrofa y todo el grupo contesta
"bendecid al Señor" o lo que corresponda.

SaLMo 149: forma responsorial repitiendo des-


pués de cada estrofa "cantad al Señor un cántico
nuevo".

para la reflexión:
. "mi alma está sedienta de de ti… tiene ansia de
ti"
. "criaturas todas bendecid al Señor"
. "alabadle… cantadle con tambores y cítaras"

282
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de santos/as

SALMO 14: es la proclamación de las exigen-


cias de una vida recta.

La gratuidad es el trasfondo de toda nuestra vida.


todo nos ha sido dado. El cristianismo no es conquis-
ta, sino gracia. Nuestra postura frente a esta gracia,
es dejarse conquistar, es aceptar, con las implicacio-
nes que lleva consigo esa aceptación: cambio del ser
de la persona y por consiguiente su comportamiento.
Los santos han sido personas que han aceptado
totalmente a Dios que se les regala, y el fruto de esa
aceptación ha sido su vida: "su honradez… su justi-
cia… su amor al prójimo… su fidelidad…" Santos por
la acción del Espíritu y santos porque ellos han
secundado su acción.
Siempre el recordar y celebrar a nuestros santos
es una oportunidad para la revisión y renovación de
nuestro pensar y de nuestro actuar. El mismo Dios
que fue regalo para ellos, lo está siendo hoy para no-
sotros. El mismo Dios que trasformó sus vidas es el
que se nos ofrece para trasformar las nuestras.
Que la proclamación de este salmo 14, nos dé la
respuesta adecuada para dejarnos encontrar por Dios
y aceptar la oferta que nos hace.

Señor, eres gratuidad pero quieres ser aceptado


responsablemente. Eso hicieron los santos. Al cele-
brar hoy la alegría de su fiesta queremos que nos
sirva para revisar tus comportamientos con no-
sotros y los nuestros contigo..
Nuestra vida de compromiso no debe ser una
vida monótona y sin garra. Lo necesitamos no-
sotros y lo necesita nuestro mundo. Tú que vives
por los siglos de los siglos.

283
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de santos/as

SALMO 111: celebra la resonancia que tiene


la fidelidad del Señor, en todos.

toda vida vivida en profundidad, no pasa sin


repercutir en la persona que la vive y en el mundo
que le rodea.
Nuestros santos, todos ellos, han sido personas
profundas aun dentro de su sencillez, y han revolu-
cionado el mundo con el testimonio de su vida.
Este salmo 111, es toda un descripción detallada
de la incidencia que ha tenido en la vida de los san-
tos su relación profunda con Dios: "será bendita su
descendencia… brilla como una luz… alzó la frente
con dignidad… en la casa habrá abundancia… su cora-
zón está firme en el Señor"
La vida de un santo, nunca pasa desapercibida:
"es luz que ilumina y sal que preserva". Ellos sí que
han sido los grandes bienhechores de la humanidad
desde la vivencia de los valores que nos engrandecen
y desde la palabra profética de sus vidas. Han vivido
y desde la vida han hablado.
Su voz no ha podido ser acallada por nadie, aun-
que haya chocado: "el malvado al verlo, rechina, pero
ha fracasado en su intento y el santo nos sigue
hablando.

Señor, quien se acoge a ti, nunca queda defrau-


dado. Tu fidelidad inquebrantable da siempre segu-
ridad y fortaleza. Nuestros santos lo han experi-
mentado y hoy son para nosotros, llamada a vivir
la misma experiencia.
Gracias por ellos, por el testimonio que nos han
dejado. Y gracias porque esperas de nosotros lo
mismo que esperaste de ellos. Padre, queremos
responder a tu esperanza. A ti que vives por los
siglos de los siglos.

284
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de santos/as

CÁNTICO Ap. 15: los santos son la obra de


Dios, más maravillosa.

al concluir este día, nuestra admiración por las


obras de Dios, seguro que ha ido sorprendiéndonos
cada vez más para que podamos gritar con verdad:
"grandes y maravillosas son tus obras, Señor".
todas ellas, pequeñas y grandes, son un compen-
dio de sabiduría, de poder, de belleza… de amor.
Pero donde se refleja Dios, en toda su grandeza,
es en la obra de los santos: criaturas humanas, de
carne y hueso como nosotros, empapados de Dios,
deificados. Humanos pero divinizados. Son la encar-
nación de Dios, la dignificación de lo humano a altu-
ras insospechadas.
Que la proclamación de este cántico sea un grito
de admiración, de gratitud y de alegría, que nos llene
de optimismo ante la vivencia y compromiso de nues-
tra vida cristiana. Nuestras perspectivas no pueden
ser mayores: estamos llamados a la aventura más
grandiosa. agradezcámosla y respondamos.

Señor, eres grande y maravilloso y por eso todas


tus obras son grandes y maravillosas. Lo manifies-
tas en todas, pero de una manera especial en tu
obra "la persona humana". Ahí te has volcado
totalmente. Mas no podíamos esperar.
Hoy te damos gracias por tus santos, manifesta-
ción de tu grandeza. Que como ellos, te dejemos
manifestarte en nosotros. Tú que vives por los
siglos de los siglos.

285
Fiestas

oración de la tarde II fiesta de santos/as

ambientación breve:
SaLMo 114: Dios es encuentro permanente con
todo ser humano. Pero siempre desde el respeto a
nuestra libertad y la vivencia de valores que facilitan
ese encuentro: justicia, respeto, libertad, etc. Es lo
que hicieron los santos.

SaLMo 111: la felicidad no se compra ni se rega-


la. Es un conquista personal y de cada día. así lo
vivieron los santos. Por eso "brillaron y siguen brillan-
do como una luz que ilumina las tinieblas" de nuestro
mundo.

CáNtICo aP.15: quien observa detenidamente las


obras de Dios, no puede menos de admirarlas. Las
mayores obras son los santos. admiramos y procla-
mamos con este cántico, la obra de Dios en nuestro
santo que celebramos hoy.

para la oración:
SaLMo 114: un solista proclama la primera estro-
fa y todo el grupo continúa al unísono.

SaLMo 111: un solista proclama las dos primeras


lineas de la primera y tercera estrofa "dichoso..." y
continúa todo el grupo.

CáNtICo aP.15: cantar la primera estrofa y pro-


clamar juntos la segunda.

para la reflexión:
. "quién puede hospedarse en tu tienda"
. "el justo jamás vacilará"
. "grandes y maravillosas son tus obras"

286

Das könnte Ihnen auch gefallen