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CAPÍTULO 1 6

DESAGÜE E IMPERMEABILIZACIÓN DE TÚNELES

1. INTRODUCCIÓN

La presencia de agua en los túneles u obras subterráneas, como humedades o filtraciones en


general, incide negativamente tanto en las fases de construcción como durante la vida de la
obra, por lo que se hace necesario disponer una red de drenaje efectiva, así como de sistemas
de impermeabilización fiables, seguros y de larga duración.

Según sean las características del terreno y de las filtraciones, pueden aparecer vías de agua
en la bóveda, en la solera o en las paredes del túnel. Estas filtraciones en las obras
subterráneas causan daños en las instalaciones y en los costosos equipos de control, en el
suelo y capa de rodadura, y en las paredes y revestimientos de hormigón, lo que provoca un
alto coste de mantenimiento posterior.

Actualmente, una vez terminada la excavación y el sostenimiento del túnel se procede a colocar
la impermeabilización, y a construir el drenaje, el revestimiento definitivo y el firme de la
calzada. Con la impermeabilización se evita el ingreso de agua al interior del túnel y mediante el
drenaje la evacuación de las filtraciones que pudieran producirse.

En este capítulo, tras una revisión de algunos conceptos básicos de hidrogeología y de diversos
métodos de estimación de caudales de filtración, se estudian las técnicas actuales de
impermeabilización y materiales empleados.

2. CONCEPTOS DE HIDROGEOLOGIA

La hidrogeología de una zona se encuentra determinada por los siguientes factores:


En primer lugar está condicionada por las características geológicas del área. El
comportamiento de las distintas litologías con respecto al agua es muy diferente en cuanto a la
capacidad de almacenarla y transmitirla. La geología estructural determina la existencia de
fallas, contactos discordantes o concordantes, estructuras sinclinales o anticlinales,
cabalgamientos, bloques hundidos, etc.

La climatología, al constituir la principal fuente de agua, condiciona la recarga de los acuíferos.


Los regímenes de pluviosidad, las heladas, la evapotranspiración etc., son factores importantes
en la de-terminación de las características del funcionamiento de la hidrológica superficial y
subterránea.

La geomorfología, en estrecha relación con los dos factores anteriores, condiciona, a su vez, el
comportamiento hidrogeológico de un área. Cuando la escorrentía superficial se da con
velocidades altas, la posibilidad de infiltración disminuye. Por ello, en un área de fuertes
pendientes, ortográficamente complicada, con una cuenca hidrográfica de configuración
intrincada y poco jerarquizada, las recargas de acuíferos serán pequeñas frente a la escorrentía
superficial.

2.1. Procedencia de las aguas subterráneas

EI origen del agua que se encuentra en el subsuelo puede ser de los siguientes tres tipos:
La fuente principal de alimentación del agua al subsuelo son las aguas meteóricas, procedentes
de las precipitaciones atmosféricas.

Las aguas metamórficas son aquellas que se forman en los procesos fisicoquímicos de
metamorfización de las rocas en profundidad.

Las aguas juveniles son las que se forman en los procesos de diferenciación magmática en el
ascenso de las rocas ígneas hacia la superficie de la tierra.

Los depósitos de agua subterránea están controlados por los procesos de recarga y descarga.
La recarga se produce mayoritariamente por la infiltración del agua de lluvia en materiales
permeables. La descarga se da por evaporación y transpiración de las plantas y drenaje por
manantiales o cursos de agua. Otra posibilidad de drenaje es la constituida por obras artificiales
como pozos o sondeos, o como pueden llegar a convertirse en general las estructuras
subterráneas artificiales, como los túneles o las labores mineras.

2.2. Mecanismos de almacenamiento del agua

Dentro de las formaciones rocosas subterráneas el agua puede estar contenida de diferentes
formas:

Agua libre. Es la que se encuentra en cavernas, pudiendo constituir corrientes fluyentes con
una superficie libre.

Agua de retención. Se encuentra en materiales granulares quedando retenida por fuerzas de


tipo polar, pudiendo ser de tipo higroscópico o superficial.

Agua capilar. Está retenida entre los granos por encima del nivel piezométrico por fuerzas de
capilaridad.

Agua de gravedad. Rellena los poros del material, sus fisuras e intersticios y tiene capacidad de
circular.

Agua de constitución. Forma parte de la estructura química de los materiales constituyentes de


las formaciones geológicas.

2.3. Movimiento del agua del subsuela

El agua de escorrentía de origen meteórico se infiltra en los terrenos que atraviesa, en la mayor
cuantía cuanto mayor sea la permeabilidad de éstos. Una vez que penetra en e terreno se
forman dos zonas en sentido vertical, la zona de aireación y la de saturación. En la zona de
aireación el agua y; percolando hacia abajo y va rellenando lo, huecos en los que coexiste con
aire. En si descenso, llega a la zona de saturación, a li que alimenta, y en la que el agua rellena;
todos los poros del material. El limite superior de esta zona es una superficie de equilibrio en la
cual la presión del agua es igual a la presión atmosférica si se trata de un acuífero libre. Si se
trata de un acuífero confinado, la presión en el limite superior de la zona de saturación será
superior a la atmosférica, y estará determinada por el contacto con la formación impermeable
suprayacente.
Mientras que en las zonas de aireación el agua fluye en sentido vertical, en la zona dé
saturación el movimiento tiende a ser horizontal, estando controlado por el potencia1 hidráulico
y por las características de los intersticios: si éstos son grandes o pequeños (influencia de los
factores peliculares y de fricción), si están interconectados entre si o si hay zonas preferentes
de circulación como fracturas o contactos entre capas, Fig. 1.

Figura 1. Situación de los niveles freáticos durante la ejecución de un túnel.

2.4. Tipos de acuíferos

Las formaciones geológicas se clasifican en función de su capacidad de almacenar y transmitir


el agua en los siguientes tipos:

Acuíferos: es la formación que posee la facultad de absorber, contener y transmitir agua, como
pueden ser las arenas y las gravas.

Acuitardo: puede absorber y contener agua, pero la transmite muy lentamente. Un ejemplo
serian las arcillas arenosas o limosas.

Acuicludo: es aquella formación capaz de contener agua pero sin poder transmitirla, como las
arcillas.

Acuífugo: son formaciones que no pueden contener, absorber, ni transmitir el agua. Un ejemplo
de este caso lo constituye un macizo granítico sin fisurar.

2.5. Litología de los acuíferos

En general, los materiales que constituyen los acuíferos son, a grandes rasgos, de tres tipos
principales:

- Materiales sueltos no consolidados, que pueden tener su origen en génesis diversas: fluvial,
eólica, deltaica, etc. Rocas sedimentarias consolidadas, que han sufrido importantes procesos
de disolución que han dado lugar a la formación de vías de circulación de agua. Éste es el caso
de los carts en calizas y yesos. Materiales ígneos y metamórficos fisurados, que, si bien no
tienen una gran capacidad de almacenamiento, si poseen una gran permeabilidad.
2.6. Parámetros hidrogeológicos de interés

a) Porosidad

La porosidad total viene dada por la relación entre el volumen de huecos y el volumen total del
material. El índice de poros está directamente relacionado con el anterior, y es la relación entre
el volumen de poros y el de partículas sólidas. Estos dos parámetros dan una idea de la
capacidad que tiene la formación para almacenar el agua.

La porosidad eficaz es la relación entre el volumen de poros conectados entre si y el volumen


total. Ya que para que se dé movimiento del agua es necesario que los poros que ocupa estén
conectados entre si, la porosidad eficaz está relacionada con la permeabilidad del material.

En otro orden de cosas, se define la porosidad intergranular primaria como aquélla debida a la
petrogénesis de la formación geológica, frente a la porosidad formada por fenómenos de
fracturación o disolución, posteriores a la formación de la roca.

b) Permeabilidad o conductividad hidráulica

Se define como la propiedad del material que permite la filtración y circulación del agua a través
de poros conectados entre si.

c) Gradiente hidráulico

Es la diferencia de carga hidráulica entre dos puntos de la zona saturada de un acuífero en


relación con la distancia que los separa. Estas diferencias de presión son las causantes del
movimiento del agua en el subsuelo saturado.

d) Transmisividad

Este parámetro cuantifica la capacidad que tiene un acuífero para ceder agua. Una formación
saturada muy permeable pero de muy poco espesor puede ser muy poco transmisiva.

2.7. Cálculo de la porosidad y la permeabilidad

La porosidad m se define como la relación entre el volumen de poros VP y el volumen de


terreno natural V, mientras que el volumen de material compactado Vm es la diferencia de las
anteriores, entendiéndose como volumen de poros aquella parte del volumen total no ocupada
por la materia sólida (porosidad total):

Si el terreno no está saturado, el volumen de agua Va, es menor que el volumen de poros VP por
lo tanto el grado de saturación viene dado por la relación Va / VP, y tiene un valor de 1 en
terreno saturado y de 0 en terreno seco.
En el caso de túneles en suelos el movimiento de las aguas subterráneas se realiza a través de
los poros interconectados y a veces por los poros semicerrados. Teniendo en cuenta el volumen
de esos poros Ve, respecto al volumen total del terreno natural V se determina la porosidad
eficaz me que normalmente se entiende por permeabilidad:

Conociendo la disposición de los granos en el tipo de empaquetamiento (romboédrico,


ortorrómbico, cúbico y otros) se puede determinar la mayor o menor porosidad y permeabilidad
de un material. De igual forma influyen sobre la porosidad la Granulometría y la textura. En la
Fig. 2 se observa la representación esquemática de diferentes tipos de terrenos:

A = Granulometría homogénea y gran porosidad


B = Granulometría homogénea cuya porosidad ha disminuido por cementación
de los espacios intersticiales
C = Granulometría heterogénea y escasa porosidad
D = Granulometría homogénea formado por elementos porosos (porosidad muy
elevada).
E =Porosidad por disolución
F = Porosidad por fisuración.

La medida de la porosidad puede realizarse por diferentes métodos, unos de laboratorio y otros
de campo. Comparando unos con otros, los métodos de campo son más efectivos, pues se
realizan sin alterar la muestra, aunque, en general, determinar el valor real de la porosidad
media es realmente difícil.

Figura 2. Tipos de empaquetamiento y diferentes texturas de terrenos.


Los métodos más importantes para determinar la porosidad eficaz en el campo, son:

 Métodos de bombeo y de descarga


 Métodos de trazadores.
 Métodos de balance.
 Métodos de saturación y drenado.
 Métodos de observación del descenso del nivel freático.

Entre los métodos de laboratorio se encuentran:

 Métodos de saturación y drenado de muestras.


 Métodos de correlación granulométrica. Métodos de tensión de medio no satura-do.
 Métodos de drenado por centrifugación. Métodos de saturación.
 Métodos de inyección de mercurio. Métodos de expansión de gas.

La permeabilidad es un concepto relativo, pues un material se considera permeable cuando


está situado entre otros menos' permeables que él, así puede decirse que” todos los terrenos,
desde arcillas hasta gravas, son más o menos permeables con la. única diferencia de la
magnitud e intensidad.

La determinación de la permeabilidad es un problema delicado, ya que influyen mucho las


pequeñas variaciones de granulometría y composición. Los métodos más idóneos para
calcularla son los de campo (bombeo descenso piezométrico y trazadores). La velocidad de
circulación real depende de la amplitud de los huecos y de la dirección de los vacios continuos
por los que puede circular el agua. Esto es característico de cada tipo de suelo, y por
consiguiente lo que hace que el grado de permeabilidad sea mayor o menor en cada material.

Como consecuencia de ensayos experimentales, Darcy estableció en 1856 una ley, por la cual
se admite que el caudal por unidad de área es proporcional a la pérdida de carga.

donde:

V = Velocidad de descarga (cantidad de agua que circula en la unidad de tiempo a través de la


unidad de superficie perpendicular a las líneas de corriente).
K = Coeficiente de permeabilidad.
i = dh/dl = Gradiente hidráulico.

La Ley de Darcy dice que existe una proporcionalidad entre la velocidad de descarga y el
gradiente hidráulico, y que el coeficiente de proporcionalidad es k. Existen distintos métodos
para el cálculo del coeficiente de permeabilidad, unos en el laboratorio y otros en el campo.

Entre los métodos de laboratorio hay varias clases de aparatos que miden la permeabilidad,
pudiéndose agrupar en permeámetros de carga constante y permeámetros de carga variable.

El fundamento de ambos es el mismo, y consiste en establecer una diferencia de carga que


permita la circulación del agua a través de la muestra.
Los otros métodos de laboratorio son con edómetro y por cálculo, mediante fórmulas que
permiten el cálculo del coeficiente de permeabilidad en funci6n de los datos que proporciona el
análisis granulométrico.

Fórmula de Hazen: Propone una fórmula para calcular la permeabilidad, en la que c es una
constante y d, es el diámetro equivalente, que lo identifica con el valor d 10 de la curva
granulométrica.

Para k en cm/s a 20 ºC y d10 en cm, la constante c toma un valor de 45,8 en arenas arcillosas y
de 142 en arenas puras. Frecuentemente c = 100 (siendo su margen de variabilidad entre 90 y
120).

Otros autores sugieren calcular el valor de c mediante la siguiente expresión:

Fórmula de Van Gase: Es una fórmula experimental propuesta para las arenas.

Fórmula de Casagrande: Es la más simple de todas.

siendo k0,85, el coeficiente de permeabilidad del material cuya relación de vacíos es igual a 0,85.

Kozeny, Fair y Hatch: Calculan la permeabilidad considerando la porosidad m y la dificultad


que tiene el agua al circular por terrenos de pequeños granos e introducen el concepto de
superficie especifica de poros (S/V)
2
V  m3
K 0  c.   .
 S   1  m
2

3. INFILTRAGIÓN DE AGUA EN LOS TÚNELES

El agua precipitada sobre la superficie de la tierra queda detenida, discurre por ella, o bien
penetra hacia el interior (filtración). La infiltración es el proceso por el cual el agua penetra en el
suelo a través de la superficie de la tierra, descendiendo por acción conjunta de las fuerzas
capilares y de la gravedad.

La capacidad de infiltración de un suelo se mide por la máxima cantidad de agua de lluvia que
puede absorber en la unidad de tiempo y en unas condiciones definidas previamente. Esta
capacidad de infiltración va decreciendo con el tiempo a partir de un máximo al comienzo de la
lluvia y después de alguna fluctuación. Horton, relaciona la duración de una lluvia de intensidad
superior a la capacidad de infiltración, en cada momento, mediante la siguiente ecuación:

donde:

f = Capacidad de infiltración en el instante t.


fc = Valor constante de la capacidad de infiltración que se alcanza al cabo de
un cierto tiempo.
fo = Valor máximo de la capacidad de infiltración al comienzo de la lluvia.
Z = Constante positiva que depende del tipo de terreno.
t = Tiempo transcurrido desde el comienzo de la lluvia.

Los valores de f0 y fC, deben obtenerse por medidas directas. Cuando la intensidad de la lluvia
es menor que la capacidad de infiltración, se alcanzará una intensidad de infiltración inferior a la
capacidad de infiltración.

3.1. Factores que afectan a la infiltración

El agua para infiltrarse debe penetrar a través de la superficie del terreno y circular a través de
este. Existen dos grupos de factores que influyen en el proceso:

A. Factores que definen las características del terreno o medio permeable

Entre los factores más importantes se encuentran:

a. Condiciones de superficie:

 Compactación natural. Una compactación natural dificulta la infiltración del agua Las gotas
de lluvia chocan contra el suelo dividiendo a las partículas y arrastran los elementos más finos
hacia el interior, tapando poros y grietas e impidiendo penetrar al agua.

 Vegetación. Un suelo con abundante vegetación facilita la penetración de agua debido


fundamentalmente a que las plan-tas impiden la compactación, y las raíces forman grietas en
el suelo por las que pasa el agua.

 Pendiente. Los terrenos de mayor pendiente serán menos propicios a la infiltración del agua
debido a que el agua permanecerá menos tiempo sobre ellos.

 Facturación del terreno. Los terrenos muy fracturados favorecen el paso del agua.

 Áreas urbanizadas. En áreas urbanas la infiltración es menor debido al asfaltado y


canalización del agua que precipita sobre estas áreas.

b. Características del terreno:

 Textura del terreno. Cuanto mayor sea la cantidad de finos, mayor será la oposición al
paso del agua, debido a que los finos tienden a ir al interior y taponar los poros y grietas.
 Tamaño de los poros. Los poros grandes por una parte reducen la tensión capilar, pero por
otra favorecen la entrada directa de agua.

 Calor específico del terreno. Que influirá en la viscosidad del fluido que se infiltra.

 Aire que llena los poros libres del suelo: Al ocupar el agua infiltrada el espacio de, los
poros transcurre un cierto tiempo hasta que se desaloje el aire, lo que ha que la intensidad
de la infiltración disminuya.

c. Condiciones ambientales:

 Humedad del suelo. Cuando el suelo está seco la intensidad de infiltración aumenta debido
a que se crea una fuerte capilaridad al humedecerse las capas superiores.

 Temperatura del suelo. Si ésta es baja se forma una capilaridad que es prácticamente
impermeable.

B. Factores que definen las características del fluido (agua) que se infiltra

 El espesor de la lámina de agua sobre el terreno favorece la infiltración.

 Si la intensidad de lluvia es menor a la capacidad de infiltración se produce una intensidad


de infiltración proporcional a la intensidad de lluvia.

 La turbidez del agua reduce la permeabilidad, y por consiguiente la intensidad de infiltración.

 El contenido en sales reduce la intensidad de infiltración. La temperatura del agua afecta a


la viscosidad, por esto la intensidad de infiltración es menor en invierno que en verano.

3.2. Métodos para determinar la capacidad de infiltración

Es corriente utilizar como unidad el mm/hora o mm/día (1 mm equivale a 10 m’/ha). Como todos
los factores que afectan a la infiltración tienen un carácter local, los métodos para determinar la
capacidad de infiltración tienen un valor relativo. Entre los métodos utilizados se pueden citar:

A. Infiltrómetros, de tipo inundador y de simulador de lluvia.


B. Análisis de hidrogramas de escorrentía en cuencas pequeñas.
C. Lisimetros.

Dentro de los infiltró metros de tipo inundador destaca el modelo del cilindro excavado. Zona de
infiltración de agua en el Túnel de Somport. el suelo, que consiste en excavar en el suelo un
hoyo cilíndrico de radio R y llenarlo de agua hasta una altura h. La superficie S a través de la
cual se filtra el agua es:
Para un tiempo dt, suficientemente pequeño para que pueda suponerse constante la capacidad
de infiltración f, simplificando y separando variables e integrando resulta:

Para determinar f basta medir pares de valores (h 1, t1) y (h2, t2), de forma que t2 y t1 no difieran
demasiado.

3.3. Volumen de agua infiltrada

La estrecha relación entre la escorrentía superficial y la infiltración viene medida por el índice de
infiltración, que consiste en un valor medio estimado de la intensidad de infiltraci6n.

Determinando la escorrentía superficial para un periodo determinado, mediante el aforo de


todos los cauces que drenan la zona y restando los excedentes de la escorrentía, se obtiene el
volumen de infiltración.

donde:

V = Volumen de escorrentía (m3).


S = Área de la cuenca (ha).
i = intensidad (mm/hora).
t = Tiempo (min).

4. ESTIMACIÓN DE CAUOALES DE AGUA INFILTRADA EN LOS TÚNELES

Para calcular los caudales de aguas infiltra-das en el interior de los túneles, se puede recurrir a
diferentes métodos, entre los que destacan el de Hvorslev (British Standards 5930 de 1981), el
desarrollado por Goodman y otros colaboradores (Bull. A. Eng. Gel. Vol. 2, Nº 1 de 1965), y el
método de Heuer (RETC, 1995).

4.1. Método de Hvorslev

El método de Hvorslev utiliza la formula de la permeabilidad determinada en sondeos,


considerando al túnel como si fuera un sondeo largo y de gran diámetro. Al no tener en cuenta
el efecto drenante del túnel, el método resulta muy conservador.

Se divide el túnel en tramos, por ejemplo de 200 m, considerándolo como un pozo drenante
(túnel sin revestir), y se calcula el flujo para un momento dado en cada tramo de dicha longitud.

4.2. Método de Goodman

El método de Goodman calcula el caudal por unidad de longitud del túnel, según se va
excavando. Tiene en cuenta el efecto que produce el drenaje del túnel y considera cargas
constantes o variables a lo largo del túnel, así como de una constante de permeabilidad k.
El caudal de agua que se filtra al túnel viene dado por la siguiente expresión:

donde:

Q = Caudal por unidad de longitud de túnel


(m3/m (m2)).
k = Constante de permeabilidad (mls).
H = Altura piezométrica (m).
S = Producción especifica (aproximadamente toma el valor de 0,05).
C = Factor de penetración (adimensional).
t = Tiempo (días).

De la expresión para calcular el caudal se despeja t para estimar el tiempo en días:

Para calcular la relación de penetración del túnel en el acuífero (RP) se emplea la siguiente
relación:

donde:

d = Distancia del túnel al acuífero (m).


la = Longitud del acuífero (m).

En la Fig. 3 se representan los flujos de agua en un túnel en granito para casos de carga
constante y carga variable, en funci6tf de la longitud de la obra, suponiendo: excavación
instantánea por tramos de 200 m diámetro del túnel de 10 m, anchura con cada 10 y 20 días,
altura piezométrica media en el peor de los casos 195 m y una permeabilidad de 1,5x10 -10 m/s.
Figura 3. Ejemplo de caudales de filtración en el interior de un túnel

4.3. Método de Heuer

En un gran número de proyectos de túneles, el material del macizo rocoso es relativa-mente


impermeable, y la infiltración intergranular no es una fuente significativa de flujo de agua. La
circulación del agua ocurre normalmente a través de discontinuidades y fracturas del macizo
rocoso. Estos factores suelen agruparse en dos categorías: singulares y distribuidas.

Singulares. Son fuentes puntuales de gran flujo de agua y cuya presencia no es muy corriente.

Distribuidas. Son más comunes y se ex-tienden a través del macizo rocoso como sistemas de
juntas, planos de estratificación.

El flujo de agua discurre normalmente en sistemas de juntas planares, el problema radica en


definir con exactitud un sistema característico de juntas aplanares interconectadas.

En la práctica, en la realización de un túnel, hay que considerar la informaci6n disponible antes


de la construcción y mediante programas de ordenador definir las condiciones del terreno antes
de comenzar la realización del túnel.

Se necesitarán estimar dos condiciones fundamentales, el flujo inicial en el frente qh y el flujo en


régimen permanente a lo largo del túnel qs.

Se puede calcular qs, mediante la siguiente ecuación:

donde F, es una función que depende de las condiciones limite y de expresión:


(para el caso de In recarga vertical)

(para el caso de flujo radial)

Los otros términos de la ecuación son:

K = Permeabilidad del macizo rocoso


H = Altura de agua del acuífero
R0 = Radio de influencia.
Z = Espesor de macizo rocoso situado encima del túnel
L = Radio del túnel

En el cálculo de q, hay que considerar dos situaciones de flujo, Fig. 4; primero un flujo debido a
la recarga vertical que se genera en un acuífero permeable, y segundo, en el caso de un flujo
radial en toda la longitud del túnel suponiendo que penetra en un acuífero bien confinado.

El flujo inicial en el frente q, puede estimarse mediante la siguiente expresión:

donde el factor del flujo en el frente F h, es un numero entre 1 y 5.

Los valores de permeabilidad k del macizo rocoso pueden variar ampliamente, desde menos de
10-6 cm/s en roca intacta, a 10-2 cm/s en roca muy fracturada. De este modo el problema de
calcular el flujo de agua es la de determinar primero la permeabilidad del macizo rocoso.

Para calcular la permeabilidad, los métodos más exactos son los de bombeo; estos métodos
tienen el inconveniente de ser caros y difíciles de realizar.

El método más común es un ensayo de agua a presión con doble obturador realizado en un
sondeo; tiene la ventaja de ser relativamente económico, mientras que los inconvenientes
radican en que la permeabilidad calculada es una permeabilidad ficticia o equivalente.

La permeabilidad del macizo rocoso es a menudo más alta en la dirección horizontal que en la
vertical. Estos ensayos, cuando sé realizan en sondeos verticales, sufren una gran influencia
debido a la permeabilidad horizontal, por lo tanto en la interpretaci6n de datos se puede
determinar que el valor de la permeabilidad horizontal representa la media de la permeabilidad
del macizo.

Como el macizo rocoso real es bastante variable, los valores altos de permeabilidad,
equivalente medidos en el sondeo no se extenderán de manera continua en toda la longitud del
túnel. Así, los flujos más altos se producirán cuando el túnel encuentre áreas, del macizo rocoso
con alta permeabilidad, aunque dichas zonas sean reducidas, y de este modo zonas con altos
valores de permeabilidad se mezclan con otras de menor permeabilidad. De este modo el flujo
de agua tiende generalmente a ser significativamente menor del que pudiera predecirse
introduciendo la permeabilidad equivalente determinada mediante este tipo de ensayos en las
ecuaciones anteriores.

Figura 4. Casos de flujos de agua en un túnel (vertical y radial).

Para el cálculo del flujo en régimen estacionario a lo largo del túnel se procederá como se
describe a continuación. Se calcula la escala de permeabilidad efectiva a lo largo de la longitud
del túnel, para cada intervalo de valores de k e y apoyándose en la Fig. 5 se obtienen los valores
de Fh y los porcentajes de los ensayos de permeabilidad equivalente que resultan de los
diferentes rangos de permeabilidad a lo largo del túnel. Este porcentaje se multiplica por la
longitud del túnel, y de este modo se tiene una idea de la probabilidad de encontrar, en ese
intervalo de longitud, una roca con una permeabilidad dada para cada intervalo de k e.
INTERPRETACION GEOLÓGICA

Figura 5. Caracterización de la permeabilidad del macizo rocoso.

A continuación se calculará qs/H (l/min/m/m) ; para este cálculo se utiliza la Fig. 6 que relaciona
el flujo en régimen permanente con la permeabilidad equivalente k e. Con estos datos de ke y
donde se corta con las rectas de los casos limites de estado (recarga vertical o flujo radial) y del
espesor de roca, se obtiene q s / H para cada intervalo de ke. Al conocer la longitud H se
determina qs.
Figura 6. Relación entre flujo en régimen permanente y permeabilidad equivalente.

Para calcular el flujo total Qs para cada intervalo de permeabilidad se multiplica la longitud de
túnel que corresponde a cada intervalo por la intensidad de flujo q s. La suma de todos los Qs
da el flujo total en régimen estacionario en el interior del túnel.

Para el cálculo del flujo en el frente de avance se procede de la misma manera anterior, hasta el
cálculo de la intensidad de flujo qs, para cada intervalo de permeabilidades. Así:

Qh es el sumatorio de todos los Qs.


En la Fig. 7 se analiza el caso de un túnel de 2.000 m de longitud, encontrándose a 50 m por
debajo de un lago; el recubrimiento del terreno equivale a 4 veces el diámetro del túnel.

4.4. Otros métodos

Además de los procedimientos descritos‘ anteriormente existen otros métodos de cálculo para
estimar el flujo de agua hacia los túneles. Estos métodos se resumen en la Tabla 1.

También existen métodos de calculo tridimensional. EI interés de utilizar un código A cálculo


(p.e. CESAR-LCPC) por elementos finitos estriba en que permite tener en cuenta las
particularidades geométricas y geológicas de cada zona; también permite globalmente el
problema del flujo tridimsional alrededor del frente de avance del túnel durante periodo de su
construcción.
5. DESAGÜE E IMPERMEABILIZACIÓN

La impermeabilización de un túnel puede tener diversos grados de exigencia, que suelen


depender del tipo de instalaciones que la obra vaya a albergar, como los túneles de metro en
donde se proyectan revestimientos en dos fases, siendo la impermeabilización el único objetivo
en la última fase.

Generalmente, hay una primera etapa, que consiste en captar las filtraciones singulares
permanentes y encauzarlas por medio de tubos u otro tipo de conductos que las lleven al
colector general. Cuando la dispersión de puntos con caudales sensibles es grande, cabe hacer
un tratamiento del terreno con inyecciones o recurrir a la impermeabilización total del túnel con
láminas impermeables.

El agua infiltrada en el interior del túnel debe ser conducida a los colectores del drenaje
longitudinal para su evacuación por grave-dad al exterior. Cuando el volumen de agua a
evacuar es importante, y sobre todo en túneles situados a gran profundidad, es conveniente
instalar un sistema de bombeo en la red de drenaje.

En la mayoría de los casos esto es suficiente y sólo en los tramos en fallas o simple-mente en
aquellos en que se han producido desprendimientos importantes deben tratarse especialmente
tanto para su consolidación como para su impermeabilización. En túneles superficiales en que
estos accidentes se hayan reflejado al exterior, deben hacerse obras exteriores de
regularización del terreno y drenaje, para evitar que, en caso de fuertes lluvias, se produzcan
filtraciones importantes en el túnel.

5.1. Impermeabilizaci6n del túnel

Los sistemas tradicionales de impermeabilizaci6n alcanzan costes muy altos por m‘, sobre todo
cuando existen fuertes filtraciones de agua en la fase de ejecuci6n, bajas temperaturas,
paramentos muy irregulares producidos por voladuras o la impermeabilizaci6n se realiza
después de finalizar la obra.

Figura 8. a ) Drenaje por gravedad y por bombeo en túneles.


Figura 8. b) Drenaje por gravedad y por bombeo en túneles.

La impermeabilización de túneles tiene gran importancia, tanto técnica como económicamente,


ya que contribuye a mejorar su calidad, conservación y resistencia. Por ello, una correcta
construcci6n debe ir acompañada de un adecuado sistema de impermeabilización usando los
materiales más idóneos.

Una buena impermeabilizaci6n es una necesidad para la explotaci6n y también una importante
precaución para proteger el revestimiento.

Durante la planificaci6n y ejecuci6n de un proyecto de un túnel, así como a la hora de diseñar la


impermeabilización del mismo, hay que tener en cuenta los siguientes factores:

 Condiciones del terreno y tipo de construcción.


 Presencia de agua y estado en que se encuentra el terreno.
 Grado de impermeabilizaci6n requerido y tipo de servicio que prestará el túnel.
 Elementos necesarios y específicos a usar en la impermeabilización.
 Tamaño y vida del túnel.

5.2. Canalización de filtraciones u obras de desagüe

En cuanto a las previsibles infiltraciones de agua a través del macizo, la impermeabilizaci6n del
túnel se hace colocando laminas impermeables entre el terreno y el revestimiento, y recogiendo
las filtraciones en tubos perforados longitudinales al túnel, situados a ambos lados, al final de
los faldones de las láminas. Las filtraciones se conducen desde éstos a un colector general o
principal por medio de otros tubos transversales o conexiones distantes entre si de 5 m a 10 m.

El sistema de drenaje longitudinal conduce las aguas al exterior del túnel; listas generalmente
provienen de:

 Agua de la calzada, captadas mediante sumideros colocados cada 25 o 50 m en los


bordes de la calzada.
 Agua procedente de los afloramientos y de las filtraciones del terreno y que es
encauzada mediante el sistema de impermeabilizaci6n del túnel.
 Agua que circula por las cunetas y entra al túnel al no poder evacuarse por otros
puntos.
Figura 9. Detalles de la impermeabilizaci6n y drenaje de un túnel.

El drenaje longitudinal se puede realizar mediante una o dos cunetas laterales, Fig. 10, o
utilizando tubos de PVC perforados, de 0,25 a 0,50 m de diámetro, colocados bajo el arcén o la
calzada, Fig. 11.

EI colector principal en túneles de carreteras está construido generalmente bajo la solera o


aceras, al cual se encauzan las filtraciones.

De todas formas, en el caso de túneles de carretera, la construcci6n de pequeñas cunetas


laterales semiencajadas en el bordillo de la acera o en el rodapié y conectadas al colector,
puede ser conveniente para resolver el caso de autorizaci6n para el transporte de líquidos
inflamables. Como se sabe, en general este tráfico se desvía de los túneles, sobre todo si estos
son de gran longitud, pero hay últimamente una cierta tendencia á resolver el problema del
riesgo de vertido de estos líquidos, estudiando adecuadamente las rasantes del pavimento y
disponiendo conductos de evacuación rápida de los vertidos al colector de drenaje general. las:
JQB:

5.3. Influencia del terreno y del sistema constructivo en la Impermeabilización

El terreno influye decisivamente en el sistema constructivo y en la clase de revestimiento


utilizado en el túnel, llegando incluso a determinar el tipo de impermeabilización

Figura 10. Drenaje longitudinal con cunetas de desagüe en túneles.


Figura 11. Drenaje longitudinal con tubos perforados.

Teniendo en cuenta los sistemas de impermeabilizaci6n, se pueden distinguir tres clases de


terreno: terreno duro, terreno quebrado y terreno blando.

Terreno duro

En este caso se emplean procedimientos de excavaci6n en grandes secciones y dado que por
la naturaleza del terreno el túnel es estable (al menos por un cierto tiempo), no es necesario un
sostenimiento previo, aunque a veces se coloca para dar mayor seguridad. En estos casos no
hace falta la utilizaci6n de revestimientos que soporten el terreno y restablezcan el equilibrio;
basta con eliminar las irregularidades y rellenar fisuras mediante hormigón proyectado y aplicar
después la impermeabilizaci6n sobre esta superficie ondulada y rugosa.

Después se revestirá con un hormigón encofrado o proyectado, si es necesario formar la


estructura de soporte del túnel, teniendo en cuenta la presión del terreno e incluso del agua.

Figura 12. Impermeabilización contra filtraciones a presión en terreno duro.


Terreno quebradizo

En este tipo de terrenos no se puede construir el túnel a secci6n completa; es preciso realizarlo
por etapas sucesivas dando lugar a varios tipos de avance, como: método austriaco, belga,
inglés u otros, siendo necesario realizar un sostenimiento previo mediante cerchas, bulones,
hormig6n proyecta-do u otros, en cada fase de ejecuci6n o avance para garantizar la seguridad
del túnel. La impermeabilizaci6n se colocará entre los sistemas de soporte y el revestimiento
estructural definitivo.

Figura 13. Impermeabilización contra filtraciones a presión en terreno quebradizo.

Terreno blando o plástico

El túnel tiene que estar construido en el espacio creado por el escudo y, por lo tanto, la
construcción del soporte debe efectuarse de forma inmediata para soportar y conservar el
espacio creado.

Existen dos tipos de impermeabilización para este tipo de terreno: el primero consiste en un
sellado de juntas entre dovelas, y el segundo es una impermeabilizaci6n de las superficies de
dichas dovelas (en el caso de dovelas reticulares o metálicas es necesario alisar y limpiar la
superficie a impermeabilizar).

Como la unión entre las dovelas y la impermeabilizaci6n no es suficiente para soportar la


presi6n del agua, es necesario construir un revestimiento interior mediante un hormigón
encofrado.
La impermeabilizaci6n interior efectuada sobre un soporte de sostenimiento no protege a éste
de las insuficiencias del terreno y de los problemas que ocasiona la presencia de agua, en
cambio sucede todo lo contrario cuando la impermeabilizaci6n es exterior, debido a que la
impermeabilización esta unida al terreno por la presi6n que ejerce éste.

Figura 14. Impermeabilización contra filtraciones a presión en terreno blando.

Para impermeabilizadones exteriores es importante el papel que juega la relaci6n entre el


terreno, el revestimiento y el procedimiento constructivo.

Una vez definidos los diferentes procedimientos de impermeabilización en funci6n del empuje
del terreno, es necesario realizar una correcta elecci6n del material de impermeabilización. Para
revestimientos rígidos sólo se necesitan materiales de flexibilidad muy baja. Sin embargo, en el
caso de revestimientos flexibles únicamente se pueden utilizar materiales con un alto grado de
elasticidad.

5.4. Influencia del tipo y calidad del agua en la impermeabilización

En general, es más econ6mico y sencillo no desplazar el agua, sino captarla y dirigirla mediante
las cunetas a la red de desagüe del túnel.

Se pueden distinguir túneles situados en zonas de aguas subterráneas, en zonas de saturación


o en la franja capilar. La intensidad de la agresividad del agua contra el revestimiento depende
del tipo de agua del terreno, y puede manifestarse de dos maneras, mediante agua capilar o
agua de capa hídrica.

Según esta división existe una dosificación de las medidas a tomar en cuanto a las técnicas de
impermeabilización:

A. Impermeabilización en franja capilar.


- Pinturas impermeables
- Escasamente membranas
B. Impermeabilización en zonas de saturación:
- Morteros hidrófugos
- Membranas o láminas impermeables

C. Impermeabilización en aguas subterráneas:


- Membranas o láminas impermeables
- Escasamente morteros hidrófugos

Las diferencias se basan, sobre todo, en el modo y en el tipo de impermeabilización, y se


agrupan de la siguiente forma:

 Impermeabilización en franja capilar. Debe ser efectuada en toda construcción subterránea,


ya que se deben cerrar los poros para evitar que la humedad llegue al interior según las
leyes de la capilaridad.
 Impermeabilización en zonas saturadas. Se debe desviar el agua para que no genere
presiones; generalmente, el agua desviada se recoge en un drenaje longitudinal del túnel.
 Impermeabilización en aguas subterráneas. Debe ser una impermeabilización flexible,
cerrada y resistente a la presión del agua subterránea.

Al elegir el material de impermeabilización es muy importante tener en cuenta la composici6n


química del agua y del terreno, ya que ciertas sustancias disueltas en ambos pueden reaccionar
y atacar la impermeabilización o el revestimiento del túnel.

TABLA 2. Valoración de la agresividad de las aguas (según DIN4030).

Antes de iniciar la construcción del túnel se debe investigar la composición química del suelo y
de las aguas subterráneas, siendo a veces necesario durante la construcción rebajar el nivel
freático. Sólo en ese momento es posible elegir los materiales de construcción e
impermeabilización para usarlos de manera óptima.
TABLA 3. Limites perjudiciales de las sustancias disuelta en aguas subterráneas.

El sostenimiento y la impermeabilización del túnel deben ir acompañados de un adecuado


sistema de drenaje, y deben estar diseñados en función de las características del macizo
rocoso y del volumen de las infiltraciones de agua en el interior del túnel, Fig. 15.

5.5. Influencia del uso del túnel en la impermeabilización

Las exigencias que se requieren en cuanto al grado de impermeabilizaci6n de un túnel


dependen esencialmente del tipo de uso al que se le va a destinar.

Figura 15. Detalle de la


impermeabilización y del drenaje de
un túnel.
Teniendo en cuenta el empleo del
túnel, se establecen algunas
diferencias entre ellos:
Es aconsejable no tener unas exigencias innecesariamente altas y que no están en
consonancia con el uso del túnel, porque ello tendrá importantes repercusiones econ6micas
(coste total de la obra) y de ingeniería (especificaciones técnicas).

Túneles de ferrocarril. Fuera de las ciudades no tienen que ser completamente estancos, ya
que la humedad capilar de las pare-des o de pequeñas filtraciones no influyen en el tráñeo de
los trenes. Pero es necesario señalar la necesidad de tener cuidado ante la posibilidad de
formaci6n de hielo, el deterioro del revestimiento y los daños en el sistema eléctrico. Por lo
tanto, es aconsejable un drenaje exterior (impermeabilización primaria, intermedia y principal).

Túneles de carretera. Requieren un grado de impermeabilizaci6n más alto que los túneles de
ferrocarriles. En determinados casos se pueden admitir humedades capilares. Como
generalmente tienen revestimiento interior, es fácil prever un sistema de impermeabilizaci6n
generalizado (impermeabilización primaria, intermedia y principal).

Túneles de peatones. Iguales características que los túneles de carretera.

Túneles canal (Hidráulicos). Tienen que ser completamente impermeables, sobre todo en
cajeros, soleras y bóvedas, para evitar la condensación y altos grados de humedad que
pudiesen arruinar equipos de control (impermeabilización primaria y posterior).

Túneles suburbanos (Metro), galerías de acceso e instalaciones hidráulica. En general deben


ser estancos; la impermeabilizaci6n tiene consecuencias directas sobre las instalaciones
eléctricas, ya que un Túnel mojado favorece y aumenta la conducci6n, de la electricidad, lo que
provoca la corrosión de los hilos conductores (impermeabilización primaria, intermedia y
principal).

Refugios y almacenes subterráneos También necesitan un alto grado de impermeabilidad,


particularmente cuando se trata de productos que son atacados por la humedad o cuando sean
ocupados por personas (impermeabilizaci6n primaria, intermedia y principal).

EI concepto de túnel seco cambia según los países, tal es así que para considerar a un túnel
como impermeable, independiente-mente del revestimiento o del sistema de
impermeabilización, se manejan diversos valores de filtración.

En el caso de túneles excavados en roca resulta difícil y costoso obtener un interior seco, sobre
todo por los trabajos de impermeabilizaci6n que requieren. Por ejemplo, si un túnel es
impermeabilizado con láminas plásticas debe ser completamente impermeable, y transcurridos
los dos años de su colocación, una vez evaporada la humedad propia, el revestimiento debe
estar completamente seco. Si aparecen filtraciones de agua y agrietamientos se debe a una
mala aplicaci6n, a un mal diseño o a una inapropiada selecci6n del material a emplear en la
impermeabilización. Los mismos requisitos se necesitan para la impermeabilización rígida
mediante morteros hidrófugos, siendo el riesgo mayor en ésta ultima.
TABLA 4. Niveles de filtración de agua admitida en túneles.

5.6. Requisitos básicos para una impermeabilización

Toda impermeabilizaci6n est0 compuesta de varias fases y la elección del conjunto de ellas es
lo que define un sistema.

Al diseñar un proceso o sistema de impermeabilización se deben cumplir los siguientes


requisitos básicos:

 Recubrimiento total de las zonas del túnel a proteger.


 Estar entre dos partes firmes de la construcción (a excepci6n de algunas membranas
sintéticas usadas como impermeabilizantes exteriores).
 Soporte bien fijado para evitar desplazamientos antes de construir el revestimiento.
 Puente entre fisuras para evitar la rotura o destrucción (elasticidad).
 Resistencia a las aguas agresivas, a las variaciones de temperatura y a los incrementos de
caudales de agua.
 Resistencia al envejecimiento y al contacto con superficies irregulares del terreno y
revestimiento del túnel.
 Resistencia al ataque de microorganismos.
 Correcta elección del soporte a emplear, teniendo en cuenta la humedad y que no resulte
dañino para la salud.
 Buena elección del procedimiento y del material impermeabilizante a utilizar, de tal forma
que suponga un coste razonable.

6. SISTENIAS OE IMPERMEABILIZACIÓN DE TÚNELES

Teniendo en cuenta la influencia de los diversos factores, los requisitos y los tipos de soportes
en los trabajos de impermeabilizaci6n de túneles, así como el volumen de filtraciones existentes
y el tipo de revestimiento previsto, la impermeabilizaci6n puede comprender desde una hasta
cuatro fases:

Fase 1: Impermeabilización primaria.


Fase 2: Impermeabilizaci6n intermedia.
Fase 3: Impermeabilizaci6n principal.
Figura 16. Diseño de la impermeabilizaci6n de un túnel.

6.1. Impermeabilización primaria

Son los trabajos provisionales de tapona-miento o recogida y conducci6n de las aguas para
permitir la ejecución posterior de las impermeabilizaciones intermedia y principal.

Fundamentalmente consiste en el taponamiento de las filtraciones localizadas, con cemento


amasado con hidrófugo líquido de fraguado ultra-rápido y completado con tratamientos
superficiales. Cuando se trata de filtraciones difusas, se aplica lo mismo, pero con hidrófugos de
fraguado rápido y resistente a las aguas agresivas. El trabajo se completa con la instalación de
drenes superraciales y permanentes en forma de espina de pez, para la captación del agua y su
conducción a las cunetas; estos drenespueden ser de diversos tipos, como: medias cañas,
tuberías y otros, Fig. 17.

Entre los métodos actuales de impermeabilización primaria de túneles se pueden citar:

 Procedimiento Oberhasli mecánico y manual.


 impermeabilizaci6n con medias cañas. impermeabilización con tuberias plásticas.
 Impermeabilizaci6n con gunita o cemento.
 Impermeabilización con micromortero proyectado.

El método Oberhasli manual es el más utilizado, aunque requiere mano de obra especializada;
el procedimiento consiste en:

 Limpieza con agua a presión del soporte, para eliminar los restos adheridos a las
paredes del túnel.
 Realización de los drenes mediante pasta : de cemento y media caña, tubería o,
manguera del diámetro apropiado para evacuar los caudales de agua existentes.
 La densidad del drenaje puede ser baja, media o alta, dependiendo de la distancia del
dren principal (es aconsejable realizar el tratamiento sistemático en toda la longitud
del túnel con filtraciones).
 Esta impermeabilización debe protegerse . inmediatamente en la fase siguiente con
gunitas (impermeabilizaci6n intermedia) para evitar el deterioro de los drenajes al
utilizar acelerantes de fraguado.
 También se tendrán en cuenta las conexiones a los drenes longitudinales de túnel para
recoger el agua y dirigirla a las cunetas del túnel.

Figura 17. Diseño de los drenes para captar el aguas infiltrada en un túnel.

En cuanto al método Oberhasli mecánico, requiere gunita acelerada y su aplicación se realiza


en medias cañas colocadas en el soporte del túnel a impermeabilizar, con lo que se consigue
un mayor rendimiento, pero, en contra, se hace un mayor consumo de materiales.

6.2. Impermeabilización intermedia

Son los trabajos posteriores a la impermeabilización primaria mediante la aplicación de gunita,


hormigón proyectado o morteros.

La impermeabilización intermedia puede ser de protección o de regularización:

De protección. Cuando se aplica un hormigón o mortero proyectado armado de un espesor no


superior a 7 cm en toda la superficie a tratar; de esta forma se consigue proteger el método
primario elegido, ya que de no efectuarlo y debido a los acelerantes de fraguado que se
emplean, pueden producir fisuras de los drenes y taponamientos.

De regularización. La aplicación de gunita, hormigón proyectado o morteros preparados, tiene


por finalidad servir de soporte a la impermeabilización principal y su espesor suele oscilar entre
10 y 250 mm. También sirve para sostener provisionalmente la excavación del túnel o galería.
6.3. Impermeabilización principal

Consiste en la colocación de una membrana impermeable de cualquier tipo que garantice la


absoluta estanqueidad del túnel. Hay diferentes tipos de impermeabilización principal:

 Revocado o gunitado.
 Revestimiento con resinas de poliéster. Revoque bituminoso (sólo exteriores o a cielo
abierto).
 Revestimiento con resinas. Revestimiento con morteros predosificados.
 Revestimiento con bandas o láminas plásticas (impermeables).
 Sellado de juntas de dovelas prefabricadas.

Figura 18. Captación del agua y su conducción a las cunetas, y tipos de medias cañas (método
Oberhasli).

Estos revestimientos se aplican sobre todo en el perímetro del túnel o parte de la bóveda. La
elección del tipo de revestimiento está en funci6n de la naturaleza del terreno, del caudal de
agua y del tipo de hormigón estructural.
Cuando se trata de colocar la impermeabilización principal sin revestimiento de hormigón
encofrado, primero hay que preparar un soporte con hormigón proyectado para el
sostenimiento, o colocar una impermeabilización intermedia de protección de los drenajes, a
continuación se colocará la impermeabilización principal.

6.4. Impermeabilización posterior

Son aquellos trabajos, previstos o no, complementarios de la impermeabilización principal o


bien trabajos de reparaci6n que conduzcan posteriormente a la estanqueidad de la
construcci6n. Estos trabajos pueden consistir en: revoques o gunitados, inyecciones, morteros
predosificados e impermeables, taponamiento y sellado de grietas, rejuntado de mampostería,
drenajes y juntas.

Su aplicación se adecuará según la importancia de las filtraciones o la calidad del soporte de


ejecución.

6.5. Soporte para una impermeabilización

Para impermeabilizar un túnel, además de cumplir con los requisitos básicos, es necesario
preparar un soporte donde vaya fijado el sistema de impermeabilización; este soporte debe
cumplir las siguientes condiciones:

 Debe ser resistente, libre de partículas, sin huecos ni fisuras, sin crestas o salientes,
pues la impermeabilización debe estar libre de estas irregularidades.
 Si el soporte tiene un elevado grado de rugosidad (aristas, esquinas, etc.) y constituye
un peligro para la impermeabilización es aconsejable redondearlas.

Las recomendaciones en cuanto a corrección de irregularidades y su dimensionamiento se


reflejan en la Fig. 19.

6.6. Colocación de láminas impermeables

Las formas de colocaci6n de láminas para impermeabilizaci6n son:

A. Colocación en lámina vista

Es la aplicación más típica (impermeabilización cara vista), colocada sobre el soporte de


hormigón proyectado adaptándose perfectamente a las irregularidades del paramento a tratar.
Esta lámina es transparente al georadar, lo cual permite obtener información del
comportamiento de la roca o revestimiento que se encuentra detrás de la lámina.
Figura 19. Criterios y condiciones para preparar el soporte.

B. Colocación en sandwich

En las obras cuya fase final. tenga previsto un revestimiento de hormigón en masa o armado
puede hacerse una impermeabilización en la que la lámina se encuentre entré la roca o gunita y
el revestimiento definitivo. Al quedar la lámina entre dos bóvedas, no permite que el agua filtre
hasta la bóveda exterior de hormigón encofrado, evitando su deterioro.

C. Impermeabilización de falsos túnel :

Se puede utilizar en la impermeabilización exterior de falsos túneles, debido a que es especial


fabricación multicapa le confiere
Figura 20. Colocación de la impermeabilización en lámina vista y en sandwich.

grandes resistencias mecánicas que permiten el terraplenado directamente, en algunos casos y


con ciertos tipos de geotextiles u otras láminas si necesitan protección, Fig. 21.

Figura 21. Aplicación de láminas impermeables en falsos túneles.

También se utiliza en construcciones de redes viales, en donde a menudo se precisa la


realizaci6n de pasos inferiores en contacto directo con capas freáticas.
Una solución aconsejable para proteger los niveles inferiores del contacto con el nivel

freático, es la colocaci6n de geomembranas o láminas impermeables por debajo de los mismos.


En zonas donde por la presi6n de agua no es posible drenarla, se utiliza un sistema completo y
total de impermeabilización (como los pasos de túneles por debajo de un río).

6.6.1. Pasos para colocar láminas impermeables en túneles

Los pasos que se dan para colocar las láminas impermeables son:

A. Pasos para colocar la primera lámina

 Colocación de una capa drenante sobre el soporte excavado una vez regularizado, mediante
geotextil de gramajes comprendidos entre 250 y 600 g/m 2 (según Granulometría del hormigón
proyectado de soporte), sujetos mediante arandelas o botones especiales de PVC.

 Fijar la lámina a la bóveda mediante los tacos elegidos; éstos se aplicarán cada 25 a 35 cm
(densidad 6 tacos/m2) y en función al soporte. EI borde superior de la lámina quedará
desplazado, de unos 20 a 30 cm del centro de la bóveda con un doble objeto:

a. Presentar una superficie lisa, sin canalizaciones ni uniones en la líneas de división de aguas.

b. Mejorar el aspecto estético para que, al solapar la banda que proviene del otro lado de la
bóveda, cubra los puntos de anclaje y sólo aparezca una unión rectilínea en el centro de la
clave.

 Después de fijar en la bóveda todo el ancho de la lámina, se va descendiendo, adaptando la


lámina a la superficie del túnel y fij4ndola por el borde exterior mediante los tacos elegidos.
 A medida que se deja la b6veda para entrar en el hastial los tacos pueden separarse más,
hasta colocarse a 50 cm en el hastial.
 Una vez fijada la lámina por el borde superior (clave) y el primer borde lateral, se procede a
fijar el 2º borde lateral aplicando el mismo principio.

B. Pasos para colocar las láminas sucesivas

 La segunda lámina se solapará un mínimo de 12 cm con la primera lámina, cubriendo la


totalidad de las cabezas de los tacos colocados en sentido vertical.

 Se empezara fijando al igual que la 1ª lámina el borde superior a la clave, desplazada unos 20
o 30 cm y conservando el paralelismo con la lámina anterior.

 Fijando el borde superior se procederá a fijar el borde contrario a la lámina, siguiendo las
mismas pautas indicadas anteriormente, asegurando que el solape a soldar posteriormente
será de unos 12 cm y cubriendo la cabeza de los tacos.

 Fijada esta lámina por los bordes superior y contrario a la lámina anterior, se procederá a
efectuar la soldadura del solape con la primera lámina.
 Como las láminas son homogéneas, se utiliza la técnica de soldadura termoplástico, mediante
aparatos de simple o doble soldadura con canal central para control, Fig. 22. Durante la
soldadura del solape se tendrá en cuenta:

a. Solapar siempre un mínimo de 12 cm para asegurar que quede soldado en toda la anchura
de la banda.
b. Cubrir la cabeza de los tacos en su totalidad.
c. Soldar una boquilla plana.
d. Evitar arrugas en la lámina impermeable o geomembrana.

 Control de cada una de las soldaduras, mediante ensayo con aire comprimido a 203 kPa de
presi6n durante 5 minutos, permitiéndose durante el ensayo una pérdida del 20 % debido a la
flexibilidad de la membrana, Fig. 23.

 Colocaci6n de separadores metálicos tipo araña en cada bulón.

Figura 22. Detalle de la soldadura de láminas impermeables.

 Colocación de malla metálica electro soldada de 100 x 100 x 6 mm.

 Remates de encuentro con drenajes longitudinales y emboquilles con pletinas metálicas


mediante sellados flexibles.

 Aplicación del hormigón proyectado de 10 cm de espesor, de 25 MPa (250 kg/cm 2) de


resistencia a compresión y granulometría de 0 a 6 mm.

Las imágenes de la Fig. 24 corresponden a: secci6n transversal del túnel (A), colocaci6n de las
láminas (B), soldadura (C), solape entre láminas (D) y sellado de las láminas y los elementos
del paramento que se impermeabiliza (E).
Figura 23. Sistema de control de la soldadura de láminas y tipos de soldadura con solapes.

La fijación de las láminas pueden ser por adhesión directa o por fijación con arandelas, tal como
se ve en la Fig. 25.

El sistema de impermeabilización debe ir avanzando con la construcción del túnel, y debe estar
en función del sistema de excavación y el revestimiento elegido, ya que, los costes de
impermeabilización de un túnel ya ejecutado son siempre superiores al coste de
impermeabilización de un túnel en ejecución.

Por último, indicar que las geomembranas por su versatilidad y ligereza, y apoyado por equipos
mecánicos y humanos de gran especialización, permiten abordar problemas de
impermeabilizaci6n que no son posibles con otros sistemas tradicionales, tales como:

 Hacer frente a condiciones adversas, como filtraciones de agua, bajas temperaturas, y


adaptarse perfectamente a las irregularidades del terreno.

 Adaptarse a cualquier obra independientemente del sistema de excavación y


revestimiento empleado.
Figura 24. Fases del sistema de impermeabilización con láminas y detalle del solape.

Figura 25. Sistemas de fijación de láminas impermeables.

 Realizar la impermeabilización en cualquier fase de ejecución de la obra, incluso


después de terminada.

 Trabajar en condiciones difíciles o en ciclos de trabajo muy cortos.

 Realizar con la misma lámina drenajes primarios, sencillos y rápidos.

 Permitir ejecuciones rápidas en el caso de desperfectos accidentales.


 Impermeabilizar elementos auxiliares sin que afecten a la estanqueidad del conjunto,
tales como salientes de luminarias, ventiladores, catenarias, etc.

 Aislamiento térmico en los casos en que las condiciones climatológicas lo requieran, ya


que pueden aislar térmicamente hasta temperaturas de -60 ºC.

Las láminas o geomembranas poseen una serie de características distintas y particulares en


función de su naturaleza. Una lámina armada con fibra de vidrio para intemperie se comporta
inalterable a las contracciones, mientras que una lámina sin armar (no intemperie) si se vería
afectada.

Estas láminas, generalmente, son de espuma de polietileno reticulado y químicamente


reforzada en su cara interior con una capa muy fina de polietileno y rafia plastificada de 240
g/m2, que mejora sus resistencias mecánicas y al punzonamiento y que, en conjunto, le
confieren las siguientes propiedades físicas y químicas:

A. Impermeabilidad

Las láminas se consideran impermeables al paso de los líquidos, concretamente al agua,


midiéndose tal resistencia por el coeficiente de permeabilidad, k, medido en m/s.

Para tener una idea del alto grado de impermeabilidad de las membranas, su coeficiente k
oscila entre los valores 10-13 y 1014 m/s; comparándolo con el de la arcilla, ésta necesitaría una
capa de potencia de 10 m para, sustituir a una lámina de PVC de 1 mm de espesor.

B. Aislamiento térmico

En cualquier espesor tiene un coeficiente de conductividad térmica de 0,031 W/m.K. según


norma ASTM C-177.

C. Barrera de vapor

Debido a su bajo grado de difusión de vapor de, agua, aporta una excelente barrera de vapor.

D. Resistencia al fuego o autoextinguibilidad

Las láminas poseen la propiedad de combustionar ante la presencia de fuego sin crear llama,
por lo que al cesar la presencia de ésta, también cesan en su combustión. Tal propiedad
confiere a las membranas un coeficiente de seguridad muy alto.

Por lo general, estas láminas tienen clasificación M-1 o M-3, según la norma UNE 23727-81,
son autoextinguibles y sus humos no son tóxicos en su ignición. La velocidad de propagación
de la llama en una lámina es de 0 m/min.

E. Inalterabilidad y durabilidad

En su elaboración interviene un proceso que le confiere un extraordinario comportamiento al


envejecimiento por ataque de agentes químicos y a las desfavorables condiciones ambientales
como humedades constantes y cambios climatológicos. Soporta, sin pérdidas de sus
características, saltos térmicos entre -60 ºC y +100 ºC.
F. Resistencia a los agentes químicos

La lámina resiste a los ataques de aguas con cargas minerales disueltas, al contacto con
materiales de construcción, a disolventes químicos a temperaturas normales y a salidas de
humos. Por otra parte, no es atacada por microorganismos, roedores o pájaros.

Son resistentes a muchos agentes químicos, aunque, sin embargo, las membranas de PVC
pueden reaccionar en contacto con posibles efluentes químicos del liquido a contener, o de los
materiales del soporte (tierras, arcillas, hormigón, etc.).

Por tanto, es necesario realizar siempre un estudio previo de los soportes y de sus
constituyentes para elegir la membrana que convenga, y así eludir su posible degradación por
causa de un entorno agresivo.

G. Fácil de instalar y reparar

La lámina puede ser instalada con gran sencillez, debido tanto a su adaptabilidad como a su
facilidad de soldadura. Por su elasticidad puede ser manipulada y colocada a temperatura
inferior a 0 ºC.

Si por cualquier causa accidental se produce una perforación en la lámina, puede reparar-se
fácilmente mediante la colocación de parches del mismo material, aplicándoles el mismo
sistema empleado para unir las láminas.

H. Duración

Su constitución celular le confiere propiedades aislantes y la estructura molecular del polietileno


hace que se conserve sus propiedades a lo largo del tiempo.

I. Resistencia a los esfuerzos mecánicos y térmicos

Los esfuerzos que deben soportar las láminas son de tipo mecánico (est4tico y dinámico) y
térmico. Desde el momento en que se colocan, se ven solicitadas dinámicamente, y en el
transcurso de sus vidas se verán afectadas por los siguientes efectos:

a. Tracción. Sin perder la elasticidad que le confiere su especial estructura celular, las láminas
presentan unas resistencias al desgano superiores a 15 MPa en cabeza de anclaje, pueden ser
utilizadas en lámina vista aun cuando existan fuertes turbuenlencias por efectos de
ventiladores, tráfico pesado, paso de trenes y otros.

b. Temperatura. Afecta a la rigidez de las membranas, aumentándola cuando disminuye la


temperatura y reduciéndola cuando ésta sube.

c. Desgarramiento. Ofrece una importante resistencia debido a su composición molecular.

d. Punzonamiento. La resistencia ofrecida en soportes bien colocados es muy elevada, incluso


con cargas hidrostáticas de hasta 50 metros. Asimismo, presenta una buena resistencia al
punzonamiento estático y dinámico.
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