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BERNARD MOSES
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ae » Hose saber que el Sr. Antonio José de Irisarri ha recla-
mado el derecho esclusivo para publicar i veader una obra de
su propiedad, cuyo titulo ha depositade i er como sigue:
HISTORIA CRITICA DEL ASEBINATO COMETIDO EN LA PER-
SONA DEL GRAN MARISCAL DB AYACUCHO; i gue habicado
prestado el juramento requerido, lo porgo por las presentes
en posesion del privilejia por guince akos, los cuales podréa
prorogarse por Glres quince, cuyo derecho ie concede ia
lei 1. paste 1. tratando 3.° de ta Recopilacion Grana-
dina que asegura por cierto tiempo la propiedad de las pro-
ducciones literarias i algunas otras Dada en Bogotd d 26
de marzo de 1846.—PasroR Onrmna, -—Josz Cateans =
Rosas, Secretario. 4 .
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DISCURSO PRELIMINAR, =
El asesinato cometido en la persona del vencedor de los
Espafoles en Ayacucho, debi6 ser un siiceso que contristase &
‘todos los Americanos, exitando al mismo tiempo ¢] deseo de
‘conocer al vil sacrificador de tan ilustre victima, y la curiosidad
-de descubrir los motivos que 4 aquel agesino hubiesen inducido
4 cometer tan horrendo crimen. Ei Jeneral Sucre, defensor
dnfatigable de la independencia de Venezuela, de la Nueva
Granada, del Eeuador, del Pera y de Bolivia; el Jeneral afor-
‘cunado que consiguié asegurar Ja emancipacion de todos estos
paises, y aun la de Chile y la de las Provincias del Riode
la Plata, destruyendo el ist 9 de diciembre de 1824 el po
der espafiol en el Peri, en aquella fuente inagotable de recursos.
para la Metr6poli; el Jeneral mas valiente, mas hébil, mas
jeneroso, mas humano; ¢] gobernante mas solicito en promover
‘el bien de sus gobernados, el ciudadano mas sumiso & las
leyes; el mejor padre de familias; el esposo mas amante; el
vecino mas ati}; el amigo mas fiel; el hombre mas
‘en la sociedad; parecia que debia morir en una edad avanzada,
en el Iecho del justo, rodeado de su esposa, de sus hijos y
nietos, réecibiendo de todos sus compatriotas los mejores testi-
monios de amor y de respeto. Nadie debia esperar que hubiese
un asesino americano que espiase el momento oportuno para
-vortar una vida tan gloriosa y tan digna de ser conservada.
Pero no solo habia un asesino para este héroe; habie muchos
que deseaban ver correr aquella noble sangre.
+ Con qué ‘seguridad mirarian su existencia desde entonces
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