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Liderazgo / C oachi ng
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Uno de los desafíos más importantes que tiene un líder, una
vez que seleccionó el equipo con el cual intentará alcanzar
los objetivos planteados, es liderar ese equipo.
Entre las habilidades más requeridas para ejercer esta tarea se encuentran las
interpersonales, es decir la posibilidad de lidiar con esas personas, guiándolas
hacia la consecución de los objetivos propuestos.
Por otra parte, en este tipo de situación es altamente relevante predicar con el
ejemplo. El equipo estará permanentemente observando qué es lo que hace el
lider para ver si esto se corresponde con su discurso.
Esta definición ofrece varios conceptos que merecen ser analizados, siendo el
más importante el referido a que el liderazgo se conquista. Esto quiere decir
que ser jefe o gerente no da “el título de líder”. Un líder es mucho más que el
gerente, de hecho puede no ocupar ese cargo en la organización. De todos
modos es necesario destacar que no se puede ser un buen gerente si no se es
el líder del equipo. El liderazgo es un “nombramiento tácito” que el equipo le
concede al gerente y lo transforma en líder.
Algunos matrimonios viven un tipo de comedia como esta. Donde cada uno está luchando por imponer su criterio, y hacer sentir su
autoridad.
Así como toda empresa necesita un gerente, director, CEO o director ejecutivo, así también la familia debe tener un líder o cabeza, que
represente y asuma la responsabilidad de la familia. Lamentablemente por muchas malas interpretaciones del tema, cada día parece más
difícil que los hogares entiendan este principio.
Creo que el mayor problema al respecto es que ninguna de las partes envueltas, conocen realmente que implica el liderazgo en el hogar.
Un líder es uno que tiene un visión clara de lo que quiere logar en el futuro. Lo mismo debe suceder en la familia. El que
ejerza el liderazgo debe tener una visión de lo que desea lograr con su familia, con sus hijos y con su cónyuge.
Lamentablemente, son muy pocas las familias que hoy tienen un propósito claro de lo que quieren ser y lograr.
Un líder es uno que trabaja en equipo. El verdadero líder del hogar es uno que sabe incorporar a su cónyuge y a sus hijos, en
la toma de decisiones y en la realización de los planes de la familia. No es uno que impone su opinión sin importar lo que el otro
piensa, sino que es capaz de oír y pensar en lo que otros opinan y así tomar las decisiones que más convenga a todos.
Un líder es aquel, que está dispuesto a enrollarse las mangas y servir a los demás. El líder no es un déspota, un jefe
amargado, o uno que se aprovecha de su condición. Más bien es uno que esta dispuesto, todo el tiempo a servir, a ayudar, a
colaborar, para que entre todos la tarea se haga más ligera y fácil. Además, es uno que enseña y se pone al lado del otro para
ayudarlo a crecer y ser mejor.
Un líder es uno que ama y comprende a los que están bajo su liderazgo. Este es uno de los principios más importantes en el
liderazgo del hogar. El verdadero líder busca el beneficio de todos, no su autorrealización. Eje rce el liderazgo con amor y por
amor. Muestra respeto, consideración y valorización de los demás miembros de la familia. Mantiene la familia unida bajo la
cobertura del amor.
Si tan solo comprendiéramos estas características del verdadero liderazgo en el hogar, se terminarían las luchas por el control y poder.
Ninguno buscaría manipular al otro y tratar de salirse con la suya. Al contrario, encontraríamos familias más estables, seguras y felices.
Tratando de lograr el propósito que tienen por delante. Espero que si eres el líder de tu casa, esto te ayude a seas mejor en esta tarea tan
importante.
Termino con una cita bíblica que dice: “Pues, si un hombre no puede dirigir a los de su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia
de Dios? (1 Timoteo 3:5).
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La primera familia, era una pareja joven de bajos recursos pero habíamos creado una gran
simpatía. El esposo era de carácter fuerte, no servía a la esposa, se quejaba por todo. Pasa do
un mes de yo haber estado con ellos decidieron separarse y por lo tanto, me ofrecieron
mudarme a otra casa.
La segunda familia era una pareja joven también pero con tres niños de cinco, tres y un año.
El esposo era muy amable, servía en todo, buscaba siempre cómo agradar a su esposa, era
dedicado a sus hijos, tenía sentido de responsabilidad para con su familia.
Viví dos cuadros familiares y específicamente me quiero enfocar en el rol de los esposos.
En la primera familia veía a un hombre machista, su palabra era la que contaba, habían unas
cuantas reglas en la casa, pero no tenían un principio claro. A pesar de todo, para mí era
algo que por alguna razón estaba acostumbrado a ver en nuestra sociedad y en las películas.
En la segunda familia, el rol del esposo era totalmente diferente. Era un abogado importante
del condado, muy ocupado, aun así, sacaba tiempo para estar con su familia. Se levantaba
temprano, atendía las necesidades de los niños, los bañaba, ayudaba con todos los detalles.
Había algo especial en él. Sentí mucha admiración y respeto. Yo tenía un concepto
totalmente distinto de lo que era el rol del hombre de la casa.
Sacan tiempo y hablan sobre todo. Siempre había una noche en donde ambos conversaban
sobre su situación financiera y sus planes. Ambos tenían un plan común por el cual luchar.
Como líder en su hogar, el hombre era quien siempre tenía la iniciativa de levantar a todos
los domingos en la mañana, prepararlos para ir a la iglesia y grupos entre semana.
El esposo era el que iniciaba conversiones bíblicas, tomaba decisiones basadas en la Biblia,
hacía historias y leía la Biblia a los niños antes de dormir.
Él estaba preocupado de que toda su familia recibiera los valores y principios bíblicos.
Recuerdo una situación incómoda que pasé. Son de esos momentos que quieres
desaparecer. El esposo le había ocultado a la esposa que él masticaba tabaco, algo que
desde hace tiempo había querido dejar. Cuando ella lo descubrió, le puso el pote en la sala
frente a él. Él se quedó mirando el pote fijamente sin decir una palabra y sin hacer caso a lo
que yo le estaba diciendo. Él y ella fueron al cuarto y después de un rato salieron como si
nada hubiera pasado.
Meses después él me estaba aconsejando sobre algo y saltó ese tema. Me dijo cómo fue su
proceso de restauración: se había apropiado de la situación, había aceptado su falla, se
arrepintió, pidió perdón a ella y sus hijos.
Fue sorprendente ver cómo existía una armonía cuando tocaba recoger todo. Había un
momento de planificación, luego se asignaban y se repartían las tareas.
Hace 20 años estas formas de liderazgo cambiaron mi vida. Por supuesto no las relacionaba
como conceptos de liderazgo en aquel entonces, más bien era una forma diferente de
manejar una familia.
A pesar de haber estado incómodo y frustrado por el cambio de hogar, doy gracias a Dios.
La segunda familia me ayudó a prepararme para mi papel como esposo hoy, cambiaron
distintos conceptos errados que tenía sobre el rol del hombre de la casa.
Estudiar sobre esto hoy, ver cómo se aplica y ver buenos principios que han modelado la
forma de liderazgo, me motiva a seguir los buenos ejemplos y seguir aprendiendo.
De estas formas de ser un líder servidor, ¿cuál crees que deberías mejorar? Si le
preguntas a tu esposa, ¿cuál crees que diría ella?
Características de un líder
La Humildad
La persona humilde está dispuesta a someterse a otros, vive libre de toda arrogancia y
orgullo, no se considera autosuficiente, aunque está plenamente consciente de sus
propios dones, de sus recursos y de lo que es capaz de hacer. Con estas características
una de las ventajas que tiene un líder humilde, es que la mayoría de personas
responderán bien a él, debido a su humildad.
El Amor
Es uno de los frutos del Espíritu Santo, el cual tiene que brotar de nosotros para con los
intereses de Dios en otras personas. Cuando nos preocupamos por otras personas como
Dios lo hace con nosotros, estamos actuando en Amor. La esencia de mostrar amor es
hacerlo cuando la otra persona lo necesita y lo quiere, no cuando sentimos hacerlo.
Su Relación
a) Con Dios: Mantiene una relación íntima con Dios y lo que hace lo hace para Él, refleja
el carácter de Dios en su vida.
b) Con los demás: El líder debe tener una buena reputación tanto dentro como fuera de
la congregación o de la iglesia, su actitud es el mostrar a Cristo no importando donde se
encuentre, danto muestras de un verdadero cristiano.
Transmitir la Visión
Visión, es una imagen clara de lo que el líder ve o imagina que su grupo puede hacer o
puede llegar a hacer. Esta visión llega a ser la energía que hay detrás de cada esfuerzo y
la fuerza que les empuja a través de todos los problemas.
Una visión sin trasmisión no tiene razón, el líder se esforzara en transmitir la visión a su
grupo, para que todos trabajen hacía una meta en común.
Establecer metas
Para llevar a cabo la visión, es necesario establecer metas. El establecer metas nos
provee de varias ventajas:
Una sola persona no puede hacer todo el trabajo que se desea, el líder debe ser
necesario pero no indispensable. Para ello, debe aprender a delegar, podremos decir
asignar distintas tareas a sus seguidores para que trabajen juntos.
Todo líder debe tener un sucesor, pues el éxito del líder también es el formar a nuevos
líderes que puedan superarle. El líder debe aprender a multiplicarse en otras personas,
para que alguien de ellos tome su lugar el día que tenga que dejarlos por alguna razón.
En un breve resumen podemos apuntar a que el líder debe tener las siguientes funciones
o cualidades puesto que es la cabeza del grupo; o el que dirige al grupo.
Así que permítame animarle a hacer algo de trabajo original respecto al papel de los pastores,
ancianos y diáconos en la iglesia. Pero asegúrese de estudiar en el Nuevo Testamento, porque no
había iglesia en el Antiguo Testamento. No podrá empezar sino hasta Hechos 2; allí es donde la
iglesia empieza. Hechos nos da un modelo de la iglesia, pero no habla de cómo la iglesia está
ordenada, lo que nosotros a menudo decimos «gobierno de la iglesia» (ese es otro término
corporativo). Apocalipsis tampoco trata del asunto. Usted y yo tenemos que ser buenos
estudiantes de las cartas de Pablo si esperamos entender a la iglesia.
Cuando uno acude a las Escrituras, descubre lo único que es la iglesia. La iglesia no es una
extensión del estado. La iglesia no es un distrito político. La iglesia no se parece a una corporación,
ni debería parecerse. La iglesia es una asamblea local compuesta de los que creen en Jesucristo.
¿Y los líderes de la iglesia? Nosotros somos siervos. A nadie se le eleva por encima del nivel de
siervo. A nadie. El pastor principal es un líder servidor. Lo mismo los demás ministros. Los diáconos
y ancianos deberían ser personas con corazón de siervo. Mientras mejor el siervo, mejor el líder.
Como pastor, su papel es equipar a los santos para la obra del ministerio. Ese es su objetivo. Usted
debe edificar las vidas de los creyentes. Por cierto que usted hace evangelización, pero ese no es
su objetivo principal. Su propósito principal, según lo da Dios, se establece en Efesios 4:12: “a fin
de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.”
Usted está regularmente ayudando al cuerpo a ahondar y a pensar más ampliamente y con más
visión en cuanto a un mundo que ha perdido su camino. Su rebaño necesita que usted lo equipe
para eso. Dios le ha llamado a eso.
John Piper escribió un penetrante volumen que usted debería comprar, titulado, Brothers, We Are
Not Professionals (Hermanos: No Somos Profesionales). Permítame concluir este ensayo con unas
pocas palabras de Piper:
A nosotros los pastores nos está matando la profesionalización del ministerio pastoral. La
mentalidad del profesional no es la mentalidad del profeta. No es la mentalidad del esclavo de
Cristo. [¡Me encanta eso!]. El profesionalismo no tiene nada que ver con la esencia y corazón del
ministerio cristiano. Mientras más profesionales anhelamos ser, más muerte espiritual dejamos a
nuestro paso. Porque no hay más semejanza de niño profesional (Mt. 18:3); no hay ternura de
corazón profesional (Ef. 4:32); no hay anhelo profesional de Dios (Sal. 42:1). Pero nuestra primera
ocupación es anhelar a Dios en oración. Nuestro negocio es llorar por nuestros pecados (Stg. 4:9).
¿Hay llanto profesional? Nuestro negocio es esforzarnos hacia la santidad de Cristo y el galardón
del supremo llamamiento de Dios (Flp. 3:14); golpear nuestros cuerpos y subyugarlos para que no
seamos desechados (1 Cor. 9:27).1
Buenas palabras.
El líder y el liderazgo
Escrito por Juan Laguna en 26 Julio 2016. Publicado en Reunión de hombres
I.-
INTRODUCCIÓN
Cuando hablamos de “ELEGIR LÍDER”, tenemos el privilegio y a
responsabilidad moral de hacerlo con honestidad, a “corazón limpio”, y
convencidos de que nuestra decisión es la más correcta para nuestra iglesia,
comunidad o país, no la más conveniente. Para ello hemos de analizar
detenidamente la situación, junto con algunas preguntas básicas que vienen a
nuestra mente.
1. ¿Qué es un líder? ¿Qué función hace un líder? ¿Por qué se necesitamos a
un líder? ¿Dónde buscar un líder? ¿Por qué los aspirantes desean convertirse
en líder? ¿Requisitos para ser líder? ¿Por qué seguimos a un líder?
2. ¿Cómo contesta el aspirante a estas preguntas?
3. Un líder conforme Dios quiere es lo que se necesita hoy con urgencia. Un
hombre o mujer fiel a los principios de Jesucristo; que no venda su conciencia;
que no le importe “el qué dirán"; que tome conciencia de todos sus
pensamientos y acciones; y que tenga claro que el único propósito en su
ministerio, es la extensión del Reino de Dios mediante la proclamación del
Evangelio transformador de Cristo, y , por consiguiente, que no estime ni se
aferre a la fama y el reconocimiento de la gente, sino a todo lo contrario,
vistiéndose siempre en humildad y servidumbre a la Obra de Dios, cuyo
espejo donde mirarse cada día debe ser el Señor Jesús.
II.- EL LIDER SEGÚN LA SOCIEDAD
A. ¿Qué es ser líder? Definición.
1) Es una persona que tiene la capacidad de conducir a otros, en un proceso
que permitirá alcanzar un determinado objetivo, meta o propósito.
2) El Diccionario de Ciencias de la Conducta: “Tiene cualidades de
personalidad y capacidad que favorecen la guía y el control de otros
individuos".
B. Clases de líderes: Buenos y Malos
1) Un buen líder puede llevar al pueblo a la victoria.
2) Un mal líder lo llevara a la derrota. Esto lo vemos tanto en lo político, en
los negocios, en la familia, en los deportes, etc. Ejemplos:
o También, han existido muchos seres humanos que Dios usó como líderes
durante su obra reflejada en la Biblia. Entre ellos están: Moisés, Josué, Noé,
Abraham, José, David, Salomón, Nehemías, Daniel y Pablo, entre otros.