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La muerte, una necesidad de vida

Título de la obra: Las intermitencias de la muerte

Año: 2006

Autor: José Saramago

Editorial: Punto de lectura

Número de páginas: 251

Con una mezcla de la realidad, ironía, fantasía, humor y uso de prosa, José Saramago

presenta su obra “Las intermitencias de la muerte”, donde genera una especie de reflexión sobre

la vida, la muerte y la misma condición humana, llegando a una conclusión: el amor es una

solución a todo aquello que el destino nos tiene preparado.

Esta novela genera una serie de críticas a las diversas instituciones, las cuales reaccionan

a este evento: “el fin de la muerte”, de una manera en la que quedan descubiertas todas las

virtudes, ventajas, defectos y demás que estas poseen.

La serie de críticas habladas se pueden tomar como una especie de conflictos, en los que

se involucra a la Iglesia con sus doctrinas, siendo en este caso “sin muerte no hay resurrección”,

al igual que el gobierno con el problema de no contar con un modelo económico que fuera capaz

de sostener a una sociedad libre de muertes u óbitos y la cual se encontraba en proceso de

desarrollo y crecimiento; y finalmente encontrando el caso de las instituciones públicas:

funerarias, hogares geriátricos, compañías de seguros y demás, ya fuera por una crisis económica
en el futuro pero el corte de sus fuentes de ingreso o por una visión de superpoblación en la

sociedad.

Aún así, en el tramo final de la novela, la muerte presenta un cambio quizá inesperado,

todo como consecuencia de una relación entre esta y el violonchelista, un hombre de 50 años,

tocando temas como el amor y el humor, y por ello “la muerte” decide quedarse con este

hombre, se sentía diferente, se sentía humana, de manera que al día siguiente no muere nadie.

Saramago da a conocer una manera distinta de gramática y puntuación, encontrando esto

en diversos momentos, donde se eliminan el uso de guiones y comillas referentes al diálogo entre

los personajes, siendo reemplazados por las mayúsculas, usadas como indicativo del inicio del

diálogo.

La muerte más que un miedo, es una necesidad, porque al ser finitos se da la oportunidad

de ser verdaderamente libres, como dijo Mario Vargas Llosa: “Gracias a la muerte, la vida es

rica, interesante, hermosa, tiene esa intensidad maravillosa que dan ciertas experiencias. Si todos

fuéramos inmortales, nuestra existencia sería muy aburrida”1 , es ella la que brinda el valor

absoluto de la vida, nos hace humanos.

Saramago permite llegar a la reflexión sobre el sentido de la muerte en cada una de las

vidas de la especie humana, esta no es una desventaja, todo lo contrario, es una ventaja la cual

permite la generación de un desarrollo en la humanidad.

La muerte es la que dota de objeto y sentido a la vida, sin ella nadie aspiraría a trascender

ni a emprender las luchas que han edificado la sociedad, es un hecho inevitable, pero aún así más

llevadero por la presencia de amor.


BIBLIOGRAFÍA

1. Vargas Llosa, M. (2011). LaRepública.pe. Recuperado de www.larepublica.pe

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