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1. INTRODUCCIÓN
Según sean las características del terreno y de las filtraciones, pueden aparecer vías de agua
en la bóveda, en la solera o en las paredes del túnel. Estas filtraciones en las obras
subterráneas causan daños en las instalaciones y en los costosos equipos de control, en el
suelo y capa de rodadura, y en las paredes y revestimientos de hormigón, lo que provoca un
alto coste de mantenimiento posterior.
Actualmente, una vez terminada la excavación y el sostenimiento del túnel se procede a colocar
la impermeabilización, y a construir el drenaje, el revestimiento definitivo y el firme de la
calzada. Con la impermeabilización se evita el ingreso de agua al interior del túnel y mediante el
drenaje la evacuación de las filtraciones que pudieran producirse.
En este capítulo, tras una revisión de algunos conceptos básicos de hidrogeología y de diversos
métodos de estimación de caudales de filtración, se estudian las técnicas actuales de
impermeabilización y materiales empleados.
2. CONCEPTOS DE HIDROGEOLOGIA
La geomorfología, en estrecha relación con los dos factores anteriores, condiciona, a su vez, el
comportamiento hidrogeológico de un área. Cuando la escorrentía superficial se da con
velocidades altas, la posibilidad de infiltración disminuye. Por ello, en un área de fuertes
pendientes, ortográficamente complicada, con una cuenca hidrográfica de configuración
intrincada y poco jerarquizada, las recargas de acuíferos serán pequeñas frente a la escorrentía
superficial.
EI origen del agua que se encuentra en el subsuelo puede ser de los siguientes tres tipos:
La fuente principal de alimentación del agua al subsuelo son las aguas meteóricas, procedentes
de las precipitaciones atmosféricas.
Las aguas metamórficas son aquellas que se forman en los procesos fisicoquímicos de
metamorfización de las rocas en profundidad.
Las aguas juveniles son las que se forman en los procesos de diferenciación magmática en el
ascenso de las rocas ígneas hacia la superficie de la tierra.
Los depósitos de agua subterránea están controlados por los procesos de recarga y descarga.
La recarga se produce mayoritariamente por la infiltración del agua de lluvia en materiales
permeables. La descarga se da por evaporación y transpiración de las plantas y drenaje por
manantiales o cursos de agua. Otra posibilidad de drenaje es la constituida por obras artificiales
como pozos o sondeos, o como pueden llegar a convertirse en general las estructuras
subterráneas artificiales, como los túneles o las labores mineras.
Dentro de las formaciones rocosas subterráneas el agua puede estar contenida de diferentes
formas:
Agua libre. Es la que se encuentra en cavernas, pudiendo constituir corrientes fluyentes con
una superficie libre.
Agua capilar. Está retenida entre los granos por encima del nivel piezométrico por fuerzas de
capilaridad.
Agua de gravedad. Rellena los poros del material, sus fisuras e intersticios y tiene capacidad de
circular.
El agua de escorrentía de origen meteórico se infiltra en los terrenos que atraviesa, en la mayor
cuantía cuanto mayor sea la permeabilidad de éstos. Una vez que penetra en e terreno se
forman dos zonas en sentido vertical, la zona de aireación y la de saturación. En la zona de
aireación el agua y; percolando hacia abajo y va rellenando lo, huecos en los que coexiste con
aire. En si descenso, llega a la zona de saturación, a li que alimenta, y en la que el agua rellena;
todos los poros del material. El limite superior de esta zona es una superficie de equilibrio en la
cual la presión del agua es igual a la presión atmosférica si se trata de un acuífero libre. Si se
trata de un acuífero confinado, la presión en el limite superior de la zona de saturación será
superior a la atmosférica, y estará determinada por el contacto con la formación impermeable
suprayacente.
Mientras que en las zonas de aireación el agua fluye en sentido vertical, en la zona dé
saturación el movimiento tiende a ser horizontal, estando controlado por el potencia1 hidráulico
y por las características de los intersticios: si éstos son grandes o pequeños (influencia de los
factores peliculares y de fricción), si están interconectados entre si o si hay zonas preferentes
de circulación como fracturas o contactos entre capas, Fig. 1.
Acuíferos: es la formación que posee la facultad de absorber, contener y transmitir agua, como
pueden ser las arenas y las gravas.
Acuitardo: puede absorber y contener agua, pero la transmite muy lentamente. Un ejemplo
serian las arcillas arenosas o limosas.
Acuicludo: es aquella formación capaz de contener agua pero sin poder transmitirla, como las
arcillas.
Acuífugo: son formaciones que no pueden contener, absorber, ni transmitir el agua. Un ejemplo
de este caso lo constituye un macizo granítico sin fisurar.
En general, los materiales que constituyen los acuíferos son, a grandes rasgos, de tres tipos
principales:
- Materiales sueltos no consolidados, que pueden tener su origen en génesis diversas: fluvial,
eólica, deltaica, etc. Rocas sedimentarias consolidadas, que han sufrido importantes procesos
de disolución que han dado lugar a la formación de vías de circulación de agua. Éste es el caso
de los carts en calizas y yesos. Materiales ígneos y metamórficos fisurados, que, si bien no
tienen una gran capacidad de almacenamiento, si poseen una gran permeabilidad.
2.6. Parámetros hidrogeológicos de interés
a) Porosidad
La porosidad total viene dada por la relación entre el volumen de huecos y el volumen total del
material. El índice de poros está directamente relacionado con el anterior, y es la relación entre
el volumen de poros y el de partículas sólidas. Estos dos parámetros dan una idea de la
capacidad que tiene la formación para almacenar el agua.
En otro orden de cosas, se define la porosidad intergranular primaria como aquélla debida a la
petrogénesis de la formación geológica, frente a la porosidad formada por fenómenos de
fracturación o disolución, posteriores a la formación de la roca.
Se define como la propiedad del material que permite la filtración y circulación del agua a través
de poros conectados entre si.
c) Gradiente hidráulico
d) Transmisividad
Este parámetro cuantifica la capacidad que tiene un acuífero para ceder agua. Una formación
saturada muy permeable pero de muy poco espesor puede ser muy poco transmisiva.
Si el terreno no está saturado, el volumen de agua Va, es menor que el volumen de poros VP por
lo tanto el grado de saturación viene dado por la relación Va / VP, y tiene un valor de 1 en
terreno saturado y de 0 en terreno seco.
En el caso de túneles en suelos el movimiento de las aguas subterráneas se realiza a través de
los poros interconectados y a veces por los poros semicerrados. Teniendo en cuenta el volumen
de esos poros Ve, respecto al volumen total del terreno natural V se determina la porosidad
eficaz me que normalmente se entiende por permeabilidad:
La medida de la porosidad puede realizarse por diferentes métodos, unos de laboratorio y otros
de campo. Comparando unos con otros, los métodos de campo son más efectivos, pues se
realizan sin alterar la muestra, aunque, en general, determinar el valor real de la porosidad
media es realmente difícil.
Como consecuencia de ensayos experimentales, Darcy estableció en 1856 una ley, por la cual
se admite que el caudal por unidad de área es proporcional a la pérdida de carga.
donde:
La Ley de Darcy dice que existe una proporcionalidad entre la velocidad de descarga y el
gradiente hidráulico, y que el coeficiente de proporcionalidad es k. Existen distintos métodos
para el cálculo del coeficiente de permeabilidad, unos en el laboratorio y otros en el campo.
Entre los métodos de laboratorio hay varias clases de aparatos que miden la permeabilidad,
pudiéndose agrupar en permeámetros de carga constante y permeámetros de carga variable.
Fórmula de Hazen: Propone una fórmula para calcular la permeabilidad, en la que c es una
constante y d, es el diámetro equivalente, que lo identifica con el valor d 10 de la curva
granulométrica.
Para k en cm/s a 20 ºC y d10 en cm, la constante c toma un valor de 45,8 en arenas arcillosas y
de 142 en arenas puras. Frecuentemente c = 100 (siendo su margen de variabilidad entre 90 y
120).
Fórmula de Van Gase: Es una fórmula experimental propuesta para las arenas.
siendo k0,85, el coeficiente de permeabilidad del material cuya relación de vacíos es igual a 0,85.
El agua precipitada sobre la superficie de la tierra queda detenida, discurre por ella, o bien
penetra hacia el interior (filtración). La infiltración es el proceso por el cual el agua penetra en el
suelo a través de la superficie de la tierra, descendiendo por acción conjunta de las fuerzas
capilares y de la gravedad.
La capacidad de infiltración de un suelo se mide por la máxima cantidad de agua de lluvia que
puede absorber en la unidad de tiempo y en unas condiciones definidas previamente. Esta
capacidad de infiltración va decreciendo con el tiempo a partir de un máximo al comienzo de la
lluvia y después de alguna fluctuación. Horton, relaciona la duración de una lluvia de intensidad
superior a la capacidad de infiltración, en cada momento, mediante la siguiente ecuación:
donde:
Los valores de f0 y fC, deben obtenerse por medidas directas. Cuando la intensidad de la lluvia
es menor que la capacidad de infiltración, se alcanzará una intensidad de infiltración inferior a la
capacidad de infiltración.
El agua para infiltrarse debe penetrar a través de la superficie del terreno y circular a través de
este. Existen dos grupos de factores que influyen en el proceso:
a. Condiciones de superficie:
Compactación natural. Una compactación natural dificulta la infiltración del agua Las gotas
de lluvia chocan contra el suelo dividiendo a las partículas y arrastran los elementos más finos
hacia el interior, tapando poros y grietas e impidiendo penetrar al agua.
Pendiente. Los terrenos de mayor pendiente serán menos propicios a la infiltración del agua
debido a que el agua permanecerá menos tiempo sobre ellos.
Facturación del terreno. Los terrenos muy fracturados favorecen el paso del agua.
Textura del terreno. Cuanto mayor sea la cantidad de finos, mayor será la oposición al
paso del agua, debido a que los finos tienden a ir al interior y taponar los poros y grietas.
Tamaño de los poros. Los poros grandes por una parte reducen la tensión capilar, pero por
otra favorecen la entrada directa de agua.
Calor específico del terreno. Que influirá en la viscosidad del fluido que se infiltra.
Aire que llena los poros libres del suelo: Al ocupar el agua infiltrada el espacio de, los
poros transcurre un cierto tiempo hasta que se desaloje el aire, lo que ha que la intensidad
de la infiltración disminuya.
c. Condiciones ambientales:
Humedad del suelo. Cuando el suelo está seco la intensidad de infiltración aumenta debido
a que se crea una fuerte capilaridad al humedecerse las capas superiores.
Temperatura del suelo. Si ésta es baja se forma una capilaridad que es prácticamente
impermeable.
B. Factores que definen las características del fluido (agua) que se infiltra
Es corriente utilizar como unidad el mm/hora o mm/día (1 mm equivale a 10 m’/ha). Como todos
los factores que afectan a la infiltración tienen un carácter local, los métodos para determinar la
capacidad de infiltración tienen un valor relativo. Entre los métodos utilizados se pueden citar:
Dentro de los infiltró metros de tipo inundador destaca el modelo del cilindro excavado. Zona de
infiltración de agua en el Túnel de Somport. el suelo, que consiste en excavar en el suelo un
hoyo cilíndrico de radio R y llenarlo de agua hasta una altura h. La superficie S a través de la
cual se filtra el agua es:
Para un tiempo dt, suficientemente pequeño para que pueda suponerse constante la capacidad
de infiltración f, simplificando y separando variables e integrando resulta:
Para determinar f basta medir pares de valores (h 1, t1) y (h2, t2), de forma que t2 y t1 no difieran
demasiado.
La estrecha relación entre la escorrentía superficial y la infiltración viene medida por el índice de
infiltración, que consiste en un valor medio estimado de la intensidad de infiltraci6n.
donde:
Para calcular los caudales de aguas infiltra-das en el interior de los túneles, se puede recurrir a
diferentes métodos, entre los que destacan el de Hvorslev (British Standards 5930 de 1981), el
desarrollado por Goodman y otros colaboradores (Bull. A. Eng. Gel. Vol. 2, Nº 1 de 1965), y el
método de Heuer (RETC, 1995).
Se divide el túnel en tramos, por ejemplo de 200 m, considerándolo como un pozo drenante
(túnel sin revestir), y se calcula el flujo para un momento dado en cada tramo de dicha longitud.
El método de Goodman calcula el caudal por unidad de longitud del túnel, según se va
excavando. Tiene en cuenta el efecto que produce el drenaje del túnel y considera cargas
constantes o variables a lo largo del túnel, así como de una constante de permeabilidad k.
El caudal de agua que se filtra al túnel viene dado por la siguiente expresión:
donde:
Para calcular la relación de penetración del túnel en el acuífero (RP) se emplea la siguiente
relación:
donde:
En la Fig. 3 se representan los flujos de agua en un túnel en granito para casos de carga
constante y carga variable, en funci6tf de la longitud de la obra, suponiendo: excavación
instantánea por tramos de 200 m diámetro del túnel de 10 m, anchura con cada 10 y 20 días,
altura piezométrica media en el peor de los casos 195 m y una permeabilidad de 1,5x10 -10 m/s.
Figura 3. Ejemplo de caudales de filtración en el interior de un túnel
Singulares. Son fuentes puntuales de gran flujo de agua y cuya presencia no es muy corriente.
Distribuidas. Son más comunes y se ex-tienden a través del macizo rocoso como sistemas de
juntas, planos de estratificación.
En el cálculo de q, hay que considerar dos situaciones de flujo, Fig. 4; primero un flujo debido a
la recarga vertical que se genera en un acuífero permeable, y segundo, en el caso de un flujo
radial en toda la longitud del túnel suponiendo que penetra en un acuífero bien confinado.
Los valores de permeabilidad k del macizo rocoso pueden variar ampliamente, desde menos de
10-6 cm/s en roca intacta, a 10-2 cm/s en roca muy fracturada. De este modo el problema de
calcular el flujo de agua es la de determinar primero la permeabilidad del macizo rocoso.
Para calcular la permeabilidad, los métodos más exactos son los de bombeo; estos métodos
tienen el inconveniente de ser caros y difíciles de realizar.
El método más común es un ensayo de agua a presión con doble obturador realizado en un
sondeo; tiene la ventaja de ser relativamente económico, mientras que los inconvenientes
radican en que la permeabilidad calculada es una permeabilidad ficticia o equivalente.
La permeabilidad del macizo rocoso es a menudo más alta en la dirección horizontal que en la
vertical. Estos ensayos, cuando sé realizan en sondeos verticales, sufren una gran influencia
debido a la permeabilidad horizontal, por lo tanto en la interpretaci6n de datos se puede
determinar que el valor de la permeabilidad horizontal representa la media de la permeabilidad
del macizo.
Como el macizo rocoso real es bastante variable, los valores altos de permeabilidad,
equivalente medidos en el sondeo no se extenderán de manera continua en toda la longitud del
túnel. Así, los flujos más altos se producirán cuando el túnel encuentre áreas, del macizo rocoso
con alta permeabilidad, aunque dichas zonas sean reducidas, y de este modo zonas con altos
valores de permeabilidad se mezclan con otras de menor permeabilidad. De este modo el flujo
de agua tiende generalmente a ser significativamente menor del que pudiera predecirse
introduciendo la permeabilidad equivalente determinada mediante este tipo de ensayos en las
ecuaciones anteriores.
Para el cálculo del flujo en régimen estacionario a lo largo del túnel se procederá como se
describe a continuación. Se calcula la escala de permeabilidad efectiva a lo largo de la longitud
del túnel, para cada intervalo de valores de k e y apoyándose en la Fig. 5 se obtienen los valores
de Fh y los porcentajes de los ensayos de permeabilidad equivalente que resultan de los
diferentes rangos de permeabilidad a lo largo del túnel. Este porcentaje se multiplica por la
longitud del túnel, y de este modo se tiene una idea de la probabilidad de encontrar, en ese
intervalo de longitud, una roca con una permeabilidad dada para cada intervalo de k e.
INTERPRETACION GEOLÓGICA
A continuación se calculará qs/H (l/min/m/m) ; para este cálculo se utiliza la Fig. 6 que relaciona
el flujo en régimen permanente con la permeabilidad equivalente k e. Con estos datos de ke y
donde se corta con las rectas de los casos limites de estado (recarga vertical o flujo radial) y del
espesor de roca, se obtiene q s / H para cada intervalo de ke. Al conocer la longitud H se
determina qs.
Figura 6. Relación entre flujo en régimen permanente y permeabilidad equivalente.
Para calcular el flujo total Qs para cada intervalo de permeabilidad se multiplica la longitud de
túnel que corresponde a cada intervalo por la intensidad de flujo q s. La suma de todos los Qs
da el flujo total en régimen estacionario en el interior del túnel.
Para el cálculo del flujo en el frente de avance se procede de la misma manera anterior, hasta el
cálculo de la intensidad de flujo qs, para cada intervalo de permeabilidades. Así:
Además de los procedimientos descritos‘ anteriormente existen otros métodos de cálculo para
estimar el flujo de agua hacia los túneles. Estos métodos se resumen en la Tabla 1.
Generalmente, hay una primera etapa, que consiste en captar las filtraciones singulares
permanentes y encauzarlas por medio de tubos u otro tipo de conductos que las lleven al
colector general. Cuando la dispersión de puntos con caudales sensibles es grande, cabe hacer
un tratamiento del terreno con inyecciones o recurrir a la impermeabilización total del túnel con
láminas impermeables.
El agua infiltrada en el interior del túnel debe ser conducida a los colectores del drenaje
longitudinal para su evacuación por grave-dad al exterior. Cuando el volumen de agua a
evacuar es importante, y sobre todo en túneles situados a gran profundidad, es conveniente
instalar un sistema de bombeo en la red de drenaje.
En la mayoría de los casos esto es suficiente y sólo en los tramos en fallas o simple-mente en
aquellos en que se han producido desprendimientos importantes deben tratarse especialmente
tanto para su consolidación como para su impermeabilización. En túneles superficiales en que
estos accidentes se hayan reflejado al exterior, deben hacerse obras exteriores de
regularización del terreno y drenaje, para evitar que, en caso de fuertes lluvias, se produzcan
filtraciones importantes en el túnel.
Los sistemas tradicionales de impermeabilizaci6n alcanzan costes muy altos por m‘, sobre todo
cuando existen fuertes filtraciones de agua en la fase de ejecuci6n, bajas temperaturas,
paramentos muy irregulares producidos por voladuras o la impermeabilizaci6n se realiza
después de finalizar la obra.
Una buena impermeabilizaci6n es una necesidad para la explotaci6n y también una importante
precaución para proteger el revestimiento.
En cuanto a las previsibles infiltraciones de agua a través del macizo, la impermeabilizaci6n del
túnel se hace colocando laminas impermeables entre el terreno y el revestimiento, y recogiendo
las filtraciones en tubos perforados longitudinales al túnel, situados a ambos lados, al final de
los faldones de las láminas. Las filtraciones se conducen desde éstos a un colector general o
principal por medio de otros tubos transversales o conexiones distantes entre si de 5 m a 10 m.
El sistema de drenaje longitudinal conduce las aguas al exterior del túnel; listas generalmente
provienen de:
El drenaje longitudinal se puede realizar mediante una o dos cunetas laterales, Fig. 10, o
utilizando tubos de PVC perforados, de 0,25 a 0,50 m de diámetro, colocados bajo el arcén o la
calzada, Fig. 11.
Terreno duro
En este caso se emplean procedimientos de excavaci6n en grandes secciones y dado que por
la naturaleza del terreno el túnel es estable (al menos por un cierto tiempo), no es necesario un
sostenimiento previo, aunque a veces se coloca para dar mayor seguridad. En estos casos no
hace falta la utilizaci6n de revestimientos que soporten el terreno y restablezcan el equilibrio;
basta con eliminar las irregularidades y rellenar fisuras mediante hormigón proyectado y aplicar
después la impermeabilizaci6n sobre esta superficie ondulada y rugosa.
En este tipo de terrenos no se puede construir el túnel a secci6n completa; es preciso realizarlo
por etapas sucesivas dando lugar a varios tipos de avance, como: método austriaco, belga,
inglés u otros, siendo necesario realizar un sostenimiento previo mediante cerchas, bulones,
hormig6n proyecta-do u otros, en cada fase de ejecuci6n o avance para garantizar la seguridad
del túnel. La impermeabilizaci6n se colocará entre los sistemas de soporte y el revestimiento
estructural definitivo.
El túnel tiene que estar construido en el espacio creado por el escudo y, por lo tanto, la
construcción del soporte debe efectuarse de forma inmediata para soportar y conservar el
espacio creado.
Existen dos tipos de impermeabilización para este tipo de terreno: el primero consiste en un
sellado de juntas entre dovelas, y el segundo es una impermeabilizaci6n de las superficies de
dichas dovelas (en el caso de dovelas reticulares o metálicas es necesario alisar y limpiar la
superficie a impermeabilizar).
Una vez definidos los diferentes procedimientos de impermeabilización en funci6n del empuje
del terreno, es necesario realizar una correcta elecci6n del material de impermeabilización. Para
revestimientos rígidos sólo se necesitan materiales de flexibilidad muy baja. Sin embargo, en el
caso de revestimientos flexibles únicamente se pueden utilizar materiales con un alto grado de
elasticidad.
En general, es más econ6mico y sencillo no desplazar el agua, sino captarla y dirigirla mediante
las cunetas a la red de desagüe del túnel.
Según esta división existe una dosificación de las medidas a tomar en cuanto a las técnicas de
impermeabilización:
Antes de iniciar la construcción del túnel se debe investigar la composición química del suelo y
de las aguas subterráneas, siendo a veces necesario durante la construcción rebajar el nivel
freático. Sólo en ese momento es posible elegir los materiales de construcción e
impermeabilización para usarlos de manera óptima.
TABLA 3. Limites perjudiciales de las sustancias disuelta en aguas subterráneas.
Túneles de ferrocarril. Fuera de las ciudades no tienen que ser completamente estancos, ya
que la humedad capilar de las pare-des o de pequeñas filtraciones no influyen en el tráñeo de
los trenes. Pero es necesario señalar la necesidad de tener cuidado ante la posibilidad de
formaci6n de hielo, el deterioro del revestimiento y los daños en el sistema eléctrico. Por lo
tanto, es aconsejable un drenaje exterior (impermeabilización primaria, intermedia y principal).
Túneles de carretera. Requieren un grado de impermeabilizaci6n más alto que los túneles de
ferrocarriles. En determinados casos se pueden admitir humedades capilares. Como
generalmente tienen revestimiento interior, es fácil prever un sistema de impermeabilizaci6n
generalizado (impermeabilización primaria, intermedia y principal).
Túneles canal (Hidráulicos). Tienen que ser completamente impermeables, sobre todo en
cajeros, soleras y bóvedas, para evitar la condensación y altos grados de humedad que
pudiesen arruinar equipos de control (impermeabilización primaria y posterior).
EI concepto de túnel seco cambia según los países, tal es así que para considerar a un túnel
como impermeable, independiente-mente del revestimiento o del sistema de
impermeabilización, se manejan diversos valores de filtración.
En el caso de túneles excavados en roca resulta difícil y costoso obtener un interior seco, sobre
todo por los trabajos de impermeabilizaci6n que requieren. Por ejemplo, si un túnel es
impermeabilizado con láminas plásticas debe ser completamente impermeable, y transcurridos
los dos años de su colocación, una vez evaporada la humedad propia, el revestimiento debe
estar completamente seco. Si aparecen filtraciones de agua y agrietamientos se debe a una
mala aplicaci6n, a un mal diseño o a una inapropiada selecci6n del material a emplear en la
impermeabilización. Los mismos requisitos se necesitan para la impermeabilización rígida
mediante morteros hidrófugos, siendo el riesgo mayor en ésta ultima.
TABLA 4. Niveles de filtración de agua admitida en túneles.
Toda impermeabilizaci6n est0 compuesta de varias fases y la elección del conjunto de ellas es
lo que define un sistema.
Teniendo en cuenta la influencia de los diversos factores, los requisitos y los tipos de soportes
en los trabajos de impermeabilizaci6n de túneles, así como el volumen de filtraciones existentes
y el tipo de revestimiento previsto, la impermeabilizaci6n puede comprender desde una hasta
cuatro fases:
Son los trabajos provisionales de tapona-miento o recogida y conducci6n de las aguas para
permitir la ejecución posterior de las impermeabilizaciones intermedia y principal.
El método Oberhasli manual es el más utilizado, aunque requiere mano de obra especializada;
el procedimiento consiste en:
Limpieza con agua a presión del soporte, para eliminar los restos adheridos a las
paredes del túnel.
Realización de los drenes mediante pasta : de cemento y media caña, tubería o,
manguera del diámetro apropiado para evacuar los caudales de agua existentes.
La densidad del drenaje puede ser baja, media o alta, dependiendo de la distancia del
dren principal (es aconsejable realizar el tratamiento sistemático en toda la longitud
del túnel con filtraciones).
Esta impermeabilización debe protegerse . inmediatamente en la fase siguiente con
gunitas (impermeabilizaci6n intermedia) para evitar el deterioro de los drenajes al
utilizar acelerantes de fraguado.
También se tendrán en cuenta las conexiones a los drenes longitudinales de túnel para
recoger el agua y dirigirla a las cunetas del túnel.
Figura 17. Diseño de los drenes para captar el aguas infiltrada en un túnel.
Revocado o gunitado.
Revestimiento con resinas de poliéster. Revoque bituminoso (sólo exteriores o a cielo
abierto).
Revestimiento con resinas. Revestimiento con morteros predosificados.
Revestimiento con bandas o láminas plásticas (impermeables).
Sellado de juntas de dovelas prefabricadas.
Figura 18. Captación del agua y su conducción a las cunetas, y tipos de medias cañas (método
Oberhasli).
Estos revestimientos se aplican sobre todo en el perímetro del túnel o parte de la bóveda. La
elección del tipo de revestimiento está en funci6n de la naturaleza del terreno, del caudal de
agua y del tipo de hormigón estructural.
Cuando se trata de colocar la impermeabilización principal sin revestimiento de hormigón
encofrado, primero hay que preparar un soporte con hormigón proyectado para el
sostenimiento, o colocar una impermeabilización intermedia de protección de los drenajes, a
continuación se colocará la impermeabilización principal.
Para impermeabilizar un túnel, además de cumplir con los requisitos básicos, es necesario
preparar un soporte donde vaya fijado el sistema de impermeabilización; este soporte debe
cumplir las siguientes condiciones:
Debe ser resistente, libre de partículas, sin huecos ni fisuras, sin crestas o salientes,
pues la impermeabilización debe estar libre de estas irregularidades.
Si el soporte tiene un elevado grado de rugosidad (aristas, esquinas, etc.) y constituye
un peligro para la impermeabilización es aconsejable redondearlas.
B. Colocación en sandwich
En las obras cuya fase final. tenga previsto un revestimiento de hormigón en masa o armado
puede hacerse una impermeabilización en la que la lámina se encuentre entré la roca o gunita y
el revestimiento definitivo. Al quedar la lámina entre dos bóvedas, no permite que el agua filtre
hasta la bóveda exterior de hormigón encofrado, evitando su deterioro.
Los pasos que se dan para colocar las láminas impermeables son:
Colocación de una capa drenante sobre el soporte excavado una vez regularizado, mediante
geotextil de gramajes comprendidos entre 250 y 600 g/m 2 (según Granulometría del hormigón
proyectado de soporte), sujetos mediante arandelas o botones especiales de PVC.
Fijar la lámina a la bóveda mediante los tacos elegidos; éstos se aplicarán cada 25 a 35 cm
(densidad 6 tacos/m2) y en función al soporte. EI borde superior de la lámina quedará
desplazado, de unos 20 a 30 cm del centro de la bóveda con un doble objeto:
a. Presentar una superficie lisa, sin canalizaciones ni uniones en la líneas de división de aguas.
b. Mejorar el aspecto estético para que, al solapar la banda que proviene del otro lado de la
bóveda, cubra los puntos de anclaje y sólo aparezca una unión rectilínea en el centro de la
clave.
Se empezara fijando al igual que la 1ª lámina el borde superior a la clave, desplazada unos 20
o 30 cm y conservando el paralelismo con la lámina anterior.
Fijando el borde superior se procederá a fijar el borde contrario a la lámina, siguiendo las
mismas pautas indicadas anteriormente, asegurando que el solape a soldar posteriormente
será de unos 12 cm y cubriendo la cabeza de los tacos.
Fijada esta lámina por los bordes superior y contrario a la lámina anterior, se procederá a
efectuar la soldadura del solape con la primera lámina.
Como las láminas son homogéneas, se utiliza la técnica de soldadura termoplástico, mediante
aparatos de simple o doble soldadura con canal central para control, Fig. 22. Durante la
soldadura del solape se tendrá en cuenta:
a. Solapar siempre un mínimo de 12 cm para asegurar que quede soldado en toda la anchura
de la banda.
b. Cubrir la cabeza de los tacos en su totalidad.
c. Soldar una boquilla plana.
d. Evitar arrugas en la lámina impermeable o geomembrana.
Control de cada una de las soldaduras, mediante ensayo con aire comprimido a 203 kPa de
presi6n durante 5 minutos, permitiéndose durante el ensayo una pérdida del 20 % debido a la
flexibilidad de la membrana, Fig. 23.
Las imágenes de la Fig. 24 corresponden a: secci6n transversal del túnel (A), colocaci6n de las
láminas (B), soldadura (C), solape entre láminas (D) y sellado de las láminas y los elementos
del paramento que se impermeabiliza (E).
Figura 23. Sistema de control de la soldadura de láminas y tipos de soldadura con solapes.
La fijación de las láminas pueden ser por adhesión directa o por fijación con arandelas, tal como
se ve en la Fig. 25.
El sistema de impermeabilización debe ir avanzando con la construcción del túnel, y debe estar
en función del sistema de excavación y el revestimiento elegido, ya que, los costes de
impermeabilización de un túnel ya ejecutado son siempre superiores al coste de
impermeabilización de un túnel en ejecución.
Por último, indicar que las geomembranas por su versatilidad y ligereza, y apoyado por equipos
mecánicos y humanos de gran especialización, permiten abordar problemas de
impermeabilizaci6n que no son posibles con otros sistemas tradicionales, tales como:
A. Impermeabilidad
Para tener una idea del alto grado de impermeabilidad de las membranas, su coeficiente k
oscila entre los valores 10-13 y 1014 m/s; comparándolo con el de la arcilla, ésta necesitaría una
capa de potencia de 10 m para, sustituir a una lámina de PVC de 1 mm de espesor.
B. Aislamiento térmico
C. Barrera de vapor
Debido a su bajo grado de difusión de vapor de, agua, aporta una excelente barrera de vapor.
Las láminas poseen la propiedad de combustionar ante la presencia de fuego sin crear llama,
por lo que al cesar la presencia de ésta, también cesan en su combustión. Tal propiedad
confiere a las membranas un coeficiente de seguridad muy alto.
Por lo general, estas láminas tienen clasificación M-1 o M-3, según la norma UNE 23727-81,
son autoextinguibles y sus humos no son tóxicos en su ignición. La velocidad de propagación
de la llama en una lámina es de 0 m/min.
E. Inalterabilidad y durabilidad
La lámina resiste a los ataques de aguas con cargas minerales disueltas, al contacto con
materiales de construcción, a disolventes químicos a temperaturas normales y a salidas de
humos. Por otra parte, no es atacada por microorganismos, roedores o pájaros.
Son resistentes a muchos agentes químicos, aunque, sin embargo, las membranas de PVC
pueden reaccionar en contacto con posibles efluentes químicos del liquido a contener, o de los
materiales del soporte (tierras, arcillas, hormigón, etc.).
Por tanto, es necesario realizar siempre un estudio previo de los soportes y de sus
constituyentes para elegir la membrana que convenga, y así eludir su posible degradación por
causa de un entorno agresivo.
La lámina puede ser instalada con gran sencillez, debido tanto a su adaptabilidad como a su
facilidad de soldadura. Por su elasticidad puede ser manipulada y colocada a temperatura
inferior a 0 ºC.
Si por cualquier causa accidental se produce una perforación en la lámina, puede reparar-se
fácilmente mediante la colocación de parches del mismo material, aplicándoles el mismo
sistema empleado para unir las láminas.
H. Duración
Los esfuerzos que deben soportar las láminas son de tipo mecánico (est4tico y dinámico) y
térmico. Desde el momento en que se colocan, se ven solicitadas dinámicamente, y en el
transcurso de sus vidas se verán afectadas por los siguientes efectos:
a. Tracción. Sin perder la elasticidad que le confiere su especial estructura celular, las láminas
presentan unas resistencias al desgano superiores a 15 MPa en cabeza de anclaje, pueden ser
utilizadas en lámina vista aun cuando existan fuertes turbuenlencias por efectos de
ventiladores, tráfico pesado, paso de trenes y otros.
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